Verne Un Revolucionario Subterraneo - Michel Foucault
Verne Un Revolucionario Subterraneo - Michel Foucault
Verne Un Revolucionario Subterraneo - Michel Foucault
revolucionario
subterrneo
AA. VV.
Traducido por Noe Jitrik
Editorial Paids, Buenos Aires, 1968
Ttulo del orginal:
Jules Verne
VERNE
3
[11]
El mosaico
Que una obra aparentemente tan despojada de intenciones formalistas, de esa encarnizada autoridad del espritu, deliberada, que anima a
urdidores de ficciones, Roussel, Joyce o Borges, o de manera muy
diferente a tal o cual alemn soador de lo conceptual, obstinado en
oponerse a la esencia y a la organizacin sistemtica e ntima de la vida,
que una obra popular hasta el punto de haber perdido todo o casi todo
de su inicial autonoma ser descifrable pero sin conceder nada de su
ingenuo encanto segn las lneas que determinan en el pensamiento
crtico de la actualidad el espacio literario en su principio y sus
metamorfosis he aqu lo que Michel Butor, el primero, reconoci,1 y lo
que entre otras cosas este conjunto de textos establece claramente.
Porque en tomo de los hroes cuya aventura arrastra y pide un
cuestionamiento, estos textos revelan bien la extraa red temtica y
formal que se organiza de forma ms o menos confesada o disfrazada
de manera diversa. Descubre tambin, por debajo de la tabulacin de la
aventura y del positivismo humanitario, objetivo y burgus que han
hecho la fortuna [12] de Verne frente a padres e hijos, una soberana a
veces absoluta de la obsesin y una lgica subterrnea que se puede
enunciar, segn los gustos, de manera diferente. Muestran a la vez
1
Le point suprme et lge dor travers quelques uvres de Jules Verne, Arts
et Lettres, n 15, nmero especial dedicado a Julio Verne. Este artculo est incluido en
Rpertoire, Editions de Minuit, 1960.
El hombre de Verne
Crpatos.
Aqu est el libro de la pasin que no se esperaba. Del cual, despus de Jean Roudaut, no tengo nada que agregar, salvo que siempre
pens en hacer un film con l, y dar a ese admirable delirio de amor,
ms abstracto que encantador en su forma, una interpretacin concreta con una arquitectura de imgenes y de sonidos estrechamente
mezclados. Un film semicantado, cuya escritura, lo que se llama mise
[16]
10
[17]
Un revolucionario
subterrneo
En este libro se encontrar un hombre
subterrneo que perfora, roe y cava.
Nietzsche (Prefacio de Aurora)
En una primera aproximacin global, la vida de Julio Verne aparece como la de un honorable burgus del Segundo Imperio y la III
Repblica. Naci en 1828 en Nantes. Su padre, Pierre Verne, abogado
en esa ciudad, primeramente lo hizo educar en el Ptit Sminaire y
luego en el Lyce Royal. Despus, fue a Pars para estudiar derecho; su
padre esperaba en ese entonces que lo sucediera en la profesin. Pero
no es lcito acaso que un joven burgus, por ms aplicado que sea, se
divierta un poco? Julio Verne se puso en consecuencia a escribir
comedias y operetas y hasta lleg a cumplir funciones de secretario del
Thtre Lyrique durante un ao. Muy pronto, sintiendo una creciente
disposicin para la literatura, public cuentos en una revista sumamente apacible, el Muse des familles.
En 1859 se cas con una joven viuda de la buena sociedad de
Amiens y por intermedio de su cuado, que tena amigos en la Bolsa de
Pars, entr a trabajar a una agencia de cambio para afirmar su situacin. Pero como sus nuevas ocupaciones le dejaban tiempo libre sigui
escribiendo.
11
Este anlisis grafolgico, publicado por primera vez en las Brouttilles de Pierre
12
Medio siglo ms tarde, Julio Verne deba recibir la visita de Raymond Roussel,
que lo consideraba el ms grande genio literario de todos los siglos. Puede notarse
que en esta historia de la fuga del nio, las dos palabras, collier y Caroline, con
excepcin de su ltima slaba, forman con la tercera, corail, un conjunto compuesto
nicamente por la combinacin de las consonantes C, L, R con las vocales A, I, O. Esto
es Raymond Roussel por anticipado. Lo ms curioso, en la misma perspectiva, es que
el barco en el cual se haba embarcado el nio se llamaba La Coralie.
13
y tambin que slo haya vuelto de una manera tan pasajera. Cuando
Julio entr como secretario al Thtre Lyrique, el riguroso seor Verne
se sinti tan escandalizado al saber que su hijo iba a ser arrastrado as
a frecuentar diariamente los pasillos de un teatro, que prefiri ocultar
el hecho en su medio. Ms tarde, cuando Julio le pidi que garantizase
su puesto de agente de cambio donde trabajaba, el padre acept
despus de un largo de-[20]bate epistolar. Y cuando cinco aos ms
tarde, el hijo le hizo un pedido anlogo para la casa de ediciones
Hetzel, el padre se neg rotundamente. En lo que concierne a la primera de las dos garantas, los Cahiers de la Socit Jules Verne han
publicado una correspondencia bastante curiosa entre padre e hijo: se
siente constantemente que ste est despechado por la resistencia de
aqul, pero a medida que la situacin se hace ms tensa, los trminos,
al final de las cartas de Julio, se hacen ms afectuosos, como si, para
hablar a lo Pierre Louys, hubiera querido encerrar con una vuelta de
llave su pensamiento ntimo.
Del mismo modo se ve, en el incidente de 1839, cmo se va delineando lo que ser muy pronto para el futuro novelista de los Viajes
extraordinarios el problema de la mujer. En 1847, ocho aos despus
de la evasin fracasada. Julio se decidi a pedir la mano de su prima.
Pero Caroline se le ri en las narices y se cas algunas semanas ms
tarde con un joven de Nantes. Desesperado, abandon su ciudad natal
despus de haber escrito a un amigo los unos y los otros vern de qu
madera est hecho ese muchacho al que llaman Julio Verne. Y en Pars
funda con algunos amigos el cenculo de los oncesinmujeres
(onzesansfemmes ). Por cierto, hay aqu tambin un juego de pala.
trs curieux Jules Verne y Les nouvelles explorations de Jules Verne (Gallimard).
17
viaje? Nada, podra decirse, salvo una encantadora mujer que [24]
por ms inverosmil que pueda parecer lo hizo el ms feliz de los
hombres. En verdad, no haramos la vuelta al mundo por menos que
eso? De manera anloga a la de Philas Fogg que vuelve de las Indias,
Julio Verne haba trado un da de Amiens a una joven viuda, y escribe,
sin que haya lugar a dudas, que es inverosmil que tal mujer pueda
hacer feliz a un hombre. Qu irona tan particular en un autor que
tena fama de escribir para la juventud!
18
vado con atencin, tampoco s si existe una obra que trate a fondo el mismo tema en lo
que concierne a Nietzsche. Christophe Baroni le consagra un capitulo en Nietzsche
19
rino jams compuso msica como lo hizo el filsofopoeta de Zaratustra, al menos tocaba el piano lo suficiente como para descifrar par20
de viaje submarino.
22
propios que le gustaba hacer a Julio Verne cuando sus novelas ponan
en escena personajes de origen real o literario. Aqu, basta con suprimir tres o cuarto letras tanto en Zartog SofrASr como en Zaratustra para obtener dos nombres que tienen similares resonancias:
Zaratosfra y Zartostra. Y las palabras con las que concluye El eterno
24
26
[31]
Lecturas de infancia
Proust ha dicho: Quiz no hay das en la infancia tan plenamente
vividos como los que hemos credo dejar sin vivirlos, como los que
hemos pasado con un libro preferido.
Y en el recodo de una frase de Sodoma y Gomorra lo vemos descubrir en uno de sus personajes el tono atento y afiebrado de un nio
que lee una novela de Julio Verne.
No hay duda de que l ha sido ese nio,
Quin lee mejor que un nio? Se dir que le falta conocimiento;
hay en los libros tantas cosas que no debe comprender; le faltan tantas
palabras, tantas experiencias. Pero qu deseo entonces de comprender
esas palabras desconocidas, qu atencin, qu adivinacin!
Leer como lea Racine en PortRoyal. Su hijo, Louis, cuenta:
... y su mayor placer consista en irse y hundirse en los bosques de la abada
con Sfocles y Eurpides, a quienes conoca casi de memoria. Tena una sorprendente memoria. Encontr por casualidad la novela griega de los Amores de
Theagenes y Cariclea. La estaba devorando cuando el sacristn Claude Lancelot,
que lo sorprendi [32] en esa lectura, le arranc el libro y lo arroj al fuego.
Encontr los medios para comprar otro ejemplar que corri el mismo destino, lo
que lo empuj a comprar un tercero; y para no tener que estar temiendo la
proscripcin, lo aprendi de memoria y se lo llev al sacristn dicindole: puede
usted quemar ste como los otros.
27
mejor que lo [34] que describirais vosotros mismos; al menos con ms verdad y
simplicidad. Puesto que necesitamos libros, existe uno que provee, a mi gusto, el
tratado ms feliz de educacin natural. Este libro ser el primero que leer mi
Emilio: slo de l constar su biblioteca durante mucho tiempo y en ella siempre
tendr un sitio distinguido. Ser el texto para el cual todos nuestros discursos
sobre las ciencias naturales slo servirn de comentario. Servir de prueba para
nuestros progresos cuando tengamos la edad del juicio y mientras nuestro juicio
no est arruinado, su lectura nos complacer siempre. Cul es pues ese maravilloso libro? Es Aristteles, Plinto, Buffon? No, es Robinson Crusoe.
31
[37]
La protofbula
En toda obra que tiene forma de relato, hay que distinguir fbula y
Por comodidad, tomar como ejemplo privilegiado los tres libros: De la Tierra a
34
pero tambin sus pensamientos y los pliegues secretos de sus caracteres, escuchando sus rplicas, pero experimentando sus sentimientos
como desde adentro, habla una sombra. Situada bajo la misma insignia
que los personajes esenciales, ve las cosas como ellos, comparte sus
aventuras y se inquieta con ellos acerca de lo que [40] va a suceder. Es
ella quien transforma la aventura en relato. Este relator puede vanagloriarse de estar investido de grandes poderes pero tiene sus lmites y sus
sujeciones: se ha deslizado en el proyectil lunar con Ardan, Barbicane y
Nicholl y, sin embargo, hay sesiones secretas del GunClub a las que no
ha podido asistir. Se trata del mismo relator, o es otro el que est aqu
y all, en Baltimore y en el Kilimandjaro, en el cohete sideral, en tierra
y en la sonda submarina? Habr que admitir que a todo lo largo del
relato hay un personaje sobrante, que vaga continuamente en los libros
de la narracin, una silueta hueca que tendra el don de la ubicuidad?
O bien suponer, en cada lugar, para cada grupo de personajes, genios
atentos, singulares y charlatanes? En todos los casos, estas figuras de
sombra se sitan en el primer nivel de la invisibilidad: hace falta muy
poco para que pasen a ser personajes verdaderos.
2) Ms atrs de esos relatores ntimos, figuras ms discretas, ms
furtivas, pronuncian el discurso que narra sus movimientos o indican
el pasaje de uno a otro. Esta noche, dicen esas voces, un extranjero
que se hubiera hallado en Baltimore no habra logrado, aun a precio de
oro, penetrar en la gran sala...; y sin embargo un extranjero invisible
(un relator del nivel 1) ha podido franquear las puertas y hacer el relato
de las subastas como si hubiera estado. Se trata de voces tales que
hacen pasar la palabra de un relator a otro, facilitando as el juego
huroneador del discurso. Si el honorable seor Maston no escuch los
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hurra lanzados en su honor (acaban de aclamarlo en el obs gigantesco), al menos las orejas le repicaron (y el sostenedor del discurso
viene a ubicarse ahora en Baltimore).
3) Ms exterior todava a las formas visibles de la fbula, un discurso la retoma en su totalidad y la vincula con otro sistema de relato,
con una cronologa objetiva o, en todo caso, con un tiempo que es el
del lector mismo. Esta voz, eternamente fuera de fbula, indica las
referencias histricas (Du-[41]rante la guerra federal, un nuevo club
muy influyente...); recuerda los otros relatos ya publicados por Julio
Verne sobre un tema parecido (impulsa incluso a la exactitud, en una
nota de Sin arriba abajo, a hacer la divisin entre las verdaderas
expediciones polares y la narrada en Desierto de hielo ); le sucede
.
tambin que reanima a lo largo del relato la memoria del lector (Recordamos que...). Esta voz es la del relator absoluto: la primera
persona del escritor (pero neutralizada), anotando en los mrgenes de
su relato lo que es necesario saber para utilizarlo con comodidad.
4) Detrs de l, y todava ms lejana, se levanta otra voz de tiempo
en tiempo. Es una voz que niega el relato, subrayando las inverosimilitudes, muestra todo lo que habra all de imposible. Pero tambin
responde de inmediato a esta negacin que ha hecho nacer. No creis,
dice, que hay que ser insensato para emprender una aventura parecida:
no sorprender a nadie: los yanquis, primeros mecnicos del mundo... Los personajes encerrados en el cohete lunar son atacados por
extraos malestares; no os sorprendis: Lo que ocurre es que desde
hace unas doce horas, la atmsfera del proyectil se haba cargado con
ese gas absolutamente deletreo, producto definitivo de la sangre. Y,
36
43
[48]
44
[49]
Geodsicas de la
Tierra y el Cielo
Gruta, caverna, excavacin, pozo, zanja, mina... pocas novelas de
Julio Verne estn desprovistas de tales baslicas subterrneas. Las
reales: Fingal del Rayo verde, el Mamut de Kentucky en el Testamento
Dumas hubiera sido realizado por el conjunto de los Viajes Extraordinarios, menos el inmortal testigo, ms el crculo recobrado. Fue
voluntario, inconsciente? Estaba en el espritu de la poca? No lo s,
pero el hecho est ah. La anticipacin entonces es slo una faz tercera
de las cosas y la recapitulacin integral del pasado es otra o es la
misma. La isla misteriosa, por ejemplo, es un viaje temporal, simtrico
de las prospecciones futuristas; el globo es una mquina de remontar el
tiempo de manera que los colonos de la isla Lincoln reiteran la totalidad de la historia a partir del punto cero, del estado adnico a la
catstrofe eruptiva finalinicial. Sobre la islamicrocosmo, esta micro
47
49
No me opongo a que se sometan los smbolos a la crtica psicoanaltica que el ancestrodiospadre sea immanior ipse, etc..., pero
igualmente reclamo que se admita que la clave de la lectura est dada
al mismo tiempo que la lectura, el mtodo con el problema, el movimiento con el objetivo, el mdico y su sabidura con el paciente y su
enfermedad, el aprendiz con su conductor, el iniciado con su sacerdote,
el laberinto con su hijo. El criptograma est inmediatamente munido
de su tablero y el abismo de su HansBach (y cuando se pierde el
arroyo de Ariadna, el hilo de la propagacin sonora lo reemplaza); la
boca de sombra est grabada con inscripciones rnicas: los caminos de
la muerte y del origen son caminos marcados ; igualmente, la fauna y la
.
Ayer y Maana ), un recorrido de tal punto dado a tal otro deseado, por
.
invencin; menos todava anticipacin: el submarino est ya en proyecto, el proyectil sideral tiene dos siglos de vejez, las maquinarias a la
Robur no son nuevas y Julio Verne tiene un poco de vergenza de
En este sentido, el ejemplo precedente es rico: un centro y dos islas con volcn.
51
La lectura del criptograma exige tres tableros; los dos primeros estn en todas las manos. Intentaremos, en una prxima obra, reconstruir el tercero para aplicar los caminos del cielo sobre las geodsicas
de la Tierra.
Michel Serres
54
[58]
55
[59]
El castillo
de los Crpatos
Un pavor irracional aunque en definitiva muy real
Si El castillo de los Crpatos no es una de las novelas ms acabadas
de Julio Verne, es una de las ms inquietantes. Por qu medios? Marcel
Mor, que tiene razn al vincularlo con La Eva futura de Villiers (en un
captulo de sus Nuevas exploraciones de Julio Verne), se asombra de la
insigne debilidad de Verne para construir una mquina soltera:
cuando se recuerdan las largas y minuciosas descripciones de Julio
Verne para explicar el funcionamiento de una mquina como el
pavor irracional que su libro comunica al lector sigue siendo muy real,
por lo cual no sera ms vlido concluir que es suscitado no por la
presencia de una mquina, menos inquietante y menos femenina que
Hadaly, [60] sino por la forma de un libro que nos deja ver los reflejos
56
dorados, sus ojos negros y profundos (cap. 9) parece la imagen invertida de la novia de Nic, Miriota (veinte aos), rubia de ojos marrones
(cap. 3). Una misma pareja, pues, gira sobre s misma y presenta las
fases, diferentes en el tiempo, de un solo amor.
Tambin el tiempo parece ser el tema central del libro. El captulo
inicial lo toma por hroe, dndole la imagen de un vendedor ambulante, vendedor de un tiempo irregular, de horas demasiado largas o de
aventura duplica la rememoracin. Un incidente anodino, que adquiere la importancia de un suceso central, arranca a los seres de la duracin detenida y los precipita en series temporales de ritmo diferente.
Como la aventura de Franz duplica la de Nic, la aventura de Franz
misma se repite en sus accidentes: ha abandonado por primera vez su
residencia despus de la muerte de sus padres; la ha [62] abandonado
por segunda vez despus de haber llorado all la muerte de Stilla; las
dos veces, como si la vida se repusiera, su andar errtico lo conduce
hacia una mujer a la que no conoca y hacia una imagen que no pensaba ver ms. Los sucesos de diversas series tienen lazos estrechos; se
repiten como ecos, con tonos y alturas diferentes, o como reflejos.
El ser real (la Stilla viviente) y su imagen conservada, son a la vez
parecidos (sin lo cual Franz no se hubiera engaado) y distantes; no
hay recomienzo posible aun si el espritu se sorprende en la esperanza
de que se produzca: el tiempo del recuerdo es el de la muerte; Franz no
va a recuperar a la Stilla que est en los Infiernos; habitante del reino
de las sombras, slo puede ser una imagen de la noche y subsistir en el
laberinto del pensamiento, del deseo y la lamentacin. Y el pavor
En qu tiempo vivimos? En qu lugar estamos? Bajo las exterioridades ms objetivas esta novela, encerrada entre dos situaciones que se
encadenan sin ninguna perturbacin (Miriota est siempre asediada
por las leyendas de la ciudadela y Nic por una aventura posible), se
desarrolla en un pensamiento. La segunda parte es la extensa, minuciosa descripcin de uno de esos instantes de vacilacin entre persona y
personaje, ser y rol, existencia y recuerdo. Penetramos as, despus de
haber cambiado de escala, despus de haber cambiado de tiempo, en la
noche del dolor de Franz cerca del cuerpo muerto de Stilla, el instante
en el que todava cree poder sal-[63]varla, en el que ella duda entre la
muerte y la vida; estamos en Franz, en el momento en que quiere
arrancar a Stilla de su rol y en el que, al hacerlo, la precipita en una
irremediable ausencia. Despus de la muerte de la cantante, Rodolfo ha
sostenido contra Franz una acusacin aparentemente basada slo en la
pasin: Franz habra matado a Stilla queriendo casarse con ella. Pero
slo esto es cierto: Franz ha visto a Stilla en el teatro; queriendo
arrancarla de ese lugar de irrealidad, confirindole el deseo de volver
del campo de los roles al de los seres, ha provocado su muerte, y
volver a causar su desaparicin, esta vez como imagen, al precipitarse
sobre ella para hacerla volver a la vida. Una representacin tendr fin.
Un cristal se quebrar. El recuerdo y el espectculo son simulacros. La
novela es el relato de un pasaje, de una serie temporal a la otra. Nic
vive en el tiempo de la felicidad, el que asimila la ciudadela a una
montaa, el paisaje natural a la campaa mtica de La Astrea (cap. 1);
es el tiempo de la existencia dichosa. Rodolfo vive en un lugar en el que
el tiempo est suspendido, el tiempo del recuerdo, cercano a la muerte.
Franz va del tiempo de la existencia al del recuerdo; responde a un
60
de los Crpatos.)
Ciertamente, al terminar el libro los temores sobrenaturales que
61
protegan la ciudadela se han disipado; racionales y cientficas explicaciones borran los maleficios de la noche de Walpurgis que conocieron
Nic y el Dr. Patak; y, sin embargo, seguimos sintiendo un pavor irra-
cional aunque muy real. Qu es ese pavor que nos oprime? Lo que
sucede es que el libro no lleva de un comienzo oscuro a un final claro;
es un encaminamiento interior, un viaje en si en el curso del cual la
nocin de persona se manifiesta fisurada: la vida y el espritu tienden a
separarse. Su tiempo no es el mismo y, sin embargo, el uno no sobrevive al otro. No hay en ese libro tinieblas que podran ser disipadas (no
hay reino de la muerte donde cualquier cosa de este mundo se conservara). El viaje interior (o al Infierno) no es un viaje a otro mundo sino
a un reflejo de l que se derrumbara con l. Muerto, nada permanece
de nuestro mundo de imgenes; vivo, no se puede recuperar el recuerdo en la existencia; permanece obsesivo e inasimilable, con tanta
precisin como para que pueda ser evocado; con cada recuerdo perdido, con cada carta rota como un cristal que se quiebra, qu sacudimiento de la razn! As vivimos, de muerte en muerte, de locura en
locura. Del mismo modo [65] que un espejo roto devuelve imgenes
concomitantes e inconciliables, el recuerdo y la novela refractan
parcelas complementarias de s, en series temporales, paralelas y
solidarias.
Jean Roudant
62
[67]
El viaje inicitico
Los grandes poetas de la Antigedad, Scheherazada cuando contaba la historia de Simbad el Marino, el autor de los Viajes de San
Brandn, saban muy bien que describan, bajo la forma pintoresca y
cautivante del viaje imaginario, el proceso de la iniciacin mayor que
pasea al individuo a travs de los numerosos planos del conocimiento y
la experiencia. Las novelas de caballera conservaban la preciosa
leccin y la tabulaban cristianamente. Luego, la tradicin, si no se ha
perdido, se ha desviado. Lo que resida en lo consciente se ha disuelto
en lo inconsciente. Inspirados en el ms alto grado por el presentimiento o la aprehensin concreta de lo numinoso y lo inicitico, el
Goethe de Wilhelm Meister y el Dante de la Divina Comedia han
enriquecido con prolongaciones sutiles y sublimes las etapas ingenuas
del Pilgrims Progress de John Bunyan. Para otros, voluntariamente o
no, la iniciacin se ha tomado crptica: el Libro Quinto de Pantagruel,
el Viaje a los Estados de la Luna y del Sol de Cyrano de Bergerac han
torcido y transformado lo sagrado hasta el punto de tornarlo irreconocible. De este modo, desde Eleusis a Liliput, el camino ha sido invadido
por la maraa, las zarzas y las ortigas.
Algunos grandes iniciados de instinto reencontraron la antigua
veta; es la que Poe hace seguir a Arthur Gordon Pym, que desemboca
en el blanco absoluto, [68] pero el Nils Klimt de Ludwig Holberg evita
la encrucijada oracular arrojndose en la stira que haba hecho
63
ser verdadero.
Al lado de Axel, Hans, el gua islands, personifica la materia elemental. Casi mudo, carente de un lenguaje comn, y tambin de
naturaleza, est hecho de la misma sustancia que la roca: slido,
seguro, eficaz, se puede tener confianza en l, apoyarse sobre l, pero
no comprende nada de la aventura que vive; nada lo asombra, ninguna
de las ideas y de las pasiones de los hombres lo conmueve pero conoce
los elementos, vive en comunicacin con ellos; es el intermediario
entre la materia bruta de la tierra y esos dos intelectuales, Axel y
Lidenbrock, prisioneros del mundo cerrado de las bibliotecas sin
ventanas sobre la naturaleza. En este sentido, Hans es tambin un
iniciador que abre las puertas sobre un conocimiento que el saber
libresco de sus acompaantes no puede alcanzar. Su figura resulta as
una contrapartida, pero tambin un complemento: es el hombre que
ignora la aventura y su finalidad, pero que se convierte en necesario
para su realizacin.
66
71
[75]
Contes drlatiques de Balzac. No se los ve a ninguno de los dos ilustrando a Julio Verne. Gavarni tuvo demasiado encanto, Dor demasiada personalidad. Habran hecho algo paralelo a la obra de Julio Verne,
se habran dejado extraviar por un texto que, despus de todo, slo
poda ser seguido fielmente. Los artistas, de los cuales el autor tena
necesidad, deban consagrrsele, leer sus libros con la credulidad y el
fervor de la juventud. No eran stas cualidades tan difundidas ni
tampoco fciles de exigir a dibujantes demasiado de moda, aunque los
72
74
[77]
75
78
[81]
Tres rusos y tres ingleses en el frica austral, donde, una vez hechas las
presentaciones y fijado el paisaje, se caa en el dibujo de una triangulacin geodsica. O aun, cosa que yo prefera, se trataba una empresa
que desafiando la imaginacin tomaba forma en la calma de un gabinete o de una sala de conferencias (Cinco semanas en globo, De la Tierra
En las citas que siguen, los ttulos de Julio Verne son sealados por iniciales:
82
apenas si sus pies... (H. S.), Yo vea aqu y all humaredas que suban
por el aire (C. T.), La noche los sorprendi a media milla del campamento (H. G.) la vieta de Riou es tan conmovedora como los
83
[85]
84
a la Luna ofrece una vista de nuestro satlite que se parece mucho a las
fotografas tomadas por el Luna IX; Tampatown, de donde sale el tren
de proyectiles hacia la Luna, est a pocos kilmetros del Cabo Kennedy
(que figura en el mapa dibujado por Montaut); casi todos los bancos
que reciben las suscripciones existen todava en la actualidad.
86
87
[89]
El sentimiento
del artificio
Hay movimientos en Verne: el proyecto y la aplicacin. Slo se conoce un ejemplo tan perfecto como Verne de un objetivo definido lo
bastante tempranamente como para que el autor no pudiera ser
acusado de perseguirlo despus de haberlo alcanzado. Se trata de
Balzac y de La comedia humana.
El plan
En 1867,1 en la Advertencia del Editor al primer volumen de la coleccin in8 ilustrada de los Viajes extraordinarios. Viajes y
Verne tena entonces en su activo slo cinco volmenes, seis si se agrega Des-
88
nuestra poca, y que ste es el momento en que la ciencia ocupa un sitio dentro
del dominio de la literatura.
(...) Las nuevas obras del seor Verne se agregarn sucesivamente a esta edicin, que tendremos cuidado de tener al da. Las obras aparecidas y las que
tienen que aparecer abarcarn as en su conjunto el plan que se traz el autor
cuando puso como subtitulo a su obra Viajes por los mundos conocidos y
89
90
Y, ms adelante:
Pero... tenis un objetivo? S, le contest, y le particip mi proyecto de
sustituir, en una novela, las maravillas de la naturaleza a las maravillas de la
imaginacin (pg. XXII).
La aplicacin
31 ttulos!, es decir una masa de novelas de anticipacin que se
buscara en vano antes e inmediatamente despus de Verne, son obra
de Jean de la Hire, un autor tan abundante en lo conjetural que es el
primero en superar a Verne en cantidad en ese campo (54 ttulos); esta
obra se abre en 1907 con Le trsor dans labme (El tesoro en el abismo)
y llega a la pieza N 31 en 1930. Entre sus contemporneos tardos. Paul
dIvoi slo ha publicado unos 15 ttulos de anticipacin, Danrit 13 (es
cierto que los cuatro ttulos. La guerra del maana. La invasin negra.
92
1863
1864
1) viaje subterrneo
2) mundo prehistrico
nombres, 1861
3) fsiles vivientes hombres 3) ideas originales
terciarios
94
1865
De la Tierra a la Luna
1) viaje astronutico
verdadera)
2) MCDERMOT: A Trip to the
2) obuses y caones
3) cohetes rectificados
[96]
1866
TYSSOT
DE
95
1867
miento. ..
1) SWIFT: Viales de Gulliver,
1) antigravedad
3parte (1726)
2) aparato volante individual
2) RESTIF
DE LA BRETONNE: El
volantes, 1864)
1870
Alrededor de la Luna
1) ver 1865: De la Tierra a la Luna
1) vase 1865
2) satelizacin alrededor de la
[97]
[97]
2) viaje submarino
3) Atlntida
1871
navo gigantesco
1875
Charmion,1839
La isla misteriosa
1) reconstitucin de la civilizacin
tcnica
2) vase 1870
[98]
97
1877
Hctor Servadac
numerosos fragmentos de la
Idea original
1) can gigantesco
3) utopa de CiudadFrancia
1879
(episdico)
rios de la Luna
1879-80 La casa a vapor
La imitacin de Noname (Luis
automvil en caravana
98
1885
Mathias Sandorf
1) vase 1870: Veinte mil leguas de
1) los elctricos
viaje submarino
2) mucha literatura desde el siglo
2) sugestin magntica
XVIII
1886
Robur el conquistador
Inspirado por Noname: Frank
helicptero
Enrico
Wanton alle Terre Incognite
Australi, ed al Paese delle Scimie,
1749 Carta de un mono, apud El
o, ms
99
1889
1889
can gigantesco
la Begum
[100]
de un periodista americano en
2889)
la vida familiar anticipada
1892
cine o televisin
La isla de hlice
1) isla artificial apoyada sobre
ciudad
Julio Verne)
ra, 1837
100
Face au drapeau
1896*
(1894)
1897
[101]
1901
1) un pueblo de hombresmono
Mario Turiello, las fechas de composicin de las obras (Verne estaba adelantado en
relacin con su programa de publicacin); esas fechas estn indicadas entre parntesis)
101
1904
(antes
de)
dor
[102]
Tierra (1887)
102
1910
(1902)
invisibilidad
1910
(antes
Ayer y maana)
de
1905)
miento de la civilizacin
Hurlubleu (1833)
2) redescubrimiento, en el porve-
3) Atlntida
de viaje submarino
1910
(1903)
La sorprendente aventura de la
misin Barsac [103]
[103]
103
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[105]
ese Gran Norte como uno de los puntos sensibles del planeta? El punto
en el que justamente parece haberse formado, cristalizado, en forma
absolutamente repentina, un gran estado de equilibrio nutrido de vida,
de sutil tensin magntica, despus que Rusia y los Estados Unidos
manifestaron, de manera ciertamente un poco oculta, su deseo y su
preocupacin por hacer cesar entre ambas una oposicin que muchas
veces se mostr a punto de ser mortal, y ello a pesar de todas las
divergencias de opiniones o de intereses que estn puestos en juego.
Y no hay tambin una brusca maduracin del destino de los tres
estados que forman el Gran Norte? Despus de tanto suspenso dramtico, no vemos que los vecinos, antao hostiles, estn hoy en secreta
conexin? Rusia enfrentando a Amrica por su Norte y por su Oriente
siberiano, Amrica respondindole por los extraos recortes de su
Alaska, que por otra parte perteneci a Rusia hasta los aos 60 del otro
siglo, y el Canad, especie de reserva de la raza blanca, extendiendo
inmensamente sus tierras bajas y heladas hacia el Septentrin.
Sentimos, gracias a la lectura de Julio Verne, que el Polo Norte es
verdaderamente el Polo activo de la Tierra. Su accin cesa en el Ecuador Terrestre. Ms all del Ecuador, es el Polo Sur quien ejerce su influencia, pero la vida es casi nula alrededor de este Polo, y desrtica en
una superficie ms importante que la del Polo Norte.
Digamos, de una manera general, que una relectura de Julio Verne
nos vuelve a poner en comunicacin con muchos puntos de la geografa y la historia del mundo un tanto ocultos en el corazn mismo de
una geografa y de una historia ostensibles. El Universo se nos sensibiliza en el interior de un pasado que esclarece nuestro presente del cual,
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107
[109]
Los nufragos de
la tierra
En la poca en que la aceleracin de la vida conduce a la simplificacin del pensamiento, a la rapidez de las clasificaciones, a la generalizacin de los juicios, Julio Verne es consagrado sin reticencias como
el padre de la Ciencia Ficcin.
Desde un punto de vista cronolgico, esta afirmacin generosa es
inexacta. En su Cronobibliografa de las utopas, que la Gestapo ha
condenado a seguir siendo un esbozo, Rrgis Messac ha enumerado de
1502 a 1863 (fecha de la aparicin de Cinco semanas en globo) 227
libros de anticipacin. Esa cifra ser ciertamente sobrepasada cuando
aparezca el monumental recuento emprendido desde hace muchos
aos. Pero si no es el precursor nico y sublime de la ciencia ficcin,
Julio Verne ha ocupado sin embargo un lugar importante en su gnesis. Intentar situarlo es tambin investigar por qu su imponente
estatura ha ocultado a escritores cuya imaginacin se ha revelado con
frecuencia ms sorprendente que la suya.
De los variados polos que imantan la cienciaficcin moderna
(ecuacin espaciotiempo, universos paralelos, viaje en el tiempo y su
consecuencia extrema, la paradoja temporal, promocin del reino
mineral o vegetal, promocin de ciertas especies animales: perro,
insectos..., definicin de una nueva cosmogona, mutantes, robots,
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Aventura sin igual de cierto Hans Pfaal, pero sin renunciar a la verosimilitud cientfica, y con igual dosis de humor, transport a su hroe a
la Luna, y mediante un eplogo de ingeniosa ambi-[112]gedad, logr
sembrar la duda en el espritu del lector en cuanto a la realidad de la
ascensin del zapatero de Rotterdam. Ms audaces todava, G. Le Faure
y H. Graffigny han mostrado, desde 1889, al hroe de Aventuras de un
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guerra de los vampiros, 1908), un extrao libro,2 angustiado, desgarrante, cruel. Se encuentran en l ecos lejanos de los trgicos acentos
de Maldoror. Como en su obra precedente La conspiration des milliar-
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Veinte mil leguas de viaje submarino es, de todos los libros de Julio
Verne, uno de los que conserva ciertamente ms ntegro su encanto.
Pero lo debe menos a lo maravilloso cientfico ya perimido o menos
perceptible por el pblico actual que a la presencia de ciertos elementos tomados en prstamo del melodrama o de la fbula. Y, para empezar, Nemo, el proscripto, el sublevado solitario cuya capa de
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cedido en el mundo subterrneo por Nicols Klim en 1741, por Hrcules en una fecha indeterminada y, por supuesto, por Ame Saknussem.
Entre sus sucesores, una personalidad inesperada: Tarzn. Tarzn, o
mejor dicho John Clayton, Lord Greystoke, llegado [119] en 1930 para
restablecer el orden en Pellucidar, mundo cncavo que David Innes,
otro hroe de Burroughs, haba descubierto en El corazn de la Tierra
(1923).4
Al contrario de Lidenbrock que, guiado por una pura curiosidad
cientfica, haba preparado largamente su Viaje al centro de la Tierra, el
ingeniero Innes es arrastrado a la aventura a su pesar: resorte dramtico hbilmente conducido. El topo mecnico, aparato de su invencin destinado a horadar los pozos, se desenfrena durante el curso de
una experiencia, agujerea la epidermis terrestre y precipita a su pasajero en un mundo interior y de aspecto cncavo, pues la Tierra es una
bola totalmente hueca.
Pellucidar se parece mucho al universo pico ya proyectado por
Burroughs en el cosmos. Sus pueblos coexisten en una sangrienta
anarqua. Cediendo a su obsesin por las aberraciones biolgicas, el
autor crea una fauna en la que los animales venidos de la prehistoria
alternan con otros nacidos de su imaginacin. De este modo, se puede
ver que el hroe logra no sin peripecias la domesticacin del ancestro del perro.
En el mundo cncavo, el hombre es un esclavo, la bestia de carga,
el cobayo de una raza de dragones alados que, en vas de extinguirse,
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viaje submarino, pero con menos fortuna, Julio Verne se queda a mitad
de camino entre el mundo de los sueos y el mundo del que no se
atreve a evadirse.
A falta de la anticipacin, cuya fascinacin restringe la obra de Burroughs, es sobre el misterio que, gracias a un suspenso sostenido
hasta la famosa erupcin volcnica, se va a apoyar el esfuerzo por
mantener el inters del lector. Es Saknussem un mistificador, como
permite suponerlo el criptograma inicial? Ha ido tan lejos como lo
pretende? No va a surgir de las tinieblas para impedir a los dos intru120
eterno Adn (1910) por una advertencia respecto de ... las conclusiones acentuadamente pesimistas, contrarias al orgulloso optimismo que anima los Viajes extraordinarios. Este libro inesperado y
rechinante sorprende [121] por una lucidez que deja de otorgar una
confianza ciega a la Providencia y a sus decretos. Ofrece una visin
menos serena que el Diario de un periodista en 2889.
Lejano en la marcha de los tiempos, el globo est recubierto por un
vasto ocano que rodea la nica tierra habitada, que es una isla: el
Imperio de los Cuatro Mares. Al cabo de siglos de lentos progresos, sus
sacerdotes y gobernantes han logrado culminar en un estadio medieval
del que estn muy orgullosos. Esa satisfaccin intelectual se derrumba
el da en que un sabio, arreglando su jardn, descubre los vestigios de
una civilizacin ms evolucionada la nuestra dotada de electricidad y en relacin con la cual el Imperio de los Cuatro Mares desempea el papel de Bajo Imperio, es decir de zona brbara.
Para Rosny, La muerte de la Tierra (1908) no resulta de ningn di121
en 2889.
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aires (la demencia). Una fila ms abajo, los relatos en los que el autor
deja creer por un momento en la intervencin de lo sobrenatural: Las
Indias negras, La esfinge de los hielos, Mathias Sandorf, La isla misteriosa, Un drama en Livonia y, si no perteneciera a la primera categora,
El castillo de los Crpatos. Para terminar, aventuras marcadas por una
agradable fantasa: La vuelta al mundo en 80 das, La persecucin del
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[134]
Documentos
Carta de Raymond Roussel a Eugne Leiris
Querido amigo:
Ay, ha tocado usted una zona ardiente! Pdame usted la vida pero
no me pida que le preste un Julio Verne! Tengo tal fanatismo por sus
obras que estoy celoso de ellas. Si usted las relee le suplico que no me
hable nunca de la relectura, que no pronuncie nunca, tampoco, su
nombre ante m pues me parece que es un sacrilegio pronunciar su
nombre de otro modo que de rodillas. Es l, y con mucho, el mayor
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La carta reproducida1 fue dirigida, en el curso de la primavera o
del verano de 1921, por Raymond Roussel a su empresario y amigo
Eugne Leiris, que acababa de ser sometido a una seria operacin
quirrgica (a consecuencia de la cual morira pocos meses despus) y
que, sabiendo que Roussel tena las obras de Julio Verne, le haba
pedido sin cumplimientos que le prestara uno de sus libros para
distraer su convalescencia.
Escrita con la hermosa letra muy legible al mismo tiempo que fluida de Roussel, la carta ocupa las cuatro pginas de una hoja doble de
papel blanco muy fuerte (ancho 13 cm, alto 14,5 cm) y tiene arriba,
hacia el ngulo superior izquierdo de la primera pgina, un monograma en relieve de color plateado dos R entrelazadas enfrentndose, la
de la derecha es la imagen invertida de la otra y, hacia el ngulo
superior derecho, la direccin tambin en relieve y del mismo color:
25, boul. Richard Wallace, NeuillysurSeine. El texto comienza en el
recto del primer folio, sigue en el recto del segundo y luego en el verso
del primero (escrito de travs) concluyendo en el verso del segundo
folio (escrito en lneas horizontales como las pginas 1 y 3).
En su obra pstuma Cmo escrib algunos de mis libros (Pars, Libraire Alphonse Lemerre, 1935), Roussel se expresa as a propsito de
Julio Verne.
Mi admiracin por l es infinita.
1
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[138]
Oh Maestro incomparable, bendito seis por las horas sublimes
que pas durante toda m vida leyndoos y releyndoos incesantemente!
Michael Leiris
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juventud.
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M. S.: Pienso que s. Y me parece que proviene de esto. Sus colaboradores no tuvieron tal vez bastante en cuenta el hecho de que yo no
hablaba de Verne en general, sino de ciertos libros poco conocidos de
Verne y de la necesidad que tenemos de adaptarlos al pblico joven
francs de nuestra poca.
SL.: Precise su idea. El acadmico Behounek plantea, me parece,
una pregunta til. Cul es el pblico que sostiene la boga de Verne? Se
dirige a los nios o a los padres?
M. S.: La pregunta es en efecto importante y merece una respuesta
dducation, Verne se orienta hacia un pblico de jvenes; efectivamente, la clientela de la famosa revista de Hetzel y la que adquiere
los Viajes extraordinarios en su encuadernacin dorada, es una
clientela de adolescentes burgueses que cursan humanidades y que
estn por ejemplo interesados e implicados en la serie de artculos de
Laurie sobre la vida de los escolares de diferentes pases. A pesar de
eso, en numerosas oportunidades, Verne recuerda que su pblico es
ms amplio. De este modo, publica La vuelta al mundo en Le Temps,
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opina usted?
M. S.: Tal vez sea esto posible entre ustedes. La experiencia merece
ser intentada. Uno de los objetivos del Congreso3 que nos ha reunido
era justamente la posibilidad de comparar nuestras experiencias. Esta
solucin no conviene a Francia por la razn que yo les acabo de dar y
que tiene relacin con nuestra situacin histrica, pero tambin por
otra razn que me parece ms general. Los libros para nios (entiendo
por ello los libros de entretenimiento) deben ser libros de consumo
inmediato. Si los cargamos con largos prefacios y notas los transformamos en libros de estudio y hacemos difcil esta distraccin y esta
de 1964.
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falsear su sentido), pero al mismo tiempo no olvidar que los libros estn
hechos para el pblico y no el pblico para los libros. La actitud que
concierne a la adaptacin que defiendo aqu tiene por otra parte sus
timbres de nobleza. Ha sido defendida por Hetzel, el gran editor francs,
cuyas opiniones Verne segua escrupulosamente, y por Verne mismo.
Por cierto: es el autor mismo a quien Hetzel pide esta adaptacin.
Pero es menos justificado el principio cuando se trata de un autor
muerto y de ciertos detalles que ha desaparecido de nuestros hbitos o
que deben desaparecer?
Julio Verne ha dado justamente su opinin sobre un problema
muy conexo. Se la da a Hetzel que le pide modificaciones en su novela
seguido sus consejos suprimiendo el gran relato de Joe sin sufrir? Por
otra parte, querido Hetzel, voy a revelarle todo mi pensamiento: no me
interesa demasiado ser un arreglador de hechos; en consecuencia,
estar siempre dispuesto a modificar para el bien general.
Yo no pienso, pues, que sea ser infiel al pensamiento de Verne presentar adaptaciones que son de hecho (para sus novelas olvidadas)
trozos selectos que [149] sin embargo conservan y aun subrayan el
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Descubrimiento prodigioso?
A lo que se ha dicho sobre Julio Verne conviene decididamente
agregar lo que se sabe sobre X. Nagrien, nacido el mismo da que su
ilustre compatriota, muerto el mismo da y en el mismo sitio; se puede
agregar a todo esto, que la obra de los dos hombres puede superponerse.
Constituye esto una certidumbre?
En 1867 apareca publicado por Hetzel un pequeo volumen de 224
pginas titulado Descubrimiento prodigioso y sus incalculables conse-
cuencias sobre los destinos del mundo, por X. Nagrien. Julio Verne
estaba en la novena edicin de Cinco semanas en globo, en la tercera
del Viaje al centro de la Tierra y en la primera de De la Tierra a la Luna,
Hatteras (1876).
Sesenta y tres aos ms tarde, Edmondo Marcucci, en su ensayo
Giulio Verne e la sua Opera1 seala que ese relato ha sido publicado,
bajo el nombre de Verne en Espaa en 1872 y en Italia en 1895, y [151]
1
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Despus hay que esperar un siglo para que sea publicado en Nueva
York Un viaje a la Luna (1827, no traducido), de George Atterley, en el
cual se trata de una sustancia metlica que tiende a elevarse y que se
encuentra mezclada con la tierra.
La idea es muy cercana a la de Swift pero, en 1864, uno o dos desconocidos que firman Stephen Howard y Carl Geister la hacen progresar un poco en una obra traducida al francs por Cathelineau al ao
siguiente bajo el ttulo de Viaje a la Luna segn un manuscrito autnti-
co proyectado desde un volcn lunar. Aqu, los autores se han preguntado honestamente de qu modo un material antigravitatorio podra
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Existe otro libro bajo la misma firma, un corto relato fantstico que se titula
Una pesadilla.
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