El Mundo Es Ancho y Ajeno
El Mundo Es Ancho y Ajeno
El Mundo Es Ancho y Ajeno
Ciro Alegra
Gnero
Novela indigenista
Idioma
Castellano
Editorial
Pas
Per
Formato
Impreso
El mundo es ancho y ajeno es una novela del escritor peruano Ciro Alegra, publicada
en 1941, considerada como una de las obras ms destacadas de la
literatura indigenista o regionalista, y la obra maestra de su autor.1 Mario Vargas Llosa, al
hablar sobre la literatura de su pas, ha afirmado que El mundo es ancho y ajeno constituye
el punto de partida de la literatura narrativa moderna peruana y su autor nuestro primer
novelista clsico.2 Cuenta con numerosas ediciones en castellano y es la novela ms
traducida del autor,3 a ms de treinta idiomas.
Esta novela es tambin la primera gran novela peruana de dimensin universal. Si bien
existen novelas peruanas anteriores, estas no son sino en su totalidad intentos fallidos o
imperfectos. Aun cuando en otros pases de Latinoamrica se tenan notables ejemplos de
novelas regionalistas, indigenistas y sociales (como Doa Brbara, Don Segundo
Sombra, Raza de Bronce o Los de abajo), en el Per no exista hasta entonces una novela
que pudiese compararse a aquellas.
La novela narra los problemas de la comunidad andina de Rumi, liderada por su alcalde
Rosendo Maqui, quien enfrenta la codicia del hacendado don lvaro Amenbar y Roldn, el
cual finalmente les arrebata sus tierras. Vyanse a otra parte, el mundo es ancho, dicen los
despojadores a los comuneros. Estos buscarn entonces un nuevo lugar donde vivir. Pero si
bien es cierto que el mundo es ancho o inmenso, siempre ser ajeno o extrao para los
comuneros. La experiencia trgica de muchos de ellos que van a ganarse la vida a otros
lugares, sufriendo la ms cruel explotacin, padeciendo enfermedades y hasta la muerte, lo
demostrar con creces. Para el hombre andino la comunidad es el nico lugar habitable. Este
es el mensaje ltimo que nos trasmite la novela.
ndice
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1Publicacin
2Argumento
3Escenarios
4poca
5Personajes
o
5.1Principales
5.2Secundarios
5.2.3Otros personajes
6Resumen por captulos
6.6VI. El Ausente.
6.8VIII. El Despojo.
6.9IX. Tormenta.
8Apreciacin crtica
9Anlisis
11Referencias
12Bibliografa
13Enlaces externos
Publicacin[editar]
Ciro Alegra se puso a escribir esta obra para presentarla al Concurso Latinoamericano de
Novela convocado desde Estados Unidos por la prestigiosa Editorial Farrar & Rinehart
de Nueva York y auspiciado por la Unin Panamericana de Washington. 4 Pudo dedicarse
tranquilamente a esta labor pues un grupo de amigos acordaron pasarle una subvencin
mensual. Comenz a escribir desde junio de ese ao y entreg los originales de la novela
terminada el da 15 de noviembre.
De acuerdo a las bases del concurso seran seleccionadas una novela por cada pas
latinoamericano, de entre las cuales saldra un ganador. La novela de Ciro fue seleccionada y
enviada a Washington. Lo anecdtico fue que participara a nombre de Chile (el escritor,
debido a su militancia aprista, se hallaba desterrado en dicho pas), mientras que por el Per
fue seleccionada la novela Panorama hacia el alba, del escritor Jos Ferrando, un
desconocido autor que desplaz a novelas como Yawar Fiesta del entonces joven
escritor Jos Mara Arguedas.
El 28 de febrero de 1941 le comunicaron a Ciro Alegra su triunfo, invitndosele a ir a Nueva
York, con una bolsa de viajes pagada. El premio consista en 2.500 dlares que le fue
entregado en un banquete que se le ofreci en el Hotel Waldorf-Astoria, el Da de las
Amricas, el 14 de abril de ese ao.
La novela fue publicada ese ao por la Editorial Ercilla de Santiago de Chile. A fines de
octubre apareci su traduccin al ingls (Broad and alien is the world) que fue ubicado por la
prensa en el cuarto lugar de ventas. Sin duda se trataba de la primera gran novela peruana y
universal.
Argumento[editar]
El mundo es ancho y ajeno relata la vida de la comunidad de Rumi, ubicada entre las altas
montaas de la Cordillera de los Andes, en eldepartamento de La Libertad (norte del Per).
Los indgenas que integran esa comunidad, encabezados por el alcalde Rosendo Maqui, se
defienden de un dspota hacendado, don lvaro Amenbar, quien, amparado por jueces
corruptos y testigos falsos, quiere arrebatarle sus tierras para expandir su ya inmensa
propiedad. Pero lo que en realidad ms apeteca el hacendado era convertir a los comuneros
en peones para que laboraran en una mina de su propiedad cercana a Rumi. Las tierras de
cultivo tenan para l un valor secundario.
Escenarios[editar]
El casero de Rumi, comunidad arquetpica de los Andes, se ubica en la sierra del norte del
Per. Est situado entre el arroyo Lombriz (que era el lmite con la Hacienda de Umay,
propiedad de don lvaro Amenbar) y la quebrada de Rumi (donde parta la acequia que
alimentaba de agua al poblado). Posee tierras muy frtiles donde se cultiva elmaz y el trigo.
De otro lado, los guardianes tutelares de la comunidad son el cerro Rumi y el cerro El Alto.
Estos cerros agrestes rodean la llanura de Yanaahui frente a la cual est la laguna del mismo
nombre. Dicha pampa sola estar cubierta de agua en invierno, por lo que le haca inapta para
el cultivo; este era solo posible en las faldas de los cerros, pero solo de productos de altura y
de baja calidad: quinua, papas
Pero Rumi, si bien es el principal escenario de los hechos, no es el nico. En realidad la
novela abarca mltiples escenarios: prcticamente estn representadas todas las regiones o
altitudes de la agreste y variada geografa del Per, desde la costa hasta la selva.
poca[editar]
Los sucesos de la novela se desarrollan entre los aos 1912 y 1929, aunque en el primer
captulo el autor hace algunas regresiones a las dos ltimas dcadas del siglo XIX,
relatndose algunos episodios de la historia pasada de Rumi. Tambin en captulos
posteriores se interpolan historias pasadas, como el relato de la rebelin de Pedro Pablo
Atusparia (1885) y la masacre de los indios cashibos, en la selva peruana (1866).
Personajes[editar]
Podemos decir que el personaje principal de la obra es la comunidad de Rumi, cuyos
miembros son llamados comuneros. La comunidad es el nico espacio en el Ande en el que el
campesino puede ser completamente feliz. Es un sitio privilegiado donde persisten los ideales
de solidaridad y donde el hombre an puede ser autntico. Y es que todas las historias de los
comuneros que salen de Rumi, incluyendo la de Benito Castro, no hacen ms que confirmar
que Rumi es el nico lugar en el que se puede ser feliz y que el resto del mundo es ancho y
ajeno. Existe una estrecha comunin del comunero con su entorno natural, al punto de que
en este mundo novelesco lo humano aparece determinado por la naturaleza: la tierra es, en
este caso, ese elemento natural condicionante.
Pero por razones didcticas es necesario individualizar a los personajes y dividirlos en
principales y secundarios. Son numerosos y solo mencionaremos a los de mayor relevancia.
Principales[editar]
Rosendo Maqui, es el alcalde de Rumi. Soluciona con inteligencia todo conflicto que
se origina al interior de la comunidad. Pero la prueba de fuego la tiene cuando el
hacendado don lvaro Amenbar entabla a la comunidad un primer juicio de linderos. La
comunidad pierde el juicio, debido a que el hacendado compra testigos falsos y soborna a
jueces y autoridades. Rosendo contina la batalla legal, haciendo una apelacin. Pero es
apresado, acusado de ladrn de ganado. Se niega a fugarse de la prisin con el Fiero
Vsquez y muere luego como consecuencia de los golpes que recibe de los carceleros, a
los que no opone ninguna resistencia para evitar mayores sufrimientos a los suyos. Su
muerte, por ello, lo transforma en un smbolo de la comunidad.
tambin gan. Esta vez, los comuneros, encabezados por Benito Castro, tratarn de
defender sus tierras con las armas y sucumbirn reprimidos por las fuerzas gobiernistas.
Benito Castro, hijo de un montonero y de una comunera de Rumi, fue fruto de una
violacin. El esposo de su madre acept cuidarlo como si fuera suyo, aunque siempre
recordndole que era un indio mala casta. Rosendo y Pascuala, compadecidos del
maltrato que reciba del padrastro, se llevaron a Benito y lo criaron como a un hijo. Cierto
da su padrastro le amenaz con un cuchillo y Benito se defendi, matndolo. Tuvo
entonces que abandonar la comunidad, para evitar ser juzgado y condenado a prisin.
As, vag con poca suerte por diversas haciendas del Per hasta llegar a Lima, donde
desempe numerosos oficios. Sirvi tambin en el ejrcito, participando en una represin
de guerrilleros en Cajamarca. Luego de pasar por esta triste y dura experiencia, Benito
regres a Rumi, tras 16 aos de ausencia. Se enter del estado del juicio con Amenbar,
quien pretenda ahora tambin despojarlos de las tierras de Yanaahui. Benito, entonces,
se convertir en el conductor del destino de Rumi y en el representante de la nueva
conciencia de los indios. Es quien lleva la idea del progreso dejando de lado las
tradiciones y supersticiones que mantenan al indio en la pobreza. Pero finalmente
enfrentar la codicia insaciable del hacendado blanco, quien apoyado por las fuerzas del
gobierno, termina por apoderarse de las tierras de la comunidad, con el fin subsiguiente
de esta.
Secundarios[editar]
Los comuneros y sus amigos[editar]
Porfirio Medrano, regidor de Rumi. Era un montonero azul que se haba avecindado
en Rumi, casndose con una moza. Conservaba su viejo rifle Pivode, que usaba para
cazar venados. Tras el primer despojo, sus adversarios encabezados por Artemio Chauqui
logran que se le destituya de su cargo. Vivir hasta ser testigo del ltimo despojo de la
comunidad y morir defendindola.
Goyo Auca, regidor de Rumi, muy adicto a Rosendo.
Clemente Yacu, regidor de Rumi, se distingua por su arrogancia y buen sentido, y por
su conocimiento de los suelos propicios para determinados cultivos.
Artidoro Oteza, regidor de Rumi. Era blanco aunque sus ancestros haban sido
siempre comuneros, no habiendo noticias de mestizaje cercano. El narrador sostiene una
posible y lejana ascendencia espaola.
Artemio Chauqui, era descendiente del viejo Chauqui, un comunero que era
recordado por su sabidura. Sin embargo, Artemio no igualaba al brillo del ancestro. Se
muestra adversario de Porfirio Medrano, a quien achaca ser un forneo. Tambin se
opone a Rosendo defendiendo la opcin de la resistencia armada tras el primer juicio de
linderos. Tiempo despus se opondr tambin a los cambios implementados por Benito
Castro. Representa la defensa de las tradiciones de Rumi frente a la modernidad.
Abram Maqui, hijo mayor de Rosendo Maqui. Era un diestro jinete. Su esposa era la
Eulalia y su hijo se llamaba Augusto. Falleci durante la epidemia de gripe de 1921.
Evaristo Maqui, hijo menor de Rosendo Maqui, era herrero, oficio que aprendi en el
taller de Jacinto Prieto. Alcohlico y relajado, muri intoxicado con ron de quemar.
Teresa, hija mayor de Rosendo Maqui, ella es la que da un discurso laudatorio durante
el funeral de su madre.
Juanacha, hija menor de Rosendo Maqui, esposa de Sebastin Poma y madre del
pequeo Rosendo Poma. Tras la muerte de su madre, la Pascuala, se traslada a vivir
junto con su padre. Vivir hasta ser testigo del despojo final de la comunidad.
Don Gervasio Mestas, el cura del distrito de Uyumi, era un espaol treintn y locuaz,
blanco y obeso. A l recurren Rosendo y los regidores para pedirle consejo ante el
despojo sufrido. Don Gervasio se limita a aconsejarles que aceptaran la voluntad de Dios
y guardaran sus mandamientos.
Jacinto Prieto, el herrero de Rumi. No era originario de la comunidad, sino que haba
venido de otro pueblo, pero haba arraigado y se senta un comunero ms. Se ofrecer
para testificar a favor de Rumi en el primer juicio de linderos, pero ser provocado por un
pleitista apodado El Zurdo a quien golpear rudamente. Encarcelado por este hecho, tiene
esperanza de la justicia y hasta enva una carta al Presidente de la Repblica. Terminar
decepcionado. Saldr de la crcel merced a un pago de mil soles, dinero que le obsequia
el Fiero Vsquez.
Augusto Maqui, hijo de Abram Maqui y nieto de Rosendo Maqui, es un joven fornido e
impulsivo. Se enamora de una pastora llamada Marguicha. Es enviado a espiar a la
hacienda de Umay de don lvaro, logrando escapar tras matar de un machetazo a un
perro guardin. Tras el primer despojo partir a trabajar a las caucheras de la selva
seducido por la paga alta que le ofrecen. All ser testigo del horrible abuso que los
caucheros cometen sobre los nativos selvticos. Quedara ciego debido a un accidente y
se unir a una nativa llamada Maib. No volver ms a Rumi.
Doroteo Quispe, comunero de Rumi, indio de anchas espaldas, que era un gran
rezador. Se saba muchas oraciones para determinadas ocasiones, siendo la que ms
recomendaba la Oracin del Justo Juez que segn l alejaban las desgracias a quien lo
repitiera sin cometer el ms mnimo yerro. Se hace amigo del Fiero Vsquez. Tras el
primer despojo de Rumi se pliega junto con otros comuneros a la banda de dicho
bandolero. Tomar venganza sobre Bismarck Ruz, Zenobio Garca y el Mgico Contreras.
Luego retorna a la comunidad instalada en Yanaahui y ser uno de sus defensores
durante el segundo despojo.
Paula, esposa de Doroteo Quispe. No era de Rumi sino que de otra comunidad lejana.
Le acompaa su hermana Casiana. Ambas haban huido de unos patrones explotadores
para quienes trabajaban pasteando ganado en la puna.
Casiana, mujer que al principiar el relato tiene unos 30 aos. Es cuada de Doroteo
Quispe y soltera. Se convierte en amante del Fiero Vsquez. Con l tiene un hijo, llamado
Fidel Vsquez.
Valencio, hermano de Paula y Casiana, quien junto con ellas se dedicaba al principio
a cuidar ovejas en la altura, al servicio de un patrn explotador, quien sola azotarlo
cuando se perda algn animal. Cansado de los abusos, mat a un caporal y se intern en
la puna, guarecindose en cuevas, hasta que fue reclutado por la banda del Fiero
Vsquez. Su aspecto era grosero y primitivo y su habla muy primaria. Sin embargo se
destaca por su valor y arrojo. Finalmente se sumar a la comunidad instalada en
Yanaahui, donde tomar por mujer a una india llamada Tadea. Luchar contra los
guardias civiles durante el ltimo despojo, sucumbiendo junto con los otros comuneros.
Fidel Vsquez, hijo del Fiero Vsquez y Casiana. Morir durante el segundo despojo
de Rumi, con apenas 15 aos de edad y empuando un arma de fuego.
Eloy Condorumi, comunero de Rumi, que junto con Doroteo se suma a la banda del
Fiero Vsquez.
Amadeo Illas, comunero de Rumi, que tiene la habilidad de contar fbulas y cuentos.
Huye junto con su esposa para escapar de la pobreza de Yanaahui y se interna en la
ceja de selva, emplendose como raumador en una plantacin de cocales a orillas del ro
Calchis, atrado por la buena paga. Pero no se acostumbra a la fatigante labor y al mismo
tiempo es testigo de la explotacin del indgena de parte de patrones y caporales
malvados. Su propia esposa es violada por los caporales mientras se hallaba ausente,
pero ella no le cuenta nada. Endeudado, huye hacia otra hacienda, cuyo patrn acepta
pagar la deuda a cuenta de su trabajo. Tiempo despus, su amigo Demetrio Sumallacta le
encuentra contando cuentos en la capital de la provincia. Las adversidades no
amenguaron pues, su talento.
Calixto Pucar, comunero de Rumi, quien tras el primer despojo de Rumi partir hacia
el asiento minero de Navilca, para emplearse como pen de mina. Su llegada coincide
con una huelga de mineros a raz del cual muere vctima uno de los disparos realizados
por los gendarmes. Es enterrado como desconocido.
Demetrio Sumallacta, joven flautista de Rumi, amante de las aves canoras, es quien
incorpora en el relato aires poticos. Huir tambin de la pobreza de Yanaahui,
instalndose en la capital de la provincia, donde vive junto con su mujer y su suegro,
dedicado a la venta de lea y otros trabajos eventuales. Su encuentro con unos futres
(petimetres o presumidos) es relatado en el captulo XX.
Juan Medrano, comunero de Rumi, hijo del regidor Porfirio Medrano. Con su esposa
Simona y sus dos hijos Poli y Elvira se traslada a Solma, en la ceja de selva, para
emplearse como colono o aparcero de las tierras de un patrn ambicioso, que le requisa
casi toda la cosecha dejndole solo la cantidad necesaria para su sustento
Adrin Santos, hijo de Amaro Santos, un comunero de Rumi. Su padre era uno de los
tantos comuneros que haban nacido fruto de las violaciones de los montoneros en las
muchachas de Rumi. Adrin aparece en el captulo titulado El maz y el trigo, todava
nio, sumndose al grupo de repunteros enviados a reunir el ganado. Aos despus,
Adrin parte hacia la costa en busca de trabajo, dejando en Yanaahui a su mujer
Casimira Luma. En Trujillo trabaja en obras de canalizacin.
Doa Leonor, la esposa de don lvaro, quien criaba a sus hijas en la casa-hacienda.
scar Amenbar, hijo de don lvaro Amenbar, inescrupuloso como su padre. Gana
una diputacin para el Congreso de la Repblica y se traslada a Lima.
Ramn Briceo, el jefe de los caporales de don lvaro, quien le guarda mucha
confianza.
Melba Cortez, la amante del tinterillo Bismarck, era apodada La Costea, pues
efectivamente, era de la costa. Fsicamente era alta, blanca, de edad ya madura y algo
gruesa. Haba llegado a la capital de la provincia muy delgada y plida, pues sufra
de tisis, pero a decir de ella, el aire serrano la mejor. Se convirti entonces en una
escaladora social, explotando sus encantos femeninos, y varios notables del pueblo
fueron sus vctimas. El ltimo result ser Bismarck Ruz, quien le cedi una casa, ante la
ira de su esposa. Convencer al tinterillo de recibir el soborno de Amenbar, pero fallecer
durante el viaje frustrado de ambos a la costa, sin poder disfrutar del dinero.
Zenobio Garca, gobernador del distrito vecino de Muncha, un cholo gordo y rojizo
como un cntaro. Tena una destilera de aguardiente y una hija muy bella, llamada Rosa
Estela, a quien esperaba casar con un buen partido. Sirve como testigo falso durante el
primer juicio de linderos contra la comunidad de Rumi. Por ello, un grupo de comuneros
convertidos en bandoleros toman venganza contra l: atacan su casa, destruyen su
destilera y violan a su hija. Zenobio perder su puesto de gobernador pero conservar
cierta importancia. Durante el segundo juicio de linderos de Rumi apoyar a los
comuneros.
Otros personajes[editar]
Alberto, obrero del asiento minero de Navilca, quien se hace amigo de Calixto Pucar
y se pliega a la huelga de mineros.
El viejo don Sheque, veterano minero que gustaba relatar en los salones de Navilca
historias antiguas de la mina.
El loco Pierolista, bohemio cantor y poeta popular, que con sus versos improvisados
ridiculizaba a las autoridades y mandones. Le decan pierolista pues sola dar vivas
aPirola, el caudillo y presidente del Per del siglo anterior, aunque nunca pudo explicar el
motivo de tal adhesin, ya desfasada para la poca. Por recitar unas coplas burlescas
contra los Amenbar es encarcelado por unos das.
Etc., etc.
V. El Maz y el Trigo.[editar]
Rosendo convoca a sus regidores a una junta para exponerles los avances del juicio de
linderos y su temor de que Zenobio y el Mgico anduviesen en tratos con Amenbar. El
regidor Goyo Auca es enviado donde Bismarck Ruz para pedirle informes amplios. El tinterillo
le da esperanzas de ganar la causa, dicindole que ya haba presentado el alegato al que
todava no respondan los demandantes; en cuanto a Zenobio y el Mgico, asegura que sera
fcil anularlos hurgando sus antecedentes, en el caso de que fueran a testificar en contra de la
comunidad. Ese mismo da empieza en Rumi la cosecha, lo que constitua una verdadera
fiesta para la comunidad. Todos participan de la faena. La ocasin es propicia tambin para
que los jvenes busquen pareja y se unan. Se convoca tambin a un grupo de jvenes
repunteros para que arreen el ganado esparcido en las tierras de la comunidad, a fin de
juntarlo para que comieran los rastrojos. Son llamados Cayo Sulla, Juan Medrano, Amadeo
Illas, Antonio Huilca, entre otros. Adrin Santos, un chico de 10 a 12 aos, consigue tambin a
ruegos que lo sumen a la partida. Luego de culminada la tarea los jvenes se renen a comer
y uno de ellos, Amadeo Illas, les relata el cuento titulado: Los rivales y el juez. Luego se
narra la siega, el acarreo y la trilla. Se describe cmo se avienta el trigo con horquetas y palos
de madera, hasta separar la paja del grano. Ya de noche, los jvenes Augusto Maqui (nieto de
Rosendo) y Marguicha se entregan al amor iluminados por la luna llena. Finalmente se hace el
reparto de la cosecha entre los comuneros y el excedente es destinado para la venta.
VI. El Ausente.[editar]
Este captulo relata la vida de Benito Castro, el mismo que haba sido criado como un hijo por
Rosendo y Pascuala, pero que tras cometer un crimen se haba ausentado de la comunidad,
dedicndose a recorrer el pas. Se ganaba la vida como arriero y repuntero en las haciendas.
Recorri las serranas de Huamachuco y en una ocasin, durante una fiesta carnavalesca de
un pueblo, gan una competencia de carrera de caballos cuya meta fue atrapar un gallo
enjaulado que colgaba de lo alto de un cordel; el premio consista treinta soles en monedas,
que se hallaban dentro en la misma jaula. Benito no quiso instalarse en pueblo alguno y sigui
su vida errante, hacia el sur, llegando al Callejn de Huaylas. All los gamonales pagaban
menos, a pesar que el trabajo era ms duro. Trabajando en una hacienda, en una ocasin fue
testigo de la tortura que sufrieron dos indios, acusados sin prueba de robo de ganado.
Conmovido por este hecho, de noche liber a los indios, y l mismo debi huir. En todo este
andar le acompaaba su querido caballo Lucero. Lleg a un lugar llamado Pueblo Libre. All
encontr a un agitador, apellidado Pajuelo, quien arengaba a la gente hablando a favor de los
indios y contra los explotadores gamonales y autoridades. De pronto irrumpieron los
gendarmes, se escucharon disparos y Pajuelo cay muerto. Mucha gente fue arrestada bajo
cargo de subversin, entre ellos Benito. Todos fueron quedando libres uno tras otro, menos
Benito, quien por ser forastero no tena quien lo defendiera. Luego de un tiempo lo soltaron,
pero no le devolvieron su caballo. Benito se vio solo y sin ningn bien. La necesidad lo oblig
a trabajar como pen en una hacienda. All, los indios le contaron historias de revoluciones
pasadas, siendo la ms recordada la de Pedro Pablo Atusparia (1885), que termin en
fracaso. Los indios esperaban algn da cobrarse la revancha.
flagelado salvajemente. El narrador trata enseguida sobre Nasha Shuro, bruja y curandera de
Rumi, nica esperanza de la comunidad pues se crea que con sus artes podra acabar con
Amenbar. Una noche Nasha se meti sigilosamente en la casa-hacienda de Umay y extrajo
una fotografa de don lvaro. Todo Rumi esperaba que de pronto don lvaro enfermara o
sufriera algn mal, pero nada de eso ocurri. Entonces se empez a dudar sobre los poderes
de Nasha, y al final la bruja confes que no le poda agarrar el nima. Volviendo al juicio de
linderos, el juez escuch la defensa de la comunidad por boca del mismo Rosendo;
finalmente, el magistrado aconsej al viejo alcalde que buscara testigos para que hablaran a
favor de la comunidad pero que no fueran de Rumi. Los buscaron en varios pueblos y
haciendas colindantes; pero nadie acept para no terminar peleado con don lvaro. Entonces
se ofreci como testigo Jacinto Prieto, el herrero Rumi, aunque natural de otro pueblo. Pero
sucedi entonces que un tal Zurdo busc pleito al herrero, quien ofuscado, le dio una paliza.
Prieto fue por ello encarcelado, quedando as anulado como testigo. Para toda la comunidad
era evidente que el Zurdo haba sido enviado por Amenbar.
VIII. El Despojo.[editar]
Rosendo quiso dejar al sospechoso Bismarck, pero ningn abogado acept defender a la
comunidad. El fallo del juez favoreci a Amenbar, disponindose que la toma de las tierras
fuera el 14 de octubre. Bismarck, muy hipcritamente, dijo que haba hecho todo lo posible y
que ya no haba ms que hacer, pues el fallo era definitivo (lo que no era cierto pues exista
todava la posibilidad de la apelacin, lo que el tinterillo intencionadamente no mencion).
Rosendo envi a su nieto Augusto a espiar a la hacienda de Amenbar. El muchacho escuch
a unos guardias que don lvaro ya se alistaba para ocupar la tierra de Rumi y tena 40
hombres armados; luego logr escabullirse con peligro de su vida, matando a un perro
guardin que se le abalanz. Viendo que ya el despojo era inevitable, Rosendo convoc la
asamblea de la comunidad y expuso la situacin. Uno de los comuneros, Artemio Chauqui,
critic su gestin y la de los Regidores. Quedaban dos opciones: resistir o replegarse a las
tierras altas y pedregosas de Yanaahui. Se discuti. Gernimo Cahua opt por la resistencia
armada; otros preferan la retirada. Los comuneros llegaron a un acuerdo: no ofreceran
resistencia para evitar muertes intiles, y se iran a Yanaahui antes del da 14. De paso
reeligieron como alcalde al viejo Rosendo. Mientras discutan, Casiana sali sigilosamente en
busca del Fiero Vsquez, quien haba prometido ayudar a la comunidad en caso de peligro.
Enterado El Fiero, march para defender a Rumi con veinte hombres armados, sin conocer
todava la resolucin que haba tomado la comunidad. Al llegar a Rumi se enter de todo. En
la plaza del pueblo y ante la presencia de don lvaro, el tinterillo Iiguez, el gobernador
Zenobio Garca, el subprefecto y otros principales, resguardados por un regimiento de
gendarmes, se procedi a la ceremonia de la entrega de las tierras de la comunidad. Rosendo
rog al Fiero que no se enfrentara, ya que haban optado por la retirada pacfica. El Fiero opt
entonces replegarse con su banda, no sin antes hacer notar a Rosendo que el abogado
Bismarck les haba engaado pues quedaba an la opcin de apelar. Cuando don lvaro y su
comitiva se retiraban triunfantes, de pronto vieron venir sobre ellos una galga (piedra rodante),
rodada por el indio Mardoqueo; el impacto de la roca mat a Iiguez. Los gendarmes sacaron
una ametralladora y dispararon contra el pobre Mardoqueo, matndolo. Al ver ello, uno de los
bandidos del Fiero apodado el Manco alz su machete y a galope se dirigi contra los
gendarmes pero tambin lo ultimaron a balazos. La comunidad de Rumi continu el camino
del xodo.
IX. Tormenta.[editar]
Yanaahui, haca donde los comuneros de Rumi emigran, era una zona situada en la puna,
muy fra, pedregosa, dominada por los cerros Rumi y El Alto, y cerca de una laguna, que los
indios crean encantada. Decan que all viva una mujer negra y peluda, que era el espritu de
la laguna. Cerca haba ruinas de un antiguo poblado, que estaba ubicado en un lugar
adecuado, pero los comuneros tenan temor de asentarse all pues decan que era la morada
del Chacho, un ser malfico en forma de enano. Prefirieron construir sus casas en las faldas
del Rumi, aunque no era un buen lugar pues le azotaba directamente el fro viento de la puna.
Siguiendo el consejo del Fiero, Rosendo intent un recurso de apelacin a la Corte Superior.
Una comitiva fue a la capital del distrito y contrat a un joven abogado, Arturo Correa Zavala.
Este les alent a seguir el juicio y no les cobr sus servicios. En Yanaahui la vida cambi
mucho por la aspereza del lugar. Solo se poda cultivar productos de la altura,
como quinua, papa, oca, pero en menor cantidad y calidad. El ganado no se acostumbraba y
muchos animales intentaron volver a Rumi llevados por la querencia; varios de ellos fueron
capturados por los caporales de don lvaro, quien los expropia. Se produce una gran
tormenta en Yanaahui y algunos animales mueren, entre ellos Frontino, el caballo querido
de Rosendo, atravesado por unrayo. Un emisario de Zavala Correa lleg trayendo una mala
noticia: haban asaltado el correo que transportaba el grueso expediente del juicio a la capital,
lo cual era muy grave pues ya no se podra apelar al perderse hasta los papeles de
reconocimiento legal de la misma comunidad. El expediente fue a dar a manos del
hacendado, quien lo quem en la chimenea de su casa. Algunos comuneros fallecieron, como
Anselmo, el tullido. Otros abandonaron Yanaahui para probar suerte en lugares lejanos,
trabajando en plantaciones o minas lejanas. Los comuneros Doroteo Quispe, Jernimo Cahua
y Eloy Condorumi se plegaron a la banda del Fiero Vsquez. Los tres fueron comisionados
para matar a Bismarck y a su amante Melba, quienes montados a caballo iban a la costa para
disfrutar del dinero que cobraron de Amenbar. Pero los comuneros no se atrevieron a
ejecutar la misin: slo se limitaron a robarles los caballos, aprovechando que la pareja
haban hecho un alto para dormir en una cueva ubicada en medio de la puna. Bismarck y
Melba debieron regresar al pueblo caminando muchos kilmetros, y debido al esfuerzo la
mujer falleci poco despus, de una pulmona fulminante. El desolado Bismarck volvi al lado
de su esposa y a la monotona de su trabajo. Doroteo, Cahua y Condorumi se reunieron con
los otros bandidos; uno de ellos, apodado el Sapo, se burl de los comuneros por no haber
cumplido con el encargo. Doroteo y el Sapo se pelearon a cuchillo y venci el primero. As, los
tres comuneros se ganaron el respeto de los otros bandidos
Decan que eran socialistas. Calixto fue sepultado como annimo pues nadie saba su
nombre.
Extractor de caucho.
Augusto Maqui, el nieto de Rosendo, parti a las caucheras de la selva, cautivado por la
elevada paga que le ofrecieron. Junto con otros aventureros lleg al puesto Canuco. Su
trabajo consista en internarse en el bosque, buscar los rboles de caucho y extraerles
la savia o jebe. Don Renato era el jefe de Canuco. Se serva de indios sometidos, quienes
tenan que entregar su cuota en bolas de jebe; de lo contrario eran castigados, sin distincin
de edad y sexo. Augusto fue testigo de los abusos y atrocidades cometidos contra los indios.
El narrador nos cuenta enseguida un hecho ocurrido en 1866, que graficaba muy bien la
situacin trgica del indio selvtico: en esa ocasin, los nativos cashibos (que vivan en los
mrgenes del ro Pachitea) fueron caoneados por las fuerzas del gobierno venidas en
buques de vapor desde Iquitos. Volviendo a nuestra historia, cada da menos indios iban a
Canuco a entregar su cuota de caucho y don Renato decidi traspasar el puesto a Custodio
Ordez. Augusto tambin quiso irse pero no lo dejaron pues se haba endeudado. Escuch
fbulas propias de la selva, como la historia del Chullachaqui, un ser mtico con un pie de
hombre y otro de venado, quien se enamor de Nora, la esposa del cacique Coranke, e
intent llevrsela consigo; pero Nora se neg y en castigo, el Chullachaqui convirti a su
pequea hija en un pjaro, el ayaymama, el cual en las noches de luna suele pronunciar un
canto lgubre que parece decir: ay, ay, mama. Ordez tena una amante, Maib, una nativa
de 15 aos, a quien maltrataba de la peor manera. Augusto se conmovi al verla. Ordez era
tambin muy cruel con los indios que estaban bajo su dominio. Una vez descabez con
machete a uno de ellos por no haber trado suficiente caucho. Hasta que ocurri la desgracia
para Augusto: mientras sahumaba una bola de caucho, esta explosion saltndole en la cara.
El accidente le provoc ceguera total. Como ya no venan indios a dar su cuota de caucho,
Ordez prepar una expedicin punitiva contra las tribus. Augusto se qued solo en el puesto
y Maib se acerc para acompaarlo. La batalla entre caucheros e indios dur tres das. Los
caucheros vencieron pero Ordez muri tras impactarle una flecha envenenada. Los
vencedores retornaron a Canuco trayendo como prisioneras a 30 mujeres nativas. Augusto se
qued con Maib y ambos se fueron a vivir en una cabaa a orillas del bosque. Maib cultivaba
en una chacra y Augusto teja hamacas y petates de palmera para la venta.
lea en voz alta las noticias de los peridicos sobre los sucesos de provincias, como la
explotacin de indgenas en las haciendas, en la construccin de caminos, ferrocarriles, etc.
Todo lo cual empieza a interesar a Benito, pues le recordaban las injusticias que l mismo
haba sido testigo en su tierra. Un da, sumido en una angustia profunda le cuenta Lorenzo la
razn por lo que haba abandonado Rumi. Como ya dijimos, Benito era fruto de la violacin
que un montonero (guerrillero venido de lejos) cometi en una comunera de Rumi. Creci,
pues, con el estigma de ser un indio mala casta. Un da, su padrastro, muy borracho, le
amenaz con un cuchillo, pero Benito se le adelant, matndolo. A falta de crcel, fue
encerrado en un cuarto del alcalde Rosendo Maqui. Este y su esposa Pascuala lo queran
como a un hijo y decidieron por ello soltarlo. Rosendo le entreg el caballo Lucero y le pidi
que se fuera lejos. Benito obedeci, con el alma dolida. De eso ya haban pasado seis aos y
no haba vuelto a saber nada sobre Rumi y sus habitantes. Pero ahora senta nostalgia y
quera volver a su comunidad; por lo pronto aprenda a leer y escribir. El bote de Lorenzo,
llamado Porsiaca, no produca mucho, debido a la competencia, pero al menos les daba
para comer. Benito viva en un callejn pobre del puerto. Una noche, mientras descansaba
junto con Lorenzo, oy una fuerte explosin que vena del puerto. Ambos corrieron a ver lo
que suceda. Una lancha cargada con dinamita haba estallado, arrasando con muchas
embarcaciones, entre ellas el Porsiaca. Benito y Lorenzo quedaron en la miseria. Un da, un
italiano apellidado Carbonelli, tan pobre como ellos, los llev a la playa. All recogieron
conchas y se comieron las almejas rociadas con zumo de limn y sazonadas
con pimienta y sal.
la cosecha lleg don Ricardo, el patrn, quien de acuerdo al contrato se llev la mitad de lo
recogido, pero reclam casi otro tanto por las facilidades prestadas. Los colonos se quedaron
nicamente con los granos necesarios para su sustento. Pese a tamao abuso, Juan pens
que cultivar la tierra era la mejor manera de ser hombre.
compr un buen caballo y march hacia Rumi, donde lleg de noche. Se dio con la sorpresa
de encontrar casas vacas y arruinadas; la casa de Rosendo estaba convertida en un chiquero
o corral de cerdos. Qu haba pasado con la gente? Dnde estaban? Sucumbiran de la
peste? Esto no era posible, pues luego de una epidemia siempre sobreviva gente. O acaso
algn gamonal les habra desalojado? Y de ser as haca donde se iran todos? Temiendo lo
peor, se sent y se puso a llorar. Ya con la primera luz del da, se acerc a una casa frente a la
cual se haba detenido una piara de cerdos. Con su rifle en ristre grit que salieran los que
estaban dentro. Sali un hombre que se identific como Ramn Briceo (uno de los caporales
de Amenbar). Benito le interrog y Briceo le respondi que su patrn don lvaro haba
ganado un juicio de tierras a la comunidad y que los comuneros estaban en Yanaahui. Benito
galop hacia all y lleg al casero. Se encontr con Juanacha, la hija de Rosendo, quien pese
al tiempo transcurrido lo reconoci y lo salud abrazndole, muy emocionada. Benito pregunt
por Rosendo y Pascuala; el gesto triste de Juanacha fue elocuente y Benito entendi lo
sucedido. Fue hacia la casa del alcalde Clemente Yacu, quien estaba enfermo; ste le cont
todo lo sucedido desde su partida. A la historia que ya hemos relatado solo agregaremos que
don lvaro Amenbar, aprovechando la desaparicin del expediente de la comunidad, haba
vuelto a denunciarla exigiendo pruebas de sus derechos. Lo que el hacendado quera en
realidad era peones para que trabajaran en una hacienda de cocales que haba empezado a
explotar. El juez fall en contra de la comunidad pero, por intermedio de Correa Zavala, se
hizo una apelacin ante la Corte Superior, que duraba ya aos. Los comuneros tenan mucha
esperanza de ganar el juicio. Contaban con el apoyo de los Crdova, los hacendados rivales
de Amenbar. Benito se despidi de Clemente y se sinti tranquilo al notar que el espritu de
Rosendo animaba todava a la comunidad.
pues deca que se deba respetar la tradicin, y Artidoro Oteza arguy que no era sensato
asustar al pueblo, muy supersticioso. Artemio Chauqui tambin se opona. Del lado de Benito
estaban Ambrosio Luma, Antonio Huilca, y, naturalmente, Valencio, quien desde el principio se
haba redo de las creencias de los comuneros. Un da, Benito, junto con Porfirio Medrano,
Rosendo Poma (el nieto de Rosendo Maqui) y Valencio taladraron el lecho rocoso de la
laguna, para formar cauces por donde hacerla desaguar. Luego lo dinamitaron y el agua de la
laguna empez a bajar. Con la pampa ganada a la laguna se poda ya habilitar ms tierras de
cultivo. Luego Benito y sus amigos fueron a las ruinas del pueblo viejo donde pensaban
levantar un nuevo asentamiento. Esta vez contaban con el apoyo del anciano alarife Pedro
Mayta, quien empez a demoler los muros, demostrando a todos que no exista ningn
Chacho. Pero aun as muchos comuneros todava estaban temerosos. El alcalde Clemente
Yacu convoc a una asamblea para juzgar los actos de Benito. Artemio Chauqui encabezaba
a los descontentos. Benito Castro se defendi: dijo que l era el nico responsable de sus
decisiones, y que sus actos eran para beneficio de la comunidad. Luego de una ardorosa
discusin, la mayora voto a favor de Benito. El tiempo le dio la razn. La pampa ganada
produjo mucha cosecha, los comuneros construyeron casas ms espaciosas, y no haba
ningn indicio de la maldicin vaticinada. Clemente Yacu renunci a su cargo de Alcalde por
enfermedad y Benito fue elegido en su reemplazo.
con ametralladoras. La batalla fue desigual. Los comuneros fueron aniquilados uno tras otro.
Algunos pocos heridos escaparon hasta el pueblo, rogando a sus familiares que partieran
rpido, antes que llegaran los guardias. Entre ellos estaba Benito Castro, herido gravemente,
quien rog a Marguicha que se fuera con el hijito que tenan, de apenas dos aos. Pero
Marguicha, angustiada, se limit a responderle: Adnde iremos? Adnde?
Apreciacin crtica[editar]
Las virtudes descriptivas de Ciro Alegra, su poder evocativo, su aliento telrico, su
capacidad para crear personajes vvidos, un argumento interesante, una sabia conduccin de
los eventos narrativos, su talento para llevar el drama individual a una dimensin universal,
hacen de El mundo es ancho y ajeno una novela esplndida y nica dentro de laliteratura
peruana. (Ricardo Silva-Santisteban).
La novela atrae desde la primera pgina. Alegra emplea un estilo directo, sencillo, elegante y
rico en vocabulario y sintaxis. Presenta sus escenas con prolijidad de cineasta. (Luis Alberto
Snchez).
El mundo es ancho y ajeno, la obra cumbre de Ciro Alegra, es una gran novela, ancha pero
no ajena. Est escrita con una sensibilidad humana autntica, pero desde el punto de vista
indigenista, y no por un indgena. (Jos Saramago).
Como ha sido bien observado por la crtica, Ciro Alegra no escribe novelas de tesis. Su
mensaje es muy simple y trabaja con profundidad. Aparentemente menos agresivo que Jorge
Icaza, Alcides Arguedas o Miguel ngel Asturias, el novelista peruano no grita pero convence.
Su estilo sobrio, sensible e intenso parece hallarse cmodo junto al alma del indio, cuya fuerza
potica logra transmitir en una inusual proeza de simpata. (Mario Benedetti).
El mundo es ancho y ajeno descuella por su esplndido ttulo y su empeo totalizador,
que, a la manera de las grandes novelas realistas decimonnicas, abraza todo el movimiento
de una sociedad en un vasto mural narrativo. (Mario Vargas Llosa)6
Anlisis[editar]
La obra narrativa de Ciro Alegra se inscribe claramente en el ciclo latinoamericano de la novela rural o
de la tierra. El mundo es ancho y ajeno, junto con sus anteriores novelas: La serpiente de oro (1935)
y Los perros hambrientos (1938), revelan desde distintas perspectivas no solamente la complejidad de
un mundo ajeno a la racionalidad occidental, sino tambin su dramtico desencuentro con el centro de
poder que alienta la modernidad.
A ello se debe que la lectura de la obra de Alegra vuelva a poner en el tapete, precisamente, la
dicotoma barbarie/civilizacin, planteada por Domingo F. Sarmiento enFacundo. En este esquema de
pensamiento, la barbarie est representada por el campo y la civilizacin por los ncleos urbanos,
permeables a la influencia europea y con una marcada tendencia a asumir la idea occidental de cultura
como principio rector de la sociedad.
Como consecuencia de esta imposicin, el otro, el que habita el campo, tiene una concepcin distinta
del tiempo y la vida, apela al mito y al animismo para explicar su posicin en el mundo, pasa a ser el
blanco de la incomprensin y el desdn por parte del poder dominante, que se arroga la misin de
modernizar a estas masas sin mostrar respeto alguno por sus creencias, su cosmovisin, en suma su
cultura.
En El mundo es ancho y ajeno, el conflicto abandona la escena local para simbolizar el enfrentamiento
de dos concepciones de comunidad, de vida nacional: la campesina, por un lado, y la del Estado, por
otro.
En ese sentido, El mundo es ancho y ajeno, en comparacin con La serpiente de oro y Los perros
hambrientos, encierra un significativo cambio de perspectiva. Mientras que en sus dos primeras novelas
el tiempo es presentado como la reiteracin fluida de un acto esencial -es decir, un tiempo unvoco- o
como una estructura circular basada en los ciclos naturales, respectivamente, en El mundo es ancho y
ajeno, la lgica imperante en la temporalidad es la de la causalidad histrica.
El cambio de perspectiva, sin embargo, no le impide a Alegra plantear una vez ms la inversin del
dilema barbarie/civilizacin, tan esencial en otras novelas latinoamericanas. Y es que para Alegra est
muy claro que la barbarie no est en el campo, sino en el egosmo y la incomprensin de una clase
dirigente cegada por intereses econmicos; la civilizacin, en tanto, se halla en las comunidades
campesinas, cuyos valores se presentan como superiores.
Pese a ello, la novela narra la desaparicin de la comunidad de Rumi, una especie de emblema de las
comunidades andinas tradicionales. El origen del conflicto est en un despojo de tierras logrado a travs
de un proceso judicial manipulado por el poder de los gamonales, lo que suscita la rebelin del alcalde
Rosendo Maqui, que finalmente fracasar.
Sin embargo, Rumi est an en pie, pero se presenta la amenaza de un segundo despojo, que ser
reprimido esta vez por el Estado, sellando la destruccin final de la comunidad. Este segundo
levantamiento es liderado por el sucesor de Maqui, Benito Castro, un mestizo que representa la opcin
modernizante y en cuyo mensaje entendemos que si la comunidad no se transforma, sin traicionar su
identidad, no podr sobrevivir. La terrible sancin que enfrenta el lector, sin embargo, es que ambas
opciones, la tradicional de Maqui y la modernizante de Castro, fracasan.
A pesar de la derrota, en la novela subyace un elogio abierto a las virtudes de la vida comunitaria, como
apunta el crtico Antonio Cornejo Polar, lo que complementa una idea de Toms Escajadillo, otro gran
estudioso peruano de la obra de Alegra: que la comunidad es el nico espacio en el que el indgena
puede vivir plena y dignamente. Al desaparecer este espacio por obra de un despojo violento, El mundo
es ancho y ajeno puede leerse como la despedida de un universo hoy casi extinto debido a la
modernizacin avasalladora que ha transformado el rostro del Per, y al mismo tiempo, como un severo
llamado de atencin a los sectores dominantes, bajo la forma de una defensa tica y cultural de una
conciencia que el poder occidental no admite como vlida.
Con El mundo es ancho y ajeno, Alegra logra un vasto fresco social que, en sus referentes, ha quedado
inscrito en la historia peruana como un perodo trgico en el que se perfilaron, dolorosamente por cierto,
agudos conflictos sociales y escisiones que, de alguna manera, tienen todava un latido de actualidad. 7
ello deba protegerse a la comunidad, clula del agro andino. Este deseo de cambiar el
mundo, que subyace en las intenciones de Alegra, se considera un logro, ya que El mundo es
ancho y ajeno fue un importante estmulo para que no se destruyera a las comunidades
indgenas o campesinas del Per.
En 1949 el gobierno peruano intent mejorar las condiciones de los pobladores de la sierra y
de los inmigrantes serranos en Lima, aunque con sentido paternalista, a travs de la creacin
del Ministerio de Trabajo y Asuntos Indgenas y la preparacin del Cdigo de Trabajo y el
Estatuto del Empleado. Tambin a partir de la dcada de 1940 se control la malaria, mal que
atacaba a los inmigrantes serranos que bajaban a la costa. No obstante, el xito de esta
campaa radic en la enseanza de mtodos de prevencin. 8
Tema
Anlisis de la novela El mundo es ancho y ajeno del escritor indigenista Ciro Alegra Bazn
El ttulo de la obra quiere decir que el mundo es ancho, grande, pero ajeno porque cada
persona habita un cierto lugar y ste no puede ser de otro refirindose a la propiedad
privada de la que los indgenas no gozaban ya que cualquier hacendado se la podan
quitar como le pas a la comunidad de Rumi. Rosendo Maqui era el alcalde de esta
comunidad, era un hombre justo y sabio que defendi los derechos de los de los indios
pero fue engaado por el Mgico, Zenobio Garca y Bismarck Ruiz, el abogado a quien
haba encargado la defensa de la comunidad y que lo traicion alindose con lvaro
Amenbar. La ley favoreca a los hacendados y perjudicaba al indio quitndoles sus tierras
y explotndolos. Los comuneros no entendan nada de leyes y Bismarck Ruiz los enga
con una defensa se basaba en artculos de ley y pruebas bien definidos. Rosendo Maqui
pensaba siempre en el bien de la comunidad, aun estando en la crcel y an muerto su
alma siempre vivira all. Rumi pas a manos de lvaro Amenbar, un hacendado dueo
de Umay, era explotado y se vala de cualquier medio para lograr lo que queria y deseaba
las tierras de Rumi slo para que los indios trabajaran para l en otra hacienda, pero los
comuneros se alojaron en Yanaahui. El indio muri defendiendo sus tierras ya que las
amaba. El mundo es ancho y ajeno es una obra realista porque nuestra vida del indio, las
injusticias, las explotaciones y la pobreza que sufran.
Personajes:
Principales:
a. Rosendo Maqui: alcalde de la comunidad de Rumi. Era un poco vegetal, un poco
hombre,
b.
lvaro
un
Amenbar:
gamonal
poco
que
quiere
piedra.
apropiarse
de
Rumi.
Bismarck
Fiero
Ruiz:
Vsquez:
c.
abogado
ladrn
que
de
roba
Maqui
a
Doroteo
los
que
ricos
termina
para
darles
Quispe:
traicionndolo.
a
los
pobres.
comunero.
Central:
de
los
Contenidos:
La novela se estructura en 24 captulos, todos ellos titulados a partir del personaje que
desarrolla la accin principal. Algunos tienen ttulos poticos como el nmero 3: Das van,
das vienen. La novela a parte de narracin est impregnada de canto y poesa. Tambin
est llena de elementos costumbristas, folclore, arte regional, historias lugareas, entre
otros.
Gnero
Especie:
ostensible en ellos un mayor dominio del arte literario y, merced a esa honorable labor,
nuestra literatura alcanza reconocimiento internacional.
De los 2 tipos de novela social realista, slo hablar de la novela indigenista o campesina.
sta da cuenta del mundo rural y de los problemas humanos que dentro de l ocurren y
que, finalmente, son parte del problema nacional. La lucha por la existencia y la propiedad
de la tierra. En esta lnea se expresan las obras de Carlos Camino Caldern, Csar Vallejo,
Jos Mara Arguedas y de Ciro Alegra, mi escritor en estudio.
En cuanto al aspecto poltico de los aos 30, lo ms destacable es la penetracin del
Capitalismo en los pases subdesarrollados como el nuestro, la concentracin
demogrfica de las ciudades, la organizacin del movimiento obrero y la presencia de las
masas populares en la escena poltica. Recordemos tambin que se acaba de dar fin al
Oncenio de Legua y al ao siguiente sale elegido el comandante Luis M Snchez Cerro
que dos aos despus fue asesinado y en el 33 asumi Oscar R Benavides durante 6 aos;
un gobierno que trajo cierta tranquilidad. Luego de Snchez seguira Manuel Prado hasta
1945, cuyo gobierno coincidira con la Segunda Guerra Mundial que repercutira
favorablemente en la economa de nuestro pas.
Formacin Literaria de Ciro Alegra:
Ciro Alegra naci en Huamachuco en 1909 y falleci en Lima en 1967. Lo ms importante
de su obra se halla constituida por sus novelas. En sus relatos, el mundo del campesino
peruano adquiere una dimensin human no alcanzada antes. La serpiente de oro de 1935
relata la lucha de los balseros que viven en los mrgenes del ro Maran; Los perros
hambrientos de 1938 que cuenta la lucha incesante contra la miseria y la sequa; El
mundo es ancho y ajeno de 1941 que cuenta el drama de las comunidades campesinas
contra los gamonales.
Ciro Alegra se ocupa de los indgenas de la Sierra Norte que su quechua est mas
espaolizado y tambin ms observador desde afuera. La otra parte es Arguedas que se
refiere a los indgenas de la Sierra Sur, ms pleno de la lengua indgena que se siente
como del interior del mismo autor.
Es muy cierto que la novela que estoy tratando no es la ms lograda de las tres que lo
premiaron internacionalmente, es la que ms me interesa por el uso magistral que hace
de la tcnica narrativa, su argumento, su trama, la configuracin de sus personajes que
nos hace enternecer, quizs porque en su primera niez tuvo Alegra como maestro a
Csar Vallejo.
Produccin Literaria:
Sus tres novelas y obras ms logradas son: La serpiente de oro de 1935 relata la lucha de
los balseros que viven en los mrgenes del ro Maran; Los perros hambrientos de 1938
que cuenta la lucha incesante contra la miseria y la sequa; El mundo es ancho y ajeno de
1941 que cuenta el drama de las comunidades campesinas contra los gamonales. Sus
relatos cortos forman un libro que se llama Duelo de Caballeros, pero el cuento ms
representativo se llama Cuarzo.
Escritores de la poca:
Dentro de la corriente indigenista, los escritores representativos a parte de Ciro Alegra
son: los poeta Alejandro y Arturo Peralta, Emilio Vsquez, Dante Nava, Guillermo Mercado,
Mario Florin, Jos Mara Arguedas, Csar Vallejo, Enrique Lpez Albjar y Abraham
Valdelomar.
poca Escuela o Movimiento:
Ciro Alegra pertenece a la segunda Repblica, sus obras son de los aos 30 y 40, as que
pertenecen al movimiento narrativo indigenista.
El Indigenismo busca una profundizacin de la conciencia histrica para afirmar los
elementos constitutivos de nuestra nacionalidad. El indigenismo exalta al indio, sus
valores y protesta por su situacin postergada en el Per.
Conclusiones
- Slo una comunidad puede hacer digna la vida del indio.
- El indio puede ser vencido, pero no destruido.
- La unin hace la fuerza.
- La fe en algo o alguien es importante.
- Las injusticias son parte de la historia de nuestro pas y an no se hace nada.
- Los que tienen ms dinero y poder mal ganado pueden hacer lo que quieren con los que
tiene menos.
- Hay que luchar hasta el final.
- La vida va ms all de nosotros mismos.
- La gente humilde depende de su propio trabajo para vivir; los indgenas producan para
consumir.
Vocabulario
Acequia: zanja hecha para conducir agua.
Candela: perro fiel de Rosendo que al morir ste se convirti en vagabundo.
Colono: labrador que cultiva una finca arrendada.
Comunero: habitante de la comunidad
Diluir: aqu es empleado como huir.
Gamonal: cacique de pueblo.
Gendarme: polica, guardia civil.
Guicho: ave que desde lo alto de una roca saluda con su canto.
Hacienda: finca agrcola
3.- Otros comuneros, sin embargo, adoptaron diferente actitud: Dejan Rumi en una
prematura dispersin, buscando refugio en haciendas cercanas o se convierten en
bandoleros como el rezador Doroteo Quispe, Jernimo Cahua y el corpulento Eloy
Condorumi. An ms, la adversidad se ceba en contra de Rumi: Calumniado de instigar a
los comuneros, acusado de abigeato e intento de homicidio, de brindar ayuda al Fiero
Vsquez y de ocasionar daos en la propiedad de Amenbar, Rosendo Maqui es
injustamente encarcelado y castigado brutalmente... Se preguntaba sin hallar respuesta:
Qu significa la Justicia?, Qu significa la Ley?
El Fiero Vsquez, bandolero rural que tena deudas con la ley, tambin es capturado y es
recluido en la misma celda de Maqui. Aqul le propone la fuga. Pero Rosendo no
acepta:... al fin, el Fiero logra escaparse... y acusan al Alcalde de propiciar este hecho...
Con este pretexto, los gendarmes le golpean inmisericordemente, muriendo lejos de su
amada comunidad.
4.- El prudente Clemente Yacu sucede en la Alcaida a Rosendo. Pasado el tiempo, le
reemplaza Benito Castro, hijo prdigo de Rumi, desde el momento en que se fue, estuvo
regresando, y al fin volva de su largo exilio, Su larga estancia por las ciudades de los
Blancos, habla enriquecido a este hijo adoptivo de Rosendo: Ahora, sabia leer, discriminar
y juzgar; habla acumulado una rica experiencia en sindicatos y huelgas; por eso, tenia
ms conocimiento de la justicia que los dems comuneros, No tard en ser elegido
Alcalde, y al rido pedregal de Yanaahui se converta en tierra generosa por obra
comunitaria, pronto; Benito organiza a la Comunidad para revertir el ominoso despojo;
pero otro fallo Judicial sentenci definitivamente a favor de Amenbar.
INFORMACIN EXTERNA
A.- BIOGRAFA DEL AUTOR
Ciro Alegra Bazn naci el 4 de noviembre de 1909 en el distrito de Sartimbamba de la
provincia de Huamachuco (La Libertad). Sus padres, Jos Alegra Lynch y Herminia Batn
Lynch, eran primos hermanos. Ellos se encargaron de prodigarle una educacin
humanista y liberal, a pesar de que gran parte de su niez transcurri en los ambientes de
la hacienda Marcaba! Grande, propiedad de su abuelo. Herminia alent sus precoces
creaciones. El pequeo Ciro curs sus estudios primarios en el colegio San Juan de
Trujillo. All pudo conocer a nuestro inmortal poeta, Csar Vallejo, quien fue su profesor de
primaria. Desde muy temprano el destino marc su vida literaria. En su niez sufri
enfermedades que motivaron que su padre lo llevar a vivir en Cajabamba. Luego de una
larga y fructfera experiencia en la vida rural, en la hacienda Colpa, inici sus estudios
secundarios nuevamente en el colegio San Juan. All sigui desarrollando su camino
creador, componiendo algunos versos y escribiendo ocasionales relatos. En el ao 1926
falleci su madre, aciago acontecimiento que le caus muy hondo pesar.
Quizs empujado por el bello recuerdo de su madre, Ciro Alegra quiso iniciar muy pronto
su carrera literaria, cuando a la sazn frisaba los diecisiete aos. Para tal fin, viaja a Lima
con la esperanza de que le publiquen algunos cuentos y artculos, pero el empeo
lamentablemente no lleg a buen trmino. Era difcil bailar trabajo de escritor en la
metrpoli y, por ello, hasta tuvo que pernoctar en el Zoolgico. Sin embargo, a su regreso
a Trujillo, la ilusin de ser escritor no haba claudicado. Por ese entonces, el filsofo
Anterior Orrego lo llama para que colabore en el diario El Norte de Trujillo y de ese modo
comienza su oficio de periodista.
servicio militar obligatorio. Y las que aparentemente deban favorecerlo, como la de la educacin
primaria obligatoria, no eran cumplidas. La escuela de Rumi, pese a todos los esfuerzos de Maqui
y los comuneros, nunca se concretaba. El indio era despreciado por los blancos, los cuales tenan
el control del poder poltico y econmico. Don lvaro Amenbar, rico propietario de la hacienda
Umay, cercana de Rumi, llev a juicio a la comunidad por un pleito de linderos. El tinterillo Bismarck
Ruz fue contratado como "defensor jurdico" de Rumi. En el pasado, segn recordaba Rosendo,
hubo una epidemia de tifo que mat a mucha gente. Uno de las vctimas fue enterrada aun viva
pero logr salir de su sepultura y volver a casa, no sin antes causar un gran susto a su familia y al
resto del pueblo. Tambin en una poca se habl del estallido de la Guerra con Chile y muchos
indios fueron reclutados. Diz que Chile gan y se fue y nadie supo nunca ms de l. Luego hubo
una guerra civil entre los partidarios de Miguel Iglesias (los azules) y los montoneros de Andrs
Avelino Cceres (los colorados). Los azules ocuparon Rumi y los indios fueron enrolados a la
fuerza a sus filas. La guerra civil lleg hasta el mismo pueblo. Ganaron los colorados, quienes
enterraron a los azules cados en combate en una fosa comn. Muchas mujeres sufrieron
violaciones de los montoneros y tuvieron hijos; uno de ellos fue Benito Castro, quien fue criado
como un hijo por Rosendo y Pascuala. Luego el narrador nos cuenta la historia de dos pillos,
quienes disfrazados de frailes, bendecan el ganado, lo que, segn los crdulos comuneros, haca
que las ovejas se multiplicaran; a cambio de sus bendiciones los farsantes reciban muchos
regalos. Los falsos frailes terminaron por ser descubiertos. Otro episodio muy logrado es la
descripcin de la vida rural de Rumi. Rosendo senta mucho cario por un buey negro llamado
Mosco, gran arador y noble animal, que pareca corresponderle su aprecio, pero que por desgracia
muri al desbarrancarse; Rosendo llor sentidamente la muerte de quien, a sus ojos, era un
comunero ms. El toro Choloque era la contraparte del bueno Mosco. Enseguida se describe el
duelo entre los toros Granizo y Choloque; este ltimo muere igualmente desbarrancado. Finaliza
as la descripcin de Rumi y el narrador retoma el relato: Rosendo retorna al pueblo con un negro
presentimiento. Efectivamente, el taer de la campana de la iglesia anunciaba que su esposa
Pascuala haba fallecido.
II. ZENOBIO GARCA Y OTROS NOTABLES.
Todo el pueblo asisti al velorio de Pascuala, ocasin propicia para beber a raudales el caazo o
aguardiente de caa. La hija mayor de la finada, Teresa, hizo una apologa de la fallecida. Uno de
los ms compungidos era el arpista don Anselmo, quien tena las piernas tullidas. l tambin
record con palabras conmovedoras a Pascuala, quien la haba criado como a un hijo. Esa misma
noche lleg a Rumi una comisin de vecinos de Muncha (distrito cercano), presidida por su
gobernador Zenobio Garca. Traan aguardiente, su principal producto de venta, y las condolencias
del caso al alcalde Rosendo. Algunos vieron sospechosa la presencia del gobernador. Digamos de
paso que don Zenobio tena su propia destilera de aguardiente y una hija muy buenamoza,
llamada Rosa Estela, a quien esperaba casar con un buen partido. Un comunero, Doroteo Quispe,
se puso a rezar; l tena fama de decir de memoria una retahla de oraciones para la ocasin
adecuada. Seguido de un largo cortejo, el cadver de Pascuala fue sepultado en el panten.
convencido y se esforz en memorizar la larga oracin. Doroteo viva con su esposa Paula y su
cuada Casiana, ambas venidas de otra comunidad. Casiana, una india que pasaba de los 30
aos, se convirti en la amante del Fiero Vsquez. Ella se enter por casualidad que su hermano
Valencio perteneca a la banda del Fiero. Valencio era un bandido muy original. Su aspecto era
grotesco y primitivo. En una de esas visitas del Fiero, Rosendo pas a verlo. Le aconsej que
cambiara su vida delictiva por otra ms tranquila, dedicada al trabajo. El Fiero le respondi que ya
lo haba intentado pero que no le haba ido nada bien; relat enseguida su historia: en una ocasin,
cuando ya era conocido por sus robos, le dispararon en la cara con una carabina. A duras penas,
sangrante y sostenindose del caballo lleg a un pueblo, donde una seora muy amable, doa
Elena Lynch (abuela de Ciro Alegra) le dio posada y le cur la herida. Luego conoci a don
Teodoro, el esposo de Elena, quien le interrog. El Fiero le cont que su desgracia haba
principiado cuando un vecino muy abusivo, don Malaquas, abofete a su madre, solo porque ella
le haba reprochado que dejara suelto a sus animales, los cuales haban causado destrozos en su
pequea chacra que a duras penas mantena con su hijo. El Fiero, aun muy joven, no soport el
abuso y acuchill a don Malaquas. Fue el inicio de su vida en permanente huida y dedicada al
bandidaje. Pero agradecido con don Teodoro y su esposa, prometi regenerarse. Convencido,
Teodoro le dio un empleo en su hacienda. El Fiero se senta orgulloso de su patrn que era un
hacendado muy respetado en toda la provincia. En una ocasin, atravesaron ambos el ro
Condebamba y la corriente arrastr al Fiero, quien se salv varando con su caballo en una orilla,
mientras que Teodoro le buscaba afanosamente, hasta encontrarlo. En otra ocasin, el patrn le
envi lejos con una crecida suma de dinero destinada para pagar una deuda. Todos, menos
Teodoro, crean que el Fiero se fugara con el dinero, pero asombrosamente volvi, siendo ese un
momento de mucha felicidad para l. En otra ocasin ayud a su patrn a expulsar a unos
usurpadores de sus tierras. A estos los sorprendieron cuando se baaban despreocupados en el
ro, y as desnudos los tomaron presos. Hasta que, finalmente, el Fiero pidi a don Teodoro que le
dejara ir, para vivir junto con la Gumersinda, su pareja, en un terrenito que haba comprado lejos.
Don Teodoro le concedi, rogndole solo que no recayera en el mal. El Fiero se lo prometi y vivi
un tiempo feliz con su esposa y su hijo recin nacido. Pero poco despus el hacendado tuvo que
trasladarse a Lima al ser elegido diputado, y el Fiero sinti mucho su partida. Un da, estando en su
chacra, El Fiero fue atacado por un desconocido, a quien mat en defensa propia. Tuvo que huir de
la polica. A los seis meses regres y encontr su casa vaca. Entonces se enter de su desgracia.
Su esposa haba sido encarcelada, acusada de cmplice, y su hijito haba muerto vctima de la
peste. A ella la violaron los gendarmes, contagindose de una enfermedad venrea, y para poder
salir libre tuvo que trabajar de sirvienta en casa del juez. Herido profundamente, el Fiero volvi al
mal camino. As termin su relato. Muchos comuneros se haban acercado para orle. Cerca pas
el gobernador Zenobio Garca y tres hombres armados. El Fiero les dijo a los comuneros que
Garca y el Mgico Contreras andaban en conversaciones con Amenbar. Aquella misma noche, el
bandido parti de Rumi.
V. EL MAZ Y EL TRIGO.
Rosendo convoca a sus regidores a una junta para exponerles los avances del juicio de linderos y
su temor de que Zenobio y el Mgico anduviesen en tratos con Amenbar. Los regidores son
Porfirio Medrano, Goyo Auca, Clemente Yacu y Artidoro Oteza. Goyo Auca es enviado donde
Bismarck Ruz para pedirle informes amplios. El tinterillo le da esperanzas de ganar la causa,
dicindole que ya haba presentado el alegato al que todava no respondan los demandantes; en
cuanto a Zenobio y el Mgico, asegura que sera fcil anularlos hurgando sus antecedentes, en el
caso de que fueran a testificar en contra de la comunidad. Ese mismo da empieza en Rumi la
cosecha, lo que constitua una verdadera fiesta para la comunidad. Todos participan de la faena.
La ocasin es propicia tambin para que los jvenes busquen pareja y se unan. Fue el caso de
Juan Medrano, el hijo de Porfirio, quien se junta con la china Simona. Se convoca tambin a un
grupo de jvenes repunteros para que arreen el ganado esparcido en las tierras de la comunidad, a
fin de juntarlo para que aprovechen los rastrojos. Son llamados Cayo Sulla, Juan Medrano,
Amadeo Illas, Antonio Huilca, entre otros. Adrin Santos, un chico de 10 a 12 aos, consigue
tambin a ruegos que lo sumen a la partida. Luego de culminada la tarea los jvenes se renen a
comer y uno de ellos, Amadeo Illas, les relata el cuento titulado: Los rivales y el juez. Luego se
narra la siega, el acarreo y la trilla. Se describe cmo se avienta el trigo con horquetas y palos de
madera, hasta separar la paja del grano. Ya de noche, Augusto y Marguicha se solazan
ocultamente sobre un montn de paja. Ambos se entregan al amor y Augusto se considera dichoso
de poseer el cuerpo de Marguicha iluminado por la luna llena. Finalmente se hace el reparto de la
cosecha entre los comuneros y el excedente es destinado para la venta.
VI. EL AUSENTE.
Este captulo trata sobre Benito Castro, el mismo que haba sido criado como un hijo por Rosendo,
pero que tras cometer un crimen se haba ausentado de la comunidad dedicndose a recorrer el
mundo. Se ganaba la vida como arriero y repuntero en las haciendas. Recorri las serranas de
Huamachuco y en una ocasin, durante una fiesta carnavalesca, particip en una competencia de
carrera de caballos cuya meta era atrapar un gallo enjaulado que colgaba en lo alto sujeto de una
soga, y cuyo premio consista treinta soles en monedas, que se hallaban dentro en la misma jaula.
Otro jinete logr jalar el gallo junto con el dinero, pero Benito lo persigui y le arrebat el premio.
Por la noche hubo un baile y el jinete perdedor se acerc desafiante a Benito. Pero l prefiri no
pelear y se fue del pueblo. Vagando de un lado a otro, sigui hacia el sur, llegando al Callejn de
Huaylas. All los gamonales pagaban menos que en el norte, a pesar que el trabajo era ms duro.
Los indios hablaban quechua y muy pocos el castellano. En una ocasin fue testigo de la tortura
que sufrieron dos indios, acusados sin mayor prueba de robo de ganado. Conmovido por este
hecho, de noche liber a los indios, forzando la cerradura del cuartucho en donde se hallaban
encerrados; luego debi huir l mismo. En todo este trajinar le acompaaba su querido caballo
Lucero. Lleg a un lugar llamado Pueblo Libre. All encontr a un orador callejero, apellidado
Pajuelo, quien arengaba a la gente hablando a favor de los indios y contra los explotadores
gamonales y autoridades. De pronto se escucharon disparos y Pajuelo cay muerto. Irrumpieron
los gendarmes y arrestaron a mucha gente bajo cargo de subversin, entre ellos a Benito. Todos
fueron quedando libres uno tras otro, menos Benito, quien por ser forastero no tena quien lo
defendiera. Benito dijo ser de Mollepata, un pueblo de alfareros, y que haba venido contratado
como arriero por un ganadero de la zona. Pero no haba forma de comprobar lo que deca y las
autoridades, para evitar engorrosas averiguaciones, lo soltaron. Sin embargo no le devolvieron su
caballo y Benito se vio solo y sin ningn bien. La necesidad lo oblig a trabajar como pen en una
hacienda. All, los indios le contaron antiguas historias de revoluciones en el Callejn, siendo la
ms recordada la de Pedro Pablo Atusparia (1885), rebelin que al igual que todas terminaron en
fracaso. Pero los indios preferan recordar las victorias, con la esperanza de que nuevamente se
presentara la ocasin para un desquite.
VII. JUICIOS DE LINDEROS.
El narrador empieza contando la historia de los Amenbar: la manera como principi todo con la
ambicin desmedida del hacendado Don Gonzalo Amenbar, el padre de don lvaro, quien
continu en la misma senda. Su idea era apoderarse de las tierras frtiles de Rumi y obligar a los
comuneros a convertirse en peones de una mina que pensaba explotar cerca de all. Pero al ver el
alegato de Bismarck, bram de ira y se reuni con el tinterillo iguez para planear una nueva
estrategia. Planearon sostener la tesis falsa de que el arroyo Lombriz no era el verdadero lmite de
las tierras de la comunidad, sino la quebrada de Rumi, y que el fraude estaba en que los indios
haban modificado los nombres de ambas torrenteras: la quebrada de Rumi era en realidad el
arroyo Lombriz, y que este ltimo se llamaba antiguamente arroyo Culebra. Ello implicaba que las
tierras de la comunidad eran ms reducidas y se limitaban a las que se ubicaban en torno a la
laguna Yanaahui, una zona pedregosa y menos frtil. Iiguez sugiri comprar falsos testigos para
que dijeran que los lmites autnticos haban sido modificados por los comuneros en tiempos
pasados. Don lvaro dijo ya entenderse con el gobernador Zenobio Garca y el Mgico Julio
Contreras, quienes seran excelentes testigos contra Rumi, junto con otros indios colonos, y que
adems ya tena compradas las voluntades del subprefecto y del juez. Iiguez le propuso empezar
el golpe de mano trasladando hacia adentro los hitos que sealaban los linderos de la comunidad;
de otro lado le preocupaba Bismarck Ruiz y sugiri que se le deba tambin comprar. Amenbar
aprob ambas ideas. Un da los comuneros encontraron los hitos fuera de su sitio, y sin sospechar
la argucia, los colocaron de nuevo en su sitio original. No se daban cuenta que un peritaje podra
determinar que los hitos tenan las seales de haber sido colocados recientemente, lo que jugara
en contra de ellos o al menos causara suspicacias. Bismarck fue informado de los manejos de
Amenbar, pero tranquiliz a Rosendo diciendo que l descalificara a Contreras, a Garca y a otros
testigos falsos por sus antecedentes. Iiguez respondi ante el juez el alegato de Bismarck tal
como lo haba planeado con Amenbar. El Mgico Contreras, Zenobio Garca y otros ms fueron
los testigos en contra de la comunidad. Qued pendiente la respuesta de la defensa de Rumi para
das despus. Mientras tanto, a Bismarck le lleg el soborno de Amenbar, de 5,000 soles; lo nico
que deba hacer era no descalificar a los testigos del hacendado. Bismarck, aunque sinti perder la
oportunidad de ganar el juicio al hacendado, acept y plane hacer un viaje con su amante Melba
para disfrutar del dinero. Mardoqueo, vendedor de esteras, fue enviado por Rosendo a espiar a
casa de don lvaro, pero descubierto, fue flagelado salvajemente. El narrador trata enseguida
sobre Nasha Shuro, bruja y curandera de Rumi, nica esperanza de la comunidad pues se crea
que con sus artes podra acabar con Amenbar. Una noche Nasha se dirige caminando hasta la
casa del hacendado, se introduce sigilosamente en ella y extrae una fotografa de don lvaro. A la
maana siguiente, tras descubrir el robo y viendo acongojadas a su esposa e hijas, don lvaro se
limita a decir que l no crea en brujeras y que solo vigilaran sus alimentos. Luego, junto con sus
guardaespaldas va hasta Rumi a buscar a la bruja. Esta le sali al encuentro en pleno camino. Don
lvaro orden que le revisaran, pero no le hallaron la foto; la dej entonces, diciendo que no la
mataba solo porque su padre haba salvado al suyo en una ocasin. Pero pese a que todo Rumi
esperaba que de pronto don lvaro enfermara o sufriera algn mal, nada de eso ocurri. Entonces
se empez a dudar sobre los poderes de Nasha, y al final la bruja adujo que no le poda: agarrar el
nima. Volviendo al juicio de linderos, el juez escuch la defensa de la comunidad por boca de
Rosendo; finalmente, el magistrado aconsej al viejo alcalde que buscara testigos que no fueran de
Rumi. Los buscaron en varios pueblos y haciendas aledaas; pero, a pesar que muchos les daban
la razn, no se atrevan a enfrentarse con don lvaro. Entonces se ofreci como testigo Jacinto
Prieto, el herrero de la comunidad, aunque natural de otro pueblo. Pero sucedi entonces que un
tal "Zurdo", vagabundo y truhn, busc pleito al herrero, quien ofuscado, le dio una paliza. Prieto
fue por ello encarcelado, quedando as anulado como testigo. Para toda la comunidad era evidente
que el "Zurdo" haba sido enviado por Amenbar. Poco despus lleg un piquete de gendarmes
quienes llamaron a 12 de los comuneros con la orden de que entregaran sus armas de fuego. Ellos
debieron obedecer para evitar represalias. Intuyeron que el Mgico Contreras era quien haba
facilitado esa lista y que el despojo era ya inminente.
VIII. EL DESPOJO.
Rosendo quiso dejar al sospechoso Bismarck, pero ningn abogado o tinterillo acept defender a la
comunidad. El fallo del juez favoreci a Amenbar, disponindose que la toma de las tierras fuera
el 14 de octubre. Bismarck, hipcritamente compungido, dijo que haba hecho todo lo posible y que
ya no haba ms que hacer, pues el fallo era definitivo, lo que no era cierto pues exista la
apelacin, lo que el tinterillo tuvo el cuidado de no mencionar. Rosendo y los regidores fueron a
visitar a un sacerdote espaol, don Gervasio Mestas, para pedirle consejo. Este se limit a
aconsejarles que aceptaran la voluntad de Dios y guardaran sus mandamientos. Luego Rosendo
envi a su nieto Augusto a espiar a la hacienda de Umay, de Amenbar. El muchacho escuch a
unos guardias que Amenbar ya se alistaba para ocupar la tierra de Rumi y tena 40 hombres
armados. Luego logr escabullirse con peligro de su vida, matando a un perro guardin que se le
abalanz. Al siguiente da, ocho caporales de Amenbar llegaron amenazantes a Rumi y dijeron al
alcalde que ya saban que les haba enviado un espa. "Hasta el 14" gritaron al irse, aludiendo al
da fijado para la toma. Se convoc la asamblea de la comunidad y ante ella Rosendo expuso la
situacin: "han ganado la plata y la maldad", dice. Uno de los comuneros Artemio Chauqui critic la
gestin del Alcalde y de los Regidores. Quedaban dos opciones: resistir o replegarse a las tierras
altas y pedregosas de Yanaahui. Se discuti. Gernimo Cahua opt por la resistencia armada;
otros, prefirieron la retirada. Mientras discutan, Casiana sali sigilosamente en busca de su
hermano, el Fiero Vsquez, quien haba prometido ayudar a la comunidad en caso de peligro. Los
comuneros llegaron a un acuerdo: no ofreceran resistencia para evitar muertes, y se iran de Rumi
hacia Yanaahui antes del da 14. De paso reeligieron como alcalde al viejo Rosendo. Casiana se
intern en la agreste puna y encontr a su hermano Valencio y a otro bandido apodado El Manco.
Ellos le informaron que el Fiero se hallaba lejos pero que haciendo una fogata en la cima de un
cerro le daran una seal para que volviera. As lo hicieron, y a los dos das El Fiero apareci. Sin
conocer la resolucin de la comunidad, el bandido march para defenderla con veinte hombres
armados. Pero al llegar a Rumi encontr una situacin muy distinta a lo esperado. En la plaza del
pueblo y ante la presencia de don lvaro, el tinterillo Iiguez, el gobernador Zenobio Garca, el
subprefecto y otros principales, resguardados por un regimiento de gendarmes, se procedi a la
ceremonia de la entrega de las tierras de la comunidad. Rosendo le pidi al Fiero que no se
enfrentara, ya que haban optado por la retirada pacfica. El Fiero le hizo ver que el abogado les
haba engaado pues quedaba la opcin de apelar; sin embargo, dijo que respetaba la decisin ya
tomada por la comunidad y orden a sus hombres replegarse. Pero uno de ellos, el Manco, se
mostraba inquieto para actuar. Ya se retiraba don lvaro y su comitiva cuando de pronto una galga,
rodada por el indio Mardoqueo, cay sobre ellos y mat a Iiguez. Los gendarmes sacaron a relucir
una ametralladora y dispararon contra el pobre Mardoqueo, matndolo. Al ver ello, el Manco alz
su machete y a galope se dirigi contra los gendarmes pero tambin es ultimado a balazos. Los
dems bandidos optaron por retirarse, mientras que la comunidad emprenda el xodo.
IX. TORMENTA.
Yanaahui, haca donde los comuneros de Rumi emigran, era una zona situada en la puna, muy
fra, pedregosa, dominada por el cerro El Alto y a orillas de una laguna, que los indios crean
encantada. Decan que all viva una mujer negra y peluda, que no dejaba con vida a quien osara
acercarse. Cerca haba las ruinas de un antiguo poblado, que estaba ubicado en un mejor lugar,
pero los comuneros tenan temor de instalarse all pues decan que era la morada del Chacho, un
genio o ser maligno en forma de enano deforme. Prefirieron construir sus casas en una ladera,
aunque no fuera un buen lugar pues le azotaba directamente el fro viento de la puna. Rosendo se
dirigi a la cima del cerro Rumi para consultar al Apu (deidad de la montaa): "Taita Rumi, nos ir
bien en Yanaahui?", le pregunta, mientras le haca ofrendas de pan, coca y chicha. Ante el
silencio, sigui insistiendo. De pronto escuch una voz que interpreta como Bien. Alentado por
esta respuesta y tomando en cuenta lo dicho por el Fiero Vsquez, la comunidad intent un recurso
de apelacin a la Corte Superior. Una comitiva fue a la capital del distrito y contrat a un joven
abogado, Arturo Correa Zavala. Este les alent a seguir el juicio y no les cobr sus servicios. Pero
el hacendado Amenbar se enter de todo ello y plane dar otro golpe de mano a su favor. En
Yanaahui la vida cambi mucho por la aspereza del lugar. Solo se poda cultivar productos de la
altura, como quinua, papa, oca, pero en menor cantidad y calidad. El ganado no se acostumbraba
y muchos animales intentaron volver a Rumi llevados por la querencia; varios de ellos fueron
capturados por los caporales de don lvaro. Se produce una gran tormenta y algunos animales
mueren, entre ellos "Frontino", el caballo querido de Rosendo, atravesado por un rayo. Un emisario
de Zavala Correa lleg trayendo una mala noticia: haban asaltado el correo que transportaba el
grueso expediente del juicio a la capital, lo cual era muy grave pues ya no se podra apelar al
perderse hasta los papeles de reconocimiento legal de la misma comunidad. Todos ven en ello la
mano artera de Amenbar. En efecto, el expediente fue a dar a manos del hacendado, quien lo
quem en la chimenea de su casa. Para desviar las sospechas, se acus al Fiero del asalto del
correo. Anselmo, el tullido, falleci al no soportar su frgil cuerpo el clima agreste de la regin.
Muchos comuneros abandonaron Yanaahui para probar suerte en otros lugares, trabajando en
plantaciones o minas lejanas. Los comuneros Doroteo Quispe, Jernimo Cahua y Eloy Condorumi
se plegaron a la banda del Fiero Vsquez. Los tres fueron comisionados para matar a Bismarck y a
su amante Melba, quienes montados a caballo iban a la costa para disfrutar del dinero que
cobraron de Amenbar. Pero los comuneros no se atrevieron a ejecutar el encargo: slo les
robaron los dos caballos, aprovechando que la pareja haban hecho un alto para dormir en una
cueva ubicada en medio de la fra puna. Bismarck y Melba debieron regresar al pueblo caminando
muchas millas, y debido al esfuerzo la mujer falleci poco despus, vctima de una pulmona
fulminante. El desolado Bismarck volvi al lado de su esposa y a la monotona de su trabajo. El
diario "La Patria" se refiri en una editorial a la laboriosidad y honestidad de Amenbar, y al
bandidaje y a la revuelta desatada por los comuneros de Rumi, que el hacendado haba contribuido
eficazmente a debelar. Doroteo, Cahua y Condorumi se reunieron con los otros bandidos en una de
las cuevas donde solan refugiarse. Uno de los bandidos, apodado el Sapo, se burl de Doroteo y
sus amigos por no cumplir con el encargo de matar a Bismarck y su amante. Doroteo y el Sapo se
pelearon a cuchillo y venci el primero. De esa manera los comuneros fueron aceptados
plenamente por los otros bandidos.
X. GOCES Y PENAS DE LA COCA.
Uno de los comuneros, el joven Amadeo Illas (el contador de fbulas), se fue con su esposa a
trabajar a una hacienda de coca, en Calchis. Un caporal lo recibi y lo instal en una casa junto a
un maizal. De acuerdo al contrato deba bajar cada tres meses a raumar (deshojar las hojas de
coca) en el temple o valle situado al borde del ro Calchis. Por lo pronto ya tena una deuda con el
patrn, de 30 soles, por el alojamiento y vveres, pero Amadeo pens que sera fcil pagarlo con su
sueldo de raumero, fijado en 50 centavos al da. Pasados algunos das fue notificado para empezar
la labor y Amadeo march al temple. En el camino se encontr con otro pen o raumero, llamado
Hiplito Campos, de quien se hizo amigo. La primera labor que se le encarg fue podar unos
rboles bajo cuya sombra crecan los cocales. Luego empez con la rauma. El trabajo, al principio,
le pareci fcil; pero despus le ardieron las manos y le salieron ampollas. Estas empezaron luego
a sangrar. Le dijeron que era cuestin de acostumbrarse, que en cada mano se formara un callo
duro. Pero de todos modos era una labor muy fatigosa. Para colmo, la comida era invariablemente
tres cucharones de trigo hervido al da. Otro peligro ms grave eran las vboras. A Hiplito le pic
una en el pecho y a duras penas se salv, tras ser cauterizada su herida con fierro candente. Pero
qued muy mal y lo enviaron de vuelta a su casa. Otro peligro eran los zancudos y el riesgo de
contraer paludismo. Amadeo pens en el contraste de que una hoja que tanto gozo daba al hombre
andino se consiguiera con tanto sufrimiento. En fin, no pudo continuar en la rauma y pas al
lampeo. Tambin esta vez le sangraron las manos. Al no poder cumplir la labor su deuda se
increment en 20 soles. Regres donde su esposa, con las manos desolladas. La mujer haba sido
violada por los caporales, el mismo da en que partiera Amadeo al temple, pero no le cont nada a
su esposo. Para colmo, Amadeo contrajo las fiebres paldicas y durante 30 das estuvo en cama.
La quinina le cost 10 soles. En total se adeud en 60 soles. Tuvo que huir lejos, consiguiendo
trabajo como pen en la hacienda Lamas, pero los caporales de Calchis lo persiguieron y lo
encontraron. El hacendado de Lamas acord pagar su deuda, pero a cuenta de su trabajo. El
pobre Amadeo qued as nuevamente amarrado a la tierra.
XI. ROSENDO MAQUI EN LA CRCEL.
Rosendo Maqui no perda la esperanza, pese a los sucesivos infortunios. La comunidad haba
gastado 1,000 soles en el juicio y ya no alcanzaba el dinero. El ganado estaba diezmado, pues
muchos animales iban hasta las tierras de Rumi y los caporales de Amenbar los requisaban. Una
vez un toro de labor se perdi y Rosendo fue decidido a rescatarlo. Pero al llegar a Umay,
Amenbar se neg a entregarle el toro pues adujo que lo haba vendido Casimiro Rosas, cuyas
marca de herraje eran similar a la de la comunidad de Rumi (C R). Rosendo insisti y el hacendado
lo arroj a fuetazos y trompadas. Pese a ello, el viejo alcalde se propuso rescatar al toro y de noche
ingres sigilosamente al potrero del hacendado. Ya iba de retorno con el animal cuando fue
descubierto por los caporales y tomado preso. Rosendo fue a dar a la crcel, acusado de abigeo,
adems de los cargos de azuzador de revueltas, de instigador de la muerte de Iiguez y de
guarecer a bandidos en su comunidad. En Yanaahui, los comuneros eligieron alcalde a Clemente
Yacu y como nuevo regidor a Ambrosio Luma. En prisin Rosendo se encontr con Jacinto Prieto,
el herrero, y con otros personajes pintorescos como el loco Pierolista, y un estafador de nombre
Absaln Quez. El loco Pierolista fue acusado de ridiculizar a Amenbar con sus coplas burlescas
y estuvo cinco das en prisin. Por su parte, el estafador relat sus andanzas: una vez haba sido
ayudante de un colombiano falsificador de billetes y otra vez estuvo a punto de engaar a un cura
con el cuento del entierro o tapado de tesoros, pero fue descubierto y por esa causa se hallaba en
la crcel. Otros presos le conmueven por sus tragedias personales, como un pobre indio llamado
Honorio, acusado sin pruebas de ser ladrn de reses. A la crcel lleg la noticia de que un piquete
de gendarmes sala del pueblo para atrapar al Fiero Vsquez. Los das pasaron y Rosendo
continuaba encarcelado.
XII. VALENCIO EN YANAAHUI.
En Yanaahui, Casiana y Paula se hallaban solas. Casiana esperaba un hijo del Fiero Vsquez; de
ste no se saba nada. Tampoco se saba de Doroteo Quispe, el esposo de Paula, quien se haba
plegado a la banda del Fiero, junto con Cahua y Condorumi. El alcalde Clemente Yacu comprendi
la situacin de las mujeres y evit que fueran expulsadas de la comunidad. Valencio, el hermano de
Casiana, arrib al pueblo. Cont que se haba producido un enfrentamiento de los bandidos con los
gendarmes. Murieron varios de ambos bandos, pero que Quispe y Condorumi estaban vivos, y solo
Cahua haba sido herido, pero no de gravedad. El Fiero tambin segua vivo. Valencio traa
adems unas alforjas llenas de gneros diversos y dinero en monedas, que los comuneros
bandoleros le encargaron que entregara a sus mujeres. Valencio decidi asentarse en el pueblo y
trabajar en las tareas comunales. Quiso tener mujer como todos y eligi a Tadea, la hermana del
vaquero Inocencio. Construy su casa ayudado por la comunidad y se dedic a tejer esteras de
totora y a hacer cal. Esos productos eran llevados al pueblo para venderlos, pero Valencio no
quera dinero sino pan. Entonces le pagaban con alforjas llenas de pan y l se quedaba contento.
Tambin iba a la laguna a cazar patos, rindose de las supersticiones de los comuneros. Le
pareci que la vida en Yanaahui era feliz.
XIII. HISTORIAS Y LANCES DE MINERA.
Un comunero, Calixto Paucar, parti hacia el asiento minero de Navilca, para emplearse como
pen de mina. En el camino se encontr con presos encadenados, que eran llevados por un grupo
de gendarmes. Estuvo a punto de ser arrestado por sospechoso siendo salvado por la protesta
airada de los presos ante tamao abuso. Al llegar a Navilca, le dijeron que comenzara a trabajar el
lunes, y le indicaron que se alojara en la barraca (llamada el buque). All fue recibido por un
obrero llamado Alberto. Este le cont que los mineros empezaran una huelga. Ambos, ya entrada
la noche, salieron a dar un paseo. Entraron a un saln donde haba gente tomando y charlando.
Uno de ellos era un viejo apodado don Sheque, quien charlaba con un periodista. Los concurrentes
escuchaban atentos las historias de mineros que relataba el viejo. En una de ellas mencionaba al
Fiero Vsquez, cuya banda haba asolado la mina, entonces administrada por unos gringos
apellidados Godfriedt. Estos armaron a un grupo de trabajadores y los enviaron a buscar a los
bandoleros. Tuvieron la suerte de encontrar a catorce de ellos, borrachos y durmiendo en una
cueva. Arrestaron a los bandidos, y de vuelta en el asiento minero, los colgaron de los pelos,
dejndolos morir. A los que no murieron, los fusilaron. El Fiero no volvi ms por esos lugares. El
viejo sigui contando sobre su propia experiencia en la mina y cmo en varias ocasiones salv de
morir, pero el periodista estaba ms interesado en la huelga. El viejo le habl entonces de una
huelga que hubo en Cerro de Pasco y de otras ms. De pronto ingres Alemparte, el Secretario
General del Sindicato de Navilca, quien haba declarado la huelga. Esta empezara al da siguiente.
Los huelguistas reclamaban aumento del jornal de S/. 1 a S/. 1.5, as como mscaras protectoras
para los que trabajaban en los hornos y botas impermeables para los que laboraban en zonas
inundadas. Calixto y Alberto volvieron a la barraca y se echaron a dormir. Al da siguiente vinieron
muchos gendarmes al asentamiento. Calixto dijo que l tambin se sumaba a la huelga. Se oyeron
los gritos de: "Viva Alemparte!". Un gringo, llamado Jack, quien trabajaba como mecnico, se
sum tambin a la causa de los trabajadores. "Viva el gringo Jack!", alguien voce por all.
Alemparte, junto con otros ms (entre ellos Calixto y Alberto) avanzaron resueltamente. Los
gendarmes tenan orden de disparar y as lo hicieron. Hubo ocho muertos: entre ellos Alemparte y
Calixto. Al da siguiente los obreros enterraron a sus muertos. Jack y otro compaero desplegaron
un trapo rojo y cantaron un himno vibrante que para el resto era desconocido. Decan ser
socialistas. Calixto fue sepultado como annimo pues nadie saba su nombre.
XIV. EL BANDOLERO DOROTEO QUISPE.
Cuando naci el hijo de Casiana, Valencio encendi una fogata en la cumbre de un cerro, para dar
aviso al Fiero Vsquez. Pero ste ya estaba preso y su banda diezmada. Solo quedaban Doroteo
Quispe, Eloy Condorumi, otros dos apodados El Zarco y El Abogao, y un ltimo llamado Emilio
Laguna. Todos enrumbaron al norte. Doroteo envi al Zarco a Muncha, el pueblo donde viva
Zenobio Garca, el gobernador, quien como recordaremos tena una pequea industria de
fabricacin de aguardiente, y una hija aun soltera para quien buscaba un buen partido. Este
personaje tena una cuenta pendiente con la comunidad de Rumi, pues haba sido uno de los que
testificaron contra ella. El Zarco entr a la tienda de Zenobio y orden unos tragos; luego dijo tener
experiencia en destilera y que se hallaba en busca de trabajo. Pero Zenobio le dijo que ya no
haba vacante y el Zarco se retir. La mujer y la hija de Zenobio sospecharon del forastero, pero
Zenobio les dijo que no tena miedo y que l solo podra enfrentar cualquier ataque. A medianoche
los bandidos entraron al pueblo disparando mucho, para impresionar. Zenobio huy logrndose
ocultar a duras penas en el campo, pero la esposa, la hija y la sirvienta no pudieron hacerlo.
Doroteo ingres a la habitacin de la hija y la viol. Cuando regres a la casa, Zenobio se encontr
con la destruccin provocado por los bandoleros: su destilera destruida, su hija ultrajada. Todo su
esfuerzo de aos perdido. Doroteo y el resto de los bandidos continuaron su camino. En uno de los
caminos de la puna se tropezaron con el Mgico Julio Contreras, el otro de los testigos comprados
por Amenbar. Doroteo y sus amigos sonrieron: haba llegado el momento de la venganza. El
Mgico rog que no lo mataran, que l enviara a alguien para que trajera 20,000 soles, dinero
suyo que estaba en un banco y que sera su rescate, pero Doroteo no quiso arriesgarse. Se
conform con despojarle la mercadera y el dinero que el Mgico traa consigo; luego lo llev hacia
una zona inhspita, poblada de pantanos. En uno de ellos fue arrojado el Mgico, sufriendo as la
ms cruel de las muertes. Era su justo castigo.
XV. SANGRE DE CAUCHERAS.
Augusto Maqui, el nieto de Rosendo, parti a las caucheras de la selva, cautivado por la elevada
paga que le ofrecieron. Junto con otros aventureros lleg al puesto Canuco, lugar de concentracin
de los caucheros. Su trabajo consista en internarse en el bosque, buscar los rboles de caucho y
extraerles la savia o jebe. En dicha labor le acompa el veterano Carmona. Don Renato era el
dueo y el primer jefe de Canuco. Se servan de indios sometidos, quienes tenan que entregar su
cuota en bolas de jebe; de lo contrario eran castigados, sin distincin de edad y sexo. Augusto fue
testigo de los abusos y atrocidades que se cometan con los nativos. El narrador nos cuenta
enseguida un hecho ocurrido en 1866, que graficaba muy bien la situacin: El vapor Putumayo, que
haba zarpado de Iquitos, penetr en aguas del ro Ucayali hasta llegar al Pachitea. All choc con
un palo enorme y se parti; el buque tuve que ser varado en una playa. Dos oficiales que
desembarcaron fueron muertos a lanzazos por unos indios cashibos. Desde Iquitos las autoridades
alistaron la venganza. El prefecto Arana envi tres vapores al Pachitea, con oficiales y soldados. La
tribu de los conibos, enemiga de los cashibos, apoy al ejrcito represor. Los cashibos fueron
sorprendidos mientras realizaban una fiesta, estallando la lucha. El jefe de los cashibos, Yanacuna,
encabez a sus hombres. Los soldados de Arana se replegaron tcticamente hasta la playa y all
los caones de los vapores dispararon contra los indios, desatndose la carnicera. Por eso
pusieron a ese lugar el nombre de "Puerto del castigo". Volviendo a nuestra historia, cada da
menos indios iban a Canuco a entregar su cuota de caucho y don Renato decidi traspasar el
puesto a Custodio Ordez. Augusto quiso partir pero no lo dejaron pues estaba endeudado.
Escuch fbulas propias de la selva, como la historia del Chullachaqui, un ser mtico con un pie de
hombre y otro de venado, quien se enamor de Nora, la esposa del cacique Coranke, e intent
llevrsela consigo; pero Nora se neg y en castigo, el Chullachaqui convirti a su pequea hija en
un pjaro, el "ayaymama", el cual en las noches de luna suele pronunciar un canto lgubre que
parece decir: ay, aya, mama. Ordez tena una amante, Maib, una nativa de 15 aos, a quien
maltrataba de la peor manera. Augusto se conmovi al verla. En una ocasin, cuando Maib fue
encerrada y privada de alimentos, Augusto le dio ocultamente comida. Ordez era tambin muy
cruel con los indios que estaban bajo su dominio. Una vez descabez con machete a uno de ellos
por no haber trado suficiente caucho. Hasta que ocurri la desgracia para Augusto: mientras
sahumaba una bola de caucho, esta explosion y la masa hirviente le salt en la cara. El accidente
le ocasion ceguera. Como ya no iban indios a dar su cuota de caucho, Ordez prepar una
expedicin punitiva contra las tribus. Augusto no quiso quedarse solo y pidi que lo llevaran, pero
no le hicieron caso. Maib se acerc entonces para acompaarlo. La batalla entre caucheros e
indios dur tres das. Los caucheros vencieron pero Ordez muri al ser herido por una flecha
envenenada. Los vencedores retornaron a Canuco trayendo como prisioneras a 30 mujeres
nativas. Como tenan ya suficientes mujeres dejaron a Maib con Augusto. Ambos se fueron a vivir
en una cabaa a orillas del bosque. Maib cultivaba en una chacra yuca y pltanos y Augusto, que
estaba ciego, teja hamacas y petates de palmera para la venta. Su vida haba cambiado
radicalmente pero al menos segua vivo.
XVI. MUERTE DE ROSENDO MAQUI.
Rosendo segua en la crcel. Un acontecimiento memorable fue cuando ingres al presidio el Fiero
Vsquez. Un preso, Jacinto Prieto, escribi al Presidente de la Repblica, seguro de obtener
justicia. Recordemos que a Jacinto lo haban encarcelado por agredir a un provocador apodado el
Zurdo. Luego de recibir un acuse de recibo de su carta, que le dio esperanzas, no hubo ms
respuesta. Jacinto exclam decepcionado: "Todo es mentira; dnde estn los hombres probos de
la patria? Todos son unos serviles a las rdenes de los poderosos. Un rico puede matar y nadie le
hace nada. Un pobre da un puete fuerte y lo acusan de homicidio frustrao". Todo esto lo deca a
gritos, pero de nada le sirvi. Fue torturado por los gendarmes. Al fin pudo salir gracias a los 1,000
soles que le obsequi el Fiero Vsquez. A Rosendo Maqui lo pusieron en la misma celda que al
Fiero, dando a entender que ambos eran cmplices de sedicin. Corri la noticia de que scar
Amenbar, el hijo de don lvaro (quien se hallaba en Lima), haba lanzado su candidatura a la
diputacin por la provincia. Frente a l se alz la candidatura de Florencio Crdova, de la familia
rival de los Amenbar. El Fiero Vsquez propuso a Rosendo que le acompaara en su huida, que
ya la tena planificada. Por lo pronto ya tena un revlver. Rosendo lo pens, pero no quiso seguirlo
por miedo a que Amenbar ganara las elecciones a Crdova. En tal situacin sera un eterno
fugitivo y el viejo ya no quera eso. El Fiero soborn a dos gendarmes con 400 soles (un gendarme
ganaba 30 soles mensuales) para huir. Abri con una ganza el candado de su celda, sali al patio
y all mat a dos guardias. Luego gan la calle, donde sus amigos bandoleros lo esperaban para
ayudarle. Los gendarmes, ya alertados, los persiguieron a tiros. Entre los cados figur el Zarco.
Pero el Fiero logr escabullirse. Otros gendarmes acudieron a la celda de Rosendo, a quien
acusaron de cmplice del Fiero. Le preguntaron por qu no haba gritado al ver huir al bandido.
Rosendo dijo que se hallaba dormido hasta que fue despertado por el ruido, pero los gendarmes
no le creyeron y lo golpearon a culatazos, hasta dejarlo desmayado. Cuando horas despus le
llevaron el almuerzo, Rosendo ya no contest: estaba muerto. El mdico diagnostic muerte por
infarto y el juez levant acta de defuncin. El subprefecto mand a los gendarmes que lo enterraran
en la noche para que los indios no armaran bulla, pues no quera desrdenes en el pueblo.
XVII. LORENZO MEDINA Y OTROS AMIGOS.
El narrador nos traslada ahora hacia una cantina de Lima donde beban y charlaban animadamente
unos amigos. Uno de ellos es Benito Castro, quien trabajaba de ayudante en una imprenta, luego
de haber pasado por otros empleos en la capital. Benito le cuenta a su amigo, el tipgrafo
Santiago, de su vida en las haciendas y la vez que dom a una mula. A la reunin se suma
Lorenzo Medina, un lder sindical. La conversacin deriva entonces en temas polticos y sociales,
que a Benito no le atraen. Cada vez que le queran arrastrar a ese tipo de dilogos, sola decir que
recordaba a su comunidad y que esta era mejor. Lorenzo le ofrece trabajar como fletero en su bote
pesquero, en el muelle del Callao. Benito acepta y deja su trabajo en la imprenta. Se convierte en
un fletero hbil. Lorenzo estaba al tanto de los problemas sociales y lea en voz alta las noticias de
los peridicos sobre los sucesos de provincias, como la explotacin de indgenas en las haciendas,
en la construccin de ferrocarriles, etc. todo lo cual empieza a interesar a Benito, pues le
recordaban las injusticias que l mismo haba sido testigo en su provincia. En una de esas noticias
se hace referencia a una carta de la comunidad indgena de Llaucn enviada al seor Ministro de
Justicia, exponiendo los atropellos que sufran; entre los firmantes estaba un tal Rmulo Quinto,
que Benito dijo conocer, pues era un comunero de Rumi. Por qu Rmulo se encontrara en
Llaucn, situada ms lejos? Entonces a Benito se sume en una angustia profunda y cuenta a
Lorenzo la razn por lo que haba abandonado Rumi. Como recordaremos, Benito era fruto de la
violacin que un montonero (guerrillero venido de lejos) cometi en una comunera de Rumi. Esta
se cas con otro comunero, quien acept criar al nio como suyo, pero Benito creci con el estigma
de ser un indio mala casta. Un da, el padrastro, muy borracho, le amenaz de muerte con un
cuchillo, pero Benito sac su arma y se lo adelant, matndolo. A falta de crcel, fue encerrado en
un cuarto del alcalde Rosendo Maqui. Este y su esposa Pascuala lo queran como a un hijo.
Temiendo que las autoridades se lo llevaran para juzgarlo y que fuera sentenciado a largos aos de
prisin, Rosendo solt a Benito, le entreg el caballo Lucero y le pidi que se fuera lejos. Benito
obedeci, con el alma dolida. De eso ya haban pasado seis aos y no haba vuelto a saber nada
sobre Rumi y sus habitantes. Pero ahora senta nostalgia y quera volver a su comunidad; por lo
pronto se puso a aprender a leer. Se enter que Lorenzo ya no era dirigente pues haba sido
expulsado del sindicato. Su bote, llamado Porsiaca, no produca mucho, debido a la competencia
de otras lanchas, pero al menos les daba para comer. Benito viva en un callejn pobre del puerto,
y una de sus vecinas era una negra robusta, que por las tardes sala a vender picarones. Una
noche, mientras descansaba junto con Lorenzo, se oy una fuerte explosin que vena del puerto.
Ambos corrieron a ver lo que suceda. Se enteraron que haba estallado una lancha cargada con
dinamita, tan potente, que haba arrasado con muchas embarcaciones, entre ellas el Porsiaca.
Perdida pues su herramienta de trabajo, Benito y Lorenzo quedaron en la miseria. Benito quiso
trabajar de estibador pero nadie lo quiso contratar por ser amigo de Lorenzo, quien tena fama de
agitador. Un da ambos padecieron hambre. Entonces, un italiano pobre que viva en el callejn,
llamado Carbonelli, los llev a la playa. All recogieron conchas y extrajeron las almejas, que se las
comieron rociadas de zumo de limn y sazonadas con pimienta y sal.
XVIII. LA CABEZA DEL FIERO VSQUEZ.
En los alrededores del distrito de Las Tunas, situada a legua y media de la capital de la provincia,
una pastorcilla encontr entre unos matorrales una cabeza humana, ya en descomposicin, pero
con rasgos aun visibles. Se form una aglomeracin de campesinos en torno al hallazgo. Uno de
los cholos lo reconoci: era la cabeza del Fiero Vsquez. Llegaron el juez y el subprefecto,
acompaados de muchos gendarmes. Uno de los guardias tom la cabeza y lo coloc en el suelo.
El juez confirm que, en efecto, era la cabeza del bandido. Buscaron el cuerpo en los alrededores
pero no lo hallaron. Llevaron entonces la cabeza a la capital de la provincia y lo exhibieron en la
puerta de la subprefectura. Todo el pueblo acudi a verla. Una chichera dijo que era ciertamente la
cabeza de su compadre, el Fiero. Luego la cabeza fue enterrada en el panten. Pero no haban
indicios de quin haba cometido el asesinato. Se especul mucho. Se atribuy el hecho a los
gendarmes, quienes habran matado al Fiero cuando sta ya se hallaba rendido. Se dijo tambin
que la muerte lo haba ordenado el mismo hacendado lvaro. Hasta se habl de la venganza de
una mujer por celos. Pero examinadas cada una de esas hiptesis, ninguna pareca probable. En la
lejana Yanaahui, Casiana se enter del suceso y llor abrazando a su hijito. Doroteo y los otros
miembros aun sobrevivientes de la banda tambin se enteraron, pero se quedaron con las ganas
de vengarse, al no existir ningn indicio del asesino (o los asesinos). El suceso fue todo un
acontecimiento que marc poca.
XIX. EL NUEVO ENCUENTRO.
Juan Medrano, el hijo del regidor Porfirio Medrano, se fue con su familia a la lejana Solma, situada
en la ceja de selva. All un hacendado, llamado don Ricardo, le arrend un terreno para cultivar.
Desde una loma Juan observ la tierra frtil, que le recordaba a Rumi. Se instal de inmediato en
el terreno asignado y su esposa Simona se puso a hacer las tareas domsticas. Ambos tenan dos
pequeos hijos: Poli y Elvira. La primera noche debieron dormir a la intemperie pues faltaba an
construir la casa. Juan se durmi pensando que su destino era trabajar la tierra, como su abuelo
Antn. Al da siguiente empez a levantar la casa, y a sembrar la tierra, con la ilusin de obtener
una buena cosecha. Era un terreno nuevo, por lo que Juan no tuvo que limpiar la mala hierba y le
sobr tiempo, que lo dedic a labrar bateas y cucharones. Cierto da lleg a Solma una mujer que
dijo llamarse Rita, quien se dedicaba a hilar y tejer. Juan y Simona lo hospedaron y ella les ayud
en las tareas del hogar. Rita venda sus tejidos a otros colonos y un da invit a Juan y Simona a
que lo acompaaran a un velorio. Ellos empezaron as a relacionarse con otros campesinos
colonos de la zona. Uno de estos era un tal Javier Aguilar, un indio reservado y sombro. Viva con
una mujer y con dos hijos tenidos en un anterior compromiso, Sixto y Bashi. La madre de estos
haba fallecido haca aos de un extrao mal. Un da, Sixto y Bashi incendiaron la casa del viejo
Modesto, un pastor que tena fama de ser brujo, pues viva nicamente acompaado con una
culebra, que era la guardiana de su pequea huerta. Los nios lo acusaban de haber causado con
un hechizo la muerte de su madre. Modesto se quej ante el patrn y los chicos fueron castigados
envindoseles a trabajar a una hacienda de caf. Llegaron las lluvias y crecieron el trigo y el maz;
Juan realiz la cosecha ayudado por su familia y por Rita. Todo anunciaba prosperidad y hasta
planearon traer consigo a sus padres. Al final de la cosecha lleg don Ricardo, el patrn, quien de
acuerdo al contrato se llev la mitad de lo recogido, pero reclam casi otro tanto por las facilidades
prestadas: los colonos se quedaron nicamente con los granos necesarios para su sustento. Pese
al abuso, Juan pens que cultivar la tierra era la mejor manera de ser hombre.
XX. SUMALLACTA Y UNOS FUTRES RAROS.
Uno de los comuneros de Rumi, Demetrio Sumallacta, el flautista, se haba instalado en el pueblo
(la capital de la provincia), donde viva con su mujer y su suegro. Durante los das de fiesta la
indiada llenaba el pueblo y las cantinas rebalsaban de clientes. En uno de esos das, al pasar cerca
de un arrabal, Demetrio escuch una voz conocida, a la cual oan atentamente un grupo de
personas. Al asomar a ver reconoci a su viejo amigo Amadeo Illas, quien relataba el cuento de El
zorro y el conejo con su tpico estilo. La fbula trataba sobre un conejo que con habilidad lograba
constantemente burlarse del acoso de un zorro que quera devorarlo. Demetrio se enterneci al ver
a Amadeo pero no se acerc a saludarlo. Imagin antes cmo agasajarlo. Llevaba tres soles en su
bolsillo, producto de la venta de lea que deba entregar a su esposa. Su suegro le reclamaba
tambin diariamente una botella de caazo y Demetrio le complaca a veces. Pero esta vez pens
gastar el dinero invitando a Amadeo y para tal efecto entr a una bodega para comprar dos botellas
de aguardiente. All estaban tres futres (petimetres o presumidos): un folklorista, un escritor y un
pintor, quienes discutan sobre el cuento que acababan de escuchar. El zorro, segn interpretaba
unos de ellos, representaba al mandn y el conejo al indio; pero el conejo, al igual que el indio,
sola tomar la revancha. El pintor, al ver a Demetrio (quien llevaba una antara colgada del cuello), le
pidi ser su modelo para una pintura; a cambio le dara dos soles diarios. Demetrio, sorprendido
por tal oferta inslita, acab por aceptar y sigui a los tres futres hacia una habitacin de hotel
donde el pintor tena su estudio. Observ dos cuadros del artista: uno representaba a un indio
orando y otro a un maguey. Le impresion este ltimo, diciendo que l tambin tena un maguey
frente a su casa y que vindolo as reproducido, recin entenda que el rbol tambin poda mirar.
Los futres celebraron lo dicho por Demetrio y discutieron entre ellos sobre las cualidades de la raza
india. Al regresar a su casa Demetrio entreg los tres soles a su esposa y una botella de caazo a
su suegro; la otra botella se lo haba tomado en el camino. Les cont luego su encuentro con los
tres futres raros que hablaban bien del indio, y cmo tras ver una pintura haba entendido que el
maguey tena vida y poda ver. El suegro se burl dicindole que le haba afectado el caazo.
Demetrio se durmi pensando en el maguey y sus cualidades, que lo hermanaban con el indio.
XXI. REGRESO DE BENITO CASTRO.
Luego de muchos aos de ausencia, Benito Castro decidi retornar a Rumi. Esperaba encontrar a
Rosendo, a la Pascuala y a todos los comuneros, amigos suyos. Tal vez ya no encontrara a
algunos pues as era la vida, pero estaba lejos de imaginar lo peor. Pero antes de seguir el relato
retrocedamos en el tiempo y volvamos en el momento en que Benito y Lorenzo se hallaban en el
Callao, desempleados y pasando hambre. Ambos lograron finalmente conseguir trabajo. Luego
vinieron tiempos duros y se produjo el paro de obreros de Lima y Callao del ao 1919. Lorenzo fue
apresado y Benito huy a duras penas, escondindose en un buque, que lo llev hasta el puerto de
Salaverry. Pas a Trujillo y se enrol en el ejrcito. Ascendi a Sargento primero y en el tiempo de
baja, se reenganch, con propina aumentada (los clases y soldados peruanos, al igual que ahora,
solo reciben propinas). Fue enviado con su regimiento a combatir al guerrillero Eleodoro Benel,
quien controlaba varias provincias del departamento de Cajamarca. Benel fue encerrado en Chota,
pero no lo pudieron atrapar, pues se escurra y atacaba por la retaguardia, ayudado por los
campesinos. Los soldados volvan diezmados a la ciudad de Cajamarca, que era la base de
operaciones; dicha tropa estaba formaba por gente pobre reclutada, que vendan sus municiones a
un agente de Benel, llamado Murga, a 20 centavos cada una, balas que irnicamente despus eran
usadas contra ellos mismos. Hasta que un da el gobierno de Legua decidi enfrentar seriamente
el problema y acabar con los guerrilleros. El regimiento de Benito fue movilizado. Corra el ao
1925. Un centenar de campesinos fueron liquidados, acusados de benelistas. En una choza de un
campesino encontraron escondidos balas de muser; el indio, junto con su mujer y sus dos
pequeos hijos fueron fusilados en el acto. Antes de caer la mujer grit: Defindenos, Benito
Castro!. Benito qued sorprendido. No conoca a la mujer o al menos no la recordaba. Se le
ocurri explicar a sus soldados que la india le haba confundido con su hermano (l se haca llamar
Emilio). Pero su tropa empez a desconfiar. Benito decidi entonces licenciarse. Haba ahorrado
300 soles y se compr un rifle con 500 tiros. En un momento pens plegarse a Benel pero desisti
al enterarse que era un hacendado; no vala la pena el riesgo. De llegar al poder lo ms seguro era
que Benel se convirtiera en uno ms de los gobernantes de siempre, que no hacan nada por el
pueblo. Fue entonces cuando decidi volver a su comunidad, tras 16 aos de ausencia. Se compr
un buen caballo y march hacia Rumi, donde lleg de noche. Se dio con la sorpresa de encontrar
casas vacas y arruinadas; la casa de Rosendo estaba convertida en un chiquero o corral de
cerdos. Qu haba pasado con la gente? Dnde estaban? Sucumbiran de la peste? Esto no
era posible, pues luego de una epidemia siempre sobreviva gente. O acaso algn gamonal les
habra desalojado? Y de ser as haca donde se iran todos? Y Rosendo? Y Pascuala? Sin
saber qu pensar, se puso a llorar. Ya con la primera luz del da, vio una piara de cerdos que
cruzaba la plaza y se estacionaba frente a una casa. Benito sac su rifle y se acerc a la puerta,
gritando que salieran los que estaban dentro. Sali un hombre que se identific como Ramn
Briceo (uno de los caporales de Amenbar), asustado al ver a un hombre apuntndole con un
rifle. Benito le interrog y Briceo le respondi, informndole que don lvaro haba ganado un juicio
de tierras a la comunidad y que los comuneros estaban en Yanaahui. Benito galop hacia all y
lleg al casero. Se encontr con Juanacha, la hija de Rosendo, quien pese al tiempo transcurrido
lo reconoci y lo salud abrazndole, muy emocionada. Benito pregunt por Rosendo y Pascuala;
el gesto triste de Juanacha fue elocuente y Benito entendi lo sucedido. Fue hacia la casa del
alcalde Clemente Yacu, quien estaba enfermo; ste le cont todo lo sucedido desde su partida. A la
historia ya sabida solo agregaremos que lvaro Amenbar, aprovechando la desaparicin del
expediente de la comunidad, haba vuelto a denunciarla exigiendo pruebas de sus derechos. En el
fondo lo que el hacendado quera era reducir a los comuneros en siervos para que trabajaran en
una hacienda de cocales que haba empezado a explotar. Su hijo, scar, haba ganado una
diputacin en el Congreso de la Repblica y se hallaba en Lima. l mismo lvaro haba postulado
para una senadura pero no pudo ganarla. El juez fall en contra de la comunidad pero, por
intermedio de Correa Zavala, se hizo una apelacin ante la Corte Superior, que duraba ya aos.
Los comuneros tenan mucha esperanza de ganar el juicio. Contaban con el apoyo de los Crdova,
los hacendados rivales de Amenbar. Benito se despidi de Clemente y sinti que el espritu de
Rosendo animaba todava a la comunidad.
XXII. ALGUNOS DAS.
Benito fue reconociendo a unos y conociendo a otros de los miembros de la comunidad. All
todava estaban Porfirio Medrano, Doroteo Quispe, la Marguicha y otros ms. Otros como Evaristo
Maqui haban fallecido, y otros como Augusto Maqui y Juan Medrano (hijo de Porfirio) haban
partido lejos y no se saba nada de ellos. Sobre Doroteo le contaron sus hazaas y cmo haba
trado a la comunidad a dos miembros de la banda del Fiero. Otro nuevo comunero era el Valencio,
quien miraba extraado al visitante, que pese a estar vestido como caporal, le pareci un hombre
bueno. Benito se aloj en casa de la Juanacha y mientras coma con su familia (Sebastin Poma el
esposo de Juanacha , su hijo Rosendo y otros chicuelos ms), se presentaron ante l la joven
Casimira y su madre, rogndoles que les leyera la carta que el esposo de la hija, Adrin Santos, les
haba enviado. Suceda que nadie en la comunidad saba leer y saban ya que Benito haba
aprendido las letras en Lima. Benito ley la carta, donde Adrin Santos contaba a su esposa sus
peripecias en Trujillo, donde se ganaba la vida como jornalero; al final prometa volver pronto. De
paso digamos que la carta lo haba escrito un compaero de trabajo de Adrin, al dictado, y estaba
fechada hacia un ao atrs. Pese a ello, la Casimira confiaba en la promesa de su esposo. Benito
fue a conversar con el doctor Correa Zavala, el abogado de la comunidad, quien le dio la noticia de
que se podan quedar y cultivar las tierras que ocupaban, porque la Corte Superior de Justicia
haba fallado a favor de la comunidad. Benito regres a dar aviso a todos, quienes festejaron la
buena nueva. Al la maana siguiente sali de caza con Porfirio Medrano. Mientras caminaban,
Medrano le expuso los planes que tena para mejorar la vida de la comunidad. Quera desaguar la
pampa cercana a la laguna, para ganar ms tierras de cultivo; deseaba tambin que los comuneros
trasladaran sus casas al sitio donde se elevaban las ruinas de un pueblo viejo, situado al otro lado
de la laguna, zona que estaba mejor protegida del viento. Para realizar todo ello se deba
convencer a los comuneros a no creer en supersticiones, como la leyenda de la mujer negra y
peluda de la laguna y la del Chacho o ser malfico que supuestamente viva en las ruinas.
Medrano le anunci tambin a Benito que le propondra como regidor. Benito asinti. Luego de
cazar un venado, retornaron. Como la costumbre impona que los regidores tuvieran mujer, Benito
eligi a la Marguicha, la que fuera la pareja de Augusto Maqui, el mismo que se haba internado en
las caucheras para no volver ms.
Junto con otros rifles que guardaba Doroteo Quispe, sumaron una treintena de
armas de fuego y los repartieron a los comuneros. El alcalde Beni
Castro organiz a los comuneros para resistir. Les areng explicndoles la
situacin. Al desalmado Amenbar no le importaba tanto las tierras sino que
quera convertir a los comuneros en sus peones para obligarlos a trabajar en
los cocales del valle del ro Ocros, donde sin duda enfermaran de paludismo y moriran, tal
como ya haba pasado con muchos. A las autoridades, poco les importaba el abuso de los
hacendados, si es que no estaban tambin en complicidad con ellos. Vyanse a otra parte, el
mundo es ancho, solan decir cuando los indios se negaban a abandonar sus tierras. Cierto que el
mundo es ancho, explicaba Benito, pero a la vez ajeno. Una vez desarraigados de sus tierras, al
indio no le quedaba sino trabajar en tierras de otros dueos, expuesto a los abusos y al mal pago
de su trabajo. La tierra propia, la tierra de la comunidad, era lo nico propio que el
indio posea y esta vez estaban dispuesto a defenderla con su sangre. Los
caporales de don Florencio, al ver el giro subversivo que tomaba la resistencia,
quisieron regresar pero los comuneros no los dejaron y los encerraron,
quitndoles sus armas. Con ellas se armaron a otros seis comuneros. Benito
despleg a los comuneros armados para emboscar a los hombres de Amenbar
que venan apoyados por los guardias civiles. Veinte indios al mando de Eloy
Condorumi se ubicaron en las peoleras al pie del cerro Rumi. En la cima de este cerro se ubic
otro grupo, encabezado por Cayo Sulla. Por el camino que bordeaba las faldas del cerro El Alto
estaban Artidoro Oteza y diez ms. En las cumbres del can de El Alto se hallaban Ambrosio
Luma, Porfirio Medrano, Valencio y veinte ms. Valencio fue enviado de madrugada para observar
el movimiento del enemigo. Regres informando que el grupo de guardias, muy numeroso, se
dirigan hacia el can de El Alto. Otro grupo, formado por los caporales de Amenbar, iban al
cerro Rumi. All los esperaron los comuneros. Cuando los guardias llegaron a El Alto, se produjo el
tiroteo. Los comuneros que no tenan armas de fuego utilizaron sus hondas. Seis guardias
murieron, aunque tambin de parte de los comuneros hubo bajas, entre ellos Porfirio Medrano y el
joven Fidel Vsquez (hijo del Fiero). De otro lado, los caporales, que subieron por la falda del Rumi,
fueron recibidos tambin a balazos. Luego, sintieron un estruendo y vieron venir sobre ellos piedras
enormes resbaladas por los comuneros. Murieron muchos caporales y los pocos que sobrevivieron
huyeron a duras penas. La comunidad haba ganado la batalla. Pero era solo el comienzo. Rumi
fue considerado un foco de rebeldes y las autoridades enviaron un batalln de guardias civiles, en
camiones y armados con ametralladoras. La batalla fue desigual. De lejos se poda or el tableteo
de la metralla y el silbido de las balas de los maseres. Los comuneros fueron aniquilados uno tras
otro. Algunos pocos heridos lograron escapar hasta el pueblo, rogando a sus familiares que
partieran lejos, antes que llegaran los guardias. Entre ellos Benito Castro, quien rog a Marguicha
que se fuera rpido, con el hijito que tenan, de apenas dos aos. Pero Marguicha se limita a
responderle: Adnde iremos? Adnde?
. Datos personales
1.1 Nombres y apellidos:
1.2 Ao y Seccin:
Fecha de entrega:
2. Localizacin de la obra
2.1 Ttulo: El mundo es ancho y ajeno
2.2 Autor: Ciro Alegra
Nacionalidad: Per
3.2 Argumento:
La obra nos relata la vida de Rosendo maqui el alcalde de la comunidad de Rumi, el cual se
entera de que lvaro Amenbar quiere apoderarse de las tierras de su comunidad; y es tal el
motivo que los comuneros tratan de luchar por sus derechos pero al final pierden ante el poder
de Amenbar. Y Maqui es acusado de robo y llevado a la crcel en donde mure; y al pueblo solo
le queda ser dominados o descubrir el mundo.
3.3 Personajes:
Rosendo Maqui: era el prototipo de un verdadero lder, que no se dio por vencido en el
momento de luchar por sus derechos.
lvaro Amenbar: era un rico hacendado de la zona que codicia las tierras de ayllu, injusto, no
respetaba los derechos de los dems.
Benito Castro: era un Indio que vivi largo tiempo en la ciudad en donde aprendi a leer y
escribir; que ayuda a su comunidad a luchar contra el abuso pero al final muere en un ataque del
ejrcito.
Doroteo Quispe: era un hombre de la comunidad, era fiero y valiente, que ayudo en la lucha
por sus derechos
Jernimo Cahua: hombre fiero que se arriesgo al participar en la lucha contra el abuso
3.1 Valores
Justicia
Colaboracin
Solidaridad
3.1 Conclusiones :
3.1.1 Connotacin:
La obra para mi es importante, porque me ensea el abuso que puede existir en el mundo y a los
extremos que puede llegar la codicia.
Creo que la intencin del autor era mostrarnos la realidad que viven muchos sectores de nuestro
pas y que no nos damos cuenta porque prcticamente vivimos en un mundo diferente.
la obra se parece mucho a la realidad que se vive en algunos sectores de nuestro pas, y algunas
veces en nuestras propias vidas.
esta obra nos habla mucho sobre la realidad en nuestro pas, ya que en el Per existen
problemas de injusticia, desigualdad social, etc que aun no han sido superados por nuestra
sociedad.
Fango: Lodo glutinoso que se forma generalmente con los sedimentos trreos en los sitios
donde hay agua detenida.
Atisbar: Mirar, observar con cuidado, recatadamente.
Implacable: Que no se puede aplacar
Pajonal: Terreno cubierto de pajn
Bayo: Dicho especialmente de un caballo y de su pelo: De color blanco amarillento.
Casta: Ascendencia o linaje
Comunero: Popular, agradable para con todos.
Mohno: Triste, melanclico, disgustado.
Empelln: Empujn recio que se da con el cuerpo para sacar de su lugar o asiento a alguien o
algo.
Resonar: Hacer sonido por repercusin.
Los comuneros, guiados por un abogado indigenista, apelan ante la Corte Superior
para recuperar sus tierras, pero el expediente del juicio es robado por hombres
contratados por Amenbar y termina en la hoguera. Algunos comuneros se unen a
la banda del Fiero Vsquez, famoso ladrn, y se vengan a su manera de la gente
de Amenbar.
Rosendo Maqui es acusado de ladrn de ganado, de incitador de la violencia y de
dar refugio a bandidos, entre ellos al Fiero Vsquez. El viejo alcalde es encarcelado
y muere en su celda tras ser golpeado por los guardias.
Los aos transcurren y una nueva perspectiva para la comunidad se abre con la
llegada de Benito Castro, un antiguo residente de Rumi, hijo adoptivo de Rosendo,
que retornaba tras 16 aos de ausencia. Benito, que ha recorrido el pas viendo las
injusticias, y que adems ha aprendido a leer y escribir, trae las ideas de la
modernidad a la comunidad, la cual segn su punto de vista deba abandonar
supersticiones e ideas anticuadas que constrean su desarrollo, aunque
conservando lo mejor de ella, como era la ayuda comunitaria. Es elegido Alcalde y
bajo su direccin, la comunidad, con sede en Yanaahui, resurge y empieza a
prosperar.
Sin embargo, ante un segundo juicio de linderos interpuesto por el ambicioso
Amenbar, los comuneros, por instigacin de Benito, se levantan en armas para
evitar el despojo.
La sublevacin es brutalmente reprimida por la guardia civil, aliada con los
caporales de Amenbar y utilizando una ametralladora. La comunidad termina
siendo aniquilada.