Biografía de Juan Jacobo Rousseau
Biografía de Juan Jacobo Rousseau
Biografía de Juan Jacobo Rousseau
En París publicó en 1750 un Discurso sobre las ciencias y las artes, que le hizo
famoso, y más tarde, en 1775, otro Discurso sobre la desigualdad de los hombres,
que tuvo también una gran resonancia. Después de muchas vicisitudes, entre las
que se cuenta su abjuración del catolicismo, se estableció en Montmorency, en el
lago Leman, y allí escribió su célebre novela La Nueva Eloísa. Allí también escribió
sus dos obras más famosas, aparecidas en el mismo año de 1762: El contrato
social, que sirvió de inspiración a la Revolución francesa, y el Emilio o de la
educación, que ha inspirado a la pedagogía, moderna. El Emilio fue condenado
por el arzobispo de París, a causa del capítulo sobre el Vicario Sabovano, de
tendencia deísta, y lo mismo le ocurrió con los adictos calvinistas. Vuelto a su vida
errante. se dirige, en 1765, a Inglaterra, donde el filósofo David Hume le ofrece
asilo y con quien acaba riñendo. En 1770 retorna a París, enfermo, y continúa su
vida solitaria y miserable hasta que en 1777 acepta la hospitalidad del marqués
de Girandín en Ermenonville, en cuya casa muere el 2 de julio de 1778. a los 66
años. Sus Confesiones, obra autobiográfica también famosa, no se publicaron
basta después de su muerte entre 1781 y 1788. Rousseau había contraído
matrimonio con su sirvienta, de la que tuvo cinco hijos, todos los cuales fueron
enviados a un asilo.
Principios:
1. La naturaleza frente a la cultura y la sociedad.
"En el orden natural -dice al hablar de su Emilio siendo todos los hombres iguales,
su vocación común es el estado de hombre. . . Al salir de mis manos, no será,
convengo en ello, ni magistrado, ni soldado, ni sacerdote; será primeramente
hombre: todo lo que un hombre debe ser".
"El único que hace su voluntad es aquel que no tiene necesidad para hacerla., de
poner los brazos al extremo de los suyos, de donde se sigue que el primero de todos
los bienes no es la autoridad, sino la libertad."
"Si él [el alumno] se engaña, dejadle hacer, no corrijáis sus errores; esperad en
silencio a que esté en condiciones de verlos y corregirlos por sí mismo, o a lo más,
en una ocasión favorable, presentad alguna operación que se lo haga sentir. Si no
se equivocara jamás, no aprendería tan bien"
7. Método inactivo
9. No tener hábitos
Propuestas
Rousseau ha sido, el primero que ha visto claramente la diferencia entre la
mente del niño y la del adulto, el primero que ha reconocido a la infancia
como una edad propia, como una etapa con caracteres peculiares, que hay
que estudiar y respetar.
"La infancia tiene maneras de ver, de pensar, de sentir que le son propias"
Así, por ejemplo, quiere que Emilio conozca un oficio que sea útil para sí y para
los demás.
Puntos débiles
Educación de la mujer, que la reduce a ser la compañera del hombre y que
subordina todo a esto, asimismo falta en Rousseau la idea de la educación
popular, de la educación de la masa, aunque en otro trabajo se haya ocupado
someramente, como se dijo antes, de la educación nacional.
Concepción optimista de la acción de la naturaleza.
No es admisible el papel que asigna al educador de mero acompañante del
educando, limitado a un solo alumno.
Modelo de educación
Desde los 0 a 5 años
Una educación integral del niño a través de los sentidos, de habilidades motrices,
del lenguaje y del miedo. Guiando al niño hasta el conocimiento de tal forma que
no llegue a adquirir vicios o errores y sin develarle la verdad. Proporcionar
experiencias naturales. Además, se tiene de eje la educación física y juegos.
Desde los 12 a 15
Su pregunta más frecuente es: “¿Para qué sirve eso?”; y esa curiosidad le permite
asimilar con rapidez toda suerte de nociones, naturales y lingüísticas, de modo
que le es fácil recuperar el tiempo perdido. Nada de fábulas, ni de historias
sentimentales, sobre todo nada de lecciones teóricas: cada cosa se aprenderá
activamente, el lenguaje a través de la conversación y la lectura, la ciencia
mediante experimentos prácticos y aparatos simples construidos por Emilio en
persona.
Adolescencia
EMILIO
Emilio es en verdad un “pequeño salvaje”, de reacciones elásticas y prontas, capaz
de salir solo de apuros, en beata ignorancia de todo lo que no esté relacionado
con lo que él puede juzgar útil. Ignora lo que es la emulación: no es émulo más
que “de sí mismo”. Sabe ya ejecutar toda suerte de trabajos manuales, y por lo
mismo está en condiciones de aprender rápidamente un oficio verdadero
(carpintería) tan bien que, si fuera necesario, podría vivir ejerciéndolo.
Por ejemplo, a ciertas nociones sobre los puntos cardinales que Emilio aprende
observando el alba y la puesta del sol, sigue una lección práctica de orientación.
Se da un paseo por el bosque, el preceptor finge haber perdido el rumbo y para
salir del paso se aplican las nociones acabadas de aprender.