Estudio de Mateo

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TABERNCULO BBLICO BAUTISTA AMIGOS DE ISRAEL

COLEGIO DE TEOLOGA DE EL SALVADOR

MATERIA:

MATEO

PROF. Rosmeri Flores de Reyes

VISIN SIGLO XXI

1
PROGRAMA DE ASIGNATURA

Nombre de la Asignatura: MATEO

Ao Acadmico: Ciclo II Ao

Profesora:

Duracin: 20 semanas

Da: Hora:

DESCRIPCIN DE LA MATERIA:

Esta materia comprende el estudio descriptivo y exegtico del Evangelio de Mateo,


partiendo de sus generalidades, una breve explicacin de sus particularidades hasta
llegar al anlisis teolgico y doctrinal del mismo; se estudiarn los acontecimientos de
la vida y muerte de Jess, la notable cantidad de enseanzas ticas que l imparte y
la manera en que lo hace, por medio de cinco discursos, mostrndose evidentemente
como el Mesas, el Salvador. Esta materia tambin muestra cmo se cumple la
profeca del Antiguo Testamento referente a la esperanza proftica de Israel.

OBJETIVO GENERAL

Alcanzar un conocimiento detallado y amplio de lo que es el Evangelio de Mateo,


para lograr comprender a Jesucristo en lo referente a su ministerio, parbolas,
milagros, profecas y el reino de Dios.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Conocer el propsito del Evangelio de Cristo y sus caractersticas.

Reconocer los elementos importantes en la genealoga de Cristo.

Verificar el ministerio de Cristo sobre la tierra y su trascendencia salvadora.

Desarrollar la madurez espiritual y ministerial siguiendo la personalidad de


Cristo, a travs de sus cinco discursos y enseanzas.

Analizar los elementos escatolgicos y sucesos despus de su muerte y


resurreccin.

Demostrar que el Reino de Dios se manifest en Jesucristo de una manera sin


precedentes.

2
METODOLOGA:

El mtodo a utilizar en esta materia es el Expositivo, combinado con el mtodo de


Participacin Personal por parte de los alumnos; as como tambin la lectura capitular
y exgesis del libro, investigaciones, anlisis y comentario de videos.

CONTENIDO

1. Introduccin nociones preliminares


i. Autor, fecha, propsito, tema, marco histrico, etc.
ii. Caractersticas particulares

2. Presentacin de Jess 1:14:16

i. Los antepasados de Jess el Mesas 1:1-17


ii. La Escritura se cumple con el nacimiento y la niez de Jess el
Mesas 1:182:23
iii. Juan el Bautista y Jess 3:1-17
iv. Pruebas y preparacin 4:1-16
3. Ministerio pblico en Galilea y sus alrededores 4:1716:20

i.Introduccin al ministerio pblico 4:17-25


ii.Primer discurso: discipulado 5:17:29
iii.Una seleccin de los milagros de Jess 8:19:34
iv. Segundo discurso: la misin de los discpulos 9:3510:42
v. Reacciones diversas al ministerio pblico de Jess 11:112:50
vi. Tercer discurso: las enseanzas de Jess por medio de
parbolas 13:1-52
vii. Otras reacciones al ministerio pblico de Jess 13:5316:20

4. Ministerio privado en Galilea: preparando a los discpulos 16:2118:35

i. Enseanza sobre la misin de Jess 16:2117:27


ii. Cuarto discurso: relaciones entre los discpulos 18:1-35
5. Ministerio en Judea 19:125:46

i. En camino a Jerusaln 19:120:34


ii. Su llegada a Jerusaln 21:1-22
iii. Controversias con los dirigentes judos 21:2323:39
iv. Quinto discurso: el juicio 24:125:46
6. La muerte y resurreccin de Jess 26:128:20

i. Preparacin para la pasin 26:1-46


ii. El arresto y el juicio de Jess 26:4727:26
iii. La crucifixin de Jess 27:27-56
iv. La sepultura, resurreccin y comisin de Jess 27:5728:20

3
4
CRONOGRAMA DE CLASES DE LA MATERIA DE MATEO - CICLO II Ao:

TAREAS
FECHA Y
CLASES ACTIVIDADES

1) Introduccin y nociones preliminares


2) Antepasados y nacimiento de Jess
3) Bautismo, prueba y preparacin N 1 y 2
4) El primer discurso
(Ver Pg. 6)
PRIMER EXAMEN PARCIAL
(Captulos 1 7)

5) Una seleccin de los milagros de Jess


6) Segundo discurso
7) Reacciones al ministerio de Jess N 3 y 4
8) Tercer discurso y otras reacciones
(Ver Pg. 6)
SEGUNDO EXAMEN PARCIAL
(Captulos 8 14)

9) Enseanzas sobre la misin de Jess


10) Cuarto discurso
11) En camino y llegada a Jerusaln N 5 y 6
12) Controversias con los dirigentes judos
(Ver Pg. 6)
TERCER EXAMEN PARCIAL
(Captulos 15 21)

13) Otras controversias


14) Quinto discurso
15) Pasin, arresto y juicio de Jess N 7 y 8
16) Muerte y resurreccin de Jess
(Ver Pg. 6)
17) La gran comisin
EXAMEN FINAL
(Captulos 22 28)

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TAREAS Y ACTIVIDADES DE MATEO CICLO I - ao

N TAREA O ACTIVIDAD FUENTE DE INFORMACIN FECHA PUNTAJE

Laboratorio realizado en clase del Investigar en biblioteca, 19 junio 30%


1 tema: Los antepasados de Jess Internet y en la Biblia

2 PRIMER EXAMEN PARCIAL Folleto gua de la materia 3 julio 70%


y anotaciones

Laboratorio realizado en clase del Investigar en biblioteca,


3 tema: El reino de los cielos Internet y en la Biblia 24 julio 30%
(Parbolas del captulo 13)

7
4 SEGUNDO EXAMEN PARCIAL Folleto gua de la materia Agosto 70%
y anotaciones

5 Laboratorio hecho en clase del Investigar en biblioteca, 28


tema: El divorcio (Captulo 19) Internet y en la Biblia Agosto 30%

6 TERCER EXAMEN PARCIAL Folleto gua de la materia 11 70%


y anotaciones Sept.

Laboratorio hecho en clase del Investigar en biblioteca,


7 tema: Las seales antes del fin Internet y en la Biblia 9 Oct. 30%
(Captulo 24)

8 EXAMEN FINAL Folleto gua de la materia 23 Oct 70%


y anotaciones

NOTA:
Es importante que usted observe peridicamente esta hoja para estar
preparado para las actividades y para los exmenes, en la fecha indicada.

6
EVALUACIN:

Por la metodologa empleada, el sistema de evaluacin ser por medio de cuatro


exmenes mensuales escritos; as como tareas y actividades de participacin en
clases. Los porcentajes y fechas de evaluacin estn detallados en el cuadro de
Tareas y Actividades, pgina 6.

RECURSOS DIDACTICOS:

En la exposicin de los temas se usarn la Biblia, mapas, pizarra, libros de referencia


y videos. Tambin se proporcionar el material gua del contenido de la materia.

LIBROS DE REFERENCIA:

Nelson Beecher keyes


EL FASCINANTE MUNDO DE LA BIBLIA

A.T. Robertson
ARMONA DE LOS CUATRO EVANGELIOS
Casa Bautista de Publicaciones U.S.A. 1983

Edersheim, Alfred
LA VIDA DE LOS TIEMPOS DE JESUS EL MESAS
Tomo 1 y 2 Editorial CLIE, Barcelona, 1988

Vila Escuain
NUEVO DICCIONARIO BBLICO ILUSTRADO
Editorial CLIE, Espaa 1985

Donals C. Stampas
BIBLIA DE ESTUDIO PENTECOSTAL
Editorial Vida, Florida, 1996

Jack W. Hayford
BIBLIA PLENITUD
Editorial Caribe, Nashville, Tennessee EE.UU. 1994

Thomas Nelson
BIBLIA EL DIARIO VIVIR
Editorial Caribe Nashville, Tennessee EE.UU. 1997

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INTRODUCCIN

En los primeros siglos de nuestra era, el Evangelio de Mateo se distingua como el


ms ledo e influyente de los cuatro Evangelios. En la mayora de las listas de los
libros del Nuevo Testamento, Mateo aparece en primer lugar.

Por qu razones Mateo aparece en primer lugar?

1. Lo escribi un apstol y esto se crea firmemente en aquel entonces.

2. Fue muy apreciado en la iglesia debido a su forma literaria y didctica.

3. Es el primero de los cuatro evangelios que aparece en la Biblia.

En el Nuevo Testamento a Mateo, Marcos y Lucas se conocen como los Evangelios


Sinpticos, debido a que se pueden ver juntamente; ya que la palabra sinptico,
viene de dos palabras griegas que significan lo que se puede ver juntamente.

Cada uno de estos tres evangelios relata los acontecimientos de la vida de Jess;
aadiendo u omitiendo algn detalle; pero en general el suceso es el mismo
(Mt.14:13-21; Mr. 6:30-44; Lc.9:10-17).

El evangelio de Mateo tiene 28 captulos, conteniendo 1,068 versculos y fue escrito


para los judos, ya que a Mateo le interesaba la conversin de ellos.

PROPSITO: Probar que Jess es el Mesas, el Rey eterno; y demostrar que las
profecas del Antiguo Testamento se cumplieron en Jess.

AUTOR: MATEO (griego, del hebreo Mattai, abreviatura de Mattanya, que significa
regalo de Dios). Es uno de los doce apstoles de Jess (Mt 10:3; Mr 3:18; Lc 6:15;
Hch 1:13). Solo Mateo 10:3 informa que era PUBLICANO. Segn 9:9, Mateo se
encontraba sentado en el puesto del cobrador en Capernaum cuando el Seor lo
llam. En los pasajes paralelos, sin embargo, a este apstol se le llama LEV, y
Marcos aade la frase hijo de Alfeo (Mr 2:14; Lc 5:29). Sin duda se ha de ver en
Mateo/Lev un nombre doble.

Cabe mencionar que como aduanero sabra escribir y que adems del arameo,
conoca tambin el griego. Fuera de los textos mencionados no hay otra referencia
personal a Mateo en el Nuevo Testamento.

Algunos consideran que el evangelio de Mateo no lo escribi el discpulo de Jess


llamado Mateo, basndose en que el primer evangelio escrito fue el de Marcos; y
que Mateo y Lucas usaron a Marcos como base para escribir su evangelio.
Una de las razones para sostener esto es que en muchos pasajes de Mateo y Lucas,
demuestran que corrigen a Marcos en algunos aspectos relacionados con Jess.

Comparar estos pasajes: Mr. 3:10; Mt. 12:1 y Lc.6:19

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Marcos parece limitar el poder de Jess, por lo que Mateo y Lucas lo corrigen,
cambiando el muchos, por todos para que no quede ninguna sugerencia de que el
poder del Seor fuera limitado.

Estos eruditos sostienen que alguien como Mateo que fue testigo presencial de la
vida de Jess no habra necesitado usar Marcos como fuente para escribir su
evangelio; por lo que sostienen que Mateo no escribi el Evangelio.

Sin embargo, Papas (escritor del siglo II d.C.) dice que Mateo compil los orculos
del Seor en lengua hebrea (en ese tiempo era igual que el arameo), y cada uno los
traduca o interpretaba luego como poda. Por tanto, la iglesia primitiva crea que
Mateo era el autor del Evangelio que lleva su nombre, a pesar de que este
Evangelio se escribi en griego.

DESTINATARIO: Mateo escribi para los judos.

FECHA: Entre los aos 45 - 60 d.C.

MARCO HISTRICO: Mateo era un judo cobrador de impuestos de Capernaum que


lleg a ser uno de los discpulos de Jess. Este Evangelio es el enlace entre el
Antiguo Testamento y el Nuevo por su nfasis en el cumplimiento de la profeca.
TEMA CENTRAL: Cumplimiento es el tema central del Evangelio. Jess es el
cumplimiento de las profecas del Antiguo Testamento concernientes al Mesas; sus
discpulos son llamados a un Nuevo Pacto, a vivir en una dimensin ms alta que el
Antiguo jams alcanz. Mateo escribe como un judo que ha encontrado en Jess el
cumplimiento de todo lo que es precioso en su herencia juda.
Asevera repetidamente: Todo esto aconteci para que se cumpliera lo que el Seor
haba dicho por medio del profeta (1:22; 2:15, 17, 23; 4:14; 8:17; 12:17; 13:35; 21:4;
27:9); las palabras varan levemente, pero estas citas, son una caracterstica distintiva
del Evangelio de Mateo. Otras citas similares, refuerzan el argumento de que aun en
los detalles de la vida de Jess hay un formato anunciado en las Escrituras que
encuentra su propia revelacin. A Mateo le encanta buscar los formatos de la obra de
Dios en el AT y seguir su pista hasta hallar su cumplimiento en Jess.

LUGARES CLAVE: Beln, Jerusaln, Capernaum, Galilea y Judea.

PALABRAS CLAVE: Cumplimiento, reino de los cielos, Hijo del Hombre, la iglesia.

CARACTERSTICAS PARTICULARES:

Mateo est lleno de lenguaje mesinico, la frase Hijo de David aparece por
todo el Evangelio, as como referencias al Antiguo Testamento (53 alusiones y
76 referencias).

No es un registro cronolgico.

Es llamado el Hijo de David nueve veces, y el trmino el reino se menciona


treinta y siete veces. La palabra entonces ocurre noventa veces.

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Es el nico evangelio donde se encuentra la palabra iglesia, (16:18; 18:17) y
por eso se le llama el Evangelio eclesial.

nicamente Mateo usa la frase REINO DE LOS CIELOS, aunque tambin


emplea cuatro veces el sinnimo reino de Dios.

Mateo es el nico que registra el hecho que Jess le dice a todo el pueblo en
27:25: Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos . Algunos
comentaristas han ido al extremo al decir que Mateo haba perdido la
esperanza de que Israel respondiera, y que estaba urgiendo a sus lectores a
concentrar su misin hacia las dems naciones.

Se caracteriza tambin por algunos paralelismos interesantes:

Entre el seoro del Padre (11:25) y el de Jess (28:18)


Entre el cielo (o Dios) y la tierra (o el hombre) (7:11; 10:32; 16:17, 19; 18:18)
Entre la presencia fsica de Jess (1:23) y su presencia espiritual durante su
ausencia fsica (18:20; 28:20)
Entre el castigo de los judos por su rechazamiento del Mesas (21:43) y el
castigo de los gentiles que no fueran fieles a la voluntad de Jess (25:3146).

MATEO Y LA NACIN DE ISRAEL

Correctamente, se ve el Evangelio de Mateo como uno de los libros ms judos del


Nuevo Testamento, con su enfoque en el cumplimiento del Antiguo, su referencia
frecuente a los asuntos de debate rabnico, su suposicin de que sus lectores
conocen los ritos judos, y su uso de la terminologa juda (reino de los cielos, Hijo
de David).
Solamente en el Evangelio de Mateo la misin de Jess y sus discpulos se limita a
las ovejas perdidas de Israel (10:6; 15:24), y que aparentemente se toma en serio la
autoridad de los maestros de la ley juda (23:3, 23).

A pesar de todo, este mismo Evangelio es visto por muchos como violentamente
antijudo. Denuncia a los dirigentes judos (en especial a los fariseos) como hipcritas
y guas ciegos, y advierte que el reino de Dios ser quitado de vosotros y ser dado
a un pueblo que producir frutos (21:43).

Vislumbra a los no judos llegando del oriente y del occidente al banquete mesinico
judo, a la vez que los hijos (judos) del reino sern echados fuera (8:11-12; 22:1
10).

Con esto Jess declara que la rebelin del pueblo de Dios ha llegado al punto de que
el juicio de Dios debe caer sobre esta generacin; en particular, el templo de
Jerusaln, smbolo de la presencia de Dios en su pueblo, sera destruido sin dejar
una piedra sobre otra.

10
LOS ANTEPASADOS DE JESS (1:1-17)

El Evangelio comienza con una genealoga que se enfoca en Jess, el verdadero


Rey de la lnea de David, el Mesas, en quien la monarqua de Israel hall su
cumplimiento, y en 1:1825 explica cmo lleg a ser adoptado, oficialmente, por
Jos, l mismo un hijo de David (v. 20), as confirmando su condicin de rey. Este
ttulo Hijo de David se usa con ms frecuencia en Mateo que en los dems
evangelios (buscar tales pasajes en Mateo).

LA GENEALOGA DE JESUCRISTO

Los judos tenan un inters tremendo en las genealogas. Mateo llama a esta parte
Libro de la genealoga (Biblos guenseos). La genealoga demuestra la partida del
linaje de una persona. Ellos daban la mayor importancia a la pureza de linaje. Si
alguien mostraba la ms mnima mezcla de sangre extranjera, perda su derecho de
ciudadana juda y ser miembro del pueblo de Dios.

Hay dos genealogas detalladas de Cristo en el Nuevo Testamento (Mt. 1:117; Lc.
3:2338), y ambas ofrecen la ascendencia humana de Jess el Mesas.
Mateo inicia su relato, con lenguaje que recuerda al libro de Gnesis, con las
palabras libro de la genealoga de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham, y
luego traza la lnea de descendencia a travs de cuarenta y dos generaciones desde
Abraham hasta Cristo (1:117).
Lucas inmediatamente despus de su relato sobre el bautismo de Cristo, dice que
Jess mismo al comenzar su ministerio era como de treinta aos, hijo, segn se
crea, de Jos, y luego retrocede desde Jos, a travs de ms de setenta
generaciones, hasta Adn, hijo de Dios (Lc. 3:2338).
Mateo enfatiza la relacin de Jesucristo con las dos personas ms significativas de la
historia de Israel:
a) David (El gran rey)
b) Abraham (El padre de su nacin)
Investigar: Por qu razn nombra primero a David y despus a Abraham?

Ambas genealogas hacen descender a Jess de David; su descendencia davdica


era cuestin de dominio pblico durante su ministerio (Mr.10:47) y recibe confirmacin
por el testimonio apostlico (Ro. 1:3). Pero ambas listas trazan su descendencia
davdica a travs de Jos. La genealoga de Lucas reconoce esto mediante la frase
segn se crea en Lc. 3:23; de modo semejante, el texto ms seguro de Mt. 1:16
dice que Jos era marido de Mara, de la cual naci Jess, llamado el Cristo.

Varios comentaristas han sostenido que en realidad, si bien no explcitamente, la


genealoga de Lucas traza la lnea de descendencia de Jess a travs de Mara. Es
posible tomar de las palabras de Gabriel en Lc. 1:32 que Mara era descendiente de
David; aunque estas palabras pueden explicarse por la referencia a Jos, de la casa
de David en el V. 27, mientras que Mara en el V. 36 es parienta de Elisabet, de quien
se dice que era de las hijas de Aarn (V.5).

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En todo caso, resulta extrao que, si la lista de Lucas tena la intencin de trazar la
genealoga a travs de Mara, no se lo dijera claramente. Es ms probable que
ambas listas tuviesen la intencin de trazar la genealoga a travs de Jos. Si Matn,
abuelo de Jos en Mt. 1:15, es Matat, abuelo de Jos en Lc. 3:24, luego slo
tendramos que suponer que Jacob (padre de Jos en Mt.) muri sin hijos, de modo
que su sobrino, el hijo de su hermano El (padre de Jos en Lc.) sera su heredero.

Al comparar Mateo y Lucas, se concluye que

Mateo provee la lnea legal del Mesas por medio de Jos


Lucas provee la lnea de sangre natural de Jess por medio de la lnea
ancestral de Mara.

Mara y Jos eran descendientes directos del rey David. Las leyes levticas de
herencia no incluan necesariamente a cada generacin, por lo tanto, se omiten
algunos nombres y en algunos casos se duplican.
Mateo seala la genealoga a partir de Abraham; mientras que Lucas lo hace a partir
de Adn. Mateo est dirigido a los judos, por eso seala a Jess como
descendiente de Abraham. Lucas est dirigido a los gentiles, por eso enfatiza a
Jess como Salvador de la humanidad.

La genealoga de Jess en Mateo se divide en tres partes:

1) El perodo desde Abraham a David con 14 generaciones (V.1-6)

2) El perodo de la monarqua, desde David hasta la deportacin de Jud a


Babilonia, con 14 generaciones (V.7-11)

3) El perodo ms largo, desde la cautividad hasta el nacimiento de Cristo, con


14 generaciones (V.12-17)

Mateo divide la historia de Israel en tres grupos de catorce generaciones, pero


probablemente hubo ms. Las genealogas, con frecuencia, comprimen la historia,
dando a entender que no se incluyen especficamente cada generacin de
antepasados. Es el caso de la frase padre de que puede tambin ser traducida
antepasado de.

Mateo incluy catorce generaciones posiblemente para que en el judo la idea


cobrara fuerza, por el hecho de que las tres letras hebreas que forman el nombre
David, (en hebreo no se usan vocales) al ser usadas como numerales suman catorce:
DVD = David } D=4; V=6 y D=4 en total son 14.

La genealoga de Mateo muestra 46 personas, incluyendo a las 4 mujeres (Tamar,


Rahab, Rut y la mujer de Uras heteo) el lapso de 2000 aos. Todos fueron
antepasados de Jess, pero varan en espiritualidad y personalidad.

No es normal encontrar nombres de mujeres en las genealogas judas; porque la


mujer era considerada inferior.

Investigar: Quines son estas mujeres y por qu razn Mateo las nombra?

12
EL NACIMIENTO DE JESS (1:18-25)

Los dos relatos del nacimiento de Jess en Mateo y Lucas son claramente
independientes entre s, y ambos registran el hecho de que naci por accin directa
del Espritu Santo, sin padre humano (Mt. 1:1825; Lc. 1:34-35) y se nos dice que su
nacimiento tuvo lugar en Beln al final del reinado de Herodes el Grande (Mt. 2:1; Lc.
1:5; 2:4).

Nuestra informacin sobre la madre de Jess se limita principalmente a los relatos de


su infancia en Mt. y Lc. All vemos que cuando se produjo la anunciacin angelical del
nacimiento de Jess, Mara viva en Nazaret, Galilea, y estaba comprometida con
Jos, el carpintero (Lc. 1:26).
En este pasaje de Mateo, en realidad no es un relato del nacimiento y niez de Jess,
su nacimiento no se narra directamente, sino una serie de escenas diseadas para
mostrar cmo el propsito de Dios, declarado en el AT, se estaba cumpliendo.

Jos acepta a Jess como su hijo; requiri una revelacin divina para persuadir a
Jos de que lo hiciera, aceptando a Mara como su esposa estando ella encinta, en el
perodo de desposamiento.

El nombre dado al Hijo de Dios es Jess, el cual es la forma griega del nombre
Josu o Jesa del AT, y significa Dios es Salvador.

Jess nace de una virgen (Isa. 7:14) por la accin del Espritu Santo. El pasaje habla
de un nacimiento virginal, as como una concepcin virginal.
El texto hebreo de Is. 7:14 utiliza una palabra almah que denota una joven casadera
o virgen; mientras que la traduccin griega del mismo versculo emplea partenos
sin vacilaciones para la palabra virgen. Cualquiera que sea su significado histrico,
Mateo ve cumplida la profeca de Isaas con el nacimiento de Jess de la virgen
Mara.
El nacimiento virginal satisface tres requisitos respecto a Jess:
1) La nica manera de nacer como ser humano era que naciera de una mujer.
2) La nica manera de ser hombre sin pecado era que fuera concebido por el
Espritu Santo.
3) La nica manera de ser divino era que tuviera a Dios por Padre.
Como resultado su concepcin no fue por medios naturales sino sobrenaturales. Por
eso Jesucristo se revela como una persona divina con dos naturalezas: una divina y
una humana sin pecado.
El nombre Emanuel proclama la presencia de Dios en medio de su pueblo de una
manera completamente nueva.

El V.25, indica que Mara y Jos iniciaron sus relaciones maritales normales despus
del nacimiento de Jess. En las Sagradas Escrituras la relacin sexual se describe
como conocer, (Gn 4:1, 17, 25; 24:16; Jue. 11:39) Se habla de la relacin sexual
ntima como el acto de conocer a un hombre o una mujer.

13
LA VISITA DE LOS MAGOS (2:1-12)
Los magos eran astrlogos del oriente, sabios religiosos de la regin de lo que ahora
es Irak e Irn, especializados en la astrologa, la medicina y las ciencias naturales.
Tuvieron una participacin prominente en las cortes en muchos pases orientales,
como consejeros de los reyes. Su visita ocurri cuando Jess tena entre 40 das y
dos aos de edad (2:16) y sirve para destacar la identidad real de Jess (v. 11),
reafirmar que el Mesas proceda de la ciudad de Beln (v. 6), y puntualizar la
adoracin y la fe de los gentiles (v. 8), en contraste con la hostilidad juda (v. 3).
V.2 Su estrella hemos visto en el oriente: Como estudiosos y conocedores de las
estrellas, los magos observaron un fenmeno inexplicable en los cielos, que de
alguna manera interpretaron como una seal del nacimiento del Rey de los judos.
Muchas explicaciones naturales de la estrella han sido expresadas, inclusive la de un
cometa (el de Halley que apareci en el ao 12 a. de J.C.), o una nova o supernova
(hubo una de prominencia entre el ao 5 y 4 a. de J.C. segn datos chinos), o de una
unin planetaria en el ao 7 a. de J.C. (la de Saturno y Jpiter hubiera sugerido a los
astrnomos babilnicos la idea de un rey en el pas occidental, como ellos llamaban
a la Palestina). Uno o ms de estos fenmenos pueden haber contribuido a la
bsqueda hecha por los magos, sin embargo, el v. 9 sugiere algo fuera de lo comn.

En todo el episodio Mateo halla abundante material para su meditacin sobre el


cumplimiento de las Escrituras. El nacimiento de Jess cumpla con las profecas de
Miq. 5:2 y 2 Sam. 5:2, que vinculan al Mesas con la familia de David (1:6). La cita
formal de Miq. 5:2 muestra cmo el lugar donde naci Jess le otorga la posicin del
gobernante por llegar, y la estrella probablemente hace eco de la profeca de Balaam
de una estrella saldr de Jacob (Nm. 24:17).

El rey Herodes el Grande muri en el ao 4 a. de J.C. Este episodio no


necesariamente ocurri en forma inmediata despus del nacimiento de Jess, sino
dentro de unos dos aos (V.16), de manera que el nacimiento de Jess fue
probablemente alrededor del ao 5 6 a. de J.C.

LA MATANZA DE LOS NIOS (2:1323)

Slo Mateo menciona la huida a Egipto, donde Jos, Mara, y el nio se refugiaron de
la ira y los celos de Herodes.
Egipto era un lugar tradicional para asilo de los judos cuando stos peligraban
polticamente. Os. 11:1 habla del xodo del hijo de Dios, Israel, fuera de Egipto.
Mateo as lo emplea aqu en base a su conviccin de que el mismo Jess era el
verdadero Israel.

Los relatos de la huida a Egipto (2:1315), la masacre de los inocentes (2:1618) y el


arribo a Nazaret (2:1923) subrayan el cumplimiento de las profecas (Os 11:1; Jer
31:15; Is 11:1; 49:6).
El desasosiego de las madres hebreas en la poca de la cautividad en Babilonia (Jer
31:15) cobra un profundo significado con las lamentaciones de las madres de Beln.

14
EL BAUTISMO DE JESS POR JUAN EL BAUTISTA (Captulo 3)

La proclamacin de Juan el Bautista (3:1 12)

Ya haban pasado casi treinta aos desde el hecho narrado en el captulo 2. Ahora
Juan el Bautista aparece en la escena. Su tema era: Arrepentos de vuestros
pecados y volveos a Dios. Su llamamiento al arrepentimiento a la luz del juicio que
se avecinaba era un llamado claro de que Israel, como haba sucedido tantas veces
en tiempos anteriores, no llevaba una conducta conforme a su llamado como pueblo
de Dios.

Mateo se esfuerza por demostrar la continuidad entre la misin de Juan y la de Jess.


La proclamacin de Juan en el V. 2 es la misma que la de Jess en 4:17 y la de sus
discpulos en 10:7. Ecos de las palabras de Juan ocurren ms adelante en las
enseanzas de Jess. Juan no fue slo uno que descorra el teln para la llegada de
Jess; l ya estaba lanzando la misin que Jess desarrollara; l era el precursor,
como lo cita Isa. 40:3.
El profeta Isaas era uno de los grandes profetas del Antiguo Testamento y uno de los
ms mencionados en el Nuevo. Como Isaas, Juan fue un profeta que urgi a que la
gente confesara sus pecados y viviera para Dios. Ambos profetas ensearon que el
mensaje del arrepentimiento es de buenas nuevas a aquellos que escuchan y buscan
el perdn sanador del amor de Dios, pero es mensaje terrible a aquellos que rehsan
or y cortan su nica fuente de esperanza eterna.
La profeca de Isaas compara a Juan con un heraldo real que ordena reparar los
caminos como preparativo para la llegada del Rey.
Su prctica de bautizar a aquellos que respondan, tal como los gentiles que queran
unirse a Israel tenan que bautizarse, los marc como el remanente que
representaba al verdadero pueblo de Dios.
Juan tiene que haber tenido un aspecto extrao. Mucha gente iba a or a aquel
predicador que vesta ropa excntrica y se alimentaba con comida poco comn.
Algunos iban, probablemente, movidos por la curiosidad y terminaron arrepintindose
de sus pecados al or su mensaje poderoso.
La descripcin de las vestiduras de Juan lo relaciona con Elas (2 R 1.8). El ropaje de
Juan lo marcan como un segundo Elas, (11:14 y 17:1013).
Sus palabras acerca de ser hijos de Abraham (V. 9) sealan que slo el ser judos
no era una proteccin suficiente en contra del juicio; y que ser descendientes de
Abraham, automticamente no los coloca en el reino de Dios.
El bautismo de Juan es un tipo de la experiencia de salvacin y de ser bautizado en
el Espritu. De la misma manera que el bautismo de Juan coloca al individuo en
medio del agua, as el bautismo de Jess coloca al cristiano en el Espritu,
identificndolo como alguien unido por completo al Seor. El fuego purifica, pero
tambin destruye. De ah que la salvacin en Jesucristo purificara a los verdaderos
judos que lo aceptaran como Mesas, y destruira a aquellos que lo rechazaran.
Juan enfatiz que el que haba de venir los bautizara con el Espritu Santo y fuego.

15
En qu sentido el Seor bautizara con el Espritu Santo y Fuego?
A lo largo de toda la historia de Israel, los judos haban estado esperando el tiempo
en que haba de venir el Espritu (Ez. 36:26-27; 37:14; 39:29; Jl.2:28).
La palabra hebrea para espritu es ruaj , y en griego pneuma; ambas no solo
quieren decir espritu, sino tambin aliento; y el aliento es vida. Por lo tanto la
promesa del Espritu es la promesa de la vida eterna.
La palabra ruaj tambin quiere decir viento, el cual denota poder. El Espritu de
Dios es el Espritu de poder. Cuando el Espritu de Dios entra en el hombre, su
debilidad se reviste del poder de Dios. Para un judo, el Espritu traa la verdad de
Dios a las personas. Es por eso que el Espritu capacita a las personas a reconocer y
ver la verdad de Dios.
Con relacin al bautismo de fuego, hay tres ideas:
1. La idea de iluminacin
2. La idea del calor del amor hacia Dios
3. La idea de purificacin

El bautismo de Jess (3:13-17)

Jess haba estado esperando 30 aos en Nazaret, cumpliendo fielmente los


deberes normales con sus padres en el taller de carpintera. Cuando surgi Juan el
Bautista, reconoci que su hora haba llegado. Tena que ser bautizado.

Por qu haba de ser as?

Haba una razn muy sencilla y vital. El hecho de que nunca en toda la historia, se
haba dado que un judo se bautizara; ya que no necesitaban, segn ellos, hacerlo
porque ellos conocan y usaban el bautismo, pero solamente para los proslitos que
llegaban al judasmo de otra o de ninguna religin. Era natural que fueran bautizados
los proslitos, que estaban manchados por el pecado y contaminados. El bautismo
era para los pecadores y ningn judo se consideraba pecador, por ser del pueblo
elegido e hijos de Abraham. Precisamente ese era el momento y la oportunidad de
Jess. En su bautismo se identific con todas las personas que haba vencido a
salvar.

Juan se vio envuelto en un problema de aparente incongruencia de que alguien


inferior bautizara a uno superior En vista del v. 11, el titubeo de Juan era natural. La
explicacin de Jess es un tanto oculta, pero se relaciona con la necesidad del
cumplimiento de su misin, la que involucraba su identificacin con el pueblo
renovado de Dios.

La revelacin siguiente (V.16, 17) remarc a Jess como el Mesas, ungido por el
Espritu, segn lo predicho en Isa. 11:2; 42:1 y 61:1, mientras que la declaracin de
los cielos emplea el idioma del Sal. 2:7 e Isa. 42:1. De esta manera Jess fue
comisionado como el rey mesinico, y su condicin de Hijo de Dios fue declarada
sobre la base de una autoridad no menos que la de Dios mismo.

16
LA PRUEBA Y PREPARACIN DE JESS (Captulo 4)

Jess es probado en el desierto (4:111)


Satans tent a Eva en el jardn, y aqu tienta a Jess en el desierto. La palabra
Tentacin parece sugerir una experiencia puramente negativa; sin embargo, sta
era una preparacin determinada divinamente para la misin de Jess. La palabra
ms comnmente significa prueba. Este tiempo de prueba muestra que Jess era
realmente el Hijo de Dios, capaz de superar a Satans y sus tentaciones. Jess en el
desierto; estaba solitario, hambriento y por lo tanto muy vulnerable.
Esta tentacin de Satans sirvi para mostrarnos que Jess era humano y
proporcion a Jess la oportunidad de reafirmar el plan de Dios para su ministerio.
Fue tentado y no cedi a la tentacin.
Las tentaciones de Satans se enfocan en tres cosas: Deseos fsicos, Posesiones y
poder, as como tambin el Orgullo. En 1 Juan 2.15, 16 se halla una lista similar. Heb.
4.15, 16 dice que Jess fue tentado como nosotros lo somos, pero que l no cedi ni
una vez y no pec.
Jess estaba hambriento y dbil luego de un ayuno de cuarenta das, pero opt por
no usar su poder divino para satisfacer la necesidad natural de alimento. Los
alimentos, el hambre y los deseos de comer son buenos, pero el momento no lo era.
Haba decidido poner a un lado el uso ilimitado e independiente de su poder divino a
fin de experimentar su humanidad en plenitud.
El diablo fue el agente y tent a Jess a que usara mal su posicin; pero el propsito
hostil del diablo fue empleado por Dios para probar a su Hijo.
Satans cit las Escrituras para hacer que Jess pecara! Tena Satans poder para
dar a Jess los reinos del mundo? Acaso Dios no tiene control sobre ellos? Satans
pudo haber estado mintiendo acerca de lo que implicaba su poder o pudo estar
refirindose a su dominio temporal en la tierra por causa de la naturaleza pecadora
de la humanidad. La tentacin que le present a Jess fue la de mostrar al mundo
que l ya era su gobernante, sin tener que ejecutar el plan de salvacin. El diablo
estuvo tratando de distorsionar la perspectiva de Jess buscando que su atencin
estuviera puesta en el poder del mundo y no en los planes de Dios.
Jess fue capaz de resistir todas las tentaciones de Satans porque no solamente
conoca las Escrituras, sino que las obedeca. Efesios 6.17 dice que la Palabra de
Dios es un arma, espada de dos filos, para ser usada en combate espiritual. El diablo
tambin conoce las Escrituras, pero no los obedece. Conocer y obedecer la Biblia es
cumplir los deseos de Dios antes que los de Satans.
Palabra, rhema: Lo que se dice o se habla, en contraste con logos, que es la
expresin de un pensamiento, un mensaje, un discurso. Logos es el mensaje; rhema
es la comunicacin del mensaje. Aplicado a la Biblia, logos designara la totalidad de
su mensaje; rhema un versculo. El significado de rhema, diferente al de logos, se
ilustra en Efesios 6.17, donde se habla, no de las Escrituras como un todo, sino de
aquella porcin que el creyente maneja como una espada en tiempo de necesidad.

17
Cada sugerencia del diablo es rebatida por unas citas de las Escrituras, las cuales
provienen totalmente de Deut. 68. Este pasaje relata la experiencia de Israel cuando
fue probado en el desierto y los textos citados enfocan sobre las lecciones que Israel
debiera haber aprendido con esa experiencia.
Los ngeles, como los que ayudaron a Jess, tienen un papel significativo como
mensajeros de Dios. Son seres espirituales que tuvieron que ver con la vida terrenal
de Jess, tales como: anunciar su nacimiento a Mara, anunciar su nacimiento a los
pastores, socorrerlo en el Getseman, etc.

LA PREPARACIN DE JESS PARA SU MINISTERIO (4:12-25)

Jess se traslad de Nazaret, donde viva, a Capernaum, unos 32 km al norte. En


Capernaum estuvo su centro de operaciones durante su ministerio en Galilea.

Probablemente se traslad para:


Mantenerse al margen de la oposicin intensa y de la apata en Nazaret.
Impactar en la poblacin ms numerosa; ya que Capernaum era una ciudad
activa y el mensaje de Jess pudo llegar a mayor cantidad de personas y
esparcirse ms rpidamente.
Valerse de mayores recursos y apoyo a su ministerio.

El traslado de Jess cumpla la profeca de Is. 9:1-2 que sealaba que Jess, el
Mesas, sera la luz resplandeciente a la tierra de Zabuln y Neftal, la regin de
Galilea; la cual resulta ser el escenario de las actividades de Jess hasta su ltimo
viaje a Jerusaln en el cap. 21. En Galilea la misin de Jess crecera y prosperara.
Jerusaln, por el otro lado, llegara a ser el lugar de rechazo y muerte. Este contraste
se destaca cuidadosamente a travs de todo el Evangelio, culminando en el regreso
de Jerusaln a Galilea para lanzar la misin cristiana posterior a la pasin, muerte y
resurreccin del cap. 28.
Jess empez su ministerio con la misma frase que la gente haba odo de Juan el
Bautista: Arrepentos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Para desarrollar su ministerio Jess necesitara colaboradores; es por eso que Mateo
muestra a Jess seleccionando los hombres que sern sus ayudantes y asistentes.
Los declara pescadores de hombres. Esto es muy importante, porque uno puede
ser pastor, evangelista, misionero, maestro, dicono etc.; pero si no se est
esforzando por llevar a otros a Cristo, no est haciendo la obra de Dios.
Jess pronto desarroll un ministerio de predicacin poderoso y con frecuencia
hablaba en la sinagoga. La mayor parte de los pueblos que tenan diez o ms familias
judas tenan una sinagoga. El edificio serva para reunirse los sbados y como
escuela durante la semana. El lder de la sinagoga no era un predicador sino ms
bien un administrador. Su tarea consista en invitar rabinos para que ensearan y
predicaran. La costumbre inclua invitar a rabinos visitantes como Jess a hablarles.
Los tres aspectos ms sobresalientes de su ministerio fueron: predicar, ensear y
sanar. Al ensear mostraba su inters de que entendieran; al predicar mostraba su
inters en una entrega, y al sanar mostraba su inters en la persona total. Sus
milagros de sanidad autenticaban sus enseanzas y su predicacin, demostrando
que de veras vena de Dios, y que el reino de los cielos se haba acercado a ellos.

18
EL PRIMER DISCURSO DE JESUS (Captulo 5 7)
El primer gran discurso que Jess dio es denominado generalmente como el
Sermn del monte porque Jess lo pronunci en una colina cercana a
Capernaum. En l, Jess proclam su actitud hacia la Ley, enseando que la posicin
social, la autoridad y el dinero no son importantes en su Reino; lo que importa es la
obediencia fiel del corazn.
Tiene el mismo bosquejo general que el sermn que se halla en Luc. 6:2049; pero
es mucho ms extenso, incluyendo tanto material que se encuentra en otros lugares
de Lucas. El tema predominante en todo este discurso es el del discipulado.
Despus de escoger a sus primeros discpulos, Jess les dio un vistazo panormico
de los privilegios y los requisitos de su nueva situacin.
En el Sermn del Monte, Jess bosqueja los atributos primarios de la gente que
recibe el Reino.
Nueve versculos relacionados con el reino aparecen en este sermn, y son:
Humildad (5:3)

Voluntad para sufrir persecucin (5:10)

Atencin sincera a los mandamientos de Dios (5:19)

Rechazo a sustituir falsa piedad por comportamiento genuinamente correcto


(5:20)
Una vida de oracin (6:10, 13)

Dar prioridad a los valores espirituales sobre los valores materiales (6:20, 33)

Reconocer el seoro de Cristo obedeciendo la voluntad revelada de Dios


(7:21).
LAS BIENAVENTURANZAS
El discurso se inicia con un cuadro completo del verdadero discpulo que son las
bienaventuranzas. Cada bienaventuranza incluye una bendicin, una descripcin de
quienes se consideran bendecidos, y una explicacin de la bendicin.
El adjetivo bienaventurados viene del griegomakarios) ) de la raz mak que
indica algo grande o de larga duracin. Se trata de un adjetivo que denota felicidad,
alguien muy bendecido, digno de ser congratulado. Es una palabra de gracia que
expresa un regocijo y una satisfaccin especiales, concedidos a la persona que
experimenta la salvacin.
La frase clave, que abre y cierra las series, es: porque de ellos es el reino de los
cielos. Esto se refiere a aquellos que reconocen a Dios como Rey y quienes, por lo
tanto, ven con anticipacin el cumplimiento de su propsito en sus vidas.
Es importante notar que en la primera parte de cada bienaventuranza no hay ningn
verbo, segn nuestra gramtica; el cual debera de ser bienaventurados son los,
como aparece en la Biblia inglesa en cursiva para indicar que se ha aadido.

19
Por qu es as?
La razn es que Jess no dijo las bienaventuranzas en griego; l hablaba arameo,
lengua emparentada con el hebreo; ambas tienen una forma de expresin muy
corriente, que es en realidad una exclamacin, y que quiere decir: Oh, la
bienaventuranza de! Esa expresin en hebreo es ashre, que es muy comn en
el Antiguo Testamento. Por ejemplo, en Sal. 1:1, en hebreo empieza: Oh la
bienaventuranza del hombre que no anda, que es la forma que Jess us en las
bienaventuranzas. Es decir que las bienaventuranzas no son simplemente
afirmaciones, sino exclamaciones que denotan una felicitacin de algo que ya se es
en realidad; algo en presente y no en futuro, es algo que se disfruta aqu y ahora.
Los pobres en espritu (5:3)
Sabiendo que las bienaventuranzas no se dieron originalmente en griego, sino en
arameo, se puede tomar en cuenta que los judos tenan una manera especial de
usar la palabra pobre, que en hebreo o arameo es an o ebyon usada para
describir a la persona humilde e indigente que pone toda su confianza en Dios
(Sal:68:10; 107:41). En el griego la palabra pobre es ptojos, e indica al hombre
totalmente indigente, que no tiene absolutamente nada.
Ahora tomemos los dos lados, el griego y el arameo y juntmoslos y veremos que los
pobres son los que reconocen su pobreza espiritual y, dejando a un lado toda
autosuficiencia, buscan la gracia de Dios. As pues, esta bienaventuranza quiere
decir:
Ah, la bienaventuranza del que es conciente de su propia y total indefensin y que
ha puesto toda su confianza en Dios; porque slo as puede rendir a Dios aquella
perfecta obediencia que le har ciudadano del reino del cielo!
Los que lloran (5:4)
La palabra llorar que se usa aqu es la ms fuerte que existe en griego; se usa para
hacer duelo por los difuntos ms queridos, como el llanto de Jacob por Jos
(Gn.37:34), es un dolor en el corazn, que hace incontenibles las lgrimas y da la
idea de estar contrito. Esta bienaventuranza expresa que la persona est
desesperadamente dolorida por su propio pecado e indignidad (Sal.51:17). No se
refiere necesariamente a los agraviados, sino a los que experimentan la pena del
arrepentimiento. Entonces la bienaventuranza quiere decir:
Ah, la bienaventuranza de la persona que tiene el corazn destrozado ante el
sufrimiento del mundo, y por su propio pecado; porque en su dolor encontrar el gozo
del Seor!
Mansos (5:5)
La palabra Manso en griego es pras y la palabra mansedumbre es praotes que
indica la verdadera humildad que destierra todo orgullo. Una persona slo alcanza su
verdadera humildad cuando est conciente de que Dios es su Creador, y que sin l
no puede hacer nada. Praotes describe la humildad, la aceptacin de la necesidad
de aprender y de la necesidad de ser perdonados; no significa debilidad, sino
fortaleza sujeta a control. La palabra lleva la idea de humildad y autodisciplina.
Moiss era un hombre manso (Num.12:3).

20
Esta bienaventuranza quiere decir:
Ah, la bienaventuranza del que tiene la humildad de reconocer su propia ignorancia,
debilidad y necesidad; y que tiene bajo control, porque l mismo est bajo el control
de Dios; porque tal persona es soberana entre los seres humanos!
Los que tiene hambre y sed de justicia (5:6)
Este es uno de los versculos ms importantes del sermn del monte, porque el
requisito fundamental para todos lo que viven piadosamente es tener hambre y sed
de justicia. Moiss, David y el apstol Pablo tuvieron tal hambre. La condicin
espiritual del creyente durante toda su vida depender de su hambre y sed de: La
presencia de Dios, la palabra de Dios, la comunin con Cristo, la comunin del
Espritu, la justicia, el poder del reino, y el retorno del Seor. Esta bienaventuranza
sera as:
Oh, la bienaventuranza del que anhela una integridad total; porque tal persona
alcanzar una completa satisfaccin!
Los misericordiosos (5:7)
La palabra griega para misericordioso es eleemon y en hebreo es jsed y quiere
decir la capacidad de ponerse uno en el lugar del otro de manera que ve con sus
ojos, piensa con su mente y siente con sus sentimientos. Eso es precisamente lo que
hizo Dios; vino a la humanidad, no como el Dios soberano, sino como un hombre. El
ejemplo supremo de la misericordia, Jsed, es la venida de Dios al mundo en
Jesucristo. Slo los que muestren esta misericordia, recibirn misericordia. As que la
quinta bienaventuranza sera:
Ah, la bienaventuranza de la persona que se pone hasta tal punto en el lugar de los
dems, que puede ver con sus ojos, pensar con su mente y sentir con su corazn;
porque el que es as con los dems, descubrir que los dems hacen lo mismo con l
y sabr que eso es lo que Dios ha hecho en Jesucristo!
Los de limpio corazn (5:8)
La palabra griega de limpio es kathars, que tiene una variedad de usos: como ropa
limpia, el trigo limpio de polvo y paja, leche o vino no adulterado, etc. Los de limpio
corazn son los que han sido liberados del poder del pecado por la gracia de Dios y
que se esfuerzan por agradar y glorificar a Dios y ser como l. nicamente los de
limpio corazn vern a Dios, lo cual significa ser su hijo y morar en su presencia,
tanto ahora como eternamente. La bienaventuranza sera:
Ah, la bienaventuranza de la persona cuyos motivos son absolutamente puros,
porque algn da estar capacitada para contemplar a Dios!
Los pacificadores (5:9)
Son los que se han reconciliado con Dios, han hecho la paz con l mediante la cruz y
que se esfuerzan mediante su vida y testimonio por guiar a los dems, incluso a sus
enemigos, a estar en paz con Dios. Esta bienaventuranza se podra decir:
Ah, la bienaventuranza de los que producen relaciones como es debido entre las
personas para traerlas a Jesucristo, porque estn haciendo algo que recuerda a Dios!
Dios es el supremo pacificador, y sus hijos siguen su ejemplo.

21
Los que padecen persecucin por falta de la justicia (5:10-11)
Todos los que procuran vivir en armona con la Palabra de Dios por causa de la
justicia les espera la persecucin, sufrirn el rechazo y la crtica. Experimentarn la
persecucin, la oposicin del mundo y el sufrimiento; pero cuando esto suceda el
creyente se debe alegrar porque a los que sufren ms, Dios les da mayores
bendiciones. La bienaventuranza sera:
Ah, la bienaventuranza de los que sufren por causa de la justicia, porque recibirn
recompensas celestiales!
Esta ltima bienaventuranza recalca la persecucin que resulta de seguir a Jess y
que coloca a sus discpulos en la sucesin de los fieles siervos de Dios. El cambio a
la segunda persona les da una aplicacin directa a los oyentes de Jess.

Lucas 6:2022 slo contiene cuatro bienaventuranzas, balanceadas por cuatro


ayes. Estn expresadas en la segunda persona y tratan de las condiciones
materiales y sociales de los discpulos, en vez de las cualidades espirituales
presentadas aqu en Mateo.
Lo distintivo que los hace objeto de la persecucin se ilustra con dos objetos: sal y
luz; cada uno es esencial, pero tiene su efecto necesario en el ambiente slo si se
mantiene distinto de l y, a la vez, plenamente involucrado en l. Cualquiera de las
dos funciones de la sal, como sabor o como preservativo, cumple la figura. Los
rabinos usaban la sal como un smbolo de la sabidura (si pierde su sabor, lit., se
vuelve necio). La luz da la figura de una ciudad bien iluminada sobre una montaa, y
representa el efecto unido de la combinacin de luces de los discpulos individuales.
JESS Y LA LEY (5:1748)
Esta seccin larga trata un solo tema; lo importante es que sus partes no deben
interpretarse aisladamente de las dems. El tema es el cumplimiento de la ley por
Jess, lo que se expresa por medio de declaraciones generales seguidas de una
serie de seis ejemplos contrastando las enseanzas de Jess con lo que se aceptaba
como la ley del AT (2147), terminando con un resumen final (48).
Jess coloca la Ley lado a lado con los Profetas hallando el cumplimiento en l
mismo. El cumplir es realizar aquello a que las Escrituras sealan, y eso es lo que l
ya ha hecho.
Pero el cumplimiento de la ley no significa su abolicin; sigue siendo totalmente
autoritativa y requiere el respeto total del discpulo (18, 19).
El propsito de Cristo es que se cumpla el requisito espiritual de la ley de Dios en la
vida de sus seguidores (Ro. 8:4).
El V.20 indica que el legalismo meticuloso de los fariseos y los escribas es
inadecuado en el contexto nuevo del reino de los cielos.

As en los dos primeros ejemplos (2130) meramente evitando literalmente el


homicidio y el adulterio no llega a la mdula del problema. Debajo de estos actos
exteriores estn las actitudes fundamentales del odio y la lujuria. Donde el corazn no
est limpio, hace falta una accin drstica para corregirlo antes que resulte en pecado
abierto.

22
V. 31, 32 muestra que una apelacin literal a Deut. 24:14 haba llevado a sancionar
el divorcio con tal de que la certificacin correcta se observara, pero Jess reafirma
el propsito original de Dios en cuanto a la permanencia del matrimonio (En 19:312,
el Seor explica detalladamente este tema).

V. 3337, Jess descarta la discusin acerca del peso relativo que tienen diversos
juramentos (23:1622) a favor del ideal de una veracidad sencilla, lo que hace que los
juramentos y votos sean innecesarios. Aqu, como con el asunto del divorcio, Jess
se niega a permitir que los reglamentos de la ley, que estaban diseados para
controlar la pecaminosidad humana, pudieran tener precedencia sobre la intencin
original de Dios. Las normas ticas deben edificarse no en las concesiones de la ley,
sino en los propsitos positivos de Dios.

V.3842, Jess ensea el amor a los enemigos y muestra que el deseo natural de
venganza y retribucin podra ser justificado convenientemente por los reglamentos
del AT, que tenan el diseo original de limitar los alcances de la retribucin legal (ojo
por ojo, etc.). Pero el extender este principio a la tica personal le da paso a los
intereses egostas. Por medio de una serie de ejemplos vvidos (3942), Jess, en su
lugar, demanda una actitud generosa que no slo rehsa al desquite, sino que no lo
resiste, aunque legalmente estuviese permitido. Dicha actitud es la que subordina los
derechos personales de uno en beneficio de los de otras personas.
V. 4348. Nuevamente Jess sobrepasa con mucho la enseanza explcita de la ley
del AT y ofrece una tica en contraste agudo con los valores humanos naturales.
ENSEANZAS DE JESS SOBRE LA RELIGIN Y SUS RECOMPENSAS (6:118)
El resumen general del V. 1 es seguido por tres ilustraciones paralelas y especficas
de lo errado y de lo correcto en cuanto a prcticas religiosas y sobre cmo nuestra
prctica de la piedad debe ser diferente de las prcticas externas de los fariseos. El
principio general vlido para los cristianos es que el motivo de las observancias
religiosas es agradar a Dios y no recibir alabanzas de los dems.
El Seor se refiere a nuestra justicia en tres acciones: dar, orar y ayunar (6: 24; 5,
6; 1618)

El dar a los pobres, las oraciones y los ayunos eran elementos centrales en la religin
juda, y se asume que todos sean vlidos para los discpulos de Jess. El asunto no
es si se deben practicar, sino cmo y por qu.

Al contrario de los hipcritas, los cristianos no deben hacer alarde de sus ddivas.

Jess no critica la oracin en pblico, pero s condena la oracin pretenciosa y


ostentosa que atrae la atencin. El enfoque est en el asunto de la recompensa; la
recompensa para una religin de ostentacin es el reconocimiento humano que se
busca; pero ah termina (ellos ya tienen su recompensa). La religin ntima, por otro
lado, que se hace para Dios y no para la aprobacin humana, puede esperar una
recompensa celestial.

La continuidad de las tres ilustraciones se interrumpe con una discusin extensa


sobre la oracin, lo que aclara la manera incorrecta (7, 8) y la manera correcta (915).

23
El Seor muestra esta oracin no como una forma litrgica prescrita, sino como un
modelo de lo que la verdadera oracin debiera ser.

Es un modelo de oracin que contiene siete grandes aspectos, cada uno de los
cuales representa una necesidad humana bsica:

1. La necesidad paternal: Padre nuestro (v. 9). Al orar, todas nuestras


necesidades son atendidas por la benevolencia de un Padre amoroso.
2. La presencia de Dios: Santificado sea tu nombre (v. 9). Entre a su presencia
mediante la alabanza.
3. Las prioridades de Dios: Venga tu reino (v. 10). Declare que las prioridades
de Su reino (Ro 14.17) sern establecidas en usted, en sus seres amados, su
Iglesia y su nacin.
4. La provisin de Dios: Dnoslo hoy (v. 11). Jess, el que suple nuestras
necesidades, nos dijo que orramos diariamente, pidindole que provea para
todo lo que nos haga falta.
5. El perdn de Dios: Y perdnanos (v. 12). Necesita el perdn de Dios y le
hace falta perdonar a los dems.
6. Poder sobre Satans: Y no nos metas... lbranos del mal (v. 13). Pida al
Seor una cerca de proteccin alrededor de usted y sus seres queridos. Pdale
que le vista con Su armadura (Ef 6.1418).
7. Sociedad divina: porque tuyo es el reino (v. 13). Glorifique a Dios que le hizo
participante de Su reino, poder y gloria. (2 Ti 4.18).

La versin de Mateo del Padrenuestro es ms larga que la de Lucas 11:24.

V.7 Por su palabrera traduce una palabra sin sentido desconocida en el idioma
griego, sugiriendo lo que nosotros conocemos como jerigonza o el balbuceo
desprovisto de sentido. El enfoque no est sobre la repeticin, sino en lo que no
tiene significado alguno y en ruido, sobre la actitud de oracin que piensa que Dios
tiene que la obligacin de atenderle. La verdadera oracin no es una tcnica ni un
desempeo, sino una relacin.

Jess ensea a orar de forma concentrada, reconociendo la necesidad de que Dios


reine sobre todas las facetas de la vida y la sociedad.

JESS ENSEA SOBRE LAS POSESIONES Y LA SEGURIDAD (6:1934)


Una coleccin de dichos breves (1924) y una discusin ms prolongada (2534)
estn ligadas por el tema de las posesiones. En contraste con los intereses
materiales que ocupan nuestra atencin la mayor parte del tiempo, Jess llama a sus
discpulos a que pongan primero a Dios; tanto por medio de dar prioridad a los
asuntos eternos, como tambin por confiar en nuestro Padre celestial para suplir
nuestras necesidades materiales aqu sobre la tierra. Debemos enfocar nuestro
sentido de prioridades, y sealar que el tener nuestro principal inters en las
posesiones materiales, no slo hace ver una perspectiva equivocada sino que se es
necio; ya que tales posesiones no pueden perdurar.
Jess no prohbe las posesiones materiales, ni su disfrute (1 Ti 6.17), pero s prohbe
el materialismo egosta y extravagante que ata a las personas a este mundo.

24
Los versculos 22, 23 podran parecer estar fuera de lugar aqu, pero dependen de un
juego sutil de palabras. Sin embargo, estos versculos tambin atacan el materialismo
egosta y nos invitan a una devocin de todo corazn hacia Dios. La persona con el
ojo bueno o sano es la que intenta servir a Dios y no a las riquezas. La persona de
ojo maligno es egosta, codiciosa y miserable.

El V. 24 refuerza el mismo punto. Riquezas es la traduccin del trmino arameo


mamn, que se refiere a las posesiones materiales y que alude a Mammn, el dios
del dinero.

Hay una simplicidad hermosa en los versculos 2533, con el ejemplo de las aves y a
las flores para ilustrar el cuidado prdigo de Dios por todas sus criaturas. Lo que aqu
se prohbe es la preocupacin, no la provisin responsable para las necesidades de
uno mismo y las de su familia; Dios provee alimento para las aves, pero stas tienen
que buscarlo! La base de la confianza del discpulo, en contraste con la preocupacin
de los gentiles, reside en reconocer a Dios como vuestro Padre celestial. La actitud
correcta es poner a Dios en primer lugar y confiar en l para nuestras necesidades
prcticas.

En el mundo actual muchos, de los cuales algunos son cristianos, no tienen todas sus
necesidades satisfechas. Este pasaje no resuelve el problema, pero necesitamos
entender cmo la provisin de Dios se relaciona con el mal uso humano de lo que
Dios ha provisto.

Jess resume el tema de la devocin absoluta a Dios, y trata de una actitud


relacionada con esta: estar libre de ansiedad por las necesidades diarias. Se refiere a
lo intil de esas preocupaciones y ansiedades, demostrando que esa actitud no es
necesaria, ni fructfera, ni conveniente para un cristiano.

LAS LTIMAS ENSEAS DEL PRIMER DISCURSO (Captulo 7)

7:16 El juzgar a otros, Aqu el Seor advierte en contra de la crtica de otras


personas sin considerar lo vulnerables que nosotros mismos podemos ser ante la
crtica; seis juzgados bien puede referirse al juicio de Dios, al igual que al de otras
personas. Pero el V. 6 indica que existe el juicio correcto que al discpulo le toca
ejercer (adems V.1520).

7:711 Aqu se ve la persistencia en la oracin. Los imperativos griegos pedid,


buscad y llamad estn en tiempo presente, lo que sugiere una peticin continua,
buscar, llamar, y no una sola vez. Se puede esperar una respuesta no por la tcnica
que se haya usado, sino por el Dios a quien se le habla. Aun si a los padres
humanos, quienes son malos, se les puede confiar que harn lo mejor que puedan
para sus hijos, cunto ms podr Dios? Por supuesto esto no es una garanta de
que cualquier oracin que pudiramos ofrecer tendr xito; Dios da slo buenas
ddivas, que no siempre han de corresponder con nuestras ideas de lo que
debiramos tener. La relacin de padre a hijo muestra lo humano-divino, y da la pauta
para seguir elevando nuestras peticiones en una actitud de confianza.

25
7:12 La regla de oro. Este versculo concluye y resume las instrucciones de Jess
para vivir como discpulo. La Ley y los Profetas contina lo que iniciamos en 5:17.
Otros maestros haban dado instrucciones similares en formas negativas: no traten a
otros como no quisieran ser tratados; la forma positiva de Jess demanda ms.

7:1327 Discipulado verdadero o falso. Estos cuatro contrastes entre lo verdadero


y lo falso concluyen el discurso. La divisin entre lo verdadero y lo falso se hace en
puntos diferentes de las cuatro escenas, de manera que todo el complejo forma una
base penetrante para la autoevaluacin.

Primero, los versculos 13, 14, dan un franco contraste entre los que son salvos y los
perdidos; las dos puertas y los dos caminos conducen respectivamente a la
perdicin y a la vida. El verdadero discipulado es un asunto de deliberadamente
tomar la opcin de no andar con la corriente, sino que es un asunto de vida o muerte.

Segundo, en los versculos 1520, sigue una divisin ms sutil, que cae dentro del
grupo de los que profesan ser discpulos. Los falsos profetas se presentan como
aquellos que pertenecen al grupo (estn vestidos de ovejas), sin embargo, su
intencin es destruir (como lobos rapaces). Los falsos profetas son conocidos tanto
en el AT como el NT. (Deut. 13:15; Jer. 23:932; Mat. 24:11, 24; 1 Juan 4:13). As
que no toda la supuesta profeca puede aceptarse segn su apariencia; debe ser
probada. La prueba no es lo que dice el profeta sino su fruto. El significado de fruto
no se especifica, pero la metfora ocurre varias veces en Mateo para indicar una
conducta que es genuinamente agradable a Dios.

Tercero, V.2123, aqu el Seor presenta a aquellos que aparentemente se creen


discpulos genuinos y que apelan a sus actividades carismticas para comprobarlo,
pero que resultan no tener una verdadera relacin con el Seor ante quien apelan.
Seor se traduce Kurios hasta aqu usado slo como un ttulo para Dios. En el
vocabulario diario griego era un trmino normal para saludar cortsmente, y as se
usa comnmente en los Evangelios. Aqu, sin embargo, se usa claramente como una
seal de lealtad, aun de adoracin. Los profetas falsos del V. 15 eran engaadores,
pero stos se engaan a s mismos. Su aceptacin no depende de su profesin, ni
siquiera de su aparente actividad cristiana, sino de si Jess los conoce. Ntese la
extraordinaria autoridad que l asume como juez; entrar al reino de los cielos
depende de su reconocimiento y consiste en estar con l.

Finalmente V.2427, aqu sale otra divisin basada en la conducta. Tanto los
prudentes como los insensatos se describen como el que oye mis palabras; la
diferencia est en hacerlas. Adems, esta divisin abarca a los que pertenecen al
crculo de Jess. Toda esta seccin final del discurso nos deja incmodos ante la
demanda de considerar no slo lo que profesamos, sino si se basa en una relacin
genuina con Jess que resulta en una vida de verdadero creyente.

7:28, 29 La frmula regular para concluir los discursos en Mateo se extiende aqu
para notar la reaccin de los oyentes. El contraste entre Jess y los escribas nos
hace recordar los contrastes de 5:2147, donde la autoridad de Jess se vea en su
disposicin, en contraste con los escribas, de declarar sencillamente mas yo os
digo. Las demandas finales de su discurso han reforzado esta impresin. Jess tena
que ser notado y demandaba una respuesta.

26
UNA SELECCIN DE LOS MILAGROS DE JESS (Captulo 8 9)

Al igual que los captulos anteriores, los siguientes dos captulos siguen destacando
la misma autoridad ejercitada por el Seor en accin y no slo en palabras, sino con
milagros. Mateo presenta una serie de milagros que demuestran la autoridad de
Jess.

Algunas secciones ms largas son compiladas con una estructura balanceada; Mateo
relata las historias mucho ms brevemente que Marcos, dejando a un lado la
mayora de los de talles pintorescos y enfocando la atencin en Jess mismo.

La impresin que deja es de una autoridad irresistible, vista tanto en el poder de


Jess sobre la enfermedad, el poder demonaco y las fuerzas naturales, y en la
respuesta radical que l requera de aquellos que le seguan. Todo esto complementa
la autoridad que l demostr durante su enseanza en el primer discurso.

Tres milagros de sanidad (8:117)

Estos tres relatos se agrupan como para conducir a la profeca que aclara su
significado en el V.17. Adems, se ligan por el hecho de que los que han sido
sanados pertenecen a un grupo excluido de una vida plena en esa sociedad:

Un leproso
Un gentil
Una mujer

1. El hecho de que Jess toc a un leproso era una demostracin poderosa de


buena voluntad al poner su inters carioso por encima del tab social. La
orden de ve, mustrate al sacerdote, era para cumplir lo que la ley requera
(Lev. 14:1032) y sirvi como testimonio a ellos tanto del respeto que Jess
tena de la ley como de su poder sanador como Mesas. La orden equilibrante
de no lo digas a nadie nos recuerda el peligro de atraer el entusiasmo
popular por razones erradas.

2. El centurin y su criado eran soldados no judos en el ejrcito de ocupacin.


Detrs de la actitud vacilante del hombre de ser visitado por Jess estaba el
problema de las relaciones entre judos y gentiles: no se poda esperar que un
maestro judo se contaminase entrando en una casa de gentiles. Su sencilla
aceptacin, sin embargo, en lenguaje militar, de la autoridad prctica de Jess
sobre la enfermedad es evidencia de una fe mayor que la de ninguno en Israel.
La fe del centurin sobrepasa cualquier otra que Jess hubiera visto entre los
judos.

Al haber incluido este dicho admirable de Jess en los versculos 11 y 12,


Mateo saca a relucir las implicaciones del contraste para el desarrollo futuro
del pueblo de Dios.

Muchos vendrn del oriente y del occidente (y este creyente gentil sirve de
prototipo de estos) y se renen con los patriarcas judos en el banquete
mesinico, que todos los judos esperaban disfrutar por derecho.

27
Al mismo tiempo, sin embargo, los judos hijos del reino, que no compartan
esta fe de los gentiles, se encontraran excluidos, en el lugar donde por
costumbre popular se asignaba a los gentiles. La base para ser aceptos en el
reino de los cielos ya no sera cuestin de origen racial sino de fe. La sanidad
no usual a la distancia (al igual que en 15:2128, tambin involucrando a un
enfermo gentil) fue una respuesta apropiada ante la fe del gentil (V.13).

3. La historia sencilla de la sanidad de la suegra de Pedro nos introduce a un


resumen general del ministerio de sanidad de Jess en Capernam (base de
operaciones de Jess durante su ministerio en Galilea). La casa de Pedro
probablemente sirvi de hogar para Jess en Capernam. En la descripcin de
este ministerio de liberacin como un cumplimiento de Isa. 53:4, Mateo nos
recuerda que abarca ms la misin del siervo de Dios que la expiacin del
pecado que es el principal enfoque de Is.53; adems abarca nuestra
necesidad fsica.

Autoridad sobre los elementos naturales (8:2327)

Este es el primer milagro en la naturaleza registrado en Mateo, demostrando que


Jess ejerca el mismo poder sobre la naturaleza que Sal. 107:2830 asigna a Dios.
La reaccin de los discpulos le agrega un nuevo nivel al relato que Mateo da de la
autoridad de Jess. Pero mientras que el relato se registra mayormente con este fin,
el que Mateo haya mencionado que sus discpulos le siguieron (V. 23), retomando el
lenguaje de la seccin precedente, sugiere que l puede haberlo visto como una
ilustracin del discipulado: cuando llegan las tormentas, la fe en el poder salvador de
Jess ser premiada. Mateo advierte frecuentemente del peligro de la poca fe (V.26;
6:30; 14:31; 16:8; 17:20).

Jess y los demonios (8:2834)

En sus milagros, Jess con frecuencia ataca el poder de Satans y los demonios.
Uno de los propsitos claros de Cristo al venir a la tierra fue atar a Satans y librar a
los que l tiene esclavizados. Jess at a Satans en parte, mediante la expulsin de
demonios y de modo ms completo en su muerte y resurreccin (Jn.12:31), y as
quebrant el poder del dominio de Satans y restaur el poder del reino de Dios.

Aunque los exorcismos ya han sido mencionados en trminos generales, esta


primera mencin especfica de uno le agrega otra dimensin a la autoridad de Jess:
su dominio sobre los seres sobrenaturales. La versin abreviada drsticamente por
Mateo omite la mayora de los detalles personales y se concentra en el conflicto entre
Jess y los demonios. Dado su discernimiento sobrehumano stos reconocen a
Jess como el Hijo de Dios, pero este testimonio, aunque verdadero, no es recibido
bien de tal fuente.

La mencin que hace Mateo de dos endemoniados, en oposicin a uno del cual
hablan Marcos (5:2) y Lucas (8:26), es difcil de entender; parece que de ambos, uno
era ms prominente, y a l se refieren en detalle Marcos y Lucas, quienes mencionan
solamente a un hombre posedo de los demonios, pero Mateo aqu (como en 20:30 y
9:27) dice que haba dos, posiblemente porque el relato se escribe como un
testimonio al poder de Jess, y en la ley juda haca falta tener dos testigos.

28
Captulo 9
Los milagros del captulo anterior demuestran la autoridad de Jess sobre la
enfermedad, la naturaleza y los demonios. Ahora se revela su poder sobre el pecado.
Su ciudad: Se refiere a Capernam.

Sanidad y perdn (9:18)

La respuesta de Jess a la fe de los amigos del paraltico, demuestra su efectividad


en beneficio de otros. Mateo no menciona la casa abarrotada de gente y el hueco en
el techo, como lo hacer Marcos y Lucas; su inters est en el dilogo. El enlace entre
la enfermedad y el pecado no lo hace por casualidad; pero el poder para dar la
sanidad fsica se usa como evidencia de una autoridad mayor que otorga liberacin
espiritual.

De esta manera se agrega otra dimensin del relato acerca de la autoridad de Jess.
La acusacin de blasfemia se oye porque slo Dios puede perdonar pecados; el
reclamar la autoridad para hacerlo sera ponerse a s mismo en el lugar de Dios. Sin
embargo, Jess lo hace como el Hijo del Hombre, que es un ttulo que
paradjicamente combina su humanidad con la autoridad suprema trazada en Dn.
7:13-14.

Resucitando a los muertos (9:1826)

Aqu encontramos otra intensificacin de la autoridad de Jess; aun la muerte est


sujeta a l. Escondido en ese relato hay otro milagro de sanidad, el de un desorden
menstrual incurable. El deseo de la mujer de tocar su vestido podra sugerir un punto
de vista mecnico del poder sanador de Jess, sin embargo, surgi de una fe
suficiente para que Jess la elogiara, y la sanara.

Dos ciegos (9:2731)

Este breve relato tiene paralelo con 20:2934. La apelacin a Jess como hijo de
David, eso es, el Mesas, ocurre frecuentemente en los escritos de sanidad de Mateo.
Seala una fe que Jess pone a prueba con su pregunta en el V. 28 y que sirve de
base para su sanidad. La orden de mantener en silencio la sanidad (al igual que 8:4)
era mucho pedir: Cmo se esconde la sanidad de un hombre ciego? Pero,
aparentemente, stos ni siquiera intentaron callarse. Hay una tensin inevitable entre
el deseo de Jess de evitar una publicidad inapropiada y el poderoso testimonio que
ofrecan sus milagros acerca de quin era l (11:25).

Un exorcismo causa una acusacin (9:3234)

Este pequeo episodio tambin tiene un paralelo ms extenso ms adelante (12:22


24), Mateo, por lo general, distingue entre la posesin de un demonio y una
incapacidad fsica; aqu una parece ser el resultado de la otra, pero el lenguaje es
aun el del exorcismo. La reaccin de la multitud en el V. 33 resume las impresiones
que los milagros en los captulos 8 y 9 han estado creando.

9:35-38 Mateo resume el ministerio de Jess en Galilea y presenta la comisin que


dio a sus discpulos.

29
El SEGUNDO DISCURSO DE JESS (9:35 - 10:42)

9:3538 Este pasaje sirve de enlace entre el relato del ministerio de Jess en los
captulos 59, resumido en el v. 35, y la extensin de ese ministerio a sus discpulos
en el captulo 10. Mateo resume el ministerio de Jess en Galilea y presenta la
comisin que dio a sus discpulos.

Obreros para la mies

Antes de dar el segundo discurso, Jess al ver las multitudes que lo seguan se refiri
a ellas como un campo listo para la siega. (Mies es sinnimo de cosecha o siega).
Todas esas personas eran como ovejas perdidas que necesitaban un pastor y alguien
que los guiara a la salvacin.

La necesidad era demasiado grande para cumplirla l solo, as que pidi ayuda a
algunos de sus seguidores ms ntimos. Entonces elige a doce que seran sus
colaboradores. l necesitaba obreros que supieran enfrentar los problemas de la
gente; quera que ellos libraran la batalla contra las fuerzas del mal echando fuera a
los espritus inmundos y sanando a los enfermos.

Se deduce entonces que la clase de obreros que Cristo desea en su reino son los
que:
1. Ensean y predican el evangelio del reino
2. Sanan a los enfermos
3. Echan fuera a los demonios

La idea de la palabra mies, como la de pescar en 4:19, sugieren tambin el


llamamiento a ganar nuevos discpulos. Este es el inters de Dios, como Seor de la
mies.

La eleccin de los doce apstoles (10:14)

Apstoles significa enviados y as es apropiado aqu. Esta es la nica vez que


Mateo emplea esta palabra; normalmente l llama a los seguidores de Jess
discpulos o los doce. Jess llam a sus discpulos; no los presion, ni los forz ni
les pidi que fueran voluntarios. Eligi personas de diferentes oficios: pescadores,
activistas polticos, recaudadores de impuestos, etc. Eran personas normales y
corrientes, no tenan una educacin especial y los escogi, no solo por lo que eran,
sino tambin por lo que podran llegar a ser bajo su influencia y por su poder.

En esta lista, Bartolom es quizs Natanael el que aparece en Juan 1:4551. Tadeo
es adems conocido como Judas, hijo de Santiago. Simn el cananista era zelote.
Los zelotes eran un partido poltico radical que luchaba por librar a Israel del yugo
romano. Los discpulos tambin son dados a conocer en Mr. 3:1619; Lc. 6:1416; y
Hch. 1:14.

Jess delega en sus doce discpulos el poder que l mismo posea; esto es, la
autoridad de llevar adelante el ministerio mesinico, a travs de la sanidad de todo
tipo de dolencias y la expulsin de demonios.

30
LA MISIN DE LOS DISCPULOS

Instrucciones para la misin (10:516)

Aqu es donde comienza el segundo discurso. Jess instruye a sus discpulos


sobre el alcance de su misin, la sustancia de su mensaje, las obras que van a
realizar, lo que han de llevar consigo, y los procedimientos a emplear.

Por qu Jess no envi a los discpulos a los gentiles o a los samaritanos?

Esta restriccin asombrosa en 10:5-6 hace paralelo con la propia misin limitada de
Jess a las ovejas perdidas de Israel en 15:24. Un gentil es uno que no es judo. Los
samaritanos eran una raza mixta entre judos y gentiles, despus de las cautividades
en el Antiguo Testamento. Jess pidi a sus discpulos que fueran slo a los judos
porque l vino primero a los judos.

Es obvio que no se quiso que esta restriccin fuera permanente, tanto en base de la
franqueza propia de Jess hacia los no judos en 8:513 y 15:2128 y en base a sus
instrucciones explcitas en 28:19-20. Sin embargo, era un encargo urgente
especialmente para el pueblo de Dios, Israel, que era el propsito primario de la
misin de Jess durante su tiempo sobre la tierra. Despus de la resurreccin las
cosas seran diferentes.

Dios haba elegido a los judos para que hablaran de l ante el mundo. Y eso es lo
que en realidad sucedi: discpulos y apstoles judos predicaron las buenas nuevas
del Cristo resucitado en todo el Imperio Romano y muy pronto los gentiles se
aadieron a la Iglesia. La Biblia ensea con claridad que el mensaje de salvacin de
Dios es para todos, sin importar raza, sexo ni nacionalidad.

El mensaje de los discpulos en el 10:7 es como el de Jess en 4:17, y el ministerio


de ellos en el 10:8 hace paralelo con sus hechos registrados en los caps. 8 y 9 (aun
incluyendo la resurreccin de muertos). Los judos estaban esperando que el Mesas
estableciera su reino. Esperaban un reino poltico y militar que los libertara del
gobierno romano y que los hiciera volver a los das de gloria bajo el reinado de David
y Salomn; pero Jess hablaba de un reino espiritual.

10:8b10 aplica el principio de 6:2534 a la misin. Si los discpulos de Jess estn


ocupados en la obra de Dios, pueden esperar su provisin (el obrero es digno de su
salario) y no necesitan hacer preparativos elaborados en cuanto a sus necesidades
materiales para el camino; la tarea es demasiado urgente. Los discpulos,
desprovistos de bienes, deban confiar en la provisin de Dios a travs de la
hospitalidad de otros.

En la narracin de Mr.6:8-9 permita tanto sandalias como bordn, y en Mateo y Lc.


9:3, dice que no. El verbo que se traduce proveis aqu en Mateo, por lo general,
significa obtener. Sera que la prohibicin, por lo tanto, no era la de usar equipo
normal y esencial para viajar, sino la de no comprar nada extra? Jess pudo haber
querido decir que no llevaran un par extra de sandalias, ni bastn ni bolsa. Sea como
fuere, el principio era que deban salir, listos para la tarea y para el viaje, sin trabas
por el exceso de bienes materiales.

31
10:14 Por qu dijo Jess que deba sacudirse el polvo de los pies si una ciudad u
hogar no los reciba?

Era costumbre juda que cuando los judos piadosos salan de las ciudades gentiles,
con frecuencia se sacuda el polvo de los pies para mostrar su separacin de las
prcticas gentiles. Si los discpulos se sacudan de los pies el polvo de un pueblo
judo, indicaban que se separaban de los judos que haban rechazado a su Mesas.
Este gesto demostraba a la gente que estaban eligiendo mal, que la oportunidad para
escoger a Cristo no se presentara otra vez.

El rechazo, en algunas ocasiones, sera de esperarse y debera aceptarse; pero el


sacudir el polvo de sus pies tena el propsito de marcar dicha casa o ciudad como
una que haba rechazado a los mensajeros del Mesas, y por lo tanto estaba maduro
para el juicio.

Advertencias con relacin a conflictos y persecuciones (10:1739)

Los discpulos en una sociedad hostil son tan vulnerables como ovejas en medio de
lobos. Para sobrevivir y poder cumplir su misin tenan que ser astutos y sencillos.

Al llevar a cabo su misin los discpulos deben estar preparados para enfrentar la
persecucin y el martirio. Sigue el enfoque sobre la misin galilea de los doce (V. 23),
pero el discurso contina con principios que se aplicaran ms generalmente a
discpulos que enfrentaban oposicin. Dicha oposicin puede tener respaldo oficial,
pero dado que ocurrira por mi causa, provee una oportunidad para testimonio.

10:19-20 Jess dijo a sus discpulos que cuando fueran arrestados por predicar el
evangelio, no se preocuparan de lo que deben decir en su defensa: el Espritu de
Dios hablara por medio de ellos. En circunstancias amenazantes as, los discpulos
contaran con la ayuda del Espritu de vuestro Padre y, por lo tanto, no tendran que
preocuparse (6:2534). Esta prediccin se cumpli en Hch. 4:814 y se cumple
tambin en los pastores entregados al Seor.

Las relaciones familiares tambin sern afectadas, y el v. 22 hace que la oposicin


provenga de todos los hombres.

10:22 el que persevere hasta el fin, tambin aparece en el pasaje de las seales
antes del fin (24:13), aplicable para los creyentes en la tribulacin. Adems,
permanecer hasta el fin no es la manera de alcanzar la salvacin sino la evidencia de
que el creyente se ha entregado de veras a Jess y ha nacido de nuevo. La
persistencia no es un medio de asegurar nuestra salvacin, sino el resultado de una
vida rendida al Seor.

10.23 Afirma a los doce que su misin no quedara completa antes que venga el Hijo
del Hombre. Sin importar las veces que fueran rechazados, seguira habiendo ms
ciudades de Israel a donde llevar el mensaje. Jess regresar junto a sus seguidores
antes de que stos terminen de recorrer todas las ciudades de Israel. Este difcil
versculo ha sido interpretado de varias maneras. Quizs el ms sencillo de los
significados sea que Jess estaba simplemente diciendo: que se seguira
proclamando el evangelio a los judos hasta que l volviera en su Segunda Venida.

32
10:25 Beelzeb es tambin conocido como la potestad de los aires y prncipe de los
demonios. Es el dios filisteo de las moscas; su nombre era utilizado por los judos
para referirse al diablo. Los fariseos acusaron a Jess de valerse del poder de
Beelzeb para expulsar demonios (12:24).

10: 2633 trata el tema de las maneras equivocadas y las acertadas en cuanto a
tener temor. Jess exhorta a sus discpulos que no tengan miedo.

Temer la oposicin humana es perder la perspectiva correcta, ya que lo nico que


pueden hacer es matar el cuerpo. Pero Dios puede destruir tanto el alma como el
cuerpo en el infierno. Por lo tanto, los discpulos deben temer ms el fallarle al Seor
escondiendo la verdad ya que debe, a la postre, ser inevitablemente proclamada en
pblico (26, 27). El mismo Dios, sin embargo, no slo puede destruir, sino tambin
preservar; dentro de su voluntad no hay lugar para temor (2931). Al final de todo,
viene a ser asunto de escoger la lealtad, la cual tiene consecuencias eternas (32, 33).
Por lo tanto se debe permanecer fiel a la Palabra de Cristo, predicando sincera y
valerosamente.

10:3439 El precio del discipulado se muestra en trminos rgidos. El v. 34 est en


contraste marcado con el 5:9; hay algunas cosas que son ms importantes aun que la
paz. La lealtad a Jess algunas veces puede causar conflicto aun dentro de la familia
(Miq. 7:6), y si as fuere, el derecho del Seor sobre nosotros debe ser primero. Jess
no vino a traer la paz que brilla sobre diferencias profundas slo por dar armona
superficial. Los conflictos y el desacuerdo se levantarn entre aquellos que escogen
seguir a Cristo y aquellos que no lo hacen.

10:38 La cruz es un instrumento de muerte, pero aqu simboliza la disposicin de


ofrendar la vida al seor, no el cargar con algn peso o dolencia particular. Es
negarse a s mismo y seguir a Cristo. El lenguaje acerca de llevar la cruz para seguir
a Jess se comprende ms claramente en 16:2128; es el lenguaje del martirio,
como est sealado en el 10:39, que denota ms bien la situacin de los mrtires en
la tribulacin.

Recompensas a los discpulos:

10:4042 Despus de las siniestras advertencias de los versculos anteriores, ste es


un verdadero alivio; el representar a Jess es un gran privilegio como tambin un
peligro. En contraste con la oposicin ya expresada est la grata recepcin de los
mensajeros de Jess y la certeza de la recompensa para los que cumplen.

10:40 El principio judo de que el representante de una persona debe ser considerado
como la persona misma, es un argumento de peso. Recibir a una persona, a un
profeta, a un justo, o a un individuo comn, es lo mismo que recibir a Jess y a Aquel
(el Padre) que lo envi.

La expresin pequeitos o nios volver a verse en 11:25; 18:114; 25:40, 45; en


algunos casos no alude a nios como tales, sino a los discpulos en general, ya que
comparten la vulnerabilidad y la condicin humilde de nios.

10:42 El dar un vaso de agua fra es un acto de hospitalidad bsica oriental y no


requiere recompensa; pero la gracia de Dios sobrepasa lo que merecemos.

33
DIVERSAS REACCIONES AL MINISTERIO PBLICO DE JESS

(11:1 - 12:50)
CAPTULO 11
Hasta aqu lo narrado por Mateo ha enfocado su atencin principalmente sobre Jess
mismo, aunque se ha notado el asombro de tanto los discpulos como las multitudes.
Ahora, Mateo mira ms plenamente la reaccin de la poblacin ante el ministerio de
Jess, abarcando desde el reconocimiento feliz de los nios (11:25) hasta la
acusacin de que Jess obra por Beelzeb (12:24). Entre estos extremos se
asientan varios niveles diferentes de entusiasmo, hostilidad o profunda perplejidad,
preparando muy bien el terreno para el tercer discurso.

Los mensajeros de Juan el bautista (Mt.11:1-19)

Juan fue encarcelado en la fortaleza de Macairo, por Herodes, el que se haba


casado en forma ilegal con su cuada. Juan critic en pblico su pecado. Herodes
era un tetrarca, uno de los cuatro gobernadores que tenan bajo su responsabilidad
igual nmero de distritos en Palestina. Su territorio inclua las regiones de Galilea y
Perea. Fue hijo de Herodes el Grande, el que orden dar muerte a los infantes en
Beln (Mt.2:16). Tambin es conocido como Herodes Antipas, y juzg a Jess antes
de que fuera crucificado (Lc. 23:612).
Al ser encarcelado, Juan tuvo algunas dudas acerca de si Jess era el Mesas. Si el
propsito de Juan era preparar a la gente para la venida del Mesas, y si Jess lo era
en realidad. Mientras languideca en la prisin, necesitaba asegurarse otra vez que
Jess era el Mesas. Aunque reconoci su identidad evidentemente esperaba algo
ms. El juicio que Juan esperaba no era para ese tiempo, sino que tendr lugar
durante la consumacin en la era por venir. Entonces, Juan enva mensajeros con
una pregunta a Jess.
La pregunta de Juan sugiere que ste estaba sorprendido por el estilo del ministerio
de Jess. Parece que desde la prisin l segua el progreso de aqul para quien l
haba preparado el camino.
Como respuesta, el Seor entreteji textos del AT (Is. 35:5-6 y 61:1-2), que se vieron
cumplidos clara y visiblemente en sus acciones escritas en Mt.8 - 9. Por ms que a
Juan le hubiera parecido inesperado, estos actos de misericordia eran en verdad los
actos del Mesas; actos de sanidad en favor de ciegos, paralticos, sordos y
leprosos, y a la resurreccin de muertos y el anuncio de las buenas nuevas acerca de
Dios. Con estas evidencias, la identidad de Jess qued aclarada.
En el V.7, cuando Jess declar que Juan no era una caa sacudida por el viento,
se estaba refiriendo al carcter justo de Juan y a su reputacin como predicador; el
proclam con conviccin los mandamientos de Dios sin temor de los dems. Todas
las autoridades judas pasaron por alto en silencio el pecado de Herodes; pero Juan
s lo declar, an cuando eso le costara la vida.

A pesar de la duda de Juan, Jess prosigui a felicitarlo como un verdadero profeta, y


ms. Jess ensalz a Juan como un hombre de valor, de consagracin y de
grandeza.

34
A su manera tosca, no convencional de predicacin, las gentes mismas haban
reconocido la voz autntica del mensajero de Dios. Pero, por ms grande que fuera,
Juan segua siendo el precursor (Mal. 3:10), el ltimo y mayor de los profetas, el
Elas que volva para inaugurar los ltimos das (Mal. 4:5-6).
Una prueba del comienzo de la era cristiana se halla en la identificacin de Juan el
Bautista con Elas.
De todas las personas, ningn hombre cumpli el propsito de Dios mejor que Juan.
Sin embargo, en el reino venidero de Dios todos los presentes tendrn una herencia
espiritual mayor que la de Juan porque habrn visto y conocido a Cristo y la obra que
consum en la cruz. As que el ms pequeo en el reino de los cielos, mayor es
que l.
En el V.12 Hay tres puntos de vista comunes en relacin con el significado de este
versculo:
1. Jess pudo estar refirindose a un gran movimiento hacia Dios, que quizs
comenz cuando Juan empez a predicar.
2. Quizs se refera al hecho de que la mayora de los judos esperaban que el
reino de Dios viniera pro medio de un derrocamiento violento del gobierno
romano.
3. Quizs quiso decir que para ingresar en el Reino se requiere coraje, fe
resuelta, determinacin y tolerancia debido a la persecucin que se desatara
contra los seguidores de Cristo.

En todo este pasaje (Mt.11:1-19) no slo vemos el veredicto de Juan acerca del
ministerio de Jess (2-6), sino tambin el veredicto de Jess acerca de Juan (7-15) y
sus comentarios acerca de cmo ambos haban sido recibidos por la poblacin en
general (16-19).

Los que rechazan a Jess (Mt.11:20-24)

Los ayes que se anuncian a las ciudades sirven de advertencia a una generacin que
no responde. Jess no slo condena a los malvados, sino tambin a los indiferentes,
insistiendo en que mayores oportunidades para creer suponen mayor condenacin a
quien lo rechaza.
Tiro, Sidn y Sodoma eran ciudades antiguas con reputacin de inicuas (Gn. 1819;
Ez. 2728). Dios las destruy por su maldad. Los habitantes de Betsaida, Corazn y
Capernaum. Estas tres poblaciones mencionadas estaban cercanas unas a otras al
extremo norte del lago de Galilea, la zona donde hasta ese momento se haba
enfocado la misin de Jess. Sus habitantes vieron a Jess en persona y con todo,
no quisieron arrepentirse de sus pecados ni creer en l.
Jess dijo que si alguna de aquellas famosas ciudades pecadoras lo hubiera visto, se
hubieran arrepentido. Por el hecho de que Betsaida, Corazn y Capernaum vieron a
Jess y no creyeron en l, sufriran un mayor castigo que las ciudades malvadas que
no lo vieron. En forma similar, aquellas naciones y ciudades que tienen iglesias en
cada esquina y Biblia en cada hogar no tendrn excusa en el da del juicio si no se
arrepienten y creen.

35
Los que aceptan a Jess (Mt.11:2530)

Los que respondieron no fueron las personas importantes, sino los nios pequeos y
los fatigados y cargados. La razn radicaba en la relacin especial de Jess con
Dios, como Hijo con Padre. Jess sostiene una relacin nica e incomparable con el
Padre. La iniciativa est de parte del Padre, quien revela el significado del ministerio
de Jess, y con el Hijo, quien revela al Padre.

El yugo tena el propsito de aliviar la incomodidad al llevar una carga pesada, era un
aparejo de madera que se pone sobre dos bueyes. Se ata a cualquier cosa que se
quiere que los bueyes arrastren. . Pero tambin simbolizaba la obediencia y la
aceptacin de la responsabilidad. Los rabinos con frecuencia hablaban de asumir el
yugo de la ley, y bajo la direccin de stos la carga se poda hacer pesada. El yugo
de Jess, en cambio, es fcil, no porque su llamamiento al discipulado sea menos
exigente, sino porque nos hace discpulos de uno que es manso y humilde de
corazn. La clave radica en la invitacin personal: Venid a m.

El yugo pesado que Jess hace alusin aqu, puede significar:

La carga del pecado


La carga de las demandas excesivas de los lderes religiosos (23:4; Hch.15:10)
La tirana de los gobernantes
Fatiga en la bsqueda de Dios.

Jess libra a las personas de estas cargas. El descanso que Jess promete es paz
con Dios, no el que uno tenga que dejar todo esfuerzo. Una relacin con Dios
transforma un trabajo duro y sin sentido en productividad espiritual con propsito.

En contraste con la pesada carga del legalismo judo, Jess convoca a una religin
abierta, libre y leal mi yugo, que permite observar la rectitud de la ley mi carga.

CAPTULO 12

Los fariseos y el sbado (12:114)

La creciente oposicin de los lderes religiosos al ministerio de Jess encuentra su


ms completa expresin en la observancia del sbado, la ms sagrada institucin
entre los judos.

Los fariseos haban establecido treinta y nueve categoras generales de actividades


prohibidas en el da de reposo. Estaban basadas en interpretaciones de la ley de Dios
y en las tradiciones judas. Cosechar era una de esas prohibiciones. Segn los lderes
religiosos, al arrancar espigas de trigo y sobarlas en sus manos, los discpulos
estaban tcnicamente cosechando, segn los fariseos. Jess y los discpulos haban
arrancado las espigas porque tenan hambre no porque quisieran segar el grano con
fines de lucro. Jess y sus discpulos no estaban trabajando en el da de reposo. Los
fariseos, sin embargo, no pudieron y no quisieron ver ms all del tecnicismo de las
leyes.

36
Jess apoya la conducta de sus discpulos apelando al ejemplo de David (1 Sam.
21:16), el cual demuestra que las regulaciones normales del sbado deben
subordinarse a las necesidades humanas. Las necesidades humanas tienen
preeminencia sobre una estricta interpretacin de la Ley, que pierde de vista su
verdadera intencin.

Jess hace de esto un asunto de su autoridad personal y reclama el derecho de


hacer a un lado reglamentos como David haba hecho y como los sacerdotes del
templo estaban obligados a hacer en el cumplimiento de sus tareas. Al ubicarse en la
misma compaa, Jess en efecto reclama ser por lo menos igual a David y mayor
que el templo; el mismo argumento se desarrollar en 12:41-42. Si sta es su
categora, entonces con toda seguridad l es el Seor del sbado tambin.

Al reclamar ser mayor que el templo y Seor del da de reposo, Jess estaba
reclamando divinidad.

Luego, su acto de marginar la tradicin farisaica se halla en lnea con el principio de


Oseas que a Dios le interesa el amor antes que el ritual (V.7; 9:13).

Los fariseos se preocupaban tanto de los rituales religiosos que olvidaban el


propsito del templo: llevar la gente a Dios. Como Cristo es mayor que el templo,
quin mejor que l puede conducir la gente a Dios. Dios es mucho ms importante
que todos los instrumentos que se utilizan en la adoracin. Si nos preocupamos ms
de los instrumentos de la adoracin que de la Persona que adoramos, no estaremos
alcanzando a Dios aunque pensemos que le estamos rindiendo culto.

El hombre con la mano seca (12:9-14)

Sanar no estaba permitido el sbado, excepto cuando la vida corra peligro. Aun
entonces, slo estaba permitido tomar medidas para prevenir que las cosas
empeoraran; nada poda hacerse para mejorarlas. Jess contradijo esta obvia
tradicin diciendo que es lcito hacer el bien en los das de reposo.

Al referirse al hombre con la mano seca (paralizada), los fariseos trataron de


enredar a Jess preguntndole si era legal sanar en el da de reposo. Las reglas
decan que se poda brindar ayuda a la gente en da de reposo slo si era una
cuestin de vida o muerte. Jess san en el da de reposo varias veces y ninguna de
ellas poda calificarse como emergencias. La sanidad de la mano podra haber
esperado hasta un da entre semana. Sin embargo, Jess puso al descubierto la
doble actitud de las personas que estaban dispuestas a hacer excepciones para el
alivio del sufrimiento animal, pero no para aliviar al ser humano.

Si Jess hubiera esperado hasta el da siguiente, se someta a la autoridad de los


fariseos y aceptaba que sus leyes mezquinas eran iguales a la ley de Dios. Si sanaba
al hombre, los fariseos podran proclamar que su poder no proceda de Dios ya que
quebrantaba sus reglas. Pero Jess dej en claro delante de todos que sus normas
eran ridculas y mezquinas. Dios es un Dios de personas, no de reglas. El tiempo ms
apropiado para ayudar a alguien es cuando lo necesita.

Su declaracin por dems general, es lcito hacer bien en sbado, estaba en un


marcado contraste con la tendencia de los fariseos a multiplicar reglamentos.

37
Ambos relatos enfocan en la ley del sbado. El mandamiento sencillo del AT de
santificar el sbado haba sido cercado con leyes para determinar lo que era
permitido y lo que no lo era. Los actos prohibidos incluan segar y sanar donde no
haba peligro inmediato de vida.

Estos dos relatos aclaran el porqu algunos de los contemporneos de Jess


pensaron que la misin de Jess era inaceptable. Los relatos enfocan en el hecho de
que Jess no observaba estos reglamentos especficos; no hay una sugerencia de
que l se opona al principio del sbado como tal. El asunto era cmo se debera
interpretarlo y quin tena el derecho de realizarlo.

Con razn tenan que oponerse a un hombre que, tan abiertamente, les echaba en
cara su autoridad y los principios que ellos sostenan.

Esto ocasion que los fariseos planearon la muerte de Jess porque estaban
furiosos. Jess haba desacatado su autoridad. Haba puesto al descubierto sus
torcidas actitudes delante de la multitud en la sinagoga. Haba demostrado que eran
ms leales a su sistema religioso que a Dios.
Como lo vean ellos, l era un elemento radical peligroso, socavando la obediencia a
la ley que estaba en la mdula de la religin de ellos. Como tal, sera mejor eliminarlo
(V.14). Irnicamente, aquellos que se sentan ultrajados por una supuesta violacin
del sbado, no tuvieron escrpulos en preparar un complot para destruirle.

La reaccin de Jess ante la oposicin (12:1521)

Hasta ahora, Jess haba estado confrontando con agresividad la hipocresa de los
fariseos. Pero decide salir de la sinagoga antes de que se desarrolle una mayor
confrontacin porque no le haba llegado la hora de morir. Todava tena mucho que
ensear a sus discpulos y a la gente.

Jess no quera que las personas que l sanaba lo dieran a conocer a otros porque
no quera que la gente acudiera a l por motivos inadecuados. Adems, poda daar
su ministerio de enseanza y crear falsas expectativas sobre su reino terrenal. Pero
las noticias de sus milagros se difundieron, y muchos iban a ver lo que estaba
pasando.
La reaccin de Jess ante la violencia fue la de retirarse temporalmente de la escena
pblica y procurar contener esa publicidad.

Mateo citaba a menudo el AT porque quera demostrar a los judos que Jess era el
Mesas. Para los judos la Biblia era la autoridad suprema. Crean que anunciaba a un
Mesas, pero no que Jess lo fuera. La gente esperaba que el Mesas fuera un rey. La
profeca de Is. 42:14 muestra que l s es rey, pero describe qu clase de rey:
manso, gentil, que brinda justicia a las naciones. En esto Mateo ve el cumplimiento
del cuadro del siervo de Dios, como manso, sin violencia y por fin victorioso.
Mateo les mostr que Jess era el Mesas prometido. Esta profeca en particular
enseaba que el Mesas no iba a ser el conquistador pomposo que los judos
esperaban, sino un manso Juez.

38
LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPRITU SANTO (12:2237)

En este pasaje se acusa a Jess de estar en liga con Satans. Con esto la oposicin
se vuelve ms teolgica. Reconociendo en Jess su poder sobrenatural, la
oposicin se le atribuye no a Dios sino a Satans. Primeramente, Jess responde
haciendo ver la inconsecuencia del cargo, y luego remarca lo serio que era, como
blasfemia contra el Espritu. Esto conduce a unos comentarios sobre lo significativo y
lo condenatorio que las palabras pueden ser.

El encuentro surgi por una expulsin de demonios similar al de 9:3234, donde


Mateo ya ha registrado la misma acusacin de que Jess se estaba valiendo de
poderes demonacos. El poder evidente de Jess condujo a los observadores
neutrales a la sugerencia de que l era el Hijo de David, el Mesas, obrando por el
poder de Dios.

Ya que los fariseos haban rechazado esa explicacin, tenan que hallar otra que, de
igual manera, pudiera explicar su autoridad sobrehumana, y la hallaron en la
supuesta coalicin con Satans (Beelzeb).

Cul fue la respuesta de Jess?

1. En la primera contestacin Jess sencillamente seal lo ridculo de tal idea:


Satans no atacara a su propio ejrcito! (V. 25-26).

2. Segundo l les recuerda que no era la nica persona que estaba expulsando
demonios; Estaran todos ellos en liga con Satans? (V.27).

3. Tercero, y an ms positivamente l demostr que, al contrario, su ataque


contra la maldad espiritual era una marca de la llegada del reino de Dios y la
derrota de Satans. Esta es una de las declaraciones ms claras de que en el
ministerio de Jess el reino de Dios no slo era inminente, sino ya presente y
visiblemente activo. (V.28-29).

Por lo tanto, no es una seal del poder diablico, sino de la obra del Espritu de Dios
en accin. Exista, pues, una divisin radical entre aquellos que reconocan a Dios en
accin, y que, por lo tanto, estaban con l (V.30), y aquellos que al atribuir la obra de
Dios a su gran enemigo se comprobaban estar en contra de l. Por medio de esta
blasfemia contra el Espritu se ponan deliberadamente del lado contrario y fuera del
alcance del perdn.

Blasfemia: El Antiguo Testamento designa como blasfemia toda expresin o accin


injuriosa e irreverente contra Dios o sus representantes. A veces era simplemente un
pensamiento contra Dios no expresado (Job 1:5).

En el Nuevo Testamento se concibe la blasfemia con la misma seriedad que en el


Antiguo Testamento. La ms grave acusacin contra Jess fue la de blasfemia (Mt.
9:3). En cambio, para los primeros creyentes, era blasfemia despreciar a Cristo (Hch.
13:45; 18:6).

El mayor pecado que la Biblia registra es la blasfemia contra el Espritu Santo,


llamado el pecado imperdonable (Mt 12.31).

39
Cul es el pecado imperdonable? (Mt 12:31)
El concepto de un pecado imperdonable ha sido fuente de dificultad para muchos,
debido a que parece contradecir las enseanzas bblicas acerca de la gracia.
Sabemos que la gracia de Dios perdona todo pecado, pero el Seor mencion un
pecado que no puede ser perdonado. Los lderes religiosos fueron a escuchar al
Seor, pero se opusieron virtualmente a todo lo que ste deca. Cuando expulsaba
demonios alegaban que lo haca utilizando medios satnicos.

Estaban tan ciegos espiritualmente, que atribuan a Satans la obra del Espritu
Santo. An ms, rechazaban la accin del Espritu Santo en sus propias vidas.
En esencia, el Espritu Santo estaba dando testimonio de que Jess es el Hijo de
Dios, que es Dios, mientras ellos repetan no es Dios, es agente de Satans.
Fue entonces cuando Jess dijo: Todo pecado y blasfemia ser perdonado a los
hombres; mas la blasfemia contra el Espritu no les ser perdonada.

Obviamente, el pecado imperdonable no consiste en decir algo desagradable sobre el


Espritu Santo. Los lderes religiosos de que se habla rechazaron completamente la
revelacin de Dios. Haban ido tan lejos en su impiedad, que rechazaron no slo a
Jess, sino tambin al Espritu Santo. Confundan el bien con el mal y el mal con el
bien. Llamaron Satans al Espritu de Dios!
Al rechazar a Jess, la nica fuente de perdn, nada se poda hacer por ellos. Una
persona que rechaza a Jesucristo no puede recibir perdn, y esto es lo que ellos
haban hecho.

La blasfemia contra el Espritu Santo es el rechazo continuo y deliberado del


testimonio del Espritu Santo respecto a Cristo, de su Palabra y de su obra
convincente de culpa en cuanto al pecado.

Los fariseos difamaron al Espritu Santo atribuyndole al diablo conscientemente su


obra, cometiendo as el pecado imperdonable. Su pecado no era una accin
impulsiva o fruto de la ignorancia, sino el resultado de un continuo y obstinado
rechazo de la verdad concerniente a Jess. Al escoger deliberadamente el insulto
contra el Espritu, perdieron el derecho de que sus vidas fueran ministradas por l, y
eso no les ser perdonado. Ellos no saban que Satans fue derrotado por el Seor.

Cristo ha derrotado a Satans:

1. Al nacer Jess, el poder de Satans y su control se vieron trastornados.


2. En el desierto, Jess sali airoso de la tentacin.
3. En la resurreccin, anul el arma final de Satans: la muerte.
4. Al final Satans ser atado por mil aos (Ap. 20:1-3).
5. Jess tiene poder y autoridad total sobre Satans y sus fuerzas, lanzndolo al
lago de fuego eternamente (Ap.20:10).
V. 3237 Esta analoga demuestra que la blasfemia no fue una mera expresin
casual, sino una expresin del corazn. Jess nos recuerda que lo que decimos
revela lo que hay en nuestro corazn. Qu tipo de palabras salen de nuestra boca?
Estas son una indicacin de lo que nuestro corazn alberga. Nuestras palabras
revelan cmo somos en verdad, y de esta manera una palabra ociosa puede servir de
base para juicio.

40
Advertencia para una generacin perversa (12:3845)

Otra evidencia de la ceguera y oposicin de los lderes religiosos, es la demanda a


Jess para que ste desplegara sus poderes sobrenaturales, a fin de acreditarse as
como el Mesas. Ellos ya haban sido testigos de muchas de esas seales. El
problema no era la ausencia de ellas, sino su propia incredulidad ante Dios. Ms
tarde, rechazaron inclusive la mayor de todas las seales, la de la resurreccin
(28:1115).

La demanda de tener una seal reaparece en 16:14. Aqu sigue con toda
naturalidad del debate anterior; si Jess pretende que su poder es de Dios, tiene que
comprobarlo. El escepticismo que subyace a esta demanda es la caracterstica de
esta generacin, y el hecho de que recurre esta frase en los versculos 39, 41, 42,
45 hace mantener unido a este pequeo pasaje.

El hecho de que Jess rehusara dar una seal, se basa en un concepto ms amplio
de su autoridad como uno mayor que Jons o Salomn. Si aun los paganos podan
reconocer la presencia de Dios en los grandes hombres del AT, por qu no poda
esta generacin (juda) aceptar la autoridad de uno en quien todas las formas de la
autoridad (profeta, sacerdote, rey, sabio) hallaban su cumplimiento? El rechazar el
llamado de alguien as, conducira slo al juicio.

El escape milagroso de Jons autentic su predicacin; la resurreccin de Jess har


lo mismo. Tres das y tres noches era un modismo judo para expresar un periodo que
abarcaba partes de tres das y noches.
12:43-45 Estas palabras de Jess se aplican especficamente a lo vaco del judasmo
cuando sustituye regeneracin por reforma. As, la situacin de Israel empeorar. Una
vez que la nacin juda rechace a Jess, nada puede llenar este vaco sino los
engaos de Satans.
La familia de Jess (12:4650)

Mateo no nos dice cmo la madre y los hermanos de Jess respondieron a su


enseanza, pero describindolos como fuera del crculo de los discpulos sugiere
que, por lo menos, no estaban comprometidos. Al contrastar los lazos naturales de
familia con la familia mayor de aquellos que hacen la voluntad de mi Padre que est
en los cielos, Jess recalca la demanda radical de su llamamiento al discipulado,
como tambin su recompensa. La gama amplia de respuestas hacia Jess dada en
los caps. 11 y 12 concluyen con un vistazo animador de su nueva familia que ahora
se haba establecido en su derredor.

Jess no estaba eludiendo a su familia terrena, sino que extiende su crculo familiar
para incluir las relaciones espirituales.

l criticaba a los lderes judos por no tomar en cuenta el mandato del Antiguo
Testamento de honrar a sus padres (15:19). Colgado en la cruz se ocup del
bienestar de su madre (Jn. 19:2527). Su madre Mara y su hermano Santiago
estuvieron presentes en el aposento alto en Pentecosts (Hch 1:14). Jess ms bien
estaba enfatizando que la relacin espiritual une tanto como la fsica, con lo que
estaba preparando el camino para una nueva comunidad de creyentes (la Iglesia),
nuestra familia espiritual.

41
TERCER DISCURSO: LAS PARBOLAS DE JESS (13:1- 52)

Los captulos 11 y 12 han mostrado una profunda divisin entre aquellos que oyeron
las enseanzas de Jess y una amplia variedad de respuestas. La mayor parte del
cap. 13 presenta ocho parbolas con sus explicaciones, tanto del propsito de las
parbolas en general como de dos parbolas en particular.

El discurso est estructurado cuidadosamente de la siguiente manera:

1. La parbola introductoria del sembrador (39).


2. El propsito que tienen las parbolas (1017)
3. Una explicacin de la parbola del sembrador (1823).
4. Tres parbolas de crecimiento: la cizaa (2430); el grano de mostaza (31-32);
y la levadura en la harina (33).
5. Otro pasaje que trata el propsito de las parbolas (34-35)
6. Una explicacin de la parbola de la cizaa (3643),
7. Tres parbolas ms: el tesoro (44); la perla (45-46); y la red (4750).
8. La parbola de conclusin acerca del padre de familia (51- 52).

Se tiene la tendencia a pensar en parbolas como relatos ilustrativos, pero la palabra


griega parabole que significa literalmente poniendo cosas a la par o comparacin,
es ms amplia; transmite, adems, el sentido de expresiones misteriosas que no
llevan su significado en la superficie. Una parbola requiere interpretacin.

Etimolgicamente, por lo tanto, est muy cerca de la alegora, que por derivacin
significa diciendo cosas de modo diferente. Tanto las parbolas como las alegoras
han considerado generalmente como formas de enseanza que presentan al oyente
ilustraciones interesantes, de las que pueden obtenerse lecciones morales y
religiosas; la parbola es un smil ms bien largo o un cuento descriptivo corto,
generalmente destinada a inculcar una verdad nica o a responder una pregunta
nica, mientras que la alegora denota el cuento ms completo en el que todos los
detalles, o la mayora de ellos, entran en la interpretacin.

Cada parbola contiene un mensaje central, que se toma de la vida cotidiana y se


replantea de tal manera que nos permite entender una experiencia humana bsica
ms all de la comprensin intelectual.

Cada parbola explcitamente trata acerca del reino de los cielos. Aclaran las
demandas y las paradojas de la nueva vida que Jess haba venido a establecer, y en
relacin a las cuales las personas estaban reaccionando en forma tan diferente.

REINO DE DIOS O REINO DE LOS CIELOS

La frase reino de Dios no aparece en el Antiguo Testamento, pero Dios s se


presenta como Rey: es rey de Israel (Is 43:15; Sal. 24:7-10); l reina para siempre
(Sal. 29:10). Estas expresiones indican no tanto un reino poltico o terrenal como el
derecho de Dios de reinar sobre su propia creacin.

El reino de los cielos o reino de Dios es el tema central de la predicacin de Jess,


segn los evangelios sinpticos.

42
Mientras que Mateo, que se dirige a los judos, se refiere principalmente al reino de
los cielos, Marcos y Lucas hablan del reino de Dios; esta ltima expresin tiene el
mismo significado que reino de los cielos, pero era ms fcil que la entendieran los
no judos. El uso de la expresin reino de los cielos en Mateo se debe
indudablemente a la tendencia en el judasmo a evitar el uso directo del nombre de
Dios. En todo caso no debe suponerse ninguna distincin de sentido entre las dos
expresiones.
Juan el Bautista aparece primero con el anuncio de que el reino de los cielos est
cerca (Mt. 3:2), y Jess retoma dicho mensaje (Mt. 4:17).

Juan vino predicando el arrepentimiento porque el Reino de Dios se haba acercado.


El ser israelita no aseguraba la entrada al Reino. Adems, las obras apropiadas
deban acompaar al arrepentimiento. El juicio estaba cerca, el hacha ya estaba
puesta a la raz de los rboles (Lc 3:8-9). A pesar de la aparente semejanza entre
este mensaje y el que Jess presentara un poco despus, todava Juan imaginaba
un reino poltico y terrenal. Cuando vio que no surga tal Reino, Juan envi
mensajeros para preguntar a Jess. El carcter del Reino trado por Jess no era
poltico, literal ni terrenal, pero se demostraba en obras que apuntaban hacia una
restauracin total.

En los cuatro Evangelios el ttulo ms comn es el reino de Dios. Solo Mateo usa la
frase reino de los cielos (33 veces); aunque tambin usa reino de Dios
cuatro veces (12:28; 19:24; 21:31, 43). Esencialmente estos dos trminos expresan
una misma realidad, como se ve mediante un cuidadoso examen de los Evangelios.

Mientras que Jess consideraba que el reino o el reinado de Dios estaba realmente
presente en sus propias palabras y hechos, tambin anticip la existencia de un
perodo de tiempo, cuya duracin desconoca (Mr.13:32), durante el cual dicho
reinado se hara realidad en la sociedad de sus seguidores, que constituiran su
iglesia, y predijo que el reino no haba de hacerse presente en plenitud mientras l
mismo no viniera como Hijo del hombre en gloria.

Al examinar los datos de los Evangelios, se ve cun difcil es definir el Reino de Dios.
El concepto aparece en cuatro diferentes contextos:
1. Unos pocos pasajes que presentan el reino con el significado abstracto de
autoridad real o el poder de reinar.
2. Un buen grupo de pasajes que aluden al reino como algo presente, como un
poder dinmico que acta entre los hombres.
3. Otro grupo semejante al anterior indica que el reino es una esfera en la cual las
personas entran.
4. Adems, hay un grupo final que presenta al reino como completamente futuro,
escatolgico y apocalptico.

El ltimo grupo tiene que ver con el aspecto escatolgico del Reino, relacionado con
la SEGUNDA VENIDA de Cristo. Ser el tiempo del JUICIO (Mt 16:27) cuando el Hijo del
Hombre se sentar en su trono (Mt 25:3146); ser el tiempo de la regeneracin
cuando los discpulos participarn en la administracin del Reino (Mt 19:28). Las
ovejas entrarn en el Reino preparado desde la fundacin del mundo (Mt 25:33-34).
Los Evangelios no especifican la naturaleza de ese reino, pero ser el cumplimiento
de las esperanzas profticas porque se establecer el reino literal, terrenal, poltico y
moral que Dios quiere imponer en el MILENIO.

43
En resumen, el Reino de Dios es el mismo poder dinmico de Dios encarnado en el
mundo en la persona de Jess, con el fin de devolver a su dueo a los que estaban
bajo la autoridad de Satans y del pecado. Aunque el poder del Reino se ve en las
obras maravillosas de Jess, la mxima manifestacin se encuentra en su muerte y
resurreccin; por tanto, es proclamado Seor de todo el universo. El Reino no solo es
un poder dinmico que acta entre las personas, sino tambin una esfera en la cual
los hombres entran al recibir a Jess como su Seor y al hacer la voluntad del Padre.
Durante el actual perodo intermedio, los discpulos proclaman el seoro de Jess en
todo el mundo, y cuando esta tarea se termine, se manifestar gloriosa y
pblicamente el Reino de Dios en la parusa del Seor Jesucristo.

LAS PARBOLAS (Captulo 13)

La parbola del sembrador y su explicacin (13:19, 1823)

Los discpulos de Jess, sin duda, hallaron muy difcil entender cmo la proclamacin
de Jess acerca del reino de Dios, ante la cual ellos haban respondido con tanto
entusiasmo, no reciba la misma acogida por todos los que la escuchaban. Esta
parbola, con sus cuatro escenas, indica que la respuesta no slo depende del
mensaje, sino tambin en el grado de una buena disposicin de los oyentes para
recibirla.

Las tres reas improductivas: el camino, los pedregales y los espinos, son
interpretadas en los vs.1922 como representando diferentes tipos de personas:
aquellos que simplemente no quieren escuchar, aquellos cuya respuesta es
sencillamente superficial, y aquellos que estn preocupados con otros intereses. Las
tres son situaciones familiares a todo predicador del evangelio, en aquel entonces y
ahora.

La culpa radica en los que oyen y no en el mensaje. Cuando la semilla cae en buena
tierra, dar su fruto. En esta manera Jess asegur a sus discpulos que, a pesar de
las hostilidades y las respuestas inadecuadas, habra una cosecha. Aun en la buena
tierra, sin embargo, hay lugar para alguna variacin en el grado de productividad, a
ciento, a sesenta o a treinta. Como en 7:2427 no es meramente el or la palabra lo
que importa, sino la comprensin. De esta manera la parbola del sembrador se
prepara para los vs.1017, donde se hace una distincin aguda entre los oidores que
no comprenden las parbolas y aquellos que poseen el secreto para resolverlas.

Cmo operan las parbolas? (13:1017)

Al explicar las parbolas a sus discpulos Jess les abri los misterios del reino de los
cielos. Tiene su propia lgica, que el razonamiento humano no puede penetrar; su
verdad debe ser revelada. Es necesario pedir al Seor la revelacin de lo que est
escrito en su Palabra.

Los que no tienen este don, como lo haba predicho claramente Is. 6:9-10, nunca
recibirn ms que un or superficial del mensaje de Dios, y no les har ningn bien.
Jess no est diciendo aqu que las parbolas estn diseadas para esconder la
verdad, y de esa manera cerrar la entrada a tales personas al reino de los cielos, sino
que en realidad no todos tienen la habilidad de penetrar su significado. Esta habilidad
es algo dado a los discpulos, en vez de ser el resultado de la habilidad humana.

44
La parbola de la cizaa y la explicacin (13:2430, 3643)

La cizaa tiene un aspecto muy similar al trigo en sus primeras etapas de crecimiento;
despus estn tan estrechamente mezclados que no puede separarse sin daar al
trigo. Esta parbola nos advierte que la prueba final no son las apariencias presentes,
sino en el juicio final. Hasta esa fecha, los discpulos deben tener paciencia y no
esperar colocar a todos en ntidos compartimientos. La iglesia aqu siempre ser una
comunidad mezclada.

En la explicacin de los vs. 3643 el enfoque est particularmente en aquella divisin


del juicio final y en los destinos de los inicuos, contrastados con los justos. Sean
cuales fueren las ambigedades en esta vida, al fin del mundo no habr
incertidumbre.

Ms parbolas de crecimiento (13:3135)

Ambas parbolas, la del grano de mostaza y la de la levadura, son de pequeos


comienzos. El grano de mostaza, proverbialmente, era algo diminuto, sin embargo,
la planta madura podra alcanzar hasta 3 m. Un puado de levadura poda leudar
una gran cantidad de harina. Literalmente tres medidas, es lo suficiente para hacer
pan para 100 personas. As que la obra de Dios, el reino de los cielos, puede parecer
poco impresionante al principio. Entretanto los discpulos deben ser pacientes; lo
pequeo se hace grande cuando Dios hace la obra.

El v. 34 refuerza la enseanza de los vs.1017 acerca del uso que Jess haca de las
parbolas, y en el v. 35 Mateo ofrece otra frmula-cita, esta vez sacada del Sal.78:2,
para mostrar cmo con este mtodo de enseanza Jess tambin estaba cumpliendo
un modelo dado en el AT.

Ms parbolas (13:44-52)

Las parbolas del tesoro y de la perla estn estrechamente relacionadas, e ilustran


la respuesta de todo corazn que el reino de los cielos requiere; ningn sacrificio es
demasiado grande, y ningn otro asunto debe interponerse. Pero el nfasis no es
negativo, el privarse de algo, sino el tener el regocijo del cumplimiento. El reino de los
cielos tiene algo que hace que una accin extravagante sea la nica respuesta
aceptable.

La parbola de la red se acerca mucho a la de la cizaa, y se explica en palabras


similares.

El v.51 muestra que, como Jess lo haba prometido, los discpulos comprendieron el
propsito de las parbolas con relacin a la importancia del entendimiento. En ese
caso, ellos eran para el reino de los cielos lo que los escribas eran para Israel:
capacitados para ensear a otros el camino de Dios.

La parbola del amo de casa los ret a cumplir esta responsabilidad. Las verdades
que ensearan incluan tanto los nuevos tesoros de las enseanzas de Jess y las
verdades antiguas que los escribas judos podan ofrecer; las mismas enseanzas
nuevas de Jess se remontan a la fundacin del mundo, trayendo las verdades
eternas de Dios a la luz.

45
Otras reacciones al ministerio pblico de Jess (13:53-16:20)
Esta parte del relato de Mateo llega a su clmax en el reconocimiento que hizo Pedro
de Jess como el Mesas, el Hijo de Dios. Llegando a ese punto hay una serie de
relatos conectados vagamente que siguen ilustrando la variedad de maneras en que
las gentes respondan al ministerio de Jess. Estos incluyen tanto la oposicin en
aumento por parte de los escribas, fariseos y saduceos, como tambin un despliegue
continuo del poder milagroso de Jess; que conduce a algunos, por lo menos, a
anticipar la gran confesin de Pedro (14:33).

Incredulidad en Nazaret (13:5358)

Desde 4:13 Jess haba tenido su base en Capernam y en derredor del lago y haba
llegado a ser famoso. El regreso a su tierra, la remota aldea sobre la montaa de
Nazaret, provoc una reaccin previsible al joven local que haba tenido xito. A
igual que su propia familia (12:4650), sus conciudadanos no lo podan aceptar en
serio. Sus hermanos y hermanas (hijos de Jos y Mara despus de nacer Jess) son
mayormente desconocidos a no ser por sus nombres, aunque Jacobo (Santiago)
lleg a ser un lder de la iglesia.

CAPTULO 14

La reaccin de Herodes Antipas (14:112)

Herodes el tetrarca es Herodes Antipas, gobernador de Galilea e hijo del Herodes que
era rey cuando Jess naci. Los informes acerca de los milagros de Jess, junto con
los remordimientos de conciencia por la ejecucin de Juan el Bautista, que hubiera
querido evitar, lo condujeron a la idea extraa de que Jess era Juan resucitado de
los muertos.

Habamos odo acerca de Juan cuando estaba en la prisin (4:12; 11:2) y Mateo
ahora completa la informacin. No solamente el casarse con la esposa de un medio
hermano era en contra de la ley juda (Lev. 18:6), sino que Herodes y Herodas se
haban divorciado de sus cnyuges anteriores con el fin de casarse. No slo fue un
casamiento polticamente imprudente, sino que religiosamente era un escndalo, y la
condenacin en voz alta de Juan habra sido daina para la reputacin de Herodes
entre sus sbditos judos. Juan, por ello, no slo puso en vergenza a Herodes (como
lo confirma Josefo en su historia), sino que tambin era una amenaza para su
seguridad poltica.

Al informar a Jess de la muerte de Juan, los discpulos de Juan mostraron que en


Jess reconocan al verdadero sucesor como 11:719 ya ha indicado, y como lo
reafirmara Jess en 21:2332.

La alimentacin milagrosa de una gran multitud (14:1321)

Segn Lc.9:10 la retirada subsiguiente de Jess a Betsaida, al otro lado de la


extremidad norte del lago, y fuera del territorio de Herodes Antipas, sugiere que l se
daba cuenta del peligro de la multitud a los ojos de Herodes. La gran multitud que
estaba ansiosa de seguir a Jess puede inferir, segn Juan 6:14-15, que sta no era
una reunin casual, sino un movimiento popular deliberado para obligar a Jess a
tomar alguna accin poltica.
46
Sin embargo, Mateo no llama la atencin a esto. Para l, este relato era una
expresin viva de la compasin y el poder milagroso de Jess. Los lectores judos no
podan menos que notar el paralelo con dos alimentaciones milagrosas del AT: la
provisin del man en el desierto (Ex. 16) y la multiplicacin similar de los panes de
Eliseo (2 Re. 4:4244). Aqu nuevamente Jess se ve como uno mayor que los
profetas antiguos.

Los panes y los pescados eran la dieta bsica de los campesinos de Galilea. Las
doce canastas eran ms memorables que deliberadamente simblicas; se presupone
que cada uno de los doce us una canasta. El acto de comer juntos era un smbolo
de unidad. Jess era el anfitrin en una gran reunin familiar, y de esa manera daba
la bienvenida a la multitud a una comunidad nueva. La comida, naturalmente,
satisfaca el hambre, pero Mateo aparentemente lo ve como un acto simblico de la
comunin en el recin establecido reino de los cielos.

Por medio de este desafo del v. 16, Jess deliberadamente involucr a los discpulos
en la accin, y utiliz las provisiones que ellos pudieron suplir. Por medio de su
participacin y posiblemente en manera especial, por la increble experiencia de
recoger mucho ms de lo que se haba trado en primera instancia, ellos recordaran
y aprenderan de la ocasin.

Caminando sobre el agua (14:22-33)

El milagro pblico de los panes fue seguido por otro visto slo por los discpulos, el
que tambin revel la autoridad de Jess sobre las cosas materiales. El efecto
combinado fue el de conducirlos a tener una nueva apreciacin del poder ms que
humano de Jess.

La cuarta vigilia es de las 3 a las 6 de la maana; no es de sorprender que la reaccin


de los discpulos ante la repentina aparicin de Jess a su lado caus terror y se oy
el grito: Un fantasma! Lo que es aun mucho ms extraordinario es la propuesta de
Pedro de llegar a Jess caminando sobre las aguas.

Pedro aparece algunas veces en los Evangelios como una persona impulsiva, dada a
reacciones poco consideradas. Es posible que en esto la intencin sea que veamos
un ejemplo, no de gran fe, sino de falta de razn, presuntuosamente deseando
compartir el poder de Jess sobre la naturaleza. Pero el hecho de que Jess animara
el intento, y que al principio haya tenido xito, sugiere que Mateo lo ve como un
genuino acto de fe, aunque no fue suficiente para sobrevivir la crisis. Sea como fuere,
al terminar el relato Pedro haba llegado a ser un ejemplo de poca fe y de duda, como
leccin objetiva para los discpulos que eran tentados a quitar sus ojos de Jess y
prestar ms atencin a las circunstancias que les rodeaban.

Jess el sanador 14:3436

De regreso al territorio de Herodes, Jess nuevamente fue el centro de atencin. Su


atractivo popular era el enfoque en su ministerio de sanidad, y el resumen general de
Mateo revela que era mucho ms extenso de lo que las sanidades individuales
registradas hasta ahora pudieran sugerir. El deseo de tocar el borde de su manto
suena casi mecnico, pero ver 9:2022 para una sanidad por este medio que fue de
hecho un encuentro muy personal.

47
CAPTULO 15

Jess ensea acerca de la limpieza y la santidad (15:120)

La oposicin hacia Jess siempre estaba latente y de nuevo surge el problema con
los fariseos y los escribas, como en 9:3, 11, 34; 12:2, 14, 24, 38; pero esta vez
haban venido de Jerusaln, el centro de la autoridad juda. Esta podra haber sido
una delegacin oficial enviada para investigar y examinar las actividades de Jess, un
maestro que no perteneca al grupo rabnico. Desde aqu en adelante se ve cada vez
ms claro que es de Jerusaln que Jess tiene la mayor oposicin.

Por siglos, desde el retorno de la cautividad de Babilonia, haban agregado cientos de


tradiciones religiosas a las leyes de Dios. Los fariseos y los maestros de la ley las
consideraban todas de igual importancia.

El trmino tradicin de los ancianos, se refiere a la tradicin oral juda,


considerada como una barrera para preservar la integridad de la Ley. Los fariseos
atribuan a estas tradiciones tanta autoridad como a la Ley escrita.

Lavarse las manos: No se refiere a un acto de higiene personal, sino a la


purificacin ritual, un deber religioso. La ley del AT no tena tal mandamiento, excepto
para los sacerdotes cuando realizaban sus tareas de culto (Ex. 30:1721). La
tradicin farisaica, sin embargo, haba adaptado el principio a la vida diaria, y se
esperaba que Jess, como lder religioso, impusiera la pureza ritual entre sus
discpulos.
La contestacin de Jess a tales cargos aparece en los versculos 10 y 11. Primero,
lanz un contraataque a la actitud de ellos referente a la autoridad religiosa. Acusa a
sus opositores de desobediencia a los mandamientos de Dios debido a su ciega
obediencia a la tradicin oral. Fundamenta sus crticas comparando los
mandamientos de Moiss (x 20:12; 21:17) con su prctica diaria.
Al insistir en su tradicin ellos en efecto hacan a un lado el mandamiento de Dios.
Jess traz una marcada distincin entre la ley del AT y todas las normas y reglas
humanas, y al citar Is. 29:13 indica que una religin basada en esto ltimo es vaca y
no agrada a Dios.
El trmino es mi ofrenda a Dios era una prctica conocida como Corbn,
literalmente ofrenda (Mr 7:11). Cualquier persona que haca el voto de Corbn
entregaba el dinero destinado a mantener a los padres para una causa valiosa,
usualmente al templo.
Esta legislacin rabnica que permita al hombre retener su propiedad fuera del
alcance de sus padres al dedicarla nominalmente a Dios (mientras que en la prctica
la retena para su propio uso), se convirti en una forma religiosa de marginar a los
padres, desviando la responsabilidad de los hijos hacia ellos. Era una ofrenda hecha
a Dios, despojada de su uso tradicional, y no puesta a disposicin de las personas, ni
an de aquellas en necesidad.
En este caso, Jess presenta a los necesitados como padres despojados de
asistencia financiera por un hijo cuya ofrenda corbn es considerada sacrosanta,
aunque pudiera satisfacer sus necesidades. De ah que el hijo viola el quinto
mandamiento, Honra a tu padre y a tu madre.
48
En lo exterior sus acciones parecan superiores; ya que daban ms dinero para Dios,
pero descuidaban el mandato que requera cuidar de las necesidades de los padres.
Estos lderes religiosos pasaban por alto el claro mandato de Dios de honrar a los
padres.
15: 8 - 9 El profeta Isaas tambin critic a los hipcritas en su tiempo (Is. 29:13). Por
lo que Jess aplic sus palabras a estos lderes religiosos, viendo su hipocresa como
un cumplimiento de lo dicho por Isaas. Los fariseos saban mucho acerca de Dios
pero no conocan a Dios.
15:10-11 Jess luego fue ms all de meramente defender la ley del AT. Al volver al
asunto especfico de lo limpio y lo sucio, estableci un principio radical que, a la
larga, condujo a sus seguidores a abandonar del todo las leyes del alimento segn el
AT. Jess se refera a las regulaciones judas concernientes a la comida y bebida.
El declar que lo sucio no se transmite por lo que se come, sino que proviene de
adentro. Esta fue la leccin que a Pedro le fue tan difcil aprender (Hch. 10:915),
pero hasta que se aprendiera, las leyes de la comida de Israel impediran a la iglesia
dar la bienvenida a los no judos sobre trminos iguales.
15:12 - 13 Esta declaracin ofendi a los fariseos que estaban muy pendientes de lo
que el pueblo coma o beba; mientras a los discpulos se les ofrece una ms amplia
explicacin, en privado comparando el significado literal de vientre (v. 17) y el uso
figurativo de corazn (v. 18). El corazn es la fuente de las malas acciones.

Jess dijo que deban ignorar a los fariseos porque estaban ciegos a la verdad de
Dios. Cualquiera que escuchara sus enseanzas corra el riesgo de adquirir ceguera
espiritual tambin.
Jess, puso a los fariseos en la posicin de una planta que no fue plantada por Dios,
y que deba ser arrancada como maleza, y como guas ciegos cuyo celo mal dirigido
resultara en desastre para ellos mismos y para todos aquellos que dependan de
ellos.
Este lenguaje fuerte refleja no tanto animosidad personal como un repudio total del
sistema de religin que enfatizaba lo externo e ignoraba lo que era una persona en
verdad.

Enseanzas en Tiro y Sidn (15:21-28)

El tema de la contaminacin surge nuevamente en una forma ms prctica. Jess, el


maestro judo, haba arribado al territorio gentil y fue confrontado por una mujer gentil
que tena una hija poseda por un demonio. El dilogo que result enfoc sobre la
cuestin de hasta qu grado un gentil podra esperar cualquier beneficio proveniente
del Mesas judo, el Hijo de David.

Esta mujer se menciona como sirofenicia en el Evangelio de Marcos (7:26),


indicando que era del territorio noroeste de Galilea, donde se hallaban las ciudades
de Tiro y Sidn. Mateo agrava el asunto llamndola cananea, refirindose a sus
antepasados, que eran los enemigos tradicionales de Israel en el AT. La audiencia
juda de Mateo comprendera de inmediato el significado de que Jess ayudara a
aquella mujer. Los discpulos pidieron a Jess que se librara de la mujer porque los
estaba aburriendo con sus lamentos.

49
15:24 Las palabras de Jess no contradicen la verdad de que el mensaje de Dios es
para todos; ya que Jess ministr a los gentiles en muchas ocasiones durante su
ministerio. Simplemente estaba diciendo a la mujer que los judos tuvieron la primera
oportunidad para aceptarlo como el Mesas porque Dios quera que ellos presentaran
el mensaje de salvacin al resto del mundo. Jess no la rechaz, sino que pudo
haber querido probar su fe o pudo haber querido aprovechar la oportunidad para
ensear una leccin acerca de la disponibilidad de la fe para todos.

Perro era un trmino que los judos por lo general aplicaban a todo gentil, porque los
judos consideraban que los paganos parecan perros al no recibir la bendicin de
Dios. Adems para los judos los perros eran animales inmundos.
Jess no estaba degradando a la mujer al usar este trmino sino reflejando la actitud
de los judos en contraposicin con la suya. La mujer no discuti. Usando las mismas
palabras de Jess, estuvo de acuerdo en ser considerada como perra siempre que
pudiera recibir la bendicin de Dios para su hija. Irnicamente, muchos judos
perdieron la bendicin de Dios y la salvacin porque rechazaron a Jess y muchos
gentiles hallaron salvacin porque reconocieron a Jess.

El lenguaje parece increblemente spero, especialmente cuando es expresado por el


mismo Jess, quien un poco antes haba dado la bienvenida a la fe del centurin
gentil como primicia para los gentiles en el futuro para gozar de las bendiciones de
Israel.
En el plan de Dios, el evangelio deba ser presentado primeramente al pueblo del
antiguo pacto, debido al llamado que ste haba recibido y a las responsabilidades
que pesaban sobre l. Agrupar a Israel deba preceder y preparar la reunin de los
gentiles (Ro 1:16).
15:2931 As como Jess haba sanado a gran nmero de judos, ahora l hizo lo
mismo en territorio gentil. Marcos nos relata que esto sucedi en Decpolis, el
costado gentil al sudeste del mar de Galilea. La aclamacin al Dios de Israel
confirma que las multitudes no eran judas. Muchos fueron llevados a Jess por
sanidad y l los san.

La alimentacin de los cuatro mil (15:32-39)


Esta alimentacin de cuatro mil es un milagro diferente del otro en que se aliment a
cinco mil (14:1321), confirmado por Marcos 8:19-20. Los nmeros involucrados
indican, sin embargo, que ste es un incidente distinto. Este fue el comienzo de la
expansin del ministerio de Jess entre los gentiles.

Jess ya haba alimentado a ms de cinco mil hombres con cinco panes y dos peces.
Ahora, en una situacin similar, los discpulos quedaban perplejos otra vez. Por lo
tanto, tenemos aqu una repeticin deliberada del milagro de la alimentacin de los
judos, slo que esta vez era para la multitud gentil que acababa de alabar al Dios de
Israel.

Si el alimentar a los 5.000 era un anticipo de aquel banquete mesinico, entonces


este relato indica (como se predijo en 8:11-12) que los gentiles tambin compartiran
las grandes bendiciones de Israel. Magdala se hallaba en la costa oeste del Mar de
Galilea. Tambin es conocida como Dalmanuta (Mr. 8:10). De esta regin proceda
Mara Magdalena.

50
CAPTULO 16

Los fariseos y los saduceos demandan otra seal (16:112)

Los fariseos y saduceos eran lderes religiosos judos de dos diferentes partidos y sus
puntos de vista eran diametralmente opuestos en muchos aspectos. Sin embargo,
aunque los puntos de vista teolgicos y normas de estos grupos eran radicalmente
diferentes entre s, tenan que cooperar como miembros de la corte suprema juda, el
Sanedrn. Los fariseos seguan con cuidado sus normas y tradiciones religiosas,
creyendo que ese era el camino a Dios. Tambin crean en la autoridad de todas las
Escrituras y en la resurreccin. Los saduceos slo aceptaban los libros de Moiss
como Escrituras y no crean en la vida despus de la muerte. En Jess, sin embargo,
los dos grupos tenan un enemigo comn y unieron fuerzas para darle muerte.
Durante una breve vuelta al territorio judo, Jess se encontr otra vez con la
oposicin oficial. Los fariseos y saduceos demandaban una seal del cielo.
Intentaban explicar los milagros de Jess como experta manipulacin, casualidad o
uso de poderes malignos, pero crean que slo Dios podra hacer seales en los
cielos. Estaban seguros que esa sera una proeza que Jess no podra realizar. A
pesar de que Jess pudo impresionarlos con facilidad, no quiso hacerlo. Saba que ni
un milagro en el cielo lograra convencerlos de que era el Mesas. Ya de antemano
haban decidido no creer en l.
Mucha gente, como estos lderes judos, quiere ver un milagro para creer. Pero Jess
saba que los milagros no los convenceran. Jess haba sanado, resucitado
personas y alimentado a miles, y todava demandaban que probara su identidad.
En respuesta a la demanda de una seal del cielo, alguna accin milagrosa que
probara su autoridad divina, Jess respondi que no le ser dada , sino la seal de
Jons. En Lc.11:2932, se dice que as como Jons haba sido seal de destruccin
para la gente de Nnive si no se arrepentan, el Hijo del Hombre era seal a su
generacin. En Mt.12:39-40, la seal de Jons se explica como referencia a los das y
noches que Cristo pas en la tumba. En Mr. 8:1113, Jess se niega a dar seal
alguna: no se dar seal a esta generacin.

El pasaje acerca de las seales del clima no aparece en muchos de los primeros
textos, y puede haber sido un agregado posterior basado en Luc. 12:5456.

16:12 Aunque Jess anteriormente haba usado la levadura como smbolo de


crecimiento del reino de Dios (13:33), era tambin una metfora del poder del mal
para extender su influencia (1 Cor. 5:68; Gl. 5:9). Aqu la peticin de una seal
indicaba una resistencia insidiosa a la misin de Jess, y ste no quera que sus
discpulos fueran contagiados con el escepticismo de sus opositores.
La levadura se usa para hacer crecer la masa de pan. Con slo una pequea
cantidad de la misma se leuda la totalidad de la masa. Jess us la levadura como
ejemplo de cmo una pequea cantidad de maldad puede afectar a una multitud. Las
enseanzas errneas de los fariseos y saduceos desviaban a muchas personas.
La levadura: Simboliza la falsa doctrina de los lderes religiosos. Los fariseos eran
legalistas que reducan la religin a frmulas y ceremonias. Los saduceos eran
racionalistas y materialistas; negaban los elementos sobrenaturales de la religin.
51
Los pensamientos de los discpulos, sin embargo, estaban fijos sobre cosas ms
materiales, ellos pensaban que hablaba acerca de pan propiamente. Tener esta clase
de inters era seal de poca fe, especialmente ya que sus propios ojos haban sido
testigos de cmo Jess poda suplir sus necesidades fsicas.

La confesin de Pedro (16:1320)

Aqu llegamos al clmax de la primera parte del Evangelio, donde hemos visto muy
variadas reacciones al ministerio y autoridad de Jess. Se resumen los puntos de
vista de otras personas en el v. 14, donde a Jess se le coloca en la categora de
profeta. Pedro hace la declaracin definitiva por la cual todo el relato se ha estado
dirigiendo: Jess es el Mesas, el Hijo del Dios viviente.
Este incidente, que tuvo lugar seis meses antes de la Crucifixin, marc un viraje en
el ministerio de Jess, y seal el clmax de sus enseanzas con respecto a su propia
persona. Tambin aqu Jess comenz a preparar a sus discpulos para su prxima
muerte.
Cesarea de Filipo se hallaba varios kilmetros al norte del Mar de Galilea, cerca del
Monte Hermn, en el territorio gobernado por el tetrarca Felipe.
16:1317 Los discpulos contestaron la pregunta de Jess desde el punto de vista
comn de la gente: que Jess era uno de los grandes profetas que haba resucitado.
Esta creencia pudo haber tenido su raz en Deut. 18:18, donde dice que Dios iba a
levantar un profeta de entre la gente.
Pedro, sin embargo, confes a Jess como el Mesas prometido y como Dios. La
deidad de Cristo es una verdad conocida slo a travs de la revelacin divina. Esta es
la primera vez que, en el relato de Mateo, alguien haya dado a Jess el ttulo de
Cristo el Mesas, aunque Mateo mismo ha usado este trmino en pasajes
anteriores.
16:18 La confesin de fe que Pedro hizo y que todos los verdaderos creyentes
posteriores deberan hacer. As como Pedro haba revelado la verdadera identidad de
Cristo, Jess revelaba la identidad y el rol de Pedro. Pedro ms tarde recuerda a los
cristianos que son la Iglesia construida sobre el fundamento de los apstoles y
profetas con Jesucristo como la piedra angular (1 Pe. 2:46). Jess alab a Pedro por
su confesin de fe. Es fe, como la de Pedro, la que viene a ser el fundamento del
Reino de Dios.
La roca no es Pedro como individuo, porque Cristo sustituy la palabra "petra" (una
roca colocada en el fundamento de una edificacin) por "petros", un fragmento de
"petra". Cristo pudo haber querido decir que l mismo era la Piedra (petra) sobre la
cual descansaba la iglesia, y que la iglesia se construye con estas piedras que
participan de la naturaleza de "petra", a travs de la confesin de fe en l (1 Pe. 2:5).
Pedro, por lo tanto, es la primera de muchas piedras utilizadas en la edificacin de la
iglesia.

La iglesia sera edificada por Jess, no por Pedro. Hacer alusin a ella como mi
iglesia era reclamar algo extraordinario, ya que el griego iglesia es la palabra del
AT para el pueblo de Dios. Las puertas del Hades es una expresin para muerte;
entonces, esta nueva comunidad de los que siguen a Jess nunca morir.

52
La expresin las puertas del Hades significa que "el poder de la muerte" no es
capaz de impedir el avance del reino, ni reclamar victoria sobre aquellos que
pertenecen a Dios.
16:19 Este versculo ha sido motivo de discusin por siglos:
Algunos dicen que las llaves significan la autoridad que se requiere para llevar
a cabo la disciplina, la legislacin y la administracin en la Iglesia (18:1518)
Otros aseveran que las llaves dan la autoridad para anunciar el perdn de los
pecados (Jn 20:23).
Otros an manifiestan que las llaves pueden entenderse como la oportunidad
de traer gente al reino de los cielos por medio de la presentacin del mensaje
de salvacin que se encuentra en la Palabra de Dios (Hch 15:79).
Llaves denota autoridad y los lderes religiosos pensaban que tenan las llaves del
Reino e intentaron excluir a algunos. No podemos abrir o cerrar el reino de los cielos
para otros, pero Dios nos usa para ayudarles a encontrar la puerta de entrada. Para
todos los que creen en Cristo y obedecen sus palabras, las puertas del Reino estn
totalmente abiertas.
Jess est traspasando a su iglesia la autoridad para atar y desatar sobre la tierra. La
construccin griega sobre la que descansa la frase ser atado y ser desatado,
indica que Jess es Aquel que ha activado la provisin divina por medio de su Cruz;
la iglesia ha sido entonces encargada de llevar a cabo lo que el Seor ha manifestado
a travs de su vida, su muerte y resurreccin.
De origen claramente rabnico, la imagen atar y desatar tiene que ver con prohibir o
permitir. En otras palabras, Jess est diciendo que la iglesia recibir la potestad de
continuar ejerciendo la privilegiada responsabilidad de esparcir por la tierra el
fermento del poder y la provisin de su reino.
Por ejemplo, si alguien est atado por el pecado, la iglesia puede "desatarlo",
predicando la ddiva de libertad del pecado en Jesucristo (Ro 6:14). Si alguien est
posedo por un demonio, la iglesia puede "atar" el demonio ordenando su expulsin
(Hch 16:18), en la certeza de que slo Jess puede hacer realidad esta provisin (Mt
12:29). La iglesia ata y desata de diversas maneras, y debera ciertamente extender
estas facultades mucho ms all de su simple empleo en las peticiones que encierra
la oracin.
16:20 Por qu razn Jess pidi a los discpulos que no dieran a conocer la
confesin de Pedro?
Porque estos no haban entendido por completo el tipo de Mesas que era. Jess no
era un paladn militar, sino un siervo sufriente. El pblico anuncio de que Jess era el
Mesas hubiese creado un indeseable fervor nacionalista.
Primero deban tener un pleno conocimiento de Jess y de su misin como discpulos
antes de darlo a conocer a otros en una manera que no originara una rebelin. Les
iba a estar costando muchsimo trabajo entender la razn de su venida hasta que su
misin terrenal terminara.

53
ENSEANZA SOBRE LA MISIN DE JESS (16:21-17:27)
El anuncio de su muerte y gloria (16:21- 28)

Mientras que el escenario sigue cerca de Cesarea de Filipo y el relato es continuo


desde los versculos 1320, la frase: Desde entonces, Jess comenz, marca el
comienzo de una fase nueva y decisiva de la misin de Jess. El enfoque geogrfico
sera Jerusaln, y su carcter sera dominado por la cruz. El v. 21 es la primera de las
tres veces en que Jess predijo su muerte (las restantes estn en 17:22-23; 20:18).
Este pasaje corresponde a las profecas de Daniel: el Mesas sera quitado (Dn. 9:26);
vendra un perodo de crisis (9:27); y luego el Rey vendra en gloria (7:13-14). Los
discpulos enfrentaran el mismo sufrimiento de su Rey, y como l, seran premiados
al final.
El Seor Jess advierte a sus discpulos de lo que vendra y los prepar para ser
seguidores, de uno cuya misin se completara por medio del sufrimiento y la muerte.
Esto requerira una reorientacin radical en sus pensamientos, y as desde este
momento hasta que l lleg a Jerusaln (cap. 21), la atencin de Jess estaba
enfocada en la enseanza de los discpulos en lugar de un ministerio pblico ms
amplio. Los discpulos tuvieron que aprender a vivir con esta nueva perspectiva.
La reaccin de Pedro (16:22)
Pedro, amigo de Jess y seguidor devoto, el que acababa de proclamar en forma
elocuente su identidad verdadera, procur protegerlo del sufrimiento que profetiz.

Como otros judos del momento, l entenda la obra del Mesas en trminos
primordialmente terrenales o polticos; en esto l expres las cosas de los hombres, y
en tanto que los discpulos de Jess compartan esta perspectiva puramente humana,
la misin de Jess, es decir, las cosas de Dios, nunca tendran sentido para ellos.
El mismo mensaje que Jess oy en las tentaciones del desierto, que no tendra que
morir, las escucha ahora de Pedro. ste acababa de reconocer a Jess como el
Mesas; ahora, sin embargo, desecha la perspectiva de Dios y evala la situacin
desde el aspecto humano. Satans siempre intenta que pongamos a Dios a un lado.
Jess reprendi a Pedro por esta actitud.
Qutate de delante de m, Satans: Las palabras son idnticas a las de Mt. 4:10.
Jess reconoci en las palabras de Pedro la misma tentacin diablicamente
inspirada que le sugera evitar el sufrimiento como parte de su vocacin mesinica.
16:24 Cuando Jess us esta figura de sus seguidores, tome su cruz, y sgame,
los discpulos saban lo que significaba. La crucifixin era un mtodo romano comn
de ejecucin y los criminales condenados tenan que llevar su cruz por las calles
rumbo al sitio donde cumplan su sentencia. Seguir a Jess, por lo tanto, implica una
entrega verdadera, con riesgo de muerte y sin posibilidad de retroceso (ver 10:39).

Cualquier idea de compartir la gloria del Mesas tuvo que dar lugar a la de compartir
la humillacin y el rechazo de Jess. Jess explica la paradoja del discipulado:
Perder la vida es encontrarla; morir es vivir. Si uno trata de librar su vida fsica de
la muerte, el dolor o la incomodidad, puede terminar arriesgando la vida eterna.
54
Si nos protegemos del dolor, empezamos a morir en lo espiritual y emotivo. Nuestra
vida se reenfoca en s misma y perdemos nuestros propsito. En cambio, cuando
damos nuestra vida en servicio a Cristo descubrimos el verdadero propsito de la
vida.
16:28 Tomando en cuenta que todos los discpulos murieron antes del regreso de
Cristo, hay viarias posiciones:
1. Que las palabras de Jess aqu se cumplieron en la transfiguracin cuando
Pedro, Santiago y Juan vieron su gloria (17:13).
2. Otros manifiestan que se refiere al Pentecosts (Hch. 2) y al comienzo de la
Iglesia.
3. Muchos sostienen que este versculo se refiere a Juan el amado, quien pudo
ver en visin al Seor viniendo en su reino, en la isla de Patmos (Ap.1:1 ;
19:11-16)

La transfiguracin (17:1-13)

La transfiguracin fue un vislumbre de la gloria del Rey. Fue una revelacin especial
de la divinidad de Jess a tres de los discpulos y una ratificacin divina de Dios de
todo lo que Jess haba realizado y estaba por realizar.

Ms all de la muerte est la gloria; y Pedro, Santiago o Jacobo y Juan tienen el


privilegio de ver el teln corrido. Son tres los elementos que se suman para dar una
afirmacin extraordinaria de Jess como ms que un Mesas meramente humano:

Primero, su aspecto cambiado (transfigurado), en una luz brillante y una nube


brillante, confirma que l no es solamente un portavoz de Dios, sino que es
diferente en s mismo de otros profetas.
Segundo, est ligado con Moiss y Elas, dos de los ms grandes por medio
de los cuales Dios salv y habl a su pueblo en tiempos pasados; aunque
ambos, como Jess, sufrieron el rechazo del pueblo de Dios. Se esperaba
popularmente que volvieran para inaugurar la edad mesinica, de manera que
su aparicin aqu proclama a Jess como el Mesas.
Tercero, como en el bautismo de Jess, Dios mismo lo confirma como su Hijo.
Si esto es cierto, sus discpulos deben orle, a pesar de que hubieran
encontrado sus palabras intimidantes en 16:21.
Moiss y Elas fueron dos de los ms grandes profetas en el Antiguo Testamento.
Moiss representa la Ley. Escribi el Pentateuco y predijo la venida de un gran
profeta (Deut. 18:1519). Elas representa a los profetas que anunciaron la venida del
Mesas (Mal. 4:5-6).
La presencia de ambos con Jess confirma su misin mesinica: cumplir la ley de
Dios y las palabras de los profetas de Dios. De igual forma como la voz de Dios en las
nubes sobre el monte Sina dieron autoridad a la ley (x. 19:9), la voz de Dios en la
transfiguracin dio autoridad a las palabras de Jess.
Era demasiado para comprenderlo. La proposicin inapropiada de Pedro de construir
enrramadas para Jess y sus visitantes sobre la montaa fue ignorada atinadamente.
Pedro puede haber estado sugiriendo la prolongacin de aquella visita. Lucas dice
que Pedro habl "no sabiendo lo que deca" (Lc 9:33).
55
Los tres discpulos estaban aterrorizados y se les dijo otra vez que lo tuvieran en
secreto. El encargo de guardar secreto sera suspendido despus de la Resurreccin,
cuando los dems podran comprender mejor a Jess y su misin.

V.1013 Los discpulos seguan tratando de descifrar el significado de lo ocurrido:


Sera esta breve visin el retorno prometido de Elas (Mal. 4:5-6)? Jess seal que
el verdadero cumplimiento de esa profeca ya haba ocurrido en la predicacin y
sufrimiento de Juan el Bautista. As mismo declar Y si queris recibirlo, l es aquel
Elas que haba de venir (Mt.11:14).

El poder de la fe (17:1420)

Despus de la gloria sobre el monte Tabor o probablemente el monte Hermn, Jess


volvi a la escena del sufrimiento y la incredulidad. El sufrimiento parece ser un caso
de epilepsia. Un luntico se traduce literalmente: es afectado por la luna; pero
Jess lo trat como un caso de posesin por un demonio.
A los discpulos se les haba dado autoridad para sanar, pero no haban aprendido
an cmo apropiarse del poder de Dios. El propsito de Jess no fue criticar a los
discpulos sino estimularlos a que ejercieran la fe. Los discpulos fueron incapaces de
echar fuera a aquel demonio, y por eso le pidieron a Jess una explicacin. Este se
refiri a su falta de fe. Es el poder de Dios, y no nuestra fe, lo que mueve montaas,
pero la fe debe estar presente. La semilla de mostaza es ms pequea de lo que uno
se puede imaginar. Una fe pequea hubiera sido suficiente. Tal vez ellos procuraron
sacar al demonio con su propia capacidad en lugar de hacerlo con el poder de Dios.

La segunda prediccin de la muerte de Jess (17:22-23)

El contenido es similar al 16:21, aunque ahora se agrega la nota de la traicin. Como


antes, y como en el 17:9, Jess habl de la resurreccin tanto como de la muerte,
pero la reaccin de los discpulos sugiere que sus pensamientos no se concentraron
en esa parte de la prediccin.

El impuesto del templo (17:2427)

Mientras que la mayora de los judos se resentan por los impuestos romanos. Todos
los varones judos tenan que pagar cada ao, un impuesto al templo para cubrir los
gastos de mantenimiento. Slo Mateo registra este incidente, quiz porque l haba
sido un cobrador de impuestos.
El pago anual de dos dracmas de impuesto para el mantenimiento de templo y sus
dependencias era un asunto de orgullo nacional. La pregunta del recolector infiere
que ahora Jess tena una reputacin de no ajustarse a las expectativas sociales.
Pedro contest la pregunta sin saber de veras la respuesta, poniendo a Jess y a los
discpulos en una situacin incmoda. Jess us esta experiencia, sin embargo, para
enfatizar su rol soberano. As como los reyes no pagan impuestos ni cobran
impuestos de sus familias, Jess, el Rey, no deba nada.
Jess, como Hijo de Dios l estaba exento: uno mayor que el templo est aqu
(12:5-6); pero Jess provey para el pago de los impuestos en favor suyo y de Pedro
para no ofender a los que no entendan su reino. Cristo le mostr dnde obtener el
dinero, pero Pedro tuvo que ir a buscarlo. El estatero que encontr en el pez equivale
a cuatro dracmas.

56
CAPTULO 18

EL CUARTO DISCURSO (18:1-35)


Hasta este momento, Jess en su ministerio haba formado un grupo distintivo de
seguidores y haba hablado de edificar su iglesia (16:18). En este grupo haba un
gran potencial para bien, en cuidados e intereses mutuos; pero tambin para mal, si
tales relaciones se quebrantaran. Los dichos coleccionados en este discurso enfocan
sobre este tema: Las relaciones entre los discpulos. Tiene tanta relevancia para la
iglesia local de hoy como la tena entre los discpulos de Jess.

El mayor en el reino de los cielos (18:15)

Los discpulos estaban tan preocupados con la organizacin del reino terrenal de
Jess que perdieron la visin de su propsito divino. En lugar de buscar cmo servir
mejor, discutan en cuanto a puestos o lugares mejores en el reino de los cielos. Toda
sociedad humana se interesa en establecer la ley del ms fuerte, y los Evangelios
registran varias disputas entre los discpulos sobre este asunto. En contraposicin a
todas las ideas convencionales de importancia y posicin, Jess ofreci el modelo del
nio pequeo.

Jess tom a un nio para ayudar a sus egocntricos discpulos a captar la idea. La
idea no era alguna supuesta calidad de inocencia o generosidad, sino la condicin del
nio a lo ltimo de la ley del ms fuerte, sujeto a la autoridad de una persona mayor,
dependiente y sin fuerza. La capacidad de aceptar el ms inferior de los rangos, es
decir, humillarse a s mismo, es ser grande, y el tratar al menos prominente como el
ms importante es hacer eco de la actitud de Jess.

La frase se humille, en griego tapeinn literalmente significa rebajar.


Metafricamente, la palabra significa envilecer, humillar, rebajarse. Quiere decir el
que se comporta de una manera modesta, libre de todo orgullo. Describe a una
persona que est desprovista de toda arrogancia y de auto exaltacin; alguien que
somete su voluntad a la voluntad de Dios.

Pensemos en los nios pequeos, la gran mayora de ellos no tienen conciencia de s


mismos, y estn siempre aprendiendo, siempre abiertos a escuchar y especialmente
a ser amonestados por sus padres o familiares. Esta es la actitud que nos trata de
ensear el Seor Jess con esta comparacin. Por lo tanto, el camino hacia el reino
de los cielos es el de la simple confianza y entrega de un nio; y el camino hacia la
grandeza en el reino se recorre con la humildad de un nio, expresada en humilde
servicio.
Las piedras de tropiezo (18:69)

Este pasaje est ligado por la palabra griega skandalon que significa piedra de
tropiezo y el verbo de relacin skandalizo quiere decir hago tropezar. Cualquier
cosa que se interpone ante un discipulado eficaz es un skandalon: una palabra
spera, o indiferencia, no menos que una ocasin de pecado.
Tales piedras de tropiezo pueden provenir de otros, o aun de nosotros. Ambas son
igualmente serias.

57
Una piedra de molino de asno es la que esta bestia haca girar para triturar algo,
como trigo o algn otro cereal. La piedra de molino que se usaba hasta el siglo
pasado podra tener fcilmente un metro de dimetro.

Somos responsables por nuestra salud espiritual; pero, adems, por la de nuestros
compaeros en el discipulado, y el ahogo rpido sera ms misericordioso que la
suerte que merecera aquella persona que impide a uno de estos pequeos. Esta
ltima expresin alude no principalmente a los nios, sino a los discpulos en general,
que acaban de ser comparados con los prvulos.

Jess advirti a los discpulos que hay tres diferentes maneras de causar prdida de
fe en los nios:

1. Por tentacin (18:79)


2. Por menosprecio
3. Por degradacin (18:1014)

Debemos quitar las piedras de tropiezo que originan en nosotros pecado. Esto no
significa que debemos mutilarnos el cuerpo, sino que toda persona, programa o
enseanza en la iglesia que amenace el crecimiento espiritual del cuerpo debe
eliminarse. Jess dice que es mejor ir al cielo con una mano que al infierno con dos.
El pecado, sin embargo, afecta no slo nuestras manos; afecta tambin nuestro
corazn.
La atencin pastoral (18:1014)

La parbola de la oveja perdida ilustra la atencin pastoral de vuestro Padre que est
en los cielos por sus pequeos. Pero el v. 10 hace ver que fue presentada como un
modelo de la atencin que debemos tener tambin unos por otros, como pequeos.
La tentacin de despreciar a los que tienen menos seguridad o menor xito entre los
condiscpulos, y por lo tanto ignorar sus necesidades pastorales, demuestra una
actitud fuera de sintona con el inters de Dios.

En la parbola segn Lucas, la oveja ya estaba extraviada; el enfoque all es el de


alcanzar a los de afuera en vez de, como aqu, el cuidado pastoral de los discpulos
que peligran. El cuidado y la preocupacin de un pastor no slo ilustran el amor de
Dios, sino sirve de ejemplo para el mutuo cuidado y edificacin que debemos
practicar unos con otros.
V.10 La idea de que cada persona tiene un ngel que lo represente en los cielos se
encuentra solamente aqu en la Biblia, aunque en otras citas los ngeles representan
naciones (Dn. 10; 12:1) e iglesias (Ap. 1:20).

Cmo se debe personar al hermano (18:1520)

Si tu hermano peca. Este pasaje explica cmo debiera funcionar en la prctica


este principio de los versculos 1014. Se dirige a ti (en singular), el discpulo
individual que se da cuenta del pecado de su condiscpulo y acepta que es su
responsabilidad hacer algo. Las palabras contra ti probablemente no se encuentran
en el texto original y lamentablemente restringen el mbito del significado. La
respuesta ante alguna ofensa personal se tratar en los versculos 2135; aqu est
en juego el peligro que corre el hermano, no un efecto de su pecado sobre alguien
personalmente.

58
Este pasaje da las instrucciones de Jess para enfrentarnos con los que pecan en
contra nuestra. Tienen que ver con:

1. Cristianos, no con los que no lo son.

2. Con pecados cometidos contra usted, no contra otros.

3. Con la resolucin de conflictos que surgen en el contexto de la iglesia, no en


toda la comunidad.

Las palabras de Jess no son una licencia para un ataque frontal a cada persona que
nos hiere o margina. No son una licencia para iniciar una campaa destructiva de
chismes o pleito de iglesia. Tienen como objetivo reconciliar a los que estn en
desacuerdo, de modo que todos los cristianos puedan vivir en armona.

Cuando alguna persona nos ofende, con frecuencia optamos por lo opuesto de lo que
Jess recomend. Respondemos con resentimiento u odio, buscamos venganza o
chismeamos. Sin embargo, debiramos ir a esa persona primero, por difcil que nos
sea. Luego debemos perdonarla tantas veces como se necesite (18:21-22).

Jess muestra el procedimiento adecuado para disciplinar y corregir a un creyente (1


Cor. 5:15; Gal. 6:1).

Se recomienda seguir tres pasos:


Primeramente en privado
Luego ante testigos
Finalmente ante la iglesia

La meta debe ser ganar a tu hermano, restauracin y no castigo. Para tal efecto se
debe usar al mnimo la publicidad. Al hermano que ha errado se le debe acercar uno
solo, o a lo sumo con uno o dos ms.

Slo si estos pasos fallan ser necesario llevarlo a la iglesia (la congregacin local);
se espera que el ofensor escuche la conviccin unida de sus condiscpulos. Si no es
as, el nico recurso ser el de cortar el compaerismo, aunque presumiblemente
todava con la esperanza de que este proceder sacuda al hermano y lo mueva al
arrepentimiento y a la restauracin.

El derecho de la congregacin, y su responsabilidad, de tomar una decisin tan seria


descansa sobre el mismo principio de delegacin que se us con Pedro en 16:19,
pero ahora toda la congregacin comparte esta autoridad (18:18). La idea de que la
iglesia sobre la tierra pueda ejercer la autoridad del cielo en tal situacin se contina
en los versculos 19, y 20, donde la presencia constante de Jess entre su pueblo
garantiza que la oracin unida sea eficaz.

Jess tiene en mente el da en que estar presente no en cuerpo sino por medio del
Espritu Santo. En el cuerpo de creyentes (la iglesia), el acuerdo sincero de dos
personas es ms poderoso que el acuerdo superficial de miles, porque el Espritu
Santo de Cristo est con ellos. Dos o ms creyentes, llenos del Espritu Santo, orarn
de acuerdo a la voluntad de Dios, no de acuerdo a la suya, y sus peticiones sern
concedidas.

59
Instrucciones sobre el perdonar a otros (18:2135)

El enfoque aqu avanza a cmo deben responder los discpulos ante un condiscpulo
cuando ste comete algn pecado que les afecta personalmente. Se presupone que
la respuesta es el perdn; la nica pregunta que queda es si habr algn lmite. La
oferta de Pedro de siete veces parece generosa, aunque una discusin rabnica
posterior sugiere que tres veces es razonable, Los rabinos enseaban que deban
perdonar tres veces a un ofensor. Pedro, procurando ser generoso, pregunt si era
suficiente perdonar siete veces, el nmero perfecto. Pero Jess descart tales
clculos y le contest: Setenta veces siete. Con esto daba a entender que no
debiramos ni siquiera llevar la cuenta de las veces que perdonamos a alguien.
Nuestro deseo de perdonar tendra que ser sin lmite. Jess no ofrece una frmula
matemtica o legalista. l alude al perdn ilimitado.

La frase setenta veces siete (490 veces) tiene un significado ms claro del hebreo
en Gn. 4:24.
Esta exigencia se explica y se hace memorable en la parbola que sigue en los
versculos 2334. Perdonamos porque hemos sido perdonados por Dios, y ninguna
ofensa en contra de nosotros puede compararse remotamente con la cantidad
incalculable de perdn con que hemos sido perdonados. Diez mil talentos combinan
el nmero griego ms grande con la unidad de moneda ms grande. Aun un solo
talento era una pequea fortuna; diez mil estaban fuera del alcance de los sueos
ms locos de las personas ordinarias. Representa la mayor suma imaginable; en
contraposicin, con cien denarios.

Cien denarios no es una cantidad insignificante; es el pago de 100 das laborables,


pero es una pequea fraccin, comparado con los diez mil talentos. Por lo tanto, a la
luz de la incalculable gracia de Dios hacia nosotros, es absurdo y malo, el que
rehusemos perdonar a otros.

La amenaza implcita del v. 34 se hace explcita en el v. 35; Dios no tratar


livianamente a la persona que no perdona. Este fue el mensaje de 6:14 -15 y esa
parbola nos recuerda de la manera que los pecados eran descritos como deudas
en el Padrenuestro.

En los tiempos bblicos, serias consecuencias esperaban a los que no podan pagar
sus deudas. El prestamista poda forzar al deudor y su familia a trabajar hasta que la
deuda fuera cancelada. El deudor tambin poda ir a la crcel, o su familia poda ser
vendida en calidad de esclavos para ayudar a pagar la deuda. Se esperaba que el
deudor, mientras estaba en prisin, pudiera vender sus propiedades o que sus
familiares pagaran la deuda. Si no, permaneca en prisin el resto de su vida.

Esto no es legalismo ni una tctica intimidatoria. Afirma, por el contrario, lo serio del
perdn responsable, y demuestra como la inmisericordia cierra los canales de
comunicacin y santificacin entre Dios y su pueblo.

Por el hecho de que Dios ha perdonado todos nuestros pecados, no debiramos


negarle el perdn a nadie. Cuando no perdonamos, nos estamos poniendo al margen
y por encima de la ley de amor de Cristo.

60
EN CAMINO Y LLEGADA A JERUSALN

CAPTULO 19

EN CAMINO A JERUSALN (19:1- 20:34)


El Seor hace su ltimo viaje a Jerusaln, aproximndose a su muerte. Y no
regresara a Galilea hasta despus de su resurreccin (28:16). Por lo que continu
reeducando a los discpulos por medio de su enseanza, en preparacin a lo que
vendra. Aqu comienza el relato de Mateo de lo que podra llamarse El Ministerio en
Perea, que abarca los captulos 19 y 20.

Enseanza sobre el divorcio (19:112)

En la ley juda el varn tena el derecho de divorciarse de su mujer, con una


declaracin sencilla; no haba juicio ni apelacin; lo hacan por haber hallado en
ella una cosa indecente (Deut. 24:14). En el NT era una prctica comn, apoyada
por algunos rabinos, que resultaba virtualmente asunto del capricho del esposo, por
cualquier razn, incluso por servirle comida ligeramente quemada.

Jess otra vez, como en 5:32, declar que el divorcio, por la razn que fuere, era
incompatible con el propsito de Dios para el matrimonio. Al hacerlo, restableci el
intento original del Creador al decir que al principio no fue as expresado en Gn.
1:27; 2:24, como superior a la provisin de Deut. 24, que se dio por la dureza de
corazn. Moiss haba hecho todo lo que estaba en su poder para oponerse al
divorcio. Fue solamente por la dureza del corazn del pueblo, que Moiss concedi
que se podan divorciar; ya que el esposo hace duro su corazn para no perdonar a
la esposa por su falta.

Las normas del divorcio, segn el Seor, eran concedidas para tratar con el resultado
del pecado, no una expresin de la intencin original de Dios. El divorcio podra
parecer necesario, pero nunca puede ser bueno. El principio de que sern los dos
una sola carne se puede cumplir solamente en un matrimonio sin disolucin.

Esta posicin firme, sin embargo, es la que Mateo modific aqu y en 5:32, por la
frase a no ser por causa de fornicacin. Ni Marcos ni Lucas incluyen esta parte
muy debatida, y a veces se piensa que es un esfuerzo por parte de Mateo de
ablandar una prohibicin total sobre el divorcio. Sin embargo, es ms probable que
Mateo est sencillamente declarando lo que cualquier lector judo hubiera dado por
sabido, que la infidelidad matrimonial, automticamente anulara un matrimonio
creando otra unin de una sola carne.

En los tiempos del AT, el adulterio era castigado con la muerte; pero en los tiempos
del NT una anulacin formal era la respuesta aceptable. Este no era un divorcio
voluntario, sino el reconocimiento necesario de que el matrimonio ya estaba
finalizado.

Jess declara que el que se divorcia de una esposa infiel, y suma a su pecado
casndose con otra, haciendo de este modo imposible la reconciliacin con la mujer
con que haba estado casado, comete adulterio, cosa que slo Dios puede juzgar
(He.13:4) y no nosotros.

61
El joven rico (19:1626)

La pregunta del joven asume que la vida eterna podra alcanzarse por medio de la
realizacin de alguna cosa buena. Recalcando la bondad de Dios, Jess pone en tela
de duda la idea de la bondad de este hombre; esta se halla en relacin con Dios, pero
no por medio de buenas obras pensadas por nosotros. El obedecer los
mandamientos de Dios es reflejar su bondad, y este joven lo haba intentado. Pero l
mismo era consciente de que algo le faltaba, y estaba buscando algo adicional para
realizar. La respuesta de Jess en el v. 21 era realmente algo que deba hacer, pero
algo tan radical que socavara todo su estilo de vida y dejara todo a la disposicin de
Dios. Este joven rehsa a la instruccin del Seor alejndose triste.

Este era otro choque para la escala de valores de los discpulos. El hombre era rico,
era moral y ansiaba la vida eterna, el hombre ideal para ser discpulo en el grupo.
Verle despachado por Jess les asombraba. Si este joven no poda ser salvo, quin
podra serlo?

Los versculos 2326 empeoran la cosa. El cuadro lleno de humor de un camello


procurando pasar por el ojo de una aguja, significa, como los discpulos bien lo
entendieron, que no slo es difcil sino imposible que una persona rica sea salva. La
respuesta consiste en reconocer que lo imposible humanamente es posible para
Dios. La salvacin no se gana con riquezas o propiedades; el reino de Dios da vuelta
a todas las evaluaciones y posibilidades humanas.

Las recompensas para el que sigue a Jess (19:2730)

Este pasaje describe el tesoro en el cielo que Jess prometi en el v. 21 a aquellos


cuyo discipulado los involucra en prdidas econmicas. Estos compartirn su gloria y
autoridad reales, cuando l cumpla la visin de Dn. 7:13-14. Tambin sern
compensados cien veces ms en esta vida y heredarn la vida eterna. Pero aun as,
deben tener cuidado de asumir que su sacrificio les ha ganado un lugar de honor
especial; el reino de los cielos est lleno de sorpresas, como lo ilustra la siguiente
parbola.

CAPTULO 20

La parbola de los obreros de la via (20:116)

Siguiendo una discusin acerca de las recompensas, y enmarcado por dos


declaraciones de que muchos primeros sern ltimos, y muchos ltimos sern
primeros (19:30; 20:16), esta parbola subraya los valores paradjicos del reino de
los cielos. En una sociedad donde no haba asistencia social o sindicatos, donde el
no tener trabajo significaba padecer hambre, lo que hizo el dueo del campo, que
ocup trabajadores cuando el da ya era avanzado, y no le haran falta, fue un acto de
generosidad. Pero aun ms extraordinario fue la escala de paga, que no tena sentido
econmico, y lgicamente provoc murmullo entre aquellos que se sintieron tratados
injustamente. Por supuesto, no era injusto. A nadie se le pag de menos; slo
algunos fueron tratados con generosidad irrazonable. As es el reino de los cielos.
La gracia de Dios no est limitada por nuestras ideas de justicia; sus dones
sobrepasan mucho lo que podramos merecer.

62
Pero, como el hermano mayor de la parbola del hijo prdigo, se nos hace difcil
abandonar nuestra escala humana de valores, especialmente cuando nos
comparamos con otros, y aceptar la grandeza del corazn de Dios hacia aquellos que
nosotros consideramos no merecedores de la gracia. De esta manera la reeducacin
de los discpulos avanz a una etapa ms, para abrazar el principio divino de que los
primeros sern ltimos y los ltimos primeros.

Jess predice su muerte por tercera vez (20:1719)

La mencin repetida de Jerusaln subraya lo que quedaba por delante, y esta vez la
prediccin es ms detallada, incluyendo el ser condenado a muerte, entregado a los
gentiles, burlado, azotado y crucificado. Esta es la primera vez que la crucifixin ha
sido mencionada explcitamente, aunque en 16:24 est implcito.

V. 2028 A la luz del prrafo anterior, el pedido de la madre de los hijos de Zebedeo
Jacobo y Juan, es fuera de lo comn.

El propsito de este pedido fue el deseo de obtener precedencia entre los doce. Esto
fue lo que indign a los dems y provoc que Jess diera otra leccin a todos sobre
las ideas terrenales de grandeza. Jess mismo es el ejemplo supremo. Su estado de
Hijo del Hombre le daba el derecho de ser servido (Dan. 7:14), pero l vino para
servir. En estas palabras, con su eco claro de Isa. 53:1012, es uno de los resmenes
ms sencillos del NT del propsito redentor de la muerte de Jess.

Dos hombres ciegos (20:2934)

Jeric era la ltima poblacin antes de Jerusaln en el camino desde Galilea. Al


aproximarse a su meta con una multitud de seguidores entusiastas, Jess hall una
oportunidad para detenerse y servir a dos hombres necesitados de quienes la
multitud pens que no merecan su atencin. Nuevamente, ilustr los valores no
convencionales del reino de los cielos. En Marcos y Lucas esta es la historia de un
hombre a quien Marcos llama Bartimeo. Posiblemente, como en 8:28, Mateo
menciona a dos hombres con el fin de dar mayor peso al testimonio de que Jess es
verdaderamente el Hijo de David.

CAPTULO 21

La entrada triunfal en Jerusaln (21:1-22)

Esta es la primera y ltima visita de Jess a Jerusaln en el relato de Mateo. Desde


16:21 sta ha sido la meta; el Seor se aproxima a la ciudad capital de Israel cuyo
templo era el centro de la adoracin terrena del nico y verdadero Dios.

Entre las multitudes de peregrinos galileos que llegaban a pie a Jerusaln para la
fiesta de la Pascua, Jess eligi entrar ilustremente sobre un pollino de asna. Slo
Mateo menciona el pollino y tambin la asna. Mientras que el idioma del v. 5 no hace
alusin a dos animales.

El segundo ellos, por supuesto, no significa que Jess cabalg sobre ambos
animales, sino que se refiere a los mantos.

63
Dado que no tenemos otro caso de Jess cabalgando, ste debe haber sido un acto
deliberado, con el fin de ser notado. Las instrucciones en los versculos 13 sugieren
que todo haba sido preparado cuidadosamente. Fue, segn lo aclara Mateo, una
alusin dramatizada de la profeca Zac. 9:9-10, de la llegada del Rey mesinico. Fue
hasta en este momento que los discpulos y la multitud galilea reconocieron la
alusin, y convirtieron la llegada en una procesin triunfal. Sus gritos en el v. 9 no
escondan su creencia de que Jess era el Mesas largamente esperado, llegando
para establecer su reino en la capital de Israel.

La poblacin de Jerusaln, sin embargo, se asombr, y toda la ciudad se conmovi,


no con entusiasmo, sino con preocupacin: Quin es ste? Para ellos Jess era un
hombre desconocido, un extranjero proveniente de la remota provincia de Galilea.
Pero las multitudes respondieron aseverando el reclamo de su profeta, de Nazaret de
Galilea. Con esto vemos la polarizacin de las actitudes hacia Jess que durante la
semana siguiente contara con algunos apoyando a Jess, mientras que otros
gritaban pidiendo su crucifixin.

La purificacin del templo (21:1217)

La naturaleza provocativa de la llegada de Jess a la ciudad hizo paralelo con su


llegada a la zona del templo. Era un lugar abierto enorme de 13.5 hectreas, dentro
de las cuales estaba el templo propiamente y sus edificios contiguos. En los prticos
que rodeaban esta rea, pero no en el templo mismo, estaban los puestos de los que
cambiaban el dinero para las ofrendas del templo y donde se vendan los animales
para los sacrificios, incluyendo palomas. Estaban all con el permiso de las
autoridades sacerdotales y rendan un servicio til, y aun necesario, para los
peregrinos que llegaban de lejos. Sin embargo, todo este asunto se haba salido de
toda proporcin, y el culto y la oracin estaban siendo marginados por el
comercialismo. El ataque violento de Jess contra todos los involucrados, tanto
compradores como vendedores, expresaba la conviccin de Jess de que el templo
ya no cumpla el propsito para el cual haba sido edificado.

Ha habido mucha discusin de si hubo una o dos limpiezas, dado que Juan lo coloca
al inicio de su ministerio (Jn. 2:12-25), y los Sinpticos colocan el hecho al final del
ministerio de Jess (Mt. 21:1217; Mr. 11:1219; Lc 19:4548). Generalmente se
supone que Juan lo puso antes por motivos simblicos. Pero no es imposible que
haya habido otra limpieza despus de dos o tres aos. Las referencias especficas al
tiempo aqu favorecen eso. Pero Juan parece ms preocupado con los significados
profundos en los hechos del ministerio de Jess y ordena su material para echar luz
sobre ellos; en este caso, la misin de Jess era limpiar los abusos del
judasmo. Jn.2:17, muestra que slo despus los discpulos vieron la importancia del
pasaje del Sal. 69:9 en relacin con este acontecimiento.

Sin embargo, en esta accin de Jess, los observadores conocedores de las


Escrituras hubieran recordado posiblemente a Zac.14:21. El Mesas estaba
purificando el culto de la poblacin en preparacin del gran da del Seor. Esto, junto
a la sanidad de ciegos y cojos, no slo sirvi para provocar la aclamacin popular,
sino tambin el resentimiento oficial. Pero Jess no ofreci ninguna disculpa y
empeor la situacin justificando la gritera de la niez que lo aclamaba como el Hijo
de David citando el Sal. 8:2, que trata de la alabanza de Dios.

64
La higuera seca (21:1822)

Esta accin poderosa, aparentemente sin propsito, se comprende generalmente de


su contexto, y de la manera que Marcos la entreteje con el relato del incidente en el
templo, como teniendo un propsito simblico. La higuera que produce hojas y, por lo
tanto, promete fruto sin ofrecer nada para comer es el cuadro del culto sin contenido
del templo. La sequedad del rbol es la seal visible de la suerte que habra de correr
el templo que Jess predijo en 23:38; 24:2. Fue el vivo poder de la palabra de Jess
que impresion a los discpulos, y Jess us el incidente como un modelo del poder
disponible a la fe, como en 17:20.

CONTROVERSIAS CON LOS DIRIGENTES JUDOS (21:23-23:39)


La autoridad de Jess (21:2327)

Despus de las acciones de provocacin de Jess, una reaccin oficial era inevitable.
Esta lleg de los principales sacerdotes y los ancianos, los oficiales responsables
del templo, que constituan la mayor parte del Sanedrn. Jess estaba,
implcitamente, atribuyndose una autoridad que amenazaba la supremaca de ellos y
que l tendra que justificar si le fuera posible, como en el caso de la demanda de
seales. Sin embargo, nuevamente rehus involucrarse. Al contestarles con su
pregunta acerca de Juan el Bautista los acorral muy eficazmente. Pero esto no era
una evasiva ingeniosa, ya que infera una continuidad entre la misin de Juan y la de
Jess. Si Juan era verdaderamente el mensajero de Dios, lo que ellos no se atrevan
a negar, entonces Jess no era menos.

La parbola de los dos hijos (21:2832)

Este relato ilustra la diferencia entre lo que se dice y lo que se hace e indica que a
Dios le impresiona ms lo que hacemos que lo que prometemos. Jess lo aplic
directamente a ellos, a los principales sacerdotes y los ancianos, e hizo el contraste
de su respuesta hacia el mensajero de Dios, Juan, con la de aquellos que ellos ms
detestaban, los publicanos y las prostitutas. Ya que estas gentes sin esperanza
haban credo en Juan, stos seran los primeros en entrar al reino de Dios.

La parbola de los labradores malvados (21:3346)

Aqu el tema de la sustitucin est explcito. El relato habla de un dueo ausente y


unos arrendatarios que tienen la obligacin de pagar al dueo una proporcin fija del
producto como renta. Su negacin de hacerlo sera razn suficiente para
reemplazarlos; el asesinato de su hijo hace que las cosas sean mucho ms serias.
El punto del relato era obvio a los principales sacerdotes y los fariseos, y lo hubiera
sido para cualquiera que conociera el libro de Isaas, donde la parbola memorable
de la via (Is. 5:17) simbolizaba el fracaso de Israel en cumplir las expectativas de
Dios. Pero el enfoque aqu no era sobre Israel en su totalidad, sino en sus lderes,
cuya ejecucin del Hijo de Dios estaba cerca. Estos ahora slo podan esperar un fin
atroz, mientras que otros seran acomodados en sus lugares.

Sin embargo, no sera un asunto sencillo de reemplazar a los judos por los gentiles;
ms bien se estaba creando una nueva comunidad del pueblo de Dios, en el cual
tanto judos como gentiles hallaran su lugar.
65
OTRAS CONTROVERSIAS EN EL MINISTERIO DE JESS (Cap. 22-
23)

CAPTULO 22
En este captulo contina la controversia del anterior. Jess revela la culpa de Israel
al rechazar la invitacin de entrar en el reino. Como resultado, la nacin perdi el
derecho a sus privilegios y ser testigo de la destruccin de Jerusaln.
La destruccin de Jerusaln marc histricamente el fin de Israel. El propsito
redentor de Dios sera llevado a cabo entre los gentiles hasta que se complete la era
de stos (Lc 21:24; Ro 11:1127).

La fiesta de bodas (22:114)

El tema del reemplazo de los judos est aun ms marcado en esta parbola. Los
que haban sido invitados, pero que rehusaron repetidas llamadas y aun asesinaron
a los mensajeros, corresponden a los primeros arrendatarios en la parbola anterior.
El rechazo de Israel, por parte de sus dirigentes, ante el llamado de Dios por medio
de Jess conducira a la destruccin de su ciudad, Jerusaln, a la que Jess haba
llegado para ser rechazado y muerto (16:21).

En aquellos lugares se esperaban dos invitaciones cuando se organizaba un


banquete o fiesta. Era la costumbre enviar invitaciones por adelantado y luego un
mensajero para avisar que la comida estaba lista. La primera solicitaba la asistencia
del invitado, la segunda indicaba que todo estaba listo. Aqu el Rey, Dios, invita tres
veces, y las tres veces le rechazan la invitacin.
Era costumbre que los invitados a una boda reciban una vestimenta especial. Ni se
pensaba que alguien podra rechazar esta vestimenta. Sera un insulto al anfitrin, el
que dara por sentado que el invitado no quera participar en la celebracin de las
bodas.
Jess est hablando aqu de la vestimenta de justicia que se requiere para entrar en
el banquete de Dios en el Reino. La referencia a las ropas apropiadas para una boda
son una alusin a las ropas blancas, que representan las buenas obras realizadas por
el creyente. Este ropaje es una figura de la aceptacin total que se da ante los ojos
de Dios a cada creyente en Cristo. Cristo ha provisto esta vestimenta para cada
creyente, pero cada persona debe decidir usarla a fin de poder entrar al banquete del
rey, es decir, la vida eterna. Hay una invitacin pendiente, pero debemos estar
preparados.

La tributacin romana (22:1522)

Las tres siguientes confrontaciones fueron iniciadas por los oponentes de Jess, con
el fin de enredarle en alguna palabra que pudiera ser usada en su contra. La
primera trata el asunto del impuesto romano, que era algo no bien aceptado por
cualquier judo patritico ya que era un smbolo de su subyugacin poltica.
Debido a la popularidad de Jess, las autoridades religiosas tenan que tenderle una
trampa y desacreditarlo entre la gente a fin de justificar su muerte.

66
Los fariseos, un grupo religioso, se oponan a la ocupacin romana en Palestina.
Los herodianos eran un partido poltico judo que favoreca la continuacin de la
dinasta de Herodes y apoyaba a Herodes Antipas y tambin la poltica instituida por
Roma.
Normalmente, estos dos grupos, los fariseos y los herodianos eran enemigos,
pero se unieron contra Jess. Juntos, varios representantes de estos dos grupos
preguntaron a Jess en cuanto al pago de impuestos a Roma, pensando que podran
ponerlo en problemas.
Se requera que los judos pagaran impuestos para sostener al gobierno. Los judos
aborrecan esto porque el dinero iba directamente al tesoro del Csar, donde parte
sufragaba los gastos de los templos paganos y el estilo de vida decadente de los
romanos aristcratas. La imagen del Csar en las monedas era un recordatorio
permanente de la sujecin de Israel a Roma.
Si Jess manifestaba estar de acuerdo con que se pagara impuestos al Csar, los
fariseos diran que se opona a Dios, el nico Rey que reconocan y perdera el favor
del pueblo, que odiaba la dominacin de Roma. Si Jess deca que no deban pagar
impuestos, los herodianos lo entregaran a Herodes por rebelin y lo acusaran de
traidor ante las autoridades romanas. A los fariseos no los impulsaba el amor a las
leyes de Dios, y los herodianos no estaban motivados por el amor a la justicia
romana. La respuesta de Jess puso al descubierto sus motivos malvados y los
avergonz.

Por lo tanto, era una pregunta capciosa: el apoyar el impuesto sera no patritico,
mientras que el oponerse al impuesto sera peligroso polticamente, en especial para
un lder popular galileo, como lo consideraban las multitudes.
Sin embargo, al pedirles que le mostraran un denario, el cual era el salario de un da
de trabajo, los expuso como hipcritas, ya que ningn judo patritico debiera estar
llevando dicha moneda, porque llevaba la imagen idoltrica del emperador. Si
estaban usando el dinero del Csar, que le paguen su impuesto. La mera posesin de
una moneda romana evidenciaba su sometimiento al dominio de Roma.

De esta manera Jess se distanci decisivamente de la posicin de los zelotes,


infiriendo que la lealtad a un gobierno pagano no era incompatible con su lealtad
hacia Dios.

La pregunta sobre la resurreccin (22:2333)

En contraste con los fariseos, quienes haban iniciado la ltima trampa, los
saduceos no crean en la vida despus de la muerte, ya que no era expresada en los
primeros cinco libros de Moiss, el Pentateuco, las nicas Escrituras que ellos
aceptaban como sagrados y con autoridad. Ellos rechazaban la resurreccin porque
no encontraban nada en ellos que apoyara esta doctrina. Los saduceos pensaron que
sta era un rea donde las enseanzas de Jess podran verse ridiculizadas.
Los saduceos preguntaron cmo sera el matrimonio en la eternidad, su pregunta
estaba basada en una ley en Deut. 25:5-6. Esta ley deca que cuando el esposo
mora sin dejar un hijo, el hermano soltero del hombre tena la responsabilidad de
casarse con la viuda y cuidarla. As protegan a esas mujeres, que por lo general no
tenan otros medios para vivir.

67
La respuesta de Jess fue doble. Sobre el asunto especfico levantado, l seal que
la vida de resurreccin no es una simple continuacin de la vida terrenal. Es errneo
pensar en el cielo utilizando los conceptos terrenales.
La vida en el cielo no ser una extensin de la presente existencia humana. Sus
palabras son, a veces, entendidas como que ofrecen una vida celestial menos feliz
que la vida conyugal terrena. Al contrario, es una vida mejor. El poder de Dios
proveer nuevas y mejores relaciones que las de orden material existentes en este
mundo.
Jess les respondi que era ms importante comprender el poder de Dios que
conocer cmo ser el cielo. En cada generacin y cultura, los puntos de vista acerca
del cielo o la vida eterna tienden a basarse en imgenes y experiencias de la vida
presente.
Jess manifest que estos puntos de vista errados tienen como origen el
desconocimiento de la Palabra de Dios. No debemos considerar la eternidad
enmarcada en nuestras ideas ni entender a Dios en trminos humanos. Debiramos
concentrarnos ms en nuestra relacin con Dios que en saber cmo es el cielo.

La exclusividad del matrimonio es apropiada para la vida mortal, dentro de la cual hay
una necesidad de procrear nios. Pero los que son levantados a la vida inmortal,
como los ngeles, pueden seguir disfrutando las relaciones de cario sin las
restricciones y los celos que la unin matrimonial terrena correctamente involucra.
Sobre la cuestin ms fundamental de la resurreccin misma, Jess hall una base
para esta creencia en las Escrituras de los mismos saduceos, en los libros de Moiss.
Jess llam la atencin sobre el hecho de que cuando Dios pronunci las palabras de
Ex 3:6, Abraham, Isaac y Jacob estaban fsicamente muertos haca muchos aos. Por
lo que evidentemente haba vida despus de la muerte. Para que Dios se describa a
s mismo en relacin con los patriarcas que haban muerto mucho antes implica que
existe la continuidad de relaciones; el pacto de Dios con su pueblo no se frustra con
la muerte. Desde la perspectiva de Dios, ellos vivan. Jess us un tiempo verbal
presente para referirse a la resurreccin y la vida eterna que todos los creyentes
disfrutan en l.

El mandamiento ms grande (22:3440)

Como los fariseos y herodianos no pudieron atrapar a Jess, los saduceos con
disimulo lo intentaron. Los fariseos no haban podido hacer uso de un argumento
convincente tomado del Pentateuco para defender la resurreccin, y los saduceos
pensaron que tenan atrapado a Jess.
Los fariseos, que haban logrado clasificar unas seiscientas leyes, con frecuencia
trataban de distinguir entre lo ms importante y lo menos importante. De modo que
uno de ellos experto en leyes le pidi a Jess que identificara la ley ms importante.
Jess cit Deut. 6:5 y Lev. 19:18.
Esta segunda pregunta de los fariseos era importante, aun as era una prueba,
dado que una respuesta menos cuidadosa podra haber permitido que a Jess se le
hubiera acusado de procurar abolir la ley o partes de ella.

68
Tanto Deut. 6:5 como Lev. 19:18 eran citados frecuentemente en discusiones ticas
rabnicas, pero la idea de juntarlos a manera de resumen de toda la Ley y los
Profetas, fue una idea creativa brillante. Enfocando las dos mitades de los diez
mandamientos: el deber hacia Dios y el deber hacia el prjimo, ofrece el fundamento
para toda nuestra vida; y luego resumiendo ese deber con la palabra amor,
sobrepasa el requerimiento definido de la ley.
Al cumplir estos dos mandamientos, una persona cumpla las restantes, ya que
resumen los Diez Mandamientos y las otras leyes morales del Antiguo Testamento.
Jess dice que si amamos a Dios y a nuestro prjimo por naturaleza guardamos los
mandamientos. Esto es mirar la ley de Dios de manera positiva. En vez de estar
preocupndonos de lo que no podemos hacer, debiramos concentrarnos en aquello
que s podemos hacer para mostrar que amamos a Dios y a los dems.

De quin es hijo el Cristo? (22:4146)

Los fariseos, herodianos y saduceos le haban presentado sus preguntas. Ahora


Jess invierte los papeles y les formula una pregunta bien interesante: Quin
pensaban que era el Mesas?
Los fariseos saban que el Mesas sera un descendiente de David pero no que
tambin sera Dios mismo. Jess us el Salmo 110.1 para mostrarles que el Mesas
era muy superior a David y Heb. 1:13 emplea el mismo texto para probar la identidad
de Jess.

La pregunta de Jess parece de teologa acadmica: Ser el ttulo Hijo de David


apropiado para el Mesas? Pero l mismo ha sido saludado repetidamente con este
ttulo, y la ocasin ms reciente y en pblico en la entrada triunfal, donde l mismo lo
permiti.

Hijo de David era un ttulo tradicionalmente mesinico, y uno que no solamente


ocurre con frecuencia en la narracin de Mateo, sino que fue la base de la
presentacin de Jess como el Mesas en el cap. 1. Otra vez, Jess estaba
advirtiendo a las personas de no juzgar su misin en trminos tradicionales. Lejos de
ser entronizado en Jerusaln como un rey parecido a David, pronto sera rechazado
por su pueblo.

CAPTULO 23

Una advertencia en contra de los escribas y fariseos (23:112)

Ahora Jess toma la ofensiva; Mateo solamente incluye este ataque concentrado
contra las autoridades religiosas judas en este momento.

El blanco eran los escribas, quienes eran una clase de intrpretes de las Escrituras y
de la tradicin rabnica, y los fariseos, una secta religiosa a la cual perteneca la
mayora de los escribas, y que se dedicaba a la observancia de la legislacin
rabnica. En trminos generales eran personas sinceras, morales, y el ataque de
Jess da la impresin de ser duro e injusto. Pero su inters no era tanto la actuacin
de stos como individuos, sino ms bien con el sistema de observancias religiosas
que sostenan.

69
Al insistir ellos en un enorme y creciente cuerpo de reglas y normas, estaban en
peligro de ignorar actitudes para darle mayor importancia a la Ley que a la voluntad
de Dios. Fue esto, lo que los haca, segn una palabra favorita de Mateo, hipcritas.

La ctedra de Moiss representa la autoridad de la enseanza de los que tenan la


responsabilidad de interpretar las leyes de Moiss.
Las tradiciones de los fariseos y sus interpretaciones y aplicaciones de la ley llegaron
a ser tan importantes como la ley misma. Sus leyes no eran tan malas. Algunas eran
buenas.
El problema surgi cuando los lderes religiosos hicieron lo siguiente:
1. Tomaron las normas hechas por el hombre con tanta seriedad como las leyes de
Dios.
2. Decir a la gente que deban obedecerlas, sin incluirse ellos mismos.
3. Obedecer las reglas no para honrar a Dios sino para sobresalir.
Jess no conden lo que enseaban, sino lo que eran: hipcritas. Sin embargo, el Seor les

dijo: Haced todo lo que os digan, si deseis, pero no hagis segn sus obras.

Las filacterias, llamadas en hebreo Tefiln eran dos cajas pequeas de cuero
divididas en cuatro compartimientos cada una que contenan cuatro porciones de los
rollos o versculos de la Escritura, los cuales eran: Ex. 13:1-10; 13:11-16; Deut. 6:4-9
y 11:13-21, escrita a mano sobre el pergamino, atadas con tiritas de cuero en la frente
y en la mano derecha. Ponerse el tefiln todos los das era un mandamiento de Dios
para todos los creyentes judos cuando oraban. Como una imitacin, el anticristo
pondr su marca en la mano derecha o en la frente en la tribulacin a los no
creyentes (Ap.13:16), es decir en los mismos lugares que los judos se colocan las
filacterias.
Los fariseos las portaban porque Deut. 6:8 y x. 13:9, 16 dicen que la gente debe
llevar la Palabra de Dios cerca a su corazn y ellos lo interpretaron en forma literal.
Sin embargo, el Seor Jess puso otra vez al descubierto la hipocresa de ellos.
Conocan las Escrituras pero no vivan de acuerdo a las mismas. No se preocupaban
por ser santos, sino por verse santos a fin de recibir la admiracin de la gente y su
alabanza.
Lo que el V.5 est diciendo es que los escribas y fariseos tenan la costumbre de
ensanchar las tiras por medio de las cuales las filacterias eran atadas. Al confeccionar
las tiras ms anchas las hacan destacarse, de modo que todos las podan ver.
Tambin agrandaban los flecos de los mantos para que se hicieran ms visibles.

La Nueva versin Internacional ha traducido correctamente las palabras flecos y


mantos como flecos de su talt

Jess desafi las normas de la sociedad. Para l, la verdadera grandeza surge del
servicio, es lo que se obtiene cuando uno se entrega para servir a Dios y a los dems.

70
Los escribas y fariseos son acusados por el Seor (23:1336)

Los versculos anteriores iban dirigidos a las multitudes y a los discpulos. Ahora,
Jess sigue hablando a los escribas y fariseos directamente con expresiones de
ayes, que van en aumento hacia un repudio en contra de su liderazgo. As se
establece el escenario para la prediccin del desastre de Jerusaln, con lo que
finaliza el captulo.

Los profetas, sabios y escribas fueron los portavoces de Dios en los tiempos del
AT. Jess describi a sus propios discpulos en trminos similares; ellos no podan
esperar una suerte mejor que la de su maestro.
Ser un lder religioso en Jerusaln era muy diferente a ser un pastor en una sociedad
secular como la de hoy. La historia de la nacin, su cultura y la vida cotidiana estaban
centradas alrededor de la relacin con Dios.
Los lderes religiosos eran los ms conocidos, poderosos y respetados de todos los
lderes. Jess lanz su punzante acusacin porque el hambre de poder, dinero y
posicin de aquellos lderes los haba llevado a perder de vista a Dios, y su ceguedad
se esparca por toda la nacin. Jess conden a los fariseos y a los lderes religiosos
por aparentar santidad en lo exterior y mantener en su interior corrupcin y codicia.

El Seor dio un breve resumen de los mrtires del Antiguo Testamento. Abel fue el
primer mrtir (Gn 4:10); Zacaras fue el ltimo (2 Cr. 24:22); ya que la Biblia
hebrea termina con 2 Crnicas. En ambos relatos se demanda explcitamente que
esas muertes sean vengadas. Zacaras fue el clsico ejemplo de un hombre de Dios
que mora a manos de los que decan ser el pueblo de Dios (vase 2 Crnicas 24.20).
Estos profetas, sabios y escritores que seran enviados quizs fueron los lderes en la
iglesia primitiva que fueron heridos, azotados y algunas veces crucificados, como
Jess lo predijo.
Los contemporneos de Jess dijeron que no actuaran como sus padres, dando
muerte a los profetas que Dios les haba enviado (23.30), pero estuvieron dispuestos
a dar muerte al Mesas y a sus seguidores fieles. Por esta razn todo el juicio a travs
de los siglos recaera sobre sus cabezas.

El lamento de Jess sobre Jerusaln (23:3739)

Jess quiso juntar a su pueblo as como la gallina protege sus polluelos bajo sus alas,
pero no se lo permitieron.

23:37 Jerusaln era la capital del pueblo escogido de Dios; la ciudad ancestral de
David, el ms grande rey de Israel; y el lugar donde estaba el templo, la morada
terrenal de Dios. Deba ser el centro de adoracin al verdadero Dios y un modelo de
justicia para toda la gente, pero Jerusaln lleg a ser una ciudad ciega a Dios e
insensible a las necesidades humanas. Aqu podemos ver la profundidad de los
sentimientos de Jess por los perdidos y por su ciudad amada, que muy pronto sera
destruida. La frase de aqu en adelante se debe interpretar como que incluye los
das inmediatamente venideros. El sentido es que despus de la semana de la
pasin Jess no se volver a revelar pblicamente los judos hasta el da de su
segunda venida.

71
EL QUINTO DISCURSO DEL SEOR (Cap. 24 y 25)

Este es el sermn proftico dado en el Monte de los Olivos por el Seor Jesucristo,
dos das antes de Su muerte; en el cual se ve la autoridad, la soberana y el
conocimiento del futuro que l tena, en cuanto a la tribulacin, incluyendo el da de
Su segunda venida.

Uno de los objetivos del Seor a realizarse en la tribulacin, es la preparacin de la


nacin de Israel para el reino que ha de instituirse a Su regreso en cumplimiento de
los pactos con Israel. Es decir, traer conversin a la multitud de judos, que entrarn
en las bendiciones del reino y experimentarn el cumplimiento de todos los pactos de
Israel.

Las buenas nuevas de que el Rey ya viene sern predicadas (Mt.24:14) de manera
que Israel se vuelva a su libertador. As como Juan el Bautista predic tal mensaje
para preparar a Israel para la primera venida del Mesas, Elas predicar para
preparar a Israel para Su segunda venida.

El nimo del Seor estaba admirablemente preparado para pronunciar este sermn
apocalptico, debido a que dentro de breve tiempo iba a ser crucificado.

En este mensaje el Seor se refiri a la degeneracin y corrupcin que predominaba


en el pueblo, la cual era sumamente mala. l denunci severamente a los lderes
religiosos, y declar que iban a recibir un fuerte castigo, a travs de dos
circunstancias: La destruccin de la ciudad de Jerusaln y mediante Su segunda
venida.

En los captulo 24 y 25 se narran los juicios contra Israel y contra los gentiles, dando
una cronologa de la forma siguiente:

1. La destruccin del templo y de la ciudad de Jerusaln (Mt.24:1-2)

2. El comienzo del quinto discurso (Mt.24:3)

3. El perodo de la tribulacin (Mt.24:4-26)

4. La Segunda Venida de Cristo (Mt.24:27-30)

5. La reunin de Israel (Mt.24:31)

6. Indicaciones complementarias para esperar la venida de Cristo (Mt.24:32-


51)

7. El juicio contra Israel (Mt.25:1-30)

8. El juicio contra los gentiles (Mt.25:31-46)

En esta cronologa de eventos desarrollada cuidadosamente, el juicio contra Israel


seguir a la Segunda Venida de Cristo a la tierra y la consecuente reunin de Israel
como nacin.

72
Todo el pasaje de Mateo 24 y 25 demuestra que el Seor est dando el curso del fin
de la era, antes del establecimiento del reino en su relacin con Israel y con el
programa de Israel. Este programa se desarrolla en estricto orden cronolgico.

CAPTULO 24
Jess predice la destruccin del templo (v.1-2)
En cuanto a esto, el Seor dijo: Veis todo esto? De cierto os digo que no quedar
piedra sobre piedra que no sea derribada, para luego continuar con la tremenda
declaracin en los versculos 37-39 diciendo: Mas como en los das de No, ser la
venida del Hijo del Hombre

En cuanto a la destruccin de Jerusaln en Mt.24:15-22 con los pasajes paralelos de


Mr.13:14-20 y Lc.21:20-24, se refieren a la destruccin de la ciudad, y es interesante
observar que los cristianos que vivan en palestina en el ao 70 d.C. pudieron ser
testigos cuando la ciudad y el templo fueron destruidos por los romanos bajo la
direccin de Tito Flavio Vespasiano.

Las seales antes del fin (24:3 25:46)


Con el versculo 3 comienza el quinto discurso proftico el cual fue dado como
respuesta a la siguiente pregunta de los discpulos:
Cundo sern estas cosas, y qu seal habr de tu venida, y del fin del siglo?
La respuesta de la primera parte de la pregunta no la registra Mateo, sino que se
encuentra en Lc.21:20-24. El sermn se resume de la siguiente manera:
1. Seales generales de la historia del mundo hasta los ltimos das (24:4-14)

2. Seales especiales que indican los das finales del mundo en la gran tribulacin
(24:15-28)

3. Seales espectaculares que ocurren en su segunda venida triunfante con poder y


gran gloria (24:29-31)

4. Advertencia a los santos de la tribulacin para que estn alerta a las seales que
indicarn la esperada venida de Cristo inmediatamente despus de la tribulacin
(24:32-35).

5. Advertencia a los creyentes a que estn preparados para el momento inesperado


de su venida (24:36-51)

6. Descripcin del juicio de Israel y el juicio de las naciones inmediatamente despus


de Su segunda venida aqu en la tierra (25:1-46).

El Seor Jess no dio un plan detallado de todos los acontecimientos que


acompaaran Su segunda venida, acerca de los cuales se habla en las Epstolas y
en Apocalipsis, sino que trat de dar, a grandes rasgos, una idea de las seales que
precederan tanto la destruccin de Jerusaln como a Su segunda venida.

73
El Seor dio tres rdenes claras y terminantes:

1. Mirad que nadie os engae

Porque:

a) Habr quienes digan que son el Cristo (v.5)


b) Habr falsos profetas (V. 11 y 24)
c) Cristo no vendr secretamente (v.23, 26-28)
d) Nadie puede fijar la fecha (v.36)

2. Mirad que no os turbis

Porque:

a) Habr muchas guerras (v. 6-7)


b) Habr seales fsicas (v.7)
c) Habr gran afliccin (v.9-10,21)
d) El amor de muchos se enfriar (v.22)
e) Habr grandes seales en los cielos (v.29-31)
f) Ser un tiempo de retribucin para los que han rechazado a Cristo
(v.51)

3. Vosotros estad preparados

Porque:

a) Nadie sabe la hora de su venida (v.36)


b) Ser un tiempo de regocijo para los escogidos (v.31)
c) Ser un tiempo de retribucin para los que han rechazado a Cristo
(v.51)

La exhortacin a velar, est acompaada por una serie de parbolas que confirman
esta necesidad imperiosa, tales son:

La parbola de la higuera (v.32-34)

La parbola del siervo (Mr.13:33-37)

La parbola del padre de familia (Mt. 24:43-44)

La parbola del siervo fiel (Mt.24:45-51)

La parbola de las diez vrgenes (Mt.25:1.13)

La parbola de los talentos (Mt. 25:14-30)

Todas y cada una de estas parbolas tiene como fin enfatizar la necesidad absoluta
de estar apercibidos para la venida de Cristo.

74
En los versculos 4 al 14 el Seor da las seales que caracterizarn todo el curso
histrico de los ltimos das y que se intensificarn a medida que se acerca el fin, las
cuales son:
1. Aumentarn los falsos profetas y engaarn a muchos (v.4-5,11)

2. El aumento de guerras, hambre, terremotos, lo cual ser principio de dolores (v.6-


8)

3. Al acercarse el fin, la persecucin del pueblo de Dios ser ms severa y muchos


abandonarn su lealtad a Cristo (v. 9-10)

4. Aumentar la violencia y el crimen y disminuir el amor (v.12)

5. Se predicar el evangelio del reino en todo el mundo (v.14)

V.15-28 Toda este pasaje describe las seales extraordinarias que ocurrirn durante
la gran tribulacin, es decir, en la segunda mitad de la ltima semana de Daniel.
La seal ms importante es la abominacin desoladora (Dn.9:27); un
acontecimiento visible que les avisa a los fieles que estn vivos durante la tribulacin,
que la venida de Cristo a la tierra al final de los tiempos ocurrir muy pronto.
Los santos de la tribulacin podrn saber con bastante certidumbre cundo terminar
la tribulacin y vendr el Seor a reinar en la tierra (24:33); ya que el tiempo que
transcurre entre la abominacin desoladora y el fin, se revela en la Escritura como
tres aos y medio: tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo; o mil doscientos sesenta
das; o cuarenta y dos meses (Dn.12:7;Ap.11:2;12:6;13:5-7).
La venida del Hijo del Hombre (24:29-51)

El quinto sermn, contina con la segunda venida de Cristo. Puede ser que algunas
partes se hayan referido a la destruccin de Jerusaln, y si aceptamos que fue as, de
todas formas solo se cumplieron parcialmente, de manera que el resto se cumplir
plenamente en la segunda venida de Cristo.

Inmediatamente despus de la tribulacin ocurrirn seales csmicas que precedern


a la venida de Cristo y darn una clara advertencia de su inmediato regreso (v.30). El
retorno de Cristo a la tierra con poder y gran gloria no tomar por sorpresa a ningn
creyente de la tribulacin que presta atencin a la Palabra de Dios y observa las
seales relacionadas con el sol, la luna y las estrellas y el sacudimiento de los
poderes del cielo (Is.13:6-13).

V. 37 La venida del Hijo del Hombre tiene una doble referencia: la primera es la etapa
de su regreso en un momento desconocido e inesperado, el cual es el arrebatamiento
de la iglesia. La segunda etapa de su venida despus de la tribulacin, se refiere
cuando l destruir a los malos y reunir a todos los justos en su reino (Ap.19:11-
20:4).
La segunda venida de Cristo ser una manifestacin completa y visible del Hijo de
Dios a la tierra, por lo que no debe confundirse con la venida por su iglesia en las
nubes, la cual ser inesperadamente, cuando menos lo esperemos, como ladrn en
la noche.

75
El juicio contra Israel y contra las naciones gentiles (Captulo
25)

En la tribulacin la efectividad del mensaje y predicacin de Elas, se ver en que


multitudes de judos se convertirn durante ese perodo de tribulacin y estarn
esperando al Mesas (25:1-13).

Tambin Dios desea poblar el Milenio con una multitud de gentiles salvados que
sern redimidos mediante la predicacin del remanente creyente. Estas son las
ovejas que entran al Milenio (25:31-46).

Dios tiene dos grandes propsitos para con la humanidad en la tribulacin:

1. Atraer a s mismo, por medio de la predicacin durante ese perodo, a una multitud
de la nacin de Israel y las naciones gentiles, para poblar el reino de mil aos
sobre la tierra.
2. Derramar juicio sobre los hombres incrdulos que viven durante la tribulacin.

El juicio de Dios contra la nacin de Israel (25:1-30)

La parbola de las 10 vrgenes (25:1-13)

En la parbola de las diez vrgenes el Seor est indicando que, despus de la


reunin de Israel (24:31), el siguiente evento ser el juicio del Israel viviente en la
tierra para determinar quines entrarn en el reino milenial.

Las diez vrgenes no se refiere a creyentes de la Iglesia Por qu?

Hay varias razones para rechazar o refutar el punto de que las diez vrgenes
representan a la iglesia durante la era presente:

1. El tiempo indicado por la palabra entonces (25:1) no sera una referencia a la era
de la iglesia, sino que continuara la cronologa de los eventos relacionados con
Israel, ya que el Seor contina respondiendo la pregunta que le hicieron los
discpulos.

2. Por cuanto el Seor regresa a la tierra para la fiesta y la cena de las bodas, como
un Esposo, tiene que venir acompaado de la Esposa.

3. Por cuanto habr una relacin del Espritu Santo con los santos de la tribulacin,
especialmente con aquellos que son testigos del l, la referencia al aceite como el
Espritu Santo sera adecuada.

4. En la parbola no slo las prudentes sino tambin las insensatas, que estaban
destinadas para la ira, fueron a recibir al Esposo. Esto no podra representar el
arrebatamiento, ya que ningn perdido sale a recibirlo en ese momento.

5. El trmino lloro y crujir de dientes (25:30) se usa en todos los dems casos de
los Evangelios en relacin con Israel (8:12; 13:42,50; 22:13; Luc. 13:28) y en este
caso tambin se refiere a Israel.

76
6. En Ap.19:7-16 la cena de las bodas sigue a las bodas mismas. Es decir, que las
bodas son en el cielo y la cena de las bodas o la fiesta es en la tierra en el Milenio.

Esta parbola describe la venida del Esposo y de la Esposa a la tierra para la fiesta
de las bodas en la cual sern admitidas las cinco vrgenes prudentes y excluidas las
cinco insensatas.

Las diez vrgenes representan a la nacin de Israel despus que la iglesia ha sido
arrebatada:

Las cinco prudentes son el remanente de Israel creyente


Las cinco vrgenes insensatas son el remanente de Israel incrdulo

El Seor est enseando que, seguidamente despus de la Segunda Venida y de la


reunin de Israel, habr un juicio en la tierra del Israel viviente para determinar
quines entrarn en el reino.

Los que tengan luz sern admitidos y los que no la tengan sern excluidos. Los que
tengan vida (creyentes) sern recibidos y los que no tengan vida (incrdulos) sern
rechazados.

La parbola de los talentos (25:14-30)

Esta parbola ilustra an ms esta verdad de que Israel ser juzgado en la segunda
venida del Seor para determinar quines entrarn al milenio y quines sern
excluidos.

Cuando el Seor Jess venga otra vez con poder, l reconocer el remanente fiel de
Israel (Ez.20) para determinar quines recibirn la bendicin del reino. La declaracin
entra en el gozo de su seor es la entrada a la tierra para recibir la bendicin del
reino (Ez.20:40-42), mientras que el destino del siervo malo y negligente que fue
echado a las tinieblas de afuera es que a la tierra de Israel no entrar (Ez. 20:37-38).

Sabemos que los captulos 24 y 25 dan la siguiente cronologa:

1. El perodo de la tribulacin (24:4-26)

2. La segunda venida de Cristo (24:27-30)

3. La reunin de Israel (24:31)

4. El juicio contra Israel (25:1.30)

5. El juicio contra los gentiles (25:31-46)

6. Indican el reino que ha de venir.

El juicio contra Israel ser en la tierra despus de la Segunda Venida (Ez.20:34-38,


para separar a los salvos de los no salvos. Los no salvos sern cortados y los salvos
sern introducidos el Milenio que l instituir para cumplir los pactos.

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El resultado del juicio es:

Los salvos al reino eterno (25:10)

Los no salvos al fuego eterno (25:30)

El juicio de las naciones gentiles (25:31- 46)

Este juicio sucede inmediatamente despus del juicio contra Israel (Joel 3:1-2). Segn
el profeta Joel, este juicio tendr lugar en el mismo tiempo en que el Seor restaure la
nacin de Israel a su tierra, la cual ser en su 2 venida. Los que sern sometidos a
este juicio sern los gentiles vivos de todas las naciones.

De acuerdo con la concordancia Strong, la palabra naciones (ethnos) se traduce de


la siguiente manera:
2 veces pueblo
5 veces pagano
74 veces nacin
93 veces gentiles

Entonces debe entenderse que el juicio ser contra los gentiles vivos en la segunda
venida de Cristo.

La base sobre la cual se har este juicio ser el trato que den las naciones gentiles al
grupo llamado mis hermanos que son evidentemente los mismos testigos creyentes
del perodo de la tribulacin.

Este juicio es para determinar la condicin espiritual de aquellos que sern juzgados.
Para determinar si el que es juzgado es salvo o no.

Una vista rpida al pasaje parece indicar que este ser un juicio que se basar en las
obras (25:35-36; 42:43) y que el resultado depender de las obras de los que sean
juzgados.

Pero la observacin ms detenida no apoya esta conclusin, Por qu?

1. Porque es un principio aceptado en la Escritura que un hombre nunca se salva por


las obras.

2. Adems los que alimentaron, dieron de beber, vistieron y visitaron a los


hermanos fueron llamados justos (25:37).

Debido a que durante ese tiempo de la tribulacin ser predicado este evangelio del
reino en todo el mundo para testimonio de las naciones (24:14), los gentiles de este
juicio, sern recibidos o rechazados con base a su aceptacin o rechazamiento del
evangelio que predicarn los hermanos.

78
Este evangelio requiere una fe personal y el nuevo nacimiento. Esa fe y nuevo
nacimiento sern evidenciados por las obras que ellos hayan hecho.

El caso de Rahab se puede tomar como ejemplo. Ella crey y fue justificada por lo
que haba hecho con los israelitas: por la fe, Rahab la ramera no pereci
(Heb.11:31; Stg. 2:25-26) As estas naciones creern a los mensajeros y los tratarn
con bondad. De esa manera se concluye que estos gentiles sern juzgados con base
a sus obras como producto de su fe, para determinar si son salvos o si se pierden;
por haber recibido o rechazado la predicacin del Evangelio del remanente fiel
durante el perodo de la tribulacin.

El resultado del juicio es:

A Los salvos se les dir: venid benditos de mi padre al reino preparado para
vosotros (25:34)
A los no salvos les dir: apartaos de m, malditos, al fuero eterno preparado para
el diablo y sus ngeles (25:41).

El grupo de gentiles que ser introducido al reino cumple las siguientes profecas: Dn.
7:14; Is.55:5; Miq. 4:2, que declaran que un gran grupo de gentiles ser juzgado bajo
el reinado de Jesucristo.

CAPTULO 26 28

La pasin, arresto y juicio de Jess (26:1 27:31)

Preparacin para la pasin (26:1-46)

V.15 Aqu se establece la escena para prender a Jess con engao y matarle;
faltando dos das para la fiesta de la pascua, la cual conmemoraba el rescate de la
esclavitud en Egipto, que Dios obr por su pueblo, y en particular el sacrificio del
cordero pascual para protegerlos de la muerte (Ex. 12:130). Hay un simbolismo
obvio en el hecho de que Jess sera crucificado en esta fiesta.
Este fue un complot deliberado para dar muerte a Jess. Sin esta conspiracin, no
hubiera habido sentimiento popular en contra de l. Es ms, la popularidad de Jess
era tanta que los lderes religiosos teman arrestarlo durante la Pascua. No queran
que sus acciones incitaran un alboroto.

La presencia de Jess en Jerusaln, por primera vez en el relato de Mateo, dio a los
principales sacerdotes y ancianos la oportunidad de matarle, tal como los fariseos lo
haban propuesto previamente en Galilea (12:14). Sin embargo, Jess tena bastantes
partidarios, y un alboroto en el pueblo sera un problema si Jess fuera arrestado
pblicamente. Pero surgi una solucin inesperada a este dilema, por medio de Judas
Iscariote, al entregarlo l mismo (1416).
Caifs fue el sumo sacerdote que gobern durante el ministerio de Jess. Era yerno
de Ans, el sumo sacerdote anterior. El gobierno romano haba asumido el proceso de
nombrar todos los lderes polticos y religiosos. Caifs sirvi por dieciocho aos,
mucho ms que otro sumo sacerdote, lo que sugiere que colaboraba bien con los

79
romanos. Fue el primero en recomendar la muerte de Jess a fin de salvar la nacin
(Jn. 11:49-50).

El ungimiento en Betania (26:613)

El ungimiento sugiere el papel de Jess como el Mesas, palabra que significa el


ungido, pero, a la vez, presagia su muerte. El acto extravagante de la mujer
simboliza el sufrimiento mesinico de Jess que se avecinaba. Fue un acto de amor y
devocin y una buena obra. Pero los discpulos slo podan ver el desperdicio. Los
discpulos estaban indignados pero el Evangelio de Juan hace una alusin especial a
Judas Iscariote (Jn 12:4). La respuesta de Jess no tuvo la intencin de minimizar el
cuidado de los pobres. Los actos individuales de caridad pueden ser olvidados pronto,
pero lo que esta mujer ha hecho permanecera como un modelo de devocin
dondequiera que este evangelio sea predicado.

Betania era el hogar de Marta, Mara y Lzaro, y Juan 12:3 dice que la mujer era
Mara. Este Simn es un desconocido; quiz Jess lo haba curado de su lepra. No
era que estaba leproso, sino que era un ex-leproso; ya que segn la Torh, ningn
rabino judo poda entrar a la casa de un leproso.

El vaso de alabastro era tallado a partir de un yeso traslcido. Se usaba para guardar
aceites perfumados. El perfume era de nardo, un aceite importado de la India, que a
veces se usaba para ungir a los muertos, pero tambin era valorado como un
cosmtico de lujo.

Mateo y Marcos ubican este hecho antes de la ltima Cena, mientras que Juan lo
hace una semana antes, casi antes de la Entrada Triunfal. De los tres, Juan ubica
este acontecimiento en el orden cronolgico ms probable. Se debe recordar que
el propsito principal de los escritores de los Evangelios fue dar un informe exacto del
mensaje de Jess, no presentar una relacin cronolgica exacta de su vida. Mateo y
Marcos pudieron haber optado por ubicar este acontecimiento aqu para hacer un
contraste con la devocin completa de Mara y la traicin de Judas, los prximos
acontecimientos en ambos Evangelios.
La traicin de Judas (26:1416)

El conocimiento ntimo que Judas tena de los movimientos de Jess y su grupo


durante su estada en Jerusaln le permiti sealar a las autoridades cundo y dnde
Jess podra ser arrestado discretamente.

Treinta piezas de plata era la cantidad de compensacin a un dueo por la prdida de


un esclavo (Ex. 21:32), y la frase se usa para el sueldo del pastor rechazado (el
Mesas) en Zac. 11:12, al cual alude Mateo en 27:9-10. Esta era una cantidad
considerable, casi un sueldo anual. Slo Mateo narra la cantidad exacta del dinero
que Judas recibi por vender a Jess. Los lderes religiosos haban planeado esperar
hasta despus de la Pascua para apresar a Jess, pero la oferta inesperada de Judas
aceler sus planes.

Por qu decidi Judas traicionar a Jess?

Judas, esperaba que Jess iniciara una rebelin poltica y echara a los romanos.
Como tesorero, seguramente esperaba que le fuera dada una posicin importante en

80
el nuevo gobierno de Jess. Pero cuando Jess elogi a Mara por haber derramado
el perfume, equivalente a un gran precio, Judas pudo haber deducido que el reino de
Jess no era fsico o poltico sino espiritual.
Sus ansias de dinero y posicin social no podran hacerse realidad si segua a Jess,
de manera que lo traicion a cambio de dinero y el favor de los lderes religiosos.
Es probable que Judas ya estuviera por dejar a Jess, y decidi hacer efectiva esta
oportunidad. Quizs porque l era el nico no galileo entre los doce y puede haberse
sentido fuera de lugar, especialmente cuando el grupo galileo march al sur, hacia
Jerusaln.

Posiblemente, puede haberse sentido desilusionado por el estilo del ministerio de


Jess, en especial si l haba tenido esperanzas nacionalistas. El puede haber
concluido que Jess era un Mesas falso, de modo que era su tarea religiosa
detenerlo.

Institucin de la cena del Seor (26:1730)

Esta era la ltima cena pascual que celebraba el Seor, con todo el simbolismo
histrico y teolgico que inclua. Con esto se le daba un nuevo significado por medio
de su muerte, que desde este momento hara de esta cena el modelo para el acto
central de la adoracin cristiana.

Jess prosigui usando el pan y el vino de la cena pascual como ayudas visuales
para explicar el significado de su prxima muerte. Si el pan partido representaba su
cuerpo, la realidad de su prxima muerte qued clara. Pero al decirles tomad, comed
les indicaba que de alguna manera estaban involucrados en su muerte. Las palabras
pronunciadas al momento de la copa aclaraban ms la idea, ya que su sangre sera
derramada para el perdn de pecados para muchos.

Al comer y al beber los seguidores de Jess seran identificados con su muerte , y as


experimentaran el perdn que l otorgara con su muerte. En esta forma el Nuevo
Pacto profetizado en Jer. 31:3134 sera establecido por medio de la sangre de
Jess. As como la primera pascua haba establecido un pacto que sealara a Israel
como el pueblo de Dios, as ahora un nuevo pueblo de Dios se estaba formando. El
viejo pacto fue una figura del nuevo (Jer. 31.31; Heb. 8-10), y apuntaba al da en que
Jess sera el ltimo y final sacrificio por el pecado. En lugar de un cordero sin
mancha sobre el altar, el Cordero perfecto fue levantado en la cruz.

La Pascua abarcaba una noche y una cena, pero la Fiesta de los Panes sin Levadura,
que se celebraba simultneamente, segua por una semana ms.

Segn los evangelios sinpticos, la Santa Cena de Jess fue instituida en la primera
noche de la Pascua (Psaj), mientras que Jn 13:1-4 dice que fue el da anterior. Esto
explicara por qu los Evangelios no mencionan un cordero, normalmente el elemento
central de la comida pascual, ya que no se podra sacrificar antes de la fecha oficial.

Los Evangelios sinpticos supuestamente estn en desacuerdo con las fechas dadas
por Juan, pero no es cierto necesariamente. Desde que el da judo comenzaba al
ponerse el sol, una comida servida el primer da de la fiesta de los panes sin levadura
se dara en la tarde en la que ese da comenzara; la siguiente tarde, la comida
pascual oficial, sera el da siguiente en trminos judos.

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Es posible que el himno que cantaron los discpulos se tomara de los Salmos 115
118, eran los salmos tradicionales que se cantaban como parte de la cena de Pascua.

Jess ora en Getseman (26:3646)

El huerto de los Olivos llamado Getseman, un poco afuera de los lmites de la ciudad,
era el campamento regular del grupo durante esta semana en Jerusaln. La mayora
de los peregrinos que venan a celebrar la Pascua tena que dormir afuera, ya que la
ciudad estaba extremadamente apiada durante la fiesta. Si hubiesen cambiado de
lugar esa noche podran haber echado a perder el plan de Judas, pero nuevamente
Jess eligi no evadir lo que l haba predicho.

Los sufrimientos fsicos y espirituales de Cristo comienzan en Getseman. Su sudor


era como grandes gotas de sangre (Lc.22:44). Bajo mucha presin, los vasos
capilares de las glndulas sudorparas pueden romperse y mezclarse as la sangre
con el sudor.

Lo que el Seor quiso decir pasa de m esta copa ha sido un tema de mucha
discusin:

1. No puede ser que Cristo estuviera orando para que se le salvara de la muerte
fsica, porque l estaba resuelto a morir por el pecado de la humanidad.

2. Es ms probable que l estuviera pidiendo el ser liberado del castigo de la


separacin de Dios, la pena mxima por el pecado. Cristo pidi que su muerte
fsica fuera aceptada como el pago total por el pecado de los hombres. Sin
embargo, le dijo al Padre: pero no sea como yo quiero, sino como t. l se
entreg para sufrir tanto la muerte fsica como la separacin espiritual de su
Padre celestial a fin de alcanzar la salvacin de toda la humanidad. Su oracin
fue escuchada, porque su Padre lo fortaleci para beber la copa asignada
(Lc.22:43).

Es algo tierno notar que en su afliccin l ansiaba el compaerismo humano; aunque


aun eso se le neg por el sueo que sentan los discpulos. Todo el pasaje es un
testimonio poderoso de la realidad de la naturaleza humana de Jess. Esto deja una
impresin aun mayor de que, a la postre, no haba ninguna duda de que la voluntad
del Padre tena que ser prioritaria, sin importar el precio.

El arresto y el juicio de Jess (26:47-27:26)

La mucha gente que Judas trajo a Getseman era un destacamento de la guardia


provisto por el Sanedrn. Los discpulos no preparados eran menos en nmero que los
atacantes y ofrecieron poco ms que una resistencia simblica. Pero en todo caso,
Jess no permitira resistencia; de nuevo permiti que los eventos siguieran su curso
segn lo predicho. No fue asunto de que no tuviera poder para prevenirlos, sino que
escogi no resistir, para que se cumpliese la Escritura.
De all su estilo de la no violencia, en contraste con los dirigentes de los zelotes. As,
mientras que pareca que la iniciativa estaba de parte de Judas y de los hombres
armados, en realidad fue Jess quien estuvo a cargo de la situacin y el propsito de
Dios que se estaba cumpliendo.
82
Judas haba dicho que deban arrestar al hombre a quien l saludara. El arresto no lo
hacan soldados romanos bajo la ley romana, sino los lderes religiosos.
Judas identific a Jess no porque fuera difcil de reconocer, sino porque haba
aceptado ser el acusador formal en caso de que fuera llamado a juicio. Judas supo
conducirlos a uno de los lugares de retiro de Jess donde no hubiera personas que
interfirieran con el arresto.

El hombre que le cort la oreja al siervo fue Pedro (Jn 18:10). Pedro trat de impedir
lo que para l era una derrota. No conceba que Jess tuviera que morir para obtener
la victoria. Pero Jess demostr que su entrega a la voluntad de Dios era perfecta. Su
Reino no sera promovido con espadas sino con fe y obediencia.

El juicio judo (26:5768)

Este concilio, tambin llamado Sanedrn, era el cuerpo poltico y religioso ms


poderoso del pueblo judo. A pesar de que los romanos gobernaban a Israel, daban
poder a la gente para tratar disputas religiosas y civiles, de modo que el Sanedrn
tomaba muchas decisiones locales que afectaban la vida diaria.

Pero la pena de muerte tena que ser aprobada por los romanos (Jn 18:31), as que
otro juicio, ahora romano, sera necesario (27:1126). Pero esta audiencia ante el
Sanedrn, lleg al lmite de la confrontacin que se haba ido acumulando desde el
captulo 21.

Durante la audiencia Jess declar abiertamente su propia autoridad, y los miembros


del Sanedrn despreciativamente lo repudiaron, cumpliendo de esta manera la
prediccin de Jess en 16:21.

No se nos dice cul fue la acusacin contra Jess de parte de los testigos falsos
(v.59-60). Pero la supuesta expresin de Jess: Puedo derribar el templo de Dios y
edificarlo en tres das no se dice que sea falsa y fue dicha por dos testigos, lo que le
dio validez. Una amenaza al templo era amenazar todo lo que era ms precioso en la
vida y culto de Israel.

La pregunta de Caifs en el v. 63 sigui lgicamente de la acusacin en el v. 61 pero


en trminos ms explcitos. Jess quebranta su silencio con una declaracin
desafiante de quin era l verdaderamente. l es de veras el Cristo, el Hijo de Dios.
Aunque en su respuesta cuidadosa: T lo has dicho, l prefiri usar el ttulo que l
mismo haba escogido, el Hijo del Hombre, y al combinar palabras tomadas del Sal.
110:1 y de Dan. 7:13 demostr la verdadera naturaleza de la autoridad del Hijo del
Hombre.

El sumo sacerdote acus a Jess de blasfemo: estaba diciendo que era Dios! Para
los judos, era un delito que se pagaba con la vida (Lev. 24:16). Los lderes religiosos
ni se detuvieron a pensar que las palabras de Jess pudieran ser ciertas. Haban
decidido oponerse a Jess y matarlo.

Pedro niega a Jess (26:6975)

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En los v. 3135 Jess predijo este fracaso de Pedro. Al entretejer los relatos de Jess
y Pedro en la casa de Caifs, Mateo nos invita a comparar a los dos hombres que
estaban bajo presin.
Mientras que Jess se mantuvo firme, Pedro respondi a la presin en aumento con
negaciones violentas y crecientes, negando conocer a Jess el galileo (v.69), a Jess
de Nazaret (v.71), aunque no pudo esconder su acento galileo (v.73).

La historia termina con el llanto amargo de Pedro, pero no su restauracin. Mateo no


lo menciona ms por nombre, aunque existe un amplio indicio en la mencin de los
once discpulos de 28:16.
La muerte de Judas (27:3-10)

Mateo nos presenta otra historia de traicin, pero que contrasta con la de Pedro, la
cual es un relato de un fracaso temporario bajo estrs que culmin con las lgrimas
de arrepentimiento, y su restauracin posterior se implica. Pero Judas, por
contraste, haba decidido claramente en contra de Jess, y su remordimiento al
darse cuenta de su error lo condujo, no a un verdadero arrepentimiento, sino a la
desesperacin y el suicidio.

Sin poder quitarse de encima la culpabilidad al devolver el dinero, se ahorc; pero los
principales sacerdotes, haciendo uso del mismo precio de sangre para comprar el
campo del Alfarero, tambin quedaron implicados. El Campo de Sangre (acldama)
tradicionalmente est ubicado en el valle de Hinom en donde se cavaba la arcilla para
el alfarero.

El relato de la muerte de Judas en Hch. 1:18-19 tiene ms detalle, y tambin lo liga


con acldama.

El juicio romano 27:1126

Los romanos haban quitado a los lderes religiosos la autoridad para aplicar la pena
capital. Polticamente, esto les pareca mejor a los lderes religiosos a pesar de todo,
ms an tratndose de responsabilizarse de la muerte de Jess. Queran que la
responsabilidad recayera sobre los romanos de manera que la gente no les echara la
culpa a ellos. Haban arrestado a Jess basndose en el terreno teolgico: blasfemia;
pero tomando en cuenta que este cargo no tendra validez en el tribunal romano,
tenan que buscar una razn poltica para dar muerte a Jess. Su estrategia tendra
que consistir en presentar a Jess como rebelde, aquel que pretenda ser Dios y ms
importante que el Csar.

El juicio se realiz en pblico, enfrente de la residencia del gobernador. nicamente


Pilato tena autoridad para decidir tales casos, sin embargo, el juicio lo muestra
manipulado por otros y, a la postre, renunciando a su responsabilidad en favor de los
dirigentes judos. Fueron ellos los que daban la tnica y aceptaban la responsabilidad
final.

El rey de los judos fue el supuesto ttulo que los dirigentes judos acusaban a Jess
de asumir. Era un ttulo ms cargado polticamente que el de Mesas, y por
consiguiente uno que el gobernador no poda ignorar; acusaba al hombre de ser
potencialmente el lder de una rebelin. Fue por este cargo que Jess fue ejecutado
finalmente.

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Pilato, aunque tena el deber de hacer justicia, demostr estar ms interesado en la
poltica que en la justicia. Tuvo varias oportunidades de tomar la decisin correcta.
La conciencia le deca que Jess era inocente; la ley romana deca que un inocente
no deba morir; y su esposa haba tenido un sueo perturbador. Pilato no tena excusa
para condenar a Jess, pero tema a la turba.

Barrabs haba tomado parte en una rebelin contra el gobierno romano (Mr. 15:7).
Era enemigo de Roma, pero para los judos era como un hroe, un lder nacionalista
popular quien tendra ms seguidores en Jerusaln que el profeta galileo.
Probablemente no fue muy difcil a las multitudes incitadas a elegir segn la opinin
de los principales sacerdotes y los ancianos. No es necesario asumir que estas
personas fueran las mismas como los peregrinos galileos que dieron la bienvenida a
Jess en Jerusaln en 21:8-9; ms bien stos eran habitantes de la ciudad (21:10-11).

Pilato tuvo que dar el veredicto formal, lavndose las manos intent quitarse la
responsabilidad de la muerte de Jess y transferirla a la multitud; y en las terribles
palabras del v. 25 todo el pueblo la acept. Al usar esta frase, Mateo indica que,
mientras que los principales sacerdotes y los ancianos haban tomado la iniciativa, el
pueblo como un todo tom una responsabilidad corporativa por la muerte de Jess.

Muerte y Resurreccin de Jess (27:32 28:15)

La crucifixin de Jess 27:27-56

Los soldados gentiles tenan a su merced a un rey judo, e hicieron teatro con una
coronacin burlesca, usando cualquier cosa que les viniere a la mano: el capote rojo
de un soldado como ropaje imperial, una caa como cetro real y una corona hecha de
espinas. De esta manera el rey de los judos, ya maltratado por su propia gente, fue
deshonrado igualmente por los gentiles.

Mateo dice muy poco acerca del horror fsico de una crucifixin; el nfasis en esta
seccin vuelve a caer sobre el rechazo y la burla, esta vez por el mismo pueblo de
Jess. Pero aun dentro de este marco improbable, salen a relucir algunos de los
ttulos mesinicos ms grandes, a pesar de que eran en mofa. Por lo tanto, dentro de
la misma burla se puede vislumbrar algo del verdadero significado de la muerte de
Jess. Y ecos frecuentes de las palabras de los Sal. 22 y 69 recuerdan que en el
sufrimiento y la muerte de Jess las Escrituras se estaban cumpliendo.

El Glgota era un lugar donde se hacan ejecuciones con regularidad, estaba situado
justo fuera de la ciudad. Los soldados forman una parte importante de la escena ya
que durante su turno de guardia ocurri una confesin crucial en el v. 54.

A Jess se le ofreci vinagre mezclado con hiel o ajenjo, era un narctico para calmar
el dolor de los moribundos; pero Jess lo rechaz, habra de sufrir totalmente
consciente y con mente lcida.

La costumbre era que los soldados tomaran las vestimentas de los que eran
crucificados. Estos soldados echaron suerte y se repartieron las vestimentas de
Jess, cumpliendo as la profeca de David. Mucho del Salmo 22 es un paralelo de la
crucifixin.
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La burla la hicieron los judos de diversas clases. Los dos ladrones, probablemente
eran insurgentes polticos, Josefo usa la frase ladrones para designar a los que
luchaban por la libertad de los judos; de manera que Jess muri, irnicamente, en la
misma compaa de los zelotes que l haba procurado evitar cuidadosamente.

Los que pasaban eran judos trmino medio, que saban algo de Jess y de sus
pretensiones concernientes al templo, y que haban odo de su reclamo de ser el Hijo
de Dios. Finalmente, los principales sacerdotes junto con los escribas y los ancianos
repitieron similar sarcasmo, pero tambin en burla agregaron el precioso ttulo de rey
de Israel. El rechazo total de Jess por parte de su pueblo no poda haber sido ms
obvio.

La muerte de Jess (27:4556)

Hasta este momento Jess haba guardado silencio, siendo objeto de la burla. Ahora
Mateo vuelve a enfocar a Jess mismo, y al leer de su muerte, se nos permite
observar algo del significado de lo que estaba ocurriendo.

Jess sigui con vida sobre la cruz desde el medioda hasta como las 3 de la tarde.
La oscuridad de esas horas era una seal del desagrado de Dios. El grito
extraordinario de Jess en la oscuridad citando Sal. 22:1, revela la profundidad de su
sufrimiento al dar su vida en rescate por muchos (20:28). Esta es la nica vez que
Jess no llam Padre a Dios, indicando que por un tiempo aun la ntima relacin de
Padre e Hijo (11:27) haba sido quebrantada.

La supuesta apelacin a Elas descansa en el sonido de la palabra El, mi Dios.


Algunos judos crean que Elas poda ser invocado para proveer ayuda en momentos
de necesidad.

Los crucificados normal y gradualmente caan en la inconsciencia despus de muchas


horas, aun das de agona. Sin embargo, la muerte de Jess se describe como si l
mismo estuviese en control pleno: entreg el espritu es una expresin inusual,
sugiriendo un acto de voluntad e indicando que sta no era una muerte cualquiera.

El enorme velo del templo separaba efectivamente el lugar santsimo, de modo que su
destruccin no fue slo un acto de poder divino, de arriba abajo, presagiando la
destruccin mayor por venir, sino que tambin fue un smbolo del acceso a Dios por
medio de la muerte de Jess.

El terremoto tambin ilustraba el poder y el juicio de Dios. El efecto de levantar


muchos cuerpos de hombres santos que haban muerto, sugiere que la resurreccin
de los ltimos das hall sus comienzos en la resurreccin de Jess; ya que estos
santos salieron de sus sepulcros despus que Jess haba (v.53). Ahora era el
momento para que todas las esperanzas del pueblo de Dios fueran cumplidas.

La sepultura y resurreccin (27:57-28:15)

Normalmente, a los cuerpos de los crucificados se les daba un entierro deshonroso en


un sepulcro pblico. Pero al sepultar a Jess en su sepulcro nuevo, Jos de
Arimatea demostr su devocin como discpulo.

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Muchos sepulcros familiares de aquella poca todava se pueden ver en los
alrededores de Jerusaln, labrados en piedra, con una pequea entrada, cubierta con
una gran piedra, y espacios para varios cuerpos. El sepulcro nuevo en este caso,
indica que no haban colocado otros cuerpos all todava. Slo un hombre rico poda
costearse un sepulcro as, tan cerca de la capital.

La colocacin de la guardia (27:6266)

Solamente Mateo menciona la guardia. Tuvo que hacerlo con el fin de contradecir un
informe falso que estaba en circulacin (28:15). La presencia de la guardia tambin
aumenta nuestra conciencia de la magnitud del milagro de la resurreccin de Jess.

El da siguiente, esto es, despus de la preparacin, significa el sbado. Al visitar a


Pilato y sellar la tumba los principales sacerdotes y los fariseos estaban quebrantando
sus propias leyes del sbado en su deseo de estar seguros de que se estaba
disponiendo de Jess como convena. Los fariseos estaban tan temerosos de las
predicciones de Jess relacionadas con su resurreccin que se aseguraron de que
sellaran la tumba y la custodiaran. Probablemente Judas les haba advertido de las
repetidas predicciones de Jess de que despus de tres das resucitar.

Debido a que la tumba estaba labrada en la roca en un lado de la colina, haba una
sola entrada. Para sellarla, pasaron una cuerda sobre la piedra que cerraba la
entrada, y sellaron con arcilla los extremos de la cuerda. Pero los lderes religiosos
tomaron una precaucin mayor: solicitaron que hubiera guardias en la entrada de la
tumba. Una guardia de soldados romanos ofreca la seguridad mxima. Con estas
precauciones, la nica forma en que la tumba poda quedar vaca era que Jess
resucitara. Lo que los fariseos no entendan era que ni la roca, ni el sello, ni los
guardias, ni todo el ejrcito romano podran impedir que el Hijo de Dios resucitara.

La tumba vaca y el Seor resucitado (28:110)

Este no es un relato de cmo resucit Jess de los muertos, sino de cmo se supo de
su resurreccin. La remocin milagrosa de la piedra no fue con el fin de dejar salir a
Jess, sino para dejar entrar a las mujeres para ver la tumba vaca. Cada uno de los
Evangelios presenta un relato diferente acerca de cmo se supo del asunto, pero
ninguno de estos describe el evento propiamente.
En contraste con los dirigentes judos, las mujeres haban descansado correctamente
el sbado. Ahora podan volver a ver el sepulcro; Mateo no menciona ninguna
intencin de entrar. Pero la aparicin de un ngel del Seor cambi todo. El ngel
haba llegado para mostrarles que Jess ya haba resucitado, y para ese fin l haba
removido la piedra y les haba mostrado el interior de ese ambiente vaco donde
estaba puesto. La piedra no fue removida para que Jess saliera, sino para que
pudieran ver que haba resucitado, tal como lo haba prometido.

Las mujeres no deban haberse asombrado, dado que esto era exactamente as como
dijo, y el ngel prosigui recordndoles de una promesa ms especfica de Jess, de
encontrarse con los discpulos nuevamente en Galilea (26:32). La reaccin de las
mujeres, con temor y gran gozo, es con toda seguridad una reaccin muy natural.

Sus discpulos tendran que esperar hasta Galilea para ver a Jess, pero no as ellas.
Slo Mateo menciona su encuentro con el Jess resucitado en los versculos 9-10.

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En una sociedad en la que las mujeres eran ciudadanas de segunda clase, su
prominencia en los relatos de la resurreccin de Jess es notable. Jess repiti lo que
el ngel haba dicho, pero con la bella frase agregada de mis hermanos: despus del
fracaso de los discpulos en 26:56, esto habra comunicado un mensaje vital de
reafirmacin.

El informe de la guardia (28:11-15)

Mientras que la mirada est puesta en Galilea y en el triunfo del Seor resucitado,
aqu se da un ltimo vistazo a la ciudad, Jerusaln, con sus autoridades totalmente
desconcertadas, haciendo un desesperado arreglo para encubrir los hechos.
Requerira mucho dinero para persuadir a los soldados a hacer correr el relato del
encubrimiento, ya que el dormir durante su turno de guardia sera un delito capital.
Pero la reputacin de Pilato era bien conocida; si el relato llegaba a sus odos, l se
satisfara con otro soborno. Justino Mrtir menciona que tales relatos seguan
oyndose en el siglo II para desacreditar el hecho de la tumba vaca.

La gran comisin (28:16 20)

Para los discpulos un alivio volver a Galilea, es all donde la misin cristiana tiene su
lugar de comienzo, en una reunin con el Jess resucitado.

Con base a esa autoridad, Jess ahora enva a sus discpulos a extender su gobierno
entre todas las naciones por medio del hacer ms discpulos. La naturaleza de ese
discipulado se ampla con dos participios ms, bautizndoles y ensendoles.

En esta misin, ellos podran estar seguros de la presencia continua de aqul que
anteriormente haba dicho que donde dos o tres estn congregados en mi nombre
(18:20). De qu manera est Jess entre nosotros? Con los discpulos estuvo cara a
cara hasta que ascendi al cielo, y luego por medio del Espritu Santo (Hch 1:4). El
Espritu Santo vendra a ser la presencia de Jess que nunca los abandonara (Jn
14:26). Jess contina estando con nosotros hoy por medio del Espritu Santo.

Jess dej a sus discpulos estas ltimas instrucciones: estaban bajo su autoridad,
deban hacer ms discpulos, bautizarlos y ensearles que hay que obedecerlo a l;
l estara con ellos siempre. En misiones previas Jess haba dicho a sus discpulos
que fueran slo a los judos. A partir de ese momento su misin tendra alcances
mundiales. Jess es Seor de la tierra y muri por los pecados de toda la humanidad.

Es necesario ir y hacer discpulos. Esta no es una opcin sino un mandato para todos
los que consideramos a Jess como nuestro Seor y Salvador. Amn!

Gracias Dios por llegar al final de este maravilloso estudio del libro de Mateo!
Mi deseo como maestra, es que usted como Pastor ensee este conocimiento a
su congregacin, que Dios le use mucho y le d el poder para hacer lo que l le
ha encomendado. Bendiciones!

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