Iglesia Catolica - Breviario Himnos
Iglesia Catolica - Breviario Himnos
Iglesia Catolica - Breviario Himnos
l es nuestra salvacin.
RUEGA POR NOSOTROS, MADRE DE LA IGLESIA.
Alegra de nieve
por los caminos.
Todo espera la gracia
del Bien Nacido.
En desgracia los hombres,
dura la tierra.
Cuanta ms nieve cae,
ms cielo cerca.
La tierra tan dormida
ya se despierta.
Y hasta el hombre ms muerto
se despereza.
Ya los montes se allanan
y las colinas,
y el corazn del hombre
vuelve a la vida. Amn.
VEN, VEN, SEOR, NO TARDES
en la quietud de la tarde,
cuando se cierran los ojos
y los corazones se abren.
Te dir mi amor, Rey mo,
con una mirada suave,
te lo dir contemplando
tu cuerpo que en pajas yace.
Te dir mi amor, Rey mo,
adorndote en la carne,
te lo dir con mis besos,
quiz con gotas de sangre.
Te dir mi amor, Rey mo,
con los hombres y los ngeles,
con el aliento del cielo
que espiran los animales.
Te dir mi amor, Rey mo,
con el amor de tu Madre,
con los labios de tu Esposa
y con la fe de tus mrtires.
Te dir mi amor, Rey mo,
oh Dios del amor ms grande!
Bendito en la Trinidad,
que has venido a nuestro valle! Amn.
OFICIO DE LECTURA
VER A DIOS EN LA CRIATURA,
No la debemos dormir
la noche santa,
no la debemos dormir.
La Virgen a solas piensa
qu har
cuando al Rey de luz inmensa
parir,
si de su divina esencia
temblar,
o qu le podr decir.
No la debemos dormir
la noche santa,
no la debemos dormir. Amn.
DE UN DIOS QUE SE ENCARN
Mirad qu aposentadores
tuvo la divina cmara:
verdn por tapiceras
y por cortinajes zarzas.
Pobre, desnudo, sin fuego,
quien fuegos nos abasta,
est aqu el Nio. Un pesebre
de humildes bestias por cama.
Ved, puro Amor, que sois fuego
y estis sobre un haz de pajas.
La Virgen, llanto en los ojos:
a incendio tal, tales aguas.
Jos, que goza y que gime
agridulces de naranja,
rindose ya ha quedado
dormido bajo su capa. Amn.
VISPERAS
TEMBLANDO ESTABA DE FRO
El mal se destierra,
ya vino el consuelo:
Dios est en la tierra,
ya la tierra es cielo.
Ya el mundo es trasunto
del eterno bien,
pues est en Beln
todo el cielo junto.
Ya no habr ms guerra
entre cielo y suelo:
Dios est en la tierra,
ya la tierra es cielo.
Ya baja a ser hombre
porque subis vos,
ya estn hombre y Dios
en un solo hombre.
Ya muere el recelo
y el llanto se cierra:
Dios est en la tierra,
ya la tierra es cielo.
Ya el hombre no tiene
sueos de grandeza,
porque el Dios que viene
viene en la pobreza.
Ya nadie se encierra
en su propio miedo:
Dios est en la tierra,
ya la tierra es cielo. Amn.
30 de Diciembre: Da VI dentro de la Octava de Navidad
LAUDES
DECID A LA NOCHE CLARA
VISPERAS
SOBRE LA NOCHE REINA
Amor maternal
del Cristo total,
Santa Mara. Amn.
Desde la solemnidad de la Epifana
VISPERAS
CONFIADA MIRA LA LUZ DORADA
LAUDES
REYES QUE VENIS POR ELLAS
descendi
a nacer ac entre nos,
y a vivir en este suelo
do muri.
SEMANA SANTA
VISPERAS
VICTORIA, TU REINARAS
Victoria, t reinars.
Oh Cruz, t nos salvars!
El Verbo en ti clavado, muriendo, nos rescat;
de ti, madero santo, nos viene la redencin.
Extiende por el mundo tu reino de salvacin.
Oh Cruz fecunda, fuente de vida y bendicin!
Impere sobre el odio tu reino de caridad;
alcancen las naciones el gozo de la unidad.
Aumenta en nuestras almas tu reino de santidad;
el ro de la gracia apague la iniquidad.
La gloria por los siglos a Cristo libertador,
su cruz nos lleva al cielo, la tierra de promisin.
LAUDES
JESUS DE MARIA, CORDERO SANTO
Jess de Mara,
Cordero Santo,
pues miro vuestra sangre,
mirad mi llanto.
Cmo estis de esta suerte,
decid, Cordero casto,
pues, naciendo tan limpio,
de sangre estis manchado?
La piel divina os quitan
las sacrlegas manos,
no digo de los hombres,
pues fueron mis pecados.
Bien s, Pastor divino,
que estis subido en lo alto,
para llamar con silbos
tan perdido ganado.
Ya os oigo, Pastor mo,
ya voy a vuestro pasto,
pues como vos os dais
ningn pastor se ha dado.
Ay de los que se visten
de sedas y brocados,
estando vos desnudo,
slo de sangre armado!
Ay de aquellos que manchan
con violencia sus manos,
los que llenan su boca
convocado a la muerte,
glorificado en la resurreccin.
Se durmi con los muertos,
y reina entre los vivos;
no le venci la fosa,
porque el Seor sostuvo a su Elegido.
Este es Cristo, el Seor,
convocado a la muerte,
glorificado en la resurreccin.
Anunciad a los pueblos
qu habis visto y odo;
aclamad al que viene
como la paz, bajo un clamor de olivos. Amn.
LAUDES
EL PUEBLO QUE FUE CAUTIVO
PANGE LINGUA
Qu ves en la noche,
dinos centinela?
Dios como un almendro
con la flor despierta;
Dios que nunca duerme
busca quien no duerma,
y entre las diez vrgenes
slo hay cinco en vela.
Gallos vigilantes
que la noche alertan.
Quien neg tres veces
otras tres confiesa,
y pregona el llanto
lo que el miedo niega.
Muerto le bajaban
a la tumba nueva.
Nunca tan adentro
tuvo al sol la tierra.
Daba el monte gritos,
piedra contra piedra.
Vi los cielos nuevos
y la tierra nueva.
Cristo entre los vivos,
y la muerte muerta.
Dios en las criaturas,
y eran todas buenas!
PORQUE ANOCHECE YA
Cristo ha resucitado!
Resucitemos con l!
Aleluya, aleluya!
Muerte y Vida lucharon,
y la muerte fue vencida.
Aleluya, aleluya!
Es el grano que muere
para el triunfo de la espiga.
Aleluya, aleluya!
Cristo es nuestra esperanza
nuestra paz y nuestra vida.
Aleluya, aleluya!
Vivamos vida nueva,
el bautismo es nuestra Pascua.
Aleluya, aleluya!
Cristo ha resucitado!
Resucitemos con l!
Aleluya, aleluya! Amn.
LA BELLA FLOR
ya va malherida.
Los sepulcros se quedan desiertos.
Decid a los muertos:
"Renace la Vida,
y la muerte ya va de vencida!"
Quien le llor muerto
lo encontr en el huerto,
hortelano de rosas y olivos.
Decid a los vivos:
"Viole jardinero
quien le viera colgar del madero!"
Las puertas selladas
hoy son derribadas.
En el cielo se canta victoria.
Gritadle a la gloria
que hoy son asaltadas
por el hombre sus "muchas moradas".
CRISTO, ALEGRIA DEL MUNDO
Cristo,
alegra del mundo,
resplandor de la gloria del Padre.
Bendita la maana
que anuncia tu esplendor al universo!
En el da primero,
tu resurreccin alegraba
el corazn del Padre.
En el da primero,
vi que todas las cosas eran buenas
porque participaban de tu gloria.
La maana celebra
tu resurreccin y se alegra
con claridad de Pascua.
Se levanta la tierra
como un joven discpulo en tu busca,
sabiendo que el sepulcro est vaco.
En la clara maana,
tu sagrada luz se difunde
como una gracia nueva.
Que nosotros vivamos
como hijos de luz y no pequemos
contra la claridad de tu presencia.
LA NOCHE Y EL ALBA CON SU ESTRELLA FIEL
Oh cauterio suave!
Oh regalada llaga!
Oh mano blanda! Oh toque delicado!,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga;
matando, muerte en vida la has trocado.
Oh lmparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraos primores,
calor y luz dan junto a su querido!
Cun manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cun delicadamente me enamoras! Amn.
LAUDES
EL MUNDO BRILLA DE ALEGRIA
tu nombre bendecimos,
oh Cristo Redentor!
Quin como t, Dios nuestro?
T reinas y tu imperas;
aqu te siente el alma;
la falta te adora aqu.
Seor de los ejrcitos,
bendice tus banderas!
Amor de los que triunfan,
condcelos a ti! Amn.
QUE LA LENGUA HUMANA
OFICIO DE LECTURA
DE RODILLAS SEOR, ANTE EL SAGRARIO
Mi Cristo, t no tienes
la lbrega mirada de la muerte.
Tus ojos no se cierran:
son agua limpia donde puedo verme.
Mi Cristo, t no puedes
cicatrizar la llaga del costado:
un corazn tras ella
noches y das me estar esperando.
Mi Cristo, t conoces
la intimidad oculta de mi vida.
T sabes mis secretos:
te los voy confesando da a da.
Mi Cristo, t aleteas
con los brazos unidos al madero.
Oh valor que convida
a levantarse puro sobre el suelo!
Mi Cristo, t sonres
cuando te hieren, sordas, las espinas.
Si mi cabeza hierve,
haz, Seor, que te mire y te sonra.
Mi Cristo, t que esperas
mi ltimo beso darte ante la tumba.
Tambin mi joven beso
descansa en ti de la incesante lucha. Amn.
OFICIO DE LECTURA
POR LA LANZA EN SU COSTADO
en tu fuente bautismal.
Sangre y agua del abismo
de un corazn en tormento:
un Jordn de sacramento
nos baa con el bautismo.
Y, mientras dura la cruz
y en ella el Crucificado,
bajar de su costado
un ro de gracia y luz.
El Padre nos da la vida,
el Espritu el amor,
y Jesucristo, el Seor,
nos da la gracia perdida. Amn.
LAUDES
HOY, PARA RONDAR LA PUERTA
A T, oh Dios, te alabamos,
a T, Seor, te reconocemos.
A T, eterno Padre,
te venera toda la creacin.
Los ngeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Seor,
Dios del universo.
Los cielos y la tierra
estn llenos de la majestad de tu gloria.
A T te ensalza
el glorioso coro de los apstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejrcito de los mrtires.
A T la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra,
te aclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo nico y verdadero, digno de adoracin,
Espritu Santo, Defensor.
T eres el Rey de la gloria, Cristo.
T eres el Hijo nico del Padre.
T, para liberar al hombre,
aceptaste la condicin humana
sin desdear el seno de la Virgen.
T, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.
T te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.
Creemos que un da
has de venir como juez.
Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Seor,
y bendice tu heredad.
S su pastor
y enslzalo eternamente.
Da tras da te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dgnate, Seor, en este da
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Seor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Seor,
Tu poder multiplica
la eficacia del hombre,
y crece cada da, entre sus manos,
la obra de tus manos.
Nos sealaste un trozo de la via
y nos dijiste: "Venid y trabajad".
Nos mostraste una mesa vaca
y nos dijiste: "Llenadla de pan".
Nos presentaste un campo de batalla
y nos dijiste: "Construid la paz".
Nos sacaste al desierto con el alba
y nos dijiste: "Levantad la ciudad".
Pusiste una herramienta en nuestras manos
y nos dijiste: "Es tiempo de crear".
Escucha a medioda el rumor del trabajo
con que el hombre se afana en tu heredad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Por los siglos. Amn.
EL TRABAJO, SEOR, DE CADA DIA
y verte necesitando
del hombre ms cada da!
Quien diga que Dios ha muerto
que salga a la luz y vea
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto
ni la montaa se esconde;
decid, si preguntan dnde,
que Dios est -sin mortaja-en
donde un hombre trabaja
y un corazn le responde. Amn.
ALFARERO DEL HOMBRE
Hora de gracia,
en que Dios da su paz a la tierra
por la sangre de Cristo.
Levantaron sus ojos los pueblos
a la hora de nona.
Contemplaron al que traspasaron
a la hora de nona.
Del costado man sangre y agua
a la hora de nona.
Quien lo vi es el que da testimonio
a la hora de nona.
Hora de gracia,
en que Dios da su paz a la tierra
por la sangre de Cristo. Amn.
COMPLETAS
EL SUEO, HERMANO DE LA MUERTE
De la vida en la arena
me llevas de la mano
al puerto ms cercano,
al agua ms serena.
El corazn se llena,
Seor, de tu ternura;
y es la noche ms pura
y la ruta ms bella
porque t ests en ella,
sea clara u oscura.
La noche misteriosa
acerca a lo escondido;
el sueo es el olvido
donde la paz se posa.
Y esa paz es la rosa
de los vientos. Velero,
inquieto marinero,
ya mi timn preparo
-t el mar y cielo claro-hacia
el alba que espero.
por El y en El convocada.
Es domingo; "este es el da
que hizo el Seor", es la Pascua,
da de la creacin
nueva y siempre renovada.
Es domingo; de su hoguera
brilla toda la semana
y vence oscuras tinieblas
en jornadas de esperanza.
Es domingo; un canto nuevo
toda la tierra le canta
al Padre, al Hijo, al Espritu,
nico Dios que nos salva. Amn.
MIS OJOS, MIS POBRES OJOS
As: te necesito
de carne y hueso.
Te atisba el alma en el cicln de estrellas,
tumulto y sinfona de los cielos;
y, a zaga del arcano de la vida,
perfora el caos y sojuzga el tiempo,
y da contigo, Padre de las causas,
Motor primero.
Ms el fro conturba en los abismos,
y en los das de Dios amaga el vrtigo.
Y un fuego vivo necesita el alma
y un asidero!
rutas de desesperacin,
no han escuchado la noticia
de Jesucristo Redentor.
Misioneros de la alegra,
de la esperanza y del amor,
mensajeros del Evangelio,
somos testigos del Seor.
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,
gloria a Dios Hijo Salvador,
gloria al Espritu divino:
tres Personas y un solo Dios. Amn.
HOY QUE SE QUE MI VIDA ES UN DESIERTO
Padre nuestro,
padre de todos,
lbrame del orgullo
de estar solo.
No vengo a la soledad
cuando vengo a la oracin,
pues s que, estando contigo,
con mis hermanos estoy;
y s, estando con ellos,
t ests en medio, Seor.
No he venido a refugiarme
dentro de tu torren,
como quien huye a un exilio
de aristocracia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.
All donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazn.
Y dice siempre "nosotros",
incluso si dice "yo".
LLENANDO EL MUNDO, EL SOL ABRE
queremos esperar.
Eres la fuerza
que tenemos los dbiles, nosotros.
Padre nuestro,
que en los cielos ests, haz a los hombres
iguales: que ninguno se avergence
de los dems; que todos al que gime
den consuelo; que todos, al que sufre
del hambre la tortura, le regalen
en rica mesa de manteles blancos
con blanco pan y generoso vino;
que no luchen jams; que nunca emerjan,
entre las ureas mieses de la historia,
sangrientas amapolas, las batallas.
Luz, Seor, que ilumine las campias
y las ciudades; que a los hombres todos,
en sus destellos mgicos, envuelva
luz inmortal; Seor, luz de los cielos,
fuente de amor y causa de la vida.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Amn.
SIEMPRE ES HORA DE LA GRACIA
de Cristo Primognito.
El hizo amanecer en tu presencia
y enalteci la aurora
cuando no estaba el hombre sobre el mundo
para poder cantarla.
El es principio y fin del universo,
y el tiempo, en su cada,
se acoge al que es la fuerza de las cosas
y en l rejuvenece.
El es la luz profunda, el soplo vivo
que hace posible el mundo
y anima, en nuestros labios jubilosos,
el himno que cantamos.
He aqu la nueva luz que asciende y busca
su cuerpo misterioso;
he aqu, en el ancho sol de la maana,
el signo de su gloria.
Y t que nos lo entregas cada da,
revlanos al Hijo,
potencia de tu diestra y Primognito
de toda criatura. Amn.
SEOR DE NUESTRAS HORAS
A nuestros corazones
la hora del Espritu ha llegado,
la hora de los dones
y del apostolado:
lenguas de fuego y viento huracanado.
Oh Espritu, desciende,
orando est la Iglesia que te espera;
vistanos y enciende,
como la vez primera,
los corazones en la misma hoguera.
La fuerza y el consuelo,
el ro de la gracia y de la vida
derrama desde el cielo;
la tierra envejecida
renovar su faz reverdecida.
Gloria a Dios, uno y trino:
al Padre creador, al Hijo amado,
y Espritu divino
que nos ha regalado;
alabanza y honor le sea dado. Amn.
NADA TE TURBE
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
Hora de la tarde,
fin de las labores.
Amo de las vias,
paga los trabajos
de tus viadores.
Al romper el da,
nos apalabraste.
Cuidamos tu via
del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas,
nos lo das de balde,
que a jornal de gloria
no hay trabajo grande.
Das al vespertino
lo que al maanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viedo.
A lo que sembramos
dale crecimiento.
T que eres la via,
cuida los sarmientos.
AMO, SEOR, TUS SENDAS
No supieron contarlo
los centinelas:
nadie supo la hora
ni la manera.
Antes del da,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volver a ver la tierra
la gloria del Seor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueo,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto.
La fe velando,
para verte de noche
resucitando.
Con la vuelta del sol,
volver a ver la tierra
la gloria del Seor. Amn.
AHORA QUE LA NOCHE ES TAN PURA
La noche no interrumpe
tu historia con el hombre.
La noche es tiempo
de salvacin.
De noche descenda tu escala misteriosa
hasta la misma piedra donde Jacob dorma.
La noche es tiempo
de salvacin.
Padre: has de or
este decir
que se me abre en los labios como flor.
Te llamar
Padre, porque
la palabra me sabe a ms amor.
Tuyo me s,
pues me mir
en mi carne prendido en tu fulgor.
Me has de ayudar
a caminar,
sin deshojar mi rosa de esplendor.
Por cuanto soy
gracias te doy:
por el milagro de vivir.
Y por el ver
la tarde arder,
por el encantamiento de existir.
Y para ir,
Padre, hacia ti,
dame tu mano suave y tu amistad.
Pues te dir:
slo no s
ir rectamente hacia tu claridad.
Tras el vivir,
dame el dormir
con los que aqu anudaste a mi querer.
Dame, Seor,
hondo soar.
Hogar dentro de ti nos has de hacer! Amn.
TRAS EL TEMBLOR OPACO DE LAS LAGRIMAS
Acurdate de Jesucristo,
resucitado de entre los muertos.
El es nuestra salvacin,
nuestra gloria para siempre.
Si con l morimos, viviremos con l;
sin con l sufrimos, reinaremos con l.
En l nuestras penas, en l nuestro gozo;
en l la esperanza, en l nuestro amor.
En l toda gracia, en l nuestra paz;
en l nuestra gloria, en l la salvacin.
Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mo,
Si derribado caste,
fue para elevarte ms.
De hoy por siempre seguirs
al Cristo que perseguiste.
Ruega por m, ciego y triste,
que Saulo de errores fui.
Si en el pecado me hund,
pueda seguirte en tu vuelo.
Desde el fulgor de tu cielo,
san Pablo, ruego por m.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amn.
LAUDES
COMO HAS LOGRADO, SEOR, ESTE CAMBIO NUNCA VISTO?
Tu barca de pescador,
que lleg de Roma al puerto,
va siguiendo el rumbo cierto
que le trazara el Seor.
La va llevando el amor
siempre a nuevas singladuras.
En las borrascas oscuras,
para que a Cristo sea fiel,
Simn Pedro, el timonel,
vela desde las alturas.
Si toda la Iglesia oraba
por ti, ahora t por ella,
que eres su roca y su estrella.
Cuando se tambaleaba
tu fe, sobre el mar te daba
Cristo fuerza con sus manos.
Boga mar adentro, y danos
-a la Iglesia, que te implora-tu
presencia guiadora
y confirma a tus hermanos.
El alba mensajera
del sol de alegre brillo
conoce este martillo
que suena la madera.
La mano carpintera
madruga a su quehacer,
y hay gracia antes que sol en el taller.
Cabeza de tu casa
del que el Seor se fa,
por la carpintera
la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa
con Dios en la labor,
y alargas tu la mano del Seor.
Y, pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
d t como se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afn,
tener propicio a Dios y escaso el pan.
25 de Marzo LA ANUNCIACION DEL SEOR
VISPERAS
DIOS TE SALVE, ANUNCIACION
Oh virginal doncella
de tu nombre pursimo, Mara,
cuando la blanca estrella
renace con el da,
las aves cantarn la letana!
El lamo frondoso,
la yerba humilde donde el agua suena
y el vuelo rumoroso
de la rubia colmena
canten tu suavidad de gracia llena.
Que est mi voz colmada
de intil soledad y el canto ignora;
a tu dulce mirada,
piadosa en m, Seora,
deba mi cruz ligera y redentora. Amn.
26 de Abril SAN ISIDORO
LAUDES Y VISPERAS
PADRE Y MAESTRO ESPIRITUAL
al de la Virgen Madre;
te haces pobre, y as nos enriqueces;
tu obediencia, de esclavos libres hace.
T eres el Ungido, Jesucristo,
al Sacerdote nico;
tiene su fin en ti la ley antigua,
por ti la ley de gracia viene al mundo.
Al derramar tu sangre por nosotros,
tu amor complace al Padre;
siendo la hostia de tu sacrificio,
hijos de Dios y hermanos t nos haces.
Para alcanzar la salvacin eterna,
da a da se ofrece
tu sacrificio, mientras, junto al Padre,
sin cesar por nosotros intercedes.
A ti, Cristo pontfice, la gloria
por los siglos de los siglos;
t que vives y reinas y te ofreces
al Padre en el amor del santo Espritu. Amn.
24 de Junio La Natividad de San Juan Bautista
VISPERAS
PROFETA DE SOLEDADES
Profeta de soledades,
labio hiciste de tus iras,
para fustigar mentiras
y para gritar verdades.
Desde el vientre escondido,
fuiste t el pregonero,
para anunciar al mundo
la presencia del Verbo.
El desierto encendido
fue tu ardiente maestro,
para allanar montaas
y encender los senderos.
Cuerpo de duro roble,
alma azul de silencio;
miel silvestre de rocas
y un jubn de camello.
No fuiste, Juan, la caa
tronchada por el viento;
s la palabra ardiente
tu palabra de acero.
En el Jordn lavaste
el ms puro Cordero,
que apacienta entre lirios
y duerme en los almendros.
En tu figura hirsuta
se esperanz tu pueblo:
para una raza nueva
abriste cielos nuevos.
Sacudiste el azote
Al levantarse la aurora
con la luz pascual de Cristo,
la Iglesia madrugadora
te pregunta: "A quin has visto?"
"Por qu lloras en el huerto?
A quin buscas?" "A mi amado.
Buscando al que estaba muerto,
lo encontr resucitado.
Me qued sola buscando,
alas me daba el amor,
protege a tu nacin.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amn.
LAUDES
CAMINO DE COMPOSTELA
Camino de Compostela,
va un romero caminando
y es el camino de estrellas
polvareda de sus pasos.
En el pecho las vieiras,
y alto bordn en la mano,
sembrando por la vereda
las canciones y los salmos.
Lleg al corazn de Espaa
por el monte y por el llano:
en los anchos horizontes
cielo y tierra se abrazaron.
Sube hasta el monte del Gozo
y all de hinojos postrado,
las altas torres de ensueo
casi toca con las manos.
Romeros, slo romeros,
dile que peregrinamos
con la mirada en el cielo
desde la aurora al ocaso.
Camino de Compostela,
todos los hombres, hermanos,
construyendo un mundo nuevo
en el amor cementado.
Ven, Santiago, con nosotros,
que tu bordn es un bculo,
el cayado del pastor
para guiar el rebao.
Santo Apstol peregrino,
llvanos t de la mano
para ir contigo hasta Cristo,
Santiago el Mayor, Santiago!
6 de Agosto LA TRANSFIGURACION DEL SEOR
LAUDES
TRANFIGURAME, SEOR, TRANSFIGURAME
purifica tambin
a todos los hijos de tu Padre
que te rezan conmigo o te rezaron,
o que acaso ni una madre tuvieron
que les guiara a balbucir el Padrenuestro.
Transfigranos, Seor, transfigranos.
Si acaso no te saben, o te dudan
o te blasfeman, lmpiales el rostro
como a ti la Vernica;
descrreles las densas cataratas de sus ojos,
que te vean, Seor, como te veo.
Transfigralos, Seor, transfigralos.
Que todos puedan, en la misma nube
que a ti te envuelve,
despojarse del mal y revestirse
de su figura vieja y en ti transfigurada.
Y a m, con todos ellos, transfigrame.
Transfigranos, Seor, transfigranos.
VISPERAS
VEANTE MIS OJOS
Albricias, Seora,
reina soberana,
que ha llegado el logro
de vuestra esperanza.
Albricias, que tienen
trmino las ansias
que os causa la ausencia
del Hijo que os ama.
Albricias, que al cielo
para siempre os llama
el que cielo y tierra
os llen de gracia.
Dichosa la muerte
que tal vida os causa!
Dichosa la suerte
final de quien ama!
Oh quin os siguiera
con veloces alas!
Quin entre tus manos
la gloria alcanzara!
Para que seamos
dignos de tu casa,
hgase en nosotros
tambin su palabra. Amn.
OFICIO DE LECTURA
TODO ES RECUERDO EN EL AMOR
atiende de Mara
el silencioso llanto
y piensa si hay quebranto
mayor que su dolor.
Mi culpa es tu tormento,
mi pecado tu herida,
oh Madre dolorida:
tu sufres, y es por m.
Haz que en mi alma se clave
el despiadado acero
que, insensible y fiero,
hoy te traspasa a ti. Amn.
LAUDES
LA MADRE PIADOSA
Seor,
haz de m un instrumento de tu paz.
All donde hay odio ponga yo amor.
All donde hay discordia ponga yo unin.
All donde hay error ponga yo la verdad.
All donde haya duda que ponga yo la fe.
All donde haya desesperacin,
que ponga yo esperanza.
All donde haya tinieblas,
que ponga yo la luz.
All donde haya tristeza,
que ponga yo alegra.
Haz, Seor, que no me empee tanto
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido,
como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado
y muriendo a uno mismo
se resucita a la vida eterna.
5 de Octubre TEMPORAS DE ACCION DE GRACIAS Y DE PETICION
LAUDES
GRACIAS, SEOR, POR ESTA AGUA
VISPERAS
ESA COLUMNA SOBRE LA QUE SE POSA
La nia Mara
-qu gracia es su vuelo!-,
paloma del cielo,
al templo suba
y a Dios ofreca
el ms puro don:
sagrario y mansin
por l consagrada
y a l reservada
en su corazn...
Oh blanca azucena!,
La Sabidura
su trono te haca,
dorada patena,
de la gracia llena,
llena de hermosura.
Tu luz, Virgen pura,
nia inmaculada,
rasgue en alborada
nuestra noche oscura.
Tu presentacin,
princesa Mara,
de paz y alegra
llena el corazn.
De Dios posesin
y casa habitada,
eres la morada
de la Trinidad.
A su Majestad
la gloria sea dada. Amn.
30 de Noviembre SAN ANDRES, Apstol
LAUDES
HOY EL TIRANO LA FURIA
En conocer a Jess
t fuiste, Andrs, el primero,
Juan te seal al Cordero,
t le seguiste a la cruz.
Como un reguero de luz,
a Cristo evangelizando,
tu vida se fue sembrando
para cosechar despus
gavillas de rica mies,
nuevas Iglesias fundando.
De Cristo amigo cercano,
predicas desde tu cruz.
"Queremos ver a Jess",
llvanos t de la mano,
como llevaste a tu hermano
de sangre y de santidad,
conduce en la caridad
a las Iglesias de Oriente,
llvalas hasta la fuente
por caminos de unidad.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amn.
No rechazaremos
la piedra angular.
Sobre el cimiento de tu cuerpo
levantaremos la ciudad.
Una ciudad para todos.
Un gran techo comn.
Una mesa redonda como el mundo.
Un pan de multitud.
Un lenguaje de corazn abierto.
Una esperanza: "Ven, Seor Jess".
Suben las tribus del mundo,
suben a la ciudad.
Los que hablaban en lenguas diferentes
proclaman la unidad.
Nadie grita: "Quin eres?", O: "De dnde?"
Todos se llaman hijos de la paz.
Jerusaln, ciudad dichosa!
Jerusaln, visin de paz!
Sobre los cielos te levantas,
alta ciudad de piedras vivas,
y ngeles puros te coronan
como una joven desposada.
Jerusaln, ciudad dichosa!
Desciendes virgen de los cielos
y entras al tlamo de bodas
para ser cuerpo del Esposo;
tus azoteas y tus muros
son construccin de oro pursimo.
Relampaguea jubilosa
la pedrera de tus puertas;
abres tus mbitos sagrados
y, por la palma de sus mritos,
penetra en ellos el que sufre
pasin por Cristo en este mundo.
Oh hermosas piedras bien labradas,
prueba tras prueba, golpe a golpe!
Como se ajustan en sus puestos
bajo la mano del artfice,
y permanecen duraderas
en los sagrados edificios!
Gloria y honor al Dios altsimo,
al Padre, al Hijo y al Parclito.
Suyo el poder y la alabanza;
suyo el reinado por los siglos. Amn.
LAUDES
PIEDRA ANGULAR Y FUNDAMENTO ES CRISTO
danos en la tentacin
la gracia de resistir.
Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria.
Y gloria por esta gloria
que alegra la cristiandad. Amn.
LAUDES
QUIEN PODRA TANTO ALABARTE
OFICIO DE LECTURA
RUEGA POR NOSOTROS
Guardadnos en la fe y en la unidad,
vosotros, que ya estis desde el principio
en comunin con Cristo y con el Padre!
A quin acudiremos
cuando la fe va herida
sino a vosotros, testigos vigilantes,
que anunciis con palabra poderosa
lo que era en el principio,
lo que vieron de cerca vuestros ojos
y lo que vuestras manos
tocaron y palparon del Verbo de la vida?
Guardadnos en la fe y en la unidad,
vosotros, que ya estis desde el principio
en comunin con Cristo y con el Padre!
En quin descansaremos
la duda y la esperanza
sino en vosotros, cimientos de la Iglesia,
que habis visto al Seor resucitado,
y osteis al Espritu
revelar por el fuego y la palabra
el misterio de Cristo
que estaba oculto en Dios desde los siglos.
Guardadnos en la fe y en la unidad,
Voceros de Dios,
heraldos de amor,
apstoles santos.
Locura de cruz,
de Dios es la luz,
apstoles santos.
Mensaje del Rey,
de amor es la ley,
apstoles santos.
De Cristo solaz,
sois cristos de paz,
apstoles santos.
Sois piedra frontal
del reino final,
apstoles santos. Amn.
LAUDES
VOSOTROS QUE ESCUCHASTEIS LA LLAMADA
Testigos de amor
de Cristo Seor,
mrtires santos.
Rosales en flor,
de Cristo el olor,
mrtires santos.
Palabras en luz
de Cristo Jess,
mrtires santos.
Corona inmortal
del Cristo total,
mrtires santos. Amn.
VISPERAS
ESPIRITUS SUBLIMES
y se lleno de hijos
porque el Seor miraba
la pequeez humilde de su esclava. Amn.
LAUDES
NOS APREMIA EL AMOR
La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene.
Hizo del templo su casa;
mantuvo ardiendo su lmpara.
En la mesa de los hijos
hizo a los pobres un sitio.
Guard memoria a sus muertos;
gast en los vivos su tiempo.
Sirvi, consol, dio fuerzas;
guard para s sus penas.
Visti el dolor de plegaria;
la soledad, de esperanza.
Y Dios la cubri de gloria
como de un velo de bodas.
La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene. Amn.
LAUDES
DICHOSAS SOIS VOSOTRAS
LAUDES
SALEN DE LA CIUDAD EN LARGA HILERA