Descubrir La Divinidad Interior
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Descubrir La Divinidad Interior
Recuerdo que cuando yo era parte de las mujeres jvenes, naturaleza divina era el
nico valor que siempre me olvidaba el significado, nunca recordaba a qu se estaba
refiriendo exactamente. Con el tiempo, no slo no olvid nunca ms su significado
sino que entend su importancia para nuestro progreso en esta vida.
Si ahora tomramos una semilla de un limn y quisiramos germinarla, no podramos
esperar otra cosa ms que un limonero; no podramos suponer que de una semilla de
tomate nazca una higuera. La naturaleza de cada una de estas semillas marca lo que
pueden llegar a ser. Con nosotros, sucede algo similar en cuanto a nuestra propia
naturaleza y potencial.
Elaine Cannon, expresidenta general de las Mujeres Jvenes, dijo: Hay dos das importantes en la vida de
la mujer: El da en que nace y el da en que se entera del porqu.
Nosotros sabemos por qu. Entre nuestros propsitos fundamentales hemos nacido
para ayudar en la edificacin del reino de Nuestro Padre Celestial y prepararnos para
la segunda venida de Su Hijo Jesucristo.
Nuestra naturaleza divina no tiene nada que ver con nuestros logros personales, la posicin que logremos,
el nmero de maratones en los que participemos, ni con nuestra popularidad y autoestima. Nuestra
naturaleza divina proviene de Dios; se estableci en una existencia que precedi a nuestro nacimiento y
continuar en la eternidad.
Todos nosotros nacimos de padres mortales, sin embargo lo que da vida a nuestro
cuerpo, o sea, nuestro espritu, no fue creado por simples mortales, sino por dioses:
Nuestros Padres Celestiales. Es decir que nuestra ascendencia, nuestra historia
familiar, se extiende ms all de lazos mortales y llega a los cielos. Tomando el
ejemplo de las semillas, slo nos queda por razonar que nuestra propia naturaleza
nos da la posibilidad de llegar a ser an como nuestros Padres Celestiales.
La hermana Wixom explica que hay 3 puntos fundamentales a tener en cuenta. El
primero es de saber que somos amados y que debemos ayudar a otros a sentir lo
mismo.
Con frecuencia, la primera cancin de la Primaria que aprendemos es Soy un hijo de Dios. Ahora es el
tiempo de tomar esa querida frase Soy un hijo de Dios y aadir las palabras: Y ahora, qu?. Incluso,
tal vez podramos hacernos preguntas como estas: Qu har para vivir mi vida como hijo de Dios?,
cmo puedo cultivar la naturaleza divina que llevo en mi interior?.
El presidente Dieter F. Uchtdorf dijo: Dios las envi aqu para prepararlas para un futuro ms grandioso
del que puedan imaginar. Ese futuro, un da a la vez, cobra vida cuando hacen ms que solo existir; cobra
vida cuando viven para cumplir la medida de su creacin; lo cual invita al Seor a su vida y empiezan a
permitir que la voluntad de l llegue a ser la de ustedes.
De eso se trata, no slo de saber y sentir que somos hijos de Dios, sino que debemos
actuar como tales. La medida y potencial de nuestra naturaleza nos dicta la
perfeccin, la excelencia, lo santo, lo digno. Todo lo que l es, es precisamente lo que
podemos llegar a ser.
Se requiere un promedio de 9 meses para que nuestro cuerpo se desarrolle para
poder nacer, pero nos lleva toda la vida desarrollar las cualidades divinas de Nuestro
Padre Celestial. De hecho, no lograremos ser como l en esta vida, ni lo podremos
lograr solos. Constantemente aparecen personas que consciente o inconscientemente
nos tratan o tratarn de alejar de nuestros principios diciendo que la vida es una sola,
que no existe un ser superior, que nuestros actos no tienen consecuencias, que como
los valores del mundo se han rebajado nosotros tambin deberamos aceptar y seguir
esas creencias. Por eso mismo, nunca debemos olvidar nuestra naturaleza: somos
hijos e hijas de Dios y debemos esforzarnos por llegar a ser como l.
"No te des por vencido. Sigue caminando. Sigue tratando. Habr ayuda y felicidad ms adelante". Algunas
bendiciones llegan pronto, otras tardan ms, y otras slo llegan en el cielo. Pero para los que aceptan el
Evangelio de Jesucristo, llegarn. Al final, todo estar bien. Confen en Dios y crean en las cosas buenas
que vendrn. Jeffrey Holland.