Elogio de La Locura (Resumen)
Elogio de La Locura (Resumen)
Elogio de La Locura (Resumen)
Erasmo de Rterdam
Prefacio
De Erasmo de Rterdam a su amigo Toms Moro
Captulo I
La estulticia es la nica que tiene poder para divertir a los dioses y a los hombres.
La presencia de la Estulticia disip el mal humor de las personas.
Captulo II
La estulticia har un encomio (alabanza) de s misma, como lo hacan los sofistas antiguos al
narrar las glorias de dioses y hroes.
Captulo III
Quin podra describirse mejor que ella a s misma?
Hace bien en alabarse a s mismo quien no encuentra otro que lo haga. Adems, nadie nunca
ha celebrado sus glorias en un discurso.
Captulo IV
No dar una definicin de s misma, ya que todos la podan ver.
Captulo V
Bastaba con ver el rostro de las personas (su semblante y frente) para saber que era la
Estulticia.
Nadie puede ocultarla aunque se avergencen de ella ante el vulgo (ciudadana).
Captulo VI
La Estulticia imitar a algunos que se creen superiores por manejar dos lenguas y ocupar
palabras rebuscadas; provocando que los que no las entiendan se admiren.
Captulo VII
Estultsimos: La Estulticia denomin as a los varones presentes.
Pluto: Padre de la Estulticia y verdadero padre de los dioses y de los hombres (segn ella).
l agita las cosas sagradas y paganas a su antojo, y bajo su arbitrio se rigen guerras, paces,
mandatos, consejos, juicios, comicios, matrimonios, pactos, alianzas, leyes, artes, etc.
Noetete: Madre de la Estulticia. La ms bella y alegre de todas.
Estulticia relata que fue fruto de un amor furtivo, en el momento en que Pluto era vigoroso y
joven.
Captulo VIII
Estulticia viene de las islas Afortunadas, donde todo crece espontneamente y sin labor. All
no hay trabajo, ni vejez, ni enfermedad, ni se ve en el campo gamn (planta), ni la malva
(planta), cebolla, altramuz (planta), sino ajo ureo, nepente (planta carnvora), mejorana
(planta), artemisa, loto, rosas, violetas y el Jacinto.
No naci llorando, sino sonriendo a su madre. Y la criaron los pechos de dos ninfas: Ebriedad
(hija de Baco) e Ignorancia (hija de Pan).
Captulo IX
Estulticia present a sus acompaantes:
-
Con el auxilio de ellos, Estulticia tiene bajo su potestad todas las cosas y ejerce autoridad
incluso sobre las autoridades.
Captulo X / XI
Beneficios que da Estulticia a los hombres:
Captulo XII
No slo el origen de la vida proviene de ella, sino todo lo que hay dentro de esta.
Qu sera de la vida sin placer? Todos aplaudieron.
Captulo XIII
La edad ms alegre del hombre es la primera. El atractivo de la estulticia que la naturaleza
les ha dado hace que todos quieran besarlos, abrazarlos y acariciarlos.
Luego, viene la juventud, que tambin es placentera. Todos le ayudan a los jvenes. Ese
encanto tambin proviene de la Estulticia.
A medida que los jvenes crecen, cobran prudencia por obra de la experiencia y del estudio.
As es como decae la perfeccin de la hermosura, su alegra y vigor.
Cuanto ms se alejan de m, menos y menos van viviendo llegando a la vejez molesta que
es molesta hasta para s mismos
Ningn mortal podra tolerar la vejez si no fuese por ayuda de la Estulticia. Ella, cuando ve
a los viejos prontos al sepulcro, los devuelve a la infancia dentro de lo posible. De ah viene
que la gente suela considerar como nios a los viejos.
-
Al igual se odia a un nio con precoz sabidura, nadie soporta a un viejo que, sumado a su
enorme experiencia de las cosas, uniese vigor mental y acritud de juicio. Por esta razn, la
Estulticia hace delirar a los viejos. Gracias a ella, el viejo es feliz, grato a los amigos y no
tiene nada de bobalicn para las fiestas.
Los ancianos disfrutan la compaa de los nios y stos a su vez se deleitan con los viejos.
Pues, Dios se complace en reunir a cada cosa con su semejante. Ambos tienen la boca
desdentada, pocas fuerzas corporales, balbuceo, olvido, etc.
Captulo XIV
Si los mortales se contuviesen de toda relacin con la sabidura y orientasen la vida de
acuerdo a la Estulticia, no envejeceran y gozaran dichosos de eterna juventud.
Las personas envejecen por obra de la preocupacin y la constante y agria agitacin de las
ideas, que agotan el espritu.
Siendo ignorante, se es feliz por todo.
Captulo XV
La relacin de juventud-estulticia tambin incluye a los dioses.
Baco siempre ha sido efebo (joven) y de poblada cabellera porque se ha pasado su vida entera
en banquetes, danzas, cantos y diversiones.
Se compara a Baco con Jpiter (que infunde temor a todos), Pan (confunde todo con sus
tumultos pnicos), Vulcano (siempre sucio del trabajo de su taller) y Palas (mirada hiriente).
Por las mismas razones Cupido siempre es nio, ya que es un bromista y no piensa nada.
Captulo XVI
En la tierra, todo lo alegre y feliz se debe al favor de Estulticia.
Como definen los estoicos: La sabidura es guiarse por la razn y la estulticia por las pasiones.
Por eso Jpiter, para que la vida no sea tan triste y severa, les dio a las personas ms
inclinacin a las pasiones que a la razn. Dej a la razn en un rincn de la cabeza, mientras
dej el resto del cuerpo a las rdenes de dos tiranos violentos y contrarios: La ira (domina el
castillo de las entraas y hasta el corazn) y la Concupiscencia (Apetito y deseo de bienes
materiales o placeres sexuales > Ejerce el imperio hasta lo ms bajo del pubis).
La razn pesa menos que estas dos fuerzas gemelas. Cuando la razn indica el camino lcito
y dicta normas de honestidad, stas gritan ms fuerte, hasta que, cansada, cede y se rinde.
Captulo XVII
La estulticia fue la que orden que al hombre se le juntase con una mujer, animal ciertamente
estulto (necio/tonto), pero gracioso y placentero, de modo que brinde compaa en el hogar
y endulce con su estupidez la tristeza del carcter varonil.
Si una mujer quisiese ser tenida por sabia, no conseguira ms que ser doblemente necia
(duplica su defecto aqul que va en contra de la naturaleza > Se considera a la mujer necia
por naturaleza).
-
Sin embargo, tienen el encanto de la hermosura (la mujer siempre conserva las mejillas tersas,
la voz fina y el cutis delicado).
Las mujeres miran tantos ungentos, perfumes, pinturas para el rostro y los ojos, etc., para
complacer a los hombres slo por necedad.
Captulo XVIII
De qu sirve cargar el vientre con comidas deliciosas, si los ojos y los odos, si no todo el
nimo, han de apacentarse tambin con risas, bromas y chistes?
Las ceremonias de banquetes, jugar a los dados, los brindis recprocos, establecer rondas y
bailar fueron actos creados por la Estulticia, para el bien del gnero humano.
Mientras ms tengan de estpidas las cosas, ms favorecen la vida de los mortales.
Captulo XIX
Slo la necedad (estulticia) mantiene unidos a los amigos.
Entre los sabios no cuaja la amistad, o es triste y desagradable, y la traban slo con
poqusimos.
Si entre los sabios se genera mutua benevolencia, nunca durar, por sr gente que vigila los
defectos. En cambio, para los defectos propios sus ojos son legaosos.
Cmo podra existir entre ellos, durante una hora, la alegra de la amistad sin el auxilio de
la blandura de carcter (estulticia)?
Cupido, padre y autor de todo afecto, por obra de su ceguera, toma lo feo por hermoso, y
hace que todos encuentren hermoso lo que aman.
Captulo XX
Cuntos divorcios ocurriran si no fuese por la adulacin, las bromas, el engao y el disimulo,
o si el novio investigase los juegos de la doncella antes de casarse. Todas estas cosas son
gracias a la estulticia, y a ella se debe tambin que la esposa sea agradable a su marido y ste
a su mujer, a fin de que la casa permanezca tranquila.
Es mejor equivocarse que dejarse consumir por los celos.
Captulo XXI
Sin la estulticia no habra sociedad, ni relaciones agradables y slidas, ni el pueblo soportara
al prncipe, ni el amo al criado, ni el maestro al discpulo, ni los amigos, ni los camaradas,
etc.
Captulo XXII
Con quin concordar aquel que sea molesto para s?
Si no estuviese la estulticia, todo el mundo sentira asco de sus propias cosas.
La naturaleza ha hecho que todos se duelan de lo suyo y admiren lo ajeno.
Qu podra realizar un hombre con belleza si no le tiene la mano al Amor Propio, que est
unido con la Estulticia?
Si se est descontento con uno mismo, Podr hacerse algo gentil, gracioso y digno?
Es necesario el amor propio, antes que amar a los dems. La principal parte de la felicidad
radica en que uno quiera ser lo que es.
El Amor Propio es querido por la Estulticia, ya que hace que nadie se duela de su figura, de
su talento y de su estirpe.
No hay empresa ilustre ni noble arte que la Estulticia no haya inventado.
Captulo XXIII
Hay cosa ms estulta que entablar una lucha por desconocidas causas, de la cual ambas
partes salen perjudicadas?
De qu serviran en una guerra los sabios? Hacen falta hombres gruesos y vigorosos con un
mnimo de reflexin. Son los estpidos quienes ejecutan hazaas ilustres, y no los luminares
de la filosofa.
Captulo XXIV
Scrates, calificado por Apolo como nico sabio, tuvo que retirarse en medio de carcajadas
de todo el mundo. Sin embargo, no desbarraba (deliraba) completamente, porque no quiso
aceptar el ttulo de sabio.
Fue la sabidura la que lo llev a ser acusado y a tener que beber cicuta. Mientras investigaba,
no aprenda cosas de la vida normal.
No ha habido peores Estados que aquellos que cayeron en manos de filsofos o aficionados
a las letras.
Los hombres afanados en la sabidura son desgraciadsimos en la procreacin de los hijos.
Ej. El hijo de Cisern fue un degenerado, y el de Scrates, un tonto.
Captulo XXV
Los sabios en las funciones de la vida no acreditan ser diestros. En los banquetes perturbarn
con silencio o con preguntas fastidiosas. Pereceran en los bailes.
En general, es intil en las cosas corrientes y discrepa con la opinin pblica. Es normal que
les siga el odio.
Captulo XXVI
-
Captulo XXVII
De la Estulticia nacieron los Estados, merced a ella subsisten imperios, autoridades, religin,
consejos y tribunales, pues la vida humana no es sino una especie de juego de despropsitos.
Captulo XXVIII
La sed de gloria impulsa al ingenio de los mortales a elaborar y cultivar disciplinas (ciencias).
Reivindicacin del valor y el ingenio.
Captulo XXIX
Reivindicacin de la prudencia.
Mientras el sabio no se atreve a emprender cosa, refugindose en libros, el estpido,
arrimndose a las cosas que hay que experimentar, adquiere la verdadera prudencia.
El conocimiento lleva a que se opongan dos fuerzas: la vergenza y el miedo. De ambos, la
estulticia libra estupendamente. No sentir vergenza y atreverse a todo da inmensas ventajas.
Todas las cosas humanas tienen dos caras: lo que exteriormente es la muerte, viene a ser la
vida; lo hermoso, feo; lo robusto, flaco; lo amigable, enemigo; etc.
La vida mortal es como una especie de comedia donde unos aparecen en escena con las
mscaras de otros.
Sin contar con la Estulticia como no gua, no habr quien llegue a la fortaleza de la felicidad
ni a la sabidura.
Captulo XXX
A veces, las pasiones hacen de orientadores a quienes se dirigen hacia el puerto de la
sabidura, sino que tambin en cualquier ejercicio de la virtud exhortan a obrar bien.
Sneca gocen de este sabio suyo, menle por encima de cualquier rival y convivan
con l Habr quien no huya o se horrorice de tal tipo de hombre, como de un monstruo
o un espectro que se ha querido ensordecer a todas las sensaciones de la naturaleza, que
carece de pasiones y no se conmueve por el amor ni por la misericordia
Linceo, todo lo descubre y nada ignora; que slo est contento de s mismo y se tiene por
el nico opulento, el nico sano, el nico rey, el nico libre y, en suma, el nico en todo
que no se entretiene con amigo alguno Tal es la especie de animal considerado sabio
absoluto.
Captulo XXXI
La estulticia va acorriendo los males, de suerte que nadie se complace de dejar la vida. Los
ms viejos, se sienten vivos y son felices gracias al favor de la estulticia.
Qu importa que todo el pueblo te silbe, con tal que t mismo te aplaudas?
Captulo XXXII
Filsofos: Es deplorable esto de vivir dominado por la Estulticia y, por ende, errar,
engaarse, ignorar.
La Estulticia responde que no tiene nada de deplorable lo que pertenece a la propia naturaleza
(errar es propio del hombre).
Los sofistas responden que, gracias a la ciencia el hombre puede compensar aquellas cosas
en que la naturaleza ha desfavorecido los talentos.
Estulticia: Las ciencias irrumpieron en la vida humana junto con otras calamidades, y por
ello a los autores de todos los males se les llamada demonios, que significa los que saben
Se hace comparacin con la Edad de Oro, donde slo se viva con la gua e inspiracin de la
naturaleza y el idioma era el mismo para todos. Adems, consideraban pecaminoso que el
hombre moral tratase de saber ms de lo que compete a su condicin.
Basta la gramtica para dar suplicio (sufrimiento) perpetuo a una vida.
Captulo XXXIII
Sin embargo, ciencias como la Estulticia son especialmente apreciadas ya que se
aproximaban ms al sentido comn.
Los mdicos son los nicos que valen tanto como muchos hombres.
La naturaleza odia lo artificial y hace crecer mucho ms felizmente lo que no ha sido violado
por ninguna ciencia.
Captulo XXXIV
Se hace una comparacin con los animales, quienes viven ms felices al estar alejados de
todo tipo de ciencia. Por ej. Las abejas y su arquitectura o su estructuracin de Estado. En
cambio, los caballos, por ser afines a los humanos, sufren.
El hombre es el nico ser que ha tratado de salirse de lo que le impone su condicin.
Captulo XXXV
Hay algo ms feliz que aquellos llamados estpidos?
No se dejan atormentar por preocupaciones. No padecen vergenza, ni temor; no ambicionan,
no envidian ni aman. Juegan, cantan y ren, y dondequiera que vayan llevan consigo el placer.
Son aceptados por todos, se les socorre y se les tolera. Nadie desea hacerles dao.
Captulo XXXVI
Los estpidos gozan de la gracia de los mximos reyes. Estos, les proporcionan bromas, risas,
carcajadas y placer. Adems, son los nicos francos; en cambio, los sabios tienen dos
lenguas: Una para decir la verdad y otra, para las cosas que consideran convenientes segn
el momento.
La verdad agrada siempre que no lleve una ofensa implcita (esta virtud es slo para los
necios).
Las mujeres tambin prefieren a los necios, ya que son naturalmente propensos al placer y a
la jocosidad (divertidos).
Captulo XXXVII
Los necios, tras vivir sin miedo ni sensacin de muerte, se van derecho a los Campos Elseos
a deleitar con sus bromas a las almas pas (devotas) y ociosas.
Captulo XXXVIII
No se puede admitir que cualquier locura sea calamitosa. Hay dos especies:
1. La que las crueles furias lanzan desde los infiernos, como serpientes, para encender
en los mortales el ardor de la fuera, o insaciable sed de oro, o amor indigno y funesto,
o el parricidio, el incesto, el sacrilegio o cualquier otra calamidad.
2. Una que sale directamente de la Estulticia y que es digna de ser deseada. Se manifiesta
por cierto alegre extravo de la razn, que libera el alma de cuidados angustiosos. Sin
embargo, no es locura cualquier extravo de la razn. Pero, si adems del sentido,
pierde tambin el juicio de la razn, sera correcto considerar a esa persona prximo
a la locura.
El loco se re del loco y se proporcionan mutuo placer, y no sera raro que el ms loco
se burle con mayores ganas del que lo est menos.
Captulo XXXIX
La diferencia entre una y otra locura es que la gente llama loco a aquel que imagina que una
calabaza es una mujer (le sucede a pocas personas). En cambio, aquel que ensalza (alaba) a
su mujer, como si fuese Penlope, se engaa dulcemente y nadie lo llamara loco (le ocurre
a muchos maridos).
El juego de los dados pertenece a las Furias, no a la Estulticia.
Captulo XL
Otro tipo de hombres pertenecientes al grupo de la Estulticia: Se complacen al escuchar o
explicar falsos milagros. Nunca se cansan de recordar fbulas de espectros, duendes, larvas,
seres infernales, etc., los cuales, cuanto ms se apartan de la verdad, con mayor placer son
credos. Esto lo hacen no slo para matar el tiempo, sino tambin para lucrar.
Son familia de ellos el tipo de supersticiosos que si ve una pintura de San Cristbal, ya no se
morirn aquel da, o si saludan con determinadas palabras a una imagen de Santa Brbara,
volvern ilesos de la guerra.
Quines son ms necios ni ms felices que aquellos que, por recitar diariamente siete
versculos de los Sagrados Salmos, se prometen an ms que la suprema felicidad? Estas
cosas son tan estultas, que hasta a la Estulticia le da vergenza, aprobadas no slo por el
vulgo (el pueblo), sino tambin por lo que declaran la religin.
Captulo XLI
A los santos Qu les piden los hombres sino cosas que tocan la necedad?
Entre todos los exvotos que se ven por las paredes de los templos Hay alguno que se haya
curado de la necedad o que haya adquirido siquiera un poco de sabidura?
Uno sali ileso a fuerza de nadar; otro, aun atravesado por hierro enemigo, conserva la vida;
otro huy felizmente de la batalla mientras otros peleaban; unos, tras haber ingerido un
veneno, no sintieron sino que se les solt el vientre y les sirvi de purga, etc.
Los mortales rezan para librarse de todo menos de la estulticia.
La vida entera de los cristianos est llena de esta especie de delirios.
Si surgiese un sabio odioso y proclame, como es verdad: No morirs mal si has vivido
bien; Redimirs tus pecados si aades a la ofrenda lgrimas, oraciones, ayunos, etc.
Con todo eso, privara de felicidad a las almas.
Captulo XLII
Existe una especie de locura que es con mucho la ms placentera, por obra de la cual muchos
se envanecen de lo suyo, sea cual fuere su valor. Para los cultivadores de las artes, les es
peculiar el Amor Propio, entre los cuales, cuanto ms ignorante es cada cual, tanto ms se
complace arrogantemente en s mismo. De esta manera Quin preferira a la sabidura?
Captulo XLIII
La naturaleza proporcion a cada uno de los mortales y a las naciones y casi ciudades un
cierto amor propio comn. De ah viene que los britnicos recaben para s la hermosura; los
franceses, la cortesa en el trato; los italianos, las letras y la elocuencia; los griegos, inventores
de la ciencia; los turcos, la religin; etc.
Captulo XLIV
La Adulacin es casi hermana gemela del Amor Propio, ya que no consiste sino en que uno
se lisonjee a s mismo; si esto se hace con otro, se tratar entonces de la Adulacin.
Existe una adulacin perniciosa (daina). Sin embargo, el estilo de la estulticia es una
adulacin que nace de la bondad: Levanta los nimos, consuela a los tristes, concilia afectos
y, una vez formados, los mantiene, alegra a los viejos. En suma, logra que cada uno se tenga
a s mismo mayor aprecio y cario.
Captulo XLV
No equivocarse es ms lamentable que no hacerlo.
El espritu humano est moldeado de tal manera, que aprehende mucho mejor lo ficticio que
lo verdadero. Ej. En la iglesia, cuando se habla de algo serio, todos dormitan y bostezan, pero
si el orador comienza a explicar alguna historia asnal, todos despabilan y prestan atencin.
Las opiniones son de muy fcil adoptar y conducen a la felicidad: Si alguien tiene por fea a
una mejor, pero en opinin de su marido puede rivalizar hasta con la misma Venus No ser
lo mismo para l que si fuese realmente hermosa? / Un sujeto regal a su novia al casarse
piedras falsas, convencindola de que eran verdaderas y de valor incalculable. La mujer las
guardaba junto a s como si fuesen un tesoro.
La diferencia entre estultos y sabios, es que a los primeros la felicidad les cuesta muy poco,
ya que consiste en una persuasin sencilla, y tambin, porque la comparten con las dems
personas.
Captulo XLVI
No hay goce en las cosas buenas como no sea en compaa.
Entre las muchas alabanzas que se le ofrecen a Baco, es la principal la de que posee la
cualidad de ahuyentar los pesares, pero solamente por un corto tiempo. En cambio, los
beneficios de la Estulticia son ms completos y duraderos; pues ella le proporciona al alma
embriaguez constante, alegra, delicia y placer sin egosmo, distribuyendo los favores sin
exceptuar a nadie, a diferencia de otros dioses que tienen favoritos (Ej. Venus prodiga a pocos
con su hermosa y Mercurio a unos pocos con elocuencia).
Captulo XLVII
La Estulticia no se enoja por no haber sido invitada a alguna ceremonia. Nadie le hace
sacrificios, ni le son levantados templos, pero ella no lo desea. Se juzga ms adorada al ver
que todos le llevan en el corazn y le imitan en la vida. Nunca le faltarn fieles.
Captulo XLVIII
Son increbles las risas, la alegra y los regocijos que los mseros humanos procuran
diariamente a los inmortales.
La clase alta de comerciantes ves la ms estulta porque tratan los asuntos ms mezquinos y
lo hacen del modo ms miserable que se puede imaginar. A pesar de que van mintiendo,
robando, engaando y defraudando a todas horas, se creen a la cabeza de la humanidad por
el slo hecho de llevar sortijas de oro.
Captulo XLIX
Gramticos: La casta ms msera, afligida y dejada de las manos de los dioses. Adems de
que cayeron sobre ellos las cinco furias, siempre se les ve famlicos (desnutridos) y
harapientos. Se satisfacen cuando encuentran en algn pergamino alguna palabreja
desconocida. No hay nada ms divertido para la Estulticia que cuando se prodigan mutuas
alabanzas y admiraciones; Pero si uno de ellos se equivoca en alguna palabra y otro se la
caza, se desenreda una pelea.
Captulo L
Los poetas le deben menos a la Estulticia, ya que son espritus libres cuya nica ocupacin
es regalar los odos de los estultos con frivolidades y fbulas ridculas. Con sus
composiciones, no solamente quieren hacerse inmortales y semejantes a los dioses, sino
conseguirlo tambin para los dems.
De todos los deudores de la Estulticia, los poetas son los que estn ms estrechamente
emparentados con el Amor Propio y la Adulacin, y los que le rinden culto ms sincero y
constante.
Los retricos tambin forman parte de la Estulticia. Ellos han redactado muchas reglas del
gnero festivo, incluyendo a la Estulticia entre los medios de echar las cosas a broma.
Los que escriben doctamente para agradar a un reducido nmero de eruditos son, para la
Estulticia, los ms dignos de lstima, ya que viven en continua tortura: aaden, modifican,
quitan, vuelven a poner, rehacen, aclaran, aguardan, nunca se dan por satisfechos. Todo para
recibir unas cuantas alabanzas.
Por el contrario, el escritor que le pertenece a la estulticia es ms dichoso cuanto ms
disparata, escribiendo todo lo que se le ocurra. No ignora que cuan mayores tonteras escriba,
ms aplaudido ser.
Captulos LI
Los jurisconsultos (conocedores del derecho) pretenden el primer lugar entre los doctos y no
hay quien est tan satisfecho de s como ellos.
Los dialcticos y sofistas son capaces de competir en charlatanera con cualquiera.
Captulo LII
Filsofos: Su barba y capa les hace venerables; se tienen por los nicos sabios y al resto de
los mortales les toman como errantes. Construyen infinitos mundos y explican causas de
todos los fenmenos inexplicables. En tanto, la naturaleza se re de ellos y de sus conjeturas,
pues no saben absolutamente nada con certeza. Creen saberlo todo y no se conocen ni a s
mismos.
Tambin se encuentran los que anuncian el porvenir tras haber consultado los astros,
prometiendo prodigios mgicos, y todava tienen la suerte de encontrar a quienes lo creen.
Captulo LIII
Sera mejor pasar en silencio por los telogos y no remover esta cinaga ni tocar esta
hierva pestilente, no sea que, como gente tan sumamente severa e iracunda, caigan en turba
sobre m con mil conclusiones forzndome a una retractacin y, caso de que no accediese,
me declaren enseguida hereje No hay otros protegidos mos que de peor gana reconozcan
mis favores, a pesar de serme deudores de grandes beneficios
-
Se creen semidioses cuando son saludados casi devotamente con las palabras Magister
Noster.
Describen con tanto detalle las cosas del infierno como si hubiesen pasado muchos aos
en esa repblica.
Estn ocupados de noche y de da con romances, que no les queda el mejor ocio para
hojear los Evangelios o las Epstolas de San Pablo.
Captulo LIV
Religiosos y monjes: Buena parte de ellos est apartado de la religin, y no hay quin ms se
encuentre por todas partes. Son aborrecidos en estos lados; encontrrselos en la calle es de
mal agero.
-
Estiman como suprema perfeccin estar limpios de toda clase de conocimientos, tanto,
que no saben ni leer.
Cantan con ritmo pero sin sentido los salmos, creyendo que halagan a Dios.
Explotan la apariencia harapienta y sucia para que les den un trozo de pan.
Se preocupan por superficialidades como el nmero de nudos de las sandalias, el color
del cinturn, la forma de los vestidos, lanzndose insultos contra los que van distinto a
ellos.
Algunos evitan el contacto con el dinero, pero no del vino y de las mujeres; Su ambicin
no es imitar a cristo, sino no parecerse entre ellos.
Estiman sus propios mritos, anteponiendo sus tradiciones y no los mandamientos.
Hombres con ridculas ceremonias, gritos y necedades.
Captulo LV
Reyes y Prncipes: Si tuvieran sentido comn no estaran en sus cargos. Vale la pena adquirir
poder por una traicin o parricidio?
-
El que toma las riendas del gobierno no debe preocuparse en sus asuntos propios, sino en
los pblicos.
Todo lo malo que haga es de saber pblico
Estn expuestos a miles de cosas que los puedes desviar de la rectitud, como placeres,
independencia, adulacin y lujo.
Si los reyes fueran sensatos (sin estulticia) no tendran sueo ni banquete deleitable.
Gracias a Ella, slo dejan llegar a sus odos a quienes hablen cosas divertidas.
Captulo LVI
Cortesanos: No hay nada ms servil, ms rastrero, ms necio y ms despreciable que muchos
de ellos.
-
Son felices pudiendo llamar al rey seor, saludar debidamente y tener siempre una
jocosidad (burla) aduladora.
Duermen hasta medioda; casi acostados, oyen la misa; enseguida desayunan y, apenas
terminado, ya piden la comida; luego se entretienen con los dados, el ajedrez, los juegos
de azar, las mujeres galantes. Y de esta manera, libres del menor cansancio, pasan las
horas, los das, los meses, los aos y los siglos.
Captulo LVII
Pontfices, cardenales y obispos: Imitan de tiempo inmemorial la conducta de los prncipes
y casi les llevan ventaja.
Obispos: Confan el cuidado de sus ovejas o a Cristo, o a los frailes y vicarios. No recuerdan
que la palabra obispo quiere decir, trabajo, vigilancia, y solicitud. Se sienten obispos slo
si se trata de recoger dinero.
Captulo LVIII
Los cardenales olvidaron que deban guardar la conducta de los Apstoles: Administradores,
no dueos, de los bienes espirituales. Ayudar, ensear, exhortar, consolar, reprender,
amonestar, evitar las guerras, etc.
Captulo LIX
Los Sumos Pontfices no se esfuerzan en imitar la vida de Cristo, su pobreza, su trabajo,
doctrina, su cruz y desprecio del mundo.
Hacer milagros es antiguo, pasado de moda e impropio, ensear al pueblo es penoso,
interpretar las Sagradas Escrituras es cosa de escolsticos; rezar es ocioso; llorar es de pobres
y de mujeres, morir es espantoso y la crucifixin infamante.
No hay peor enemigo de la iglesia que los pontfices impos que adulteran la ley de Cristo
con caprichosas interpretaciones.
Captulo LX
Una cosa tienen en comn los sacerdotes y los laicos, que es que todos vigilan la prosperidad
de sus ingresos y no ignoran ninguna de las leyes referentes a ellos, pero si se trata de alguna
carga, la echan hbilmente sobre espaldas ajenas.
Pontfices > obispos > prrocos > vicarios > monjes mendicantes
NINGN HOMBRE PUEDE VIVIR DICHOSO SI NO EST INICIADO EN LOS
MISTERIOS DE LA ESTULTICIA Y SI ELLA NO LE CONCEDE PROTECCIN.
Captulo LXI
La Fortuna ama a las personas poco sensatas, a los audaces, a los que se complacen en decir:
Todo me lo juego a una carta. La sabidura hace a las personas tmidas, por lo cual veis
fcilmente a los sabios en la pobreza, en la estrechez y en la oscuridad, despreciados,
desconocidos y olvidados. En tanto a los estultos afluye el dinero, tienen en las manos la
gobernacin del Estado y, en fin, prosperan de todos modos.
Quien se dispone a vivir con un poco de alegra y optimismo, empieza por excluir de su
compaa al sabio y prefiere admitir a cualquier otro animal.
Pontfices, prncipes, jueces, magistrados, amigos, enemigos, mayores o menores, todos se
desviven por los bienes materiales.
Captulo LXII
-
Captulo LXIII
Fundamento en la Sagrada Escritura:
-
Captulo LXIV
Los telogos rebuscan en uno y otro lado unos cuantos fragmentos y, si les hace falta, los
mixtifican a tenor de la conveniencia.
-
Captulo LXV
A los telogos se les toler. A la Estulticia, que es una teloga de pacotilla, tambin puede
permitrsele tal derecho a no formar citas con exactitud.
-
Simbolismos bblicos: Asno sobre el que mont Jess, paloma del Espritu Santo, ciervos y
corderos (animales estultos).
Jess, para salvar a los mortales, tuvo en cierto modo que hacer estulto cuando se volvi
carne mortal, de la misma manera que se transform en pecado para redimirlo.
Dios prohibi el rbol de la ciencia y la sabidura, como si este fuese el veneno de la dicha.
Aquellos que han pecado con conocimiento buscan proteccin y pretexto en la estulticia. Ej.
David, cuando tuvo que apaciguar al Seor dijo: Te ruego, Seor, que no tomes en cuenta
mi infamia, porque obramos estultamente. ; Como si no pudiera alcanzar perdn sino
pretextando ignorancia. Del mismo modo, Jess excus a la humanidad ante Dios apelando
a su ignorancia: Padre, perdnalos porque no saben lo que hacen.
Captulo LXVI
Parece que toda la Religin cristiana tiene algn parentesco con cierta especie de estulticia.
No hay necios que disparaten ms que aquellos a quienes arrebata por completo el ardor de
la piedad cristiana, pues llegan a malversar sus bienes, pasan por alto las injurias, toleran ser
engaados, no distinguen entre amigos y enemigos, se complacen con el hambre y la vigilia,
las lgrimas, los trabajos y las ofensas, y desean nicamente la muerte, como si tuvieran el
alma errante y no dentro del cuerpo.
Se define la filosofa como meditacin de la muerte, porque, merced a ella, la mente se separa
de las cosas visibles y corpreas, que es lo mismo que hace la muerte.
Cuando el espritu hace uso discreto de los rganos del cuerpo, se le llama sensato, Por otro
lado, cuando rotos estos vnculos, trata de preocuparse de la libertad, como si proyectase la
fuga de la crcel, se le califica de loco. Y, sin embargo, vemos a tal especie de hombre
predecir las cosas futuras, y saber lenguas y letras que hasta entonces nunca haba aprendido.
No cabe duda que esto procede de que la mente, al estar algo ms libre del contacto del
cuerpo, empieza a poner por obra su facultad natural.
Lo mismo ocurre en la fbula de Platn, donde aquellos que vivan encadenados en el fondo
de una caverna contemplando las sombras de las cosas, y cuando uno de ellos sali, a su
regreso aseguraba haber visto los objetos tales como eran en s, y entonces sus compaeros
suponan que se equivocaba de medio a medio, ya que fuera de las vanas sombras no podan
creer que existiese nada ms. El sabio les compadece y deplora sus estulticia que les hace
vctimas de un grosero error, pero ellos a su vez se burlan de l como un extravagante y le
rehyen.
Vulgos
Usando slo de stas (tacto, odo, vista,
olfato y gusto), prevalece en ellos y no les
sirven para otras cosas.
No sabe vivir sin ellas.
Captulo LXVIII
Estulticia: Detesto al oyente que se acuerda de todo.