Alicia Miyares: El Sufragismo

Alicia Miyares, El Sufragismo, en Celia Amors y Ana de Miguel Alvarez.
Teoria
Feminista, de la ilustracin a la globalizacin. 1ra ed. Madrid: Minerva, 2010.
Este texto manifiesta la paradjica relacin en torno a las mujeres o bien, al ideal de
la mujer en funcin de su papel dentro de las artes, el mbito pblico, y por supuesto, la
poltica.
La publicacin y difusin global de la ideologa Darwinista desde el siglo XIX,

coloca al hombre en la cumbre de la vida y sus organismos desprendindose de ste todo
aquello que sea obra de l mismo. Del mismo modo, esta perspectiva biologicista se ha
interpretado, polticamente en el sector social de la poblacin occidental, y uno de stos
vrtices de interpretacin en la sociedad, es el hecho de que existe indudablemente una
desigualdad entre los varones y las mujeres, siendo excluidas stas ltimas debido a su
consideracin inferior natural y adaptativa. La naturaleza es el gran argumento para
legitimar cualquier desigualdad, de manera que la esfera social podra basar su fundamento
de la desigualdad entre sexos de este modo.
Ciertamente, los movimientos histricos de diferentes corrientes de pensamiento,

por ejemplo, el liberalismo, esboza una perspectiva de liberacin social, que pudiera
simpatizar al pensamiento de los feminismos; no obstante, estos feminismos
necesariamente para su estudio y praxis van ms all de la corriente liberal de pensamiento,
con un enrgico potencial sufragista. Este movimiento se desarrolla a lo largo de 1848,
hasta 1900.
Es de carcter importante el resaltar que incluso desde la perspectiva de los

feminismos, las desigualdades sociales van ms all de una posicin jerrquica y poltica,
es decir que la prctica de stos ideales buscan inmiscuirse en una apuesta de reforma de
pensamiento global, de la que es precisamente hacerse cargo en nuestros tiempos.
El Manifiesto de Seneca Falls, tambin llamado Declaracin de Sentimientos en

1848 toma como premisa la lucha global de las mujeres conscientes de la situacin en que
se encuentran para asegurar y balancear un nuevo orden de las cosas. En s, esta
declaracin busca la eliminacin de sesgos basados del modelo biolgico de desigualdad,
dentro de los vestigios reforzados socialmente que en general son de naturaleza irracional y
miserablemente incluyente: si ambos sexos tienen los mismos derechos naturales, deberan
tener los mismos derechos sociales.
La educacin, el matrimonio, el trabajo y la familia son esferas de carcter vital para

el estudio de los feminismos, pues refuerzan el estereotipo desigual de las mujeres en su rol
social en general, principalmente en occidente, donde el sistema mismo est de alguna
manera diseado para someter cierto tipo de clases, de individuos y de grupos ms grandes.
Desde la educacin que por supuesto, comienza desde el hogar o la familia, la

asignacin de sexos viene tambin con un paquete de roles que deben ser asumidos en
funcin de mantener el orden social, que como se haba mencionado, se fundamenta en una
ideologa desigualitaria y excluyente, adscribiendo a ambos sexos en dos grandes esferas
que tienen que cumplirse, y que, con el paso del tiempo, han sido clasificados en
estereotipos que deben seguirse, influyendo poderosamente en la vida del individuo en
sociedad.
La familia, en la mayora de los casos en occidente tiende a perpetuar el orden de

pensamiento social que es aceptado, rectificado y opresor no siempre directamente, no
obstante, existen un sinnmero de factores que desembocan en la vida del individuo en
sociedad. La potencia de estos roles se transmite a veces involuntariamente, como en
costumbres e instituciones en la esfera del trabajo y el matrimonio, donde el varn es
quien lleva el pan a la mesa, mientras la mujer debe hacerse cargo del hogar; y sea varn o
mujer, el no cumplimiento de su funcin en su desempeo del rol social es generalmente
visto como un arrebato histrico en contra del sistema de funcionamiento de las cosas.
Es por eso que los feminismos mantienen una rigurosa metodologa de acercamiento
diametral, desde los inicios de una perspectiva que incluso pareciera que va ms all de
slo el siglo XIX, teniendo enfoques en la religin, la antropologa y las costumbres que de
alguna manera han permanecido reforzando las actitudes e ideologas en cuanto a la
sociedad, de manera que la investigacin social de reestructuracin debe hacerse pronta en
la sociedad occidental y ms all, desafiando el actual contexto de orden, desde las esferas
principales del ser humano para lograr un sistema de orden de las cosas equilibrado desde
la raz.

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