Justicia y Misericordia

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Justicia y

Misericordia

E.J.

E.J. Waggoner

1
Justicia y Misericordia

E.J. Waggoner

Present Truth UK
23 de Febrero de 1893

Impreso por

maranathamedia.net

Traducido por Leandro Pena

Septiembre 2023

Impreso en Argentina
Por NARDO PURO
denardopuro@gmail.com

La versión de la Biblia utilizada es la Reina Valera Gómez 2010, a menos que


se indique lo contrario.

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Índice

Introducción ..................................................................................................... 4
Justicia y Misericordia .................................................................................... 12
Dios, la Fuente de todas las Cosas.................................................................. 14
La Necesidad de un Acuerdo con Dios ........................................................... 15
La Justicia de la Misericordia .......................................................................... 16
Dando a los Hombres Su Propio Camino ........................................................ 17
El Destino de los Malvados............................................................................. 19
Castigo Eterno ................................................................................................ 20
Fuego Inextinguible ........................................................................................ 21
Fuego Eterno .................................................................................................. 21
Dios es Todo en Todos ................................................................................... 22

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Introducción
Cuarenta años después de que los adventistas del séptimo día comenzaron a
predicar el mensaje del sellamiento al mundo, el Señor envió un mensaje
preciosísimo por medio de los ancianos Waggoner y Jones. Este mensaje
comenzó en octubre de 1888 y continuó durante unos 7 años. El uso de la
palabra envió en lugar de está enviando en la siguiente cita sugiere que el
mensaje se había pausado e incluso detenido.

En su gran misericordia el Señor envió un preciosísimo mensaje


a su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones.[veasé
el Apéndice.] Este mensaje tenía que presentar en forma más
destacada ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los
pecados del mundo entero. Presentaba la justificación por la fe
en el Garante; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo,
que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de
Dios. { TM 91.2 } (1895)

Uno de los elementos clave de este mensaje se refería al tema de los dos
pactos.

Desde que el sábado pasado declaré que el punto de vista de


los pactos, tal como lo había enseñado el hermano Waggoner
era la verdad, parece que muchas mentes han sentido un gran
alivio. (A W. C. White y esposa, 10 de marzo de 1890.) {9MR
329.3}.

Pero la mayoría de los líderes de iglesia no aceptaron esta preciosa luz.

Anteanoche se me mostró [por el Señor] que las evidencias con


respecto a los pactos eran claras y convincentes. Usted mismo,
[Uriah Smith] el hermano B, el hermano C y otros están usando
sus poderes investigativos en vano para producir una posición
sobre los pactos que varíe de la posición que el hermano [E. J.]
Waggoner ha presentado. Si ustedes hubieran recibido la
verdadera luz que brilla, no habrían imitado o repasado la misma
4
manera de interpretar y malinterpretar las Escrituras como lo
hicieron los judíos. ¿Por qué eran tan celosos? ¿Por qué se
aferraban a las palabras de Cristo? ¿Por qué lo siguieron espías
para registrar sus palabras que ellos podrían repetir y
malinterpretar y torcer de una manera que significasen lo que
sus propias mentes no santificadas les harían significar? De esta
manera, engañaron al pueblo. Crearon cuestiones falsas.
Tomaron aquellas cosas que podían ser un medio para nublar y
engañar las mentes.

La cuestión del pacto es una cuestión clara y sería recibida por


toda mente cándida y sin prejuicios, pero fui llevado a donde el
Señor me dio una visión de este asunto. Ustedes se han
apartado de la luz clara porque temían que la cuestión de la ley
en Gálatas tuviera que ser aceptada. En cuanto a la ley en
Gálatas, no tengo ninguna carga y nunca la he tenido. --Carta 59,
1890, p. 6. (A Uriah Smith, 8 de marzo de 1890.) {9MR 329.1}

En 1895 ya parecía ser demasiado tarde para algunos.

Pregunto a los que ocupan puestos de responsabilidad en Battle


Creek: ¿Qué estáis haciendo? Le han dado la espalda, y no la
cara, al Señor. Tiene que haber una limpieza del corazón, de los
sentimientos, de las simpatías, de las palabras, en referencia a
los temas más trascendentales--el Señor Dios, la eternidad, la
verdad. ¿Cuál es el mensaje que debe darse en este momento?
Es el mensaje del tercer ángel. Pero esa luz que ha de llenar al
mundo entero con su gloria, ha sido despreciada por algunos
que pretenden creer en la verdad presente. Tened cuidado con
lo que pisáis. Quitaos los zapatos de los pies, porque estáis en
terreno santo. Cuidaos de complacer los atributos de Satanás y
de despreciar las manifestaciones del Espíritu Santo. No lo sé,
pero algunos han ido demasiado lejos para volver y
arrepentirse. {1888 Material de Estudio 1334.2} (1895)

5
Tres años antes, Elena de White escribió estas preciosas palabras llenas de
expectación:

El tiempo de prueba está precisamente delante de nosotros,


pues el fuerte pregón del tercer ángel ya ha comenzado en la
revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los
pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria
llenará toda la tierra. RH, November 22, 1892 par. 7 { 1MS
425.3; 1SM.362.4 }

Tres meses después de esto, A.T. Jones dio sus famosos sermones de 1893
que iluminaron mucho el mensaje. Abrió una comprensión más profunda del
sábado y del don del Espíritu que acompaña a este tiempo santo.

En la creación se lo podía conocer. En el sábado lo conocería,


porque el sábado trae la presencia viva, la presencia
santificadora, la presencia santificadora de Jesucristo al hombre
que lo observa en verdad. Sermón 20. El Espíritu de Cristo por
medio del sábado, A. T. Jones. 2 de marzo de 1893.

Alrededor de la misma época en que Jones comenzó sus sermones en los


Estados Unidos, E.J. Waggoner escribió el siguiente artículo en el Reino Unido
sobre el tema de la justicia y la misericordia. Este tema es la consecuencia
natural de los principios que Jones y Waggoner habían estado enseñando
sobre el poder de Dios manifestado en la creación dentro del contexto de los
dos pactos revelados como dos condiciones del corazón y no como dos
dispensaciones de tiempo.

Al leer este artículo, encuentro una maravillosa confirmación de las cosas que
hemos estado enseñando los últimos siete años. Hemos cuestionado la idea
de que la misericordia y la justicia son opuestas, sino que la misericordia es la
manifestación de la justicia. La justicia es hacer lo correcto, y lo correcto es
mostrar misericordia.

Waggoner construye su argumento sobre el principio de que Dios es la fuente


de todas las cosas. Estos son los principios que hemos desarrollado en el libro
6
Guerras de Identidad y Un Asunto Vital. Waggoner utiliza el mismo texto de
Salmos 89:14 para expresar los principios de la justicia como lo hemos hecho
en el libro “Justicia Natural y Expiación”. El desarrolla en forma maravillosa la
armonía de la justicia y la misericordia en el contexto del arca de la alianza
dentro del Santuario. El propiciatorio1 está sobre la ley de Dios en el arca.
Este es el trono de Dios. La misericordia y la justicia están unificadas en el
mismo trono al mismo tiempo. A continuación están algunas de las
declaraciones más preciosas hechas por Waggoner en este artículo que
resumiré a continuación.

Vemos la armonía de la Justicia y la Misericordia:

Hay una extraña idea que prevalece en el mundo, e incluso en el


profeso mundo cristiano, de que la justicia y la misericordia son
cualidades opuestas, y que no pueden manifestarse en la misma
persona al mismo tiempo .... Esta es una idea muy
desafortunada. Representa a Dios como cambiante. Pero el
hecho es que Él no puede negarse a sí mismo, y no cambia.

Vemos que el principio de la vida sólo existe en Cristo y, por lo tanto, Cristo
es la fuente de todo impulso correcto, cambiando los mandamientos de
órdenes arbitrarias a promesas de Dios.

Cristo, que es la plenitud de la Divinidad, es la vida de todo; Él es


la fuerza que se manifiesta en toda materia. Siendo esto así, es
evidente que la existencia continuada de todas las cosas
depende de su armonía con la voluntad de Dios y de su sumisión
a ella. Esto no es una mera exigencia arbitraria de Dios, Él no
exige que todas las cosas estén sujetas a Él, simplemente para
gratificar su amor al poder, como sería el caso con el hombre,
sino porque sólo en la medida en que todas las cosas dependen
de Él pueden existir.

1
Del inglés “Mercy seat”, el “asiento de la misericordia”.

7
Vemos la Cruz presente:

Sin embargo, por la misericordia de Dios, el hombre continúa


recibiendo existencia. "Es por la misericordia de Jehová que no
hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias.". Lam. 3:22. Esta longanimidad de Dios es para la
salvación del hombre.

Vemos algunas expresiones sublimes sobre la justicia y la misericordia de


Dios:

Pero en esta misericordia aparece la justicia de Dios. Él ha hecho


al hombre a su propia imagen, con facultades capaces del más
alto goce, pues le ha dado la libertad de elegir su propio camino,
y ha puesto todo delante de él.

En esta elección no hay absolutamente ninguna restricción


impuesta al hombre por el Señor. Su estricta justicia se muestra
en que no interfiere con el derecho personal del hombre a
elegir lo que quiere tener. Dios sabe que sólo en Él puede el
hombre encontrar su mayor bien, y por lo tanto se presenta ante
el hombre en la luz más atractiva, y le ruega que lo acepte; pero
no va a inmiscuir su presencia donde no es deseada. No
coaccionará la voluntad del hombre. Al hacer al hombre, le ha
garantizado una perfecta libertad, y Él mismo respeta los
derechos que le ha concedido. Tratar de obligar a los hombres a
aceptar sus caminos, por perfectos que sean, sería privarlos de
esa libertad que es inseparable de Dios; y así sería frustrar su
propio propósito.

Esta es una revelación tan asombrosa y define para nosotros la estricta


justicia de Dios. No se trata de destruir al hombre por la fuerza, sino de no
interferir con el poder del hombre de elegir sin que se le imponga ninguna
restricción. Esta definición de la justicia conduce naturalmente a la
explicación de la destrucción de los malvados.

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Tales personas se condenan a sí mismas. Su condenación a
muerte no es meramente la decisión de un Juez, sino que es el
resultado natural de su propia conducta. Han odiado al Señor,
han resistido todos sus avances, y han mostrado su deseo de no
tener nada que ver con Él. Puesto que se niegan rotundamente a
vivir con Él, no tiene otra alternativa que abandonarlos a su
suerte; y como no tienen medios de auto-existencia,
necesariamente sufren la destrucción.

Waggoner refuerza el punto de que Dios no cambia de actitud en su


sentimiento hacia los perdidos. Son los malvados los que cambian.

El Señor es la bondad misma. Él es amor. No puede ser en


ningún momento otra cosa de lo que es, y por eso es tan bueno
con una persona como con otra. Él es igualmente bueno con
todos y tan bueno como puede serlo todo el tiempo. Por lo
tanto, no es porque no han sido atraídos por el amor de Dios,
que algunos son destruidos. Es porque han despreciado ese
amor.

Al apartarse del Señor, los malvados no tienen más remedio que extinguirse
porque la presencia de Dios está en todas partes y sólo en Él hay vida.

Es evidente, por lo tanto, que aquellos que son dejados a su


propia elección para estar eternamente separados del Señor, no
les queda otro lugar que la extinción total. No hay lugar en el
universo donde los hombres puedan existir separados de la
presencia del Señor.

Waggoner llega a la conclusión lógica de que la destrucción de los malvados


es el salario por el que han trabajado. Querían que se les dejara solos, y Dios
les da lo que quieren.

Las misericordias de Dios son eternas, aunque haya quienes no


las acepten. En su misericordia Él los soporta por mucho tiempo,
pero Dios no podría tolerar la rebelión para siempre en sus
9
dominios y ser justo con sus súbditos leales. Por lo tanto, en
justicia no menos que en misericordia hacia aquellos que
voluntariamente se someten a su control, Él debe dejar que los
malvados sufran el castigo por el que han trabajado. De hecho,
sería una injusticia para los malvados no darles aquello por lo
que han trabajado tan larga y diligentemente. Ellos han tomado
consejo juntos contra el Señor y contra su Ungido, diciendo:
"Rompamos sus ataduras, y echemos sus cuerdas de nosotros."
Todo su deseo ha sido ser dejados a su suerte y ahora Dios les da
su deseo. Pero como no hay lugar en el universo donde Dios no
es, lo único para ellos es la extinción.

La secuencia de los argumentos de Waggoner es preciosa. Ruego al lector


que discierna el don que se presenta en ellos. Armonizan maravillosamente
con las palabras de Elena de White sobre la justicia y la muerte de los impíos.

El poder condenador de Satanás lo conduciría a instituir una


teoría de justicia inconsistente con la misericordia. Él afirma ser
la voz y el poder de Dios. Sostiene que sus decisiones son justas,
puras y sin fallas. Es así como asume su postura desde el asiento
del juicio declarando que sus pronunciamientos son infalibles.
Pero su justicia carente de misericordia no es más que una
falsificación de la verdadera justicia: algo que Dios aborrece. { CT
13.4; CTr.11.4 }

Satanás será juzgado por su propia idea de la justicia. Su


argumento era que todo pecado debía recibir su castigo. Si Dios
perdonaba el castigo, decía, no era un Dios de verdad ni de
justicia. Satanás recibirá el juicio que, según él, Dios debe
ejercer. {12MR 413.1}

Dios no asume nunca para con el pecador la actitud de un


verdugo que ejecuta la sentencia contra la transgresión; sino
que abandona a su propia suerte a los que rechazan su
misericordia, para que recojan los frutos de lo que sembraron

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sus propias manos. Todo rayo de luz que se desprecia, toda
admonición que se desoye y rechaza, toda pasión malsana que
se abriga, toda transgresión de la ley de Dios, son semillas que
darán infaliblemente su cosecha. Cuando se le resiste
tenazmente, el Espíritu de Dios concluye por apartarse del
pecador, y este queda sin fuerza para dominar las malas
pasiones de su alma y sin protección alguna contra la malicia y
perfidia de Satanás. La destrucción de Jerusalén es una
advertencia terrible y solemne para todos aquellos que
menosprecian los dones de la gracia divina y que resisten a las
instancias de la misericordia divina. Nunca se dio un testimonio
más decisivo de cuánto aborrece Dios el pecado y de cuán
inevitable es el castigo que sobre sí atraen los culpables. { CS
34.1; GC.36.1 }

El ejercicio de la fuerza es contrario a los principios del


gobierno de Dios; él desea tan sólo el servicio de amor; y el
amor no puede ser exigido; no puede ser obtenido por la fuerza
o la autoridad. El amor se despierta únicamente por el amor. El
conocer a Dios es amarle; su carácter debe ser manifestado en
contraste con el carácter de Satanás. { DTG 13.2; DA.22.1 }

Que seas bendecido al leer este precioso artículo de Waggoner.

11
Justicia y Misericordia
Hay una extraña idea que prevalece en el mundo, e incluso en el profeso
mundo cristiano, de que la justicia y la misericordia son cualidades
opuestas, y que no pueden manifestarse en la misma persona al mismo
tiempo. Recordamos un himno de hace mucho tiempo, en alabanza de la
"caridad", una de cuyas líneas decía: "La justicia no tiene parte en ti". Esto
expresa la idea prevaleciente, de que la justicia es dura y cruel, y que para
ejercer la misericordia Dios tiene que dejar a un lado su justicia, y que cuando
ejerce la justicia deja a un lado la misericordia. {23 de febrero de 1893 EJW,
PTUK 52.6}

Esta es una idea muy desafortunada. Representa a Dios como cambiante.


Pero el hecho es que Él no puede negarse a sí mismo, y no cambia. "Porque
yo Jehová, no cambio". Mal. 3:6. "Justicia y juicio son el fundamento de tu
trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro.". Sal. 89:14. Estas son
palabras del hombre por quien habló el Espíritu Santo. El salmo comienza así:
"Las misericordias de Jehová cantaré por siempre; con mi boca daré a
conocer tu fidelidad a todas las generaciones. Porque dije: Para siempre será
edificada misericordia; en los mismos cielos apoyarás tu verdad" Sal. 89:1-2.
Y de nuevo: "Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque para siempre es su
misericordia.". Sal. 136:1. Dios es eterno hasta la eternidad; tanto la justicia
como la misericordia son partes de su carácter; Él no puede cambiar; por lo
tanto, tanto la justicia como la misericordia del Señor deben perdurar para
siempre, sin cambios. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 52.7}

Tanto la justicia como la misericordia se manifiestan en el plan de redención.


Así leemos: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios; siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención
que es en Cristo Jesús; a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de
la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados
pasados, en la paciencia de Dios, para manifestar su justicia en este tiempo;
para que Él sea justo, y el que justifica al que cree en Jesús. Rom 3:23-26.
Aquí se nos dice que Dios no hace a un lado su justicia al salvar a los

12
hombres, sino que en el acto mismo de la redención despliega su justicia. {23
de febrero de 1893 EJW, PTUK 52.8}

En el tabernáculo que el Señor le dijo a Moisés que construyera, y cuyo


modelo le mostró en el monte, el mueble principal era el arca. En este arca se
colocaron las tablas de la ley. La cubierta del arca se llamaba propiciatorio, y
sobre ella estaban las figuras de dos querubines, uno en cada extremo, uno
frente al otro. Véase Éx. 25:10-21. De esto dijo el Señor: "Y de allí me
encontraré contigo, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los
dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te
mandare para los hijos de Israel.". Ex. 25:22. "Y cuando entraba Moisés en el
tabernáculo de la congregación, para hablar con Él, oía la voz que le hablaba
de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre
los dos querubines; y hablaba con Él. " Núm. 7:89. De esto aprendemos que
así como el tabernáculo representaba la morada de Dios, correspondiente al
templo de Dios en el cielo (véase Ex. 25:8; Heb.9:23, 24; Sal. 11:4), así el arca
representaba el trono de Dios. Así, la ley de Dios constituye el fundamento de
su trono, pero el trono mismo es el asiento de la misericordia. En el trono de
Dios "La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se
besaron". Sal. 85:10. Su trono es un trono de gracia, donde podemos obtener
misericordia, y encontrar gracia para socorro en tiempo de necesidad. Heb.
iv. 16. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 52.9}

Pero algún lector sin duda piensa que todavía no hemos tocado el verdadero
asunto en cuestión. Los siguientes textos están sin duda en su mente: "Mas la
misericordia de Jehová desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que
le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su
pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra".
Sal. 103:17, 18. "Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no
hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio". Santiago
2:13. ¿No parece indicar esto que la misericordia de Dios perdura para
siempre sólo para los que le temen, y que llegará un momento en que cesará
su misericordia, al menos en lo que concierne a los impíos? Veámoslo. {23 de
febrero de 1893 EJW, PTUK 53.1}

13
Dios, la Fuente de todas las Cosas
Dios es el Creador de todas las cosas. Es común decir que Él creó todas las
cosas de la nada. Eso es verdad, en la medida en que significa que su palabra
formó los mundos donde no había nada; pero realmente vinieron de su
palabra. Su palabra está llena de su propia vida, por lo que es cierto que toda
la creación llegó a existir a través de la propia vida de Dios. Todo brotó de Él,
de modo que en la creación de los mundos está el misterio de la
reproducción. Esta idea se da en las palabras del Salmista: "Señor, tú nos has
sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y
formases la tierra y el mundo; Desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres
Dios.". Sal. 90:1, 2. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 53.2}

Leed también los siguientes textos familiares: "El Dios que hizo el mundo y
todas las cosas que en él hay; Éste, siendo Señor del cielo y de la tierra, no
habita en templos hechos de manos; ni es honrado por manos de hombres,
como si necesitase algo; pues Él a todos da vida y aliento, y todas las cosas, ...
Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de
vuestros poetas han dicho: Porque también nosotros somos linaje suyo.
Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte e imaginación de
hombres.". Hechos 17:24-29. "Porque contigo está el manantial de la vida".
Sal. 36:9. "Porque de ti proceden todas las cosas". 1 Cro. 29:14 (LBLA).
"Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste
todas las cosas, y por tu placer existen y fueron creadas.". Apoc. 4:11. {23 de
febrero de 1893 EJW, PTUK 53.3}

Dios no sólo ha creado todas las cosas por medio de Cristo, sino que su
existencia continua depende sólo de Él. Tenemos redención por medio de la
sangre de Cristo, "Porque por Él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por Él y para
Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas por Él subsisten” Col.

14
1:16-17. Cristo, que es la plenitud de la Divinidad, es la vida de todo; es la
fuerza que se manifiesta en toda la materia. {23 de febrero de 1893 EJW,
PTUK 53.4}

La Necesidad de un Acuerdo con Dios


Siendo este el caso, es evidente que la existencia continuada de todas las
cosas depende de su armonía con la voluntad de Dios, y de su sumisión a
ella. Esto no es una mera demanda arbitraria de parte de Dios, Él no
requiere que todas las cosas estén sujetas a Él, simplemente para gratificar
su amor al poder, como sería el caso con el hombre, sino porque sólo como
todas las cosas dependen de Él pueden existir. "Oh hombre, Él te ha
declarado lo que es bueno, y ¿qué pide Jehová de ti? Solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y caminar humildemente con tu Dios.". Miqueas
6:8. Dos no pueden caminar juntos si no están de acuerdo. El hombre no
puede caminar y morar con Dios a menos que esté en unión con Él; pero su
propia existencia depende de su unión con Dios. Aparte de Dios no puede
haber vida. Sólo en Él vivimos, nos movemos y somos. {23 de febrero de 1893
EJW, PTUK 53.5}

En cuanto a la tierra misma, no hay dificultad. La creación fue sometida a la


vanidad, "no voluntariamente". Rom. 8:20. Es pasiva en las manos de Dios,
aunque está manchada con los pecados de los hombres. Ha sido maldecida
por causa del hombre, y por un poco de tiempo gime y sufre dolores de
parto, esperando la liberación que sin duda le llegará. Porque "la creación
misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de
los hijos de Dios.". Rom. 8:21 (RV1960). Pero el hombre se ha aliado con
Satanás y sus ángeles en rebelión contra el Todopoderoso. Su mente natural
es ahora enemistad contra Dios; “porque no se sujeta a la ley de Dios, ni
tampoco puede". Rom. 8:7. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 53.6}

Sin embargo, por la misericordia de Dios, el hombre continúa recibiendo


existencia. "Es por la misericordia de Jehová que no hemos sido

15
consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.". Lam. 3:22. Esta
longanimidad de Dios es para la salvación del hombre. Aunque han perdido
todo derecho a Él, habiéndose rebelado contra su amor y elegido la muerte,
Él se resiste a abandonarlos, y por eso ha provisto medios para que "su
desterrado no quede alejado de Él.". 2 Sam. 14:14. El gran amor de Dios se
muestra en esto. Él "se entregó por nosotros". "Nadie tiene mayor amor
que éste, que uno ponga su vida por sus amigos". Juan 15:13. "Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros.". Rom. 5:8 (RV1960). Lo hizo mientras estábamos
"muertos en delitos y pecados", únicamente "por su gran amor con que nos
amó", porque Él "es rico en misericordia". Ef. 2:4, 5. "Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo". 2 Cor. 5:19. Al entregarse por los hombres
rebeldes, para que así pudieran reconciliarse consigo mismo, Dios muestra
cuán grandemente deseaba que todos los hombres tuvieran vida eterna,
pues como hemos visto, sólo en la unión con Él hay vida. Y este amor por los
hombres, y el deseo de que tengan vida eterna, se muestra diariamente en el
hecho de que, como acto de gracia, mantiene vivos a los hombres rebeldes,
para que escuchen su amorosa invitación y se reconcilien con Él. Él dice: "Fui
buscado de los que no preguntaban por mí; fui hallado de los que no me
buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.
Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no
bueno, en pos de sus pensamientos; " Isa. 65:1, 2. {23 de febrero de 1893
EJW, PTUK 53.7}

La Justicia de la Misericordia
Pero en esta misericordia aparece la justicia de Dios. Él ha hecho al hombre a
su propia imagen, con facultades capaces del mayor disfrute, pues le ha dado
la libertad de elegir su propio camino, y ha puesto todo delante de él. El
mayor goce posible se encuentra en la más perfecta libertad; y esto Dios se lo
ha dado al hombre, dándole la máxima libertad para elegir lo que quiera. En
esta elección no hay absolutamente ninguna restricción impuesta al
hombre por el Señor. Su estricta justicia se muestra en que no interfiere con
16
el derecho personal del hombre a elegir lo que quiere. Dios sabe que sólo
en Él puede el hombre encontrar su mayor bien, y por eso se presenta ante
el hombre bajo la luz más atractiva, y le suplica que lo acepte; pero no va a
entrometer su presencia donde no es deseada. No coaccionará la voluntad
del hombre. Al hacer al hombre, le ha garantizado una perfecta libertad, y
Él mismo respeta los derechos que le ha concedido. Tratar de obligar a los
hombres a aceptar sus caminos, por perfectos que sean, sería privarlos de
esa libertad que es inseparable de Dios; y así sería frustrar su propio
propósito. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 53.8}

“Al cielo y a la tierra llamo hoy como testigos contra vosotros, de que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues,
la vida, para que vivas tú y tu simiente; y que ames a Jehová tu Dios, y
obedezcas su voz, y te acerques a Él; porque Él es tu vida y la largura de tus
días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres
Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar. ” Deut. 30:19,20. Quien elige a
Dios tendrá la vida; porque Dios mismo es la vida. Cuando el hombre ha
cedido a la persuasión del Señor, hasta el punto de indicar su preferencia por
Él, entonces el Señor mismo entra gustosamente y suple toda su necesidad.
Él le da el poder para hacer lo correcto, o más bien, Él mismo vive su propia
voluntad justa en el hombre. Mientras el hombre continúe rindiéndose a
Dios, tendrá vida, incluso por toda la eternidad. Dios ha prometido que nunca
abandonará al hombre que pone su confianza en Él y, por lo tanto, ese
hombre debe continuar viviendo mientras Dios viva. Ese hombre descubrirá
que el plan de Dios para él es lo mejor posible para él. En la presencia de Dios
hay plenitud de gozo. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.1}

Dando a los Hombres Su Propio Camino


Pero, ¿qué pasa con los que no quieren que Cristo reine sobre ellos? ¿Qué
pasa con los que persisten en su rebelión contra el Señor? He aquí la
respuesta: "por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de
Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía: Por

17
tanto comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios
consejos. Porque el descarrío de los ignorantes los matará, y la prosperidad
de los necios los echará a perder." Prov. 1:29-32. Se resisten al Espíritu del
Señor, rechazando todas sus súplicas, hasta que es inútil seguir luchando con
ellos. Se niegan totalmente a tener nada que ver con el Señor, y por eso Él les
deja seguir su propio camino, que es la destrucción. "Hay camino que al
hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte." Prov. 14:12.
{23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.2}

Tales personas se condenan a sí mismas. Su condenación a muerte no es


meramente la decisión de un Juez, sino el resultado natural de su propio
curso. Han odiado al Señor, han resistido todos sus avances y han mostrado
su deseo de no tener nada que ver con Él. Puesto que se niegan
rotundamente a vivir con Él, no le queda otra alternativa que abandonarlos
a su suerte; y como no tienen medios de subsistencia propia,
necesariamente sufren la destrucción. Además del texto citado en el párrafo
anterior, que muestra que éste es el caso, léase lo siguiente:- {23 de febrero
de 1893 EJW, PTUK 54.3}

"Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas;
porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas
haces lo mismo. Pero sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen
tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que
hacen tales cosas y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia y longanimidad,
ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? Mas por tu
dureza, y tu corazón no arrepentido, atesoras ira para ti mismo, para el día de
la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno
conforme a sus obras: " Rom. 2:1-6. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.4}

A los impíos se les ha concedido el mismo amor que a los justos. Es común
que la gente diga que Dios ha sido muy bueno con tal o cual persona. Esto es
verdad, pero no es toda la verdad, y puede dar una impresión equivocada. El
hecho es que el Señor es bueno con todos. "Bueno es Jehová para con todos;
y sus misericordias sobre todas sus obras". Sal. 145:9. El Señor es la bondad
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misma. Él es amor. No puede ser en ningún momento otra cosa de lo que
es, y por eso es tan bueno con una persona como con otra. Él es igualmente
bueno con todos y tan bueno como puede serlo todo el tiempo. Por lo
tanto, no es porque no han sido atraídos por el amor de Dios, que algunos
son destruidos. Es porque han despreciado ese amor. Habiendo endurecido
sus corazones contra el amor de Dios, cuanto más les manifestaba Él su
amor, más duros se volvían. Es un dicho trillado que el mismo sol que derrite
la cera endurece el barro. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.5}

El Destino de los Malvados


Una pregunta más debe ser considerada en esta conexión, y es: ¿cuál es el
destino de aquellos que rechazan al Señor? Está suficientemente claro que es
la separación de Él, porque eso es lo que han elegido. Ellos fueron
naturalmente separados del Señor por sus pecados. Dios, sin embargo, no los
dejaría ir sin un esfuerzo para inducirlos a aceptar sus caminos. Pero el
rechazo de sus bondadosos ofrecimientos demostró su determinación de
separarse para siempre de Él, y al fin se vio obligado a entregarlos a su propia
elección. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.6}

Ahora la pregunta es: ¿Dónde pueden existir separados de Dios? Lean las
palabras del Salmista: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿O a dónde huiré de
tu presencia? Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi
lecho, he aquí allí tú estás. Si tomare las alas del alba, y habitare en el
extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá
alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece
como el día: lo mismo te son las tinieblas que la luz". Sal. 139:7-12. {23 de
febrero de 1893 EJW, PTUK 54.7}

Dios está en todas partes. Es su presencia, y sólo ella, la que sostiene el


universo. Es evidente, por lo tanto, que aquellos que son dejados a su
propia elección para estar eternamente separados del Señor, no les queda

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otro lugar que la extinción total. No hay lugar en el universo donde los
hombres puedan existir separados de la presencia del Señor. Y esto es
precisamente lo que el Señor dice que será su destino. "Porque cercano está
el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu
galardón volverá sobre tu cabeza. De la manera que vosotros bebisteis en
mi santo monte, así beberán continuamente todas las gentes; beberán, y
engullirán, y serán como si no hubieran sido. " Abdías 15, 16. Esto es
cosechar el fruto de su propio camino, es decir, rechazar la presencia del
Espíritu de Dios. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.8}

Castigo Eterno
"Pero", dice algún lector, "¿no dice la Biblia que los impíos irán al castigo
eterno?". Sí, lo dice. Leamos el texto. Es sl final del gran discurso de nuestro
Salvador a sus discípulos justo antes de su crucifixión. Habiendo descrito a los
impíos, dice: " E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna".
Mateo 25:46. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 54.9}

Pero, ¿significa eso que los impíos permanecerán vivos eternamente? No


necesariamente. Depende de cuál sea su castigo. Ahora, en Romanos 6:23
tenemos un texto paralelo. "Porque la paga del pecado es muerte; mas el
don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Entonces, puesto
que ése es el castigo de los pecadores, y han de ir al castigo eterno, se sigue
que van a la muerte eterna. Eso es tan claro como las palabras pueden
hacerlo. Y se corrobora aún más por la declaración inspirada de que los justos
tendrán descanso "...cuando sea revelado del cielo el Señor Jesús con sus
ángeles poderosos, en llama de fuego, para cobrar venganza de los que no
conocen a Dios, y no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los
cuales serán castigados con eterna perdición excluidos de la presencia del
Señor, y de la gloria de su poder, ". 2 Tes. 1:7-9. {23 de febrero de 1893 EJW,
PTUK 54.10}

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Fuego Inextinguible
"Pero luego se nos dice que el fuego que quema a los impíos no se apagará".
Muy cierto; y la razón por la cual no se apagará es que es inextinguible. "Su
aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el
granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. ". Mt. 3:12.
Incombustible debe ser, porque es el fuego de la gloria del Señor. Cuando
venga el Señor, los impíos serán consumidos por el Espíritu de su boca y
destruidos por el resplandor de su venida. Véase 2 Tes. 2:8. Ese fuego debe
existir mientras Dios exista; pero mientras es muerte para los enemigos del
Señor, es luz y vida para los que le aman. Es como en el caso del antiguo
Israel; lo que era luz para los israelitas, era confusión y destrucción para los
egipcios. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.1}

Pero el hecho de que el fuego sea inextinguible no demuestra que lo que se


arroja en él deba existir para siempre. Todo lo contrario. Si se produce un
incendio en un edificio y los bomberos no son capaces de apagarlo, el
resultado inevitable es que el edificio se consuma por completo. Lo mismo
sucederá con los que serán arrojados a los fuegos inextinguibles del último
día. El texto dice que serán "quemados" con fuego inextinguible. A los impíos
se les llama paja, indicando el caso con que pueden ser consumidos. "Porque
he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos
los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día vendrá y los abrasará, dice
Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama." Mal. 4:1. {23 de
febrero de 1893 EJW, PTUK 55.2}

Fuego Eterno
Lo que se ha dicho acerca del fuego inextinguible ha aclarado el problema
que algunos habrían tenido sobre el término "fuego eterno", al cual han de
ser enviados los impíos. "Entonces dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles". Mateo 25:41. Como ya hemos visto, el efecto de tal fuego debe ser

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consumir y destruir completamente todo vestigio de lo que se arroja en él.
{23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.3}

Pero tenemos un ejemplo del efecto del fuego eterno. El apóstol Judas
escribe acerca del juicio reservado para el diablo y sus ángeles, junto con los
que le han servido, y presenta esta semejanza: "Como Sodoma y Gomorra, y
las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos, habiéndose
dado a la fornicación e ido en pos de carne extraña, fueron puestas por
ejemplo; sufriendo el castigo del fuego eterno" Judas 7. El fuego que
destruyó las ciudades es el mismo fuego que en el último día destruirá a
todos los impíos. Es fuego eterno, sin embargo, observen su efecto sobre
esas ciudades:- {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.4}

"Y se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de


Sodoma, que fue derribada en un momento, sin que manos asentaran sobre
ella". Lam. 4:6. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.5}

Dios es Todo en Todos


Hay otros textos que podrían ocurrírsele a uno, pero éstos son suficientes
para mostrar lo que la Escritura enseña en cuanto al destino de los impíos.
Las declaraciones son claras, y no puede haber contradicción en la Biblia. Y
ahora volvamos una vez más al pensamiento original sobre la misericordia de
Dios en relación con su justicia. Su misericordia perdura hasta en medio de
la ejecución de sus juicios. "Alabad a Jehová, porque Él es bueno; porque
para siempre es su misericordia.. . . . Al que hirió a Egipto en sus
primogénitos, porque para siempre es su misericordia . . . Al que dividió el
Mar Rojo en partes, porque para siempre es su misericordia; e hizo pasar a
Israel por medio de él, porque para siempre es su misericordia; y arrojó a
Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, porque para siempre es su
misericordia" Sal. 136:1, 10, 13-15. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.6}

Las misericordias de Dios son eternas, aunque haya quienes no las acepten.
En su misericordia los soporta por mucho tiempo, pero Dios no podría
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tolerar la rebelión para siempre en sus dominios y ser justo con sus leales
súbditos. Por lo tanto, en justicia no menos que en misericordia hacia
aquellos que voluntariamente se someten a su control, Él debe permitir que
los malvados sufran el castigo por el que han trabajado. De hecho, sería una
injusticia para los malvados no darles aquello por lo que han trabajado tan
larga y diligentemente. Han tomado consejo juntos contra el Señor y contra
su Ungido, diciendo: "Rompamos sus ataduras, y echemos sus cuerdas de
nosotros." Todo su deseo ha sido ser dejados a sí mismos y ahora Dios les
da su deseo. Pero como no hay lugar en el universo donde Dios no es, lo
único que les queda es la extinción. Por eso leemos: "Porque los malignos
serán talados, mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues
de aquí a poco no existirá el malo; y contemplarás sobre su lugar, y ya no
estará" Sal. 37:9, 10. {23 de febrero de 1893 EJW, PTUK 55.7}

Entonces se cumplirá el propósito de Dios: "que en la dispensación del


cumplimiento de los tiempos, había de reunir todas las cosas en Cristo, así las
que están en el cielo, como las que están en la tierra, aun en Él". Ef. 1:10.
Entonces Cristo habrá cumplido el propósito por el cual ascendió al cielo, a
saber, "para llenar todas las cosas". Ef. 4:10. "Y cuando todas las cosas le
estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquél que sujetó
a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.". 1 Cor. 15:28. Y
entonces de "...toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo
de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos hay, diciendo:
Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, y la honra, y la
gloria y el poder, por siempre jamás." Apoc. 5:13. {23 de febrero de 1893
EJW, PTUK 55.8}

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Justicia y Misericordia
En el año de 1893, algunas de las verdades más preciosas del mensaje de 1888
salieron a la luz. Poco antes de esa fecha, Elena de White escribió:

El tiempo de prueba está precisamente delante de nosotros, pues el


fuerte pregón del tercer ángel ya ha comenzado en la revelación de la
justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados. Este es el
comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra. RH,
Nov. 22, 1892 par. 7 { 1MS 425.3}

Sobre la base del principio de que Dios es la fuente de todas las cosas en el contexto
de los dos pactos ubicados en su marco correcto, Waggoner presentó en 1893 una
línea de pensamiento que abriría la puerta a una verdadera comprensión del carácter
de Dios en su trato con los malvados.

Dios se lo ha dado al hombre, dándole la máxima libertad para elegir lo


que quiera. En esta elección no hay absolutamente ninguna restricción
impuesta al hombre por el Señor. Su estricta justicia se muestra en
que no interfiere con el derecho personal del hombre a elegir lo que
quiere. Dios sabe que sólo en Él puede el hombre encontrar su mayor
bien, y por eso se presenta ante el hombre bajo la luz más atractiva, y
le suplica que lo acepte; pero no va a entrometer su presencia donde
no es deseada. No coaccionará la voluntad del hombre. Al hacer al
hombre, le ha garantizado una perfecta libertad, y Él mismo respeta los
derechos que le ha concedido. Tratar de obligar a los hombres a
aceptar sus caminos, por perfectos que sean, sería privarlos de esa
libertad que es inseparable de Dios; y así sería frustrar Su propio
propósito. {23/02/1893 EJW, PTUK 53.8}

Hermanos, esta declaración es parte del comienzo de la lluvia tardía. Es una verdad
tan brillante que jugará un papel clave en sellar a los santos con el nombre del Padre
en la frente de aquellos que la reciban como una verdad preciosa.

“Dios ama al dador alegre”


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