Descubrir La Divinidad Interior

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- Durante las cuatro primeras semanas de embarazo el embrin que se convertir en un beb ya tiene

corazn y late en un promedio de 150 pulsaciones por minuto.


- En el segundo y tercer mes primero, se forman los ojos y empiezan a crecer los brazos y las piernas.
Puede llegar a medir unos 12 mm y pesar 0,5 gramos. Luego, su boca termina de formarse y puede abrirla
y cerrarla. Poco a poco comienza la formacin de sus msculos, odos y las primeras clulas nerviosas del
cerebro.
- En el cuarto mes sus medidas pueden llegar a unos 10 cm y pesar unos 100 gramos. En el pasar de los
das sus clulas nerviosas se van desarrollando a una velocidad increble y sus neuronas irn conectndose
y formando lo que ser su cerebro.
- Durante el quinto mes sus odos al estar ya formados, son capaces de or los sonidos y reconocer la voz
de sus padres.
- En el sexto mes, la mayora de sus rganos vitales funciona casi a la perfeccin. Sus msculos se van
haciendo ms fuertes, su cuerpo est ms grande, sus dedos y extremidades estn formados y su cerebro
tiene ya 14.000 millones de neuronas.
- Para el sptimo mes ha aprendido a abrir y cerrar los ojos, adems de tener la capacidad de gesticular,
sonriendo o demostrando inclusive tristeza.
- Entre el octavo y el noveno mes, la piel tomar su propio color; seguir abriendo y cerrando los ojos, pero
dormir casi todo el tiempo. Sus sentidos ya estarn plenamente desarrollados y a partir de la semana 37
estar listo para nacer.
La hermana Wixom, (pta. gral. Primaria) recientemente detall en uno de sus mensajes que cada una
crecimos fsicamente dentro del vientre de nuestra madre dependiendo por muchos meses de su cuerpo
para sustentar el nuestro. Sin embargo, al final, el proceso del nacimiento, nos separ.
Cuando un beb entra en este mundo, el cambio de temperatura, la luz y la repentina ausencia de presin
en el pecho inducen al beb a tomar su primer aliento. Esos pequeos pulmones de repente se llenan de
aire por primera vez, los rganos empiezan a funcionar y el beb comienza a respirar. Al cortarse el cordn
umbilical, esa fuente de sustento entre la madre y el beb se separa para siempre y comienza la vida del
beb en la tierra.

En paralelo con este gran acontecimiento, el del nacimiento mortal, se encuentra


nuestro nacimiento espiritual. Y esto nos lleva a pensar en qu significa realmente
naturaleza divina.
Entre los valores que recitan las mujeres jvenes cada domingo en el lema, el
segundo es efectivamente naturaleza divina. Ese lema dice que seremos testigos de
Dios en todo tiempo, en todas las cosas y en todo lugar; a medida que procuremos
vivir de acuerdo con los Valores y sigue enunciando una lista de esos valores.
En 2 Pedro 1: 4-7 se nos recuerda que se nos ha dado preciosas y grandsimas promesas, para que por
ellas lleguis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay en el
mundo por la concupiscencia.
5 Vosotros tambin, por esto mismo, poned toda diligencia en aadir a vuestra fe virtud; y a la virtud,
conocimiento;
6 y al conocimiento, templanza; y a la templanza, paciencia; y a la paciencia, piedad;
7 y a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Y luego en el versculo 11, nos explica la razn, diciendo: Porque de esta manera os ser concedida
ampliamente la entrada en el reino eterno de nuestro Seor y Salvador Jesucristo.

Recuerdo que cuando yo era parte de las mujeres jvenes, naturaleza divina era el
nico valor que siempre me olvidaba el significado, nunca recordaba a qu se estaba
refiriendo exactamente. Con el tiempo, no slo no olvid nunca ms su significado
sino que entend su importancia para nuestro progreso en esta vida.
Si ahora tomramos una semilla de un limn y quisiramos germinarla, no podramos
esperar otra cosa ms que un limonero; no podramos suponer que de una semilla de
tomate nazca una higuera. La naturaleza de cada una de estas semillas marca lo que
pueden llegar a ser. Con nosotros, sucede algo similar en cuanto a nuestra propia
naturaleza y potencial.

Elaine Cannon, expresidenta general de las Mujeres Jvenes, dijo: Hay dos das importantes en la vida de
la mujer: El da en que nace y el da en que se entera del porqu.

Nosotros sabemos por qu. Entre nuestros propsitos fundamentales hemos nacido
para ayudar en la edificacin del reino de Nuestro Padre Celestial y prepararnos para
la segunda venida de Su Hijo Jesucristo.
Nuestra naturaleza divina no tiene nada que ver con nuestros logros personales, la posicin que logremos,
el nmero de maratones en los que participemos, ni con nuestra popularidad y autoestima. Nuestra
naturaleza divina proviene de Dios; se estableci en una existencia que precedi a nuestro nacimiento y
continuar en la eternidad.

Todos nosotros nacimos de padres mortales, sin embargo lo que da vida a nuestro
cuerpo, o sea, nuestro espritu, no fue creado por simples mortales, sino por dioses:
Nuestros Padres Celestiales. Es decir que nuestra ascendencia, nuestra historia
familiar, se extiende ms all de lazos mortales y llega a los cielos. Tomando el
ejemplo de las semillas, slo nos queda por razonar que nuestra propia naturaleza
nos da la posibilidad de llegar a ser an como nuestros Padres Celestiales.
La hermana Wixom explica que hay 3 puntos fundamentales a tener en cuenta. El
primero es de saber que somos amados y que debemos ayudar a otros a sentir lo
mismo.
Con frecuencia, la primera cancin de la Primaria que aprendemos es Soy un hijo de Dios. Ahora es el
tiempo de tomar esa querida frase Soy un hijo de Dios y aadir las palabras: Y ahora, qu?. Incluso,
tal vez podramos hacernos preguntas como estas: Qu har para vivir mi vida como hijo de Dios?,
cmo puedo cultivar la naturaleza divina que llevo en mi interior?.
El presidente Dieter F. Uchtdorf dijo: Dios las envi aqu para prepararlas para un futuro ms grandioso
del que puedan imaginar. Ese futuro, un da a la vez, cobra vida cuando hacen ms que solo existir; cobra
vida cuando viven para cumplir la medida de su creacin; lo cual invita al Seor a su vida y empiezan a
permitir que la voluntad de l llegue a ser la de ustedes.

El segundo punto hace referencia a que nuestra naturaleza divina infunde en


nosotros el deseo de saber verdades eternas por nosotros mismos. Entre esas
verdades, puede estar el preguntar si realmente somos o no de importancia para
Dios, preguntarnos qu espera l de nosotros, o cmo podemos mejorar.
El tercer y ltimo punto, es en cuanto al servicio. El lder Glenn L. Pace cont en una ocasin que a
mediados de la dcada de 1980 azotaba a Etiopa una extensa sequa y una terrible hambruna. A fin de
brindar alivio, se establecieron estaciones de sustento con agua y alimentos para los que pudiesen llegar a
ellas. Un anciano, muerto de hambre, recorra la larga distancia para llegar a una de las estaciones. Al
pasar por una aldea, oy el llanto de un beb; busc hasta que encontr al beb sentado junto al cuerpo
sin vida de la madre. Recogi al beb y sigui caminando por cuarenta kilmetros hasta la estacin de
sustento. Al llegar, sus primeras palabras no fueron: Tengo hambre o Aydenme, sino: Qu pueden
hacer por este nio?.

Hay muchsimas historias conmovedoras sobre el servicio, pero en ste momento lo


que se nos trataba de ensear era que es nuestra naturaleza divina la que enciende
nuestro deseo de tender una mano de ayuda a los dems y nos impulsa a actuar.
La hermana Wixom tambin deca que es por medio de los susurros del Espritu que la naturaleza divina
del que duda, tras luchar por creer, encuentra la paz para volver a tener fe.

De eso se trata, no slo de saber y sentir que somos hijos de Dios, sino que debemos
actuar como tales. La medida y potencial de nuestra naturaleza nos dicta la
perfeccin, la excelencia, lo santo, lo digno. Todo lo que l es, es precisamente lo que
podemos llegar a ser.
Se requiere un promedio de 9 meses para que nuestro cuerpo se desarrolle para
poder nacer, pero nos lleva toda la vida desarrollar las cualidades divinas de Nuestro
Padre Celestial. De hecho, no lograremos ser como l en esta vida, ni lo podremos
lograr solos. Constantemente aparecen personas que consciente o inconscientemente
nos tratan o tratarn de alejar de nuestros principios diciendo que la vida es una sola,
que no existe un ser superior, que nuestros actos no tienen consecuencias, que como
los valores del mundo se han rebajado nosotros tambin deberamos aceptar y seguir
esas creencias. Por eso mismo, nunca debemos olvidar nuestra naturaleza: somos
hijos e hijas de Dios y debemos esforzarnos por llegar a ser como l.
"No te des por vencido. Sigue caminando. Sigue tratando. Habr ayuda y felicidad ms adelante". Algunas
bendiciones llegan pronto, otras tardan ms, y otras slo llegan en el cielo. Pero para los que aceptan el
Evangelio de Jesucristo, llegarn. Al final, todo estar bien. Confen en Dios y crean en las cosas buenas
que vendrn. Jeffrey Holland.

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