Catastrofe Total
Catastrofe Total
Catastrofe Total
N. del T.: Estos son los ejercicios del libro Full Catastrophe Living. Using the Wisdom of Your Body and
Mind to Face Stress, Pain, and Illness, de Jon Kabat-Zinn (Dell Publishing, 1990). La traducción se
ofrece como una ayuda para la aplicación de estas técnicas con grupos de hispano parlantes. No substituye a
la lectura del libro, donde se explican las prácticas y sus fundamentos.
EJERCICIO 1
1. Toma una postura cómoda, acostado o sentado. Si estás sentado, mantén la columna recta y deja caer los
hombros.
2. Cierra tus ojos si así te sientes cómodo.
3. Pon la atención en el estómago, sintiéndolo subir o extenderse suavemente al inhalar y bajar o
contraerse al exhalar.
4. Manténte enfocado en la respiración, “estando allí” con cada inhalación completa y con cada exhalación
completa, como si estuvieras cabalgando sobre las olas de tu respiración.
5. Cada vez que veas que tu mente se ha alejado de la respiración, toma nota de qué es lo que la apartó y
regrésala suavemente al estómago y a sentir como entra y sale la respiración.
6. Si tu mente se aleja de la respiración mil veces, entonces tu “tarea” es simplemente regresar cada vez a
la respiración, no importa en qué se haya involucrado.
7. Practica este ejercicio durante quince minutos en algún momento conveniente todos los días, tengas o
no tengas ganas, durante una semana y ve cómo se sientes el incorporar una práctica disciplinada de
meditación en tu vida. Toma consciencia de cómo se siente pasar un tiempo cada día simplemente
estando con tu respiración sin tener que hacer nada.
EJERCICIO 2
1. Entra en sintonía con tu respiración en diferentes momentos durante el día, sintiendo como el estómago
sube y baja unas dos veces.
2. Date cuenta de tus pensamientos y sentimientos en esos momentos, simplemente observándolos sin
juzgarlos ni juzgarte.
3. Al mismo tiempo presta atención a cualquier cambio de la manera en que ves las cosas y de los
sentimientos sobre ti mismo.
EJERCICIO 1
Sentándose con la Respiración
1. Continúa practicando el estar consciente de tu respiración, sentado en una posición erguida, durante por
lo menos diez minutos, por lo menos una vez al día.
2. Cada vez que te des cuenta que tu mente ya no está más con tu respiración, sólo toma nota de donde
está. Entonces déjala ir y regresa a tu estómago y a tu respiración.
3. Con el tiempo trata de extender el tiempo de meditación sentado hasta que puedas hacerlo durante
treinta minutos o más. Pero recuerda que cuando uno está realmente en el presente el tiempo no existe,
por lo que el tiempo del reloj no es tan importante como tu disposición a prestar atención y dejar ir,
momento a momento.
2 Jon Kabat-Zinn
EJERCICIO 2
Meditando Sentado con la Respiración y el Cuerpo en Conjunto
1. Cuando sientas que tu práctica es suficientemente fuerte, en el sentido de que puedes mantener con
alguna continuidad la atención en la respiración, prueba de extender el campo de atención “alrededor
de” tu respiración y “alrededor de” tu estómago para incluir la sensación de tu cuerpo como un todo
mientras meditas sentado.
2. Mantén esta percepción del cuerpo sentado y respirando, y cuando la mente se escape, regrésala al estar
sentado y respirando.
EJERCICIO 3
Meditando Sentado con el Sonido
1. Si se te antoja, prueba de escuchar sonidos cuando meditas. Esto no significa buscar sonidos, sino
simplemente oír lo que hay para oír, momento a momento, sin juzgar ni pensar sobre ellos.
Simplemente oyéndolos como sonido puro. Y oyendo también los silencios dentro y entre sonidos.
2. También puedes hacer esta práctica con la música, oyendo cada nota que suena y los espacios entre las
notas. Prueba de inhalar los sonidos hacia dentro de tu cuerpo y dejarlos salir al exhalar. Imagina que tu
cuerpo es transparente a los sonidos; que pueden entrar y salir de tu cuerpo a través de tus poros.
EJERCICIO 4
Meditando Sentado con los Pensamientos y los Sentimientos
1. Cuando tu atención en la respiración sea relativamente estable, prueba el cambiar la atención hacia el
proceso de pensar. Suelta la respiración y sólo observa como los pensamientos entran y salen del campo
de tu atención.
2. Intenta percibirlos como “eventos” en tu mente.
3. Nota su contenido y su peso evitando, si es posible, el ser arrastrado a pensar en ellos, o a pensar sobre
el próximo pensamiento, sino manteniendo un “marco” a través del cual simplemente observas el
proceso de pensamiento.
4. Nota que un pensamiento individual no dura mucho. Es transitorio. Si llega, se irá. Toma consciencia de
esto.
5. Nota que algunos pensamientos son recurrentes.
6. Nota los pensamientos de “yo”, “mi”, o “mío”, observando cuidadosamente cómo “tu”, el observador
imparcial, se siente sobre ellos.
7. Nota cuando la mente crea a un “yo” para que se preocupe sobre que tan bien o que tan mal te va en la
vida.
8. Nota los pensamientos sobre el pasado y los pensamientos sobre el futuro.
9. Nota los pensamientos acerca de codicia, deseo vehemente, aferramiento, apego.
10. Nota los pensamientos acerca de enojo, disgusto, odio, aversión, rechazo.
11. Nota como llegan y se van los sentimientos y estados de ánimo.
12. Nota que sentimientos están asociados con el contenido de diferentes pensamientos.
13. Si te pierdes en todo esto, simplemente regresa a tu respiración.
Este ejercicio requiere de gran concentración y al comienzo sólo debe hacerse por períodos cortos, como
dos a tres minutos por sentada.
EJERCICIO 5
Meditando Sentado con Percepción Indiscriminante
1. Simplemente siéntate. Sin aferrarte a nada, sin buscar nada. Practica el estar completamente abierto y
receptivo a cualquier cosa que entre en el campo de la atención, permitiéndole entrar e irse, observando,
presenciando en calma.
Viviendo la Catástrofe Total 3
EJERCICIO
1. Acuéstate de espaldas en un lugar cómodo, en el suelo o en la cama (pero recuerda que esta vez no
quieres quedarte dormido sino que estás tratando de “quedarte despierto”). Asegúrate de estar
suficientemente abrigado. Quizás quieras cubrirte con una cobija o hacerlo en un saco de dormir si el
cuarto está frío.
2. Cierra suavemente tus ojos.
3. Siente como sube y baja tu estómago con cada inhalación y exhalación.
4. Pasa unos momentos sintiendo a tu cuerpo como un “todo”, de la cabeza a los dedos del pie, la
“envoltura” que es tu piel, las sensaciones en los lugares en que el cuerpo está en el contacto con el
suelo o la cama.
5. Lleva tu atención a los dedos del pie izquierdo. Al dirigir tu atención a ellos, ve si puedes “dirigir” o
encauzar tu respiración también hacia ellos, para que sientas como si estuvieras inhalando hacia los
dedos del pie y exhalando desde los dedos del pie. Puede llevarte un rato conseguir esto. Puede ayudarte
el imaginar que tu respiración baja por el cuerpo, de la nariz a los pulmones, siguiendo a través del
abdomen y hacia abajo por la pierna izquierda hasta los dedos del pié, y luego de regreso y hacia afuera
a través de la nariz.
6. Permítete sentir todas y cada una de las sensaciones de tus dedos del pie izquierdo, quizás
distinguiéndolas y observando el flujo de sensaciones en esta región. Si por el momento no sientes nada,
también está bien. Permítete sentir el “no sentir nada”.
7. Cuando estés listo a dejar los dedos del pié izquierdo y continuar, haz una inhalación más profunda, más
intencional, que llegue hasta los dedos de pie y, al exhalar, permíteles “disolverse” en tu “ojo mental”.
Mantén la atención por varias respiraciones y luego sigue consecutivamente con la planta del pie
izquierdo, el talón, el empeine, y finalmente el tobillo, repitiendo el inhalar hacia y exhalar desde cada
región mientras observas las sensaciones que estás experimentando, para luego dejarlas ir y continuar
con otra parte.
8. Como en los ejercicios de atención al respirar (Capítulo 3) y la meditación sentada (Capítulo 4), regresa
tu mente a la respiración y a la región en que estás enfocado cada vez que te des cuenta que has perdido
la atención.
9. De esta manera, como está descrito en este capítulo, continúa subiendo despacio por tu pierna izquierda
y sigue a través del resto de tu cuerpo, mientras mantienes el enfoque en la respiración y en las
sensaciones de las regiones particulares, a medida que llegas a ellas, respiras con ellas y las dejas ir. Si
experimentas dolor, consulta las secciones en este capítulo que sugieren como trabajar con él, así como
los Capítulos 22 y 23.
10. Practica el examen del cuerpo por lo menos una vez al día. La cinta de esta práctica puede ayudar en un
principio a que el ritmo sea lo suficiente lento, y para ayudar a recordar con precisión las instrucciones.
11. Recuerda que el examen del cuerpo es la primera práctica formal del la atención plena en la que se
involucran nuestros pacientes en forma intensiva, y lo hacen cuarenta y cinco minutos diarios, seis días
por semana, durante por lo menos dos semanas al principio de su entrenamiento.
12. Si tienes problemas con mantenerte despierto, prueba de hacer el examen del cuerpo con los ojos
abiertos.
4 Jon Kabat-Zinn
CÓMO EMPEZAR
1. Acuéstate en una estera o colchoneta que te proteja de la dureza del suelo. Si no puedes acostarte, hazlo
de alguna otra manera.
2. Presta atención al flujo de tu respiración y siente como sube y baja el abdomen con cada inhalación y
exhalación.
3. Toma unos momentos sintiendo a tu cuerpo como un “todo”, de la cabeza los pies, la “envoltura” que es
tu piel, y las sensaciones en los lugares en que tu cuerpo está en el contacto con el suelo.
4. Al igual que con la meditación sentada y el examen de cuerpo, mantén tu atención enfocada en el
momento presente y regrésala cuando la pierdas, notando que fue lo que la atrajo antes de dejarlo ir.
5. Coloca tu cuerpo lo mejor que puedas en las varias posturas ilustradas debajo e intenta quedarte en cada
una mientras te enfocas en tu respiración en el abdomen. Las figuras 6 y 7 ilustran la sucesión de
posturas que hacemos en el lado de yoga de las dos cintas de práctica de la atención plena: “Guided
Yoga 1” y “Guided Yoga 2”. En las cintas algunas de las posturas se repiten en varios puntos. Estas
repeticiones no están incluidas en los dibujos. Cuando alguna postura es mostrada en el lado derecho o
el lado izquierdo, haz ambos lados, como está indicado.
6. Mientras estás en cada postura, se consciente de las sensaciones que estás experimentando en varias
partes de tu cuerpo y, si quieres, envía tu respiración hacia y desde la región de mayor intensidad en ese
estiramiento o postura particular. La idea es relajarse en cada postura lo mejor que puedas y respirar con
lo que estás sintiendo.
7. Siéntete en libertad de saltar cualquiera de las posturas que sabes que empeorarán algún problema que
puedas tener. Consulta con tu doctor o fisioterapeuta sobre posturas particulares si tienes problemas en
el cuello o la espalda. Ésta es un área en la que tienes que usar tu juicio y tomar responsabilidad por tu
propio cuerpo. Muchas de las personas en la clínica de tensión que tienen problemas de espalda y cuello
nos dicen que por lo menos pueden hacer algunas de estas posturas, pero las hacen muy
cuidadosamente, sin empujar ni forzar ni jalar. Aunque estos ejercicios son muy suaves y pueden sanar,
también son engañosamente poderosos y pueden llevar al estiramientos de músculo y a reveses más
serios si no se hacen despacio, con atención y graduándolos con el tiempo.
8. No te involucres en una competencia contigo mismo, y si lo haces, nótala y déjala ir. El espíritu del
yoga es el espíritu de aceptación de uno mismo en el momento presente. La idea es explorar tus límites
suavemente, con cariño y respeto a tu cuerpo. No es intentar romper los límites de tu cuerpo porque
quieres lucir bien o entrar en tu traje del baño el próximo verano. Eso puede ocurrir en forma natural si
mantienes la práctica, pero si tiendes a forzarte más allá de tus límites del momento en vez de relajarte
en ellos, puedes terminar dañándote. Esto simplemente pondría hacerte retroceder y desanimarte sobre
el mantener la práctica, en cuyo caso podrías encontrarte culpando al yoga en vez de ver que fue tu
actitud de intentar lograr algo la que te llevó a excederte. Ciertas personas tienden a entrar en un círculo
vicioso de excederse cuando se sienten bien y con entusiasmo y luego no poder hacer nada durante un
tiempo y desanimarse. Vale la pena prestar atención a esta tendencia y errar por ser conservador.
9. Aunque no se muestra en las sucesiones de posturas ilustradas en las Figuras 6 y 7 simplemente por
razones de espacio, debes descansar entre posturas. Dependiendo de lo que estés haciendo, puedes
hacerlo acostado de espaldas o en otra postura cómoda. En esos momentos se consciente del flujo de tu
respiración de momento a momento, sintiendo como tu estómago suavemente aumenta y disminuye. Si
estás acostado en el suelo, siente como se sueltan tus músculos y te vas hundiendo más profundamente
en tu estera con cada exhalación. Cabalga las olas de tu respiración a medida que te relajas y te hundes
más en el suelo. Puedes relajarte de forma similar mientras descansas parado entre las posturas de pie;
siente el contacto que tus pies hacen con el suelo y permite que tus hombros caigan conforme exhalas.
En ambos casos, cuando tus músculos se sueltan y relajan, permítete dejar ir cualquier pensamiento que
Viviendo la Catástrofe Total 5
(Figuras de yoga)
Aplicaciones
en tus hombros, cara, manos o espalda? ¿Cómo estás sentando o parado en este momento? ¿Qué está
diciendo tu cuerpo? Conscientemente libera cualquier tensión lo mejor que puedas mientras exhalas y
cambias de postura a una que exprese equilibrio, dignidad y alerta.
6. Cuando te encuentres caminando en el trabajo, tómalo con tranquilidad. Camina con atención. No te
apresures a menos que tengas que hacerlo. Si tienes que hacerlo, sabe que te estás apresurándose.
Apresúrate con atención plena.
7. Usa cualquier descanso que tengas para realmente relajarte. En lugar de tomar café o fumar un cigarro,
prueba salir del edificio por tres minutos y respirar caminando o parado. O haz rotaciones de cuello y
hombros en tu escritorio (ver Figura 7). O si puedes cierra la puerta de tu oficina y siéntate en silencio
durante unos cinco minutos, siguiendo tu respiración.
8. Pasa tu tiempo de descanso y la hora del almuerzo con personas con quienes te sientas cómodo. Si no es
posible, quizá sería mejor que estuvieras solo. Cambiar de ambiente a la hora del almuerzo puede ser
útil. Come uno o dos almuerzos por semana en silencio, con plena atención.
9. Como alternativa, no comas almuerzo. Sal y haz ejercicios, todos los días si puedes, o algunos días por
semana. El ejercicio es una manera muy buena de reducir la tensión. Tus posibilidades de hacerlo
dependerán de cuánta flexibilidad tienes en tu trabajo. Si puedes hacerlo, es una forma maravillosa de
aclarar la mente, reducir tu tensión y empezar la tarde fresco y con mucha energía. Yo trato de salir del
hospital y correr al medio día, de media a una hora, dependiendo de mi horario. Muchos lugares de
trabajo han organizado programas de ejercicio para sus empleados, como aeróbicos, levantamiento de
pesas, yoga y baile, tanto a la hora del almuerzo como antes y después del trabajo. Si tienes oportunidad
de hacer ejercicio en el trabajo, ¡tómala! Pero recuerda, un programa de ejercicio requiere del mismo
tipo de compromiso que requiere la meditación formal. Y cuando lo hagas, hazlo con plena atención.
10. Intenta detenerte durante un minuto cada hora y prestar atención a tu respiración. Perdemos mucho más
tiempo que esto soñando despiertos en el trabajo. Usa estas mini-meditaciones para sintonizarte en el
presente y simplemente ser. Úsalas como momentos de reagrupamiento y recuperación. Sólo se necesita
recordar hacerlo. Esto no es fácil, ya que nos dejamos llevar fácilmente por el impulso de todo lo que
hay que hacer.
11. Usa las señales cotidianas en tu ambiente como recordatorios de centrarte y relajarte –el sonido del
teléfono, el tiempo muerto en la terminal de la computadora, el esperar que alguien termine algo antes
de poder empezar. En vez de relajarte “distrayéndote”, relájate sintonizándote.
12. Está atento a tus comunicaciones con las personas durante el día de trabajo. ¿Son satisfactorias? ¿Son
problemáticas? Piensa sobre como podrías mejorarlas. Se consciente de las personas que tienden a
operar en una forma pasiva u hostil contigo. Piensa sobre como podrías acercarte a ellos más
eficazmente. Piensa sobre como podrías ser más sensible a los sentimientos y necesidades de otras
personas. ¿Cómo podrías ayudar a otros en el trabajo estando más atento? ¿Cómo puede ayudarte en la
comunicación una mejor atención al tono de tu voz y al lenguaje corporal?
13. Al final del día, revisa lo que has logrado y has una lista de lo que se necesita hacer mañana. Pon
prioridades en los artículos de tu lista para que sepas que es lo más importante.
14. Al salir, regresa tu atención al caminar y respirar. Se consciente de la transición a la que llamamos el
“salir del trabajo”. Examina tu cuerpo. ¿Estás agotado? ¿Estás parado derecho o inclinado? ¿Qué
expresión hay en tu cara?
15. Si usas transporte público, trae tu atención a tu caminar, esperar y sentarte. Date cuenta cuando estés
apresurándote. ¿Puedes “ceder” un poco y ser dueño de esos momentos entre el trabajo y la casa tanto
como de cualquier otro momento de tu vida?
O, si manejas, toma un momento o dos para una vez más sentarte en tu automóvil antes de ponerlo
en marcha. Maneja a la casa con plena atención.
16. Antes de cruzar la puerta, date cuenta de que estás a punto de hacerlo. Se consciente de la transición a la
que llamamos el “llegar a casa”. Trata de saludar a todas las personas con atención plena y haciendo
contacto visual, en lugar de gritar para anunciar tu llegada.
Viviendo la Catástrofe Total 7
17. En cuanto puedas, quítate los zapatos y la ropa de trabajo. El cambiarte de ropa puede completar la
transición del trabajo a la casa y puede permitirte integrarte más rápida y conscientemente en tus
papeles de no-trabajo. Si tienes tiempo, medita más o menos unos cinco minutos antes de hacer
cualquier cosa, incluyendo el cocinar o cenar.
Lo anterior se ofrece como ideas y sugerencias, no como un programa diario. En última instancia el desafío
es tuyo de decidir lo que más puede ayudarte a reducir la tensión de trabajo.
EL CAMINO DE LA CONCIENCIA
Capítulo 34. Manteniendo la Práctica Formal
SEMANAS Examen del cuerpo, 6 días por semana, 45 minutos por día.
1 & 2 Sentándote con atención en la respiración, 10 minutos por día.
SEMANAS Alternar, si es posible, examen del cuerpo y yoga (45 minutos), 6 días por
3 & 4 semana. Continúa sentándote con atención en la respiración, 15-20
minutos por día.
SEMANAS Medita sentado 30-45 minutos por día, alternando con yoga. Empieza la
5 & 6 meditación caminando si no lo has hecho.
SEMANA 8 Regresa a usar las cintas. Haz el examen del cuerpo por lo menos dos
veces esta semana. Continúa con la meditación sentado y el yoga.
Viviendo la Catástrofe Total 9
En resumen, en cada momento de tu vida despierta puedes tener mayor quietud y conciencia. Nuestras
sugerencias sobre como hacerlo no serán nada frente a las tuyas propias a medida que cultives la atención
plena en tu vida.
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LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
Viviendo la Catástrofe Total 11
LUNES
MARTES
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JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
12 Jon Kabat-Zinn
¿Qué querías
¿Qué quería(n)
Describe la realmente de la ¿Ya se ha
la(s) otra(s) ¿Cómo te
comunicación. persona o resuelto este
¿Cómo surgió persona(s)? sentiste durante
¿Con quién? situación? problema?
la dificultad? ¿Qué y después de
¿Cuál era el ¿Qué ¿Cómo podría
consiguieron este tiempo?
asunto? conseguiste resolverse?
realmente?
realmente?
LUNES
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JUEVES
VIERNES
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DOMINGO