Kantor PDF
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Directoras de la tesis
D r a. A n n a l i s a M i r i z i o - D r a. N o r a C a t e l l i Q u i r o g a
2014
NDICE
Resumen
INTRODUCCIN
1. Objetivos (9)
2. Metodologa (14)
3. Tadeusz Kantor y las condiciones de la creacin (29)
PRIMERA PARTE
ALGUNOS CONCEPTOS KANTORIANOS
Captulo 1. Mimesis y repeticin (49)
1.1. Contra la representacin, el otro lado del espejo (50)
1.2. El orden de la repeticin (59)
Captulo 2. Una clase de realidad: la "realidad del ms bajo rango". Tadeusz Kantor y
Bruno Schultz. (81)
2.1. Kantor y las vanguardias de entreguerras (81)
2.2. Kantor y Schulz: las metforas compartidas
2.2.1. El Libro (84)
2.2.2. La infancia (88)
2.3. Elogio de la pobreza (90)
2.3.1. La mitificacin degradante y la degradacin de los mitos (97)
2.4. El segundo hombre (106)
2.5. El retorno del ms all (108)
2.6. La degradacin de la fbula (112)
2.7. Hacia la materia original (120)
Captulo 3. La "SANTA ILUSIN teatral (125)
3.1. De la ilusin mimtica a la "ilusin imaginaria" (126)
3.2. La "ilusin sensorial" (129)
3.3. Una huella en la memoria. (134)
SEGUNDA PARTE
OBJETOS EN LA ESCENA
Captulo 1. Las peripecias de la construccin espacial (136)
1.1. El movimiento escnico: el "MULTIESPACIO" y las metamorfosis (144)
1.2. En el principio de la escena era la imagen (158)
Captulo 2. Los objetos en la escena (175)
2.1. Objetos iconogrficos (184)
2.2. Objetos autnomos (208)
2.2.1. Instrumentos musicales (223)
2.2.2. La msica (226)
2.2.3. Los marcos (237)
(414)
RESUMEN
La presente tesis trata sobre la construccin escnica del artista polaco Tadeusz Kantor,
uno de los revolucionarios teatrales de la segunda mitad del siglo XX.
Al abordar su teatro eminentemente visual, desarrollado en paralelo con la dedicacin a
la pintura, emprendimos la investigacin desde una perspectiva multidisciplinar, habida
cuenta que los intereses del artista abarcaban otras reas de la creacin y el
conocimiento, incluida la ciencia.
Para atender a estas premisas nuestro marco conceptual de partida fue la semitica del
teatro que nos permiti leer la escena kantoriana como una construccin que acarreaba
la simultnea destruccin del drama tradicional como objetivo manifiesto.
Los textos tericos de Kantor sumados a otros, filosficos, crticos, literarios y poticos
sustentaron nuestra escritura en su propsito de establecer de qu manera haba
edificado una realidad no mimtica en su escena.
Emprendimos despus el anlisis de cada uno de sus signos teatrales y los seguimos a
travs de sus metamorfosis de un espectculo a otro; al mismo tiempo que los
confrontamos con la reflexin del artista y las incidencias en el campo de la cultura
polaca y europea.
En dicho recorrido comparativo hemos procurado subrayar en todo momento cules
haban sido los medios conceptuales y las estrategias espectaculares, siempre
heterodoxas, a las que haba recurrido a fin de desacreditar desde su escena cada uno de
los supuestos vigentes en el teatro de corte mimtico para construir, ex novo, una
escena otra.
INTRODUCCIN
A fines del siglo XIX el teatro vivi una revolucin que situ la puesta en escena en el
centro de la representacin que lo situaba como un arte visual y autnomo. Sin
embargo, dicha eclosin vena fragundose desde las tensiones que, a nivel conceptual,
tuvieron lugar durante el siglo anterior en el arte en general y en el teatro, habida cuenta
de la intensa labor teortica1 que se llev a cabo en la poca junto a una prctica
escnica acorde con ella, sin las cuales no es posible entender las propuestas de los
renovadores finiseculares.
Goothold Ephraim Lessing, quien haba denunciado el clasicismo obsoleto en su texto
preceptivo del Laocoonte (1766), abri nuevas perspectivas al teatro por la va de la
visualidad en sus crticas reunidas en la Dramaturgia de Hamburgo (1767-1769).
Afirmaba la importancia de los gestos y el control racional de la pasin en el actor,
recogiendo las ideas de Diderot en cuanto deba separar al personaje de su persona.
Asmismo, consideraba la escena como un cuadro acentuando, otra vez, el carcter del
teatro como un espectculo visual.
Esta lnea de oposicin al clasicismo se continu a principios del siglo XIX con dos
textos: el Prefacio de Cromwell (1827) de Victor Hugo y la Carta a Lord*** (1830)
de Alfred de Vigny. Ambos atacaban, sobre todo, la pice bien faite, teorizada por
Scribe y construida segn las normas de la tradicin clsica que en la escena
representaban las figuras de Racine y de Voltaire, proponiendo
a cambio, como
Sin embargo, el director escnico del siglo XIX an conceba el teatro como una
traduccin escnica del texto del dramaturgo, a pesar de las advertencias de Diderot:
las palabras no son, ni pueden ser, otra cosa que signos aproximados de un
Algunos de los ms influyentes autores: en Francia; Franois Riccoboni (El arte del teatro); su hijo
Louis Roccoboni, quien sistematiz la commedia dellarte italiana y la tragedia (De la reforma del teatro)
y , sobre todo, Diderot (La paradoja del comediante, 1773). En Alemania, Lessing (Dramaturgia de
Hamburgo,1767-1769). OLIVA, CSAR/ TORRES MONEREAL, Francisco: Historia bsica del arte
escnico. 1994. 3 edicin. Ctedra. Madrid, p. 238-24
2
[El teatro]Se ofrece, pues, a las miradas, solo, pobre y desnudo como el enfermo del Evangelio....
HUGO,Vctor: Prefacio de Cromwell. http:es.scribd.com. Sin mencin de edicin original.
Hacia principios del siglo XX, Gordon Craig , Vajtnov, Gremier, Appia y ms tarde
los futuristas entendieron que no era posible tal autonoma si la creacin escnica
continuaba dependiendo del texto escrito. Las reflexiones de Isadora Duncan en torno
a la danza y sus vnculos con la tragedia griega, en las que lamentaba la divisin del
espectculo y la primaca del texto, tuvieron eco en el pensamiento de Craig en el
sentido de que los actores deban dejar de hablar y aprender a moverse.
El anti
En esta lnea de pensamiento, como gran parte de los artistas polacos de su generacin y
de la generacin simbolista polaca precursora, Tadeusz Kantor (Wielopole-Skrzynskie,
1915- Cracovia, 1990) fue un creador mltiple que desdibuj siempre los limites entre
las disciplinas que practic. Pintor, escengrafo, autor, dramaturgo y terico, sus ideas,
expresadas en los manifiestos y en las partituras de sus puestas en escena, estn
escritas con un lenguaje y una forma potica en las cuales incluso la tipografa tiene un
valor a la vez semntico y esttico, como el diseo grfico de los constructivistas, que
tanta influencia ejercieron en el pensamiento y en la prctica del artista. Por esta razn,
las citas de sus palabras en esta investigacin han respetado esa caracterstica de su
escritura.
.
Kantor vivi en una poca marcada por dos guerras mundiales y la inclusin de Polonia
en el rea de dominio sovitico, se caracteriz por la aparicin de nuevos gneros
teatrales y plsticos cuyas concepciones, a la par de reivindicar la inmersin del arte en
la vida denunciaron, en la segunda posguerra, su consideracin de mercanca. Una
criollizacin cultural permanente subyacera en las acciones destructoras de los lmites
clsicos que circunscriban las artes en espacios canonizados, desacreditando la nocin
de pureza, ya fuera racial, lingstica o esttica.
3
DIDEROT, Denis: La paradoja del comediante. 2001. Editora de Gobierno del Estado de VeracruzLlave. Mxico, p. 18.
La lectura que haca Kantor de la realidad presente y del pasado, en especial de los
levantamientos fallidos del siglo XIX contra las potencias -los imperios ruso, prusiano y
austriaco- que se haban repartido el reino de Polonia dos siglos antes era,
contrariamente a la tradicin artstica verncula, antirromntica e irnica, marcada por
la inversin carnavalesca de sus conos consagrados (y sagrados). La demolicin ajena y propia- formaba parte de su programa de creacin -como ya se ha sealado-, as
3
el texto
dramtico -creado por el autor- al que se subordinaba el resto de los signos escnicos;
los mtodos de formacin de los artistas -actores, directores, escengrafos- a travs de
escuelas y academias y rodeados por un crculo crtico que refrendaba o condenaba al
limbo las producciones, junto a los tericos de la escena que establecan el marco
cultural y axiolgico de lo que se consideraba propiamente teatral.
Una frontera clara separa al teatro dramtico de las otras manifestaciones escnicas,
como la danza y la pantomima, en las cuales, aunque constituyen narraciones visuales,
la palabra queda escamoteada por la omnipresencia del cuerpo. An cuando la escena
contempornea lo recobrara frente a la palabra, persisten hasta hoy las taxonomas que
distinguen las experiencias teatrales no dramticas -happening, accin, performance,
etc.- de aquellas que asumen la centralidad del texto y al cuerpo, junto con el resto de
elementos teatrales, como materia de su representacin.
Para m no hay ms teatro que el mo, declar Kantor en una entrevista realizada por Manuel
Malaver para El Diario de Caracas del 30/7/1981 en El teatro de la muerte. 2004. Ediciones de La Flor.
Buenos Aires, p. 277.
5
SARRAZAC: Op. cit., p. 179.
Por su parte, la cruzada anti actoral de Gordon Craig en favor del maniqu en las
primeras dcadas del siglo XX produjo un efecto inverso en la vanguardia teatral de los
aos treinta, caracterizada por la toma de conciencia de la centralidad del cuerpo
humano en la escena -ya presente en Artaud-, y que tuvo consecuencias en las formas
de actuacin de los actores al abandonar la representacin de cuo naturalista y asumir
otras que no rescindan su propia realidad, movindose as en un terreno ambiguo entre
el teatro y la performance.
Ello establece una diferencia entre la representacin de la realidad del teatro tradicional
y el impacto de la realidad propio de la nueva escena que, en el caso de Kantor,
transita por varias etapas desde su irrupcin en la dcada de los cuarenta hasta los
ltimos espectculos de los aos setenta y ochenta, en los cuales su relacin con la
realidad est mediada por la memoria y encarnada en los bancos de la escuela de La
clase muerta. En estos ltimos espectculos la realidad quedaba desmaterializada,
desplazada a un plano inferior respecto de su teatro performativo de fines de los
cincuenta y sesenta,
acentuada en la generacin
posmoderna posterior formada por Robert Wilson, Pina Bausch, Robert Lepage o Carles
Santos, entre otros7.
La imposicin de la realidad y el rechazo a representarla -en la pintura y en el teatroconstituyen, junto con la metamorfosis, el ncleo conceptual permanente que sostiene la
obra total de Tadeusz Kantor y que resisti a todas las traiciones a que el artista
someti sus teoras, a fin de poder seguir creando.
Kantor relataba en las notas a las puesta en escena de El retorno de Ulises (1944) de
Wyspianski de qu modo haba dejado de lado toda tentacin de esteticismo,
composicin ornamental, abstraccin al penetrar brutalmente el objeto tomado de la
realidad que apretaba por todas partes8, en medio de la guerra.
El primer contacto con la subversiva realidad teatral del artista polaco, el estreno
barcelons de La clase muerta (1975)9 y la brutal presencia de personajes casi
maniques y maniques casi humanos, nos produjo una conmocin que est en la
gnesis de la presente investigacin.
Las condiciones de transmisin de los dilogos, en lengua polaca,
carecieron de
traduccin simultnea sustituida someramente por una gua impresa que indicaba las
secuencias del espectculo y su relacin con el texto dramtico de Witkiewicz.
Tampoco el espacio -un teatro a la italiana- condeca con el lugar donde haba sido
preparado y estrenado -la caverna de la Galera Krzysztofory de Cracovia-, un reducto
abovedado, largo estrecho y oscuro, de piedra a la vista.
Quienes componamos la parte no polaca del pblico podamos poseer distintos grados
de acercamiento a la historia y la cultura del pas de origen de Kantor, conocido
suscintamente por ser la patria de Chopin, de Coprnico y de Maria Curie y por haber
sido el escenario principal del Holocausto, cuyo emblema era Auschwitz.
SNCHEZ, Jos A.: Prcticas de lo real en la escena contempornea. 2007. Visor Libros. Madrid, p.
11.
8
KANTOR: El regreso de Ulises II en Teatro de la muerte, p. 24.
9
Teatro Poliorama, 12/3/1983, Barcelona. Dos aos antes, se haba estrenado en Madrid, en el Centro
Dramtico Nacional, Wielopole, Wielopole, su segundo espectculo de 1980.
Tambin Kantor present en BarcelonaQue revienten los artistas! en el Mercat de les Flors (25/3) y en
el VI Festival Internacional de Madrid, en la Sala Olimpia(27/3). 1983
Volvi a Espaa en 1989, con el ltimo espectculo que pudo verse en el pas, No volver jams, el 22/2
en el Mercat de les Flors de Barcelona y en el Festival Internacional de Madrid, en el Teatro Albniz, el
1/3. Tambin otras ciudades espaolas fueron visitadas por el Teatro Cricot 2.
Sin embargo, el clima intensamente emocional que flua todo el tiempo de la escena
hacia la platea y
comunicacin cuyo lenguaje no pasaba por la palabra sino por lo que capturaba la
mirada y, tambin, por la intensidad de la msica que se oa, originando ese momento
en que todos, espectadores y actores [brillbamos] como dioses10.
No es posible ya, a ms de veinte aos de la muerte del artista, que los espectadores
actuales brillen como dioses ante sus espectculos. Su teatro est clausurado y nadie
podra representarlo, versionarlo o montarlo, como se hace con las piezas de los
dramaturgos, vivos o desaparecidos porque su peculiar relacin con el autor lo aproxima
a la categora de pintura. Del esfuerzo slo resultaran copias o falsificaciones, ms o
menos conseguidas, pero todas espreas en tanto le faltara la firma, la presencia de
Kantor en el escenario de todos sus espectculos.
El acceso actual a lo que fue su teatro slo es posible a travs de filmaciones y
grabaciones de ensayos, en cuyo caso el cambio de formato no teatraliza al pblico
sino que lo coloca frente a otra experiencia visual diferente: la de una imagen
cinematogrfica. Contrariamente, Kantor sostena que el teatro no poda contemplarse
como un cuadro, que deba ser vivido11, pero en el caso del suyo, las nuevas
generaciones no podrn tener esa experiencia, puesto que quienes s han disfrutado de
ella tienen no menos de cuarenta y cinco aos.
A unos pocos investigadores polacos y europeos que le han dedicado sus estudios, les
ha sido permitido presenciar los ensayos de alguno o de varios de sus espectculos,
como es el caso de Denis Bablet, gracias a los cuales -y junto a las grabacionespodemos tener acceso al trabajo con los actores.
En virtud de estas circunstancias, hemos sentido que quienes hemos podido asistir a sus
creaciones cargamos, en cierto modo, con la obligacin de dar testimonio de un arte
que no volver a producirse y que ha quedado como uno los hechos ms revolucionarios
de la escena contempornea. Dicho sentimiento es, junto a la emocin vivida, el motor
afectivo y tico de este trabajo.
10
KANTOR, Tadeusz: Entrevista realizada por Manuel Malaver para El Diario de Caracas, 30/7/1981,
en El Teatro de la Muerte, p. 276.
11
Una obra de teatro no se contempla!. KANTOR: El lugar teatral. 2010. Teatro de la muerte y
otros ensayos. 1944-1986. Alba Editorial. p. 17. Habra que agregar, sin embargo, que el artista realiz
una experiencia de participacin del pblico, propia del teatro de la dcada de los sesenta, en una
exposicin pictrica, como se ver ms adelante.
El hecho de que la mayor parte de los estudios sobre el teatro de Kantor hayan sido
hechos en otras lenguas que el castellano y que la mayora se ocupa de aspectos
parciales -los cuales han sido imprescindibles en este trabajo- nos ha animado a adoptar
una perspectiva espacial y objetual que diera cuenta de la construccin de la escena.
15
tradicional.
El artista entenda que el lugar de la vida no tena que ajustarse, ser anlogo al lugar
de la ficcin del drama, sino que deba oponrsele para conservar la singularidad de uno
y la otra, su autonoma. El espacio que descubri (una de las palabras predilectas del
12
artista cuando se refera a sus hallazgos, ya que sus investigaciones estaban regidas por
la reflexin, pero no menos por la aventura y el riesgo propios de los descubridores,
libre de representacin y analogas, fue el otro lado, el mundo de los muertos.
El teatro de la muerte (y de la memoria) de las dcadas de los setenta y ochenta ser
una localizacin extraa e irrepresentable que teir los acontecimientos de la escena.
Las emociones que despertaba discurran, como toda su obra, en espacios de frontera
imprecisos y permeables, situadas ya en la memoria.
Esta investigacin se esfuerza, pues, en dar cuenta del conjunto de elementos teatrales
que han contribuido a suscitarla, ya que no se originaba, como en el teatro mimtico cualesquiera fuera su grado-, en la identificacin con la fbula y los personajes, ni con
la estetizacin del atrezzo o los dispositivos tcnicos que contribuyeran a la ilusin de
realidad como un engao.
1. Objetivos
Si bien nuestra primera intencin fue dedicar el presente estudio a los maniques de
Tadeusz Kantor, durante la etapa de investigacin el foco centrado en ese particular
objeto -que el artista consideraba marginal- se fue ampliando en la medida en que, al
inscribirlo en una perspectiva terica como al resto de los elementos escnicos, los
cuerpos artificiales aparecieron como otro signo, si bien peculiar, de un lenguaje
escnico que vertebraba a todos los dems.
centrada en la
visualidad, en los objetos, en el cuerpo del actor -no en el actor- o sus repeticiones
artificiales? El marco de la revolucin teatral de principios del siglo XX y las dcadas
siguientes lo explican en parte. Sin embargo, el recurso constante de Kantor a la
reflexin terica durante la creacin de sus espectculos y su prctica paralela de la
pintura -que plantea sus propios cuestionamientos- nos permitieron acceder a un terreno
ms vasto e inexplorado que el de las concomitancias con las vanguardias artsticas
pasadas y actuales. En dichos escritos Kantor libra una batalla permanente contra la
representacin en el campo del arte, prolongando batallas anteriores, pero planteando
sus estrategias ocupando, paradjicamente, el terreno de lo supuestamente
representable: la realidad y el objeto real.
A esta pregunta sigui otra, inherente a ella: cmo se hizo realidad en la escena una
realidad vital que se negaba a representar? Ambas apuntan a dos de las direcciones en
que se mira el teatro de Kantor: en primer lugar, al teatro mismo y luego, a los dems
discursos que lo atraviesan -plsticos, literarios, estticos, histricos, ticos y religiosossumados a la memoria personal, presente en sus ltimas puestas en escena, y el
paulatino giro autobiogrfico que estas van adoptando. De aqu que hayamos acudido a
dichas disciplinas en la elaboracin de algunas respuestas.
Acorde con las dos preguntas acerca de la escena de Kantor, el estudio fue dividido en
dos partes. En la primera se intenta responder a la pregunta de por qu, incidiendo en
el marco conceptual de las rupturas de la escena kantoriana respecto de lo que se
entenda por teatro, para lo cual se han abordando las nociones de representacin
versus repeticin y de la ilusin teatral.
Estas cuestiones hacan necesario especificar a qu clase de realidad pertenecan sus
creaciones teatrales, que cumpliera la premisa de no ser representable, que nos ha
remitido a los textos de Bruno Schulz, en los cuales se apoya su propia concepcin.
Est dividida en tres captulos. El primero gira en torno al eje dicotmico realidad/
representacin el cual, segn la nomenclatura de Michel Foucault, enfrenta el orden
del espejo al orden de la repeticin. Dichos conceptos apuntalan la comprensin de
la escena de Kantor en la segunda parte.
El artista opondr la repeticin a la mimesis como estrategia para tergiversar las
categoras representativas, en especial los aspectos temporales, al enfrentar el tiempo
circular de la primera al tiempo cronolgico de la segunda. El espectculo
paradigmtico de esta estrategia ser Wielopole, Wielopole (1985), que desde el ttulo
constituye la puesta en escena de la repeticin, que sustraa a la creacin de la
10
Por esta razn se hizo preciso especificar, en el segundo captulo de la primera parte, a
qu clase de realidad apuntaba la obra escnica del artista polaco y cules eran sus
fundamentos.
16
11
fastuosa del teatro tradicional, Kantor la sustituy por la ilusin ingenua y pobre de la
barraca de feria, asentada en la realidad de la plaza pblica.
Esta se convirti en una referencia permanente a travs de los perodos que atraves su
actividad teatral desde el Teatro Clandestino (1942-1945), a las que Kantor apod
Teatro Informal (1955-1952), Teatro Cero (1956-1961), Teatro Imposible (1970-1975),
y, finalmente, Teatro de la Muerte (1975.1990).
Dichas etapas constituyeron otros tantos combates con la ilusin teatral, a la que Kantor
enfrent, como referente, la ilusin vital de la barraca de feria.
La deriva de la ilusin teatral representa, adems, un prototipo de las metamorfosis y las
traiciones a que someti sus ideas, pinturas, personajes y objetos a lo largo de su vida
artstica. Nunca renunci a una cierta clase de ilusin en su teatro, y por ello se ha
dedicado un espacio considerable a los conceptos y acciones artsticas que la
articularon. Nunca ignor su peso y su vigencia en la cultura presente, hasta el punto de
confesar que, en algunos momentos, haba cedido al encanto de alguna clase de ilusin,
si bien con la conciencia de que lo estaba haciendo17, segn lo documentan los
numerosos textos que Kantor le dedic, los cuales denotan, al mismo, tiempo, el estado
de perpetua tensin entre ambas categoras, realidad e ilusin, como principio que
abarcar toda la vida creativa del artista.
Tras haber acotado el estudio de estos conceptos en la primera parte, analizando el por
qu de algunas de las elecciones de Kantor que vertebrarn su teatro, en la segunda
parte se proceder a abordar el cmo, intentanso responder a la pregunta de cmo
se hizo posible esta clase de reinvencin teatral llevada a cabo por el artista polaco. Se
compone de tres captulos; el segundo de mucha mayor extensin ya que analiza cada
una de las categoras de objetos de la escena kantoriana.
El primero est dedicado a la formacin del espacio el cual, junto con la materia,
constituye el lugar de concrecin de su obra artstica total. Kantor conceba el espacio
teatral como un pintor el de un cuadro, atendiendo a la interaccin de sus elementos,
sin parar mientes en su jerarqua -figura, fondo, objetos-, y regido por el contraste y las
tensiones propias de un campo magntico.
17
El teatro no tiene que dar la ilusin de la realidad contenida en el drama. Esta realidad del drama debe
volverse realidad en el escenario. (...) La finalidad no es crear en el escenario una ilusin (lejana, sin
peligro) sino una realidad tan concreta como la sala. (...) Hay que crear las ilusin de que el desarrollo de
los acontecimientos es espontneo e imprevisible. KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p.
17-18.
12
El espacio era, para el artista, la materia primera, una especie de UR-MATERIA que
se moldea sola y que alberga/ todas las variantes de la vida posibles e inagotables18.
As, el espacio artstico adquira el mismo valor que el espacio csmico, en el cual el
artista creador actuaba como un Demiurgo, como un Primer Motor de categora
humana.
As, dos procedimientos dan lugar a la construccin de dicho espacio, de los que se da
cuenta en sendos apartados. El primero se refiere a los tipos de movimiento que lo
generan. El segundo, al origen
El segundo captulo de esta parte est dedicado a las variantes de la vida que integran,
segn nocin foucaltiana, un sistema, compuesto a su vez de series19.
La pertenencia a un sistema establece un tipo de separacin entre los objetos, que
se han agrupado en series: iconogrficos, autnomos, mquinas, bio-objetos,
embalajes y textuales. Dicha consideracin responde a que el artista construye series
con elementos heterogneos, que no forman parte de una en concreto pero estructuran
la realidad escnica en base a esa heterogeneidad, en la cual cada uno de ellos preserva
su autonoma.
incluido en dicha categora a los actores, los maniques y al propio artista en sus
personajes de director y de actor. En el sistema kantoriano la categora objetual no
representaba una merma de dignidad sino, simplemente, la posibilidad de que el objeto
se constituyera como tal en el campo del arte.
A diferencia del orden jerrquico normativo en la escena tradicional (o en la realidad
vital), ocupada por actores o simple atrezzo, la escena kantoriana se rega por la
convencin de que personajes y objetos formaban series de un mismo sistema, el de los
objetos teatrales. Por esta razn, sern analizados segn los criterios de emergencia y
metamorfosis por las que han transitado durante sus desplazamientos de un espectculo
a otro.
18
KANTOR: Leccin tercera, Lecciones milanesas en op. cit., p. 227. Se ha respetado la grafa original
del concepto, como se haba sealado anteriormente, criterio que se ha seguido en toda la investigacin.
19
FOUCAULT, Michel: El orden del discurso. 1980. Tusquets. Barcelona, p. 12.
13
El discurso kantoriano ocupa un espacio - el del teatro, la pintura, la reflexin tericaque conforma los signos y otorga significaciones del mismo modo como el teatral lo
hace con todos sus elementos. Por esa razn el espacio -teatral y pictrico- kantoriano
se convirti en el centro de nuestra investigacin, en tanto lugar donde se modelan los
signos y se otorgan las significaciones de un discurso generado en una cultura y
recreado por uno de sus individuos -nunca un trmino fue ms adecuado al sujeto al
que se le atribuye-, el artista enfrentado, por lo general, al conjunto de la comunida, la
cual particip en su gnesis de un modo transversal.
2. Metodologa
20
21
14
GROUPE 3H: Hetrologies. Pour une de-naturalisation de la critique littraire et artistique. 2006.
Presses Universitaires de Perpignan, p. 21.
23
No nos detendremos aqu a establecer las distinciones entre semiologa y semitica, ya que los
lingistas les atribuyen extensiones semejantes , siendo semitica preferido en las reas anglosajona y
rusa (MARCHESE , ngelo y FORRADELLAS , Joaqun: Diccionario de retrica , crtica y
terminologa literaria. Versin castellana del italiano de Joaqun Forradellas . 1986. Ariel. Barcelona, p.
367), si bien existen algunas diferencias pues la semiologa se refiere a un sistema de signos referidos en
especial a la lengua por Saussure, en tanto que su aporte a la semiologa no lingstica fue limitado. El
arte y la literatura llamaron la atencin de los primeros semiticos -Jan Murakowsky del Crculo
lingstico de Praga- quienes intentaron definir la especificidad del signo esttico fundada en el cono.
En Francia, bajo el impulso de Claude Lvi-Strauss, Roland Barthes y Alain Greimas, la semiologa se
inclin hacia el estudio de formas sociales que funcionan a la manera de un lenguaje, como los sistemas
de parentesco, la moda o los mitos y hacia el lenguaje literario. (DUCROT, Oswald/ TODOROV,
Tzvetan: Dictionnaire Encyclopedyque des scinces du langage. 1972. ditions du Seuil. Paris, pp.113119.). Ambas fuentes se refieren indistintamente a semiologa o semitica como la ciencia de los signos.
24
RUFFINI,E.: Semiotica del testo: l'esempio teatro, en BOBES NAVES, Mara del Carmen: Semiologa
de la obra dramtica (2. edicin corregida y ampliada). 1997. Arco Libros S.L. Madrid, p. 299.
15
Este efecto acta dentro de sus propios lmites espaciales y los de cada espectculo,
por lo que son considerados signos circunstanciales. Sin embargo, en el caso
particular de los espectculos de Kantor muchos de ellos permanecen semantizados
parcialmente de un espectculo a otro, lo que
estables dentro de la
teora general
En cuanto al valor paradigmtico de los signos, si bien los trece cdigos dramticos de
Tadeusz Kozwan o el inventario que conforma el texto dramtico de Bobes Naves25
subyacen en el anlisis del espacio kantoriano, lo hacen en la medida en que pueda
admitir tal codificacin un lenguaje teatral que desafa, precisamente, el concepto de lo
dramtico y toda gramtica que no sea la inherente a su propia estructura.
Kozwan recordaba que una de las primeras tentativas de examinar el arte desde la
perspectiva semitica corresponde a una comunicacin que Jan Mukarovsky present
en el VIII Congreso Internacional de Filosofa (Praga, 1934) en la cual defina a la obra
de arte como un signo que era, simultneamente, signo, estructura y valor, razn
por la cual la semitica era capaz de dar cuenta de su especificidad, aunque no propuso
ningn mtodo de anlisis para el dominio del arte.
Diez aos ms tarde, Eric Buyssens parece confirmar el carcter ambiguo que se
desprende de las consideraciones de Murakovsky, al afirmar que el arte es poco
smico, en tanto su naturaleza lo conduce a subrayar los elementos que producen
emocin y, en ese sentido, es antes el testimonio de un proceso psicolgico que la
concrecin de un acto smico, por lo que incluye al arte, junto con la publicidad, la
cortesa, la gesticulacin y las seales, entre los actos asistemticos.
Y, contina Kozwan, a pesar de que en dcadas posteriores las corrientes semiolgicas
-Roman Jakobson, Roland Barthes- tendieron a considerar al arte como un hecho
semiolgico, la teora del signo no fue aplicada sistemticamente a ningn dominio del
arte, salvo al cine. En cuanto al teatro, a pesar de que en una representacin teatral
todo se convierte en signo,
25
16
trata de una obra de arte- que propone ese discurso. Abordar el mtodo por su
resultado , por su realidad existente, como propone Kozwan26.
Somos conscientes que, respecto de los escritos, partituras escnicas y manifiestos que
componen el corpus terico del artista, el acceso ha quedado limitado a las traducciones
existentes en las mencionadas lenguas debido a nuestra
gran insuficiencia en el
26
KOZWAN, Tadeusz: El signo en el teatro, en Teora del teatro. 1997. Arco Libros. Madrid, pp. 123128.
17
27
La sigla corresponde a la versin inglesa del nombre: Museum of Contemporary Art. Krakow.
18
El volumen que Lech Stangret, actor del Teatro Cricot 2 e historiador del arte, dedic a
sus pinturas y embalajes -Tadeusz Kantor. Malarski ambalaz totalnego dziela (2006)constituy otra fuente de conocimientos para este aspecto de su creacin, as como los
publicados en los catlogos de exposiciones realizadas en Espaa, y en otros pases de
Europa. Por otra parte, los estudios realizados por Denis Bablet y otros investigadores,
reunidos en los dos volmenes de Les voies de la cration thtrale ( 2000 y 2005) a l
dedicados, contienen dibujos de escena de cada uno de los espectculos en blanco y
negro.
psicoanlisis (1964) de Jacques Lacan, as como El estadio del espejo como formador
de la funcin del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanaltica (1949)
y Le moi (1954-55) fundamentan, en parte, el problema de la identidad en la obra de
Tadeusz Kantor, a cuyo anlisis se suma la perspectiva literaria de Paul de Man en su
artculo La autobiografa como desfiguracin (Suplementos Anthropos n 299, y de
Nora Catelli, En la era de la intimidad seguido de El espacio autobiogrfico (2006).
El giro autobiogrfico que Kantor imprimir a sus espectculos y pinturas a partir de
1980, tratado en el ltimo captulo de esta investigacin, haca necesario un excurso por
un gnero que pretende exponer lo ntimo y lo privado en la plaza pblica y que, en el
caso del artista polaco, tal peligro ejercicio forma parte del ensayo y aventura a los que
someti toda su obra. Kantor interna en ese espacio desconocido que es su propio yo
cuando se coloca en la posicin reflexiva de hacer de la escena el lugar de la memoria,
la de su historia familiar y la de la Historia, cuyo discurso es, probablemente, ms
deudor de la imaginacin que del recuerdo.
Dos textos de Mijail Bajtin, Esttica de la creacin verbal (1979) y Teora y esttica
de la novela (1957), nos permitieron establecer algunos conceptos respecto de la
estructura de la obra kantoriana. De Walter Benjamin hemos consultado y citado Sur
quelques thmes baudelairiens (1940) y Paris, capitale du XIXme. sicle. Le livre des
passages (1927-1940), con relacin a la produccin de los objetos y la nocin de
artista-vagabundo.
Un texto clsico, El espejo y la lmpara. Teora Romntica y tradicin crtica (1953)
de M. H. Abrams cumpli un papel semejante en el tratamiento de las teoras mimticas
de la primera parte, as como situar las teoras del romanticismo polaco en el contexto
europeo.
Una obra literaria, los relatos de Bruno Schulz, contenidos en los volmenes Las
tiendas color canela (1934) y Sanatorio bajo la clepsidra (1937) -sobre cuyos textos
sobre la realidad degradada y el maniqu Kantor construy la realidad de ltimo rango
21
28
SCHULZ, Bruno: Florecen las acacias, en Ensayos crticos. 2004. Maldororor, Madrid, p. 20-23.
SCHULZ: Ensayos crticos, p. 21.
30
Inaugurado el 12 de setiembre de 2014.
29
22
Adems de los mencionados, muchos museos de Polonia guardan sus obras plsticas,
entre otros, el Muzeum Narodowe (Museo Nacional) de Varsovia, el Muzeum Sztubi
(Museo Pedaggico) de Lodz y el de Wroclaw, pero tambin en otros se hallan en
distintas coleccciones de Europa y Amrica. El Museo Nacional de Cracovia le dedica
una sala monogrfica a sus pinturas, en la que tambin se proyecta una grabacin de El
retorno de Ulises, pero es la Cricoteka donde se halla la mayor coleccin de dibujos
escnicos, textos tericos, manifiestos, discursos, partituras de los espectculos, carteles,
grabaciones de los ensayos y espectculos; los objetos teatrales y los trajes.
Los escritos tericos, las partituras escnicas, los carnets de notas y los manifiestos;
seminarios y entrevistas en sus traducciones al castellano, italiano, francs e ingls,
conforman el corpus de las fuentes primarias bibliogrficas citadas y consultadas en esta
investigacin.
Algunos de los textos, considerados fundamentales para la comprensin de su teatro,
contaron con varias ediciones y traducciones al castellano bajo la denominacin de teatro
de la muerte, si bien difieren en la seleccin que sus editores-traductores han realizado,
como la edicin argentina de La Flor de 2004, segn Le Thatre de la mort que Denis
Bablet realiz en 1977, o la espaola de Alba Editorial de 2010, segn la seleccin y
traduccin de Katarzyna Olsewska Sonnenberg y que coincide con la argentina en algunos
textos.
KANTOR, Tadeusz: en VVAA. Kantor. Wielopole-Wielopole. Dossier (a cura de Jzef Chrobak, Silvia
Parlagreco, Valerio Valorani, Natalia Zarzecka). 2006. Germese Editore. Roma, p. 21.
23
Kantor seleccion algunos textos tericos de varias pocas para fundamentar el trabajo de
los seminarios, prctica que puede ser considerada como un paradigma en miniatura de
las formas habituales de creacin con la compaa del Teatro Cricot 2, muchos de cuyos
ensayos solan comenzar con una lectura a fin de que los actores pudieran comprender
mejor el carcter de las secuencias que se iban a trabajar ese da.
En el otro extremo, en cuanto a dimensin temporal y alcances, se halla la experiencia
real recogida en el conjunto de textos preparado por Jzef Chrobak, Silvia Parlagreco,
Valerio Valorini y Natalia Zarzecka y publicado bajo el ttulo de Wielopole, Wielopole.
Dossier (2006).
El volumen refiere al montaje del espectculo del mismo nombre que Kantor prepar
entre enero y junio de 1980 en la iglesia desafectada de Santa Mara, en Florencia. De las
tres partes en que los editores han estructurado el volumen, el diario de los ensayos
llevado por Luisa Passega, que estaba preparando sus tesis doctoral, nos ha resultado tan
esclarecedor como el registro de las cmaras respecto de los mtodos de trabajo del
artista, ya que el ojo y la intencin humana prestaron a la observacin una dimensin que
a aquella le faltaba y, por aadidura, la autora ilustraba con sus propios dibujos, de ser
necesarios, como los esquemas de movimiento de los actores o la disposicin inicial de
los objetos en la escena.
Gracias a los minuciosos registros del diario de Luisa Passega contamos con una
cronologa y una crnica completo de la marcha de los ensayos de ese espectculo, cuyo
mayor valor reside en que da cuenta de la formacin del texto, ya que Wielopole,
Wielopole (1980) es el primer espectculo en el que Kantor no acude a una pieza ya
escrita. Tambin documenta en un apndice, un esquema diario de las secuencias que
fueron
Desde la perspectiva autoral, las partituras escnicas son las fuentes primarias escritas y
dibujadas por Kantor que permiten acceder al proceso de creacin de un espectculo.
La classe morta de Tadeusz Kantor, edicin a cargo de Luigi Marinelli y Silvia
Parlagreco, publicada en 2003, se ha citado profusamente como paradigma de este
trabajo. Contiene las reflexiones tericas de Kantor, sus dudas y cuestionamientos
acerca de la resolucin de ciertas secuencias y la articulacin de estas entre s y con el
drama Tumor cerebral de Stanislas Ignacy Witkiewicz (Witkacy) en el que se apoyaba.
Otro texto consultado que va en el mismo sentido, Lillusione vissuta. Viaggi e teatro
con Tadeusz Kantor (2002), es el diario de un actor, Luigi Arpini, que form parte del
Teatro Cricot2 en los ltimos diez aos de la vida del artista y que constituye una
valiosa aunque necesariamente subjetiva- fuente de informacin acerca de las
relaciones entre Kantor y sus actores. Arpini no perteneca al ncleo inicial de la
compaa, circunstancia que aport otra perspectiva a la de uno del diario de Waclaw
Janicki, uno de los ms antiguos miembros de la compaa, cuyos extractos fueron
publicados en Journal of Dramatic Theory and Criticismen 1995.
El punto de vista actoral qued completado con Lacteur dans le thatre de Tadeusz
Kantor (El actor en el teatro de Tadeusz Kantor) publicada en 1991 en Buffoneries
n 26-27, un conjunto de entrevistas que su autora, Aldona Skiba-Lickel, actriz y
directora teatral, realiz a la mayor parte de los componentes del Teatro Cricot 2 antes y
despus de la muerte del artista. El contenido de cada una difiere solamente en las
circunstancias de la conversacin, pero el ncleo de preguntas que su autora dirigi a
todos los integrantes de la compaa era el mismo y giraba, junto a otros temas, en torno
a la difundida percepcin de que el actor kantoriano era un objeto manipulado -y hasta
maltratado- por el director, simplificacin que fue desmentida, matizada y explicada por
ellos y por el propio Kantor al serle formulada. La entrevistadora era la de una actriz
todos los entrevistados, ya que la perspectiva de Skiba-Lickel era la de una actriz
profesional, ajena a los mtodos de trabajo del director polaco, lo que ocasion algunos
choques conceptuales en la conversacin que mantuvo con l.
25
Hemos considerado oportuno incluir entre las fuentes secundarias los documentales de
sus espectculos, entendiendo que representan la visin de sus respectivos directores: El
retorno de Odiseo (1959-1984), La clase muerta, grabacin directa en la Galera
Krzystofory (1976) y la versin para la televisin de Andrzej Wajda (1976) , quien
consideraba que en realidad, haba sido el ayudante de direccin de Kantor, no el
director. As y todo, Kantor siempre abjur de dicha versin.
Las realizadas por Andrzej Sapija y Stanislawa Zajaczkowski para la televisin polaca
en las fechas que se indican32: Wielopole, Wielopole (1980) (1983), Que revienten los
artistas! (1985) (1986) , No volver jams (1985) (1990) y Hoy es mi aniversario
(1991, pstuma) (1991); dos documentales:
Kantor (1991), realizado por Denis Bablet, entre otros. as como algunos ensayos
(1991)
32
26
History and Holocaust in Akropolis and Dead Class, una publicacin del 2012 en
la que rastrea las huellas judas en la obra de ambos artistas.
nos han proporcionado una amplia visin de la ltima etapa del artista, que
El segundo volumen fue editado por primera vez en 1993, cuando ya se haba producido
la muerte del artista. Rene los estudios dedicados a Que revienten los artistas!, No
volver jams y Hoy es mi aniversario (1990), su espectculo pstumo, estrenado pocos
meses despus de la muerte de Kantor en Francia. En esta ocasin los tres primeros
contienen la gua de las secuencias y los dilogos y solamente para el ltimo se ha
editado la partitura.
Distintas perspectivas analticas las prestan la edicin de Georges Banu para el Simposio
Internacional realizadopor la ANFIAC en 1989, : Kantor, lartiste la fin du XX sicle .
Actes Sud. Paris, y la obra colectiva Kantor, lartiste la fin du XX sicle, que penetra en
todos los aspectos de la creacin de Tadeusz Kantor y han sido citados en el presente
ensayo.
Mencionaremos, por ltimo, un conjunto de estudios que nos han permitido insertar la
trayectoria teatral de Tadeusz Kantor en el espacio occidental y en el mbito polaco. Nos
referiremos aqu a los citados que permitieron constituir una estructura histrica y
27
contribuyeron a paliar el acceso muy restringido a sus traducciones, de las cuales se han
consultado la edicin inglesa de The Wedding (2012) y citado la catalana de El pulpo.
Parecidas dificultades se hallaron respecto de las piezas de Stanislas Ignacy Wyspianski
(Witkacy), el dramaturgo residente en la compaa del Teatro Cricot hasta 1975, que
pudieron conocerse en su mayor parte de forma fragmentaria.
Era pertinente, tambin, documentarnos acerca de un aspecto propio del teatro
kantoriano, como es su sentido del absurdo y del humor. Para ello nos ha sido til la
consulta de un conjunto de artculos en un volumen coordinado por Mara Delperrire
que trata el tema en el teatro del este europeo: Absurde et drision dans le thtre esteuropen, publicado en 2002.
A estas se suman otras dos monografas del poeta polaco Czeslaw Milosz que nos
ayudaron a comprender, desde una perspectiva subjetiva y vivencial, la realidad en la que
Kantor desarroll su obra artstica. Se trata de Otra Europa y El pensamiento cautivo,
ambos de 1981, editados por Tusquets.
28
La imprescindible base histrica nos fue proporcionada por dos textos. El primero es de
carcter general acerca de la historia de Polonia, de ttulo homnimo, escrito por Jerzy
Lukowski y Hubert Zawadzki, publicado por Cambridge University Press en 2001. Una
edicin espaoa de 2002, de la misma editorial, fue la que hemos consultado para el
presente estudio.
imprescindible lectura para fundamentar una etapa de la historia del pas que marc su
cultura y su imaginario: Holy Madness. Tomsnyivd, Patriots and Revolutionaries 17761871, de Adam Zamoyski, editado por Phoenix Press de Londres, en 1999 .
Junto con los elementos teatrales, otra premise ineludible consista en profundizar los aspectos
histrico sociales que se hallan semantizados en la obra de Tadeusz Kantor y que representan
las condiciones previas de su desarrollo como artista.
29
La primera tradicin ejerca un influjo secular avalado por su alta calidad artstica y su
impronta patritica y sacrificial. Por esta razn, como recuerda Magda Romanska, se
haca difcil imaginar el teatro y la literatura polaca contemporneas sin referirse a sus
races romnticas. Todos los poetas y dramaturgos posteriores a este movimiento
fueron deudores, de manera ms o menos acentuada de Mikiewicz y Slovacki, con
indiferencia a la tradicin en la que se adscriban,.
Mickiewicz fund y constituy el modelo del drama polaco moderno con su poema
escnico Los antepasados (1823). Por la va de las formas irracionales de la alucinacin
y la intuicin construy la mitologa nacional que, nutrindose de sus races
precristianas y cristianas, exaltaba el sacrificio personal en aras de la salvacin de las
almas y de la patria. Imbudo de sentimientos mesinicos, Mickiewicz equipara la
figura de Cristo con la de Polonia, al intentar explicarse el trgico destino de su patria
sacudido por los intereses de los grandes imperios, interpretacin en la que se
reconocieron tambin otros dramaturgos romnticos y posromnticos.
ROMANSKA, Magda: The Post- Traumatic Theatre of Grotowski and Kantor. History and Holocaust
in Akropolis and Dead Class . 2012. Anthem Press London- New York. Delhi, pp. 21-22.
34
Que no se despierte [la patria] baada en lgrimas antes del da de la resurreccin!/ Dame a m el
llanto y el sufrimiento de la vigilia, es la oracin sacrificial de un personaje de Kordian en el que se
reconoce el pensamiento de Mickiewicz. Pero otro, que expresa el de Slovacki, le responde: Dadme las
30
en la que Kantor
plasmar la suya del artista vagabundo, protagonista de Que revienten los artistas!,
en especial, pero presente en los espectculos posteriores, convertida en paradigma de
dicha condicin.
Hay otros rasgos de Slovacki en el teatro de Kantor: la autonoma de las secuencias, la
indefinicin de sus finales, la presencia de escenas violentas y de tortura y
ajusticiamiento (Que revienten los artistas!, Hoy es mi aniversario), adems de
motivos de la vida real y la biografa (La clase muerta; Wielopole, Wielopole; No
volver jams).
La rebelin personal que mantuvo Kantor contra las tendencias absolutas, tanto en el
campo del arte como en las formas polticas podra remitirse a la memoria de los tres
levantamientos (fallidos) del siglo XIX contra los imperios prusiano, ruso y austro
hngaro cuyas anexiones territoriales haban hecho desaparecer el estado polaco del
mapa europeo, pero tambin a la tradicin heterodoxa alemana y francesa35.
Sin
cenizas encerradas en la urna de la nacin/ de las cenizas resucitar al pueblo.../ y quitar la putrefacta
mortaja a los caballero despiertos. Cfr. PRESA GONZLEZ, Fernando: Historia de las literaturas
eslavas. 1997. Ctedra. Madrid, p. 727.
35
PRESA GONZLEZ: Historia de las literaturas eslavas, p. 739.
36
PRESA GONAZLEZ: Op. cit., pp. 773-791.
31
siglo XIX, equivalente al modernismo del occidente europeo, vigente hasta finales de la
Primera Guerra Mundial y en algunos casos, hasta la segunda posguerra.
anti
El nico absoluto que practicaban los miembros de la Joven Polonia era el culto al arte
como valor superior, la herencia ms visible y estructurante que recogiera Kantor, con
otras notas propias de ese movimiento, como la primaca del inconsciente, la
complejidad y apertura de sus referencias -el decadentismo, el simbolismo, el
impresionismo y el simbolismo- y
construcciones sociales.
Como ellos, Kantor despreciaba la mentalidad burguesa y funcionarial, pero ser la
oposicin a la mimesis el rasgo ms acusado y permanente que lo asocia a la Joven
Polonia, as como a la siguiente generacin, la de entreguerras.
37
SZONDI, Peter: Teora del drama moderno, en SARRAZAC, Jean Pierre: Lxic del drama modern i
contemporani. 2009. Diputaci de Barcelona. Institut del Teatre. Barcelona, p. 64.
32
representa a los seores polacos autores de los levantamientos, cuya vida brillante,
violenta y arbitraria haca un duro contraste con
la
La
La inclusin de los campesinos acomodados a travs del matrimonio fue una idea
potica de cohesin social llevada la realidad pues la pieza de Wyspianski alude al
matrimonio de uno de sus amigos con la hija de un pequeo propietario rural a la que
38
33
En el ltimo acto del drama de Wyspianski los campesinos, armados con sus hoces -tal
como aparecen en las pinturas histricas que rinden homenaje al levantamiento de
Tadeusz Kociuszko-, se mueven lentos como marionetas, giran al comps de un violn
improvisado que los arrastra seductoramente a repetir las luchas pasadas, atrapados en
un crculo mgico que no ofrece otra salida que la parlisis.
39
PETERKIEWICZ, Jerzy: The straw man at the wedding, en WYSPIANSKI, Stanislaw: The wedding.
2012. Oberon books. London, pp.7-13.
34
Los maniques de Kantor se mueven de esta manera, as como los personajes retornados
de la muerte de sus espectculos y la presencia del Tio Stas con su falso violn seala
las secuencias
Tampoco en ese escenario hay salida: todos los personajes, ya muertos, son prisioneros
de los crculos cambiantes de la memoria y sometidos a la eternidad del tiempo de la
repeticin.
denunciar
la
disgregacin social fruto de las particiones y del rgimen seorial que haca imposible
el proyecto poltico fundado en un estado nacional en La boda, Wyspianski se haba
enfrentado a la tradicin histrica romntica y al mito de la insurreccin que condujo a
Polonia al desastre y a la parlisis del culto a la muerte40. Kantor retomar el gesto
antirromntico al montar El retorno de Ulises durante la ocupacin nazi y encarnar al
hroe mtico en un soldado alemn que retornaba del frente, luego de haber participado
en las grandes batallas y en el genocidio.
35
las
primeras vanguardias
de Witold
En lneas generales, el teatro polaco de la poca asumir las reformas que venan
afectando al teatro europeo de las dcadas anteriores, subrayando la figura del director,
responsable de dar forma escnica al texto potico, por encima del dramaturgo. Desde
el punto de vista de la teora, esta circunstancia har del teatro una serie nueva,
abandonando su integracin en la historia literaria general, ya que muchas de las piezas
representadas en esta poca nunca fueron publicadas.
Entre las modalidades teatrales vanguardistas de la dcada de los veinte que derivaron
hacia los treinta en otras ms inclinadas hacia lo social, el teatro de Stanislas Ignacy
41
En una de sus estadas en Cracovia, la autora de esta tesis fue invitada a una reunin con algunas
personas, todas mayores de cincuenta aos, que acab con canciones patriticas y el himno de Pilsudski
que suena en Que revienten los artistas!, mientras corran lgrimas de emocin por las mejillas de los
intrpretes.
36
El gran artista y pensador polaco, tambin novelista y notable fotgrafo, es autor de un tratado de
esttica, Las formas nuevas en pintura, donde aboga por la conservacin del arte como la nica y ltima
manifestacin del sentimiento metafsico, perdido en el universo mecanizado de la civilizacin industrial.
Witkiewicz se suicid cuando el pas fue doblemente invadido en 1939. Sus obras completas fueron
publicadas en 1957, coincidiendo con el estreno de Ivonne, princesa de Brogoa de Grombrowicz. Unas
y otra causaron una fuerte impresin en la generacin de la segunda posguerra que acus esas influencias
en sus propias creaciones.
43
KANTOR, Tadeusz: Leons de Milan. 1990. Actes Sud, Lecciones 1,2 y 3, pp. 215231.
37
Al ao siguiente de Los zapateros Kantor puso en escena Las hermosas y los adefesios
y, finalmente, de Tumor cervical en La clase muerta (1975), ltimo espectculo
montado sobre una pieza de autor. Se servir de esta parodia de Witkiewicz al teatro
isabelino fragmentando el texto y repitiendo as la manipulacin que este hiciera en su
momento con el gnero tradicional, pero dejando establecidas todas las diferencias analizadas en el captulo acerca del texto- que lo separaban de su ancestro, habiendo ya
madurado el lenguaje teatral que enriquecer hasta el fin de su vida.
Fiel a su conviccin de que una obra de arte deba responder a una sola idea, Kantor
mantendr su lealtad a los textos de Witkiewicz durante veinte aos, descartando que el
Teatro Cricot 2 se convirtiera en un teatro de repertorio, como aquellos para los que
haba trabajado como escengrafo y que estaban consagrados a ese objetivo, entre
pedaggico y comercial.
Los tres primeros aos de la posguerra, la vida artstica polaca se movi en el caos y la
espontaneidad de la libertad recobrada, con el florecimiento de nuevas ideas que
convivan con las de artistas y dramaturgos de la poca de entreguerras y an de la
Joven Polonia, que se mantenan en activo.
etapa de restricciones de la libertad anterior que culmin con la imposicin del realismo
socialista, relegando a un nuevo exilio -fsico o interior- o a la resistencia a los artistas
quienes, como Kantor, no se plegaron a los dictados oficiales.
Los textos mencionados de Czeslaw Milosz, protagonista privilegiado desde la esfera
del nuevo rgimen, dan cuenta de este proceso del cual el poeta se alejara en aos
44
Una novela del escritor checo Jir Hjcek titulada en su traduccin al ingls como Rustic Baroque
(2005) relata la colectivizacin llevada a cabo entre los pequeos y medianos propietarios del sur de
Bohemia en la dcada de los cincuenta, cuyas consecuencias an no han sido reparadas, ya que a muchos
propietarios -o sus descendientes- nunca se les devolvieron sus propiedades.
38
Los nuevos cauces de expresin, sin embargo, se esforzaron por bordear las
imposiciones oficiales y superar el provincianismo interior, en un esfuerzo por dar al
arte la dimensin ms universal de las vanguardias de preguerra. Desde la stira,
Slawomir Mrozek desnud el aspecto absurdo y carnavalesco de la sociedad socialista a
travs del teatro y de sus vietas.
Ser en este perodo cuando Kantor comience a explorar sistemticamente la obra de
Witkiewicz, coincidiendo, como ya hemos dicho, con los motivos y preocupaciones del
artista abonadas por las circunstancias del nuevo reparto del mundo en el que haba
quedado atrapada Polonia.
Los sesenta y los setenta fueron en ese pas una poca de grandes directores teatrales,
algo ms jvenes que el propio Kantor; todos ellos de distintas tendencias y con
algunos de los cuales el artista compartir filias y fobias. Con Erwin Axer , de su
misma generacin, sern los principios formalistas de Wyspianski, pero con Jszef
Sajna, pintor, escengrafo y director, coincidir en la acentuacin de la escenografa en
detrimento del texto, desplazado como origen de las semantizaciones, y la atencin a los
objetos fragmentarios y desechados, que acumulaba en la escena.
45
Resulta difcil definir el tipo de relacin que predomina en el Este entre las personas si no se la califica
de representacin teatro, con la diferencia de que la representacin no se lleva a cabo en un escenario sino
en la calle, en la oficina, en la fbrica, en la sala de reunin e incluso en el cuarto donde se vive. (...)
Antes de que una palabra salga de la boca deben calcularse las consecuencias. (...) Hasta los gestos, el
tono de la voz y la preferencia por ciertos tipos de corbata son interpretados como signos de las
tendencias polticas de cada uno. (...) El hecho de representar en la vida diaria difiere de la representacin
teatral, dado que todo el mundo tiene que representar ante todo el mundo y que todo el mundo tiene plena
conciencia de ello. (...) Tras larga familiarizacin con su papel, un hombre se identifica tanto con l que
llega a hacrsele imposible diferenciar su verdadero yo del yo que finge, de tal modo que hasta los ms
ntimos amigos acaban por repetirse uno al otro los slogans del Partido. El hecho de identificarse con el
papel que se est obligado a representar produce alivio y permite aminorar la vigilancia que uno ejerce
sobre s mismo. MILOSZ, Czeslaw: El pensamiento cautivo. 1981. Tusquets Editores. Barcelona, pp.
85-86.
39
discrepancias que mantena con ellos, tanto artsticas como polticas que a menudo se
trasladaban al terreno personal.
Para Wajda el teatro era un complemento de su labor cinematogrfica y el tema de sus
trabajos en la escena y en el cine giraron en torno a la historia y al destino del individuo,
desde una perspectiva representativa, catlica y nacionalista, que estaba en las antpodas
de la posicin de Kantor.
INSTITUTO ADAM MICKIEWICZ: Teatro experimental polaco.De los materiales del Instituto Adam
Mickiewicz". 2002. Versin PDF, p. 2.
47
KANTOR: Entrevista en El diario de Caracas, en El teatro de la muerte y otros ensayos., p. 279.
48
SCHECHNER, Richard / WOLFORD, Lisa (ed.) R: The Grotowski Sourcebook. 2001.Routledge. New
York, p.26.
49
Grotowski recurri a los mitos :Orfeo de Cocteau (1959), a textos bblicos: Can, (1960), a los
clsicos polacos: Los antepasados de Mickiewicz (1962), Kordian de Slovacki (1962) y Akropolis de
Wyspianski (1962); al teatro isabelino Dr. Faustus de Marlowe (1963); Hamlet de Shakespeare (1963) y
del Siglo de Oro espaol, El Prncipe Constante de Caldern de la Barca (1965). Esta eleccin intentaba
40
los utilizaba como material para la creacin de una nueva obra, aunque ms que obras
de arte, sus puestas en escena, afirma Schechner, eran procesos espirituales: el lema que
presida , en Opole y en Wroclaw era: Proceso, no producto
Este procedimiento respecto al texto lo acercaba al modo en que Kantor los enfrentaba,
si bien los objetivos de ambos directores no podan ser ms antagnicos ya que para
Kantor no haba una finalidad ms all de la creacin de una obra de arte y ese fue el
nico objetivo de su trabajo.
nuevamente al tradicional papel pasivo y todo lo que se le exiga era que fuera un
espectador silencioso.
Del fondo dominante de las tradiciones teatrales polacas, la romntica en la que se
enrola Grotowski y la vanguardista adoptada por Kantor, naci una polmica
cuyas
41
y polticas -Grotowski contaba con el apoyo oficial y era miembro del partido
comunista; Kantor fue siempre un creador independiente solo tolerado por el estamento
oficial- la cuestin no es ociosa en tanto apunta a dos formas antagnicas de concepcin
de lo que se entenda por teatro en ese momento y que se mantienen en la actualidad.
conceptuales cuya gnesis podra hallarse en relacin con sus respectivas tradiciones.
abundancia de
que, sumada a rgidas exigencias ticas, respondan a un modelo ideal que combinaba
la figura del atleta con la del monje pues Grotowski entenda al teatro como una va de
autoexploracin y, en la mejor tradicin romntica polaca, de salvacin personal y
colectiva, adjudicndole un carcter sacro. Por otra parte, los valores que preconizaba
el socialismo real coincidan con el mesianismo en el sacrificio de los aspectos
individuales en aras de la primaca de lo colectivo en el diseo del futuro de la
humanidad.
En esa direccin, la nocin de sacrificio subtenda a la de pobreza y ambas estaban
relacionadas con la ceremonia de la misa. Romanska cita un artculo de Jan Maria
Swiecicki quien haba disertado sobre las prcticas ricas y pobres en las homilas,
trminos utilizados en
52
ROMANSKA, Magda: The Post- Traumatic Theatre of Grotowski and Kantor. History and Holocaust
in Akropolis and Dead Class . 2012. Anthem Press London- New York. Delhi, p. 12.
42
pobreza le haba sido robado53 por Grotowski. Su teatro era pobre en tanto
estaba construido con los desechos de la realidad material, la que haban producido las
ideologas falsamente humanas o directamente anti humanas que haban desembocado
en dos guerras mundiales como colofn.
Por otra parte, el alcance de la palabra biedny significa, adems de escaso, pattico,
despreciable y desolado, sumando al despojamiento material, el matiz axiolgico
que impregnaba la totalidad de los signos escnicos de Kantor, a la vez que aluda a la
frgil situacin del artista no integrado en cualquier rgimen, pero especialmente en uno
que pretenda someterlo a sus intereses polticos e ideolgicos.
Con estas precisiones no deseamos abundar ms en un tema demasiado aireado por la
divulgacin teatral sino en la medida en que afecta, siquiera lateralmente, a la cuestin
de ms enjundia en la creacin kantoriana como es su implacable repulsa a la
representacin, que lo enfrentar
Continuando con el desarrollo del teatro polaco de esa dcada, en 1968 Kazimierz
Dejmek realiz una puesta en escena de Los antepasados cuyo estreno en Varsovia fue
prohibido y dio motivo a una protesta popular conocida histricamente como los
acontecimientos de marzo54, inaugurando una serie de actos de resistencia de carcter
ideolgico y cultural. Sin embargo, a pesar de lo importante que esta puesta en escena
pudiera resultar en la lucha contra el rgimen, desde el punto de vista del lenguaje
teatral poda considerarse una representacin en toda regla, que respetaba la
integridad del texto y la visin del autor, en las antpodas de las convicciones y
prcticas teatrales de Kantor.
53
El seor Grotowski es un ladrn. Tiene xito en pases con un mal, mal teatro [...] El seor Grotowski
viaja como profesor y salvador del teatro, en tanto yo soy un artista, privado e individual. KANTOR:
Kantor, profeta dellavanguardia, entrevista con Enrico Piergiacomi en Sipario, n 383 (1978). Citado
en varios estudios y en ROMANSKA: Op. cit., p. 10.
54
Un grupo de ex partisanos, anti intelectuales y nacionalistas, dirigidos por Mieczyslaw Moczar
practicaban un burdo nacionalismo que era antialemn, antiucraniano y antisemita. Su objetivo era
desplazar del poder del partido a los elementos liberalizadores y, en el plano cultural, a los escritores y
directores de cine cosmopolitas. El punto crtico de su accin coincidi con la condena de la URSS al
sionismo y al estado de Israel con objeto de la guerra rabe-israel de 1967, que no fue compartida por el
pequeo nmero de judos que an vivan en Polonia, ni tampoco por muchos jvenes polacos. En una
caza de brujas, veteranos miembros del partido de origen judo fueron expulsados de sus puestos de
trabajo y por todo el pas tuvieron lugar demostraciones de odio antisemita, apoyadas por la prensa
orquestada por Moczar. Ms de veinte mil personas, la mayora intelectuales asimilados y algunos no
judos fueron obligados a exiliarse. LUKOWSKI, Jerzy y ZAWADZKI, Hubert: Historia de Polonia.
2002. Cambridge University Press. Madrid, p. 286.
43
A contrapelo de las tendencias estticas y polticas que utilizaban la obra de arte como
una bandera o un arma de propaganda, durante los setenta Kantor llev a la escena las
ideas sobre teatro que vena elaborando desde la dcada anterior reunidas en un
Manifiesto (1970)56 que reivindicaba el carcter ilegtimo y gratuito de la obra de
arte, cuya pretendida utilidad no haca otra cosa que convertirla en un objeto de
consumo, desafiando as tanto las doctrinas oficiales cuanto los objetivos polticos de
los resistentes.
Esto no significaba que la obra de Kantor no fuera poltica; lo era en la medida en que
buscaba arrancar un atisbo de verdad entre las falacias de los mitos culturales -los
pasados y los presentes- y desnudar sus engaos y sus exclusiones.
Entre ellas, el legado poco reconocido y de menor peso en el panorama general de la
cultura polaca del nada homogneo mundo judo, en el cual se amalgamaban muy
diferentes maneras de vivirlo y de interpretarlo; desde la ortodoxia religiosa a la
asimilacin, y el internacionalismo socialista y comunista.
Tambin haba concebido, en el siglo XIX y al calor del auge de los nacionalismos, su
propia frmula, el sionismo, nacido como respuesta a las persecuciones que sufran
55
KANTOR en KOBIALKA, Michal: A Journey through Other Spaces. 1993. University of California
Press. Berkeley, p. 204.
56
KANTOR: El teatro de la muerte, 207-213.
44
secularmente los judos en los territorios del este, incrementadas en las ltimas dcadas
de ese siglo .
El poeta Zybgniew Herbert afirmaba que no querer saber nada de los desaparecidos
cuestionaba la existencia real del mundo57. La obra de Kantor -como la de Grotowskilos hizo visibles en la escena, una presencia que el Holocausto cancel mediante la
eliminacin fsica y cuyos supervivientes fueron diezmados por las persecuciones
polticas del rgimen de Gomulka, a fines de los aos sesenta, que empujaron a gran
parte de ellos al exilio.
Dichas huellas en la obra de ambos artistas, como en la de muchos otros, han sido casi
siempre silenciadas, aunque las de Kantor seran difciles de ensordecer, ya que las
exhiba explcitamente mediante sus rituales-la danza circular de los jassidim-, a travs
de
sus personajes -los rabinos, la figura del Judio Errante, paradigma del artista
vagabundo- y sus objetos de culto -los rollos de la Torah, las vestimentas- que aparecen
en la escena junto a los catlicos, tal como la iglesia y la sinagoga convivan en su
pueblo natal de Wielopole-Skirpskie, a uno y otro lado de la plaza.
57
DELPERRIRE, Maria (Ed.): Absurde et drision dans le thtre est-europen. 2002. LHarmattan, p.
189.
58
ROMANSKA: The Post-traumatic Theatre of Grotowski and Kantor. History and Holocaust in
Akropolis and Dead Class, p. 22.
45
tortura, representa el emblema de cada uno de los sacrificados en todos los campos de
la muerte que existen en el mundo.
Kantor aceptar las prdidas traumticas de su infancia, de las cuales las fotografas y
los elementos escnicos testimonian lo que estuvo all una vez, lo que fue amado, lo
que aterroriz al nio y marc la memoria del adulto; lo que este vivi y no dud en
subir al escenario.
integr a la vida (del arte), con una sorna que los haca ridculos a veces y otras
dolorosamente dramticos, aunque casi siempre absurdos; con el absurdo propio de los
pases del este europeo que elude el sentimentalismo.
59
46
El absurdo kantoriano fue una respuesta que desafiaba al sistema con recursos sesgados
que el artista formulaba mediante las tensiones -a veces insoportables- que se producan
en las secuencias y donde lo desechado y lo discontinuo podan ser entendidos desde la
perspectiva de la cultura oficial como otros tantos gestos vanguardistas, sin mayor carga
significativa, en los que concentrar la acusacin de esteticismo.
Sin embargo, desde la perspectiva artstica que interesaba a Kantor, su efecto corrosivo
equivala al de un levantamiento armado, slo que este dejaba vivo y razonablemente
indemne a quien lo practicara con suficiente habilidad.
El 4 de junio de 1989 hubo las primeras elecciones libres en Polonia que supusieron el
desastre electoral para el Partido Comunista y Tadeusz Mazowiecki se convirti en el
primer no comunista que ocup el cargo de primer ministro. Polonia se convirti en
una isla formalmente democrtica en medio de una Europa oriental que era todava
60
61
47
62
48
PRIMERA PARTE
ALGUNOS CONCEPTOS KANTORIANOS
Captulo 1
Mimesis y repeticin
En el primer acto de La gaviota (1895), Anton Chejov propuso una definicin de
espacio escnico por boca de Kostia Treplov, el joven aspirante a dramaturgo: Ah
tienes un teatro! Unicamente el teln, los dos bastidores y, detrs, el espacio abierto.
Ningn decorado63. Slo la realidad.
En la versin y
Veronese desplaz esa escena inicial a un momento posterior a fin de que las primeras
palabras pronunciadas fueran las que en el texto se decan despus: en el principio era
la escena. Esta sentencia, que parafrasea el comienzo del Gnesis, se retroalimenta
con el modelo ideal de teatro propuesto por Chejov configurando, conceptual y
descriptivamente, la conviccin del director sobre la realidad autnoma del espacio
que acordamos en llamar teatro.
El gesto de Chejov fue repetido para afirmar lo que en la plstica post impresionista se
entenda por cuadro: Recordad que un cuadro, antes de ser un caballo de batalla, una
mujer desnuda o una ancdota cualquiera, es esencialmente una superficie plana
cubierta de colores reunidos con un cierto orden segn escriba Maurice Denis en su
Manifiesto de la pintura Nab de 1890.
A la vez que anulaba la distincin entre pintura de representacin y pintura
ornamental, pona de manifiesto la crisis de la mimesis, principio que haba regido el
arte occidental desde que Platn y Aristteles reflexionaran sobre este concepto y el
lugar del arte respecto de la realidad. Para el arte contemporneo, en cambio, lo
importante no era la realidad representada en el cuadro (objetiva y subjetiva, visual o
imaginaria) sino el cuadro mismo como objeto fabricado65. Slo el arte.
Las acciones anti representativas haban sido encabezadas por Nietzsche , quien sentar
las nuevas bases del teatro moderno en El nacimiento de la tragedia (1872), al
contraponer el logos socrtico dirigido al intelecto a la embriaguez dionisaca como
63
CHEJOV, Anton: Tio Vania. La gaviota. El jardn de los cerezos. 1979. EDAF. Madrid, p. 106.
Teatre Lliure, del 9 al 13 de enero de 2012. Se estren el 17 de julio de 2011 en la Sala Casacuberta
del Teatro San Martn, de Buenos Aires.
65
ARGAN , Giulio Carlo : El arte moderno. 1977. Fernando Torres Editor, vol. 1, p. 266.
64
49
La representacin ser una figuracin compleja, colmada de otros sentidos que la del deseo: un
espacio de coartadas (realidad, moral, semejanza, legibilidad, verdad, etc.) Roland Barthes.
Desde el instante/ en que rechazamos/ el concepto de obra creada/ desde la nada,/ a partir
de elementos inventados/valores estticos/ que reproducen/ e imitan,/ nos queda/ la Realidad,/
lo Real/ que no se puede moldear/ porque/ est/ acabado. Tadeusz Kantor
MALLARM, Stphane: Oeuvres Compltes. 2003. vol. II, La Pleade. Gallimard, Paris. pp. 178-179.
50
representaciones como medio para decir otra cosa67, pero no es pertinente para el arte en
el cual la forma de decir y lo dicho son lo mismo.
67
Stepeh Toulmin considera que las representaciones no son figuraciones internas sino herramientas que
los miembros de una comunidad epistmica utilizan para explicarse, visin que no apunta a la nocin
empobrecida que intenta describir como son las cosas en si mismas sino a su eficacia en trminos de
formas de hacer . PRONO, Ins: La rehabilitacin de la nocin de representacin en Toulmin (o un
intento de reformular a Kant en trminos wittgenstinianos en Tpicos n 12. 2004. ISSN-1666-485X.
Versin on line sin nmero de pgina.
67
FOUCAULT, Michel: Las palabras y las cosas. 1979. Siglo XXI. Mxico, p. 5.
68
FOUCAULT: Las palabras y las cosas, pp. 28 a 32.
51
69
KANTOR, Tadeusz: Teatro de la muerte y otros ensayos1944-1986. 2010. Alba Editorial. Barcelona,
p. 107.
70
ENAUDEAU: Corinne: La paradoja de la representacin. 1999. Paidos. Buenos Aires, p. 21.
71
KANTOR: Op. cit., p.227.
52
Sin embargo, no era muy posible que tal espectador apareciese en sus espectculos,
pues los planteos escnicos de Kantor operaban tambin en el pblico, que era
reteatralizado al mismo tiempo que el resto de los signos: quienes asistan a las
representaciones clandestinas durante la ocupacin nazi arriesgaba la vida, como los
actores, por el solo hecho de estar all.
El actor, por su parte, no supla ninguna ausencia, como afirma Enaudeau: el soldado
nazi/ Ulises que apareca en la escena era el mismo que poda irrumpir en cualquier
momento en el destartalado apartamento que serva como espacio teatral.
Esa
trabajar para que desvelaran una verdad provisoria; no por subjetiva sino porque, sindolo
tambin, naca de un fondo compartido de experiencias histricas reales. Ser la nocin de
trabajo, de proceso, la que aleje a Kantor de Platn y lo acerque a Aristteles, para quien
el arte, la creaccin ficcional, era obra de la praxis del artista sobre la materia.
No obstante, comparta con el primero su repugnancia por la mimesis ilusionista, si bien
por razones diversas e incluso antagnicas.
Lo ilusiorio no era para el artista la realidad sensible sino su representacin mimtica. La
73
74
BARTHES, Roland: Oeuvres compltes. 2002. Editions du Seuil. Paris. 2002, vol. IV, p. 254
ENAUDEAU: La paradoja de la representacin, p. 27.
53
formales en cuyo
conciencia de que sera juzgado por el pblico por sus actos y no por sus intenciones:
54
Permanezco en pie, en el miedo, acusado frente a vosotros, jueces severos pero justos. (...) Debo
justificarme, buscar pruebas, no s si de mi inocencia o de mi culpabilidad75.
dibujos ms elementales al
55
produccin futura y la idea del arte, ya marcada por el signo de la adicin en el gabinete
de pinturas79, qued bajo el signo de la reflexin.
En Hoy es mi aniversario, Kantor recurri a la tradicin aditiva de la pintura holandesa,
a fin de escenificar las transformaciones que se
producan en el espacio
56
El cuadro con espejo ser uno de los motivos pictricos omnipresentes en el Barroco,
tanto al norte como al sur de Europa. Corroboraba el valor arbitrario del signo que la
escuela de Port Royal adjudicaba al espejo, situndolo en el grado superior del sistema
de semejanza, entre la cosa y el signo.
El espejo se constituir en testimonio del acto de pintar, as como en la escena lo era el
teatro dentro del teatro.
representacin como desde afuera; a veces, apareca el caballete solo y otras, tambin
su retrato, como en Las Meninas de Velzquez.
cuadro poda ser considerado como una trampa para retener el tiempo y multipilicar el
espacio, la cual conservaba la imagen del objeto cuando este ya estaba en otra parte.
La creacin teatral de Kantor, con su tiempo cclico y su multiplicidad espacial, era
tambin una trampa barroca, fundada en la ambigedad y la heterogeneidad de sus
elementos. La finalidad de la trampa kantoriana, como la del cuadro barroco, era hacer
caer al espectador en ella, activando su imaginacin, invitndolo a atravesar el espejo
para acceder a una realidad otra, la realidad del teatro, donde no hubiera lugar para la
representacin.
80
57
81
KANTOR, Tadeusz: El teatro de la muerte. 2004. Ediciones de La Flor. Buenos Aires, p. 221.
KANTOR, Tadeusz: Teatro de la muerte y otros ensayos. 1944-1986. 2010. Alba Editorial. Barcelona,
p. 102.
83
STOICHITA: La invencin del cuadro, p. 213
84
STOICHITA: Op. cit., p. 266.
85
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 17.
85
STOICHITA: Op. cit., pp. 264-265.
82
58
Y otra palabra, un otro mandamiento:/ la REPETICIN,/ como una plegaria,/ una letana,/
como una seal del TIEMPO QUE SE CONTRAE. Tadeusz Kantor
87
La clase muerta fue vista unas quinientas veces en ciudades de todo el mundo, hasta que Kantor
decidi que se haba acabado su ciclo. El Teatro Cricot 2 no la inculira nunca ms en el repertorio de sus
giras.
59
... mientras hablemos de las relaciones de la repeticin con lo real, el acto estar siempre en
nuestro horizonte. Jacques Lacan
El signo haba sido considerado hasta el Renacimiento un atributo de las cosas, cuyo
sentido ltimo estaba disperso entre ellas y esperaba a ser desentraado. Pero a partir
del siglo XVII , la lgica de Port Royal lo defini como un objeto que se refiere a otro
objeto, con lo cual era posible establecer un sistema infinito de sustituciones. La
finalidad de los signos, ser naturales o arbitrarios, consista en penetrar en el sistema de
las cosas y analizarlo en un lenguaje transparente y compartido88
Las imgenes, junto con el mapa y el espejo, segn la escuela lgica de Port Royal,
gozaban de la presencia inmediata del signo en tanto la imagen que aparece en un espejo
es un signo natural de aquello que representa89. Esta afirmacin denota que al sistema de
la Antigedad clsica, basado en la semejanza, le haba sucedido en la era moderna el de
la equivalencia y la sustitucin . Por ello, la mirada que arroja Port Royal sobre los
objetos no encuentra que estos sean representantes de otro, sino que la idea que se
tiene es una idea de signo, y ese primer objeto se llama signo. De ello se infiere que no
hay posibilidad de confusin
significacin y en figura90, lo que deja claro el orden al que pertenecen la cosas y sus
representaciones, que estn marcadas por la diferencia y por la racionalidad; condiciones
que hacen posible algn tipo de correspondencia, tan arbitraria como el propio signo.
88
60
signo natural el cual, sin sustituir exactamente a la cosa significada como el mapa o
el retrato, la representaba al reflejarla con mayor exactitud que ellos a sus respectivos
referentes.
La condicin de esta relacin presupona la copresencia, innecesaria en el caso de los
otros signos. La relacin de necesidad entre la cosa-cuadro y el espejo constituir el
problema general de la representacin pictrica que afectar tanto al campo de la
mimesis como al de la semiosis : el espejo es una pintura que acumula reflexin y
simbolizacin, sostena Brueghel.91 El cambio en el orden de las cosas respecto de la
poca clsica estar pues, como puede verse,
abstraccin.
La aparicin del signo -y su papel mediador- como objeto tiene su explicacin en las
condiciones de posibilidad que este halla en el horizonte cultural del siglo XVII. Segn
Foucault, el surgimiento a la superficie de un objeto y sus modos de representacin
responde a los procesos que tienen lugar en las formas de comportamiento, en los
sistemas de normas y de tcnicas los cuales, sin embargo, no lo definen sino que
permiten que sea colocado en un campo de visibilidad92.
91
61
clculos muy complejos, fundados en las nuevas variables del tiempo, el trabajo y el deseo
que despertara su posesin.
94
62
ms pobres, como el de
El intento de considerar materia del trabajo artstico a lo que haba sido durante tantos
siglos el referente real y verdadero surgi cuando el arte occidental de la ltima mitad del
siglo XIX permaneca en gran parte anclado a la representacin de la realidad segn el
sistema que Baudrillard describi como del mapa y del doble; al espejo del ser y de
las apariencias, a la dicotoma entre lo verdadero y lo falso96, conceptos an activos a
principios del siglo XX.
Las vanguardias clsicas rechazaron de forma radical97 todo el sistema del arte
95
Entre el 46 y el 47, mis cuadros tenan por tema el trabajo. Fsico. Lo hacan las mujeres. KANTOR:
La mia opera, il mio viaggio, p. 24.
96
BAUDRILLARD, Jean: Cultura y simulacro. 1978. Kairs. Barcelona, pp. 5-6.
97
1. Destruir el culto al pasado, la obsesin por lo antiguo, la pedantera y el formalismo acadmico. 2.
Despreciar profundamente cualquier forma de imitacin. 3. Exaltar cualquier forma de originalidad, aun
temeraria, aun violentsima. 4. Extraer coraje y orgullo de la fcil tacha de locura con que se golpea y se
amordaza a los innovadores. 5. Considerar a los crticos de arte intiles y dainos. 6 Rebelarnos contra la
tirana de las palabras: armona y buen gusto, expresiones demasiado elsticas con las que se podra
fcilmente demoler la obra de Rembrandt y Goya. 7. Barrer del campo ideal del arte todos los motivos,
todos los temas ya agotados. 8. Recobrar y magnificar la vida de hoy da, incesante y tumultuosamente
transformada por la ciencia victoriosa.. BOCCIONI, Umberto; CARR, Carmelo; RUSSOLO, Luigi;
63
La pintura de Ren Magritte Ceci nest pas une pipe es el ejemplo de lo que Foucault
denomina la disociacin de la similitud y la semejanza99. Magritte observaba en una
carta dirigida al filsofo que la semejanza es una propiedad del pensamiento, no de las
cosas
afirmaciones diferentes100, puesto que las cosas estn en ese tipo de relacin. La
pintura se situara en el punto de confluencia de un pensamiento que est en el modo
de la semejanza y las cosas que estn en relaciones de similitud101.
Ante la encrucijada, la pintura de Magritte se instala del lado de la similitud, ya que en
ella no se refiere a ninguna pipa real -lo niega expresamente en el ttulo y en una serie
de pinturas de 1932 y 1962, tituladas La rpresentation- sino a otros elementos que le
puedan ser similares, se trate o no de pipas (pero incluidas ellas tambin).
Por ello, la similitud no remite a otra cosa que a s misma, se multiplica al infinito; es
reversible porque no est en relacin de jerarqua sino en relacin de transferencia y de
BALLA, Giuseppe; SEVERINI, Gino: Manifiesto de los pintores futuristas, 1910, en CIRLOT, Lourdes
(ed.): Primeras vanguardias artsticas. Textos y documentos. 2011. PPU, Barcelona, p. 63.
98
FOUCAULT, Michel: Un dilogo sobre el poder. 1981, Alianza Editorial. Madrid, p. 64.
99
FOUCAULT, Michel: Esto no es una pipa. Ensayos sobre Magritte. 1981. Anagrama. Barcelona., p.
64.
100
Ser semejantes no pertenece ms que al pensamiento. Se asemeja en tanto que ve, oye o conoce; se
convierte en lo que el mundo le ofrece... . FOUCAULT: Op. cit., p. 84.
101
FOUCAULT: bid., p. 65
64
repeticin.
La repeticin sera, en palabras de Deleuze, una conducta y un punto de vista que
afecta a singularidades no intercambiables al estar marcadas por la diferencia profunda,
y que forman parte del dominio de la similitud102.
Es una nocin transgresora en tanto desafa la ley de la generalidad que impera en la
ciencia, donde todo es intercambiable a un lado y otro del signo de igualdad103, pero
apropiada al campo de la creacin, donde no existen las equivalencias y nada puede
someterse a otra ley que la ley de la diferencia,en beneficio de una realidad ms
profunda y artstica 104.
La repeticin estructura el pensamiento antirrepresentativo de Kantor con sus rupturas y
sus recurrencias, con la temporalidad no cornolgica, la ruptura de la integridad de la
fbula y el texto, los signos teatrales asociados a la mimesis de la realidad.
Victor Bravo, en su artculo Repeticin y eterno retorno105, distingue, por lo menos, tres
tipos de repeticin:
1. la repeticin identitaria, ligada al principio del placer (Freud) y subordinada a la
representacin (a la que Foucault se refiere como semejanza); 2. la diferencia, ligada
a la pulsin de muerte; y, 3. la repeticin identitaria/diferencia que denomina esttica
o reflexiva (a la que Foucault denomina similitud) .
106
65
representacin, se hallar siempre en el teatro, en tanto que la obra literaria como tal, se
hallar en el libro. El primero continuar anclado a la repeticin identitaria -segn la
taxonoma de Vctor Bravo- como nica expresin dramtica posible hasta principios
del siglo XX y a la que el teatro convencional no ha renunciado hasta el momento.
Por el contrario, el teatro de creacin, y el de Tadeusz Kantor en particular, se
aproxima a las dos segundas: la repeticin ligada a la pulsin de muerte - uno de los
fundamentos de su credo- y la repeticin esttica o reflexiva.
La pulsin de muerte es, para el artista polaco, la fuerza que sita su expresin
dramtica fuera de la repeticin identitaria, de la representacin.
En la pieza
66
la liberacin del objeto de su percepcin habitual (...). Pero, en realidad, el aislamiento significa
el desprendimiento del objeto del valor y del acontecimiento, de la necesaria serie tico
cognitiva 109.
socialmente se entenda por esttico al declarar que era la intencin del artista lo que
converta en obra de arte un objeto fabricado, de uso comn.
El ready- made puede considerarse como una forma de repeticin en tanto la operacin
conceptual de Duchamp
67
significa
110
por las
Conociera o no las propuestas de Duchamp -Kantor siempre afirm que no las conoca
cuando sent las bases de su particular potica del objet prt-, otros artistas de las
primeras vanguardias, como Kurt Schwitters con sus merz, ya haban introducido
objetos y materiales no pictricos, de la vida real, en sus cuadros, como l lo hara con
los paraguas.
ejercido si bien, como ocurre en las relaciones paterno-filiales, el padre fue contestado
a travs de disensiones de distinta importancia.
Ms all de las
kantoriano est en las antpodas del principio subjetivo y esttico que sostiene el de
Duchamp porque est relacionado con la muerte; la muerte del objeto respecto la serie
utilitaria a la que perteneca, y con su capacidad de dar origen a un lenguaje.
La transfiguracin de urinario en obra de arte surgi de la idea de la firma del
fabricante que lo produjo y del artista que lo apart de la serie original al elegirlo, en
tanto que el objeto real slo exista como referencia en esa etapa de su concepcin.
SCHWARTZ, Arturo: The complete works of Marcel Duchamp. 2000a. Delano Greenidge Editions,
New York. , pp. 648 y 649.
111
Luego de mi encuentro, en los aos 60, con el dadasmo, que en esa poca ocupaba un lugar en el
museo, me di cuenta de que mi gesto de protesta de 1944 [el descubrimiento del objeto pobre] era su (el
de los dadastas) gesto de 1914./ Me consider descendiente de Dad y, como sucede a menudo, mi
padre me era entonces desconocido. KANTOR, Tadeusz: Leons de Milan. 1990. Actes Sud, p. 80
68
Por ello, la aparicin del objeto en su lenguaje artstico -teatral y plstico- tendr el
valor de una encrucijada y la apertura de un camino que le permitir distanciarse de la
mimesis y, al mismo tiempo,
era una
112
69
simultneamente, la potencia de
un material de
creacin.
115
70
El mismo proceso afectaba a los organismos vivos quienes, cuando haban cumplido
su ciclo en la realidad vital, una vez
cambiaba su
Desde ese espacio otro la repeticin se manifiesta en las identidades ambiguas que
se desdoblan. En La clase muerta cada personaje juega al menos dos papeles: el de
alumno de la clase y el del texto dramtico de Witkiewicz, que Kantor manipul como
si fuera un objet trouv.
La adjudicacin de los roles en su puesta en escena no segua la lgica visual de la
phisique du rol -de la adecuacin por semejanza- y, en ocasiones, tampoco la de gnero,
verificndose la crisis de la repeticin identitaria en una escena de Que revienten los
artistas! cuando los personajes gemelos pierden la nocin de quien es cada uno de ellos
y su nica referencia respecto de s mismos es espacial: si sali o entr por la puerta
ser uno o el otro de ellos, aunque en el juego escnico incluso ese punto de apoyo se
rarifica por la velocidad creciente de sus acciones, siempre las mismas, seguidas de un
efmero reconocimiento que nunca se ve como cesura, las cuales vinculan la identidad
con el tiempo circular de la repeticin.
mecanismos fallados o
mutilados,
o bien de
El arma de
En 1939 Jorge Luis Borges escribi Pierre Menard, autor del Quijote, un relato
extrao, poco entendido en su momento, pero que muchos aos despus sera
reconocido como el texto que cambi para siempre las relaciones entre lo escrito y su
lector y la escritura con la lectura,
entonces vinculaban a la obra de arte con su creador y con la recepcin. La ardua tarea
de Pierre Menard, repitiendo dos siglos despus que Cervantes cada una de sus palabras,
es la operacin que los millones de lectores de ese texto han llevado a cabo desde sus
lenguas particulares, sus experiencias vitales y culturales, en sus propios tiempos. As,
el Quijote de Cervantes, el escrito original, desaparece tras esas lecturas repetidas y
ni siquiera se podra decir que ese original de autor tuvo alguna vez algn lector; as
fuera el propio Cervantes.
El relato de Borges pasa por ser el texto paradigmtico de esa clase de repeticin,
72
verificada por Nietzsche mediante su concepcin del eterno retorno que abra la
posibilidad de escapar al tiempo metafsico con la afirmacin de un eterno presente
repetido; el presente del ritual, del teatro, del juego
KANTOR: Para m no hay otro teatro que el mo. Entrevista de Bogdan Gieraczyinski para Le
Monde (octubre 1980), reproducida por El Diario de Caracas el 22 de mayor de 1981. Cfr. El teatro de la
muerte y otros ensayos, p. 281.
122
KIERKEGAARD, Sren (Constantin Constantiuns) : La repeticin. Un ensayo de Psicologa
experimental.LIBROdot.com. http://www.librodot.com, p. 10.
73
recupera el recuerdo no se ajusta a la vida sino que reorganiza lo que una vez fue en una
construccin imaginaria: lo
lo repetido
las
en
en El nacimiento de la
Dios de
122
74
directamente al espritu124.
El mtodo que Kantor invent para retorcerle el cuello a la literatura125 dramtica fue
utilizarla como objet trouv y reducirla, a ella tambin, a la diferencia y la repeticin.
Con ese uso abra un nuevo frente contra la representacin, quizs de un modo ms
radical que la supresin de la palabra en la escena.
Kantor expresaba su predileccin por ciertos dramaturgos como Maeterlink, Kleist e
Ibsen, pero fue Witkiewicz el nico escritor residente en el Teatro Cricot 2 desde su
fundacin, en 1956. Pero a partir de Wielopole, Wielopole (1980)126 no recurrir a
textos ajenos. Los tres espectculos siguientes -Que revienten los artistas! (1985), No
volver jams (1988) y el pstumo, Hoy es mi aniversario(1990)- se apoyarn en
elementos de su biografa personal y artstica y sus textos el producto de la escritura del
artista y del trabajo con los actores en la escena.
124
75
Lo repetido bajo la forma de un ritual adquiere un significado que afecta tanto a la vida
individual como a la colectiva. Crea individuacin y comunidad al referirse a algo que
sucedi in illo tempore , protagonizado por una instancia ms poderosa que los seres
humanos y cuyo carcter fue fundante.
En la repeticin el tiempo profano y la realidad dada desaparecen pues transforman a
los hombres en aquello que invocan, y al tiempo y el espacio profano, en sagrado,
como seala Mircea Eliade129.
En tanto sagrado, el significado ltimo del ritual es oscuro, opacidad que Kantor
reinvindicaba para la obra de arte130. Descrea tanto de la plenitud atribuida al intelecto
cuanto que la obra de arte pudiera ser comprendida o su finalidad fuera serlo; de aqu su
renuncia al texto literario y a la diegesis. La emocin, sostenida por la estructura
formal, era suficiente para confirmar el estatuto del espectculo como real y verdadero.
Mircea Eliade precisaba que el estatuto de real se adquira en estos rituales y siempre
estaba otorgado por el otro. Paradjicamente, adquiran ms realidad cuanto ms se
identificaran con el otro131.
129
ELIADE, Mircea: El mito del eterno retorno. Arquetipos y repeticin. 2001. Emec. Buenos Aires, p.
26.
129
Es la realizacin de mi idea de OBRA CERRADA, /que queda definida en LA CLASE MUERTA/
cuando ya estaba harto de la concepcin usada abusivamente de obra abierta, forma abierta, teatro
abierto y etc . Adems, Kantor afirmaba que la obra abierta es fcil y propiciatoria del consumismo.
Por el contrario, la obra de arte slo puede ser contemplada tal y como uno mira por la ventana de una
casa ajena/ EN SILENCIO,/ de un modo ms o menos deshonesto!!!!!!!!/ Y esta es seguro una obra de
arte. Quizs la ms.... KANTOR:La clase de escuela. Obra cerrada en La clase muerta. Catlogo de
exposicin. MUA, Museo de la Universidad de Alicante, p. 25.
129
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 212.
76
Mircea Eliade, en El mito del eterno retorno, hace un anlisis de la temporalidad que
rega en
cotidianas se insertaban en el presente del tiempo sagrado pues haban sido realizadas,
originariamente, por los dioses y, en consecuencia, el tiempo profano de la vida careca
de significado real estaba considerado como un mero devenir. Lo que otorgaba realidad
a la vida era la temporalidad del eterno retorno, de la repeticin ritual de gestos
paradigmticos alusivos a los mitos fundacionales.
En la escena kantoriana el mito fundacional evocado gira en torno de la familia del
artista, con sus nombres verdaderos y el pueblo de Wielopole. El transcurrir de la
existencia de los personajes, sus pequeas mezquindades, sus fobias, las sacudidas y los
avatares de la historia a que se vieron expuestos a lo largo de sus vidas; esa era la
epopeya fragmentaria que la memoria del artista haca revivir sobre las tablas.
77
a que expone la
repeticin, que escinde la condicin inmortal de los dioses de la condicin finita los
hombres y cuya muerte es la conclusin de la vida histrica, como sostiene Mircea
Eliade135.
atrae compulsivamente al To
Karel, que tanto amenaza con irse como anuncia alborozado que ha vuelto.
All se repite
-la
ceremonia del entierro- sino al final del cuarto acto. Tambin el Padre protagoniza
134
135
78
varios regresos -durante sus permisos del frente-, con sus llegadas y partidas. El acto
finaliza con la violacin ritual del
La presencia bblica es otra de las repeticiones, esta vez textuales, en el acento proftico
con que la Ta Maka recita fragmentos del Apocalipsis o de la Pasin, as como se
repite en este espectculo un elemento sonoro de La clase muerta: el sonido seco y
funeral de las bolas de madera de la Cuna-Fretro, que se transforma aqu en el taido
de las campanas de la muerte. Adems, las desgracias que ellas evocan, siempre vienen
acompaadas por las reiteradas apariciones del Tio Stas, el Deportado a Siberia, con
motivo de algn acontecimiento, como la cena de Navidad -la cual repite la ltima
Cena- o de un festejo, como en el cumpleaos del artista en su espectculo pstumo,
Hoy es mi aniversario.
La apertura de la puerta se rige por el tiempo artificial del reloj, a horas fijas -las 8, las
10, las 12- y organiza los actos cotidianos, tales como vestirse y desvestirse, ordenar
los muebles o entrar y salir o los juegos de cementerio que, como todo juego, carecen de
otra finalidad que no sea la de jugar. A pesar de su diferencia, unos y otros constituyen
otras tantas acciones regidas por la repeticin de las acciones y el ritmo que las
puntea, escandidas por la apertura de la puerta, separa y pone en comunicacin el
espacio sagrado de la habitacin de la niez all evocada con el espacio exterior.
.
80
Captulo 2
Una clase de realidad: la realidad del ms bajo rango. Tadeusz Kantor y Bruno Schulz
Me permito recordar que el mtodo fundamental de mi obra (si puedo expresarme de modo tan pattico)
es la fascinacin del rango ms bajo. Es lo que explica mis cuadros, mis embalajes, mis objetos pobres,
tanto como mis personajes pobres quienes (como los hijos prdigos) retornan miserables a su casa natal.
Tadeusz Kantor
Toda nuestra generacin haba madurado de hecho a la sombra de Schulz, pero muchos lo olvidaron, o
ms bien, nunca lo recordaron. Tadeusz Kantor
136
El poeta polaco Czelaw Milosz titula Otra Europa a la obra donde aspira a dar cuenta del pas donde
naci,Lituania, como parte de la zona oriental europea, escapando a los conceptos estereotipados como
alma eslava aplicados a un territorio con sus mezclas de lenguas, de religiones y tradiciones,
situndola en relacin al resto del continente, o incluso de nuestro planeta llegado a la era
intercontinental. 1981. Tusquets Editores. Barcelona, p. 11.
137
Publicados en Espaa en 1999 como Obra completa por la editorial Siruela, en una traduccin de
Juan Carlos y Elswieta Vidal.
81
ciudad natal. Schulz fue asesinado de un tiro en la cabeza en 1942 por un oficial de la
Gestapo, no lejos de la casa donde haba nacido.
En 2004 se celebr en Nancy una exposicin conjunta del Museo Nacional de Cracovia
y el Museo de Bellas Artes de la ciudad francesa
mosqueteros
138
se dio de baja en la
138
82
Wielopole, los Obispos y los jassidim, el Rabino y la Beata de Que revienten los
artistas!; las canciones en yddish y los himnos cristianos entonados en polaco, los ritos
mortuorios, las bodas o las procesiones.
Los tres artistas, como tambin Kantor, hicieron pivotar el eje de su creacin en los
aspectos personales y biogrficos de forma explcita, si bien cada uno los abord de
manera diferente. De modo muy somero podra decirse que Witkiewicz los expres a
travs de la auto caricatura, Schulz
mediante la mitificacin
degradante y
Para Bruno Schulz, esa edad inaugural contena, adems, connotaciones religiosas.
Representaba el mito del comienzo, de un nuevo comienzo asociado a la llegada del
Mesas. En su relato El jubilado, el anciano personaje decide volver a la escuela y
emprender sus estudios desde el principio, en un grotesco retorno a la infancia. Sin
embargo, no planteaba una vuelta a la infancia en general, sino a la suya propia, en la
cual hallaba los elementos para sus construcciones imaginativas139 y a la que llamaba
la poca genial, ttulo de uno de sus relatos. En este relato hallamos el germen de los
personajes de La clase muerta, que cargan el maniqu de su niez a sus espaldas.
Los personajes de ese espectculo y el que evoca a Kantor en su infancia, Yo a la edad
de seis aos, (Que revienten los artistas! ) ya son memoria, pertenecen al lado del ms
all, de la muerte. De su vida terrenal slo conservan fragmentos no demasiado
agradables de recordar. Los que poblaban los recuerdos de Kantor como alumno de una
escuela acadmica y memorstica o asociados a la Primera Guerra, y al hecho de ser
hijo de un padre ausente.
En tanto artista, quizs se identificara con el nio-pintor que aparece en
140
vicioso (1895-97)
El crculo
aventura Denis Bablet. El nio est sentado en la cspide de una doble escalera de
mano, significando as sus deseos de llegar hasta ese lugar en el camino del arte,
139
FIKOVSKI, Jerzy: Regions of the Great Heresy. Bruno Schulz. A Biographical Potrrait. 2003. W.W.
Norton & Company. New York. London, p. 73.
140
MALCZEWSKI, Jacek: Le cercle vicieux (El crculo vicioso) 1895-97, en BABLET: Les voies de la
cration thtrale. vol. 2, p. 20. Ver Anexo.
83
mientras ignora a la masa de falsos artistas, repetidores de cliss al uso que cercan la
escalera y parecen acosarlo141.
El humor ser, tambin, un elemento comn entre los tres artistas quienes lo abordarn
de manera acentuadamente grotesca, como Gombrowicz y Witkiewicz o ms potica y
absurda , como Schulz y Kantor, cuyo
algunas de los juegos de identidad protagonizadas por los gemelos Janicki en Que
revienten los artistas! o el tango bailado por los Obispos en No volver ms. Asimismo,
Kantor vaca de pathos la agona del Yo muriente en la cual la Muerte, personificada en
la Prostituta de Cabaret, est recostada junto a l en el lecho y despliega sus maniobras
seductoras de manera teatral.
De estos tres artistas, Schulz y Witkiewicz fueron los que ms profunda y directamente
incidieron en la obra de Kantor. Gombrowicz no fue una referencia sino un punto de
partida, fundado en la extraeza, si bien para ambos artistas el concepto no tena la
misma significacin: a Gombrowicz le garantizaba la autonoma y a Kantor,
la
usa a sus
Con Schulz tiene en comn el escenario: ambos nacieron y se educaron -con una
diferencia de 23 aos- en la Galizia polaco-juda, donde representaba la mitad o ms
de la poblacin en gran parte de los pueblos y ciudades, pero ninguno de ellos se sinti
comprometido
141
84
En la lnea de
Lo llamo simplemente el Libro, sin ms eptetos ni definiciones, y hay en esa obstinacin algo
de desamparado suspiro, una silenciosa capitulacin ante la magnitud de lo trascendental,
porque ninguna palabra, ninguna alusin sera capaz de restablecer, despedir aroma, vibrar con
un escalofro de miedo, frente al presentimiento de algo sin nombre, cuyo sabor en la punta de
la lengua supera nuestra capacidad de asombro144.
MALLARM, Stphane.: Quant au livre, en Oeuvres Complets, Vol. II, 2003. La Pliade. Gallimard.
Paris, pp. 214 -228.
144
SCHULZ, Bruno.: El Libro, en Las tiendas color canela , Obra completa, 1993, Siruela, Madrid, p.
117.
85
narrador para reclamarle al padre, en una especie de delirio onrico, el Libro perdido.
Ignorando a qu libro ser refera, este le ofreci la Biblia, que su hijo rechazar con
indignacin: Por qu me das ese contaminado apcrifo, la milsima copia, una
vulgar falsificacin? Dnde est el Libro?145
La mirada adulta del padre consideraba que el Libro era un mito cuya extincin sera
paralela al fin de la infancia, en tanto que, para el hijo, conservarlo significaba un
postulado, un deber.
Finalmente, el nio consigui recuperar los residuos, con el sentimiento de que el Libro
haba sido objeto de un sacrilegio: En aquel momento, ya posea ese pedazo del Libro,
esos penosos restos que, por un azar, haban cado en mis manos146.
86
El choque entre el anuncio publicitario y el texto creaba una realidad fuera de lugar
(del lugar del anuncio), casi escandalosa, porque desviaba la funcin potica hacia otra
diferente que incitar al consumo. En cambio, daba lugar a un texto puro, inmotivado,
autnomo y orientado hacia s mismo; un texto literario.
En una carta a Witkiewicz de 1935150, Schulz se refera a esas imgenes fuertes de la
infancia como una agenda, como el capital de acero del alma, frutos de la intuicin
y de una conciencia an no formada del todo. En estas definiciones el artista no
consideraba que fueran descubrimientos; significaban medios para entender cada
147
87
vez mejor el secreto que se oculta en ellas [las imgenes]151, en un trabajo de exgesis
que no conoca fin por lo que el Libro adquira dimensiones metafsicas, sin perder
su condicin de desecho, condicin que Kantor atribuir a su objeto pobre, como se
ver ms adelante.
Adems, hemos observado que, a diferencia de Schulz, este har abundante uso de la
palabra descubrimiento para referirse a sus elaboraciones tericas, a sus encuentros
(fortuitos o no), con los materiales objeto de su trabajo semntico posterior.
2.2.2. La infancia
88
Tanto uno como otro estaban ligados a una corriente de la literatura y el arte que
provena del simbolismo polaco, en la cual los nios encarnaban el sufrimiento del
inocente, as como la fe ingenua y la adhesin al juego y al misterio y a quienes estos
artistas rindieron homenaje en ocasin del levantamiento protagonizado por los
estudiantes de Wrzesma en 1901, oponindose a la germanizacin de la enseanza. Este
acto los convirti en la divisa de la conciencia nacional y en un revulsivo para la
burguesa, conformada a la dominacin extranjera y aletargada por el bienestar
econmico.
Kantor les presenta sus respetos en Que revienten los artistas!, a travs delnio,
montado en su Velocpedo quien encabeza, vestido con uniforme militar, el pomposo
cortejo de los generales del mariscal Pilsudski. Esta all como un testigo, como un
ejemplo, pero tambin como una vctima.
153
89
90
En esa poca Kantor ya era presa de su pasin por los objetos de categora inferior;
sealadamente, los paraguas en distintos estados de ruina, que comenzar a coleccionar.
Los fij por primera vez a una tela en 1964 y continu presente en su obra plstica hasta
1970, aunque el concepto de objeto pobre se remonta a los aos de la Segunda Guerra
Mundial y la ocupacin nazi.
La inclusin del paraguas en sus pinturas podra leerse como un gesto de profanacin
vanguardista al uso. En realidad, responda a una estrategia en sus estudios espaciales,
que no llevaba a cabo con un lenguaje abstracto sino con los objetos desechados de la
realidad cotidiana. En posicin de apertura el paraguas creaba un subespacio interno,
al tiempo que aluda, necesariamente, a la imagen curva del espacio csmico,
considerado por el artista como el punto del cual haba que partir de cero 161, de la
pobreza que se constituye en una categora econmica y cultural.
fosilizado y caduco
163
de
161
91
compilando una realidad paralela aunque degradada por el tiempo y por el uso pero
inaugural en tanto los materiales que la componen fueron previamente desechados.
El trapero les otorga una nueva existencia, los rescata a travs de su mirada y su accin,
para reintegrarlos a un circuito econmico de segunda clase, de segunda mano; a
menudo, investidos de valores no apreciados con suficiencia en su primera vida debido
a su caducidad y a su vejez, a su apartamiento de la norma; en este caso, de la belleza,
la novedad y la utilidad.
Baudelaire estableca concomitancias entre el trapero y el poeta:
Souvent, la clart rouge dun rverbre
Dont le ven bat la flamme et tourmente le verre,
Au coeur dun vieux fauburg, labrynthe fangeux
O lhumanit grouille en ferment orageux,
On voit un chiffonier qui vient, hochant la tte,
Butant, et se cognant aux murs, comme un pote,
Et, sans prendre souci des mouchards, ces sujets,
panche tout son coeur en glorieux projets. 164
Sacralizados y
BAUDELAIRE, Charles.: Le vin des chiffonniers, en Les Fleurs du Mal. Oeuvres Compltes, Vol. I .
1975. La Pleade. Gallimard, Paris, p. 106. Hemos preferido respetar la lengua original del fragmento. La
siguiente traduccin, funcional, es nuestra: A veces, bajo la roja claridad de un relmpago/ Cuya llama
golpea el viento/ En el corazn de un viejo barrio, laberinto fangoso/ Donde la humanidad bulle y
fermenta// Aparece un viejo trapero moviendo la cabeza/ Tropezando y pegndose a los muros igual que
un poeta/ y, sin preocuparse de los soplones, esa clase de sujetos/ Ensancha su corazn con gloriosos
proyectos.
165
BENJAMIN, Walter: Poesa y capitalismo. Iluminaciones II. 1972. Taurus. Madrid. p. 31.
92
166
Le mthode qui consiste / disposer/ laction et les situations/ hors de leur place,/ de faon
choquante et scandaleuse (El mtodo que consiste en/ disponer/ la accin y las situaciones/ fuera de su
lugar,/ de manera chocante y escandalosa). KANTOR: Le tableau, en BABLET: Les voies de la
cration thtrale. vol. 2, p. 164.
167
KANTOR: Le tableau en BABLET: Les voies de la cration thatrale, vol 2, p. 165.
93
Las condiciones extremas de vida cotidiana obligaron al artista treintaero que era
Kantor en la dcada de los cuarenta a dar un giro a sus investigaciones que haban
transitado, hasta ese momento, por el campo de la abstraccin. La radicalidad de la
experiencia vital por la que estaba atravesando lo hizo descender desde ese universo
de la forma pura de Witkiewicz hacia la realidad
que se impona; no ya al
El artista recordaba, en las Leons de Milan, que en esos momentos el problema del
tiempo, de la fugacidad de la vida -vivir hasta esta noche, vivir hasta que acabe la
ocupacin, vivir hasta que acabe la guerra?- le proporcion una nueva visin de la
trascendencia, de lo cotidiano y de la realidad, sin que tal descubrimiento lo condujera
de regreso al tiempo ilusorio de la representacin ni al simbolismo168.
As, pues, la concepcin temporal que desarrollar Kantor durante la etapa del Teatro
Clandestino estar ligada a la figura de los restos, de los objetos desechados e
inutilizados, de los edificios destruidos por los bombardeos, emblemas de la fragilidad
de la existencia y de la realidad presente, fragmentaria y descalabrada.
toda
exhibicin poda acabar en ocultamiento (los embalajes) y toda destruccin vala para
ser monumentalizada (el Altar-barricada de Weit Stoss), como lo fueron los restos de
los dos crematorios del campo de extermino de Auschwitz dinamitados y dejados tal
168
94
cual, como terribles esculturas erosionadas; como las figuras humanas de que all
habitaron y perecieron, cuyas sombras materializ Alberto Giacometti en sus
caminantes.
El material escnico172 de El retorno de Ulises, consista en objets trouvs -la rueda de un
carro, el tubo de un can sin la curea, una banqueta de cocina-, LO QUE TENAN A
MANO, EL OBJETO REAL173. Kantor explicaba de qu modo los objetos de ilusin la escenografa, las referencias clsicas y las versiones abstractas174 de los primeros
bocetos- fueron expulsados por los reales contemporneos a travs de las distintas
variantes de la escenificacin que estaba proyectando. La roca, la casa y la valla que
conformaban la escenografa primitiva fueron desterrados por objetos de una tremenda
utilidad, por objetos tcnicos, auxiliares. Pero el problema que se le present al artista
durante la creacin del espectculo se refera al propio personaje central, que se resista a
volver DE VERDAD175 en forma de una presencia real.
Kantor siempre asign un valor seminal a la puesta en escena de esta obra176 en el
desarrollo de su lenguaje escnico. Su lucha con el personaje
persegua, no la
verosimilitud - revestido con todas las referencias clsicas del traje y del atrezzo- sino la
misma categora de realidad que el pblico. Kantor consideraba que la verosimilitud
perteneca al mbito de la representacin, al igual que la mitologa, a la que recurra la
pieza de Wyspianski aunque situara el Olimpo en el castillo del Wawel.
El origen mtico de Ulises haca difcil el retorno177 del personaje a esa nueva
concepcin de la realidad escnica en la que deba incluirse, tan real como la propia
existencia y marcada por el espacio donde tendra lugar el espectculo, la habitacin de
un piso malbaratado a medias por la guerra.
Finalmente, Ulises retorn, encarnado en un soldado alemn de la Segunda Guerra
Mundial, segn lo muestra en uno de sus bocetos finales178, el
personaje
mtico
172
95
degradado a invasor real; Ulises ya no era el hroe homrico sino un asesino predador179.
Asimismo, el peligro que corran los participantes del acto teatral clandestino era real: en
cualquier momento artistas y pblico podan ser vctimas de un registro de la Gestapo. Se
operaba as una suerte de multiplicacin del espacio real en que coincidan la legalidad
nazi, de cuya violencia participaban la escena y la sala, y el espacio de creacin
clandestino, tan real y tan expuesto como la degradada vida cotidiana.
A la eficacia del hallazgo de Kantor contribua la liminaridad del personaje del soldado
alemn; un verdugo pero al mismo tiempo, un ser humano180, un chivo expiatorio de las
culpas colectivas del rgimen y el ejrcito nazi por el solo hecho de llevar ese uniforme y
objeto de venganzas181 durante la retirada.
Tambin en el campo del invasor hubo matices y Kantor reconoca la existencia
muchos regresos:
Regresos deshonrosos marcados por las huellas del sufrimiento humano y las matanzas
sanguinarias cometidas en nombre de consignas rituales y bosquimanas [sic]/ Regresos envueltos
en jirones de falsas banderas./ Regresos que eran fugas de la justicia182.
Estas reflexiones del artista apuntan a que la presencia de Ulises encarnado en un soldado
alemn haca de el un actor trgico que descenda a las profundidades de la Historia,
en tiempo presente. La degradacin de la figura mtica de Ulises a la categora de
realidad del rango ms bajo supuso una nueva perspectiva en su teatro y su produccin
terica cuyos planteamientos fundamentales no har ms que profundizar en las dcadas
venideras.
179
Podemos incluso asumir el hecho de que Ulises mate a todos los pretendientes de su mujer; sin
embargo, la planificacin del asesinato de su padre, sin un mvil claro, slo por la fuerza fatal del destino
o de una maldicin, no me convence en absoluto. En cambio, me resulta mucho ms atractiva la idea de
desenmascarar a un hroe mitolgico. KANTOR: El teatro de la muerte y otros ensayos, pp. 21-22.
180
Es la tesis de H. Arendt : los culpables del Holocausto forman parte de la especie humana. ARENDT
Hanna: Eichman en Jerusalen. Un estudio sobre la banalidad del mal. 1967. Lumen. Barcelona.
181
Ian Buruma relata en el captulo 3 -Revenge- que en 1945, en Cesk Budejovice (actual Repblica
Checa), se saba de la existencia de un campo en cuya puerta principal rezaba Ojo por ojo, diente por
diente, en el cual se hallaban internados prisioneros alemanes, muchos de ellos civiles, cuya vida diaria
reproduca la que rega en los campos de trabajo nazi: 12 horas de trabajo, mnimas raciones de
alimentos, llamadas a la Appelplatz en medio de la noche donde eran obligados a cantar, bailar, pelearse
entre s o cualquier otro tormento que divirtiera a los guardias checos. BURUMA, Ian: Year Zero: A
History of 1945. 2013. ISBN original B000C5R7H02. 350 pg. sin numerar. Edicin digital. Amazon.
182
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 22.
96
La obra grfica Schulz desvela, adems, el fetichismo que presidi su relacin con la imagen
femenina: el hombre siempre aparece en una posicin degradada frente a ella.
184
SCHULZ, Bruno: Ensayos crticos. 2004. Maldoror ediciones, p. 13.
185
FIKOWSKI, Jerzy: Region of the Great Heresy. Bruno Schulz. 2003. W.W. Norton &Company. New
York. London, p. 73.
186
FIKOWSKI.: Op.cit., p. 75.
97
parntesis el significado y bajo la cual el objeto observado era un puro significante; una
mirada que borraba todo referente cultural (Ulises,Troya, Homero, la Grecia Antigua) y
acentuaba el puro hecho de estar all, de su presencia.
Ulises est sentado en una silla en medio del escenario: lo esencial es el hecho de estar sentado, su
estado fsico, que posee un significado propio. La misma accin de sentarse, el hecho de
explicitarla, de acentuarla, de dotarla de importancia es lo esencial, lo verdadero, puesto que posee
un valor exterior (lo exterior no equivale a superficial). Los acontecimientos y sucesos desnudos
son eternos.189 .
Si Kantor subrayaba la importancia del significante, Schulz pensaba, desde las antpodas,
que lo esencial era el sentido y que al nombrar las cosas se las insertaba en lo
universal190.
cortocircuitos de sentido que se producen entre las palabras pero, al mismo tiempo,
histrica o antropolgica, porque el lenguaje se encarna en remotsimas derivaciones de
los mitos y las historias antiguas; por ello, segn Schulz, todas nuestras ideas siempre se
187
De esta mirada sobre la realidad desde un lado, barroca, surgirn, una veintena de aos despus,
sus experiencias con el embalaje: Manifiesto Embalajes (1962) y happening Gran Embalaje (Ble,
1966).
188
KANTOR.: Teatro de la Muerte y otros ensayos, p. 27.
189
KANTOR.: Op. cit., p.27.
190
SCHULZ: Ensayos crticos, p. 14.
98
En el sistema kantoriano, sin embargo, la realidad no era la sombra del discurso sino un
elemento substancial y resemantizado segn la categora de realidad del ltimo rango.
Desde ese enfoque exhibir la barbarie y la miseria del soldado, evocado por primera vez
en El retorno de Ulises o repetida en Wielopole, Wielopole y, sobre todo, en Hoy es mi
aniversario, insistiendo siempre en su intrnseca crueldad y tambin su sufrimiento, no su
heroicidad, porque el soldado es, por definicin, un ser destinado a la muerte.
El homenaje a los mrtires del Holocausto (Que revienten los artistas) ser entonces una
humilde cancin popular yiddishe entonada por la Criada y los saltimbanquis del Teatro
Crikot 2, quienes, a su vez, ofrecern el suyo a las victimas de las purgas stalinistas de la
dcada del treinta, al peregrinar en torno al cuerpo de Meyerhold, convertido en su
emblema.
Tampoco la solemne marcha militar que acompaaba al cortejo de generales del Mariscal
Pilsudski preceda la entrada de un general victorioso, sino de un muerto montado en el
esqueleto de su caballo quien, cuando se expresa con su voz, lo hara entonando una
melanclica cancin popular, como dedicadtoria al animal (una humilde mula, no un
heroico caballo) que lo acompa en todas las batallas y precedi el catafalco en su
cortejo fnebre.
Desde la misma perspectiva degradada, la pattica Criada-Crtica de Arte, en Hoy es mi
cumpleaos, pretenda sustituir a la legtima Infanta de Velzquez al usurpar su lugar en
el Marco del cuadro.
Para el artista polaco el lugar del arte ser, desde entonces, ms que un espacio un
principio: la realidad del ltimo rango a la que pertenecen objetos y personajes.
Reivindica dicha realidad como el nico lugar autntico, al hacer sinnimos el lugar
teatral y el espacio de la vida.
191
192
99
A dicha eleccin, en parte vital y en parte conciente, a su rechazo de que la obra de arte
continuara
detentando
del
DERECHO
SAGRADO/
ABUSIVO/
DE
suburbanos
despectivamente194 los
Kantor reflexion largamente sobre los lugares que haba ocupado el arte en su desarrollo creativo,
para afirmar, en la ltima de las lecciones milanesas, que no haba un lugar artstico especfico -los
museos y teatros sino un LUGAR REAL en el cual LOS REFINADOS VALORES ESTTICOS SON
REEMPLAZADOS/ POR/ LA POBREZA. Leons de Milan, p. 79.
194
Era un distrito industrial-comercial que posea una fisonoma de sobria utilidad claramente destacada.
El espritu del tiempo, el mecanismo econmico, tampoco perdon a nuestra ciudad y arraig sus avaras
races en el extremo de su periferia donde dio lugar a un barrio parsito. /Mientras en la ciudad vieja
reinaba an el comercio nocturno, clandestino, saturado de ritualidad solemne, en el barrio nuevo se
desarrollaron las formas modernas y austeras del comercialismo. El seudoamericanismo insertado en el
viejo y ptrido suelo de la ciudad, origin la vegetacin frondosa, ms vaca e incolora, de la
pretenciosidad de pacotilla. All se dejaban ver las casas baratas, mal construidas, con fachadas
caricaturescas y monstruosas de yeso resquebrajado. Los cristales malos, opacos y sucios, que
fracturaban en reflejos ondulados la calle oscura, la madera mal trabajada de los portales, la atmsfera
gris de sus interiores yermos, invadidos por telaraas y guedejas de polvo de los estantes altos y a lo largo
de las paredes harapientas y desconchadas, dejaban aqu, sobre las tiendas, el signo de una Klondike
salvaje. Aqu, seguan filas de sastreras, almacenes de confeccin, porcelanas, drogueras , perfumeras.
Sus grandes y grises escaparates llevaban - al bies y en semicrculo- los nombres formados por letras
doradas: CONFISERIE, MANICURE, KING OF ENGLAND . SCHULZ : Las tiendas color canela en
Obra completa, pp. 85/86
195
Esos verdaderos comercios nobles, abiertos en la noche tarda, fueron siempre objeto de mis sueos
ardientes. /Sus interiores mal iluminados, oscuros y solemnes, olan profundamente a pintura, laca,
incienso, aromas de pases lejanos y extraas materias. All podas hallar juegos de bengalas, cajitas
encantadas, sellos de pases desaparecidos, ndigos, calafona de Malabar, huevos de insectos exticos,
papagayos , tucanes, salamandras vivas y basiliscos, raz de Mandrgora, mecanismos de Nremberg,
homnculos en tiestos, microscopios, catalejos, y sobre todo libros curiosos y extravagantes, viejos folios
repletos de extraos dibujos e historias asombrosas.
Recuerdo a estos viejos y nobles mercaderes que atendan a los clientes con los ojos bajos, en un silencio
discreto, lleno de sabidura y comprensin para sus deseos ms ntimos..SCHULZ: Las tiendas color
canela. Op.cit., pp. 77/78.
100
como individuos sin carcter, sin profundidad y, peor an, como escoria, plebe
y desecho moral196.
Se asocia as en el texto el valor venial del ser humano a los de clase y posicin social
y a estas categoras, con el valor moral que reinaba en esa ciudad de pacotilla. Si
los trajes que vendan algunos de esos nuevos comercios estaban marcados por una
elegancia depreciada, los dependientes, masculinos o femeninos, representaban
subjetividades de la ms radical alteridad, tanto por la etnia de unos -morenos, a
quienes traicionan la sangre negra y antigua-, como por la genericidad dudosa de los
otros, semejantes a travestidos y manchados por alguna clase de tara en su
belleza. El sujeto femenino, por su parte, descenda an ms en la escala axiolgica a
causa de sus rostros depravados y
biolgica a que el narrador los somete, llega a situarlos al nivel de los insectos a causa
de algunas notas agravantes del fenotipo, tales como esa brillante y grasosa oscuridad
que, escondida en los ojos, surta [sic197] de repente en zigzag como una cucaracha
reluciente. Una degradacin, por otra parte, a la que tambin somete al padre crustceo, cucaracha- asociada a su declive econmico.
siglo XIX,
101
Aspira
Demiurgo amaba las materias perfectas y complicadas, nosotros damos prioridad a la pacotilla.
Simplemente nos cautiva, nos encanta lo barato, lo chapucero, lo defectuoso201.
199
ABRAMS, M.H.:El espejo y la lmpara (1953). Barral Ediciones, 1975, Barcelona, pp. 337-398.
SCHULZ: Las tiendas color canela, bid., p. 54.
201
SCHULZ: Las tiendas color canela, bid., p. 55.
200
102
El escultor rumano Brancusi camin desde Bucarest hasta Pars para poder desarrollarse como escultor
en un medio ms propicio. Su trabajo llam la atencin de Rodin quien lo invit a trabajar con l en su
estudio, que era el ms importante de la poca. El joven, que apenas poda mantenerse, declin
educadamente el ofrecimiento. Al ser preguntado el porqu de lo que pareca, no un error sino un
disparate, respondi escuetamente: A la sombra de los grandes rboles no crece nada.
103
animal. El solo hecho de su capacidad de mutacin lo convierte en totem. Por otra parte,
el narrador asiste con indisimulable piedad al lento proceso de degradacin del padre,
que se acompasa con la infancia perdida.
En
Wielopole, Wielopole, es la vctima objeto del desamor del padre, la novia violada en su
maniqu, hasta que en Hoy es mi aniversario, adopta los movimientos de una autmata.
Solo en este espectculo, en que aparece el fantasma del Padre atado al potro de tortura,
su figura parece haber sido inspirada por la piedad, aunque quede subsumida en su
homenaje a las vctimas del Holocausto. De la relacin con su padre solo quedan los
recuerdos aislados de sus retornos del frente y dibujan una figura brutal y maldiciente
que su abandono posterior no dio ocasin de ser rectificada en la memoria de Kantor.
Por ello,
degradado en su
203
Cuando se reconstruyen los recuerdos de la infancia/- ese es el sentido del espectculo-/ uno no
escribe una historia de acuerdo con los modelos/ conocidos de la literatura como una trama basada en/ la
continuidad./ Esta me ha parecido falsa. Y a m me interesa la verdad./ E decir, una estructura que no est
confeccionada con/ las salsas y condimentos de los recuerdos de la infancia/ debe contener solamente los
momentos, las imgenes y/ las instantneas que la memoria del nio retiene,/ haciendo una seleccin del
conjunto de la realidad, una seleccin extremadamente importante, artstica, porque se atiene/
infaliblemente a la VERDAD. / La verdad infantil nunca conserva/ ms que una sola caracterstica / de
las personas,/las situaciones, los acontecimientos/el espacio y el tiempo./ KANTOR,T.: La memoria del
nio, en Wielopole , Wielopole. Folleto publicado por la Cricoteka, S/D ni nmero de pgina.
204
Cuando mi padre regresa de permiso,/ no hace ms que maldecir/ y preparar el equipaje./ KANTOR:
La memoria del nio, en op. cit.
104
degradada al no ser oficiada en la escena por el Cura sino por el Dueo del Bar .
105
Los maniques aparecen en los relatos de Schulz gracias al deseo del padre-demiurgo:
queremos crear el segundo hombre a imagen del maniqu, el cual ocupara el mismo
lugar en la segunda demiurgia207 que el ser humano en la Creacin.
Segn el
demiurgo converta al maniqu una especie de sosia que estableca una distancia con el
modelo de la creacin, cuya sacralizacin no se fundaba en el origen divino sino en otra
esfera, en el trabajo del artista.
El maniqu de costura de los textos de Schulz no estba hecho de barro como el primer
hombre, tambin de creacin divina, sino con materiales industriales de pacotilla -trapo,
cartn, serrn- que subrayan la condicin artificial de la creacin humana. A diferencia
del cuerpo humano, su cuerpo es un fragmento limitado a una sola funcin, como una
tijera o una mquina de coser.
Kantor observaba que sus lazos con los maniques de Schulz no apuntaban a su
semejanza con el cuerpo humano ni a su significacin cultural sino en razn de su bajo
207
208
106
Queremos crear al actor sobre el modelo del maniqu, podra haber parafraseado a
Schulz cuando defina el lugar que ocupaba el maniqu en su condicin inerte, como una
metfora del cuerpo muerto. El maniqu sera el ltimo peldao para el actor quien,
desde ser el centro de la escena (como el hombre en la Creacin), se habra degradado
en cmico, saltimbanqui y, finalmente, maniqu; en un objeto pobre del mismo nivel
semntico que una silla en la escena.
En tanto se parece a un hombre vivo -pero no lo es-, y est desprovisto de conciencia
y de destino, el maniqu afirma la conviccin del dramaturgo de que la vida no se
deja expresar en el arte ms que por medio de la ausencia de vida, por referencia a la
muerte, as como la realidad de nfimo rango es la que puede revelar la cualidad del
objeto en toda su pureza. Por ello, el maniqu debe transformarse en un modelo por el
cual pasa el vivo sentimiento de la muerte y la condicin de los muertos. Un modelo
para el actor vivo211.
209
107
De alguna manera, sus hibridaciones textuales se asemejaban a los cruces entre especies
de Schulz, aunque este, alcanzado todava por los ecos iconoclastas de Dad aceptaba,
en ltimo trmino, que la creacin artstica pudiera conllevar la destruccin de lo
previo212. An as, sus procedimientos se enraizaban en la hibridacin de lo orgnico
con el mundo objetual. Kantor, por el contrario, se haba librado ya de la prisin de la
naturaleza y sus determinaciones al adentrarse artsticamente en los territorios de la
muerte y hacer del escenario el espacio de la resurreccin y del regreso.
Ulises retornaba no slo de la guerra de Troya sino del pas de la muerte en la pieza de
Wyspianski. Volva como un otro degradado porque, al volver, haba renunciado a la
eternidad de la muerte, al absoluto. El espacio de la vida, de la realidad finita a la que
volvan los retornados formaba parte de una categora inferior.
En realidad, los retornados habitan en un espacio intermedio, pero siempre inferior, en
el que no estn totalmente muertos ni totalmente vivos. Repiten los gestos de una vida
que ya perdieron, aferrndose a los cliss de costumbres casi olvidadas, de rutinas que
cumplen sin saber por qu ni cul es su finalidad.
Desde La clase muerta en adelante, la condicin de la muerte en el espacio de la vida
alcanzar a todos los elementos escnicos desde la perspectiva de realidad del ltimo
rango:
y a los
Destruction? Mais le fait que cette matire soit devenue oeuvre dart signifie que nous affirmons,
quen la profondeur de notre spontanit nous nous sommes prononcs pour elle ( Destruccin? Pero el
hecho de que esta materia se haya convertido en obra de arte significa que afirmamos que en lo profundo
de nuestra espontaneidad nos hemos pronunciado por ella). SCHULZ.: Lettre S.I. Witkiewicz, en
Lettres perdues et retrouves, 1979, Pandora, Aix-en-Provence. BABLET.: Les Voies de la Cration
Thtrale, vol.1, p. 24.
108
213
109
El escritor ubicar el otro lado en una zona onrica de la memoria de los vivos que
hara posible vivir una especie de vida a los que ya haban pasado la frontera, aunque
fuera absolutamente dependiente de aquellos.
Josef, el nio narrador, relata en La ltima escapada de mi padre; que este mora
repetidas veces, no del todo, con ciertas reservas que obligaban a revisar el hecho218.
A pesar de hacerle trampas a la muerte, estaba sometido a la degradacin, y la energa
que le permita permanecer en esa especie de pseudo vida dependa de la memoria y el
inters que an conservara entre quienes habitaban de este lado.
Sin embargo, las relaciones entre los vivos y los pseudo muertos no resultaban fciles
debido a su desesperado empeo de permanencia, bajo cualquier manifestacin vital
posible y sin parar mientes en cun degradada pudiera ser. Por esa razn, no siempre
sus metamorfosis eran bien acogidas o, simplemente, los vivos se volvan indiferentes
a sus regresos, cada vez ms reducidos, ms lastimeros219.
216
En el texto, pgina 188: La amnesia era increblemente dbil...,, no da cuenta del sentido general
del prrafo, que precisa todo lo contrario, la prdida de la memoria. La palabra correcta debera ser
anamnesia y no amnesia.
217
SCHULZ: Op. cit., p. 188.
218
SCHULZ: bid., p. 283.
219
SCHULZ: La ltima escapada de mi padre en Sanatorio bajo la clepsidra. Obras completas, p. 283.
110
En este relato, desde el comienzo, se suceden los signos de degradacin que rodean a la
muerte. El narrador la seala a travs de varios motivos: uno de ellos es la ruina
econmica de la tienda, que haba sido liquidada tiempo despus de la muerte del padre,
y cuyo gnero
percepcin
220
SCHULZ: La ltima escapada de mi padre en Sanatorio bajo la clepsidra. Obras completas, p. 287.
SCHULZ: Op.cit., p. 283.
222
SCARPETTA, Guy.: Kantor au prsent. 2000. Actes Sud, p. 42.
221
111
un genio de las
moralidad. Este, por su parte, era un oculto manaco sexual y un exhibicionista que acostumbraba a pas
hasta de Jahv224 se deslizaba intermitentemente Neoplasio Cervelli, el cual quedaba
degradado de genio matemtico a contable de poca monta.
La disociacin entre el personaje dramtico y el espectacular era absoluta, pues mientras
este recitaba el texto de Witkiewicz no asuma congruentemente el carcter del primero,
sino que actuaba segn el comportamiento propio de un alumno de la clase escolstica.
FUCHS, Georg: Die Revolution des Theaters, cfr. SNCHEZ, Jos A. Dramaturgias de la imagen.
2002. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha. Cuenca, p. 15.
224
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 98.
225
Se ha respetado la forma grfica de cada una de las estrofas, que en el original estn una junto a la
otra expresando la simultaneidad del texto y las acciones, as como la tipografa.
112
226
227
113
Dicha categora se repetir tambin en las siguientes obras de Kantor en las que no
habr texto previo ajeno y, por ello, las tensiones entre la accin y la palabra resultarn
menos abruptas. A la vez que produca efectos en el nivel textual y dramtico, este
procedimiento degradaba la nocin de identidad ontolgica229 alcanzando, tambin,
junto con todos los objetos de la realidad, al concepto de obra dramtica acabada. Los
personajes kantorianos no eran identidades psicolgicas que se desarrollaban en la
fbula sino entidades inestables que, como los objetos, se desplazaban de un
espectculo a otro.
228
SARRAZAC; Jean Pierre: 2009. Lxic del drama modern i contemporani. 2000 Diputaci de
Barcelona. Institut del Teatre. Barcelona, pp. 55-56.
229
El dramaturgo y director argentino Rafael Spregelburd declaraba al respecto: Utilizo un proceso que
consiste en que el espectador no pueda fijar las presencias como si remitieran a un solo significado.
ABRAHAM, Luis Emilio: La difcil tarea de no representar. 2007. Entrevista a Rafael Spregelburd
realizada el 19 de junio de 2006. Archivo virtual Artes Escnicas. http://artesescenicas.uclm.es/index
230
114
Las metamorfosis y las migraciones tambin destruyen la fbula y convierten las tramas
en un absurdo irregular cuyos lmites son imprecisos, pues las secuencias no se
resuelven segn los principios de la lgica y la verosimilitud y los personajes estn
sujetos a probables apariciones en otros espectculos los cuales, por otra parte, carecen
de principio o de fin. Nada se resuelve en las escenas, en los actos ni en el conjunto de
la obra, erosionando la continuidad del sentido y la direccin.
En este Libro nico que conforman el conjunto de los espectculos kantorianos, junto
con sus pinturas los personajes, mutando de uno a otro, de vivo a muerto, de muerto a
vivo, de muerto a retornado contribuyen, como la migracin, a legitimar su autonoma
al extraerlos de la serie humana, del irreversible tiempo sucesivo, para hacer de ellos
signos teatral a partir del residuo y de la degradacin. No existen situaciones estables en
esa oscilacin de identidades; todo es potencia que lleva a concluir que, entre el ser y
el no ser, siempre existira el puede ser231.
En el volumen Las tiendas color canela, hay varios relatos donde se verifican
metamorfosis degradantes en distintos grados:
231
GOUHIER, Jean: La marge. Entre rejet et integration en BEAUNE, Jean Claude: Le rejet, le rebut, le
rien, p. 80.
232
SCHULZ: Tratado de maniques en La calle de los cocodrilos. Obra completa, p. 59.
115
susurros, silbidos y ceceos (...) ese complot colmado de guios de conjura, ojitos
persas, lbulos de orejas que escuchaban entre las flores y labios oscuros que
sonrean233.
El proceso, iniciado en la noche acaba con las luces del da, se haca reversible, cuando
la habitacin recuperaba su primitiva condicin cultural:
... esos arabescos crespos , esos manojos de ojos y orejas que la noche sembraba y que crecan
y se multiplicaban, delirando cada vez ms, en ramas y bifurcaciones del ombligo materno de
la oscuridad. Solo se tranquilizaban cuando, al marcharse la noche, los empapelados se
marchitaban, se encogan, perdan ojos y flores y raleaban otoales, dejando pasar el lejano
amanecer 234.
la
transportaba a otro territorio, degradado segn la visin eurocntrica, como indican las
sonidos inarticulados, los ojitos persas, los labios oscuros, los arabescos crespos,
y las alusiones a las criaturas salvajes despiertas durante la noche.
233
116
disminuyendo de tamao, punto a punto perda los lazos que lo unan a la comunidad
humana236, para quedar reducido a una capa somtica y ese
puado de
excentricidades sin sentido, cuyo probable destino fuera, en poco tiempo, el mismo de
aquel montn gris de esa suciedad que se acumulaba en el rincn y que, cada da,
Adela tiraba al cubo de la basura237.
y, frente a la
117
psicolgica del personaje, estorbado por el objeto, situacin que Kantor buscaba
especialmente, como se ver en la segunda parte de la investigacin.
La peculiaridad de este ente autnomo y cerrado reside en que su naturaleza es hbrida:
la parte humana (el actor) forma un todo inseparable con el objeto al cual insufla su
propia vida interior, en tanto que este ejerce una influencia estabilizadora sobre la
lbil identidad de aquella. Tal asociacin desvincula al bio-objeto de la ficcin
dramtica al impedir que al actor, ya posedo por el objeto real, se abandone a la vida
imaginaria y a las tormentas interiores del personaje. Y, a su vez el objeto queda
liberado de su condicin de mero atrezzo gracias a que el personaje funciona como su
vida interior 240.
En La pequea finca, el Carro de la basura estaba ocupado por dos actrices. De sus
cuerpos sobresalan solamente la cabeza y las manos; el resto quedaba oculto en el
interior del Carro, cubierto por una tela de color rosado que le haca de tapa. Era este el
bio-objeto que mejor poda dar cuenta de la realidad de ltimo rango, al asociar al
actor , el emblema del sujeto del drama tradicional, con la basura.
Decamos antes que la fbula es dbil en los relatos de Schulz y prescinde de ella en
unos cuantos. En Nemrod, El seor Carol, Pan, Dodo, Edzio, La noche de julio, El
segundo otoo, etc., no hay ms que descripciones personificantes en la cuales las
plantas y los objetos adquieren una vida que les es ajena. Si se trata de objetos
inanimados, los dota de una historia e inserta en el texto metforas con referencias
culturales -la crucifixin, el martirologio, la ciencia experimental- como si fueran
personajes:
Quin sabe -deca- cuntas personificaciones de la vida, doloridas, mutiladas, fragmentarias,
como las vidas de los armarios y mesas artificialmente armadas de tablas de madera
crucificadas, de mrtires silenciosos de la cruel invencin humana, existen. Terribles trasplantes
de maderas ajenas, hostiles al encadenamiento en una sola personalidad desgraciada241.
118
varios niveles, mltiple, un negro laberinto interminable. Desde ese laberinto estallaba con
galeras de habitaciones, trazaba con relmpagos alas y caminos, con estruendo tornaba largas
enfiladas; ms tarde, dejaba que esos pisos imaginarios, cpulas y celdas se derrumbasen y se
alzaba an ms alto formando con su inspiracin el infinito informe242.
En base al mismo recurso discurren las puestas en escena de Kantor; no slo las de su
etapa autobiogrfica, del teatro de la muerte y la memoria, sino tambin de la anterior,
cuando utilizaba textos ajenos. Ninguno de ellos se sostenan en la fbula, sino en el
montaje de unidades de accin cuya trama las independizadas de ella, tal como se
desprende de las partituras de sus puestas en escena243.
La estructura de los montajes de Kantor se basaba en la repeticin de un nmero
limitado de motivos, procedimiento que desbarataba la lgica y la temporalidad lineal
del discurso en que se apoya la representacin dramtica, del mismo modo como lo
hiciera Schulz con las descripciones y la ausencia de fbula.
De esta manera, Kantor cre con Shulz un conjunto de recursos tericos y escnicos,
reconocibles y en los que se reconoca, aunque tambin es posible advertir en el modo
con que los pens e implement, una clase de lectura siempre productiva y crtica en la
que nocin adquirida, todo recurso experimentado en la escena, eran repensados en cada
etapa de su viaje. Crea que el artista deba ser capaz de traicionarse, a fin de superar
los antiguos modelos, descubrir otros nuevos244 y , en lugar de aspirar a la perfeccin,
mantener su creacin en un estado de continuo movimiento.
242
119
En el
120
nivel que los objetos pobres, a punto de pasar al estado de materia: los harapos, los
trapos, los sacos, los trastos, los libros podridos.
El artista inclua lo biolgico, sumando el HORMIGUERO (por su movilidad). A
diferencia de Schulz, pareca dedicar su atencin a un grado algo superior de la materia
original, fronterizo pero no confundido con el de la materia bruta, pero a punto de
convertirse en ella251.
Observaba que el lenguaje hablado se aproximaba tambin a la materia bruta cuando
los estados emocionales extremos de la vida humana lo deforman y las palabras
tropiezan unas con otras,/ se mezclan, se borran, escapan a la sintaxis clsica252.
251
121
Al ser la materia una categora espacial para este y orgnica para Schulz, la URMATERIA kantoriana podra definirse como autnoma, activa y formante256, en tanto
la orgnica necesitara el concurso de una accin trascendente -el Gran Demiurgo, la
demiurgia humana- que le otorgara una forma, ya que por s misma est desprovista
de iniciativa propia, al ser femeninamente plstica y dcil a todos los impulsos,
como el ser ms positivo e indefenso del cosmos, porque obedece a cualquiera, en
palabras de Schulz257.
Por el contrario, para Kantor la materia se caracterizaba por sus rasgos dinmicos y
quedaba librada a la espontaneidad a causa de su movimiento permanente258,
254
122
Kantor sostena tambin que los rasgos y propiedades de la materia condecan con
diferentes manifestaciones de la vida humana, en especial con los estados
emocionales [patolgicos]260 que la deformaban como stos a los rostros.
La asociacin entre la materia y el ser humano hall un correlato ertico y misgino en
el texto de Schulz, citado parcialmente ms arriba, respecto a la disponibilidad de la
materia, que la conduca a la degradacin por la accin chapucera de ciertos segundos
demiurgos charlatanes y diletantes261.
Como se ha dicho antes, la significacin de lo degradado no es la misma para uno y otro
artista, ya que el sesgo moral que se observa en Schulz est ausente de la reflexin de
Kantor.
260
123
AMONTONAR/ARRUGAR/APLASTAR/ALISAR/
APISONAR/ACHATAR/VERTER/GOTEAR/CAER/...264.
124
Si Shulz comparta con los otros dos mosqueteros, Gombrowicz y Witkiewicz una
individualidad difcil, de naturaleza quimrica, egocntrica, egotista y excntrica en un
grado extremo266, el carcter y la spera fuerza con que Kantor elabor y defendi la
direccin de sus ideas artsticas podran convertirlo en el cuarto.
266
125
Captulo 3
La SANTA ILUSIN teatral
La realidad en el arte debe ser una trampa; es decir, un engao. Tadeusz Kantor
La realidad del drama debe realizarse sobre el escenario. Tadeusz Kantor
Cuentas con un universo, y lo transgredes. Por ora parte, creas otro universo y vuelves a
transgredirlo. Pierre Boulez
La ilusin estaba presente, pues, en algn grado en las realidades convocadas por el
dramaturgo en El retorno de Ulises. Faltaba ver en qu categora de la creacin se la
ubicaba porque era una etapa, sealaba Kantor,
Como los sentidos pueden engaar, siquiera una vez, la investigacin y la experiencia
de Kantor lo llevaron a adherir a la diferencia que estableci Kant entre ilusin y
apariencia y a su afirmacin de que la verdad no estaba en el objeto sino en el juicio
sobre l. En consecuencia, si los sentidos eran incapaces de juzgar, tampoco podan
caer en el error268.
Ello dejaba a salvo la necesidad de verdad que Kantor exiga al arte y le permiti
sustraer la creacin a la trampa verdadero/falso de los supuestos ontolgicos. Al
267
268
126
Kantor haba sealado el estallido de la guerra como fecha en que dej de pensar en el
escenario como una caja y en el teatro normal con teln y decorados. En su actividad
clandestina slo dispona de una pequea habitacin vaca como espacio a dividirse
entre la escena y la platea y el reto era
...convertir esa habitacin real y habitada,/ habitacin en la que vivimos,/ en un espacio
imaginario,/ convertir esa habitacin real/ en el escenario de acontecimientos, situaciones,
objetos y personas que pertenecen a la imaginacin,/ mezclar la vida con la ilusin, la realidad
con el arte./ Es probable que la ilusin despoje a la realidad para siempre de su aspecto prctico,
es decir, la desrealice270.
269
127
128
En los textos de la etapa del Teatro Cero, de finales de la dcada de los cincuenta y
comienzos de los sesenta, la realidad ha conformado su lenguaje en tal grado que
Kantor abordar la desintegracin de la ilusin en la escena a travs de implantar all la
realidad. Sin embargo, la realidad a la que apuntaba el artista no era la de ras de tierra,
sino una ms fundamental, que se hallaba excavando los modos de vida convencionales
del pblico, en las dimensiones de nuestra realidad, en medio de objetos reales278,
buscando el lugar donde se anudaban la vida y el arte.
La realidad as entendida penetrar en la ficcin del drama sustituyendo a la ilusin
imaginaria que integrara aos antes, a causa de un spero choque con la spera materia
de la vida real279,
el frreo control del rgimen sovitico implantado en Polonia a partir de 1948 el cual,
un ao despus impuso el realismo socialista como doctrina esttica del estado.
276
Kantor no usaba focos que subrayaran ciertas escenas o personajes; la iluminacin se mantena de
manera uniforme y abstracta, acorde con las cortinas negras que rodeaban el escenario.
277
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 179.
278
KANTOR: El teatro de la muerte, p 15.
279
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 199.
129
Sin embargo Kantor, que haba sido nombrado en 1948 profesor en la Escuela de
Bellas Artes de su ciudad y montado la primera exposicin de arte contemporneo
posterior a la contienda, no se pleg a sus mandamientos y su contrato fue revocado un
ao despus. Comenz a trabajar en 1950 con un grupo de artistas independientes,
entre ellos Mara Jarema, que formara parte de la primera compaa del Teatro Cricot 2
(1955) el cual, al margen de subvenciones oficiales que lo obligaran a ceirse a la
poltica cultural del gobierno emprendi, siguiendo una va secundaria considerada no
profesional, varios experimentos teatrales que se iniciaron con El Pulpo de Witkiewicz
(1956), El Circo de Mikulski (1957) , considerado el primer embalaje teatral,
mientras su obra pictrica se expona en Chareroi, Suiza, Estocolmo y la Documenta de
Kassel (1957) , invitado a participar en la XXX Bienal de las Artes en Venecia (1960),
a la vez que sus pinturas viajaban a Gotteburg, Salzburg y New York.
En el panorama europeo el happening ocupaba la escena de las artes visuales280,
desplazando
As, en Bled (Yugoslavia, 1969) llev a cabo un happening que consista en diversas
acciones independientes:
1. Un armario caa contra un glaciar en el macizo de los Alpes hacindose aicos.
2. En un cuadrado de terciopelo negro yaca, junto a los restos del armario, el cuerpo de
la difunta Anastasia Nibek.
3. En un silln biedermayer colocado sobre la nieve estaba sentado el poeta Pasinkovski
con un sombrero de paja en la cabeza y vestido con un traje de franela liviana.
4. Los nios hurfanos estaban embalados en bolsas blancas284.
280
Lejos de acabar con la pintura, el happening origin, en los aos cincuenta el Action Painting
(Jackson Pollock, Robert Motherwell, Franz Kline, George Mathieu, Emilio Vedova y otros muchos), en
que la accin fsica constitua el fundamento de la pintura y del acto de pintar, a fin de captar la vida sin
mediaciones.
281
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p 96.
282
KANTOR: Op.cit., p. 106.
283
: El espectculo deba diferenciarse de otras tramas y otras realidades para que estas no se crucen, no
se complementen ni se expliquen mutuamente, KANTOR: bid., p. 107.
284
KANTOR, Tadeusz: Le Thtre de la Mort. 1977. LAge de lhomme, p. 182.
130
Pensaba, adems, que toda manipulacin artstica de un objeto real supona alcanzar
un objetivo metaesttico, e incluso metafsico288, ya que no conceba la realidad
solo en sentido fsico y espacial sino que arrastraba a la imaginacin y a la memoria,
como ya se adverta en el proyecto seminal del Retorno de Ulises, al reflexionar sobre
el valor dramtico de los actos por s mismos, por su mero cumplimiento. As, en la
versin final del proyecto teatral, Ulises apareca por primera vez sentado en una
285
131
sera posible
132
Galera. El texto que daba esa informacin, como la continuidad anunciada de la silla,
ms all de los muros de la galera, era una trampa291. Kantor denunciaba, mediante la
accin invasiva ilcita, la existencia de ciertos lmites que constrean la facultad de
imaginar y propona la posibilidad de asaltar metafricamente dichas fronteras para
dejarla libre.
291
Existe cierto lugar y ciertas circunstancias en las que nuestra imaginacin, considerando que no est
sometida a las reglas fsicas, deja de funcionar. Es un caso muuy comn y por esa razn no se nota en
absoluto. Esa frontera es simplemente un muro, lugar donde termina nuestro espacio vital y comienza
otro espacio, extrao, exterior, tan inaccesible, que rara vez nos permite imaginar lo que sucede detrs
del muro. Aqu la imaginacin sufre una derrota inesperada (...) paralizada por los derechos sacrosantos y
la inviolabilidad del lugar, guardado por secretos draconianos y costumbres. Sin embargo, si existe un
solo caso de su impotencia, comenzamos a sospechar de ella. Evidentemente, no propugno la intrusin,
el asalto, la anarqua. Solo sealo un caso completamente desapercibido, y sin embargo, general, de
frenado automtico, inaudito, casi epidrmico, de la imaginacin. KANTOR: El Teatro de la Muerte, pp.
204-205.
133
Kantor sealaba que esa operacin era posible porque se haba invertido, falsificado,
la informacin que proporcionaba el espacio, el tiempo y el ojo292. A partir de
entonces, con la incorporacin de lo invisible, el lugar de la ilusin no ser la realidad
sensible sino una huella en la memoria.
Dentro de este proceso, se puede advertir una ampliacin del concepto de realidad a
partir de la habitacin de la infancia cuya realidad se haba perdido en el tiempo y
permaneca emplazada en el RECUERDO, que amueblamos y que fenece una y otra
292
134
vez. Que late 296 . Kantor precisaba que la estructura del recuerdo se fundaba en ese
constante destruir y reconstituirse al ritmo repetitivo del latido.
Si bien la realidad sucede una sola vez, puede repetirse en la memoria. Cada pulso del
latido-recuerdo, de esa ilusin sensorial, se combina con otros latidos-recuerdos y
forman su rejilla -con muchos agujeros- bajo el signo de la repeticin.
296
135
SEGUNDA PARTE
OBJETOS EN LA ESCENA
Captulo1
Las peripecias de la construccin espacial
Pero la imaginacin slo puede funcionar espacialmente; sin el espacio la imaginacin es como
un nio que quiere construir un palacio y no tiene ladrillos. Ceslaw Milosz
... el hueco magnfico en el cual la escritura potica da espectculo de s... Luigi Allegri
El espacio/ que no tiene principio ni lmites,/ que adopta diversos aspectos se aleja y huye/ o se
acerca,/ desde todos sus lados, hacia los bordes y hacia el centro, se eleva y se hunde,/ gira en
torno a un eje vertical, horizontal, oblicuo.../ no duda en penetrar en el interior de una forma
cerrada,/ sacudirla con violentas convulsiones,/ ocultar su aspecto cotidiano.../ Las figuras, los
objetos son funciones del espacio y sus peripecias. Tadeusz Kantor
Segn las tesis de la Escuela Semiolgica de Praga, el espacio artstico est semiotizado
desde un principio, separado del espacio real por las intenciones y la interpretacin de
quienes participan en su construccin y de quienes son los destinatarios finales de su
discurso, para los que adquirir sentidos no unvocos; en parte convergentes y en parte
divergentes con la propuesta de sus creadores.
Su potencia significadora va ms all de lo intencional y todo objeto que penetra en
ese lugar adquiere una codificacin
Estas premisas forman parte del ncleo gentico de la formacin del espacio kantoriano,
del pictrico y el dramtico indistintamente ya que Kantor entenda que era preciso
297
BOBES NAVES, Mara del Carmen: Semiologa de la obra dramtica. 1997. Arco Libros S.L.
Madrid, p. 74
136
abarcar todo el arte para entender la esencia del teatro298, nutrido por la literatura, la
pintura, la arquitectura y la msica al leer, en clave del siglo XX y desde su propia
perspectiva, la nocin wagneriana de obra de arte total , con sus sucesivas relecturas.
298
299
137
Los bocetos que Kantor realizaba durante los seminarios le servan para explicar a los
alumnos sus ideas acerca del espacio y sobre labor del propio artista en la pintura y en
el teatro. En los textos preparados por Kantor, como La mia opera, il mio viaggio , en
el cual da cuenta del desarrollo de su pintura a lo largo de su vida.
En Metamorphoses -al que, con el anterior, nos referiremos especialmente en este
capitulo-, el artista seleccion dibujos y pinturas, a la par que escenografas u objetos,
para apoyar su pensamiento terico y la profunda imbricacin entre este, sus
realizaciones plsticas y teatrales.
Los dibujos
de los personajes
encarnaban.
En algunas pocas, los lazos entre teatro y pintura son ms estrechos: ciertos personajes
frecuentes en sus cuadros, como la Infanta de Velzquez o las mochilas que ensamblaba
en sus pinturas en la dcada del sesenta, aparecern como imgenes u objetos teatrales.
En Hoy es mi aniversario, la escena est presidida por tres marcos en sendos caballetes
dos de los cuales estarn ocupados por su Autorretrato y la Infanta de Velzquez.
Asimismo, hay pinturas muy tempranas del artista que representan espacio reales con
ventanas, el armario, la mesay las sillas,
300
de su propia
actividad individual.
De igual modo que las imgenes fotogrficas familiares, Kantor vio y apreci mucha
pintura polaca en el Museo de Arte Nacional de Cracovia durante su etapa de
formacin, pero sobre todo, estuvo siempre en contacto con las obras de las primeras
300
138
el recuerdo de los
personaje histrico.
La ocupacin nazi, el Holocausto, la invasin sovitica y la implantacin del rgimen
comunista, con el que mantuvo una relacin que se podra calificar de espinosa,
completan su marco histrico vital; el espacio real cuyas imgenes sern procesadas y
montadas en el Pobre Cuarto de la Imaginacin, el espacio metafrico de su infancia,
que ser durante toda su vida el de la creacin.
BABLET, Denis: Quils crevent les artistes. Un spectacle en marche, en Les voies de la cration
thtrale, vol. 2, p. 44.
302
KANTOR: La idea de la escena concebida como ruta, en BABLET: Op.cit., vol. 2, pp. 68.
139
semejantes a restos humanos que, por momentos, recitaban sus papeles o guardaban
silencio inmviles, para poco despus animarse alguno de ellos y transmitir al resto
una corriente de vida 303. Sin embargo, el intento de iniciar un relato, de mantener un
cierto orden, quedaba sumido en la pesadilla de ser siempre interrumpido por los
personajes que hablaban al mismo tiempo e imponan la simultaneidad y la ausencia de
lgica a la tentativa de discurso. Esta destruccin permanente de la continuidad ser
un paradigma en las construcciones kantorianas
Wielopole,Wielopole304.
El problema para este tipo de escenario consista en que la mayor parte de las
presentaciones tenan lugar en teatros convencionales, lo que hubiera obligado a una
303
KANTOR: Carnet de notes, en BABLET: Les voies de la cration thtrale. vol. 2, pp. 125-126.
KANTOR: El espacio de Wielopole, Wielopole. BABLET: Op.cit vol. 1, p. 219. Ver Anexo.
305
KANTOR: La idea de la escena concebida como ruta. BABLET: bid., vol. 2, pp. 68-69.
304
140
reorganizacin de la platea, que no siempre era posible. Por ello, en otros bocetos
dejaba la escena paralela a la sala, aunque finalmente acababa por dominar el propsito
de que la accin se dirigiera al espectador, optando en esos casos por una pasarela
perpendicular al pblico, formato en el que se desarrollar Que revienten los artistas!
en las giras internacionales.
Otra solucin, de la que se hablar ms adelante, organizaba los elementos de la escena
dejando libre la franja central del escenario con independencia de la ubicacin del
pblico.
306
Kantor afirmaba que La clase muerta era la realizacin de su idea de obra cerrada, en el sentido
mental y metafsico, pues la haba ocultado de tal manera que slo poda ser contemplada de forma
ilegal, tal como se mira por la ventana de una casa ajena.Consideraba que la obra abierta era fcil y
propiciatoria del consumismo. La clase muerta. Catlogo de exposicin. MUA, p. 25.
141
prisin y el cementerio, en tanto limite fsico entre la vida y la muerte, el aqu adentro
familiar y el all afuera desconocido.
El cementerio, adems de frontera entre dos mundos, era el punto de partida de la ruta
de los muertos, cuya experiencia slo sera posible durante el entierro de los otros, pero
tambin en el arte, cuya trascendencia va ms all de la muerte fsica.
Para el artista, el cementerio era un lugar extraordinario y cuando lo visitaba en su
infancia quedaba sumido en un estado de melancola y de reflexin cuya causa eran
las frases tpicas referidas a los muertos, que reposaban bajo la tierra y que ya
estaban en paz307.
Estableca, tambin, una conexin entre teatro y cementerio. Durante una entrevista con
Phillippe Vignal308 haba contemplado la posibilidad de que un cementerio fuera el
escenario de Que revienten los artistas!, ya que trataba de la muerte de los artistassaltimbanquis y de la suya propia. En el teatro-cementerio no puede existir la accin,
desde el punto de vista de la vida cotidiana, sino un viaje al pasado. Por ello,
es el
lugar donde comienza dicha obra, en cuya Obertura, los amigos y familiares proceden a
vestir por ltima vez al muerto para darle sepultura.
Desde el punto de vista formal, puede decirse, entonces, que la concepcin kantoriana
del espacio escnico oscilaba entre un esquema centralizado y uno frontal, en tanto se
originaba en los movimientos que ocurran en la escena y en el espacio real disponible
para cada espectculo. En tales casos, y acorde con el papel seminal que le confera,
era este quien creaba la relacin entre los objetos escnicos e incluso condicionaba su
tamao o su forma. La combinacin de ambos esquemas dara lugar a una figura
hbrida, modelo de
deformacin que rega el espacio csmico, cuyos efectos darn lugar a metamorfosis y
mutaciones de los personajes y objetos escnicos, que sern tratadas en el captulo
siguiente.
307
307
KANTOR.: douce nuit. Les classesd dAvignon. 1991. Paris, Actes Sud-Papiers, p. 23.
BABELT: Les voies de la cration thtrale, v.2, p. 54.
142
Este proceso muestra cmo la construccin espacial estaba, desde sus inicios, fundada
en el movimiento y en torno al objeto, real o imaginario, que se desplazaba sin cesar.
Estos fragmentos espaciales eran, en realidad, cuadros escnicos donde tenan lugar
los acontecimientos desprovistos de discurso lgico.
Algunas de las imgenes de esos cuadros quedaban fijadas en la memoria
como
309
143
Por esta razn Kantor prescinda de barreras visuales que escamotearan el hacerse
escncio: teln, bambalinas, maquinaria -y entre los escamoteos, el director de escenaa fin de que estas no le impidieran componer al pblico antes del comienzo del
espectculo: Hay que escenificar al pblico313 era una de las consignas del artista.
Consecuentemente, el espacio escnico debera hacerse a la vista de ese pblico ya
compuesto y escenificado, vinculado emocionalmente a l.
312
313
144
La vibracin emocional que une ambos espacios del mbito teatral y la descalificacin
de las barreras visibles entre ellos, no significaba que Kantor no estableciera separacin
-nada permeable- entre la sala y la escena. En las primeras representaciones de La clase
muerta, en la galera Kryzstofory, un cordn divida el espacio destinado al pblico del
que contena el juego escnico, subrayando que el acceso visual no significaba que a los
espectadores les fuera posible acceder fsicamente a un espacio que no le perteneca, ni
ni les sera posible usurpar una funcin que no le estaba destinada.
Mediante un plano arquitectnico315 del espacio que ocupaba el eventual teatro en la
galera Krzysztofory Kantor muestra la subdivisin en tres zonas:
la escena est
ubicada en el ngulo inferior derecho y a su izquierda tiene un espacio ocupado por los
espectadores, los cuales tambin se instalaban en otro espacio mayor, frente a la escena,
ocupando la amplitud de la sala. Este descentramiento del escenario queda subrayado
por el autor con una frase en francs a lado del dibujo: La scne se trouve AU COIN
de la salle/ pas sur laxe centrale! (La escena se ubica EN UN RINCON de la sala, no
en su eje central). De este modo establece una distancia con las disposiciones
tradicionales del escenario, enfrentado al pblico, o rodeado por l, pero en las giras
mundiales del espectculo -unas quinientas presentaciones-, casi nunca poda respetarse
la disposicin original ya que generalmente actuaban en teatros a la italiana.
En la zona del escenario los bancos de la clase estaban de cara al bloque frontal
destinado a los espectadores y el WC, en posicin oblicua a los del bloque lateral
menor.
314
315
145
Las disposiciones espaciales del artista alteraban la estructura del teatral tradicional en
su totalidad, implicando en el mismo gesto al pblico y a los elementos de la escena.
El pblico, al entrar, se sentira compuesto, escenificado, imbuido de
una
316
146
Si se entiende por espacio teatral a la suma de la escena y de la sala -con todos sus
signos, incluido el pblico- el de Kantor no est distribuido segn una regin anterior
y otra posterior, sino que en l se potencia la significacin de los rincones, tanto en el
espacio total como en la escena. Sin embargo, esta coherencia semntica era ms
realizable fuera de los teatros convencionales, como ya se ha sealado; en galeras de
arte, instalaciones deportivas, iglesias desafectadas al culto o fbricas abandonadas.
317
147
Algunos de estos locales favorecan la semiosis propia del espectculo, a los otros
deba adaptarse. De todos modos, aunque no viajaran, las salas de ensayo donde se
preparaban la mayor parte de los espectculos no eran las mismas en los cuales tendra
lugar el estreno y el artista explotaba los cambios obligados a fin de extender sus
investigaciones espaciales y sus reflexiones tericas.
muro blanco que limitara la escena, de resultas de lo cual obtuvo un rectngulo de ocho
metros de largo por seis de ancho, que cubri con planchas de madera separadas que
pudieran montarse y desmontarse fcilmente.
El espacio se divida en uno mayor, el de la cmara y uno reducido, la antecmara,
cerrada por dos puertas corredizas de madera, pero carente de paredes laterales, a fin de
que permitiera a los actores y objetos entrar y salir por all cuando convena318.
Las tablas horizontales de la puerta contrastaban con las perpendiculares al pblico del
escenario, creando una oposicin direccional que subrayaba la tensin en la cual se
desarrollaban los acontecimientos: Para mostrar que alguien est de pie, es preciso
que cualquier otra cosa permanezca acostada, explicaba Kantor319.
Un dibujo del artista, al que nos hemos referido en ocasin de tratar la escena-ruta,
muestra el espacio escnico, con los objetos distribuidos a ambos lados de la puerta de
la antecmara.
La direccin vertical que domina la distribucin de los objetos escnicos, que deja una
especie de ancho pasillo en el centro est acentuada por la direccin de las tablas del
piso, perpendiculares al borde de la escena. Sin embargo, este espacio donde domina la
longitud puede comprimirse -con la ocupacin del pasillo central-, o alargarse -cuando
personajes y objetos lo vacan, agrupndose a los lados, segn las necesidades de cada
momento.
Brunella Eruli, que presenci todos los ensayos y escribi un diario de su evolucin,
citaba la escena del baile de los recin casados, en la cual el Novio-Marian Kantor deba
recorrer una gran distancia con un impulso que no permita adivinar si llegara a invadir
318
319
ERULI, Brunella: Wielopole,Wielopole en BABLET: Les voies de la craction thtrale, v.1, p. 218.
ERULI: Op. cit., p. 220.
148
el espacio de los espectadores - eventualidad que no tuvo lugar- o se detendra ante esa
barrera, apenas visible pero infranqueable, esa especie de corredor que marcaba el
borde del escenario apenas sobreelvado en la iglesia de Santa Mara320.
Todo lo que ocurre all es perceptible de alguna manera para el pblico, pero no de
manera completa, porque metaforiza el lugar de la magia y la transgresin, donde los
nios juegan sin molestar ni ser molestado por sus mayores.
ERULI: Wielopole, Wielopole en BABLET: Les voies de le cration thtrale, vol. 1., p. 240.
BABLET: Les voies de la cration thtrale, p. 242. Ver Anexo.
149
parte las caticas acciones que culminaron con la salvaje violacin de la Novia. Para
el artista, el espacio de la creacin era una zona de desafo322, un lugar cuyo decoro
responda, no a las normas de la cultura teatral sino a las leyes de sus particulares
concepciones artsticas, en virtud de las cuales se pona de manifiesto la capacidad
semantizadora mutante de este espacio que simultneamente presenta a los Soldados a
como vctimas sometidas al mundo de los adultos y como verdugos de estos.
entre
, que hace casi desaparecer los elementos en los bordes, como en el escenario
En un conjunto de textos tericos de 1947 y 1948 -de gran tensin en su pintura entre la
abstraccin y la figura humana- Kantor da cuenta de sus experiencias plsticas que
tenan el espacio como preocupacin central. Lo perciba como un multi espacio al
atribuirle el motivo mitolgico del laberinto, en el cual nacan figuras y objetos al
mismo tiempo que el espacio que los contena.
Es en este momento cuando el motivo del paraguas, a medio camino entre espacio ( el
que genera cuando
150
Una de ellas es el retorno -de los muertos, a la habitacin de la infancia- , asociada con
la idea del tiempo cclico, espacializado en la escena mediante los movimientos
rotatorios y las metamorfosis constantes -el retorno implica cambios, no vuelve el
mismo que parti- que se operan, tanto en los conjuntos como en la identidad y el
gnero de los personajes. El retorno poda significar el fin (ilusorio) del viaje, pero
nunca la completitud, que no se alcanza ni siquiera con la muerte y por ello, todos los
muertos desearan retornar
De aqu la
Adems del crculo, la lnea recta constituye otra de las realizaciones escnicas de
Kantor.
as como
el movimiento longitudinal,
Hay,
Sin embargo, los dos movimientos escnicos bsicos, la circunferencia y la lnea recta,
se manifiestan en forma de ronda y desfile, segn la nomenclatura acuada por
Sally Jane Norman326.
Podra mencionarse la procesin la cual, desde la perspectiva formal, participara del
desfile en la percepcin de su transcurso, pero al recorrer un circuito cerrado que
comienza y acaba en un punto -la iglesia-, describe una circunferencia. En los lmites
del escenario, sin embargo, las procesiones encabezadas por el Cura con la cruz se
326
NORMAN, Sally Jane: Rondes et parades. Repliques et rpetitions en BABLET: Les voies de la
cration thtrale, vol. 2, p.225.
151
La ronda puede formarse en torno a un centro virtual o a un objeto y la que forman los
artistas condenados, en Que revienten los artistas! lo hace en torno a un punto, en tanto
que la ronda-homenaje a Meyerhold de los actores del Teatro Cricot2 en Hoy es mi
cumpleaos, se realiza alrededor del potro donde sufri tortura y muerte.
A cada grupo de personajes corresponda una zona en sus espectculos. La frontal es comn a todos
ellos, pero cuando la ocupan, retornan a su zona reservada, situada siempre a los lados y en los rincones.
Los Soldados de Wielopole, Wielopole quedan ocultos por el Armario, en un ngulo de la escena los
cuales, no obstante, pueden surgir armas en ristre desde la Anticmara. El Cura en su lecho y la Abuela
que lo gira repetidamente, descubriendo su maniqu (el Cura muerto) y rezando salmos. ERULI, en
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 1, p 246.
152
Sally Jane Norman, quien pudo asistir los ensayos de Wielopole, Wielopole, consigui
verificar la existencia de figuras casi escondidas entre los movimientos estructurantes
de la escena kantoriana y as los consigna en el estudio que le consagra329. Una de ellas
es la ronda en serpentina, que aparece tambin en Hoy es mi cumpleaos y se refiere a
la ya mencionada ronda-homenaje que realizan los personajes en torno al potro de
tortura de Meyerhold.
Esta inscribe un bucle que pasa por detrs y alrededor del potro del artista, siguiendo
un recorrido sinuoso y engendrando entrecruzamientos y dobles rotaciones que
el pblico, centrada su atencin en el personaje de Meyerhold yacente no acaba de
328
329
153
330
154
Kantor daba una importancia obsesiva al ritmo del espectculo y uno de los cometidos
de su presencia en escena era el de acelerar o frenar la velocidad de las secuencias
mediante una mmica gestual que obligaba a los actores a estar atentos y responder a
ella. En los fragmentos corales onomatopyicos de La clase muerta, diriga al conjunto
de personajes con movimientos de su brazo, abiertamente, como el director de un coro.
Recurri a msica de todos los estilos: clsica, folklrica, popular, religiosa tanto
cristiana como juda- que asociaba por connivencia y/o por contraste al carcter y al
ritmo de las escenas.
Los fragmentos musicales repetidos o las piezas completas, en algunos casos -el
Salmo110,Orculo del Seor a mi Seor: sintate a mi derecha, que se oye en
Wielopole, Wielopole en una grabacin cantada por los feligreses de la iglesia del
pueblo de Niedzica no actan a modo de atrezzo o ilustracin musical sino que
constituyen elementos autnomos, como el resto de los signos teatrales, y obedecen a
las mismas leyes no mimticas que se han descrito.
155
Muchas veces, la msica acta como nico elemento ordenador en momentos caticos,
en forma de bucle sonoro que retorna constantemente y estructura la secuencia entera,
como ocurre con la msica del
La msica,
la forma espacial,
EJRCITO: Una masa. Uno no sabe a ciencia cierta si/ viva o mecnica./ Cientos de cabezas
semejantes,/ cientos de piernas idnticas,/ cientos de brazos iguales./Cuando marchan, en lnea o
diagonalmente,/ encajados en el mismo orden;/ cabezas, pies, manos, brazos, botas, botones, ojos narices,
bocas, rifles.../ Un movimiento ejecutado de forma impecable/ por cientos de individuos
idnticos,/convertidos en centenares de rganos/ de esa monstruosa geometra de la disciplina.
KANTOR: Wielopole, Wielopole, publicacin de la Cricoteka de Cracovia, sin paginar ni mencin de
fecha.
333
Una brigada del ejrcito en las proximidades de Wielopole en los aos 20. CHROBAK, Jzef:
Wielopole Skrzynskie di Tadeusz Kantor. 2005. Cricoteka. Cracovia, Fotografa n 95, p. 79. Ver Anexo.
334
CHROBAK: Wielopole Skrzynskie di Tadeusz Kantor. Fotografa n 97, p. 80. Ver Anexo.
156
ninguna narrativa en el momento de la lucha, nadie all quien, como el joven Fabrizio
del Dongo,
Waterloo.
Y es que el cambio es
335
Las violaciones de soldados perpetradas en los pases que invadan o liberaban constituy un leit motiv
durante y despus de la Segunda Guerra Mundial. Los sufrieron las mujeres de los pases ocupados y
tambin las alemanas, ya fuera por las tropas o por sus propios compatriotas, si las consideraban
amigas del ocupante o de los trabajadores forzados. BURUMA: Year Zero: A History of 1945. Cap. 3
Vengeance. Edicin digital. Amazon, pg. sin numerar.
157
No s cmo sucede que ciertas imgenes, cuya significacin ser decisiva ms adelante, se nos
imponen desde la infancia. Juegan el mismo papel de los hilos que emergen de una solucin
qumica: en torno a ellas se cristaliza para nosotros el sentido del mundo. Bruno Schulz
336
158
Las tarjetas
postales no slo registraban los lugares y las etapas de los viajes, sino que las familias
separadas por la distancia se enviaban peridicamente sus retratos desde y a cualquier
punto del globo, dando cuenta de los sucesos de la existencia -bodas, bautizos, fiestas,
aniversarios- a lo largo del tiempo, vestidos siempre con sus mejores galas.
Sin embargo, estas imgenes, a diferencia de las pictricas, poseen una significacin
temporalmente limitada porque son recuerdos. En algn momento pierden actualidad y
con ella, el sentido que tuvieron para alguien. Sin nadie que reconozca una relacin
con esas personas vestidas y peinadas de acuerdo con modas ya histricas; congelados
en poses y gestos -un poco ridculos a la mirada actual- que ya nadie ensaya, quedan
convertidas en basura que se desecha.
337
159
Ese es, precisamente, el estado en que la vieja foto, la postal enviada por no se sabe ya
quin, pueden adquirir legalidad en el universo kantoriano, prestas a ser convertidas en
un signo teatral. Pues una fotografa es, a la vez, una seudo presencia y una marca de
la ausencia338, cuyo estatuto oscilante entre lo vivo y lo muerto y les concede la
condicin de falta, de la cual participa la creacin y les confiere una realidad otra.
160
negra. Por su lugar en la composicin y su actitud pasiva, parece no formar parte del
grupo familiar, reducido a un tro.
Los hombres visten similares trajes negros, camisas blancas de cuellos rgidos y altos, a
la moda de la poca, y corbatas estrechas y claras, vestimenta que repetirn muchos de
sus personajes escnicos.
orlado de flecos.
En esta predomina la
abstraccin geomtrica : el tringulo que forma el mantel, entre las verticales de las
patas de las sillas y la mesa, las lneas de la falda del personaje femenino, que marca
tambin oblicuas y horizontales. En cambio, en la banda superior hay un conjunto
abigarrado de objetos, lneas y formas distribuidos sobre la mesa y en el fondo, que se
serenan dentro de la reja compositiva simtrica que preside los elementos principales,
los personajes y los objetos.
Si bien la cabeza de Marian Kantor est de perfil, su cuerpo aparece en tres cuartos,
ladeado hacia el observador - a la manera del jugador de cartas que ocupa el lugar
opuesto en la pintura de Czanne340- , y apoya la espalda recta en el invisible respaldo
de la silla, cuya pata trasera se contina bajo el borde de la chaqueta actuando la rigidez
de la figura y dndole un aspecto de maniqu. Helena Berger-Kantor, vuelta hacia l,
escancia una bebida de una licorera, mientras sostiene una bandeja en forma de cliz
con la otra mano. La mirada de ambos cierra uno de los lados superiores del rombo,
del cual cabeza de Stanislas Berger queda fuera de sus lmites.
En esta imagen, la figura de Stanislas parece aislada de la escena que tiene lugar a su
izquierda: est concentrado en el vaso que toma con ambas manos, disponindose a
beber.
Hay un elemento perturbador de la armona, una forma blanca e irregular junto al
ngulo del mantel, cuya identidad es irreconocible, que Kantor conservar en la
fotografa manipulada.
Contra el fondo blanco hay, adems, toda una serie de objetos decorativos: dos plantas
con tres hojas triangulares cada una, la de la izquierda apoyada en un macetero metlico
y la de la derecha parece estar en el suelo, ante la que se interpone la figura de Stanislas
340
CZANNE: Los jugadores de cartas (1890-95) . BRION, Marcel: Czanne. 1972. Viscontea, p.8. Ver
Anexo.
161
Berger.
Marian Kantor abandon a su esposa luego de ser licenciado de la Primera Guerra Guerra Mundial y
de la guerra de independencia de Polonia contra el Ejrcito Rojo y la familia fue acogida en la casa
parroquial por el cura de Wielopole, to de Helena Berger
La foto fue tomada antes de que fuera llamado a filas. Dadas estas circunstancias, el artista se construy
una imagen paterna a travs de los espordicos permisos del frente y los relatos familiares, generalmente
denigratorios, como muestra una de las escenas de Wielopole, Wielopole. Muchos aos, despus, en la
adolescencia, Marian fue a visitarlo a Cracovia y lo llev a un cabaret, donde apareci ante su hijo como
un gozador de la vida y un hombre galante. Kantor era ya un hombre mayor cuando, a raz de un
homenaje y un congreso dedicado a la figura de Marian en su ciudad natal, pudo conocer su faceta de
militante nacionalista polaco y, desde esa perspectiva, autor de artculos y libros que sostenan el origen
eslavo de la Silesia, colonizada en la Edad Media por alemanes. Tambin de su participacin en la
Resistencia, por lo que fue detenido y deportado a Auschwitz donde muri en 1942, oficialmente, de un
ataque cardaco.
342
CHROBAK: Wielopole Skrzynskie di Tadeusz Kantor. Fotografa n 42, p. 55.
162
Contra el fondo negro, la escena familiar y costumbrista razn que justifica lo prolijo
de la descripcin anterior-
subrayando la rigidez de los tres personajes. Podra aventurarse que quizs fue esta
cualidad visual lo que atrajo la atencin de Kantor, tantos aos despus de que fuera
tomada y cuando las guerras no haban condicionado an el transcurso de las vidas y
acumulado significaciones que la imagen no connotaba entonces.
343
344
163
El centro est ocupado por una gran mesa redonda y brillante, sostenida por ocho
robustas patas estriadas, acabadas por las ruedecitas que facilitaran su desplazamiento,
y de las que provee a casi todos sus artefactos escnicos.
La mesa est rodeada por tres sillas de diferentes estilos, dispuestas en una posicin
alejada de ella. En la que la que ocupa el ngulo inferior derecho se halla una figura
164
femenina de espaldas, sentada sobre uno de los lados de la silla y sin apoyarse en el
respaldo, que parece leer un libro.
Las sillas componen tres ngulos de un rombo, como en la fotografa, cuyo cuarto
ngulo, el ms alejado, est representado por una mesilla redonda con una jarra de
doble asa encima. En el lienzo de pared ms frontal respecto del espectador, junto a la
ventana, se deja ver a travs de sus cortinas transparentes, la lnea del horizonte.
A su izquierda hay un armario y sobre l, una caja, otro de los elementos escnicos que
aparecer en escena, como el atad de Jonasz Stern en Hoy es mi cumpleaos.
En la pared que hace ngulo hay otra ventana igual, tambin con cortinas transparentes
desde la que se vislumbra, como paisaje, un segmento de arco.
Hay otras pinturas del artista que establecen vasos comunicantes entre el cuadro y los
objetos teatrales, aunque la pintura de Kantor de los aos posteriores a la guerra transitan
por una casi figuracin abstracta en la que aparecen elementos de la realidad, como el
paraguas, nuevo objeto motivo del inters del artista, representado en planos de color en
dos pinturas, Hombre con sombrilla (1948) y Mujer con sombrilla, del ao siguiente346.
346
KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, pp. 34 y 35, respectivamente. Ver Anexo.
165
347
distintos planos espaciales, contempladas por otra en pie, que ocupa todo el lado izquierdo
de la pintura. Estn tratadas con perspectiva, pero no con volumen, construidas con planos
de color de distintas formas.
Es este un perodo en el cual el artista est muy centrado en la pintura y los problemas
espaciales a los que ya nos hemos referido y que trasladar a la escena en El pulpo de
Witkiewicz (1956), primer espectculo del teatro Cricot2, a la que sigui una experiencia
ms radical en los sesenta en su concepcin del teatro autnomo 348.
Los fundamentos de la nueva etapa que reducan a cero los valores de significacin y
contenido, quedaron consignados en el Manifiesto del teatro cero (1963) cuya realidad
confeccionada no guardaba relacin lgica/ analgica/ paralela/ o inversa con el
drama. Esta posicin institua una especie de rebelda, de negacin del texto escrito con
el que mantena conexiones dislocadas y destructoras al convertir la puesta en escena en
un molino que tritura el texto349.
Kantor
en la esfera de la
347
166
aparecan teatralizados; es decir, que los retratados estn representados con vestimentas
anacrnicas que los remitan a personajes mticos o histricos, cuyas caractersticas
haban sido sancionadas y codificadas por la tradicin teatral.
Ello cargaba de
significados culturales y acercaba al personaje real a la esfera del hroe, razn por la cual
sera digno de ser representado.
En Hoy es mi cumpleaos, uno de los cuadros que presiden el escenario del espectculo,
adems de la Infanta, era un Autorretrato. En las notas preparatorias de los ensayos,
Kantor apuntaba la idea de usar cuadros en la escena; en realidad, unos marcos vacos
que seran ocupado por los personajes que poblaban la imaginacin del Propietario del
Pobre Cuarto de la Imaginacin.
En esta ocasin se produca el proceso inverso -una vez ms en las prcticas creadoras del
artista- al sealado por Lotman: el mediador no era el teatro sino el cuadro, porque
muchas de las escenas de este y otros espectculos anteriores, como los happenings,
estaban referidas a pinturas de grandes artistas que admiraba : los fusilamientos y
354
167
El gesto que caracterizaba a muchas pinturas del neoclasicismo -El juramento de los
Horacios de David, representa
una escena
En las mencionadas notas preparatorias Kantor anota los problemas que le plantea el
cuadro con respecto a la realidad y se pregunta (todava!): y qu es la realidad/ con una
R mayscula?356.
El artista reconoca que era preciso modificarlas porque frente a la imagen del cuadro, el
pintor deba tener en cuenta el entorno del estudio, que no poda dejar de percibir. As,
su Pobre Cuarto de Imaginacin, la habitacin del artista, se traslad a la escena con
todos sus (pobres) elementos: los caballetes con los marcos, la estufa de hierro, la silla y
la mesa con la lmpara de petrleo.
El enfrentamiento entre el cuadro y la escena planteaba el viejo problema de la
ILUSIN misma, con la que luch con resultados desiguales y a la que someti a una
intensa reflexin terica a fin de que no se apoderara de la escena, que ya hemos tratado
anteriormente en esta investigacin.
La escena es un espacio semantizado y por ello, las relaciones entre el cuadro y la
realidad escnica no pueden plantearse sino en la dimensin semntica, en la cual
355
356
168
Como los personajes de la escena kantoriana, formaran parte de ese espacio enrarecido
que enfrenta al espectador con una situacin compleja e indita respecto de su propia
realidad y de la realidad del cuadro (estn adentro o afuera?) sometiendo a personajes y
espectadores a un estado de pasaje permanente.
En la construccin del espacio artstico de Kantor todos los signos, sean stos pictricos o
teatrales, el carcter liminar domina a figuras y personajes; por ello la Infanta sale
fcilmente del marco cuando lo desea en Hoy es mi aniversario y penetra en el Pobre
Cuarto de la Imaginacin. Sin embargo, la legalidad a la que responde no es la que rige
para la Pobre Chica quien, en ausencia de la Infanta ocupa su lugar en el cuadro. Al
intentar dignificarse en el espacio de la princesa, deja al descubierto su naturaleza
copiada, representada, segn el modelo de algo que no poda ser ella, ni la Realidad
357
Es caracterstico de la retrica del texto barroco el choque, dentro de los lmites de todo un sector, de
lenguajes marcados por diversos grados de semioticidad. En el choque de los lenguajes, uno de ellos
interviene invariablemente como natural (no-lenguaje), y el otro en calidad de acentuadamente
artificial. LOTMAN: La Semiosfera. vol.III , p. 89.
169
simbolista Aleksander Wojtkiewicz quien, en sus ciclos de pinturas que los tienen como
motivo, los muestra segn esa inquietante mezcla.
Los nios aparecen en el teatro de Kantor como un homenaje a sus antiguos compaeros
de juegos y manifiestan la adhesin sin fisuras de la niez a lo maravilloso, encarnada
358
170
tambin
personaje infantil Yo a la edad de seis aos, el Nio con el velocpedo de Que revienten
los artistas!, adquiere los tintes polticos que rescatan de la memoria los estudiantes de
Wresznia, a los que ya nos hemos referido.
La
kantoriano, no solamente por la presencia de fantasmas del pasado histrico, sino por su
composicin espacial, llena de energa, en contraste con la figura de la Melancola -el
artista/Kantor?- que permanece junto a la ventana del invadido estudio.
Los espectros, levitan sobre el suelo en una ronda tormentosa que est alcanzando el
alfizar, donde est sentada la figura. Su fuerza y dinamismo est a punto de incluirla
tambin, quizs como anticipacin de una inminente actitud creativa que sacuda su
pasividad, y a cuya esperanza
deja ver un paisaje soleado, cuya luz penetra suavemente en el espacio interior.
La ronda de los artistas condenados a muerte, en Que revienten los artistas!, tiene ecos
de este remolino, ya que en el universo kantoriano el lugar del creador es el de un ser
solitario, perseguido y frgil,364 un saltimbanqui condenado sin remisin. Identificado
con la figura de la Melancola, su nica existencia vlida est en la creacin, no en la vida
cotidiana, cuyo destino es la muerte.
Denis Bablet365 seala que el inters de Kantor por el retablo de Veit Stoss en Santa
Mara de Cracovia no se cifraba tanto en la obra misma -aunque lo reconstruye en Que
revienten los artistas!- sino en un hecho de la biografa del escultor. ste, oriundo de
Nrenberg, haba huido de la ciudad a causa de sus deudas, porque la pena que se impona
al deudor era atravesarle las mejillas con clavos. Kantor se interes precisamente por los
clavos cuando viaj a esa ciudad, porque el objeto estaba ligado al gesto de agujerear las
mejillas, as como la silla al gesto de sentarse. Era su forma de subrayar la crueldad de los
usos sociales de los hombres para con los artistas, de rendir un homenaje al que
consideraba un smbolo de todos ellos. Y de aislar al objeto y al gesto de la condicin
363
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 31. La pintura se encuentra en el Museo
Nacional de Poznan y su antecedente gentico es el grabado de Albert Drer del mismo nombre. Ver
Anexo.
364
No es verdad que el artista sea un hroe y un conquistador intrpido como nos muestra la leyenda
convencional. Cranme, el artista es un hombre pobre e indefenso, ya que ha escogido situarse frente al
miedo. KANTOR: Pequeo manifiesto en El teatro de la Muerte y otros ensayos, p. 139.
365
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 24.
171
narrativa.
En tal direccin, hay otra pintura de Malczewski, El retorno (1911)366, que comunica con
la escena kantoriana, adems del motivo del ttulo de la pintura, en el tema de la Muerte.
La obra est compuesta segn una leyenda en la cual la Muerte (Ella), espera al soldado o
al viajero en su regreso al hogar. Kantor hablaba a menudo de la imposibilidad del
regreso, como ya hemos consignado respecto del retorno de Ulises.
En un horizonte de casas y rboles sin hojas, fantasmales, separado del primer plano por
una verja, el viajero envuelto en su manto y con un bulto colgado del hombro, descansa
un momento apoyado contra un tronco, antes de traspasarla.
La direccin inversa de la lectura, de derecha a izquierda - la izquierda significara en la
lectura occidental la direccin del pasado, de lo que ya no existe- lleva a una figura
femenina desnuda que lo enfrenta con una gesto ambiguo y casi seductor.
Con un brazo parece franquearle el paso a travs de un hueco estrecho, pero suficiente; en
cambio, su pierna izquierda est firmemente apoyada en el suelo, en tanto la derecha
ensaya una pose insinuante sobre la verja, como intentando impedir que la atraviese.
El brazo del mismo lado parece abrirle la verja, pero en la mano izquierda sostiene,
oculta a medias
visible para
espectador-, junto a su flanco, una guadaa cuya hoja se apoya en el suelo. La visin del
viajero se detiene entonces, no en el gesto sino en el rostro de la figura, que es una
calavera. El retorno al hogar no se producir nunca porque el camino lleva siempre a la
muerte y es imposible volverse atrs para rehacerlo.
repulsivas
-como la Fotgrafa
de Wielopole, Wielopole-,
366
172
Sera demasiado prolijo abundar en otros ejemplos; estos son suficientemente expresivos
del dilogo que Kantor estableca con las obras pictricas, las suyas y las de los artistas
que le interesaban y admiraba. Sin embargo, ese dilogo estaba siempre conducido por la
lgica de su imaginacin, no por las concreciones del otro artista. Si bien la apropiacin apoderarse de lo que no nos pertenece- es uno de los procedimientos tradicionales del
arte, Kantor no recurre a las soluciones fciles de la parfrasis, los homenajes o las
citas, ni tampoco al pastiche.
Sus procedimientos discursivos ms que apropiaciones de la palabra del otro para hacerla
suya (Bajtin), son verdaderas expropiaciones, entendido el trmino con referencia a
actos ineludibles y que, en tanto son ajenos a la voluntad del propietario, engendran
siempre una situacin de violencia y de transgresin .
Las elecciones de Kantor no se rigen por la razn sino por la intuicin, la imaginacin, las
impresiones afectivas y tambin por el azar, para ser sometidas imaginativamente a una
operacin (violenta) de deconstruccin y reconstruccin, convertidas ya en otra cosa.
Todo en la creacin kantoriana es movimiento y metamorfosis, pues la obra acabada,
como la fotografa que ha fijado a los soldados como tales y de una vez para siempre,
alude a lo no productivo en trminos de creacin, a lo que est muerto.
Con el retorno a la figuracin del pintor Kantor en la dcada de los sesenta, aparecen en
sus dibujos y en la escena los hombres-postizos, unas figuras enfundados en bolsasmono de trabajo que penden de perchas de traje, tanto en solitario como agrupados y
encerrados en un armario: son los primeros embalajes367.
Nuevamente, como hiciera con los clavos de Viet Stoss, el artista no subraya lo
importante, el contenido que protegen bolsas o papeles, sino precisamente el exterior
deleznable que se arroja a la basura y por ello pasan a formar parte del universo del
objeto pobre.
La bolsa de cartero es motivo iconogrfico de una serie de dibujos y pinturas que Kantor
escoge para La mia opera, il mio viaggio. En una de ellas, Urgente (1965)368, aparece
367
368
173
cuya cabeza se dirige en sentido opuesto al del original del pintor espaol. Por debajo,
colgadas de una cuerda mediante broches, como los embalajes humanos lo hacan de las
perchas, sendas bolsas del cartero.
En estos dibujos a lpiz, los procedimientos estilsticos son casi acadmicos, que le
facilitan recrearse cada vez ms en los detalles de la cartera -las formas de sujecin, los
bolsillos, las hebillas-, en una progresin que comienza con el dibujo de 1965, prosigue
en otro realizado entre 1966 y 1970 y culmina en el de 1981371.
La obsesiva progresividad en los detalles respondera ms a la necesidad de concrecin de
un objeto real que a una cada en la representacin, pues en enero de 1967 producir un
happening en Varsovia titulado La carta en el cual siete carteros de la oficina postal de la
calle Ordynacka con su uniforme y las bolsas de su profesin, mas algunos de sus
actores, transportaron en procesin, durante una hora y media, un sobre de carta que
meda catorce metros de largo por dos de ancho, hasta la Galera Foksal. El motivo de
la bolsa de cartero se relaciona con uno adyacente, el del paquete postal, en una pintura,
titulada Firme, por favor, de 1965372.
En general, se puede pensar que, tanto el espacio pictrico como el escnico del artista
se caracterizan por ser un lugar de acontecimientos y transformaciones de materiales
ajenos o propios, o ambos a la vez. La diferencia entre los dos espacios reside, como el
mismo Kantor lo puntualiz en El Teatro de la Muerte, que uno es para la
contemplacin (la pintura) en tanto que el otro (la escena) debe experimentarse.
Como en el dibujo del artista primerizo el acontecimiento suele ser nico y nimio -una
mujer que lee, la luz que entra por las ventanas-, o bien complejo y con numerosos
participantes, como ocurrir en los espectculos. En ambos casos, regirn las mismas
leyes de orden y las significaciones no dependern del acontecimiento, sino de la
369
174
participar de sus
visiones.
175
Captulo 2
Los objetos en la escena
Un objeto inmvil es un SACRUM. Est prohibido tocarlo. Est prohibido superarlo. Es un
objeto impenetrable para la mente humana. Y en lo ajeno reside el concepto de drama. Tadeusz
Kantor
Es la pobreza la que da lugar a la invencin. Jean Baudrillard
Walter Benjamin sostena que la cita, arrancada y rescatada de su contexto, deba ser
vivificante373 y en este sentido, los objetos kantorianos forman parte de la gran ruptura
teatral elaborada en torno a los elementos escnicos antes que al texto, o con este
tratado como un objeto, segn los principios del Teatro Cero. Los objetos escnicos,
as sustrados de la condicin de mero atrezzo, se convertan en personajes activos y,
muchas veces, en protagonistas.
Algunos estn relacionados con episodios traumticos de su infancia o de su biografa
y otros, simplemente, pertenecen a su larga memoria, a sus ideas y a sus actividades
artsticas o fueron encontrados, manipulados y construidos. Participan, en tanto objetos
pobres374, de la realidad de ltimo rango a la que adhiriera tempranamente Kantor y
que sustentar su teatro, en el cual su propia vida es vista como un objet prt375 .
373
BENJAMIN, Walter: Tesis sobre filosofa de la historia en Direccin nica, 1987, Alfaguara. Madrid,
p. 22.
374
Kantor estableca una jerarqua entre los objetos entre los cuales los objetos pobres, inferiores se
transforman/ o pueden transformarse/ casi/en materia sin razn; es decir, prestos a ser formados como
obras de arte. KANTOR: El teatro de la muerte, p. 184.
375
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2. pp. 120 a 125.
176
La introduccin del objeto como tal en el campo del arte forma parte de la crisis de la
representacin que enfrent al Simbolismo con el Naturalismo en las postrimeras del
siglo XIX en tanto forma de reivindicar el estatuto de real para la creacin artstica y
que desembocara, en el siglo XX, en el gesto duchampiano de sealarlo -el dedo de
Dios Creador en el fresco de la Capilla Sixtina- para que un objeto de la realidad
cotidiana adquiriera la categora de obra de arte sin pasar por el trmite de ser
representado en cualquiera de los formatos clsicos.
La omnipotencia que los simbolistas atribuan a la palabra del Poeta ser trasladada por
Kantor al lenguaje teatral en su totalidad, en el cual los objetos cumplen el cometido
simbolista y donde las palabras son consideradas tambin como objetos del trabajo
376
Tadeusz Kantor. Ojiekty/Przedmioty. Zbiory cricoteki. Concepcin y confeccin del catlogo: Anna
Halczac, y Bogdan Renczynski. 2007. Cricoteka. Krakw. (Citado en adelante como Catlogo Cricoteka.)
377
378
ALLEGRI, Luigi: La drammaturgia da Diderot a Beckett. 1995. Ed. Laterza. Bari. 3. ed., p.86
ALLEGRI: Op. cit., p. 82.
177
potico.
Los simbolistas intentaron rescatar al teatro de los profesionales; entre ellos, del actor,
figura omnipresente en la escena convencional naturalista.
El actor se volvi sospechoso a ojos de lo tericos del Simbolismo a causa de su
materialidad, sus limitaciones fsicas concomitantes y la interferencia de su identidad
psicolgica, como predicaba Gordon Craig, aspecto que se tratar ms adelante.
Lugn Po soaba con puestas en escena en las cuales los actores fueran sustituidos por
mscaras y muecos, por sombras y objetos; Alfred Jarry propona restituir la dignidad
esttica del teatro a travs de los tteres de mano, participando de la conviccin de que
esa era la va para la regeneracin teatral propugnada por von Kleist y el propio Grodon
Craig. Sern pues objetos, objetos artsticos en este caso, los sealados para rescatar al
teatro de la representacin y la banalidad, devolvindolo a la esfera de la creacin
artstica.
esa
Kantor no abjurar del elemento humano, ni intentar que se lo olvide sino que lo
reteatralizar como al resto de los objetos escnicos. Buscar otra clase de actor: el
actor que no acta.
Por ello, los miembros del Teatro Cricot 2 no pertenecan, en su mayora, a la profesin
y, en tal caso, el dramaturgo siempre intentaba bloquear su actuacin, de impedirle
utilizar los recursos fsicos y vocales en los cuales haba sido entrenado. Formaban la
379
LGER, Fernand: El espectculo: luz, color, imagen mvil, objeto-espectculo. 1924, en SANCHEZ.
Jos A.: La escena moderna. Manifiestos y textos sobre teatro de la poca de las vanguardias. 1999.
Akal. Madrid, pp-145-146.
178
El despojamiento de los valores asignados por la cultura hace del objeto una materia
manipulable desde el punto de vista material y, sobre todo, lo convierte en una mquina
de significar, que podra considerarse una de las definiciones de obra de arte.
Ese ha sido el destino final de todos los objetos escnicos a la muerte del artista quien,
al fundar la Cricoteka con la finalidad de convertirse en Museo del Teatro Cricot
380
BARTHES, R.: Les choses signifient-elles quelque chose?. Oeuvres Complets, vol.2. 2000. Seuil, pp.
45-47. Publicado originariamente en Le Figaro Littraire el 13/10/62.
381
BARTHES, Op. cit., p. 46.
382
BABLET, Les voies de la cration thtrale, vol.2 , p. 235.
383
BAUDRILLARD, Jean: El sistema de los objetos, p.97.
179
El tamao exiguo de los tres locales que ocupaba -la galera Krzystofory, el centro de documentacin
de la calle Szczenpanska y la ltima vivienda y estudio de Kantor en la calle Sienna, no permite, por el
momento, que puedan ser contemplados en su totalidad, dado que an no existe un espacio de exposicin
adecuado. Por ello, en esta investigacin se ha recurrido, adems de las fotografas de sus espectculos,
al catlogo de objetos que ya hemos mencionado, el cual sigue un criterio cronolgico, acorde con los
sucesivos espectculos en los estos objetos tomado parte. Casi todos son los originales si bien algunos se
han reconstruido en base a los dibujos del artista y las numerosas fotografas existentes. Actualmente se
ha destinado a albergar el archivo y todo el material disperso de lo que ser la nueva Cricoteka el edificio
de una antigua usina situada en el barrio de Podgorze, a orillas del Vstula. An est en proceso de
adaptacin y construccin de nuevos espacios, cuya inauguracin est prevista para el 2016. Los objetos
escnicos estn en diversos depsitos de la ciudad y solamente pueden verse acompaando la exhibicin
de los films de los espectculos o en ocasin de alguna exposicin puntual.
385
BABLET: Les voies de la cration thtrale, p. 153.
386
ERULI: Analyse de deuxTableaux:LAutel de Veit Stoss et Le Grand Emballage de la fin du
XXe. sicle, en BABLET: Op. cit., vol. 2, pp. 247-249.
180
integrados en ellos son borrosos debido a los solapamientos, las migraciones, las
transformaciones y los cambios de significacin que sufren los objetos -sea cual fuera
su naturaleza- de un espectculo a otro y, a veces, en el mismo espectculo, como
ocurre con la Prostituta de Cabaret que se transforma en ngel de la Muerte (Que
revienten los artistas!) o el Doctor Klein, que deviene Jehov (Hoy es mi aniversario).
Habra que subrayar que el valor sgnico de los objetos equivale al de los personajes, lo
que justificara la clasificacin general y el uso de maysculas para referirse a ellos
387
181
cuando formen parte de un espectculo. Por otra parte, Kantor les otorgaba este
tratamiento en sus escritos tericos.
389
182
Cada una de estas aproximaciones entre cuerpo y objetos lleva al segundo subgrupo, el
de los objetos antropomorfos.
adentrarse en la
eran
un
escnicas.
Se podra decir que el sistema de los signos escnicos kantorianos se asemeja a una red
de mltiples relaciones, tanto significantes como significativas, ya que adems,
guardaran lazos con los tres ejes que rigieron su vida creativa: la pintura, la escultura
y el concepto de repeticin. Forman parte de la memoria y la imaginacin del artista
390
391
183
184
Dentro de este apartado coexisten objetos muy variados, en tanto aparecen como
imgenes u objetos ensamblados a sus pinturas, como es el caso de los Paraguas y los
Embalajes, o los monumentos escultricos, como la Barricadas construidas con los
Pupitres de escuela en No volver jams, el Altar de Viet Stoss en Que revienten los
artistas!. o las imgenes mnsicas, como el Velocpedo de su infancia.
Cuando
finalmente consigui
392
KANTOR:Szafa (Armario). 1980. Wielopole, Wielopole. Catlogo Cricoteka, p.95. Ver Anexo.
CHROBAK (y otros): Kantor. Wielopole-Wielopole. Dossier. 2006. Gremese Editore. Firenze, p. 46.
394
BABLET: Les voies de le cration thtrale, vol 2, p. 244.
393
185
lo que Walter
Benjamin consider un modo de existencia del siglo XIX y la casa, un estuche para
el hombre395.
Kantor la reconstruir en Wielople, Wielopole: ser la Habitacin de su infancia y en
Hoy es mi aniversario, el Pobre Cuarto de la Imaginacin ,la suya propia de artista,
porque toda su historia est contenida entre esas paredes evocadas o presentes396. Con la
particularidad que en escena hay una doble habitacin: la del artista y la que encierra el
marco central, la Habitacin de la infancia.
Kantor sostena que su casa era el arte397 y por ello deba reconstruirlas como si fuera a
vivir en ellas en la realidad, con todos los enseres necesarios.
La Habitacin
Jean Baudrillard sostiene que los seres y los objetos estn unidos en una relacin de
complicidad afectiva que se configura en una presencia, la cual permanece en el
recuerdo como la imagen de una configuracin simblica llamada morada 399.
La morada interior del artista polaco se dibuja en la memoria con todos sus objetos, y
pasa a formar parte de la realidad como cuadro y como habitacin. Son elementos
contiguos, ya que ambos son un DEPSITO/de objetos que pertenecen/ a un lugar
395
BENJAMIN, Walter: Paris capitale du XIXme. sicle . Le livre des passages. 2002. Les ditions du
Cerf, p. 239.
396
Mi habitacin en la escena./ Realmente. Acordmoslo!/ Decid mudarme a la escena, de tener un
lecho/ una mesa/ sillas y, por supuesto, cuadros. Los mos. KANTOR: Carnet de notes. BABLET: Les
voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 157.
397
Mi casa, era y/ es siempre mi obra./ El cuadro, el espectculo, el teatro, la escena. KANTOR en
BABLET: Op. cit, p. 159.
398
KANTOR: bid., p. 129.
399
BAUDRILLARD: El sistema de los objetos, p. 13.
186
definido.
En la escena, el artista
Kantor miraba por la ventana desde fuera, pero dentro aparecan las imgenes de su
recuerdo: DE NUEVO ERA UN NIO. ESTABA SENTADO EN UNA POBRE
ESCUELA DE PUEBLO, EN UN PUPITRE CON MUESCAS DE NAVAJA, Y CON
400
401
187
188
En Wielopole,
405
189
La Puerta, ser otro elemento relevante en el teatro kantoriano desde una fecha anterior
(1973) a sus cuatro grandes obras. En su descripcin del Pobre Cuarto de la
Imaginacin, Kantor subraya su valor intrnseco: puertas (importante) 408.
En el primer acto de Hoy es mi aniversario, el artista escribe: La puerta/ se entreabre
hacia el fondo,/ la puerta del marco en la penumbra,/ la nica en la escena/ por donde
entran los/ MUERTOS...409.
Figura en esta obra bajo la forma de marco de una pintura que, en tanto lmite,
funciona como elemento arquitectnico, a la vez que determina el espacio pictrico .
Una gouache , Hombre con puerta (1972)410, muestra un personaje descalzo que
traspasa el marco de una puerta de madera provista de una gran cerradura que se
recorta sobre el fondo negro. Al ao siguiente, aparecer este elemento en la puesta en
escena de Las hermosas y los espantajos de Witkiewicz, por primera vez.
Las relaciones entre el Marco, la Ventana y la Puerta son metonmicas, de contigidad
lgica respecto de las significaciones y las funciones que cumplen en la obra de Kantor.
Ambas cierran o encierran y tienen relaciones con la doble idea de encerrar/ enterrar;
con la prisin y con la muerte.
408
190
La Puerta, como la Ventana separan el pasado del presente, el espacio ntimo del mundo
exterior, casi siempre amenazante; el espacio de la vida del espacio de la muerte.
Por la Puerta pueden penetrar seres indefensos como los pobres Actores de feria de
Que revienten los artistas! o sus Verdugos; los Soldados de la Primera Guerra Mundial
de Wielopole, Wielopole y los policas de la NKVD en Hoy es mi aniversario o bien, en
No volver jams, los retornados del ms all: En mi Pobre Cuarto bien conocido/
donde se renen los personajes de/ Balladyna, los actores vivientes/ la puerta se abre
bruscamente y entran/ los Muertos. Pero cuando la puerta se cierra, el mundo exterior/
cesa de existir 411.
Todo golpe en la puerta suele ser de mal augurio 412. As, en Wielopole, Wielopole
penetra en la Habitacin Familiar la realidad de la Primera Guerra Mundial, que trae la
desgracia a la familia: detrs de la puerta/ se ha desencadenado la tempestad y el
infierno humano (...) Los acontecimientos importantes se acercan inexorablemente,/
basta con abrir la puerta413.
En este espectculo hay dos: la Puerta de Adas414, montada en un marco de metal y
sostenida en una plataforma rodante y la doble Puerta deslizante415, situada en el fondo
del escenario, que comunica con la Antecmara, por la que aparecen y desaparecen el
resto de los personajes que vienen del exterior. Por la Puerta deslizante vuelve de su
confinamiento en Siberia el To Stas cada vez que en la familia ocurre algo
transcendente; por ella se marcha al frente y regresa el Padre y entran los Soldados que
violarn a la Madre Helga.
411
KANTOR: Carnet de notas en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p, 131.
KANTOR: Op. cit. , p, 129.
413
KANTOR: El lugar teatral en Teatro de la Muerte y otros ensayos, p. 211.
414
Drzwi Adasia (Puerta de Adas). Wielopole, Wielopole (1980). Catlogo Cricoteka, p.93. Ver Anexo.
415
Drzwi (Puerta). Wielopole, Wielopole (1980). Op. cit., p. 109. Ver Anexo.
412
191
La Puerta de Ads, quien nunca regres del frente, fue slo puerta de salida del mundo
familiar al vaco de la muerte. Juan Eduardo Cirlot establece una distincin entre la
puerta, en singular, y las puertas, en plural. La puerta es un smbolo femenino,
desde la perspectiva psicoanaltica, que evoca el hueco, lo que permite el paso. Al salir
por esa puerta, Adas penetr en el hueco de la muerte, volvi al seno de la Madre Tierra
y al metaforizar un pasaje que es, por excelencia, una experiencia individual
Las puertas, en cambio, aluden al trnsito hacia el espacio social e inscritas en la idea
de casa pero, sobre todo, a la de patria y de mundo416. La doble Puerta deslizante
separa la habitacin familiar
en el cual, desde la
perspectiva de Kantor, no cabe una idea positiva de patria, slo de muerte y destruccin
las cuales, asociadas a
considerarse trminos sinnimos. Por ello, el Dueo del Bar de No volver jams se
encargar de operarla, con solemnidad/ como una piedra tumbal417, para que entren y
salgan los vivos y los muertos.
416
. En la antigua Escandinavia los exiliados se llevaban consigo las puertas de su casa. A veces, las
lanzaban al mar y all donde encallaban edificaban la nueva. CIRLOT: Diccionario de smbolos, p. 376.
417
KANTOR: Gua del espectculo en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2., p. 94.
418
KANTOR: El lugar teatral en Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 211.
192
Algo ms de una dcada despus, en Las hermosas y los espantajos -tambin sobre un
texto de Witkiewicz- realiza una estructura de metal, a modo de Guardarropas Teatral,
que podra considerarse como una clase de armario. De sus barras horizontales cuelgan
perchas con grandes sacos marcados con nmeros y las palabras Szatnia
(Guardarropas) y Cricot Thtre Krakw422.
El mueble ropero de Wielopole, Wielopole,423 tiene un estilo ms elaborado, con la
parte superior de las puertas de forma curva, aunque estas no acaban de encajar en los
ngulos superiores y tambin dejan huecos, as como los hay entre las tablas. Se haba
dicho ms arriba que existen dos versiones del mismo, que corresponden a los
espectculos realizados en Cracovia y en Florencia, con ligeras diferencias de tamao.
En La clase muerta aparece un austero paraleleppedo de madera montado sobre
ruedas que se asemeja a una caja de embalar, hecho de tablas rsticas. Sin embargo no
se trata de un ropero sino del Retrete424, que forma parte del mobiliario escolar, aunque
por su forma y su construccin podra asemejarse a un armario, ya que nada indica su
funcin.
Lo que comparten el Armario y el Retrete es el significado de intimidad que encierran
sus tablas, su relacin con los asuntos humanos y los secretos. Intimidad,
419
193
El Guardarropas
del escenario donde el actor alcanza la gloria y la fama427 y por ello Kantor los situar
en el lugar (...) de ms nfimo rango del teatro, donde se deja una parte ntima de
nosotros mismos. Y haciendo uso de la habitual metonimia, reflexiona que, durante el
espectculo, una parte del espectador cuelga/ mezclada de cualquier forma con otros
desconocidos,/ marcados con nmeros,/ inertes,/ despojados de su personalidad,/
deshonrados...428.
El Guardarropas ser el lugar del actor -no el escenario-, degradado a saltimbanqui, a
atraccin de feria, en tanto los reduce a su categora,/ los deforma,/ esteriliza,/ destie,/
los rompe brutalmente,/ los comenta falsamente...429.
Otros objetos que encarnan multitud de vivencias son los Pupitres430 de la escuela: En
el ltimo y ms olvidado rincn de nuestra/ memoria, en algn / pequeo rincn hay
una fila de humildes/ PUPITRES de madera..., los pupitres de La clase muerta, que
aparecen, no en una CLASE-LUGAR REAL, sino en un vaco negro; delante de l se
425
KANTOR: El gran embalaje de finales del siglo XX, Catlogo, Festival Internacional de Santander.
1984, p. 4.
426
KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 110.
427
KANTOR: Op. cit., p. 116.
428
KANTOR: bid.; p. 118.
429
KANTOR: bid. p. 119.
430
KANTOR: Proyecto de Pupitre. La clase muerta. Dibujo. La clase muerta (1975). Catlogo de
exposicin. Museo de la Universidad de Alicante, p.81. Tambin en 21. II.110. Ver Anexo.
194
Los Pupitres nacen como dibujos artsticos para cuya realizacin Kantor recurrir a
dibujos tcnicos, con las medidas exactas, a fin de que el carpintero de la Cricoteka los
construyera.
Como sucede con los armarios, los materiales usados, tablas desechadas de los derribos,
arrancados de la vida real, eran manipulados a fin de convertirlos en objetos escnicos
y maquillados para empobrecerlos432. Estn pintados con una mezcla de pintura gris
y marrn, que acenta su aspecto gastado; una pintura lquida y ligera que dejaba
traslucir las vetas y nudos de la madera.
Los Pupitres ocupaban prcticamente toda la escena y eran elementos inmviles, de los
pocos entre los objetos kantorianos, y formaban conjunto de cinco bancos, montados
sobre una plataforma. La diferencia de longitud y de altura acentuaban la forma
piramidal o la impresin de perspectiva central433.
utilitaria y metafrica.
195
evocar un tmulo
funerario. Por otra parte, uno de los Pupitres, con el maniqu de un nio sentado y una
cruz, es el motivo de la escultura de bronce que preside la tumba del artista y de su
madre, Mara Berger, en el cementerio Racowicki, de Cracovia436 y esta eleccin del
artista subraya su asociacin a la memoria y a la muerte.
En No volver jams (1988) los Pupitres vuelven a aparecer nuevamente, cargados por
los fugitivos del ao 39 que huan de la doble invasin alemana y sovitica : Los
fugitivos llevan con trabajo/PUPITRES DE ESCUELA (...) son los mismos/ los
espectros de mis actores ambulantes./ El ao 75/ La clase muerta437.
Los Pupitres que en ese primer espectculo, ya mtico, remitan a la infancia, en este
se refieren a su viaje artstico. No son cinco sino cuatro, del mismo tamao y ms
pequeos que en aquella obra. Colocados en orden, ocupaban casi un metro menos de
superficie que aquellos a los que cita en este nuevo espectculo y aparecen por ultima
vez.
Tampoco estn fijos a una plataforma como los anteriores sino sueltos, y
son
436
En agosto de 2013 fue imposible, sin un gua, individualizar la tumba de Kantor, ya que el monumento
haba sido robado y daado dos veces, por lo que fue retirado y nada sealaba la tumba del artista.
437
KANTOR: Gua del espectculo. BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 97.
438
KANTOR: Gua del espectculo, Op. cit., vol. 2, p. 98.
196
a ste, como
paradigma del artista migrante, acosado por los representantes del poder440.
Pero el monumento que Kantor levanta en el escenario se dirige a una iconografa ms
moderna: la barricada de La Libertad guiando al pueblo (1830) de Eugne Delacroix.
La tensin entre el tema sacro del altar de Santa Maria -representa la Dormicin y
Ascensin de la Virgen Mara rodeada de los apstoles en el cuerpo central y escenas de
la vida de Jess en los laterales-, y el motivo revolucionario de la pintura romntica
propicia una relectura a que da pie la manipulacin kantoriana.
En ambos subyacen la ideas de sufrimiento, muerte, y redencin que traman el
imaginario del romanticismo nacionalista polaco puesto en cuestin y ambos estn
protagonizados por paradigmas humanos. Desde la perspectiva religiosa, el trptico
exalta a Jess, Mara y los Apstoles. En la pintura de Delacroix la tipologa es laica
y representa a la burguesa y el proletariado que protagonizaron la Revolucin Francesa.
Su puesta en paralelo,
439
KANTOR: La dernire oeuvre du Matre Veit Stoss: les Barricades! (La ltima obra del Maestro Veit
Stoss:las Barricadas!). Que revienten los artistas! (1988). BABLET: Les voies de la cration thtrale,
vol. 2, p. 64. Ver Anexo.
440
Weit Stoss representaba para Kantor el artista maldito, perseguido, aprisionado y torturado por las
autoridades de Nrenberg a causa de un oscuro episodio segn el cual el artista haba copiado y
falsificado el sello y la firma de un contratista de no muy buena fama. Kantor, invitado a realizar un
espectculo en esa ciudad, manifest que si algo le interesaba de ella en particular eran los clavos con los
cuales se haba perforado las mejillas al artista, pena a la que se someta a los falsificadores. Del mismo
modo en que haba reflexionado sobre el acto de sentarse en tanto expresin humana, el acto de
perforar,lo llevaba a hacerlo contra esa crueldad, tambin humana, cometida contra un artista.
KANTOR, en el film de Denis Bablet Le thtre de Tadeusz Kantor, Paris, CNRSAudiovisuel/Arcanal/Ministre de la Culture, 1985.
197
imposibles de ser
Estar
la degradacin, la
En El entierro del conde Ogaz, El Greco plantea una clara divisin espacial entre los asistentes al
duelo y las figuras sagradas que pueblan la parte superior de la pintura.
442
Pas toda mi vida chocando contra un muro. Me dicen: Ahora, usted es libre. Yo respondo: No, eso
no me concierne, porque en la creacin siempre fui libre (...) Pero estoy hecho de tal manera que debo
tener un muro contra el cual golpearme el crneo. KANTOR en SCARPETTA,Guy: Kantor au prsent.
Une longue conversation. 2000. Actes Sud. Arles, p. 155.
443
KANTOR en SCARPETTA: Op. cit., pp. 141-142.
198
En tanto Altar, guarda relacin con la Puerta. Ambos son los elementos ms alejados y
opuestos entre s de las iglesias, aunque su relacin sea estrecha y refleja, pues la puerta
principal de las catedrales se decoraba a la manera de un altar444. En tanto Barricada,
estos objetos pobres, cuya entronizacin est representada por el Fregadero que los
corona, alcanzan el carcter sagrado (extraado) de Altar al ser vaciados de sus valores
cotidianos de uso y, por ello, tambin metonmicamente, pueden ser considerados obras
de arte, en eterno combate con el utilitarismo. No era ocioso, pues, dar al Fregadero un
lugar tan especial en el Altar-Barricada, ya que en la exposicin El Gran Embalaje de
finales del Siglo XX , Kantor explicitaba su valor:
Ambas podran guardar una relacin semejante a la del Altar y la Barricada. Objetos de
la vida cotidiana ms elemental, adquieren valores artsticos en tanto son
resemantizados por Tadeusz Kantor en la pintura y en el teatro.
La primera referencia es la ya mencionada pintura de su primera juventud que
representaba el saln de la casa, donde la mesa y las sillas, junto con el armario,
444
199
de
En 1965 realiza el cricotage -particular interpretacin del happening del teatro Cricot
2449-,Dnde estn las nieves de antao?, cuyo motivo central giraba en torno a un
personaje sentado que se levantaba regularmente y con cierta intencin, expresaba
distintos estados espirituales a travs de su expresin fsica. Entretanto, pronunciaba la
frase Estoy sentado. Se trataba, segn Kantor, del puro acto inmotivado que se
constitua en espectculo: se inflaba, se agrandaba y se reproduca y viva como un
parsito, desinteresado y esplndido450.
Sin embargo, su inters por la silla se remontaba a la poca de la guerra, durante la
preparacin de El retorno de Ulises. En esa poca, el artista imagin por primera vez
las posibilidades del que constituir uno de sus objetos ms recurrentes e investigados a
lo largo de los aos:
Mi descubrimiento fue (...) una silla (...) sencilla, pobre, de cocina, sin el peso de un estilo
pretencioso, aquella en la que nos sentamos para descansar despus del trabajo, que nos ofrece
su sencillez451.
447
Entre los objetos de Wielopole, Wielopole, hay cuatro grandes clavos con los que los soldados
crucificarn al maniqu del Cura. Catlogo Cricoteka, p. 106.
448
UNA SILLA/ me incit a pensar en una postura bsica del hombre:/ la de estar sentado./ Se podra
decir que estar sentado supone el siguiente paso evolutivo tras aquel momento revolucionario en el que
el hombre/ adopt/ la postura erguida./ Con el fin de diferenciarse. KANTOR: Teatro de la muerte y
otros escritos, p. 158
449
El Cricotage es una clase de actividad que proviene de la experiencia del Teatro Cricot 2 y del
mtodo de actuacin descubierto y practicado en l. (...) El Cricotage no elimina los estados emocionales
o la fuerte tensin./ El cricotage entronca con la REALIDAD./ Liberado de cualquier clase de
argumento/ sus fragmentos, reliquias y huellas/ dirigidos por el poder de la IMAGINACIN,/
desafiando las convenciones y el sentido comn/ se unen y se ponen en tensin hasta tal punto/ que en
cualquier momento/ pueden romperse/ y desintegrarse./ Tal sentido del peligro/ y de inminente desastre/
es una caracterstica esencial del Cricotage. KANTOR: Programa de mano de Dnde estn las nieves
de antao? (1984). Edicin Cricoteka. S.D. Krakow.
450
KANTOR: Teatro de la Muerte y otros escritos, p. 200.
451
KANTOR: Op. cit., p. 157.
200
a fin de contradecir la
monumentalidad de la escultura452.
Finalmente, la Silla453 de hormign despert el inters del Museo Oslo-Sonja Henje
Nils Ontstadt Kunstrcentret, y se construy en esa ciudad en 1971, en una colina a pico
sobre un fiordo cercana al edificio. Habra que convenir en que no se trataba de un
lugar apartado ni la Silla da la impresin de estar abandonada en ese lugar. No
obstante ello, Kantor dio su aprobacin para que fuera all erigida
Su
provocativa realizacin fue utilizar al mosaico como embalaje de una silla plegadiza,
con la que no guardaba ninguna relacin razonable, a fin de desacreditar esa tcnica
452
453
201
que consideraba anacrnica y pretenciosa454. Pidi que la silla fuera colocada frente
al monumento formado por los mosaicos de los dems artistas, pero su idea no fue
acogida y la obra fue a parar a un museo aos ms tarde.
Por el
contrario,
/es
decir,
POSIBLE
NICAMENTE
POR
MEDIO/
DE
LA
CREACIN! 456
Acorde con estos supuestos present a la Galera Foksal de Varsovia el proyecto que
denomin Asalto y del que ya se trat anteriormente, que constitua la historia
metamaterial de la silla. La exhibicin recibi el nombre de Cambriolage. La
habitacin mental457 y en ella el artista abandonaba la ilusin del objeto, hacindolo
extrao, privndolo del pasado/ y la ancdota que lo animan (...) / y finalmente, de
su existencia fsica458, para transformarlo en un objeto de sensacin real, completado
en la memoria a partir del fragmento, este s material, que se exhiba y de la que hoy
queda una gigantesca reconstruccin459.
En sus obras posteriores no aparecen sillas plegables sino de distintos tipos: de metal,
de formas geomtricas, con una funda de tela (Las hermosas y los espantajos); de
asiento circular
454
202
delEsqueleto460 (Dnde estn las nieves de antao?), semejante a esta, pero sin
ruedas, y otra de formas geomtricas461 (Wielopole, Wielopole).
El mismo estilo elemental adopta, en ese espectculo, la Silla del Glgota462 de 1980,
con algunas variaciones funcionales. Est provista de rueditas, un escabel sin ellas
colocado en la parte delantera y un caballete en la posterior, salvo en la versin de
1982-1983463, en la que carece de dicho caballete.Y an la Silla con doble asiento
movible464
elemental.
Tambien hay Taburetes465 rsticos y un nuevo asiento para el Esqueleto vestido con un
uniforme de la Primera Guerra Mundial, hecho de finas varillas de metal, con el
respaldo curvo y, como ser habitual, provistas de ruedas466.
En No volver aqu los asientos del bar sern unos bastos Taburetes467 de madera,
como los de Wielopole, Wielopole, en tanto que las Sillas468 que ocupan Kantor y la
Novia tienen respaldo , aunque comparten el estilo geomtrico
y pobre de los
Taburetes.
En Que revienten los artistas! utiliza sillas que se asemejan al estilo Thonet
simplificado, con el respaldo curvo y el asiento y los soportes de las patas circulares,
como la Silla que ocupa Kantor en escena469(Que revienten los artistas!), de la que
cuelga de un cordel un cartel con su nombre, remedo irnico del clis hollywodiense de
la silla del director.
En cambio, en su obra pstuma, vuelve a la Silla plegadiza470 de su etapa previa a las
cuatro ltimas, cerrando el crculo con un objeto que result ser tan eficaz como
trascendente en su camino artstico.
203
momentos la Silla adquiri mayor relevancia que en otros, pero siempre goz del
cuidado obsesivo que el artista consagraba a sus objetos ms apreciados y este lo era por
las mltiples razones conceptuales a que nos hemos referido.
Junto con la Silla, la Mesa constituye uno de los elementos de origen iconogrfico que
se repite en sus pinturas de la segunda posguerra, dedicadas al mundo del trabajo.
Fornai (1946) muestra tres figuras humanas abstractizantes tras una larga mesa que
ocupa casi toda la parte inferior del cuadro. Se trata de una mesada de trabajo, de
color rojizo, sostenida por patas en sus ngulos.
Su metamorfosis en objeto comenz con una simple tabla -as aparecer ms tarde,
como Tabla de Salvacin-, hallada durante la preparacin de El retorno de Ulises y que,
colgada de unas sogas por sus extremos, cruzaba la escena. Esta descendi para
devenir mesa en la pintura y ser devuelta como Mesa a la escena, de la que nunca se
apart.
En Hoy es mi aniversario, la imagen fotogrfica de sus padres y el to Stas rodeando la
Mesa puesta con un mantel blanco se traducir de mltiples formas en los espectculos,
desde La gallina acutica y Las hermosas y los espantajos, hasta llegar a los tres
ltimos, en los cuales la Mesa integra lo cotidiano familiar con lo ritual.
471
La planche (La mesa), en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 254.
KANTOR: Partitura, en Travail thtrale n VI, Lausanne, La Cit 1972, p. 91 en BABLET, p.
254.
472
204
De los tres Marcos que ocupan el escenario, La Mesa Familiar / Tabla de Salvacin
ocupar el central, donde la instala la Pobre Chica desde el primer acto, para celebrar el
75 aniversario del artista. Est cubierta por un mantel blanco, que esta vez no adquiere
una significacin litrgica sino celebratoria. Por primera vez, la Mesa Familiar convoca
a la fiesta y esta se realiza. Hasta el melanclico To Stas, presente en los momentos
importantes, la usa como tablado cuando toca el violn, porque la Mesa es el
473
Les planches, table de lEucharistie (Las tablas, mesa de la Eucarista). Wielopole, Wielopole (1980).
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 254. Ver Anexo.
474
La table de lanniversaire (La mesa del aniversario). Hoy es mi aniversario (1989). BABLET: bid.,
vol. 2, p. 255. Ver anexo.
475
El dormitorio de Kantor, en su ltima casa de la calle Sienna 7, no es menos austero que el que
construy en el escenario: una cama individual de madera con su mesa de noche, un armario, el escritorio
con su silla y un caballete. Muebles sencillos, sin ningn estilo ni pretensin esttica.
476
Stolyk Arysty (La mesa del artista). 1991. Hoy es mi aniversario. Catlogo Cricoteka,175. Ver Anexo.
205
escenario propio de la familia, donde se dirimen todos los asuntos importantes: reparto
de la herencia del Cura o la celebracin las fiestas ntimas y litrgicas.
Finalmente, para terminar este apartado, diremos que, junto con la Silla plegadiza, el
Paraguas es otro de los objetos recurrentes de Kantor el cual, como ella, cambia de
forma y de funcin segn est abierto o cerrado modificando, al mismo tiempo, el
espacio interior y el circundante.
Kantor llam broma lrica482 a ese objeto que haba aterrizado en su obra plstica de
la dcada del cuarenta de los cuales, en La mia opera, il mio viaggio, seleccion casi
una docena483.
477
206
En la escena se lo encuentra en el primer embalaje del Cricot 2, El Circo (19571958), sobre texto de Kazimir Mikulska, en el cual el director del circo se presenta
con un paraguas negro, abierto, del que chorrea el agua; suea con un estreno que
jams tendr lugar488.
La eleccin del objeto tuvo para Kantor el carcter de un descubrimiento y la
posibilidad de obtener la libertad por la profanacin, al utilizar con fines
santificados, artsticos y pictricos un adminculo puramente utilitario y hasta
fastidioso cuando ya no es necesario.
En ese momento fue cuando tom conciencia de su inutilidad, su desinters y hasta de
su ridculo, cuando se rompa en medio de una tormenta; de su capacidad, en fin, para
ser explotado desde la perspectiva del arte por su poder de provocacin.
484
KANTOR: Emballage, 1967. La mia opera, il mio viaggio, p. 154. Ver Anexo.
KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 153.
486
KANTOR: El teatro de la muerte, p.67.
487
El artista los denominaba pinturas-collage a pesar de que, en realidad, son assamblages. En un
collage, los elementos de la realidad que se introducen en el cuadro son bidimensionales -los papiercolles de Matisse- en tanto que en el assamblage se montan al cuadro materiales tridimensionales.
THOMAS, Karin: Diccionario del arte actual. 1978. Labor. Barcelona, p. 32.
488
KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 156
485
207
la pintura europea y
tambin la suya.
Est situado a la izquierda y ocupa casi una tercera parte del ancho del espacio. Tiene
forma cnica, con los contornos subrayados con gruesos trazos negros que lo envan al
primer plano, hacindolo casi saltar de l y destacando su vocacin de objeto que
hallar cumplimiento, casi veinte aos despus, cuando comenzaron a llover del cielo
confundindose con otros objetos del Pobre Cuarto de la Imaginacin y se
aposentaron en las pinturas-collage, como las denomina el artista.
489
Forme spaziali (Formas espaciales). 1947. KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 41. Ver anexo.
Dal ciclo: Verso la figurazione (Del ciclo: Hacia la figuracin).1964. KANTOR:Op. cit., p. 156. Ver
Anexo.
491
Dal ciclo: Figure imballate. (Del ciclo: Figuras embaladas). 1981. KANTOR:bid., p. 205. Ver
Anexo.
490
208
arte sino tambin a una etapa de su evolucin teatral cuy fundamento terico es el ya
mencionado Manifiesto del Teatro Cero (1968).
Kantor consideraba que sus puestas en escena de la poca del Teatro Clandestino -1942
a 1944- haban sido la materializacin de sus ideas teatrales fundamentales, entre las
que se hallaba la independencia de la obra de arte.
En la posguerra y en la dcada de los cincuenta, ya con el Teatro Cricot 2, explor este
concepto llevando su prctica teatral a una radicalidad que el nombre del manifiesto
descubra.
Defina al teatro autnomo -y, por extensin, al arte entero- como aquel
aseguraba su autonoma.
Los objetos autnomos los que haban sido fabricados en serie y desechados, vaciados
de su significacin utilitaria en la vida real y que carecan de pretensiones simblicas
o representativas en la escena.
Se trata de objets prts -en su mayora- o construcciones, todos ellos de uso ordinario,
tales como herramientas, elementos de limpieza -escobas, fregonas, trapos-, lmparas
de techo, los libros viejos y libretas de La clase muerta, jofainas de distintas clases y
tamaos, el Metro de carpintero con que el Dueo del bar mide obsesivamente la
distancia entre las mesas; las botellas y la escudillas, el Altavoz de No volver jams,
492
209
Entre los primeros objetos que Kantor subi al escenario figura la Rueda de Carro de El
retorno de Ulises, cuya reconstruccin (1981)495 se guarda en la Cricoteka. El original
era una rueda encontrada en el parque del barn franco-polaco en cuya casa se ensayaba
la obra496.
Son anteriores a esta las ruedecillas que movan a los Elfos en Balladyna y, ms tarde,
es preciso tener en cuenta que todos los elementos escnicos de las puestas del artista
las llevan, aunque estn ms o menos ocultas en los objetos, cuya movilidad es
parangonable a la de los actores.
La rueda como objeto y como idea posea un valor muy acentuado para el artista, quien
escribi al respecto :
Quisiera que precisamente esta rueda fuera reconocida/ como una obra de arte./ Que estuviera
en un museo! (...) Una rueda en la habitacin de Ulises en 1944, una simple rueda de carro/
campesino, llena de barro ... fue para m extraordinariamente/ importante.... no cumpla ninguna
funcin escnica... / no era mi intencin que fuera parte de una habitacin pobre.../ que estuviera
abandonada.../ que FUERA!/ Era un objeto que no se explicaba497.
Kolo (Rueda). El retorno de Ulises (1944). Reconstruccin 1981.Catlogo Cricoteka, p. 19. Ver
Anexo.
496
MEYER PLANTOUREUX en BABLET: Les voies de la cration thtrale. vol. 2, p. 213.
497
KANTOR: El Gran Embalaje del Siglo XX, p. 4.
210
En otras puestas hay numerosos artefactos con ruedas, y uno de ellos, el llamado Botas
de
Las ruedas de bicicleta tambin estn en una artefacto semejante a las primeras
bicicletas cuya rueda delantera, con los pedales adosados a ella, doblaba el tamao de
la posterior. Pertenece al Viejito del velocpedo, de La clase muerta.500
Se ha traducido as a la palabra polaca rower en los textos consultados, aunque su
primer significado sea el de bicicleta 501. Esta traduccin podra llevar a la confusin
del objeto de que se trata, diferente del Velocpedo502 y por ello hemos preferido
denominar al personaje y su bio-objeto-que lleva el maniqu de un nio- como
Viejito de la bicicleta (La clase muerta).
498
Kolo (Rueda). No volver jams (1988). Catlogo Cricoteka, p. 166. Ver Anexo.
Butty Millionera (Botas de millonario). Las hermosas y los espantajos .1973. Catlogo Cricoteka, p.
56. Ver Anexo.
500
Rowerek/Manekin dziecka na rowerku (Bicicleta/Maniqu del nio de la bicicleta). La clase muerta.
1975, p. 67. Ver Anexo.
501
STANCZYC, Marek/ MANSBERGER AMORS, Roberto: Wielki slownik polsko-hiszpanski/ Gran
diccionario polaco-espaol. W&T. Wiedza Powszechna. , 2006. Warszawa.. 2 vol..
502
Wzeczek (Velocpedo). Que revienten los artistas! 1985. Catlogo Cricoteka, p. 127. Ver Anexo.
499
211
El nio que representa a Kantor -Yo a la edad de seis aos- en Que revienten los
artistas montar el Velocpedo, al que Kantor dio tanta importancia en el momento de
su concepcin y su construccin porque el original haba sido un regalo de su to
abuelo, el cura de Wielopole en ocasin de su sexto cumpleaos. Es de madera, y se
impulsa mediante una palanca, no con pedales. La Bicicleta del personaje, pues, es un
objeto autnomo y, al igual que el Velocpedo, podra ser considerado tambin una
mquina primitiva.
504
todava, que carece de respaldo y parece ms bien una camilla de hospital (como se
asemeja a un lecho hospitalario la Cama del cura). O a la Camilla de torturas506
metlica -hay otra de madera- de La Gallina acutica.
503
Lozko (Lecho). Wielopole, Wielopole. 1980. Catlogo Cricoteka, p. 94. Ver Anexo.
Lecho del Yo muriente. Que revienten los artistas! 1985. BABLET: Les voies de la cration
thtrale, vol. 2, p. 59. Ver anexo.
505
Lozko (Lecho). Hoy es mi aniversario. 1991. BABLET: Op.cit. p. 176. Ver Anexo.
506
Maszyna tortur (Mquina de torturas). 1967La gallina acutica. BABLET: bid., p. 48. Ver Anexo.
504
212
(...)
Una baera vieja,/ llena de agua./ Un maniqu de mujer vestido como para un largo viaje./
Objeto construido en 1967./ La baera vieja encontrada en un desvn (...) -adems de su funcin
escnica en el espectculo La Gallina Acutica,/ posee una cantidad suficiente de contenido
como/ para ser una obra de arte independiente./ La baera en la que fue ahogada sin piedad/ LA
GALLINA ACUTICA en 1967/ en 1988 fue bautizada LA BARCA DE CARONTE510.
507
Kobieta w wannie (Muchacha en la baera) 1967. La gallina acutica. Catlogo Cricoteka, p. 50. Ver
Anexo.
508
KANTOR: Gua del espectculo en Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 107.
509
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 255.
510
El Gran Embalaje del Siglo XX, p. 6.
511
Lodzi Charona (La barca de Caronte). No volver jams. 1988. BABLET: op. cit., p. 165. Ver Anexo.
213
visibles. Su forma y materia la alejan del realismo original y adquiere la funcin nueva
de Barca de Caronte que Ulises conduce con la ayuda de un remo 512.
Varsovia, tres aos posterior. En este espectculo, que pertenece al ciclo del teatro de la
512
214
Szkielet (Esqueleto). Dnde estn las nieves de antao? 1979. Tadeusz Kantor. migros muzeum fr
gegenwartskunst. 2008. Zurich, pp. 66-67. Ver Anexo.
516
Szkielet Recruta (Esqueleto de Reculta). Wielopole, Wielopole. 1980. Catlogo Cricoteka. p. 112.Ver
Anexo.
517
MEYER-PLANTUREUX en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 155.
518
Kon-szkielet (El caballo-esqueleto). Que revienten los artistas! 1985. Catlogo Cricoteka, p. 128. Ver
Anexo.
519
ROZENZWAIG, Marcos: Tadeusz Kantor o los espejos de la muerte. 2008, Leviatn, Buenos Aires,
p. 108.
520
KANTOR: Rencontres avec la mort, en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 14.
215
Esta visin apocalptica del caballo corresponde a la significacin que el caballo tena
para Mircea Eliade, un animal totmico-funerario
Estas interpretaciones
El paso de la vida a la muerte no es tan rpido como podra parecerlo en la obra del
artista. Entre una y otro se interpone el sufrimiento y la tortura. Por ello el repertorio
de estos instrumentos es tan amplio, a lo largo de sus espectculos, tanto los que tienen
esa funcin especfica, como los que son utilizados como tales.
En las diferentes puestas de La Gallina Acutica aparecen dos. Uno de ellos, que
pertenece a la versin de 1967, consiste en una Camilla de metal, que ya hemos
mencionado como Mquina de torturar, asociada a la Cama.
La otra522, que lleva el mismo nombre, consiste en dos cajas unidas interiormente por
una tabla que sobresale a los pies. Por la parte exterior, estn articulada por un fuelle
que permite apartarlas, deslizndose con sus ruedas, mayores que las del artefacto
anterior.
La primera camilla cubre al maniqu que yace sobre ella con una tela negra y no es fcil
adivinar qu clase de tormentos se le podran aplicar, en tanto que el segundo aparato
puede asociarse a los potros medievales en los cuales se someta a la vctima a
estiramientos de sus extremidades hasta luxarles las articulaciones.
Del maniqu que la ocupa se puede ver la cabeza, brazos y torso, acostado en una de las
cajas y la distancia entre la parte superior y la inferior del cuerpo es desmesurada (las
dos cajas con el fuelle intermedio miden 346 centmetros) y se puede adivinar qu clase
de desmembramiento sera capaz de producir.
522
216
ocupar es vctima de una cruel broma de sus compaeros, que la atan a ella y la hacen
funcionar abrindole y cerrndole las piernas, en un grotesco remedo de parto.
Una silla de madera rstica en cuyas patas delanteras est clavada una tabla con la
palabra Golgota 523, alude al suplicio que sufrir el Cura de Wielopole, Wielopole,
crucificado por los Soldados, como lo fuera Jess, y convertido as en un paradigma
ms cercano y familiar; un paradigma humano, degradado, desde el punto de vista
religioso.
Las cuerdas que cuelgan sobre el respaldo refuerzan la violencia que se ejercer con el
supliciado. La propia Cruz524, una Corona de alambre525, cuatro enormes Clavos de
metal con los Mazos 526 de madera completan el conjunto.
Sin embargo, ser Que revienten los artistas! el espectculo que concentrar mayor
nmero y variedad de tales artefactos, algunos de los cuales forman parte de los objetos
complejos y de doble funcin, como la Horca-Retrete527, objeto al que est unido el
personaje del Ahorcado y que volver a aparecer en No volver jams sin la cabina528.
Siete Picotas, en los que perecern los personajes ofrecen diferentes posibilidades de
martirio que afectan a distintas partes del cuerpo. Una para la Beata, otra para el YoMuriente; un Poste de suspensin, un Torniquete para ligar al Autor, otra Picota para el
Mugriento, y las destinadas a la Fregona y al Proxeneta529.
En Hoy es mi aniversario, aparece el cadalso, la Clula de la Muerte530 donde la
NKVD, la polica sovitica, asesin a Vsevolod Meyerhold. Consiste en una estructura
angular bastante grande (200x250x30) hecho con tablas rsticas, a modo de muro de
fusilamiento el elemento vertical y un podio horizontal, hecho de la misma manera y
montado sobre una estructura metlica provista de rueditas.
523
217
Mencin aparte merece la picota que aprisiona al maniqu de Marian Kantor531, vestido
de blanco como los mrtires cristianos -y no con el uniforme a rayas que usaban los
prisioneros de Auschwitz- el cual entra en escena (No volver jams) mientras un
altavoz emite el texto del certificado de defuncin que las autoridades del campo
enviaron a su familia.
Kantor consideraba que la crcel y la persecucin haban sido siempre los lugares
naturales del artista:
La prisin.../ nocin separada de la vida por una barrera infranqueable/ inhumana, imposible y
tan extraa/ que puede admitamos esta probabilidad blasfematoria- hallarse en cualquier parte,
en las encrucijadas ms alejadas,/ la Obra de arte534.
531
Widmo OJCA-manekin (Espectro del PADRE-maniqu). No volver jams. 1988. Catlogo Cricoteka,
p.162. Ver Anexo.
532
Klatka/Kurnik (Jaula/Ratonera). No volver jams. 1988. bid., p. 149. Ver Anexo.
533
Klatka (Jaula). Hoy es mi aniversario. 1991. bid., p. 188. Ver Anexo.
534
KANTOR: Essai-manifeste sur la prison en Thtre/Public n 84 citado en BABLET: Les voies de
la cration thtrale, vol. 2, p. 61.
535
Conversacin con Guy Scarpetta, Ce quils appellent la libert en SCARPETTA: Kantor au prsent,
p. 152.
218
aos 1949 y 1955, llev una vida artstica casi clandestina. Entonces, no haba en
Cracovia ms de ocho o nueve artistas que se opusieran a las directivas oficiales536 .
Dadas estas condiciones, su concepcin sacrificial del oficio del arte no es ajena a ellas,
experiencia que otros grandes artistas a los que consideraba sus maestros, como Veit
Stoss o Meyerhold, haban padecido antes que l a causa de su arte. Veit por haberse
colocado con un pie fuera de la ley y Meyerhold por ser una pieza de mal encaje
respecto a los mandatos del poder que lo hacan fcil presa de sus engranajes. Ambos se
movan en un espacio ambiguo, a menudo marginal, si se los mira bajo la doble
perspectiva de creadores y de realidades de bajo rango, que se hacan sinnimos.
De aqu que la metfora del circo, de los artistas de feria, de los personajes de los bajos
fondos, de nfima clase social que ejercen oficios deleznables o humildes -fregonas,
enterradores, verdugos, esbirros- constituyen siempre el entorno
propio de los
Cuando, en Que revienten los artistas! Veit Stoss construye el Altar de Santa Mara,
lo hace ayudado por los dos Esbirros; los mismos que haban ligado a los Pobres
Artistas de Feria a sus potros de tortura, y esa momentnea alianza, tenda un puente
entre las vctimas y la obra de arte del artista.
La irradiacin liberadora del Altar acabado de crear les dar fuerzas, en el espectculo,
para rebelarse contra su destino, convertirlo en Barricada y encabezar, acompaados
por los Artistas del Teatrto Cricot 2, una danza-ronda al ritmo del mismo tango que
haba bailado Veit Stoss con la Prostituta de Cabaret, antes de emprender la creacin.
La creacin, el sufrimiento y la rebelda hermanan y nivelan a los Saltimbanquis con
el gran escultor, unos ejerciendo su arte en la plaza pblica; el otro en los espacios
consagrados.
El Altar-Barricada y las cinco Cajas de transporte que los artistas del Teatro Cricot 2
empujaban hacia la escena al comienzo de la obra eran parte de ellos mismos; esa parte
permaneca en las cajas, oculta a la vista del pblico, como los misterios sagrados (del
arte) cuyo contenido nunca le sera revelado: slo podran imaginarlo.
536
219
En el arte de Kantor todos los valores sociales y espirituales al uso se convertan en sus
anttesis, no sin experimentar sentimientos ambiguos, como si hubiera cometido un
robo./ El robo de un objeto sagrado, debido probablemente a su infancia en la casa
parroquial y el clima religioso en el que se educ. Sin embargo, Kantor pensaba que la
creacin no poda ni deba servir a la religin ni vehicular valores ajenos a ella y de
este rechazo a cualquier clase de servidumbre surge la idea blasfema de que el
ARTE se sita en el lmite entre el CIELO y la TIERRA, entre el SANTUARIO y (me
perdonaris) EL PROSTBULO, entre el SANTUARIO y el CRIMEN.
La construccin del Altar-Barricada, por lo tanto, respondi a la convicci del artista
de que el Teatro era el lugar que le corresponda a la creacin.
Por ello La
ESCENA/ se transform en su/ ALTAR! 539, construido con objetos pobres, colmado
537
Zlew (Fregadero). Que revienten los artistas! 1988. Catlogo Cricoteka, p. 132. Ver Anexo.
SCARPETTA: Kantor au prsent, pp. 156-157.
539
KANTOR: La memria com a procs de creaci en La clase muerta. 2002. Catlogo de
exposicin. MUA, Museo de la Universidad de Alicante, p. 21 .
539
KANTOR: Op. cit., p. 22.
538
220
ertica propiciada por la msica, sumada a que la pareja (social) del artista es la
Prostituta de Cabaret, subrayan el lugar marginal de la creacin y de los creadores. En
la Gua del espectculo, Kantor no da demasiadas explicaciones estaran ocultas en las
Cajas del Teatro Cricot- acerca de la significacin de la metamorfosis del Altar en
Barricada, que se verifica en el ltimo acto, en cuya gua Kantor escribe: ACTO V/
LA LTIMA OBRA DEL MAESTRO VEIT STOSS:/ LAS BARRICADAS! Sin
comentarios! Fin.541
mensaje se ha de buscar en los signos escnicos, dentro del espacio del teatro.
BABLET: Quils crvent les artistes. Un spectacle en marche en BABLET: Les voies de la cration
thtrale, vol. 2, p. 65.
541
De la entrevista de I. Sadowska-Guillon en Acteurs n 26-27. BABLET: op. cit. p. 65.
542
KANTOR: Infernum, en La mia opera, il mio viaggio, p. 51.
221
de
Con referencia al mundo espiritual, se verifica que a escena kantoriana est poblada de
objetos litrgicos, mayormente Cruces. Las de Wielopole, Wielopole son catorce, en No
543
222
volver jams, diez de distintos tamaos, sin contar la mayor, donde ser crucificado el
maniqu del Cura del pueblo y en Hoy es mi cumpleaos, disminuyen a siete. Hay
tambin objetos y smbolos pertenecientes al judasmo: los Rollos de la Torah y las
Tablas de la Ley, que llevan los dos Jassidim en No volver jams.
En Que revienten los artistas! las Cruces, objetos de suplicio como los Potros -estos,
sin connotaciones religiosas-, se encuentran diseminadas por la escena; en los rincones
o en torno a ella, como en el prlogo de Que revienten los artistas! que tiene lugar en
la habitacin del Guarda del cementerio.
Aparecen tambin coronando un tmulo y acompaadas por la pala del sepulturero, en
tanto que las de gran tamao encabezan las procesiones. Su significacin quiere
sealar la frontera donde concurren la muerte, la memoria, lo sagrado, la marca social y
espiritual de la religin.
Por ello, en Que revienten los artistas!, suma otro signo, el Reclinatorio de la Beata547;
esta vez como parte del mobiliario del hogar. Es un hbrido construido a partir de una
rstica mesa de noche montada sobre ruedecillas, a la que se ados, por la parte de atrs,
una pequea plataforma almohadillada. Se trata de otro objeto de pertenencia ambigua
a una serie cerrada en tanto es un bio-objeto, ya que el personaje nunca se separar
de l mientras est en el escenario, por el que se desplazar sin perder su posicin
genuflexa, desgranando el rosario con las manos, otro de los objetos asociados a las
prcticas religiosas.
Komdka- klecznik Swietoszki (Mesa de luz- reclinatorio de la Beata). Que revienten los artistas!
1985. Catlogo Cricoteka, p. 131. Ver Anexo.
223
dos tipos, una giratoria548 y otra de percusin549. En La clase muerta, una Trompa de
Caza anuncia la lectura de la lista de bajas durante la Primera Guerra Mundial; en No
volver jams los instrumentos de la orquesta de violines de los Msicos-Soldados
ciegos550. son ms refinados, aunque no son reales sino construcciones, como no lo es
el Violn del To Stas551, del mismo espectculo. Los primeros, de plancha de
aluminio galvanizada con cuerdas de plstico y el segundo, una caja de madera vieja,
rsticamente trabajada, con la manivela de metal.
De ms difcil clasificacin es el Altavoz552 ( El retorno de Ulises, Que revienten los
artistas!, Hoy es mi aniversario), un objet trouv tecnolgico que no slo emite
msica sino que es el personaje mltiple de las voces en off : del espectro del Padre,
que anuncia escuetamente: He muerto el 24 de enero/del ao 1944553 y la voz del
propio Kantor, sentado y mudo a una de las mesas del bar, quien grab el ltimo
parlamento de Ulises del espectculo de 1944 con la sentencia: Nadie retorna vivo al
pas de su juventud554.
En Hoy es mi cumpleaos se oye la voz real de Jonas Stern555, en una grabacin
felizmente conservada, en la cual el artista relata cmo se salv, milagrosamente, de un
fusilamiento colectivo. Debido a su asociacin con la voz humana tambin se lo podra
considerar un bio-objeto que da cuenta de la memoria del pasado.
Terkotka ( Matraca giratoria). Wielopole, Wielopole. 1980. Catlogo Cricoteka, p. 108. Ver Anexo.
Kolatka (Matraca de percusin). Wielopole, Wielopole. 1980. Catlogo Cricoteka. p. 108. Ver Anexo.
550
Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 91.
551
Wuj Stasio-Zeslaniec ( To Stasio el Deportado). Wielopole, Wielopole. 1980. Catlogo Cricoteka, p.
119.
552
Megafon-szczekaczka (Megfono-amplificador). No volver jams. 1988. Op. cit., p. 167. Ver Anexo.
553
KANTOR: Gua del espectculo, en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 96.
554
KANTOR: Op. cit., p. 108.
555
Pintor polaco (1904-1988) muy influyente en los medios artsticos de Cracovia, formado con el pintor
Lidwik Mehoffer y en la Academia de Bellas Artes, donde enseo entre 1954 y 1975. Creador del Grupo
Cracovia con Mara Jarema y otros artistas, conect con la generacin ms joven, a la que pertenceca
Kantor. Como Mara Jarema abrazar la abstraccin para ir derivando hacia una clase de figuracin en la
cual, sin embargo, permaneci fiel a los aspectos constructivos y estructurales, a pesar de ser miembro del
Partido Comunista que implant en 1949 el Realismo Socialista en Polonia, cuyos dictmenes nunca
obedeci. Stern fue detenido por sus actividades en la resistencia y sometido a un fusilamiento colectivo.
Las balas no lo alcanzaron y luego de pasar una noche en la fosa comn, bajo los cadveres de sus
compaeros, pudo huir cuando la guardia de los soldados se relaj. KITOWSKA-LYSIAK, Malgorzata:
Instituto de Historia del Arte. Universidad Catlica de Lublin. CULTURE.PL. On line.
549
224
Por su forma, el Violn del To Stas se asemeja al zamek, la lira de manivela de origen
popular del que hay un ejemplar en el Museo Etnogrfico de Cracovia y fue motivo de
cita en la pintura y en la literatura polacas del siglo XIX558.
El zamek tiene la forma y el tamao de una viola grande, pero con el puente muy corto
y, en el extremo opuesto a l, posee una manivela que se gira con la mano derecha.
Sobre un lado del puente cuenta con un teclado para la mano izquierda.
Los tocadores de zamek, figuras populares entre los siglos XVIII y XIX559, solan ser
cosacos que erraban de una aldea a otra por la zona de Ucrania cantando las gestas de
los hroes de la zona, figuras trashumantes como los Artistas saltimbanquis de Kantor
y los Artistas del Teatro Cricot 2.
La presencia de este instrumento es comn en la poesa romntica polaca de Julius
Slovacki, Severyn Goszczynski y, sobre todo, del escritor simbolista ms frecuentado
por Kantor durante la primera parte de su carrera teatral, Stanislas Wyspianski, en cuya
obra ms conocida, La boda, el zamek est acompaado por las matracas.
556
225
Hay dibujos del Violn del To Stas560 que Laura Passega realiz durante los ensayos
florentinos de Wielopole, Wielopole. Originariamente, haba un violn dentro de la
caja,
El violn -su estuche- sera una metonimia de los sufrimientos del pueblo polaco,
desprovisto de su alma, de su patria, as como la caja lo estaba del instrumento que
encerraba. Su significacin se ampliara, en tanto el Tio Stas haba vuelto de su
deportacin a Siberia despus de la Primera Guerra Mundial, lugar de destierro de los
patriotas que haban participado en los levantamientos del siglo XIX -cuando no eran
condenados a muerte- , prctica que se sigui utilizando en el XX, tanto durante el
rgimen zarista como en el sovitico.
El Violn del To Stas el Deportado negaba su nombre en todos sus aspectos: musical,
ya que no sonaba como un violn; conceptual y formal, porque no era sino un estuche
que afectaba los rasgos de otro instrumento. Era, pues, un objeto hbrido, con mltiples
connotaciones, afectivas y
culturales.
2.2.2. La msica
Las formas sonoras se comportan de la misma manera que las formas visuales: unas forman
grandes masas inmviles, otras son menudas, movedizas, agitadas. TADEUSZ KANTOR
560
561
226
Los temas musicales proceden de fuentes y pocas muy variadas y el tratamiento que
reciben en los espectculos es apenas algo ms respetuoso que las manipulaciones a
que Kantor someta a los objetos y a los textos.
La msica materializa de forma sonora el manifiesto del Teatro Cero, en tanto no es la
explicacin, traduccin, interpretacin, actualizacin o equivalencia respecto del texto
dramtico564 porque tambin ella contribua a desintegrar la ilusin y no a subrayarla.
Construida sobre el ritmo y el movimiento, es un signo vital que contrastar con fuerza
en el contexto del teatro de la muerte y, en sentido muy amplio, podra considerarse una
categora de bio-objeto en algunos casos, como el Vals Franois (1912) que acompaa
a las acciones de los Viejitos-alumnos de La clase muerta
Este vals es una composicin de Zygmunt Krasinski, grabada por varios artistas a lo
largo de la primera mitad del siglo XX y por ello, muy difundida. Es el fragmento
musical dominante en todo el espectculo,
562
227
como un maniqu sentado en su silla, se recobra de su rigidez con las primeras notas y
comienza a cantarlo.
caracterizando las tensiones que se producen en la escena . Este recurso dadasta que,
en ese caso tenda a destruir la comprensin del discurso, en manos del artista se
convierte en una seal de su conversin en objeto pobre, destituido de su integridad e
identidad. Sin embargo, no pierde por ello la autonoma, al dirigir las significaciones
de cada escena a travs de los dems recursos: la variacin en la intensidad del
volumen y la repeticin en bucle.
el estribillo ai na nyna,
Las palabras del Vals Franois aluden de forma sentimental al tiempo pasado -Si los
viejos tiempos volvieran otra vez...566-, hasta convertirse en un llamado vano y
desesperado567 que, gracias al creciente volumen y a la repeticin, consigue que los
Viejitos resuciten, por un momento, al tiempo pasado.
As, en la ilusin de haber reecontrado la niez, se van poniendo de pie tras los
pupitres, formando un friso ascendente de cuerpos y manos agitadas como en un brindis
a sus sueos, pero a medida que la msica decrece ellos van perdiendo fuerzas y caen
566
567
Programa del espectculo, en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 1, p. 90.
KANTOR: Gua del espectculo, en op. cit.p. 91.
228
connota sus
Esta
escena
contiene
los
elementos
significantes
foto/fijacin
Hacia el final de La clase muerta, el Vals acompaa el juego de cartas (clandestino) que
los alumnos realizan con las Esquelas570 funerarias de los cados en el frente. La msica
568
Miotla (Escoba). La clase muerta. 1975. Catlogo Cricoteka, p. 63. Ver Anexo.
Aparato fotografizcny (Aparato fotogrfico). La clase muerta. 1975. en op. cit, p. 75. Ver Anexo.
570
Klepsydra (Esquela). La clase muerta. 1975. Catlogo Cricoteka, p. p, 74. Ver Anexo.
569
229
aumenta paulatinamente su volumen mientras los alumnos las apilan y pegan entre s.
Los golpes rtmicos y macabros de las bolas de madera de la Cuna Mecnica se funden
con sus estrofas.
Las cantinelas y las letanas que recitan los alumnos juegan tambin un papel musical,
cuyos distintos ritmos y juegos de palabras onomatopyicos, carentes de sentido,
responden a las preguntas estereotipadas del profesor. Dichas letanas se repiten en No
volver jams, cuando los Viejitos-alumnos que vivieron la Primera Guerra se
conviertan en los fugitivos de la doble invasin alemana y sovitica- que sufri
Polonia durante la Segunda Guerra Mundial.
Se trataba de una marcha muy familiar a los odos polacos, dadas las connotaciones nacionalistas de
ese cuerpo militar singular dentro de las fuerzas arnadas austracas, que luch durante la Primera Guerra
Mundial y, ms tarde, contra el Ejrcito Rojo, por la independencia de Polonia.
572
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 60.
573
KANTOR: Quils crvent les artistes! Un spectacle en marche (Que revienten los artistas! Un
espectculo en marcha) en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 42.
230
escuchara en la vieja placa. El ingeniero que colabor con Kantor en los tres ltimos
espectculos seala que el artista no saba msica ni se interesaba particularmente por
ella, pero tena muy buen odo y saba reconocer en las propuestas de los tcnicos de
sonido o de otras personas de la compaa, lo que necesitaba para las escenas575 .
La marcha se impone siempre al solaparse con cualquier otro motivo que la preceda; se
produce una especie de invasin, de irrupcin musical, del mismo modo como los
soldados asaltarn la Habitacin Familiar.
violencia exterior, como la partida del To Adas en el tren de los conscriptos hacia el
frente -acompaada primero por el Violn del To Stas- y suena con gran fuerza en la
escena de la violacin de la Madre Helka por los Soldados.
La presencia de la msica juda est en paridad con los himnos religiosos catlicos en el
conjunto de los espectculos, lo que expresa la constitucin social de Polonia anterior
de la Segunda Guerra Mundial, donde esta comunidad representaba un tercio del total
de la poblacin, pero tambin la propia circunstancia biogrfica del artista , a la vez
que un homenaje a las vctimas del Holcausto, entre ellas, su padre.
El maniqu de Marian Kantor, ligado a un potro de tortura, entrar solemnemente en No
volver jams, seguido por la Orquesta de los Violines Ciegos, que interpreta una
cancin-plegaria Yo creo con fe completa, alternndola con la Marcha Rakovsky y que
cantar de forma desgarradora la Fregona, para acompaar a las vctimas a la cmara
de gas576.
574
El Mariscal Pilsudski era un nacionalista polaco, marcadamente anti ruso. Luch contra las tropas del
zar durante la Primera Guerra Mundial y contra el Ejrcito Rojo acabade la Primera Guerra, dadas las
intenciones de la revolucin rusa de extenderla hacia el oeste. LUKOWSKI, Jerzy y ZAWADZKI,
Hubert: Historia de Polonia, pp. 213-220.
575
DOBROWOLSKI, Tomasz: Le temoignage dun ingnieur de son, en BABLET: Les voies de la
cration thtrale. vol. 2, p. 257.
576
La autora se atribuye a Reb Zarkiel Davida, un jasid que la habra compuesto y cantado en el vagn
de tren que lo conduca a Treblinka y habra circulado hacia los dems vagones de prisioneros.
Originada en una plegaria, inspir numerosas canciones, una de las cuales contiene en su letra el dcimo
231
En La clase muerta se oye Aj, na nyna, una cancin en forma de letana, que representa
las lamentaciones del jeder, la escuela donde los nios aprendan el alfabeto hebreo
para poder leer y memorizar la Tor y las Escrituras. La cantan en No volver jams los
fugitivos del ao 39, los antiguos alumnos de La clase muerta, que huan de los
invasores alemanes y soviticos, antes de dormirse exhaustos sobre los restos de los
pupitres.
El Scherzo de Chopin es la msica que suena en el Violn del To Stas, quien cree
tocar el Cntico de Nochebuena, cuando entra a la Habitacin de la Infancia. Esta pieza
se oir en la escena final en que la familia dispone la mesa para Cena de Navidadltima Cena, que nunca se celebrar.
La msica acompaa a todos los preparativos subrayando con agudos y graves, con
saltos en la intensidad del volumen, el trajn de los personajes colocando las Tablas de
la Mesa, que pasan oscilando sobre las cabezas de la alarmada familia. En este
momento de peligro domstico, irrumpe la msica militar de la marcha, que significa
el peligro mayor de la guerra y se entrelazar con el canto religioso imponindose con
la fuerza de su volumen, mezclada con los gritos aterrados de los personajes.
La marcha militar moviliza a los soldados como si fueran autmatas y se produce una
escena catica entre los personajes, los objetos y la msica, que clausura la Fotgrafamuerte con la Cmara-metralleta, al fijar a la familia en la Fotografa-recuerdo y
masacrar a los Soldados.
Cumplido esto, la marcha disminuye en intensidad hasta desaparecer y, tras un
momento de silencio, el To Stas toca su Violn, ltimo motivo musical que se oye en
escena, porque el postrer sonido sern los pasos del Rabino que arrastra el maniqu del
Cura y se pierde en la Antecmara, lo que ponen fin al espectculo.
tercero de los artculos de la fe recopilados de la Mishn por Maimnides. Las palabras hebreas
significan yo creo con fe completa y estn presentes en todos los versos. Se convirti en el himno de
los campos y la cantaban otros prisioneros para acompaar a los que marchaban a la cmara de gas.
Despus de la guerra se interpret durante las fechas sealadas del Holocausto y durante la Pascua, para
recordar a los muertos. Como contrapartida o complemento, las mismas palabras tambin han servido
para canciones que se interpretan en bodas y otros eventos felices. http://www.jewichvirtuallibrary.org y
http:// modzitz.org/ S.D.
232
Kantor volvi a utilizar msica religiosa -Muy Santo Seor, Santo y Fuerte-, plegaria
polaca en Que revienten los artistas! y el Salve Regina en No volver jams. Sin
embargo, est ausente de su obra pstuma en la cual se repite la marcha Nosotros, la
pequea brigada.
En la Polonia actual el tango es uno de los gneros preferidos por los msicos de las dos ltimas
generaciones, tanto clsicos como populares, los cuales tienen como referencia principal a Astor
Piazzolla. Incide incluso en la interpretacin de la msica folklrica polaca, habiendo asimilado las
particularidades de su ritmo, que se infiltra en la msica original.
578
DOBROWOLSKI: Le temoignage dun ingnieur du son (El testimonio de un ingeniero de sonido), en
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 257.
233
El tango reaparece en Hoy es mi aniversario, pero esta vez se trata de uno italiano, el
Tango delle rose, de Aldo Bottero, que cubra la necesidad de contar con algo nuevo
rtimico y sentimental580 para ese espectculo, el cual se convirti en el hilo conductor
del resto de los motivos musicales581, muy diferentes a l y entre s.
Uno de ellos es la cancin rusa, Estepa, mi estepa, grabada por el coro Alexandrov.
Tomasz Dobrowolski recuerda que Kantor buscaba msica de los aos veinte y treinta
para acompaar la carta de Meyerhold a Molotov, pero se decant por esta, que era de
la dcada de los cuarenta, probablemente. Comienza muy piano y va creciendo en
volumen a medida que aumenta la angustia de la lectura, acentuada por las repeticiones
necesarias para adaptarla a la duracin de la escena,
pianissimo final.
La arena del tiempo, la cancin popular juda grabado por Moni Obadia, sostiene la
escena del Doctor Klein-Jehov y tambin, de forma ms discreta, la de Jonasz Stern,
subrayando as el origen judo de ambos. Esta cancin es tambin el motivo del
Aguatero de Wielopole.
.Te acordas, hermano? Qu tiempos aquellos! /eran otros hombres, ms hombres los nuestros, /
no se conocian coca, ni morfina, los muchchos de antes no usaban gomina./ Te acordas, hermano?
Qu tiempos aquellos! Veinticinco abriles que no volveran / veinticinco abriles, volver a tenerlos, si
cuando me acuerdo me pongo a llorar./ Donde estan los muchachos de entonces? Barra antigua de
ayer donde estan? / Yo y vos solos quedamos hermano. Yo y vos solos para recordar./ Te acordas, las
mujeres aquellas minas fieles de gran corazn, / que en los bailes de Laura, peleaban cada cual
defendiendo su amor. / Te acordas, hermano, la rubia Mireya,/ que quite en lo de Hansen al loco
Cepeda; / casi me suicido una noche por ella, hoy es una pobre mendiga harapienta./ Te acordas?,
hermano, lo linda que era? Se formaba rueda pa' verla bailar / cuando por la calle, hoy la veo tan vieja
/ doy vuelta a la cara, y me pongo a llorar. Letra: Manuel Romero. Msica: Francisco Canaro.
(1925) . http://todotango.com.
580
DOBROLOWSKI: en Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 259.
581
DOBROLOWSKI, Op. cit., p. 259.
579
234
Entre los recursos sonoros de sus espectculos, las grabaciones de las voces en off
juegan un papel importante en No volver jams: el comunicado en alemn que da
cuenta de la muerte de Marian Kantor debido, oficialmente, a un ataque cardaco y el
monlogo que Kantor grab, en polaco y en francs, para la versin en ambos idiomas
que se hizo en Miln, pero suprimi una versin en alemn porque no estaba conforme
con su pronunciacin de los fonemas a pesar de que tampoco su pronunciacin francesa
era de las mejores.
Para Hoy es mi aniversario se contaba, como se ha dicho,con una grabacin del propio
Jonas Stern. De esta grabacin solo se suprimieron las largas pausas que haba hecho el
pintor durante el registro. Por el contrario, no haba disponible ninguna de Mara
Jarema, a pesar de las numerosas entrevistas radiales que se le haban realizado durante
su carrera artstica.
El brindis de la familia, deseando al Padre Smietana que viviera cien aos (sto lat),
usual en Polonia en la celebracin de aniversarios, se extrajo de una versin filmada de
Wielopole, Wielopole sin manipulaciones tcnicas, salvo algunos retoques a fin de
mejorar la acstica.
Tambin las voces y los ruidos forman parte del objeto musical: los gritos de los Tos
que no saben si irse o quedarse, los gemidos de la Ta, las rdenes aulladas. Incluso el
lenguaje est tratado desde una perspectiva musical, deformando sus fonemas e
incluyendo juegos onomatopyicos. La repeticin de las frases hechas referidas a todas
las circunstancias de la vida, incluidos los rituales religiosos, las convierten en frases
cuya musicalidad prevalece sobre el significado.
En cuanto a los ruidos de distintas clases, sean los producidos por las botas de los
militares al marchar, sean las de los Soldados o de los miembros de la Orquesta de
Violinistas-Soldados ciegos; por los objetos al desplazars o los golpes de las puertas, se
582
235
La clase muerta, se
Los gneros musicales y sus significaciones no ilustran las escenas, como ya hemos
dicho. Antes bien, cuando no funcionan como leit motiv, producen contradicciones
herticas.
En Wielopole, Wielopole, la Abuela, con la Bacinilla de porcelana blanca en la mano,
proporciona alivio a su hermano, el Cura moribundo, mientras se oye el Salmo 110
cantado por el coro. El Rabino irrumpe en los funerales del Cura584 con una cancin
de cabaret, Rachel, que deviene en otra cancin juda muy popular: Sha, Sha, der rebe
geyt 585.
236
En el acto cuarto, una nueva invasin de los representantes del poder al Pobre Cuarto
de la Imaginacin del artista sucede a los sones de Estepa, mi estepa. El carcter de
ela forma popular rusa a que pertenece, la chastushka, es ligero, humorstico y su ritmo
es acelerado, ya que chastushka significa hablar rpido en ruso.
No obstante, su intencionalidad, ingenua y satrica, queda desmentida por las acciones
que se suceden, lo que desnuda el carcter violento y represeor del rgimen sovitico
tras una mscara popular y humanista.
Los signos teatrales que en su mayor parte se acaban de recorrer, se completan con la
metfora del Marco bajo la forma de tres marcos de cuadro que funcionan en el
espectculo a modo de espacios sub-escnicos, dentro de los cuales transcurre, en
forma de cuadros vivientes, buena parte de Hoy es mi cumpleaos.
ARNHEIM, Rudolf cfr. en CRESPI, Irene/FERRARO, Jorge: Lxico tcnico de las artes plsticas.
1971. EUDEBA. Buenos Aires, p. 52.
237
Tales objetos no aparecen en otros espectculos, ya que este ltimo despliega una
mirada retrospectiva al conjunto de su vida como artista, a su papel como miembro de
una familia desde su concepcin y a su relacin con el arte y con la Historia.
De all los tres Marcos588 que acotan los tres aspectos de su vida, imbricados entre s
pero conservando sus lmites, ya que estos constituyen, adems, una frontera; el lugar
de pasaje entre la realidad y la ficcin:
Y nuevamente estoy en escena/ sin duda no explicar nunca/ con claridad y a fondo este
hbito/ ni a vosotros, ni a m mismo // Pero a decir verdad, no se trata de estar en escena/
sino en la frontera./ Ante m: la sala, / vosotros Seores y Seoras, o sea,/ (segn mi
vocabulario)/ la Realidad,/ detrs mo, lo que se denomina la Escena/ y en mi vocabulario
reemplazada/ por las palabras: Ilusin, Ficcin589.
Velzquez592, a quien tiene como modelo. De alguna manera ella acta los juegos de la
distancia y la identificacin que protagoniza el espectador ante una pintura o un
espectculo, en un vaivn intermitente de posiciones.
En cambio, el Autorretrato593, que ocupa el primer marco desde la izquierda, debe darse
cuenta de los lazos parentales que existen entre el espacio al que pertenece, circunscrito
587
238
por el Marco, y la Fotografa familiar que hay sobre la mesa, encerrada en el suyo.
Ambas son imgenes ficcionales, frutos de la memoria y la imaginacin que
las
modifica y las recrea, aunque ellas estn fijas muertas- en la representacin. Sin
embargo, no agotan las significaciones.
Los Marcos laterales son de formato vertical y el central, apaisado. Este ltimo est
vaco al comienzo del espectculo, en tanto que los laterales estn ocupados por el dicho
Autorretrato a la izquierda del escenario y por la Infanta de Velzquez , a la derecha.
El formato de los marcos no es gratuito ni responde a razones de equilibrio visual. El
formato apaisado es el que corresponde a la narracin; el que adoptan los cuadros de ese
gnero que inmortalizan momentos histricos como El juramento de los Horacios de
David, o sociales: La balsa de la Medusa de Delacroix, La leccin de anatoma de
Rembrandt o Las seoritas de Avignon de Picasso. El formato vertical es el apropiado
para los retratos, sean o no de cuerpo entero y para las figuras.
Esta convencin ser respetada por el pintor Kantor en la escena. La historia familiar y
la Historia, constantemente interrelacionadas, discurren en el Marco central apaisado,
por el que entran y salen los personajes, en tanto que los laterales verticales
corresponden al Autorretrato y a la figura de la Infanta.
El
Sin
594
239
refugio nunca
es un lugar seguro
cuando
Meyerhold,/el artista se refugia all, ser extrado con crueldad y brutalidad599 por los
miembros de la polica secreta sovitica.
595
Tambin hoy pas el ensayo sentado en la platea, como tantos otros. Tadeusz nos envi a casa porque
no saba que hacer. ARPINI, Luigi: Lilusione vissutta.Viaggi e teatro con Tadeusz Kantor. 2002.
Titivillus Edizioni. Pisa, p. 87.
596
KANTOR en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol.2., p. 147.
597
Durante el primer acto, el conjunto de actores que los encarnaban permanecieron bajo una tela negra.
Se ensaya. En el fondo, la gran cornisa de madera. Nosotros, el cuadro, debajo, embalados bajo la
cubierta. Hay quien se adormece. Suerte tiene. Yo y algn otro, accesos de tos, estornudos. El polvo all
abajo me resulta insoportable, el estado interior no se ve afectado, pero es todo tan ridculo e increble que
casi no pertenece a la propia circunstancia; un sentimiento de grotesco casi sobrenatural se apodera de
las reacciones. Y...UNO... DOS...TRES ...Y ....CUATRO, abajo y arriba, todos juntos en forma de un
cmulo bajo la cubierta, repetimos los movimientos de la querida seora Zofia, la vieja coregrafa (...)
entonando con un celo excesivo, siquiera para hacer el idiota. All abajo reventamos con el polvo y las
risotadas. Kantor deja hacer a las seora Zofia. Hoy est ms distante, parece que en ciertos momentos se
divirtiera con nuestras tonteras. ARPINI: Op. cit., p. 49.
598
KANTOR: El teatro de la muerte y otros ensayos, pp. 62-63.
599
KANTOR: en BABLET: Op.cit., p. 146.
600
KANTOR: La infanta de Velzquez. Serie Persiflages Musesticos(1966-1970). Assemblage. En La
escena de la memoria, p. 97. Ver Anexo 6. I.157.
Se agrega a las numerosas interpretaciones y citas de Las meninas de Velzquez (Museo del Prado,
Madrid) que realizaron artistas posteriores al pintor, entre los cuales Picasso ocupa un lugar destacado
en el siglo XX.
601
Kantor dice a la Pobre Chica en los ensayos: Hice algo ilegal en ese cuadro (...) . Entonces, tienes
que llevar esa bolsa como testimonio de esa audacia artstica. VIDO-RZEWUSKA en BABLET: op.
cit., p. 146.
240
la dcada de los sesenta, con una bolsa de cartero en el lugar del cuerpo y el
miriaque602.
Aos ms tarde, har un objeto escnico, Retrato de la Infanta (1990)603,
muy
604
, un acrlico
entre s y
respecto del suelo en el que se apoyan. Esto crea espacios diferentes: los limitados por
los marcos (la Ficcin), y un tercero (la Realidad) que los abarca a todos y en el que
est inscrita otra parte del cuerpo masculino-irnicamente?-, sus nalgas enmarcadas a
su vez por la parte trasera de la silla.
602
M.V. Prado Infanta, 1963; Infanta de Velzquez, , 1965, 1966-70 y 1981 en La mia opera, il mio
viaggio, pp. 131-132-133. Ver Anexo 21. II.368.
603
Portret Infankti (Retrato de la Infanta). Hoy es mi aniversario. 1991. La escena de la memoria,
Catlogo de la exposicin, p. 107. La ficha en la exposicin, lo sita en la Cricoteka en 1991. Sin
embargo, no figura en el catlogo publicado en el 2007. Ver Anexo.
604
Nie zaglada sie bezkarnie przez okno III (No se mira impunemente por la ventana). 1988. La escena de
la memoria, Catlogo de la exposicin, p. 133. Ver Anexo.
605
Hay que subrayar que en Las meninas, el pintor no est representado en el acto de pintar, sino con el
pincel en alto, en actitud de contemplar su trabajo y pensar acerca de lo hecho.
241
En esta pintura los marcos de las ventanas aparecen dispuestos en posicin oblicua,
como Kantor haba colocado al principio el Marco de la Infanta de Velzquez en el
escenario,
A la realidad exterior pertenecen no slo los avatares de la Historia sino tambin los
miembros de la Familia, a quienes les corresponde el marco central, que
ser
desplazado hacia atrs al final del espectculo, en tanto los otros dos permanecern en
su sitio.
La Familia ser introducida por la Pobre Chica, muy a su pesar, ya que ella es real -no
una imagen, ni un recuerdo- y por ello puede traspasar esa frontera que separa a los
seres reales, mi Sombra y la Pobre Chica, [quienes] pueden operar en la escena, y ellos
[la Familia, que] son espritus608.
Kantor le indic a Marie Vayssire, la actriz que representaba a la Pobre ChicaSirvienta: Ests furiosa. Echas a la familia. Tratas bruscamente a los pobres muertos
porque aqu abajo, en el cuadro, estn en su lugar ya que cuando salgan del Marco,
606
Vista general del escenario con los tres Marcos y los personajes: el Autorretrato, la Familia, La
Infanta y la Pobre Chica. Hoy es mi aniversario. 1991. Les voies de le cration thtrale, vol. 2, p. 202.
Ver Anexo.
607
Luigi Arpini relata que en las dos ltimas semanas de ensayos, el espectculo apareca catico y sin
conexin. Los estallidos de ira de Taddeo se haban vuelto intensos e imprevisibles y el artista
morira antes del estreno de un fallo cardaco. ARPINI: Lillussione vissuta. Viaggi e teatro con Tadeusz
Kantor, p. 97.
Coincide con l Waclaw Janicki, en el diario de los ensayos de Hoy es mi aniversario. Registra, entre
febrero y el da anterior al de su muerte, el 8 de diciembre de 1990, varios estallidos de ira contra los
tcnicos y alguna vez contra los actores.JANICKI, Waclaw: Journal of Dramatic Theory and Crisicism.
Fall 1995. pp. 269-277. On line.
608
KANTOR: VIDO-RZEWUSKA en BABLET: Les voies de la cration thtrale, p. 146.
242
slo sern fantasmas de actores. Por otra parte, este les sirve de refugio: Cuando
estis en el cuadro, estaris seguros, fuera de peligro609.
Kantor explicaba a sus actores que el pblico deba advertir la dificultad del pasaje entre
el mundo de los muertos y el de la realidad, la cual deba manifestarse con la trabajosa
introduccin de la Tabla de Salvacin en el Marco, convertida en Mesa de Celebracin
del aniversario.
Deben ser como personajes vivientes, gracias a la variacin del ritmo, del movimiento de la
mquina y la msica. No es el hombre que empuja el que est vivo sino la mquina. Tadeusz
Kantor
609
243
En el captulo precedente se trat de los objetos autnomos; los que existan como tales
independientemente de la funcin que Kantor les asignara en sus creaciones. Tambin
se pudo advertir que su autonoma no se vea menoscabada por la asociacin a los
personajes en virtud de lo cual podran ser considerados bio- objetos.
Sin embargo, como se ver en el captulo siguiente, entre los objetos y los vivientes
existen diversos tipos de asociaciones, ms distanciadas o ms prximas entre s, que
sostienen la divisin que se adopta en este estudio a fin de subrayar las diferencias,
no tanto desde el punto de vista conceptual sino en virtud de que la mayor parte de los
objetos kantorianos de los que nos hemos ocupado hasta ahora podran considerarse
bio-objetos.
En lo que Kantor considera como mquina, la utilidad funcional est soslayada como ocurre con todos los objetos- para acentuar su componente vital (el movimiento) y
sus posibilidades creativas (de asociacin y construccin), por lo que se produce entre
ambas especies una simbiosis conceptual, con la balanza siempre inclinada del lado del
objeto:
Habra que hacer notar al pasar que/ todas las funciones mentales/ y biolgicas estn en general
objetizadas/ de manera escandalosa. Con este fin se utilizan/ diversas clases de mquinas,
gene-/ ralmente/ ms bien infantiles y primitivas,/ con escaso valor tcnico pero/ con enormes
poderes imaginarios612.
cuya autonoma
244
La primera idea de una mquina que aparece documentada grficamente forma parte de
un proyecto de film Atencin! Pintura!, de 1956. Pertenece a un conjunto titulado
Instalacin informal. El dibujo de la Mquina-rodillo614 ocupa la parte superior del
espacio. Se compone de un enorme rodillo horizontal apoyado sobre caballetes y
unido a una caja, quizs un motor que lo dotara de movimiento, por medio de un
sistema de poleas.
El dibujo cuenta con numerosas inscripciones de mano del autor, salvo el ttulo, con
caracteres
mquina de escribir:
Por
encima, con letras manuscritas, la fecha de 1956 y la palabra AKCIA (Accin) con
maysculas.
Pocos aos despus, con el Teatro Cricot 2, Kantor pone en escena En una pequea
finca, de Witkiewicz, contempornea a su ensayo Teatro Informal (1961), que se
acompasaba con la
KANTOR: Instalazzioni del caso: film Attenzione! Pintura (Instalacin fortuita: film Atencin!
Pintura) . Dibujo. 1956. La mia opera, il mio viaggio, p. 67. Ver Anexo.
615
KANTOR: El teatro informal en El teatro de la muerte, p. 45.
616
Maszyna pogrzebowa (Mquina funeraria). En la pequea finca. 1961. Reconstruccin 1982.
Catlogo, Cricoteka. p. 46. Ver Anexo.
245
molinillo de caf o una mquina de picar carne617 , que Kantor denomin Mquina
Funeraria en la partitura del espectculo.
Debajo de la lona sobresale la parte delantera de un cajn con rueditas./ Es un cajn de grandes
dimensiones que puede contener a un hombre. La lona tiene una gran abertura en lo alto (...);
por encima de la lona se ve el borde de hierro de una abertura redonda. Al constado, un poco
ms abajo, sobresale de la lona un tornillo enorme, terminado por una manivela igual de
grande618.
En la parte de atrs, la Mquina , operada por un Factotum, posea una escalera por la
cual ascenda el personaje de la Madre quien, empujada por ste por la abertura
superior, caa dentro del recipiente. El Factotum haca girar la manivela y se diriga
luego hacia el cajn para abrirlo. Este, como si se tratara de un fretro, dejaba ver en su
interior a la Madre muerta. Luego de pasearla entre los espectadores, el Facttum la
esconda bajo la lona que cubra a la Mquina Funeraria . La relacin de esta mquina
con la muerte se haca evidente casi antes de que comenzara a funcionar, puesto que la
lona llevaba inscritas las palabras FIN e IN PACE .
La muerte es una zona cero619, como el nacimiento. Corporizada en la mquina,
implicaba un proceso de enfriamiento y de desilusin, la nica posibilidad/ de
reencontrar lo real620 en la obra de arte, segn sostena Kantor. La reduccin a cero,
estaba vinculada a
la negacin y destruccin
propuesta por los dadastas dcadas atrs, a fin de despojar de su aspecto prctico
todo aquello regulado por la vida diaria y, en consecuencia, factible de representacin.
En el teatro se trataba de hacer espectacular lo que no lo era, despojndolo de los
encantos de la narratividad al descartar toda relacin lgica, analgica, paralela
o inversa621 con el drama.
El mismo ao de la publicacin del Manfiesto del teatro cero Kantor estren El loco y
la monja de Witkiewicz, en la que apareca otra mquina, tambin relacionada con la
muerte:
617
246
[Una montaa informe de viejas sillas] expulsa, con movimientos/ violentos y automticos a
los actores,/ los arroja fuera,/ los elimina./ El espacio destinado a la vida y a la interpretacin
es/ ridculo y diminuto./ Los actores se esfuerzan por/ no ser expulsados del todo de ese
espacio,/ por mantener el equilibrio, se agarran/ como nufragos, luchan desesperadamente,/ se
caen en el intento622.
La mquina se comportaba segn explicara el artista en la Gua de La clase muertacomo lo haran las funciones mentales y biolgicas humanas, con arranques
bruscos,/ rabiosos,/ nerviosos,/ compulsivos,/ aniquiladores,/ agonizantes,/ caticos,/
ridculos,/ montonos,/ amenazantes626 y expresaban las pasiones extremas -que en
el drama convencional estn encarnadas en los personajes- a travs de sus movimientos
convulsos.
Las funciones que cumpla en escena estn descritas en otra de las caractersticas
enumeraciones de Kantor, largas y caticas, que actualizaba su rechazo de la lgica. Se
trataba, como ya se ha sealado, de molestar y expulsar a los actores y tergiversar el
estatuto de la silla como objeto eminentemente til, con lo cual intentaba producir
sentimientos encontrados de atraccin y repulsin, a la vez que de desorientacin e
622
247
incomodidad. Como ocurra con el actor, subverta el estatuto del objeto y situaba a la
Mquina en la esfera de la ambigedad,/ del desinters=[sic]/ de la poesa627.
tanto
Por
Este largo y meditado proceso de tergiversacin de todos los supuestos que regan el
teatro al uso coagular, una dcada despus, en La clase muerta, con la Cuna mecnica
y la Mquina familiar630. Ambas mquinas tienen en comn su vinculacin con la
muerte, a la que se podra agregar la Trompeta del Juicio Final631 de Dnde estn las
nieves de antao?
Kantor hizo construir dos versiones de las mquinas en 1988; la ltima para No
volver jams, cuyos mecanismos estaban ms elaborados que los de las primeras y con
ligeras variaciones en sus dimensiones.
627
248
Esta ltima es descrita por Kantor en El gran embalaje del siglo XX:
Dos alas provistas de asas tienen un movimiento/ analgico al de las piernas humanas./ Este
cruel objeto-mquina circense,/ desempe un papel importante en el espectculo La clase
muerta./ LA MUJER DE LA CUNA MECNICA es vctima/ de una cruel broma de toda la
clase: la persecucin y captura terminan/ al montarla a la extraa mquina...635.
primitivas636.
La Trompeta del Juicio Final, fue creada para el cricotage Dnde estn las nieves de
antao? (1979) que present en Roma, en ocasin de un exposicin dedicada a la
Vanguardia Polaca entre 1910 y 1978, y en la cual haba una seccin consagrada al
632
249
Teatro Cricot 2. En el programa637 del cricotage Kantor estableca una diferencia del
resto de sus espectculos que lo defina fundada, sobre todo, en la ausencia de narracin
-ni an fragmentaria-, en favor de un potencial metafrico ms concentrado en las
acciones que desafiaban el sentido comn y liberaban el poder de la imaginacin.
El pblico tena la impresin de que esas secuencias podan desintegrarse en cualquier
momento y la sensacin de peligro sobrevolaba las acciones de la pieza, sugiriendo un
paralelo con la fragilidad de la vida humana y su inevitable destino, que era el motivo
del cricotage. De aqu que la presencia de esa mquina sirviera como una advertencia
irnica de lo que esperaba, segn el dogma religioso, despus de la muerte.
Del mismo modo que estn asociadas la Cuna mecnica y la Mquina familiar, la
Trompeta del Juicio Final lo est al Esqueleto sentado sobre una silla y al que ya nos
hemos referido.
El instrumento est montado, con la campana hacia abajo, en una estructura central
que se mueve por medio de cuatro ruedas. Parece estar suspendidoen el aire, y el
conjunto presenta un aspecto desmaterializado y areo, en consonancia con la idea de
precariedad que las acciones del cricotage transmiten.
La Trompeta suena en determinados momentos, como un prlogo a lo que ha de
suceder al tiempo que crea un espacio imaginario para la muerte. En la secuencia donde
alude al pasaje al otro lado un actor entra a su llamada, se quita la chaqueta y muestra
un brazo cubierto por una manga negra cuya mano sostiene un brazo esqueltico, que va
dirigiendo al pblico, casi como una amonestacin, a medida que se desplaza a lo largo
de la faja blanca en direccin al Esqueleto. Cuando llega junto a l, le quita el kepis
militar y se lo encasqueta, recoge al Nio y sale de la escena por el otro extremo.
La Trompeta acompasa con su sonido el discrrir de la secuencia en la que forma parte
de la red de significaciones que teje con el Esqueleto y su kepis, que pasa al cuerpo del
actor, el cual recoge al Nio antes de desaparecer, tocados todos por la muerte, sin
importar su edad ni su condicin.
La faja blanca que cruza el escenario refuerza la metfora de la vida como camino
(hacia la muerte), durante el cual todo pende de un hilo, como anunciaba ya Kantor
637
Catlogo de la Exposicin Dnde estn las nieves de antao? Objetos y material de archivo de las
colecciones de la Cricoteka. 17 mayo-31 diciembre de 1913. Cracovia, sin mencin de pgina.
250
KANTOR: Cuatro dibujos de la serie Tutto appeso ad un filo (Todo pende de un hilo). 1973. La mia
opera, il mio viaggio, p. 111. Ver Anexo.
639
Luk Odysa ( El arco de Odiseo). No volver jams. 1988. Catlogo Cricoteka, p. 167. Ver Anexo.
640
KANTOR: Gua del espectculo en Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 107.
251
El antecedente de esta mquina es una de fuelle que cuelga del cuello de uno de los
alumnos de La clase muerta, con la cual inmortaliza a sus compaeros, obligndolos a
colocarse en situacin con una pistola de madera en la mano, como en un juego.
En cierto momento dispara al maniqu
crucificado644. Los gestos separados -retratar y matar- se hacen uno cuando tambin los
objetos -la cmara y la pistola- se unifiquen en la Cmara-metralleta de Wielopole,
Wielopole.
El juego violento de La clase muerta preludia el ataque del Sodado, traumatizado por su
experiencia de guerra, que se repetir en la matanza de los Soldados en Wielopole,
Wielopole perpetrada por la Cmara fotogrfica-metralleta.
La primera es un aparato
vetusto645, compuesta de una caja y un fuelle en forma trompa de elefante. Las otras
dos, son aparatos profesionales, montados sobre
rueditas646.
Del
largo objetivo
252
la
Las armas alcanzan en Hoy es mi aniversario una relevancia de la que carecieron los
espectculos anteriores. Adems del ya mencionado Arco de Ulises, las dos pistolas de
Mara Jarema y de los NKVD, aparecen mquinas de guerra creadas para esta ocasin.
En el primer acto, el pacfico Conserje del de La clase muerta hace su entrada649 por la
PUERTA DE LA MUERTE empujando un Can650, cuya semejanza con la caja de
la Cmara fotogrfica-metralleta y las tres Mquinas-carabina651, montadas de forma
ms sencilla, sobre trpodes rodantes, es innegable.
La entrada del Conserje con el Can pone en fuga a la Madre y al Cura , sentados a la
Mesa de Aniversario en el Marco central y prologa la secuencia violenta protagonizada
por los tres soldados ( el Padre, / su Doble y el To Stas) quienes, armados con sus
Carabinas, comienzan el ataque al comps del himno austriaco.
647
KANTOR: Rencontres avec la Mort en BABLET: Les voies de la ration thtrale, vol. 1 , p. 14.
Oskar Kokoschka relata en sus memorias que durante su recuperacin de las heridas sufridas en la
Primera Guerra Mundial fue husped en Dresden del doctor Posse, cuyo padre muri durante su estada.
El pintor le hizo un retrato en su lecho de muerte, a fin de que el rostro no se borrara de la memoria de
sus seres queridos. KOKOSCHKA, Oskar: Mi vida. 1988, Tusquets, Barcelona, p. 176.
649
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2 , p. 267
650
Armata (Can). Hoy es mi aniversario. 1991. Catlogo Cricoteka, p. 180. Can es la traduccin
al castellano de la palabra polaca armata, con que est catalogado el objeto. Sin embargo, en la
traduccin al francs de Les voies de la cration thtrale, se la ha traducido como metralleta. Ver
Anexo.
651
Kulomiot (Carabina). Hoy es mi aniversario. 1991. Catlogo Cricoteka, p. 183. Ver Anexo.
648
253
durante la
misa
de
Nochebuena.
652
KANTOR: Gua del espectculo en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 183.
Jszef Radoniewicz, prroco de Wielopole. Fotografa de 1920. CHROBAK, Jzef: Wielopole
Skrzynskie di Tadeusz Kantor, p. 44.
654
CHROBAK: Op. cit., p. 47.
653
254
Junto a las Mquinas- carabina y el Can hay dos artefactos ms importantes a los
que Kantor tambin incluy bajo la denominacin de rganos de Poder. Se trata de
un Tanque655 y una Perra
656
El Tanque est armado con un can. Se asemeja ms a los de la Primera Guerra que a
los de la Segunda. Construido con chapa metlica de aluminio para que resultara ms
ligero de mover en la escena, se deslizaba por el escenario sobre sus cremalleras. Hacia
el final de la puesta, el Tanque servir como pedestal al cuerpo yacente de un
soldado657.
La Perra es un pequeo coche blindado cuyas piezas unidas por remaches estn
superpuestas de manera grosera, como si se tratara de un juguete fabricado por un nio.
Carece de aberturas, salvo una ventanilla al costado, protegida por rejas en cruz.
Uno y otro matizan los distintos grados -ofensivos y represivos- de violencia que
ejercen como protagonistas o como bajo continuo en parte de las secuencias de Hoy es
mi aniversario. El Tanque no intenta parecerce a los reales; los alude solapando en su
forma el tiempo en que estos haban jugado un papel protagnico en las dos guerras
mundiales y la Perra era el emblema coercitivo de las nuevas circunstancias polticas de
Polonia en la rbita sovitica.
Czolg (Tanque). Hoy es mi aniversario. 1991. Catlogo Cricoteka, p. 184. Ver Anexo.
Suka policcyjna (Perra de la polica). Hoy es mi aniversario. 1991.Op. cit., p. 185. Ver Anexo.
657
Au poteau! (El soldadito sobre el tanque). Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. lmina 7 , n
41. Ver Anexo.
658
KANTOR: Gua del espectculo, en BABLET: op. cit.,, vol. 2, pp. 203-204.
656
255
espera, gran actriz/ y su rival: el Amor659. Como armas, slo posea con sus cuadros
y los objetos que amoblaban pobremente la habitacin del artista; sin embargo,
ninguno pudo impedir que la purria y los rganos de Poder invadieran ese espacio
que trabajosamente haba tratado de preservar de la devastacin y el pillaje660.
Los motivos
a sus
veinticinco, con la opresin que le sigui y que lo acompa, con distintos signos
polticos, durante toda su vida.
Por ello la muerte y la memoria formarn un todo indisoluble; activas como un verbo
conjugado en eterno
tiempo presente.
HOMBRE y OBJETO. Dos POLOS casi enfrentados. Al menos, extraos el uno para el otro. El
hombre intenta comprender al OBJETO, tocarlo, hacerlo suyo... Tadeusz Kantor
El actor est obligado a hacer cuanto est en sus manos con tal de convertir el OBJETO en
visible, hacer que exista; en el caso ms radical, tiene que formar con el objeto un nico
organismo. Tadeusz Kantor
Hemos dedicado algn espacio en los captulos anteriores a los bio-objetos y a los
embalajes, que en este desarrollaremos en especial.
Como ya se haba apuntado, muchos de los estudiados en captulos anteriores como
autnomos podran ser considerados
Kantor desde su concepcin. Estos y los embalajes forman parte de una categora a la
que otorg una importancia creciente a partir de su aparecin en su teatro en la dcada
de los cincuenta, revestidos de ambigedad.
659
660
KANTOR: Gua del espectculo en BABLET: Les voies de le cration thtrale, vol. 2, p. 204.
KANTOR: Op. cit., p. 208.
256
Maja Saraczynska plantea una lnea evolutiva en los objetos kantorianos que comienza
con el bio-objeto el cual, en tanto sirve de modelo para el actor vivo denomina,
parafraseando a Gordon Craig, super-objeto, hasta convertirse, finalmente, en una obra
de arte completa, en un objeto musestico 662.
los
estas, que siguen siendo las mismas que salieron de su mano, los actuales bio-objetos
ya no son los que formaron parte de los espectculos del artista, independientemente de
que se trate de los originales o de reconstrucciones posteriores.
Les falta ahora el actor vivo al que pertenecan, que les infundi su nima en la escena
y que ahora slo estn presentes en la memoria de la cultura; es decir, en el recuerdo y en
el museo.
Se dejar para ms adelante la funcin del objeto como modelo del actor
257
personajes ficcionales sino de la imaginacin del actor, puesta en juego en su relacin con
l. Y esta unin gentica del actor con el objeto, a la vez que constrea al primero a
una actuacin, informal , amorfa
mecnica (condicionada por el objeto), permita actuar al objeto que estableca y haca
respetar, por su parte, las circunstancias de su trabajo y su funcin665.
665
258
Este proceso generara los componentes y los conceptos de los bio-objetos y de los
embalajes, no desde la dicotoma sujeto/objeto, sino a partir de una dinmica que borrara
sus fronteras gracias a su encuentro con la perspectiva cientfica de la materia.
Al desplazar al ser humano y los objetos a un espacio no humanizado, el de la materia
elemental, le fue posible imaginar formas hbridas -biolgicas y objetuales-
que
Una escena de La clase muerta denota esta nueva relacin entre el objeto y el actor: la
Fregona comienza limpiando los elementos escnicos y acaba haciendo lo propio con los
personajes. Por otra parte, Kantor subrayaba que los Pupitres de la escuela eran el actor
principal del espectculo, as como el Violn del To Stas su modo de expresin y de
670
259
En tal sentido, Roland Barthes hablaba de una especie de huda constante del objeto
hacia lo infinitamente subjetivo674 y sealaba, tambin, que en el teatro de Ionesco los
objetos proliferaban en la escena e invadan a los actores que, indefensos, como ocurra
con la Mquina aniquiladora de Kantor, se sentan oprimidos y asfixiados por ellos.
Sin embargo, la relacin que ms se acercara al bio-objeto kantoriano en el teatro
contemporneo es la que existe entre los cubos de basura donde viven Nagg y Nell de
Final de partida (1957) de Beckett, de los que nunca salen por completo y a los que
estn confinados a la manera de los dos maniques en el Carrito de la basura de La
pequea finca (1961) en la puesta en escena de Kantor.
A pesar de ciertas coincidencias con estos dramaturgos, en la relacin que Kantor plantea
entre actor y objeto, hay un particular camino de vuelta; un trayecto circular que no se
detiene en ninguno de los dos elementos y en el que ambos se hallan ocupados por notas
que corresponden al otro, en tanto en el teatro de Ionesco y Beckett los objetos
permanecen en su esfera particular, por muy adheridos que estn a los personajes. Por
ello, no existe en los de estos dramaturgos el contagio, el intenso intercambio de
cualidades entre el objeto y el actor en el teatro de Kantor.
Este es otro matiz que abona la diferencia: los personajes de Ionesco y Beckett son
independientes de los actores que los representan -y en este caso, es correcto utilizar el
trmino representar- y estos de los objetos a los cuales estn asociados. En tanto que el
objeto y el actor kantoriano se pertenecen mutuamente; ambos encarnan al personaje y, en
ese sentido, son un solo ente, biolgico y objetual a la vez.
673
673
260
Sin embargo, el sentido del trmino prtesis que les atribuye Meyer-Plantoureux no
condecira, a nuestro juicio, con la funcin ni el valor que Kantor asigna al bio-objeto
. Una prtesis es un artefacto de sustitucin destinado a reparar artificialmente un
675
Los objetos, ya que as se los denomina, son para m lugares de eternidad; sin ellos los comediantes
no existiran..., declar Kantor en una entrevista publicada por Philippe de Vignal en Art Press n 95,
Pars, setiembre de 1985, p. 9. Citada por MEYER-PLANTUREUX en BABLET: Les voies de la
cration thtrale, vol. 2, p. 242.
676
MEYER-PLANTUREUX, Chantal: Les objets de Kantor en Op. cit., p. 242.
677
Barierka mwnici (Tribuna del orador). No volver jams. 1982. Catlogo Cricoteka, p. 148. Ver
Anexo.
261
rgano o parte de l678. Implica la ausencia de algo en el original entero, pasible de ser
reemplazado por una copia o una representacin funcional.
Pero en los objetos o los cuerpos asociados en el bio-objeto no falta nada. De esa
construccin mixta de lo inerte con lo vivo ninguno de ellos representa o sustituye
funcionalmente al otro o a una parte del otro. Son reales, enteros y autnomos, como la
Infanta de Velzquez, quien entra y sale del Marco del cuadro (Hoy es mi aniversario)
subrayando su autonoma a la vez que denota su alianza con el objeto.
La fuerza significante del Marco importar en cuanto exhibe lo enmarcado y le otorga
un valor
pues
el bio-objeto deviene
un centro de
CASARES, Julio : Diccionario ideolgico de la lengua espaola. 1977. Gustavo Gili Barcelona.
Una desoladora experiencia de esta autora al respecto tuvo lugar en una galera de arte romana en la
cual el propietario ensalzaba continuamente el valor del marco de un grabado por el que se interesaba,
que efectivamente era muy bello, casi ms que el valor del grabado y el artista.
678
680
Kostium/ Kostium Neletnie (Traje/ Traje de Joven). Las hermosas y los adefesios. 1973. Catlogo
Cricoteka, p. 59. Ver Anexo.
681
Szafa-interior imaginacji (Armario- interior imaginario). En la pequea finca. 1961.Reconstruccin de
1981. Catlogo Cricoteka, p. 45. Ver Anexo
262
terminologa del arte684 y cuya contigidad responda, tambin, a ese tipo de asociacin
que hallamos en sus creaciones.
263
profunda intimidad, a la preservacin de lo que deseamos que dure, que est protegido y
aislado de la ingerencia, la ignorancia y la vulgaridad, as como a la necesidad
humana/ y pasin/ de guardar,/isolar [sic],/ esconder,/ transmitir... 687.
Por otra parte, Kantor actuaba a contracorriente de los hbitos de la sociedad industrial,
que slo se preocupa del producto, no del objeto, el cual slo comienza a existir
verdaderamente a partir de su liberacin formal, cuando se convierte en signo688.
Era el objeto como tal que deba transformarse en obra de arte a travs de un ritual
absurdo691 y el Embalaje fue el medio idneo que le permiti abandonar un territorio
686
264
agotado. No obstante, el collage haba representado el umbral para salir de esa inutilidad
y para arrastrar al objeto fuera del marco formal de la pintura, tal como ya lo estaba
practicando en la escena, con el happening Gran embalaje (1966) en Ble.
Un par de obras plsticas dan cuenta de las clases de Embalajes que se encuentran en su
obra en los sesenta: el embalaje-humano y el embalaje-objeto.
El Emballage-Humain, 1965692 pertenece al ciclo Okazy. Galeria Lafayette (Modelo.
Galera Lafayette). El cuadro, de formato apaisado, muestra una figura masculina
parcialmente embalada en fragmentos de vestimentas de la que slo sobresalen las piernas.
El embalaje est hecho de una pasta espesa y brillante que convierte ese fragmento casi en
un bajo relieve, en contraste con el resto de la pintura. El ttulo denota que el artista asimila
la vestimenta a un embalaje, como subraya otra, Abito-Embalage,1965 (Traje-Embalaje,
1965)693, de connotaciones informalistas y composicin triangular. Un traje o abrigo largo
emerge hacia la parte superior desde
Muestro las costuras, las juntas,/ la complicada anatoma del corte,/ llego a los bolsillos,/ rganos
del instinto humano/ de la conservacin,/ muestro el contenido de los bolsillos,/ defino con precisin
692
KANTOR: Embalage humain, 1965. (Embalaje humano, 1965). La mia opera, il mio viaggio, p. 128.
Ver Anexo.
693
KANTOR: Abito-Embalage (Traje-embalaje). 1965. Pintura. La mia opera, il mio viaggio, p. 125. Ver
Anexo.
694
KANTOR: Metamorphoses, p. 49.
695
Lekja anatomii wedle Rembrandta (La leccin de anatoma segn Rembrandt). Happening. 1968. En
BOROWSKI, Wieslaw: Tadeusz Kantor. Wydawnictwa Artystyczne i Filmowe. 1982. AF. Warszawa, p.
92. Ver Anexo.
265
La diseccin llevada a cabo acta en la superficie, la cual, sin embargo muestra que
tambin posee sus entraas : la chaqueta descubre la guata que le presta cuerpo, el bolsillo
interior con su abotonadura, cuya funcin es introducir un cierto orden/ en todo este
organismo. La multitud de bolsillos, esos cul-de-sac ntimos y equvocos en los cuales
se pueden encontrar toda suerte de cosas tiles e intiles que delatan el lado verdico/ no
falsificado/ de la personalidad humana; metforas del instinto
tan humano/ de
conservacin/ y de memoria.697
En otros espectculos el vestuario inclua objetos, como el de los Zapateros (Los Zapateros,
1972) que llevaban el banquillo adosado a la parte posterior de sus pantalones698,
convirtindose en bio-objetos anticipados.
Como es bastante habitual en el artista, ser una figura trouve que coloque en el
disparadero su imaginacin creadora: los dibujos de rinocerontes de Durero699. Muestran al
animal acorazado con placas a modo de una armadura, sin conexin aparente con la funcin
de los rganos
protegidos.
de los detalles
decorativos, tumores, escamas, bordados refinados que elevaban el cuerpo del animal a
la categora de objeto de arte. Tal vestimenta le prestaba el aire extrao, [de] un
parsito sobre el cuerpo humano700. De inmediato traspol de especie la imagen en la cual
la vestimenta pareca nacer del propio cuerpo, creando o repitiendo sus formas, adaptadas
a nuevas situaciones.
El artista se senta atrado por sus desviaciones y sus herejas701, que lo hacan cada vez
ms artificial; es decir, ms autnomo. Poco le preocupaba lo que hubiera dentro de ese
embalaje suntuoso, que sera como todos los dems702.
Hall en el representante del rango social ms bajo, un vagabundo que se asemejaba a un
camello monstruosamente cargado de capas de vestimentas y bolsas convertdas,
metonmicamente, en su propio cuerpo. Dise un traje as para el Hombre del saco a la
696
266
espalda (La gallina acutica) , del cual slo sobresalan la cabeza, las manos y la parte
inferior de las piernas703. Ms tarde (No volver jams), el personaje de Ulises apareca
representado por su capote y su sombrero montados sobre un armazn rodante704.
El embalaje pictrico Obraz-emballage705 (1962-63) muestra una bolsa de papel marrn,
rectangular y en posicin vertical,
al centro
geomtrico de un plano de cartn que sigue sus proporciones, pintado al leo en un tono
siena ms saturado que el de la bolsa. Esta lleva impreso su contenido: Nitrato al 25%, y
otras precisiones acerca de l, que no interesan en un primer momento al espectador,
concentrado en el cuadro en su totalidad. En la contemplacin, la bolsa ha perdido su
estatuto utilitario y deleznable para imponerse como signo artstico, en tanto elemento
compositivo; ms precisamente, el que da sentido a la composicin y opera la particin
espacial. La bolsa es, por ello, un elemento racional, al tiempo que no deja de ser el
embalaje funcional de un contenido ausente.
Como el paraguas -embalaje metafrico706- de la dcada de los cincuenta los primeros
Embalajes escnicos aparecen antes de estas pinturas-embalaje y antes de hacerse pblico
el Manifiesto, Embalajes (1962).
El proceso tuvo sus inicios en 1956, cuando el artista buscaba disposiciones que fueran
artificiales, es decir, que tuvieran posibilidades de autonoma.
Comenz con la
267
Ocup el escenario con una enorme bolsa negra en cuyo interior se hallaban los actores y
un buen nmero de figurantes, de los cuales solo eran visibles las cabezas y las manos a
travs de agujeros practicados en ella709.
Los conflictos que se producan dentro de la bolsa estaban borrados; insinuados por
los movimientos tensos u ondulantes de la tela los cuales ofrecan una sugestin y una
polisemia mucho mayor que si
animacin otorgaba a esas partes del cuerpo una vida propia, una total autonoma que
las desnaturalizaba, a semejanza de las pinturas de fragmentos anatmicos de Gricault,
en las cuales quedaban eliminados los elementos anecdticos -posiciones, expresiones,
gestos- que el cuerpo entero hubiera podido explicitar. Para Los Zapateros, Kantor
mand hacer el vaciado de un par de enormes pies, segn una pintura de Ren Magritte710.
En Hoy es mi aniversario, su obra pstuma, ya no se vean cabezas ni manos y los actores
permanecan gran parte del espectculo bajo una gran tela negra.
En la parte final de El loco y la monja de Witkiewicz (1963), contempornea a la AntiExposicin, los Funcionarios encerraban al Loco en una gran bolsa, quedando atrapados
ellos tambin. junto con la Monja, quien haba entrado subrepticiamente al encuentro del
Loco. Los personajes protagonizan dos acciones simultneas y antagnicas: la lucha entre
los Funcionarios y el dilogo amoroso entre la Monja y el Loco: todo sucede en el
interior/ de este embalaje trgico/ que recubre /la locura,/ el amor,/el pecado/ y la
crueldad711. La bolsa se convierte, de este modo, en un enorme tero csmico, en un
gran bolsillo, en el que estn contenidas las pasiones humanas: las ms puras, las ms
ocultas y las ms vergonzantes.
El paso siguiente fue embalar el cuerpo de un nico actor712 a la vista del pblico y que
esta accin constituyera el espectculo propiamente dicho: el Embalaje con un interior
vivo se convirti entonces en un ritual librado de toda simbolizacin, en un acto
ostentatorio713.
709
Cyrk: pierwszy ambalaz (El circo: primer embalaje). 1967. BOROWSKI: Tadeusz Kantor.
Wydawnictwa Artystyczne i Filmowe. p. 51. Ver Anexo.
710
Mulaz stp (Vaciado de pie) con una repreoduccin -al fondo de la fotografa- de El modelo rojo de
Ren Magritte. VV.AA.: Les Cordonniers de Tadeusz Kantor, Anexo de Ilustraciones del texto, n 32.
Ver Anexo.
711
KANTOR: El teatro de la muerte , p. 104.
712
Embalaje de un actor. Happenning Ligne de partage (Lnea divisoria). 1966. KANTOR:
Metamorphoses, p. 108. Ver Anexo.
713
KANTOR: El teatro de la muerte,p. 145.
268
Cricotage (1965)714 , un
carbonero embalaba con paletadas de carbn a una joven desnuda (la pintora Mara
Stangret, esposa del artista), tendida sobre una camilla con las manos en cruz715. En
Lmite (1966), de pie sobre una caja, la misma actriz era cuidadosamente vendada hasta
que su cuerpo desapareca bajo las cintas blancas. Tambin se la embadurnaba -si es
posible considerar Embalaje al embadurnamiento ertico716- con arena en el Happening
panormico del mar (1967), y en El Gran Embalaje (1967). Mara Stangret ser tambin
embalada en el film Kantor est aqu (1968) y en Los zapateros de Witkiewicz (1972)
717
En todos estos Embalajes las capas de materia textil se acumulaban hasta hacer desaparecer
la forma humana de la cual, finalmente, no quedaba expuesta ms que la intil y manitica
accin de envolver. Cuando hasta su forma humana desapareca bajo las vendas y solo
quedaba el gesto se iluminaba algo misterioso en el embalaje que lo volva inasible e
inaccesible, multiplicando su potencia de objeto cuyo interior se hace presente por la
negacin718.
Kantor reconoca un desarrollo temporal de la idea de Embalaje, iniciada con las Bolsas,
continuada con los Paquetes y finalmente con los Sobres. Sin embargo, ninguna de estas
etapas fue dejada atrs sino que constituy un repertorio de posibilidades que respondan
a la misma idea de cubrir y esconder, que seran utilizadas indistintamente, con
714
Establecer un modo de accin tal/ que ese acto de borrar/ se vuelva visible, manifiesto. KANTOR: p.
124.
715
KANTOR:Metamorphoses, p. 109.
716
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 217
717
KANTOR: Op. cit., p. 145
718
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 69.
719
Guin del Happening Gran Embalaje. KANTOR: Op. cit. p. 153.
720
KANTOR: Op. cit, p. 154.
269
Entre los aos 1964 y 1965 los Sobres de carta y los Paquetes Postales constituyeron una
transicin entre la pintura-collage y el objeto puro. Las direcciones escritas, los sellos,
las estampillas pegadas, aluden simultneamente a este y a la imagen ilusoria. Una
pintura titulada Firmad, por favor
721
paquetes postales de distintos tamaos, atados con sus cordeles y con las direcciones
escritas:
1963. / En los cuadro colocaba e inmovilizaba/ cartas, plicas/ con la direccin de los amigos a los
que no vera ms./ Sobre los sellos, como discos solares sobre el paisaje de sus peregrinaciones,
sus lugares/ de destino722.
Mientras cultivaba su
convertir las oficinas postales en espacios de exposicin -idea que nunca se realiz- el
empaquetamiento de algunas figuras de museo, como la Infanta de Velzquez o
pinturas reverenciadas del arte polaco723, poda hacer confluir su deseo de preservar las
obras que admiraba con una cierta distancia, muchas veces irnica, que le permita
medirse con ellas y que el empaquetado le permita.
Recordemos que Kantor hizo una serie de pinturas de la Infanta asociada a una Saca de
Cartero. Una de ellas, Infanta, de Velzquez, (1965)724
esbozada en la parte superior de una tela unida con bisagras a otra, situada debajo de ella,
en la que est pintada minuciosamente una Saca de Cartero, cuyas bridas invaden el
espacio de la Infanta. Las bisagras aluden a la idea de que ambas telas podran cerrarse,
haciendo coincidir la cabeza de la infanta con la Saca, que quedara embalada dentro de
ella y, al mismo tiempo, la pintura en su conjunto, al cerrarse, sera un Embalaje.
721
Signez sil vous plat (Firme, por favor) 1965. KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 142. Ver
Anexo.
722
KANTOR: Op. cit., p. 136.
723
Os embalar una reliquia nacional,/ el Homenaje prusiano de Matejko. [...] Empaquetaba con
desesperacin,/ temor,/ devocin,/ para la eternidad. KANTOR: Metamorphoses, p. 145.
724
Infantka wdele Velzquez (Infanta segn Velzquez). KANTOR. 1966-70 en STANGRET: Tadeusz
Kantor. Malarski ambalaz totalnego dziela, p. 60. Ver Anexo 24 II. 379.
270
Pint unas cuantas ms, con el mismo planteo y ttulos similares entre 1966 y 1981725 y
otra ms, muy diferente en su factura de las anteriores , Mr. V. Prado, Infanta (1965)726, a
la que nos hemos referido anteriormente, ya que el rostro de la nia es aqu una mscara
con la boca abierta, y la Saca est tratada en relieve. Carece, adems, de bisagras y las
correas de la saca se mantienen en su propio campo, en tanto que la columna de color del
cuerpo de la figura atraviesa la lnea que divide ambos espacios.
Dadas estas caractersticas y si se comparan las dos pinturas, la primera de las
mencionadas es, a nuestro juicio, ms rica en significaciones que la segunda como
Embalaje.
No obstante ello, en esta ltima el ttulo del cuadro -que es la direccin del destinatariola asocia al motivo del correo y de los Paquetes Postales, con consecuencias al ao
siguiente, en que Kantor desprender de su funcin utilitaria al objeto-sobre de correos y
consagrar su autonoma en un happening en el cual un enorme Sobre de 3m x1,20 m,
ligeramente relleno de aire, sera izado en un mstil de metal en la Knsthalle de BadenBaden, accin que sera repetida tambin en la Gallrie de lUniversit, en Pars727.
El paso culminante lo constituye la accin-happening La carta(1967) 728, que tendra lugar
en Varsovia, patrocinada por la vanguardista Galera Foksal.
El tamao del escenario escogido por Kantor era, en esta oportunidad, la propia
ciudad; un sitio real aunque
sobredimensionado,
Esta
El enorme Sobre de gruesa tela, que meda once metros de largo por dos de ancho y
pesaba ochenta y siete kilos729, fue transportado por ocho Carteros Profesionales desde la
725
271
El transcurso del happening era relatado, a modo de reportaje radiofnico, por sendos
periodistas desde cuatro puntos del recorrido de la Carta. El pblico segua a los carteros,
a modo de una procesin de connotaciones vagamente herticas.
En la puerta de la Galera Foksal, un hombre vestido con una chaqueta de cuero negro
(el propio Kantor) estaba pendiente del telfono por el que reciba las informaciones de
los reporteros que transmita al pblico presente por un megfono.
Cuando la Carta llegaba a su destino y era introducida trabajosamente en la pequea sala
de la Galera Foksal, el megfono difunda las reacciones del destinatario, agitado por
todas las pasiones,/ la desconfianza,/ el miedo,/el odio,/ el pnico,/ la locura/ de un
hombre torturado/ por esta carta cada vez ms monstruosa/ ante la cual/ retrocede / sin
cesar,/ paso a paso/ hasta el aniquilamiento total730.
El aniquilamiento alcanzar a la Carta que, una vez abierta, perder su autonoma como
objeto y se convertir en un mero medio de comunicacin de noticias faustas o infaustas,
condicin que ser subrayada por algunos de los presentes quienes sacaban de los
bolsillos sus propias cartas, que lean
730
272
frenes
acontecimiento731.
Los objetos que formaron parte de No volver jams hicieron de ese espectculo un
embalaje de la memoria. Contena a todos los objetos que hasta el momento haban
acompaado el viaje artstico de Kantor:
273
retrete asqueroso
integrado en
El catlogo de objetos publicado por la Cricoteka despliega una gran variedad de bolsas,
mochilas y maletas de distintos tamao, formatos y modelos. Todas ellas se muestran
viejas y atrotinadas por miles de kilmetros recorridos en toda clase de transportes,
llevadas a cuestas por su propietario, que carece de hogar ni sitio/ buscando un muelle,
siempre con su equipaje a cuestas...739.
274
Aullidos y ladridos preludiaban la violenta apertura de las puertas del Armario, del que
salan despedidas infinidad de Bolsas bien cargadas que iban formando una gran pila.
Entre ellas, caan inertes los Actores, como otras Bolsas ms.
En ese paisaje agobiante de Bolsas, la Madre continuaba con su vana tarea de acomodar
los paquetes en el reducido espacio del Cajn al que haba sido confinada mientras el
Factotum intentaba hacer lo propio con las Bolsas del escenario, con los mismos
resultados decepcionantes. Slo el Ecnomo, habituado a ellas conseguir, por breve
tiempo, ordenarlas sistemticamente. Pero estas se apoderan nuevamente del escenario,
en lucha con los Actores, y ser el Factotum quien, con gran trabajo, conseguir dominar
finalmente esa rebelin de los objetos: embutir a los Actores y las Bolsas en el Armario
para quedarse solo en escena, empujando el Carrito de la Basura con los Nios en el
embalados.
Ms all de las acciones absurdas del espectculo refereidas a los fragmentos del texto de
Witkiewicz, la puesta en escena podra enfocarse desde el acto de desembalar y embalar a
los personajes y los objetos escnicos, algunos de los cuales actan como embalajes o
como embalados el Armario, las Bolsas, los Nios, el Factotum, la Madre, los Actores-,
o alternando los papeles , como el Facttum y la Madre742.
Las Bolsas743 aparecern una vez ms, colgadas en el Guardarropas de Las hermosas y los
742
743
275
espantajos, siendo parte de una exposicin dedicada a esta puesta en escena , celebrada
en Ljubljana en 2004.
el Macuto rectangular y
rgido de La clase muerta, son anuncios de la proliferacin de estos objetos en sus obras
siguientes. En Que revienten los artistas!, la Maleta de Weit Stoss744, guarda los
utensilios del arte y las pocas pertenencias reunidas en la vida errabunda del maestro.
La acompaan las Cajas de madera con los brtulos profesionales de los artistas mencionadas en el captulo anterior-, una suerte de embalajes trouvs y prts como las
maletas, en tanto que, a diferencia de los empaquetados, poseen una forma y un volumen
predeterminado y constante, no son objeto de la accin constructora del actor en el
escenario y en ningn momento se abren y se cierran para llenarse o vaciarse. Apenas se
puede adivinar fragmentos de su contenido cuando estn mal cerradas o demasiado llenas.
En No volver jams Kantor disemina una gran variedad de maletas745, comenzando por
una enorme Mochila746 que cubre casi todo el cuerpo del actor y constituye el emblema
de una larga vida viajera, acorde con la mirada retrospectiva que el artista proyecta hacia
su trayectoria, ya que el viaje es otra de sus metforas.
El antecedente de este vestuario-embalaje se remite a 1963, en El loco y la monja
cuando apareci el modelo de vagabundo que empaqueta su cuerpo con toda clase de
ropas y mantas para protegerse de la lluvia y el fro. Los personajes de Walpung y de
Byrdigiel tenan el cuerpo cubierto por infinidad de paquetes atados con cordeles y tiras
de manera muy complicada y absurda, que estorbaba los movimientos del actor, vestuario
que se repiti en En la pequea finca747.
Otro vestuario semejante estaba formado por un enorme paquete de arpillera atado, con
etiquetas postales e inscripciones y uno ms envuelto directamente con papel y cordel,
todos ellos asociados con el camino y la peregrinacin de ciudad en ciudad de los artistas
de feria.
744
Walizka Mistrza Wita Stwosza (La maleta del Seor Weit Stoss). 1985.Que revienten los artistas!
Catlogo Cricoteka, p. 133. Ver Anexo.
745
Maletas. 1988. No volver jams. Catlogo Cricoteka, p. 154-155. Ver Anexo.
746
Plecak Wielkiego Wedrowca. ( Gran mochila del vagabundo). 1988. No volver jams. Catlogo
Cricoteka, p. 151. Ver Anexo.
747
Kostium ze spektaklu W malym dworku (Vestuario para el espectculo En la pequea finca). 1961.
BOROWSKI: Tadeusz Kantor. Wydawnictwa Artystyczne i Filmowe p. 52. Ver Anexo.
276
Una pintura alusiva de 1967, Embalaje748, muestra una rueda de bicicleta y una
vestimenta apoyada en ella a travs de un armazn. El cuerpo ha desaparecido como tal y
est representado por una especie de capa negra que lo cubrira.
Hasta ocho Maletas se cuentan en No volver jams, correspondientes a los ActoresVagabundos que las portan. Slo una de ellas est individualizada, la Maleta de la Lady
Inglesa, que guarda el Esqueleto de su esposo, devorado por un tigre749. Son las maletas
de La gallina acutica, en la cual aparecan estos mismos personajes preparados para un
largo viaje, vestidos con trench-coats, bufandas, sombrereras y esas maletas forradas de
una tela color arena, que se confunda con el color de la ropa, como si estuvieran
desteidas por el largo uso y su exposicin a la intemperie.
La identidad entre la tela de los trajes y el forro de las Maletas subrayaba an ms la
equivalencia entre vestimenta y Embalaje y en el catlogo de la exposicin El Gran
Embalaje de finales del siglo XX, puede verse una fotografa del artistas ambulante, as
vestido y cargado con tres maletas750.
El viaje de la vida y del arte al que acompaan las Maletas adquiere rasgos de ltimo viaje
como una de las significaciones de los Embalajes.
El Fretro751 junto al maniqu del propio Kantor, pintado de negro como el traje que viste,
se dobla en otro de madera basta y semiabierto752 subrayando el significado de postrero
en el lenguaje sgnico kantoriano y la imposibilidad de revertir el tiempo, aludida en el
ttulo del espectculo: No volver jams.
Un embalaje antropomorfo, el Embalaje Blanco753, formaba parte de los embalajes
humanos que Kantor haba practicado desde 1965.
cubierta por una tela blanca, como de la mortaja que cubre los muertos en alta mar, atada
al cuello, la cintura, la pelvis y los hombros. Completara este conjunto de significacin
funeraria
277
Los comentarios del artista sobre los Embalajes aludan a lo encerrado, y, sobre todo, al
misterio, quizs terrible -el mayor de todos, el de la muerte-, que ocultaba la banalidad
del recipiente.
Manifiesto en el cual emplea conceptos caros al artista -magia, juego, sacro-, que
remiten a actividades gratuitas respecto de la vida utilitaria y que son parte del ritual y del
juego:
el doblar,/ cuya complicada, / y exigente de iniciacin/ manera/ y siempre sorprendente/
resultado final/ tiene en s/ algo de magia/ y algo de juego infantil;/ el atar/donde el conocimiento
de los nudos/ casi que roza/ tradiciones sacras;/ el adherir/ siempre lleno de ceremonias/ y
atencin...758
La grabacin del ensayo que registra el film de Sapija, realizado en 1984, denota la gran
coherencia existente entre lo que declaran las palabras del Manifiesto y su traslado a la
accin escnica, en la cual Kantor dirige la envoltura de una caja llevada a cabo por uno
de sus actores. Le da indicaciones muy precisas -casi matemticas- de la posicin de la
caja sobre el papel, de la distancia de este respecto de cada uno de los bordes, del orden
755
278
Este momento anecdtico ilustra, en parte, un aspecto del carcter del artista como
director de escena, cuya actitud exigente e inflexible -a menudo sentida como tirnica
por alguno de sus actores y por otros, como el juego escnico de Kantor-, en este caso,
se deba al valor de ritual que confera al embalado, los cuales deban ser realizados con
exactitud y sin errores para que fueran vlidos. Y no menos importante: porque el acto de
embalar est relacionado con la muerte, as como el sarcfago -embalaje del cadversimboliza el fin de la vida material.
La Mquina funeraria con sus leyendas alusivas, el Carrito del Basurero que es el atad de
los detritus, la Maleta de la Lady inglesa con el Esqueleto de su marido, nos hablan de
cuerpos muertos, ocultados a la vista de los vivientes, que han pasado ya al otro lado
sobre cuyo destino ulterior slo se puede especular e imaginar.
suicidio, el personaje cae y desaparece en la caja que circunda la horca, embalaje que,
no casualmente, contiene una letrina.
Kantor afirmaba que el agotamiento del Informalismo, negado por muchos artistas,
quienes se esforzaban en sacar vida de/ los restos de un antiguo esplendor y del pasado,
haba tenido el efecto contrario en l de no querer mirar hacia atrs, en un momento de su
vida en que an no haba recurrido a la memoria, tal como lo hizo a partir de La clase
muerta. En 1985 haba sobrepasado la mitad de su vida -tena 60 aos- y senta que haba
llegado a descubrir la llamada de la Bella Seora Muerte. Sin embargo, se neg a
mirarla a los ojos, como a la Medusa mitolgica (en su versin paternalista) y prefiri,
como el viejo racionalista que habitaba en l, sustituir su nombre por una metfora que
contena la palabra NADA. La palabra MUERTE759.
embalajes.
759
279
El Retrato de la madre (1976)760 del artista introduce en una caja negra, cuya tapa est
abierta, seis bolsas de tela blanca, rellenas y cerradas, en el frente de cada una de las
cuales est impreso un retrato de la madre en distintas etapas de su vida, desde la juventud
a la vejez. Pertenece a la ltima etapa de los Embalajes, que haban comenzado con lo
cuerpos y la Carta gigantesca, continuado por los Paquetes envueltos con manaca
laboriosidad , las viejas Maletas, las Bolsas industriales, hasta llegar al momento en que
decidi embalar al HOMBRE761. No ya al Actor, sino a una figura de la especie
humana.
frente al sereno
transcurrir horizontal de las bolsitas que representan las edades de su madre. Sin embargo,
el Embalaje que contendr, finalmente, la historia de esas vidas tan diferentes ser el
mismo.
No se trata de suprimir la palabra articulada sino de dar a las palabras la importancia que tienen
en los sueos. Antonin Artaud
Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorcin y transformacin de
otro texto. Julia Kristeva
760
Le Portrait de ma mre (El Retrato de mi madre). 1976. KANTOR: Metamorphoses, p. 142. Ver
Anexo.
761
KANTOR: Op. cit., p. 137.
762
Autoportret (Autorretrato). 1977. STANGRET, Tadeusz Kantor. Wydawnictwa Artystyczne i Filmowe,
p. 91. Ver Anexo.
763
KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 152.
280
A quin crees, a tus ojos o a mis palabras? . Escritura del Autmata de Jacques Droz, siglo
XVIII.
y frustrando las
de dinamitar la tradicin
dramtica vigente desde la tragedia griega (el propio ttulo, Ub rey, pareca una
alusin a la cannica Edipo rey), lo que equivala a hacer lo propio con el teatro como
institucin y, por elevacin, con las formas y usos de la cultura occidental y burguesa
en su conjunto.
La revolucin contra el drama y la reteatralizacin del teatro llevada a cabo durante las
tres primeras dcadas del siglo XX se debi, en gran parte, a las ideas y experiencias de
bailarines y escengrafos: Isadora Duncan, Loie Fuller Edward Gordon Craig, Adolphe
Appia, entre otros. Planteaban que el teatro deba ser cintico y no hablado y deba
volver a su origen, la danza o los rituales donde la palabra no prevaleca, reivindicando
el origen gestual del teatro En tal caso, deba ser uno ms de los signos teatrales de un
espectculo765.
764
281
La preeminencia del gesto, cultivada por los mimos desde finales del siglo XIX,
subrayaba el valor de la superficie, del significante, sobre el contenido y el significado
textual y pretenda actuar como contrapeso a la labor destructiva que ejerca
la
El gesto de los mimos fue continuado por las primeras vanguardias -futuristas,
constructivistas, dadastas-, los cuales, al borronear las fronteras con lo subjetivo
propiciadas por el enrarecimiednto o la desactivacin del texto, dejaba de lado el
desarrollo psicolgico de los personajes, la conciencia, la lgica, lo intelectual: todo
aquello inherente al sujeto humano y a la representacin de la identidad.
La mezcla de
y el Expresionismo, las
experiencias globales de la Bauhaus y el cuestionamiento del papel del actor y del autor
formaron parte del primer nivel entre las disoluciones operadas en la prctica escnica,
en la estructura de los espectculos derivadas del rechazo del textocentrismo, en la
literatura entendida como eje y origen de toda representacin dramtica.
las palabras, que son el cuerpo de la pieza; las lneas y los colores que son la existencia misma del
decorado; del ritmo que es la esencia de la danza (...) Uno no es ms importante que otro. Lo mismo que
un color no es ms til que otro para el pintor, un sonido ms que otro de los usados por el msico. Sin
embargo, el gesto es quizs el ms importante: es para el Arte del Teatro lo que el dibujo a la pintura, la
meloda a la msica. El Arte del Teatro nace del gesto -del movimiento de la danza. GORDON CRAIG,
Edward: De larte du thtre. 1942. Odette Lieutier. Paris, p. 104.
766
Luz, color, movimiento, msica: en ese orden y jerarqua compositivas enumeraba Loie Fuller los
elementos fundamentales de la danza. Citado en SANCHEZ. Jos A.: La escena moderna. Manifiestos y
textos sobre teatro de la poca de las vanguardias. 1999. Akal. Madrid, p. 32.
282
nico de la simultaneidad, que ser uno de los recursos del propio Kantor en sus
espectculos.
sometido al anlisis,
La dcada de los treinta clausur los experimentos expresionista y racionalista, con unos
procedimientos respecto a la palabra que acabaron con los restos de su transparencia
significante, lo dialgico y lo dramtico, internndose en
767
283
inconciente gracias a la ampliacin del concepto de vida por parte de los surrealistas,
que haban integrado el sueo como experiencia de primer orden y la escritura
automtica como medio de renunciar a la forma. Este procedimiento contribuy a la
liberacin del lenguaje literario, pero no tuvo efectos en el escnico.
Sin embargo, el teatro de Bertolt Brecht s lo tuvo y de largo alcance, debido a las
numerosas contaminaciones -la pera, el cine el circo, los deportes, los espectculos
populares- que introdujo en la estructura dramtica, aunque su fidelidad al realismo
materialista lo hiciera descartar la plstica actoral de Meyerhold o la sustitucin de la
palabra por otros lenguajes que pudieran enturbiar el
propuestas dramticas.
Esta experiencia les correspondera a Antonin Artaud y Roger Vitrac desde el teatro
Alfred Jarry, unidos por la relativizacin del texto literario y su preferencia por los
juegos visuales antes que por los del lenguaje. Artaud
consideraba a la palabra,
771
284
774
285
ilusin- los llev a un lmite tan extremo que, a diferencia de las piezas de Beckett, su
obra contina siendo, hasta hoy, irrepresentable.
El artista polaco comenz por dinamitar la trama del texto literario y la sustituy por
una cadena de secuencias aisladas en su contenido, a fin de que las unidades del
espectculo existan en s y por s mismas. Las acciones que componan las secuencias
estaban extrapoladas de la vida, aunque liberadas de sus vnculos narrativos con esta
y, sobre todo, del contenido del fragmento textual previo, al que exclua tambin de la
gastada tendencia a la ilustracin y a la simbolizacin777. Las secuencias existan en
la escena de forma autnoma, como el resto de los objetos y sometidas a las mismas
leyes que los elementos de un campo fsico:
Ls relacin entre las secuencias libres y autnomas del espectculo y de la obra (drama) n a c e
( es el trmino ms apropiado) sobre la base de la una lejana y extrema a l t e r i d a d , fundada
en las r e p u l s i o n e s y su oposicin enfrentada y provocadora que ofenden cualquier norma
de uso al lmite del i m p o s i b l e./ Lo que las une es la TENSIN778.
De este modo, el drama literario perda su estatuto de obra de arte entendida como un
todo indiviso, al revelarse como un conjunto relativamente abierto de posibilidades,
todas ellas capaces de originar otras ya que, si bien Kantor respet la literalidad de los
fragmentos (la fidelidad779 al texto), los mont con otros de muy distintos gneros y
procedencias, en alusin a los procedimientos del Meyerhold ya mencionados.
Adems, detenindose en la frontera del silencio, Kantor tambin redujo al rango ms
bajo la condicin de la palabra mediante acciones significantes, no discursivas, como
la onomatopeya, el grito, el balbuceo, la repeticin, el sin sentido. El conjunto de tales
acciones transformarn el texto literario previo en material, acorde con el primer
formalismo ruso y con su propio concepto, que consideraba materiales
a los
777
286
potico y que en el teatro trazaron la lnea que una al Constructivismo con Meyerhold
y Brecht .
texto
dramtico -en el sentido peyorativo del trmino- es que fuera objeto de ilustracin e
interpretacin780, en lugar de conectar con otras significaciones distintas de la fbula y
reconocer as su estatuto autnomo.
Esto no debe hacer pensar que Kantor no reconociera la necesidad del texto en sus
espectculos, aunque no lo entendiera como drama, un gnero literario datado que
impide la consecucin de la plena autonoma del teatro, en tanto posibilita la
reproduccin, la ilustracin y, peor an, la interpretacin y la arrogante afectacin
de los directores mediocres carentes de preparacin para practicar, siquiera, la vieja
pero honesta fidelidad al texto literario781.
Para la puesta en escena de La pequea finca de Witkiewicz busc que las relaciones
entre el texto preexistente y el contenido del espectculo abonaran la autonoma de la
obra teatral a la vez que ensay un mtodo de su invencin, la doble vuelta, que
781
287
enfrentaba nada amigablemente la trama del texto dramtico con la accin escnica,
segn el principio de la tensin y el conflicto entre ambos lenguajes.
Luego de haberlo practicado durante la dcada del sesenta, dicho procedimiento ya
haba entrado en crisis tiempo antes de preparar La clase muerta. La puesta en escena
deba representar un paso adelante ms radical hacia la plena autonoma del lenguaje
teatral782. Pero tema que la evocacin de la atmsfera de la clase y los recuerdos de
infancia tuvieran tanta fuerza que interfirieran en sus propsitos y pudieran abocarla a
la representacin de una trama. La intromisin fragmentaria del texto de Witkiewicz
fue un recurso para impedirlo.
segn el
intermitente
782
288
A partir de Wielopole, Wielopole, Kantor no recurri a piezas ajenas sino que construy
los espectculos amalgamando sus propuestas escritas con las que surgan de la accin
de los actores durante los ensayos. Sin embargo, una vez fijado el texto, estos deban
memorizarlo sin concesiones a la improvisacin o al error.
Kantor mantena una actitud muy crtica hacia la improvisacin -es poetizacin
sentimental e irresponsabilidad creadora -, uno de los mtodos habituales de
entrenamiento (y representacin) de los actores, considerndola un medio
completamente anacrnico. Puntualizaba que
improvisacin como parte del necesario riesgo y compromiso propios de toda obra
de arte785, que reside en la invencin de nuevas propuestas surgidas del trabajo artstico
en tanto que las improvisacin no dejaba de ser una representacin de estados
psicolgicos internos del actor mimetizado en personaje.
Resulta muy revelador, en tal sentido, observar la maduracin de las ideas de Kantor
sobre las relaciones entre texto literaria y la escena siguiendo sus notas para la puesta
en escena de El Pulpo o la visin hyrcanesa del mundo, tambin de Witkiewicz, que
tuvo lugar en 1955 con el Teatro Cricot 2 recin constitudo, la cual materializ su
concepcin de teatro autnomo786.
presente actitud crtica, como dan cuenta sus reflexiones en torno al montaje de aquel
texto. En su anlisis de la tcnica teatral de Witkiewicz halla que las caractersticas de
785
289
Sin embargo, Kantor no entenda que el texto debiera ser objeto de un disfraz
carnavalesco -la realidad literaria, imaginaria, es otra cosa que su realidad fsica en el
tiempo y el espacio de la escena791- sino sometido al procedimiento de la doble
vuelta que lo hiciera colisionar
Kantor, por su parte, describe la realidad del espectculo en una didascalia que
invierte la significacin del espacio escnico. Comienza por indicar el lugar donde
tendr lujar el montaje y advierte, en la primera lnea, que la escena est desprovista de
toda ilusin, ya que lo que cuenta sobre todo es la sala. El espectculo deba tener
lugar en un caf real, con el pblico ocupando las mesas, comportndose como en un
caf793.
787
290
Era precisamente el caf como lugar y, sobre todo, el comportamiento que esperaba del
pblico, ms semejante al del teatro griego o al del siglo XVII que al silencio
expectante de las salas tradicionales, lo que anclaba la escena a la realidad y constitua
una provocacin mayor que la derivada del texto el cual vehiculaba, adems, sus ideas
sobre la forma pura en la obra de arte y la unicidad del yo 794.
En la primera escena de la pieza, protagonizada por Alicia de Oro y Pablo Poca Cosa
como nicos personajes, este se lamentaba de haber disipado su vida entre dos
mujeres y un trabajo de locos, carente de reconocimiento oficial. Despreciaba el apoyo
que esta le ofreca porque su naturaleza estatuaria la descalificaba, en tanto era una
representacin, un miserable sustituto de las cosas esenciales795.
La puesta de Kantor de esa escena constituye tambin una crtica al carcter metafsico
y abstracto de las ideas del dramaturgo. Haba introducido en la escena una columna
clsica rematada por un zcalo del cual sobresala la cabeza de un doble del
protagonista y a la cual estaba ligado con una cadena. Sentado en un taburete de hierro,
se mostraba humillado por su situacin, que trata de justificar ante el pblico y, a falta
de algo menor, inicia un dilogo con su doble, personaje que no formaba parte del
drama literario, para abordar seguidamente el texto de Witkiewicz. La presencia de la
cabeza -que cuestionaba la unidad del personaje- y los dilogos ajenos al drama no
permitan una adaptacin natural del personaje literario a la trama de la pieza. Por
otra parte, las acciones escnicas tampoco guardaban relaciones lgicas con el resto de
los elementos, lo cual aseguraba la a u t o n o m i z a c i n de las partes y la
totalidad 796, sealaba Kantor en las notas preparatorias.
La presencia del doble rarificaba el texto dramtico de dos maneras: por medio de la
palabra ajena, ya que este trataba de justificar ante el pblico su humillante situacin
(y su presencia en la escena), y a travs del gesto, en su dilogo con Pablo Poca-Cosa
794
WITKIEWICZ, Stanislas Ignacy: Les formes nouvelles en peinture et les malentendus qui en
decoulent. 1979. LAge de LHomme, Lausanne, p. 15.
794
KANTOR: El Pop o la Visi Hyrcanesa del Mn, p. 124.
795
WITKIEWICZ : El Pop o la Visi Hyrcanesa del Mn, p. 28.
796
WITKIEWICZ: Op.cit., p. 30.
291
cuyos
797
292
directores de la
pseudo
vanguardia oficial 804 de la poca. Afirmaba que estos se valan de trucos superficiales
802
293
constituan la huella de su
En sus escritos tericos y manifiestos, que nunca estn escindidos de la prctica artstica
y que, en s mismos, estn concebidos con un lenguaje potico, Kantor da cuenta desde
recomendaciones. TUROWSKI, Andrzej: From Pure Form to the Figure of Death. Theoretical
categories of the Polish 20th, Century Afant-Garde en Art from Poland 1945-1996. 1977. Galeria Sztuki
Wspolczesnej Zacheta. Warsaw., pp.201-202. Dada la situacin en el espacio geogrfico dominado por la
U.R.S.S, el drama constitua un medio apropiado para poner en circulacin conceptos polticos. De aqu
la crtica que Kantor dirige a estos artistas-activistas que rendan la autonoma del arte a la ideologa,
calificndolos de pseudo vanguardia y considerando sus creaciones como estilizaciones sujetas a una
forma peculiar originaria y a una potica sugerida.
805
KANTOR: Teatro imposible, en Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 95.
294
una perspectiva crtica de los discursos de la cultura. Como dijo Foucault a propsito
de los discursos de poder, estos constituyen actos nuevos de palabras que son
dichos, permanecen dichos y estn todava por decir806. En lo que a nuestro artista se
refiere, son los del Simbolismo, el Constructivismo, el Surrealismo y, en una etapa
posterior que podramos denominar reactiva al racionalismo, los discursos del informal
y los movimientos teatrales de la dcada del sesenta807.
A pesar de esta carga cultural es notable la presencia de formas estereotipadas del habla,
aquellas que, siguiendo a Foucault, se dicen en el transcurso de los das y de las
conversaciones y que desaparecen en el acto mismo que los ha pronunciado, en los
textos de los espectculos escritos por Kantor o construidos con los actores en el
transcurso de los ensayos. Muchas de ellas constituyen frmulas de repeticin en los
espectculos y, al ser niveladas 808 con los discursos que merecen ser conservados,
como el himno austriaco (La clase muerta, Wielopole, Wielopole) o las declaraciones
de Meyerhold y la carta que dirigi al presidente del Soviet Supremo de la U.R.S.S.
(Que revienten los artistas, Hoy es mi aniversario), quedan sometidas al proceso de
degradacin y manipulacin que sufran todos los objetos que Kantor consideraba
material artstico.
En 1970 Kantor expuso una serie de pinturas idnticas con el nico motivo de un
paraguas, que titul
806
295
obras que Kantor ya no consideraba totalmente suyas, sino de cada uno de los
propietarios-autores 809.
La diferencia que distanciaba al cuadro original del manipulado por los compradores,
independientemente de su capacidad creativa o tcnica, provena de las respectivas
experiencias vitales y culturales; de las imgenes internas guardadas en la memoria, la
manera de mirar y los procedimientos puestos en juego para convertir la obra ajena en
una cita dentro del discurso propio. El artista delegaba en el pblico la adjudicacin de
significaciones al proporcionar voluntariamente un acontecimiento, como si las suyas
propias hubieran caducado y la obra originaria se hubiera transformado en un objet prt.
809
KANTOR: Exposicin de cuadros idnticos con un paraguas, en Caf Europe. BABLET: Les voies de
la cration thtrale, vol. 2, pp. 136-137.
810
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 78.
811
FOUCAULT: El orden del discurso, p. 20.
296
El filsofo consideraba que este poda quedar afectado por tres de tales sistemas: la
palabra prohibida, la separacin de la locura y la voluntad de verdad812. A la
creciente fragilidad de los dos primeros en el siglo XX se opona el refuerzo de las
prerrogativas del ltimo sistema debido a la gran ocupacin por la ciencia del espacio
de conocimiento y la pretensin de absoluto de otros discursos.
Dado que, como ya hemos insistido, Kantor se situaba del lado de la hereja, la
palabra prohibida se converta para el en un objeto de provocacin y transgresin y la
muestra pictrica en un desafo al statu quo cultural.
El segundo sistema, la separacin de la locura, quedaba desactivado en su
pensamiento por su escaso inters por el motivo en s y por la prctica constante del
absurdo como alternativa al discurso racional.
Si en la Anti exposicin de 1963 era el espectador, como ya hemos sealado, quien tena
que elaborar un discurso propio de esa realidad prte que se ofreca a travs de los casi
812
297
varias transformaciones
conceptuales que excedan el campo textual para incluirlo en otra serie de relaciones las
cuales subvertan el resto de los signos y que tuvo consecuencias en la escena:
1. Degradaba la posicin del autor en tanto productor nico de las significaciones y, al
mismo tiempo, cuestionaba la nocin misma de autora817
2. Subrayaba la genealoga hbrida del texto artstico.
3. Expulsaba al pblico-coleccionista de su funcin contemplativa obligndolo a
contaminarse con el objeto-cuadro y a tomar parte en un proceso fsico y espiritual
distinto al mero juicio intelectual, a participar de la invencin y a la emocin que esta
suscita, convirtindolo en autor.
4. Cuestionaba, del mismo modo, la posicin del pblico, que se vea privado de la
obra acabada por la intencin del pintor. Kantor lo expona a la opacidad del texto
artstico, que no se deja explicar, sino que demanda actuar sobre el para conferir
significaciones.
5. Cuestionaba la valoracin de la obra de arte en tanto mercanca, ya que la presentaba
incompleta y, en consecuencia, degradada, como si se tratara de una maquinaria a
la que le faltara una pieza -el acabamiento- para que comenzara a producir significado
y valor, proponiendo a cambio la valoracin del significante-cuadro.
816
817
298
818
Kantor trabaj en teatros oficiales durante diez aos, entre 1945 y 1955 en distintas ciudades polacas Varsovia, Cracovia, Opole, Lodz-, realizando ms de cien escenografas a las que se dedicaba con
seriedad. A pesar de que su vocacin era la pintura, en esos aos no era lo suficientemente conocido
como para hacer de ella un medio de vida. Fue formado en la Escuela de Bellas Artes de Cracovia por
Karol Frycz, amigo de Gordon Craig , en sus principios artsticos. Por ello en sus procedimientos rompa
el espacio arquitectural para sustituirlo por un espacio otro , mental , a pesar de que tambin debi
hacer algunas escenografas realistas a principios de los aos cincuenta, en las cuales evit caer en los
procedimientos pequeo burgueses y esclerosados del realismo socialista para operar en el sentido de
una buena pintura realista. Durante los aos de actividad oficial, antes de la fundacin del Teatro Cricot
2, tambin realiz puestas en escena como director: La zapatera prodigiosa de Federico Garca Lorca en
1955 y El candelabro de Alfred de Musset en 1963, cuya realizacin tom la forma de un assemblage.
BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 1, p. 26.
299
La constante triangulacin -escritura, escena, pintura- hace que sus textos adquieran
rasgos espaciales, no lineales. De aqu la semejanza de sus escritos, los preparatorios de
las puestas en escena y los tericos, con poemas en los cuales los espacios en blanco,
los silencios, la frase quebrada de modo ilgico, la puntuacin ms o menos arbitraria o
el uso de signos de expresin reforzaban, al mismo tiempo que la escritura y el peso
sonoro de la palabra testimoniaban un acuerdo entre la reflexin y la corporalidad819.
La caligrafa 820de sus escritos cargaba, pues, con una parte importante del peso de las
significaciones, herencia del Constructivismo, al establecer las relaciones grfico
tonales entre la oralidad y la escritura indicando, al mismo tiempo,
el modo en que
821
819
Pgina mecanografiada del Carnet de notas de 1947, referida al Palais de la Dcouverte con dibujo
adjunto. Original del artista. KANTOR: Metamorphoses, p. 20. Ver Anexo.
820
Pginas de escritura autgrafa.1947, en BOROWSKI:Tadeusz Kantor. Wydawnictwa Artystyczne i
Filmowe., p. 112. Ver Anexo.
821
Pgina impresa del Manifiesto 1970. KANTOR: Teatro de la muerte y otros ensayos, p. 88. Ver
Anexo.
822
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 67.
823
KANTOR: Op. cit., p. 67.
300
Aunque Ulises entra al mismo tiempo que el Pastor no veo a Ulises. Los espectadores no
saben, no pueden saber quin es ese hombre./ En tanto que forma escnica, es una masa
deforme, irregular, y literalmente, no se sabe qu es eso. Est de espaldas, inclinado824.
Como puede advertirse, Kantor no adoptaba la posicin de autor omnisciente sino que,
an en primera persona (noveo), su identidad oscila hacia la de espectador, dispuesto
a sorprenderse con la aparicin en escena de algo que an no se sabe qu es.
Ulises est descrito como deforme, irregular, reducido a un eso cosificante, cuyo
nombre slo lo conoce el autor, ahora en posicin omnisciente. Su apariencia formal
hace irreconocible la especie a que pertenece;
Otras veces, las comillas le sirven, como hemos dicho anteriormente, para dar una
tonalidad irnica a la escritura. En su ensayo Entre la frontera del teatro y la pintura,
Kantor examina crticamente la actitud autobiogrfica, presente en mayor o menor
grado en toda creacin artstica, en tanto es un relato fracasado825 de la propia vida:
Considero que es ridculo poner ojos tiernos a la propia forma y crear la propia silueta.
Son modales pomposos dirigidos a la posteridad826.
824
301
Utiliza tambin las cursivas para connotar valores adicionales en forma de subtexto en
algunas palabras de la recensin de El Loco y la Monja: El paciente es tambin/ un
actor sugestivo/ que hace malabarismos con la forma del puro juego/ del escndalo
intelectual/ y de lo chocante829. La grafa subraya tres palabras, actor, juego y
escndalo, en
A estos recursos que, desde una perspectiva espacial podramos denominar lineales, se
suman otros cuya diagramacin en la pgina le otorga carcter bidimensional.
La expresin ...EMBALAJE!...EMBALAJE!... pauta el Manifiesto Embalajes como
un estribillo el cual, a la par de insistir en el objeto de reflexin, le adjudica una realidad
iconogrfica: la equilibrada estructura formada por los puntos suspensivos y los signos
de expresin que encierran a la palabra, repetida en una unidad doble, que se repite
827
302
cinco veces a lo largo del texto y luego otras dos ms, alternando con otra simple de
una sola palabra con sus signos: ...EMBALAJES!....
El Manifiesto contina con esta ltima repetida nueve veces, a la par que disminuye
paulatinamente la distancia entre cada una de ellas, para finalizar con tres unidades
simples, una en cada lnea831.
Es posible concluir, pues, que el espacio grfico que ocupa el manifiesto se rige por las
leyes constructivas del espacio pictrico ya que combina la simetra con la asimetra, la
repeticin rtmica con los movimientos en horizontal o vertical y la acumulacin con la
gradacin de los vacos; configuracin que comparte tambin con el correspondiente
del texto potico.
303
El Padre, con un vaso en la mano./ La Madre con una botella./ La Madre sirve el vino de la
botella/ en el vaso del Padre./ El Padre alza el vaso/ bien alto. Bebe./ Posa el vaso sobre la mesa/
La Madre sirve,/ Padre levanta/ el vaso/ bebe, lo posa sobre/ la mesa./ La Madre sirve, el Padre como/ ms arriba- y as, sin pausa/ hasta el infinto836.
835
Cada espectculo es resultado de cambios que sobrevienen en m. Con el tiempo las viejas ideas se
agotan, se extinguen y yo las abandono. El artista debe ser capaz de traicionarse. KANTOR: Entrevista
realizada por Bogdan Giereczynski para Le Monde (1980) y reproducida por el Diario de Caracas (1981),
en KANTOR: El teatro de la muerte p. 281.
836
KANTOR: Hoy es mi aniversario en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 179.
304
[je] (1936) sostena la captura precoz del nio en el lenguaje al decir frente al espejo
este soy yo y quedar as, sometido al lenguaje como serhablante 837.
En lneas generales, se puede apreciar que los parlamentos y las didascalias discurren en
una columna, diferenciados en ocasiones por la tipografa y por una lnea vertical que
recorre a los primeros. No obstante, dicho protocolo no es constante porque la
diagramacin del texto
Cuando el padre grita: l quiere ser yo, remedada ahora al eco por el Individuo/
Otro: l quiere ser yo, aparece una tercera voz, en tipografa regular, que apostilla:
l quiere ser el nico la cual, al ser asumida por el Padre, indica un cambio de
837
Lacan designa con el trmino freudiano Ich spaltung(rehendidura [referente] escisin, divisin del
sujeto) la condicin especfica del sujeto por el hecho de que habla. CHEMAMA/VANDERMERSCH:
Diccionario del Psicoanlisis, p. 203 y 385.
838
Pgina impresa de la crisis psquica del padre. Hoy es mi aniversario en BABLET: Les voies de la
cration thtrale, vol. 2. p. 179. Ver anexo.
839
KANTOR: Hoy es mi aniversario. Op. cit., p. 179.
305
La escena podr leerse, en adelante, como una contienda entre lo Mismo, el Otro y la
Representacin como personajes840, con el rostro actuando como emblema de la
(imposible) unicidad del yo.
La acusacin del Padre al Otro : Usted tiene mi rostro/ Usted me lo ha quitado/
Devulvame mi rostro, estar escrita en negrita, en tanto niega al Otro, como parte
de s. No obstante ello, cuando se dirija al Autorretrato, inmerso ya en la dialctica de
la mismidad y la alteridad, sus palabras estarn en tipografa regular: l es yo!/ Y
yo, entonces?/ Yo no existo ms? 841 .
El Autorretrato carece respuestas, ya que comparte con l los mismos problemas842
de identidad, en tanto es la imagen mimtica de un original.
Para situar ms claramente la posicin identitaria
840
306
Esas acciones del Autorretrato y la Sombra tenan lugar mientras Kantor diriga al
pblico un discurso sobre la REALIDAD
y la ILUSIN843, y abundaba en
descalificar las pretensiones del Autorretrato, con la grafa espaciada de las palabras
clave : Triste cuadro/ de la i m i t a c i n,/ smili-caricatura/ que acaba en una d e r r
o t a, un fracaso844.
843
307
En su conjunto, las maysculas, los signos expresivos y los estilos poseen atribuciones
no siempre claras. Podra decirse que Kantor se sirve de los recursos tipogrficos de la
escritura con un criterio pictrico, a modo de grafos, segn un sistema lingstico
hibridado de iconicidad.
y los
En 1915 surge el Crculo Lingstico de Mosc -Jakobson, Tomashevski, Brik- en contacto con las
experiencias del Futurismo, encabezado por Maiakovski. En San Petersburgo, un ao despus,
Shklovski, Eichenbaum y otros fundaron el Opoiaz, cuyos intereses eran ms estrictamente literarios que
los de Mosc, ceidos preferentemente a las cuestiones lingsticas.
848
LNG, Paul Henry: La msica en la civilizacin occidental. 1963. EUDEBA, Buenos Aires, p. 818.
308
Debussy
se enfrentaba a la tradicin
el
849
309
Como casi todos los renovadores teatrales de posguerra Kantor adopt esta clase de
escritura dramatrgica que no solamente responda a la complejidad de sus montajes
sino a su tendencia conceptual a consignar las reflexiones que sostenan y pautaban su
desarrollo, como se desprende del anlisis de sus partituras escnicas.
852
310
naturaleza heterognea de los materiales espectaculares que reuna y tambin como una
forma de distanciarse de las prcticas textuales del autor.
Resultaba insuficiente no tanto por el trmino sance, -duracin de un trabajo, una
ocupacin que rene a varias personas853- sino por dramatique, ya que la partitura
kantoriana excede la condicin de literatura destinada a la representacin y responde
ms bien a otro concepto de la prctica escnica cuya codificacin, la escritura
dramatrgica, da cuenta de todos los signos que componen el espectculo en un mismo
nivel.
853
311
anteriores, entre ellas el mtodo de la doble vuelta en la puesta en escena del texto,
adems de dar por concluido el recurso a piezas de autor.
Kantor compondr -a solas y en la escena- los textos de sus espectculo siguientes :
Wielopole, Wielopole (1980), Que revienten los artistas! (1985), No volver jams
(1988) y Hoy es mi aniversario (1990).
Los gneros literarios estn presentes en este artefacto dramtico literario a travs de
alusiones o fragmentos provenientes de varias fuentes: bblicas, histricas, literarias,
metalingsticas, del refranero popular, de las frases tpicas del habla cotidiana, etc.,
por lo cual las partituras kantorianas suponen un conjunto de gran complejidad por
su diversa genealoga. A estos se suman fragmentos ensaysticos sobre temas teatrales,
plsticos, estticos, ticos, filosficos, ms algunos
elementos autobiogrficos
a cada
proyecto.
854
312
secuencia escnica expone alguna de estas rupturas las cuales no tendran cabida en una
escritura dramtica tradicional.
855
855
BARTHES, Roland: Z/S. 2002. Oeuvres compltes,vol. III. Ed. Seuil, p. 129.
El apellido del protagonista de El Pulpo es Bezdeka, compuesto por el prefijo bez (sin) y deka,
genitivo de deko (diez gramos), traducido al cataln como Poca-Cosa. SAGARRA, Josep Maria de:
Introduccin, en El Pop o la Visi Hyrcanesa del Mn, p. 13.
857
Algunos de estos nombres son Leos Pieronek (Len Raviolito) ; Blazej Pietras (Blas Frasquito);
Jozef Lichwala (Pepito Trompeta); Florek Bieda (Felicito Miseria). KANTOR, La classe morta di
Tadeusz Kantor, pp. 154-156.
858
SAGARRA en WITKIEWICZ: El Pop o la Visi Hyrcanesa del Mn, p. 15.
856
313
Como puede apreciarse, hasta en esos detalles, si se quiere nimios, mantena la tensin
entre el texto dramtico y la concrecin escnica, que perseveraba en el plano de la
realidad y la provocacin.
Adems, en La clase muerta, los desafos no residan propiamente en la eleccin
bufonesca de los nombres reales
alumnos jugaban irrespetuosamente a cartas con las esquelas en la ltima secuencia del
espectculo.
yiddishe, ya que la
poblacin juda constitua la tercera parte del censo antes de la Segunda Guerra
859
Witkiewicz era hijo de un aristcrata arruinado de su mismo nombre, pintor, terico del arte y
arquitecto, una de las personalidades artsticas ms relevantes de la Cracovia de fin del siglo XIX. Educ
a su hijo personalmente en su casa de Zakopane, en los Montes Tatra, a fin de que la escuela reglada no
arruinara su excepcional talento. Esta villa veraniega fue para el Modernismo polaco el equivalente de
Sitges para el cataln, ya que reuna a las personalidades ms relevantes del mundo del arte y la cultura.
SAGARRA en WITKIEWICZ: El Pop o la Visi Hyrcanesa del Mn,p. 8.
860
SAGARRA en Op. cit.,, p. 16.
314
Mundial. Aunque desconocieran esas lenguas, muchos convivan con ellas como un
ruido familiar de fondo, que era puro significante y, sin embargo, estaba semantizado
por la cotidianeidad.
En cuanto al pblico extranjero, el efecto era mayor, ya que los espectculos se hacan
en polaco y, en muchas ocasiones no haba una traduccin simultnea en la sala; razn
por la cual la comunicacin dependa totalmente de la accin espectacular, con el
auxilio previo del programa de mano.
Las palabras y expresiones en otras lenguas que el polaco en los escritos tericos de
Kantor, con especial presencia del francs, se refieren en numerosas oportunidad a
nociones comunes en el vocabulario del arte, tales como objet trouv, objet- prt,
trompe-l-oeil, collage, assemblage o ready-made y otras, codificadas por la cultura
contempornea, de innecesaria traduccin.
861
315
865
316
Esta circunstancia fue explotada escnicamente en La clase muerta y, sobre todo, en sus
siguientes espectculos y constituy otro de los paradigmas de disgregacin de la
fbula que caracterizan su creacin dramatrgica, procedimiento del que participa la
temporalidad kantoriana que se abre en todas direcciones, como observara Walter
Benjamin, en un remolino en el cual giran sin pausa el futuro y el pasado, el antes y
el despus869. Los personajes regresados del ms all viven en una temporalidad
liminar, pero cuando regresan precariamente a la cronolgica de los vivos, su memoria
est deshilachada por la condicin de la muerte:
Jams podremos rescatar del todo lo que olvidamos. Quizs est bien as. El choque que
producira recuperarlo sera tan destructor que al instante deberamos dejar de comprender
nuestra nostalgia. De otra manera la comprendemos, y tanto mejor, cuanto ms profundo yace
870
en nosotros olvidada .
868
317
esperanza fracasada de poder recordar el resto, con lo cual el contenido del poema se
disgregaba y se perda en la recitacin espectacular.
El texto bblico de la Leccin Salomn, que narra el episodio del rey homnimo y su
hijo Absaln, corre peor suerte al sufrir una degradacin an mayor que la materia
histrica, reducido a
una letana
318
Por ejemplo / para el sonido A los labios asumen una posicin/ distinta que para E,/ completamente
otra para U/ Se cierran del todo/ para poder abrirse de improviso/ durante la produccin de las
consonantes B o P./ La punta de la lengua tiembla sensiblemente / golpeando las encas,/ cuando
pronunciamos R...879
El fragmento podra leerse como una didascalia descriptiva de las acciones que debe
cumplir el aparato fonador, al tiempo que explica las partes del mismo puestas en
juego, casi como la notacin de una coreografa.
875
KANTOR: bid., p. 85
KANTOR: bid., p. 85.
877
KANTOR: De las notas de direccin. 1972-1975, en La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 69.
878
MARCHESE/FORRADELLAS: Diccionario de retrica, crtica y terminologa literaria, p. 173.
879
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 72.
876
319
Por otra parte, la fontica acercaba el lenguaje a la potica del Informalismo, que no
reconoca el discurso como forma fundamental de la comunicacin, ni tampoco que el
arte gravitara necesariamente en torno a l, como observa Giulio Carlo Argan :
Fuera del lenguaje, que sigue reflejando una concepcin del mundo y que implica la idea de
relacin, no hay ms que la singularidad, la irrelatividad y la inexplicabilidad880.
como:
Sin embargo, los clculos a que se entrega el Viejito del W.C. son un delirio de
incongruencia, en medio de los cuales dedica una retahila de insultos a un destinatario
ausente y desconocido, como si hablara con su Dios
883
insensatas mientras se sujeta los pantalones y esparce por la clase las hojas con sus
clculos.
Simultneamente a estas acciones, profiere fragmentos de salmos bblicos, mezclados
con cadenas de nmeros e
insultos.
cadenas
880
320
884
Pgina impresa de la partitura: el Viejito del W.C y las matemticas. La classe morta di Tadeusz
Kantor, p. 58. Ver Anexo.
885
KANTOR: Op. cit., p. 61.
886
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 88.
321
Esta maniobra converta el texto dramtico ficticio en una realidad literal, la del
significante; en un espacio de asociaciones que, como el inconsciente, estara regido por
la autonoma que lo caracteriza889.
escena del principio de sustitucin de la ficcin dramtica del texto por la realidad
literal.
Se plantea, segn su ttulo lo indica, como una clase en torno al personaje mitolgico,
en la cual el profesor anuncia el tema a la clase: Prometeo, que derivar luego en La
nariz de Cleopatra, algo ms adelante en El ombligo del mundo,
para llegar,
322
La leccin contina en esa direccin para culminar con las distintas funciones
gramaticales de un solo significante: Del dedo/ Siquiera un dedo./ Bajo el dedo./ Al
dedo./ Sobre los dedos./ Entre los dedos.
Alcanzado su punto culminante con la reduccin de la cadena de asociaciones a un solo
elemento, dedo, la leccin finaliza con el recitado a coro de la clase, cuyo texto ha
pasado de declinacin cannica a casi onomatopeyas sin sentido: El dedo del dedo/
con dedo /del dedo, repitindose esta unidad que deriva en el lamento sder
892
na ninna
891
, Ahi
Llegados a este punto cero, es posible recuperar alguna clase comunicacin, pero
ahora fundada en la realidad literal del significante. En la secuencia titulada
Garabatos fonticos los nios, en oposicin a las reglas de la gramtica, tratan de
inventar un idioma incomprensible para
dibujos primitivos
893
los adultos
890
323
Los alumnos ocupan sus pupitres, divididos por un pasillo central a modo de un doble
coro que
onomatopyicas894 y
rtmicas -cada grupo las propias- en una suerte de divertimento el cual aumenta hasta
la euforia, expresada por un incremento de la intensidad rtmica hasta languidecer. El
sonido de las voces se diluye en el gesto, dando comienzo a un concurso de muecas.
fsicas, de ritmos, del volumen y los tonos de voz sin relacin con las palabras que se
pronuncian, cuando estas existen ya reprogramadas segn la realidad literal.
894
Rzysczczy, wistrrrr brzyrk con sus variaciones y abreviacin; y otras de ese tenor en una horrible
aglomeracin de consonantes que solo las lenguas eslavas son capaces de producir. KANTOR: bid., p.
77. Ver Anexo.
895
1. Leccin de Salomn, 2. Leccin nocturna, 3. La leccin nocturna contina, 4. Leccin de
Gramtica, 5. Garabatos fonticos, 6. Lecciones blicas: insultos, 7. El diario de 1914, 8. El himno
austriaco, 9. +Escena de familia, 10. +Escena familiar, 11. +Entrada de la Mujer de la Limpieza/Muerte.
12. Gran limpieza o Prueba circense de la muerte, 13.Leccin Prometeo, 14. +Suceso visible, 15. +Las
intrincadas explicaciones del funcionario secreto del Departamento, 16. La excursin primaveral, 17.
+Conmemoracin, 18. +Orga simultnea, 19. +Dilogo ertico, 20. +Robinsoniana colonial, 21.
+Daguerrotipo histrico, 22. +Apariencia de dilogo, 23. +Lavado de cadveres, 24. +El loco gesto de la
Mujer de la Cuna Mecnica, 25. +El escandaloso comportamiento del Viejito del W.C., 26. +El atnito
Viejito de la Bicicleta parte despidindose de todos, 27. +Todava Green, una desagradable adulacin, 28.
+El Viejito Sordo lee una funesta noticia, 29. +El infinito, o sea lavado de las orejas, 30. +La inmotivada
carrera del Viejito Sordo. 31. +Dos cadveres desnudos vctimas del Viejito del W.C. le provocan una
crisis apopltica.32. El Viejito del W.C. cae muerto entre sus compaeros difuntos, 33. +Cortejo fnebre
del Soldado de la Primera Guerra Mundial. 34. Dudas de la Mujer de la Cuna Mecnica, 35. Los escolares
juegan a cartas con las esquelas, 36. La Mujer de la Limpieza/Muerte contina en su nuevo impdico
324
Leccin Prometeo (13), Excursin primaveral (16), El Viejito del W.C. cae muerto
entre sus compaeros (32), Dudas de la Mujer de la Cuna Mecnica (34, y las dos
ltimas, no incluyen el texto dramtico. Kantor controla en las notas de direccin las
correspondencias entre los actos de la trama y el texto espectacular: el primer acto del
drama finaliza en La excursin primaveral, el segundo en Robinsoniana colonial
y el tercero en Apariencia de dilogo.
En uno de los ensayos Kantor haba proyectado poner en juego el cruce -nunca la
fusin- de dos personajes, Neopolasio Cervelli, el protagonista del drama, con el Viejito
papel. (Las secuencias sealadas con + incluyen el texto literario). KANTOR: La classe morta di
Tadeusz Kantor.
896
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 94.
897
KANTOR: Op. cit., p. 94.
898
KANTOR: bid., p. 96.
325
del W.C. de La clase muerta. Dicho encuentro, quizs no tan fortuito, era el de un genio
de las matemticas, miembro de la elite cientfica y un viejo hebreo traficante, cuyo
contacto con esa ciencia se limitaba a calcular sus ganancias encerrado en el retrete,
lugar que ostenta, sin lugar a dudas, su calidad de realidad de rango ms bajo.
Kantor observaba en sus notas de direccin que sus caractersticas son tan dismiles y
tan irreconciliables sus profesiones, que de tal cruce podra salir un individuo
interesante899.
A pesar de la colisin, la realidad del aula escolstica se mantiene separada del espacio
ficticio del drama que pertenece al
cuando los personajes literarios abandonan a los del espectculo, la vida de la clase
recobra lo que le es propio hasta que ellos vuelven a deslizarse dentro de los viejitosalumnos, constreidos a actuar como si fueran los personajes del drama y diciendo
sus palabras a pesar de sentirlas ajenas. Este entrar y salir
326
vapor.../ el bar proviene del bario.../ maldita cultura!/ ... quin me obliga a posar?/ Lo
nico que quiero es vomitar.../905 .
Al seguir
comportndose segn la realidad del aula escolstico y los caracteres de cada uno, con
indiferencia al texto literario, este queda enrarecido por la descomposicin y la
entonacin afectada y engaosa.
La autonoma del personaje espectacular (real) y el dramtico (de ficcin), quedaba
asegurada por el mtodo de la apariencia de dilogo, forma de recitado que, al
disociar el texto de la accin, constituye una trampa, un engao, cuya finalidad era
poner en evidencia que las acciones de la clase -como el abuso contra la Mujer de la
cuna mecnica- eran reales y concretas, en tanto el texto dramtico era el espacio de la
ficcin.
Kantor
905
906
327
Alguien podra decir,/ que esto no parece,/ pero es mejor no hablar demasiado,/ por si acaso,/
pero no hay ninguna certeza,/ pues al fin de cuentas,/ no hay nada que ocultar,/ aunque si
alguien pudiera suponer.../ pero mejor primero,/ porque no se sabe nunca, si se descubriera,/
nadie entiende/ y solo despus.../ una vez declarado,/ incluso si no se muy bien cmo/ y no ya
no queda ningn remedio907
Segn el principio de inadecuacin que rega la correspondencia entre los personajes del
espectculo y los del drama, la recitacin pona de manifiesto la incompatibilidad del
tono respecto del contenido: una entonacin llena de significado y firmeza/ que se
despliega en un v a c o total, sustentada slo en el significante el cual adoptaba todos
los registros emocionales, acusacin, lamentaciones,/ justificacin, amenaza,
improperio,/ demanda, intransigencia...908.
ambiente familiar, porque se intuye que los personajes lo conocen bien, lo que se
justifica ms tarde con las enigmticas declaraciones, segn las cuales las autoridades
cientficas consideraban a Neoplasio un peligroso subversivo que buscaba destruir la
ciencia.
El intruso les muestra un documento como prueba de sus acusaciones y se presenta para
detenerlo: Soy el profesor Green, / del (...) Mathematical Center and General Office.
Green, Alfred Green y agrega: Un segundo ms, y ser demasiado tarde.
907
908
328
As, la detencin de Neoplasi por los gorilas del Profesor Green/ Soldado de la
Primera Guerra Mundial ve rebajado su pathos por la accin simultnea del Viejito
del W.C. y el Sosas quienes, en el retrete -una caja de tres caras, sin techo, que no
oculta completamente a la persona que la ocupa- confunden sus esfuerzos con los que
realizan los gorilas en su ataque a Izia y Neoplasio, transformando la escena
dramtica en una cmica y escatolgica protagonizada por los pujos y gemidos del
Viejito y el Sosa dentro del retrete.
Adems, recordemos que el Viejito del W.C. es el Profesor Green del drama de
Witkiewicz y el discurso
funcionario, est dicho desde dentro del retrete, de pie sobre la tabla, apoyado en el
borde superior de la puerta, como si estuviera en una tribuna. Tambin l pronuncia un
discurso balbuceado, vaco, con la demagogia propia de la HORRENDA
MASCARADA DEL PODER910:
Usted, Seora debe, debe/ usted debe/ usted debe escoger, todo el universo,/ debe usted,/ el no
puede, el puede,/ el puede, el, el, el/ el no puede cambiar/ la matemtica vigente,/ usted Seora
debe, debe el, el puede, yo lo s/ yo no s/ yo no puedo, el puede, el no puede...911
909
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 129-130. Las cursivas del texto de Witkiewicz estn
en el original.
910
KANTOR: La classe morta di Tadeusz Kantor, p. 132.
911
KANTOR: Op.cit., p. 132.
329
Hacia el final del espectculo, tiene lugar un supuesto final feliz de la enredada trama
familiar, cuando el profesor Alfred Green, abandonado por Izia, solicita en matrimonio
a la tambin despreciada (y ahora muy reciente viuda) Sfrenatella.
El Soldado de la Primera Guerra Mundial/Green asume la tarea de dar fin a la fbula
atendiendo a su deber militar de asumir graves responsabilidades y sacrificarse por la
patria. As, sale apresuradamente a echarse
Simultneamente, los alumnos juegan a cartas con las esquelas mortuorias y al tiempo
recitan dos letanas, una sin sentido y la otra, de carcter sexual. El ruido de las bolas de
madera entrechocndose dentro de la Cuna Mecnica aumenta de manera insoportable,
acorde con el volumen creciente del Vals Franois . La escena se ha convertido en un
pandemonium de acciones y palabras incongruentes de un fnebre contenido emocional
atemperado slo por las acciones grotescas del pedido de mano.
desarrollando sin incursiones ajenas a la realidad escolar, en la cual los alumnos eran
presas de las emociones propias de los nios: temor, alegra, complicidad, excitacin,
crueldad.
Los maniques-nios eran objetos reales y reconocidos como propios por los alumnosviejitos. Los personajes de Neoplasio Cervelli, por el contrario, los mantenan en el
lmite de la identidad, oscilando como ellos en el lmite de la vida y la muerte.
Esta situacin, continuamente enrarecida, abra paso al elemento onrico
913
buscado
por Kantor y que ampliaba la condicin de la realidad. Adems, con los personajes de
912
330
Las secuencias del espectculo dramtico nunca llegan a una conclusin y, a diferencia
de las escenas originales del drama, caen en el vaco cuando se inicia la siguiente.
Por muy alto que fuera su clima emocional, su confusin, su escndalo, cada escena
comienza como si nada hubiera pasado.
Esta expresin, clave para el artista, como ptimo sistema para reducir la
ILUSIN914, consista en una vuelta al punto cero a modo conclusin que se
operaba, no por la resolucin del conflicto sino mediante la limpieza del escenario.
En la secuencia La Fregona/ Muerte. Gran prueba circense de la muerte , el personaje
recorre los pupitres enarbolando la fregona como si fuera una guadaa y reproduciendo
los movimientos de segar.
Provoca el pnico de los Viejitos-alumnos quienes caen sobre los bancos o levantan los
brazos como marionetas y ruedan por tierra cubriendo el suelo con sus cuerpos, salvo el
Viejito podfilo915, que permanece en su rincn. La Fregona / Muerte se los lleva de la
escena sin dejar de segar y el Viejito podfilo/Mauricio, una vez seguro de que ha
desaparecido se atreve a recitar un parlamento de su personaje en el drama
de
...Porque el abuelo escribe poesas solo para/ el equilibro del espritu, de modo que las cifras/ le
penetran en al alma a travs de todos los poros./ Izia es una poetis de verdad./ Izia, declama916.
Las emociones desatadas en cada secuencia no tienen como lmite la resolucin del
conflicto sino la muerte : quizs no logre sobrevivir a esta felicidad917, exclama
914
331
Por ello, la Leccin Prometeo que le sigue encuentra a los alumnos sentados
nuevamente en sus pupitres, expectantes, como si nada hubiera pasado despus de la
atroz secuencia de la gran limpieza de la Muerte.
Las irrupciones abruptas de la Fregona/ Muerte desactivan la ilusin que poda haberse
apoderado de las secuencias de alto clima emocional. Podra decirse, adems que la
intermitencia de sus apariciones reconducen constantemente las secuencias del
espectculo al punto cero, que cada una de ellas carecer conclusin y el curso del
drama ser retomado en otra secuencia de la fbula, al otro lado de la laguna de la
memoria y sin explicacin, porque el cruce de la laguna Estigia borra la memoria.
Mantena que
918
332
Si en la lectura las intenciones del autor son irrelevantes, resulta difcil no especular
acerca de las razones de esta contradiccin.
Para quienes conocieran la pieza literaria, quizs cumpliera la funcin de subrayar el
trabajo dramatrgico realizado a partir de ella y hasta qu punto La clase muerta deba
ser considerada de Kantor con Witkiewicz y no al revs.
En caso de desconocerla, el acceso a la fbula podra facilitar al pblico un
distanciamiento ms claro entre ella y la accin espectacular, a la vez que, desde otra
perspectiva, abonaba los fundamentos de su trabajo.
922
333
Captulo 3
Objetos antropomorfos, entre el objeto y lo humano
En esta ltima etapa del recorrido de los objetos kantorianos, se habr de abordar una
figura ambigua y problemtica en su potica como es la humana. Siempre situada en
alguna frontera que afecta y expresa su identidad: de la vida con la muerte, de la vida
con la escena, de s mismo con el otro.
Se la ha incluido en la taxonoma objetual porque en la prctica teatral de Kantor, si
bien no se confunde con un objeto, forma parte del mismo conjunto de signos teatrales
que configuran sus espectculos, en los cuales la especie privilegiada entre las especies
vivas contribuye del modo que le es particular -con su cuerpo, con su sensibilidad, con
su mente- a la creacin de los espectculos, pero sin que el lenguaje articulado le
otorgue la preeminencia escnica respecto del resto de los signos. Por el contrario, en
varios de ellos los actores y los objetos eran signos en tensin y en lucha por el espacio
escnico.
En el happening Embadurnamiento ertico (1967) los cuerpos de los actores -en
realidad, una buena decena de jvenes actrices desnudas, que yacan en posicin
horizontal- quedaban encerrados en un recinto circular de ocho metros de dimetro,
cuyo suelo estaba cubierto por
almidn disuelto en pegamento y arena suficiente como para darle consistencia firme.
Los cuerpos deban realizar los movimientos previstos manteniendo su posicin
horizontal:
actores haban quedado reducidos a formas embadurnadas establecan una distancia con el
espectador que no provena de
334
En su disputa con los objetos por el espacio vital en el espectculo En la pequea finca (1964)
de Witkiewicz los actores permanecan en gran parte en el interior de la finca, salvo que la
finca, literalmente pequea, no era otra cosa que un armario donde apenas tenan lugar para
moverse, mezclados con ropas colgadas de sus perchas y sacos de enfardar cereales -la pieza
transcurra en una granja- que en una de las secuencias se rompan y los cubran con las bolitas
de poliestireno que doblaban a las semillas. As, durante todo el espectculo los actores
actuaban entre y contra los objetos, tratados como uno de ellos, en una lucha en la que haba
pocas victorias y muchos armisticios.
No obstante, tanto lo objetual como la realidad inmediata propias de la etapa del happening
( 1965-1969) representaban fases en la prctica artstica de Kantor , si bien nunca renunciar a
sus conquistas sino que ampliar su campo confirindoles otras significaciones y yendo ms
all de la PRESENCIA materal, fsica, del objeto y el TIEMPO PRESENTE924.
El agotamiento del objeto se vio plasmado en el Asalto, donde el fragmento de silla que,
supuestamente, se completaba en otros espacios inaccesibles, apelaba al pensamiento, la
memoria y la temporalidad del espectador para su comprensin.
Este proceso de desmaterializacin del objeto abarcar en adelante a todos los dems signos del
espacio escnico, incluido el cuerpo del actor, abocado a la caducidad y a formar parte de la
materia artstica. Ser en adelante la condicin del actor, marcada por lo extrao y lo misterioso
y enormemente distanciada de la mitificacin de su figura, identificada en el teatro tradicional
con el personaje del hroe y con la representacin.
924
925
Continuaba con la
335
El que se ocupa de los objetos antropomorfos forma parte de los discursos de la ciencia
y la tecnologa, caractersticos de la cultura occidental, hasta el punto de que Ren
Descartes, con El tratado del hombre,
estableci el
la locomotora en
nuevos
arquetipos estticos.
Adems, entre los siglos XIX y XX la narrativa sobre autmatas, robots (y replicantes)
se constituy en un apartado nada desdeable dentro del nuevo gnero de ficcin
cientfica, escrita y filmada, as como en el teatro la marioneta, como yo ideal930 del
actor, intentara desplazar el cuerpo del actor del centro de la escena.
926
336
-y el
descubrimiento- de ese otro, de ese doble que interroga desde la superficie del
cuadro convertida en la superficie del espejo.
931
337
Solo un maniqu
En la primera parte del cricotage Kantor expondr los dos extremos de la vida en forma
de bodas y funerales y la aparicin de la Muerte tras la Novia, y finaliza con el Modelo
Desconocido vestido con un frac negro; el maniqu del ser humano universal, yaciendo
932
Machine of Love and Death (Mquina del Amor y de la Muerte). 1987. Instalacin, en Tadeusz
Kantor. migros muzeum fr gegenwartskunst, pp. 150-151. Ver Anexo.
933
PLESNIAROWICZ, Krzystof, en WITTS, Noel: Tadeusz Kantor. 2010. Routledge, London & Nwe
York, p. 25.
338
entre dos velas bajo la mirada de Kantor que contemplaba as su propio funeral, como
ya lo haba hecho en la pintura934.
El crtico Hal Foster935 interpreta que los maniques constituyen una forma de lidiar con
el trauma de las dos guerras que marcaron la primera infancia y la juventud de Kantor,
un retorno de lo reprimido y la importancia que la pulsin de muerte reviste en la
constitucin del sujeto. Si bien las interpretaciones de Foster revisten un dato de inters
para la comprensin de la biografa artstica de Kantor, esta investigacin no partir de
ellas ni se dirigir al analisis del inconsciente del artista sino a dar cuenta de los
significantes de la muerte en el espacio de su creacin.
Kantor entenda que la opcin entre ser una imitacin de la vida o plegarse a la
abstraccin en que se debatan Craig, Appia y los primeros vanguardistas teatrales ya
careca de sentido debido a los nuevos marcos de expresin que el dadasmo haba
introducido, con su concepcin de la realidad previa y la inclusin del azar.
934
Da questo quadro non uscir pi (De este cuadro no saldr ms). 1988. Pintura. KANTOR: La mia
opera, il mio viaggio, p. 229. Ver Anexo 38. II.486.
935
Tadeusz Kantor. migros muzeum fr gegenwartskunst, p. 80.
936
KANTOR: Ensayo: El teatro de la muerte en El teatro de la muerte, p. 243.
339
de comerciante, de anti-poeta y de
positivista; es decir, de Occidental941, que haba perdido ya todo sentido del ritual
original.
La escena primaria del origen del teatro era otro de los motivos de defensa del actor
que Kantor plantea en el Manifiesto del Teatro de la Muerte, guardando distancias con
la posicin de Craig. Recuerda que durante la Primera Guerra Mundial, cuando todo
937
bid., p. 243.
bid., p. 244.
939
ARTAUD, Antonin: Le thtre et son double. 1964. Gallimard, p. 55.
940
ARTAUD, Antonin: Le thtre et son double, p. 59.
941
ARTAUD: Op. cit., p. 61.
938
340
era destruccin, la decisin de los artistas en torno a Dad sigui siendo la ltima
posibilidad que les quedaba para intentar algo que fuera inconcebible, evocando
aquella primera vez en que un ACTOR apareci ante un AUDITORIO.
Segn Kantor, Craig interpretaba como orgullo o deseo de atraer la atencin sobre
s lo que a su juicio fue el acto de valor revolucionario de alguien que acababa de
tomar la temeraria decisin de separarse de la comunidad cultural. Desde su
perspectiva de la condicin del artista, ese ACTOR era un rebelde, un objetor, un
hertico, libre y trgico, por haber osado quedarse solo con su suerte y su destino942,
situacin transpolable a la del propio Kantor y otros artistas en Polonia durante el
rgimen comunista:
La existencia de criaturas creadas a imagen del hombre, de manera casi sacrlega y clandestina,
fruto de procedimientos herticos, lleva la marca de ese lado oscuro y sedicioso de la actividad
944
humana, el sello del crimen y los estigmas de la muerte como fuente de conocimiento .
A pesar de las coincidencias entre sus crticas y propuestas, Kantor siempre neg que
conociera la obra de Artaud 945 en la poca de la guerra y el Teatro Clandestino, en que
942
341
La
inestabilidad consista en otra forma de degradacin del sujeto, la que Bruno Schulz
propona como programa de la demiurgia secundaria que corresponda a la especie
humana:
Sus papeles sern breves, lapidarios, sus caracteres no tendrn proyeccin de futuro. Nos
comprometeremos a menudo a darles vida por un solo instante, para que realicen un solo gesto,
pronuncien una sola palabra. (...). Por ejemplo, a los hombres solo les daremos un perfil de la
cara, una mano, una pierna, solamente lo que su rol precisara. (...) Nuestra ambicin se resumir
en un ambicioso lema: para cada gesto un actor, para cada palabra, para cada acto, un
hombre948.
342
un modo en que el poeta y dramaturgo francs nunca supo o pudo materializar949. Este
se preguntaba si el teatro tendra su propio lenguaje, si fuera algo absolutamente
quimrico considerarlo un arte independiente y autnomo950, pero Kantor elabor el
lenguaje de su teatro y lo hizo independiente y autnomo de lo que abominaban ambos:
la representacin, la obra maestra literaria, la psicologa que se empea en reducir lo
desconocido a lo conocido; es decir, a lo cotidiano y ordinario951, y propone al teatro
como el nico lugar en el mundo y el ltimo medio de conjunto que nos queda para
llegar directamente al organismo952.
Cuando Artaud hablaba de un teatro que ejerciera sus poderes encantatorios sobre el
organismo, se refera, en realidad, al cuerpo, porque lo contemplaba desde la
oposicin de lo vivo orgnico con los objetos inertes. En los seres vivos existira una
dualidad: un cuerpo natural regido culturalmente por un organismo, creado segn
el orden de Dios de una vez para siempre. Artaud abogaba por la liberacin del cuerpo
de sus rganos, por rehacer su anatoma , pues cuando se le haga un cuerpo sin
rganos,/ lo habrn librado de todos sus automatismos para devolverlo a su verdadera
libertad 953.
La liberacin del cuerpo de las fijaciones orgnicas en el teatro de Kantor se har
mediante los modelos de actor y con la experiencia de la muerte y el retorno de los
personajes con su cuerpo al mundo de los vivos. Constituye una alternativa, en tanto
muerto, inerte, objeto, al cuerpo fijado en el sujeto articulado en torno a la divinidad y a
sus determinaciones culturales automatizadas.
949
Segn Stefan Zwerfel, para muchas audiencias de los setenta, el teatro de Kantor era el lugar donde
vieron el original artaudiano del teatro a.r.t.o. por primera vez. Tadeusz Kantor. migros muzeum fr
gegenwartskunst, p. 80.
950
ARTAUD, Antonin: Le thtre et son double, p. 106.
951
ARTAUD: Op. cit., p. 119.
952
ARTAUD: bid, p.p. 125-126.
953
ARTAUD, Antonin: Pour en finir avec la jugement de dieu, suivi de Le thtre de la cruaut. 2003.
Gallimard. Paris , pp. 60 y 61.
343
representados por las bodas, los funerales, las rutinas de la escuela, los desfiles militares,
las fotos-recuerdo. Pero no las imitaban porque no recordaban los actos de la vida -ni su
sentido-, que se escapaban por los huecos de su memoria. Por tal razn esos gestos
fragmentarios, esos intentos de acciones cotidianas incompletas -ms que acciones se
tratara de tropismos relativos al ritmo de la secuencia-, no podan entenderse ms que
como superficie, sin relacin con la nocin esttica y racional de forma ni con la de
ritual, desde el punto de vista antropolgico o religioso.
Todo ritual posee un propsito, una funcin teraputica, pero en lo que Kantor entenda
por ritual no haba propsito ni intencin pedaggica o curativa: El arte no se hace para
curar. Yo no soy un sanador (...) Yo soy partidario del veneno!954, declaraba
taxativamente a fin de que no se asociaran sus intenciones con la catarsis aristotlica,
cuyos efectos expurgatorios obedecan a la piedad y el temor955, cuando el artista
954
Pas toda mi vida embistiendo contra un muro (...) Estoy hecho de tal manera que debo tener un muro
contra el que golpearme la cabeza. KANTOR en SCARPETTA, Guy: Kantor au prsent. Une longe
conversation. 200. Actes Sud, p. 89.
955
ANNIMO: Sobre lo sublime/ ARISTTELES: Potica. 1977. erasmo textos bilinges. Bosch, Casa
Editorial. Barcelona, p. 237.
344
La muerte del cura en Wielopole, Wielopole carece de todo patetismo pero no de emocin;
de emociones mutuamente contradictorias pues resulta de un grotesco siniestro el giro de
su lecho mediante una primitiva manivela que asalta al espectador con la sorpresiva
aparicin de su maniqu muerto, oculto bajo el actor que lo mostraba moribundo, pero
vivo, del otro lado. Incluso su crucifixin tiene algo del grotesco goyesco, de juego cruel
-tiene lugar en la antecmara, que es el lugar de los juegos y la transgresin-, privada de
todo el patetismo inherente a la tpica escena.
La escena de Kantor est poblada de retornados del ms all, personajes que han dejado
su memoria y su conciencia de s en el cruce inverso de la Estigia, de las que no restan
ms que jirones. Son cuerpos en los que an late algo de vida, pero est desprendida de
955
KANTOR: Partitura de La clase muerta en Les voies de la cration thtrale, vol. 1, pp. 12-13.
345
todo relato, del tiempo cronolgico, de las razones para estar all, de todo propsito til el
cual, si lo hubo, ya no recuerdan cual fue.
Con el recurso a la muerte, Kantor haba accedido a una realidad extraa, no construida,
preexistente957,
Haba agotado ya, con el happening, la prctica de expresar la realidad por la realidad
misma la cual, desfasada de su aspecto pragmtico, haba sido rehabilitada 958 en el
campo artstico y nuevamente convertida, por desgaste, en un gesto esttico. No obstante,
en su caso, el happening haba continuado, de alguna manera, sus experiencias del
informal en el teatro, al atomizar cualquier relato vital en fragmentos autnomos,
separado el texto de la actuacin escnica y donde el cuerpo humano produca solamente
acciones repetitivas, carentes de discursividad. Con esas conquistas como prenda de su
incursin en un territorio que ya le resultaba estril para continuar creando, abord el que
se hallaba en los lmites entre la vida y la indiferenciacin, entre lo biolgico y lo inerte,
entre el cuerpo y el objeto.
Habamos visto que en esta etapa el cuerpo cuerpo del actor haba estado en pugna y
confundido con los objetos. En 1972 el Teatro Cricot 2 puso en escena Las hermosas y
los espantajos que incluy al propio cuerpo de los espectadores en esta operacin
degradante al hacerlos traspasar tambin una frontera hacia un espacio inapropiado.
El primer acto no tena lugar en la sala sino en un lugar puramente utilitario y de paso: el
guardarropas. A medida que iba llegando, el pblico era despojado de sus abrigos de
modo perentorio por dos actores, los gemelos Janicki uno de los cuales, cumpliendo la
funcin del encargado, los colgaba en los percheros que ocupaban casi todo el espacio
til.
Esta situacin inslita desautomatizaba a los espectadores, que pasaban a ser un elemento
de reteatralizacin ms, privados de su lugar natural en la sala y de su posicin
contemplativa.
Si bien los actores no pretendan implicarlos en la accin escnica, como era
fastidiosamente habitual en aquella poca, los asistentes perdan, en parte, su identidad al
haber sido despojados de uno de los dispositivos -la ropa- que contribuyen a dibujarla.
957
958
346
959
347
960
DANTO, Arthur : El final del arte, en El Paseante, 1995, nm. 22-23 y Despus del fin del arte. El
arte contemporneo y el linde de la historia. 1999. Paids. Barcelona, p. 33.
960
KANTOR: Op. cit., p. 243.
348
Desde el primer juguete hasta la escena teatral el hombre se crea un segundo mundo en el que
l, jugando, duplica su vida, se apropia de ella emocionalmente, estticamente, cognoscitivamente.
Iuri Lotman
Los reflejos, los ecos, los dobles, las almas no pertenecen al campo de la semejanza o de la
equivalencia; y as como no hay sustitucin posible entre los gemelos, no existe la posibilidad de
intercambiar la propia alma. Gilles Deleuze
Como el cuerpo, en la creacin kantoriana todo estaba repetido dos veces: la pintura y el
teatro y all, el espacio, el tiempo del pasado hecho presente espectacular; los personajes,
los actores y, en algunos casos, hasta los objetos que se transportaban o se reconstruan
de un espectculo a otro. La realidad de la vida estaba metamorfoseada en la realidad
teatral, el objeto real en el signo, el cuerpo real en objeto escnico. Incluso el actor, que
permaneca igual a s mismo -sea lo que fuere, momentneamente, lo que Kantor quera
significar con ello- respecto del personaje estaba repetido en otro actor y en el maniqu.
Las personas reales, como sus ntimos amigos ya muertos, Mara Jarema e Isaac Stern
estaban repetidos en la escena como fantasmas y de manera sarcstica, Kantor se
burla un poco de ellos caricaturizando algunas de sus circunstancias, como la militancia
de Mara Jarema en el partido comunista de preguerra y su hbito de vestirse en el estilo
de los revolucionarios rusos - como vesta Meyerhold- , con un capote negro de cuero,
que usar su personaje, la comisaria revolucionaria de la abstraccin, en Hoy es mi
aniversario,
Por su parte, Jonas Stern era un judo tpico, mstico, hijo de rabino circunstancia que
no le impeda ser un cuadro importante del partido comunista. Su transfiguracin962 as
como la transposicin963 a la escena de lo que Kantor consideraba contradictorio -un
artista que, a la vez, fuera un rgano de poder- constituy un desafo que resolvi de
manera potica y memorialstica -la memoria es selectiva, como la construccin
potica- presentndolo como vctima superviviente de su fusilamiento.
Estas maniobras le aseguraban que el personaje no se convertira en la representacin de
la persona real: las ocultaba bajo un objeto lejano, el personaje que trasladaba a un
962
Transfigurar: Hacer cambiar de figura a una persona o cosa . CASARES: Diccionario ideolgico de
la lengua espaola.
963
Transponer: Trasladar a una persona o cosa, ms all del lugar que ocupaba/ Ocultarse a la vista de
uno de una persona o cosa desapareciendo detrs de un objeto lejano. CASARES: Op. cit.
349
espacio ms all del que ocupaban 964en la vida; un ms all concretado en la escena
segn la condicin de la muerte, sinnimo del arte y la eternidad en la concepcin del
artista; el espacio legtimo al cual pertenecanJarema y Stern, repetidos bajo la advocacin
fragmentaria de alguno de sus otros.
Existe en la cultura occidental una extensa tipologa de carcter histrico, elaborada desde
que la nocin del doble apareci en los mitos asociada al andrgino y a los gemelos, en el
dualismo de la filosofa platnica, en la teologa judeo- cristiana del ser humano, creado
a imagen y semejanza de Dios y dividido en dos sustancias, el cuerpo y el alma. Tal
dualismo est en sus fundamentos, ya que suele referirse a dos y no a una multiplicidad de
sujetos.
En los dos ltimos siglos el tema del doble en la literatura confluy con la problemtica
identitaria y la disgregacin del yo, a travs de sus diferentes enfoques e intenciones. En
la novela Siebenks (Jean-Paul Richter,1776) el doble, el Doppelgnger, era el amigo
inseparable y complementario, de asombroso parecido fsico con el protagonista, trmino
que qued como paradigma en su tratamiento literario.
Goya haba planteado el asunto desde la perspectiva general de la naturaleza humana y
sus rplicas: el mueco, la marioneta, el maniqu y el autmata965. Claudio Guilln, en el
mismo sentido, sostiene que el tema del doble es el ms profundamente humano de todo
cuanto interviene la creacin966 al abordar el problema de la identidad como un gesto
reflexivo fundamental de la conciencia de s, atendiendo a que el significado de
Doppelgnger es aquel que se ve a s mismo.
350
doble inmerso en el orden de la repeticin, tema que cubre por entero su obra y motivo
que se concreta en la plstica con algunos ejemplos y mediante personajes, actores y
maniques en el teatro.
Como primera referencia, podramos mencionar una pintura titulada poca del nio
(1970)967, anterior en un ao a la primera aparicin de un maniqu en La gallina acutica,
en la cual dos cuerpos infantiles cabeza abajo, con los laxos brazos cruzados y de los que
solo aparecen los torsos, muestran una gran semejanza en sus rostros. Ambas figuras estn
a la derecha de una ventana que centra la composicin, a cuyo lado izquierdo aparece la
parte inferior de un solo cuerpo. El motivo de la ventana, que forma parte de los signos
teatrales constantemente repetidos en la escena kantoriana, alude a la confusa frontera
entre el adentro y el afuera, estatuto que los cuerpos infantiles parecieran repetir, ya que
estn algo solapados, a la manera de los siameses.
Kantor seguira pintando figuras infantiles duales (hay tambin otras mltiples) y
fragmentarias, como Figura embalada (1981)968, La clase muerta (1983)969 o un dibujo,
Nio con peridico (1982)970, en el que dicha figura carga a otra a la que est asociada por
el corte del cabello y el perfil del rostro, pero de menor edad y desnuda, que evocan a esos
otros que cargaban a sus espaldas los alumnos-viejitos en forma de maniques.
En tanto signos teatrales, los dobles forman parte del lenguaje, el orden otro al cual el
artista se remita, la ley que gobernaba su teatro y su pintura. A ese orden someti la
memoria, las situaciones insoportables de su biografa y de la historia, su credo artstico,
hasta incluir a los miembros de su familia a quienes desnud en sus otros de la
escena971.
967
KANTOR: Epoca del ragazzo (poca del nio). 1970. La mia opera, il mio viaggio, p. 202. Ver
Anexo.
968
KANTOR: Dal ciclo: Figure imballate (Figuras embaladas). 1981. La mia opera, il mio viaggio, p.
205. Ver Anexo.
969
KANTOR: La classe morta. (La clase muerta).1983. Op.cit.,p. 211. Ver Anexo.
970
KANTOR: Ragazzo con giornale (Nio con peridicos).1982, bid., p. 185. Ver Anexo.
971
La mirada de Kantor sobre su familia era ambigua, no siempre benvola ni tampoco exenta de humor o
de situaciones ridculas: es por este Otro como el sujeto intenta hacer aceptar, en el chiste, la expresin
de un pensamiento obsceno, absurdo o agresivo. CHEMAMA/ VANDERMEERSH: Diccionario del
psicoanlisis , p. 489.
351
en poca del nio, a la que pertenece el maniqu del Cura de Wielopole, Wielopole y el
Novio de No volver jams, as como el polmico Autorretrato de Hoy es mi aniversario.
2. el otro desdoblado: aparece en Figura embalada, donde las dos efigies fragmentarias
seran, en realidad, solo una
4. el otro espiritual: a esta categora perteneceran los artistas a los que senta
prximos por algunas circunstancias de sus biografas artsticas y vitales, Weit Stoss y
Meyerhold, que aparecan en la escena encarnados por actores. A ellos habra que
agregar la figura de Ulises -no el hroe mtico de la Odisea sino el Ulises degradado de
Wyspianski-, que retorn constantemente en sus escritos.
KANTOR: Autoritratto (Autorretrato). 1977. La mia opera, il mio viaggio, p. 151. Ver Anexo.
KANTOR: Ritratto della madre (Retrato de la madre). 1976. Op. cit., p. 150. Ver Anexo121. II.767.
974
RANK: Otto: Don Juan et le double. tudes psychanalytiques. 1973. Payot. Paris. En este texto Rank
hace un estudio histrico del motivo del doble en la literatura, desde el punto de vista psicoanaltico.
975
FREUD, Sigmund: Lo siniestro. y E.T.A. Hoffmann : El hombre de la arena. 2001. Torre de viento.
Barcelona.
973
352
En el mismo espectculo Kantor propona otro enfoque del doble que miraba, no hacia la
psicologa como en la secuencia antedicha, sino hacia el problema artstico de la
representacin; no en vano el espectculo transcurre en el cuarto del artista, presidido por
tres caballetes, uno de los cuales est ocupado por el Autorretrato y el opuesto, por la
Infanta de Velzquez, en una suerte de sealizacin de los caminos a los que puede optar
un artista : por la reproduccin o la creacin.
El primer acto daba comienzo con estos ya en escena, a los que se sumaban
posteriormente el Propietario del Cuarto y su sombra,
El personaje degradado del Autorretrato, que merece el desprecio del Propietario del
Pobre Cuarto de la Imaginacin/ Tadeusz Kantor es antagnico al de la Sombra cuya
distancia fsica y gestual con el Propietario no poda ser disimulada por el hecho de que
llevaran el mismo atuendo. Mientras la Sombra adivina sus pensamientos, el
Autorretrato lo imita977, desde la semejanza casi perfecta que el actor haba conseguido
mediante el maquillaje y la vestimenta, aunque su personaje mimara con cierto atraso
temporal los gestos y las frases de su referente.
Era la Sombra, en cambio, quien acompaaba sin conflictos al Propietario y si lo repeta
lo haca desde la alteridad y la diferencia de su condicin de sombra.
976
Gua del espectculo. Hoy es mi aniversario, en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2,
p.169.
977
DELEUZE, Gilles: Diferencia y repeticin. 2006. Amorrortu. Buenos Aires, pp.53-55.
353
Gilles Deleuze defina a la repeticin como una forma pronominal, un concepto sin
idea que actuaba como trmino referente. Distingua dos clases de repeticin: una, que
repite lo Mismo y se explica por la representacin y otra, que comprende la diferencia y
se comprende a s misma en la alteridad de la idea y en la apresentacin, a la falta de
una presencia entendida como real y verdadera con la cual confrontarse978. El otro, el
doble kantoriano, sera un efecto del lenguaje teatral, un simulacro producto del espacio
otro de la escena; espacio de la repeticin en la cual el doble no estn mediatizado por
la representacin sino que est hecho por segunda vez, como signos, encarnado en los
actores o de forma artificial bajo la forma del maniqu.
354
blasfematorio979 -en tanto repeta, en una segunda demiurgia, lo que haba sido
creado por la Divinidad- del maniqu.
pensamiento981, una de las pinturas que quizs mejor aluden a la dualidad pintura-teatro
(imagen-objeto) sea
La existencia de estas criaturas, hechas a semejanza humana, casi de modo blasfemo, clandestino, es
el resultado de un proceder hertico, la manifestacin de ese lado OSCURO, NOCTURNO, REBELDE,
que esconde la actividad humana. KANTOR: El teatro de la muerte, pp. 131-132.
980
En un estudio de Margit Schildrik los gemelos estn vistos como monstruos, seales tanto de prodigio
y maravilla como de lo ominoso; espectculos de s mismos que tanto eran venerados como temidos.
SCHILDRIK, Margit: "Posthumanism and the Monstruous body" , en Body&Society n1, vol. 2. 1996.
March. Sage Publications. USA, pp. 1 /14)
980
KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 100.
981
Tambin adverta que el teatro no se puede convertir en campo de aplicacin de efectos pictricos
como se entiende a menudo ahora. Violar la frontera de la pintura debe ser una necesidad. Y an cuando
se haya franqueado la pintura existe. Como nuestro pueblo natal. Es preciso operar en la totalidad del
arte. Y no olvidar de donde se procede. KANTOR: La mia opera, il mio viaggio, p. 22.
982
Basta star seduti-esco (Basta con estar sentado-salgo). 1988. KANTOR: Op. cit., p. 223. Ver Anexo.
355
multiplicacin sino por la fragmentaci en dos mitades; la simetra, la realidad sensible (el
fragmento de maniqu) y la
Los objetos migratorios de una puesta a otra son otra prenda de la repeticin. Como ya se
ha consignado en un captulo anterior, pero que recordaremos brevemente: en No volver
jams Kantor recoge objetos de puestas muy anteriores; algunos eran los mismos, pero
otros fueron adquiridos especialmente, como la segunda Baera de la Gallina Acutica,
o construidos de nuevo con distintas medidas, como el Armario. La repeticin dual se
manifiesta en ciertos objetos de doble funcin, como la Fregona-guadaa de La clase
muerta, la Cmara fotogrfica-ametralladora, de Wielopole, Wielopole o el Retrete-horca
de Que revienten los artistas! y se hace evidente en los personajes de los dos Jassidim,
los dos Obispos y los dos Rabbes y el Viejito con el Sosas de La clase muerta.
Pero en Que revienten los artistas! el Yo-del-autor -Kantor en escena- est repetido
en dos edades de su vida: Yo a los seis aos, encarnado por un nio, Michal Gorczyca, y
el Yo-muriente, un personaje teatral, como advierte el programa del espectculo, que
reviste Leslaw Janicki. Hay un cuarto personaje en la serie de repeticiones asincrnicas:
Yo en persona, autor principal.
983
356
personaje termina por asimilarse a la Muerte984, al igual que el Fotgrafo de WielopoleWielopole cuando su cmara funcione como metralleta.
Del mismo modo, el Propietario del Bar ser investido con las ropas de Ulises por los
msicos de la Orquesta de los Violines Ciegos en No volver jams. Previamente, el traje
-un capote militar, un sombrero de ala ancha y una bufanda- haba sido montado en una
especie de percha rodante de madera e introducido en la escena como si se tratara de un
personaje ms, lo que subraya la eficacia que Kantor conceda a la superficie -la
vestimenta- en la individuacin de un personaje con indiferencia a la adecuacin entre
este y el gnero del actor que lo desempeaba, el cual poda encarnar a ms de uno -Myra
Richlycka en el Doctor Klein/ Jehov (Hoy es mi aniversario)- en el mismo espectculo.
En cuanto a la repeticin encarnada en los maniques, el Cura , igual que la Novia en
Wielopole, Wielopole y esta y Kantor en el personaje del Novio -Que revienten los
artistas!- tenan el suyo, al igual que la Gallina Acutica en la puesta homnima y en No
volver jams.
En este espectculo y en Que revienten los artistas! Kantor despliega la repeticin por
similitud a una escala mayor que en el caso de los gemelos: en la primera puesta son los
ocho Generales del cortejo del Mariscal Pilsudski quienes aparecen con sus uniformes y
sus medallas, presididos por el Nio, que viste del mismo modo que ellos, como una
herencia o un destino.
984
KANTOR: Entrevista de Krzystof Miklasewski :Una clase muerta de Tadeusz Kantor o el nuevo
tratamiento de los maniques en el teatro Cricot 2 de Cracovia, cfr en Teatro de la muerte, p. 263.
357
En este punto y para analizar el motivo del maniqu en la escena kantoriana, habra que
volver la atencin a la que Freud prest al motivo del doble artificial (Olimpia) en El
hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann. En su estudio sobre Lo siniestro (1019)
establecer este rasgo perverso como propio del efecto de extraamiento que producan
cuerpos artificiales, que tanto podan seducir como resultar repulsivos.
El psicoanalista tom como punto de partida un artculo que Emil Jentsch haba
publicado en 1906, titulado Sobre la psicologa de lo siniestro, en el cual asociaba
dicho sentimiento a lo inslito. Freud admita que lo siniestro (Unheimlich), aquella
suerte de espantoso , al irrumpir en lo cotidiano y familiar causara sorpresa, porque se
trataba de algo irregular incrustado en la superficie tersa de lo ordinario.
Sin embargo, al repasar la genealoga del trmino que nombra a lo vernculo y familiar
-Heimlich-, observ que las acepciones que el uso le haba asignado a lo largo del
tiempo superaban la ecuacin siniestro-inslito de Jentsch. Dichas significaciones
discurran antes por el lado oculto y secreto, sustrado al conocimiento y, en
consecuencia, fuera de la conciencia humana, para alcanzar finalmente las
profundidades del inconsciente y lo peligroso.
La ambivalencia se converta en paradoja cuando, finalmente, lo que era Heimlich, lo
conocido y libre de fantasmas, se haba convertido en su contrario, en Umheilich el
cual, no obstante, conservara como parte de s mismo algo del Heimlich originario985.
985
FREUD: Sigmund: Lo siniestro / E.T.A. HOFFMANN: El hombre de la arena. 2001. Torre de Vie.
358
Otro tanto podra decirse que ocurra con los maniques kantorianos, que guardaban
algo de ese Heimlich en los componente mimticos que asociaban los maniques a los
actores -el del Padre Smetana al actor Stanislaw Richlicki, el Novio al propio Kantor-,
pero surga el fantasma de lo Umheilich porque, ms all de las apariencias de
semejanza, estos no eran las representaciones del original vivo, sino prendas del ms
all signadas por el sello de la muerte y de lo inanimado; lo que nos esperaba en un
futuro, que se situaba ahora en el mundo paralelo del presente.
Adems, en tanto el maniqu ya haba consumado su propia vida posea una
CONCIENCIA SUPERIOR, de la cual estaba privado el actor vivo y que estableca
una diferencia a favor del maniqu986, que se eriga como su modelo absoluto e inmortal.
359
ms que una reproduccin utpica de la figura del actor, una noble restitucin al lugar del
que haba sido desplazada por la criatura orgnica imperfecta en la noche de los tiempos.
Por el contrario, el cuerpo artificial kantoriano era un extrao otro que se situaba en el
rango ms bajo y formaba parte de otra serie.
No lo consideraba un pharmakon para salvar al teatro de la irrelevancia, como soaban
Craig, Appia y otros renovadores de principios del siglo XX, sino como parte del carcter
de peste y de veneno -Artaud y Kantor, respectivamente- que deba regir el nuevo
teatro.
El maniqu no estaba all para sustituir al actor, sino para colocarse frente a l como una
especie diferente y como su modelo de actuacin990, vaco de toda intencin psicolgica o
de energa vital. Y estaba all, desafiando a la Creacin de un modo ilegal, encarnando
el aspecto hertico, una manifestacin de ese Lado Tenebroso, Nocturno, Rebelde, de la
actividad humana, del Delito y de la Huella de la Muerte en tanto fuente de
conocimiento991 , en palabras de Kantor, que tambin podran definirlo en su actitud
como artista.
Kantor remita su genealoga al Tratado de los maniques de Bruno Schulz, smiles del
cuerpo humano privados de psiquis, pura materia, como haba imaginado Craig a la Super
marioneta.
Su figura recordaba a las del museo de yesos que evoca Schulz en Las tiendas color
canela, cuya inmovilidad los colocaba al otro lado de la vida mientras pretendan
representarla, perocel haba podido concretar materialmente lo que en en escritor haba
sido solo un presentimiento992.
Con su pura presencia de cuerpo opaco llamaba a la emocin a travs del terror o la
aprensin que provocaba, pero tambin al desciframiento que nunca se agota, porque el
maniqu est vaco o demasiado lleno, como todo significante en el campo del arte.
A diferencia de la marioneta, que representa a un personaje, por muy abstracto o
simblico que se quiera, el maniqu est; solo se refiere a s mismo porque es la pura
existencia literal sin motivo, sin destino y sin tiempo.
990
Y, lo que es ms esencial, el Maniqu, en mi teatro, debe transformarse en un modelo por el cual pasa
el vivo sentimiento de la muerte y la condicin de los muertos. Un modelo para el actor vivo.
KANTOR:Entrevista de Krzystof Miklasewsky, La clase muerta, p. 270.
991
KANTOR: Op. cit., p. 270.
992
KANTOR: bid., p. 270.
360
La eleccin del maniqu como modelo para el actor no era arbitraria: Kantor buscaba para
su teatro revivir la CONMOCIN que podra calificarse de metafsica del primer actor,
EXTRAO como un muerto , en el cual la comunidad vio, como a la luz cegadora de
un relmpago, la IMAGEN trgicamente payasesca DEL HOMBRE, como si la vieran
por PRIMERA VEZ, como si se hubieran visto a S MISMOS993. En efecto, los actores
del Teatro Cricot 2 llevaban un maquillaje espeso, color tiza, que los asemejaba a los
payasos trgicos y a la mscara de la muerte, impresin subrayada por la fijeza de la
mirada como si esta se dirigiera a algo que estuviera ms all -la mirada de Kantor en
su autorretrato desnudo994- , el lugar de donde provenan; la mirada de las muecas.
361
encima del otro, un gran sombrero, una bufanda y un par de botas de caminante.
Esta accin duraba mucho tiempo en el cual el muerto era tironeado, a veces colocado en
el suelo, puesto nuevamente de pie y sostenido, en una secuencia que aunaba a una
vertiente cmica otra irrespetuosa, a causa de la inconsiderada manipulacin a la que era
sometido, como si fuera un maniqu, al tiempo que los rostros de los deudos, de expresin
lejana, no dejaban traslucir ningn estado de nimo especial mientras cumplan con el
grotesco ritual.
Una vez vestido, le alzaban el ala sombrero y, como si el gesto pusiera en marcha un
mecanismo oculto, lo que pareca un maniqu inerte comenzaba a moverse de un modo
lento y convulso, como si todos sus miembros fueran independientes entre s y no
pudieran coordinarse. Cada paso que consegua dar pareca impulsarlo hacia atrs y no
hacia adelante, por lo que esa agnica marcha tardaba ms de cinco minutos en atravesar
los quince metros escasos del escenario para desaparecer por un costado.
Desde la sala se dudaba en todo momento, con un estremecimiento de angustia y rechazo,
de cual fuera la naturaleza del personaje;
En el espectculo sobre el texto de Kolts Una noche despus de los bosques, el actor Oscar Muoz
expres, en una conversacin posterior con el pblico que, respecto del actor, la emocin vena o no
vena y era el pblico quien deba experimentarla.
996
KANTOR: El teatro de la muerte p. 245.
362
Kantor caracterizaba a los maniques en dos categoras: como dobles de personas vivas
dotados de una CONCIENCIA
363
En compaa del actor la impresin de muerte del maniqu se acentuaba pues, como
observ Iuri Lotman la posibilidad de comparar con el ser viviente aumenta la apariencia
muerta del mueco, cuya yuxtaposicin presta un nuevo sentido a la antigua oposicin
de lo vivo y lo muerto1005 . Lotman sealaba, adems, que el desplazamiento de lo vivo
por lo muerto proporcionaba una imagen del sistema de la cultura en la cual la mquina,
muerta en esencia devino en imagen de la vida a travs de los autmatas. Apuntaba,
tambin, a la doble estructura del mueco: una cara vuelta al mundo acogedor de la
1002
364
El maniqu como modelo de actor forma parte de la etapa en que Kantor haba madurado
sus principios tericos en torno al teatro de la muerte. Su precedente genealgico era la
figura de cera, el actor ideal de Maeterlink en su teatro de androides y sombras. El poeta
era uno de los autores preferidos de Kantor, de quien conoca todas sus obras1007 y de
cuyas figuras de cera retuvo la apariencia de vida y la eternidad con las cuales fue
conformando su modelo de maniqu. Era el signo que le permiti a Kantor realizar lo que
en palabras de Henri Bataille, fue un viaje al extremo de lo posible, sin misticismos,
abandonando lo discursivo y lo conceptual, para llegar a ese lugar del hundimiento, del
1007
KANTOR, Tadeusz: Le Thtre de la Mort. Textes runis et presents par Denis Bablet. 1977. LAge
de lhomme. Lausanne, p. 239.
1007
Cfr. GROUPE H3: Heterologies. Pour une d-naturalisation de la critique littraire et artistique.
2000. Presses Universitaires de Perpignan, p. 79.
365
sinsentido1008, al lugar de la muerte. Desde all volver para capturar la mirada del actor
quien se mirar en el muerto y en el maniqu para dejar aun lado la tcnica actoral, si la
posea, y emprender el juego actoral en el cual sin dejar de ser l mismo, ya era otro.
El artista quien, de todas las profesiones artsticas quizs arriesgue ms, [es el actor-creador],
porque crea una obra de arte de s mismo, de su organismo, de su cuerpo y de su interior. El actorobra de arte, el hombre obra de arte... Tadeusz Kantor
Al comienzo de este captulo se haba justificado la inclusin del actor entre los objetos
antropomorfos debido a que, a pesar de participar como creador en los espectculos,
Kantor
Hay ciertos aspectos en la idea de actor que el artista fue construyendo a lo largo de su
creacin que lo situaba entre el ser humano y el objeto. Del ser humano, individuo
1008
366
En la Polonia en que Kantor desarroll su actividad teatral haba una divisin muy rgida
entre el teatro profesional y el amateur. El primero gozaba de subvenciones pero
estaba sometido a la censura de los responsables de cultura, todos miembros del partido
comunista, razn por la cual Kantor se mantuvo siempre en una semi-profesionalidad que
obligaba a los actores a ganar su vida en otros menesteres ya que el Teatro Cricot 2 nunca
solicit ni obtuvo subvenciones y los espectculos nunca tuvieron la periodicidad exigida
a una compaa profesional, como denotan las fechas de los montajes, separadas por
varios aos.
Adems, para poder trabajar en un teatro profesional era preciso pasar por una escuela
reconocida y obtener la graduacin en la especialidad correspondiente como Kantor,
quien perteneci a la profesin teatral durante muchos aos como escengrafo en los
teatros oficiales en virtud de su titulacin en Bellas Artes1010.
Aldona Skiba-Lickel recoge el elenco de actores del Cricot 2 desde 1942 a 19901011. De
los sesenta y tres nombres que consigna -tres de ellos pertenecan adems al equipo
tcnico, a los que Kantor adjudic un papel en ciertos espectculos- slo doce en total
eran actores profesionales; el resto fue reclutado entre personas de la calle, pintores, un
msico, una escritora, un dramaturgo, una terica del teatro y dos crticos de arte; que
compartan sus ideas sobre la pintura y el teatro y colaboraban con l en ocasiones o de
forma permanente1012.
Todo actor kantoriano se someta a una dura manipulacin por parte del artista, como si
de un objeto se tratara y su condicin se asimilara a este en muchos aspectos, actorales y
1010
367
montando; cada personaje exiga una determinada tcnica para encarnarlo y Kantor
siempre neg que siguiera alguna clase de mtodo aduciendo que, en tal caso, no
habra podido hacer nada interesante1013.
En el caso de Stanislaw Rychlicki quien, con su esposa Mira eran los nicos actores
profesionales en una poca del Teatro Cricot 2, Skira-Lickel observa en el actor el
contraste entre un tcnica remarcable y el rechazo de esa tcnica. Como si Rychlicki, fiel
a Kantor, quisiera ridiculizar su oficio, construyendo su personaje sobre la profanacin y
de este modo, segn la autora, lograr protegerse a s mismo en escena1014.
La inclusin sin ms-un tanto fcil, a nuestro juicio- del actor entre los objetos por parte
de la crtica parece haber inducido a la estudiosa, actriz y directora de teatro, a comprobar
si este juicio era compartido por quienes supuestamente lo sufran y en esa direccin
conducen algunas preguntas, que incluy en todas sus entrevistas, sobre esta
particularidad del actor kantoriano.
En su condicin de actriz y directora profesional la posibilidad de que el actor fuera
manipulado como un objeto pareca producirle una cierta preocupacin o escndalo, dado
que en algunos casos1015, prcticamente induca las respuestas en la direccin que ella
defenda. Tambin se puede apreciar el carcter algo incisivo y hasta polmico de alguno
de sus dilogos con Kantor sobre el tema.
368
En la etapa del Teatro Informal Kantor sostena que mediante el objeto poda reducir la
individualidad del actor,
humanas, pues en el arte informal no haba hombre sino materia viviente, como en
los textos de Schulz. Que un traje colgado de una percha dentro de un armario hable de
amor sin expresar ni sentir absolutamente nada representaba la oposicin ms radical
al revivir de Stanislavski. Y conduca, segn Kantor, a eludir la polmica antinomia
entre actuar y ser, ya que lo buscado por el artista era transmitir la emocin al
pblico, no provocarla en el actor quien, a cambio, deba actuar muy bien para que esto
sucediera1017.
Desde la perspectiva del actor profesional, el actor kantoriano puede considerarse un noactor1018 en tanto no construye el personaje, sino que va siendo construido con el
espectculo, cometido que Kantor se reservaba al aceptar o rechazar sus propuestas
durante el perodo de preparacin y ensayos, segn esa idea nica en torno a la cual lo
creaba.
369
Es muy revelador, respecto del mtodo de reclutar actores, el testimonio de Jan Ksiazek,
de profesin cerrajero en el Teatro Stary, que comenz a hacer algunos trabajos tcnicos
para Kantor en 1972.
Ksiazek: Kantor me puso en un pupitre [de La clase muerta]. Y muchas veces suceda
de esa manera. Pero agrega algo ms acerca de la dbil frontera que separaba la vida de
la escena:
... nunca nos dbamos cuenta en qu momento estbamos en el escenario. Mi obligacin era
hacer tantas cosas antes del espectculo, preparar la escena, etc. .... que finalmente no tena
demasiado tiempo para concentrarme en el momento de subir al escenario1020.
Como tcnico del Teatro Stary el actor-cerrajero tena gran experiencia en todo lo
referente al teatro y poda percibir fcilmente las diferencias entre los actores kantorianos
y los profesionales. La ms acusada resida en que el actor profesional estaba habituado
a tener toda una estructura que lo apoyaba en su trabajo. Por otra parte, observaba, era
como un animal amaestrado que saba el texto de memoria de un modo tal que, si llegaba
a equivocarse, era incapaz de continuar.
Por el contrario, agregaba, el actor kantoriano estaba solo para ocuparse de todo y en
cuanto al texto, consideraba que el dilogo tena poca significacin frente a lo
verdaderamente importante: el gesto, la palabra, la visin, la plstica.
Otra de las diferencias con el teatro tradicional consista en que no haba papeles
principales y secundarios porque el espectculo era un conjunto de muchos elementos
cuya importancia era la misma. Adems, todos los personajes vienen de la vida (...) de la
vida de Kantor, como nosotros1021.
Kantor subrayaba siempre que sus actores no eran intrpretes, desde la perspectiva de la
tradicin stanislavskiana reinterpretada por sus discpulos y seguidores. Insista en esa
diferencia porque de sus escritos no se poda deducir qu pasaba en la realidad de los
ensayos y en su trato con los actores. Respecto de la relacin con estos reconoca que, al
igual que Stanislavski, posea la facultad de descubrir de inmediato en un hombre todos
sus defectos ... sobre todo los defectos, las cualidades no son tan interesantes 1022.
1020
370
En oposicin al ser otro del teatro de raz stanislavskiana, Kantor sostena que el actor
deba ser l mismo, representar su propio papel con la materia de su ser, de su
carcter, como si un fantasma se hubiera apoderado de l, un personaje salido de la
pieza de Witkacy [Witkiewicz] o de mi imaginacin de autor, pero cuando recitara el
texto deba hacerlo de una manera extraa al tratarse del texto de otro, deba
comportarse como el dibbuk de la religin juda.
Esta figura representaba a las almas errantes que no podan descansar en paz debido al
peso de sus pecados por lo cual se reencarnaban en un cuerpo vivo y lo posean. A la
inversa, tal posesin se consideraba un castigo a los pecados del posedo en una rueda
infernal, en la cual posedo e ncubo permanecan separados; uno con su vida cotidiana y
el otro, inmaterial, hablando desde el cuerpo ajeno de asuntos ajenos.
En el folklore judo el dibbuk estaba representado por una mujer intrigante, a quien todo el
mundo conoca pero sin que fueran reconocidos por ella, que estaba ocupada por un
muerto que no perteneca a ese lugar. Con el actor pasaba algo semejante: era el muerto
quien usaba su cuerpo para moverse y hablar en la escena, mientras l permaneca igual a
s mismo.
En esta separacin del cuerpo y el espritu, en este despojamiento del espritu propio para
ser invadido por el espritu de un desconocido resida la relacin actor/ personaje en el
teatro de Kantor y caracteriza a los personajes de La clase muerta, los Viejitos-alumnos
posedos intermitentemente por los del drama de Witkiewicz.
Lo que le ocurra al
personaje en escena, pasa[ba] por su boca sin haber pasado por su cerebro, alegaba
Kantor, a la par que reconoca su incapacidad de explicar esta circunstancia, de orden
metafsico, de una manera razonable1023.
Ahora bien, ese espritu de muerto, ese ncubo que es el personaje, a diferencia del
dibbuk, es tambin una construccin del propio actor. Las numerosas entrevistas que ha
realizado Skiba- Lickel lo atestiguan casi sin excepciones, difiriendo solo en el grado de
manipulacin al que estos se sentan sometidos.
En una de ellas, acerca del Teatro Cero, la autora subrayaba que en ese perodo Kantor
defina el tipo de trabajo que buscaba de los actores con expresiones tales como no
1023
KANTOR: Ma voie vers le thtre de la Mort en Annuaire International du Thtre, 1978, p. 13, cfr.
en SKIBA-LICKEL: Lacteur dans le thtre de Tadeusz Kantor p.70 y entrevista El actordibbuk en op. cit., p. 70.
371
1024
La cursiva es ma.
SKIBA-LICKEL: Lacteur dans le thtre de Tadeusz Kantor, pp. 39-40.
1026
SKIBA-LICKEL: Op. cit., p. 40.
1027
SKIBA-LICKEL: bid., p. 40.
1028
SKIBA-LICKEL: bid., p. 121.
1025
372
Kantor necesitaba otra clase de actor para su teatro. Su mtodo de seleccin y su trabajo
atestiguan en la prctica lo que afirmaba en sus escritos tericos.
Precisamente,
refirindose a ese momento teatral en que el actor se vea molestado por los objetos y
obligado a una actuacin sin actuacin, resulta esclarecedor el testimonio de Mira
Richlycka.
Ella encarn a la Gallina acutica sumergida en una baera de agua caliente, en una
posicin incmoda, desde la cual procuraba hacerse or del pblico mientras los dems
actores le arrojaban agua o trataban de ahogarla. Ella intentaba impedirlo por todos los
medios a su alcance y atribua la gran veracidad de la escena a que no se trataba de un
juego actoral sino de una situacin en la frontera con la realidad.
Por otra parte, crea que todos los impedimentos impuestos por Kantor, antes que molestar
a los actores, los ayudaban en las situaciones difciles; haca que saliera de [ellos] lo
que normalmente no poda[n] haber conseguido. A su juicio era posible que ese trabajo
con los objetos y las dificultades en que estos los colocaban haba permitido que se
volvieran ms prximos al actor, en tanto lo ayudaban a construir el personaje.
Recordaba que en el momento en que sus compaeros le hundan la cabeza en el agua, la
actriz era ella misma, tratando de respirar1029.
Otro de los actores, Andrzej Welminski, quitaba importancia a la condicin personal que
jugaba un papel tan relevante en la eleccin de los actores. Subrayaba, en cambio, la
primaci de la actuacin, que deba mantenerse siempre acorde con la idea principal; es
decir, con la visin de Kantor.
Al ser tambin pintor, Welminski comparta su idea acerca del juego escnico como una
relacin de fuerzas: alguien tiene un papel positivo, otro un papel negativo, un tercero un
papel neutro, con lo cual el juego escnico ocurre entre los personajes1030.
refiere a los movimientos de grupo como precepto escnico fundamental, junto con la
relacin con el espacio.
Actores y objetos, todos los elementos del espectculo deban estar en relacin con el
espacio escnico, continuaba Welminski: No hay ms agujeros en el espacio. Hay reglas
1029
1030
373
se atribua a los
En Los zapateros cont con cierto nmero de actores franceses formados en su tradicin
teatral quienes no se fiaban mucho de Kantor y sus mtodos porque an careca de la
consideracin internacional de que disfrut despus de La clase muerta.
Juzgaban su propuesta muy vanguardista y no demasiado teatral en trminos franceses,
pues cort mucho texto y en cuanto al que quedaba,
1031
374
y, a pesar de que durante los ensayos haban conseguido la atmsfera concebida por
Kantor, el cambio de espacio de los ensayos al teatro donde tuvo lugar la representacin
hizo que se perdiera, pues en el lugar teatral tradicional, los actores volvieron a los
hbitos adquiridos de vocalizar y proyectar la voz para que la audiencia los entendiese.
De ese modo, se rompi el ritmo del espectculo, el juego y el equilibrio de fuerzas que
Kantor buscaba en la escena y esa experiencia lo hizo reacio, en adelante, a trabajar con
personas a los que no conociera bien1035.
Hay que subrayar que los actores que reclutaba el dramaturgo, en su mayor parte acudan
porque queran trabajar con Kantor, ya estaban trabajando con l o lo haban hecho,
interesados ms en su persona y sus propuestas teatrales que en las posibilidades de hacer
carrera y dinero. Por ello, debemos insistir en su mtodo de alistamiento fundado en
las relaciones privadas, en conversaciones... (...) Quera conocer la estructura psquica de cada
uno para poder utilizarla lo mejor posible en la escena. La mayor parte del tiempo, el personaje
creado en la escena por Kantor responda a los rasgos psquicos del actor que lo encarnaba 1036.
El resultado era, no un personaje de Kantor sino ms bien con un actor que fuera
idntico al hombre que estaba sobre el escenario; un actor que adquira su condicin
por el solo hecho de entrar en escena
1037
escnicos, no tena que demostrar nada. La dificultad consista en que, a diferencia de los
objetos, los actores deban someterse durante los ensayos a un trabajo muy arduo y
exigente como cualquier actor del teatro tradicional, para ganar un sitio que ellos, los
objetos, tenan ganado de antemano.
Marie Vayssire, quien particip en los dos ltimos espectculos de Kantor pudo
contemplar la condicin del actor kantoriano desde una perspectiva ms abierta, ya que
ella no posea una preparacin formal y no le interesaba una carrera de actriz al uso ya
antes de conocer a Kantor : yo iba a mi manera, aclaraba a Skiba-Lickel en la entrevista
Sostena que los actores del Cricot 2 eran verdaderos actores puesto que su trabajo no
necesariamente debe referirse a tal o cual tcnica, sino que se trataba de saber
escuchar, concentrarse, estar disponible, soportar bastantes cosas.
1035
375
Crea que lo principal en su relacin con Kantor era tener claro cual era el contrato que
la reuna en la escena con la persona que lo observa y lo manipula todo. Tambin
aceptaba explcitamente que un actor es verdaderamente una materia, una materia
esencial para [Kantor].... La actriz tuvo un momento de vacilacin, para agregar de
inmediato: ...es cierto que eso no es manipular, en cierto sentido..., y admiti que todos
los directores lo hacan de manera ms o menos perversa o ms o menos abierta1038.
el actor que
376
con el actor stanislavskiano, porque era l mismo, cargado con todo el bagaje de sus
predisposiciones, de sus destinaciones, aquellas que haban llamado la atencin del
artista. Poda abandonarlo momentneamente cuando quisiera fundindolo con el ritmo
total, el continuo flujo de la materia escnica. Por otra parte, muchas de sus actividades
en la escena forman parte tambin de la zona humana, fuera de la vista del pblico;
actividades elementales que no le exigan ser otro.
Consecuentemente, como se ha
Kantor tuvo necesidad de sustituir a Jerzy Stoklosa, quien encarnaba a uno de los
Soldados de la Primera Guerra Mundial en Wielopole, Wielopole. Independientemente de
la cuestin del gnero, que para el artista era indiferente, este le haba pedido a
Welminska que actuara con la virilidad de Stolkosa, con la belleza de su cuerpo joven,
con sus 1,90 m y su rostro fantstico y cuando le objet que era una mujer pequea, sin
las cualidades del actor a quien iba a reemplazar, recibi esta respuesta:
Querida, en mi teatro no hay sustitucin de personas. T debes reemplazar a un personaje. No
debes reemplazar a Jacek Stoklosa; eso es imposible. Debes despertar las mismas emociones que
despertaba Jacek en ese espectculo.(...) Pero debes hacerlo mediante tu cuerpo frgil. Tu misma
entrada a escena debe ser diferente. Al entrar, mirars al pblico imaginndote que son los
ltimos momentos de tu vida. Ya has aceptado tu muerte, has aceptado tu desaparicin y en tu
rostro, quiero ver la victoria sobre el miedo. Pero el miedo que debes combatir no es el miedo a la
muerte o de un peligro: es el miedo a ese papel1042.
377
literario, no la personalidad ni las emociones -o los defectos- de los actores quienes han
creado al personaje dramtico. Esos hamlets y esos segismundos masculinos o femeninos
sern siempre personajes dialectales; no constituyen otra lengua, a diferencia de la
propuesta de Kantor respecto de los, que estarn siempre referidos a la identidad del actor
con su cuerpo como significante, ya significado previamente antes de subir al escenario,
en lugar de estar colgados de un fantasma, de un personaje literario.
As como Kantor tomaba a la realidad cotidiana previa como un extenso ready-made, la
aislaba de su funcin y su finalidad para hacerla vivir una existencia autnoma
1044
, el
actor tambin ser para l un ready-made sui generis y el personaje, una repeticin,
tambin sui generis, del actor cuyo cuerpo convocar los tiempos paralelos de la persona,
del comediante y del personaje. Una trampa emocional para ojos y sensibilidades
adormecidas por el runrn de la costumbre.
No es verdad que el hombre MODERNO sea la mente triunfante sobre el miedo. No lo creis! El
miedo existe. El miedo frente a la luz exterior, miedo frente al destino, frente a la muerte, miedo frente a
lo desconocido, frente a la nada, frente al vaco. KANTOR: Pequeo manifiesto. 1978. en Teatro de la
muerte y otros ensayos, p. 139.
1044
KANTOR: Mthode de lart dtre acteur en Les trois mousquetaires, p. 157.
378
Durante la poca de la guerra (Teatro Clandestino) apareci una tensin entre los modelos
abstractos de Balladyna, inspirados en el Constructivismo y la Bauhaus, y la imposicin
de la realidad que se revelaba a su vida como insoslayable mediante la aparicin del
objeto real. Este lo condujo a la concepcin del modelo de un actor real teido de
objetividad cuyo emblema fue la aparicin de Ulises mediante un bulto indiscernible a
quien nadie de entre el pblico hubiera podido reconocer como un ser humano, ni los
personajes escnicos como Ulises. El actor, como el objeto, estaba modelado segn la
realidad de ltimo rango de origen schulziano, que dio un vuelco a su teatro.
El fin de la guerra (Teatro Libre) y la implantacin del rgimen comunista abri una
etapa de crtica radical a la tradicin en una especie de cruzada anti-teatral que coincidi
con la fundacin del Teatro Cricot 2 en 1955, que se prolongar hasta 1975. En esta
etapa el modelo de actor responder al grotesco circense y la aproximacin sui generis a
la biomecnica de Meyerhold.
Asomar el bio-objeto en El Pulpo a travs de la Cabeza de Pablo Pocacosa, el
protagonista, y el maniqu, materializado en sus Dos esposas muertas. Del circo proviene
la presentacin del papa Julio II, un payaso con maillot/ cubierto de vendas, como una
momia1046 que tambin anuncia el embalaje.
De modo que en esta etapa el modelo de actor es una especie de collage de diversas
tradiciones y nuevos hallazgos, como Kantor define a su proyecto de puesta en escena del
texto de Witkiewicz1047. El modelo de actor ser coherente, pues, con esa concepcin
heterclita del espectculo.
El arte Informal que dominaba entonces las artes plsticas constituy un til aliado para la
1045
379
campaa de demolicin del teatro tradicional que Kantor haba emprendido, en tanto la
destruccin de la forma y la autonoma de la materia, el gesto y la mancha provean de
otros tantos modelos sobre los cuales ir edificando su nuevo teatro (Teatro Informal). En
consecuencia, el modelo de actor reducir su individualidad hasta la frontera con el objeto
y en lucha con l (En la pequea finca) , cercano al clown y a lo grotesco, aspectos que no
abandonar en adelante pues las notas que va arrastrando de un modelo a otro
permanecen, asordinadas, en los sucesivos.
Esta etapa se radicaliza an ms con el Teatro Cero (El loco y la monja) de principios de
los sesenta, caracterizada por una actuacin indiferente, cansada, la actuacin sin
actuacin en la cual aparecer el modelo del actor-viajero-vagabundo que equipara el
teatro con el viaje de la vida. Los actores van vestidos con atuendos de viaje, cargados
con paraguas, cajas, maletas y mochilas.
Su inopia actoral condice con la fatiga de su eterno viaje que acabar en el Teatro
Happening, con la desaparicin del actor y su confusin con el pblico, el comienzo de la
preexistencia del actor, de su transformacin en l-mismo.
La ausencia de modelo teatral remiti a la pintura, a La leccin de anatoma de
Rembrandt, motivo sobre el cual Kantor mont el happening con que quiso encarnar el
fin del viaje de la ficcin. En la camilla el cuerpo del actor yace como un objeto vaco,
pura materialidad sin espritu, con el que asomara el futuro modelo del muerto.
Como la aniquilacin del teatro ya haba sido cumplida con creces en las fauces de la vida
real, el modelo del actor/espectador del happening y la vida corriente perdi su poder de
conmocin y Kantor busc en su extremo opuesto, en la condicin de la muerte, un nuevo
380
desaparicin en el pblico.
Por otra parte, el modelo del maniqu con una identidad debilitada frente a la del actor,
que deba ser l mismo y su personaje, le proporcionar a Kantor el tipo de tensin que
caracterizaba a su teatro. Asimilado como parte de esta dupla, el objeto perder el
protagonismo de que haba gozado en etapas anteriores, convertido en bio-objeto, en
compaero del actor, quien resucitar desde su desaparicin en la multitud del Teatro
Imposible, como retornado del territorio del ms all y, como Lzaro, convertido en
otro.
La clase muerta fue montada desde el texto de Witkiewicz. A pesar de que el dramaturgo
privilegiaba al actor y el mtodo de actuacin que exigan sus infra-tragedias hua de
toda representacin
fantstica1048 que impregnaba los personajes del dramaturgo, estableciendo el modelo del
actor dibbuk, en virtud del cual los personajes de Tumor Cervical se infiltraban en los
cuerpos de los Viejitos-alumnos de La clase muerta.
Este ser el ltimo modelo de actor, el que proviene del fondo de nuestro subconciente
y el instrumento mediante el cual Kantor puso en escena la metafsica1049. Podra
decirse que el actor-dibbuk ser, ms que un modelo, una estructura que repetir con
algunas diferencias: en Wielopole, Wielopole y en ausencia de un texto preexistente, los
fantasmas familiares de Kantor impregnarn la vida de los actores-dibbuk para que estos
recobren la que ya haban abandonado y que no abandonar ms.
Sobre ella construir los modelos asociados a la muerte: el muerto (la familia de Kantor y
sus allegados, el Cura y el Rabino, su padre asesinado en Auschwitz con todas las
vctimas de los campos de concentracin y del stalinismo), y el soldado (vctima de las
dos guerras, muerto preexistente destinado a la muerte).
El modelo del muerto ofreca la posibilidad del espectculo (el funeral) y el hecho de estar
1048
1049
381
del otro lado confera aquella extraeza que Bajtin observaba en la palabra, en tanto
exclua a todos los signos escnicos de su serie semntica habitual y propiciaba el
desprendimiento del objeto del valor y del acontecimiento, de la necesaria serie ticocognitiva1050.
Los muertos son adorados y rechazados; infinitamente ajenos, irreversiblemente
diferentes, despojados de todo significado y al no ocupar ya un lugar ni una funcin
en la vida corriente, salvo su recordada condicin de muertos, resultaban figuras propicias
para ocupar la escena, adquirirn su biografa en la esquela funeraria y en la lpida, se
constituirn en la absoluta diferencia frente a la homogeneidad de los vivos, sumidos en la
realidad cotidiana.
En tal sentido, Guy Scarpetta seala que Kantor manipulaba la muerte como si fuera un
ready-made1051, como un material, al igual que los rituales, a fin de sustituir, como
producto de su trabajo,
1050
1051
382
En ese lapso Kantor era un personaje ambiguo, que no formaba parte del
personal de la sala ni del pblico; no era un actor aunque lo pareciera, ni estaba dentro del
espectculo, que todava no haba comenzado.
Son muchas las teoras que circulan a fin de justificar esa presencia extempornea en un
espacio que, en principio, le estara vedado. Algunas de ellas estn consignadas por Denis
Bablet quien reproduce, entre ellas, la que hizo ms gracia a los asistentes a las Jornadas
dedicadas al del artista celebradas en el Centro Georges Pompidou de Paris, en octubre de
1980. A la primera pregunta sobre el tema, Kantor se dirigi a una de sus amigas
presentes y le pidi que repitiera la teora de su hija al respecto: Es el dibujante que en el
cmic discute con su personaje1053. Bablet le reconoce mrito de insistir en el dilogo,
aunque resulte insuficiente como teora, opinin que compartimos y por ello nos
proponemos sumar la nuestra en este captulo.
lo que
Lo que se ha convertido en un casi infaltable tic en las puestas de los ltimos aos.
Conversacin con Tadeusz Kantor, en BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 1, p. 185.
1053
383
Tambin su atuendo era diferente al de los dems personajes, cuyos trajes tenan un
aspecto anticuado -parecan estar fijados en la dcada de los veinte- y polvoriento acorde
con el resto de los signos escnicos. Kantor vesta un elegante traje negro de corte
moderno y una impoluta camisa blanca conjunto al que, en los ltimos aos, agreg un
sombrero de ala ancha, tambin negro, y una bufanda.
El traje escnico indicaba que esa presencia extraa no era, en realidad, un personaje
del espectculo -o cuando lo encarnaba, era tambin algo ms- cuya funcin se ira
desvelando en el transcurso de las secuencias. Su vestimenta lo inclua a la vez que lo
1054
DOBROWOLSKI, Tomasz (tcnico de sonido). Testimonio recogido por Denis Bablet en Les voies
de la cration thtrale, vol. 2, p. 262.
384
un estatuto de clandestinidad, de
infraccin de las normas tradicionales de la escena, como si fuera un voyeur que corporiza
su mirada en un espacio que, en principio, le estara vedado en el teatro representativo si
no fuera que, para Kantor, la clandestinidad era el lugar del arte, el espacio donde este
poda dar respuestas a la realidad en lugar de no reproducirla.
La clandestinidad era el espacio de libertad que haba experimentado toda su vida,
incluso en el perodo de la ocupacin nazi y durante el rgimen comunista en el que
transcurrieron los cuarenta aos de su actividad artstica posterior a la guerra. Su riesgo
no era la censura sino la vida o la libertad fsica, nunca la interior.
Paradjicamente, su permanencia al margen subrayaba la centralidad de su presencia
ambigua y la actividad que desarrollaba en ese no lugar -ni en la sala ni dentro del
espectculo, al menos hasta mediados de la dcada de los ochenta-, a fin de mostrar,
aparentemente, la obra del artista y al artista de la obra1055.
Por otra parte, como poda advertirse en La clase muerta, el rincn era el topos donde
sucedan las cosas verdaderamente interesantes, donde se maquinaban las actividades
ilegales del aula escolstica, as como la Antecmara de Wielopole, Wielopole, de
significacin semejante. La condicin de ilegalidad, agregaba matices a la concepto de
lo clandestino, que aluda a una actividad solitaria y apartada de la visibilidad, cuya
naturaleza prohibida poda advertirse , aunque no quedara claramente definido el sentido
y los lmites de la interdiccin. En cambio, lo ilegal desafiaba claramente normas
establecidas y era, segn Kantor, el lugar del arte y el artista, que siempre deba
desafiarlas.
La ilegalidad de su presencia en ese no lugar, al menos en los dos primeros
espectculos, resida en que no era un actor-personaje; en cambio, y por momentos,
podra considerrselo un espectador, aunque no estuviera en la sala sino ms bien del
lado de la escena, prohibida al pblico y cuyo lmite marcara tan claramente con un
cordn en La clase muerta. Y, por ltimo, Kantor era el nico que estaba vivo condicin que comparta con el pblico- frente a ese conjunto de personajes muertos y
retornados.
385
386
Lo que est a la vista del espectador en la sala de El Prado es la voluntad del pintor que
su arte y l, como artista, fueran apreciados ms all de la glorificacin de la Infanta y sus
cortesanas. Por otra parte, ese cuadro produce un sentimiento de extraeza en el
espectador, que no est demasiado seguro de lo que est mirando y cul es el significado
de lo que ve, ya que las enigmticas figuras en el espejo solo permiten especular sobre lo
que est siendo pintado. Inversamente, la pintura de Vermeer celebra claramente su
motivo y el pintor se escurre en el anonimato de la espalda de un pintor cualquiera.
La posicin de Kantor en la escena tiene algo de los dos pintores. Kantor mira a sus
actores y es mirado por el pblico. Controla el universo de la escena, que es el suyo
propio, con la mirada omnicomprensiva del pintor Vermeer y a la vez con la del ignoto
pintor del cuadro para quien no hay nada ms importante que su atelier -el Pobre Cuarto
de la Imaginacin?-, porque todo lo que hay all forma parte de su vida y de su
creacin.
El pblico asiste, como la Infanta y su entorno, al nacimiento de una obra de arte sin saber
muy bien cmo entrar en ella porque su creador en la escena, perturba la relacin binaria
propia del teatro tradicional. Es como si hubiera invadido el tambin, ilegalmente - de
forma similar a la incierta figura del fondo en el cuadro de Velzquez-, su taller y su sala
de ensayos y lo hubiera sorprendido en plena creacin, sintindose l tambin, en cierto
modo extrao, aunque el ticket de la entrada que ha pagado le confirme su derecho de
estar all.
Con Kantor en la escena el pblico queda incluido en esa realidad oscilante y precaria en
la que se mueve el artista y que es la propia de Velzquez y a pesar de la Cruz de la Orden
de Malta que cruza su pecho en el retrato, lo que prevalece en la realidad es su precaria y
devaluada socialmente condicin de artista.
Desde una perspectiva menos modesta que la de Vermeer, Kantor hace zozobrar el
sentido del espectculo colocndose, como Velzquez, en toda su humildad y su gloria
de artista, rodeado por sus personajes y sus objetos. Situado a la izquierda de la escena
observa a sus actores, como Velzquez lo hace con el pblico que lo contempla desde la
izquierda del cuadro, complicados uno y otro en lo que cada mirada est viendo, pero
infinitamente lejanos entre s porque el pblico ve lo que Kantor quiere mostrarle.
El artista sujeta todos los signos -espectador incluido- desde afuera, desde su idea, desde
el hombre real que mueve a todas sus creaciones y no lo oculta. Kantor, como el pintor
387
vivo, dice del teatro lo que parte del teatro no quiere oir y para decirlo se coloca en esa
posicin ilegal y clandestina, de una estruendosa visibilidad.
Tampoco su personaje, fuera y dentro de la escena, adopt los modelos a que se
conformaron sus actores porque Kantor era y no era parte de ellos, segn proclama su
vestimenta de artista, construida tambin desde la pintura y afn a la imagen de Aristide
Bruant1056 en los carteles que pint Tolouse Lautrec; una figura
que conjugaba la
Kantor impeda con sus gestos y sus miradas que el espectculo quedara librada a sus
propias dinmicas, como en el teatro tradicional, al subordinarlo a la tensin y al tempo
en las sucesivas presentaciones de modo que el personal, dentro y fuera de la escena,
deba estar sumamente atento a sus lenguaje gestual, cuando les sealaba sus errores o
corresponder a sus expresiones
especialmente.
Tambin los actores deban estar dentro y fuera del espectculo. Estas tcnicas lo
ayudaban a mantener la presencia del s mismo, porque eran apelados no en cuanto
personajes sino en cuanto comediantes y, a la vez, como personas privadas.
les permita perderse en
Kantor no
eventualmente, disfrutarlos durante un cierto tiempo, hasta que los interrumpa con un
gesto o un comentario, lo que provocaba muchas veces la furia de los actores y con ella, el
abandono de la representacin, el retorno a la realidad de los ensayos y sus conflictos en
el escenario kantoriano.
El artista se atribua el papel de controlador del lmite de la ilusin1057 a la vez que
desnudaba pblicamente los procedimientos con que montaba y activaba el espectculo,
mostrndose l-mismo, no como un director al uso, sino un estratega1058 cuya
misin era impedir que los actores se sintieran demasiado confortables en sus papeles y
experimentaran la misma inseguridad que en muchos momentos de su vida real.
1056
Aristide Bruant (1851-1925) fue un cantante y actor de cabaret, propietario de Les Mirlitons, en
Montmartre, donde oficiaba, adems, de maestro de ceremonias. Amigo de Toulouse-Lautrec, quien lo
pint en los carteles de los cabarets donde cantaba, vestido con su capa negra, sombrero de ala ancha y
bufanda roja, su traje de escena. En sus canciones se burlaba de los ricos que venan a vivir como
pobres a Montmartre porque estaba de moda. Santiago Rusiol, en Desdel Molino (Barcelona, 1945,
reimpreso por Banca Mas Sard en edicin no venial, 1976) , lo recordaba como el cantor de la vida de
los pobres, los miserables y los enfermos de los suburbios de Pars.
1057
BABLET: Tadeusz Kantor. Ma voie dans le thtre de la mort en Les voies de la cration thtrale,
vol. 1, p. 189.
1058
SCARPETTA: Kantor au prsent, p. 55.
388
Sus legendarios accesos de furia, el destruir todo cuanto se haba hecho a pocos das del
estreno, cuando la piezas haban encajado y parecan armonizar; el recomenzar otra vez
desde cero, responda a su necesidad de evitar la fosilizacin, la muerte del espectculo,
que deba latir desde la provisoriedad de la vida, vivir la angustia de la destruccin y
asumir el esfuerzo por levantarlo todo nuevamente, y mejor.
En una conversacin con Guy Scarpetta1059 Kantor mencionaba la forma de trabajar de
Picasso, documentada en el film Le mystre Picasso (1956, Henri Georges Clouzot),
asimilable a la suya. En uno de las secuencias, el pintor comenzaba dibujando un ramo de
flores muy esquemtico que se metamorfoseaba en un pez, que se metamorfoseaba en un
gallo, el cual quedaba prcticamente destruido por un rostro humano tintado de negro, con
los ojos rojizos. Picasso recreaba la escala biolgica: vegetal, animal, humano, en cuya
genealoga la construccin y la destruccin eran las formas naturales -y sacrificiales
desde el punto de vista simblico- de la vida, que aludan tambin a la formacin del
cosmos y a la creacin humana1060.
Las figuras no se construan como artefactos sino que surgan orgnicamente, unas de
otras; transformadas una en la otra y destruidas por la siguiente, la cual conservaba las
huellas biolgicas de su forma anterior, como la cabeza humana mantena, en el lado
izquierdo, a modo de penacho, la cola del gallo.
Del mismo modo orgnico surgan los espectculos de Kantor, sujetos a las catstrofes y
avatares de la vida del creador, de sus actores, de las dificultades de produccin, de las
circunstancias polticas. Definidos en sus cuadernos de direccin, pero no congelados en
el proyecto, podan cambiar, como toda obra de arte que oscila entre la cohesin y lo
inacabado1061. Las cleras de Kantor eran, pues, escenas funcionales dedicadas a sus
actores, a los miembros de su equipo tcnico; a los productores, especialmente, a fin de
sacudirles las inercias. Y quizs, tambin se las dedicaba a l mismo.
Sin embargo, a pesar de que estos episodios siempre formaron parte de su leyenda, los
actores estaban
1059
389
personal; eran gestos de una prctica destructiva que solo a veces les estaba destinada. En
general, su cometido era
aquellos que
consideraba burcratas -para Kantor, toda persona ajena al mundo artstico-, cuyo
nico objetivo era, a su juicio, dificultar su trabajo.
Franco Camarlinghi, asesor de cultura de la Comuna de Florencia cuando Kantor estaba
en esa ciudad donde haba sido invitado a
LIdea. Entrevista a Franco Camarlinghi realizada por Elisabetta de Fazio y Francesca Pierangeli, en
VALORIANI, Valerio (Ed.) : Kantor in Firenze. 2002. Titivillus. Edizioni. Pisa, p. 44 y p. 47.
1063
Kantor deca: No soy un metteur- en- scne, soy un estratega. SCARPETTA: Kantor au prsent, p.
85.
1064
Brunella Erulli utiliza esta metfora para describirlo actuando en la escena; un demiurgo divertido,
maravilloso, irritado, observndolo todo con una mirada de cierta distancia y crueldad, ERULI:
Kantor: lo spazio delle emozioni en VALORIANI, op. cit., p. 38.
1065
Tercera acepcin: Persona de plena confianza de otra y que por delegacin de esta despacha sus
principales negocios. CASARES, op. cit. p. 380.
390
Happening Lekja anatomii wedle Rembrandta (La leccin de anatoma segn Rembrandt) .
Fotografa. 1971. STANGRET: Tadeusz Kantor. Malarski ambalaz totalnego dziela. Ver Anexo.
1067
SCHEPHERD, Simon, WALLIS, Mick: Drama/Theatre/Performance. 2006. Routledge. London and
New York, p. 83.
1067
PALAZZI, Renato: Kantor. La materie e lanima. 2010. Teatrino di Fonde/Titivillus Mostre Editoria.
Pisa, p. 99.
1067
KOBIALKA, Michal: Further on, nothing. Tadeusz Kantor Theatre. 2009. University of Minessota
Press. Minneapolis. London., pp. 78 y p. 87.
391
Tengo que estar presente siempre en escena, por una parte, como factor que destruya la ilusin;
por la otra, para estimular a los actores. No se trata de dirigir sino de sealar, por ejemplo, los
crescendo, los diminuendo, y de dar el toque en el momento preciso1068.
confrontaremos sus palabras con la imagen de director de orquesta que nos ilustran las de
Daniel Barenboim:
.... es el que sale solo, el que da la orden de empezar y parar, pero si lo miramos con profundidad,
te das cuenta de que no tiene tanto [poder] porque es el nico miembro de la orquesta que no goza
de contacto fsico con el sonido. Aunque tenga ideas geniales siempre va a depender del primer
1069
oboe para que se capaz de dar la nota correcta .
1068
1069
BABLET: Entretiens avec T Kantor. Cfr. BABLET: Les voies de la cration thtrale, vol. 2, p. 187
RUIZ MANTILLA, Jess: Daniel Barenboim. Entrevista en El Pas Semanal, n 1978/24.08.2014.
392
estn fuera del juego que lo conecta al conjunto (de msicos, de actores) desde la materia
(corporal), entre si y con el resto de los elementos (materia inerte) que lo conforman (el
espacio, los instrumentos, los objetos), ya que participan de dicho conjunto mediante el
concepto y la sensibilidad. El sonido (las acciones, los dilogos, los efectos) que
experimentan le llegan desde fuera de su cuerpo.
En el teatro de Kantor la fisicidad no es un elemento diferenciador de poca importancia,
como hemos podido ver a lo largo de esta investigacin; de all la necesidad del artista de
permanecer en la escena multiplicando sus papeles; de participar tambin con su cuerpo
de su propia obra. Sin embargo, esta sera una respuesta parcial a la cuestin que la
contempla desde la perspectiva del sujeto, dejando en segundo plano el lugar
de los
Se podra concluir, pues, que la diferencia entre ambos discursos transducidos reside en
la clase de libertades que ambos artistas se han tomado respecto del original. El director
de orquesta, por lo general, se inclinara hacia la fidelidad textual aunque esta no sea tan
acentuada entre algunos intrpretes, como la versin de Elliot Gould de las Variaciones
Goldberg de Johann Sebastian Bach. No obstante ello, en el campo de la msica, la
1070
393
tendencia se inclina hacia esa clase lecturas -incluidas las herticas-, que no son otra que
las lecturas de su tiempo1071.
de reproduccin sino de
Nadie sabe como sonaba la msica antigua, a pesar de que conjuntos como el de Nikolas
Harnoncourt utilicen instrumentos de poca y la investigacin musicolgica haya tratado de reconstruir
un tipo de interpretacin que cambi en poco menos de medio siglo tanto los tempi como la tcnica de
interpretacin vocal de esa clase de msica. Respecto de los tempi, es notable la reduccin del tiempo de
ejecucin de obras como La Pasin segn San Mateo de Bach, o El Mesas de Haendel en las lecturas
contemporneas con respecto a las de la dcada de los cuarenta, por no abundar en la forma de expresin.
1072
Quizs la ms convulsiva versin de Hamlet que pudimos presenciar fue la del director Eimuntas
Nekrosius y la compaa Meno Fortas (La fortaleza del arte) de Lituania, en el Teatre Nacional de
Catalunya entre el 25 y el 28 de setiembre de 2003. El director lituano enfrent a los espectadores,
durante ms de tres horas, con el texto completo de Shakespeare cuyo protagonista no era un actor sino
el joven y muy famoso cantante lituano de rock Andrius Mamontovas, quien con fra pero extremada
violencia desencaden la tragedia entre las estructuras de caos oxidados que representaban el reino de
Dinamarca. La explosin permanentemente contenida que planeaba sobre la representacin estaba
metaforizada con los trozos de hielo que caan desde arriba, de donde penda una enorme y tambin
oxidada sierra que pareca siempre a punto de desplomarse sobre la escena, presagiando la catstrofe
final.
1073
KANTOR: El teatro de la muerte, p. 177. Las negritas estn en el original.
1074
Algunos directores de coro -pocos; entre ellos el tambin cantante Llus Vilamaj-, solan cambiar de
su lugar habitual a los miembros de cada cuerda o introducir variaciones en la disposicin espacial de las
distintas voces el da del concierto y sin previo aviso. Ms grave an, podan modificar la forma de
394
insista en
secuencias que, a juicio de los actores, hubieran necesitado ms trabajo. De esta manera,
los enfrentaba -a ellos y al espectculo- a una situacin de riesgo real, el que corre toda
creacin artstica que aspira a lograr el inters del pblico pero puede abocarse al fracaso.
Renato Palazzi interpretaba que la conciencia del riesgo podra tener su origen durante la
ocupacin nazi, cuando dedicarse a cualquier actividad clandestina conllevaba el peligro
de perder la vida. Despus el lance pas a tener una categora ms subjetiva, expresaba el
artista a Palazzi, pues meterse en una materia inquietante como la del Teatro de La
Muerte (...) [era] una clase de actividad que [pona] en peligro el equilibrio psquico y
quienes lo afrontaban deban ser apoyados durante todo el tiempo del espectculo1075.
Adentrndose en los aspectos biogrficos del artista Renato Palazzi entenda tambin que
su presencia en escena poda asociarse a la escisin de la personalidad, metaforizada en el
motivo del doble, siempre
395
Por clara y plausible que resulte la exposicin de Palazzi, a nuestro juicio no insiste lo
suficiente en una dimensin fundamental para el artista, como es la construccin de la
identidad artstica. El autor se cie a una exploracin del sujeto como tal al afirmar que
lleva a escena sobre todo dispersos fragmentos de memoria y sentimiento personal,
recuerdos en apariencia autnomos e incluso independientes del papel activo de un
protagonista que los manipule con intencin ordenadora1080.
No obstante la salvedad que introduce la expresin en apariencia y que subraya el
principio ordenador del artista, hemos echado en falta una ms amplia referencia a esa
dimensin de esta particular identidad, que no conceba otra vida que no estuviere en un
permanente dilogo reflexivo con el arte.
Por ello, una manera de pensar la presencia escnica de Kantor que trascienda el yo,
con su flujo de recuerdos y sentimientos aparentemente desordenados, sera hacerlo desde
el si mismo de Paul Ricoeur1081, que recoge junto con la identidad personal, su
identidad artstica.
La frmula s mismo aparece como posibilidad, como diferencia y como alteridad que
hace realmente independientes a estos fragmentos de s sobre la escena, encarnados en las
situaciones y los personajes, pero bien controlados por el artista creador, pues toda
fortaleza necesita un guardin antes que un psicoanalista.
396
la escena como la de todos los personajes que incorpora como formas de la alteridad: sus
familiares, sus paradigmas artsticos, sus perseguidores y la Historia, que marc su vida
con la prdida del padre, con el Holocausto, con un rgimen que, alternativamente, lo
toleraba y lo expulsaba de sus instituciones. Pero no menos que debido a su voluntad, ese
s mismo est ordenado, en primer lugar, por el lenguaje; por los lenguajes de los que
se serva como artista.
Por ello la escena kantoriana era un inacabado relato de s mismo y de todas las
apropiaciones que integr en cada uno de los pasos de su camino artstico: el Simbolismo
y la muerte, el Constructivismo, la Bauhaus y la abstraccin, Schulz y la realidad de
ltimo rango, Wyspianski y Witkiewicz frente a la realidad polaca, Meyerhold y su
anlisis de los movimientos, el Informalismo y el happening que se opusieron a la
representacin y, al mismo tiempo, obviaron las soluciones abstractas; sin olvidar a los
pintores polacos y espaoles que dejaron una profunda marca en el conjunto de su arte.
Kantor pasar del estar sentado -como fue la presentacin de Ulises al pblico en 1944en el lmite de la escena, al sentarse o pasearse en el centro del escenario. De lo
impersonal de la frase verbal a la reflexividad del verbo que lo tiene como protagonista
discurre el camino que lo lleva hacia lo ntimo encarnado en su propio cuerpo.
Al incorporar al personaje Tadeusz Kantor, quienquiera que fuese, en la escena no se
dirima un problema ontolgico sino una posicin en el juego teatral, puesto que el yo
no es otra cosa que una posicin gramatical1082 y el reflexivo se constituye el reflexivo
de todos los pronombres personales. Esta observacin de Paul Ricoeur ampla la
prerrogativa al reflexivo si en tanto comprendera a todas las personas gramaticales (el
otro), el yo incluido, sustituyendo el pronombre personal yo por la expresin s
mismo1083.
La importancia de su funcin [de las formas pronominales] se medir por la naturaleza del
problema que sirvan para resolver y que no es otro que el de la comunicacin intersubjetiva. El lenguaje
ha resuelto este problema creando un conjunto de signos vacos, no referenciales por su relacin a la
realidad, siempre disponibles, y que se vuelven llenos no bien un locutor los asume en cada instancia
de su discurso. BENVENISTE, mile: Problemas de lingstica general, vol I, Siglo XXI Editores,
Mxico, 1976, p.175.
1083
La expresin s mismo enuncia la dialctica del s y del otro que s manifestadas en las formas
identitarias del dem y del ipse. Por mismo entiende a la identidad absoluta que se opone al otro
distinto, diverso, desigual, inverso, en el marco de un uso comparativo. La alteridad es constitutiva del
yo y se constituye en la dialctica que los vincula en un grado tan ntimo que no se puede pensar en una
sin la otra. RICOEUR : Soi mme comme un autre, p. 13.
397
Entre los primeros espectculos, incluida La clase muerta, y los tres posteriores en que
aparece como personaje. Wielopole, Wielopole constituye un espectculo de transicin en
el cual no est solo como facttum, ocupando una posicin liminar (La clase muerta),
sino como una presencia invisible en la escena, declarada solamente en el programa de
mano: Estoy sentado en medio de la escena. Aqu est el texto de mi papel/ (nunca ser
representado)1084 porque, en realidad, seguir permaneciendo en el margen, como en el
espectculo de cinco aos atrs.
Seguidamente, pasar a describir a los personajes de su familia en el programa de mano:
la abuela Katarzyna, su hermano el cura, el padre del artista en la fotografa tomada en
1914, la madre Helka y todos sus tos y tas. La abuela y el cura, como muertos sin
sepultura; los maniques, casi vivos y como vivos; los SOSAS, los personajes y sus
1084
KANTOR: Wielopole, Wielopole (Las secuencias); texto destinado al programa de mano del
espectculo, en BABLET: Les voies de le cration thtrale, vol. 1, p. 195. Ver en el Anexo la pgina
inicial del mismo.
398
El texto de su papel que nunca ser representado solo existe a travs de otras dos
figuras literarias, inscritas en el programa de mano, que se atribuye su realizacin1086
como Director del Teatro Cricot 2. Por eso est fuera, pero tan presente como en esas
lneas del programa en las que atestigua que es el creador y responsable de todos los
personajes (de su memoria), de los actores que los encarnan.
Escribe su autobiografa en la cual el estruendo de su ausencia (en el escenario), que el
mismo anuncia, certifica su posicin central como emisor de todos los significantes. Por
ello no sera relevante, desde la perspectiva autobiogrfica, que est o no en el medio de
la escena, con su cuerpo, como lo estar en las puestas siguientes encarnando un
personaje, porque la actitud ser la misma aunque la escritura sea diferente; slo que en
estas ltimas la memoria se extender hasta incluir la vida familiar en una experiencia
integral, ya en el campo del arte (del lenguaje, del Gran Otro).
Llegado a este punto, habra que detenerse, con Paul De Man, en las significaciones del
gnero autobiogrfico, comenzando por las dudas acerca de su existencia debido a la
dificultad de su definicin. De Man observa que todo texto es autobiogrfico y, por la
misma razn, ninguno lo es o lo puede ser. Por ello concluye que es ms bien una figura
de lectura, un momento autobiogrfico en el cual ocurre una alineacin entre dos
sujetos implicados en el proceso de lectura, en el cual se determinan mutuamente por una
sustitucin reflexiva mutua1087.
En su dilogo con el texto demaniano Nora Catelli observa que dicha sustitucin fracasa
ya que lo singular de la autobiografa es que constituye la experiencia del hiato retrico
(...), la suma de todos los yos anteriores al momento de la escritura, en cuyo caso slo
existiran las mscaras y estas no se le parecen a quien escribe, subrayando el vaco
1085
399
El movimiento hacia la autorreferencia que cobr el teatro de Kantor en los ltimos aos
de su vida as como ciertos aspectos de la pintura -los autorretratos, el cuadro donde es
sorprendido por uno de los amenazantes soldados de Los fusilamientos del dos de mayo de
Goya1090 y otro, al que ya nos hemos referido, donde aparece muerto pintado dos aos
antes de su real deceso- expresan la necesidad de un balance de todos los aspectos de su
existencia y de los motivos fundamentales de su creacin.
Su ausencia definitiva de la escena ser el portazo metforico, el ltimo, con que el
artista cerr su obra a toda posibilidad de representacin. La gira pstuma a que se vio
obligada la compaa parece haberlo corroborado, segn algunas crticas de quienes
1088
400
Guy Scarpetta, entre ellos, critic duramente la decisin del Teatro Cricot 2 de cumplir
con los compromisos contrados por el artista, despus de haber asistido a los ltimos
ensayos que se llevaron a cabo en Toulouse, ciudad en la que Hoy es mi aniversario se
estren el 10 de enero de 1991, un mes y dos das despus de la muerte de Kantor.
Como era habitual en los anteriores espectculos, este nunca haba sido ensayado desde
el principio hasta el fin y lo que haban acordado los actores consista, a su juicio, en un
cosido(reprise) difcil de presentar como un espectculo de Kantor. Cuando mucho,
podra tratarse de un arreglo cuyas inflexiones probablemente [el artista] jams hubiera
dejado pasar de haber vivido .
Scarpetta desaprobaba, entre otros aspectos, la falta del control rtmico que el creador
habra ejercido con su presencia por lo que critic tambin la decisin de la compaa de
sustituirlo por un doble vestido como l, que privaba al espectculo del juego de
espejos que le era esencial y, lo que consideraba ms hiriente, que tal disposicin
dejaba la impresin de que Kantor era reemplazable y que caba la posibilidad de
conformarse a su desaparicin escnica1091.
En cuanto a los actores que llevaron a cabo ese espectculo pstumo, el tiempo les fue
1091
1092
401
profesiones
habituales.
Kantor conceba sus espectculos como organismos vivos, en los cuales nadie poda ser
reemplazado por otro ya que, como l haba manifestado, cuando agrego un elemento no
previsto, es la totalidad la que debe cambiar1094.
Con su muerte, el organismo haba perdido la conciencia y la memoria. Slo quedaba la
posibilidad de que alguien, apropindose de su herencia, como l se apropi del legado
de sus antecesores, escogiera adoptar para su propia obra los dispositivos de la repeticin
y la diferencia.
1093
1094
402
CONCLUSIONES
403
puede ser leda como el combate permanente contra la mimesis, en el cual se vali de
la repeticin como un arma tericas privilegiada, ya que todos los signos teatrales de la
escena -objetos, cuerpos, personajes- llevan impresa la marca de la repeticin.
Con la repeticin Kantor cortaba las amarras con la representacin entendida por la
escena tradicional como nica forma de dar cuenta de la realidad, sometida al tiempo
cronolgico. La ilusin teatral era la cara fsica de la representacin, en tanto la
repeticin, segn palabras del artista, su aspecto metafsico y hertico, en tanto
supona hacer por segunda vez algo que haban hecho los dioses; acto peligroso
cuyas consecuencias eran imprevisibles. Esta segunda demiurgia humana, adems de
constituir un reto a ellos, era el corazn del arte1095. La repeticin traslada la realidad
al campo de lo potico, crea una realidad paralela que Kantor sita en la condicin de la
muerte, en el tiempo absoluto, antagnico al tiempo cronolgico de la representacin.
Con este recurso dramtico nos enfrentamos durante la escritura con la primera de las
grandes paradojas en el pensamiento terico del artista polaco, convencido de que no se
poda, o no se deba -los polos entre los cuales oscilarn sus reflexiones- eliminarla por
completo de la escena.
1095
404
o eran registros de
a la emocin de forma
la escritura fue
necesario establecer algn tipo de organizacin del ingente material existente y, dado
el carcter de las estructuras lingsticas del discurso teatral de Kantor, advertimos que
el criterio genealgico o cronolgico no eran viables para nuestros propsitos como
recursos principales, adoptando finalmente la perspectiva discontinua propia de los
acontecimientos discursivos sealada por Foucault,
que fragmentan
el tiempo y
405
dispersa el sujeto, de tal modo que no es posible establecer, entre los elementos de la
serie discursiva, vnculos de causalidad mecnica o de necesidad ideal1096.
De acuerdo con ello, los objetos fueron organizados metodolgicamente en sistemas y
series abiertas de acontecimientos de fronteras permeables, integrados en el sistema
de la escena segn su origen iconogrfico, su autonoma, el formato o la morfologa.
Adems, con la lectura del lenguaje teatral de Kantor desde la nocin de discurso -que
Foucault caracteriza como aquello por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel
poder del que quiere uno aduearse
1097
escnicos integrados en las series constituyen actos nuevos cuya afirmacin no reside
en lo que se dice sino en el acontecimiento1098.
Las series de objetos as organizados desvelaron una triple perspectiva que nos permiti
apreciarlos como objetos comunes, de la vida real; como objetos resemantizados en la
escena y, finalmente, desde una perspectiva histrica.
Hemos podido consignar, adems, que las sucesivas apariciones de los mismos objetos
en contextos diferentes
paradigma de
lo irrepresentable, la
1096
406
amarres con la realidad vital, no rigen el orden cronolgico e irreversible sino el orden
retrico de la repeticin. Los habitantes del otro lado obedecen, adems, al sistema
de fronteras imposibles que Kantor traza -y borronea despus de trazarlas- entre la vida
y la muerte, lo inerte y lo vital, el arte y la vida , la pintura y el teatro.
Del proceso de revisin de lo escrito surgieron algunas claves fundamentales que rigen
la construccin escnica de Tadeusz Kantor. De ellas hay dos que hemos considerado
capaces de constituirse en sistemas: la visualidad y la repeticin.
La visualidad es el fundamento de la obra total de Kantor, quien manifestaba, a nuestro
juicio, una estructura de pensamiento espacial. Como pintor, pensaba en imgenes y
como hombre de teatro, lo haca con el objeto. Incluso en sus escritos tericos no
adoptaba el carcter lineal de la prosa sino la espacialidad de la poesa, subrayada por
el uso de los recursos tipogrficos, semantizados como iconos conceptuales autnomos.
Sus imgenes se hacan reales en el cuadro y la realidad (de ltimo rango) se
apoderaba de la escena a travs de la omnipresencia del objeto pobre. En ella, la
bidimensionalidad de los cuadros o las fotografas quedaba pospuesta por su
resemantizacin como objeto escnico.
Adems, su visin espacial era deudora de los intensos estudios que consagr Kantor
a esa rea de conomicimiento, constantemente revisados desde su etapa de formacin.
El Espacio (csmico) lo era todo, la UR MATERIA que haba formado la materia
(csmica) en un proceso de creacin, destruccin, y metamorfosis (otras de las claves
estructurantes en su concepcin y prctica de la escena), donde se encarnaba de manera
visual el invisible drama csmico que tena lugar en el Espacio.
El nodo que
mantena sujetos (pero separados) al universo con la creacin era la puerta por la cual
la realidad y la vida entraban al
teatro,
sustrayndolo
a la vicariedad de la
El Espacio, como la memoria, carece de lugar fsico puesto que es el lugar. Kantor
fund su teatro en ese no lugar (y en la condicin de la muerte, el otro no lugar), a
partir de mediados de la dcada de los setenta, con La clase muerta, espectculo en el
cual se manifest una vez ms la complejidad y riqueza de sus recursos y la madurez
de su lenguaje teatral .
407
La memoria era, para el artista, la materia espiritual regida por el inconciente similar a
la obra de arte, que no se deja agotar; el reservorio de imgenes, impresiones y
recuerdos que, como afirmaba, alcanzaban su poca prenatal.
Sin embargo, la memoria generaba tensiones con la visualidad en la escritura escnica,
que Kantor no se permita ocultar sino que, revelando siempre el revs del teatro, las
escenificaba en las tablas con la accin teatral (el to Olek que no recuerda como abrir la
puerta en Wielopole, Wielopole y repite incontables veces los movimientos apropiados,
aunque los suspende antes de alcanzar el resultado), y en la plstica (la instalacin
Asalto). As, la asociacin conflictiva entre la memoria y la visualidad constituye uno
de los baluartes de su lucha contra la ilusin teatral.
Finalmente, la migracin es un aspecto que presta carcter cclico1099 a la obra de
Kantor1100. El motivo del viaje subyace en la reestructuracin de la escena como ruta
que deja vaco el espacio central y constituye otra de las claves metafricas que se
desprende, adems, del conjunto de sus personajes, muchos de los cuales viven en la
escena situaciones de paso como los actores ambulantes que se renen en el bar de
Que revienten los artistas! cargados con sus bultos y maletas. Con ellos Kantor
explicitaba la condicin del artista, su viaje por la vida y la creacin; un periplo sin
garantas de llegar a algn sitio; siempre en el camino.
408
En la realidad vital, la muerte solo puede ocurrir una vez. Cumplida esta solo existe la
condicin de la muerte como un concepto puro y por ello constituye la mayor garanta
contra la representacin, en ausencia de un referente. Con dicha nocin desactiva los
intentos de representarla segn las habituales descripciones de la vida, cumplido el
trnsito de la muerte: el Hades homrico, los frontales romnicos que ilustran los
tormentos infernales, el mismo infierno de Dante, proyectan los terrores vitales de los
vivos -la prdida de la memoria, el castigo eterno infligido al cuerpo- pero no dan
cuenta de la condicin de la muerte.
Al situar la realidad de la escena en ese no lugar irrepresentable, donde no rige la
caducidad ni irreversibilidad del tiempo porque el suyo es la eternidad, los personajes
son moribundos que no acaban de morir, o si lo hacen resucitan y si no se ha verificado
la muerte en escena es porque todos ellos estn tocados por la condicin de la muerte;
todos ellos son retornados, ni vivos ni muertos cuya existencia post mortem no depende
de la memoria de los vivos porque estn signados por el eterno retorno.
Al haber advertido, a medida que avanzaba la escritura, las mltiples conexiones entre
la visualidad y la repeticin, podramos concluir que la escena kantoriana constituye un
sistema tan cerrado y tan abierto como el Espacio que siempre tuvo presente. En
409
la creacin y la
memoria. Desde el punto de partida tuvimos presente que la decodificacin sera parcial
e incompleta al aceptar la paradoja de que una obra de arte es un discurso concluido a la
vez que inagotable.
Como la memoria es dbil, parcial e intermitente y ante la improbable contingencia de
que Kantor, como Ulises, retornara para manifestarse nuevamente en la escena,
debimos contentarnos, a fin de recuperar algo de esa experiencia, con su Sombra
deformada por las grabaciones de sus puestas en escena, mediadas por la mirada
(fabuladora) de sus directores (de cine y de televisin) quienes, con sus insertos y
movimientos de cmara,
que la mquina actuara como un espectador ms a fin de ser, ella tambin, teatralizada.
Algunos de esos insertos -los espacios de la realidad de ltimo rango recorridos por
los personajes en la ltima versin de La clase muerta-, si bien contribuyen a suplir las
ausencias de informacin conceptual del pblico medio, enmascaran el hecho teatral en
un formato flmico; es decir, en una reproduccin ms o menos libre de un
espectculo de Kantor.
Desde nuestra perspectiva, los ensayos sin editar a los que hemos tenido acceso daban
cuenta de forma ms apropiada de su sistema teatral, construido sobre el fragmento,
habida cuenta que Kantor no haca ensayos generales y lo que ocurra ante los
espectadores sufra variaciones, a veces importantes. Atentas a ese hbito del artista,
hemos recordado durante toda la escritura, con cierta melancola, que la entonces
doctoranda Laura Parlagreco presenci todos los ensayos preparatorios de Wielopole,
Wielopole en Florencia condicin de partida que hubiramos deseado para nuestra
investigacin.
1101
Dicho esto, no es nuestra intencin enmascarar sus debilidades sino de subrayar, como
Kantor, la importancia del proceso durante el cual debimos enfrentar las dificultades
previstas de antemano cuando emprendimos este viaje y las no previstas que fuimos
hallando en el camino. An advertidas respecto a las primeras, algunas variaron su
importancia en el transcurso de la investigacin y la escritura.
cuya insuficiencia
evidencia de que quien vivi esa experiencia teatral inslita y la que se haba propuesto
dar cuenta de ella ocupaban posiciones diferentes, muchos aos despus y enfriado ya el
clima intensamente emocional que se viva en la sala.
La insuficiencia lingstica limit tambin las posibilidades de consultar las obras
completas de Kantor sin depender del criterio selectivo de los traductores. Estas fueron
publicadas en 2005 en tres volmenes1102 y an no han sido traducidas a otras lenguas
las cuales abarcan sus escritos desde 1937 hasta 1990. A pesar de que las traducciones
parciales que hemos consultado
1102
KANTOR, Tadeusz: Pisma (Obras). Krzystof Plesniarowicz (Ed.). 3 vol. 2005. Cricoteka-Centre for
Documantation of the Art of Tadeusz Kantor. Krkow.
411
fundamentaron su lenguaje teatral, particularmente los escritos entre los aos 1934 y
1974, poca que Kantor madur la mayora de ellos, cuyos textos recopila el primer
tomo de la edicin de Plesniarowski denominada, precisamente, Metamorfosis. En el
marco de dichos textos podra haberse tratado la escena kantoriana desde la perspectiva
de la ilusin escnica, que habra solventado mejor su combate contra la representacin,
a la vez que, por contraste, hubiera dado cuenta de la construccin del espacio escnico.
De esa necesidad y esta insatisfaccin surgi la posibilidad de otra posible tarea que
quizs resultara de inters para quienes, en el mbito del lenguaje teatral, se acercaran
con espritu investigador a las huellas filmadas de la obra de Kantor, ahora
definitivamente acabada.
La propuesta futura, que reconocemos algo utpica, en la medida en que pudiramos
realizarla, llamara a una colaboracin con quienes fueran capaces de leer y traducir, en
el marco de la teora teatral, los textos mencionados a alguna de las lenguas a las que
tenemos acceso, sin traicionarlos en lo que fuera posible. La finalidad de este trabajo
previo sera la escritura de un diccionario crtico de los conceptos kantorianos, cuyo
criterio genealgico consignara sus transformaciones, y que es inexistente hasta el
presente en ese formato.
Una antigua historia jasdica relata que cierto piadoso y sabio rabino sola frecuentar un
lugar apartado del bosque en el cual encenda una hoguera y, mediante determinadas
palabras, entraba en contacto con Dios.
encontr el lugar, consigui hacer el fuego, pero haba olvidado las palabras; sin
embargo, fue capaz de hablarle a su Creador. Treinta aos despus, un discpulo del
discpulo hall el lugar, pero no fue capaz de encender el fuego ni conoca las palabras;
a pesar de ello, consigui comunicarse con el Seor. Finalmente, un discpulo del
discpulo de este discpulo que anhelaba repetir la experiencia, no encontr el lugar en
el bosque, ni supo el modo de encender la hoguera, ni cules eran las palabras sagradas;
y an, sin todo aquello, pudo acercarse a Dios pues conoca la historia y esa memoria
fue suficiente.
La autora de esta investigacin haba odo el cuento en su entorno familiar, desde haca
muchos aos. Antes de escribir las conclusiones, saba ya que ese relato les pondra fin
porque concentraba la ambicin de Kantor respecto de su obra.
Entretanto, en la etapa de lecturas, la encontr en el testimonio con que el pintor
Christian Boltanski 1103 quiso situar el lugar ocupado por Kantor en la escena artstica
del siglo pasado. El artista las entreg en su desnudez, sin agregar una palabra de
comentario a los dos relatos jasdicos que reproducen, en el mismo espritu del artista
que homenajeaba. De las dos historias, la primera se refiere un tema kantoriano, la
potencia creadora de la memoria; la segunda versa sobre la contradiccin, que dirigi
sus actitudes en el arte y en la vida.
Lejos de renunciar a ella, la autora de este trabajo opt por confiarse a la repeticin, en
el entendimiento de que, junto con la memoria y la contradiccin, la coincidencia y el
azar eran frutos provechosos del legado que Tadeusz Kantor dej, no slo a los artistas
sino tambin al pblico, a nosotros, como una enseanza involuntaria.
1103
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