Metapoesía en Gilberto Owen (Por Víctor Solís)
Metapoesía en Gilberto Owen (Por Víctor Solís)
Metapoesía en Gilberto Owen (Por Víctor Solís)
TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
LICENCIADO EN LENGUA Y LITERATURAS HISPNICAS
PRESENTA:
VCTOR ABRAHAM TRUJILLO SOLS
ASESORA:
MTRA. PATRICIA LUCA VILA DAZ
CIUDAD DE MXICO
2016
Quiero agradecer:
A mi asesora, la maestra Patricia Luca vila Daz, por su generosidad y gua, sin
las cuales este trabajo habra sido imposible.
A mis padres, Vctor Manuel y Mara del Carmen, por ser tierra de todo lo que soy.
NDICE
Introduccin
I. El horizonte de la metaliteratura
10
I.II Metapoesa
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51
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III.II La inmovilidad
73
86
103
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IV. Conclusiones
IV.I Lmites de la interpretacin
126
132
Bibliografa
126
136
INTRODUCCIN
metapotico) propuestos por Leopoldo Snchez Torre,1 estn expuestos aqu, pues servirn
como eje central del anlisis. El captulo contiene adems una exposicin de la Sistemtica
de las isotopas de Francois Rastier, imprescindible para describir con la mayor
objetividad la manera en que se construyen los planos de sentido de la obra, a partir de las
relaciones semnticas.
El segundo captulo presenta un resumen de algunos estudios los ms
importantes sobre Owen que revelan el funcionamiento de los planos de sentido. La
resea crtica de los trabajos de Jaime Garca Terrs, Toms Segovia, Guillermo Sheridan,
Vicente Quirarte, Alfredo Rosas Martnez, y Evodio Escalante se realiza para establecer el
contexto de sus propuestas, hacer paralelismos y dialogar con ellos.
El anlisis de Sindbad el varado se realiza en el tercer captulo, verso a verso, de
acuerdo a la metodologa sealada. Por ltimo, el cuarto captulo presenta las conclusiones
adems de una reflexin en torno a sus posibles lmites. Se retoman tambin la crtica y
valoracin de algunos aspectos de los estudios sobre Owen, los cuales han dado lugar a una
de las polmicas ms importantes de la crtica literaria moderna: la suscitada por Poesa y
alquimia, de Jaime Garca Terrs, cuyo caso muestra, desde nuestra perspectiva, un
ejemplo paradigmtico de las desproporciones de la interpretacin.
La poesa en el espejo del poema: la prctica metapotica en la poesa espaola del siglo XX, 1993.
I. EL HORIZONTE DE LA METALITERATURA
Hablar de metaliteratura exige una revisin conceptual. El trmino es demasiado vago, los
sentidos que los diferentes estudios le han dado son contradictorios. No es posible utilizar
el concepto sin antes definir con claridad en qu sentido se est tomando. Las
complicaciones que se presentan para quien desee usarlo sin ambigedad no son menores.
Estamos frente a un vocablo utilizado sin rigor. Sin embargo, su uso no es desdeable. Vale
la pena dedicar esfuerzos para fijarlo y volverlo eficiente en el campo de los estudios
literarios. La metaliteratura puede brindar perspectivas metodolgicas adecuadas para el
anlisis de una obra como la de Gilberto Owen.
En 1987, en un artculo llamado,Une mtacritique de la mtalittrature: quelques
considrations thoriques,2 Amaryll Chanady llegaba a una conclusin similar en el
mbito de los estudios en lengua francesa e inglesa, y describa con acierto esta situacin:
Ms recientemente, Jos Joaqun Montes Giraldo (El vaciamiento conceptual de las disciplinas
humansticas por el abuso de1prefijo meta, Boletn de Filologa, t. XLII, 2007, pp. 105-117) ha explicado tal
inconsistencia por la enorme proliferacin de sentidos o valores de meta- sin aparente conexin entre ellos,
hecho que lleva a que dichos elementos pierdan todo sentido, pues queriendo significarlo todo acaba no
significando nada (ibid., p.115).
5
Ensayos crticos, 1973, p. 127.
10
la utilizacin del lenguaje para hablar del lenguaje mismo.6 A la misma lgica obedece la
metaliteratura. Si metalenguaje es lenguaje que habla del lenguaje, metaliteratura es la obra
literaria que se ocupa de la literatura.
Tanto la metaliteratura como los vocablos afines, son la reproduccin de la nocin
lingstica en el terreno literario. Para el crtico espaol Gonzalo Sobejano, por ejemplo,
una novela que no se refiere slo a un mundo representado, sino en gran proporcin
principalmente a s misma, ostentando su condicin de artificio, es una metanovela de
manera semejante a un metalenguaje.7
Roland Barthes fue uno de los primeros en hablar del la cuestin. En su ensayo
Literatura y Metalenguaje, explica:
11
Se ha dicho que la poesa moderna es poema de la poesa. Tal vez eso fue verdad en
la primera mitad del silo XIX; a partir de Une saison en enfer nuestros grandes
poetas han hecho de la negacin de la poesa la forma ms alta de la poesa: sus
poemas son crticas de la experiencia potica, crtica del lenguaje y el significado,
crtica del poema mismo. La palabra potica se sustenta en la negacin de la
palabra.9
10
12
I.II METAPOESA
11
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14
Esto significa que slo cuando el metalenguaje y el lenguaje al que ste hace referencia
(lenguaje-objeto) son el mismo, hablamos estrictamente de metalenguaje, ya que
etimolgicamente un metalenguaje no es un lenguaje que habla acerca de otro, sino un
15
16
15
17
La polisemia el prefijo griego meta contribuye a esta confusin. Forma parte del grupo de los adverbios que
podan funcionar tambin como preposiciones. Su sentido primario es en medio de entre, detrs de, a
continuacin, por medio de, junto a. El DRAE, en su vigsima tercera edicin, seala que significa
'junto a, despus de, entre o con.
16
A cada uno de estos factores le corresponde una funcin: al emisor se le relaciona con una
funcin emotiva. Esta funcin seala la actitud emocional del hablante hacia aquello de lo
que est hablando. El receptor se relaciona con una funcin conativa, que consiste en
incidir directamente en quien recibe el mensaje. Esta funcin encuentra su expresin
gramatical ms plena en el vocativo y en el imperativo. El contexto se relaciona con una
funcin referencial. Es decir, centra la comunicacin en los datos que se desean compartir,
externos al emisor y al receptor. El contacto se relaciona con una funcin ftica, la cual
entra en operacin cuando la comunicacin busca referirse al medio por el cual se esta
haciendo posible. La expresin que generalmente utilizamos cuando se levanta el auricular
del telfono para contestar es bueno!, precisamente porque se quiere expresar que bueno es
el canal (contacto) de la informacin.
Jakobson relacion el mensaje con la conocida funcin potica (lo cual constituye
uno de sus principales aportes a los estudios literarios). Esta funcin est orientada hacia la
forma del mensaje. Finalmente, Jakobson relaciona al cdigo con la funcin
metalingstica. Por su naturaleza, la lengua es autorreferencial. Nuestro contacto con el
18
17
Hay, entonces, dos nociones de metalenguaje: una restringida (un lenguaje que
habla de s mismo desde s mismo) y una general (un lenguaje que se ocupa de cualquier
otro lenguaje). Dentro de la acepcin restringida, existen dos nociones ms: lingstica y no
19
Ibid. p. 89.
18
21
19
Vega, que se describe a medida que discurre (ms adelante habr oportunidad de citarlo
ntegro).
En otras circunstancias se ha llamado metapoesa a aquellas obras que contienen
referencias a otras obras literarias: parodias, glosas, homenajes o fenmenos de
intertextualidad. Otros estudios llaman metapoesa a textos cuyo tema es la misma
literatura, aunque no contengan referencias a s mismos ni a otras obras.
Algunas ideas de metapoesa son harto ms erradas. Hay quien equipara
metapoesa a potica. Es decir, los discursos reflexivos sobre la poesa, expresados en
textos no literarios. Para estos estudios, metapoesa significa un discurso reflexivo acerca
de la poesa. Esta interpretacin tendra su equivalencia en los llamados metalenguajes
lingsticos: aquellos discursos sobre el lenguaje expresados de manera terica o
cientfica.22
22
20
21
Hay estudios que postulan que toda obra literaria (sobre todo de la literatura
moderna) contiene una reflexin implcita sobre la literatura. De esta manera, todo poema
podra ser considerado metapoesa. Estos trabajos hablan de metapoesa no siempre como
un fenmeno especfico de una obra, sino como una cualidad de la literatura
contempornea. Esto es parcialmente cierto. Sera imposible negar que todo poema
contiene una idea de poesa y que implica una postura esttica. Como seal Toms
Segovia, que toda poesa implica una potica es cosa tan obvia que apenas vale la pena
formularla.24 Adems, en la poesa contempornea la situacin es ms radical ya que
desde el romanticismo, la potica se pone en tela de juicio en cada obra, y el poeta, el
poema mismo, tiene que tomar personalmente posicin.25
23
22
Sin embargo, Segovia mismo recomienda distinguir entre dos poticas, la que se
encuentra presente en todo poema -llamada por Segovia potica incorporada- y la potica
voluntaria o terica, plasmada en libros ensaysticos. Toms Segovia no adopta e trmino
de metapoesa, pero expone algunas ideas esclarecedoras al respecto. l propone el
concepto poesa crtica, la cual es posible rastrear desde Baudelaire hasta nuestros das.
El crtico dice:
Si la poesa moderna es, en efecto, poesa crtica, debe ser posible describirla como
poesa y crtica. Es probable que la divisin, por lo menos aplicada a verdaderos
poemas, sea artificial. Pero, qu operacin crtica no lo es en alguna medida? E
incluso artificial, la distincin puede ayudarnos a representarnos ms claramente
una polaridad que, por su parte, tal vez no sea ella misma artificial.26
Dales la vuelta,
cgelas del rabo (chillen, putas),
aztalas, dales azcar en la boca a las rejegas,
26
Ibid., p. 101.
23
Este poema, apunta Segovia, expresa una potica, una visin de la poesa de Paz,
que empata con ideas expresadas en sus textos tericos. El texto es un ejemplo claro de lo
que consideraremos metapoesa: un poema crtico, en trminos de Segovia.
27
28
24
En la raz de este problema, hay confusin de los niveles de anlisis. Dice Snchez
Torre que con el nombre de metapoesa (y metaliteratura) se han nombrado fenmenos
distintos que suceden en distintos niveles del discurso. Para dilucidar la cuestin, propone
tres niveles de anlisis en los cuales situar estos fenmenos: nivel metalingstico, nivel
metatextual y nivel metaliterario.
Nivel metalingstico
25
He aqu una referencia al cdigo que utilizan los personajes. Esto cumple una
funcin metalingstica. La Maga utiliza la lengua para esclarecer el cdigo. Snchez Torre
comenta que si tuviramos oportunidad de insertar el anlisis del fragmento en un estudio
de la totalidad del texto descubriramos procesos ms complejos y sutiles, no slo la
funcin metalingstica: el cuestionamiento de su especfica forma de hablar puede
implicar, por ejemplo, una crtica a un modo de expresin vaco e incomprensible, o una
revisin del papel de los intelectuales en el proceso revolucionario.31
Snchez Torre brinda un ejemplo tomado del Quijote en el que el narrador realiza
comentarios sobre el discurso de un personaje:
30
Julio Cortzar, 1989, p. 199, cit. por Snchez Torre, Op.cit., p. 35.
Op. cit., p. 35
32
Miguel de Cervantes, 1980, p. 95, cit. por Snchez Torre, Op. cit., p. 38.
31
26
Este es un ejemplo del discurso literario referido a la lengua. En este caso al habla
de un personaje. El narrador nos dice que el personaje se expres en mala lengua
castellana. La funcin metalingstica no se establece para explicar un trmino o mejorar
la comunicacin, sino para hacer un juicio de valor sobre una forma.
Cuando el lenguaje es el referente explcito de la comunicacin, surge el
metalenguaje. Las palabras entrecomilladas, los juegos de palabras y las innovaciones
grficas cumplen una funcin metalingstica. Como seala Ana Mara Vigara33, la funcin
metalingstica aparece frecuentemente como un instrumento ldico, dinamiza la
comunicacin o ampla la capacidad de expresin. La funcin metalingstica surge como
una reflexin que se hace sobre el cdigo o su funcionamiento, o de juego con sus
posibilidades de relacin significante-significado-contenido.34 La funcin metalingstica
implcita, segn Vigara, ha sido poco, o nada, estudiada por los lingistas. No obstante, se
da de manera frecuente en el habla cotidiana. Se encuentra ligada a otras funciones con
respecto a las cuales es una funcin secundaria. Para Vigara, los juegos grficos, sonoros
como el calambur, usado por Owen y los contemporneos35 y las alteraciones
ortogrficas, tambin conllevan una reflexin implcita sobre el cdigo, pues es obvio que
no conducen directamente a un determinado significado; son ms bien asignificativos y
suelen desviar la atencin de los hablantes-oyentes hacia el carcter ldico del acto del
habla.36 Los juegos fnicos y de sentido que aparecen en los textos buscan romper el
33
27
automatismo verbal (uno de los objetivos del lenguaje literario). Al mismo tiempo, se
enfoca el acto comunicativo en el cdigo.
Los nombres propios con un significado que se relaciona o anticipa lo que nombra
funcionan en el nivel metalingstico. Cmala, en la gran novela de Juan Rulfo, es caliente
como un comal. El carcter de Pedro Pramo es agreste y seco como un pramo. Segn
apunta la autora:
Si aceptamos que los nombres propios son meras etiquetas identificativas sin
significado, no tendremos ms remedio que admitir que su empleo "significativo"
nos conduce a una informacin "lingstica" antes que a la informacin
extralingstica que se les atribuye, unas veces haciendo uso del fonosimbolismo
("Abel/Joaqun Monegro", en la novela de Unamuno Abel Snchez; cp.
"Can/Abel"), otras aprovechando sus resonancias etimolgicas ("Fortunata:
afortunada"; "Jacinta: bella"; "Benina: benigna, bondadosa, la que tiene piedad"), y
otras, en fin, deformndolos a conveniencia.37
En el caso de Owen, la bsqueda constante del nombre secreto de la divinidad, del nombre
de las cosas y del suyo propio, es un tema recurrente a lo largo de todo el poema, y opera en
un nivel metalingstico. La ausencia del nombre le sirve para explorar los lmites del
lenguaje y de su poesa.
Nivel metatextual
ste se integra por los enunciados cuyo referente es la obra misma. Es decir, se
ocupa de las oraciones mediante las cuales el texto se refiere a s mismo. Ya se ha visto que
37
Ibid.
28
el nivel metalingstico del discurso literario est integrado por oraciones que hablan del
universo total de la lengua. En el nivel metatextual, el referente es el texto en s. Los
indicadores como los captulos o el ndice, son metatextuales. Se refieren al texto para
estructurarlo y volverlo ms accesible; al mismo tiempo son parte de l. De igual forma,
cuando el narrador introduce frases como en este poema libro relato est sealando
su propio discurso y funcionando en un nivel metatextual. Los casos ms interesantes para
los estudios literarios aparecen cuando el discurso se vuelca sobre s mismo, no para
estructurarse y volverse ms claro, sino para volverse autocrtico o explorar nuevas vetas.
Snchez Torre brinda un ejemplo de la novela Fragmentos del Apocalipsis de
Gonzalo Torrente Ballester:
38
29
1987, p. 91.
Antologa lrica, 1964, p. 101.
30
Nivel metaliterario
41
Comprende
31
42
43
Ibid., p. 65.
Op. cit., p. 57.
32
funcionalidad del concepto, es mejor limitar su uso a los casos donde el tema esttico se
presenta de manera reiterada.
La poesa puede tener varios planos de sentido. Puede referir a varias cosas al
mismo tiempo y suscitar diversas interpretaciones. La crtica literaria debe ahondar en estos
significados. La riqueza del texto tiene que ver en buena medida con esta pluralidad de
sentidos, muchas veces no evidentes. Los estudios se han afanado en interpretar Sindbad el
varado y mostrar los mltiples sentidos que contiene. Ya Toms Segovia en uno de los
primeros estudios sobre Owen44 haba sealado que Sindbad el varado era al mismo
tiempo tres historias: la inversin de la historia de Sindbad, el diario de una ruptura
amorosa y la crnica de una navegacin que es toda ella un naufragio. Jaime Garca Terrs,
por su lado, seal la relacin que guarda el poema con la alquimia, desde cuya perspectiva
el poema adquiere sentido y consistencia.45 Garca Terrs tambin coment la importancia
del tema potico.
A lo largo de los aos, la crtica ha sealado numerosos y nuevos sentidos para
la obra de Gilberto Owen. Esta pluralidad es llamada tambin polisemia: la cualidad de un
mensaje de poseer numerosos significados. La obra de Owen es polismica, pues permite
varias lecturas. Sin embargo, cada nueva interpretacin que se propone para Sindbad el
varado debe estar justificada.
44
45
Nuestro contemporneo Gilberto Owen, en Cuatro ensayos sobre Owen, 2001, p.24.
Poesa y alquimia. Los tres mundos de Gilberto Owen, 1980.
33
46
34
otras cosas, puede hablar de s mismo, del proceso de su gestacin, de la prctica que
lo engendra.49
Cada uno de estos temas en el texto pueden conformar una isotopa. Las palabras
de Echavarren resultan similares a la definicin de metapoesa propuesta por Carnero,
aunque Echavarren nunca hable de metapoesa ni Carnero de isotopas. Carnero habla de
niveles de sentido en el poema. Para l, un metapoema posee dos niveles de sentido, uno
de los cuales est entrelazado al primero y en el que el poema puede discurrir sobre su
propia naturaleza.
Hasta aqu, se ha hablado de niveles de sentido como los denomina Carnero. Sin
embargo, la nocin de planos de lectura es, en realidad, ms adecuada. El Grupo Mu
apela por omitir el concepto de niveles de sentido, debido a la connotacin jerrquica. La
idea niveles podra implicar que una de estas isotopas se encuentra por encima o es ms
valida.
El Grupo Mu habla de planos de lectura50 para sealar que ninguno de ellas puede
pretender la preponderancia sobre el resto. Todas suceden al mismo tiempo y en la medida
que el lector participa del mayor nmero de estos planos, su lectura ser ms rica. Adems,
estos no siempre son diferenciables. Es primordial tener en cuenta la afirmacin de
Segovia: es probable que esta divisin [de las historias simultneas], por lo menos
aplicada a verdaderos poemas, sea artificial.51
Garca Terrs en su estudio sobre Owen, habla de niveles en los que se mueve el
texto, Toms Segovia las llama historias simultneas. No se puede afirmar que estos
49
35
conceptos sean equivalentes entre s de manera perfecta, ni que ambos impliquen a su vez
al concepto de isotopa. Sin embargo, es clara la relacin que guardan.
El poema de Owen resulta de una misterio y una ambigedad que exigen la lectura
atenta. El autor desarrolla toda una simbologa personal en donde los motivos se relacionan
y corresponden
hermtico.
Francois Rastier afirma que un texto puede tener varias isotopas semnticas
enmascaradas y ejemplifica la sistemtica de las isotopas realizando un anlisis
estructural del poema de Mallarm, Salut, el cual, segn Rastier, contiene tres isotopas
semnticas del mismo modo que para Garca Terrs, el Sindbad es la alegora de una
vida cotidiana, una potica, y un poema alqumico: el soneto alude a la vez a un banquete
y un brindis, a un viaje por mar, y a la poesa, prctica que une a los concurrentes al
banquete; Rastier muestra cmo todos los elementos significantes del poema se pueden
agrupar en tres campos semnticos: isotopa de la navegacin, isotopa de la poesa e
isotopa del banquete-brindis. Recordemos el texto:
36
As,
el
trabajo
de
la
lectura
crtica
consiste
en
sealar
52
53
37
Una obra de este gnero se nos propone siempre como la tarea nunca terminada de
sacar a la luz todas las significaciones que encierra; y en el sentido de que ella misa
54
Nuestro contemporneo Gilberto Owen, en Cuatro ensayos sobre Gilberto Owen, 2001, p. 7.
Ibid.
56
Gilberto Owen, UNAM.
55
38
59
57
39
40
cierta sorna que la poesa, en realidad, no viene a ser sino una novela de misterio en la
cual se nos dan todos los datos, pero se nos deja a cada cual encontrar la propia solucin.61
Sin duda, los estudios ha pretendido dar su respuesta a este misterio. Se asume que
el poeta codific este mensaje premeditadamente. Gilberto Owen cultivo el arte de
elaborar en metforas los datos sensoriales o el propio sistema del mundo.62 Su obra
forma una estructura autorreferencial donde los significados se enriquecen, modifican y
aclaran en relacin con otros; as, desarrolla un lenguaje privado en el que es posible
orientarse y destacar sentidos.
As, para Vicente Quirarte63 Sindbad el Varado pertenece a la tradicin
mallarmeana de los grandes poemas simblicos; el arte de Owen es el sistema crtico que
augur Lpez Velarde. Frente a esta obras, la interpretacin crtica busca llegar a la
transparencia que el original concibi como un sistema de coordenadas.64
La crtica ha abordado el asunto metapotico como tema central del Sindbad. Los
estudios destacan diferentes isotopas. Leen las coordenadas de diversas maneras con el
fin de distinguir significados y revelar la esencia del poema.
A continuacin, repasaremos algunos de los trabajos ms relevantes.
Carta a Rafael Heliodoro Valle (Filadelfia, 9 de agosto de 1984), en Obras, 1979, p. 288.
Gilberto Owen, Op. cit., p. 222.
63
El azogue y la granada: Gilberto Owen en su discurso amoroso, 1990.
64
Ibid., p. 10.
62
41
de Gilberto Owen, Garca Terrs establece las afinidades que Owen comparte con distintos
poetas romnticos y simbolistas. Tambin destaca la tradicin profundamente esotrica a la
que pertenece su poesa. La isotopa esotrica, o mtica segn Garca Terrs la ms
profunda, permite distinguir el carcter intelectual y aconfesional de la lrica de Owen.
El ttulo de su estudio nos anticipa tres mundos en los cuales se mueve el
Sindbad. Estos mundos son niveles de sentido. En sus propias palabras:
65
66
42
Ibid., p. 93.
43
cumplir la Gran Obra, la final unin de los contrarios que es igual al misterio de la
poesa.
Aunque Garca Terrs afirma que la lectura del Sindbad no se trata solamente de
revelar un misterio o una adivinanza, s se atreve a calificar su plano esotrico como el
ms profundo. De acuerdo con el crtico, Gilberto Owen entreteji tal entramado con un
amplio conocimiento de las tradiciones hermticas y esotricas. As, Garca Terrs observa
diferentes smbolos alqumicos.
Para Terrs, en Sindbad el varado como vimos convergen tres niveles, de los
cuales el ms profundo y calculado es el esotrico. La visin de Garca Terrs sobre
Sindbad el varado concuerda con la definicin de metapoesa propuesta por Carnero.
Recordemos que para el poeta espaol, el metapoema tiene niveles discursivos paralelos,
uno de los cuales tiene como tema la literatura misma.
El estudio de Terrs gener una encendida polmica tras su aparicin. A pesar del
reconocimiento general del valor de su lectura, muchos consideraron que sus juicios fueron
desmedidos, y que su interpretacin
numrica era desmedida. Para Octavio Paz,68 Garca Terrs no revela un secreto, slo
encuentra ecos hermticos en los versos de Owen, por efecto de los arquetipos universales
presentes en el poema.
68
Gilberto Owen y la alquimia, en Generaciones y semblanzas: escritores y letras de Mxico, II, 1987.
44
En un solo libro, Toms Segovia69 reuni cuatro ensayos sobre Gilberto Owen. Fueron
escritos a lo largo de diecinueve aos y son uno de los trabajos de mayor importancia sobre
el poeta.
Segovia no slo tiene el mrito de haber promovido el rescate de Owen, sino que su
anlisis es, adems, el ms profundo y sensible entre todos los que se han hecho. Ya en la
conferencia en la Cit Universitaire de Pars la cual conforma el primer ensayo, Gilberto
Owen o el rescate, Segovia haca las observaciones sobre las tres isotopas de Sindbad
el varado:
A partir de este entramado potico, seala Segovia, se obtiene una enorme riqueza
expresiva. En cada momento el poema remite, por lo menos, a cada una de dichas historias.
Segovia propone que lo ms caracterstico del Sindbad es la manera en que los mitos son
tratados como si fueran la vida, y la vida como si fuera un mito a travs de las tres
historias. Owen pertenecera a la estirpe de poetas como Nerval, cuya obra es un mundo
69
70
45
donde los mitos vividos y los acontecimientos mitificados se mezclan y son de una misma
sustancia.71
Segn Segovia, sta es una de las principales diferencias entre Owen y los otros
miembros de Contemporneos:
Si Villaurrutia se refugia en esa noche lcida donde acecha las oscuras invasiones de
la nada y las decepciones del ser; si Gorostiza se refugia en la fidelidad del silencio,
es porque todo lo dems le pareca desprovisto de sentido. Owen en cambio no ces
de creer en su vida, de creer en su dolor e incluso en su fracaso. Si se cuenta a s
mismo su vida en la soledad, ritualmente, es porque para l es sagrada. Lo cual quiere
decir no slo tener un sentido, sino incluso que debe ser un foco de todos los
sentidos.72
71
Ibid., p. 29.
Ibid.
73
Ibid., pp. 59-85.
74
El ensayo se publico originalmente en Nueva Revista de Filologa Hispnica, nm. 2, vol. XXIX.
72
46
Puestas las cosas as, se tiene la impresin de que si la poesa hereda el mito a su
manera es precisamente para salvarlo de los que lo heredan de la otra manera. Contra
el dogmatismo del mito, Owen usa un lenguaje figurado que pide ser ledo
simblicamente, pero contra los que heredan ese dogmatismo acusando a la vez de
falsedad al mito, Owen toma en serio la existencia de Medusa.75
Ibid., p. 63.
47
La ausencia de este saber ltimo y verificable, no implica una derrota. La perfeccin del
poema habla y restituye el sentido ltimo del poema. Despus de todo nos recuerda
Segovia, el conocimiento no nos da poderes de auxilio. Junto a la muerte hasta la
verdad enmudece, solo la belleza habla.77
76
77
Ibid., p. 84
Id.
48
49
78
50
82
51
quiebre amoroso ligada al alcoholismo del personaje.87 Escalante recuerda que Owen
muri de una crisis cirrtica: Sindbad el varado en esta lnea argumentativa no es sino un
tratado acerca de la finitud, la irremediable finitud del ser humano. El poema prodiga los
indicios alcohlicos.88
Escalante se sorprende de que hasta ahora la crtica hubiera ignorado lo que
podramos llamar la isotopa del alcohol. En La experiencia potica de Gilberto Owen,
se apunta que en el poema del da siete, El comps roto, el capitn est borracho/ de ron
y de silencio. Al igual que el ngel de la guarda, del poema Final , da veintiocho, quien
se duerme borracho mientras ah a/ la vuelta matan a su pupilo. El poema del da quince,
as mismo, hace referencia a Un coup de ds de Mallarm. Aqu la voz exclama:
"Alcohol, albur ganado, canto de cisne del azar. / Slo su paz redime del Anciano del Mar /
y de su erudita tortura. / Alcohol, ancla segura y abolicin de la aventura."89 Desde la
perspectiva de Escalante, el naufragio de Sindbad es la bitcora de la ruina del autor.
En el poema del da diecisiete, Nombres, Sindbad-Owen rememora la Ciudad de
Taxco, sus "calles ebrias tambalendose por cerros y hondonadas." Estos versos, dice
Escalante, son dignos del cnsul de Bajo el volcn de Malcolm Lowry.90 Todo el Sindbad
est lleno de referencias al alcohol y la adiccin. Escalante contina: el "blanco infierno en
las rocas, del da veinte, en el que naufraga Sindbad, equivaldra a un ron blanco en las
rocas.
Desde la perspectiva total de esta interpretacin, el primer poema de Sindbad, que
inicia con los memorables versos: Esta maana te sorprendo con el rostro tan desnudo que
87
Id.
Id.
89
Obras, p. 78.
90
Op. cit.
88
52
temblamos; / sin ms que un aire de haber sido y slo estar, ahora, / un aire que te cuelga de
los ojos y los dientes,91 estaran describiendo, en palabras de Escalante:
una doble "cruda" a la vez alcohlica y moral. Al correr de una noche de borrachera
el personaje se enreda con una mujer, que de seguro le pareci fabulosa, y se la lleva
a la cama. A la maana siguiente, al despertar, el sujeto cae en cuenta que ha
cometido un despropsito terrible.92
El sentido ms vivo y autntico de Sindbad est, para Escalante, en lo que Toms Segovia
haba descrito como la historia de una vida cotidiana, dolorosa desde la perspectiva de
Escalante, pues exhibe con una crudeza nunca antes vista en la poesa mexicana lo que
podran llamarse los pormenores de la existencia crpula.93
A partir de los datos biogrficos de Gilberto Owen (dispersos en sus textos y expuestos por
sus estudiosos), Guillermo Sheridan resalta la presencia del padre en la obra de Gilberto
Owen. Sheridan presenta su hiptesis no para competir con otras, sino, acaso, para charlar
con ellas.94 El crtico parte de un supuesto diferente de los otros. No busca categorizar las
sentidos del poema, slo propone interpretaciones y lecturas para algunos pasajes. As
mismo, rastrea lo que podramos llamar la isotopa del padre. La actitud de la presente
investigacin concuerda con la actitud de Sheridan. Como se ver en el captulo final, desde
91
Obras, p. 69.
Op. cit.
93
Ibid.
94
Op. cit., p. 13.
92
53
nuestra perspectiva, son excesivas algunas opiniones sobre la literatura de Owen pues
pretenden una divisin esttica y jerrquica de los planos de sentido
En Sindbad: un viaje al origen, se exploran personajes como el Gambusino, el
Torbellino Rubio, Bfalo Bill o el pupilo, quienes para Sheridan representan a
Guillermo Owen, el padre de Gilberto. De acuerdo con Sheridan, otros atributos que
pueden aludir al padre son el fro, el vidrio, la rosa, el sabor/olor a menta o a limn; el
perfil, la frente y los dientes, la blancura, el amarillo, el dorado y lo rubio.95
A partir del descubrimiento del acta de nacimiento de Gilberto Owen, Guillermo
Sheridan sugiere la posibilidad de que en ciertos poemas del Sindbad, escuchamos la voz
del padre. Originalmente se haba aceptado que la fecha del nacimiento de Owen era el 4 de
febrero de 1905.96 De esta manera se consider referencia autobiogrfica el poema del da
cuatro, Almanaque. Ah se exclama: Todos los das 4 son domingos / porque los Owen
nacen ese da. Sin embargo, en el 2003, Javier Beltrn encontr el acta de Gilberto Owen
en el Instituto de Toluca, donde Owen haba estudiado la preparatoria. De acuerdo a este
documento, la fecha del nacimiento de Owen es el 13 de mayo de 1904. A partir de este
dato Sheridan propone que, de manera similar a lo hecho por Eliot en Gerontion, Owen
hace hablar en su Sindbad a diversos personajes, como son su padre o su madre.97
A partir de datos de la biografa de Owen, Sheridan propone que en los versos
citados de Almanaque es Guillermo Owen y no Gilberto el que habla. El carcter de hijo
ilegtimo de Owen le sirve a Guillermo Sheridan para sealar ciertas obsesiones que el
95
Ibid., p. 40.
Al Chumacero, Op. cit., p. 8.
97
Guillermo Sheridan, Op. cit., p. 29.
96
54
Como veremos en el siguiente captulo, la pregunta por el apelativo de las cosas es una
caracterstica de la literatura de Owen que funciona simultneamente en los niveles
metalingstico y metaliterario.
Finalmente, de entre todas las referencias autobiogrficas en la obra de Owen,
Sheridan entre teje una forzada sntesis: La madre de Owen vive pacficamente su orden
paradisaco hasta que es seducida por Guillermo Owen. Este hombre se la lleva a El
Rosario, donde nacen Gilberto y su hermana. La familia vive unida un tiempo, hasta que el
padre la abandona y la madre regresa a Yuriria o Zirahun.99
98
99
Ibid., p. 33.
Ibid., p. 40.
55
En El Sensual mordisco del demonio,100 Alfredo Rosas explora la presencia del mal en la
literatura de Owen. A partir del anlisis de los referentes bblicos y religiosos presentados
por el poeta, Rosas propone que uno de los temas centrales en la obra es la renuncia al bien,
en un sentido religioso.
Owen sola definirse a s mismo como la conciencia teolgica101 de los
Contemporneos al mismo tiempo que consideraba a Villaurrutia la conciencia potica
. Rosas rastrea en Owen las fuentes medievales cristianas, as como las referencias
hagiogrficas y teolgicas; destaca que en los ensayos y cartas del autor, tambin es
posible
hallar
reflexiones
de
orden
metafsico-religioso
siempre
irnicas
100
2005.
Carta a Elas Nandino (Filadelfia, jueves despus de ceniza, 1951), en Op. cit., p. 290.
102
Nota autobiogrfica, en Op. cit., p. 197.
101
56
El estado inicial de Sindbad el varado resulta para Rosas como para Quirarte,
el momento de la expulsin de Adn del paraso, provocada por la rebelda del poeta ante
Dios. Rosas seala que esta divinidad es tambin caos y ngel; desdoblada de manera
simultnea en demonio, mujer y mar.
En los primeros versos del poema del da ocho, Llagado de su mano, SindbadOwen le habla a una segunda persona identificada por Rosas en la Poesa: La ilusin
serpentina del principio/ me tentaba a morderte fruto vano.104 As, el pecado de Sindbad
consiste en pretender aduearse del nombre-fruto sagrado de la poesa a travs del arte.
Este combate del hombre contra el caos (Dios, el ocano y la creacin potica) est
representada en el poema del da veintisiete, Jacob y el mar.
Segn la tradicin bblica, Jacob se enfrenta al ngel desde la noche hasta el
amanecer. Es herido en una pierna, pero gana la batalla. El ngel lo premia con su nuevo
nombre: Israel. Jacob ahora Israel pide conocer el nombre del ngel y provoca su ira:
Cmo te atreves a preguntar mi nombre?, responde el ngel. Owen invierte la historia,
pues Sindbad queda vencido y nunca obtiene el nombre secreto de la Belleza. El poeta
fracasa en su anhelo creador y pierde la gracia.
103
104
57
105
58
Ibid., p. 143.
Una de las sntesis que hace Rosas de la poesa de Owen es la siguiente:
Leer la obra de Owen es como ingresar en una iglesia, en un convento, un monasterio o en un mbito
pueblerino de la Edad Media. El vocabulario es al mismo tiempo plegaria y profanacin: pecado
hereja, redencin, bien, mal concupiscencia, perdicin, depravacin, esclavitud, Diablo, noviazgo,
casamiento, beata, matrimonio, deseo, carne virginidad, experiencia mstica, cuerpo, manzana,
serpiente, paraso, Elas, Cristo, Cruz, arrepentimiento, infierno, sexo, chacales, los siete milanos,
alma podrida, vicios, teologa Abelardo, Orgenes (Ibid., p.31)
59
La poesa de Owen es una metfora del rostro de la Medusa; esto es, de la mueca de
la perversidad (lmite, goce, fascinacin). Parafraseando a EA Poe, frente al abismo
de la destruccin en relacin con el lenguaje de la poesa: de este lado del abismo
est la salvacin del estilo directo (denotacin); enfrente, el abismo de la polisemia y
el sinsentido (connotacin), lo cual, vindolo bien, es otra forma de la salvacin. La
poesa de Owen se balancea entre estas situaciones.110
Como hemos visto hasta aqu, los estudiosos han distinguido diversas isotopas en el
Sindbad. Esto muestra lo que Evodio Escalante llama euforia interpretativa (aunque
Evodio Escalante mismo interprete). Los estudios develan lo que Jean Cohen llama un
conjunto redundante de categoras semnticas. Es decir, una isotopa- El alcohol, la
figura del padre, el andrgino primordial, el ideal amoroso o potico, el fruto-poema, son
algunos de los smbolos que se repiten y se corresponden a travs de otros.
Garca Terrs interpreta con pretendida claridad el objeto que es Sindbad el varado.
Toms Segovia insiste en que el poema no tiene una traduccin final. Entre estos dos
extremos, se destaca uno de los problemas centrales de la crtica y la lingstica modernas.
El poema de Owen seduce, invita a especular; pero la indeterminacin final del
poema frustrar todos los intentos de parafrasearlo.
En el siguiente captulo, realizaremos la descripcin de rasgos semnticos que
conforman el plano metapotico del Sindbad, a travs de los tres metaniveles de anlisis
expuestos en el primer captulo.
110
60
Ibid., p. 194.
Como vimos, casi todos los crticos de Gilberto Owen abordan el carcter metaliterario de
su obra. Se han hecho diversas interpretaciones de Sindbad el varado. Algunas difieren
entre s, pero la mayora destaca el asunto potico como una de las isotopas del texto. De
esta manera, segn Garca Terrs, la Poesa con mayscula es para Owen la materia
prima o sustancia universal, divina, tergica, subyacente en todas las cosas; nombrar a la
poesa, es convocar esa sustancia para la creacin.111 La poesa y el poeta son tambin la
pareja que engendra el poema,112 smbolo de la gran obra y del andrgino de la
tradicin alqumica. En opinin de Vicente Quirarte, la Poesa equivale al objeto
amoroso113 que no es alcanzado por el poeta; poesa y mujer, forma y sustancia,114 se
confunden con deliberacin. Por su parte, Alfredo Rosas asocia la Poesa con el objeto
divino pretendido por el hroe, la manzana en el rbol del Paraso115 que lo conduce al
mal y al pecado.
Cada estudio comenta el asunto y lo integra a su explicacin total de la obra. Si bien
el tema ha sido tratado, hasta ahora no se ha hecho un estudio sobre los metaniveles
propuestos por Snchez Torre. Este anlisis brindar nuevas herramientas y perspectivas
para leer el Sindbad.
El tema potico aparece de manera explcita en la obra de Owen. El autor recurre a
la rosa, la mujer, el alma, la pureza, la X, la luz, entre otros smbolos, para representar a la
111
61
Belleza; pero tambin es cierto que la nombra de manera directa o a hace referencia a algn
concepto relativo: versos, rima, poema, retrica y potica, presentes tanto en los
ttulos como en el cuerpo de los textos.
Como se coment en el captulo anterior, Owen ampli las connotaciones
metaliterarias de Varado Sindbad la primera versin del poema de 1945 al aadir ocho
textos a la obra definitiva de 1948. Tres de estos ocho poemas vieron la luz el mismo ao
que Varado Sindbad. En la Revista de las Indias116 aparecieron Da veintitrs y tu potica
y Da veinticuatro y tu retrica bajo el ttulo, Potica 1y 2. Adems, en la Revista de
Amrica117 se public el poema Nombres.
Esto significa que Owen ya haba escrito en 1945 por lo menos veintitrs de los
veintiocho textos que integraran la versin final, aunque en un primer momento no
decidiera que integraran la misma obra, o su configuracin definitiva. Los tres poemas que
aparecieron de manera simultnea a Varado Sindbad son aquellos cuyo tema es
explcitamente la poesa. Estos no sufren modificaciones relevantes en Sindbad el varado.
Sin embargo, hay una cuestin importante. El poema Da veinticinco y tu retrica, que
apareci e la Revista de Indias, se convertir en Da veinticuatro, Tu retrica en el poema
de 1948.
Owen modifica adems ttulos y subttulos. Varado Sindbad se presentaba como la
Bitcora de Sindbad el Varado. Por su parte, Sindbad el varado se subtitula, Bitcora de
febrero. En la versin final los poemas aparecen presentados como Das, seguidos del
nmero y el ttulo del poema; a diferencia de Varado Sindbad, donde los poemas aparecen
simplemente numerados.
116
117
62
Ttulos y subttulos tienen una funcin metatextual, son marcadores por medio de
los cuales el escrito se estructura a s mismo. En el caso del poema de Owen, brindan
cohesin ante la ambigedad del poema.
La relevancia de la cronologa editorial de Sindbad el varado reside en que pondera
una de las lecturas ms osadas y polmicas del texto de Owen, la realizada por Garca
Terrs, quien analiza con sumo detalle el valor secuencial y numrico de cada aspecto del
poema incluido el nmero de versos y estrofas.
Si tenemos en cuenta que en Varado Sindbad, por ejemplo, el poema Yo no vi
nada, corresponde al nmero diecisiete y no al Da veinticinco, como en Sindbad el
varado, podemos dudar del anlisis numerolgico de Terrs. Para l, es de gran importancia
que el poema se asocie al da veinticinco. Aqu, toma la palabra la poesa, pues
veinticinco es cinco veces cinco: 5 x 5. La conciencia encarnada por s misma. Adems,
el veinticinco es una conjuncin del dos, que en el ciclo de Sindbad es la imagen del mar
viejo.118
Garca Terrs piensa que Sindbad el Varado fue concebido minuciosamente en su
aspecto numerolgico. En Varado Sindbad, sin embargo, muchos poemas quedan asociados
a nmeros distintos. Adems, como sealamos, el da veinticinco fue asociado
originalmente por Owen con el poema Y tu retrica, el cual para Terrs est
naturalmente asignado al da veinticuatro, pues contiene veinte versos y cuatro frases
entrecomilladas. Por qu Owen decidi asignarle a este poema un nmero diferente en la
primera versin?
118
63
El autor vacil acerca del orden de los textos. De aqu es posible concluir que, lejos
de haber una relacin premeditada entre el nmero del poema y la cantidad de versos y
estrofas, Owen consider y reconsider la organizacin a partir de otro criterio.
Los ttulos y subttulos correspondientes a cada poema ambos elementos
metatextualesenriquecen el significado y las connotaciones de la obra, tambin invitan a
relacionar y buscar correspondencias. La repeticin de la palabra Da es en s misma una
isotopa, una unidad semntica reiterada a lo largo del texto que otorga continuidad.
Owen tambin aadi a la versin definitiva dos epgrafes que no estn presentes en
Varado Sindbad:
119
120
64
una sola. El marino no encontrar otra a pesar de sus numerosas exploraciones. Sin
embargo, el viaje es necesario. En este epgrafe resuena la vieja mxima: perderse para
encontrarse que uni como un sino tanto a la literatura como a las vidas de Gilberto Owen
y su amigo entraable Xavier Villaurrutia.121
En el poema, Da veinticinco, Y tu nombre. Poesa, cerca del desenlace, Sindbad
concluye:
discusiones en torno a la poesa pura de aquellos aos. El primer poema, Pureza precisamente,
empieza con el lamento y la pregunta que inicia la noche que se pasar en vela:
Nada de amor -de nada!- para m?
Yo buscaba la frase con relieve, la palabra,
hecha carne de alma, luz tangible
Ya para entonces se me haba vuelto
el dialogo monlogo.
y el ro, Amor-el ro: espejo que anda-,
llevaba mi mirada al mar sin m.
Qu puro eco tuyo, de tu grito
hundido en el ocaso. Amor, la luna,
espejito celeste, poesa!
(Op. cit., p. 26)
La frase con relieve o luz tangible que el poeta anhela desesperadamente es, al mismo tiempo, el
amor de una mujer, la divinidad que se busca infructuosamente y la creacin potica, misterios que convergen
en uno mismo. El ro y el espejo son imgenes que se corresponden. La mirada, la luz, y la divinidad son
elementos relativos en torno a los cuales girar el poema. El ro es tiempo la noche que corre, la vida que
corre, y el espejo que refleja la mirada (luz). Todo se dirige hacia el mar. El poema establece una correlacin
entre elementos esenciales puros: luz, alma, mirada, poesa: esta mirada es la luz escondida y distante por las
noches, pero tambin el amor distante y la espiritualidad a la cual el poeta no accede. En el poema aparece un
t, presumiblemente la amada, cuya alma ser relacionada tambin con esta luz que al final aparece
contenida en el fruto.
Todos estos elementos reaparecern a lo largo de la obra de Owen.
121
En una carta de 1934, Xavier Villaurrutia le confiesa a Edmundo Valadez que esta mxima de Fnelon
el poeta francs del siglo XVI, fue acaso la nica doctrina que uni al grupo de escritores que crearon la
revista Ulises. Los mismos ms tarde seran conocidos como el grupo de Contemporneos. (supl. Laberinto,
Milenio, 21 de febrero, 2015.)
65
66
Y no hablas. No hables,
que no tienes ya voz de adivinanza
y acaso te he perdido con saberte,
y acaso estas aqu, de pronto inmvil,
tierra que me acogi de noche nufrago
y que al alba descubro isla desierta y rida;
y me voy por tu orilla, pensativo, y no encuentro
el litoral ni el nombre que te deseaba en la tormenta.123
El tono general del inicio sugiere el desencanto amoroso, producto de la prdida del
misterio que no tienes ya voz de adivinanza. El hroe habla a un t sobre el que se
han destacado numerosas identidades: la mujer amada, el ngel-diablo, Dios, el caos, el
mar, la Poesa, el poeta mismo. La tierra adonde llega el marino se asocia simblicamente a
la amada.
Sindbad naufraga por la noche, a la maana siguiente encuentra una tierra desierta
y rida que lo decepciona. El nombre perdido, no recordado, de esta isla-mujer ser una de
las principales constantes a lo largo del texto.
Como seal Alfredo Rosas, la ambigedad que rodea constantemente al
interlocutor de estos poemas se relaciona con los diversos planos de sentido. En sus propias
palabras: El uso de la primera persona de singular en relacin con un t favorece la
ambigedad y la polisemia.124 En tanto que una de las posibles identidades de esta
segunda persona es la Poesa, uno de los conflictos del Sindbad es el desconocimiento del
nombre de la belleza, que al mismo tiempo ser el propio.
123
124
67
Ibid., p. 69.
Op. cit., p. 121.
Esta forma, la ms bella que los vicios, me hiere y escapa por el techo. Nunca lo
hubiera sospechado de una forma que se llama Mara. Yo que no pens en que
jams tomaba el ascensor, tema las escaleras como grave cardiaca, y, sin embargo,
suba a menudo hasta mi cuarto.127
125
68
69
Con Salvador Novo y otros sisfides fundamos Ulises revista de curiosidad y crtica,
y luego un teatro de lo mismo, en el que fui traductor, galn joven y to de Dionisia.
Dionisia se llamaba Clementina, pero yo le deca Emel, Rosa o qu s yo.128
Emel era uno de los nombres con que Gilberto Owen identific al amor de su juventud,
Clementina Otero. Sin embargo, esta explicacin no alumbra ni satisface la curiosidad
crtica. Toms Segovia ya haba comentado las ausencias, que en realidad son signos bien
cargados de sentido. Qu o quin es Emel?, se cuestionan los lectores frente a estos
versos. La inclusin de tal misterio funciona en un nivel metalingstico. Los juegos de
palabras o vocablos inventados, como sealamos en el primer captulo, implican una
reflexin sobre el cdigo, focalizan su atencin sobre la forma y las posibilidades
significativas. A lo largo del poema se indaga un nombre, que puede ser entendido como el
nombre de la divinidad, de la poesa, del poeta mismo. En este caso, Owen decide darnos
una voz sin contenido, una palabra sin significado, en un juego ldico, personal y
vanguardista de enormes proporciones. La creacin de un lenguaje secreto, ajeno al lector
es una forma de hacerlo participe del enigma potico. Emel es el smbolo de ese enigma. Si
Owen desconoce el nombre de la poesa, el lector desconoce qu nombra Emel.
El primer poema de Sindbad contina:
128
70
Confo en que se habr visto por lo menos esta nocin en la trayectoria, muy
subrayada en una obra como la de Owen, en que un mismo movimiento se propaga
a travs de una serie de medios significativos diversos que lo toman
sucesivamente a su cargo, suplantndolo cada vez pero manteniendo una unidad
significativa que precisamente solo es reconocible en la trayectoria misma.129
129
71
Op. cit., p. 47
El cartgrafo Sindbad slo es capaz de dibujar ros secos, lo cual por supuesto es
intil. Las estrellas ya no brindan gua (seales) ni destino (leyes). La creacin
potica fracasa. En el poema Da diecisis, mientras Sindbad medite el regreso a su
patria, imaginar lo que se dir de l, enfatizando la derrota: Es el marinero que conquist
siete poemas/ pero a la octava vez vuelve sin nada. En el simbolismo oweniano, este
cartgrafo es quien delimita y da cuerpo-forma a la poesa. Lo que equivale a poseer su
nombre verdadero, el litoral trazado en el mapa del navegante.
Sindbad no habla de la poesa slo como materia sagrada. La isla desierta y rida,
que descubre el hroe al amanecer, es tambin el poema mismo, Sindbad el varado, escrito
durante la noche.
130
72
Op. cit., p. 31
III.II LA INMOVILIDAD
La crtica seala el gusto de Owen por la inversin de los mitos y las leyendas: Perseo est
vencido, Sindbad varado, Jacob no obtiene el nombre verdadero, Ulises no vuelve a taca.
La inmovilidad de Sindbad se desarrolla a partir del Da dos, El mar viejo. Su
inmovilidad se afirma a travs de la imagen de un mar varado, posterior al diluvio.
Sindbad se desdobla en No:
131
73
Ibid., p.70.
El mar se ha invertido al igual que los mitos; fue ascendido a cielo. En unos
versos metalingsticos se presenta al pez volador llamado alondra que vuela por una
plateada orilla de eucaliptos. Los nombres tambin se invierten. El nuevo cdigo aparece
invertido.
En esta estrofa es imposible no pensar en los ros secos sin vida del poema
anterior, que al mismo tiempo representan la impotencia esttica. Los ros se corresponden
con los muertos de Sindbad, imagen en la que resuenan los famosos versos de Manrique
(nuestras vidas son los ros /que van a dar al mar/ que es el morir). Garca Terrs explica
la identidad de cada uno de ellos y realiza su interpretacin:
El anlisis de Garca Terrs nos sirve particularmente, pues sus consideraciones valen para
sealar el carcter metaliterario de los ros, en su relacin con la creacin esttica. El
Mackenzie es un diamante; el Guayas, una esmeralda. El Lerma es de barro divino.
Los ros son preciosos como joyas que son poemas.
El poema Da tres, Al espejo se dirige una vez ms a una tercera persona
indeterminada. Teniendo en cuenta el ttulo del poema, una de las interpretaciones
132
74
Sindbad se presentar prisionero. Los versos desarrollan en las siguientes estrofas una
tensin entre el espacio de la segunda persona, dentro de ti y el espacio de la primera
persona: yo. Con claras referencias autobiogrficas, la voz potica recordar el mar de
Mazatln, donde sus versos son guardados por jaibas bibliopiratas.
75
versos,
y al fondo el amarillo amargo mar de Mazatln
por el que soplan rfagas de nombres.
Mas si gritan el mo responden muchos rostros que yo
no conoca
o que borr una esponja calada de minutos
como el de ese prvulo que esta noche se siente solo e
ntimo y que suele llorar ante el retrato
de un gambusino rubio que se quem en rosales de sangre al
medioda.
En una carta a margarita y Jos Rojas Garcidueas (Filadelfia, febrero de 1951), Owen afirma que a su
padre lo mataron un da trece de febrero, en las calles del Rosario (Obra, p. 294).
76
Las riquezas de las islas representan diferentes atributos de la belleza femenina. Fragancias,
texturas y colores aportan riqueza sensorial a los versos. La diversidad de los tesoros
sugiere la aproximacin ertica a mujeres de distintas latitudes. Sin embargo, stas evitan al
marinero. Paradjicamente, las islas poseen movimientos. La huidizas islas-mujeres aluden
137
77
al misterio que el hroe no puede desentraar, a la creacin frustrada. Las islas son formas
concretas de la inefable poesa.140
Owen enumera una serie de mujeres tomadas de la literatura, la mitologa y su
imaginario personal as como sus caractersticas y circunstancias particulares. Estas
estrofas destacan por ser el nico episodio del Sinbad donde el autor se permite el humor,
ene este caso, en forma de stira:
140
En el poema Defensa del hombre, de 1930, (op. cit. p.106), Owen habla de una madura forma bella,
para referirse a una mujer, que hacia el final deviene en una forma demasiado pura. Las islas, al igual que
las nubes y los frutos, son formas de la poesa no pocas veces engaosas.
78
141
79
142
80
mayor que l, convertida en una mujer madura, liberal y soltera. Nada relacionado con la
solterona dedicada a vestir santos145 que l imagin.
Hacia el final de la novela, el narrador protagonista lamenta no poder conocer
realmente quin es esa mujer; declara:
145
Ibid., p. 123.
Id. p. 144.
147
Id. p. 145.
148
Id. pp. 146-186. Publicada originalmente por Ediciones de Ulises, Mxico, 1928.
149
Id. p. 186.
146
81
El personaje camina diez pasos y diez pasos ms lo esperan. En esta niebla de los
sentidos, resulta imposible avanzar. Gilberto Owen utiliza la imagen de un lento andar de
savia por el tallo: el viaje dentro del rbol inmvil, su propio cuerpo sin energa. Este
mutismo seala el fracaso de la enunciacin esttica. Hacia el final del poema, la invalidez
se presentar como ro que no anda.
Como apunta Garca Terrs, esta niebla representa el hondo tedio151 de Sindbad,
el cual lo mantiene inerme. Pero el principio del poema sugiere por primera vez el carcter
vital-creativo, representado en la savia que ms adelante formar los frutos.
150
151
82
Ibid., p. 73.
Op. cit., p. 116.
El ideal (la belleza) parece estar al alcance de la mano, igual los frutos con los
que, ms adelante, Owen simbolizar el poema perfecto. De esta manera, el lento andar de
savia por el tallo esconde el camino del florecimiento.
En los poemas siguientes reaparece la isotopa del fruto-flor. Las asociaciones
vegetales en la obra de Owen no son nuevas. El poema de largo aliento, Desvelo,152 muy
anterior al Sindbad, describe una noche en vela dedicada a la escritura de un poema,
Desvelo mismo. En este juego metatextual, el poema ltimo se compara con una fruta
que al finalizar la noche:
En el mismo libro, en el poema Escorzos, Owen caracteriza la poesa como luz escondida
en la planta, y aora aquella raz / que te ocult en su seno, Poesa.154 La fotosntesis
metaforiza el proceso de produccin literaria. Las flores participan dentro de esta misma
simbologa, donde la muerte juega un papel primordial: al caer del rbol, el fruto expira; la
flor pierde sus ptalos. Para la investigadora Georgina Whittingham, se trata de un ser que
se va deshojando, pero que produce frutos durante ese proceso: es una vctima del tiempo,
152
Ibid., pp. 26-34. Este poema aparece en el libro de nombre homnimo que permaneci indito hasta 1953,
ao de la publicacin de Poesa y Prosa. Sin embargo, varios de los poemas que lo integran fueron publicados
en diversas revistas en 1927.
153
Ibid., p. 33.
154
Ibid., p. 41.
83
Garca Terrs opina que el sentido de la hipocresa en estos versos radica en la falsa virtud
practicada por el hroe. Sindbad comienza a cuidarse de su hgado y es casto, no por
conviccin, sino porque no comete actos pecaminosos, debido a la fatiga y al tedio que
sufre. Adems, en tanto que su muerte se acerca, no debe jurar Su Nombre en vano, para
asegurar su salvacin. Owen combina el mandamiento cristiano con el apofatismo.
Garca Terrs nota adems la referencia que hay en este poema al Prlogo de Las
Flores del mal, donde Baudelaire describe un hondo tedio (ennui) y termina apelando a
la empata del tambin hipcrita lector.
Por ltimo, adems de la imagen del ro muerto de los primeros poemas, est
presente el tema del nombre, que en esta ocasin alguien silba en el teatro para reforzar
su carcter impronunciable.
155
84
156
157
85
86
87
Ibid., p. 74.
Este poema presenta una pretendida atribucin creadora que ser censurada y desestimada
por su ingenuidad. La declaracin lrica: Mis dedos saben un conjuro resulta
metatextual porque el conjuro es el poema mismo. Desde el principio de la literatura de
Owen, la flor y la luz aparecen simbolizando poesa y creacin. El poema metaliterario,
sin duda canta la capacidad sagrada del bardo.
Toms Segovia considera que, influidos por Juan Ramn Jimnez los
Contemporneos adoptaron el tema potico. De Eternidades (1918) y Piedra y cielo (1919),
obras fundamentales del poeta espaol, Owen toma el carcter metaliterario de sus
primeros poemas.160
En la concatenacin lgica del Sindbad, despus de la embriaguez que deja la
memoria a la deriva, el nufrago evoca episodios amorosos donde el fruto prohibido se
asocia a la mujer. No es desacertado pensar que estas descripciones tengan correspondencia
con episodios de la vida del poeta en los pases (puertos) que recorri. Garca Terrs
reconoce en las llagas de la mano, smbolos o heridas del destino. En las palmas se escribe
la fortuna, adems de encontrarse las marcas de los clavos de la crucifixin. El poema, nota
Garca Terrs,
Ibid., p. 22.
Op. cit., p.16. Para un estudio del tema pude consultarse La casa del silencio silencio: aproximacin en
tres tiempos a Contemporneos Mxico, 1997 donde Pedro ngel Palou hace un anlisis de algunos
metapoemas de Contemporneos.
160
88
La cama de los amantes cruja mientras el espejo los reflejaba como a dos fantasmas.
Este momento de plenitud amorosa se corresponde con la comunin entre poeta y poesa.
La ruptura simboliza la inmovilidad creativa. La voz que iba del pecho de un amante
89
al otro, cuyas cenizas ahora yacen esparcidas en la arena, equivale al potencial lrico
extraviado.
En el poema anterior, se haba habla del fruto vano que se aleja con una voz
distinta en cada puerto. As mismo, el primer da de la bitcora, el nufrago descubre que
su pareja ya no tiene voz de adivinanza. La reiteracin del tema de la voz consiste en s
mismo en una isotopa, representante de la prdida creadora.
En la siguiente estrofa, se utiliza el monoslabo luz para sustituir la voz.
Para Garca Terrs, en estos versos el poeta habla a su alma, o parte femenina, de la que ha
sido separado, desintegrando as al andrgino primordial. En todo caso, la ambigedad
impide siempre afirmar un trasfondo lgico como el pretendido por Garca Terrs, para
quien la ancdota sentimental es siempre secundaria161 respecto a su pretendido plano
alqumico.
La ltima estrofa de Llagado de su desamor, dar cuenta de la nueva circunstancia
despus de la separacin de los amantes.
90
Los seis sentidos mgicos que ya no habitan al amante, al igual que la voz convertida
en cenizas, refuerzan el sentido de la prdida del potencial artstico. Despus de la
ruptura, el protagonista escucha con despecho a la mujer quien declara: Siempre ser tu
amiga, para afirmar la separacin. En su obra, deliberadamente confusa, Owen va de un
rico simbolismo al confesionalismo ms vulgar
En contraste con el resto de poemas. El Da diez, Llagado de su sonrisa, ser de
tono festivo:
Ya no va a dolerme el mar,
porque conoc la fuente.
Qu dura herida la de su frescura
sobre la brasa de mi frente!
Como a la mano hecha a los espinos
la hiere con su gracia la rosa inesperada,
as qued mi duelo
crucificado en tu sonrisa.
Ya no va a dolerme el viento,
porque conoc la brisa.163
162
163
91
A la par de las llagas, las heridas y la crucifixin, aparecen elementos de consuelo como la
brisa, la fuente y la frescura. Este alivio temporal en la bitcora de Sindbad estara
relacionado con la presencia de Emel, cuya identidad o una de sus identidades es
Clementina Otero.
Desde el primer da, la herida de la sonrisa queda ligada a Emel: aqu me hiri su
mano, aqu su sueo / en Emel su sonrisa, en luz su poesa, dice Sindbad. En mi opinin,
el amor de juventud del poeta representa aqu la calma y el gozo, pero tambin la belleza
hiriente. Como seala Alfredo Rosas:
El ngel tambin remite a Clementina Otero como musa y como amada. Cuando
Owen, en una carta, dice a Clementina Otero Usted o mi poesa, la expresin no
tiene sentido disyuntivo, sino copulativo. Ella es Clementina Otero y, al mismo
tiempo, es su poesa. En este sentido, la sonrisa representara la llama ms pura
de la poesa. El sujeto lrico queda llamado por la inefable poesa y por la imposible
amada.164
164
92
93
por la imagen del tallo. En este caso, uno retorcido, muerto y oscuro, consecuencia de la
prdida del potencial creador de Sindbad. El hroe habla a un t, que se identifica con la
Poesa misma.
166
94
Ibid., p. 77.
El rbol conserva un mnimo de vigor. Por el tallo circula un aire que desnuda un
prodigio en cada voz con solo dibujarla. Resalta la capacidad lrica de plasmar lo inefable.
En el rbol que imagin Vctor Hugo tal cual ha sucedido en el de Owen los poetas:
penetraban, ms all de lo real; y por la raz bajaban hasta el abismo, y por la flor suban al
cielo. Adentrbanse, lo ms posible; en el interior de la creacin; trenzaban lo inaprensible
con lo inaccesible; estudiaban cmo se formaban los metales en la forja invisible bajo
tenebrosos martillos, y la savia y el fuego de los volcanes, y las detenciones de las lavas
bajo la horrible corteza de los basaltos. Observaban el invierno, el huracn, el ocano, el
alud, el escollo, los granizos tupidos, las olas, asustadas por tamaas epilepsias.167
95
El fruto es una granada producto del ciclo vegetal. La esencia del poeta, su alma,
(lo que fui de oculto y leal) se esparcir en el viento. Antes se anticip: ha de ser martes
el trece,/ en que sabrn mi vida por mi muerte. La extincin es necesaria para permitir que
en el humo, producto de la combustin final, puedan leerse las pausas sin sentido, que no
son otra cosa como seala Terrs que el ciclo mismo de los poemas de Sindbad el
varado.
Este carcter metatextual se refuerza en los ltimos versos, los cuales configuran en
s mismos la cancin quebrada y el spero clamor de cuerda rota.
El sentido proftico se confirma en el hecho de que Gilberto Owen permaneci por
dcadas como el poeta ms desconocido de su grupo, situacin que por fortuna ha
cambiado gradualmente despus de su fallecimiento.
Segn la leyenda, Sindbad naufraga durante su cuarto viaje y llega a una isla cuyos
168
96
habitantes lo tratan generosamente. El rey de este lugar le da como esposa a una noble
importante. La fortuna se tuerce con la muerte de la esposa, pues de acuerdo a la tradicin
del sitio, el cnyuge debe enterrarse vivo junto con la difunta. Despus de efectuado el rito,
Sindbad se las ingenia para sobrevivir en la fosa a costa de otros viudos a quienes
asesina y escapa por un pasadizo cavado por las hienas.
Da catorce, Primera fuga hace alusin a dicho episodio:
169
170
97
Ibid., p. 78.
Op. cit., p. 134.
Los versos remiten a otro episodio de la leyenda de Sindbad. Durante su quinto viaje, el
marino se encuentra con un viejo invlido, quien le pide ayuda para alcanzar los frutos de
un rbol. El hroe accede y lo carga a sus espaldas. El Anciano del Mar aprovecha la
oportunidad y se aferra fuertemente al cuerpo del marino, convirtindolo en su montura
permanente. Cada vez que Sindbad intenta liberarse, es estrangulado hasta perder la
conciencia. Al final, el hroe prepara un zumo de uvas fermentadas y bebe, olvidando por
171
Owen est enterrado en Filadelfia en una tumba sin epitafio, como lamenta Vicente Quirarte (El siglo de
Gilberto Owen, Literatura Mexicana, vol. 16, nm. 2, 2005 p. 81).
172
Op. cit., p. 78.
98
un momento su condicin de esclavo. Cuando el Anciano del Mar bebe tambin, queda
adormecido y Sindbad lo mata con una piedra.
De esta forma, el alcohol brinda a Sindbad la paz que redime del Anciano del
mar. Utiliza la bebida para olvidar momentneamente su desgracia y conseguir su libertad.
En el segundo captulo sealamos que de acuerdo a Evodio Escalante, Sindbad el
varado era un testimonio de la adiccin etlica del autor. Para el crtico, ms all de
cualquier hermetismo, el poema canta la liberacin del peso de la conciencia la erudita
tortura a travs del alcoholismo.
Sheridan aade que el motivo de la adiccin se ha anunciado desde el da anterior,
en el loto que tienta a los marineros. De esta manera, la tortura que infringe el Anciano
del Mar representa la incapacidad de saber siempre la verdad, y por lo mismo la de
responsabilizarse de sus consecuencias, algo tan incmodo que necesita ser sanado por
medio del alcohol (o el loto) y su poder amnsico.
Podemos decir que el sentido de la fuga en el ttulo de los dos poemas es doble:
por un lado, trata la evasin de la conciencia a travs de la bebida; por otro, el escape de la
tumba y del yugo del anciano.
En su poema Un golpe de dados, Mallarm lanza su famosa sentencia: un golpe
de dados jams abolir el azar. En el caso del Sindbad, este azar queda vencido por la
tirada de dados triunfante y liberadora que da el alcohol. La embriaguez es un consuelo
ante el azar que rige las cosas, ante el caos imperante. Hay que recordar que la lucha del
hroe, como seala Rosas, es adems una batalla contra el caos de la indeterminacin. La
lucha con el Anciano recuerda la batalla contra el ngel y el ocano.
99
En una carta escrita a Alfonso Reyes, Owen habla sobre la elaboracin de la Vida
de Sindbad que est escribiendo con seguridad, el primer nombre del poema y del valor
metaliterario del Anciano del Mar:
La vida de Simbad (sic) que empec a escribir, danza tambin, hace tres aos, se me
ha complicado en marcha ahora que la he reanudado; en el viaje quinto me he
encontrado con mi generacin, en el episodio del viejo de la selva; le he visto sobre
los hombros mos, sobre los de mis compaeros, asfixindoles; y quiero embriagar
a elogios a mis clsicos, y darles luego una pedrada en la cabeza. Voy a respirar
deliciosamente libre de l.173
Owen relaciona al personaje con el la carga que representan los clsicos la tradicin
literaria para l y sus compaeros. El nufrago ha luchado contra el mar desde Homero
hasta Joseph Conrad. El Da quince guarda un sentido metapotico. El Anciano del Mar
remite al peso de los clsicos que asfixian por exigencia.
De acuerdo a lo visto, es posible decir que en los das catorce y quince el
protagonista se resigna al estatismo, a pesar del sentido dinmico de la fuga. El da
catorce Sindbad se confiesa lotfago. A semejanza de aquellos marineros que olvidan su
pas, Sindbad renuncia al viaje. En Segunda fuga, el alcohol es ancla segura para abolir
la aventura.
El poema Da diecisis, El patriotero reafirma el motivo de la parlisis. El hroe
medita sobre la inconveniencia de volver a su tierra:
100
174
101
Sindbad realiza siete viajes. El Sindbad de Owen emprende un octavo viaje, potico
esta vez la escritura misma de Sindbad el varado de cuyo naufragio parece no salir
airoso. Sindbad vuelve sin nada, a pesar de haber conquistado siete poemas en sus
pasadas aventuras. Invalidez e incapacidad creativa coinciden en la condicin del naufrago.
La bitcora del octavo viaje es el poema y el viaje mismo. El texto adquiere sentido
metatextual y metaliterario. La impotencia se reitera simblicamente en las orejas del hroe
que ahora se niega a huir (fugarse), donde solo habita un diablillo y una cascada con
voz de campana cascada.
Como bien sabe el poeta, en el odo, que Sindbad tiene estropeado, se sita el
sentido del ritmo, imprescindible para la creacin potica. En el poema Da veinte,
Rescoldos de cantar el hroe se presentar nuevamente incapaz de escuchar la msica de
las esferas de la tradicin pitagrica. Deber hacer ominosos versos medidos con los
dedos.175
El patriotero muestra lo que Segovia defini como una reaccin contra el
dogmatismo del mito, contra el que Owen opone un simbolismo al margen de la
mitologa oficial.176 El da diecisis, que tiene un significado mtico en la historia pblica
mexicana, es el momento en que Sindbad resuelve no regresar a la patria, esa Bagdad
olvidadiza, con su Catedral, sentada en su ctedra docta. Owen reprocha el credo
acrtico, el patrioterismo que cada ao alcanza su apoteosis el diecisis de septiembre. El
poeta responde contra el mito fundador del rgimen posrevolucionario con la construccin
del mito individual. En palabras de Segovia:
175
176
Ibid., p. 82.
Op. cit., p. 81.
102
Los das que siguen son aquellos que Owen agregara a la versin de 1948. En ellos,
el tema potico se presenta de manera explcita.
El poema correspondiente al da diecisiete lleva por ttulo Nombres:
Ibid.
103
Para Sindbad es mejor estar preso que intentar volver a la Bagdad olvidadiza del da
anterior. Emprende entonces el viaje de la memoria, el nico posible en su estado. La
cuestin metalingstica se presenta a travs una serie de enigmticos nombres recorridos
en sueos. En ellos resuena el nombre no recordado por el nufrago desde el primer da.
La mayora de los lugar enlistados recuerdan la biografa del poeta.
El Callejn del agua escondida se encuentra en la Ciudad de Taxco, cerca de una
fuente ya extinta. Ah hay uno de los hoteles ms antiguos de la ciudad Hotel Agua
Escondida. Desde su terraza es posible ver cmo las sombras se desplazan sobre la
catedral de Santa Prisca esa otra iglesia que tal vez recuerde, en oposicin a la
catedral del poema anterior. Las piedras de la catedral parecieran cambiar de forma a
lo largo del da, cuando la luz proyecta distintos caprichos sobre la fachada. Desde ese
lugar tambin se admiran las calles ebrias tambalendose por cerros y hondonadas, el
178
104
verso digno del cnsul de Bajo el volcn, segn Escalante. Acaso Owen haya estado en
los empinados callejones de Taxco, disfrutando un ron blanco en las rocas (blanco infierno
en las rocas), como sospecha Evodio.
En el puerto nativo, Mazatln Sinaloa, a unos kilmetros de El Rosario pueblo
donde naci Owen, el hroe puede escuchar su primer grito. La madre de Owen,
Margarita Estrada, provena de Yuriria, Guanajuato, segn apunta Sheridan.179 Ah hay un
gran lago homnimo del pueblo. Sindbad evoca a su madre como la Doncella que
aguarda, antes del Torbellino rubio, Guillermo Owen. Sheridan aade que La Isla de la
doncella que aguarda alude a una historia tradicional francesa del siglo XIX. En la
imaginacin de Owen, su madre y el personaje se parecen en su desesperacin de
abandono y en su tenacidad para aguardar el regreso de su familia.180
Por ltimo, en Toluca el hroe encuentra La calle del muerto que canta. En esa
ciudad, el poeta estudi la preparatoria, donde dirigi segn sus propias palabras una
biblioteca con ms de teologa que de fsica.181 El vate, sin embargo, tambin ha sido
capaz de leer esa teologa en los pjaros a la luz del volcn.
El da dieciocho empieza el ciclo de los cuatro rescoldos. El primero se titula
Rescoldos del pensar:
179
105
La frente que ayer amaneci en laureles smbolo del triunfo creativo junto al seno
de la amada, ahora es conciencia inmvil y memoria. Las formas plcidas ya no se
forjan en la mente del artista. La imagen misma del rescoldo seala el fuego consumido,
del que slo restan algunas brasas. Al igual que en los poemas anteriores, la muerte
representa la condicin fundamental para el canto (cmo me cantaras sino muerto).
El siguiente da, trae el poema Rescoldos del sentir. El hroe contina con la glosa
de esa frente de memoria tenaz:
106
Las Susanas como nubes guardan una referencia metatextual a Novela como nube,
cuyo sentido mencionamos anteriormente. Las mujeres son vistas por Owen como formas
a veces falsas de la divinidad.
En este sentido, la novela refiere directamente al mito de Ixin, a quien Zeus engaa
valindose de una nube con la forma de la diosa Hera. En uno de los pasajes de Novela
como nube, el protagonista, Ernesto, se declara profticamente nacido en el mar y llamado
tambin Sindbad.184 Las Susanas que se baan en la frente representan el anterior estado
de comunin con la amada-poesa. El aliento potico se revela en la capacidad para
expresar, sin pronunciarla, la palabra amor. El arte adquiere connotacin metalingstica.
La poesa supera al lenguaje tradicional. El poeta es capaz de entender y hablar un idioma
superior. Apenas han aprendido la palabra mayo, ambos son untados de violetas por la
luz. Estos elementos representan el estado anterior al naufragio, los siete viajes
anteriores, pletricos de acierto esttico. La referencia metalingstica a la palabra amor
sugiere un cdigo donde la arbitrariedad del signo se rompe. La palabra amor es idntica
a lo que designa.
En El arco y la lira, Octavio Paz habla de un tiempo mtico original en que hablar
era crear: o sea, volver a la identidad entre la cosa y el nombre. De esta forma, continua
Paz:
Ibid., p. 152.
107
185
2003, p.62.
Op. cit., p. 131.
187
Michel Foucault hace una referencia a la funcin del poeta, que concuerda con lo postulado y emprendido
por Owen. Para el filsofo francs:
186
El poeta es el que, por debajo de las diferencias nombradas y cotidianamente previstas, reencuentra
los parentescos huidizos de las cosas, sus similitudes dispersas. Bajo los signos establecidos, y a
pesar de ellos, oye otro discurso, ms profundo, que recuerda el tiempo en el que las palabras
centelleaban en la semejanza universal de las cosas (Las palabras y las cosas, 1991, p.56).
108
periodo, se opone a la impotencia derivadas del naufragio. La mirada, inerme (en otras
lneas) es el da diecinueve devuelta llena de diamantes, tesoros tallados por Owen.
El poema prosigue:
La ruptura amorosa se sugiere otra vez. El amante se queda solo. Parece enterarse
tardamente. De acuerdo a otro planteamiento, la amada podra estar muerta (sin ser). El
protagonista se ha declarado antes poeta viudo de la poesa. Identificamos este
rompimiento con el divorcio entre el artista y la creacin, lo cual provoc parlisis.
Sindbad se desdobla en Odiseo. Nauscaa es una princesa a quien el rey de taca jura
que recordar toda la vida. El griego incumple su palabra. Las lgrimas que esta plaidera
ilustre188 derrama son producto de su dolor. A pesar de todo, Nauscaa nunca ha sido
pareja de Odiseo (llorar lo que jams perdimos).
Para Owen, como para los romnticos, la literatura era una forma de retribuir a las
palabras su poder original de representacin. Aquel que tuvieron no designaban las cosas,
188
Owen se refiere a Nauscaa en el poema Cromo, del libro Desvelo (Obras, p. 44.)
109
sino las recreaban. Con nostalgia, Sindbad recuerdo un momento de plenitud anlogo, solo
reencontrado en la escritura. Esta situacin ideal corresponde en Owen al estado de gracia,
previo al pecado original. De esta forma restituye la palabra sagrada y mtica.
El poema del da veinte se titula Rescoldos de cantar:
110
189
desconocimiento del nombre de la poesa. El lenguaje resulta insuficiente para expresar tal
ideal. Todo intento de enunciarlo implica sacrilegio y degradacin. Sindbad duda de su
poder de antao, el cual tal vez fue falso (todo esto o o cre que lo oa). Al igual que
Ixin, el Sindbad de Owen descubre que las formas placidas acaso hayan sido una
ilusin.
Garca Terrs nota que el pronombre posesivo de la tercera persona del singular, del
primer verso, Ms supo el laberinto ah a su lado, se refiere a los ojos, del ltimo verso
del da anterior. El laberinto parte del sistema del odo interno, donde se encuentran el
yunque y el martillo sabe del amor por las esferas, experimentado por el hroe,
gracias a su proximidad.
La Armona de las esferas de la tradicin pitagrica, sugiere que los astros y todos
los cuerpos producen una msica celestial producto del balance y equilibrio del universo. El
poeta oye esta msica la misma que Orfeo escucha en el Averno y la sublima en sus
cantos. Como seala Garca Terrs, este es un poema de profunda tradicin rficapitagrica. El hroe se asemeja al vate en su destreza lrica, de la que slo quedan
189
111
rescoldos. El Sindbad de Owen nombr las siete notas musicales, que al mismo tiempo son
las siete estrellas de la Osa menor. Como Garca Terrs destaca, ponerle letra a algo es
ponerle nombre, hacerlo ininteligible. Es un acto de
comunicacin bautismal.190 La
112
192
113
114
hipcrita ha andado diez pasos y diez pasos ms lo esperan, ahora el enigma es visto al
alcance de la mano, pero fatalmente resultar una brasa [rescoldo] ms arriba, de la
misma manera en que las islas-mujeres se alejan de Sindbad a medida que se aproxima.
La flor aparece como una rosa ideal. El viaje de savia por el tallo, del da seis, se
realiza de una espina a la otra, hasta la cuadragsima, en alusin al ltimo da del
diluvio universal. La brisa del da veintids refresca alivia la dureza y resequedades
de los peascos. Un viento de hielo alivia los trigales. La poesa se jacta el hroe ha
sido esclava de su lengua, frgil, contra la altura de su frente.
Como sealamos al inicio de este captulo, el alma de Sindbad es una sola. A
pesar de recorrer todas las tierras, no encuentra lo que habita en su interior. Parece
descubrir que durante su afn por subir a travs de la escalera ha olvidado que la
divinidad siempre ha estado en l, no solo en el cielo. La voz que habla en sus poemas,
que se desangra por sus llagas, consecuentemente, no es suya.
El poeta no necesita ser informado del nombre de la rosa. Para l es natural
conocerlo, o inventarlo, en su labor creativa, por su relacin sensual con la divinidad. El
poder metalingstico reside en conocer el nombre de las cosas expresado en un lenguaje
superior.
El texto funciona en los tres metaniveles de anlisis. En el nivel metalingstico
pregunta el nombre de lo divino y l mismo lo otorga, al tiempo que denuncia
paradjicamente la imposibilidad de expresarse. A partir del nivel metatextual seala la
futilidad de su propia obra anterior, sus pasados viajes equivalentes a los siete
regresos cuyo sentido final es pecaminoso. Por ltimo, el discurso metaliterario global
postula una verdadera ontologa de la poesa. Owen, al igual que los poetas romnticos,
115
Ibid., p. 84
116
dibujo, amanece. El hroe-creador que en estos poemas pierde la mayora de los atributos
que lo relacionan con Sindbad se encuentra, al igual que Jacob, con la derrota. No
conocer su nombre ni su rostro.
El marino se cuestiona la veracidad del amor anterior a la parlisis. Reaparece la
duda acerca de su relacin, ilusoria o autntica, con la creacin esttica. La esposa-poesa
est muerta y l es viudo nuevamente. Su nombre nunca ser pronunciado. Permanece en el
misterio. La imposibilidad del avance se reitera irnicamente en ese campo abierto y rido
que lleva a todas partes y a ninguna.
El da veinticuatro trae el poema Y tu retrica:
117
197
Ibid., p. 85.
Op. cit., p. 161.
199
Op. cit., p. 58.
198
118
200
201
119
120
121
Casi al concluir el ciclo del Sindbad, los frutos poemas se desprenden de la frente-rbol
del hroe. Su frente est vencida y las canciones son de color limn amarillo. Nunca
maduraron, pues los rboles se desnudaron temprano.
Aunque han cado en silencio, ya ser el ruido cuando las pisemos / ya ser de
papel su carne de palabras. La referencia metatextual al poema mismo es clara. Las
canciones-frutos caen en silencio y a la vez adquirirn presencia en el papel al ser ledas. El
poema relata su proceso de creacin, la carne de palabras es el Sindbad mismo. La frente
donde se baaron Susanas(da diecinueve), y contra cuya altura es frgil la poesa
(da veintids)corresponde ahora con el tronco.
La muerte del rbol de la vida y de la poesa, como seala Garca Terrs, es
necesaria para el renacimiento y creacin poticas: Han de saber mi vida por mi muerte,
declara el hroe el cuarto da. La granada del da trece se rompe para que salga a los
vientos lo que el hroe fue de oculto y leal. Garca Terrs lo explica as: Al caer a la
tierra los frutos poemas, para volver a fructificar, esta vez de forma definitiva, dejan al
rbol desnudo, muerto. Y las propias canciones tendrn que morir, rompiendo la silenciosa
msica de las esferas.204
203
204
Ibid., p. 86.
Op. cit., p. 166.
122
Ibid., p.166.
123
Sindbad-Jacob pelea con el ngel, que se desdobla en mar, diablo, mujer, flor, rosa,
poesa. A la maana siguiente est cojo, a semejanza del pasaje bblico. El poema parece
volver a la maana del da primero, cuando el hroe se descubre derrotado y sin conocer o
recordar el nombre ni el rostro de la poesa. Perdi y fue herido. Ahora el arte se rompe,
el beso queda en el aire sin boca, la ternura aceda, los labios del clavel ruedan al
intento de nombrar una vez ms la divinidad. La poesa se esfuma cuando su rosa (sus
poemas) pretenden oler su cifra. Es decir, conocer el secreto, el nombre prohibido, y
expresarlo.
El ltimo da presenta el poema, Final:
206
124
El poema ltimo es tan bello como desconcertante. El ttulo, Maana, alude a las
primeras horas de la jornada y al da siguiente. A pesar de que pareciera que se poseen
todos los datos para interpretar un desenlace, la decodificacin ltima es imposible. Como
seala Segovia, el poema est construido como el lenguaje figurado, pero funciona a la
vez como el literal.208 Sin embargo es posible destacar el tono ulterior de esperanza.
En el ltimo poema se ha presentado nuevamente la imagen de la separacin de los
amantes: el poeta y la poesa son quienes se dan la espalda. El ngel aparece borracho
mientras su pupilo ha sido asesinado. En tales circunstancias el Amo le pedir cuentas. Se
retoma el smbolo del humo donde es posible leer las pausas sin sentido del da trece,
producto de la combustin, similar a la combustin de un puro marca Te amo, y del
cieno, como smbolo del barro con el que Dios crea a Adn. Las dos ventanas entran en
erupcin parecen semejar dos ojos que despiertan a la misma maana del primer da, en una
circularidad perfecta. El fro de los indios enfatiza la ruptura prevista. Como destaca
Georgina Whittingham, ellos participan del desamor que ha congelado al personaje
potico a lo largo del viaje, aun en el trpico.209
El poema finaliza, pero no concluye. Toca al lector, en su lectura y relectura,
otorgar el sentido final, resolver la novela de misterio potico.
207
Ibid., p. 87.
Op. cit., p. 63.
209
Op. cit., p. 169.
208
125
IV. CONCLUSIONES
Como se ha visto, es posible destacar planos de sentido en las obras literarias a partir de sus
redundancias semnticas. Los resultados de varios trabajos se basan en la distincin de
isotopas el padre, el pecado, el alcohol, la alquimia, el amor y la maldad. Estas
lecturas brindan una nueva perspectiva para mirar la obra de Owen y enriquecen su
conocimiento. No obstante, se debe ser cuidadoso a la hora de realizar afirmaciones acerca
del supuesto verdadero o ltimo sentido del poema. La palabra potica de Owen, como
seala Whittingham, elude la concrecin,210 lo que impide afirmar o negar cabalmente su
significado. Ya Toms Segovia seal que, a pesar de la expresa invitacin de la obra de
Owen a ser descifrada, sta se mueve entera en el mundo del no saber.211 Para Toms
Segovia, el riesgo de una lectura simblica consiste en la creencia de que en uno de los
sentidos es literal y el otro figurado. En la obra de Owen, tal distincin no es posible, los
planos estn entremezclados.
En Retrica general, al explicar el concepto de isotopa, el Grupo Mu seala que
para ser eficaz, la comunicacin debe evitar las ambigedades apoyndose en la fuerte
redundancia de las categoras morfolgicas.212 No obstante, el Grupo Mu mismo advierte:
algunos pasajes pueden apuntar a la multiplicidad de los planos de lectura sin que ninguno
210
126
Ibid.
Op. cit., p. 53.
215
Rosas comenta que en el primer poema del Sindbad, al hablar de las heridas y su lugar en el cuerpo, el
hroe asocia a Emel con la herida de la sonrisa. Ms tarde, en el poema Da diez. Llagado de su sonrisa,
Sindbad sita esa herida sobre la brasa de su frente. De esta correlacin, concluye Rosas, Emel se
corresponde con frente (Op. cit., p. 131).
216
Op. cit., p. 53.
217
Ibid., p. 88.
214
127
daba mrito a la interpretacin de Terrs, pero afirmaba que Poesa y Alquimia era no
tanto una interpretacin como una superposicin de sentidos. El motivo de esta fcil
coincidencia se deba, segn Paz, a que la alquimia, la cbala y las otras doctrinas afines
son, tanto o ms que visiones del mundo, sistemas de asociaciones y enlaces universales.
Su modo de operacin, su eje, es la analoga. Por esto, las interpretaciones fundadas en
ellas resultan con frecuencia quimricas.218
El nobel mexicano manifest su desacuerdo con Garca Terrs y dej clara su
postura frente a Owen, cuya obra en su avara opinin no esconde ms que un
pantesmo estetizante y narcisista.219 Para crticos como Anthony Stanton220 y Enrique
Flores,221 esta reticencia de Paz oculta un afn por destacar su propia influencia como
introductor del pensamiento hermtico a la literatura mexicana. En palabras de Stanton,
una afirmacin de primicia.222 No obstante, las objeciones hechas por Paz a la
interpretacin de Garca Terrs son contundentes. Poesa y Alquimia no ofrece slo una
interpretacin del Sindbad, sino que realiza una insercin de sentido, vlida tal vez como
acto crtico-creador, pero cuestionable en su validez analtica.
Es probable que Toms Segovia pensar en Poesa y Alquimia cuando se manifest
contra las lecturas interpretativas. Para Segovia leer de esta manera redce la obra a un
llano lenguaje simblico. En Gilberto Owen, el smbolo y el mito, afirma Segovia,
explicar las metforas por un juego de semas es reducirlas al mecanismo del sentido
218
128
directo o denotacin.223 Toms Segovia no alude al libro de Terrs, pero es evidente que
se refiere a Poesa y alquimia, publicado un ao antes.224
Entre Garca Terrs y Toms Segovia hay diferencias en el acercamiento crtico.
Como seala el epgrafe en francs de Saint-John Perse que abre el libro de Garca Terrs,
la aspiracin de Poesa y alquimia es la de aquella crtica que desea restituir o recrear
un pretendido sentido original del texto potico y ser su acompaante ms que su
parsito. Esta crtica se presenta como una segunda creacin al mismo nivel del texto que
glosa. No es otra caracterstica la resaltada por Adolfo Castan acerca del estudio de
Garca Terrs.225 Segn Castan, el crtico literario Terrs en este caso redescubre el
significado del texto y al restituir, canta y es un contemplador solidario.226As contina
Castan, la verdad de Poesa y alquimia reside menos en la verificacin que en su
poder de movilizacin. Segn Castan, el libro de Garca Terrs es poesa hecha
crtica.227
La tentativa de una crtica que se presenta como un acto creador, independiente o
paralelo al poema mismo, es valida, aunque sus afirmaciones se sujetan al cuestionamiento
de los estudios literarios por igual. Si bien son innegables las cualidades estticas del
discurso de Garca Terrs quien recurre a un lenguaje potico en s mismo, pretender
igualar poesa a crtica implica un despropsito: si la crtica es poesa, la crtica de la crtica
bien podra anhelar semejante categora, en un sospechoso acto de autoproclamacin.
223
129
228
1984, p. 19.
Ibid., p. 17.
230
Teora literaria, 1966.
229
130
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131
233
132
236
133
La tarea del poeta es construir una especie de cuerpo verbal que tenga la solidez de
un cuerpo slido pero tambin la ambigedad de un objeto. La experiencia muestra
que un poema demasiado simple es insuficiente y se agota en la primera mirada. Ya
no es ms un poema. La posibilidad de ser retomado y reabsorbido depende del
nmero de interpretaciones compatibles con el texto, y ese nmero es el resultado
de una nitidez que impone la obligacin de interpretar, y de una indeterminacin
que la rechaza.240
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