El documento discute la importancia de la familia y el matrimonio desde una perspectiva cristiana. Argumenta que la familia es fundamental para la sociedad y que el matrimonio es un diseño divino para unir a un hombre y una mujer de por vida. Critica las uniones libres y la cohabitación por no respetar este diseño y debilitar la institución de la familia. También señala que los matrimonios religiosos y las familias estables tienden a ser más duraderos y fecundos que otras formas de unión.
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El documento discute la importancia de la familia y el matrimonio desde una perspectiva cristiana. Argumenta que la familia es fundamental para la sociedad y que el matrimonio es un diseño divino para unir a un hombre y una mujer de por vida. Critica las uniones libres y la cohabitación por no respetar este diseño y debilitar la institución de la familia. También señala que los matrimonios religiosos y las familias estables tienden a ser más duraderos y fecundos que otras formas de unión.
Descripción original:
Habla acerca que las personas rechazan el matrimonio catolico y acepan vivir sin casarse
El documento discute la importancia de la familia y el matrimonio desde una perspectiva cristiana. Argumenta que la familia es fundamental para la sociedad y que el matrimonio es un diseño divino para unir a un hombre y una mujer de por vida. Critica las uniones libres y la cohabitación por no respetar este diseño y debilitar la institución de la familia. También señala que los matrimonios religiosos y las familias estables tienden a ser más duraderos y fecundos que otras formas de unión.
El documento discute la importancia de la familia y el matrimonio desde una perspectiva cristiana. Argumenta que la familia es fundamental para la sociedad y que el matrimonio es un diseño divino para unir a un hombre y una mujer de por vida. Critica las uniones libres y la cohabitación por no respetar este diseño y debilitar la institución de la familia. También señala que los matrimonios religiosos y las familias estables tienden a ser más duraderos y fecundos que otras formas de unión.
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Por supuesto, hay muchos problemas relacionados con el matrimonio
y la familia, pero no debemos olvidar que la familia sigue siendo el
recurso fundamental de nuestra sociedad". El Pontificio Consejo para la Familia "siente la necesidad de ayudar tanto dentro como fuera de los confines de la Iglesia a redescubrir el valor de la familia. Hay un gran trabajo por hacer en el plano cultural: se trata de restaurar el valor de una cultura de la familia, para que vuelva a ser atractiva e importante para la propia vida y para la sociedad". La familia y el matrimonio Son dos instituciones sociales en donde la formacin de los hombres y mujeres se fundamentan en el mundo desde el principio de la creacin del hombre. Estas dos instituciones son ms antiguas como la historia del hombre. La familia es la fuente de vida del hombre y la mujer en que la sociedad y el mundo reciben buenos hombres y mujeres a su sociedad y a su mundo. Objetivos del matrimonio Es fundamental que todos comprendan que: el matrimonio no es una invencin humana o un pacto privado, al arbitrio de las partes, sino un gran misterio, un proyecto maravilloso de dios, que comunica su amor eterno al hombre, creando un varn y mujer a su imagen y semejanza. Los rasgos esenciales del amor conyugal los ha establecido dios, autor del matrimonio, y los ha inscrito en los significados de la sexualidad humana: unidad, indisolubilidad, exclusividad, fecundidad, fidelidad. Por lo tanto, el hombre y la mujer con consentimiento mutuo aceptan el matrimonio como alianza con su propia voluntad. Adems tienen que tener una conciencia moral en la vida para que fomenten y fundamentan su vida matrimonial con estos valores sociales, cvicos y cristianos [3]. Pero se discue El matrimonio cristiano es un camino de santidad en la iglesia, es decir, a la plenitud del amor y al compromiso por la extensin del reino de dios. La santificacin de la vida conyugal requiere diligente cuidado. La iglesia ofrece a los esposos medios adecuados para que cultiven la vida en el espritu: sacramentos, enseanzas, acompaamiento espiritual, etc. Actualmente hay tantos problemas entre ellos esta la cohabitacin en donde no hay obediencia del hombre y la mujer, ni a la sociedad o el mundo y ni al dios creador y su iglesia. La cohabitacin o unin libre es una gran desgracia de hoy en donde no hay la prctica a la ley natural y ni a la ley de dios [2]. las denominadas uniones libres no corresponden al plan de dios sobre el amor humano y son contrarias a la dignidad personal que exige considerar al cnyuge como una persona a quien se debe un
amor total, fiel y exclusivo hasta la muerte, y abierto a la transmisin
de la vida (cf. hv). el verdadero amor supera en mucho la mera inclinacin ertica que, cultivada de modo egosta, se desvanece rpida y lamentablemente, con suma frecuencia, el cnyuge es visto como un simple sujeto de intercambios y la unin como algo muy provisional. Si los cristianos son indiferentes al matrimonio religioso se privan, adems, de la gracia del sacramento y dan lugar a un grave escndalo (cf. fc 81, cc 8, gs 49 y hv 9). Cuando la legislacin equipara las parejas de hecho al matrimonio, contribuye a la destruccin del concepto de familia, disminuye la importancia social de la institucin del matrimonio, es desconsiderada con los posibles hijos de tales uniones y su derecho a nacer en una familia 1estable y bien constituida, atena el valor de fidelidad y afianza el sentido de egosmo en la vida social. ..Junto con las uniones libres, la dignidad de la institucin matrimonial y familiar est tambin oscurecida por la epidemia del divorcio y en algunos pases, incluso por la poligamia (cf. gs 47). Tambin la legislacin divorcista, son pretexto de avalar la libertad y poner remedio a situaciones difciles, ocasiona un grave dao social, por diversos motivos: disminuye el reconocimiento social del matrimonio y de la fidelidad. hace que muchsimas desavenencias familiares, solucionables con un poco de espritu de sacrificio y generosidad, desemboquen fcilmente en una ruptura definitiva. tiene muy poco en cuenta los derechos y la educacin de los hijos y puede dejar a una de las partes en una situacin injusta en el aspecto econmico, afectivo y espiritual [13]. Estos son las realidades en donde el hombre y la mujer no respeta, ni obedece a dios ni al estado y la sociedad, El pensamiento del hombre y la mujer con su libertad hace y contradice el plan del creador y destruye y perjudica su dignidad que el hombre y la mujer fueron creados en imagen y semejanza de dios. Quien no se habita ya desde antes del matrimonio a respetar las reglas y a resistir a tentaciones no lo har tampoco despus en el matrimonio, por lo tanto quien no resiste a la tentacin de convivir hoy no resistir a la tentacin de divorciarse maana. Los socilogos, a menos que sean sacerdotes (a veces pasa), no confiesan a nadie. Con esta conclusin damos por terminado nuestro conversatorio
La familia cristiana, iglesia domstica, es la primera transmisora del
amor y de la fe. El fin de toda la pastoral familiar que es una dimensin esencial de la accin de la iglesia es llevar a plenitud la vocacin matrimonial [15]. .El prrafo 41 debe ser ledo junto al prrafo 27, que invita a prestar atencin a la realidad de los matrimonios entre hombre y mujer, a los matrimonios tradicionales y, hechas las diferencias correspondientes, tambin a la convivencia. Cuando la unin alcanza una notable estabilidad a travs de un vnculo pblico, es caracterizada por una afecto profundo, por la responsabilidad respecto a la prole, por la capacidad de superar las pruebas, puede ser vista como una ocasin de acompaar en el desarrollo hacia el sacramento del matrimonio. En muchos casos, por el contrario, la convivencia se establece no en vista de un posible futuro matrimonio, sino sin ninguna intencin de establecer una relacin institucional. Aparece con claridad aunque todava quede el carcter ambiguo del n.41 que el hecho que algunos estn casados civilmente o conviven desde hace aos con notable estabilidad y vnculo pblico, educando bien a los hijos, tiene su propio valor respecto a quien simplemente pasa sin estabilidad de una relacin a otra o convive sin alguna intencin institucional de estabilidad, por lo tanto la Iglesia considera este elemento como una ocasin para acompaar en el desarrollo hacia el sacramento del matrimonio y no para dejar las cosas como estn. El matrimonio religioso dura ms, con menos divorcios, y tiene ms hijos que el 1matrimonio civil. Hay estadsticas tambin en otros pases, pero en Italia la alternativa entre matrimonio en la Iglesia y en comn es particularmente clara a causa de la situacin legislativa. Tratemos ahora de comparar el matrimonio religioso o civil y la convivencia. Aqu los opositores del matrimonio citan con frecuencia estudios marginales o referidos a campeones limitados, sin darse cuenta que existe una gigantesca fuente de datos demogrficos, en los Estados Unidos, donde el U.S. Census Bureau recoge estadsticas detalladas sobre matrimonios e hijos desde hace ms de cien aos. De estos datos resulta en modo inequvoco que las mujeres no casadas tienen una tasa de fecundidad ms baja respecto a las mujeres casadas. Lo dicen los nmeros, y no hay ideologa que logre cambiarlos. Para limitarnos a los datos ms recientes, el censo americano del 2008 resalta cmo el porcentaje de mujeres sin siquiera un hijo era de 77,2% entre las no casadas y del 18,8% entre las casadas (n.d.tdr: lase civil o religioso). El nmero medio de hijos por cada grupo de mil mujeres casadas era de 1784, por cada grupo de mil mujeres no casadas de 439. Los nacimientos medios al ao sobre mil mujeres casadas eran 83,6, sobre mil mujeres no casadas de la misma categora de edad 41,5. Y
el dato estadstico no es tan sorpresivo. Tener un hijo no es un simple
hecho biolgico. Sin proyecciones de estabilidad y seguridad para criarlo y educarlo, es ms difcil que una mujer decida hoy comenzar esta aventura, y eventualmente resista a las sirenas del aborto. Desde el momento que el problema demogrfico es el ms grave problema cultural, econmico y social de Occidente, se puede concluir que el matrimonio es un estado demogrficamente preferible a toda las mujeres que viven en convivencia proyectadas por un cierto nmero de aos son menos fecundas de aquellas casadas (hablamos obviamente de fecundidad social y no biolgica), pero ms fecundas que aquellas sexualmente activas que no estn comprometidas en una convivencia regular. Si prestamos atencin a la demografa que es un parmetro sociolgico no secundario, sino fundamental el Snodo tiene sus razones. Las convivencias son ms fecundas que los vnculos efmeros, pero menos que los matrimonios. Los matrimonios civiles son ms fecundos que las convivencias, pero menos que los matrimonios religiosos. Si hay un dato cierto, que muestran los estudios sociolgicos constantemente al menos desde hace veinticinco aos, es que la convivencia antes del matrimonio no hace disminuir los riesgos del divorcio sino que los aumenta. El texto base es un famoso estudio de David E. Bloom publicado en la American Sociological Review en 1988. Alguien podra pensar que el problema era que estos jvenes suecos haban convivido por un tiempo insuficiente para conocerse a fondo. Por el contrario, responda Bloom: entrando en el campen de las parejas que haban convivido, quien haba convivido por tres aos y ms de una vez casado, mostraba una tasa de divorcio superior al cincuenta por ciento respecto a quien haba convivido por perodos ms breves. Como los datos de Bloom chocaban con la opinin comn, muchos investigadores han buscado desacreditar repitiendo su anlisis decenas de veces con campeones de diversos tipos. Con muy pocas excepciones - a su vez criticadas y criticables sobre el plano metodolgico la1s investigaciones no han desmentido sino confirmado los resultados de Bloom. Con una distancia de veinticinco aos el dato aparece como confirmado. Quien no se habita ya desde antes del matrimonio a respetar las reglas y a resistir a tentaciones no lo har tampoco despus en el matrimonio, por lo tanto quien no resiste a la tentacin de convivir hoy no resistir a la tentacin de divorciarse maana. Los socilogos, a menos que sean sacerdotes (a veces pasa), no confiesan a nadie. Con esta conclusin damos por terminado nuestro conversatorio