Este documento contiene citas de Elena G. de White sobre la adulteración, la fornicación y la impureza moral. Señala que aquellos que violan el séptimo mandamiento deben ser suspendidos de la iglesia. Describe el adulterio como un pecado enorme y arrogante que provoca el desagrado de Dios. Advierte sobre la influencia corrupta que tiene este pecado en los jóvenes y enfatiza la necesidad de una disciplina estricta para los ofensores.
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Este documento contiene citas de Elena G. de White sobre la adulteración, la fornicación y la impureza moral. Señala que aquellos que violan el séptimo mandamiento deben ser suspendidos de la iglesia. Describe el adulterio como un pecado enorme y arrogante que provoca el desagrado de Dios. Advierte sobre la influencia corrupta que tiene este pecado en los jóvenes y enfatiza la necesidad de una disciplina estricta para los ofensores.
Este documento contiene citas de Elena G. de White sobre la adulteración, la fornicación y la impureza moral. Señala que aquellos que violan el séptimo mandamiento deben ser suspendidos de la iglesia. Describe el adulterio como un pecado enorme y arrogante que provoca el desagrado de Dios. Advierte sobre la influencia corrupta que tiene este pecado en los jóvenes y enfatiza la necesidad de una disciplina estricta para los ofensores.
Este documento contiene citas de Elena G. de White sobre la adulteración, la fornicación y la impureza moral. Señala que aquellos que violan el séptimo mandamiento deben ser suspendidos de la iglesia. Describe el adulterio como un pecado enorme y arrogante que provoca el desagrado de Dios. Advierte sobre la influencia corrupta que tiene este pecado en los jóvenes y enfatiza la necesidad de una disciplina estricta para los ofensores.
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CITA DE EGW SOBRE ADULTERIO, FORNICACIN E
IMPUREZA MORAL
Suspensin de los adlteros de la iglesia
39. Los miembros de iglesia y el adulterio (TESTIMONIOS
ACERCA DE CONDUCTA SEXUAL, ADULTERIO Y DIVORCIO, 277-279).
Los que quebranten del sptimo mandamiento deberan ser
suspendidos de la iglesia, no gozar de su comunin, ni de los privilegios de la casa de Dios. Dijo en ngel: "Este no es un pecado de ignorancia. Es un pecado conocido y recibir la pavorosa visitacin de Dios, no importa si quien lo cometi es una persona de edad o un joven".
Un enorme pecado
Pecado arrogante y deliberado
Me fue mostrado que el sptimo mandamiento ha sido
violado por algunos que son considerados como miembros de iglesia. Esto ha trado sobre ellos el desagrado de Dios. Este es un pecado horrible en estos ltimos das, pero la iglesia [los miembros] ha atrado el desagrado y la maldicin de Dios sobre ella por considerar ese pecado tan livianamente. Vi que se trata de un pecado enorme y que no se ha llevado a cabo un esfuerzo vigilante como el que debera haberse hecho para no ocasionar el desagrado de Dios y evitar su desaprobacin, mediante una disciplina estricta hacia el ofensor.
Nunca fue este pecado considerado por Dios tan
excesivamente pecaminoso como en la actualidad. Por qu? Porque Dios est tratando de purificar para s a un pueblo peculiar, celoso de buenas obras. Es justamente cuando Dios est purificando este pueblo peculiar para s, cuando individuos [no santificados] han venido a nosotros. A pesar de las claras verdades que han odo -los espantos de la Palabra de Dios han sido puestos delante de ellos, y la resplandeciente verdad para estos das, con el propsito de despertar a Israel-, pecan con arrogancia, dan salida a las pasiones del corazn carnal, gratifican sus propensiones animales, causan desgracia a la obra de Dios, y luego confiesan que han pecado y que lo lamentan!
Ello ha producido una influencia terrible y corrupta sobre
las jvenes. Han visto cun livianamente ha sido considerado el pecado de quebrantar el sptimo mandamiento. El que ha cometido este horrible pecado piensa que todo lo que tiene que hacer es confesar que fue un error, que lo lamenta, y luego puede gozar de todos los privilegios de la casa de Dios y recibir el abrazo de comunin de la iglesia. Han llegado a pensar que no se trata de un pecado tan grande, y as consideran livianamente la violacin del sptimo mandamiento. Ello era suficiente para retirar campamento el arca de Dios, en caso que no hubiera habido otro pecado que motivara el alejamiento del arca, debilitando as a Israel.
Y la iglesia los recibe y dice "amn" a sus oraciones y
exhortaciones, que son hedor a la nariz de Dios y causan el descenso de su ira sobre el campamento. El no estar presente en sus asambleas. Quienes avancen as, negligentemente, cubriendo con "revoque" sus pecados, sern abandonados a sus propias sendas para que se harten de sus acciones. Los que antiguamente cometan tales pecados eran conducidos fuera del campamento y apedreados hasta que moran. La muerte temporal y eterna era su condena. Aunque la penalidad del apedreamiento ha sido abolida, permitirse este pecado -peor an pensar que es un pecado menudo- es ir ms all de la medida.Ms 3, 1854.
Un hombre para quien no haba ayuda
Es imposible que E pueda gozar de la comunin de la iglesia de Dios. Se ha colocado en una posicin en la que la iglesia no puede ayudarlo; l no puede gozar de la comunin de la iglesia, ni tener voz en ella. Se ha colocado all a la vista misma de la luz y la verdad. Eligi su propio curso de accin obstinadamente, y rechaz dar odos a la reprobacin. Ha seguido las inclinaciones de su corazn corrupto, ha violado la santa Ley de Dios y ha provocado desgracia a la causa de la verdad presente. Si alguna vez se arrepiente de corazn, la iglesia debe dejarlo en paz. Si va ir al cielo, tendr que hacerlo solo, sin la asociacin con la iglesia. Una censura duradera de parte de Dios y de la iglesia debe pesar siempre sobre l, para que la norma de la moralidad no sea echada por el suelo.- 1T 215.
piedad que, aunque su profesin es tan exaltada como los cielos,
una propuesta impura de parte de l viene de Satans vestido de ngel de luz. No puedo creer que la Palabra de Dios sea una presencia constante en los corazones de los que tan fcilmente rinden su inocencia y virtud ante el altar de las concupiscencias. Hermanas mas, evitad hasta la apariencia del mal. En 614 esta era disoluta y abundante en corrupcin, no estis seguras a menos que permanezcis en guardia. La virtud y la modestia son raras. Os ruego que como seguidoras de Cristo, con una exaltada profesin de fe, fomentis la preciosa e inestimable gema de la modestia. Esta proteger la virtud. Si albergis la esperanza de ser finalmente exaltadas para estar en la compaa de los ngeles puros y sin pecado, y vivir en una atmsfera donde no hay la ms pequea mancha de pecado, sed modestas y virtuosas. Nada sino la pureza, la sagrada pureza, podr soportar el gran examen, resistir el da de Dios, y ser recibida en un cielo puro y santo.
CONSEJOS SOBRE LA SALUD (613-616, 618)
Rehuid las familiaridades indebidas
Cuidado con la corrupcin moral
Las ms pequeas insinuaciones, vengan de quien vinieren,
invitndolos a cometer pecado o a permitir la menor licencia injustificada para con vuestras personas, debieran ofenderos como el peor de los insultos a vuestra dignidad de mujeres. Un beso en la mejilla, en un momento y lugar inoportunos, debiera haceros rechazar al emisario de Satans con disgusto. Si viene de alguien que detenta un importante puesto y se ocupa de las cosas sagradas, el pecado es diez veces ms grande, y debiera hacer que una mujer o joven temerosa de Dios se aparte con horror, no slo del pecado que os hara cometer, sino tambin de la hipocresa y bajeza de quien la gente respeta y honra como siervo de Dios. Est manejando asuntos sagrados, y sin embargo ocultando la bajeza de su corazn con su vestimenta de ministro. Temed cualquier manifestacin de familiaridad semejante. Estad seguras de que el ms mnimo atisbo de esta familiaridad evidencia una mente lasciva y un ojo concupiscente. Si esta actitud se alienta en lo ms
Si las hermanas fuesen nobles y puras de corazn,
cualquier insinuacin corrupta, aun de parte de sus ministros, sera repelida con tal firmeza que no se repetira nunca ms. Deben ser mentes terriblemente confundidas por Satans las que escuchan la voz del seductor porque es un ministro, y en consecuencia faltan a los claros y positivos mandamientos de Dios y se engaan pensando que no cometen pecado. Acaso no tenemos las palabras de Juan: "El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en el" (1 Juan 2: 4)? Qu dice la ley? "No cometers adulterio". Cuando un hombre profesa guardar la santa ley de Dios, y es un ministro de las cosas sagradas, se aprovecha de la confianza que su rango inspira y busca satisfacer sus bajas pasiones, este slo hecho debiera ser suficiente para hacer ver a una mujer que profesa la
mnimo, si se tolera cualquiera de las libertades mencionadas,
tenis la mejor evidencia de que vuestras mentes no son puras y castas como debieran ser, y que el pecado y el mal son atractivos para vosotras. 615 Rebajis el nivel de vuestro carcter de mujeres dignas y virtuosas, y dais clara evidencia de que habis permitido que una pasin concupiscente, baja, animal y ordinaria se mantenga viva en vuestro corazn y nunca haya sido crucificada. Cuando me fueron mostrados los peligros que corren los que profesan cosas mejores, y los pecados que existen entre ellos una clase que no se sospecha que est en peligro de ser afectada por estos pecados corruptores sent la necesidad de saber: Quin, oh Dios, podr mantenerse en pie cuando t aparezcas? Slo los que tienen las manos limpias y los corazones puros soportarn el da de su venida. Modestia y reserva El Espritu del Seor me impulsa a urgir a mis hermanas que profesan piedad a ser modestas en su apariencia y a actuar con un apropiado recato, con pudor y sobriedad. Las libertades que la gente se toma en esta poca de corrupcin no debieran ser norma para los seguidores de Cristo. Estas exhibiciones de familiaridad que estn de moda no debieran existir entre los cristianos preparados para la inmortalidad. Si la lascivia, la contaminacin, el adulterio, el crimen y el asesinato estn a la orden del da entre los que no conocen la verdad, y se niegan a ser controlados por los principios de la Palabra de Dios, cun importante sera que el grupo que profesa ser seguidor de Cristo, aliado de Dios y los ngeles, pudiera mostrarles un camino mejor y ms noble. Cun importante sera que por su castidad y virtud se ubicaran en marcado contraste con el grupo que es controlado por las bajas pasiones. He preguntado: Cundo actuarn con correccin las hermanas jvenes? S que no habr un progreso decisivo hasta que los
padres se den cuenta de la importancia de poner ms cuidado en
educar a su hijos correctamente. Enseadles a actuar con recato y modestia. Educadlos para ser tiles, 616 para ser ayuda y servir a los dems antes que para ser atendidos y servidos. Satans controla las mentes de los jvenes en general. No enseis a vuestras hijas a negarse y a controlarse a s mismas. Las mimis y fomentis su orgullo. Les permits hacer su voluntad hasta que llegan a ser tercas y obstinadas, y entonces no sabis qu hacer para salvarlas de la ruina. Satans las est llevando a ser objeto de escarnio en boca de los incrdulos por causa de su descaro y su falta de recato y femenina modestia. A los jvenes tambin se los deja hacer su voluntad. Apenas tienen trece o catorce aos y ya entablan relacin con jovencitas de su edad, las acompaan a sus casas y les hacen el amor. Y los padres estn tan completamente atados por su propia indulgencia y su amor equivocado por sus hijos, que no se atreven a actuar decididamente para cambiar y controlar a sus muy precoces hijos en esta poca disipada. Entre muchas seoritas el tema de conversacin es los jvenes; entre los jvenes, el tema es las seoritas. "De la abundancia del corazn habla la boca" (Mateo 12: 34). Conversan de las cosas en que su mente se ocupa comnmente. El ngel registrador est escribiendo las palabras de estos jvenes y seoritas que son profesos cristianos. Cmo se sentirn perturbados y avergonzados cuando se encuentren de nuevo en el da de Dios! Muchos nios son hipcritas piadosos. Los jvenes que no profesan una religin tropiezan con estos hipcritas y son endurecidos, y ya no responden a ningn esfuerzo de parte de los que estn interesados en su salvacin. Se me ha presentado un horrible cuadro de la condicin del mundo. La inmoralidad cunde por doquiera. La disolucin es el pecado caracterstico de esta era. Nunca alz el vicio su deforme cabeza con tanta osada como ahora. La gente parece
aturdida, y los amantes de la virtud y de la verdadera bondad casi
se desalientan por esta osada, fuerza y predominio del vicio. La iniquidad prevaleciente no es del dominio exclusivo del incrdulo y burlador. Ojal fuese tal el caso; pero no sucede as. Muchos hombres y mujeres que profesan la religin de Cristo son culpables. Aun los que profesan esperar su aparicin no estn ms preparados para 618 ese suceso que Satans mismo. No se estn limpiando de toda contaminacin. Han servido durante tanto tiempo a su concupiscencia, que sus pensamientos son, por naturaleza, impuros y sus imaginaciones, corruptas. Es tan imposible lograr que sus mentes se espacien en cosas puras y santas como lo sera desviar el curso del Nigara y hacer que sus aguas remontasen las cataratas (CSS, 617, 618).