Mi agente viajero llegar a cobrarte,

ser un hijo tuyo, gota de tu sangre;

presentar un cheque de cien mil afanes.

Por: Bill Cosby

Investig: LIC. JULIAN D. ESPAA
SOLIS.

Y entonces, mi nio, como un hombre honrado,

A tu propio hijo debers pagarle.

HIJO
Si quieres amarme bien puedes hacerlo,

Rudyard Kipling

Tu cario es oro que jams desdeo.

Ms quiero que sepas que nada me debes,
Soy ahora tu padre, tengo los deberes.
Nunca en las angustias por verte contento,
he trazado signos de tanto por ciento.

CONDENSADO DE FATHER HOOD 1988 POR WILLIAM

COSBY PUBLICADO POR DOUBLE DAY & OTROS CO
INC. DE NUEVA YORK, NUEVA YORK VERSION EN
Ahora
Quisiera
orientarte,
ESPAOL SER PADRE 1988
PORpequeo.
EDICIONES
URANO
DE BARCELONA ESPAA.

EL INGRATO OFICIO DE SER PADRE

EL INGRATO OFICIO
8 DE SER PADRE
Por: Bill Cosby

Los poetas han dicho que la razn para tener hos es hacernos
inmortales. Debo reconocer que le ped a Dios un ho porque
deseaba contar con alguien que preservara el apellido de la
familia.
Pues bien, Dios as lo hizo, y ahora coneso que a veces le he
dicho a mi ho: Inventa cualquier apellido. Slo ten cuidado de
no decirle a nadie quin eres realmente.

Hacernos inmortales? Ahora que soy padre de cinco criaturas,

mi nica esperanza estriba en que todos ellos hayan dejado esta
casa antes de que yo muera.
No, no fue por alcanzar la inmortalidad por lo que mi mujer y yo
produjimos estas adoradas fuentes de ropa sucia y ruido
incesante. Y tampoco porque pensramos que sera divertido ver
a uno de nuestros hos acomodarse en una silla y estirar una
pierna para que alguno de los otros, al pasar corriendo, fuera
lanzado al aire como un cohete espacial.
Por qu hiciste eso? pregunt al primero. Qu hice?
replic. Estiraste la pierna. Pap, no me d cuenta de que se
estirara la pierna. Le ha dado por estirarse con frecuencia en los
ltimos das.
Si no podemos adaptarnos a un mundo en que se dicen tales
cosas, ms nos valdr olvidarnos de criar hos y dedicarnos al
cultivo de las ores.
Mi mujer y yo tampoco tuvimos hos slo para que se anduvieran
gritando unos a otros por toda la casa, lo cual me obliga a
preguntar:
Qu pasa ahora? Mi hermana est metiendo el pie en mi cuarto
me contest mi ha. Bueno le de,1recurriendo a mi provisin de
paternal sabidura -, por qu no cierras la puerta, y ya? Porque
entonces no puedo ver lo que est haciendo!
Me guro que la verdadera razn por la que mi mujer y yo tuvimos
hos fue la misma por la que Napolen invadi a Rusia: porque en
su momento pareca una buena idea. Desde entonces, sin embargo,
he tenido algunas dudas, principalmente respecto a mi inteligencia.
Esas dudas comenzaron a atormentarme cuando la primera de mis
has tena 18 meses de edad. Cada vez que entraba yo a su
habitacin, la nia coga alguno de los juguetes de plstico que
haba en su cuna y lo arrojaba al suelo. Yo lo recoga, lo limpiaba y
se lo devolva.

No tires eso al suelo, encanto, le deca, y luego que se lo daba de

nuevo, otra vez lo arrojaba al suelo.
A veces, un padre de familia necesita de 10 a 15 repeticiones de
esta extraa actividad antes de que empiece a comprender que
deber dejar en el suelo esa cosa.
Durante este jueguito, la criatura ha estado pensando: Esta persona
es divertida. No es muy lista, pero s muy divertida. El ejercicio de la
paternidad ha cambiado muchsimo desde que yo era nio. Muchos
hombres (yo, entre ellos) han pasado horas y horas preguntndose
cul es exactamente el papel que se supone debe desempear el
padre de familia. La respuesta, desde luego, es que, por ms
frustrado que se sienta un padre, su papel se reduce, sencillamente,
a estar ah, presente, compartiendo responsabilidades y tareas con
su esposa.
Hace unas semanas, mi mujer me despert y me orden:
Ve abajo y prepara el desayuno. Pero mujer! objet -, son las
seis de la maana! Qu bien dices la hora! Baja pues, y prepara el
desayuno para los nios. Tienen que ir a la escuela. Pero, no hace
dao comer a las seis de la maana? Hace apenas doce horas que
comieron.

No os de que no comierais de esa fruta? pregunt el primer

pap. Cierto reconoci Adn. Entonces, por qu la habis
comido? No lo s respondi
2 Adn -.
El castigo que Dios les impuso a Adn y a Eva consisti en que ellos
tambin tuvieran hos. Y as qued establecida la norma, y no ha
cambiado nunca. Pero hay un consuelo en esta historia. Si nos
hemos esforzado amorosa y persistentemente en dar sabidura a
nuestros propios hos y no lo han aprovechado, no seamos severos
con nosotros mismos. Si a Dios le dio trabajo educar a sus hos,
por qu ha de ser fcil para nosotros?.

Sabe usted quienes son las nicas personas que estn siempre
seguras de cul es la forma apropiada para educar a los hos? Las
que jams los han tenido.

El nico sonido que me molesta ms que or decir no lo s es el

del llanto de alguna de mis criaturas. Trata uno
desesperadamente de calmar a una ha mientras le enjuga las
lgrimas e indaga el nombre de quien ha causado esa desgracia.
Pero los planes que hace uno para matar al culpable se
derrumban cuando se entera de que es otra de las propias has.

CONDENSADO DE FATHER HOOD 1988 POR WILLIAM COSBY

PUBLICADO POR DOUBLE DAY & OTROS CO INC. DE NUEVA
YORK, NUEVA YORK VERSION EN ESPAOL SER PADRE 1988
POR EDICIONES URANO DE BARCELONA ESPAA.

Es muy mandona conmigo!, dice la que llora.

La tragedia la ha causado su hermana, por impedirle que se

ponga uno de los chales de seda de su madre.
Se llama inmediatamente a la hermana mayor.

Investig: LIC. JULIAN D. ESPAA SOLIS.

Es que mam te ha dicho que no te lo puedes poner advierte

la mayor a la menor. Ya lo s, pero no por eso me lo puedes
arrebatar replica la menor, quien apoya su alegato arrojndose
de picada sobre la cama.
Va uno luego ante la madre para intervenir a favor de la pequea.

7
Ser padre de cinco hos me ha enseado una verdad csmica:
no hay principios absolutos en la educacin de los nios. Qu
se puede decir de un asunto en el que la contestacin favorita de
un cro es: no lo s?
Un pap entra en la habitacin de su ho y observa que el chico
se ha quedado sin pelo.
Qu te pas en la cabeza? Exclama el padre. No lo s
replica el chico. Qu no lo sabes? Bueno, dime: conservaste
la cabeza durante todo el da? No lo s.

Nuestra hita menor sufre una crisis nerviosa porque quiere

4
ponerse tu chal un rato, se le dice Hay alguna razn especial
para que no se lo ponga?
La mam expone entonces su razn: porque ella le ha dicho que
no.
Vuelve uno en busca de la nia, angustiado. Pero sta, sin
embargo, ya est feliz, jugando con alguna otra cosa. El estado
de nimo de todo padre cambia ms lentamente que el de las
criaturas lloronas. Digamos que esta es la brecha de la angustia,

que constituye otro aspecto de la funcin del padre: tratar de

comprender tanto la aiccin como la alegra de los hos.

Pero pap! observa el chiquitn, dulcemente -, es que no

estaban ah cuando yo los busqu.

Ya he comprobado que los nios no recuerdan sino lo que les

conviene. Supongamos, por ejemplo, que el pap, sentado en la
sala, de repente se da cuenta, que le hace falta alguna cosa que
dej en el piso alto, pero, por pereza, no se siente capaz de
trepar hasta all. Por fortuna, el pap ha sido coproductor de un
querubn de cinco aos que, en su presencia, est a punto de
destrozar un jarrn antiguo.

Ahora bien, no creo que nadie, ni siquiera un clarividente podra

haber armado si aquellos anteojos estaban o no sobre la mesa
de noche cuando el nio subi a buscarlos. El adivino si habra
podido decirle al pap: veo en esto una experiencia muy
instructiva.

Hito, quiero que vayas a mi cuarto a buscar algo y me lo traigas

aqu ordena el padre al chico. claro, pap! exclama el
vstago.
El pap le explica al pequeuelo el sitio exacto en que dej los
anteojos (sobre la mesita que est a la derecha de la cabecera
de la cama), y tambin, la exacta ubicacin de la recmara. Sin
embargo, el chiquillo est pasando dicultades para recordar la
diferencia entre la izquierda y la derecha.
Esta mano le indica el pap es la derecha. Haz un puo con
esta mano, para que al pasar la puerta de mi cuarto puedas
seguir en la direccin de la mano. Ser divertido, no crees?
Aj!

Y el clarividente habra tenido razn: el pap habra aprendido a

ir a buscar el mismo sus anteojos. Y eso es la paternidad.
Siempre que se salgan del carril sus hos, que les sirva de
consuelo pensar que ni an la omnipotencia de Dios logr
dominar a sus propios hos. Tras haber creado al cielo a la tierra,
Dios cre a Adn y a Eva. Y lo primero que les do fue:
No, eso no. Eso no, qu? Repuso Adn -. No comis de
la fruta prohibida orden Dios. Y dnde est? All seal
el Creador, quien en esos momentos se preguntaba porque no
haban dado por concluida su creacin tras haber hecho a los
elefantes.
Minutos ms tarde, el Creador vi como la pareja se hartaba de
manzanas.

Al cabo de un rato, al pap le parece que ha pasado mucho

tiempo desde que mand al chico a buscar los anteojos, y en
esto lo descubre, pasando frente a l, y pregunta:
Qu pasa, hito? Creo que te 5
ped que me trajeras mis
anteojos. Es que no estn all, pap. Los buscaste bien?
Sobre la mesa? Claro!
Entonces, all va el pap escaleras arriba, llevando al cro de la
mano. Y en su cuarto, sobre la mesita, estn los anteojos.

Y volv a dormirme. So entonces que iba yo con Scott por la

Antrtida, tal vez porque mi
6 mujer estaba echndome agua
helada en la cabeza.
As pues, tuve que bajar. Ya tena preparados el tocino, las
salchichas y los huevos, cuando se present nuestra hita de
cuatro aos.

 Buenos das, papito me do. Hola! le respond - qu

quieres para desayunar? Pastel de chocolate. Pastel de
chocolate? En el desayuno? Eso es ridculo!
Record luego los ingredientes del pastel de chocolate: leche,
huevo y trigo.
Todos ellos, parte de una buena nutricin.
As que quieres pastel de chocolate, preciosa? Bien, pues aqu
lo tienes.
Y cort para ella una rebanada de pastel.

Cuando los otros chicos, bajaron, por supuesto que tambin

quisieron lo mismo.
All tena, pues, a mis cinco hos devorando pastel de chocolate e
interrumpindose de vez en cuando para cantar. Pap es el
mejor pap que pueda tener uno! Pastel de chocolate nos da en
el desayuno!
El festn dur hasta que apareci mi mujer, quien exclam:
Pastel en el desayuno? De dnde sacaron eso? l nos lo
dio! respondieron a coro mis cinco adorables ingratos, y el de
ocho aos aadi: Nosotros queramos huevos y cereal.