Tema 1 Feixas
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Meehl.- La psicoterapia es el arte de aplicar una ciencia que todava no existe. (1960).
Existe una pluralidad de enfoques psicoteraputicos, por lo que tambin se da una
amplia gama de definiciones de psicoterapia. La mayora de estas definiciones
concuerdan en identificar a la psicoterapia como un tratamiento ejercido por un
profesional autorizado que usa medios psicolgicos para ayudar a resolver problemas
humanos, en el contexto de una relacin profesional.
Dado que todas las formas de influencia personal pueden afectar el sentido de
bienestar de una persona, la definicin de psicoterapia es arbitraria. Consideraremos
como psicoterapia slo aquellos tipos de influencia caracterizados por:
1) Una persona que cura, capacitada y socialmente autorizada, cuyos poderes
curativos son aceptados por el que sufre y por su grupo social o por una parte
importante de l.
2) Una persona que sufre que busca alivio en la persona que cura.
3) Una serie de contactos, ms o menos estructurados, entre la persona que sufre y
la que cura, por medio de los cuales el que cura, a menudo con la ayuda de un
grupo, intenta producir ciertos cambios en el estado emocional, las actitudes y la
conducta del que sufre. Todos los implicados creen que estos cambios le
ayudarn. Aunque pueden utilizarse accesorios fsicos y qumicos, la influencia
curativa se ejerce principalmente por medio de palabras, actos y rituales en los
que el que sufre, el que cura y el grupo si existe participan conjuntamente
(Frank, 1961).
1.2.- EL CLIENTE.
El paciente o cliente es la persona que acude a los servicios teraputicos, con algn
tipo de dificultad que le provoca un deseo consciente de cambio. Generalmente, antes
de acudir al psicoterapeuta, los individuos ya han intentado solucionar sus dificultades;
y suelen ir con expectativas poco realistas, buscando que el terapeuta les d la
solucin. Cualquier persona que, desendolo, no pueda realizar cambios en la relacin
consigo mismo y con el mundo es un paciente potencial.
El proceso de la terapia se disea para ayudar a los pacientes a que se cambien a s
mismos, NO para cambiarlos directamente.
Los elementos a tener en cuenta en el rol del cliente son fundamentalmente tres:
a) Algunas personas pueden no acudir a psicoterapia en un intento de preservar in
extremis su autoimagen. Ya que para ellos puede suponer una aceptacin de
cierto fracaso personal.
1.3.- EL PSICOTERAPEUTA.
Requisitos formales.
Aunque el rol social de psicoterapeuta es muy antiguo, la profesin es muy reciente
(mediados de este siglo).
Se considera a la psicoterapia como la 5 profesin, ya que comparte aspectos con la
medicina, la pedagoga, la asistencia social y la religin, Aunque en la actualidad tiende
a consolidarse como profesin autnoma.
La formacin de los psicoterapeutas tiende a consolidarse en el marco de la psicologa
cientfica, aunque existen aspectos especficos de cada modelo y sin un claro consenso.
B) Motivaciones disfuncionales:
! AFLICCIN MORAL: deseo de alcanzar mayor comprensin de s mismos, mayor
dominio sobre sus problemas personales y/o autocuracin. Esta motivacin
puede ser perjudicial o beneficiosa ya que si esto no se consigue, puede
desarrollar un deseo mesinico de compartir vicariamente la curacin de otros
cuando la propia parece inalcanzable.
! MANEJO VICARIO: si se pone en la situacin de ayudar a otros a superar
cuestiones no superadas en la propia vida se puede llegar a adoptar una
posicin vouyerista.
! SOLEDAD Y AISLAMIENTO. Varios estudios han revelado que un 60% de
psicoterapeutas haban realizado esta eleccin profesional para superar una
profunda sensacin de soledad y aislamiento, provocada por circunstancias
diversas (Henry et al., 1973. La profesin de psicoterapeuta puede as ser
elegida porque, debido a la unidireccionalidad de la relacin, permite satisfacer
la necesidad de contacto e intimidad en un contexto estructurado y seguro. Esta
motivacin, no obstante, resulta perjudicial tanto para el ejercicio de la
profesin como para la vida personal del terapeuta.
! DESEO DE PODER: la necesidad de influir, controlar o convertir a los dems
pueden convertir la relacin teraputica en una plataforma de debate,
confrontacin e influencia.
! NECESIDAD DE AMOR: la necesidad de expresar cario y amor puede ser
funcional para el ejercicio de la psicoterapia; sin embargo, tambin puede ser
perjudicial cuando va acompaada de un afn mesinico o cuando el
psicoterapeuta entiende que su amor y aceptacin, por s mismos, son agentes
curativos. La grandiosidad de esta actitud puede ser contraria a los intereses
del paciente
! REBELIN VICARIA: expresar sus necesidades de rebelarse y atacar la
autoridad. Esta actitud tambin resulta perjudicial para la prctica de la
psicoterapia, porque puede conducir a recomendar a los clientes actitudes
contrarias a la tradicin que pueden, de hecho, funcionar en contra de los
intereses de stos.
Condiciones familiares.
En el origen de esta necesidad suele haber experiencias de marginacin social,
econmica o religiosa durante la infancia, de modo que muchos de estos futuros
psicoterapeutas han crecido con una sensacin de ser diferentes a los dems.
Aunque no existen estudios suficientes para poder hablar de un perfil caracterstico, la
madre normalmente se describe como la figura central de la casa, mientras que el
padre es presentado como pasivo y sin una interaccin emocional intensa con el hijo.
Frecuentemente, la madre tiende a comunicar al futuro psicoterapeuta sus propios
problemas forzando, de este modo, en el nio el proceso de maduracin emocional y
cognitiva.
Aunque los datos que acabamos de mencionar pueden ser muy interesantes para la
cuestin de qu tipos de personas eligen ser psicoterapeutas, no se centran
directamente en los atributos y habilidades que debe poseer el buen psicoterapeuta. Y
no conviene confundir ambas cuestiones. Lo que verdaderamente interesa, tanto para
facilitar la formacin de psicoterapeutas como para consolidar la profesin, es saber
qu caractersticas y habilidades del terapeuta estn asociadas con el proceso y el
resultado de la psicoterapia. Por esta razn, desde sus inicios en los aos 40 en la
escuela de Rogers, la investigacin ha asilado las variables asociadas con un buen
resultado teraputico. De hecho, esta escuela lleg a sostener que la implantacin
eficaz de las tcnicas especficas debe descansar en las cualidades personales del
terapeuta. Este punto de vista en la actualidad ya no resulta representativo, el nivel de
competencia no depende tanto de las cualidades personales del psicoterapeuta, como
de su formacin y prctica en el manejo de las tcnicas psicoteraputicas.
Formacin y prctica.
Hasta el momento nos hemos referido al terapeuta en un sentido unipersonal; sin
embargo, para ser estrictos nos deberamos referir al sistema teraputico como entidad
que puede incluir ms elementos que el terapeuta. Por ejemplo, muchas psicoterapias,
especialmente de grupo o familiares, contemplan el rol del coterapeuta, que trabaja de
forma coordinada con el terapeuta, pudiendo ser su relacin al mismo nivel
(hablaramos entonces de dos co-terapeutas ms que de terapeuta y co- terapeuta) o
el co-terapeuta adoptar un papel ms secundario (toma notas, se centra en tareas ms
especficas y limitadas, etc.).
Esto nos lleva a plantear un concepto ms amplio, el de equipo teraputico. Este equi-
po se caracteriza por compartir parte de la responsabilidad teraputica, bien
asesorando al terapeuta acerca del estado del caso (en lo que comnmente se conoce
como sesiones clnicas), bien observando el proceso directamente (a travs de un vdeo
o espejo unidireccional) o participando de modo simultneo en dicho proceso
(mediante consultas con el terapeuta durante la sesin o incluso con mensajes
dirigidos directamente al cliente). Aunque han sido principalmente los terapeutas
sistmicos los que han desarrollado estas modalidades, stas constituyen aportaciones
de un valor considerable para la psicoterapia en general.
La figura del supervisor cuenta con mucha ms tradicin. La supervisin del trabajo
teraputico es necesario no slo para los terapeutas principiantes y un recurso
importante a lo largo de la trayectoria de un psicoterapeuta. Consiste en una consulta
de un caso a un terapeuta ms experto.
Generalmente se distingue entre supervisin directa, en la que el supervisor observa
desde un monitor o espejo unidireccional el trabajo del terapeuta, y supervisin
indirecta, mucho ms frecuente en la que la supervisin se realiza con posterioridad y
parte del relato del terapeuta.
Al ser una relacin profesional, requiere una estructuracin especfica. Con el encuadre
teraputico se hace referencia al conjunto de reglas fijadas por el terapeuta. Estas
incluyen los honorarios (en el contexto privado), la duracin y frecuencia de las
sesiones, el lugar donde se realizan, las vacaciones, as como cualquier otro detalle.
La relacin teraputica resulta ms til cuando se establece con un encuadre preciso
que contribuya a alejar la confusin de roles. Tambin conviene indicar que existe un
consenso generalizado en recomendar que terapeuta y cliente no mantengan ningn
otro tipo de relacin, ya sea comercial, profesional o personal, fuera de las sesiones
teraputicas. As, a menudo resulta desaconsejable que el terapeuta acepte como
cliente a un familiar, amigo o conocido, con quien mantiene una relacin previa.
a) exploracin de la situacin;
b) comprensin de la situacin en relacin con los objetivos; y
c) actuacin para conseguir los objetivos.
Y apunt que:
la Terapia centrada en el cliente es el foco de aplicacin en la 1 fase.
Psicoanlisis, en la 2
Modificacin de conducta, en la 3 fase.
Esta propuesta es interesante en la medida en que puede tomarse como un
antecedente de la problemtica introducida por los intentos de integracin de las
psicoterapias. Pero resulta difcil pensar que un mismo terapeuta pueda pasar de un
enfoque centrado en la persona a uno psicoanaltico, y de ah a la terapia de conducta.
El modelo de Egan.
Egan propuso un modelo til paraproblemas de ajuste, falta de habilidades, o con casos
en los que el objetivo teraputico no puede operativizarse claramente. En l, recoge
datos de la investigacin , la t de la influencia social y las habilidades de solucin de
problemas.
Egan cree que ninguno de los dos aprovecha al mximo las posibilidades de la
psicoterapia. El terapeuta no directivo olvida los problemas de la accin y las
dificultades del cliente a la hora de conocerse a s mismo. El terapeuta totalmente
directivo, aunque se preocupa de organizar la accin, olvida que, frecuentemente, sta
slo es posible cuando se ha visto su necesidad y se han comprendido todas sus
implicaciones. Por tanto, puede resultar adecuado adoptar una estrategia que
comience por una actuacin poco directiva encaminada a transmitir unas actitudes
profundas de respeto y comprensin y, una vez establecidas las bases de una relacin
teraputica implicada, proceder a una accin cada vez ms directiva.