Cuestiones tico-profesionales en el ejercicio del derecho*

Professional ethical issues in the practice of law

Jos Luis Saudo Ospina **

Resumen

El profesional del derecho se ve expuesto cotidianamente a situaciones que pudiesen poner en

tela de juicio no solo su calidad como profesional, sino como persona.
El objeto de la siguiente reflexin, es analizar la incidencia de principios tico profesionales
dentro del ejercicio cotidiano en el da a da del abogado. Ejercicio donde puede verse expuesto a
circunstancias que si bien pueden no ir contra el ordenamiento jurdico, pueden ser moralmente
cuestionables. De igual modo, se le pueden presentar situaciones que podran constituir una
conducta contra derecho, pero en virtud del sigilo profesional, el abogado podra verse bajo un
cierto amparo frente a la revelacin de dichos actos, an a sabiendas de la gravedad que esto
puede constituir.
Palabras Claves: tica, ejercicio del derecho, sigilo profesional, moral, cdigos ticos

**

Estudiante de Dcimo semestre de la

Universidad Pontificia Bolivariana e integrante del grupo de investigacin Clnica
Jurdica.
Correos electrnicos: joseluis.ea777@gmail.com;
joseluis.sanudo@alfa.upb.edu.co

Recepcin
29 de septiembre de 2014
Revisin:
21 de octubre de 2014
Aprobacin:
28 de octubre de 2014

Abstract

Introduccin
Como tica la abogaca es un constante ejercicio de la virtud. La tentacin
pasa siete veces cada da por delante del abogado. ste puede hacer de su
cometido, se ha dicho, la ms noble de todas las profesiones o el ms vil de
todos los oficios
Eduardo J. Couture.
No es un misterio que el ejercicio de la abogaca sea una de las profesiones
que ms cuestionamientos ticos puede acarrear. En algunas ocasiones esa
delgada lnea entre lo que puede ser moralmente correcto o incorrecto es
casi inexistente dentro de la labor del profesional, bien sea: como litigante,
juez, autoridad administrativa o dems cargos y funciones que comprende
el amplio espectro del actuar jurdico.

Artculo de reflexin producto de investigacin a) Clnica Jurdica Universidad Pontificia Bolivariana, Lneas
de nfasis: Litigio Internacional , Inters Pblico
*

Revista CES DERECHO Volumen 5 No.2 Julio-Diciembre / 2014

Artculo de reflexin

The law professional is exposed to everyday situations that may put on judgment his credibility
as a professional and even as a person.
The object of the following article, is analyze how ethic principles may affect the lawyers work
in circumstances where the professional may face situations that fit into the legal system, but
could have some moral questionability.
As well as circumstances that might be against law but according to the professional secret, the
lawyer isnt forced to reveal those actions even if those may cause damage to the legal system.
KeyWords: Ethics, law profession, morality, professional secret, ethic codes

Jos Luis Saudo Ospina

Es consecuencialmente necesario al tocar

el tema de la tica, y no solo en lo atinente al
campo profesional sino en general, referimos al
concepto de moral.
El Diccionario de la Real Academia Espaola,
ofrece varias respuestas a la pregunta de Qu
es la moral? Siendo la ms significativa para esta
labor la siguiente:
Moral es aquello que no pertenece al campo
de los sentidos, por ser de la apreciacin del
entendimiento o de la conciencia.
La moral es entonces algo que se relaciona
ntimamente con la conciencia de lo que debe
ser y no debe ser para cualquier individuo. De
modo que es imposible hablar de un concepto
absoluto de moral, sino que por el contrario
es algo que se caracteriza por variar segn
la escala de valores con la que cada sujeto
individualmente considerado se ha desarrollado
en su entorno; y cree necesarios para realizarse
como persona dentro del conglomerado social y
a su vez como individuo.
El filsofo alemn Emmanuel Kant, en su vasta
obra tambin hace un profundo estudio sobre
el concepto de moral, entendiendo esta como
una suerte de ley la cual es revelada al individuo
por medio de la razn y cuya obligatoriedad se
le impone a travs de una revelacin ntima,
materializada en un imperativo categrico.
Para Kant, el ser humano es un ser moral ya que
este posee la capacidad de razonar a partir de un
conocimiento a priori, es decir independiente de
los conocimientos empricos obtenidos a partir
de la experiencia.
Segn J. Rodrguez Paniagua en su obra Derecho
y tica, el estudio de la moral kantiana es el
punto de inicio para un anlisis ms complejo
y riguroso en el tema, citando al anterior: La
tica de Kant es el punto de partida obligado, en
especial a lo referido a la caracterizacin de la
moral, para cualquier elaboracin ulterior de la
tica(Paniagua, 1977).

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Ahora bien, refirindonos al tema de la tica,

esta no es ms que una reflexin filosfica
sobre la moral, y entonces la tica profesional
del abogado no sera ms que las conductas a
las que debe ceirse el profesional del derecho
dentro de su labor, de una forma virtuosa.
El primero en hablar del concepto de virtud,
fue Aristteles en su obra tica a Nicmaco, en
la que el filsofo griego afirma lo siguiente: La
virtud es la cualidad propia e intransferible del
ser humano, que se manifiesta como un justo
medio entre las modalidades extremas de su
obrar: Se es virtuoso cuando se permanece con
prudencia y moderacin, en una equidistancia
entre el exceso y el defecto. (Aristteles)
Aristteles de forma simplificada sintetiza el
concepto de virtud, delimitndolo al actuar con
moderacin y prudencia, es decir evitando los
extremos. Para este, el individuo que sepa llevar
un actuar equilibrado, ser un individuo virtuoso.
En un momento posterior de esta reflexin
analizaremos porque el profesional del derecho
debe ser un virtuoso en el ejercicio de la abogaca.
La profesora espaola, ngela Aparisi Millares,
en su ttulo Deontologa Profesional del Abogado,
define el concepto de tica de la siguiente
manera:
La tica puede ser definida como una
ciencia regulativa de la conducta humana, en
conformidad con los principios fundamentales
de la razn, y las exigencias de la naturaleza
personal del ser humano, en orden a su propio
fin. Tres son los aspectos a destacar en esta
definicin: la centralidad de la persona, la
importancia del concepto de fin, y la referencia
al actuar humano conforma a la razn -virtud-.
(Aparisi, 2013).
As pues, segn lo anterior para la autora la
tica profesional se erige sobre tres importantes
pilares:

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En primer lugar la Centralidad Humana, concepto

que hace alusin a la misma dignidad de la
persona. Por medio de esto podemos entender
aquellos principios inherentes de carcter
inviolable que posee un ser humano por el
simple hecho de serlo. Es decir, que dentro de las
actuaciones en funcin del ejercicio profesional,
el parmetro rector de dichos actos es la misma
condicin de persona la cual no debe ser
desconocida bajo ninguna circunstancia, esto
incluye tratos degradantes y delictivos, no slo
frente a quien se le prestan los servicios como
profesional, sino a cualquier persona dentro del
conglomerado social.
En segunda instancia, la profesora espaola se
refiere al Fin, el fin no es ms que el resultado que
se espera con la realizacin plena del ejercicio
profesional, resultado que se espera obtener por
unos medios especficos y determinados. As
pues, el maestro por medio de unos mtodos
de aprendizaje espera obtener como resultado
que sus alumnos aprendan determinado
conocimiento por una serie de lecciones, el
mdico quien por medio de tratamientos y
medicinas espera obtener como resultado el
mejoramiento en la salud de sus pacientes, el
abogado quien por medio de la presentacin
de documentos, prctica de pruebas y dems
diligencias ante las autoridades competentes
intentar obtener un resultado favorable a los
intereses de su representado, siempre enmarcado
en un marco de justicia (concepto problemtico
al cual nos referiremos posteriormente)
Finalmente, en tercer lugar, la autora se refiere
al Actuar conforme a la razn. La razn no es ms
que aquello que nos diferencia de otras especies
de seres vivientes, la razn se manifiesta en
actuaciones determinadas bajo la voluntad,
voluntad que se debe encaminar a materializar
los dos conceptos a los cuales se refiere la autora
anteriormente.
Vale la pena anotar, que no debe confundirse
el cdigo nico disciplinario del abogado con un
cdigo de tica profesional. El primero consagra

los principios, procedimientos y sanciones

establecidas para las faltas legales en ejercicio
de la profesin. Mientras que si bien hay varios
principios y directrices ticos consagrados en
la constitucin, las leyes y la jurisprudencia, no
existe una codificacin especfica sobre el tema
en cuestin.
Es necesario hacer la distincin, pues en la
mayora de los casos en los que una conducta
ejecutada en virtud del ejercicio profesional,
que sea contra ley va a ser muy seguramente
un conducta ticamente reprochable. Sin
embargo, pueden existir conductas que si bien
son susceptibles de un juicio de cuestionabilidad
tica, puede ser que no resulten contrarias al
ordenamiento jurdico, y por tanto a pesar de
tener una juicio de reproche desde el punto de
vista tico podran estar ajustadas a derecho y
por tanto no tener una sancin en virtud de su
realizacin, tal y como veremos ms adelante.
Si bien, como mencionbamos anteriormente
no existe un Cdigo tico del Abogado con una
fuerza legalmente vinculante, la doctrina se ha
encargado de enunciar unos principios dentro
de los cuales pueden concretarse los deberes del
abogado para un ejercicio debido de la profesin.
El profesor uruguayo Eduardo J. Couture, en
su obra Los Mandamientos del Abogado, sintetiza
en diez principios ( Estudiar, Pensar, Trabajar,
Luchar, Ser Leal, Tolerar, Tener Paciencia, Tener
Fe, Olvidar y Amar la Profesin) las conductas
que considera como fundamentales para la
realizacin plena del profesional del derecho.
(Couture, 1990).
Couture, en la introduccin a su obra citada
anteriormente, considera que los principios
mencionados con antelacin son las mximas
fundamentales para dignificarse en la profesin
de abogado. El profesor uruguayo no ignora
que estos principios deben adaptarse a nuevas
realidades con miras a materializarse dentro
de lo que este denomina la justicia social. De
igual modo afirma que el ejercicio de la abogaca

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Jos Luis Saudo Ospina

debe mirarse bajo cinco acepciones: Tiempo,

Arte, Poltica, Accin y tica. As mismo el autor
considera que la abogaca es uno de los ejercicios
profesionales de mayor nobleza pues se encarga
de aclarar lo que este denomina los hechos
ambiguos de las causas, refirindose a la labor
del abogado como facilitadores en la bsqueda
de resolver problemas sin una respuesta clara o
precisa.

Los problemas en la prctica

Ubicndonos en un plano jurdico- procesal, el
deber tico del abogado se ve vertido en varios
principios como lo son la buena fe, la lealtad
entre las partes, transparencia y principalmente
en el principio constitucional y legal del debido
proceso, del cual se desprenden todo el
conjunto de garantas que deben ser respetadas
a cualquier individuo cuando acude ante la
administracin de justicia.
Si bien, la parte interesada espera que su
representante ante la administracin de justicia
haga todo cuanto est a su alcance para que
se pueda tutelar el derecho que reclama, este
debe hacerlo nica y exclusivamente por medios
conforme a derecho y guardando un profundo
respeto frente a los principios enunciados
anteriormente.
Es entonces, en este punto, donde empezamos
a cuestionarnos cuales son los principios y
lmites ticos en el ejercicio profesional dentro
del marco de un proceso jurisdiccional. Y
como mencionbamos anteriormente, predicar
si pueden existir conductas ticamente
reprochables pero conformes a derecho.
Pongmonos en la situacin de un litigante
quien cree firmemente en que los pleitos deben
ganarse a toda costa sin importar los medios.
Para este la victoria sobre la contraparte es la
nica forma de enaltecerse como profesional del
derecho. De modo que de manera inescrupulosa
altera documentos, obtiene testimonios falsos,
utiliza artimaas para dilatar y entorpecer el

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proceso, todo en virtud de obtener una decisin

favorable para los intereses de su representado.
Intereses que al final terminarn siendo los
suyos tambin, pues para este personaje entre
ms triunfos en su ejercicio profesional pueda
obtener, ms fama y gloria podr cosechar a
su alrededor.
Es claro que las conductas descritas
anteriormente, si bien no solo constituyen una
falta disciplinaria al ejercicio de la profesin,
son conductas que afectan de forma grave a la
sociedad y por ende tipificadas como conductas
punibles dentro del Cdigo Penal. Sin embargo,
dentro de la conciencia de lo que es ticoprofesional y dado lo subjetivo de los principios
ticos segn el individuo,
este abogado,
puede considerar que sus conductas no son
inadecuadas, pues para l la realizacin plena
como abogado se materializar en sus triunfos
como profesional.
Es de anotar que en el ejemplo anterior no
cabe duda de que las conductas realizadas
anteriormente pudieran constituir una falta de
tica en el ejercicio profesional, para casi todos
los operadores jurdicos. Hay conductas que
merecen de un mayor anlisis y estudio.
Pensemos por ejemplo, en el representante
legal de una empresa, que estudia una demanda
interpuesta por uno de los empleados de dicho
lugar, en la cual el trabajador alega que no se le
pagaron determinadas sumas de dinero a ttulo
de salario. Estudiando el caso, el abogado se da
cuenta que no solo no se le pagaron esas sumas
de dinero a dicho trabajador, sino que tambin
se le quedaron debiendo otras prestaciones.
Ac se nos presenta una situacin ms
compleja, pues a este abogado se le presentan
dos dilemas de difcil decisin.
El primero es si debe hacer llegar al juez las
pruebas respectivas de lo adeudado por parte
de la empresa al empleado, eso podra decirse
que es lo moralmente correcto. Sin embargo,

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Cuestiones tico-profesionales en el ejercicio del derecho

esto implicara de una u otra forma traicionar

la confianza que la empresa deposit en este
para obtener una decisin favorable al final del
proceso, y constituirse as una falta a la tica
profesional.
En segundo lugar, el abogado, considerando la
importancia del sigilo profesional, podra ceirse
estrictamente a su rol como representante de los
intereses de la empresa, sin importar la violacin
flagrante que se est dando a los derechos del
trabajador.
No podemos predicar que exista una respuesta
objetiva a lo que debe hacer el abogado, si bien
el sigilo profesional lo ampara frente a la defensa
de los intereses de quien es su apoderado,
el hecho de tener la certeza de que se est
cometiendo una injusticia contra este trabajador
lo pone de alguna forma contra la espada y la
pared de lo que debe o no hacer.
Otro supuesto, dentro del mbito del Derecho
Penal (campo del derecho donde probablemente
se presenten ms estas situaciones) se da
cuando, por ejemplo, el acusado confiesa a
su defensor que, en efecto, l intent cometer
homicidio contra su mujer, y que de igual manera
lo volver a intentar en el momento que recobre
su libertad.
Qu actitud puede tomar el defensor frente a
esta situacin teniendo conocimiento de que en
el momento que su defendido recobre la libertad
es probable que intente de nuevo cometer una
conducta punible contra su mujer? Ser posible
para el defensor seguir escudndose en el sigilo
profesional y no denunciar la posible comisin
de un futuro acto delictivo an teniendo pleno
conocimiento de esta posibilidad?

El tema en la jurisprudencia
El mximo tribunal constitucional, se ha
pronunciado en su jurisprudencia en reiteradas
ocasiones sobre cuestiones tico-profesionales
del abogado, siendo algunas de las que vale la

pena mencionar para esta reflexin las siguientes:

La sentencia C-212 del 2007, en la cual se
plantean los alcances del Estatuto del Abogado:
En este caso, la corte se pronuncia sobre una
demanda de inconstitucionalidad del artculo
56, inciso 2 del decreto 196 de 1971, el cual
consagra el Estatuto de la Abogaca. El artculo
en cuestin reza de la siguiente manera:
Aceptar la gestin profesional a sabiendas de
que le fue encomendada a otro abogado, salvo
que medie la renuncia o autorizacin del colega
reemplazado, o que se justifique la sustitucin.
El actor considera que la disposicin normativa
anterior violenta la constitucin y otros
principios procesales y de derecho laboral. As
pues para decidir sobre la constitucionalidad de
la norma demandada, la corte se pregunta, si la
disposicin legal objeto de demanda, violenta
los principios de acceso a la justicia y debido
proceso.
Procede, entonces la corte a hacer un
recuento jurisprudencial sobre sentencias
de constitucionalidad en las que ya se haba
pronunciado en aos anteriores acerca de la
tica en el ejercicio profesional del abogado.
La Corte reconoce que la sociedad colombiana
se caracteriza por su pluralidad de creencias y
costumbres que se materializan en principios
morales de diversa ndole, de la siguiente manera:
Quiz respecto de ninguna como la abogaca, su
acatamiento indeficiente sea ms til para mantener la interdependencia o solidaridad social. Su
cumplimiento no puede estimarse como una indebida injerencia en el fuero interno de las personas, con menoscabo de su moral personal. Lo que
sucede es que la tica o moral profesional tienen

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Jos Luis Saudo Ospina

como soporte la conducta individual, conducta que

vincula la proteccin del inters comunitario.
La cooperacin o colaboracin con las autoridades
en la conservacin y perfeccionamiento del orden
jurdico del pas y en la realizacin de una recta y
cumplida administracin de justicia, no es el deber
exclusivo del abogado sino de todas las personas.
Es el principal y ms importante de los deberes sociales, [por cuanto] sin un orden jurdico estable y una
recta y cumplida prestacin del servicio de justicia,

pues, la Corte en la jurisprudencia mencionada

anteriormente, afirma lo siguiente:
La norma demandada se trata del artculo 37 de
la ley 1123 de 2007, la cual reza de la siguiente
manera:
ARTCULO 34. Constituyen faltas de lealtad con
el cliente:
Revelar o utilizar los secretos que le
haya confiado el cliente, aun en virtud de
requerimiento de autoridad, a menos que haya
recibido autorizacin escrita de aquel, o que
tenga necesidad de hacer revelaciones para
evitar la comisin de un delito
Frente a la demanda interpuesta, la corte realiza
las siguientes consideraciones:

no es posible adelantar tarea alguna de desarrollo o

progreso colectivo. Y por razn de sus conocimientos, es del abogado de quien se exige un mayor y
permanente esfuerzo para alcanzar ese fin vital.
(Constitucional, Sentencia C-212/07)

Al final para la corporacin, la norma demandada

es declarada exequible pues considera que no se
est violando la libertad de ejercicio profesional
ni el principio de lealtad entre colegas, as mismo
la Corte es enftica al afirmar que el Estatuto de
la Abogaca no se considera como un cdigo de
tica profesional en sentido estricto, sino ms
bien como un compilado de directrices a seguir
para correcto ejercicio de la profesin.
Otra jurisprudencia relevante para esta
reflexin es la sentencia C-301 del 2012, El
supremo tribunal constitucional colombiano
realiza un anlisis sobre el alcance del secreto
profesional, afirmando que este se da en virtud
a la relacin de confianza existente entre el
apoderado y su poderdante, y si este puede verse
excepcionando en virtud del conocimiento de la
posible comisin de una conducta punible. As

256

En virtud del secreto profesional un profesional

del derecho puede conocer situaciones en las
cuales el peligro para el bien jurdico es actual o
inminente como cuando se le revela informacin
sobre el paradero de un secuestrado, de un abuso
sexual sistemtico de un familiar de su cliente o
de un atentado inminente, eventos en los cuales
la revelacin del secreto puede salvaguardar un
bien jurdico de una agresin actual.
Para la Corte Constitucional, es claro que prima
la necesidad de salvaguardar los bienes jurdicos
que pudiesen atentar de forma grave contra la
integridad personal de alguien, an teniendo que
ser violado el secreto profesional. Sin embargo la
corte deja a la discrecionalidad del abogado esta
decisin, basado en sus principios ticos.

El problema de la justicia y cdigos ticos del

abogado
Debemos tener siempre presente que la labor
del abogado se ve ntimamente relacionada con
un concepto, que si bien tambin ofrece diversas
dificultades para su delimitacin se ha debatido y
controvertido bastante. Hablamos de la justicia.

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Cuestiones tico-profesionales en el ejercicio del derecho

Mucho se ha escrito, hablado y controvertido

con miras a hallar un concepto armnico de
justicia, debates que no han sido bastante
fructferos, pues si bien se han podido delimitar
unas caractersticas en comn, nadie ha podido
definir con exactitud este concepto.
Lo nico que podemos afirmar con certeza sobre
la justicia, es que esto obedece a las distintas
escalas de valores axiolgica que pueden varan
radicalmente acorde a la sociedad sobre la cual
se desenvuelve el individuo. El profesor alemn
Hans Kelsen, se refiere al tema en su obra
Qu es La Justicia?, citando las palabras del
mismo:En realidad, yo no s si puedo decir que
es la justicia, la justicia absoluta, este hermoso
sueo de la humanidad. Debo conformarme con
la justicia relativa, puedo decir nicamente lo
que para m es la justicia. (Kelsen, 2005, p.83)
Kelsen afirma que no existe un concepto
absoluto de justicia, sino que esto variar
segn los principios morales de cada persona.
Es necesario hacer alusin a esto, pues el ideal
dentro de la labor del profesional del derecho es
obtener una decisin enmarcada dentro de lo
justo que se aplique en la bsqueda de satisfacer
los intereses de sus poderdantes. Lo anterior
observado desde la ptica de los litigantes. Por
otro lado, los servidores pblicos tales como
los jueces y dems autoridades administrativas
deben garantizar la plena realizacin de la
imparticin de justicia realizando un control de
legalidad sobre las actuaciones tanto propio
como de las partes en disputa.
Otro tema interesante de abordar para esta
reflexin, es el de los Cdigos ticos del
Abogado. Anteriormente hacamos alusin a
que estos no debe confundirse con cdigos
disciplinarios y sancionatorios a las conductas
contra derecho ejercidas por los abogados. La
Corte Constitucional se ha pronunciado sobre
estos en jurisprudencia afirmando que si bien
ellos ofrecen unas directrices para el correcto
ejercicio de la profesin, no se constituyen en
algo necesariamente vinculante para el abogado.
Sin embargo vale la pena hacer unos cuantos

comentarios a La Carta de Principios Esenciales de la

Abogaca Europea:
En el ao 2006 la Unin Europea expide la
Carta de Principios Esenciales de la Abogaca
Europea, en este documento se ponen a
consideracin diez principios que todo abogado
en ejercicio dentro de los estados comprendidos
dentro de la Unin debe tener en consideracin
al momento de ejercer. Si bien estos principios
no se apartan mucho de otros que hemos
mencionado anteriormente en esta reflexin, vale
la pena mencionar lo prescrito en el prembulo y
artculo 1 de esa carta:
En una sociedad basada en el respeto de la
justicia, el abogado desempea un eminente
papel. Su misin no se limita a la fiel ejecucin
de un mandato en el marco de la ley. El abogado
debe garantizar que se respete el Estado de
Derecho y los intereses de aquellos a los que
defiende sus derechos y libertades. El deber del
abogado no es nicamente defender un asunto
sino ser asimismo asesor del cliente. El respeto
de la funcin del abogado es una condicin
esencial al Estado de Derecho y a una sociedad
democrtica. (Europeo, 2007)
Artculo 1: El 25 de Noviembre de 2006, CCBE
aprob por unanimidad la Carta de Principios
Esenciales de la Abogaca Europea. Esta carta
contiene una lista de diez principios comunes
a toda la Abogaca Europea. De entre ellos, es
bsico el derecho a una defensa letrada, piedra
angular de todos los derechos fundamentales en
una sociedad democrtica(Europeo, 2007)
El prembulo se refiere al deber del abogado
de respetar dentro de su ejercicio los principios
del estado de derecho as como velar por los
intereses de su cliente en un marco legal, si
bien el prembulo de La Carta, no ofrece algo
distinto a lo que ya hemos venido mencionando,
el artculo primero menciona la importancia de
una defensa tcnica como pilar fundamental en
el desarrollo de una sociedad democrtica.

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Jos Luis Saudo Ospina

Conclusiones

tica Profesional del Abogado, afirma lo

siguiente:

En conclusin, la problemtica de la tica

profesional en el ejercicio de la abogaca es algo
ms complejo de lo que parece, pues no s limita
solo a un hacer algo bueno o algo malo, pues
como hemos venido recalcando a lo largo de
este artculo, no podemos predicar la existencia
de unos principios ticos absolutos y mucho
menos en el ejercicio de la abogaca, si bien
existen ciertos parmetros que el profesional del
derecho debe tener claros durante el correcto
ejercicio de su labor, la subjetividad de los
valores con los que se ha formado no solo como
operador jurdico, sino durante toda su vida,
sern los que terminen dando la ltima palabra
en distintas situaciones de difcil decisin a lo
largo de su ejercer.
Cabe destacar tambin que hoy en da los
estudiantes de facultades de derecho a travs
de Los Consultorios Jurdicos cumplen la funcin
de abogados de pobres, as lo prescribe la
modificacin que introdujo la ley 583 del 2000 al
decreto 196 de 1971. Con esta funcin otorgada
a los estudiantes de derecho de ltimos aos
se posibilita que el estudiante tenga unos
acercamientos previos al ejercicio profesional por
medio de una labor social, facilitando el asesorar
y litigar a favor de aquellos menos favorecidos que
no tienen capacidad econmica para costearse
una defensa tcnica. As pues, los estudiantes
actuando en calidad de representantes legales
de las personas mencionadas anteriormente,
es claro que deben ceirse tambin a todas
los principios, directrices y lineamientos de
la tica del abogado a la cual nos referimos y
cuestionamos dentro de esta reflexin, quizs
hasta teniendo un mayor sentido de diligencia y
cuidado dada la condicin de desfavorecimiento
y desproteccin de quienes deben acudir a los
Consultorios Jurdicos.
Para finalizar, destacamos las palabras del
doctrinante Marco Gerardo Monroy Cabra
(2002), quien, en la introduccin de su obra

258

La profesin del abogado debe caracterizarse por

un vigilante sentido moral e inspirarse en los principios ticos que no solo se basan en la ley positiva sino tambin en la ley moral y en la conciencia
subjetiva del abogado. Como se ha repetido. Como
se ha repetido la abogaca debe rendirle culto a la
verdad y buscar incansablemente la justicia. (pp.
2002)

La consideracin final a hacer en esta reflexin

es que la virtud del abogado se constituye en
su voluntad de servir a los dems, La virtud es
el principal pilar sobre el cual el profesional del
derecho debe edificar su labor. La virtud que
debe tener como eje principal la bsqueda de la
justicia materializada en su compromiso con la
sociedad, que como afirmbamos anteriormente
se manifiesta por medio de su voluntad puesta al
servicio de la comunidad, o en palabras de Kant
(1785): Ni en el mundo, ni, en general, tampoco
fuera del mundo, es posible pensar nada que
pueda considerarse como bueno sin restriccin,
a no ser tan slo de una buena voluntad (p. 1)

Referencias
Aparisi, . (2013). Deontologa Profesional del Abogado. Valencia: Tirant Lo Blanch.
Aristteles. (s.f.). http://www.uruguaypiensa.org.
uy/.
Cabra, M. G. (2002). tica Profesional del Abogado.
Bogot D.C: Ediciones del Profesional.
Constitucional, C. (2012). Sentencia C-301 de
2012.

Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 5 Nmero 2 Julio-Diciembre 2014. Pg:251-259

Cuestiones tico-profesionales en el ejercicio del derecho

Couture, E. J. (1990). Los Mandamientos del Abogado

. Buenos Aires: Depalma.
Espaola, R. A. (s.f.). Real Academia Espaola.
Obtenido de http://lema.rae.es/drae/srv/
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Europeo, C. d. (Siete de Mayo de 2007). www.
abogacia.es. Recuperado el 23 de Septiembre de 2014, de http://www.abogacia.es/
wp-content/uploads/2012/07/Carta-de-losprincipios-esenciales-de-los-abogados-europeos.pdf

Kant, E. (1785). Fundamentacin de la metafsica de las costumbres. Madrid: Alianza Editorial. Ultima edicin, 2002.
Kelsen, H. (2005). Qu es la justicia? Mxico D.F:
Distribuciones Fontamara.
Paniagua, J. R. (1977). Derecho y tica. Madrid:
Tecnos.

Forma de citar: Saudo, J. (2014). Cuestiones tico-profesionales en el ejercicio del derecho.

CES Derecho, 5(2), 251-259.

Revista CES DERECHO ISSN 2145-7719 Volumen 5 Nmero 2 Julio-Diciembre 2014. Pg: 251-259

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