Lo Que Trajo El Viento

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 623

Lo

que Trajo el Viento


Las confesiones que esconde en su abrigo el Silencio

M.A.O.

Poesa y Vehemencia
En una cajita blanca de papel.

Dedicatoria

Un nio me acaba de preguntar,


Si a una flor se le puede abrazar.
No deba l tener cuatro aos o ms.
Y yo le respond que se poda abrazar a cuanto y a quien quisiera...
Abraz mi flor de felpa, e inquiri; pero si yo abrazo
Una flor de verdad Se rompe y se morir!
Y tambin dijo jugando... Las flores no tienen nombre.
Qu desdichadas las flores, debi pensar l.
Y quizs sea yo una flor con un nombre,
Siempre regalando en mis ptalos unas palabras
para quien las lea, desdichada no por ser un obsequio,
sino por serlo y marchitarme al poco tiempo;
Como una palabra dicha un instante,
Al otro es olvidada y llevada por el viento.

A la vida mis versos;


A mis padres,
A mi familia
Y mis siempre amigos,
Los que her con mi palabra o mis hechos,
Los cuales fueron mi herida y yo los de ellos.
A los que nunca ms vi,
O veo de oportuno momento.
4

A todos los sueos que tuve de da y de noche.


A todas mis ilusiones con nombre.
A todos mis pocos amores,
Pero muchos a mi corta existencia...
Al nio de ojos pardo, al caballero negro,
Al sol ardiendo, al mar orgulloso y oxidado,
Al firmamento plido, de races azabaches y resuelto.
Al rbol que con sus ramas alcanza la luna y me regala su destello.
A mi egosmo idolatrado y a mi generosidad de conciencia,
A los mos virtudes y defectos.
A la fantasa y a la realidad.

Poemas Inciertos

2002 - 2014

I.

El Pardo De Tus Ojos.


Brisa atormentadora
cuando pasas a mi lado,
fue una vez abrasadora.

Tu calidez semblante.
La fuerza de la vida.
Cre que fuese sin duda
la virtuosidad fulgurante.

En medio de la noche,
supuse ver esperanza.
El pardo de tus ojos,
mas era veneno ruin
an as esplendoroso.

A veces me atormento.
Mi cuerpo estremecido,
lo que una vez ardiente,
ahora fulgurantes escalofros.

Tanto lgido y vehemencia


creer haber recibido,
al ver tus pupilas sinuosas
tropezando con los ojos mos.

Mis lgrimas congeladas


por la tristeza que me agobia,
Y el crudo olvido
que no mejora.

Y tus ojos verdes,


que alguna vez ardientes
me devoraron fervientes;
ahora los mos venenosos,
se consumirn por otros.

II.

Miedo Al Amor.

Ser que enfermar,


Que mi voz en un hilo
Ni yo la escuchar?
Que mi vida pende
[en vilo...

Que escalofros pasen


Y me estremezcan.
Que tus labios besen,
Mil ilusiones nazcan.

Ser que me enamoro


De un desconocido.
Que de su sonrisa
He de nacer y vivido.

Sus ojos disimulan


Cndidos a los mos;
Mil alegras cruzan,
Apenas vea entre bros.

Si mar, no recuerdos
Hemos compartido;
Pero si fusemos cuerdos
Entre pasin y suspiros...
9

Me sumerjo en pensamientos,
Como consumirse en un abismo.
Volver a los sufrimientos
Y escapado al fin, temiendo...
Que volviese a pasar lo mismo?

Con solo ver su mirada


Una tarde de verano,
Pens en vida pasada;
Y de pronto pensado,
Cre que ya lo amaba.

Pero los recuerdos pesan.


Tratan delirios y tristezas;
Me asustan y me trillan.
Ellas me tejen un dilema
De amor fugaz que han
Y no valdrn a duras la pena.

10

III.

Traicin.

Oyendo pasos acercarse.


Miles, voces inquietantes.
En las oscuras tinieblas,
Esas figuras resaltantes.

Noche nebulosa,
Escondes sus miradas.
..Arduas, misteriosas
Ramas disimuladas
Se mueven sigilosas.

En la silenciosa noche sin luna,


Tu olvido como una estrella brilla.
Sus rostros palideciendo abruman.
Me rodean, inquietan y me trillan.

Mientras en la penumbra
Una cruel brisa me envuelve,
Son sus manos abruptas
Que me llevan lejanamente.

De ti me esconden el dao.
Traicin en sus ojos quebrados,
Como despedazados en sigilo,
Se cubren de un velo hmedo
11

Reflejando un escabroso suplicio;


Lo que tu mirada ha expuesto
En un trazo mi agona y martirio.

De donde yo de lejos he huido,


Al sufrimiento has de regresarme,
Al caerme, suplicas sin sentido,
Tristemente, oste al dejarme.

12

IV.

Nia Tonta Que Calla.

Hubo una nia


Cuyos ojos de cristal
No se dejaba amar.

Se callaba cuando ms deseaba hablar.


Nia de ojos de cristal, ms quieres decir,
Pero tu timidez no lo ha de permitir.

De pensamientos y tristezas,
vivirs toda la noche sin dormir.
Pensars hasta que empiezas
al mirar su sonrisa al revivir...

Apenas poco lo has conocido,


pero sueas con su sublime silueta.
Despirtalo de su delirio escondido,
Para callarlo con un beso de vuelta.

Te habla con aquella inslita confianza,


Te confiesa un profundo y joven amor.
Pero t palideces en tus ocultas ansias,
de ese deseo que crees no poder realizar.

13

Lo ves partir, mas voltea para decir


miseria incoherencias, grabadas hasta tu fin.
Sin embargo, te quedas muda sin eludir
tus sentimientos que brotan cautos en ti.

Se sabe eludir sus escalofros de tarde,


Pero no el recuerdo de no haberle dicho
Lo que nace en tu alma y muere en tu garganta,
Carcomer el mpetu tuyo tan redondo como un anillo.

Llorars cada noche sin pensarlo,


y al llorarlo quizs l sienta
en sus sueos del alba haberlo
no aclarado tu mutua respuesta.

Puede que lea tus ojos a media noche


En las nubes que miras al trasnochar.
Que quisiste decirle mucho en aquellas tardes
Sin ver perdiendo el placer de amar.

Su paso afable en la quieta orilla de la playa,


Tal vez en ella te diga sin prisa ni tardanza;
lo vio o ley en tu mirada que escampa,
en ella se gritaba, mas en tu boca callabas.

14

V.

Tras las nubes.

Un beso era como una de esas estrellas


De esa sutil noche de febrero.
Contemplndolas, aunque sin verlas
Porque nubes grises las escondieron.

Como un juego de nios,


T tomabas de mi mano.
Desapareci aquel nicho,
Cuando as lanzbamos
Piedras a las olas sin abrigo,
Como si un dolor amargo
Se hubiese quedado en ellas,
Y a nosotros felices dejarnos.

Como las nubes vagas en el cielo


Azul que luce hermoso, pero est
Incierto por las dudas de aquel vuelo
Que en sueos emprendemos hasta
Nunca entonces bajar al suelo.

En el aullar de la marejada,
Un deseo mutuo se acordaba.
Que entre nos ningn obstculo nazca.
Nos jurbamos un amor sin palabras.

15

Como entre las rocas, con el viento


Que nos golpea al son de la marea,
Nos abracemos sin saber el cuento
Que nos vamos creyendo, as sea
En sta realidad que parece que sueo.

Es que no nos dimos el tiempo de soar.

Por eso mismo se siente como fantasa


Del querer jams despertar, porque amar
De sta manera tan suspicaz que creca
Que jams se detendr as a contemplar
Este amor infinito, ojal no terminara
Porque me morira en tan slo pensar...

Disfrutemos de este cario irrevocable,


Mientras ambos sintamos lo mismo.
Antes que pronto, como temo, se acabe
As de repente, por eso dejmoslo vivo.

16

VI.

Nostalgia de otoo.

Nada... Te responder.
Nada, un vaco en m.
Nada misma... Replicar.
No hiciste nada, no por ti.

Caminamos por la calle,


Mis labios se callaron.
No piden, pero ruegan
Que no dejes de besarlos.

No preguntes por qu...


Porque tan callada voy.
Tu sonrisa derramar
Lo que tengo, pero no soy.

Yo no me callo, es el viento.
Me consume en escalofros
Invisibles, y su brisa trae
Su canto agnico amargo.

Junto a las hojas su nostalgia,


De su nostalgia me abrazo.
De los rboles, en su desgracia
Que nos emanan su quebranto.
Frutos del pecado, cuanta gracia;
17

El verano nos trae fingido amparo.

En esas retradas ramas,


Sin ms nuestra soledad
Reflejada nuestras almas;
Pero, como flor primaveral,
Creci esperanza, an ms,
De sus ptalos sin ilusionar,
Todo pase, sin siquiera soar.

Y de pronto brotar
Un sentimiento mutuo.
De frutos saborear;
Un amor mo, suyo...

Ahora una melancola


Que me trajo la brisa.
Otoo con su gallarda...
Pero que retorne pronto
A la soledad misma?

No quiero que nuestro amor sea


Fruto de un verano y hoja seca.
De sombra del pasado, as crea,
Anhelo que no seas transente
De mi jardn con atractivas fresas;
18

Que viene de pasada, se queda,


Y pronto se larga feliz sin vuelta.

Nostalgia de no querer, as no sea,


Que nuestro amor en eso se pierda.
Como en los rboles, las estaciones
Hallemos un amor fugaz sin tregua.

Luego del otoo viene el invierno:


Las hojas, los ptalos se deshojan.
Vuelva la soledad, la que tanto temo;
Tu voz se vaya y me deje a solas,
Que otros lleguen, otra vez suceda.

Por eso no, no anso, no quiero


Que como los rboles, cada poca
Deje slo sombras, algn recuerdo.
En cambio, deseo que tras fechas,
Das y horas si pasan, yo anhelo,
Que de nuestro cario ms crezca,
rbol sin estaciones, rbol eterno...
Que se quede plasmado, y yo
No me quede nunca ms callada,
Como me ves, con la mirada nublada,
Respondiendo inciertamente nada.

19

VII.

Me dejaste de querer.

Maldita nostalgia de otoo


T tenas la razn, as son;
Como las estaciones, el amor.
Cayeron las hojas con tal efusin;
En la soledad invernal me dej.

El mismo miedo que me call;


Ese silencio te ahog?
Serio y fro me mir.
Es que ya todo se acab?

Nerviosa me dejaste;
Tu voz me dio escalofros.
En la salida me encontraste:
tengo que hablar contigo,
Fue eso mismo que replicaste.

No tuviste que decirlo,


Era el aroma de tu olvido;
Una muerte lo ha invadido;
El viento me sopl al odo;
todo acab, se ha ido...

Llor por nosotros


Llor por el amor...
20

El amor se nos muri.


Quise correr; no pude,
La tristeza me lo impidi.
Entonces camin rpido,
Me tocaste, me detuve.
Me mord fuerte el labio.

Incompatibles, iguales,
Tranquilamente me aseguraste
Quieres que crea esas frases,
Cuales sagazmente dibujaste?
Las cuales eran slo simples,
Tontas, alentadoras razones.

Que si uno estaba triste


El otro no le saba comprender.
Un consuelo siempre fuiste.
Todo se puede al querer
Repliqu sin volver a irme.

Ah fue entonces cuando te abriste.


Ah fue entonces cuando me miraste.
Ah fue entonces cuando me dijiste.
Ah fue entonces cuando me mataste...

Me dejaste de querer
21

Todo es un desafo
Que se puede oponer;
Pero as no se puede,
Porque dejaste de querer.

Me dejaste de querer
As no lo dijiste...
Eso quisiste decir.
Yo quise correr...
Pero me qued.

Me dejaste de querer
Acaso si se empieza
Terminar va tan bien?
Puede que de sta
Slo digas No la am.

Me dejaste de querer
Te quedaste en silencio...
no te quiero como ayer
Es una esperanza, al menos,
An me quieres, al parecer.
Me dejaste de querer
A veces creo que jugaste
Es que tan fugaz fue?
De esto tena miedo...
22

Miedo al amor cruel;


Mil lgrimas de fuego
De mi alma forcej.

Me dejaste de querer
Nunca me amaste,
No s si me quisiste...
[puede ser...
Tan rpido olvidaste,
Y lo ms trgico, ha de ser...

Que yo te sigo queriendo,


Que mi amor por ti fue al revs.
Cmo t lo fuiste empezando...
T, enamorado llegaste, ves?
Mientras yo de a poquito
De tu boca, me saci;
Ms que tus palabras ha sido,
Que de tu alma me enamor.
...y ahora, cmo pretender
Qu nada, o todo sucedi?

23

VIII.

Sombra.

Me oculto de las cenizas


Del mar sobrecogido;
Pero ms que haras,
En sombra me he convertido.

En sombra me he vuelto,
De ese rbol a la intemperie;
Que anhela que el mar lo abrace,
Siendo que tan cerca est su oleaje
Pero esa colina ahogante los distancie.

Es el mar que no quiere,


Me volv sombra de sus olas.
Que al romper, nuestro camino
En la playa borrarlas osa.

Y sombra de las estrellas;


Que no vimos esa noche,
Sus reflejos perdidos en la marea,
Se perda nuestro mirar en ella.

Sombra de esta soledad,


Sombra de mis lgrimas
Esa tarde abril otoal.

24

Como esa tarde, el viento


Me trajo un hilo de nostalgia.
Dije que al tiempo me dejaras,
Al destino de la soledad agria.

Y me lo negaste, lo pensaste...
Pero pronto olvide esa escena,
Hasta que un viernes, la brisa
Me devolvi su crudeza.

Fue esa tarde que me quede muda;


Que te desesperaste por mi silencio;
Que todo se acaba, me abruma
No fue slo nostalgia, fue indicio.

De que todo pronto acabara;


No me queras como ayer.
Jams sentirs mi dolor, mi ira,
Porque t sientes que nada fue.

Tan solo re,


Llorar es demasiado fcil

Ms fcil es mirar y mentirle,


A los ojos a una nia, cobarde.
A mis ojos que han deseado morirse
25

De congoja porque la risa se alza


En tu boca, vacilante].

Soy actriz, y de ello me sirvo sin inconveniente.


Finjo mi sonrisa por codiciar lo menos fcil,
[Ser mrtir.
Pero sta incertidumbre en sombra me convierte.

En esa sombra tan dulcemente triste, y sin sonrisa casi,


Me reducen tus palabras que podras callar en mi mente.
Si tan slo pudieras ver la amargura que me vuelve frgil,
Porque insistir siempre, mirar y decir es demasiado fcil.

Soy la sombra de tu princesa ahora;


Reducida a perderme entre la gente.
La vida no me brindar ya sus sobras.
Cuando una carta de amor me entreguen;
Y, como si fuese la primera, sonra sola.
Vendrn otras lnguidas sombras
A buscarme y darme el mismo sentir.
Los recuerdos no se botan, los custodia
Un adis que debo aprender a decir.

Soy sombra de ese adis


Que se despide de nuestro amor
Y en poco tiempo se te muri.
26

Saludo una amistad falsa, con dolor.


Pero quin sabe, ya no exista cruz:
Porque difcil es plantar una flor,
Donde un bosque entero se quem;

Porque donde haya sombra,


Por siempre habr una luz.

27

IX.

Todo, Nada.

Cuando ya no hay nada,


Todo en mi ser se apaga.
Quieta y sola mi alma
Es soledad la que una traga.

Es que lleg una brisa


Que pareca ser tranquila.
Pero que sopl a la deriva,
Y me quit mi sonrisa.

Ahora que la soledad


Es mi acompaante,
Con ella por la eternidad
Vagar sin amante.

Despus de todo
Ya no queda nada,
Me dejaron slo
Con esta triste mirada.

Todos los besos que


Alguna vez nos dimos;
Del pasado fueron, y fue
Este amor desunido.
28

Slo queda tras todo,


Como si nunca hubiese
Pasado aquel recodo
Que nos enamorase
Por tiempo alguno.

Ya es la hora de que olvidase


Su carta y su intensa imagen;
Su sonrisa tenue e imborrable;
Su olor a hombre, su sonrisa afable,
Su voz sencilla y su gesto amable.

Ya tengo que acostumbrarme.

Ahora empiezo a mirar de lejos,


Su indiferencia feroz sin apego,
Como si fusemos desconocidos,
De nuevo. Ni una sonrisa, al menos.
Sera ms fcil si l ya no existiera luego.
As podra olvidarlo si no pudiera verlo.
Si evitndome consiguiera volverse ciego,
Podra comprenderme ms que como
Lo ha estado ltimamente haciendo.

Y an ms ofensivo se ha vuelto,
Si as le veo y l roza mi cuerpo
29

Con su fisonoma un corto tiempo,


Ignorando cruelmente mi pmulos
Que sonrojados se han repuesto.

Ms dbil me estoy tornando,


A caer en un llanto inacabable.
Si esbozas esos delgados labios
Para dedicarle tu voz agradable
A ella, una conocida de aos;
Tu silencio y olvido te delatan
[sin mencionarlo.

Entonces mi mayor temor echa races,


El no alcanzar a olvidarle cuando parte
El verdadero desastre; mi afn se disipe
Antes de que se vuelva demasiado tarde.

Para consolarme, slo me queda como ltima estrategia


Asumir el olvido y de mis lamentos por fin desmerecer
Mi inagotable deseo de seguir llorando sin darme tregua.
Finalmente contemplar con optimismo lo bello que fue.
Seguir mi camino, como t lo emprendiste y otro venga;
As como la soledad vino, en el camino tambin se pierda.

Aunque todo lo nuestro se haya desvanecido,


Y aquello quede como mero recuerdo contigo,
30

Se viene a refugiar una esperanza conmigo.


Esa que me confa que algo nuevo ha venido,
Y que t recuerdo ser ahora parte de mi olvido.

Aunque igualmente de lo que hemos tenido,


En m indefinidamente quedar vivo.

31

X.

Sutil vendaval de pesar.

El silencio abrumador acompaa


a la aurora de aquel doce de mayo.

Seguir reinando el llanto marginal


que no cesar a la tonada del fallo
de los presagios que el alba trae.

La voz se va perdiendo en las distancias


Y se nubla la mirada.
No se logran or
Las disculpas ajenas de las desgracias
Que ya se saben que iban a ocurrir.

Se vea venir un vendaval de pesar.


Sutil martirio callndose con disimulo.
Hasta cuando no se logra escuchar
Lo que se revuelve en torno a uno.

Los escalofros en lgrimas se convertiran,


La traicin se ha abrigado cuyo el costado.
No atendera a lo que se habla, no atinara
A calmar tenue desesperacin al enterrado
Y olvidado sufrir, lento me envenenara.
Es que he hecho algn mal
Para sentir tal desazn?
32

Acaso simplemente ha de ser


Gente poseedora de ninguna razn
Para incitar tal padecer?
Cmo tan ingenua de corazn
Soy para ignorar los vientos que al parecer
No provocaban tal desolacin?

Es que tras tal sufrimiento ha de esconder


Una trayectoria de falsedad y discrecin?
O simplemente fue un error sin fundamento, slo fue
Una repentina e inevitable equivocacin?

Acaso todo incidental o intencionado es?

Ya no s si gritar o callar
Si llorar o sonrer
Si ignorar o aceptar
Si enfrentar o fingir
Si olvidar o recordar
Si desenterrar o destituir
Si rabiar o aquietar...
Lo que me ha de consumir
Aquellos tumultos que me han de quemar.
Si vivir o morir.
Si dejar pasar y perdonar,
Verla hablar, dejar que hable
33

Pues se desentraa en culpabilidad.

Si esperar a que d cuenta de


Todo mi pesar, y dejar as
Que llore para compensar
Todo lo que yo sufr.

Sus palabras se las llev el viento.


La rfaga trajo tristeza y se llev
A mi amiga y mis buenos sentimientos.
El sueo en pesadilla se fue convirtiendo.

34

XI.

Incertidumbre.

S que el que no cruza el ro


se queda atrs, pero y si
una duda me da escalofros.

La corriente me arrastra y as
me ahogo, me muero, me voy yendo...

O si me canso en medio camino;


y si cuando cruzo me doy cuenta,
una brisa que me sopla al odo,
me susurra que la luna slo me alienta
para cumplir un infortunio destino?

Y si ha de ser tan fugaz, su ira violenta


me haga arrepentir de haberme ido
de donde estaba, donde la paz reinaba.

35

XII.

El Sol.

Tus ojos me queman.


Tus pupilas me siguen.
El fuego que emanan;
Jams vi brillo semejante.

Sinuosas me siguen
Hasta mi muerte.
Pero yo aprovecho
De pronto verte.

Cuando el fuego est calmo y en paz,


Cuando duermo, t soando ests.

Agonizo, muero.
Por temor a despertar.

De este sueo profundo


De no ver ms tus ojos
Ambarinos, donde me hundo,
Me voy yendo, me sumerjo...

En el abismo de un amor
Ciego sin pretensiones,
Pero cuyo nico furor
Se difunde en pasiones...
36

Que se diluyen en suspiros


Tenues, eternos o fugaces.
Horas, minutos, segundos.
En susurros, sagaces frases.

37

XIII.

Eres un escalofro.
Eres un escalofro
Que se entre cruza
Con asiduo bro;
Vehemente gusta...

Como una tenue brisa


Mi espalda recorres,
Y de respiros abrumas
Mi cuello de fervores.

Y exhalas como tornado,


Suspiras como el viento;
Que tan tarde va pasando.
Y se topa con el ocaso,
Todo el cielo va cruzando,
Negando ser fugaz, acaso.

Te pierdes en mis labios


Como el aullar de la rfaga;
Que canta y se consume,
Se derrite con tal que haga
Calmar lo que le abrume.

Lentamente me sumerjo
Y me dejo llevar en ti.
38

En tus brazos desvanezco,


Aire que respiro y as
Tus palabras voy creyendo.

Las cuales me susurras al odo


Como suave, sutil vendaval.
Que todo revuelve, has sido
Un torbellino simplemente casual.

Incidental en mi vida,
Llegaste de ventolera.
Te descubr sin ida
Ni regreso al que tolera
Una pena omitida...
Y ahora me revuelvo.
Fuiste pertinaz corriente.
Le diste un notable vuelco
A sta vida de serpientes,
Que envenenan al despierto
Cual de mbar mirada
Se espera una muerte,
De amor, inesperada
Que an yace ausente.

39

XIV.

Reflejo del Alma.

Una luz encendida a media noche


Traspasa la silueta de una tristeza,
La belleza de una incertidumbre
Que se desnuda de sus vivencias...

Nostalgia que no escapa de copiosas pestaas


Que ocultan mil espinas punzantes de reflejos
De un alma fugitiva, as misma cautiva de hazaas
Que forman entre s una singular celda de espejos.

Prisionera de sentimientos, recuerdos y sueos,


Que se revela de mala manera ante su esencia,
Indomable ante la minuciosa razn y sus ruegos,
Alma rebelde y sediciosa poseedora de vehemencia...

Sombra del tiempo que cruza a cada amanecer eventual,


Condenada a un destino voluble, inconstante, tornadizo;
As misma forzada a una maldicin irrevocable casual,
Debe cumplir un infortunio destino siguiendo su camino...

ngel que carece de alas hermosas, blancas y extensas,


Pues las suyas son negras por sus imprudencias e incapaces
De volar por el ansiado cielo rojizo del atardecer a expensas
De un deseo jams cumplido ni siquiera en noches fugaces...

40

Espritu errante y libre que procura vagar por senderos,


Pero que jams ha logrado arribar a sendas obscuras,
Ganas no faltan pero a slo caminos, jams verdaderos
Han sido a los cuales siempre ha recorrido, por ataduras,
Cadenas de oscuridad aferradas mantenindolo prisionero...

Presa de una eterna y persistente lucha interna llena de afliccin,


Siempre inconstantemente batallando el mal contra nuestro bien,
Eternamente rivalizando a sangre aquella razn enfrente el corazn,
Sin conocer cul es el verdadero camino al que se debe caminar a pie...

Laberintos, pasadizos de problemas que provocan consternacin,


Mirar a un cielo infinito poseedor de millares de estrellas cautivas
Emanan su luz an sabiendo que jams escaparn de exasperacin,
De este difano igualmente lbrego universo de fisonoma altiva...
Calabozo de vidrio jaspeado de bellos matices del ocaso,
Su prisionera, aquel ngel sin alas, espritu perdido y sombra,
Recibi Vientos perturbadores, una piedra lanzada acaso
Para liberarse a s misma, a su alma fugitiva de su sobra...

Esbozo de una alegora, la libertad tomada en carne y huesos,


Pareca ser la salvacin de ese insistente y desidioso trecho,
Ventolera vehemente que vena a cambiar aquel desconsuelo...
Pero la contumaz an sigue escondida, ensimismada en su reflejo.

41

XV.

Adrenalina.

Sed de miles torbellinos,


De mi alma se apoderan.
Exhalan vehementes trinos
De mortales pjaros que van
Cruzando el engaoso infinito.

Traen distintos mensajes;


Tentadores de odos sordos,
Pero no evitan que se hacen
Escuchar sutilmente cariosos,
Susurros afanosos...

Con niebla quisiera esconderme


De la confidente muchedumbre,
Pero aun as no logr protegerme
De torturadoras miradas que aluden
A un engao que atormentarme tratase...

A una fuerza irreconocible jams


Mis latidos cargaron a la son
A cada palpado por efecto ms
De sta condenada adiccin
De adrenalina que hace que tu faz
De agitada volviese plida por desazn...

42

Rostros siempre recordados


No logras ni pudiste
Ni yo evitar haber reconocido
En tus manos pusiste
Yo tom, que nos hayan visto
Lo que t antes no creste
Que jams, espero, no sea sabido...

Todo por sed de adrenalina


Sutil y perversa tentacin
De tan slo probar esa delicia.

43

XVI.

Beso del destino.

Un hombre muy callado,


De matices imprecisos,
Se hace llamar destino.

l escribe a la oscuridad y en el abismo.


Teje a plena luz del da aquellos caminos;
Cadenas de acontecimientos de ensueo.
Como una sed de adrenalina, me ha agredido.
Un llano beso que hara de ti haber huido.

Sera aquel nico y perpetuo beso.


Nos separara por siempre, jams.
Lo construido se hara incendio;
La ilusin se quemara en el fuego,
El veneno inverso de un verso.

Se present una oportunidad


trada por la brisa con su gallarda.
Pero en negaciones y vanidad,
la desas, porque as seguira...

Mas me sigue atormentando.


Anhela que caiga en un precipicio
de pasin y suspiros, esperando
44

besarme y convertirse en mi vicio.

Arrancarme de tus brazos sencillos,


para as poderme abrazar en los suyos.
Cuida l mi tentacin al dao subrepticio,
que yo me hiciese sin dar consentimiento
A su amargo pero sutil finito incentivo.

An con desear tenerme, cuyo atrevimiento


procura envolverme de calor tal torbellino,
no osando obligarme a nada, sino a un laberinto.
No si as convencerme con su tibio hlito
De bellas palabras que persuaden a mi ahnco.

Y con un roce prohibido ha querido


Definir dbil nuestro vnculo sublime.
Su malevolente deseo abrupto ha sido
Obsequiarme para s sus labios sutiles.

Nuestro amor siempre me pareci


Inconmovible, inmune e in perecible.
Ahora mi negacin a su seduccin
Parece ser frgil y mi s accesible.

45

XVII.

Dejarse Tener.

Anhelo tenerlo en mi regazo


Esta noche de claro de luna
Y cuidarle de los malos sueos
Que puedan que lo abruman.

Dejarme querer en sus brazos


Y permitir as que me sumerja
En sutil vendaval, en pedazos
Nos haga y tenues susurros vengan
De sus labios, para as calmarlos.

De ansias que hace ya no tanto


Tiempo en vilo esperan sin ms,
Que besar los mos entre cantos
Resignados, que nunca cesarn
De buscar mis odos alarmados.

De tanta persecucin sin razn,


Sin contar con aquella principal,
No se podr borrar de mi corazn,
Ni de mi mente, as sin dejar
Que esto se haga realidad.
Y que no sea ms que una ilusin,
Que tenga una negacin con sabor
A s, que anhela con exasperacin.
46

XVIII.

Tormento de querer .
Tengo Miedo a querer

a quien no puedo tener.

Me reprochas a no decir ms,


que hasta el viento celoso
te pone cuando viene y
acaricia sutil mi rostro.

Un sueo que jams termina,


que retorna a tu parecer.
Aunque t dices que se acaba,
cuando ya no he de aparecer
As a quien crea que amaba.

Le robas estos sentimientos...


Te paseas por mis sueos.

Hasta en mis pensamientos


te encuentro.
Con tus palabras breves,
Que
voy creyendo.

Tengo miedo de caer


En tus lcidos brazos.
47

Y anhele a querer
Seguir en tu regazo.

Que pruebe el sabor;


Y me quede gustando.
La sensacin de tu amor,
y que lo que est sintiendo,
sea tambin lo que yo temo tanto.

A todas enamoras
Con tal carcter.

Por qu entonces
Soy la que adoras.

Mentiras, las voces


Replican que colmas
A cada una con roces.

A cada una desconciertas,


Y yo no quiero que as sea...

Porque me siento como todas.


Sin embargo, a otro pertenezco,
Hace ya demasiado pasado tiempo.
Y me haces escribir estpidas odas
48

Al amor prohibido que, a tientas,


Anhela que el juicio yo pierda.

De mi miedo han de ser ceidos


mis labios en una red de mentiras;
De mi hambre te has convertido
Entonces en mi fruto prohibido.
De tu sangre es mi sed de adrenalina,
mi tentacin, mi nuevo amor efmero.

En un susurro casi no oble replicaste


No tengas miedo; despus de todo,
Los pecados son recuerdos,
de lo bueno que hemos hecho.

Pero yo an no he pecado.
Mi boca no ha probado
Ese desplante y tu rudeza.

Cada instante me recuerdas,


Nada ni nadie sabe controlar,
tu andar perpetuo en mi cabeza.

Vas arrodillado, avivando mi errante alma ciega.


Cual ha declarado contra mi razn una guerra.

49

XIX.

Vehementes.

Todo as comenz
Cuando al preguntar
En que nos convirti
Esta pasin sin final.

Como melodiosa brisa


Susurr contra la corriente
Y repliqu sin prisa
que fusemos vehementes.

Es lo que somos,
nuestras almas que avanzan en brida;
Regidos por el corazn.

El corazn le gana a la razn.


Un da me replicaste sin desazn,
sta frase que en labios se consumi.

Y estas palabras se transformaron


En nuestra ley, la ley de vehementes.

A mi odo murmuraste,
Tan slo preguntaste...
Y respond sin ms que contestarte...

50

Vehementes,
Apasionados,
Rudos, rebeldes...
Que enlazan sus brazos
Para ser amantes por siempre.
Pero en secreto con slo besos
Que slo entre ambos lograsen
Saciar la sed de miles de versos
Que ni acaso representar lograsen
Esta efusin desenfrenada sin regreso...

Vehementes,
Desapacibles,
Tenues...
Insaciables...
Pero se sobrecogen consternados,
Con miedo a enamorarse y jams desligarse
Sin notar en locura desmedida se deseasen...

Vehementes,
Escondidos
De miradas crueles,
Que los volviesen intranquilos...
Mas se tornan los amaneceres
Por el encuentro tan enardecido
Del etreo delirio anhelante
51

De los clandestinos amantes.

Vehementes,
Adictos a la adrenalina,
Al frenes indiferente,
Siendo as tal la briza
Que ondea por displicente
Ventolera tal como me desafas
Con esa rudeza atrayente.

Vehementes,
Que se aman locamente...
Se anhelan insensatamente...
Se besan delirantemente...
Se separan funestamente...
Y pretenden encontrarse
Nuevamente.

Vehementes,
Incondicionales,
Obstinados,
Perseverantes,
Obsesionados...
Con los otros labios...

52

Que no temern encontrarlos


An cuando la niebla no les deje
Abrazarse, besarse, verse,
los otros los martiricen sin serles
Amargos, aunque todo ello
No cambie la fiebre que poseen.

Fiebre vehemente
Eterna y violenta,
Conmocin demente,
Locura discreta,
Efusivos creyentes.

Vehementes delirantes,
Almas deambulan aberrantes...
Por una senda expectante,
En la cual gozan errantes
De un amor suave, afable...
Igualmente agresivo e infame.
Y sin duda el tiempo
Para quererse les robasen.

53

XX.

Tan slo dejar de vivir.

El cielo de tapiadas nubes grises


Esconde la luz que el sol traa.
Se oa lamentar en quejidos tristes
Por la incertidumbre que senta,
El viento que de congoja se viste.

Aullaba y esbozaba mortales susurros,


Punzantes, mordaces y espeluznantes.
Ms al alba tal como al crepsculo,
Crujan martirizados y pusilnimes
La muerte y los que siguen su rumbo.

En esa fila de atrevidos o cobardes


Habra yo de estar, nada ms seguir.
Tan slo debera morir, son decentes
Todos, y yo lo nico que hago es herir
A todos y herirme a m sera valiente,
Porque ya as nadie ms sufrira sin m.

Es que son malos tiempos que sopla el viento?


No, es que simplemente la culpable soy yo...
Tan slo debera dejar de llorar, No cierto?
Lanzarme, caer de aquel dbil cordel flojo
Para que los dems sigan sin impedimento.

54

Hace das escuch, y ahora recuerdo...


Por las cadas uno sabe que se est vivo,
Pero slo yo incesantemente tropiezo.
Y si me levanto, caigo, y me rindo...
Nunca avanzo, nada ms que quedo.

Son mis mentiras, o la verdad.


Simplemente siempre pierdo...
Si gano, no basta para olvidar
Que volver porque juego
Con los sentimientos y dar
Nuevamente otro desacierto.

No s si ser muy honesta,


O una mala mentirosa...
Slo s que aunque sta
O en otra ocasin de boca
Me caer sin vuelta.
Y as nada ms, me quedar sola.
Siempre tan segura, yo tan buena...
Y de pronto exploto, me vuelvo loca.
Y lo destruyo todo, sin darme cuenta.
Ya lo dije, tan slo podra
Dejar a los otros subsistir.
Sbitamente de ser dejara,
Apacibles continuaran su vida.
55

XXI.

No Puedo.

Simplemente no puedo.
Yo no logro olvidarte,
Y tampoco quiero
Jams, nunca dejarte.

Dije que acabase todo,


Sin pensar, no estaba
Consciente del alboroto
Que en m provocabas.

Estoy ahora ms segura;


Nada ms no puedo vivir
Sin tu hombro, y dura
Se pone la vida sin ti.

Que no terminen nunca


Nosotros, los vehementes...
Que somos en slo una
Existencia por siempre.

Vuelve, no me dejes...
Que yo sin ti no puedo,
De aqu no me levantar,
Menos contigo me divierto.

56

Slo quisiera que ests,


No pido nada ms.
Si no quieres no me beses...
Esconder mis lgrimas,
Para que a ti no me aferre,
Para que no te sientas mal.

Ensame a ser honesta,


No lo conseguir sola.
sta vida se vuelve funesta,
Al convertirme mentirosa.

No puedo sencillamente,
Dejarte libre, exceptuando,
Que te olvidara con mi muerte.

Sera la nica manera


Que pudiera renunciar...
Y volvera como fuera,
Slo dime cmo cambiar.
Como fantasma quisiera
A tu sutil regazo regresar.

Escucha.
Si te pones a escuchar
a la tenue brisa aullar,
57

quizs podrs or el tronar


de los gritos que traman callar.

Si no sabes adnde ir,


tan slo vaga por las calles.
No importa dnde, slo sale
a or las mudas voces.

Que susurra la rfaga


para as convencerte,
para que sea quien haga
rebosar tus vertientes.

Escucha lo que tu corazn


Proclama sin desazn,
No hagas caso de la razn,
Que incita a dejar todo sin pavor.

Presta mucha atencin


A la fe que debes tener,
Y no a la conversacin
Que los dems planean ceder.

Oye nicamente su voz,


En ese suave susurro.
En verdad su intencin
58

Es mpetu honesto, puro.

Lo mejor que debes hacer


Es escucharlo slo a l.
Y mantente lejos de ver,
Sentir los que otros dicen.

59

XXII.

ESPERAN.

Todos opinan.
Todos declaman.
Todos me tildan
Y me apartan.

Todos esperan y anhelan con ansias


Que de ti pronto yo me decepcione.
No les afirmes lo que ellos declaran.

Soy la nica que tiene fe


De que eres para m.
As me basta, porque
Slo tus palabras, las que o
Las creo y de creer no dejar.

Todos replican, alzan la voz...


Me recuerdan que sufrir.
Que no buscas ms que diversin,
Que no te importa nada ni nadie,
Que slo me hars sufrir afliccin.

Todos desesperan por verme


Equivocada en mi decisin.
Pero no saben que los vehementes
Nunca fallan, en ninguna ocasin.
60

Todos alientan el deseo


De vernos de pronto errar.
Que me apodere el desaliento
Y me d cuenta de que amar
A ti no debera, pero si el viento
Fue quien te trajo sin preguntar.

Y cmo negarle al destino


Tu llegada sin previo aviso.
Porque as la vida lo quiso,
Y eso nadie evitar lo dicho
Ni lo hecho sin indicio.

Es verdad, una vez te dej ir


Pero no lo volver a hacer.
La vida es decadencia sin ti.
No renunciar para poder
Agradar a los dems, en fin.

Tu sabes que todo lo dej;


De tu lado no me apartar.
Jams de tu regazo me ir,
Y sin duda yo te querr,
Ms de lo que t dices sentir.

61

XXIII.

No VOLVER.

No s si esperar sentada o de pie.


Si pudiera volar pero sin caer...
Si de algo sirve pensar sin saber...

Como una estrella fugaz fue...


Bello pero breve alcanz a ser.
Ahora estoy aqu sin creer
Que esto va a desaparecer.

Cuando la razn dicta un parecer,


Y el corazn te grita otra opcin,
La confusin invade y qu hacer.
Decidir, concebir una sola eleccin.

Voy decidida a acabar todo, perdiese


Todo lo que hemos sido. Vehementes.
Como si todos los pretextos fuesen
Que ansas libertad sin ser clemente.

Me olvid que el mar no slo tiene una orilla,


Sino muchas. Supone un amor no querer saber
De otros astros padecer placeres sin luna.

Me entristezco entonces,
Quiero morir con poder
62

Mirar nuestro horizonte.


Lograr sonrer que antes
De la corriente aminore.

Parecen las estrellas ser eternas.


Pero slo esperan la noche
Para morir a la luz de las velas.

Como un menudo pajarito tal vez


Te tengo atrapado en mis manos,
Y entre mis dedos te llega esa sed
De huir pero no volver a mi lado.

De mi boca y tu sangre te juro,


Que si emprendes ese camino,
De mi orgullo te ruego y suplico,
No regreses despus de tu abandono,
Nio.
Porque ya no habr nadie en mi sitio.
Si vuelas, si te vas,
Yo voy a escapar.
No voy a retornar.
Abrir mis alas deslucidas
Emprender vuelo sin regreso.
Aun cuando nuestras vidas
Enlazadas se hallen en juramento.
63

Puesto que as sufrir evitara.


Y si de pronto me arrepintiese,
Una noche de luna, regresara
Al caso de que ya no estuvieses,
Silenciosa me ira y entendera.

Estamos callados pensando,


Mirndonos constantemente.
En tus manos voy dejando
Si seguirn los vehementes.

64

XXIV.

Mrame.

Curiosa incertidumbre renaci


Al orme pensar en no permitir
Tu huir en cuanto se aconteci.

Mrame, desdichada al verme enraizada,


Mi alma a ciegas se estaba enamorando.
Desdicha, si amar es sobrehumano?
Soy desgracia al ser la nica amando.
La cual se ahoga, se vence agonizando.
Quien va tras de ti y no seguir hablando...

Pero es la duda de ensueo que abrigo,


Si la monotona a ti te ha apesadumbrado.
La libertad de muy lejos te ha llamado,
Acribillndome para correr lejos, no lento.

Aun siendo mi vida sin sentido sin la tuya,


Quiz te aten ansias de partir sin ninguna
Causa ms que esa independencia tan abrupta.
Mrame, que renunciar a tu rudeza de ternura
Si esa sed de difundirte es lo que conjuras.
Mira a mi razn, cual me susurra al odo,
Me replica en voz bajita que de tu lado
Me vaya sin dudarlo, pese a as mismo,
El corazn impetuoso me ha domado...
65

ste, que tiende a asirse de tu mano,


No la quiere soltar ni por si acaso.
ste, que me grita que t eres el que amo.

Pero deseamos algo distinto ambos.


T quieres volar y yo no puedo,
Porque mis alas nunca han volado,
Aun yo quiero quedarme, he aceptado.

Pero no soy nadie para quitarte lo que te alegra,


Entonces junto a tu vuelo vaca y callada te suelto.
Te llevaste mi sombra, mi alma negra de sueos.
No pretendo pedrtela, ms si ests muy lejos...

Se acerca sigilosa entre los rboles la brisa;


Contemplo tu vuelo resignado, hecha trizas
Me hago al permitirte tu huida, Ahora mira.

Mrame, esperando que rpido me digas.


Mrame, que espero no resignacin, sino tu vuelta regida.

Mrame, que me ahogo en tus olas en armona,


Mientras el roco me consuela por mi sentencia serena.

Mrame, recordando tu orgullo


66

En mi despedida improvisada,
Con mi alma viva ahora discuto.
Mrame una ltima vez, mrate
Vehementes para y por siempre,
Pero ahora distantes y lejanos.

nimas que vierten su


Soledad en sus manos.

67

XXV.

Oscuridad Absoluta.

No hay ninguna sombra


Ni siquiera rayos de luz...
Se arrastra as una cobra,
Y trae consigo su cruz...

El cielo es la bveda
En la que tenue amante
Reposa a pesar de lbregas
Noches y etreas tardes
Con sus matices inestables...

Empero lograr as despertar


A la aurora fugaz y difana...
Los recuerdos y de los que vendrn,
Voluble boira que se une a la rfaga.

Que dispersa y confunde la razn,


El viento alla a favor de sta,
Pero grita ms fuerte el corazn...
Pero no espero que el tornado crezca.

Como una gota para que el vaso rebalse siento


Una bomba en cada segundo se cree explotar
Pero le doy ms oportunidad an con desaliento.

68

Una pasin que a pedazos se destroza,


Un amor que parece en odio terminar,
Cual parecer mejor concluirlo ahora.

T slo te enojas, y reclamas que eres orgulloso...


Qu subsiste en m? Orgullo ni dignidad quedan,
Mientras reclamas que el viento es engaoso...
Son mis labios los que por tu paz siempre cedan?

Ahora slo est el silencio dominante,


Que suea en una oscuridad absoluta.
El viento trajo sta alma intolerante,
Que extraa ser aquella que deambula...

Sin ligamentos ni ataduras,


Entonces por qu no dejar
En libertad y as siga abrupta.

69

XXVI.

Tu orgullo.

Tal como la primavera,


Tan hermosa pero incierta.
Tan fugaz, si fuese desierta
Ni as ella misma sea...

Que t eres malo y yo buena,


Que eres una mala influencia.
Siendo la que en su existencia
Se equivoca sin advertencia.

Somos almas que sufren violencia.


Somos simples espritus sin destino;
Sombras muriendo por vehemencia.

Ahora ni s seguir este camino,


Si perderme en este laberinto,
Si corromperme en el abismo.

Jams supe si esto fue amor,


O una discreta obsesin...
Jams supe si fue una ilusin,
Ni siquiera s quin soy yo.

Siempre ser yo contra tu orgullo,


Compito con una abstracta palabra,
70

De la cual siempre carecer y cuyo


Dueo quiero que sus ventanas abra.

Me cerr ambas puertas.


Entonces por una ventana,
Escalar por la huerta...
As encontrarme sentada...

De ese modo no permitiras,


Que me escape de ti, vida ma.
Quedarme en tu regazo cada da...
Junto a ti despertar bonito sera.

Pero dejar de llorar,


Tengo que cesar de soar...
T anhelas por el cielo volar,
Tendra mis alas que bordar.

Yo anso que...
Me abraces y me susurres al odo,
Que me quieres...
Que no te importa tu orgullo...
Pero nunca va a acontecer...
Ese sueo que con mi luz alumbro...
Esa luz de resplandor ha de carecer
... Por siempre ese murmullo.
71

No quieres elegir...
Que querr decir...

Envidio los viejos tiempos,


Todos esos etreos besos.
Tu cabello que mueve el viento.

Esperanzas de que vuelvan...


Esas ganas por amarme...
Ese anhelo por besarme...
Esa insistencia por raptarme...

Todo indica que no regresarn.


Mis miedos deberan callar...
Mis lgrimas deberan morir...
Mi mirada debera a ti decir
Que no podra vivir sin ti.

A gritos esbozan mis ojos,


Su reflejo evoca una voz...
Ahogada y silenciosa que dos
Pupilas sinuosas no dicen adis...

An as no sabes orles;
No sabes leer sus seales,
72

Sus penas lograr percibirles,


Sus ocurrencias escucharles.
Ni tampoco comprendes
El amor no demostrado.
Con tu indiferencia ofendes.

Observa este recndito mundo


Bajo copiosas, extensas pestaas.

Vers lo qu tan absurdo es no estar juntos.

73

XXVII.

Me he ido.

En vez de decir que te dejaba,


Deb murmurar que te amaba...

Si tan slo hubieras dicho no!


Que no me podras dejar ir...
Pero replicaste con desazn
As ser, sin ms que decir...

Incapaz de confiar o querer...


Nadie sabe la verdad, la razn.
Por qu te dej vuelo emprender...
Nadie creer que fue por temor.

Pavor de sufrir por alguien como t,


Mi miedo comenz porque sent amor.

Ni por la influencia
De mis siempre amistades,
Ni siquiera por creencia
De regresar a antiguos andares...

No hay ningn fantasma,


Algn amor acechndome,
Tampoco otro que trama
O est incitndome...
74

Es la incesante lucha,
Interna que poseo...
Mis inseguridades que burlan,
Cuestionan lo que anhelo.

Esclava de mis miedos,


Miles de oscilaciones...
Me vi envuelta en contradicciones...

Una flor que fue arrancada


Antes de que se marchitase.

Me fui antes de ser demasiado tarde...

Todo comenz como tentacin,


Luego se ti de adrenalina,
Pronto cambi por una ilusin...
Entonces de ajetreos se alia,
Desconfianzas y afliccin,
De repente se iba y volva...

El inocente peligro convertido


En maliciosos dulces bocados,
Pero un obstculo convenido
Para los etreos besos robados.

75

Hu por mis silencios inconcebibles,


Por el grito ahogado que jams oste,
Lo que mi mirada haca inadmisible
Esbozar con palabras que no existen.

Me desvanec para no herirte ms


Con la permanente y vana indecisin;
A la vez no cederte mi alma y su paz,
Tambin mi cuerpo y no mi afliccin.

Todo se encaminaba tan rpido,


No pude darte todo, sin embargo,
Me naci revivir este amor lnguido,
Dbil, que se haca fugaz y amargo.

Con entregarme completa al contacto,


Obsequiarme a tus clidas manos,
Dejar mi ardiente deseo en tus labios,
Y nunca marcharme de tu lado...
De tus ojos me hizo presa Dios;
Esa sensacin me estremeci.
Pero la racionalidad me encontr,
Demasiado ingenua, me susurr...

No consegu dejar sus razones orle:


Slo estamos al comienzo de la va,
76

Eras ni sers el nico en concebirme,


Ni ltimo en besarme en sta vida.
Fusemos entre nos muy diferentes,
Juntos hasta que el alba nos desuna
Pronto nuestras almas se desprenden,
Siendo que ambos ramos slo una.

Un solo espritu vehemente,


Anhelando su propia libertad.
Por ser ambos independientes,
Se haba invadido la privacidad,
Aproximarse lejos y perderse...

Incapaces de comprenderse,
Pensando si esto puede seguir...
Dudando si la llama se fuese...
Motivos que no hay que repetir.
Estabas esperndome abajo,
Con un ramo de sueos,
Que an estn menguando.
Decid ir contigo de nuevo.

Sin embargo, me fui igualmente.


Tras das volvi su semblante,
Sembraste la duda nuevamente
Abatido, evocando mis pesares.
77

Inquiriste si yo anhelaba
Continuar lo nuestro debiera,
En ti la muerte hablaba,
Vacilabas que prosiguiera.

Pasaron unas horas y luego,


Me fui con el viento.
Me fui antes del tormento,
Qu he hecho?

Los vehementes se estn muriendo;


Ahora slo somos almas que divagan,
Ensimismados en sus reflejos...
Una eterna locura que se acaba...
Sumergidos en sus recuerdos...

Yo estar abrazando los muros,


Como si yo fuese mi propia sombra.
T estars hacindote el duro,
Matando la incertidumbre cobra.

Qu hacer con mi cuerpo,


Que grita por tu fuego...
Cmo saciar la sed de mis labios,
Que slo anhelan tus besos...
Acaso no poder arrepentirme,
78

Si lo hago apenas te veo...

Nunca cre tener el valor,


De escaparme de tu lado.
Huir del constante calor,
Irme con quien te trajo...

Con la rfaga que por casualidad


Te dej en mi regazo, y cuando la vi venir,
Solt de pronto tu mano.
As no podrs sufrir por m,
Mi vaivn de indecisin tambin,
Con mi temor de enamorarme de ti.
Ya es muy tarde, ya lo s...
Demasiado para poderte proferir,
Que me alej porque me enamor.

Ya salt al abismo,
No hay vuelta atrs...
Engaarse a s mismo,
Para as al corazn no continuar...
Ahogarse en el olvido...
Y perderse en la profundidad...
Gritar sin poder ser odo...
As Consumirse en la oscuridad...
Ocultarse sin ser visto...
79

Buscando la ausente diafanidad...

Ganas no me faltan,
Pero retractacin
Se desvanece en la nada.
Sola en mis lamentos...
Al comenzar la maana.
En las noches el desvelo
Envuelve a la madrugada...
Luego acongojndome...
En mis sueos y esperanzas,
Que carecen de importancia.
No son ms que versos
Que jams leer, sin ansias.
Sucumbi a un ltimo beso,
A recordar con tolerancia,
U olvidar con desconsuelo.

Si quisiera a ti regresar,
No recordaras mi caricia.
Tu orgullo rebosando, a tientas,
No dejarme volver a tu vida.
Vagando entre cielo y tierra,
Siguiendo a mi inmortal soledad
Descubierta en melancola.

80

XXVIII.

Miradas...

Ha pasado mucho tiempo


Desde que el mar ilimitado
Fuera testigo del viento,
Quien me sac del resguardo
A su lado devuelto.

Ya ni el arte de nuestros labios


Se tocan ni al contacto del soplo
De frases ni jams dichas varios...
Tan slo el entorno de los ojos.

Cristales negros envueltos


En paisajes siempre indivisos,
Al contraerse diviso
Un mar de hermosos delirios.

Susurros que cantan dichas del pasado...


Cmo as reflejan desconsuelo acabado...
A las sinuosas y dilatadas negras estelas
Un joven altanero les teme sin amparo.

Por qu temes de aquellas hermosas huellas,


Las cuales dejaste en este mundo escondido...
Lgrimas provocadas por las tristezas...
Que inevitables fueron por dicho mpetu bandido?
81

Creerte olvidado, joven orgulloso y altivo,


Dudando concentrar tu mirar en mi mirar...
Huyendo de las olas de tan distante mar.

Como si mi partida te hubiese ofendido...


Tan slo el honesto mundo que repercuta
A voces y hermosas canciones te han herido?
Si tu alma por libertad con exasperacin luchaba.

Hasta que vencido el temor


De mirarnos sin pavor.
Un momento sin razn...
Retornar a los recuerdos
Que escaparon esa ocasin.
Increble creer que me alej para olvidarte...
Y slo basta mero segundo para mirarte...
A los ojos. Un instante
Slo suspirar y a rabiar extraarte.

82

XXIX.

Te Has Ido.

Yo me fui una vez...


Ahora l es quien
Lleva el viento...
Por el desdn...
Sin regreso ni revs.

Son lamentos recelosamente


Mos guardados.
Tratan de su partida..
As como lo trajo...
Se lo ha llevado.

No sabr si ser la ltima


Ocasin de irse de algn lado...
Mas s que su paso ha culminado
Por estos barrios.
Dej su huella no caminando
Sino con sus ideales y asaltos
A quienes lo expulsaron.

Quizs cree que no le quise...


Que no fue sino otro ms.
Pero la ausencia de su triste
Y rebelde mirada que se va...
Aquella orgullosa mirada...
83

Altiva que no poseer paz.


Se ha ido y me har falta
Esa bonita forma suya de olvidar...

A quienes fueron una vez vehementes...


Tan slo cierra su mundo recndito
De huelgas y obstinaciones inertes.

Nuestras manos desunidas,


Y mi alma ya no le perteneca,
Siendo la suya ya disentida.

Mi despedida inexistente de plata,


Un deseo incumplidle anhelaba,
En tanto nuestra historia olvidada
Ardiendo y extinguindose callada...
Pero las cenizas se quedaban.
Se ha ido por la eternidad.
Ha volado y no volver...
ste s es un adis...
Y yo pedir perdn...
Porque no alcanc a or su voz.

84

XXX.

Caminata Nocturna.

Esos murmullos del viento...


Puales en fugaces duelos.
Y en silencio pierdo aliento,
Adems de mis miedos...

Se fugan por cierto callejn


En trmula noche de muertos.
Mientras extrao con furor
A quien se fue entre juegos...

Anso caminar una de stas,


A pie descalzo y sin fuego.
Divagar en medio de la calle,
Slo susurros de la brisa oyendo.

Nada ms me abrigaran
El recuerdo de tu beso,
Negra bufanda de hilvn...
No atravesarn los huesos,
Esos escalofros de oscuridad.

Quiz replicar odas algunas...


Si caminase junto a mi soledad.
Pero si no basta con la luna
Como mi acompaante oscura...
85

Cantara mil canciones


Junto a mi tenue amante...

En mi caminata nocturna,
nicamente escuchando
El silencio de las altas horas...
A los astros rumoreando
Los secretos que llevan cobras...

Al centro de la va deambular,
Con la mirada perdida al azar...
Retornen fantasmas sin paz,
Escolten a la callada ambulante...
A sus sueos de constante andar.

Rondando en pensamientos...
Evocando ciertos instantes...
Divagando en medianoche...
Soando caminar errante,
Bajo un claro de luna noble.

Custodiada con afn


Por la luz de las estrellas...
Que resguardarn
Con amparo sus huellas...
Donde andarn...
86

Y sus sueos en vela,


Para que no vuelva a
Entristecerse ms.

87

XXXI.

Una tarde pensando.

Que ventolera se acerca


A las orillas de la tierra.
Que tiembla el velador
Que sostiene las velas.

Como pueden hablar


[Tantos a la son...
Si yo no logro escuchar
Nada ms que su voz.

Entonces a los pies


De un hermoso rbol
Sentarse para ya no ver
Su rostro impregnado.

Aunque esconda mis ojos


Tras mis manos heridas...
Su imagen vuelve cada vez.
De pronto a quien imagin,
Mirndome est con inters.

Su mirada ambarina acaso,


Se pierde en un acantilado,
De las empinadas rocas
Que replican su bramar...
88

Cuando se encuentran a mi lado.

En un beso se une un lazo,


Que tan slo puede sentir,
Lograr atisbar un infinito raso.

Que contemplas en silencio,


En lo profundo de sus labios...

Me hace cuna en su regazo...


Siempre me alza sus brazos,
Para recibirme en un tenue abrazo.

Y estar por siempre as,


Mientras dure el ocaso.

89

XXXII.

A media noche.

Estoy sentada a media noche


Contemplando el cielo negro.
Albergo en mi mente a las doce
Lo buena que he sido recuerdo.

Todo el tiempo que ha escapado,


Se ha ido tan fugaz y tan veloz.
Distintos hombres han hablado...
Es cierto eso, le temo al amor.

Decepciones del pasado...


Mi inesperada revelacin,
Mi silueta en el ocaso...
Que traspasa toda insinuacin.

Siempre volando, yndome lejos,


Intentando encontrar una salida.
Para no volver a tiempos viejos,
Ni saborear una tristeza desabrida.

Aunque no he tenido encuentros


Con una total obsesin...
He llorado lgrimas sin razn.
Entonces me desvanezco en
Grito de ese nefasto temor
90

Que hace que huya sin pavor.

Y es una lucha sin final,


La que me atormenta...
Una pasin no criminal
sintiendo la tormenta.

Pero todo se vuelve peor,


Cuando empiezo a soar.
Todo se vuelve de un color...
Tan oscuro que no quiero volar.

Tan negro como la oscuridad lbrega.


Escuch que de ti se viste la muerte...
Entonces envulveme en la bveda
Obscura de sta noche sin suerte.

Color melanclico y ensimismado,


Bebes el calor, todas las tristezas...
Tambin de un miedo apasionado,
De una prisin que apresa estrellas.

Desamparo que sutilmente beso;


Toma en tus manos aquella daga,
Tie mi sombra de un rojo espeso
Y termina con mi alma que divaga.
91

XXXIII.

Extrao.

Extrao la bondad de tu mirada...


Nostalgia de dormirme en silencio...
Esbozar esa delgada finura lineada...
Arrimarme en tu tenue consuelo...

Ms echo de menos...
Slo verte espero abrazada.
A mi almohada, en mis sueos...
Tenerte por un momento...

Los das parecen eternos...


Los paso divagando en mis recuerdos.

92

XXXIV.

Y Para Siempre.

Un adis para siempre


slo se hace presente
cuando visita la muerte.

Un amor ser para siempre


slo cuando si te vas...
An as no lo puedes olvidar
A quien por el aire pierdes.

Una desdicha fuese eterna,


acaso cuando te enamoras
y as mismo no te corresponda...

Slo una lgrima es fugaz,


entre todo lo dems...
Pero puede ser capaz
de pintar una sola verdad.

Un momento se puede ir,


y quedar en el pasado...
Pero tambin se puede vivir
esa ocasin abrazando.

Se lograra an morir,
pero volver tal fantasma...
93

Contemplar sin desistir


slo siendo un alma.

Slo deja de ser para siempre...


Cuando t eliges, pero an as,
sigue sindolo aunque se disipa
la esperanza de amar casi...
En qu se basa la vida, no recuerde.

94

XXXV.

Cabizbaja.

Por qu tus ojos no sonren?


Se sumergen en pensamientos...
Miedo que por razones no vive;
Atormenta en presentimientos.

El tiempo se va deteniendo.
El viento corre e inspira...
La mirada se va perdiendo...
En el vaco de tu vida.

No encontrando una respuesta


A todo lo que se est sintiendo...
Como la primera vez que ocurriese...
Nostalgia de otoo... Perdieron
Su sentido las traslcidas estrellas.

El beso de la madrugada
Tranquilizar su miedo.
Sin embargo, las palabras
Y sospechas van creciendo...

Le prometes a la luna...
Que si vuelve a suceder,
Te sumergirs oscura
Para nunca ms volver...
95

Te hayas cabizbaja
No por el pasado...
Una evasiva lejana,
Por eso has llorado.

96

XXXVI.

Mirando el vaco.
Mirando el vaco,

se vuelve a cerrar un tiempo que luca tiernamente infinito,


recelando esos recuerdos perdidos en lo profundo del abismo.

Mirando el vaco,
esperaba impotente hasta que todo se extraviase.
El viento se desvanece y se lleva consigo, un pasado subrepticio y fortuito.
Mas permanece en un rincn mo, pero sutil conmigo...

Mirando el vaco.
Como una foto olvidada en el tiempo.
Oxidada de frondosos sueos
Carcomida por el viento.
Djame asomarme por un instante
y har mo nuevamente ese paisaje.

Mirando el vaco entre la agona y la oscuridad.


Una gran inspiracin Verdad?
Que se funde en la piel de una serpiente,
pronto es dejada a la intemperie de lo mortal.

Mirando el vaco.
Nia de ojos grises que siempre calla
caminante por ese triste sendero en el que se hallaba.
Nia de sutiles labios carmes
97

mirando el vaco por seguir la lgica y no al amor,


pero finalmente contrariando a todos sin razn.

Mirando el vaco en el silencio y sus caricias.


Inmersa en un tenue ocaso de sonrisas esparcidas
Qu se convierten en mis versos que mueren acaso
Mientras te deshaces con la brisa?

Ya slo adelante sigo


De la mano de mi destino.

98

XXXVII.

Puedo recorrer el Tiempo.


Puedo recorrer el tiempo
[A pie descalzo...
Puedo contemplar el reflejo
De mi eterno amado
En tu difano recuerdo.

Puedo recorrer el tiempo;


Ver a la primavera disfrazada
De una noche de verano.
Puedo ver a la primavera envuelta
De rojo, azul y blanco.

Puedo recorrer el tiempo


En lo ms extenso de tus besos
[Salados.
Divisar en mi mente tu calma,
Tus tormentas y tus abrazos.

Puedo recorrer el tiempo,


En lo ms profundo de tu
[Catre errante,
Bajo y apegado a la tierra,
Reflejando tu singular belleza
En las nubes del cielo raso.

99

Puedo recorrer el tiempo,


Sin que nadie lo advierta.
Sin intencin recuerdo
Que me gustaba encontrar
[ternura
Y la rudeza en ti dentro.

Puedo recorrer el tiempo,


Como t lo hacas
[Con mi cuerpo.
Llano el mar descubriendo
Las vrgenes orillas del deseo.

Puedo recorrer el tiempo,


Cuando mis pensamientos
Son agitados por el viento.
Me trae los susurros la brisa,
Que a la misma vez me hiela
Con osada mis huesos.

Puedo recorrer el tiempo,


Haciendo de tus celos
[Mil estrellas
Que van dejando su destello.
Puedo recorrer el tiempo,
Hacerte mo por un momento,
100

An slo en sueos siendo.

Puedo recorrer el tiempo,


O quizs slo al que fuiste,
Al que en verdad quise.
Ahora mucho hemos cambiado,
Distanciados como por un acuerdo.

Puedo recorrer el tiempo,


Y devolverme sin esfuerzo.
An queda viva una de ellos,
Que anhela en silencio
Retornar a aquel ocano.

101

XXXVIII.

No entienden mi Silencio.
No entiendo
Por qu le tienen
Tanto miedo
A mi silencio.

Por qu les molesta tanto


Mi indiferencia de estrella;
Si yo no soy de este mundo.
Slo camino cerca suyo...

Yo soy de la luna,
Puede que una
[Luntica...
O soy ella misma,
Y es mi reflejo
El que los tortura.

No entienden mi callada
[Hermosura.
Si yo soy como una imagen,
Un sutil dibujo. Sumisa
[Los escucho...

Y murmuran que no demuestro


[ser yo misma.
102

Si sta es la que miran...


Mi indiferencia los enfra...
Si mi silencio es clida brisa...

No encuentro razn alguna


Para proferir palabras abruptas,
Si en mis ojos debiesen leer
Lo que se empina en mi sonrisa.

Las palabras son tan severas,


Lo que a m me gusta...
Es decir lo que no pueden
Las palabras en ellas mismas.

Y se pierden del matiz incierto del silencio;


Aquel hombre de plido semblante,
Siempre vestido de su casaca negra invierno....
Ambiguo y mudo entre los errantes
[De las calles...
Pasando eternamente ignorado,
[Oculto...

Yo soy su amante perentoria...


Una bohemia ms sin trayectoria.

103

No entienden mi fusin de lamentos


[Ahogados meldicos,
El susurro que relata versos annimos.

Si no me son totalmente ajenos,


Simplemente los observo.
Y los conozco ms que nadie
Pero a m nadie, lo ha hecho...

Amo mi silencio constelado,


Me aguardo en el verso abrumado
Que guarda en su bufanda Neruda
Acribillado... A mi muerte deseo
Que l me las lea con dulzura.

No entienden al silencio,
Que da un mpetu de secreto.
Un semblante cautivante,
Que despliega un aire desbordante
De misterio que ha seducido
De lgubre sombro.
Es que le tienen miedo...
No conocen su ensueo.
Porque la verdad es silencio...
Esperan un entero, y siempre
Los murmullos son fragmentos.
104

XXXIX.

Oda a una rosa.

No es la ms tenue
recndita flor?
La vehemente...
Que carece de razn.
En tales sus amantes
ptalos de carmes
se consumen de sangre,
Locura ajada de ardid...
Guardando sus estrellados sueos
en las efmeras mortales espinas
tan slo su dueo la alza sin agona.
Rosa que se hace difusa en el viento.
Se envuelve de escarlata yaciendo
de su sonrojado vestido ligero.

Corrompindose en infinitas olas...


Descomponerse en su propia sombra...

Mas, jams se dispersar del semblante,


austero y frgil de una dulce nia errante.

105

XL.

Tiempo.

El tiempo es aquella brisa


Que parece siempre estar...
A su lado cruzando a prisa...
Como un sutil vendaval.

El tiempo tanto se adelanta...


Que he perdido su nocin.
Esconderme en su mirada,
Oculta en su tenue rincn.

El viento puede arribar...


Tentarme con su invisible
[Matiz...
No obstante su mirar
Me hara no ms huir...

Tendida sobre su alma,


Soaba en su regazo...
Sosegada en su calma
Y contemplarlo en el ocaso...
Dulcemente muere el anhelo
De correr en etreos versos...
Mientras se desliza un duelo
Que culmina con un llano beso...

106

As tarareando en un murmullo
Una tierna meloda sin resuello...
El silencio se disuelve en un susurro
Tan olvidado entre mis sueos.

Lo sucedido es slo el pasado...


El prlogo de mi obscuro rumbo,
Me dirijo con manifiesto retraso...
Divagando me hallo y me abrumo...

Pero he encontrado mi camino


Tras tantas cadas en mi vuelo...
Me encuentro en su destino
[Y l en el mo...

Que no deje que me lleve el viento


Ni cruce contra nuestra el tiempo...
Que me he quedado donde quiero.

107

XLI.

Una sonrisa.

Mil deslices del destino


Dejan millares de estelas...
Las cuales han vestido
Lgrimas de estrellas.

Nada ms que fugaz


Se desvanecen susurros,
De la soledad voraz
Contradiciendo
En murmullos.

Ms gritarn sus estigmas,


Que mortales de locura
Se vuelven espinas...
Su ida toma una figura...
Una silueta que destina.

Al descuido de la desdicha...
Huye aquella amargura...
Entre mis labios se dibuja...
Esa lejana finura.

Ser de tu voz el esbozo...


Quizs el trazado de mi alborozo.
Podra ser la sombra inclinada
108

De mi mirada empinada...

O tambin el grabado
De sus ligeros besos...
Es escalofro labrado
De matices del viento.

El sonrojado tono
Del olvidado ocaso...
Que se habrn llevado
En aquellos versos.

Un mesurado trazo
De recuerdos pintado...
El desconsuelo perdido
En reflejos inclinados.
Mas el silencio se ha ido
Se ha llevado su secreto
Una tarde, consigo...
Descuidando su regreso.

Y volvi aquel bandido,


Fulgurante contento
Que permaneca cautivo
En lo solitario del tiempo.

109

Ya se puede contemplar
Una huella en la lejana...
Tan slo ha de tratar
De una mera sonrisa.

110

XLII.

Sombras.

La luz se hace oscuridad...


La oscuridad en un cielo...
Una bveda de divinidad,
Rodeada de un astro viejo.

Sombras de resplandor perdido...


Deambulamos siempre a lo lejos.
Buscamos aquel fulgor escondido
En otros espectros.
Cuales se consumen en el fuego
En ciertos instantes marchitos.

Ser aquel hechizo incgnito...


Nos convence de quedarnos
En este remoto mundo recndito.

Somos mscaras o rostros...


Sumergidos en una pregunta...
Que crece y se vuelve un monstruo
Relacionada con nuestra conducta.

O tambin con el origen,


De nuestras nefastas almas...
Mas las razones no dirigen
Al corazn que algn da acaba.
111

Entonces... Dnde quedan?


Las olvidadas respuestas...
No se nace con ellas...
Se morir sin tenerlas?
Entonces somos sombras...
De secretos no descubiertos
Que el destino nos borda...

No seremos sino slo un desliz...


Huellas opacas del mundo.
Del camino, queriendo decir
Que no poseemos rumbo...

Como adems podemos ser...


La parte oscura, oculta
De lo que se muestra es...
Seramos conciencia reclusa...
Tal vez recuerdos de los recuerdos.
Miradas de nuestro raudo pasado...
Quizs futuras estrellas al mismo tiempo
De convertirnos en pensamientos cruzados.
As incluso un perpetuo rastro
Poseyendo soledad o compaa.
Pero si tan slo solos estamos,
nico y solitario contorno sera.
Fusemos una silueta de un mero momento...
112

Una imagen borrosa del etreo tiempo...

Cada sazn ms difusa en el firmamento.


Sin embargo, si se disipase paso nuestro,
Evocara el reflejo de su sonrisa y esencia.
Tal como la primera vez que me dio un beso.

Una sombra del presente...


Pero no ms del pretrito...
Ocurrido, sino al que sucediese.
Quizs ser un espectro...
Ms un nima que ya no padece.
Un respiro de un destello...
Un suspiro del que se reaparece.

113

XLIII.

No entiendo.

El cielo se ti de sombras y luces,


No encuentro razn ni motivo alguno
Por qu mi mente se plaga de cruces...

Contradecirla cada palabra, cada inocente accin,


Mas mis labios se deshacen, mi mirada me delata...
Entonces mi corazn se abalanza sin afliccin.
Nace desde el este una sonrisa, mis pupilas se dilatan.

Tal vez me sonrojo y no me doy cuenta...


No me gusta lo que estoy sintiendo...
Mis pensamientos, mis sueos frecuenta...
Cundo, en qu momento me trajo el viento?

No me agradan las races que crecen,


Alrededor de mis piernas y brazos...
Deseo deshacer ilusin que enaltece...
El destino estima que caiga en su regazo?

Mis miedos se despiertan de su nido,


Extienden sus alas sombras, lgubres...
Aquella soledad que no se ha ido...
Tiende desvanecerse en lejanas cumbres?
Incoherente confusin que surge...
No me puedo explicar su comienzo...
114

Un murmullo me trastorna y urge...


El susurro inevitable de un cuervo...

No entiendo, mi sombra se disipa...


Las voces en mi cabeza replican...
Mi alma no divaga y no vacila...
La brisa en mi rostro se asimila...

No hago ms que fruncir el entrecejo,


No creyendo lo que avecina...
No, nada pasa... Extraar dejo
A los recuerdos, y la melancola...

Cada minuto ansa ms volar...


Quin podra aquello aclarar...
Caigo a un abismo al callar?
Ser mi destino su voz hallar...

En mi morada de recuerdos y soledad,


Me ocultar sin que me puedan mirar,
As ni los sentimientos no encontrar,
Sin embargo, temo que no ha de resultar.

115

XLIV.

Inconstante.

No quiero ser etreo cielo


Tal cual se ha vuelto tornadizo,
Se envuelve de un nefasto velo
De matices tan imprecisos.

No anhelo parecerme a la luna...


Tan hermosa pero distante.
Ser tan inconstante como alguna,
Pasar fugazmente por instantes...

Esconderme del tibio contacto...


Salir al ocaso y con las sombras,
Existir entre las olas de tanto...
Tal silencio que desalienta, agobia...

Mas me he cubierto as tal primavera...


Vehemente pero insegura, vacilante...
Temo seguir siendo lo que antes era...
Un ngel cado que no mira adelante...

No deseo que como anoche cesen


Las estelas que dejan mil luceros...
Ms se desmoronaron sin verse
As un voluble desliz sin boceto...

116

Estrchame dulcemente, de tal manera,


Al llegar el dulce alba no me vaya...
No huya entre mis recuerdos y mera...
Duda nazca y huir de tu regazo haga.

117

XLV.

Desasosiego.

Quieta el alma por un instante,


Pero que fugazmente se atolondra,
Desasosiega abruptamente errante...

Mis ojos se conmueven sin verse,


En un trazo confuso ahogante.
Mi pecho grita sordo afable,
Quieren derrumbarse...
Tan altaneras olas
Crecen y se acongojan.
En tanto las copiosas pestaas
De la tierra intenta
Sostener la marea agnica etrea.

En mis labios se empina un lamento


De razones dichas pero ausentes...
Y del contorno frondoso ha vuelto
Triste entre todas las presentes
La luna que pierde su aliento.

Y se va desvaneciendo
La figura de su adentro.
No son nmeros ni palabras...
Slo perdida en lo profundo de su cuerpo.

118

Procura con su extenso resguardo


De tristes y alargados brazos,
No dejar caer aquel astro trueno...
Mas es imposible y cae austero
Aquel soador que muere luego.

Se agita entonces el firmamento


Al hallar desdicha en su destello...
Y de sus nubes la envuelve en sueos.
La acuna en su mirada y abraza los ojos
Le suaviza la boca, retorna en resuello
Silencio que la arrima en su seno,
Calmo tiende el abismo de nuevo.

119

XLVI.

Soy.

Mi sangre es tristeza.
Tan violenta, tal espesa.

Mi danza es fuego...
Que se consume entre mis huesos...
Es mi sombra que acompaa al lienzo,
Me persigue como tenue amante
Obsesionado y ciego...

Y soy aire... O soy viento...


Inconstante tiempo...
Mis palabras son un juego
Que divierten a los muertos...

Soy la luna...
Hermosa
Pero oscura...

Soy primavera
Tan sublime
Como incierta...
Mis lgrimas...
Son un mar
Que carece de belleza...

120

Mis ojos con tal bveda


De jaspeados matices de estrellas...
Y las olas que rompen
Son el aullar de mis lamentos.

Mi tormento se esconde
En su olvidado borroso reflejo...
Ante un austero duelo
Entre el presente y mis recuerdos...

Mi voz... Un murmullo
Vehementemente tuyo...
Deshiciese tu aliento
En mi cndido susurro...

En tus ojos una silueta,


Dibujo de mi sutileza.
Representando a la vida
Con etrea vehemencia.

Soy secreto
Que yace en desconsuelo
Como una verdad
En abrupto silencio.

Soy esas palabras inciertas


121

Que pocas veces digo


Como tambin esa imagen revuelta,
Que danzarina se exhibe en la tierra,
Pero decadente ante un escalofro.

Y sin embargo soy otra poeta ms,


En este mundo, confuso y escondido.
Como una estrella entre miles de millones
De aquel extenso universo infinito.

122

XLVII.

Puede tu mirar morirse por los dems.


Puede estar el cielo sombro
Y puede llorar tu soledad.
Pero no dejes que escalofros
Te arranquen la integridad.

Puede ser un mar


De tan abruptas olas
Que rompen con tal facilidad.

Sin embargo sola era


Y nica culpa de quienes
No respetamos su clera.

Quizs tus pestaas


Jams podrn lograr
Resistir aquella nostalgia.
Si se ha de derramar.

Tu inocencia se ahoga,
Se muere, se lanza, se abruma.
Mas, sutilmente la toca
Una sonrisa, una columna
Para que no en el silencio
Se disipen junto a la luna.

123

Si son puales profundos


Que nefastos te hieren...
O son recuerdos sin rumbo
En oscuridad se desvanecen...

No dejes que te envuelva la noche,


Te conviertas en otra sombra...
Te ocultes entre las urgidas voces
Inoculadas por tenues cobras...

Que tus labios se cubran


De una delgada cobertura
De fra y dolorosa amargura
Que otros pagan con culpa.
Slo cuando tu nefasta mirada
Pueda contemplar sin tortura
El tiempo que repercuta llana
En tu alma,
La luna podr hacerse tu cuna...
Aunque todo sea tormento...

El viento tiene su excusa.


Te forja armadura de denuedo,
Dotada de fortaleza y finura.
No hay mal que dure mil aos
Me lo repiti un amigo...
124

Aunque todava te ha baado


lgido alusin que no logra abrigo.

125

XLVIII.

Perdida en el firmamento.

Djame perderme en lo extenso de este tiempo.


Tan sublime y breve se me ha vuelto;
Pero tan sutil, junto al firmamento.

Es en aquel momento de la noche


donde se funden las sombras con la penumbra.
Y la duda que nace en mi boca, se deshizo tenue
del clido hlito que exhal el firmamento y teme,
antes, que se fuese la subrepticia luna...

El insidioso trecho que confunde mi alma,


quem mis alas, o quizs siempre fueron llamas.
Sonrojado tu semblante, bochornosa tu cndida mirada,
Se extienden errantes en mi precipitado vuelo hacia ti.

Tu sombro avieso se oculta en esa cerrazn sbita,


En la misma oscuridad a una vehemente ngel sale a cazar,
Pero pronto apenas la tiene presa de su fiebre inconsciente,
Se da cuenta de su cruel y exquisito alborozo ardid,
Y deja tendida en silencio a la durmiente cautiva
De un amor irrevocablemente permisible sin fin.

Su locura lgubre tie casualmente su piel


Desde un rojizo atardecer en sus ojos, hasta aquel
Azulado sutil de sus labios carmes.
126

Su adversario sedicioso parece ser el altivo mar,


Quien antes asedi a la discreta hurs
En su cauce bajo y profundo en la tempestad,
Que mantuvieron desde su secreta apertura
Hasta donde sus olas orillaron su figura,
Violentamente cubiertos de inquietud.

Es que el ocano orgulloso la alcanz


Secuestrndola del escarnecido sol;
Arrib sus altas olas hasta la columna
Donde yaca tendida la silenciosa nia.
Entonces cuando ste se enter, de tan alto pedestal
La luna os saltar, y en el regazo del mar cay,
Y con aquel tempestuoso indolente se disolvi.

Pero receloso y orgulloso se volvi de ella,


Vindose sumergida en una confusin abrupta.
Luego esper un instante propicio, y huy.
Posteriormente el viento la llev
A un bosquejo de tapiadas races negras
De noche y sonrojado semblante de albor.
Era el cielo constelado, y pronto en l,
Eternamente la luna inclinada se qued.

127

XLIX.

Autorretrato Estigmatizado.

Frunzo el ceo, apesadumbrada.


Debe ser la fiebre...
Los escalofros que me rodean,
Quizs hay demasiado brillo en las calles;
O muy poca claridad en el nima.
Ya no soy la de antes;
Soy slo la sombra lnguida,
Que se arrastra con orgullo por la antigua,
La responsable, la un poco madura,
La inteligente, la escritora, la inocente,
La que recit una vez a Neruda,
La ingenua, la bonita, la bajita,
La callada, la actriz sin sonrisa...
Y en qu se ha convertido ahora?
La flcida, la poeta sin maana ni ocurrencia,
La vaga, a la que le sangra su simpleza,
Yace eternamente su inocencia,
La de mirada perdida en el silencio,
La generosa de amores, la ilusa,
La cegada o la que ve ms all de afuera,
La con belleza supuesta, la de faz,
Rostro, ojos hermosos, pero qu ms hay
En ella... Nada. Slo vaco con certeza.
La monotona sin cabeza,
La frialdad vestida de vehemencia,
128

La locura encerrada en la miseria,


Dos luceros grises, grandes y asimtricos,
Cabello liso abundante, como la miel,
Dulce como la abeja, de la melancola
Siendo por siempre presa, el estigma
Del que la ama y besa, una entre millones
De estrellas, la ms pequea e inadvertida
Silueta, el cruel veneno que no mata pero
Ciega, el descontento propio con ambicin
Y nada aferra, el reflejo de la luna inconstante
Y nvea, palabras ausentes, inexistentes que
Procuran ser bellas, la soledad viajera y que siempre
Destierran, la cmplice secreta de otro tipo de brutal
Violencia, la abogada del viento que alborota todo
Sin decencia, la mentira verdadera, la verdad mentirosa,
Inmersa en decadencia, la paz desasosegada,
Profundo mar que ahoga e inmola, los matices del anochecer
Bandido que se fugan por mi pieza, con cruz muy pesada,
Muy liviana, de pasado acongojado, de futuro mentalmente
Creado, de presente insuficiente, escaso, ansiando mirar el ocaso,
En su balcn rosado, no despertar sola al alba, desconcertada,
con slo un deseo, firmamento negro, sola. bajo el oscuro cielo.

129

L.

A dnde me ha trado el Viento sta vez.


Que alguien se me aproxime
Sutilmente me susurre al odo...
Si es esto una ilusin replique
O no un sueo irreal consentido.

Si es un engao de la embustera soledad,


Que me haya forjado un fugaz aliento...
Si no un delirio de tan a veces triste realidad,
Pero que fuese dichosa por un momento...

Adnde me ha trado el viento...


Esta vez...
En un eco, mi voz canta de revs...
Ser la belleza de las palabras
Que mis ojos puedan ver...

Un paisaje de poemas,
Tenues y suaves dilemas...
Que por un segundo...
Convertidas en un respiro...
Contemplo sin ser visto...
En secreto son el comienzo...
De dos almas que se escapan.
Del pasado, de otros trminos...

130

Ser un beso de la oscuridad...


Porque de ella me debo marchar?
Melancola, que dicha ni solas...
No salir de aqu, jams abandonar
A sta ngel con alas cadas.

Qu ngel que no es...


Que ha sufrido y ha hecho sufrir...
Prisionera de sus miedos...
Y que siempre suele partir...
Salir para volar por el cielo,
No enamorarse y suele huir...

Ser que sta oportunidad


Podra quedarse sin dispersar...
[Se en la profundidad...
Tener pasados pero anhelar
Siempre este presente...
Por siempre...
Hasta un nunca final.
Que la abracen por la eternidad,
Para as nunca quererse retirar...
Qu podra hacerla quedar...
[Se sin que se la lleve la rfaga?
Quizs una mirada... Tan risuea
... Pero tan ahogada...
131

En una tristeza lejana...


... Reflejo de un mundo recndito de azar,
Profundo que dan ganas de hundirse sin despertar...
En tal nica, jams vista aquella diafanidad...

Y as mismo... No ser...
Luceros que cruzan fugaz
As con cierta malicia yacer...
Sino de indiscutible, cndida paz...
Sonrisa cerrada y constelada...
Cre ver un cielo sin estrellas...
Cuando le encontr abrumada...
Pero vi soplar muy de cerca,
La brisa que me traa con ella...
Dejando hermosas estelas...
Una singular huella
Que dej olvidada
Cierto individuo...
Antes que la luna
Se encontrase con su querido...
Amigo...

Montes que revocan en un abismo...


Bosquejo de tapiadas races negras...
Que me gue en senderos no marchitos...
Plidos donde divagar sola y en vela.
132

No, ya no sola...
Acompaada
Por mis huellas,
Y por una sonrisa,
Que me alegra...
Ojos de miel,
Que me contemplan
Me siguen y nunca
Me sueltan.

133

LI.

El cielo desvanecido en el tiempo.

El infinito firmamento exhala exhausto.


De las vaharadas de su profundo cigarrillo
Nacen las quejumbrosas nubes que de escalofros.
Se envuelven, y al cerrar sus ojos se dejan llevar,
Y en sutiles lgrimas se ahogan,
Cayendo al abismo desconocido,
Recndito, fortuito...

...De dnde saca sus lgrimas el firmamento,


si La Luna por ella se quedara junto a l viviendo...
Acaso es el matiz incierto de ocaso del ocano,
mar alborotado que anhela un retorno tormento...
Envuelto de cautivas vaharadas de ensueo.

...El escalofro se hace intenso...


En una calidez extraa se ha inmerso.
Sus labios se pierden en el silencio,
mientras sus palabras anochecen
envueltas de una dbil y acongojada,
callada tortura de invierno...
Volvindole de sombra y tormento.

...El tiempo. Irnico viento.


Se desliza silenciosamente,
estremece como escalofro...
134

Conmueve como un sueo...


Acongoja por quien se ha ido...
Se envuelve de recuerdos...
Recnditos, perdidos...

Vuelve al firmamento negro


pero de estrellas lo ha herido.

135

LII.

Lluvia.

Qu irona la tuya...
El jaspeado cielo se nubla,
Se quiebra con cuya
Luna que huya...

Cayendo va
Un mar de estrellas...
Desenfreno fugaz
De difanas huellas...

Que se anidan en millares de astros...


Para pronto sucumbir a un abismo...
Las olas que revuelven al viento vasto...
Al yacer tenue donde nacen los sismos.

Como nunca antes se ha visto,


La clida aurora ha huido...
Mientras el lgubre ocaso
Se ha envuelto de plidos gritos.

Las supuestas tardes fascinadas


Se abrigan de amantes sombros...
Se ocultan de sombras ensimismadas
En contritos escalofros.

136

Se deshacen los recuerdos perdidos,


En nostlgicos callejones de miradas...
Contemplando desde un balcn escondido
La melancola de versos escritos.

137

LIII.

Vrtigo.

Un escalofro ensombrecido
Se apiada bajo la penumbra de la noche,
Envolviendo de vehemencia los actos
Impetuosos que con estelas se borden.

Se asoman despiadadamente
El aire recndito y abrupto,
Sobre los prpados de los rboles
Y mi pecho agitndose oculto...

Mas no cesa el hecho amargo,


Cruzando el cielo su figura;
Tiendo rojizo el alba bordado
De calmo silencio de temple de luna.

...Hasta cuando pronto se agravia,


El sosegado paso de la madrugada
En una escalinata torcida y burda
Requebrada de su mirada.

138

LIV.

Columnas de ceniza.

...Continuamente columnas alzadas de cenizas...


Hace ya tanto que la vehemencia no se oculta en ellas.
En su cajita blanca, la primera vez una brisa
Solitaria la asol tras la ms feroz tormenta,
Y tras la oscuridad luego de un da se hizo trizas,
Ahogado el astro y la nia muerta de tristeza...
Cuando de sus labios brot una sed nica y sencilla.
El viento llev su susurro al odo diablo y agudo
Del inmortal seducido ocano de un trazo de fisonoma inmersa
De flaquezas e inocencia sombra.
Tan pronto hubo aparecido el mar profundo,
inasibles olas abrazaron a una nia,
Aquellas altsimas columnas estaban
junto a las orillas calmas de esas olas casi no tranquilas...
El oleaje embestido tom una forma acribillada y altiva,
dibujando de su marea dos brazos de culpable espuma,
envolviendo as de ternura la mscara marchita de la luna.
Bebi las lgrimas cadas y convirti en dulce esa amargura
En un vehemente soplido sutil de fino velo de nubes de altura...
Efmero y perpetuo llano beso etreo de risa sobrecogida.

139

LV.

Te Amo Demasiado.

Trabo mis manos en tu desasosiego,


Escalofros tenues, ausencia en sueos...

Al arrimarme en su regazo austero,


Mas no es l, sino el firmamento
Obstinado, desvanece al tiempo...

De pronto caigo de mi
Ensimismamiento, clido
Mar que se
Agita dentro
Sola slo en las palabras
Intimidada por el cielo
Amado, constelado, arraigado
Demasiado lejos, demasiado cerca
O quizs demasiado cierto.

140

LVI.

Escapar.

Cansada de todo.
Hacen ganas de irse...por un mero instante.
A la media noche,
o tambin en el amanecer creciente de la madrugada.
Terminar con todo,
destruirlo y convertirlo en mil pedacitos;
miles y millones, que de vidrio, me hieren las manos y los ojos.
A cualquier lugar,
a cualquier hora sera mi hora de escapar...
De qu, no lo s.

141

LVII.

Desgarrada

Mi alma es desgarrada
en un silencio abrumador.

Ese silencio que est en mis labios,


como una brisa sutil en un cielo llano.
Cielo raso, entre su fardo se sobrecoge
un grito de tormento con nombre ahorcado.

Ahorcado de fantasmas en un rostro violeta y plido,


Escondidos bajo su pupila, asomndose a un lado.
Se duermen sobre sus prpados, hacindolo soar.
Y en esos sueos negros ella se ve despertar.

142

LVIII.

Oda a la Luna incompleta.


Que luna ms hermosa
Baila en la oscuridad...
Quien se hace famosa
Por su ambigedad...

Tan rodeada de estrellas


Pero solitaria en la inmensidad...
Posee de recuerdos sus estelas
En su plido esbozo inmortal.

Se desvanece en escalofros...
Sutiles espadas de la noche.
Y la finura del rasgo perdido
Entre sombras y albores...

No entiendo tu hechizo
Tan slo me pierdo
En mi mirada, su vaco.

143

LIX.

Miren, es mi padre.

Miren, l est por all,


Montando altivas olas
En tal profundidad.
Miren aquella orgullosa
Tormenta que osa ahogar
A todos los tripulantes
De tan humilde barca de sal.

Miren, est en cubierta


Tras l lo siguen la niebla,
La luna y las dems estrellas.
Siempre en tierras distantes
Tomando de las riendas,
El sustento para nuestra mesa.

Miren, es alto y piel gruesa,


Plida pero curtida por el da.
Su cabello enraizado se mezcla
Azabache entre la brisa vaca
De la marea continua.

Miren sus ojos, de un ceo


Peculiarmente interesante.
Y de una mirada griscea,
Oculta bajo cejas abundantes;
144

Tan clara y llana como el agua


Que se confunde con el aire,
Al espejo sus ojos abra
Cuando los mos nacen.

Miren, los aos circulan,


Tu presencia se muere
Para cuando resucitas.
Te haces efmero bajo la lluvia,
Pero an queda una venida.
Tu visita se hace breve,
An espero tu venida...

Hay veces que l no vuelve,


Pero miren, es su sombra,
La que al crepsculo reaparece.

145

LX.

Oda a mi fantasma.

Carece de esos matices inciertos.


Mas su belleza reside en el plido sombro de su cuerpo,
jaspeado de nvea sutileza pero sin dejar de ser vehemente y contrito,
lejano bajo mis prpados tendidos.

Es un fantasma, de silencio vestido.


Quin es? Un murmullo dormido en mi garganta, o un escalofro;
Envolvose de risa ausente, oculto en la palabra que se aquieta en mi boca.
Mi boca que apiada sonrisas, a manera de su mirada infinita.

Fantasma de ensueo, eres recuerdo perdido en mi olvido.


Pero tu cuerpo sigue vivo, y tu mente ha empezado frases conscriptas,
allanando el mismo placer al que me confo.

Acaso la reencarnacin del habla perdido est sembrada en las races de tu sangre?
O eres otro poeta empedernido recndito de este mundo escondido?
Qu besos han allanado tu boca, para encontrar las palabras tan hermosas?

Puedo retornar a mi cajita blanca de aoranzas, y volver a verte vivo,


habiendo t escrito de cuando las olas del orgulloso mar arribaron a la olvidada luna de
ajar.

Ahora, muerto a mi lado y a mis ojos, pero vivo en tu libertad de cuerpo libertario,
Cuntas rosas has quitado sus espinas, marchitndolas de verdad?
Fantasma de mis pensamientos.
146

Atormentas en el ms impreciso momento,


y yo veo tu plido semblante a manera de inmortalizado,
o tu risa burlona como un susurro zanjado en mis labios.

Un par de veces te he encontrado mientras duermo,


lejano y cubierto de una niebla de ensueo.
Otras veces he odo tu nombre en las conversaciones ajenas a mi cordura.
Pero nada abrigo con tu recuerdo, fantasma hecho mo por mi locura.

147

I.

Oda a mi Madre.

Escampa el viento en tu reverso,


Tanto tu melena de ensueos se alisa
En lo crespo de tus recuerdos.
Mujer de piel morena, Maritza;

Mara es tu verdadero nombre,


Como la madre de todos los hombres.
Esa bondad de su rostro absorte
Impregnada en tus tibias facciones.
Pero te hacen suave e indescifrable,
Como una mujer forastera y distante.

Compasiva preocupacin abriga


Lo dulce de esa cndida mirada;
Tus subrepticios ojos de miel titilan
Resguardando la vida amada.

Tu olvido de nia te bautiza


Tal Mujer de sangre profunda.
Yace la belleza de tu barriga,
Al dar de vientre nuestra cuna.

Te envuelves de perpetua amiga...


Y le das lecho de sueos sin luna.
La tormenta de tu divino genio
148

Estremece las columnas del aire


Con un insubsistente sosiego;
Tus pestaas delgadas y afables
Esconden tu ira, de clamor ciego.

Te veo agobiada en clera trizada.


Otras veces callada y constelada,
Cubierta de pensativa niebla asfixiada.
En el soplo del aliento a tu palabra,
Los aos te hacen sabia y avispada;
Te envejece slo el trazo de una carta,
El paso del tiempo hermosa te arma.

El tiempo escurre en la constante rutina;


Todo cambia, muere y nace brevemente.
Sin embargo, es tu beso perenne en mi mejilla,
Tu presencia ms que sombras en mi ajena vida.

149

II.

Deseo extrao.

Quiero sentirte tan lejano.


Distante entre el tumulto
De la gente y de mis manos.
Quiero sentirte un ltimo
Momento entre mis brazos;
Ver tu sonrisa sin el nudo
Que t abrigas sin descanso.
A los rostros que construyo
De los rboles, cuyo llanto
No se logra or sin amparo.

Quiero sentirte, sin embargo,


Asido y contento en m dentro,
Tu respiro a mi piel quemando
Que se convierte en aquel fuego,
En mi silencio deambulando...
Transformndose en secreto
Raudo en mis ojos lamentando
Y en mi boca acallando, pero
Entre tanto que van andando
Y lento tus manos sin dueo,
Allanndome fcil a tu agrado
Pese a serte imposible luego...
En la distancia de tus sueos
O al contacto de tu catre bajo,
150

A la altura del errante cielo...


Sobre el bao del lavamanos.
Mi lmite se vuelve ciego...
Ante ti, absoluto humano.

Porque despus de tanto juego


De hacer nuestro aquel vicio aciago,
Al amor etreo, aejo y viejo,
Tiendo a teir tal de bizarro...

Y as te me vas dulcemente yendo


En tu voz quebrada de desengao
Al yo querer de ti desigual ensueo.
Quiero sentirme sobre tu regazo.
Incluso cuando desdichada duermo,
Igual deseo que me cia tu brazo.

Sin embargo, soy tan voltil,


Una brisa contrita que se aleja,
Se pierde en mis manos, fcil.
Frente a ti me volver ajena...

Permito a mi instinto, que perturba


A mi raciocinio, sembrar el miedo.
Puede que alguna vez me hunda,
Me sienta en otro lugar, paralelo,
151

Totalmente intrusa a mi vida obtusa,


Y me condene a un suicidio lento.

Convirtindome en una herida oculta


En tu incondicional desasosiego.
No das cuenta de mi vana y absoluta
Incertidumbre disfrazada de sosiego;
Cual crees en meloda de ultratumba,
Mis lgrimas siendo aquellos muertos.

Ellas son dulces estelas; t dices, forasteras.


Si lees el universo en mi mirada infinita afuera,
Podras darte cuenta. No son ms que huellas
De tu ternura rezumante y el miedo de perderlas.
Olvidarlas como otras sombras sin trascendencia,
Entristecindome de la ms discreta manera.

A pesar de mi pena, a la cual llamas bella,


Me robas esa sonrisa ms real y honesta.
Es cuando puedo huir mediante mi llanto
En tu hombro, muy detrs de ella:
Deslizas tu murmullo calmo e irnico,
Usurpndome la risa ms dulce y amena.

Luego me tropiezo con tu trazo agnico,


Mas omitimos todo contacto entorno,
152

Extraando ese abrazo tuyo eufrico.

Quera batirme sola contra mi nimo.


Sentirte muerto sobre mis piernas.
Sin el roce tuyo sobre mis labios.

-Combatir contra ganas aquellas


De dejarte para siempre en mi pasado.
Despertarme entonces junto a tu cuerpo,
Viendo con alivio que respiras a mi lado.
Extraviar el exquisito hbito de besarte
Para cuando te halle y retomar tu hlito-.

Empero el viento sopl muy fuerte esta tarde.


Me musitaba al odo que era el momento preciso
De huir y dejarte en mis recuerdos desatendidos.
Como siempre, el tiempo se volvi su enemigo.
Para nosotros nuestro aliento inequvoco.

Fue el tiempo, sin saber que ha de estar tramando,


Quien evit que me desasiese de tu mano.

153

III.

rbol extrao.

Inmersa bajo la frondosa selva de mi pieza,


De pronto veo bajo mis prpados, inclinado
A un rbol que desde su sombra empieza.

Alimentada solamente por un roco cercano,


Estaba desolada y desamparada esa tierra.
Un da, la luna pis ese suelo desperdiciado
Y not sedienta aquella dulce madre seca.

Conmovida, salv a sus cerros de otro tornado


de tristeza, y cansada se tendi en la vaca selva.
A veces rompa su siesta, confiando haber llegado
el sol y as acompaarla en su entraable puesta.

Levant su mirada redonda y difana al intervalo


Que hizo nacer en un lamento la olvidada tierra.
Desde la cspide tambin la buscaba su amado,
As debi tomar prisa y de s se quit una estrella,
La cual pareca una semilla de insignificante tamao,
similar al de una cereza. Entre la menguada hierba,
Escamp el plido fulgor que la sembr con reparo.
La superficie entonces calma, sin embargo,
Se volvi profunda y ligeramente siniestra.
De una forma singular el viento fue capturado
Volvindose presa de esa luna hecha nuestra,
154

Para no impedir el desarrollo del nimio rbol.

Humillado, el viento sopl de su impalpable celda.


El firmamento dorma cuando recibi su llamado.
La hurfana semilla contra l y su difano reino era;
A su odo la verdad recitaba el viento secuestrado.

So el cielo ser destronado de su trono y nobleza,


Los cuales le haban sido por la eternidad otorgados.
Despertando sobresaltado, quiso impedir la belleza
De aquel astro, dulce y subrepticiamente sembrado.

En cambio, su mujer lo vio levantarse con sutileza,


Lo cual despert a su instinto ante su hijo olvidado.
Mientras l se esparca en lo extenso de su fuerza,
Persiguiendo a un ser an no creado, ya no a su lado
Estaba ella desangrndose para cubrirlo con destreza.

Oculto con su plida sangre plateada, pudo el rbol


Crecer secretamente en el fro de aquella extraeza.
No obstante, cuando sus brazos se alzaron demasiado
Para alcanzar en la oscuridad a su madre all fuera,
El cielo precisamente vio desconfiando sus manos.
Ya la nieve no poda ocultarlo entre sus tormentas,
erosionada por el deseo lejano que lo ha abrigado.

155

Al tiempo de darle muerte, la luna intervino sin reserva.


El firmamento le dej respirar, pero slo quieto estando,
No permitindole arribar un abrazo de su padre, simpleza
De Vida, querer alcanzar aquel raso infinito, para calmarlo
La luna abraz a su rbol nefasto y le susurr con tristeza:

Bajo tu sombra, rbol extrao...


Es tibio tu contacto en mi silueta,
tan liviano y ordinariamente robado.

El viento suavemente me daba vuelta,


vea tu mirada de ramas sin arrebato,
aos sin recorrer tus extensos brazos.
Podra contarte en susurros desfaltos
todo lo que mi boca haba callado...
Pero si me voy yendo luego, allanando
tus hojas cadas buscando mi huida,
me he y te has silencioso encontrado.

156

IV.

Guerra interna contra la conformidad.


Me precipito
hacia un infinito extinto
pero inusualmente hermoso.

Semi impotencia
Semi esperanzas.
Ojal no caigan
en un retroceso ileso
de mi falda amarga.

Temo por el universo.


En miles de pedacitos
quede ello reducido.

Que todo est perdido.

Mas all de lo divino,


est forjado su destino.

Casualidad o la fortuna
entre el movimiento
aletargado de mis manos,
inevitablemente heridos.

157

Mi alma grita exasperada


Que no se pierda mi sentido
en una lgrima del vaco.

Y pensar, que la respuesta


est en nosotros mismos.
En el rinconcito oculto
donde se forjan la fe
y la adrenalina del ms
perdido detalle en el olvido.

Temo por la voz poco atendida,


su dolor infatigable y dormido.
Despertarlo para sanarlo con bro.

Si no ahora, Entonces cundo?

158

V.

Llanto de barrera y llanto de impotencia.


Veo en tus ojos pilares que se derrumban
Cuales sostienen con afn las estrellas
Que abrigas sin descanso ni bruma.
Yo corro hacia ti con el fin detenerla,
Esa destruccin cuya causa siembra duda
Por la mera ma ignorancia de ella;
Pero t un muro frente a ti me sitas,

Todos mis esfuerzos con tu llanto desesperas.

Ese llanto que me llena de impotencia,


Ese llanto que acompaas con tristeza
De problemas desconocidos y me alejan.
Ese llanto que sosegarlo no me dejas,
Llanto que me grita que me odias
Y que mi querer a tu dolor nada logra.

Entonces mi amar se torna una herida abierta


Que suscita mi llanto propio en tu ausencia.
Es que tan ineficaz es mi abrazo, o prefieras
En una soledad dulce estar inmersa?

Talvez aversin te produce mi presencia


Y sumadas tus nuevas lgrimas mi conciencia
Se enferma, se contagia de culpa inversa.

159

Posible mi egocentrismo me manifiesta


La virtual necesidad de tenerme cerca.
Sin embargo, tus palabras me apartan
Nuestra amistad fue una ilusin ahora amarga?
O romp con nuestra historia tus esquemas?
De la ley individual y la indiferencia.

Igualmente al margen permanezco austera,


Esperando que un da mi retorno quieras.

160

VI.

Exquisita tentacin.

A ver si me pierdo en tus ojos oscuros,


A ver si te pierdes en los ojos verde mos.
A ver si me sacas otra sonrisa, si me giras
Entorno de tu cuerpo de nuevo vaco.

Porque podra extraviarme en tu risa


Y obsequiarme a tus brazos tendidos.
As en un beso llano nos dormiramos.

Dormir y no regresar nunca.


Caerme en el sueo que reside
En tus prpados y en mi nuca.

Escaparme para no volver nunca.


Callada sobre un campo quieto
Del cual slo los grillos meten bulla.

161

VII.

Frutillas y mediocridad.

Me cans de la mediocridad,
de las excusas sin sentido
y de los fines sin alcanzar.

Me he hartado del egosmo


y sus secuelas en los dems.
De la gente, que de s mismos
no pueden y quieren ver ms all.

Todos pierden la credibilidad


Entonces quin dice la verdad?
Tal vez mis ideales no son nada,
slo falacias de mi integridad.

Quiero comerme una frutilla,


como se devora una gacela
a un cruel y ordinario len.
La justicia es tan ciega
como debera serlo el perdn.

Entonces me pregunto cul es el error,


porqu ha crecido el follaje en ese secreto rincn.
Adnde se ha ocultado la ilusin
que abriga el deseo de brillar del sol.

162

Esperar un destello de algn


detalle que me sonra sin pavor.

163

VIII.

Perdona mis silencios malditos.

No puedo llenar los espacios vacos


Sino con mis silencios enloquecidos.
Inquietan tu alma porque logras percibirlos
Creyendo que oculto confidencias,
Cuales no existen, al menos sin sentido.

El problema sea que lo dicho no sentirlo


Que no me nazca decir nada y vivirlo.
A mi boca le gusta quedarse sin sonido,
Cerrados los labios por inercia acostumbrados
A ser en sus palabras malditas limitados.

Pero en otras hay un zumbido en mis odos,


Lgrimas necias asomadas en mis ojos trmulos.
Mi cerebro propio zanjado solicita mi cuerpo
Para manifestar lo que es inalcanzable decirlo.

Perdona mis silencios malditos,


Que a m ocultan su real principio.
Tal vez les falta una annima meloda
Las palabras que juegan a las escondidas.

Perdona mis silencios malditos,


Nacieron y se quedaron conmigo.
Siempre me gust hacerme la muda
164

Para escuchar del viento su latido.

Perdona mis silencios conscriptos


Que marchan por un intransitado camino.

Perdona mis silencios malditos,


Ellos encierran mi lealtad a la desesperanza
Que tanto saco dentro de mi abrigo.

Perdona mis silencios malditos,


Que se roban la sonrisa de la ma boca tuya
Besada por el movimiento aletargado de los tuyos prpados mos.

Son races, como la de los rboles,


Me entierran en un silencio maldito,
Todos esos silencios malditos.

Perdnalos, creen esos malditos


Que t tienes que descubrirlos.

165

IX.

Bienvenido a la rutina.
Bienvenido a la rutina.
Escarpa en tu vientre
Holgazana tu desdicha,
Quien inmersa te tiene
En un nervioso tnel
De blanca monotona.

Bienvenido a la rutina.

Al juego que te surte


De comodn la mentira.
Siniestra que te engulle
Los minutos de tu vida.

Bienvenido a la rutina.

Al veneno que no bulle


Sino a tu furia contenida.
Ese laberinto que te rinde
Una desprevenida huida.

Bienvenida seas, mi rutina.


Bendita entre los hombres
Amantes de la desentendida
[Quietud del medioda.
166

Bienvenida, ojal un da logres


Cansar esas mas ansias negativas,
De negra noche siempre esparcidas.

Las que arduas tien con malicia


Mi plida razn natural sin gracia,
En una hermosa sonrojada rebelda.

Traviesa es mi alma apasionada,


De vehemencia anda guarnecida.
No es algo personal, slo se halla
Eterna y etreamente en guerrilla
Contra ti, querida y odiada rutina.

Bienvenido a la rutina.

Listo para ser dormido


En la perenne pesadilla.
Disfrazndose con sigilo
De la idealizada energa
De la vida real y torcida.
Bienvenido a la rutina.

Cada vez se hace ms tarde,


Para escapar de su morfina.
El nico antdoto viable
167

Es dejar su simetra partida,


Desvanecindose en el aire.

168

X.

Y si...

Y si slo diesen cuenta de los detalles


y no de tan numerosas superficialidades.
Si tuviesen ms sencillez que vanidades.

Si diesen cuenta donde nos sumergen todos


en una rutinaria vida de monotona ahogante
quitndose esa venda suciamente revestida
de risibles dlares cautamente repugnantes,
y mirasen por primera vez, no vacilantes
al secreto a voces, el grito tcito y amante
de aquellos muertos e impetuosos rboles.

Y si una seca hoja de otoo te tocase.


No pensaras si es el llanto secreto
De aquel noble que se alza tal rojizo
En un cuerpo enraizadamente gigante?

Y si el viento suavemente susurrase


A tu odo hasta ahora tan dormido,
El lamento de quien en s las abrigase,
Haras algo para quitarle su abrigo?

169

XI.

Pausa.

Acaso es imposible poner pausa?


La vida nunca parece detenerse.

El tiempo de consecuencia y causa,


No coexiste respectivamente.

Rebobinar es slo posible


En un viaje mental permisible.

Sin embargo, ni en el universo


Del pensamiento la pausa vive.

Podra ser el mismo hecho


De pensar ser la ilusoria pausa
[indestructible.

No.
Ella no existe.

La fugacidad de la actualidad
Le quita toda hermosura capaz
A la belleza decadente e irreal.

Esa, de la pausa tcita quizs.


Porque es inevitable el aire palpar...
170

Cuando crees en la naturaleza como tal.


Al acostarte en el tierno follaje del parque,
Y contemples extasiado las nubes en el mar.

Cuando el mimo imagina estar


En una caja invisible de notar,
l sabe que de mil molculas
Encerrado est en realidad.

Cuando caminas. Te detendrs.


Te encuentras de pronto con
Algo hermosamente inusual.

No es posible poner pausa. Jams.

Pausa no es un acto ni una palabra,


Es el nombre de una mujer enraizada
En subrayar con discrecin la belleza
[De mirar.

Danzarina entre la niebla ocurrente


De quienes no se detienen nunca
[A mirar.

Ella es quien susurra tenuemente


En tu ciego odo a todo tu alrededor
171

En silencio y con todos los sentidos


[Apreciar.

Ella es quien atisba tu iris dramtico,


Respira en tu tmpano con esa clida
[complicidad.

Ella es quien echa polvo de sueos


En tus prpados para no despertar.

Ella es quien oye tus pensamientos


Y te dice en el viento: Ya no ms.

Pausa no es ms que sinnimo ingrato


De su prima hermana; vida se hace llamar.

Pausa no es la amante amada e implcita


De quien se enamora de la rutina eterna
[Y del jams descansar.

Pero s de aquellos que siempre osan


Contemplarla en los detalles que ella
[ha creado con ternura y afn.

La pregunta no es cmo se debe aplicar


Pausa a la vida, a los pensamientos,
172

A los malos sentimientos, a la msica,


A las pesadillas, a la pasin, a la verdad.
Ni tampoco si es parte de la realidad.

Acaso ella quiere a los hombres forzar,


Para a la naturaleza contemplar?

173

XII.

Lo ms lejos.

Quiero huir lo ms lejos, donde el ruido es asfixiado.


A travs del viento un susurro mudo me ha gritado.

Era el aullar de un ocano que jams le da descanso


A su tormento de no convertirse al olvido pausado.

l agita con vehemencia su cuerpo etreo desatado


Deseando mi llegada a su orilla de caminos vastos.

sta noche me ha devuelto un escalofro intimidado.

174

XIII.

Creme.

Creme, tal vez no sea tan fuerte mi grito en el aire.


Pero su eco en mi alma bulle intensamente punzante.

Tal vez mi grito no vuele fragmentos de un diente de len,


Slo los fragmentos de mi espritu se alejan para no hallarte.

Lentamente, mi grito cae de manera de lgrimas errantes.


Tienen de refugio mis labios; Salado el sabor del dolor.

Gritara hasta quedarme sin vida alguna o semejante.


As con mi muerte lograra la huida de tal sinsabor.

De ese remordimiento adelantado por herir a quien me am.


De esa culpa atrasada de buscar amar donde no puedo yo.

Creme, que he encontrado al ngel ms hermoso que Dios cre.


No tienes que soplarme un diente de len: slo bsame. Eres t.

175

XIV.

Exquisita trampa.

La vida. Nadie ms que la vida


Me jug una trampa exquisita.

Amor se llamaba la inequvoca.


Me lleva a caminar a la luna infinita.

El amor tena un rostro afable, sonrisa sin fin.


Ojos que me persiguen por siempre, yo feliz.

Ese Amor con rostro de hombre me hace vivir.


Y si muriera, no me lamentara de mi existir.

Sin embargo, quiero vivir para extraviarme en l.


En ese regazo no estara ms perdida, nunca ms.

176

XV.

Un gato trepando hasta la luna.

Te vi saltar, enloquecido por la bruma de la noche.


Tal vez bailabas una meloda como el flamenco,
Que a m me hace pisar con fuerza el suelo.

Esa fiebre que tienes, felino, ya la he visto.


En mi propio semblante, la compartimos.
Esa locura, amigo. Ambos la sufrimos.

Entonces, Por qu de m has huido?


Cuando te he llamado con mi sonido.
Tiernamente te me aproximaste, pero Bah!
Ms cerca de m ms lejos, escurridizo.

Esa misma noche acte con el mismo


Paso, amigo. Me llamaron con sigilo,
Al odo dulzuras me tornaron sin sentido.
Entonces escurridiza me volv al tiro.
Mujer y felino, trepando hasta la luna.
Para luego caer a la tierra al menor indicio.
Nuestros miedos nos vuelven esquivos.
Puede que el tiempo dcil nos construya.
Un gato trepando hasta la luna.
Y yo compartiendo su locura.

177

XVI.

Contigo.

Contigo las esperanzas brotan,


Como plantadas frente al roco.
Contigo las palabras sentido toman,
Como en los poemas cobran sonido.

Contigo me pierdo en el abismo,


Aunque todo an parezca ficticio,
Como t antes lo has dicho.

Contigo la noche parece ser da,


Eres la luz que provoca sombras,
Y esos miedos los da el destino.

Contigo para soar dormir no es necesario,


Por eso hasta tarde despierta me quedo divagando
En los fragmentos de amor invertidos.

Contigo podra compartir la vida entera,


Pero es la voluntad que nos har vivirlo.

Contigo los detalles resaltan por su brillo.


Contigo me dan ganas de huir hoy da mismo
De mi casa y arrojarme a tus brazos tendidos.
Mirarnos a los ojos por siempre y besarnos
Perdiendo la nocin del tiempo y el espacio.
178

Contigo los sntomas dan positivo.

Contigo puedo ser la que no ha existido,


Sino en burdos y escondidos escritos.
Contigo se despierta la poetisa que ha dormido
Esperando encontrarse con una persona: contigo.

Contigo soy honesta; slo t conmigo.


Contigo siento que me enamoro de un desconocido:
(Verso robado de un poema mo antiguo).
Pero t sientes lo mismo conmigo?

179

XVII.

Palabras de amor perdidas.


Miras cuntos
besos lanzo
pero nadie puede
agarrarlos.

Lo nico que hago


es extraarlo,
sin embargo,
no viene a mi lado
a robarme mil
besos descalzos.

Me cie la cintura
Tu brazo?
No, slo abrupta y triste
te siento lejano.

Ven y sbete
por mis trenzas invisibles
a mi balcn enraizado.
Que me cia tu brazo
mientras derramas
Polvo de sueos
En mis tendidos prpados.

180

Ven y yo trepar
a tu cuerpo que escampa
en la lejana hierba
de mi almohada.

Ven, que yo besar


tus labios mientras hablan.
As los callar en un susurro
desfalto.

O con una meloda


que te duerma sobre
mis brazos, que son delgados
Para cuando comparta
tu utopa subconsciente
y sin reparo.

Te amo,
palabras sencillas pero infinitas
dentro del cielo raso
pero que la luna ama ms
sin dudarlo.

181

XVIII.

Lapsos, mejor dicho.

Pero dnde meter el alma ma?


Dentro de este cuarto no precisa caber,
se escapa por los orificios de mi ventanal
que se ha cado de su sitio.
Mejor dicho,
dnde coloco este sentir dentro
de esta alma que se ha quedado pequeita;
rebalsa de los orificios donde antiguamente
estaban mis espinas,
y huye de ella para encontrarse con otra alma.
Mar de mariposas inconformistas
intenso y vehemente se conmueve
a s mismo en universo
que tambin le queda chico.
Mejor dicho, convence su agitamiento
una fuerza proveniente
del centro de la tierra,
qu gravedad nos consume y nos ata,
nos empuja hacia dentro.

Y qu extrao, en la luna me encuentro.

182

XIX.

Gorrin.

Dos los que vuelan con sus alas unidas son.


De pronto un rayo atrapa a uno y lo parte en dos.
Su cadver se precipita entonces en un charco
[De nube gris y azul.

El otro le busca pese a la lluvia que le ruge.


Planea como loco y la bruma le confunde.
El agua a sus plumas de colores se le adhiere
Y el peso a su vuelo para resignarle le hiere.

Cansado se aleja, y a las horas entristece


El cuerpo del pjaro sumergido en el ocano
Extenso de la calle y los autos imponentes.
Atraviesa esa ilusin guardada el fro acero.

Al caer tu trazo no lo da el sol.


No se cuela entre las paredes
Negras para calentar tu dolor.
Slo son muerte y splica quienes
Protegen tu mgico candor.

Gorrin, por qu te mueres.


Odio aquel rayo que te parti.
No quise ser relmpago siendo gorrin.
Yo por ti habra dado la vida.
183

Contigo volar, pero amarte no.

Habras callado tu canto, gorrin;


Demasiado dulce el tono de tu voz
Para el rastro que la lluvia no dej.
Qu esperanzas mi sonrisa te dio?

Quiz dibuj sin querer en el cielo


Lo que tanto buscabas en tus sueos.
Entonces te lanzaste en mi encuentro
Tras las estelas esparcidas por mi vuelo.

Nos unimos.
Qu hermoso era volar contigo.
ramos ms que ngeles cayendo
Y luego regresando al paraso
Ahora a mseras ruinas reducido.

Porque te has ido. Tan lejos


Ahogado entre olas urbanas
Y botellas que exigen rescate.
Los perdidos no han escrito
El lugar para ir a salvarles.

Ya s dnde has cado.


Pero te me deshaces al tiro
184

Apenas tengo de ti un atisbo.


Quiero hallarte en el fondo.
Por ello me hundo en el lodo.

El barro contagia adrede


A mi llanto tu martirio.
Nos rene un suplicio mutuo
Donde todo se ha destruido.

(Recobro su dulce dormido boceto


Guardndolo en mi jadeante pecho.
No bien me convierto en trueno
Traicionado yndome sin revivirlo).

Adoraba que fueses mi amigo.


Pero te mova estar conmigo
Un amor profundo y prohibido
En tu parda alma escondido.

Gorrin, yo no te absuelvo
La forma como me has querido.
Es la belleza mi don maldito,
El fin de tus medios benditos.

Aoro lo que constituimos.


ramos dos gorriones con una
185

(Que no era) Amistad sin parecido.


Ahora soy el rayo de muerte
Que por siempre ha de herirte

Gorrin, perdname.
Nunca alas quise levantarte
Para que ansiaras mi cortejo.
No deb exhibir as mi vuelo.

Gorrin, no esperes mi arribo.


Que me hayas hecho sentir
El viento acariciarme tibio,
No me har caer en tu abrigo.
Si permanecemos unidos,
Debers deshacer el nido
Que me has construido,
No descenderemos en ningn camino.

186

XX.

Sueos.

Slo en sueos suelo resolver


Bajo la manta de la neblina
Poco saturada de m conciencia
La culpa de olvidarte en vida.

Aparecer, sorpresa, tu rostro,


Tu dorso, tus ojos, semblante,
Cabello y piel oscuro y claro,
Te llamo, volteas y hables.

El dolor est en tu lengua


Retumbante. En mi garganta
La siento como cobarde;
En realidad desconozco
Por entero al nuevo hombre.

Y por ello te desdibujas,


Ya fuiste borrado pero
No desapareciste. Existes.

Ya no en mi mundo burbujeante,
Sino slo en las lneas ya trazadas
De mi cruenta novela del alma,
Hecha de fragmentos y poemas.

187

Existes, pero ya no eres dentro


De mi cabeza lo que eras.
Sigues viviendo en el mismo lugar
Donde mis pasos se acercan, mas
Ya no ingresan.

Y te esfumas inclusive en recuerdo.


Te deshaces, disuelto en olvido soluto
Te conviertes ante el otro disolvente,
Y sombras en la noche resplandeciente,
Son las que me sirvo y mi cada curo.

Me pregunto si alguna vez tus ojos


Se posaron en mi figura por coincidencia,
No fortuna, y sin ms, obvio
Retiraste con prisa la vista inversa.

Directa yo nunca ms tropec


Con la real imagen de tu pertenencia;
Entre excepciones se cuentan
Una fotografa, tambin mi sueo
Terrible en el que me perseguas
Para quitarme por fin la inocencia.

188

Pronto despert somnolienta.


Evoqu tu presencia para luego
Disolverla.

Si te quise tanto Ese querer


Dnde tan bien lo he escondido?
No pude evitar envolver
Lo ltimo que queda de ti
Bajo sbanas con descuido.

No te quito trascendencia,
Pero de ti no hallo estelas
En la espuma del ocano
De mi vehemencia.

Los recuerdos se extravan


Dentro del presente que no besas.

189

XXI.

Prejuicios heredados.

Me hace dao con sus prejuicios,


Porque tambin los hago mos.
Toda mi vida los he vestido
De los miedos de mi alma favoritos.

Me contamina los cauces de la vida


Con su verdad absoluta de desdicha.
Con la misma boca que me hizo
Conocer el cario, me dice estalactitas
De horrores que me tejen fra.

Helada como piedra, srdida de confianza.


Ser vctima hizo creerle que yo debo ser
Slo victimaria, pero ella acept la suerte
Como suya; y desea cambiar la ma
Siendo distinta.

Ahora anhela otra existencia


Para su hija siendo conformista.
Amarra muecas mas a cadenas,
Corta mis alas inmensas, herirlas
Solamente logra sin destreza.

Qu felicidad es esa?
Somos tan diversas, hechas
190

De casi la misma clula.


Pero yo no soy ella.

A semejanza me arma
Dulce como una estrella,
Queriendo slo la luna
tenerla. Su sonrisa de vuelta.

En mi bolsillo guardo
Otro tipo de astros.
En mi alma se tuercen
Las estelas del dao.

Tratan mis lgrimas


De curarlo.
De ahogar el rastro
Que han ido dejando.

191

XXII.

Entre cadveres.

Repentina obsesin la ma.


Cortar y obsequiar, o escribir entre
Esas partculas explosivas
Que tanta vida arrojan.

Comenc por extraer semillas


Ya en silvestres amargas achicorias.
Sin embargo, en s abrigan
El temor de ser invadidas
Por mucho ms que una brisa.

Porque pronto el viento agita


El inconstante andar perfecto
Que un diente de len habita,
Slo hecho para ser deshecho.

Era el vaco que la flor grita,


Ser destruida desde muy dentro.
Que sus cenizas sean esparcidas,
Ya no enhiesta en un prado cuerdo.

De la cotidianeidad compungida,
Expectante por un rayo de vida.
Resignada a esperar sin prisa
Algo que no estaba en s misma.
192

No haba equilibrio ni sueos,


Slo una podrida mala hierba.
Sepultada, extraviada en la tierra
Bajo la caricia de su dueo: el cielo.

Ella le devolva estril


Amor y presa en dolor ajeno,
era real, suyo y fra.
Se aferraba a su construido fuego,
Demasiado dotado de hermosura,
Demasiado inestable ese cuento
Reemplazando por ese hbitat la luna.

Y all melanclica ella permaneca


Deseando sin desear un terremoto
A modo de tempestad desvanecerla podra.

Es naturaleza muerta.
Es diosa del drama de la existencia.
Quizs la flor ms inhspita, desencantada,
Le gusta desvanecerse y extraviarse.
Con mariposas e insectos se acuesta.

La muerte se cierne en este mar de maleza seca.


Las partculas yacen sobre la hierba.
Las abejas beben de lo que queda
193

De ella y sus hermanas, flores


Que lucen pequeos soles lucirnagas.

Eran las aves!


Las aves son las culpables de los cadveres.
De un torso azul luminoso y metlico resplandeciente,
Las que devoraron a mis dientes de len,
Ellas fueron autores de los crmenes de tales cadveres.

Escribo entre cadveres.

De forma lunar,
Ciclos vitales.

Es el costo de vivir,
Quebrarse,
Destruirse.

Es la mejor metfora que podra haber


De la angustiante, terrible, agridulce,
Suave frgil existencia, que ganas dan
De desdibujarla, destruirle.

194

XXIII.

Mi rbol salvaje.
Antes.

En un paisaje netamente triste,


Est aquel rbol desnudo.
Quien fue una vez hermoso y envidiable,
En la realidad imposible, pero aludo
A mis sueos para verle, an siendo salvaje...

Levantarle del desierto


no me significa ningn dolor.
No alcanza a herirme su peso
Llevndolo en mi carrito de color.

Luego.
Con mi ocano alimento tus races
(Que has tejido para protegerte) Del alma.
De pronto me he enamorado
De la deliciosa sombra que me regalas
Cuando bajo ella me pierdo dulcemente.

De pronto te he seducido
Arrojndote partculas explosivas
Que tanto detestas.
Aunque ya no vuelas
Alto me llevan tus brazos
Casi las nubes tocando.
195

Despus.
Pude pintarme alas y aterrizar
Despaciosamente en la luna.
Te hago conmigo llegar
A ella aunque adherido a la tierra
Sigues, sin embargo me obsequias
La perdicin ms deliciosa eterna.

Porvenir.
Djame acariciar sin tocarlas
Esas races hinchadas de cicatrices.
Qu yo amar tu tronco
Como la extensin de tus cortas alas.

Djame que yo las reconstruya


Con las mariposas de mi alma.
Me servirn de hilo la espuma
De mi ocano, y la hechura
Nuestro amor sin censura.

Presente.
Qu tal de aguja, mis versos
Y la tan dulce desgraciada rutina?
Transcurren los segundos,
Y yo lejos te beso las nuevas plumas,
An me faltan muchas.
196

Tantas.

Antes eras rbol lnguido y salvaje,


Luego fuiste mo, despus amado,
Porvenir ya viene; el presente
Acaso es coincidencia que as
Tambin se le diga a un regalo?

Un ngel que ha cado en mi regazo.


Amarte ser el mejor poema
Que escriba.
Y pienso demorarme toda la vida.

197

XXIV.

Hombre.

He quebrado el firmamento
En mil pedazos. Y en su cada
Se siembran en la tierra,
Olvidndome de su rastro.

La luna, que ha descendido


Con los astros,
Se ha clavado en un rbol.

Y ste la mantiene en la altura,


Permitindole tocar la brisa de mar
Que envuelve a todo el universo
Como un extenso y secreto ocano.

El violeta esconde en su vasto rastro el verde anaranjado celeste gris sobre mis labios
rosados,
Agita el dorado castao de mi cabeza como raz
De sus brazos, mi piel de bronce y mis sueos no saturados.

Controla mi vehemencia en su espuma clara,


Que se conmueve inclusive sin verse
El hombre.

Son todos los hombres como la lluvia,


Y cada uno una de sus partculas.
198

Slo algunas me mojan,


Una sola me besa y recorre entera,
Mi cuerpo la absorbe y no la olvida.

Porque la guarda en la venita cercana


Al corazn y el alma.
Donde se traspasan las mariposas
De mi primavera eterna.

Llevndole al hombre
Mis estrellas.
Slo en la caricia del tiempo fugaces,
Pero cuya estela
Se queda atndonos
Enervada hasta la muerte
De la incertidumbre certeza.

199

XXV.

Algo ficticio.

Algo ficticio. Sin pies ni cabeza.


Algo ficticio. Pero podra ser real.
Algo ficticio. Pero que tiene forma de cereza.
Algo ficticio. Pero un sentir genial.
Algo ficticio. El tiempo la razn nos dar.

200

XXVI.

Universos.

Quiero colorear mi amargura,


La voz de mi barca.
Que tan lgubre se tie de negro y blanco,
Slo a veces toma un puado de grises.

Que no sea slo rosada mi lengua,


El canto que prosiga a mi boca sea tal
Tambin cuando hablo descalza.

Mi cabello es liso porque el mar se encuentra en calma,


Pero en lo ms bajo y profundo de mi universo
(Expandindome como t, el tuyo)
Mos colores se confunden
En la oscuridad envolvindose de violeta,
Y en mi suspiro cae un poco la noche,
Sube el sol con sus alas fluorescentes.

Somos universos paralelos,


Estremecidos por/con los otros.
No existe uno solo, sino
Incontables que no descansan,
Se crean y autodestruyen,
Explotan y renacen,
Se acaban y nacen,
Besndose.
201

Se confunden al disolverse
Uno con otro, o innumerosos.
Cmo atraparlo todo.
No existe el todo.

Sino todos.

Qu ridculo y mediocre decir que todo


Conforma un universo.
Solo.

202

I.

La justicia.

He tropezado con ella


Y no me reconoce.
Yo tampoco.
Ambas a propsito.

Luego choco con ella


Y me ignora.
Sus dorados cabellos me reflejan
El sol culpando,
Pero las imgenes se han reiterado
Y verle la sonrisa a los muertos
Cura la culpa.

Est feliz.
Vuelvo a la justiciera,
Ella me elude
Porque le he quitado el marido.

Placer,
Y me odia
Cuando antes
Me deca hola.

Porque abandon la muerte,


Me rob su eterno platnico amado,
203

Y ella sigue su recorrido,


Se desva, ante mis ojos escapa,
Yo me extravo y me olvido

204

II.

Algo cae.

Me desdibujo con el agua


Que cae sobre mi mejilla,
Tratando de acallar
El eterno tormento
De mi ocano violeta.

Cunto quisiera secarme por dentro!


Mi vehemencia se desborda de mala manera,
Mi cuerpo a pedazos insignificantes queda
Reducido con el golpe de las rocas
Que tanto quiero quitrmelas.

Algo cae.
Como si las murallas
Se me vinieran encima,
Las luces estallaran
Sobre mis ojos, que no hallan
Descanso ante esa boca amarga.

No.
Son mis ojos
Los que explotaban.

Tu lengua que me quiebra.


Es tu rostro an hermoso
205

Bajo la tempestad en la
Que me encierras.

Qu contradictorio el tiempo!
A ti me une y me desata,
Me da vida y me mata.
Me contagia tu enfermedad,
Y mi inocencia debilitada.

Algo cae.
No son lgrimas.
Es el amor puro
Que armaba.

Algo cae.
Son las horas,
Y consigo traen
Mi deshojada honra.

Algo cae.
Somos nosotros.
No sola,
Saltaste.
Me salvaste.

206

No quera yo,
Pero regresaste.
(Me devolviste el alma)
A amarme.
Como si nada
Con todo.

Algo cae.
Son las palabras
de tu boca
ya no arden.

Deja que sobre ti caiga


Mi martirizada persona.
Estremecerme dentro,
Que te quemen mis olas,
A veces de hielo o hirviendo.

As con dulzura
Mecer tu barco
Desafiante.
Y hacerte caer
Otra vez a mi ocano.
Hipnotizarte.

Para no ser yo
207

La que cae sobre s misma


Tormentosa y frgil.

208

III.

Dcimo octavo cumpleaos.


(Tenas razn.
Soy destructiva y vehemente,
dejando muertes bestias
Muertas a mi paso.)

Hoy se supone que he envejecido.


El da me ha dado el primer regalo,
Me acarici con el sol la cara
Y el resto del cuerpo pintado de pijama.

El verde de los rboles bes mis ojos,


Le pas su lengua, y una brisa de primavera
Me abraz fuerte y dbil, y sin darme cuenta,
Un hilo de nostalgia se at a m, pinchndome como aguja.

Algo extrao ha pasado.


No me siento defraudada en mi cumpleaos,
Aunque sea temprano.
Es comn el recuerdo
De los otros.
Me hubiesen salvado.

209

IV.

Escopeta.

El fro envuelve hasta los ms


recnditos rincones de mi alma,
entibia mi sangre espesa, llana.

Qu tiene el invierno,
que me hiela tan dentro?
Un vaco me he vuelto.

Y en esa soledad
De enamorada
Es tu recuerdo
Que me llama.

Slo un beso,
y yo me hubiese
derramado sobre ti.

Cuntas veces
En mis sueos
Me vas a perseguir?

T tras de m,
La plvora
En mi rubor.

210

Qutate esas
largas piernas.
Tira el rifle.
Y chate a volar
por la tierra.

Para los ojos arrancarte


Con mis salvajes caricias.
Por hipnotizarme.

Y robarme lo que
Nunca deb maullarte.

Y odiarte
Porque con esa mirada
Me descubriste
Tras el follaje.
Y resolviste cazarme.
Qu fcil presa
Me creste y deseaste.

Te tent siniestra.
Disparaste.
Te burl, arlequn
Me fui a la pradera,
Y an as
211

La coja felina
al dolerle la vida,
Suea con la escopeta.

212

V.

Separacin.

Casi puedo tocarte, Algarrobo.


Pero se queda en Santiago
mi alma deambulando
en torno a mi amado.

La nube gris transparente


del cielo no es sino bruma
de sueos vehementes.
Tu cuerpo en la luna,
tu espritu me llevar.

Cada noche me beber


tu esencia de espuma,
en la lejana cubrir
de estrellas tu piel oscura.
Te cantar desde la lejana
pero ntima
bajo los mismos astros...
Hasta que me traigas
el verdadero ocano
en un intenso beso.

213

VI.

Lejana.

Las escondidas no son


nuestro favorito juego
Durante el verano, sino
Que hemos sido obligados.

Termino de contar
Los segundos.
Dnde te has
escondido?

Doy los primeros


Pasos bajo la frondosa
selva de recuerdos
que habita en mi universo,
tratando de dar contigo.

Tus ojos los siento en los mos,


a pesar de tu escondite lejano.

Porque es tanto lo que te amo,


que no tenerte conmigo es un
hueco fro bajo el fuego
que produce la espuma de mi tormento.
Prosigo.
Ya no s cmo sobrevivo.
214

Los das se agotan bajo la rutina


del cielo quebrndose con las olas
y el sol despedazado en colores.

Ests acaso
En el atardecer enrojecido?
An as todava no acierto.

Si cae la noche,
lo hace amarga
como un velo asfixiante
sobre mi cabeza.

Me vuelvo ciega
Bajo las sombras
Que te ocultan
Y cansada me retiro.

Me tiendo en la luna,
Cuento hasta cinco.
Dormida.

Me acaricia con dulzura


tu voz, el resoplido
de tu lengua.

215

Cuando he credo
alcanzarte te has desvanecido.

As que slo me hundo


Buscndote onrico,
mientras tejo una trampa
digna de una araa hermosa.

De a poquito con mis hilos,


Ir absorbiendo tu esencia
Que tan frgil es para el olvido.

Pese al material
de mi sentir concreto,
Es la distancia contrita.

Pero si vences las horas


Quiz el espacio se rinda.
Y nos escondamos ahora
Juntos de su prisma.

216

VII.

La memoria.

Es frgil la memoria.
Basta un hombre
Que lance una piedra
Para casi destrozarla.

Es una jarra cristalina.


Dentro el pasado es polvo.
Dentro los segundos,
Las palabras, los lugares
Se distorsionan.

De pronto la nostalgia
Puede dejarme sedienta.
Las lgrimas son esparcidas.
Entonces bebo, pero es ella
Quien bebe de m
Y me arroja anodina.

Hay algunos versos


bullendo vehementes,
Extraviados en un
Perdido presente.

Promesas rotas.
Juramentos para un siempre
217

Ya inexistente.

Vuelvo a mecerme
En cada letra.
Pero me tropiezo
Con el olvido agridulce.
Su impulso dbil
No alcanza para hacerme
Recordar.

Casi parezco una piedra


Con tanta historia.
Inmvil y melanclica.
Griscea, roda y cida.

218

VIII.

Confesiones de grises hojas.

No hubo palabras ante tu mirada.


Tu voz de teclas.
Bebemos limonada sin agua.
Sin dulzura, cida nos tragamos
Las gotas de tanto en tanto,
Qu amargos los ojos, tu boca
Que ya no desprende
Sonrisa cuando me hablas.

Tus labios hmedos


De un desprendimiento
Que no bes.

Extraviado en una lnea de agua


Que a mis versos no habitan acceso.

Veo fro y candor en tu figura,


Un juguete que bramo
Tras ajetreo mucho,
Como desnutrido de penas siento,
O tan distinto.
Tan desconocido.
Tan real.
Que no eras, sino ahora.

219

Existes tal cual,


Sin pretensiones ni ilusiones,
Vagabundo de ambiciones,
Tan acariciadas sin tocarlas.

Que gris me pareces ahora,


Como una neblina te ahoga.
Como si en polvo te convirtieras,
Eras de las nubes siniestras.

Una aficin a m ajena te cubriera,


Te pica y te hieras, sin embargo,
En quitrtela no te molestas.

Y yo el botn del centro,


El candado de tu tristeza.

Arrjame lejos, como de trapo mueca,


Que no te des cuenta.
Soy fea y agridulce,
Olvdame en algn asiento de micro,
Que ya tengo quien me recoja y tenga.

Vete lejos, corre cuanto tus alas


Te permitan ciegas.

220

Qu es?
Uno nace sabiendo cmo amar
Para no hacer dao?

Es esto amor?
No sabra cmo llamarle,
No s si es amor.

Por qu le tengo tanto miedo al amor?


Si ni siquiera le conozco bien.
Cmo sabes que amas a alguien?
Acaso sentir incertidumbre es parte del amor?
No saberle su figura, su dolor, sus palabras,
Su sentir, su perdicin?

Por qu tan efmero y voltil su perfume?


Quin eres, amor?
Para tomarte como mo,
Y besar a lo que llamars labios,
Tu sonrisa sin boca, salada.

O tal vez cuando tu sombra vislumbro,


Mi huida se hace vertida,
Inevitable en desdicha.

221

Miedo. Pero por qu miedo?


No hallo la llave para abrir la cerradura.
Mis lgrimas la habrn oxidado.
A mi armadura de belleza
Y razn inalterables.

A veces creo que carezco de talento.


Me han negado el reconocimiento,
Tal vez por poco esfuerzo.
Pero cmo mantener la confianza
En este cuerpo?

El sol me acaricia el rostro y el cabello


Esta maana, mas no alcanza
A mi alma helada
por sus sueos que
no me queman lo suficiente.

De dnde soy, ser?


Me siento vaca
aunque tan satisfecha.
Conformista., yo crea
Que mi vida tena bastante matiz.

Pero era mentira,


o se me escaparon acaso
222

los colores, quedndome slo


con el contraste de lo oscuro
y la luz que no llega a abrigarme.

Me encuentro de pronto
Dentro de una nube,
Tan negra que llega a ser
Transparente mas no difana.

El miedo me absorbe fcil


Y luego lo estrujan,
Yo caigo lquida y funesta
Bajo el roco que baja
De mis prpados, inunda
Mis mejillas y la garganta.

Y como antes, me dan ganas


De huir y ya no hallarse con nada.
Esta vez me trago como siempre
La amarga hostia de no querer perderle;
Mas ahora, si me extrava y no habr
Vida para que valga
La pena vivirla.

Slo la idea de su ida


Me mata un poco, y tan suspicaz
223

Me vuelvo como Otelo,


Ambos compartiendo
Amores que no merecen tal denuedo.

Cmo puedo hacer que mi cabeza


deje de rodar entre pensamientos sin corteza?
Cmo la detengo para estudiar, leer, evadirme de ella
Si no se cansa y me enojo con ella?
Cmo concentrarme?
Cmo olvidarte, cmo ahogarla, cmo doparla,
Cmo puedo, qu puedo hacer para
Dejar de correr la conciencia?
Por qu no puedo hacer todas las cosas.
Cabeza, cabeza, cabeza, no te pierdas,
No me traiciones, djame evadirte un rato,
Cada maana y tarde
Djame sola
Aunque seas yo, djame evadirte sola.

La cabeza se enferma,
Y no deja de rodar y rodar,
Mis ojos llegan a doler,
Mi boca se aprieta al igual
Que mi garganta.

224

Ah! Deja de ser torbellino,


No quiero desasosiego!

Que me frustro, y seguir fracasando,


Que me empequeezco,
Hasta ser nada, horrible grava.

Sobrevenga la calma,
El silencio, las ganas,
La soledad, la fuerza,
El ego dormido y sucumbido,
Las letras en palabras,
La bata, el jardn, la cama,
La ducha, la rata, la gata, el perro,
Lala.

Estoy encerrada, en una caja blanca.


De entre mis prpados brotan
Los lamentos de mil zafiros.

Quiero lanzarme y volar por los aires.


Morir y al fin, ser duea de m misma,
En libertad mi alma
Se ha guarnecido sola.

225

Morir, para renacer luego.


Hacer nada.
Qu placer ver el atardecer
Sentada, sin hacer nada.
Poner pausa al da sin creer
Que los segundos se cobran.
Perderme en el exquisito sed
De desvanecer. Renacer.

226

IX.

Las noches caen.

Es la noche vagamente
Estrellada y fome.
Junto con otras noches
Baila enrojecida, se precipita,
Entonces cae.

Cuando la noche cae,


con sueo agolpndose
entre sus prpados,
est tu recuerdo.
Te recreo entre
Los ojos y el ceo.

Las noches caen


A medida que
Los das se escurren
En el ocaso resplandeciente.

Extraviada de pronto
Hondo en la memoria,
Yo escarbo y te borras
Pero algo de ti persiste.

Es tu voz
Que fugitiva y frgil,
227

Tan fugaz como la luna


Se vuelve estable
Si las noches caen.

El da se extingue
Rpidamente fcil.
La dicha del medioda
Con el atardecer se fuga
Hacia otra parte.

Pues al dormirme, mi cuerpo


Agotado pide asombrarse
Con tus ojos menguantes.

Extraa amarte.

Las noches caen,


Mis labios caen
Igual sobre el catre,
Sedientos y errantes.

Sutil es tu esencia
En este ambiguo viaje.
Pero basta una palabra,
Una huella en mi carne
Para esperarte, mientras las
228

Noches tempestuosas caen.

El sueo se me escapa porque


Tu ausencia me deja insomne.
Es un fulgor que une las noches.
Las quiero tejer a prisa,
Para olvidarlas en la brisa.

Los segundos se convierten


En gotas traviesas y saladas.
Ese mar vehemente se agita
Porque el viento lo acuna,
Trayendo de lejos tu bruma.
Olas de horas, nocturnas
O iluminadas de angustia
Por or un resquicio
De tu alma abrupta.

Los das sern bonitos o


De matices imprecisos.
Mas las noches ya no calman
Y tu mirada es lo ltimo
Que siento sobre m
En la madrugada.

229

Para slo hallarla en la niebla


De mi conciencia esparcida.

Desperdicio el polvo
De sueos ya marchito y
Enloquezco de slo creer
Que me hundo en esas
Mejillas de ocano tendido.

Porque soy las noches


Que caen esperndote.
Soy lo que son los ocasos,
Hinchados de color,
Entre tanto desorden
Antes de que se hunda
El sol en el ocano raso.

Entonces despus de tanto


De rer el cielo diario,
La oscuridad hasta a m
Alcanza, y como no te hallo
Cerca de mi mano,
Caigo celosa de la tierra
Que ests pisando.

230

Tan fcil es confundir


El fro que da la noche
Con un escalofro que
Trae un vestigio de tu presencia.

Amarte a ti en particular.
Porque caigo con la noche,
Sujetada al velo de su vestido
Semitransparente y frgil,
De gasa negra brillante.

No he de rasgarlo casi?
As destella una luna
Descosida de mi traje.
Dnde quedan mi cuerpo
Y alma separados, si ante ti
Se confunden inconmensurables?

Hasta mi cabello se enreda


Con el barullo de tu imagen.
No es que me desagrade
La penumbra de la calle,
Slo es nostalgia de tarde.

Pero mi ansia aumenta


a ltima cada de la noche.
231

Finalmente sea ella, yo,


Expectante y vehemente
En mi descenso hacia ti.

Mis colores se enciendan


Al caer, porque me sujetas,
Astro favorito y adorable.

Las noches, como yo, caen.


Pero en distintos lugares.
El miedo me bota
Agarrndome de la nuca
Y hace que las luces
En mis ojos exploten.

Tu voz se apaga, se enfra


Y las palabras no ayudan
Para ntima hallarte.

Yo quiero amarrarte
A mi cuerpo y amarte
Con el desgarrador
Sentimiento que alberga
Mi pecho, no con la mente
Y sus miedos. Te quiero.

232

se es el vrtigo de
Amarte en silencio.
No decir las palabras
Que vomitan mi cuerpo.

Adorarte no es otra cursilera


Del vasto lenguaje de los amantes.
Es sentir tu abrazo como carpa,
Tiniebla que entorpece y emborracha.

Y stas parecen palabras


Elegidas, no salpicadas
Son, no, derramadas
Como lquido ante
Tu intermitente tacto.

Caer dulce o austera,


Fcil a tu mano.
Slo pido a la luna
Tu aliento en desengao.
Te llamo Sabas que
Rasguan tu nombre
Las garras de los rboles?

Si vuelves, caer etrea.


Mi boca buscar la tuya
233

Y las mariposas en tu mejilla


Sern estrellas en mi nuca.

Porque se estrellan con la luna.

Pero te esparciste en la nada.


Yo caigo tras de ti en ese vaco.
Puedo devolverte el latido
Que me susurra que ests vivo
Fuera de m, pero tan cerca mo

Slo si t seas quien suba


A la nube que en sueos
Continuamente desciendo
Al creer ver de ti un atisbo.

Seamos nosotros, no las noches,


Que caeremos del abismo.

234

X.

Vuelta fugaz.

De su bicicleta me baj.
De la misma que os subir
Mi mano hacer rodar sobre la suya.

Luego del difcil trecho de herirlo


Besarlo fue slo otro recuerdo.

El hombre de humo
Me prometi el firmamento,
Esparci dientes de len
En mi alma desasosiego,
Tristeza, despecho,
Pero yo no puedo volver
A amarle. Acaso no lo am?

Fue una agridulce ilusin,


La decadente mariposa
Que despert no fue suficiente.

No, porque por ese mismo astro


Por el que hu de l,
Sigue siendo mi fuente de mariposas.

Hombre de humo, chocolate negro,


No me alcanzas y a ti no vuelvo,
235

Por ese otro blanco de niebla


Que me ensea
Y en lo que ti ya no encuentro.

236

XI.

Un da hmedo.
Hoy llueve.

Una gara persistente.


El fro no me alcanza.
Slo toca mis huesos,
Mas mi sangre golpea
Estridente mis mejillas,
No pierden el rojo de tus manos
Y extraviarse ansan en tu clido canto.

Es entre martirio y deleite.


Este juego de vehementes.
Mi carne llora y te llama,
Mi alma brota entre mis alas.
Ya no me importa el maana.
Slo me preocupa que mi boca lata,
Dulce palpita tal mi pecho
Y mi abdomen te traga.

Hoy gara, liviana el agua


Moja invisible y nos ata.

Cinta a la cintura,
Se desata.

237

Recuerdo que dijiste


Que pareca que sufra,
Y yo respond, que
Porqu los hombres
Creen que soy tan frgil.

Me ven suave, de cada casi


Impenetrablemente visible,
Pero me adhiero a sus ropas,
Y la humedezco, fcil y precisa,
Quizs tensa pero pronto tranquila.

238

XII.

Depresiva.

Me extrave en los das sin quererlos,


Como amantes imaginados.
Di pasos caminando, distrados y sin nimo.
Era un cadver creyndose viva,
Inmersa en una muerte lozana y furtiva.

Hasta hoy da, me arrastro y unida


A la tierra aunque ingrvida.
En una oposicin interna
Mi cuerpo est vaco,
Porque carezco de alma, es inerte
Un poco dulce y rojiza.

Para m Dios no existe,


Pero existen los rboles, las nubes,
Las flores de la calle
Y en mi cuaderno,
Las mariposas en la guatita,
En la garganta y en tu lengua.

Para m Dios es una imagen


Borrosa como mi rostro ahora.
Dnde estoy, se preguntan?
Aqu, grito dentro, No me ven,
De pie, corriendo en la negrura
239

De mis pupilas?

Estar extraviada, en piloto automtico,


Planeando por un cielo demasiado extrao.
Pareciera que un bicho extrao me chupara
Todas mis ansias de amar aunque sea algo.

No amo a nadie, no amo nada.


Desconfo de todos mis humanos,
Sus fascismos tan desenfrenados.

Si fui alguna vez valiente,


Esa valiente se escurri entre mis brazos,
Como un hijo que nace para morirse,
Ahogado con mi propio hlito.

Soy infrtil. Mis hijos mueren en el parto,


Los mato.
Apenas los concibo, los mato.
Ya no tengo hijos, ya no tengo obras,
Dibujos, poemas, palabras, teatro.

Me cre una vez artista y ah mismo extravi mi dicha.


Estoy podrida, podrida, podridradridra
No hay fe que habite mi vida.
Soy un conjunto de fragmentos sin lgica, desunida.
240

Una dislexia sin memoria, hipotiroidea.


Cansada de la vida.
Sin energa.
Mujer alicada.

Los libros estn muertos.


Encierran sus monstruos
Hambrientos de aire eterno.

Me alejo de m misma
Para de pronto prstina
Yo misma exija su vida.

Regres de a poco
Pero frenticamente.
Un flujo de energa,
Una repentina inspiracin
De oxgeno y revivo.
Soy una mujer,
Tirana de verdad.
Dulce en la piel,
Bruta al hablar.
Casi sin parar.
Queriendo viajar,
De adentro escapar,
Casi naufragar.
241

XIII.

Duerme.

Contigo el amor no muere.


Slo a veces duerme.
Suea, se perturba.
Eres una lucirnaga cuya luz me acaricia.
Tierno fulgor que me anuda.

Resulta muy dulce dejar


Que me enamores
No buscarte, sino hallarte
Entonces mis dudas se esfuman.

Y me doy cuenta
De por qu te am
Ayer, maana, y tal vez,
Hoy, esta noche.
Fra, sin tu calor.
Tibia, cercano No?
Simplemente dormir.

Mi amor
Pasan los das, al mirarte.
Uno slo sin hablarte,
Y mi ser te ansa cerca.
Mas me dan ganas de escaparme,
Huir y no echarte de menos
242

Adonde vaya, lo har de nuevo.

Pero

Tengo un mal presentimiento.


Lo echo tanto de menos.
Hoy no hice nada
Y en mi cabeza l estaba

Me pierdo
Desarticulada
Catica
Dulce
Tenaz
Mi vida.

He estado ausente
Largo tiempo.
No podras reconocerme.
La melancola, como siempre, habita.
El grito se ha ido calmando.

Y la rutina? Sigue intempestiva.


Caigo dormida, como siempre en la rutina.
Por eso, todo cambio golpea doloroso,
Pero agridulce. Sabroso.
243

Muchos das, muchas horas,


Y yo finjo que no opino,
La lengua calla, y dormida como.

El ritmo se hace constante


La asimetra entre nosotros otra vez se cae.
Ahora, el tango debe partir!
Algn juego o sino esto podra morir
Cmo hacerlo dormir?

De qu se trata
Aquello que has pensado
Slo siento tu distancia,
Imposible desengao.

Cmo poder resistir


El espacio que ha de vivir
Si te vas a ir,
Vete pronto al fin.

Dulce vuelo ver


En la constelacin nocturna.
Tus alas se irn
Extendindose a la luna.

Yo
244

Que te he cuidado junto a m


Me pregunto si es necesario an.
Yo te he amado a ti.
Pero dudo si has amado t.
A Dormir!

Ya no s
Yo ya no s
Qu puede ser
Qu puede ser
Mor y reviv
Qu voy a hacer
Qu voy a hacer
Fui inteligente
Hasta que gan lo pasional.
A veces pienso que
No soy para ti
Ni t para m
Ni uno, y as,
Volvemos a sufrir.

Me siento desafinada con la vida


En otra escala.
Intocables.
Inestables.

245

Sueo que un perro muerde mi cabeza


Y despierto, con el sol acaricindome
Tras una noche larga.

A veces siento,
Me miran
Con una expresin sombra.
Qu hago aqu,
Y me alejo
Porque hay una muralla gris
De materia rugosa
Que nos distancia entre s.

No siendo primera vez,


Es una sensacin conocida
Que ya no me alcanza a m.

Mas una molestia ambigua,


Amarga, y me pregunto si ser yo.
Si ser, la que no al compartir
Ya trazo alguno de su vivir
Le generar rechazo
O es un sano juego al discernir
Quien realmente conmigo ha de ir.

Pero anso
246

Paso a paso, codo a codo.


Parece que el tiempo se arrancara
Y yo no tuviera con qu atar lazos,
Encontrando slo nuevas manos.

Lejos los veo crecer y estn menos.

As, t, el ms cercano,
Te me volvers difuso en el olvido.
Un da te encontrars lejano.
Lejos, tan lejos, que ya no habr
Ensima oportunidad
Para nosotros.

Yo siempre he soado, como t,


Irme a algn lugar lejano.
Perderme entre nuevas gentes,
Ver a quin extrao realmente.
Desvanecerme en la mente
Y vivir fervorosamente.
Pensar en otra lengua,
Sentir a otra manera.

Sufrir en la distancia,
Pero ya no hay mucha diferencia.
247

Entre lo que sueo y ahora.


He estado siempre (tan) lejos
De cualquier ser no eterno.
Slo lmites entre ellos.
No olvidar, ms
Slo recordar
Murallas grises
Ilusiones vanas.

Siento mi vida
Donde no debo.

Cuaderno de poesa
Que se duerme en mi mochila.
Pueden pasar aos sin que escriba.
Pero al volver arrepentida,
Me encuentro a m misma.
Creyndome extraviada
En el fondo de un mar sin brisas.

Me oculto en las cenizas,


Temerosa de m misma.
Del fuego que provoco,
Del ocano que abordo.
El calor que me abraza,
La luz que se cansa.
248

El fro que me embriaga,


No puedo pretender saciarlo
Con el de otro.

Somos los malditos artistas,


Egostas.
Inestables.

Me decepciona darme cuenta


Que dos aos no habrn valido nada
O un poco. Tan poco, para
Que lo olvidaras.
Me lleno de pena, y mi fra
Mirada slo halla
Algo de fulgor entre otros ojos.

No quiero acostumbrarme
A una monotona floja.
Te quiero como eras
Impredecible errante.

Una semana te amo.


Otras no escapo
Slo porque aguanto
La angustia y el desenfado.
Me aburro de esto,
249

Me abruma dentro.

Quiz sea intensa,


Pero en esta energa
Hay una falla interna.

Debiera escribirte ahora?


Decirte lo que me aqueja,
Que pese a vernos o no,
De nosotros depende
Mantenerlo vivo.
Y lo est,
Aunque dormido.
En profundo sueo
Enterrado en el pasado.

Quera conversarte,
Pero el nervio me hizo
Olvidarlo.

La luna es mi acompaante.
A veces sola me siento.
Como si a mi lado
No estuvieras.

250

Pero conduciendo
Por la ciudad,
Al silencio de
De la noche entera.

Cmo te revivo?
Cmo nos revivo?
Cmo devolvernos
El hlito de la existencia.

Ahora que te hallas lejano,


Como custodiado en la niebla,
Pareciera que te olvido en vida,
Como un muerto que llevo a cuestas.

Mi dulzura ya no sirve
Para endulzarte los das?
Yo que inverta en dulces
Besos cada segundo de tu presencia.

Yo que me desgasto en prpados


Ya secos de tanto miedo,
Como a ti ocultando
El nudo que abrigo dentro.

251

Las mariposas ya no salen


Dnde estn, que no las siento!
Yo que al mirarte,
De mis labios salan
En palabras encubiertas.

Y vivo el da a da,
Cuestionndome lo que
T mismo inquiras.

Pero pareciera estar condenada,


Porque algo me mantiene atada
A tu alma. Y sufro
Al no poder desatarla,
Porque siento que jalas de ella,
Queriendo tambin zafarla.
Se vuelve un nudo ciego
Que slo debisemos cortarla.
En la escalera
Estuve a punto de decirte
Que te fueras.
De mi vida.
Para siempre.
Pero en vez de ello te bes,
Paentro, te abrac,
Consternada y me voy
252

A la cama,
A soar con otros ojos,
Que lo tuyos se me borran
En la almohada.

253

XIV.

Otros ojos.

Ya no hay tristeza,
Sino rosas es mi rostro.
Me sumerjo entera
En fantasear con un otro.

Dulce grave.
Escalofriante.

La vehemente descarada
Ha vuelto para regocijarse.

El aburrimiento, el hasto
Son de ayer y hoy me
Columpio en una luna
Abrasadora y menguante.

Me quemo en cada latido


Que sobresaltan tus ojos.
Me encantas.
A ratos un caramelo.
Yo te bebo, extasiada.
Tu mueca de nerviosismo
Cuando hablas, a m
Me habla de algo que te tensa.
Ser yo, al escucharte entera?
254

Un ronroneo quiz atrapado


En tus labios me besa.

Y yo tan torpe!
Los primeros minutos
Cuando llegas.

La intensidad se encarama
Un impulso de suspiro amargo.
No lo pasaramos mal
Me ro sola, extenuada!
Feliz, libre como un guila.

255

XV.

Luna leona.

Solita voy, sin miedo.


Trepando un rbol
Para saltar a la luna.
Hoy no hay nadie
Quien dulce me acompae.

A medida que voy subiendo,


El sol me acaricia el rostro
Y mi cuerpo como ramas
Se extiende todo.

Abrazo mi alma, que ha gritado


Su aparicin de otro lado.
Ella se escapaba con hombres;
Ahora est a mi lado,
Como una sombra del sonido
Que resuena cuando yo hablo.

Como un brillo que se derrite


En mis ojos cuando te extrao.

Slo recin, a mis veinte aos,


Descubro que tengo espritu,
Pero que se escapa entre mis labios.

256

Una mariposa alborotadora


Que vomito y se esconde
En el corazn de mi amado.
Ahora est de vuelta,
La torpe aventurera.
Cuando te ve, sin embargo,
Fuerte la sujeto porque te adora.

Y se me desgarran los astros


Cuando ven que el sol se distancia.
Tan sereno del abrazo
Que teje la luna cada noche
Para aquel luminoso gato.

O ella la leona
Que no lo atrapa.
A aquel gorrin
Con visos de guila.

O se distrae con sus alas,


Le entretiene verlas entre sus garras.
Tan delicadas, y no lo mata.
Entonces malla,
La plateada luna,
Con tristeza.

257

Nunca quiso aquel ngel


Quedarse ronroneando con ella.

Corre confusa entre la tierra


Para escaparse al ocano violeta
En que duermen las estrellas.
Se queda arriba, menguante,
Echada entre cometas.

Las horas se acumulan y explotan.


Los recuerdos se precipitan como
Gigantes olas.
Se ahoga! La luna leona
El dorado cabello le pesa
Hmedo y la hunde
Tiene que nadar forzosamente!
Agotada, se salva y recuesta
En un cmodo planeta.
Extenuada, perpleja
Se duerme y el universo
Con su manta la proteja.

Suea con el sol


Que la quema.
Ese ausente que la abandona
Sin suerte. Cree que vuelve
258

Y ronronea, como si cario le diese.

Se despierta, se da cuenta
Que se le fuga una mariposa.
Y tiene que atarla a su garganta
Con un nudo, sino se arranca
Tras quien no le importa nada.

La luna, helada,
Se viste de negra noche,
Brillantes lentejuelas.
Sentada, ella piensa
Por qu el sol se aleja?
Cuando est muy cerca,
Todo muere en la tierra;
Por exceso se seca.

Quiz por eso soy rida


Pero el fro no basta
Para que algo otra vez crezca.
Besitos de flores brotan
Cuando l de pronto se asoma.

Un poco de polvo de estrellas


Le quitan mis mariposas
Cuando sus prpados se cierran,
259

Al ocultar sus ojos almendrados.


Al acercarse a su mejilla
Con un beso aterciopelado.

Viene el invierno!
A este desolador desierto.
El sol, feliz, se evade
Para recorrer contento el universo
Libre, ya no atado.

Yo ya sin fuerzas
Me voy a buscarlas tambin
Jugando entre los astros.

Luna atravesada
Por el sol inestable
Qu es de ti
En la noche agria?

260

XVI.

Fantasear.

Yo soy tostada
Porque el sol me ama.
Hoy soy tostada
Porque el sol me abraza.
De verdad soy plida.
Yo me robo su luz
Y l se torna nieve
Entre mis estrellas.

El ocano violeta
Se mece en calma
Pero esconde la furia inmensa.

Los hombres parecen querer


Elevarme a las tempestades.
Se colocan cuidadosamente
Sus mscaras de jotes
Y allan a lo lejos.

Pero algo ms extraordinario hace


evadirme y desvanecerme ante esta muerte.
Porque simplemente son aves
Que en mis garritas caen y perecen.

261

XVII.

Un recuerdo.

Hoy te perdono
Jueves nocturno
De nudos rotos.
Al ser un recuerdo
Sepia medio brillante,
Reciente enfermo.

Me duele verte
Acariciando su guitarra,
Atando tu canto a su voz
Salada, a su cuerpo alto,
Su pandereta alada.
Te me arrancabas
Del alma.

Pero era lo que anhelabas,


Y yo lo que buscaba.
Dulces besos rotos
Olvidados al fondo
Del bolsillo con huecos hondos.

Me deshuesaba la rabia
Hasta que me tranquilizaba.
Buscar mi camino
Me dio la calma.
262

Escurridiza, pero trenzada


A mi espalda.
Las emociones me arrebatan.
Pero la culpa de ellas
Ya no en m se halla.

Soy libre gracias


Al amor que me diste.
Te perdono, porque
Lgrimas no slo tejiste.

Pero me encantabas.
Me endulzabas el alma.
Lo que fue una llamarada
Ahora una incmoda boca
Apagada.

Una mirada eterna,


Ahora desde la distancia
Con nostalgia e impulso
De los ojos arrancarla.

Palabras que no existen


Ni pudiera pronunciarlas,
Porque se han perdido
En tu ausencia llana.
263

As, solcito lindo


De maana, te contempla
Con una tristeza una luna
Lejana de plata.

264

XVIII.

Somos.

Somos de agua.
Nos dispersamos
En toda posibilidad
Que la vida encausa.

Somos de aire.
Nos evaporamos
Violentos al calor
nimas errantes.

Somos de carne.
De esa que extraa
Se agita y te llame.

Somos de sueo.
Imaginarios. Nos
Encontramos en
La niebla habitando.

Somos de agua.
De sangre espesa,
Que ro dulce
Nos recorre entera.
Somos de fuego,
Locos ya ciegos.
265

Nos herimos, pero


Duele luego ardiendo.

Somos del material


del recuerdo.
Como de agua,
De aire, de fuego.
Casi de carne
Nos aparecemos
En nuestro sueos.
Nos arde dentro.

La sangre nos empapa


Nuestra escurridiza alma.

Somos uno solo.


Cada cual
Por su lado.

Lodo.
Tierra,
Eso somos.
Seca, nos humedecemos
Al vernos.

266

Un arroyo.
Nada somos.

Slo somos
Un hombre cansado
Una mujer a tu lado.
Jvenes sin descanso.
Muertos y resucitados.

267

XIX.

Un recuerdo II.
Te aparto.
Ya no eres real.
se real

Cual me ataba a su mano.


A correr con el viento,
A perderme en luceros.

Eres un aguacero.
Un bruto cuerpo.
Un nio eterno.
Un angelito que va cayendo.
Un hombre sincero.
Un recuerdo.
Un puto de mierda.
Un amor de ensueo.

Un sol ardiendo
Que oculta su fuego
Cual le va temiendo.

Un gorrin de aquellos.
Una mariposa muerta.
Un amigo ciego.
Una dulce sombra.
Un flechazo alegre.
268

Una sonrisa grande.


Unos brazos que me negaban
Al abrazarme.
Un desierto Un mar inmenso!

Cmo olvidarte, mi secreto.


Mi alicado, mi lucero, mi astro inverso,
Mi cielo.

Mi msica, mi aguacero, mi len, mi sabor,


mi luz, mi amor.
Un da despus de la lluvia, la lluvia misma
De terciopelo, que acaricia mi pecho.
Mi sueo, con quien me acuesto,
A dormir por completo, a gritar, a mecerme tierna
Como una gata que encuentra su dueo.
Una nube cubierta de deliciosos besos!
Eso eras, mi amante entero.
Te me desgarras de los ojos
Cuando te veo,
Mi cuerpo se aparta
Y te niega dentro.
Qu tontos somos!
Qu ingenuos!
Tan sensibles,
Tantos recuerdos!.
269

Los tengo que ir botando,


Los tengo que ir matando!
An tiernos.
Eran mis hijos, que dolor incesto.
Que parimos alegres momentos.
Que intentamos de nuevo.
Que uno sufre y va cayendo.
Que nos quedan tantos nuevos
Recuerdos para olvidarnos,
A nosotros, guardados
Al fondo de un corazn
Afectado, ya sin dueo.
Ya sin smil, sin otro pecho
Que le aproxima un destello.

Por qu ahora se me hace tan dulce


Echarte de menos?
Me parece que la vida entera
Te tendr colgando en las estrellas.

Por qu he de ser poeta, tan maldita,


Tan mujer, tan melancola?

Los amores pasados ya casi


No los recuerdo.
Son una vaga sonrisa,
270

Porque le han dado


Paso a tu figura,
La que me toca llorar,
Como un muerto en vida.

Algn da, lo s,
Te mostrar toda esta poesa.

Compromiso lindo
Compromiso chico.
Compromiso grande.
Corazn exigiendo
Su maldito espacio!
Ahora recuerdo!
Lo que es echar de menos.
Cuando no necesito hacerlo.
Cuando la verdad llega llena,
Pero ella es una imposible embustera.
Pedacitos de cielo.
Cantito de lluvia
En mis prpados suicidas
Traicioneros.

Cielito gris,
Explosivo y maletero.
Hojitas cayendo,
271

Al suelo muriendo.
Cadveres preciosos
Que con mis pies
Voy recogiendo.

Silencio abrigador,
En mis odos el viento.
No puedo orte!
Eres silencio!
Finito, ruido interno.

De adentro me llegan tardos


Lo que me has dado lento.

Todas tus caricias, tu sexo.


Tus besos, las galletitas
Que en nuestra boca se derretan,
Sentados esperando el metro.

Por qu te escribo
Cuando cerca no te siento?
Cundo eres un recuerdo?
Cuando eres alitas mustias
Que se escapan con el viento.

272

Por qu te lloro cuando


Ests afuera, pero ac dentro?
Cmo sacarte, a tus melodas
Que arrullaban mis sueos.

Trato de abandonarte
En cada aliento.
Cada suspiro que saco como
vmito de tanta mierda adentro.

Por qu tus besos cados


Voy recogiendo?
Si me siento plena, solita,
Ms crecida.

Por qu te cuento
Como una historia
De las mejores
Entre mi vida?

Comprometida con mi vida.


Ya no con lo que eras,
Mi cario, mi lindo lienzo.
En cada beso, amargo o dulce,
Como chocolate que caliento,
Que droga, hostiga y odias.
273

Te entregaba de m un pedacito
Por qu no me lo has devuelto?

Mi leoncito hecho de sueo,


Plido y tierno.
Qu te hace un recuerdo tan bello?
Por qu odiarte?
Tantos nudos ciegos,
Me cuesta desenredarte
Y dejarte alzar el vuelo.

No alcanza a abrigarme el sueo.


No el recuerdo. Te vuelves una idea
Que dej huellas en mi cuerpo.

S, soy un poco bruta.


Que me enamoro de los recuerdos.
Porque qu eres realmente
Me pareces grotesco, feo,
Sin gracia, traicionero.

Un ftil hombre que no vale


Tenerle ni un recuerdo.
Ni el respeto. Un lucero
274

Muriendo
Te desprecio.

Quien no conoce mejor


que yo tus defectos.
Sin compromiso,
Un altanero.
Un egosta vestido de astro
Que me ceg por completo.
Ningn esfuerzo.

An as, te echo de menos.

Y no puedo evitar construirte


Como un bello destello,
Un agridulce tormento.
Me hera, aniquilada por dentro.
Una puta adiccin a tu amor
Imposible, del cual me sano
Casi de habernos muerto.

Pero me hiciste florecer,


Me hiciste encontrarme.
Por qu crecer tiene que
Ser un parto?
Vali la pena haber
275

Sufrido tanto a tu lado.

Aunque no haya resultado,


A aprender a vivir me has ayudado.
Estoy agradecida de lo que me has regalado.

276

XX.

Cada ms pura en la luna oscura.


Llueve sol por los ojos.
Todo me parece hermoso.

Eres mi sol resplandeciente.


Mi diente de len arrancado
Del pecho a besos soplado.

Me rodeas, me acechas,
Mi sonrisa t te llevas.
Me endulzas, me abrazas.
Con ese calor quemas.

Celosa, me trago la brasa entera.


S demasiado para no creerte.
An as cre todo ese da inerte.

El llanto se esconda en tus ojos,


Se asomaba un llanto silencioso.
Tu rostro dulce entre beso y beso;
Tus caricias tiernas, sedientas.
Los recuerdos bellos aflorando
Como una pelcula en revelado.

Te quise, es verdad, t a m.
Me abrazas, me buscabas.
277

Tu mano atada a la ma,


Con mi pauelo, velo rojo
Se oculta nuestra invisible atadura.

Cmo podr registrar


Las horas que te alcanzan?
La felicidad limitada
A las muecas nos ata.

Tu mano se lleva la ma,


De pronto, sorprendida.
Se entrelazan
Bajamos al inframundo,
Y en esa luna oscura,
Me encontraste nueva y cercana.

Te das vuelta.
Me abrazas.
Tu boca liviana
Me calma.
Me sacia una sed errada.
Campanas, una msica oriental
A mis odos se escapa mientras
Me atrapa tu boca, tu cuerpo, tu alma.

278

Qu besos me guardabas!
Tu cuerpo me buscaba!
Se arrebataban por ser uno slo.
Te derretas, decas.
Tus ojos me miraban
Con ese calor que yo en ti
Buscaba y antes me negabas.

Nos gana una no palabra,


Un impulso vehemente,
El amor en su estado ms puro.

Somos, fuimos ms que pololos.


Ms que novios
Amantes y amados, pero solos.

Tu cuerpo me buscaba,
Se agarraba de mis faldas.
Tu cuello buscaba mi aliento.
Te devoras mis uas
De rojo caramelo.

Un domingo querindote
Tu sonrisa me acaricia dulce.

279

Vomitamos palabras,
Confesamos nuestro fallido
Intento de olvidarnos.

Nos expulsan de la calle.


Estoy a punto de irme,
En el paradero me alcanzas.

Me convences
Todo el da quedarme
A tu lado.

Nos vamos a tu casa.


Nos besamos en tu cama.
Me dejo llevar en ti.
Al mar me arrastras
Me subo a tu barco
De sbanas, y lo doy vuelta,
Caemos al agua.
Te subes a mis velas
Y las das vuelta.
Nos precipitamos
Al ocano violeta.
Aunque no pase nada.

280

Hasta que la noche nos separa.


Cae el rencor en mi manto.
Te pregunto algo, te lo digo,
A tu corazn arrastro.

Te perdono, amado
O te odio ahorcado?

Qu soy a tu lado.
Un da como ste, tan llano.
Vale la pena preguntrselo?
Me import nicamente
Mecerme en tus brazos.
Sentirme querida en tu regazo.
Ahora lo siento, muy profundo.
Me quisiste, y yo a ti te quise.
De verdad. De verdad.

Lo susurramos, tu cario lo agarro.


Te cre todo aunque ahora,
Ya en mi casa, s la mentira
Que siempre nos hemos inventado.

281

XXI.

Caa emocional de un diente de len austero.


Se me cuece el corazn lentito,
De darme cuenta que no te basto
Ni ayer, ni hoy da, ni maana.
Soy de ti un astro en un llano universo,
Y las otras estrellas con su brillo me ciegan.

Eres del cario un necesitado,


Y si t en m encuentras,
Prefieres recorrer la tierra entera
Antes de amarme algo.

La verdad ante m
Es muestra ciega, pero
A tientas confirmo mis tristezas.

Eres de corazn blando,


Apretable, que abraza flores
Silvestres del camino.
Pero que no las revienta.

Quise siempre que explotaras


En direccin ma.
Pero demasiado etreo,
No alcanzas a durar ms
Que domingos tiernos
282

En que me besas.

Eres un dolor abierto


En mi ventana cerrada.
Un maldito polen que
Me da la ms dulce alergia.

Eres dos soles,


Cuyo oscuro se come
Al luminoso lucero.

Eres la mentira que guardo fe,


Mi placer culpable ms tremendo.
Mi razn para caer a la pasin
Y luego correr escapando de tu tregua.

Eres en apariencia,
Mendigando una sonrisa
A cualquier mujerzuela.
Yo soy la ms puta,
Porque creo amarte
Cuando haces que todo crea.
Eres la angustia disfrazada
De calor interhumano.
Pero eres un montn de piedras
Que ms fuerte me golpean.
283

Yo s, yo descubro cada mujer,


Cada paso tuyo.
Tengo que escaparme de tu esencia.
Contigo cerca, me pierdo a m misma,
Me extravo entera.

Me volver ajena.

No te das cuenta,
Que con tus juegos ocultos
Un tramo a segundo me alejas.

Eres una mascarilla negra.


Un plido gorrin
Al que piso con cruenta.
Un maldito hombre
Que viene a m con destreza.

Qu torpe soy!
La nostalgia nos ensea
Un vaco inllenable con tu silueta.

Eres un vaso con moho.


Un trago de esos que envenenan,
Te entregan un fugaz hlito de calor
Y luego las tripas te revientan.
284

Un vmito de mierda,
Una luz que a mis pupilas
Hiere, daa, quiebra.
Vete!
Una causa de mi inseguridad,
Un dolor a mi existencia.
Un odio que se desvanece
Lento entra la niebla.

Buscas validarte?
Objeto deseable
Dignidad.
Si l mendiga, qu soy yo.
Te soy, luego existo?
Siempre antes, no espontnea.
Me merezco alguien que de
Verdad me quiera.

Las palabras pesan,


Los prpados se quejan.
Lo real.
l nunca lo aclar.
Todo se vuelve confuso
En la niebla.
Me cuesta la presencia.
Soy dbil a tus bacterias.
285

XXII.

Rabia

Y dnde queda toda la rabia?


Qu ahora la siento dentro.
Porque l se encarga de despertar
Algo que con sus mismas palabras mata.

Dnde queda toda esa rabia?


La cre dormida, ya menguada.
Muerta. Apualada, casta.

Slo me queda rabia.


Te miento, s.
Es verdad, estoy bien.
Pero cuando no te acercas,
Y eres mera imagen
Murindose en mi memoria.

Los odos tapados.


Los sueos descalzos,
Tu figura cadver,
Tu abrazo al que escapo.

286

XXIII.

Llamada nocturna.

Te busqu todo el da
Por las orillas de los libros.
Las tapas del cuaderno,
La espuma sonora de los astros.

Creo que de lejos vi tu silueta.


Y me escond furtiva,
Para no ser tan fcil a tu mano.

Que a tu lado,
Se me derrite la boca.
Mi cuerpo te evoca, a ti se dobla.

Me llamas, a la noche,
Como para saciar una sed insaciable.
Me dices loquilla y me duele
Porque es como cuando te llamo
De nombre completo: me rebajas
A un estado ordinario, como cualquier otra.

Llamada nocturna,
De irnos a la luna.

Que bueno es saber


Que no sola buscaba.
287

A los dos ntimos


Nos ha tocado
Esos dos domingos desfaltos.

Yo, que toda la tarde


De ti una seal esperaba.
Pero no era capaz de llamarte.

Son dulces nefastos


En mi telfono los minutos
Que te guardo.

Me hallas recin despertando.


Qu dulce es tu voz,
Un lado se pone celoso
Del otro que est escuchando.

Domingos
Te niego toda la semana
Para que llegue el domingo
Y mis barreras se caigan.

Te soy prxima, liviana,


Y aprovechas del viento
Para alzarme como un globo,
Un pajarito risueo.
288

XXIV.

Desconfiada.

A veces me sorprendo
De cmo me ve la gente.
Resulto ser una caja de misterios,
Casi una sombra de un lucero.
Una distante luna en silencio.

Quiero irme a vivir solita.


Tengo que crecer y aprender
A cocinar de todo.
A Trabajar. Hay deudas
Primero que saldar.

Plan. Un Plan.
Nunca armo un plan,
Si lo armo me frustro
Y es tremendamente fatal.

Negocio? Cmo podr


Irme si en mi casa reina la pobreza?

Un padre ausente,
Semipresente, en el mar,
Aunque no sea verdad.
Qu es verdad?
La gran pregunta del simbolismo
289

Y que me ha circundado la vida


Como loca de atar.

Tengo que cachar


Cmo ganarme la vida.
Me quedan 4, 3 aos
Tengo que madurar.

Me hace mal saber


Te debiese preguntar?
Mi alma se escurre subrepticiamente.

Me pasa que no eran


Mis reales amigos.
Tenan una visin demasiada crtica
Ante m.

Siento sus puales hirindome,


Dejndome aparte.
Colgada de una muralla,
La mala onda.

Nunca me sent cmoda


En aquel grupo errante.
Soy demasiado sensible
A los roces que me provocan.
290

Me vuelvo distante,
Desconfiada y no me expongo.

Eso debo cambiar.


Si no me quieren ah,
Es cosa de ellos.

291

XXV.

Un galn.

De repente se asoma el sol


En este invierno crudo.

No es pica, pero me rasco el pecho,


A ver si te saco de aqu.
Se ha convertido en pena,
Verte reducido a un hombre cualquiera.

Un galn.

Se muestra relajado
Pero es sumamente obsesivo
Perfeccionista
Su mscara, sus juicios, su no perdn.

Limpieza, pureza.
Son ambiciones tuyas, absurdas.
Lo nuestro nunca iba a ser puro, perfecto.

Porque no recuerdas que me robaste.


Te fui otra obsesin, no un real amor.
Fui ideas esparcidas en tu cabeza
Que no se llegaron a concretizar,
Porque as como una vez te idealic
Y cre ms en tu potencial que en ti,
292

T tambin me soaste a m
De una forma que no ha de existir.

Tengo pena, tengo rabia.


T sigues tu vida como si nada.
Yo tengo que levantarme sola
Tras la cada que me propinaste.

El abandono eterno.
La hechicera a flor de piel.
La rabia. No soy idiota.
Cero tolerancia.
Accin y reaccin.
Qumica de mierda.
Asco.

293

XXVI.

Dolor tristeza.
Lo llor todo,
Dolor tristeza.

A veces, quisiera ser una idiota.


Fingirlo slo me trae penas.
Eres la fuente de mis inseguridades,
La humedad subyacente
De mis prpados.

El polvo de sueos
Se ha podrido.
Tiemblo no de fro,
De dolor tristeza,
Espritu marchito.

Arrancada de mis pastos,


De mis hermanas lunas terrestres.
Odio cuando me cortan la libertad
Para abandonarme luego.

Mi instinto es un poderoso don


De doble filo.
Yo descubro los segundos
Cuando te parezco un ser infinito
O una estepa rallada yerma,
294

Sin donde sembrar tus hijos.

Desesperanzada. Lloro callada.


Me entran unas ganas de morirme,
Para que al menos muerta
Algo te signifique.

Me haces sentir que no te valgo nada,


Y yo s que soy ms que eso,
Pero no alcanzo a verlo.

Se me parte la cara.
Sus msculos se desgarran
Como olas de plstico
De mi ocano violeta.
Mi voz en un aire apenas audible,
Tan triste. Mi alma fro siente.

295

XXVII.

Menos que un Candy.


Los hombres que duran
menos que un candy
son una falta de respeto

para la entidad femenina.

Si no respetan sus propias decisiones


A una mujer cmo la respetan?

No son hombres,
son horas desperdiciadas,
son angustias gratis,
horas de psiclogo extra,
entretenido material
para contarle a las mejores amigas,
cobardes corderitos disfrazados
de lobos a su vez disfrazados de corderitos,
fuente de inseguridades,
negatividad ambulante
que venden su mejor sonrisa,
poetas falsos, malos amantes,
una verdad que negamos y que la Luna,
desde su altura, nos reprocha
en lo ms hondo
de nuestro instinto se burla.
Se termin la tortura,
296

y l se quedar solo
dentro de esa caja negra vaca.
Al menos yo tengo mi caja blanca,
luminosa, que me acuna.

Me voy a soar con nuevos astros.


Ambiciono ms que el sol local
que abriga slo a las doce del da.

297

XXVIII.

Septiembre fallido.
Simplemente

No tengo ganas de verte.


Te atisbo a lo lejos
Y algo en m se remueve.
Pero a tu dulce recuerdo
Se atan esas hermosas angustias.

Las nombraste,
Mujeres cadas como roco,
Gotas de lluvia en tu cara
Que secaste arrepentido.

Pero en ti yo no confo.
Demasiado s y adivino.
No quiero ser otra estrella
Ms perdida en ti, cielito.

Quiero apagarme para que


Me halles ausente,
Ya no accesible a tu ahnco.

Te desesperas si no te grito.
Te toca a ti estar
Por fin intranquilo.

298

Yo estoy tan feliz,


Pero no contigo.
Haces creer que te necesito,
Pero eres una ilusin
De la nostalgia de vidrio.

Pero te distancias
Y haces de m un vaco.
Yo me cans de eso,
Inestable fulgorcito.

Eres un sol de invierno,


Esperanzas no abrigo.

Yo me escapo lozana,
Arisca de tu olvido.
como un gato, sigilosa
Me acerco y alejo.

Desconfo.
No logro confiar en ti,
Pese a tu dulce abrigo.
Las cosas que me perturban,
Que no me hacen vivir
El presente contigo.

299

Te respiro.
Te anso,
Te quiero,
Pero en ti
No confo.
No me fo.
Hace fro.

Tanto bajo el ro
Ha cruzado agua en vilos.

No sacia mi hambruna,
Mi ansiedad, mi muerto paladar.

Y finalmente me fui con l.

300

XXIX.

Sin sabor

No me gustan las cosas sin sabor.

Los besos sin amor


Son slo al orgullo un regalo,
Una picarda rica
Al ser la intimidad invadida.

Pero luego un caramelo cido


Que pierde pronto su gracia.

Y dnde dejas el chicle?


Pegado bajo el banco
Madera de una plaza.

Qu cruel indiferencia,
Que sutil esa esencia
Del amor cuando de verdad
acontece en la niebla.

En las noches conoces


Sombras imitando personas
Y el alcohol les coloca
La mscara que t quieras.

Una cara, unos brazos, un cuerpo,


301

Unos ojos, una boca ajenos


Se vuelven tuyos meros momentos.
Que soy linda, que soy tierna,
Que mis ojos verdes destellan,
Que tengo un rico sabor en mis labios
Pero qu hay ms al fondo
De este rico envoltorio?

Soy ms que este cuerpo


Que a la energa engaa.
Quiero cosas eternas,
Quiero saciarme de
sensaciones reales,
y me ro de esta noche
que me ha demostrado
que puedo tener
a cualquier hombre.

Pero la dura verdad,


Es que hasta los besos con amor
Son efmeros y voltiles.
Me quedo con estos ltimos,
Sin embargo.

Son dignos ellos


Del arte de la repeticin
302

Y un desborde insaciable.

Ha sido el cierre de un ciclo


De locos seis aos,
Siete dulces amores reales,
Unos ms que otros,
Terminando con el seor Candy.

Con qu nuevos frutos


Me sorprendern los rboles?
Ambiciono sabores inigualables,
Con ms sabor a madurez,
Placeres terrenales.

303

XXX.

El pasado.

El pasado se ha vuelto a rer de m,


Pues la soledad gusta de hacerme bullying.

Sus besos suenan, sus manos tocan,


Sobrepasan mi ropa piel.
Mi hombre de humo regresa
Desde el recuerdo.

Abuso de mi embriaguez,
El mojito cautivo libera
El control de mi super yo.

No pasa un segundo
Para que mi ser exista
Ante tu presencia, otra vez.
Escalofros dulces,
Tu voz que canta
Y dice lo que ansiaba escuchar.

Aos pasan, el olvido gana,


Ya no somos los mismos
Pero volvemos a ser lo que ramos,
Por un momento,
Esta noche de Dionisio.

304

Te seduzco y t me atrapas,
En tus labios me araas.
Vomito ideas y t palabras.
Escurridiza, me aferro.
ntima, me acerco.
La noche lbrega,
A ti me estrecha.

Ya no somos ajenos.
Somos seres etreos,
Errados, extraviados,
Nostlgicos, parecidos.

Contigo no puedo competir.


Oposicin a tu pasin
Tengo que asir.

Mi ms lindo, preciado
Primer amor recuerdo,
Mi ser se calma,
Mi todo se confunde.

Empec a hacer cosas


Que no hara, y
Record como soy
Realmente,
305

Cules eran los vicios


Que esconda secretamente,
Y la vida se me precipita
Porque

Al sur de la capital
Las lunas terrestres
Crecen y explotan
Con mayor facilidad.

Amar es loco amor


Adolescente que brota
Cuando me tocs.

Maana dulce,
Maana quieta,
Maana blanca.
Los autos rompen
El aire, su buffer.

Mi amor por ti
Se ha gatillado.
Estoy llena de msica,
Hinchada de melodas,
De palabras, de cario,
De sensibilidad.
306

Me haces tan bien.


Tu recuerdo es un
rbol que con cada rama
Toca al firmamento,
Acariciando a cada astro.

Mi amor por ti
Es tan puro,
Carnal pero real.
Eres mi recuerdo favorito,
El ms sano.

Caigo a manos llenas


Del pasto hermoso.
Distanciados por una larga calle.

El pasado se disuelve.

Me apartas.
Estar solo
Es la excusa
Para en m
No hallarte.

307

XXXI.

Agridulce sabor.

No s por qu no encajo en esto


Del carrete, los amores efmeros,
Los besos sin sabor.
Soy una enamorada perpetua,
Una romntica.
Sin un real amor me siento vaca.

Me dejaste el corazn
Colgando en el cielo.
Lo elevaste alto
Y qued atrapado
En tu hermoso rbol
De brazos infinitos.

Tendr que olvidarte


Ahora con otro,
Amor voltil?
ste es el juego
De las noches fciles?

Fue real eso que trajo


El pasado, o fue
El presente disfrazado
De pasado?
Precipitado
308

Fugaz
Efmero
Dulce
Intacto
Puro
Embriagador
Vehemente
Carnal
Idealizado
Tengo el impulso de esperarte.
Inoportuno
Sola
Estar solo
Ansiosos
Las torres
Conversar
Besos van
Un abrazo
Amor adolescente
Lazos viejos
Antiguos
Rodos
Slidos
Coloridos
Oxidados
112
309

Escapar
Manzanas
Ahora habla
Nostalgia
De muchos aos atrs
Mi alma
Como partculas
Esparcidas se escapa
Amigos.
Amistad.
Existir?
Rotas
Las palabras
Vanas
Las promesas
Brutal
La nostalgia
Hermana lenta.

310

XXXII.

Pensar.

Te quise? Te am?
Si de tanta angustia me llen.
Una ceguera idiota,
Enferma cada dos semanas.
Nerviosa, errtica.
Contigo estuve intoxicada,
Tantos das, tantos aos.
Drogada y adicta
A un amor alicado
Obsesionada, ambos.

Ahora tendrs un amor adolescente,


Una nia en tu regazo,
Y no puedo sino sentirme aliviada,
Tranquila, hasta feliz por ti.

Es verdad, me da un poco de pena


Porque ella entrar a la universidad,
Te puede dejar
Pero ya no me vas a molestar.

Vas a estar feliz un rato,


Hasta quizs ya no haya inestabilidad,
Pero ten cuidado
La vida venga todo error, todo dao.
311

Como la viuda de Apablaza,


Notar te lo hago.

Fuimos un ro de errores,
Yo soport demasiado.
Todo cae por su propio peso.
Ojal te resulte esta vez.
Si vuelves te mato.

Quizs ahora te acompae


Esa conviccin que no tuviste nunca.
Ella es de otra generacin
Y puede que mejor te entienda.

Picazn en los ojos.


Respiracin alterada.
Pecho apretado.
Ansiedad, nervios.
Ojos acartonados.
A veces me da lata
Ser tan inteligente.

La gran pregunta es:


Por qu tengo que esperar a que me
Abandonen, a tratar hasta el fin,
Ser un mrtir de amores?
312

Nunca lucho por mi libertad,


Por el sola querer estar.
Privilegio un hombre que me llena
De angustias a un vaco hermoso,
Ansioso por llenarse de verdaderas cosas.

Me hace falta una limpieza,


Un sacar en limpio la historia,
No cometer graves errores, no ms,
Conocerme ms a fondo.

Conocer lo que realmente quiero.


No dejarme llevar por caprichos
Ni ser vctima de egosmos.
Leer las acciones de los otros
Y dejarme llevar por el instinto,
Saber ms poderoso al respaldarse
Con la inteligencia no slo intelectual,
Sino emocional y corporal.
Hacerse respetar.

Qu fuerte es darse cuenta


De la mierda, de todo.
De estar tan ciega,
De no cuidarme, de creer
Promesas vanas, posesiones.
313

El romanticismo
Hace desastrosos estragos.

No. basta.
No ms rencor ni desconfianza.
No ms gasto de energa extra.
No ms sufrimiento idiota.

Puta que cuesta.


Aprender a decir que no,
A reconocer cuando las cosas no funcionan.
A veces combatimos a muerte con la frustracin
Para qu? se no es el objetivo.
A veces las separaciones son abruptas, bruscas,
En otras espaciosas y lentas.
Un nudo ciego a veces cuesta desatarlo.
Pero es posible.

No todo amor es perenne.


La verdad se asoma en la madrugada,
Bajo la penumbra de una luna
Dorada, a mitad abierta.
Hay un extrao alivio en todo esto.
Quizs si lo veo, algo resuene
Y en m entristezca,
Pero sera slo una aspereza.
314

Es una sombra ahora,


Una imagen borrosa,
Un destello de una luz hermosa,
Fugaz e inerte.

Nos toca vivir distinto,


Procesos tan distintos.
Por qu no lo vi antes?
No puedo seguir reprochndome.

Ahora estoy ms despierta,


Ms terrena.

Dos aos de angustias a veces son tiles


Para crecer como persona.
Dejar de sufrir por estupideces.
Adquirir experiencia.
Noto a veces que me faltan vivencias,
En algunas aristas, est claro.
Hay cosas que no controlo y me asustan
Por qu no enfrentarlas, superarlas?

Qu me duele, a qu le temo,
Qu me estresa, qu me pone nerviosa,
Qu me angustia, qu me perturba, qu me entristece, qu me enoja?

315

Perder el tiempo.
Ser indecisa.
Tener muchas cosas que hacer en poco tiempo.
No ser aceptada.
No ser querida.
Ser abandonada.
Ser insegura.
Ser tan precavida.
La intolerancia.
La inestabilidad.
La inmadurez emocional.
El recelo.
La envidia.
El pelambre.
Estar enferma.
Perder mi voz.
Perder plata.
Tener discusiones estriles.
Estar sola sentimentalmente.
Estar expuesta a la mirada del resto.
Que me importe lo que opinan de m.
Estar cerrada.
Ser mal genio.
Ser negativa.
Boicotearme.
Perder un ser querido.
316

Hacer dao.
Ser marginada.
Me vaya mal en los estudios.
Victimizarme.
Frustrarme.
Ser tan ingenua.
Tan sensible.
Poca resistencia.
El cansancio, no dormir.
Ser cuadrada, intelectual.
La espalda.
Las peleas de mis paps.
Que me critiquen.
No ser la mejor, sino la peor.
Que se juegue con los sentimientos del otro, conmigo.
La mentira.
El insomnio.
La incomunicacin.
La mediocridad.
Ser mrtir.
La no disciplina.
La basura en la naturaleza.
Ser herida.
Salirme de mis casillas.
Que me vean mal.
No aguantar.
317

No hablar.
Cerrarme.
El no respeto.

La ceguera
Lo inconsciente
No. basta.
Debo controlarme,
Pero no contenerme,
No bloquearme.
Ser yo Quin soy yo?
Cmo me ven?
Empiezo a conocerme.

El desgaste amoroso.
Cmo convertirlo en desgaste escnico.
Enfocarme.
Angustias, nombre de personaje.
Ocio, instancia creativa.
Seguridad, ser yo, creer en m,
No dudar, tener la mente libre.
Nerviosismo, mente no descansa,
Se cansa de pensar.
Lo grave, lo ftil.
Lo intenso, lo tibio.
Lo extremo, lo medio.
318

La locura, el raciocinio.
Lo lunar, lo solar,
Lo profano, lo terrenal,
Lo sagrado, lo numinoso.
Bang! Bang!

Estar sola.
Dolindome la guata
Por el ibuprofeno, los bon o bon,
La coca cola, la manzanilla.
Nerviosa, profunda
Mente nerviosa?

Insomnio de mierda
Djame dormir!
Son mis pensamientos
Los que entorpecen
Mi actuar y dormir.

Quizs hacer off.


Estornudos.
Odos tapados
Ojos hinchados.

Me gustara aprender a componer.

319

Ojos grisceos.
Verdosos grandes.
Rojos.

Arrebato,
Ausencia,
Abandono.
Desconfianza?
Psiclogo.

Qu pasa, tierra, que me despiertas?


Agujeros.
Picazn ocular.
Irritacin. Enfermedad.
Flores inertes en cada hoja,
Arrancadas de mi mente al papel.
El ruido de Vespucio penetra mi cabeza
Y la bombea.

Un vaco en m.
Una nostalgia vaga,
De ver lo dulce que eres,
Que sigues siendo,
Y que jams va a resultar.

320

Estar con otro,


Besar, sentir, abrazar
A otro, y no a ti.
Un hombre como todos.

Trat de protegerte,
Crear a un nuevo hombre.
No acept a quien realmente eras.
No am al que de verdad eras.

Todo es ms complejo
simple, simple y crudo,
Una realidad cruda,
Atemporal, de varios
Amores paralelos.

Bes a un extrao,
A mi primer hombre
Y a un conocido.
Bastando para borrar tu olor.

Sorpresa! Reapareces.
El pasado con su mscara
Ms irresistible te sonre.

Es lindo verte, tratar


321

De parecerte indiferente,
Hacernos los idiotas,
Jugar con la comisura
De la boca, que recuerda,
A distancia la mentira
Que nos haca desfallecer
Como probables
amantes perpetuos.

Por suerte, ya no como antes


Siempre, la nostalgia no nos convence.

322

XXXIII.

Descolocacin.

Un abrazo resistido,
Tus ojos llanos.
No s cmo reaccionar.
Si paso tanto tiempo
A tu lado,
Me desespero! La ansiedad
Me agarra en sus faldas,
Darte quisiera algo,
As cercanos, un beso,
Un abrazo tranquilo.

S, solos, errados,
Inmorales, lucirnagas
En la madrugada afable.

Contigo me vuelvo vehemente


Pero t qu juegas?

Me encantan los caminos


Difciles, que me terminarn
Por hacer llorar y perseguirte.
Reojos intimidantes.
Soy inocente,
Pero culpable de ciertas maldades.

323

Despertar junto a ti
Fue dulce divertido,
Despus de una noche
Sentida intensa,
Mas pasiva e ingenua.

Eres mi nuevo capricho.


Mi nuevo secreto,
Slo de idea, emocin
Pero no de besos.

Perturbacin.
Por esta revelacin
Que encanta, complica
Mi humana existencia.

La ficcin
Se ha tomado mi vida.
Se ha revelado sola
La idea errada.

Incorrecta!!
Equivocada!!
En la emocin,
En la fantasa,
En el hecho.
324

Su voz profunda
Me araa el alma.

l est prohibido,
Lo peor es que no me
Importa y acto por instinto.

Qu se hace en este tipo de casos?


Con la historia al revs
No me haba tocado.
Mi pecho rebalsa,
Todo mi cuerpo
Se llena de dicha,
De exquisita energa.

Llueve dentro de mi cuerpo,


Hierve sobre el pecho
Cocinado mi corazn tristeza.
Sufro de amor platnica,
Tensin, miradas furtivas.

La inocencia se me perdi
En la maleta de viaje.

Quizs no tengo por qu


Tomrmelo complicado,
325

Sino aceptarlo.
As sea ms fcil.
O sea, la moral
Me hace negar y ocultarlo.
Pero qu se puede hacer
Cuando est ah, latente
Implicndonos?

Ser tontera ma?


Un juego psicofsico mo?
O tambin hay algo
Tras tus ojos no oscuros?
Tu cabello de sol cayndose.

Qu fuerte, qu confuso,
Qu excitante, qu maldad,
Qu inocencia, qu nervio,
Qu rico, qu real.
O imaginario, ficticio,
Inducido, loco, mental?

Slo s que apretado


Tengo el pecho,
El estmago deshecho,
Las mariposas de m saliendo,
A bandadas,
326

Las vomito en silencio.

Entreabro mis labios


Coquetendote.
Los tuyos an morados
Por el vino, cmo no
Recordarlos.

Eres suave. Entretenido.


Afable, hermoso.

En la luna quise caer,


Perderme en tu superficie
Para ahogarme en el fondo del eclipse.

327

XXXIV.

Poesa prohibida.

Ha decantado un poco
Este sentir inmediato,
Clido, csmico.

He vuelto de a poco
A la tierra, pisando suave
Y extrandote
Como un ideal impensado,
Un amado no deseado,
Una debilidad poderosa
Y una prohibicin
Del que mi ser no hace caso.

Mi sonrisa te pertenece,
Mi alma se escapa a tu lado,
Perdiendo toda la vida
A menos que ests ntimamente cerca,
Closer to you, as algo
De aliento a m regresa
Slo con un beso
La tendra de vuelta!

Pero ello es imposible,


As que debo quedarme a solas
Esta noche lbrega,
328

Desalmada en olas.

Suelo deconstruir para entender,


Otras veces por destruir
Futuros inalcanzables.
Si te reconstruyo,
Disecciono cada parte de tu ser
En mi errtica cabeza
Morir mi repentino sentir?

Me ha funcionado con otros,


Pero ha sido de otro modo.
Me pasa que no te quiero
Destruir en mi frente,
En el que te apoyas
Tan reciente.

Trato de ver tus defectos,


Pero an lo ms bello
Reluce en el contraste dulce.
No te eleg.
O s?
No con mi mente
De control remoto,
Sino con la sangre,
El sudor, la piel,
329

Los ojos, los brazos,


La frente.

El amor nunca es
Una tortura mala.
Ser una angustia rica
Que emborracha
Y nos hace adictos
Del presente mismo.

Tmida en la maana,
Oculta en el impulso,
El ms exquisito juego.
Sbado en los pastos.
Te extrao.

Los ojos se me hacen lagunas.


Poesa bruta.
Metfora mala.
Mel+issa hermtica
No suelta,
Que te suea de maana.

La poesa se incendia.
Al caer en la boca amada.
Al ser dicha en la niebla
330

Teatral espesa.
Se convierte
en una mariposa ciega.

Tengo el corazn compungido


De tanto reojo mirarte.
Y de los silencios,
Que algo de ti
Y de m construyen arte.

Arrancarte debiese ahora


De mis caprichosos prpados
A qu juegos me arriesgo
Si permanece tu silueta en mis sueos?

De m depende cunta
Trascendencia le doy a esta
Cuerda hermosa que nos estrecha.

De ti tirarla en cada gesto,


Caricia o mirada que me estremezca.

Soy una callada muchacha


Que te guarda tanta palabra,
Agarrada entre los dientes,
Escurrindose en sus labios.
331

Un ocano violeta,
Niebla en los odos, en la cabeza.

Subconsciencia lunar
Errtica, equivocada.
Sin moral, instintiva.

Qu es verdad,
Qu desgracia?
Palabras vanas,
Separadas,
Que se agotan,
Ven sonido,
Slo en el centro
Del alma rota.
Correr despacio,
Mente abandonado,
Cuello cortado,
Desordenado.

Lenguaje calmo,
Lenguaje bruto,
Sino barato.

Callan las cruces


En mi manto.
332

Improvisan tu mano,
Tu mano no tocada,
Distante, de la otra mano.

Araas pisadas,
Celestes enaguas,
Cruces de fierro,
Cuarenta millares,
Olores, terrenos,
Asfalto. No. s. No.

Poesa rota, poesa quebrada.


No me di cuenta cuando me enamor,
Slo cuando ya estaba hundida en su mirada.

Me encantas, lejano y dulce


Como un sueo oculto en mi almohada.
No ahora, no puede ser algo
Concreto este descubrimiento,
Esta descolocacin que me hace
Apartar los ojos cuando me hallas.

La ansiedad puede ser el caos


Que maldiga la mariposa
Que tragas, que yo en un beso
Te entregase, y que luego
333

Tuviera que arrancarte.


A veces me dan ganas de
hacer jugar a ti un juego.
De mentirte, de decir
tengo que hacer algo,
Puedes odiarme despus,
Pero necesito hacerlo.
Cierra los ojos un rato

Y de entregarte algo
Que slo t puedas devolverme.
Mi alma es un regalo
Fugaz en tus labios.

Es fcil desconcentrarse,
Pero de energa fcil
Toda me llenas.

Estar sola,
Como una lucirnaga
Despierta, deambula
Con la luna estrecha.

Compaa rota,
Sin estrellas.

334

Es necesaria la soledad entera.

Dnde te meto, calorcito nuevo?


Solcito ingenuo, que por mis
Poros te rebalsas, agua ardiendo.

Me tendrs cachada, que te ato


Al cuello un espesor sereno,
Que escapo tmida
Por culpa del impulso trueno?

Sentirs algo de lo que en


M revienta un ocano
Violeta violento?

Estar divagando en un clima


Que no alienta?

Vomitando poesa cruenta


Por un enamoramiento
Sin pies ni cabeza?

Ser redundancia fcil


Para desalentar lo que me interesa?

335

Ideales, guios, ternuras.


Decisiones a medias.
Sensaciones que disfruto
Siendo ambigua presa.

Luchas estriles.
Nuestros cuerpos
Que se esquivan
Porque de cerca
Se reconocen
Los aos primarios.

Te apartas.
Por qu te apartas?

Reglame tu frente
Para apoyarme en ella.
Para no desearte entero.
Te me vuelves recurrente
En mis sueos.

Tu presencia me envuelve,
Me ata a una esperanza esculida.

De ti debiera
La luna huir.
336

Me descubriste?
Si es as,
Dime que debo olvidarte.
Soy poesa prohibida,
Quiero serte,
Para no ser la nica
Que se hiere.

Soy la estupidez hermosa


hacia los bellos desastres.

337

XXXV.

Nocheser.

Nocheser capitalina.
Los mismos poemas,
Similares versos.
El amor entre medio.

La estupidez de siempre.
La estpida eterna,
Enamorada perenne,
Aunque de mentira fuese.

La romntica quiere
Escribirte, pero pattico
Le parece. A las circunstancias
Se debe.

La actriz que por fin vive,


Quiere agradecerte.
Por hacerla creer
Que el amor an existe.

Aunque imposible,
Inconfesable, impotente,
Indescifrable, inconcretizable,
Soable y erradicable.
338

Que se at a una mariposa


Moribunda mal llamada
Esperanza, vomitada
Una maana de caa
Y lluvia avinagrada.

Porque vio algo real,


Sincero, inquietante
En tu mirada.
Porque record
Todos los instantes
En que la apoyabas.

Era inevitable
Que de ti se enamorara.
Y quiera conspirar
Contra la amistad hermosa.

Fueron demasiadas
Descolocaciones para ella.

Es la imagen de tu novia
La que la detuvo.
No es capaz de repetir
La tpica historia de lucha
Porque es supersticiosa
339

Y cree que sus antiguas


Relaciones han sido malditas
Porque se iba por la va
Amante romntica.

Ella no espera que corras a ella,


Pero lo suea. Quisiera darte
Para tu cumpleaos una confesin
Como sta.

Pero no se atrever a envirtela


Por Internet por temor a que la otra
Lo lea. No, mentira. Teme al rechazo
Que es ms que evidente.

Ya ha fracasado tanto.
Se conforma con soar,
Porque slo perder.

Aunque no tiene nada que perder


No, tu amistad.
Y pensar

Te olvidar? Quizs.
Quizs se le quite
La estupidez por ti.
340

No sera la primera vez


Que se enamora de un
Amigo, pero no de alguien as.

Eres madurez, voz dulce y baja.


Ojitos de miel.
Eres nocheser.

341

XXXVI.

Riesgos.
Riesgos.

Hermosos riesgos.
Pero por qu no logro vencerlos?
Me falta integridad.
Seguridad.

Soy cobarde?
Al no expresar,
Al no luchar,
Al dudar.

Hoja blanca.
Caos mental.

Independencia.
Caminos fciles

Me cuesta
Ex
Pre
Sarme

No s qu hacer.
Pensar siempre.
342

Cmo tu vida resuelves?


Dibujar. Escribir.
Actuar.
Cantar.

343

XXXVII.

Sentido de no pertenencia.
No ser parte.
Distante.

Que no te traten.
Caminos separables.
Presencias que no cuajan.
Ser reemplazable.
Ser nadie.
Sentirse nada.
Las barreras como cruces.
El nervio.
Impulsos negados.
Rotos.
Palabras que jams cruzaron
De la mente a la boca,
Al odo ajeno.
Alineada,
No ser parte de nadie.
Sin chispa propia,
Nadie te apae.
Ser freak,
Tu ama se escape
En un tartamudeo.
2011

344

Desde maana no quiero tener vacos enormes,


Muletas, excusas, dubitaciones, recuerdos, inmovilidad, nervios.

Escapmonos?

345

XXXVIII.

Tregua de alma.
Son slo ruinas
Las que quedan
En un terreno

Que no era de piedra.

Uno no estaba destinado


Aunque tuviera una fe ciega.

Me amaste, me protegiste.
Me cuidaste.

Es ms fcil olvidarte
Recordndote como un
Conchesumadre.
Lo hice mucho tiempo.
Pero eso slo ocultaba
El amor que te guardaba.
Es difcil afrontarlo.
Ser consciente de que son ruinas
A las que solo visitas.

346

XXXIX.

Insomnio.

Fuegos artificiales, graves.


Angustia, mar.
Sonidos, msica.
No puedo dormir.
l duerme,
Lo quiero,
Lo amo.
Le perdono todo.
Tan dulce e inocente
En su sueo.
Qu fuerte es
El amor en su momento.
Mi risa insomne
En medio de la noche.
Casa ajena, tendidos
En el suelo.
Las olas bramando.
Buscando luz vela, para letras.
El sueo escurridizo,
La picazn en los ojos.
A l lo adoro, pero
Resulta que soy
Ahora tan distinta.
Pero creo es mejor.
No me abandono ya a m misma.
347

Primera noche fuera.


No puedo dormirme.
Es todo culpa del caf.
De la conjuntivitis.
La maldicin de mis ojos verdes.
Pecho apretado, asustadiza,
Odos sensibles,
dnde est mi sueo?
Por cual calle de m te has arrancado?
O ser que mi amado a mi sueo se ha robado?
La luz titila.
Es hermoso.
Dulce lucirnaga.
Insomnio.

348

XL.

Versos de papel rosado.

Siempre fui bastante solitaria


Y no recuerdo cundo realmente
Empec a necesitar a los dems,
Haciendo que me marcasen.

Hay un punto en donde coinciden,


Y difieren, t y tu personaje.

Quizs.
Nada nos ata.
El tiempo, un espacio.
Segundos relacionados.
Nada ms, as de fugaz.

Soy un problema
Pero de esos que no
Soluciono con el intelecto.

Tengo piernas
Ojos grandes
Un malgenio.
Dice l que
Soy negativa,
A la izquierda
El cero.
349

No te aporto
Porque no aportas nada.
Soy intolerada.
Soy una inversin
A la calle arrojada.
Humillada.
costumbre?
Soy una constante
En un trecho imaginario.
Soy inseguridad,
Soy palabra.

Por qu valen
Tanto tus palabras?
Si las mas para ti
Jams valieron nada.

Sal de mi vida, hierva mala.

El verbo querer
No es ms que un
Triunfo del contra
Versus beneficio.

l no te quiere,
No te querr porque
350

Ve tu esfuerzo
Y el suyo da lata.

Cansancio.
Chivo.
Negativa.
Positiva.
S, positiva.
S, segura.
Desde ahora.

Pero.
Tengo de corazn una piedra
Que fra me pesa.
Cmo vaciar mi cuerpo,
Mi mente, mi espritu,
Si estn todos llenos de ti?

Eres un dolor abierto,


Una esperanza que matas
Y justo antes te encargas
De avivarla.

No te valgo nada.
Me tengo que volver a recuperar.
No encuentro luz ni calor.
351

Quiero que arribe un nuevo sol


Tan luminoso que me ciegue
Y me queme, de modo
De olvidar este ardor
En mis prpados brutales.

Quiero luz y calor,


Quiero amor de verdad,
Quiero respeto y bondad,
Quiero un astro de verdad.
Que me deje estalactitas
De mi vida esparcidas
Sin aparente dicha.
Quiero un hombre de verdad,
Que ame a sta, como soy,
Tanto mi luz como oscuridad.
Que me sepa llevar,
Que me quiera de verdad,
Que no me destroce en pedazos
Cada vez que me decida abandonar.
Que no le tenga que perdonar nada
Porque no haya por lastimar.
Que no me golpee con la distancia
Si un problema chilla y clama.
Tan fome, tan negativa, tan insegura soy?
Que te son razones suficientes
352

Para abandonarme cada vez.


A constante juicio me sometes,
Pero ningn aporte logro verte.

O hiciste de nuevo.
Sin previo aviso,
Pero esta vez
Me adelant intempestiva.
Cara mojada,
Deshidratada.
Falta de cario,
De besos ricos.
Ya llegar otro sol
Que d piedra
A luna me convierta.
Ojos secos.
Brutal.
Una persona real,
Quiero un amor real.

353

XLI.

Libro abierto.

Quiero abrir ms puertas


De m misma.
Expresividad.
No quiero estar encerrada
En un libro, quiero ser
Un libro abierto, inmenso,
Vivo, tierno y eterno.
Ser actriz. Ser sincero.

354

XLII.

Enero.

Sorpresivo y rpido.
Todo ha sido tan rpido

Me encantas
Un poco,
De lo que te he
Conocido.

Tu risa divertida
Me acaricia,
Yo no me haba
Enamorado de otros
Ojos verdes.

Eres dulce.
Tu sabor a m
Vino rpido,
Pero como todo dulce,
Se me qued en la boca,
Ms desendote.

Eres ms que yo
Ansioso.
Eres de chocolate.
Te derrites en mis labios.
355

Me gusta hablarte.

Al suelo,
Suave bailando,
Me deseaste.

Esa noche,
De lejos,
A cada vez
Ms cerca.
Una noche
Cualquiera.

Primero de enero,
Segundo de enero.

La eterna espera.
La fugacidad del instante.
Me encantas.
De verdad.

Te mir.
Me miraste.
Me pillaste.

Tequilazos.
356

Limn.
Besos con sabor
A sal,
A limn,
A alcohol.

Besitos golpeados.
As, agachaditos,
Bailando en la penumbra.
Y cayendo luego al piso.
Seguamos bailando
En la alfombra.

Me tejas una red de caricias


De la que no poda asirme.
En vano rehua tus manos, tu boca,
Sujetando tu cabeza, tu moral distrada.

Pero me entregaba fcil,


A regaadientes, a tu cario gratis.
Un poco ansiosos, nos amamos.

Cre que no querras verme,


Tan fcil a tu mano,
Mi cuerpo libertario.

357

Qu rpidamente hermoso todo.


Alucinante, descabellado, dulce, repentino, sorpresivo, increble, apasionado conocerte.
Reconocerte.
En una noche,
La primera nocheser
Del ao menguante.

Que preciosa forma de empezar el ao.

358

XLIII.

Mi a distancia amor.

S, me acuerdo de tu rostro.
Tu piel oscura, tus ojos claros
Como lunas nocturnas,
En esa noche febril,
Esa madrugada fcil.

Tus brazos de rbol


Puedo trepar en ellos?
Sujetarme, mientras
Cuelgo en tus besos.
Te recuerdo.
La imagen nueva
En mis insomnes prpados,
Atrapado en mis pestaas
Que a mis ojos te atan.

Tus interesantes pensamientos.


Tu mirada.

Mi locurara.
Mi chico.
Besar tu rostro.
Tus prpados
Con estrellas en polvo.
Me recuerdas?
359

Permanente estrella Fugaz?

Amor de verano,
Enero dulce.
Vida alegre.

Te adoro.
Quererte tab,
Ha sido rpido.
Tanto, no he tenido
Tiempo de soar.
habr que hacer tal?

Qu es cada beso
Que dulce me das?
Qu significa tu trato llano,
Tu silencioso paso
Tras mi andar?

Tu abrazo que me rodea


se inclina para amar.
Tu ronroneo al besarme
Es slo placer,
O hay algo ms?

Qu puedo de ti esperar?
360

S que no desconfiar,
Sino slo conocerte
En este verano loco de atar.

Fcil. Dcil a tu mano.


Dulce a tu tacto.
Dbil a tu encanto.

No ha habido prembulos.
Todo ha sido directo al grano.
El roce fue demasiado suave
Para el diente de len explotado.

Mi alma se confunde
De lo nuevo de este trazo,
Repentino y slido
En nuestros labios salados.

Real y sin te amos


No ha habido tiempo
De ser romnticos.
De idealizar sea
No tan necesario.

Quiebras en tus manos


Mi distancia en desengao.
361

Me da miedo ser
Un juego del verano.

Ser un fruto que


Se arroja a tu boca,
Desaparecer en tus entraas,
Morir en desechada.

Pero adivino en tu trato


Una bsqueda ms profunda,
Una intencin vehemente,
Ms no hiriente.
Tu cuerpo me incita,
Mas confo en tu alma.
Son tus ojos lunas
Nocturnas en tu piel
Firmamento oscuro.
Te echo de menos.
Ha corrido la semana
Y mis ganas se vuelven
Ansias vehementes de verte.

Escuchar tu risa tierna,


Tu ronroneo al besarme,
Tus rugidos al tentarte.

362

Eres un recuerdo dulce


Que quiero hacer presente.
Pero debo esperarte.

As, como puede que


Sean las esperas del futuro.
Quiero hacer desaparecer
El abismo que nos distancia.
Lo bonito es que parecen
ser estos kilmetros,
una cordillera costera
la nica barrera que
estira el lazo que ya nos ata.

No siembro expectativas
En esta alma, pero no puedo
Evitar soar contigo,
Cmo sern los das lejanos
Y los que estn cercana a tu tacto,
En conocer de nuevo
Cada da tu ser,
Que cambiar con la brisa.

Me pregunto si te gustan o no
Las palabras bonitas, los poemas,
Las cursileras detallistas
363

Y que vomito sin control,


Mariposas al recordarte.
Faltan los das para hallarte
En mi fra soledad
Y la vuelvas clida.

364

XLIV.

Tardes en el parque forestal.


Las horas vuelan
Sin percatarse
Como se estrellan
Contra la dulce niebla.

Me di cuenta
Que no puedo
Jams abandonarme
En los brazos de nadie.
Pero no por miedo
Al rechazo ni
Por el amargo recuerdo
De Jorge.

Quisiera advertirles
De tu inestabilidad,
Tu precocidad!
Perd tres aos
De mi vida real.
Dej a un capricho
Mi alma ganar
No ms romanticismos baratos!
Ni faltas de respeto,
Yo me quiero tal cual!
Estar sola me ha hecho
365

Ver el error que era contigo estar.

Ahora ya soy apta


Para a otro amar.
Fui esta tarde
Derribando barreras.
Abrazndote,
En cada beso
Dej caer el miedo.

Mantener mi centro,
Y desde ah entregar y recibir,
Como quien mece
La luna menguante.

Cerca de ti no temo
A medida que
Te voy conociendo.

366

XLV.

rbol viejo.
rbol viejo.

Desaparece de mi desierto.
Quien te plant
No te olvida.

He de frenar
Los impulsos
Que a ti me unen.

Prximo y ajeno,
De tu presencia huyo.

Nunca ms, tristeza.


Amores paralelos,
Una red compleja
De relaciones,
Brutas decisiones,
Sentires descorazonados,
Rencores malos,
Bonitos recuerdos,
Seres somos fciles,
Demasiado similares,
Apasionados desbocados.
El mar de noche
Luce sombro y sugerente
367

Como cerca tenerte.


Fue un error abandonarte,
Otro error hallarte.

Porque la verdad
Es un bien doloroso,
Sers por siempre
Mi amor perpetuo,
De mi vida, de mi
Frgil existencia.

Comprend que me
Separ de ti
Porque me bloque,
Hay una bruma
En esos das
De trmino oscuro,
De mi ser idiota
Que crey ya no amarte.
Qu puta nostalgia,
Palabras locas que me hace atar.

368

XLVI.

Divagar nocturno.
Qu es el xito,
Qu el fracaso?
Qu es la vida,
Qu los sueos,
Qu el recuerdo

En alguien encarnado.

Qu el futuro
En alguien nuevo,
Un presente regalado.

Cuntas las distancias,


Cun atados los corazones,
Las estrellas en el firmamento.

Cunto te extrao,
Haciendo desearte
Como una sorpresa
Ms real que muchas otras.

Qu tal astros viejos


Se ran de los resquicios,
No de tu amor tierno,
Tal vez demasiado honesto,
Adulto y puro.
369

De lo amarga dulce
Fsica lejana.

Abrirme plenamente.
No volver al pasado
y cambiarlo desde la mente.
No sentir culpa.

No hundirme en el espesor violeta


De tal manera violenta.
No hay perfeccin,
Sino trabajo.
Extravo, no ms.
Flores.
Caos.
Jardn mental.

370

I.

Medio hermano.
Fue su gesto,

Aquel cario en mi hombro


Que despert este llanto
Inslito en medio de la noche.

Porque no lo mir,
Absorta entre placer
Y sentirme culpable.

De darme cuenta
De que es un lazo roto,
Un lazo muerto,
Extirpado antes de
Que yo naciera.

Es el lado oculto, ignorado.


Y no puedo resistirme,
No acercarme a esta confusin
Tierna, romper aquella
Congelada indiferencia.

Porque el reencuentro
Es duro, pusilnime,
Al notar el vaco de
Esa existencia en mi vida entera,
371

La negacin de su ausencia,
La simpata de su estrella,
Todos los jotes que no ahuyent,
Las peleas que con mi padre dio.

El atisbo de un abrazo
Que por vergenza no se dio,
Por ser criada para negarlo
Y no traicionarla. Por quererla.

Sentirme compleja.
Me cuesta construir relaciones,
Amarrar los lazos, pero ms triste
An es percibir cmo permanecen
Algunas cuerdas flojas en el polvo
Bajo las estrellas, a la espera
De que se desvanezcan.

No s por qu lloro,
A qu nivel me afecta.
Ellos parecen ms felices,
Con una fuerza que no es
Ms de la tierra.

Es la relacin asimtrica,
La imposibilidad de ser
372

Verdaderos hermanos,
De lo viciosa y aburrida
Que puede parecer la vida,
Pero nunca ms doliente
Y verdadera, como si soara
Siniestra.

Se me desboca el corazn
De correr contra mi cabeza,
De las distancias que el tiempo instaura.

De sentir cmo las murallas van cayendo,


Acercndome a ellos, an siga vindolos,
De lejos.
Me gusta escribir poemas
y luego romper las hojas.

Amo la hoja en blanco,


tan pura, llena de inocencia.

Tan quieta, sin nada escrito,


Dibujado o rallado en ella.

Amo la hoja en blanco


Tan insignificante como
Incompleta y completa.
373

Lista para ser aniquilada


En colores, contrastes,
Ideas, pensamientos,
Secretos, lo ms profundo
De mi alma.

Hay un placer inerte


En la destruccin
Cuando creas.

Antes amaba la lluvia,


Caminar bajo su roce,
La humedad en mi cabello,
En los poros piel absorbiendo.

Pero luego descubr la luz,


Luego de un da abochornado
Me enamor del cielo azul raso,
Su contraste nieve de los andes.

Me extravo sin pensarlo


Con los ojos me asombro
De cada detalle, desde el polvo
Que descubre un filtro de luz
374

De la cortina hasta la altura


Que alcanzan los rboles.

El vuelo de un ave cerca


De mi balcn envolvindose
De velocidad para desaparecer
Y no ms regresar.

Entonces me oculto en la oscuridad


De los prpados, y descubro
Que me encanta obsequiarme
A la perdicin de mi propia sombra.
Me sumerjo por efecto de la fuerza
De gravedad en la tierra.
Ensucio ahora la hoja con destreza.

375

II.

Nefasta.

Creo sentirme un poco triste


Y amargada en este da de cielo ambiguo.

Siento a veces que no logro comunicarme,


No calzo con ella,
Me saca de quicio sin saber realmente qu es.

Este sitio me parece un refugio,


El hoy me parece un da nefasto.

l nunca me buscar, si le gusto


Jams luchar por esto.
Esta es la verdad, la dolorosa,
Y no s si tengo fuerzas para luchar.

Hoy me siento extraviada


y extraamente enojada.

No quiero vivir de ilusiones creadas.


Pero de qu estn hechos sino de sueos
Nuestros impulsos, de deseos recnditos
Y muy hondos, la vida que vivimos.

Desespero. Me tio de azul pesimista.


Hoy me veo obligada a arrancar
376

La mirada de los cielos,


De los sueos irrealizables,
De las estepas desiertas,
De sembrar en ellas y nada arranque,
Nada crezca, slo un rbol en mi cabeza,
Slo vanas y secretas pulsaciones.

Las galletas ya no saben a divinas palaciegas,


El sol se vuelve en destello ciego,
Yo me quedo sola en esta tierra yerma,
Tan errante sin tu presencia.

Me siento ciega, o peor.


Veo colores, formas, esencias
Que no, jams crezcan.

Tu semblante se me vuelve
Estrella inalcanzable.

Soy una tmida inflable.


Me es difcil
Apartarme.
De tal idea,
De tal cuerpo,
De tu alma, de ti.

377

Celosa todava.
Como una nia perpetua.
Verde cielos,
Tu cuerpo que a ti
Me ata un anzuelo.

Mi inters infinito
Oculto, secreto.
Un regalo a ti
Te guardo,
Un lucero negro
En el cielo raso.

Una sonrisa cuando


Yo te hallo.
Un calor en que divago.

Esta noche calurosa.


Mis prpados cansados,
Pero mi creatividad hostigosa.
Imperfecta, catica.

Olvidado, amor jams concretizado.


Extraar el momento en que
Te buscaba para saludarte,
Que mi cuerpo hallaba en roce
378

Malicioso al tuyo encontrarse.

Te dese, tan ajeno.


Ya no habr espacio para ambos.
Quizs en otro instante,
Otra vida, otros aos,
Nos reencontremos, por tercera vez,
Quizs ya en la cspide de nosotros campos.
Qu hacer con tu regalo.
A ti aguarda esta madrugada.
Siempre guardado te tendr en mi boca
Un beso amado, tal idealizado.

379

III.

Madrugada.

Pensamientos, ideas
Revoloteando como mariposas
En el alma, jarro prstino,
De los fluidos del cuerpo.
Sensaciones en el vaco.

En esta madrugada,
por fin comprendo
qu es dios: es la fe,
es el universo,
el alma universal de Chjov.

Pero me doy cuenta


Que esta alma compartida
Est enferma.
Cuesta tanto ser libres.
Somos prisioneros
De nuestras tradiciones
Y malas costumbres.

Hacemos consciente
Lo inconsciente
Para ser del alma reflejo,
Espejo de lo que nos sucede.

380

Ahora comprendo,
la verdad se manifiesta
reluciente como una estrella,
luminosa como la luna llena,
moneda de plata,
en el oscuro cielo
de esta maana.

Vomito palabras,
Signos sobre papel,
Pero stas no bastan.

La poderosa sntesis
Del lenguaje, y la
Irrevocable necesidad
De la manifestacin corprea,
Que expresa lo que no est
En las palabras necias.

El alma, casi puedo tocrmela.


Es mi piel, son mis ojos
Y lo que ven, mis dedos,
Mi cerebro, mi corazn,
mi vscera loca interna.

381

Se piensan tantas cosas.


Pienso en verso bajo la lluvia,
En prosa en la madrugada.

Se me escapan.
Todo es efmero,
Pero algo de su esencia
Permanece.

Conocerse, cuidarse,
Quererse, ser libres.

Nuestras tradiciones mueren.


Nuestra moral, ante la verdad,
Desciende. Todo se devuelve.
Del buen trabajo frutos siempre crecen.

Flores en mis cuadernos.


Sensibilidades.
Manifestaciones
de lo grotesco y lo sublime.
Ante las personas,
Yo a veces me quedo muda,
Inexpresiva. Mezquina.
Me oculto. Me protejo.
Mental pajeo.
382

Los hombres viven de y por


Ilusiones. Construcciones.

Sacerdotisa lunar se es actriz.

Complaciente. Ser simple.


Lo que estorba, quitar.
La comunicacin.
La traduccin.
Convenciones.
Controlar el mundo aparente.
Lo real.
Lo concreto.

Yo.
Soy flores varias
En el papel,
Arrojadas
Por mi lpiz pincel.

Una guitarra dulce


Que deseas tocar,
Maullidos sacar.

Una ambigua libra,


383

Es afrodita venus
Con la belleza serena,
Pero en la otra mano
La lujuria ms pesa.

Soy venus luna,


Su devota en la tierra
Y flotando en el mar.

Soy caos de ocano


Violeta, olas de
Distinto tamao
Segn mi humor arda.

Flor ambigua.
Mal herida.
Animal alicado,
Voz frgil y dulce.
Casi inaudible.
Imagen grcil,
Hermosa, cuerpo dbil.

De acuarela es la nia.
Su intempestiva y reservada
Personalidad.
Mi ser liberar,
384

De este yo creado,
Tan mental.

Soy yo, venus


Quien sostiene
Tu palabra dulce,
Controlo tu sed
Ansiosa amado.
Qu ser de nosotros,
Nios entre los astros?

Te cre fugaz
Pero cunto
Tiempo ms,
De mis ojos vivirs?
Eres el nuevo sol
Que trajo enero,
En su afrodisaco efecto.
Sol tierno a los inicios,
Y fines del da,
Abrasador en las tardes,
En las noches ardiendo.

Mis sueos escapndose.


Los das alargndose,
Atndose a tus tobillos,
385

Muecas y cuello,
De ah yo cuelgo,
Tal prstina lucero.

386

IV.

Te prefiero.

Te prefiero amarrado a mujer ajena,


Y yo libre mariposa que se posa en tu boca.

Te prefiero difcil, pero fcil a mi tacto.


As, te sueo despierta, costndome
Conciliar el dormir esta noche trmula.

Te prefiero separado por horas,


Como se extraan la luna y el sol,
Espiados por las estrellas.

Te prefiero conocer en la amistad mentirosa,


Y darte amor sin esperar respuesta.
Prefiero que te lleves mi alma
Y me la devuelvas, sin dolores ni tristezas.
Es vehemente amar y cmoda la aspereza.

Esta amargura dulce resistencia,


Que mi moral corra a darse una vuelta.
Que yo pueda crecer al concretizarte
Imposible lejos y an tenerte cerca.

Tropezar contigo a veces


Y tu mirada me exija algo que no puede
Traducirse en palabras, quedndome paralizada,
387

Mas mis ojos te busquen por el reflejo de la ventana.


Me quede callada, muda, fugitiva
Que luego lamenta la impotencia
De no decirte nada.

Hay maanas terribles,


Pero tardes que logro descararme
Y sonrerte sin que correr haga falta.
Mi amor por ti sigue ah, silencioso,
No menos intenso que por eso calla.

Puro verso equivocado, deseos encontrados.


Hay soles que nunca se apagan.

En la oscuridad aprovecha
La luna para encenderse,
Entregada como estrella incandescente.

Porque en tu alba nocturna se at


Un lazo en nuestras frentes,
Y en el halo onrico el alma
Se me extravo en tus prpados
Opacando mi iris celeste.

Te busco, criatura estrellada,


Pero me escondo al segundo siguiente.
388

Vctima de la palabra civilizada


El espritu dentro de una jarra no carente
de mariposas vivas me embargan
en lo hondo de mi ocano
Cuerpo violeta vehemente.

Desvergonzada, con mi moral extraviada,


Quiero hacerte presa de mi cuerpo ausente.
Ahora s que no enloquec sola,
Como triste sin ti dolerme.
Me contento con mirarte, sonrer,
Besar tu mejilla no carente de mariposas
Ms vivas.

Yo libre, ya no sintindome yerma,


De corazn infrtil, porque florece
Tu semilla-piedra en mi playa desierta.

Los amores falsos despedazas.


Tus ojos me sugieren, o acciones innombrables,
Sensaciones potenciales y deseos viscerales.
Un juego que abri puertas ocultas,
Verdades dolorosas y desafos internos.
Contemplada.

389

Te prefiero, te quiero cerquita de m,


Pero no soy capaz de pelear por ti.

Se me va hundiendo
El alma por un hoyo
Por agita de pena.
Inalcanzable y feliz.

Fui por ti
Para tenerte cerca
Pero huir luego de tu frente
Que me llama as.

Me siento tan triste, impotente.


Tengo tantas palabras tragadas
Que cuando te veo parece
Que mucha mariposa voy a vomitar.
Imposibles marchitas luchas.
Dulces agriados. Asimetras.
Fantasas. Bilateralidad.
Efecto retardado.
Te debo olvidar, ya olvidado sueo alemn.

390

V.

Una tarde en la biblioteca.

Cada da me acostumbro ms
Este estilo de vida, me gusta ms.

Disfruto del hacer, del ir de ac para all,


De estar en el escenario, luego en un ensayo,
En otro lugar
no importa que est constantemente enferma,
no se muere la chispa eterna interna.

Llego cansada a dormir, presa de la mayor


Felicidad rumeando en mi boca.
Los ojitos gachos pero sonrientes,
Los prpados neblinados por el sueo inerte.

Cul es el colmo del actor?


Su inhumanidad.

Podra serlo la timidez.


Yo soy una actriz tmida, que se muestra poco,
Slo cuando est cmoda y en confianza.

Pero ms grave me parece la inhumanidad


De algunos colegas.
El bullying teatral,
La discriminacin en esta escuela,
391

La frialdad y el cinismo, el pelambre que hierve


Y uno siente en el mayor esplendor de sus orejas.

Estar expuesta a un mundo contaminado, o ms bien,


Donde los defectos humanos se han exagerado de forma grotesca, frente al espejo
valleinclanesco.
Donde aquellos sacerdotes, a veces, sacar lo peor de s
Para vomitrselo en la cara, de manera efectiva al pblico,
pero sin filtro asimismo en la vida.

El desengao humano es tremendo.


Te das cuenta de que cada ser se construye
Y queda encerrado en su propio laberinto.
Como una araa, que pese a sus ocho patas,
No puede escaparse de tu propia mortal trampa.

Los actores funcionan de extraa manera.


Son especmenes raros, pero algunos son adorables,
Entregndose a una verdad trascendente,
Una bsqueda perpetua, a un trabajo constante.
Las personas son y sern los nicos que destruirn
A las otras personas.

La sociedad crea a lo antisociales,


as como los actores crean a otros malos actores.
Es, ante todo, el miedo de los seres
392

que los vuelve asesinos de su propia especie.

Chile es un pas enfermo, que no se ha mejorado


de sus recadas tras la dictadura,
cncer que nos dej en coma.

Seremos acaso un pueblo hipersensible


o malcriado?
Quines somos estos estudiantes de teatro?
A qu teatro pertenecemos?
Qu ideales nos dirigen?
Cules son nuestros objetivos en la existencia humana y/o teatral?
Nada se divorcia ni se separa.

Desde qu perspectiva montamos teatro?


Es el miedo apropiado?

A dnde se dirige mi ser?


Qu persigo mientras me endeudo para estudiar en este convento?

Por qu mi alma busca el arte sobre todas las cosas,


Ms all de los amores fugaces, los dibujos inertes, la escritura muerta impasible, los
billetes fciles, el xito indomable, los fracasos adrenalnicos?
Por qu prefiero la bsqueda de la verdad y el desengao, al del artificio de lo conforme?
Tengo sueo.
Voy a dormir un rato en esta biblioteca de sillones rojos bajos.
393

VI.

Sptima cada.

Un puado de mariposas muertas en mis prpados


Revolotean de pestaear tal cadveres.

De la cintura los hombres me atan,


Y con mis uas yo deshago el nudo,
Pero el lazo del que me amarras
Nunca logro jams zafrmelo.

Siento el alma otra vez robada


Por ingenua y vehemente encerrada.
Pero s qu versos vienen
A continuacin cuando ya me tienes!

No quiero escribirlos, porque conozco


El odio que subyace en esos sonidos
Ocultos en las palabras escritas mudas.

Sigo siendo una presa fcil


Dcil a tu cario efmero afable.
Pero quizs si logro escaparme?

Tengo miedo de tu tacto,


De morderte si abandonas,
Sueltas la verdad entre las manos.

394

Serte arisca cuando t ests manso.

Estoy en el preciso instante del olvido,


Que no desea ser sometido.

Es un dolor agudo y a la vez suave,


Que la partida me exige.

Estoy triste, el corazn con amarguras


Me inquieta, me molesta mata las mariposas.

De vulnerable desamparo
Son las noches tras caer
Y dar cuenta del desengao.

No creerle ms, saber ms de lo que l oculta.


El ocano se me volvi un nudo en la garganta,
Un desborde en la mirada.

Una tristeza recordada.


Un orgullo defensivo.

Ahora has conseguido lo que quisiste,


T ests tranquilo, yo te llorar sin sentido.

395

Tiras la noche triste, al alba,


Te digo adis maana.

Pese a la resistencia
que he tenido siempre de dejarte,
no llorar ms por ti, ni por mis miedos
e inseguridades.

La melancola ya no nos atar


Con un lazo falso inerte.

Me dispongo a volar con el viento,


Para no regresar a este sendero.

Esta vez, no tratar de odiarte.


Te querr en mi lejana,
Tal como has de quedarte
En mi memoria potica
Como un hombre recuerdo,
Una quemadura ardiente
En fea cicatriz se convierte
Pero en hermosa e increble historia.

Te dejar al margen
De la melancola inconcreta,
De mis amores ya no imposibles.
396

Yo ahora me voy con la brisa,


Perdname si de verdad cambiaste,
Pero ya tengo prefija tu figura inconstante.

Me voy a vivir sola


Para no prescindir de los hombres.
Guardar mi veta romntica
Y mi impulso vehemente para cuando te recuerde,
Y llegue otro que se verdad de lo merece.

Cierro la ventanita que abriste con tus abrazos.


He vuelto a ser libre,
Me despego de mis tristezas
Para convertirme en aire.
Fundirme con la brisa,
Para que as nunca vuelvas a asirme con tus manos.

Porque la rabia que ayer y hoy siento,


Es el conchito de todo rencor
Que siempre has generado,
Al abandonarme cuando te dejo de ser dulce
Para ser amargura no idealizable.

Jams de m aceptaste esa otra parte,


La ms real y desencantadora.

397

Es a ti la prueba
A la que siempre fallaste,
Querer mis espinas speras
Como parte del todo importante.

Supongo que logr alejarte,


Como quise, cuando por fin
Llegu a en mi vida a aceptarte,
Pero es mejor que ahora pase,
Llorarte en desengao,
Por orgullo doliente
Que por amor trizante.

Sin embargo, me siento como el firmamento.


No hay en m miedo tras el sufrimiento pasado.
No tengo pnico de mis sentimientos expresados.
T abres la herida,
Pero yo as logro desinfectarla
Y salvar mi mano.

Ya no caer ms en la trampa
De que te me haces necesario.
Slo lgrimas debo yo a ti adjudicarte.
Dolores injustificados, excesos romnticos.

Yo creo que ya decidiste que volver


398

Ya no es lo que ansiaban tus manos.


Era slo el placer de mi cuerpo tocar,
Anudar mis labios.

Hedonista e intolerante, nunca sers


El amor que yo he deseado.
Te permito irte lejano, hoy y para siempre,
Para nunca ms tocarnos.

Es en aquellos momentos, en que me enojo,


Cuanto ms cario necesito siento,
Pero es en ellos donde ms me priva de ellos.

Que decepcin sentirla.


La desconfianza justificada, la intuicin no errada.

Esa noche, me robaste el alma.


Te ser honesta, me confundiste caleta.
Vulnerable, frgil arrojada a la fra intemperie,
Enfermedad del alma contagiada.

Ya no estabas ah, por eso me enoj subconscientemente.

Sin compromiso contigo no es


Sin compromiso afectivo.

399

Abandonada.
Me hizo mal, estuve triste.

Pero te lo agradezco,
Porque as me acuerdo
De la mierda que siempre
Me hacas pasar,
Eso me da fuerza para el futuro.

Para que no te atrevas a huevearme.


Ya no tendrs derecho a abrazarme.
A slo de mejilla saludarme,
Porque mi cuerpo a ti se ha cerrado.

Yo as soy libre.
Porque el modo en que me tratas
Me aprisionas el alma,
Me la desbaratas.

No hay respeto en cmo me tratas.

Abrazarte es
Encerrarme en una pena
De lgrimas guardadas,
Rabiosas porque
No supimos amarnos.
400

Tomar tu mano
Y hacerte cario,
Conociendo tu
Corazn maldito.

Yo sola me presto a los carios


Como nanai a mis imposibles amoros.

Mi sonrisa sin sujetarse.

Cacharnos tanto
Slo lleva al silencio,
A una mirada comprensiva,
Un amor ya no encontrable,
Una nostalgia cretina
Y unas lgrimas cnicas.

Llorarte cuando cada vez


Te miro en mi mundo interno
Es el colmo de mis todos rencores.

Me duele la huella de tus brazos inertes.

Me duele confirmar
Mis sospechas de siempre.

401

Me duele serte el frmaco


Para aliviar tu nostalgia,
Contagindome la fiebre.

Me dueles.
Porque prometas cambios
Y ya no tendrs de m
Un motor que te mejore.
Eres un objeto
Que no cumple, ineficiente.
Un ser defectuoso que destruye
Mi ser cuando prefiere.

Vete!
No regreses!

Ya no eres bienvenido,
Hombre de humanidad
Que no te mereces.
(Conversamos. Caemos.
Mi promesa a la luna muere.)

Estas semanas han sido


Infinitamente plcidas,
Tiempo durante el cual
Nos hemos amado ciegos.
402

Felicidad viciada.

El amor no es unilateral.
T y yo, nos hemos enamorado
De otros, fallado y vuelto
A reenamorarnos entre nosotros.
Siendo felices ciegos,
No hay mayor mal
Terrible del pasado
Que hoy nos separe.

Es solo a veces un zumbido


Que desaparece al momento
De besarte, caer en tus brazos
Ahora confiables y firmes.
A tu amor nuestro
Yo abrazo no lejanos.

Llorarte as por verte,


Me hace ser ahora
Yo la de la relacin
Un desastre.

Yo llamndome independiente,
Me hice adicta a tu frente.

403

Estoy feliz.
Adicta, en la nube 7.

Estoy extraviada.
Luego del cielo a la tierra, caigo.
Los mismos temores.
Qu se hace
En estos casos
En que sabes demasiado?

Que te lleva a desengaos.


En confirmar prejuicios pasados.
Por eso ya no tienen
Sabor tus besos salados.

Al tenerte cerca
Me pregunto si podr
asumir quin eres.

La verdad duele,
Resulta tragicmica.
Tu imagen persona
Grotesca se me torna.

404

He vuelto a ese momento


Crtico de desasosiego,
En que recuerdo porqu
Me negaba a tu regreso.

Estoy en ese momento.


En que mi decisin
Es la cspide de mis deseos.

Pero resulta incierto


Cada trmino, porque
Siempre hay un regreso.

Es una maldita relacin


Cclica, porque al vernos
Despus de tanto tiempo,
Renace este amor muerto.
Pero tambin las enfermedades
que nos han mal hecho.

405

VII.

Treinta.

Mi hombre de pequeos besos,


Que sujeta mi alma para
Estrecharla con todo ahnco.

Aos de vida slo nos separan,


T casi tienes toda resuelta,
Yo una impulsiva e indecisa
Que contra ti se estrella.

Me contemplas mientras
Sonrojarme con tus palabras
Y mirarte con amor logras.

Accesible me tornas,
En mi crisis de fe a las personas.

(El amor no es unilateral,


Pero yo as lo prefiero.
Me parece ya complejo
Amar en paralelo,
Porque no es en absoluto
Amar por completo)

Demasiado precipitado
Nuestro intenso amar,
406

Para luego quebrarse


Como sentimiento fugaz.

Del hechizo he despertado


Y me quiero escapar
Del hombre que no amo.

Una tortura que no s


Cmo sin dao acabar,
Flor marchita que se da
Sabindose podrida ya.

Corazn vaciado,
Que no te quiere ms.

Flor que se muere


Al ser regalada
Sin la tierra
Que la afirma.
Flor tristeza.

Tengo desorden en mi cabeza.


Estoy extraviada en mis emociones encontradas.
Me dejo llevar por los vientos del presente,
Por el firmamento que me abraza fuerte.
Pero pasa una brisa que me indica que debo
407

Iniciar partida, y trato de aferrarme a tus sbanas,


A los lazos que cuelgan de tu alma.

Estar eternamente agradecida


De la dulzura de tu mirada,
La honestidad de tu calma,
La pasin con que me enamorabas
Y me atabas a tu cuerpo,
El fuego acelerado de tus palabras,
Con tus manos me alimentabas.

Pausa.

Una pausa para mi cuerpo alma,


Caprichosa que no sabe a quin ama.
Para mi joven ser que jugaba entre tus ramas,
Sonrindole a tu sabia alma.
Slo puedo pedirte perdn por
No entregarte lo que me dabas.

Porque mi corazn tanto amor


Albergar no calza por sus lmites
De inestabilidad errada.

No me merezco tu cario bueno


Ante mi enferma alma.
408

Pero. A ti regreso.

Seor fotgrafo
Puedo donarle mi belleza efmera,
Mi quebrada sonrisa, mis ojos que le miran?
Mi alma quiere rodearle el cuerpo con el mo pequeo, hacerle cario en el pelo,
Obscenidades cantarle,
Y con el corazn amarle.

Hndete en mi ocano violeta.


El amor y su juego narctico.

Captrame presa
Del mayor deseo entre mis piernas.
Pero deseo extrao a otro ser.
No te amo de verdad.
Ment aun sentido entre ellas.

Mi ser escurridiza fugaz.

409

VIII.

Octava cada y final.

Cerrar nuestro amor que se abre a capullo incierto.


Quiz nunca hemos decidido estar juntos de verdad
Porque no nos convence el nosotros nuestro.

La poesa jams se cierra,


Aunque encerrada permanezca
En una hoja cualquiera.

Porque el cario queda


Y las cenizas revolotean,
Tirando chispas nocturnas
Que iluminan estrellas.

Con mi casco de astronauta


En bicicleta me arranco
A la luna solitaria incierta.

Por ambigedades transito presa


Como indecisa gata que ronronea.

Lograste abrir mi cuerpo


Y robrmela, al alma.

Devulvemela,
Que me hallo fra y en lgrimas.
410

No logro confirtela
Aunque me la pidas prestada.
Porque me la dejas abandonada,
Sin entregrmela, y yo tengo
Que en el universo buscarla.

Yo no creo en tus palabras.


Hoy da no.
Quiero que la devuelvas
No muerta en bandeja de plata.

T vienes a exigirte de besos,


Y cuando te satisfaces te marchas.
Y eso no te basta,
Pretendes cualquier mujer
Que yo conozca para que me duela,
Para que me sienta insegura,
No nica, no bella,
Porque yo he de estar
Con otro hombre
Cuando desapareces en la niebla.

Porque yo no soy tonta,


Soy porfiada, desconfiada,
Hasta esperanzada.
411

Pero nadie a mi alma engaa.


Slo t, hinchado de nostalgia.

El presente es un espejismo
Del pasado contigo.

Me duele ser tan tonta,


Ser engaada sin serlo,
Abandonada de nuevo.

Como t, recuerdo
Los buenos momentos.
Pero se han perdido
En lo borroso del tiempo.

Mi rabia ya no da lgrimas,
Ni gritos, ni dolor halla.
Es mera escarcha
Que para matar
De plvora podra ayudarla.

Desalmada, sera fcil


En alguna ltima vez
Estrujarte el alma
A travs de tu cuerpo.

412

Pero a destruirte
No me atrevo.

El tiempo y la distancia
Son la nica cura al mal
Que en m sembrabas.

Vomitar en tu nombre
Los cadveres de las mariposas
Que en vano en m dejabas.

Colgar las ilusiones muertas


En mis prpados, para llorarlas
Cuando t vuelvas, errada.

Ta has sido demasiado desenmascarado.

Parece un juego grotesco.


Debes serlo.

Terminar as por completo,


Desalmados y sin ego
Por tanto dao hacernos.

Por estrechar as
Las almas hasta sangrarlas,
413

Y no quede rastro
Del principio puro honesto.
No.
Villana tal.
Matarte,
Que dulce sera.

El corazn se me hace agua


En tus manos calientes,
Que no saben tratar
Un amor alocado, sucio,
Vil, arrastrado y vehemente.

T buscas la limpieza
Y un gua a tu extravo
De alma voltil inerte.

T, que lloras
Cuando le soy a otro
Mi cuerpo grito brbaro.
Y abandonas,
Cuando te soy a tu mano,
Una arrepentida a tu engao.

Porqu si antes se me haca tan fcil,


Se me hace ahora difcil.
414

Me gustan las flores


Porque se alzan contra la gravedad.

As yo quiero al firmamento,
A la luna elevarme,
De ti alejarme con lejana tal.

Me siento triste.
Paralizada.
Pierdo el hlito de vida,
El mpetu del movimiento
Perdido en los ojos hmedos.
Oscura y sin ideas,
Inerte y desalmada.
Enlazada a ti contra mi voluntad
Como entallada en la tierra,
Marchitndome sola tal.

Deshecha en la niebla,
Estrellada en el agua,
Ahogada bajo tu fuerza.
Ser despreciable, odiable,
A ti explotarte quisiera
Con estas letras ya viejas
Pero no menos intensas
415

Hinchadas de tristeza
Para que el aliento pierdas.

No tengo ms vida que sta,


Slo a m me tengo
En este ocaso momento.

Me prometo arrancarte
De aqu hondo dentro,
Que ya no exista espacio
En este corazn tierno
Para tu recuerdo
Ni para el presente
Ni el futuro incierto.
Porque es concreto y claro
Tu desamor y mi olvido,
Mi dolor y tu culpa
Ya no soportables.

Soy libre al fin,


Alma dolorosa desunida.

416

IX.

Insomnio de mierda.

Autoquitarme el miedo a pedazos.

Los pensamientos encontraos,


Los ideales amados.

Estoy toda plaga de estrellas en la cabeza.

Poesa negra,
Poesa blanca.

El cabello feo.
La cabeza lenta,
La palabra en verso.
Brlate de ella.

Comprender es un acto tardo.

Encerrada en su propio arte.


En la poesa ntima.

Nia sin retorno.


La guata revuelta.
La cabeza crespa.
Las paredes blancas
Yo quiero rallarlas.
417

La luna llena.

La cabeza rueda en la noche


Que no aquieta, el dormir no llega.

Las mariposas juegan.


Ser. Odiable.

Insomnio de mierda.

Decantan las experiencias,


Ya mi cabeza no se afana
En resolver mentalmente
Mis pasados problemas.

El cuerpo est,
Pero el alma ausente?
El miedo te achica
Cunto hay que esperar
Para tener seguridad?

La poesa no est muerta.


Duerme tranquila en la hoja quieta.

Las palabras feas.


las palabras huecas,
418

No vacas, no concretas.

En. La. Cabeza.

Hoja amarillenta.
Hojita tierna.

Letra negra.

Vrtigo en la nuca.
Catapulta.
Sexo.

Palabras toscas.
Desgarradas.
El miedo.
Es una puta barata llamada angustia,
Travesti desalia que se da a los poderosos.
Ms tradicional que la catlica religin,
A la sociedad se encadena.
Se esconde de los anarcos.
Florece en los abc1, como mala hierba,
Escondida en las nias de perlas.
Es una pelcula de entretenimiento.
Es la deuda que te aprisiona,
La culpa en plata que te condena.
419

Es una puta barata que te fa


Con acuerdo de irte al infierno. Perverso.

La luna.
Se oculta, tan voluble.
Ella pasa lenta.
Ella presa.
Sensualeza.
Vehemencia.
Contigo suea.
Pensar demasiadas cosas.
La cerveza.

420

X.

Tropiezo en el pasillo.
Verte en paz,
Como un fantasma,
Ya no fatalidad.

Has muerto
Como amante,
Cmo amigo
algn da
Renacers?

Podr ser de ello un atisbo,


La tranquilidad del hoy,
Los horrores del ayer
Convertidos en recuerdos
Apenas un instante,
Un segundo,
fugacidad errante.

421

XI.

Desesperanzada.
La desgracia fue,
Al gustarme,
Que no quise
Entrometerme

En su vida armada.

Ahora un abismo
Nos distancia.
Hay slo un
Resquicio
De la amistad
Que tuvimos,
Y la huella
De una atraccin
Que ya no nos ata.

Es duro despertar
De un buen mal sueo,
De capar los deseos
Construidos en vano.

De haberme quedado
Callada, sin palabra.
No haber hecho nada.
No buscar con el alma
422

La verdad enterrada.

De soar a tal grado


De haber perdido
El lazo entre las manos.

De ser desesperanzada,
Ya no creer en el amor
Y su juego narctico,
Como opio del pueblo,
Opio de mi alma.

423

XII.

Anagnrisis.

Brillar as de repente,
Con tu luz sorprenderme.
No lo tena presupuestado.

Qu hago con todos


Estos bichos dentro mo,
Ideas que revolotean
Tales mariposas quitndome
El aliento de pronto?

Qu hago con todos


Los secretos que te he confiado,
Y ahora deseara
No habrtelos contado.

Qu hago con tu cario


Bueno casi de hermano,
Con esta amistad de aos.

Me parece que el prisma


Con el que te conoca
Ha cambiado.
As tan drstico.
Es un sabor dulce
Resistencia agria,
424

Un calor tenue,
Su olor no perfume
Sino de cuerpo presente
Fuerte y suave,
Al sentirse,
Al abrazarte.

Pero por qu no
Lo sent antes?
Acaso tan superficial
Eran antes nuestros tratos
Para tal calor a tu tacto,
Tan frgil el contacto.

O es sta una sorpresa


Emotiva efmera,
Un jugo de mi psiquis
Caprichosa alma
Que busca presa.

O yo te soy presa?
Qu sentirs t,
T tan tmido y callado
Dulcemente a mi lado,
Cuando se entrelazan
Nuestras manos?
425

Qu vil cobra
Se posa entre
Nuestros labios?

Eres inocente
De estos actos,
O cmplice
De lo que se haya
En nuestras manos?

Porque tu acontecer
Para m potico
Fue imprevisto.

Lo poco menos pensado,


Y todos los amores idlicos
Ahora desarmados.

Pero me da miedo
Quererte de tal modo.
Es demasiado lo que
Te valoro,
Para extraviarte
En algo tan plural,
Mezquino y roto
426

Como el amor
Que es brasa que
Se enciende para
Desvanecerse pronto.

Me pareces extraamente hermoso,


Y estos das pasados
Se me tornan distorsionados
Tras esta surrealista anagnrisis
Propia de una noche onrica celeste
Al calor del fuego como en un escenario.

427

XIII.

Noche encerrada.

Lloro por el encierro.


Por la violencia
Que no sufre mi cuerpo
Directo,
Por mis energas
Desgastadas.

Pero lo sufro
En carne
Porque mi alma.
No aguanta
Ser a gritos
Despedazada.

Slo en el coito
Soy liberada.
Es una especie
De prostitucin
Amar a tanto hombre
Para salir de esta casa.

Es mi inestabilidad
Besada por estrellas
Fugaces erradas.

428

Es mi corazn
Latiente y escurridizo
Como un pjaro
Que volar anhela
Como un pescado
Que subyace
A la muerte
Llorando que
El mar lo abrace
Y nade en la nada,
Revolotendose
En el aire.

Bruta necesidad
La ma,
La del calor
De otro ser humano.

Utilizar mi belleza
Para que otro
Me quiera,
Me bese
Los prpados.
Y me salve,
Eso extrao.

429

Provocadora,
De uas rojas,
Ansa tenerte cerca.
Seducirte presa.

No me mires
Con esos ojos
De rascacielos.

430

XIV.

Resistencia.

Qu deseo es el que a ti me une?


Por qu opongo resistencia
Y a la vez te atraigo?
Por qu huyo de tus intentos
Vanos en superficie?
Sobre cul complejidad
Caerte sabes has deseado?

Serte fcil pero compleja,


Tal escurridiza que goza
La tortura en que te atrapo,
cazador que equivoca.

Cul de los dos es el victimario?

Yo al mirarte, pronto me escapo.


No eres un alma segura,
Como al sol su luna.
Tienes el corazn blando,
Y los ojos dbiles y claros,
la lengua largamente aduladora,
Buscando besos de limosna a cambio.

Me da miedo caer en tus brazos,


Como quien se introduce lentamente
431

A un ocano demasiado helado.

El lquido pronto se evapora,


Y los amores fciles son juegos artificiales
Que igualmente que explotan se agotan.

Yo en tus labios sembr


Un par de deseos que tal vez
Al recogerlos se desvanezcan
Como estrellitas fosforescentes.

Y yo adoro el tormento,
Los amores fciles y a la vez difciles,
Yo anso hacer permanecer
El destello que brille tanto
de las chispas al amarte.

Pero hacer permanente un sentir voltil


Es un capricho idealizado,
Un hermoso sueo que no dura
Ms que eso: un sueo.

Pero hay amores que son


Meramente sueos,
Y permanecen inquebrantables.
Es quiz el mayor obstculo, s,
432

Otro amor de calidad onrica,


Pero de poco material terreno,
Es meramente hecho de escenas
Escondidas, del ms rotundo
pero tambin inconcretable
sentimiento.

Es el amor por otro hombre


Que me retiene a hacerte mi hombre.
Mi ser le pertenece a otro ser,
Que sin embargo, jams ser mo.

Un lazo que me ciega,


Y a ti me niega,
Que nos convierte en un tro
Que no logra zafarse.

Pero an as,
Me dejo querer
Por tu esfuerzo poco sutil
Aunque amable,
Eres un juguete hombre
Que no concretizar
Porque de ti es entretenido
Siempre escaparme.

433

434

XV.

Actriz.

Una persona, un ser,


Vive de manera paralela
Lo que piensa y lo que hace,
Su mundo interno y su mundo externo,
Pero no son uno aparte.

La imaginacin es parte
De ese mundo interno.
La mente es poderosa,
Pero no tiene el control
De lo adquirido, de los recuerdos,
Los acontecimientos
Que fueron y las complejas
Emociones que suscitaron.

El mundo interno es
Simplemente bagaje,
Materia prima creativa,
El molde de todo arte.
Lo intil pasa a ser til,
Y as sigue el ciclo.
Uno crea, recrea escenas.
Construye, reconstruye.
Deconstruye.

435

Tengo que perderle el miedo


A mi mundo interno,
Que se hermana con los sentidos.
Permitirle a mi mente ser rpida.
Ahondar en lo corpreo,
La experiencia en acto real,
Ms que en el pensamiento aislante.

Ser vvida, y no temerle


A los sentimientos ni a la gente.
Cambiar mi pensamiento,
Empezar a elegir.
Lo positivo de cada hecho,
Palabra o sentir.

Ser actriz.
Componer almas
De una sola pieza.
Ser todos un alma.
Cmo puede ser que nos comunicamos,
Compartimos imgenes con palabras?
Nos entendemos tan bien, a veces.

Qu es real? Es real lo construido?


Si todo est construido.
Ser. Decir. Escribir. Ser.
436

Duda fiel, temor que hay que vencer.


Ser!
Papel.
Dulce miel.
Caf.
Luz torrel.
Sueo ser.
Hago ser.
Obstruccin. Te.
Sentido, prdida.
Cada detalle es una eleccin.
Una decisin. Ser interna, externo.
Florecer.

437

XVI.

Imagen nocturna.

Un grillo canturrea e una noche en algarrobo,


Y yo cansada, extenuada y satisfecha lo oigo
Susurrare sus indecorosos pedidos a la luna.
Ella ser tan benvola de cumplirle los deseos
A seor tan arrugado?

Quiere saltar sobre una muchacha para estremecerla


Entre sus patas, pero tan torpe es
Que la ha espantado con su descaro.

Le llora entonces a la reina nocturna,


Que podra revertir el asunto con su magia
Digna de Venus.

Qu le responder ella,
Diosa patrona de los amantes?

Podra apresurarse, porque el saltamontes


no logra callarse. Ya casi no lo oigo,
muy lejano, quiz llame ahora a su errada amada.

438

XVII.

Inquietud paralizadora.
Tengo miedo, vergenza,

De no haber hecho bien mi trabajo.


Me siento culpable
De no cumplir con las expectativas,
No poder reivindicarme,
Que me vean intil.

Ser una incapacitada para actuar.


Pensamientos negativos y obsesivos
Me agobian tras un fracaso reiterado.

Me siento una mariposa aplastada


En el asfalto.

Cmo hace la tierra para volver a florecer


La yerba en pradera yerma?
Cmo logra alzarse hacia el universo de manera hermosa? Con tan dbil tallo?

Quizs el alma est mal colocada,


Y duele al tratar de encajar en el cuerpo,
Entonces nace un pesimista,
Un artista sufriente en ese intento de ser siempre.

Pero al primer llanto, a la rabia desbordarse,


Al ocano en oleaje colmarse, los ojos llenarse
439

Y en silencio gritarle, algo dentro renace,


Del alma como ramas flores de vida se hacen,
Para de tus venas colgarse.

440

XVIII.

Esperanzada.

Fueron noche tras noche trasnochadas


Las madrugadas pensndote, recordndote,
Llorndote.

Por inalcanzable.

Mi moral me hera como quemadura


Que de arder no para nunca.
Se teja una resistencia que yo
Constantemente desuna,
Tal Penlope mirada por la luna
De escarcha plateada, incitndola
a nunca peder su esperanza.

Yo me siento as, con los ojos heridos


De tanta lgrima, espera eterna, en nada.

De pronto el panorama cambia.


T, que parecas piedra que a mi corazn
Hacer pesa, ahora semilla te conviertes,
Levantando mi ser a lo ms alto,
En tus ramas doradas.

Sol reluciente, rbol estrellado, ser humano alado,


Algo que me seala que te has acercado,
441

Que te has alejado de los lazos


Que te amarraban y de m te distanciaban.

Este es un nuevo pensamiento,


Sin embargo, an no confirmado.
Debo caminar por tu tierra,
Conocer en qu estado te encuentras,
Si es a ti mi amor necesitado,
Y si no hay acechando otras bestias.

Yo quiero tener el poder de tu corazn,


Poderte tener por fin contra mi frente,
Como debi ser siempre.

442

XIX.

Dolor agudo.

No entiendo porqu
No me hizo dao
As tan profundo
Con otra verte arrimado.

La dignidad lleg a m
En el momento apropiado.
Quiz sea mucho ms
Complejo que el amor
Lo que siento a tu lado.

Quiz sea un dolor


Que en mi alma yace bajo
La espesura de mis aos.

O acaso se ha colmado
Mi mente imparable.

No te pudras,
Como sol en cubierta.

El lazo ya est muerto,


Pero no el sentimiento.
Cmo he de romper
La palabra civilizada?
443

Una vida nos distancia.


Me lleno de desesperanza.
Devorada por la derrota.

No hay libertad en esta decisin.


Estoy apresada.
Sufro de cobarda.
De la palabra civilizada.
De mentirosa empedernida.

Dnde qued mi carcter


De impulsividad descarada?
Enmudezco al verte.

Quiero vomitarte
Mi verso en tu boca,
Porque es mariposa
Lucirnaga que me ahoga.
Oh, cobarda,
Me haces presa
De la palabra civilizada
Y de la mentira!

Quizs mi alma no est


Del todo curada.
444

Si me veo dbil
Y pierdo inters fcil.

Por qu mi ser se extrava,


Se desconcentra?

Ahora el corazn
Herido por cobarda,
Me teje de angustias,
Al verte libre y pronto
De otra presa fcil.

Me hundo violenta
En la espesura
De mi ocano negro ahora.

Pero he de levantarme,
Sirena que busca la luna
Hacia la altura.

No ms caos en mi vida,
Ni arrepentimientos vanos
De lo que no he hecho nunca.

Decidida, he de cruzar la frontera


De mi antigua vida errtica
445

A la nueva vida concreta


Definida colorida ma.

He de trazar el camino,
En vez de divagar en crculos
En la hierba que me priva.

He de romper los laberintos


En que me encierra la mente,
Yo mi propia enemiga,
Mi resistencia a la vida.

He de superar las pulsiones


De muerte, por buscar la belleza
En lo vivo, lo abierto, lo verdadero.

Entierra el alma
Sus pezuas en la carne.
Por qu me arrastras?
Intil sentida,
La vista nublada,
El ojo escarmentado,
La luna en altura,
La loca en la plaza,
La lluvia en la azotea,
La nieve en la cordillera,
446

Los mocos en la carreta.


Calma la angustia.

Qu me pasa?
Bueno, estoy desmotivada.
Mi mente est constantemente boicoteando,
En el estar aqu.
Pienso cosas negativas,
Me deprimo fcilmente,
Y vivo todo con gran resistencia.

Hay cosas que me dan lata.


Tengo sueo.
Quiero dormir.
Estoy cansada.
Can
sada.

Cana
asada.

Caa
pasada.

Y la lucha por lo que uno quiere,


Suea, ama?
447

Todos los cabezazos,


Las amarguras soportadas.

Si esto no me importara
Estara aqu?
Ah, tener amargura en la boca,
O pena en los ojos.
Tener algunas amarguras en el corazn
Que te pesan, quizs es slo se el problema

Tener pena.
Perder energas en tanto pensamiento cobarde,
En lgrimas que corren en vano,
Pero igual estn ah, en exceso aguardando.
Porqu tengo una mente tan desgraciada,
Un ser dbil y frgil de m misma,
Si he soportado tanto.

Cul es el sentido,
De todo, cada da.

Pasarse la vida llorando,


Si esta se desliza tan aprisa.

Hay gente que se enamora


Y se va a la cresta.
448

Yo me trago las mariposas


En m muertas, que pena.
Tenerse pena, qu tontera.
Las flores dispersas.
Las violetas violentas olas
Rompiendo, su cabello
De surcos armado
Se pudre, cae, lejos
De mi cario leso.

449

XX.

Una madrugada.

La razn ya no me gobierna
Tras esta noche en vela.

Mi alma a torrente
Se desborda en felicidad lograda,
Por fin de ti besada.

Se me antoja como un sueo


Ese baile antojadizo,
Este amor tan quinceaero,
Esta locura pblica,
Esta timidez desgarrada,
Este fluir tan repentino,
Esta pasin hermosa,
Como seres efmeros
Y libres que somos.

La vehemente ha vuelto
De mariposas envuelta,
Digna y triunfante
Por sobre las adversidades.
Tengo el cuerpo lleno,
El pecho rebosando
De una alegra sin igual.

450

El estmago me va a estallar
De tanta mariposa resucitada!

Como el ave fnix,


Yo me alzo en vuelo
Hacia los cielos.

Y an siento que no basta,


Es que adicta me he hecho
A tus dulces besos.

El silencio absoluto
En la niebla. Los espectros
Del alma se arrastran.

Haba olvidado cmo se senta


El amor frentico, vehemente
Errtico en el cuerpo,
En el pecho, en la boca,
En mi cuello, en mi olfato.

Quiero que vuelva de nuevo,


Escribirle versos que le hagan
Desearme para tenerlo
En mis brazos de nuevo.

451

Cruenta el alma
Estremecida en mi cuerpo,
El alma devuelta al cuerpo,
Extraviada en su seno.

Sentimiento, deseo de sexo.


Vulnerable a su tacto,
Errante a su beso.

Una noche enterrada


En sus brazos,
Como luna luntica
Incrustada en el firmamento.

Quiero arrancarte
De la distancia,
Concretizado el sueo
Yo ms quiero.

Quiero las estrellas,


Quiero al sol inmenso,
Quiero a todo el universo!
Porque yace mi corazn
En tu pecho inmerso.

452

Devulveme el alma,
Hermoso ladronzuelo!
Te deseo sobre el catre
Y de la mano en la calle.

La virginidad se me desboca
Por la boca, y arrastrarme
Por tu cuerpo quiero,
Como serpiente
Para hincharte de veneno
Del que me has puesto.

Contagiarte de este tormento.


Oh, mtate recuerdo
De un acantilado embustero!

Hndete en mi ocano
Violeta violento.

Pusilnime en el suspenso
Despus de este encuentro.

La cruenta, terrible necesidad


De verte de nuevo.

453

Tuya soy,
Ya no me pertenezco.

Desgarrada el alma,
El cuerpo flota
Y el deseo se hunde
Aqu dentro.

En la tierra,
En espera
De que la semilla
En rbol crezca,
Y yo pronto te vea.

Te invoco en la memoria
Para que el universo entero
Se estremezca y te traiga mis besos

Qumame sol
Con tus aspavientos!

En la tierra
Yace mi sueo.

Tcame vil lucero,


Que yo me derretir
454

Ante tus deseos.

Luna de plata,
Quieta en silencio,
Cmplice eres
Y testigo de mis sufrimientos;
Ahora te imploro,
Con todo mi fuero,
Que con el viento
Lo arrastres a m,
Para ya no verlo
Slo en sueos.

Presa soy
De esta fiebre
En que me encuentro.
Pero debo seguir viviendo.

Pasa un da.
Se ha secado el agua del ro.
Ya no hay nada.

Dur lo que dura un sueo,


Tan slo eso.

455

He despertado abruptamente
Del enamoramiento en que me encontraba.
Bast una vez para que se esfumara.
Tanta espera para un instante efmero.
Tanto sufrimiento por una noche sola.
Hasta no aparecen lgrimas. Las hay.
Estoy vaca. Ni hallo alma.
Aqu se rompe la historia no oficial,
Se quebranta.

Volvemos a ser conocidos


Y la atraccin se apaga.
Ms breve que un lapso
Que ata dos almas
As me desampara.
Fue.
No hay nada ms que hacer.

Fugaz es.
Ya no existe.
Mi alma se muere,
Se confunde aqu dentro.
Se pudre por ltima vez.

Aqu cierro con desdn


Todo aquel maravilloso sueo
456

Que alguna vez trac


Y ahora como un tren
Se desbarranca para nunca ms volver.
No me dejar caer.
Si tal fue la amargura
Aqu la dejar perder.
Qu intil!!
Todo a la mierda se fue.
Las mariposas todas
Se extinguieron esta vez.
Me queda slo el recuerdo
De una ilusin que sembr.

Soy libre al fin.


El dolor y la felicidad
Me han liberado
De todas las ataduras
Que me aprisionaban.

Ahora divago tranquila


Y no hay amor que me perturba.
Soy un espritu del aire.
Soy emocin.
Soy yo.
Tengo melancola de un momento.
Tengo el corazn sano
457

Y el cuerpo enfermo?
Tengo el alma en su sitio
Pero con ganas de escaparse de nuevo.

Tengo los ojos llenos


De un arco iris de emociones.
Tengo alterado el sueo
Y las ilusiones dormidas.

Tengo orgullo de m misma


Porque ahora estoy viviendo.
Tengo el corazn contento,
Mas lo tengo preso.

Lo tengo latiendo
Todo el tiempo.

Tengo nostalgia de un instante,


Deja v cruel que siento.

Lo tengo todo en m controlado


Y a la vez lo estoy perdiendo.
Tengo en mi pecho desconsuelo
Y plenitud en mis senos.

458

Algo vibra en mi cuerpo;


Es amor pasajero.
Pero tengo un extrao presentimiento,
Porque este amor es una flor,
Como un diente de len,
De raz ancestral y hundida
En el fondo del desierto,
Frgil y efmero a su tacto,
Ya explotado en sus fragmentos,
Pero estos se han dispersado
Para florecer de nuevo.

An permanecen en el aire
Contagiando a los enfermos.
Son emociones que resplandecen
A lo largo de mi cuerpo,
Minsculas mariposas,
Microscpicas hadas que ren
A lo lejos.

Vuelan y se estremecen
An vivas las esperanzas stas
Buscando caer en nuevas tierras.
En ellas las semillas duermen
Debajo durante el invierno.

459

XXI.

Nocturna.

Tengo una tos atrapada


En la garganta.
Debe ser una mariposa
De su alma arrancada.
Una llamarada.

Perdn. Me fui
Hacia el interno.
A esconderme
Entre los sueos.

Nunca me haba sentido as


Ms cmoda en familia,
Antes quera salir de aqu,
Corriendo presa en mi pieza
Mi caja blanca de ensueo.

Ahora divago en ella


Cmoda y certera,
No obstante, nunca logra
Estar ordenada por ms de una hora.

Es como si el caos reinara


Maravillosamente en ella.
La ropa arrojada,
460

Los aros en la mesa,


La tele del suelo levantada,
El computador intilmente encendido,
Los zapatos del suelo
Con carcter,
Pequeos detalles, objetos
Nadando en el desorden.

Y yo revoloteando
En ella, pensando,
Recordando, leyendo
Escribiendo, sintiendo.

Perdindome en la memoria.
Aira. Aida. Ida.
Lgubre esquina.
En pijama la nia.
Crtica, inmvil.

Y entonces lo recuerdo.
Fugaz el encuentro.
Yo quera verlo de nuevo,
Pero l extingui
Todo posible momento.

461

Entonces me despierta
La voz de mi padre,
Que se mofa de m
Sin ser siquiera directo.
Qu molesto.

Plida y dorada
Como la luna,
Me miro al espejo.

Soy yo de nuevo,
De vuelta a mi centro,
Y con los cabellos al viento.

462

XXII.

Chilo.

Estoy floreada.
La primavera se asoma
Ante un invierno crudo
Que concluye dulce
Como otro ninguno.

Vivir cinco das,


Vividos lo ms intenso
Al rincn del sur chileno.

Es una mentira que no hay


Que visitarlo en invierno.

Conocer Chilo y sus cerros


Ondulados y verdefuego.

Permitir que el verdemusgo


Que abraza todo rbol
Se me adhiera al cuerpo,
A mi alma trepe y me haga
Desear volver de nuevo,
tal amante busca a ciegas
A su favorito tormento.
La lluvia no nos importaba,
Y con arcoris los ojos baaban.
463

Los segundos que el sol


Nos sorprenda en la maana.
Eran instantes fugaces
Resplandecientes e inolvidables.
Destellos fotografiables.

El peso en nuestras espaldas


Se nos alivianaba
Cuando el viento chilote
Dando vuelo empujaba.

Un sol de invierno vino


En bienvenida a abrigarnos.
Pronto, con su calor acompaados
En un bus rojo al transbordador
Nos embarcamos.

Para cruzar a bordo


A proa en mar sereno.
Humedad ola ocano,
Ascendimos a lo alto
Acaricindonos el viento
Todo nuestro ser revolviendo.

Y llegue el mar mojar


La cmara con su espuma.
464

Todos nuestros rostros


Alcanzados por sonrisas
Hmedas inquietas vivas.

Pronto, la lluvia nos recibi


Chacao arenas negras.
Un taxi empaado aguard
Para llevarnos a Punta Chiln,
Lugar en los mapas inexistente.

Abandonar esta tierra milagrosa


Me deja en el corazn un hueco
Un crter a l cayendo.

465

XXIII.

Serte fui tu presa desolada.


A veces se aquieta
Otras desborda,
Permanece bajo piel,
Subsuelo de mi cuerpo.

Este sentir inconsciente


Es como una droga
Para mi pensamiento.
Al despertar divago
En fantasas de aquel recuerdo.

Recordar viviendo
Llevarlo al presente
Y quererlo
Sed de mi cuerpo.
Ya no seas un secreto.

En un bosque
Perdernos.

Extraviarte con mi hlito


De nuevo.
Perecer en tu tacto
Y sentir tu voz profunda
Cerca de m dentro.
466

Sueo. Pensamiento
Traidor que me ahoga
En xtasis tal beso.
Verso fcil al recuerdo
Mariposa barca siento.

Juego lleno
Vil lucero.

Rezo a la luna
Mo tormento
Sol deseo.

Ceso.
Tu mano me arranque
Del sopor cotidiano
Para extraviarme
En tu pecho.

Se quebrante
La palabra civilizada
Y yacemos.
Tenerte bullendo
En mi ocano.

467

Todo aquello deseo.


Por ti destruir el cerco
Que contra los hombres
He maltrecho.
Construido el abismo
De nuevo.

Bscame a propsito
Como lo vas haciendo.

La calma ciega
En que nos disfracemos
Para el agua hirviendo.

Presa soy
En esta muerte tal deseo.

Quiero tomarte la mano


Y arrojarme a ti
Presa de la ms
Violenta alegra.

Pero la timidez
En m es
Una herida.

468

La obra permanece inacabada.

Esquiva de cuerpo,
No tanto de alma.

As, de frente.
He enfrentado tu ser
Y tu abandono.
He preguntado
Lo impreguntable,
Lo incmodo.
Slo monoslabos
Han sido,
Un adjetivo
Su respuesta
El significado.

Una pausa luego


Y va otro tema.
Esquivamos otra vez
Ese recuerdo.

Comienza el subtexto.
La palabra presa de nuevo.

469

Que de ti fue un juego


Fue lo que otros dijeron.
Escucharlo como fuego
En mis ojos ardiendo,
Derretir el hielo
De mis lagrimales secos.

Serte fcil o un experimento


Qu tipo de juego
Es el que no arranca del pecho
El alma dejando a cambio
Slo spero veneno?

Hacerme a un lado
Parece lo ms certero.
Escapar, como siempre,
De este sentimiento negro
Que cubra de oscuridad
Mi juicio en extremo.

El orgullo zimarrero
Me incita alzar el vuelo
Por qu entonces
A ti tanto me sujeto?
Me tortura el pensamiento,
470

Tanta fantasa siento


En vano correr el viento.

Me asusta involucrarme de nuevo


Con la pasin que llevo dentro,
Ahogarlo en mi ocano violento
Y que para l siempre sea un juego,
En tanto signifique tanto el peso
De sus acciones en mi centro.

No eres tal vez sincero.


Sers para m un misterio,
Una ambigedad absoluta
O meramente absurda,
Tentada al tiempo.

Un vaco de amor pasajero


Ms que otro lleno,
Pero vaco de hecho,
Que me arrastra a tenerlo.

Mi timidez me ha envuelto
De alas de ensueo,
Distraigo mis prpados
Cuando ante mis ojos te veo.
Debo sujetarme el alma al cuerpo,
471

Por eso se opone mi ser


Al contacto tuyo directo.

Mariposa ciega y tonta


La que se agita lento
Motivando mis sueos.

Las redes sociales,


El pensamiento inmediato,
Verte tan lejos.
No hay palabras entremedio,
Slo silencios.

Los rostros arrojados


Ante una pantalla,
Los cuerpos.

Las letras
En el cuadernito
De apuntes,
Que han muerto.
Ya lleno,
Le rompo las hojas
Al computador paso
Los versos.

472

Los pensa
Los pensamientos.
Tener
Tenerlo
De nue
De nuevo.

Ser
Serte presa.
Fui presa,
Tu presa.

A veces adivino
Que no te quiero sola.
Ests ah rumiante
En tu tmido espacio
Mirndome,
Como sediento
De un no confesado deseo.

Ambos vctimas del desdn


Y el recproco desprecio
Que no es ms que timidez
Contenedora de la ms bella
Caja de Pandora.
Indiferencia burlona.
473

Un juego al revs.
Si me buscas groseramente
Yo inmediata te ser.

Como Venus a su adonis,


Una adicta voy a ser.

El arte en el libro
Est dormido.
As duermen mis versos
En este cuaderno,
Mi alma embotellada
Est en calma.

Pero en colores se despedaza,


Y es vctima de una fuerza anrquica,
As las palabras exigen liberar
Lo que se oculta tras ellas vanas.

As tu presencia revoluciona
Todo mi arte y espritu,
Que se esconde misteriosa
Porque es mucho lo que se ahoga
Y reclama una fuerza inhspita.

474

Tengo miedo
Que mis versos a torrentes
Se caigan de los libros
A tus ojos serenos.

Tus ojos que me esquivan


Para penetrarme por entero
Luego por un fragmento
De segundos, de tiempo.

Yo vivo por ese momento


Inconmensurable y vehemente,
A la distancia, me alejo
Y siento el lazo tirante
Entre nuestros cuerpos.

Las almas entrelazadas


Como pitilla trenzada.
Querremos desatar
El nudo que tal nos amarra?

Pero as mismo t te alejas


Y yo me ahorco de pena,
Porque pareciera el lazo
Apretarme del cuello harto.

475

Yo, que de versos


Tengo llena la boca
Y me quedo en silencio
Para no vomitarte toda.

Me quedo esparcida
En la nada existencia.
Esperando nerviosa,
A que se corte sola
Esta unin o t quieras
Meterme de lleno a tu vida.

Sino, Por qu no yo
Soy la que en esta cuerda
Tira y afloja?
Quiz yo fui fcil
Y transparente.
Pero no me avergenzo
Ni me siento mrtir.
Siento y soy
De verdad.
Ya no me importa
tu pensar.

As intensa tal cual,


Del ocano tal mar,
476

Tales olas se desbordan


En la inmensidad.

Si mis emociones son fuertes


Por qu me he de limitar?

Quiz debiera olvidarte.


As, definitivamente.
Ahogar toda esperanza
Vana en m incrustada.

Olvidarte en la niebla
De mi memoria ausente.
Extraviarte para no querer
Nunca ms colmarte.

Comprenderte en lo que fuiste


Un pedazo de tiempo, horas,
Una noche sola ilusoria.

Abandonarte en la calle,
En el centro, contra la gravedad,
Y que el viento te lleve,
As como te trajo para
Volver a conocerte.
477

Y, sin embargo, es inevitable


A ti, quererte.

A veces siento el impulso,


As como te evito y t a m,
De romper esta resistencia
Que me mata para simplemente
Abrazarte, colgar de tus brazos,
Tu cuerpo
Extraarte.
No poder a m atarte.

Quererte sola me agobia


Me querrs algo,
Dentro de tu pecho llano?
No, O s? No. No
S, no. Sino. Si no.

478

XXIV.

Caleidoscopio.
Caleidoscopio.

El amor es un narctico.
El teatro onrico una pesadilla,
Una diablada, un acto religioso.

La fotografa, un cadver.
El dibujo unas rayas.
La piel de una cebra camuflada.
El cuerpo arrebatado.
El alma trepa.
La boca aislada.
La memoria divaga.

Callada, bruta, ilusa.


Catica ordenada.
Controlada.
Control-hada. Lla.
Duda alada.
Las maas. La desconfianza.
La zimarra.
La impulsividad arrancada.
La hoja blanca me insulta.
En un jarro atrapada.
El alma trepa llana
Por tu almohada.
479

No enamorada,
En la tierra extraviada,
Esparcida en la nada.

Los lazos rotos me hieren,


La esperanza divaga
Y se oculta en mi pecho, ausente.
La inmovilidad me duele.
Las palabras en mi frente
Se agolpan inertes,
Ms no menos ardientes.

La verdad se burla de m
Ya no enmascarada.
La ilusin cuelga en las tinieblas,
La amante subversiva
De piel latinoamericana.

480

XXV.

Fonda algarrobina.

Algarrobo en primavera
Es ver verde en los suelos,
Y florecer el damasco
Junto a los abuelos.

Es el or lejano
De las fondas del centro,
El cuestionamiento
De los tos adultos
Y el aburrimiento
De no tener a mi prima
Ash al encuentro.

Es por fin ir a la orilla


Del mar, de noche,
A caminar con Ana
Y su perra guardiana.
A hablar de nuestros
Recuerdos, amigos
esperanzas y sueos.
Es ver la bolsa de las palmeras
Agitarse por el viento,
Caer al ocano
Y recogerlo.

481

Es olvidar
Unos guantes negros,
Una correa y a los msicos
Ver tocar en las cadenas
A cambio de unos ambulantes
En la feria el lamento boliviano
De los enanitos verdes
Con amplificador y guitarra.

Es dormir casi escribiendo


Conociendo el pasado
El futuro reconciliando,
El presente viviendo.

El ocano.
El mar.
Las olas.
La noche.
Las nubes.
La ausencia de estrellas,
La arena hundirse
Junto a mi botas,
El miedo de ser expulsada
De la universidad
Ya no tanto me perturba.
Ahora
482

La falta de luna.
Despertar por las voces
De los vecinos y de los
Pjaros sus trinos.

Es adentrarse al mar
Buscando un freesbeee
Hundido y no encuentro.
Es salir a la fonda

Es no querer volver
A casa y bajar a la playa
Con la Lore a las dos
De la maana,
Fumar, caminar,
Correr, sentir las palmeras,
Las suelas.
Es sentirse encerrada
En la casa de Ashley de la playa
Sin poder bajar a ver las olas
Y sentir la arena sino al atardecer.

Ir a la fonda tras
Un fallido asado,
Y conocer, el colmo de la actriz,
A un actor,
483

Irnos por una nube


Bailando en multitud,
Bajarse e irse de la mano,
Perder mi negra bufanda,
Un Tour por la casa
si quiero subir al firmamento
Me pregunta; yo tom
Un terremoto engaoso.

Me dejo llevar
Por su aliento,
As como el viento.
Nos echan de una nube,
Entramos a otra,
El amor se cruza en la almohada,
Embellece lo azul nocturno,
Conversamos harto,
As abrazados,
De teatro, de enamoramiento,
De nosotros.
De lo chistoso que seamos actores,
Fcil al vuelo llanos,
Lo honesto del quebranto.

Mi amiga toca la puerta.


Son las cinco, reza
484

Desde el otro lado tierna.


Yo no encuentro mi prenda.

l me mira
Mientras me abrigo,
Mi mirada escrudia
Cuando con l juego
A s, quiz, s, podra ser
Vernos otra vez.
Yo que haba agarrado vuelo,
Creyendo no volver a verlo.

l se qued con mi prenda,


Y en Santiago lo he de ver.
Parece perfecto para un no amor al revs.

485

XXVI.

El hombre concreto.
Fcil la noche
Furiosa la tarde
Corren las estrellas
A estrellarse.

Palabras inocuas
Y sonoras fueron stas
En mi memoria.
Yo sobre tu pecho errante
A l invoca ahora.

De pronto la dulzura
Invadi mi vida, de pronto.
Con la primavera la luna
Un nuevo sol la alumbra.

l me acuna
Tras la intensidad desborde,
Me cuida como nunca
Tan fcil una,
De sus brazos no huya.
l es un hombre concreto.
Un actor que teje mis sueos.
En l confo, le creo.

486

Una travesura deciochena,


Una casa de playa locura,
Una pelcula no vista,
Una prenda perdida,
Una llamada nocturna,
Un vaso de jugo en taza,
Su boca pequea,
La honestidad inversa,
No mscaras ni carreras,
Un resfro ganado,
Son todas las flores bellas.

Soy presa feliz cereza.

Bienvenida la vehemencia
La impulsividad de vuelta.

Te vas revelando de a poco


Como en papel en sombra,
Imagen provocadora.

Eres una caja de sorpresas,


Yo una caja de Pandora,
Entretenido el vrtigo
Que nos intriga ahora.

487

Es conocer a alguien
Y no conocerlo.

Es compartir una intimidad


Lograda a gran velocidad
Que embriaga pero marea.

Hasta qu momento dejar


Alargando relaciones
Que se dan de esa manera?
Espontneas, caticas
Impulsivas, efmeras,
Descredas.
Sin utopas.
Sin amor.
Sin historia previa.
Sin prembulo amoroso.
Sin construccin.
Pero que se construye
A medida que se extienda,
Sin pretensiones, sin expectativas,
Ser como se es.
No pretender.
Una relacin fragmentaria.
Un amor sper post moderno.

488

Me dan ganas de continuar con esto,


Tan del presente y nunca del futuro.
Quizs
Qu ocurra en verdad.
Eso es lo interesante.
La incertidumbre.
Sin historia previa.

Ser, actuar, reciprocidad,


Nada ms nos ata
Excepto las ganas inmediatas
De saciar una intriga
Y un deseo sexual
El alma desprendida
O ms bien sujeta a la realidad
Un ideal corrompido por lo real
Un diente de len despeinado
Por la lluvia primaveral.
No hay expectativas invertidas
Ni siquiera razn de arrancar.
Acaso el amor en estado puro
o destruido a medida tal.
Abrumante de esperanzador
o desesperanza total.

489

Otra forma de amar.


No hay cruz femenina
En la frente que llevar.
Tampoco sueos que sembrar.
Eres una estrella sola
En la inmensidad.

Yo soy una luna sola


Que brilla sin luz solar.
Somos amantes
Fragmentados en la eternidad.
Extraviados en el silencio
Que habita entre cada palabra
Vomitada o dicha por azar.

Hay inters creado desde otro lugar.

490

XXVII.

Sin expectativa.

Desaparecer en la niebla
Como dulce almendra.
Vivir intensa
Escalofros, de pies a cabeza.

Lejana sonro
De mis pecados, tan ilesa
He salido de mis asperezas.
El cielo florece
De mil estrellas.
Octubre es primavera,
Soberana empieza
La voluntad llena.

Que de la mano me lleve


El viento antojadizo
Y yo en ella me pierda,
Dcil, placentera.

Que un puado de poemas


En m ya no se escondan,
Y ante ti florezcan.

Que las palabras lleguen a mi cabeza,


Y la memoria me acaricie entera.
491

Que la brutal desconfianza


Ya no me pertenezca.

Ser libre y completa.


Efmera e intensa.
Vehemente y concreta.
Abstracta y poeta.

La vida en fragmentos
Se cae a pedazos
Como flores arrancadas
Por la brisa de su rbol.

As, me siento deshojar


En cada prenda, tus manos prestas,
Tu corazn inquieto,
Tu lejana rigurosidad limpieza,
Tu dulzura traviesa.
La rapidez inversa,
La curiosidad y la certeza.
La caricia sola, la inteligencia,
La impertinencia, la evidencia,
La mentira, la omisin y la sincera
Loca intimidad peligrosa fuerza.

492

La ma vehemencia,
la sientes de cerca.
La locura sin nombre
De ella me llenas.
Tus brazos de fuego
Contra ti me estrechan,
Tus manos lcidas
Que me sujetan,
De la cada sola
De un juego vvido
Sin ninguna regla.

La contradiccin,
A m me entrega
Una panormica
demasiado bella.
Carecer de rumbo,
Formas e historia previa.
Ms real y honesta.
Yo a ti soy verdadera.
T una sorpresa,
Un hombre sin mscara
Cuando me besas.

Una incompleta
Y perfecta mezcla
493

De horas, das, noches,


En la ambigua luna
Catre azotea de tu pieza.

494

XXVIII.

Previa a una once ausente.

Amar de una manera peligrosa.


Confiar de forma milagrosa.
Curar llorndola sola
La vida entera, no es terrible,
Nada duele tanto
Que una grieta se vuelva hermosa.

El miedo ahoga
Detiene, toca.
Callada abro la boca
En lamento inmvil,
Indefinida emocin imagen.

Derramar la arteria aorta


Del inconsciente fcil.
Ser de agua la cara
Los ojos color frgil.

En espera siempre
Del hombre del viento
Cuntos he credo verlo?
Conviene no creer en nada,
Las historias previas
Una herida me abren.
Jams cicatriza. Arde.
495

Por eso es emocionante


Creer ciegamente en alguien,
Y no confiar en nadie.
Es una esperanza loca
En la humanidad errante.

Efmera, voltil.
Dulce, concreto.
Su vida, la ma
Dos secretos.
Ambos seremos.
Hasta que de nuevo
Te lleve robe el viento.

Me plagu de poemas.
Letras que te pertenecen,
Sonidos ciegos de peste.
Yottyo.
Seres inertes.
Ms vivos.
Somos vehementes.
Luces del presente.
El corazn carente
O repleto ardiente.
Un vaco que me aliente
Para no quererte.
496

Una lejana huella


En el alma ausente.
Luz muy tenue,
O siempre muy presente.
Un beso obsequio
Obsceno bizarro cerromente.
Abrazar a la suerte,
Mientras se derrite toda
En estalactitas de arena
De la gran playa breve.
Perdida en la lrica
Tendida en color verde.
Lo que importa es otra cosa,
De qu ahora se bebe.
Se emborracha el alma
De los mundanos placeres.
De sentir locamente
Cada bello obstculo
En el camino silvestre.
Por las flores caerme
Al gran cemento pasto,
Salvarme de sus garras celestes,
Y una once pendiente.
Una entrega potica
Tuya, y tenerte.

497

Pero tienes que responderme.


Dentro de la niebla numrica
Binaria inexistente.

Eres un poema viviente,


Sino, porqu escribo
De manera indecente.
Perpetua corre asciende
Cuela cae golpea muere.
Te abrazar vehemente,
Sin ms, parecer
A ti una demente,
De otra estratsfera,
Luntica sonriente.
Te abrazar fuerte.
Para entregarte un cario loco
humano desinteresado carente.
Te voy a dar estos papeles
Manchados de tu amor
No forzado ni doliente.

498

XXIX.

Desconcierto.

Simpleza complicada
Corazonada incierta.
Cario travieso
La cabeza divaga.

La compaa sola
Ante ti no existe.
No comprendo
Tu jugada.

T, sol
Me abrazas.
T curas
Mis llagas.

Rompes
Mi indiferencia,
La daas.

Fue un acierto,
Despus de todo,
Conocerte de tal modo.

No, un error no.


Eres un ser querido
499

Porque fuiste
De mi decisin y alma.

Yo no sembr
rbol ninguno.
Por qu entonces
Me duermo y despierto
Toda floreada?

Eres un dolor abierto


Que de pronto sana.
Mas yo no quiero
Soar ya ms
Con nada

Para una noche fue


Informacin demasiada.
No s cmo procesarla.
Me qued callada,
Confusa en la noche
De borrosas estrellas
E ilusiones que escapan.

Mas, se queda una esperanza


Sola revoloteando presa
500

Dentro de mi cuerpo ahora.

Quiebras mis sistemas,


Lo que te hace ser peligrosa
Fuerza que me derrota
Para serte directa.

Confundes el material
Sonoro en mi cabeza,
Mi yo entera revoloteas,
Y mis sistemas quiebras.

Quebrada el alma,
Las noches, las semanas.
Salida seria esa noche
A la cuarta semana.
Una quinta pasa
Sin vernos. Nada.
Algo se asoma
En mi memoria
Ya imaginaria.

Una ansiedad loca,


Luego una calma.

501

Un mar incierto
Y una necesidad
De palabras.

Que den seales


De esto que nada,
Bucea profundo
Por la marea
Espuma interna.

Serte lquida y fragmentaria


Qu anidas en tu cabeza
Llena de historias cinfilas?
Cules son o no,
Si hay expectativas,
De alguna manera?

Serte ambigua y abstracta,


T concreto y confiable
Te defin apenas conocerte.
Esa figura mental fue derritindose,
Mas no s quin eres, realmente.
Pero percibo tu alma inquieta,
Tu cuerpo, tu ser entero,
Tu intelecto, que me gustan.
Por ahora, lo importante es eso.
502

Sin expectativas.
Yo quera decir,
Simplemente conocernos.
No imponer los deseos
Que buscamos de un otro,
Sino encontrarnos tal cual
Somos hoy de nuevo.

Pero el lenguaje me agobia,


Para saber a qu atenernos.
No s, quiz, tal vez. Pez.

Son lazos que no amarran,


Para ver si lo verdadero
Logra por s solo aparecer.
Por primera vez.
O ltima efmera vez.
Una baraja de cartas
Siempre por revolver.

503

XXX.

La hoja dada vuelta.

Los matices son oscuros


En una ambigedad pantanosa
Como en la que estoy inmersa ahora.

El desorden, el caos
Son vicios sin camino
Claro, sino a un principio.

Es tiempo de dibujar
Los deseos y seguirlos,
Jugar al verdadero tiempo
En que se est vivo,
Salir del piloto automtico
Y quitarse los bajos instintos
De la muerte y sus impulsos
Que nos adormecen,
Deprimen y envejecen.

504

XXXI.

Ya no hay poesa entre nosotros.


En la cocina,
En el auto,
Casual.
Experimental.
Violencia.
Rudeza.
Informal,
Vestidos formal.
Empaar.
Vidrios.
Incomodidad.
Cario.
Abuso.
Poder.
Corporal.
Status.
Pasional.
Nervios.
Urgencia.
Velocidad.
Locura.
Realidad.
Comida.
Vertiginosidad.
Tu esencia
505

A mi ser.
Sudor.
Olor.
Aroma.
Sentir.
Es otro ser.

Desprendida.
Flotar.
En otro lugar.
Reflexionar.
Travesura.
Intimidad.
Confiar.
Oscuridad.
Locuaz.
Negar.
Ocultar.
Ocular.
Salir de este estado
De pasividad.

Flores inciertas
En la inmensidad.

506

Frialdad.
Sangre fra.
Calor de humanidad.
Tinta negra.
Corazn gris.
Alma en sombra
Dibujo sin matiz.
Fealdad.
Ciega maldad.
Flor primaveral.
Noche estrellada.
Ertica flor.

Frialdad.
Mujer.
Femme fatale.
Dulce piel,
Loba sin miel.

Sin frenos,
Apasionada
A medida tal.
Tinta azul
Rojo y ser.

507

Un mes
Despus.

Da azul
Y hmedo.

Profundamente
Onrico.
Hondo en espesor,
Pensamiento vago.
Decisin ausente,
O en trnsito.

Nostalgia de trmino.
La previa melanclica
Del trago amargo.

Suspirar solitario,
Enredada en su abrazo.
Contradiccin interna,
Al acariciar su cabello raso.

Pero la distancia
De mi brazo es largo,
Ms an del alma
A su quebranto.
508

El viento clama
Mi huida,
Y la lluvia llora
Otro amor inacabado.

La lluvia est esperando


El momento exacto,
Cuando no soporte ms
El peso de estos aos.

Las nubes la resisten


Como me retuviste
Con tu ser frgil,
El da de ayer a tu lado.

Me he enfriado,
El desapego mo
Irreversible ha actuado.

Y pese a lo fragmentario
Y liviano de lo nuestro,
Tengo pena de terminarlo.

509

El lazo me ahoga
Al querer zafarlo.

Cuando un hombre
Siente mi paso lejano,
No puedo evitar
Querer abrazarlo,
Curarle al besarlo
Para apagar
El mnimo dolor
Que guarde mi dao.

Pero pasan los das,


Como aos
Y

Ya no hay
Poesa entre nosotros.

Lo casual del asunto,


Lo hermosamente fragmentario
Se disuelve en la niebla
De la madrugada ahora.

En cambio, se convierte
En un rito de repeticin
510

Cada vez ms mecnico


Descompuesto al mero sexo.

Yo no te amo.
T no me amas.
Nosotros nos amamos
Sin amarnos.
Lo hacemos sin hacerlo.
Yo escribo sin vrtigo,
Sin amor, sin deseo,
Me canso al fin de esto.

Ya no me intereso.
Pero me es imposible
Desconectarme por completo,
Terminarlo y zafarme
De todo este asunto.
Pero gana el momento.

Una incomodidad cmoda,


Un chicle alargado bajo un asiento,
Algo que pareca ser
Un amor nuevo,
No es nada,
En tal circunstancia,
Por supuesto.
511

Un final no enunciado,
Soy muda por completo.
Resistencia loca nudo,
Sern necesarias las palabras,
Las excusas que materializan
Mi desaparicin frustrada
O el final definitivo completo?

Ancdota,
Te convertiste en una buena,
Una divertida historia.
Y el giro dramtico
No llega

Quiz la anagnrisis
Siempre ocup su puesto,
Y en la ausencia constante
Avanzar juntos
Es un ir en crculos agobiante
Sin regreso a

Tu nombre.
Tu esencia.
Tu ser.
Tu presencia.
Tu alma inquieta.
512

Tu imagen.
La concrecin esquiva.
La ilusin casi muerta
La esperanza revolotea.
La lucha sola
Del olvido ausente.
La atraccin presente.
El silencio mutuo.
Se pudrieron de a poco
En la memoria.
Un mes sin verte.
La poesa ante ti perece.

Este poema moribundo


De versos sedientos
Por su propio vaco,
Es el nico que permanece
A ti escondido.

T que preguntas por ellos,


Yo callo y no te lo entrego.
Soy muy mentirosa o piadosa,
Para arrebatarte cual sea
Que fuera la ilusin en tu cabeza.

En cambio, tras ms de un mes sin vernos


513

Slo pude besarte y decirte, a mi manera,


Que lo ms probable es que yo desapareciera,
Ms tarde cuando por fin de tu viaje vuelvas.

Honesta a mi manera, ms que a los otros


Que he dejado soar con mi negada ausencia.

514

XXXII.

Insomnio de verano.
Cobarda vil.
Llenarse de todo,
Menos de ti.

Que permanezcas as.


Arrancado de mi pecho.
Pero en mis sueos seguir.
Tmido orgullo.
Grande cicatriz.

Y a otra ciudad me escap


Para olvidarlo otra vez.
Se ha dejado la barba crecer,
El amor.
l ha tomado tu piel,
Tus ojos me hieren
De tan lejos, s,
De una fotografa
Que yo, s, te saqu.

Yo quise morirme esta vez.


Tus ojos que clavas
Pesados sobre mi ser,
Me hacen enmudecer.
Esconderme bajo las mesas
515

Y sonrerte tmida,
As tal cual me ves.

He vuelto a caer
En tu imagen y querer
Soarte, a mi lado tener.

De pronto se han vuelto


Mis noches todas de l.

Todo mi ser se ha obsesionado


Hacindome el raciocinio perder.
El calor tampoco contribuye
A enfriar mi cndida estupidez.

Mi mente te atrae cada vez,


Como si de esa forma pudieras
Sentir que te espero de pie.
Pero se resiste a la vez.

Es la oposicin clsica
Del amor clsico
Que quizs nunca he llegado a tener.

Sembr tantas expectativas


Sin querer.
516

Quiz sean las mismas,


Que al destruirlas
se multiplicaron por diez.

Estpido mi ser,
El amor tal estupidez,
Estpida sigo siendo
Porque tengo hambre
y sed.

De ti, una y otra vez.


Irremediable y nicamente
De ti, me acuerdo, nico ser.

Mi memoria ha sido trastornada


Por tu presencia yo me enfermo,
Que an en la ausencia
De mis noches demora el sueo.

Te extrao as, siempre


Con los prpados abiertos.
Por qu, fantasas, de ellas me lleno,
Cuando lo nico que quiero
Es olvidarte en este cuarto oscuro
Para poder dormirme al menos?

517

En las noches de verano


Eres parte de mi imaginario.
Culpable de mi insomnio,
Raz de mi quebranto.

Ao tras ao.
T eres a quien no engao.
Y de quien siempre me distancio
Cuando muy cerca te hallo.

Mas, la memoria me hiere


Recordando, que s sentas
Por m algo.

Yo, que me quit las esperanzas


A lgrimas pualadas,
Y a abrazos de otros
Que pronto fui olvidando.

Mis versos siempre a ti


Fueron.

Y ahora van
Regresando.

518

Nadie, salvo t,
Podras arrancarme de
Mis malos hbitos.

Aunque esa noche haya escapado,


Slo con los otros fue pensado.
De ti nunca quise apartarme,
Pero es tanto el sentimiento
Que tem verlo desbordado.

Porque tal vez ese algo


No es comparable a cada uno
De los versos que por ti
He escrito y nunca entregado.

El miedo es innegable,
El nervio me ha acabado.
Cada da contra m
ese algo ha luchado,
y pese a mi orgullo
an no se ha cansado.

Ya no son slo las noches,


Sino a cada minuto,
A pleno sol o luna
Que mi memoria
519

Fielmente te dibuja
Dentro mo,
y te suea fuera,
al lado mo.

Tus ojos oscuros


Lo ms oscuro
De tu ser luminoso
Me ultrajan,
S, el alma espritu.

A la mayor distancia,
Me persiguen tus ojos
Inquietos, desorbitados,
Vehementes me hallan.

La luna llena esta noche


me gobierna en calma.

Me pregunto si los amores


Mos son parte de un todo.

Empiezo a sospechar
el amor no existe por s solo.
No uno solo, no unilateral.
Para m no. Pero tu rostro
520

Crea un nuevo sentido,


Una posibilidad de
Lo nico e inequvoco.

La poesa y la fotografa
Sostienen en m al pasado.
Atrapada estoy en el cristal
Del recuerdo fotografiado.

Algarrobo miel
De mis mil amores.
Pero t, nico sol,
Nunca me has venido a ver,
Salvo en estos previos
Pensamientos de nocheser.

521

XXXIII.

No s.

No s qu ha sucedido
Una angustia lejana
Me ha invadido.

No s si es la nostalgia
De nunca haberlo tenido o
La presin de una etapa
Que se precipita al precipicio
De una incertidumbre ingrata.

Si son los afectos desunidos.

No s el porqu
De mis lgrimas.

Si la mirada de desdn
De aquellos seres olvidados
Que transfiero a cualquier
Otro que me rodee.

Si la incomodidad perpetua
Que persigue a mi timidez.

No s.
Slo escribirlo
522

Me devuelve algo el placer


Por mi propio ser.

Furia lejana. Rabia enlodada.


Ofendida. Tierra herida
Calma errada. Memoria falla.

Tengo los ojos trenzados


De lgrimas.
De no s qu fuerza
Dolorosa que me gobierna.

Tu figura perpetua
Me perturba por completa.
Ahora verte prximo
A mi cuerpo enloda.

Tu nombre pronto tropieza


Cuando mi mente se empieza
Pronto cerca del sueo o se aleja
Tal sonido me inquieta.

Pero algo de m se aquieta.


Una calma de no s dnde
Dentro de m se llena y
Caigo al sueo por entera.
523

XXXIV.

Releer los poemas.

Qu vergenza prstina
Releer tanto de m
Entre lneas.

Son cpsulas de tiempo


Espontneamente escritas.
Historias mas crpticas
Entre versos a veces olvidados
Que tan cariosamente guardo.

Qu manera de ser artista


Del amor as escapando.
Es de la zimarra la dicha
Del orden desarmado.

Es la desolacin del amor


Verdadero arrancado.
La nostalgia de los lazos rotos
Y la sorpresa propia de ser amado.

El arte es un hombre solo


Que acumula a los otros.
El arte parece ser mi nico amante
Perpetuo feliz distante.

524

Podra ser la escritura el dibujo


La fotografa el teatro el canto
Cada uno un hombre.
Y yo sera una promiscua.

Dispersa interna hacia la fantasa.


La luz y las sombras me tocan.
Las letras en las noches me ahogan
Con su precipitado verso invocan.

Ms extrao, de todos los placeres


Estticos mos mundanos,
El amar de verdad a un ser nico
Mo por entero a m abrazado.

La calma de querer como lo hago


En todos los poemas que trago.
Alzarme en una barca peligrosa
Como lo era la adolescencia propia.

Querer a un hombre es el arte mayor


De mis mujeres familiares todas.
Ms yo tengo al arte por amante
Y una ilusin en fragmentos ya rota.
Yo todos los versos los siento
Si fuesen dentro del cuerpo ahora.
525

XXXV.

Devastacin.

El fro me acaricia entera


Suave esta maana tierna
algarrobina en otoo tierna.

Pero hay una tensin interna


Revoloteando en mi cabeza,
Ojos prpados, pecho,
Estmago, sexo, sangre
Para cuando a Santiago vuelva.

El ditirambo en m despierta
La eterna profunda inquietud
Que brot esta mariposa muerta,
Un cadver intacto que resucitar
Amenaza con todas sus fuerzas.

Semana santa paradoja empieza


En mi fuga hacia las estrellas.
El ocano calmo espera
Que atraviese sus orillas prestas.

Una plaga potica costera


Me invade para que duerma.
Algarrobo lluvioso
Entrgame al sol esquivo.
526

De pronto se asoman sus ojos


Para en la niebla perderse pronto.

Mis das son siempre noche


Yo camino hmeda en lodo.

Devastada.

En Santiago txico.
Son las luces artificiales
Las que alumbran,
Explotan en mis ojos.

El tiempo cruel cclico


Me hiere repetitivo,
El puado de segundos doloroso.
Me quitan el ltimo idlico
Ilusorio sueo que lloro.
Las piernas solas
Me mantengan en pie,
Mientras me ahogo.

527

XXXVI.

Rito de Dionisio.

El origen de los excesos


El arte que desborda los deseos
De Dionisio, hijo de Zeus,
Nace con desenfreno.

Muerta Smele su madre


Antes de su nacimiento,
Crece dentro de la pierna piel
De su padre como capullo incierto.

Ser bendito y endiablado,


Nace el pequeo dios en tormento.
su corona de hojas del parrn,
Las uvas su fruto su quebranto
De ellas crea el vino sagrado,
La sangre de su corazn
Para dar vida a los humanos.

Porque vida no era an ni dicha


La existencia dcil y el trabajo.
Ahora la noche se iluminaba
Ms bella enrojecida por la alegra
impulso afrodisaco salir el animal
Que permanece bajo piel manso.

528

Tal preciado regalo deba de ser


agradecido bebido celebrado
a Dionisio en cada ditirambo,
el espritu en cuerpo danzar
el canto a la boca vomitado.

Tespis, por el vino arrebatado


Se aparta del coro de humanos
Y clama al propio dios en l
Encarnado, a todos grita ser l
Dionisio en su cuerpo habitando.

Este hito equvoco csmico


de tespis a su alma arrancado
Dio bautizo al teatro.
Arte inquieto que permanece
en lo profundo De su ser,
haciendo evidente
Lo invisible,
Lo que se
Oculta en la penumbra.

Porque La ficcin
Es la excusa,
Es el medio,
El lenguaje
529

De una realidad
Que subyace
Bajo la piel
Y los rganos,
De quienes ejecutan.

Es vivir
Distintas
Microvidas
Inventadas.

Ser todos
Una a la vez.
Es sentir
Con precisin
Al hacer,
Al desear,
Al querer.

Es el miedo
Caer porfin
Como pesada
Armadura por
Gravedad al
Suelo descender,
Para de verdad ser.
530

Es la celebracin
De ser t, ser yo,
Ser, somos
Como un todo,
Una unidad,
Un universo

Bienvenido
A esta vida
De espejos,
Apariencias,
Resistencias,
Obstculos,
Valenta,
Perseverancia,
Energa,
Dicha,
Familia!

A revivir
La tradicin oral
Que respira
En nuestras almas,
A convertir en boca
Cuerpo las ideas
Crticas descabelladas.
531

A exorcizar
El libro
En el calor
De nuestra garganta,
Msculos y lgrimas.

A darle sentido
A nuestro pasar
En estas tierras
Por estrellas iluminadas.

A no lamentar,
A errar, a pecar,
A dejar de pensar
Y convertirte en una ms
De este bello monstruo
Llamado humanidad.
Bienvenido al
Teatro, al gran
Teatro real!

532

XXXVII.

La mujer de adentro.
Soy caos abierto
Soy lquida.

Las palabras me llegan


Al fuero interno
A tropezones
Me caen encima
Como jilgueros.

Me duele el estmago
Es mi cuerpo
En lo profundo
De su adentro.

El cansancio
Me empuja hacia el sueo.

Pero en vela permanezco


Un corto perodo de tiempo,
Pensando cmo todo resolverlo.

Soy incapaz
De hablarme
Sino en verso.
Cun alejada estoy
533

De los hombres ellos.

Una pura ser virginal


Nacida hacia dentro.
El vaco en m dentro.
Dentro el ocano
de la mujer ruge lejos.

La mujer es ms lquida
en tormento.
La tormenta iluminaria
En m ha hecho la ilusoria trampa
De la mujer por completo.

Ser la mujer de adentro.


Yo no me entiendo.
El exceso sol deseo sexo
Ingrvido incapaz in sobre ciego.
Loca luna loba alguna cielo
Los sonidos sordos siento
Que me dictan un oleaje interno.

La partcula sola vuela


Al desplomarse la flor explosiva
En tenaz desasosiego.

534

En qu versos yo ahora
Me encuentro?
Me desarmo y me pierdo,
En galctica noche sin luceros.
Estoy nublada.
Soy la noche ocultando
Sus encantamientos.

Soy el vmito inerte loco


Sobre la hoja blanca suave
Contra la cual me estrecho.

Soy slo salvedad


Ilgica sin responsabilidad.
Compleja red de caminos
Enlodada a manera tal.
Cruz luz bus voz
Me acaricia tu gravedad.
La imposiblidad me gobierna
Y me hiere al t no mirar.
Laguna interna la chungar
Cordillera nevada aluvin primaveral
Otoo presente ya no llega,
Solcito lindo djame descansar.

Haz que llueva lindo


535

Que ya no tengo mar.


La ceguera de tu brilloluminalidad
Seca la boca la tierra ni manantial.

Caca loco luco


Slo acto por espontaneidad.
Dolor en cuello ajeno agudo
Falto de placer al no morder
No besar.
Soy una puber encubierta
En cuerpo de adulta ms.

He perdido el sentido real.


Me conmuevo sin escapar.
Soy el caos cubierto
De puras algas de mar.

Soy el barullo interno


Que al viento sonar.
Soy yo todo mi ser envuelto
Queriendote, a todos gritar.

Soy la obviedad destreza


Que ha cesado su obscenidad
Obcesa obsesin excelsa
Calamar cada forjar.
536

XXXVIII.

Quinta normal.

la mujer ansiosa camina


una mujer silenciosa y sola,
en un carnaval de fin de semana,
entre parejas que se aman en la plaza,
nios en biciclos hacen carreras
y nias con sus coronas plateadas
comida en su mano y una estrella.
Son horas vanas en espera.

537

XXXIX.

Una calma.

Quizs la calma ha sobrevenido ingrvida,


Y mi alma se desata de las ilusiones vanas.

Corro libre, o me aquieto enraizada


Como rbol trepa a la luna plateada.

He cruzado el umbral del dolor y el caos.


La noche es mi hogar a mi mente imaginaria.

No ya melancola ni ansiedad ahogada.


Sola yo como estrella iluminaria,
Hay una tranquilidad extraa.
Una satisfaccin colmada.

538

XL.

Un sueo en mi memoria.

Soy una flor desechada al primer tacto.


Dura en la niebla amargura dulce tierra.

No hay palabras cmodas a nuestras bocas


Slo un vaco inocuo, una ruda certeza.
Nunca fuimos para el otro, no.

Fue un sueo en mi memoria, en mi mente ahora.


Hubisemos sido seres que slo se aman
Con el cuerpo, sin palabras en la boca.
Habra silencio sonoro, placer, afecto,
Pero no una relacin social, decir alguna cosa.

539

XLI.

Intensidad

Yo te soy una presa dcil y mansa.


No permitas que me gobierne y me aleja.
Ya fue una vez dolorosa la vergenza
Que supiera que pensabas que yo era
una enamorada de tu simpleza.
No me temas porque soy intensa.
Mis palabras son nefastas.

No. Son piedras.

Me estoy pudriendo de poesa aqu dentro.


Es el sueo tuyo dulce imposible deseo.
Cuando estoy cerca de ti me nublo,
No pienso, quiero slo caer en ti sin peso.

540

XLII.

Algarrobo invernal.
Algarrobo invernal

Plidos aromos dorados te gobiernan.


Las nubes al fin se han disipado
Y el sol lejano algo abriga
El ltimo da que nos queda.
El firmamento celeste en su grandeza
Infinita se expande, anticipando la primavera.
Tus olas saladas que golpean tronando
A s mismas se destrozan y quedando solo espuma.

541

XLIII.

Amor mezquino.

He sido atravesada
Por la mirada de un hombre
De corazn mezquino.

He llorado las noches,


Los das, los aos,
Por una espera vana.
He malgastado mis ojos,
Mi mente, mi alma, mi cuerpo toda
Como agua de cascada,
Agua estancada que sin ro
Al mar ya no halla.

Se me ha podrido el alma espritu


Al quererte en este doloroso encuentro
Inconexo, fragmento idealizado en sueos.

Yo me hallo triste, por tenerte a un metro,


Y que mi impulso ciego se frene, y nunca
Te atrape yo en un abrazo, en un beso.

Yo no entiendo quin de los dos


Es el ms mezquino, si soy silencio.
Mi tmida faz tormento me hace quieta
Pasividad lujuriosa ante los deseos.
542

Es la vergenza de ser descubierta,


De amar a tal extremo.
Yo, que reniego de amar a cualquier
Ser, desenamorada por completo.
T vislumbraste la poca esperanza en m dentro,
Mas terminaste por tirar esos restos.

Ya sola la desolacin
Ocupa el espacio ilusorio,
Este vaco hueco insonoro
Agujero negro violento
Que se rasga crece y perece
En lo oscuro de mis ojos celestes.
El amor me parece una burla
A mi propia bsqueda estpida
Por un otro, luz que eclipsa al astro
Al desaparecer en su entrega al universo.

Y lo ms doloroso, es que esta fe muerta


En las personas parece resucitar un momento.
Justamente cuando tan prximo te siento,
Contradictoria la certeza, paradjica la huella
Imborrable en la memoria y el presente en un duelo.

Soy una partcula solitaria


De agradable aspecto, ya no ilusa
543

Tanto que me gobierno.


Igual algo as me desespero,
Errtica cuando caen los astros
Al suelo del firmamento.
Camino entre el caos interno,
Toda carente de afecto y de sexo,
nicas necesidades que calmo
En fantasas y no con mi cuerpo.

Yo me extravo en el invernadero.
Yo debo dejarme ir por el viento.
Que me arrastre tan lejos,
Al olvido de tu contacto directo,
Tu regalo al destino en mis versos,
Al encalladamiento de mi desasosiego.
Borrarte casi quisiera
De todos mis pensamientos,
Que al verte nada, no nazca
Ms palabra acumulada
En dolor y a verso cubierto.
Que mis ojos no exploten ya
Como olas de mi ocano interno.

Que caiga mi pena callada


Con estas maraas grabadas
En la hoja abierta, el lpiz
544

Que su tinta ya no creaba


Sino para sellar mi luna pesada.

Porque en su frente l ya no me ata


Y son los das speros y tensos
Por la tormenta elctrica que se escapa,
Sueo ser enterrada en mis deseos
Y de adentro ser arrancada.

545

XLIV.

Distancias.

La distancia es cosa dolorosa y fea


Y hay cercanas que atormentan.
Estoy repartida en tantos pedazos
Dispersin deseos fuerza.

Tengo miedo de que los anudes


y t resultes ms quebrantado.

Tengo la sonrisa chueca


Muerta viva la aspereza.
Derramar la mierda.
Tengo el alma enferma
Destruirla yo no quisiera.

Yo soy esa persona


Ms egosta que conozco.
Tu dolor es mi dolor
Pero mi mente est hundida
En un mar de fantasas,
Sin lgica, sin amor.

Hay en m una confusin


Un atropello de ideas en mi interior.

546

XLV.

Tala.

Maana triste cruel


Han roto las venas de mis ojos
Mutilado los dos pilares
De mi creatividad infantil indmita,
El nico placer de vivir en altura.

En un edificio del barrio arribista,


Era encontrarse con ambos rboles.

Ya no cantarn los pjaros en madrugada


Ni se asomarn por sus nidos perdidos.
Qu escalarn ahora los gatos
Cuando ronronee la ingrvida luna.
Ver la tumba de ladrillos sin sepultura
y conformarse con disparar
Contra el leador y su serrucho
Una cmara fotogrfica sin memoria.

El resto de la memoria se trastorna


El exterminio de cuatro dcadas atrs,
Y yo, mujer simple, por dos rboles llora.

547

XLVI.

Races en la costa.

Cada vez que vuelvo


A la ciudad capital
Regreso ms en vuelo
Como flotando,
Porque me voy enraizando
En la costa, con deseo
Inagotable de hundirme en la arena,
El mar me abrace y yo crezca
Como un rbol de algarrobo,
Y retorno slo como mariposa
Que se posa en el ladrillo, el metal
Y el cemento, anhelando
Que el viento con su soplido
La empuje fuera del aire contaminado
A fundirse con la brisa marina
Ahogarse en la espuma y nacer Venus
Entre las hmedas explosivas partculas.
Quedan estos meses que cuento
Para volver y perderme
En la nada existente, el todo presente,
la naturaleza urgente siempre perpetua e inocente.

548

XLVII.

Palabras en mi cabeza.

Yo dibujo constelaciones
En mi cabeza.

Yo piedra, t jazmn.
Son las piedras dadas vuelta
Un hermoso salvaje jardn.

Sol de primavera y viento


No hay certezas ni fin.

Yo eterno descontento
Yo sin sonrisa feliz.

549

XLVIII.

Un espiral.

La tierra dulce
El pan de ceba
Calma la llora
Truena sin pesas
Mesas en la cama
Dulce tristeza
Maldad luz
Cascada en pizarra.
La mano inquieta
El dibujo solo
Las hojas pasan
Y no me calmo.

La ansiedad
En cada lnea
Vrtigo y deriva.

Un espiral en la garganta.
Mente alborotada
Perpetua angustiada
En ebullicin
El dormir se me arranca
Y las ideas empiezan a surgir
Las apalabras me acorralan
Insomne la noche larga.
550

XLIX.

Un sueo.

Anoche so con l.
Cubierto por la niebla
Onrica de mi conciencia.

Lo besaba en un callejn
Del centro, sin decirle adis.
En la realidad l se cas,
El filsofo que me hizo idealizar el amor.

Se fue, volvi, y se va otra vez.


El rbol.
Olor a humo.
A incendio, a ceniza gris.
La humanidad sigue su curso,
Por qu no yo.

Yo permanezco ingrvida,
Lejana a todo amor.
No.
A todo hombre.

551

L.

Un cambio.

Algo se borda en mi piel.


Una enredadera subterrnea de venas.

Un da nublado.
Luego de una fiesta de fin de ao.
Nublarse.

Quedarse en blanco.
Como una hoja de papel.
Buscar las letras
Las palabras
Los sonidos
En un puto jardn musical.
Asomarse a un precipicio,
Estar inmerso en un vaco.
Una maana fra de verano.
Las ideas revolotean cerca
Mas no se acercan,
Duermen en un nuevo campo.

552

LI.

Ser arte. Actriz.

Malentend siempre
La funcin de la actriz.
Yo jams divorci
A la artista de s.

Me alej, ahora volv.

De nuevo a la infancia
Al inicio de la adultez.
A este camino donde ca.
A este vaco que yo eleg.
A esta deriva flotando part.
Adonde me lleve el cuerpo escribir.

Un verso perdido en la memoria.

553

LII.

El salto.

Salir al vaco
Al silencio fortuito.
Los mltiples caminos
Que llevan a un abismo.

El salto
a lo desconocido.
El miedo
Es lo nico que aprisiona
A mi espritu,
En este encrucijado camino.

Mas debajo de ese abrigo


Asfixiante, al dejarme inmvil,
Bulle la ausencia,
La libertad, el arte,
En esencia, el alma inquieta
Vehemente y expectante
En este cuerpo ansioso y transpirante.

Una adrenalina loca


Nunca antes vivida
Me extasa, me enloda,
Me agrava y trastorna.

554

La espera equvoca
Se termina.
No s si mi idea
Fue poco o demasiado cuerda.

Pero es estrecha
La entrada al sistema.
Para alguien que nunca
Encaja como cualquiera,
O nunca lo har
Por voluntad expresa.

555

LIII.

Reencuentro.

No fue difcil verte,


Mas tenerte cerca
Yo soy torpeza simple.

Estoy enamorada de l
Enterrada hasta el fondo
En la tierra, los pies,
La cabeza, asfixia.

El amor,
La fantasa ertica universal.
Arrojarme a su fuerza,
Soy dbil franqueza.

Soy una actriz secundaria


En su vida impresa.

Estoy al pie del barranco.


Me traga, me desespera.
Es fuerte la ola contra la frgil corteza
Del rbol, son las semillas
Cadas del firmamento
Simples estrellas.
La vida pareca simple
Antes que aparecieras.
556

La luz difusa del celular


Se apaga mientras empieza
La letra manuscrita en esta agenda
A escribir memorias llenas
En su vaco propio aspereza.

La incmoda tensin sexual expresa


Una incompletud en tristeza.
An as canto ms ligera,
Slo al tenerte unos segundos
De vuelta.

Lejana pero cerca.


Prxima pero ajena.
Tuya sin ser presa.
Y yo como loca presta.

Una fantasa ms
Entre mis poemas.
Un macho ms que muso
Yo uso en un nudo.

Ay poema, eres una cosa traviesa


Un nudo en la garganta
Un espiral en la trquea.
Una mujer sonrojada,
557

Transparentada.
Una verdad gritada a pierna falda.
Una palabra civilizada encolerizada
Intercambiada desastrosa y desastrada.
Mi boca calla,
T no bailas.
Yo escaranta. T soliviado.
Alunada, dandelionada.

Contigo nada cambia.


Avanza nada, queda
En tmida mentira
De no ocurri nada.
Soy no un hito,
Sino una locura borrada
Una tachada, un fantasma.
Para ti, yo no soy, soy nada.

El artista necesita disciplina


Sino es un manojo de espinas.
Atormentada.
Las palabras me cavan.
Me acaban, me delatan.
Una pausa de ciudad
Me desacelera.

558

Me arranca a partculas
El alma.
La palabra mi entraa.
Hmeda la cara.
Porqu. Por qu
Queda una esperanza,
Sultame loca atada
A mis entraa faldas.
Me lastima esta falla
Lgica cruza callada.
Desamarrada a la cama.
Al poeta le duele arde el alma.
T eres poesa.
Prxima a ti.
Seriedad o sonrisa.

Los labios me arden


Al sentirla.
Sin palabra,
slo dicha.

Extrao tu sencilla
Presencia en partculas.
Mil y un fotografas.

559

Sutil, dulce
Yo transparente
De afuera dentro,
Ultraj tu figura,
Tu sombra luminiscencia.

Ingrvida, hendida
En una tensin divina
Diablada ya tibia.
Podra ser un simple cierre
A la perpetua desdicha.

Un caos relleno
De estalactitas.

560

LIV.

El enamoramiento al viento.
Cresta.
Cresta del ro,
La ola, la ciega primavera.
Cresta.
Expresin absurda y siniestra.
Cresta! Cresta! Cresta!
T tambin escribes
Y yo perdida
Entre la poesa bruta
Y las fantasas.

Ocano lento
Me acoges en tus sueos.
Me quemo, a tu contacto
Casi directo.
Sol nuevo, pero oculto
Tanto tiempo.

Mierda.
Mierda, mierda!
Teatro viejo, teatro malo,
Teatro bueno.
Me desconcentro.
Es sentir tus ojos desaprobando
A mi actuar por entero.
561

Mas no hay placer mayor


Que finalmente tu sonrisa
Me acaricie desde lejos.
Caen los astros
Cuando te desconcierto.
Caen bajo, profundo
Ya muy dentro.

Podra ser tuya


Y t mo por completo.

Ultrajada.
A voluntad.
Sin voz, energa,
Ni alma.

Tu abrazo
Fue dulce y fugaz.

Rasguada
Por tu barba afeitada.

Te recuerdo.
Ya no s si fue
Tan slo un sueo,
Una equivocacin
562

O un simple impulso ciego.

Slo hay una certeza.


Estoy por ti ms ligera.

El amor no es
Unilateral.

Y t de repente ests
En medio de esta soledad.

Quizs sea todo casual,


Y maana yo no vuelva ms.

Luna dulce mortal,


Quizs si la lluvia cae torrencial.

Pero nunca desciende


Y esta tensin queda sin igual.

Soy una idealista


Con una grieta irreversible.
Pero tu cario es un blsamo
A mi crisis amorosa irascible.

563

Ahora,
Las palabras no llegan.
El dolor me las bota,
Y el verso queda reducido.

Los dibujos me arrastran


A ningn sonido.
Ni uno
Ni pito.
Ni rumorcito.

Tantas cosas
Quiero decirte.
En este silencio
Infinito.

Me dobla la hoja
A nada realmente escrito:

Le cuento
Soy una poeta
Encerrada en estos ojos,
Esta boca, este cuerpo
Y estas palabras.

564

Ser lo menos cursi.


Por eso le escribo sin prejuicio,
Sin intencin, sin adornos,
Sino creer usted
Que estoy enamorada
Y volver a escuchar
Esa molesta palabra
tranquilidad, como si
Quisiese que me apartara.
La verdad es
algo mo propio,
este hbito potico
de mi tmido ahnco.

Es mi cario desinteresado,
Slo queriendo compartir a tu lado.

Independiente de esa noche,


Mi dicha de conocerte
est en el incondicional apoyo
que me tomaras de la mano
para que yo no temiera
de pisar el suelo fuerte.

Y tu abrazo noble,
Yo hace mucho tiempo
565

No dorma tan
Plcidamente,
Agradezco la
Confianza desinteresada,
Y quisiera
Responder a ella
Con cario igualmente
Desinteresado.

Not en tu ser inquieto


Un loco arrebato,
Y un temor a lo nuestro
Muy inmediato.

Yo aprenda a valorar ms
El cario y la amistad.

Quiero, primero que todo,


Regalarte mi cario
Anudado en estos versos
Caticos e impulsivos
Como somos nosotros,
Atados por un impreciso destino.

566

Yo te ser quizs un gato


Demasiado a ti entregado,
Una fcil y alocada
Joven errtica arisca
Que trata de arrancarse
Por la puerta, tan cruelmente
Violentada por ladrones antichapas,
Y testigo de una borracha indecisa.

Porque tu trato me acerca


Como tambin me aleja,
Es tu mscara de rockstar
Contra mi maquillaje simple,
Es tu esquivo semblante
las palabras tuyas que me cortan
el dormir, contrario a cuando
T me tocas.
La razn por la que ca
dulce en tus manos.

Porque detrs de esa pose,


Yo siento la profundidad
Inequvoca de un hombre
Que ha sido quebrado,
Y quien valientemente
Se reconstruye de sus pedazos.
567

Porque adoro los segundos


En que te modificas, caes
En suspenso destellando
Esos ojos negros, o sonres
Aprobando despus de tanto
Sentir yo que te estreso,
Actriz pequea sin ideas,
Sin memoria y muy nerviosa.

Porque antes de subir


A ese firmamento contigo,
Y me pervirtieras,
Slo tena una certeza.
Ms bien una cruel sospecha.

Me desconcentra
Tenerte tan cerca,
Y era mi actuar equvoco
Una tensin sexual
Que me tom brusca,
Tan as de sorpresa.

Fue esa primera noche


Un quererse a ciegas,
Un acto vehemente,
s, por fin sin cabeza
568

Si bien interrumpido,
Fue muy lejos del vaco
Que me habitaba hondo
Al aproximarse cualquier hombre
A mi antes cerrado rostro.

Porque fue una accin sin sentido.


Me arrancas del pensamiento destructivo
Y reconcilias con mi olvidado erotismo.
Pero mi salida fue una huida abrupta,
Y lo que tuvimos se desvaneci tal cual
Un diente de len se despedaza con la lluvia.
As de frgil tambin me percibes?
Te soy una flor transparentada,
Demasiado ansiosa o asustada?
Porqu tanto a la tranquilidad llamas.

Yo estoy tranquila,
Por la propia juventud
Vehemente que me gobierna
Y quisiera yo serte sincera.
Yo volv la otra noche, tuya invitada,
A tantear la terraza, por si encontraba
Las partculas de esa flor fugaz explotada.
Porque su gracia es que crecen como bruta maleza,
Como estas letras que forman palabras,
569

Y stas atrevidas intenciones tras este poema.

Tan bruta y desalmada,


Dej que los nervios me embriagaran.
Cervezas morenas y una jalea rubia,
Y ya ni en mis cinco sentidos estaba.

Porque entonces pens que era mejor


Desaparecer y negar tus abrazos,
Seguir mi camino hacia otro lado.

Entonces me detuviste
Entonces la verdad exigiste
Entonces me increpaste
Entonces me descubriste
Y no tuve excusa sino para quedarme.

Entonces me cuidaste
En mi etlico estado
(sino tu casa iba a sufrir los daos)
Y yo dorm mientras t
Estabas en el bullicio abajo.

Mi dormir lo interrumpa
Tu llegada breve y desaforada,
Hasta que pronto yo perciba
570

La pura soledad entre nosotros,


Y a ti por fin fui entregada
Con la vehemencia propia
De quien reacciona de forma primaria.

Sin embargo, mi soar a tu lado


Se oscureci y perturb tal ro
Empantanado, sin poder nadar
Y respirar en el fondo de tal lago.

Fueron esas frases concretas,


Peticin hosca y frrea,
Que me at a un rbol.

Era mi volar alto


Como un cometa,
Y t con la realidad gruesa,
Hiciste mi descender rpido,
Por prometerte un poema.
No te enamores de m.
Slo podra decirlo un galn.
Y me da ganas entonces
De todos los versos borrar.

Eran las palabras exactas


Para hacerme desaparecer de tu lado.
571

Una paradoja, tal vez, que sepas,


Sin conocerme, tan slo un mes,
Cmo atraerme para luego provocar
Mi huida en tal desengao.

Sern los aos extras sumando.


Saber cmo tratar a una mujer sola,
Para que su compaa sea slo cundo,
Dnde y sobre qu, usted quiera.

Pero an as me tienes de vuelta,


Como quien de pronto te escribe algo.
Es como si supiera que eres ms
Que las palabras y su sonido raso.

O ser que te respond


Vil y honesta que podramos
Fugazmente enamorarnos,
O en realidad, lo ms probable,
Yo tampoco anhele que tu
Usted seor se enamore,
Porque yo esa frase
Muchas veces la he pensado.

Lo ms doliente de un poeta
Quizs sea el falso amor
572

Que siempre a alguien profesa,


Porque sus emociones son
Propias olas que da
Rienda suelta.

Es el amor nunca unilateral,


As como yo voy t vienes
Ya de vuelta.
Y mi crisis ya estaba
Antes de que te conociera.

Igual algo an indescriptible,


Me inclina a verte, seguirte.
Porque s me gustas,
Porqu, preguntaste,
Esa primera noche.

Porque mi ser sin pensar


Se inclina a quererte, sin medida
Ni devuelta, simplemente.
Porque tu cario es espontneo
Y tu tacto as me hiere.
Porque obviamente los aos
Te convierten en un hombre interesante,
Fueron siempre los actores
Mi placer culpable.
573

Es algo, no s,
Que siento profundamente.
Simple, confiable, pero contradictorio.

No me importa
Que se acabe hoy acaso.
Que esto titile como
Una vela acabndose.

Es el simple deseo
Loco, travieso o ingenuo
Mo de cerca tenerte.

Ya no s,
Si entregarte
Estos versos
Y verte.
Una otra vez.
o desaparecer
en la nieblabinaria existente.

Han pasado las semanas


Y en un enigma me hallas.
Un dilema propio me ata
Lejos de tus palabras llanas.

574

Es tu ausencia agrietada,
Yo queriendo que no te vayas.
Tu presencia ligera me atrapa.

He descubierto tu identidad,
Aunque desaparezcas con facilidad.
El viento con su sombrero de copa
Me da su mano y se pone a cantar.

Dices t que eliges con quin,


Dnde y cundo deseas estar.
Nadie es capaz de alcanzarte
A tu paso loco en la inmensidad.

Haces a las hojas de los rboles


Con tu gallarda frgil cantar.
Las aves planean por ti llevadas
y todo a tu alrededor ha de bailar.
Y yo una flor transparentada,
me dej llevar hasta ver tu verdadero rostro.

Tu alma destruida en desengao,


las cicatrices y arrugas de los aos.
la locura propia de tu manto.
Ambos nos apartamos.

575

Como dos huracanes que chocaron


y se separan al contacto.

Constantemente me acuerdo de ti
pero no quiero que te conviertas
en un fantasma en m dentro.

No quiero pensar en ti ni ver tu rostro


bajo mis prpados, no desearte
ni extraarte, ni quererte.

No te quiero querer, porque me va a doler


este silencio, esta distancia
y esta casualidad de haber estado
juntos tales momentos sin quererlo.

No quiero esta nostalgia paulatina


en la que me voy yendo,
quiero ser libre, aunque sea
dentro del invernadero.

No quiero extraarte y pensar


que dejo en vano pasar esto.
hay confusin cuando te veo
lo poco que te conozco y recuerdo.

576

No s cul es tu real intencin


y creo que leo muchos subtextos
detrs de cada palabra que has ido
cada vez doliente diciendo.

Temo no hacer caso a los consejos


que he pedido por indecisin
y hago lo que realmente quiero.
Independiente de las consecuencias y los hechos.

Quiero desaparecerme por completo


y t me busques por todos los rincones
de tu pensamiento como lo estoy yo haciendo.

Pero es un acto que me incomoda


este de apartarme tan bruscamente
de tu lado en realidad nada concreto.

Lo hago antes que todo per me


mi intenso amor vehemente.
Quiero que se acabe esta pesadez
en mi cuerpo, esta piedra
en el pecho, este callado dolor
molestia en la garganta y los sueos.

577

Los he llevado este tiempo


encima como amuletos
que me hieren y finjo no tenerlos.

Yo era libre hasta tu llegada.


Ahora t partes y me dejas atada
para que seguirte no haga falta.
Me qued a unas ramas enredada
y no escuch ms tu llamada.
T, rfaga de viento,
te has ido y yo me he quedado
en este hermoso infrtil desierto.

578

LV.

Visin.

No quiero sentirme ms
vaca con un hombre.
Llevo tiempo buscando
lo verdadero, ms all
del amor y las formalidades.

El dolor de la soledad
me ha construido ingrvida
esta maana triste
y desolada alba.

Nace el sol en la montaa.


Contigo percib un destello
del fondo del tnel,
el final del laberinto.
Pero me pregunto
si es slo un fulgor
ptico del cansancio
de mi ser peregrino.

Quiz no sea ms
que un casual encuentro
con el invierno.
Sea slo un alboroto
propio del intenso viento.
579

El rumor de la ciudad interno


me nubla los odos por completo.
Es el amanecer una cosa vaga.

Quise irme a caminar


pero el viento vino al mar.
Tuve prisa en escapar
dentro de la luna altar.

Un da domingo inmvil
el viento ya no pasa
las hojas de los rboles
permanecen ingrvidas
sin danzas.

Sola sin estmulo


ni brisa permanezco,
en bsqueda de algo
o alguien que me mueva
de mi trazo corto.

De a poco me estoy construyendo


pero las piezas constantemente
de lugar cambian y me metaforseo
tantas veces que no me reconozco.

580

Si me detengo voy creyendo


que otro temblor acaece
pero es mi propio cuerpo
que tiene mucho dentro bullendo.

Slo me falta una direccin,


un camino, una obsesin, un destino.
una idea, un dibujo, un proyecto,
un objetivo, un sentido.

un orden dentro del caos mo.


que las palabras se conviertan en sonido.
En el tiempo y espacio brote
todo lo que traigo conmigo.

Que el miedo no me inmovilice.


Como el viento, el alma
inquieta ma me anime
a recorrer esta va en neblina.
Yo dibuje sin prisa
lo que vea en las avenidas.

Sin destino,
pero con algo de bro,
cruzar el abismo
y caer en un hermoso ro.
581

Porque quizs en la nada


nadar sea necesario.
Sumergirme en el espejo
lquido del inconsciente acutico.

Y luego correr, volar alto.


Soar sin lmite, sentir,
ser ms all de lo pensado.

Si entonces divago
entonces a la tierra bajo
y guardo como norte
todo lo que he soado.

Todos estos versos me arrastren


a lo impensado.
lo imposible pero anhelado.
Lo secreto y amado.

Este cantar me lleve


hacia los senderos del ser
y la buena suerte.

Abre un nuevo da
la luz cegadora del alba.
Advierte un nuevo sol
582

naciente en la cordillera.

La luna terrestre dispersada


vuelve a brotar ms fuerte
y numerosa en la tierra urbana.

As crecen nuevas esperanzas


de vivir das nuevos
nuevas gentes, nuevas ideas,
un nuevo presente ante el pasado ocaso.

583

LVI.

El ltimo actor.
Escaleras.

arriba abajo arriba


descender subir
bajar ascender
todo lugar
todo da
cada vez.
ningn lugar,
alto tal vez.

Dulce la tarde noche


al verte por segunda vez.
En el escenario
cerca y lejos tenerte,
yo la espectadora
y t el actor presente
en un dilogo para conocerte.

Yo a mi casa llegu sonriente


por el recuerdo de tu compaa
y la nostalgia de aquel beso que no fue
en la despedida, prxima
y ya luego lejana sintona.

584

Aqu estoy pensando en ti


sentada como hace una semana,
vindote la obra partir.
Soy una dichosa feliz,
en una calma ciega
una inquieta actriz.

Una vehemencia oculta


sin sonido, sin color ni matiz.
En negro y blanco revelndose
poco a poco tu imagen
en mis prpados dibujarse sentir.

Slo una luz roja tenue


nos ilumina como una luna vehemente,
los recuerdos que vas dejando de ti en el instante presente.

Te espero ahora bajo la lluvia,


bajo los autos, la ciudad bullendo,
pasan veloces, fugaces truenos.
Porque no hay vaco en m.
Ya no hay.

Tema toda frivolidad,


y t me arrancaste
de toda aquella frialdad.
585

Me abrigas
y yo una torpe, una simple,
al borde de llorar.

Cre que no volvera a amar.


Pero es tan pronto,
Recin te alcanzo a conocer,
no me puedo as dejar llevar.

Mas es tu tacto tan directo


confiable tu cario tu afn.

Me siento en un torbellino
arrastrada, eufrica, luntica,
tuya a tus olas atada,
cubierta de espuma,
tuya sola, como una diosa
nacida en la orilla tal afrodita.

Cierro los ojos.


Cruzo Santiago
ya no a tu lado.
Me desmorono
en pedazos por deseo.

586

Me estremezco
es el fro de tu alejanamiento.

Tengo un miedo profundo,


estoy en desasosiego.
Es clido tu trato
tanto que me hace soar
en demasa alto.

Yo temo por mi intensidad.


Yo debiera arrancar.
Correr lejos largo
para no volverme a enamorar.
Pero me atas con tus manos
tu confianza, tu verdad.

Pero ya no s lo que hago.


Una angustia lejana ha llegado.

T quieres retroceder,
y todo el cario que me has dado
deseas retractarlo.
La verdad, yo debiera irme.
Estoy dividida en dos sentidos,
si escaparme o quedarme a tu lado.

587

Retroceder es como forzar algo


y romper lo natural de nuestro algo.
Este algo deprisa que exige
no ir demasiado rpido,
yo misma me sent arrastrada
a una pasin desenfadada,
una semana vehemente dulce
que de a poco se va volviendo agria.

Estoy confundida. yo misma


no s qu quiero en sta va.
El estmago estrujado, hecho un puo.

No quisiera retroceder los das.


Mas mi confianza ha cado
despacio como lluvia de agua.

Las palabras no me hallan.


ya no llena de silencios plenos,
me he vuelto desapegada.
He de emprender mi huida
o quedarme primero a orlo?

Estoy un poco muerta hoy da


dentro de todo lo que estaba viva.
Una decepcin lejana me ha invadido
588

y he sido la negra noche


a ti abierta y ahora esquiva.

Abrimos ambas cajas de pandora.


Nos ha cubierto una neblina
y mi cuerpo ya de angustia
retrocede y no camina.

Quiz sea la ltima


o la primera de muchas.
Los dos tememos y
nos desanudamos.

Estoy cubierta de melancola.


una parte de m ya no confa,
la otra ve algo nuevo y trae fe
de un nuevo universo,
tanta palabra dicha,
cada como roco o estalactita.
Tanta palabra y cario
ahora se acaba como un suplicio
o renacer tal flor
luna explosiva.

El fro me hiere
pero me tranquiliza.
589

Estoy esperando
al misterio oculto,
cubierta de dudas.

Me hallo perdida
Vas a encontrarme
en este desierto vaco?

Debo controlarme.
Las emociones bajas
me atrapan y yo,
tan desalmada, encuentro
a mi propia alma colgada.
Una irona propia
de agua cascada.
Me siento ahogada.
El agua, en la garganta.
lento, profunda, agitada.
histeria lejana.

Querer ser querida y no deseada.

Enterrada.
bajo el agua.
Bajo la tierra,
bajo las estrellas,
590

bajo todo mar,


ocano violeta.

Atragantada.
Agua en la boca.
La mirada arrastrada.
El canto slo me calma.

Cenizas flotando en el agua.


El agua lluvia ruda,
lluvia rala, lluvia te llevaste
todo y no dejaste nada.

Porque del dolor nace el fragmento.


Temo caer en la frivolidad.
Ya no hay llanto, ya no angustia.
Es una amargura mustia,
un nudo en la garganta.

Mi alma herida exige arrancar.


Mi ocano violeta en una tormenta est.
Y la calma es un silencio incmodo
ms en mi quebranto mi soledad.

Es como si una bandada de pjaros


del pecho me atravesara.
591

Tu lejana la siento estrellada.


Una fcil noche sin luna fui,
quiz el simple impulso ciego seguir
no sea lo ms bueno para m.

Porque te fui dulce entregada,


quiz demasiado a ti dada.
No tuve tiempo ni pensamiento
de frenar nuestros deseos.

Me pregunto si me extraas.
S, un extrao a una extraa.
Es poco lo que nos conocemos,
y los monstruos pueden brotar
de las murallas como fantasmas.

Puedes irte.
Quise arrancarme,
Pero me qued,
Estoy aqu.
Ya es tarde.
Ya en m cavaste
un lugar para ti.
Quiz el arte nos vuelva a unir.
Porque esto est en la cuerda floja
y tengo miedo de caer as.
592

Tras la tormenta la calma ingrvida


despus de tanto temor y duda,
el cuerpo a ti me ata.

Por fin vaca de todo mal,


pero un vaco bueno, infinito, pleno.
Mirar el paisaje de lejos
con ms frialdad.

Sin embargo, esto podra acabar.


Empieza y termina cada da,
cada vez que nos vemos o hablamos,
es una eterna inseguridad.

Este encuentro contigo


me ha hecho darme cuenta
qu de m he extirpado
y quiz siempre he anhelado.

Pero no estoy segura ya


de tu presencia sea real.
Tus ganas tan fuertes de conmigo estar.

Son mis vsceras atadas


a tu cuerpo, pero desesperanzada.
593

Te extrao y me duele
esta ausencia extraada.

Este silencio me hiere


y eso que soy callada.

Recin dimensiono cuan daada estaba.


Estaba rota, quebrada, agrietada.
y no quiero volver a ese estado.
Aunque eso signifique marcharme de tu lado.

Porque esto ha sido hermoso.


Pero ya no anso, no quiero
cortar mis sueos por un perdido presente.

Quiero recuperar mi futuro,


aunque sea una distorsin del presente.
Quiero soar libremente
sin lmites, sin miedos,
sin extraviarme en un eterno tnel
de inseguridad estrellada celeste.

Porque siento que me retienes


cual pjaro en tus manos doliente.
Yo quiero que volemos ambos
alto sobre las nubes,
594

no importando
pasado, presente ni futuro,
porque slo importamos nosotros.

Pero pienso a veces


que estamos en un camino tan parecido
pero opuesto.
T ests reacio al compromiso
Y yo reacia a lo ambiguo.

Ya no puedo vivir tranquila


el presente contigo.
Fueron dos semanas tiernas
que despertaron algo en m
tan dormido, como la violeta
cantaba volver a los diecisiete,
yo me siento as contigo.

Asimismo no yo ya no puedo
pensarte, sentirte, quererte
sin entregarte mi alma. Fue mi culpa.
Es que yo no esperaba que el alma ma
tanto le gustara mezclarse con la tuya.

Pero me siento aprisionada.


Es no conocerte ahora, en este segundo,
595

como si me hubieras soltado suave


desde un precipicio y mi cada sola
sea mi descender a los peazcos
como un acto suicida el entregarme ciega
tan sorda por la vehemencia loca.

Quizs fue el error seguirte


en el tacto ntimo hallarte
y creerte sin escucharte.
Besarte sin no conocerte
en la distorsionada imagen
de los espejos de aquel espacio inerte.
El scotch en tus labios
fue mi acto desaforado impulsivo
nuestro punto de no retorno
tu beso al tomarme
en mi alma culposo
al instante siguiente
tu mano tomarme la ma
como si fusemos almas
buscando tenerse
me conseguiste en ese gesto
en ese precioso instante presente.

Pero es un recuerdo.
No te he visto en una semana,
596

no he tenido tu voz en mi odo,


tu cuerpo contra el mo.

Me pierdes en esta distancia,


mientras vivimos cada uno
su rumbo, en este camino inconexo
desunido en que nos conocimos.
Es la vida del actor en colectivo
pero un trecho en solitario vivirlo.
En ese vaivn vorgine inestable,
donde estamos ambos inmersos,
mil personas pasan cada segundo
en la multiplicidad de los medios de comunicacin masivos.

...y yo, una desconectada,


deseando una sola palabra tuya
en este silencio binario,
sistema de imgenes y nmeros.

En este espacio, este tiempo,


esta historia en fragmentos
que no s si se va formando
o deconstruyendo.

Yo desconociendo por completo


tu dolor, tu prdida, tus procesos.
597

Me aparto, aunque queriendo


regalonearte para que no te halle la tristeza
tan dbil, tan golpeado.
Un cario leso.

Tanto pensamiento, angustia


me ha invadido.
Pero he comprendido
tanto de dnde ha provenido.
Es el pasado un dolor
un acto que no he de repetirlo.
Y t me enfrentas directamente
a superarlo, porque no estoy arrancando,
pero s decidiendo por lo que he perdido.

Necesito conversar contigo.


Porque ya no somos los mismos
desde que nos conocimos.
Irrumpiste en mi vida con tal violencia
que en aquel dulce golpe
me encontr a m misma.

Me hallaste extraviada
y ahora s hacia donde camino.
Pero ya no s si es la misma direccin
a la que cada uno nos dirigimos.
598

Ya no hay dilogo
Entre nosotros.

599

LVII.

Poesa bruta.
Poesa bruta.
Que se pudra

Sin ser leda nunca.

Soy torpeza.
Una mujer simple
De palabras
Compleja.

Soy maleza
Pasin indmita
Sin destreza.

Me he temido tanto
Por ser tan intensa.

Me hallo mejor callada.

Tengo el alma presa,


En su imagen traviesa,
En mi mente, mi pieza,
En una eterna espera.

Adis, amor.
Ya no eres un pilar
600

Dentro de mi corazn.
Soy ahora de la actuacin.

El silencio.
Una llamarada.
Un ardor en el pecho.
Me he quedado sin palabra.

La melancola
Es una enfermedad.
Se contagia, causa estragos
Como cualquier peste.

No encuentro antdoto
A tal afliccin.

Tengo el alma encariada


Como un poema breve
Una mariposa que vuelve
Siempre a los mismos lugares.

Qu andas buscando
En esta tierra de poetas?
Por qu vas hacia fuera
Y reniegas de esta cordillera?

601

Creer en un amor
Creo en sus catstrofes.

Ya slo son las imgenes


Flachazos de dolor
Breve, recuerdo amargo
Punzante hiriente.

Pero van borrndose


Esas imgenes
En movimiento
En mi mente insonora.

Se van disipando.
Se van disolviendo.
Ese amor demasiado inspido,
Confuso, tan nfimo.

Somos nosotros
Que le damos la importancia
A tales detalles sin sentido
Simblico que infringimos.

602

LVIII.

A un lector.
La noche.
Despiadada.

A ti entregada.

Una lucirnaga
En la palma.
Una llamarada.

Un lector
Que ama mis palabras.

Yo me arranco
En el espacio
Pero mis palabras lo hallan.

Me conoce
Tan profundo
Un total desconocido.

Una paradoja
La poesa
Que distancia como atrae
Al pblico, a los hombres.
Una literatudoxa.
Una maana sola.
603

Noches compartidas,
Slo intercambiando palabras
Ideas dichas sonidos risas.

No hay un romanticismo falso.


l es un hombre honesto.
Es a travs del intelecto
Que se aproxima as lento.

Tener el corazn oscuro


Casi negro.
S, tengo miedo.

Porque a veces soy yerma


Y otras floreada.
La luna llena fue nuestra aliada.

A mi lector,
Extraviado en mis poemas.

Me has anudado
Como una actriz
Se ata a su espectador
Su crtica y aplauso.

604

En los pastos orientales


Tu abrazo dulce
Como tormenta interna
Me perturb por entera.

Los brebajes humeantes


Y el contacto de tu piel
En nuestras manos
Unidas sin desarme.

El anochecer tras violines,


Chelos y pianos,
La msica un caos desorden
Unidos en ese patio.

La humedad del pasto


Y el fro de la tarde noche
Nos uni bajo el firmamento
Y las flores blancas que caen.
Caen como yo sobre ti
Cada vez ms prxima
En esta lentitud resistencia
Desatada como un nudo
Dulce ciego en la garganta.

605

Porque de algn modo


Conozco lo que yo provoco
Y el da me fue empujando
Hacia ti en el entorno.
Mi ser busc tu apoyo
Tu cuerpo y tu modo.

Tu trato directo tmido


Que con inteligencia me atrajo.
Con tus palabras llanas
Me fuiste de a poco alcanzando.
Sindote esquiva en principio
De lejos observando.
Debo confesar que
No soy una mujer fcil.

Simple en emociones
Pero de poesa compleja.
Cudame para que no logre
De tal silencio cmodo arrancarme.

Hay en m una esperanza nueva


Dentro loca revoloteando.

Son los sonidos internos


Que en m vas provocando.
606

Como si yo fuera otro


Instrumento ms en tus manos.

Siendo un animal libre


Voy etrea sin rumbo
Pronto aqu me voy quedando.
Y te vas convirtiendo
En alguien con quien
Versos voy ya armando.

Es poesa primaria
El tenerte a mi lado.

Nos hundimos en la tierra.


Como las races buscan
enredarse bajo las estrellas.
Tengo sentimientos encontrados.
Tan contrarios.

Mi ambigedad estrellada
No te suelta de la mano
Mas mi alma no se queda a tu lado.

An siento su aroma
A cigarro sobre mis labios.

607

Ese sabor amargo


Siendo dulce
Su puro corazn
vive sin sobresalto.

Las palabras inacabadas.


Mi corazn poco constante
Te busca pero se asfixia.

Una tristeza de no saber nada.


Un vaco humeante.
Un silencio inocuo.
Yo muerdo el lazo
Que nos contrae.
Yo desconozco
mi alejanamiento.

Cre que por miedo


Me estuviera conteniendo.

Pero voy yndome de ti lejos.


Hacia el interno.

T me extraas
Y yo soy silencio.
Me fui de a poco
608

Disolviendo.

Perdname por no haber


Advertido a ti antes
De esta distancia
Que voy entre nosotros
Interponiendo.

Yo a ti no estoy tan atada.


Ruego que mis palabras
No te anuden tal que te daan.

Yo ya no puedo tocar
La palabra enamorada.
Es ahora una realidad lejana.
Es mejor que ante esta duda
Tan ocurrente y extraa
Yo te desanude de mi cuerpo
De mis palabras errticas
De mi cario esquivo
Y mis entraas.

T debers hacer lo mismo


Aunque la cuerda tenga piel
Pelo idea y dulces sueos.

609

T no eres un ser
Para querer a medias.
Y yo no puedo recibir
Tu querer como un regalo
Constante y no sorpresa.

Perdname por dejarte


Con tan ingrata respuesta
A tu dulzura y tibieza.

610

LIX.

Inconexa.
La imagen

En el espejo
Es una extraa
En el reflejo.

Siempre me sent
En fragmento.

Nunca soy la misma.


Nunca me sent bella.
Tanto me hicieron sentir.

La prosa
Ya no me conecta.
Ya no soy de ella.

Me convert
En poeta
Y perd
Toda lgica
Violeta.
Las sombras
En la noche
Son speras.

611

La esperanza es un fulgor
Que opaca.
Luz que no ilumina
Nada.
Rota la cebra
Cuajada.

Quin soy?
No soy la de ayer.
No.
Puedo ser
Quien yo quiera
Desde hoy.

No hay
Poesa.

Ya no.

612

LX.

Sensatez.

Las palabras me nublan,


Me atan a sueos inalcanzables
Que arden dentro de la espalda.
Tan prximo al pecho.

Sonido viejo. Tengo dolor


Me he cado de nuevo.

Estar de pie
En un solo trecho.
No quiero echarte de menos.

Soy una mujer


Cubierta de deseos.
Una loca luna
Sin luceros.

Me he mantenido lejana
Tanto haba cuidado mi ser
Sin querer salir al techo.

Lluvia rota
En mi almohada.
Lloran las hojas
Envenenadas de tinta
613

Negra nocturna
A esta hora.

Paralizada.
Rechazada.
Arrojada.
En la salida nublada.

Debo estar loca


Para estar escribindote esta noche
Sin luna, sin estrella,
Slo alumbrndome
El papel una vela roja.

No s cmo reaccionar
A este tipo de cosas.

Vaca sin certezas.


El miedo me calla.
He sido silenciada.
Una mujer quebrada
Un poco harto agrietada.
Enajenada.

El viento.
El rbol que se resiste a caer.
614

Las nubes bajas


Que alocadas pasan.

El sol que abriga


Y acaricia
Los ojos caen
Al sueo impenetrable.

615

LXI.

Santiago centro.

Es sentir el sol quemando


Y la brisa ardiendo
Un sbado de verano
Las calles ausentes
Casi nadie habitando.

Es la necesidad de andar
a paso caminante entre el caos
de las arquitecturas vastas.
La mirada ma curiosa
Por las vidrieras de las casas.

A falta de rboles se empinan


los edificios en su altura
dando sombras
A mi andar yo solitaria.

Es la soledad hermosa.
De escribir me llenan
Unas ganas las palabras.

Es recorrer la capital
A pie descalzo y querer
Recorrer otros lados.

616

Encontrar las historias


En el subsuelo del cielo raso.
El buffer de la ciudad de fondo
Y las multitudes ciegas
Bajo un sol abrasador avanzando.

Ahora ni un alma se asoma


Salvo algunos lugares.
Un silencio extrao
Casi de ciudad fantasma
En pleno verano
Embriaga el polvo y la calle llana.

617

LXII.

Abril.

La palabra ciega e inquieta


Cubre todo de niebla
El pensamiento lento
El cuerpo me contenta.

La palabra boca se frena.

Estos das de abril


Han sido atropellados
Violentos sin descanso.

He llorado como nunca,


Con razn, en desamparo.
La vida duele, el amor duele,
Los hombres, todo duele.
Y trato de no seguir llorando,
Porque mis ojos ya estn cansados,
Temo que mis prpados se estn enfermando.

Pero ms temo
No saber reaccionar
Ante el hombre adecuado.
Quizs ninguno lo sea.
Y estoy perdida en un laberinto
618

Que por inmvil no adelanto


A la salida ningn paso.

Tengo los ojos cansados.


Mejor deba dormir.
Como lo hice a tu lado.

619

LXIII.

Verso arrancado del cuerpo.

Necesito un hombre que me guarde


Entre sus ojos y sus cejas.
Y que su canto me abrigue
de la noche y sus estrellas.

Su dulce candor me lleva


A caer en un sueo despierta.
Encontrarse es un acto potico
Que ya no puede borrarse siquiera.

Pero la distancia debe mantenerse


l llega y yo vengo de vuelta.
Es pesar los aos en reversa
Y no quebrantar mis leyes diversas.

Es querer de pronto algo


Que no se puede.
Ser un capricho ms
De mi alma loca e inocente.

No s cmo y cundo me atrap


Este pensamiento sentir celeste.

Yo he de buscar una mscara


Para ocultarme con destreza
620

De las sombras de mi carne


Y de mis entraas su vehemencia.

Es la propia prohibicin
Un dulce placer aspereza.

Temo que no sea slo ausencia


De hombre lo que incita
yo con l de pronto suea.

El futuro se me despedaza
Entre las manos como agua
A fuego hirviendo lenta.
Mi tica pronto allanada
Como azcar en agua derramada.

Cmo volver a la distancia.


Cundo fue que derrib mi alma.
A punta de su simpata llana.
Ha escalado mi trenza sencilla.

Me queda permanecer impvida


Como si nada de esto secreto pasara.
Pero mi sonrisa se dibuja sola
Cuando mi mirada pronta te halla.

621

Una mariposa anudada en mi lengua


Atrapada dentro de la garganta.

Es la culpa una doble mscara


De dolor y placer adherida
A mi faz tan hundida
Que no distingo la lnea
En mi piel de tal herida.

sta es una llaga antigua


De la prohibicin mi cada
Mi yerro repeticin al no
La accin en silencio y la mentira.

Porque de ah proviene la adrenalina


Que me gobierna y me tira
Hacia tales pulsiones ralas
Que haca mucho no sacio
Por ser mi vehemencia apresada.

Ser una lucirnaga en agua.


Ser tu recuerdo que me atrapa llana.

Pero tu atencin mera admiracin


Sea una intencin de inters creada
Y la ma admiracin una confusin errada.
622

Porque el amor y la admiracin se igualan


Pero se diferencian en una delgada brecha
Que no necesariamente se sobrepasa
Sino se confunde y el amor sea una mera farsa.

No quiero la dificultad siempre esquiva


en lazos efmeros que se desarman.
La vehemencia no me ha llevado a ninguna
Senda concreta que me corrija.

As voy disolviendo
Este sentir csmico errado.

De ti este pensar me aparta.


Este verso ltimo voy arrancando
Del cuerpo mo loco solitario
Y tuyas dejan de ser estas palabras.

M.A.O.

623

También podría gustarte