Curanderos Noa Anatilde
Curanderos Noa Anatilde
Curanderos Noa Anatilde
2001
9-75
http://redalyc.uaemex.mx
Summary: The author focuses on therapeutic rituals, distinguishing between self-treatment and curandero
practices. Regarding home medicine, she explores the contribution of humoral medicine and the technique known as healing by words, suggesting that this is backed by Catholic sacred beliefs and
symbols. When referring to curandero medicine, she underlines the correspondence between the representations system and therapeutic procedures. She analyses the ritual and symbolic manipulation of
sacred power both in certain particular therapies and in the regular and generalized treatments. She
suggests that nowadays notions and praxis synthesise the dynamics of the contact situation in the area
that has integrated and re-elaborated ideas of humoral medicine with Catholic beliefs, and occasionally
some Indian notions, related to Pachamama (Mother Earth).
Key words: sacred,medicines, peasants, NWA and Cuyo.
Introduccin
Bourdieu, entre otros autores, ha sealado
la relacin entre el campo teraputico y el
religioso, nexo que se hace ostensible en las
medicinas religiosas (evanglicas, carismticas y afro americanas) al igual que en
muchas alternativas en la que aparecen ideas
de energa y de poder.1 No debe, sin embargo,
pensarse que esta sea la nica relacin entre
medicina y religin; ya en la baja edad media
y durante la modernidad en Espaa, los
profesionales biomdicos deban purificarse,
purificar al doliente e invocar a la divinidad
en ocasin de sus prcticas (Gonzlez de
Fauve, 1996: 96). Lo que constituye un
interesante antecedente a la hora de explicar
y comprender las prcticas teraputicas
tradicionales en las reas que nos ocupan.
La poblacin campesina del NOA es
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La manipulacin de lo sagrado en el
autotratamiento
Creemos conveniente decir dos palabras
sobre la nocin de enfermedad, en virtud de
que toda praxis teraputica se halla ntimamente vinculada con los modos de pensar
las dolencias.
En trminos generales, puede decirse que
la nocin de enfermedad involucra alguna
clase de desequilibrio. Haciendo hincapi en
el mbito en que se manifiesta y origina el
mal, consideramos los siguientes tipos: 1)
Desequilibrios orgnicos, refieren las
enfermedades que slo se presentan a nivel
del cuerpo, tales como la disfuncin de un
rgano -el corazn, el estmago, los riones,
etc.-, los dolores musculares, las luxaciones,
las quebraduras, los resfros, la gripe, entre
otras. 2) Desequilibrios entre las entidades
que integran la persona, engloban a las
dolencias que afectan la armona entre el
cuerpo y el espritu, tales como el susto
(disociacin del alma que queda en el lugar
en que se produjo la situacin de pnico). 3)
Desequilibrios sociales, incluyen los males
que se manifiestan en el plano fsico y social
como el ojeo, la envidia y el dao, tambin
llamado maleficio y brujera. A veces a los
dominios mencionados tambin se suma el
nivel psquico o espiritual, tal como sucede
en los casos en que el dao causa demencia.
Los problemas emocionales son tpicos de
una afeccin especfica llamada tirisia o
tisiadura problema fsico y emocional por
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(Hermes Pedernal).
Esta flexibilidad permite incluso que aqul
que no haya tenido la oportunidad de
aprender las frmulas para ciertas enfermedades, pero que tenga el don para sanar,
pueda curar con la fuerza del pensamiento,
invocando el poder de Dios o de otra figura
mtica del catolicismo.
Vino el marido de Raquel y lo cur del
dolor de muelas. Lo cur a travs del
pensamiento con la fuerza de la Virgen del
Carmen (Hermes, Pedernal).
Si viene gente y me pide que cure algo
que nunca he curado, los curo en nombre de
Dios y de la Virgen, aunque no tenga las
palabras para esa enfermedad (Juan Arias,
Rosario de la Frontera).
Yo curo de palabra con la mente, no tengo
palabra. Cur a varios tambin. A las verrugas
hay que contarlas, a una mujer que yo trataba
segua viniendo, segua viviendo, y yo cada
vez se las contaba. Finalmente se le curaron
todas, slo contando y pidiendo a Dios
(Nicolasa, Pedernal).
La tcnica de contar se apropia de la
sacralidad del nmero. Los nmeros por su
asociacin a elementos o hechos suelen
transformarse en entidades portadoras de
poder por s mismas (Cassirer,1972). As, la
negatividad del trece se origina en la traicin
de Judas, en virtud de que trece eran los doce
apstoles con Jess, la potencia positiva del
tres se origina en la Trinidad, la del doce en
el ciclo anual, la del cuatro en las estaciones.
En variadas sociedades muchos nmeros se
asocian al poder del mbito celeste, el del
cuatro deviene de los puntos cardinales, el
del cinco de la suma de los puntos cardinales
y el centro, el siete alude a los puntos
cardinales, el centro ms el cenit y el nadir.
Es comn que la potencia del ente numerado
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a) El susto
El susto es el ejemplo tpico de lo que
hemos denominado como desequilibrios
entre las entidades de la persona. Se origina
en la prdida del alma o espritu que queda
vagando en el lugar en que se produjo la
experiencia de espanto. En el caso de los
nios muy pequeos, el alma puede quedar
tambin en el lugar en que se dejaron paales
y/o materia fecal del infante.12 Si bien es ms
frecuente en los nios tambin puede afectar
a los adultos, entre quienes se considera ms
grave, ocasionado incluso la demencia.
Los sntomas culturalmente aceptados son
debilidad fsica, decaimiento, intranquilidad,
dificultades para dormir, estado de
sobresalto, desigualdad en el largo de las
piernas, entre otros.
Las tcnicas teraputicas incluyen
diversos procedimientos rituales que estn en
consonancia con la concepcin de la
enfermedad. Por ser una dolencia ocasionada
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b) La envidia
La envidia adems de un sentimiento es
el mal que el sentimiento provoca en el
individuo que es objeto de tal pasin. Es a la
vez causa y enfermedad, al igual que el ojeo
y el mal hecho o brujera, se funda en la
accin de los hombres. La envidia, en cuanto
pensamientos y deseos negativos sustancializados, penetra el cuerpo de la vctima
y se manifiesta como dolencia fsica. Los
sntomas de la envidia pueden ser variadsimos, desde dolor de cabeza hasta
problemas musculares, seos, cardacos o de
otra ndole. Ello se debe a que el modo en
que se manifiesta el mal suele estar en
relacin con aquello que es motivo de la
envidia. As, a una seora que le envidiaban
su habilidad en el telar, la afeccin le apareci
en la cintura, lo que le impeda tejer, a una
joven que la envidiaban por la belleza se
quem parte de la cara y, para dar un ltimo
ejemplo, un hombre a quien le envidiaban la
camioneta choc, por lo que padeci
mltiples traumatismos y adems se arruin
su vehculo.
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c) La brujera
El dao, mal hecho o brujera expresa
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lo en virtud de la calidad de los seres invocados y de las acciones llevadas a cabo, como
lo muestra la invocacin del Dios cristiano y
el uso teraputico del horario en cuestin.
Cabe acotar que el sahumado, el alumbrado y la ingestin de agua bendita son tcnicas purificatorias que operan tanto sustrayendo el mal del cuerpo del doliente como restituyendo la energa vital y las facultades del
sujeto. El llamado de la persona por el nombre apunta ms a mantener la integridad del
individuo; es por lo tanto un procedimiento
de adjuncin.
Es evidente que el dao se inspira en el
dominio del mal y pertenece, en ms o menos, a la esfera de lo diablico, y que el mal
que padece la persona se origina en las acciones, poder e intencin de un brujo, quien
se vale de procedimientos y elementos especficos que denotan y simbolizan el malhecho. De ah, que para el tratamiento de esta
dolencia se invoque y actualice el poder de
las deidades a travs de oraciones, rogativas
y acciones o elementos rituales como la seal de la cruz, el agua bendita, las velas y el
humo. En un mismo sentido, se recurre al
fuego por su capacidad purificatoria y
regenerativa o a equivalentes simblicos de
ste, como los vegetales clidos -ruda, romero, ajo, etc.- y el humo, usados en el sahumado del paciente. En otras palabras, el
dao, manifiesto como enfermedad en el
cuerpo o como sustraccin de la energa y
facultades de la vctima y en el paquete o los
elementos utilizados deben tratarse con productos purificatorios y curativos que eliminen las sustancias negativas y adosen la energa sustrada, mientras que el poder del brujo que lo hizo, el poder del mal de las entidades y elementos usados y la intencin de la
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persona que encarg el maleficio, son contrarrestados a travs del poder del terapeuta,
el poder del bien de las entidades invocadas
y de los elementos usados, la intencin de
sanar del doliente y de curar del terapeuta.
En los casos de brujera es muy importante recuperar la vivienda, especialmente si la
tcnica de maleficio implementada la tuvo
como foco del dao, circunstancia que la convierte en una fuente continua de contagio, causante una y otra vez de los mismos males, vale
decir en un lugar nocivo para la salud.
Para recuperar los espacios enfermos y calificados por daos y energas negativas se
procede a limpiarlos, esto es, a realizar un
conjunto de acciones tendientes a restaurar
su condicin de lugares familiares y seguros, propicios para la vida. As, se sahman
las habitaciones con ruda, contrahierba o incienso, o combinado los tres elementos. Tanto
adentro de la casa como afuera se asperge
vinagre o el lquido preparado mediante el
hervor de la ruda, la contrahierba o el romero, mientras se repiten tres veces las oraciones que ponen en juego a la cura de palabra.
Al sahumar se entiende que el humo se lleva
consigo y elimina las fuerzas del dao, de la
envidia y de los pensamientos y deseos malignos. Del mismo modo, el olor penetrante
y fuerte de las preparaciones con vegetales y
del vinagre, sumado al simbolismo de la cruz,
eliminan el poder y las energas malficas,
mientras que las palabras y rezos producen
el efecto enunciado, vale decir permiten la
restauracin del ambiente.
Es necesario, adems, que el sahumado y
la aspersin de vinagre y/o agua bendita la
haga un especialista, a diferencia de las acciones preventivas que normalmente las realiza el interesado. De acuerdo a las represen-
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taciones de los campesinos, tanto los curanderos como los sacerdotes estn capacitados
para realizar la limpieza de los espacios contaminados.
d)Tirisia
La tirisia o tisiadura, tambin llamada
pena, es la tristeza por aoranza; refiere un
desequilibrio emocional y fsico por razones
sociales, pero a diferencia de los otros males
que implican desequilibrios sociales, no es
provocada por intenciones y deseos nefastos. Es un mal comn en los nios, se produce por la prdida de vnculos sociales, de lazos familiares importantes, de seres queridos, en especial de la madre. No slo la muerte de estos seres desemboca habitualmente
en el padecimiento del nio, sino tambin la
ausencia de stos por tiempos prolongados.
Es muy comn que los padres dejen a sus
hijos al cuidado de los abuelos y se trasladen a los centros urbanos, por motivos laborales, ocasionando por alejamiento la enfermedad de los vstagos.
El abandono del medio social y natural
puede tambin causar la tirisia, aunque el individuo migre con su familia. As, cuando la
familia entera deja su medio social y geogrfico para reinstalarse en otra parte, el nio
extraa y aora su terruo, sus paisajes y sus
gentes.
La tirisia se aprecia en el decaimiento, la
tristeza, la tos, la palidez, el desgano, los vmitos, las nuseas y el comerse las uas, entre otros sntomas posibles. El rasgo tpico
es la tristeza, por ende, se asocia al llanto, la
apata y otros aspectos que lgicamente varan segn los episodios concretos, tales
como la inapetencia, la palidez, etc.
e) Mal aire
Entre los males motivados por desequilibrios entre el individuo y el medioambiente el mal aire es el ms recurrente. En
rigor, son tantas las diferencias de sntomas
como los posibles orgenes que sera ms
propio hablar de malos aires. Como dijimos,
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entre los procedimientos teraputicos es necesario distinguir los mtodos de la medicina casera de los del curandero, en funcin
de lo cual es pertinente profundizar las representaciones sobre las etiologas posibles
de este mal.
El mal aire producido por el ambiente es
una emanacin que penetra el cuerpo cuando la persona transita o permanece en lugares de energa negativa. Desde la perspectiva de los actores, el espacio no es homogneo ni neutro sino un conjunto de mbitos
de calidad y poderes diferentes. De all que
hay espacios propicios y perjudiciales, no
slo en virtud de que los habite una entidad
mtica, como sucede con cerros y abras en
los que mora Pachamama o con los bosques
donde habitan espritus, sino tambin debido a la calidad intrnseca del espacio. Lo dicho obviamente implica una representacin
de la naturaleza en trminos de poder. La
calidad de determinados lugares es lo que los
convierte en peligrosos y nocivos. Esa potencia negativa es una sustancia que se impregna por contacto con el medio y se evidencia en el hombre como enfermedad. En
las representaciones campesinas la calificacin del espacio suele asociarse con la calificacin del tiempo, de all que el riesgo de
frecuentar lugares inadecuados aumenta si se
lo hace en horarios peligrosos.
El mal aire es ocasionado tambin no por
el ambiente en s, sino por las entidades que
lo habitan tales como los espritus del bosque, o entidades que no moran en ningn
mbito determinado pero que tienen el poder de manejar diversos elementos, como el
Diablo. Desde esta perspectiva, el mal se
origina en la intencin de una deidad, una
voluntad negativa en el caso del Diablo y una
actitud de represalia o de contrapaso en el
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La tcnica del sahumado es eficaz y pertinente por los mismos motivos que hemos
sealado en relacin con otras dolencias,
bsicamente canaliza el poder del vegetal a
travs del humo, el que es de por s
purificatorio y teraputico, y que al penetrar
en el cuerpo del doliente disipa la sustancia
maligna. Vale decir, pone en juego la fuerza
de los vegetales, el simbolismo del humo y
del fuego y el poder de las figuras mticas
invocadas.
El xito de la terapia o la posibilidad de
contraer enfermedades es siempre un juego
de energas entre el poder del individuo, del
ambiente, del terapeuta, y de los elementos
utilizados en la cura. Esto es especialmente
cierto en el caso del mal aire, en virtud de
que hay personas con disposicin a contraer
este mal. Ello tiene que ver con las representaciones sobre el cuerpo; de acuerdo a los
nativos hay individuos de sangre fuerte y resistente a los ambientes hostiles, mientras que
otros son de sangre dbil y estn ms expuestos a los espacios contaminantes y nocivos.
Hay personas que son airientas en la sangre (propensas a contraer mal aire). Hay otras
que son de sangre fuerte y pueden andar por
cualquier lado sin que les pase nada (Juan
Arias, Rosario de la Frontera).
En sntesis, el proceso de enfermedadsanacin del mal aire incluye el poder y la
sacralidad del terapeuta y del paciente, del
fuego y sus equivalentes tales como el humo,
del ambiente y de los seres que lo habitan,
de vegetales y minerales, de brujos, deidades y demonios.
f) Aikadura
Esta dolencia es un claro ejemplo de lo
que definimos como desequilibrios religioso-rituales (Idoyaga Molina, 2000 b), para
aludir a los males que se originan en la violacin de tabes, en el incumplimiento de ceremonias y en la mezquindad de las ofrendas y de las celebraciones a las deidades.
La aikadura es producida por los difuntos, aunque el modo en que nios y adultos
contraen la enfermedad es diferente. En el
caso de los nios resulta de la violacin del
tab que impide a las mujeres grvidas estar
en contacto con los muertos, vale decir, ir a
velorios, visitar el cementerio, etc. Al quebrarse esta prohibicin la madre no sufre padecimiento alguno pero el nio nace aikado,
dolencia que es evidente en el retraso del crecimiento, en la imposibilidad de caminar, en
los problemas motores, en la falta de
tonicidad muscular y otros defectos y carencias como la sordera, la mudez y la ceguera.
Entre los sntomas se mencionan el decaimiento, la diarrea y los vmitos. La etiologa en ltima instancia resulta del poder contaminante de los muertos que transmiten su
estado, podramos decir por contagio, a travs de su olor putrefacto.
Los adultos contraen este mal cuando recelan de los muertos y piensan atemorizados
constantemente en ellos o cuando aoran su
compaa, captan as la atencin de los difuntos quienes trasmiten la dolencia.
En el proceso diagnstico es muy importante la tcnica del alumbre o plomo, que,
como ya dijimos es a la vez teraputica. Al
inicio el curandero pregunta por el cuadro
del mal y por la actividad del doliente, a fin
de descubrir una infraccin, sin embargo, tienen suma importancia los procedimientos de
adivinacin. La tcnica de pasar el alumbre
por el cuerpo del paciente permite la identificacin de la afeccin y, a la vez, iniciar la
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g) Sopladura
La sopladura se manifiesta como alteraciones drmicas, manchas, ronchas, fornculos; puede tambin evidenciarse como problemas en las articulaciones u seos. Este mal
se origina en la violacin de tabes y en el
incumplimiento con las ofrendas que se deben realizar a Pachamama y a las deidades
en general. Entre las prohibiciones que se de-
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na apropiada. La incapacidad de la biomedicina para diagnosticar es una representacin que no determina la conducta del enfermo y no implica que el paciente haga su propio diagnstico y seleccione una medicina
especfica. Ante los episodios de enfermedad se recurre a las diversas medicinas que
se tienen a mano; la falta de eficacia en las
prcticas biomdicas se contrasta con la efectividad de las tradicionales, pero el comportamiento de los enfermos nunca tiene soporte en una clasificacin de las dolencias que
implique una seleccin previa; la falta de repuesta exitosa de una medicina o de un terapeuta es lo que determina que se tiente con
otras opciones.
Dijimos que las fallas en las ceremonias y
en las ofrendas son una va alternativa para
contraer la sopladura. De acuerdo a las representaciones culturales de los campesinos,
los hombres deben mantener una relacin de
reciprocidad con las deidades, especialmente con Pachamama. Esta ltima posibilita los
cultivos, la crianza de animales, el aprovisionamiento de agua y de lea y la explotacin minera, favores que el hombre debe
contraprestar en ocasin del primero de agosto, da de celebracin ritual dedicado a
Pachamama, y, en general, durante el mencionado mes. Los campesinos entienden que
el mes en cuestin es en extremo peligroso
por estar la tierra abierta esperando ser alimentada y retribuida. Adems de mostrarse
los hombres especialmente solcitos durante
este tiempo ceremonial, tambin deben compensar a la tierra al ocupar una casa nueva,
en cada sealada -rituales en los que se marca el ganado, se agradece y se propicia la
multiplicacin del mismo- y en otras ceremonias que se realizan en los cerros para
ofrendar a la Madre Tierra. El sentido de es-
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h) Agarradura
Exactamente las mismas entidades causan
la pilladura o agarradura, que se manifiesta
en sntomas similares. La diferencia fundamental entre la sopladura y la pilladura o
agarradura radica en que la ltima implica el
rapto o la sustraccin paulatina de la energa
vital, de la entidad anmica o del espritu; es
entonces la sustraccin, la prdida, el aspecto determinante de la dolencia, mientras que
la sopladura se define por la incorporacin
de la enfermedad-sustancia -gas o emanacin-, es entonces la intromisin de un elemento extrao en el cuerpo del individuo la
causa del mal.
La prdida del alma, espritu o energa se
expresa en el plano fsico como un decaimiento generalizado, adems de las manifestaciones mencionadas u otras y lleva al sujeto a la muerte si no media la terapia de un
poderoso curandero, quien incluso arriesga
su vida al intentar rescatar el alma o espritu
del paciente.
La agarradura se asocia habitualmente al
accionar de la Pachamama.
La Tierra agarra a la gente. Hace mucho
en Abra Pampa haba una supervisora, dicen
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dinero. El incienso, el copal, la coca, las serpentinas y el papel picado sirven para alimentar a la Madre Tierra.
El sahumado de personas, casas u otros
bienes cumple con una funcin preventiva y
teraputica. La ruda y el romero impiden que
las emanaciones, los daos y las envidias alcancen a la persona, la casa o al bien que se
proteja. Si se trata de enfermos, casas o de
otros bienes contaminados, la accin de sahumar sirve para curar al doliente, restaurar
el ambiente de la casa o alejar las emanaciones negativas de los objetos. A la accin de
fumar cigarrillos, en especial los martes y los
viernes, se le atribuye tambin un valor preventivo y purificatorio, ya que el humo quema y disipa las emanaciones y las energas
negativas.
La actividad ritual se realiza en momentos especialmente negativos; desde esta perspectiva cumple con la funcin de calmar,
aquietar a Pachamama, cuya capacidad de
enojo y castigo, califica al tiempo dndole al
mes de agosto el carcter de un lapso en extremo negativo que slo puede ser compensado a travs de la retribucin ritual. Slo la
multiplicidad de ofrendas y el cumplimiento
estricto de las observancias permiten al hombre sortear este tiempo amenazante en que
est expuesto a contraer enfermedades -que
a su vez son ms difciles de curar- y a sufrir
otros perjuicios. El sahumado apunta a purificar la calidad negativa del tiempo. En definitiva, Pachamama califica al tiempo otorgando significado a un tiempo ritual.
Es de notar que las doce de la noche es el
momento adecuado para sahumar y pedir
perdn a la Pachamama, lo que asocia nuevamente a la deidad a los momentos negativos y expresa el carcter expiatorio del ritual. Atributos que comparte con el Dios cris-
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Diablo a cambio le va pidiendo distintas cosas, cosas bravas pide, por ejemplo que le
entregue el hijo, el Diablo le saca el alma y
el chico muere. Como pide cosas difciles a
veces la gente no cumple el pacto, entonces
el Diablo le saca el espritu (Horacio,
Humahuaca).
El pacto con el Diablo, si bien permite que
la persona obtenga el bien deseado, tiene
como contracara negativa el tenor de las demandas que el Maligno exige como acciones recprocas, las que implican siempre sufrimiento y sacrificio. Es por ello, que a veces tales demandas no son cumplidas y, ante
la falta, el Maligno se venga, raptando el alma
o espritu de quien fuera su socio.
Tambin por pura malignidad produce la
agarradura, extrayendo el principio vital de
las personas, de acuerdo a las representaciones campesinas presente en el aliento y causa, as, habitualmente la muerte.
El Diablo es peligroso, a veces agarra a
la gente porque s, es especialmente peligroso en carnaval, porque en carnaval anda entre la gente, porque la gente misma lo ha desenterrado, lo trae, es culpa de la gente lo que
pasa. Uno est en carnaval y ve una chica
hermosa que no conoce, pero igual se pone a
conversar y despus la invita a salir afuera y
resulta que no es una chica, es el Diablo y
ah enseguida lo agarra. El Diablo saca el
espritu, por la boca le aspira el aliento y le
saca el espritu, entonces la persona se enferma y se muere, es difcil de curar, la
agarradura (Horacio, Humahuaca).
Las posibilidades de que un incauto caiga
en poder del Diablo aumentan en carnaval,
lapso dominado por el demonio y en el que
su presencia entre la gente no slo es permanente, sino que adems es convocada por los
hombres a travs de la ceremonia de desen-
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como quiera decirse, que se encuentra en poder del Diablo. El curandero llama al espritu
en voz alta, dice: Espritu volv. Si est la
persona ah, entonces lo llama en la cabeza
de la persona pero siempre fumando. Si es que
la persona no est, no puede ir, entonces llama al espritu con alguna pertenencia personal pero muy intima, como puede ser una ropa,
un sombrero. Tiene que llamar ah, pero tambin fuma y coquea el curandero, despus de
hacerse perdonar con la Tierra, tiene que
challar la Tierra. Cuando llama a la persona
habla en direccin a la prenda y echa el humo
sobre la prenda de la persona, echa el humo
como si la prenda fuera la persona. El humo
tambin se echa sobre la nuca de la persona,
cuando la persona est en ese lugar. El curandero coquea porque el coqueo es algo que
agrada a la Tierra y cuando challa la Tierra
tambin tiene que darle coca y tiene que darle
cigarrillo. Cuando el curandero llama al alma,
el alma viene sola. Ahora si el alma no puede
venir, en ese caso el curandero tiene que buscarla. Y, ah al buscarla ya implica cierta confrontacin con el Diablo, porque el Diablo
lgicamente no quiere soltar el alma. Para
buscarla el curandero se va por la parte donde
el enfermo tuvo el encuentro con el Diablo,
por esa parte el curandero va buscando, es
decir va como rastreando y puede ser que llegue a un lugar donde hay una salamanca.18 Si
el curandero est preparado en ese momento
para entrar, entra, tambin entra si es que tiene un elemento que lo proteja, si es que tiene
los elementos se anima a entrar. Si no, lo deja
para otro momento propicio, pero no tiene que
dilatarlo mucho porque se puede morir el paciente. Antes de entrar en la salamanca tiene
que challar a la Tierra, tambin tiene que llevar la piedra imn, tiene que tener algn referente del santo que lo ayuda, del santo de su
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de cada paciente.
De lo expuesto se deduce que ciertas prcticas se asocian especficamente a ciertas dolencias que tienen que ver con etiologas particulares de las enfermedades, mientras que
otros procedimientos poseen valor genrico,
pues responden a representaciones ms generales de las dolencias.
Es propio del susto que el curandero circunvale la vivienda llamando a viva voz al
espritu por el nombre completo, mientras
agita ropas del enfermo. La recuperacin del
alma exige tcnicas especficas que focalizan
las entidades del sujeto, mostrando la importancia del nombre y de una corporalidad que
incluye vestimentas, adornos, etc. El estiramiento de la piel en la frente y el soplido
realizado por el curandero para facilitar la
incorporacin del alma son tambin tpicos
del susto. Las referencias al hlito, al aliento
o al soplido tienen que ver con el manejo de
la materia anmica. Por fin, el emparejamiento y estiramiento de las extremidades responde a corregir uno de los sntomas en que se
manifiesta este mal.
Por el contrario, son de contenido genrico todas las acciones rituales que ponen en
escena las tcnicas teraputico-rituales del
catolicismo, tales como las invocaciones y
oraciones dirigidas a las deidades, la realizacin de la seal de la cruz -ya se persigne
el curandero o la haga con la mano o el
sahumerio sobre el cuerpo del doliente-, la
repeticin de cualquier accin tres veces evocando a la Trinidad, la impregnacin de humo
mediante el sahumado de vegetales, la ingestin o aspersin de agua bendita.
El tratamiento de la envidia no posee prcticas propias. El sahumado con vegetales y
la limpieza con ajo y vinagre del paciente, la
invocacin a las deidades, los rezos y la ma-
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Otras tcnicas sustractivas son especficas de determinadas dolencias porque no responden al mismo modelo etiolgico de enfermedad, tal es el caso de la tirisia, en la
que si bien la pena puede representarse como
sustancia, se origina en el pensamiento del
doliente, vale decir, responde a factores
endgenos. En este procedimiento el elemento de mayor significacin es el agua y las
piedras que se identifican con la tristeza; la
sustraccin simblica se produce por accin
del agua que arrastra la enfermedad.
Las tcnicas que extraen el mal y a la vez
generan la recuperacin de la energa vital
-que seran a un mismo tiempo de sustraccin y adjuncin- se apropian del poder del
humo, de los vegetales y de acciones rituales como la seal de la cruz, y, por ende, de
las deidades involucradas. El sahumado del
paciente con ruda, incienso, romero, etc.,
haciendo la seal de la cruz sobre el cuerpo
del paciente, es el procedimiento tpico. Tanto
la enfermedad sustancia como la prdida del
alma, debilitan y quitan la energa de la vctima; el sahumado permite tanto expulsar la
sustancia incorporada (fluidos, pensamientos, etc.) como regenerar la energa prdida:
es, por consiguiente, una tcnica de gran utilidad para tratar cualquier mal, desde el susto hasta la agarradura, pasando por la envidia, el dao, el mal aire, la aikadura y la sopladura. En relacin con la seal de la cruz y
su repeticin ritual por tres veces, que evocan y ponen en juego el poder de la Trinidad, cabra aclarar que no son por s mismas
tcnicas sustractivas ni adjuntivas, son acciones que, en cuanto sagradas, refuerzan la
accin teraputica con independencia del
sentido que esta ltima tenga. As, si el llamado del alma se realiza tres veces el poder
de la Trinidad refuerza un procedimiento
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da, corpachada, etc.- por haber sido mezquino en las ofrendas, por no haber cumplido
con la promesa hecha a un santo o a una virgen, por faltar recurrentemente a misa, por
haber transitado por espacios negativos, por
haber violado tabes en relacin con los
muertos y/o los ambientes sagrados, entre
otras fallas rituales. Los procedimientos teraputicos incluyen la comunicacin con la
deidad que se hubiera ofendido para pedirle
perdn y, en muchos casos ofrecerle una vela
o un sahumerio, puesto que el humo facilita
la comunicacin con ellas. Es igualmente
fundamental la ejecucin de acciones
compensatorias de la ofensa cometida. Si se
trata de Pachamama se realizarn nuevas ceremonias y/o generosas ofrendas, si se trata
de un santo o una virgen se cumplir con la
promesa que se adeuda, si se trata de Dios
Padre se observar el precepto de ir a misa,
si se sustrajeron objetos de espacios sagrados se restituirn los mismos al lugar al que
pertenecen, en definitiva, la accin realizada est en conexin directa con la falta cometida. Estos procedimientos son necesarios
para recuperar la salud fsica, pues la idea de
salud es integral y aquel que ha cometido una
falta ritual o religiosa lo padece, entre otros
aspectos, en el nivel orgnico, corriendo inclusive riesgo de muerte. Estas tcnicas son
propias de la sopladura y la agarradura o de
cualquier dolencia que se atribuya a un desequilibrio religioso-ritual.
La inmersin del individuo en el interior
de un vacuno de pelo negro, que caracteriza
al tratamiento de la aikadura, tambin puede
entenderse como una accin que contrarresta la violacin de las observancias en relacin con los muertos. Recordemos que los
nios nacen aikados cuando la madre comete -estando grvida- alguna infraccin que
involucre a los muertos. Desde esta perspectiva, la tcnica de la aikadura implica un renacimiento simblico del nio y consecuentemente es una forma de anular la trasgresin
cometida. Digamos, finalmente, que el color
negro -presente en el bovino- se asocia a los
difuntos, aunque su papel debera profundizarse en futuras investigaciones.
En cuanto a la ejecucin de las acciones
teraputicas hemos visto que algunas las realiza el curandero al lado del enfermo, en otras
ocasiones no es necesaria la presencia del
doliente, mientras que otras quedan a cargo
del paciente. As, el enfermo debe cumplir
con las ofrendas, celebraciones, promesas,
vale decir, con el hecho que origin el desequilibrio religioso-ritual. En el caso de la
tirisia, es el doliente quien debe tirar las piedras al ro mientras el curandero reza pidiendo por su recuperacin.
El curandero no necesita de la presencia
del paciente en los rituales de invocacin,
ruego y alumbrado de las deidades, los que
habitualmente realiza por la noche y a solas
Al incinerar el paquete hecho por el brujo
tampoco es conveniente la presencia del paciente, pues se trata de manipular una entidad corrompida con capacidad de enfermar
a quien no sea poderoso. En el tratamiento
de la agarradura producida por el Diablo, si
el enfermo no puede trasladarse hasta el lugar del incidente puede ser sustituido por sus
vestimentas, vale decir por parte de su
corporalidad. Sin embargo, la mayora de las
prcticas el curandero las debe ejecutar sobre el cuerpo del doliente o cercano a l,
como se advierte en los sahumados con vegetales, en los lavados purificatorios, al dar
las friegas con melazas y productos minerales y vegetales, al pasar el alumbre o el plomo, al dar para ingerir agua bendita, al dar
61
62
Conclusiones
La manipulacin de lo sagrado aparece en
toda prctica teraputica, no hay procedimiento curativo que sea conceptuado como natural.
En el autotratamiento los procedimientos
ms generalizados son la cura de palabra y
las recetas, fundamentalmente de vegetales,
con soporte en las teoras de la medicina
humoral reelaboradas, en especial la clasificacin de las enfermedades y las terapias en
clidas y fras. El tratamiento de los pacientes generalmente combina ambos procedimientos.
La cura de palabra se funda en las creencias del catolicismo, la vida de Cristo, de los
santos y los testamentos, son verdades sagradas cuyo poder se actualiza y manipula
en la terapia. El evangelio y los relatos sobre
la vida de los santos son historias mitificadas
y mitos historificados, son, por ende, verdaderos, fundantes, ejemplares y sagrados.
El lego no es una figura con poder, simplemente canaliza el poder de los seres y de
las acciones fundantes y arquetpicas que se
enuncian. Habitualmente la mencin de las
palabras va acompaada de otras acciones
63
64
les y minerales, las que los curanderos habitualmente recomiendan para tratar los sntomas de sus pacientes. En las concepciones
del curanderismo, a diferencia de las
humorales, se entiende que esos elementos
poseen un poder en cuanto los seres y el
mundo natural participan de lo sagrado. En
otras palabras, como dijimos, las nociones
de la medicina humoral fueron reinterpretadas al incorporar las representaciones
del ambiente, vegetales, minerales y animales en trminos de poder.
El aporte de la medicina religiosa se aprecia en rituales, rezos, invocaciones, utilizacin de smbolos y manejo del poder de las
figuras cristianas.
La terapia tiene soporte en las representaciones sobre el origen y las manifestaciones
de la enfermedad. Muchas de las recetas de
la medicina humoral o casera y algunas acciones especficas se relacionan con los sntomas; as por ejemplo, en los cuadros que
presentan dolores o malestar gastrointestinal
se recomienda t de payco o de coca entre
otros, para los nervios infusiones de lechuga
o de clavel, se estiran las piernas del nio
asustado para emparejarlas, se dan friegas con
grasas animales para los dolores musculares,
en fin, un nmero considerable de tratamientos especficos se relaciona con los cuadros
que plantean los distintos episodios de enfermedad. Mientras que los procedimientos
rituales enfocan el origen, ya sea recuperando el alma, rogando a Dios por la salud del
doliente o realizando la ceremonia pertinente a la deidad ofendida, entre muchas otras
tcnicas.
Existen procedimientos principales, es
decir, que son tpicos de determinadas enfermedades, con lo cual no queremos decir
que sean excluyentes sino necesarios. As,
65
Notas
1.
66
3.
Utilizamos el trmino criollo para designar a los campesinos de origen europeo, en el sentido en que se usaba en
el siglo XIX, que pretenda distinguir
los europeos nacidos en Amrica (los
criollos) de los europeos nacidos en la
pennsula Ibrica y en otras naciones
del viejo continente. Lo que queremos
resaltar es que la idea de criollo en el
Ro de la Plata es distinta a la nocin
de Creole de otros pases americanos
que siempre denota mestizaje.
El curandero adquiere sus facultades en
una suerte de iniciacin que lo capacita para ejercer la terapia, practicar la
adivinacin y daar, entre otras actividades. Sobre terapias tradicionales puede verse Almeida, 1996; Bianchetti,
1996; Colatarci, 1999; Guerrero
Jimnez, 1995; Hurrel, 1991; Idoyaga
Molina, 1999 a y b, 2000 a; Krause,
1999; Palma, 1978; Pelegrn, 1998;
Prez de Nucci, 1989; Vivante y Palma, 1991.
4.
5.
Esta tcnica consiste en recortar la forma del pie del paciente en la hoja de
una higuera o de una tuna. El enfermo
debe colgar la hoja encima de su cama
hasta que se seque, hecho que indica
que el doliente se ha curado. La hoja
que ha absorbido el mal debe tirarse en
algn lugar donde no sea vista ni tocada, uno de los sitos preferidos es el techo de la propia vivienda.
7.
67
68
neralizado en Amrica Latina, de acuerdo a Moll (1944: 130) los rezos tambin fueron categorizados como fros
(el salve) y clidos (el credo). El credo
se usa en nuestra rea durante los
exorcismos a las brujas y para tratar los
espacios contaminados por ellas; por
ende su definicin como clido est en
consonancia con la idea de que la brujera es fra (Idoyaga Molina, 1999b).
Las enfermedades -como la bilis, los
desequilibrios emocionales, los aires,
la prdida de la sombra o del alma, etc., incluso los terapeutas, han sido conceptuados en trminos de clidos y fros
en Mxico (lvarez Heydenreich,
1992).
11. Las arcillas se usan para problemas
seos, los campesinos afirman que ciertos lugares proporcionan arcillas
trmicamente clidas. Con humo de romero, ruda, incienso y otros vegetales
se sahma para tratar problemas seos
y con el sahumado de sacancia se atienden los dolores de cabeza. Las cataplasmas se usan para la neumona, problemas pulmonares y trastornos en el pecho. Se usa grasa de iguana, puma, cabra y otros animales para dar masajes a
msculos doloridos, mientras que la grasa de las aves es derretida y mezclada
con miel y azcar tostada para curar los
males de la garganta. El vino se adosa a
las cataplasmas al igual que la mostaza.
Costumbre que, por otra parte, sigue vigente entre las prcticas de la medicina
popular en Francia (Laplantine, 1999:
205). El aceite se usa como equivalente
de la grasa en diversos ungentos. Con
sal, ajo y cebo se hace un preparado con
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Resumen
La autora focaliza los rituales teraputicos distinguiendo las prcticas del autotratamiento (medicina casera) y del
curanderismo. En relacin con los primeros,
explora la cura de palabra y su soporte en las
creencias y simbolismos del catolicismo, sus
fundamentos arquetpicos en el Nuevo Testamento, al que se considera como mito
historificado e historia mitificada. Considera adems la reelaboracin de los conceptos
de la medicina humoral en el contexto campesino. En lo relativo a las prcticas de los
curanderos, se focalizan los manejos rituales y simblicos del poder en las terapias de
enfermedades particulares y en los procedimientos curativos de valor genrico, mostrando como se engarzan las nociones y prcticas analizadas en las representaciones culturales de los campesinos. Estas ltimas responden a los procesos de sntesis que se dieron a lo largo de los ltimos 500 aos, y que
pusieron bsicamente en contacto a tradiciones espaolas y europeas con tradiciones de
grupos indgenas, en su mayora extintos hoy
en da, pero con herederos mestizos, algunos de ellos en proceso de reetnizacin.