DESILUSIÓN
DESILUSIÓN
DESILUSIÓN
El sol se reflejaba en el agua antes de que Pedro lo notara. Un dorado crculo de ondas en la superficie del
mar. Un pescador suele ser el primero en vislumbrar al sol naciente que aparece sobre la cresta de las
colinas. Significa que su noche de trabajo finalmente se ha acabado.
Pero no sucedi as con este pescador. A pesar de que la luz se reflejaba en el lago, la oscuridad
permaneca en el corazn de Pedro. El viento era helado, pero no lo senta. Sus amigos dorman
profundamente, pero no le importaba. Las redes a sus pies estaban vacas, el mar haba sido avaro, pero
Pedro no pensaba en eso.Sus pensamientos estaban muy distantes del mar de Galilea. Su mente estaba
en Jerusaln, reviviendo una noche de angustia. Al sacudirse el bote, los recuerdos se le agolpaban en la
mente:El ruido metlico de la guardia romana, el relucir de una espada y una cabeza que se agachaba,un
toque para Malco, una reprimenda para Pedro,soldados que se llevaban a Jess.
En qu pensaba? se preguntaba Pedro al mirar fijamente el fondo del bote.
Por qu corr?Pedro haba corrido; le haba dado la espalda a su amigo ms querido y sehaba alejado
corriendo. No sabemos adnde fue. Tal vez ni Pedro lo saba.
Encontr una cueva, una cabaa, un cobertizo abandonado; encontr un escondite y se meti all.
l se haba jactado: Aunque todos se escandalicen[] yo nunca ( Mateo 26.33 ). Y sin embargo lo
hizo. Pedro hizo lo que jur no hacer. Haba cado de bruces en el foso de sus propios temores. Y all
permaneci sentado. Lo nico que poda escuchar era su promesa hueca.
Aunque todos se escandalicen[] yo nunca. Todos Yo nunca. Yo nunca. Yo nunca. Una guerra ruga
dentro del pescador.
En ese momento su instinto de supervivencia choc con su alianza con Cristo y por un instante gan la
alianza. Pedro se puso de pie y sali de su escondite, sigui tras el ruido hasta ver el jurado iluminado por
las antorchas en el patio de Caifs.
Se detuvo cerca de una fogata para calentarse las manos. El fuego chisporroteaba con irona. La noche
haba sido fra. El fuego estaba caliente. Pero Pedro no estaba fro ni caliente. Estaba tibio.
Pedro lo segua de lejos, describe Lucas (22.54 NVI).
l era leal Desde lejos. Esa noche se acerc lo suficiente como para poder ver sin ser visto. El problema
fue que lo vieron. Otras personas que estaban cerca de la fogata lo reconocieron. Estuviste con l, le
dijeron. Estuviste con el nazareno. Tres veces se lo dijeron y cada vez Pedro lo neg. Y cada una de
ellas Jess lo escuch.
Por favor, comprenda que el personaje principal de esta negacin no es Pedro, sino Jess. Jess, que
conoce los corazones de todas las personas, saba de la negacin de su amigo. Tres veces la sal de la
traicin de Pedro hizo arder las heridas del Mesas.
Cmo s que Jess lo saba? Por lo que hizo. El Seor se volvi y mir directamente a Pedro ( Lucas
22.61 NVI). Cuando cant el gallo, Jess se volvi.
Sus ojos buscaron a Pedro y lo encontraron. En ese momento no haba soldados, no haba acusadores,
no haba sacerdotes. En ese momento que precedi al amanecer en Jerusaln slo haba dos personas:
Jess y Pedro.