Le Monde Diplomatique - Agosto 2013
Le Monde Diplomatique - Agosto 2013
Le Monde Diplomatique - Agosto 2013
BECERRAELIZABETHRUSHDAVIDPRICEIGNACIORAMONETNICOLSARTUSI
el dipl, una voz clara en medio del ruido Capital Intelectual S.A.
Paraguay 1535 (1061)
agosto 2013 Buenos Aires, Argentina
Publicacin mensual
Ao XV, N 170
Precio del ejemplar: $23
En Uruguay: 100 pesos
www.eldiplo.org
Dossier
Lasdenunciasdecorrupcinsehaninstaladoenelcentrodel
debateelectoral.Mitosyrealidadesdeunproblemacomplejo.
Poder, corrupcin
y campaa
Reuters
La corrupcin y
los acuarios
por Jos Natanson
D
e Rodolfo Walsh hasta aqu, el construy sobre un secreto bancario que ga- ltico ms representativo, curiosamente lla-
periodismo de investigacin rantiza amable refugio a buena parte de los mado Congreso Nacional del Pueblo, cuen-
ha desempeado un rol funda- activos financieros ilegales del mundo). Ms ta con ms supermillonarios entre sus filas
mental en la historia argentina: en concreto, podramos afirmar que el kir- que cualquier otro del mundo: 90 de sus inte-
destap asesinatos polticos, chnerismo no construy un rgimen de co- grantes acumulan bienes por 1.200 millones
ech luz sobre las atrocidades de la dictadu- rrupcin generalizado pero que, amparn- de dlares promedio, entre ellos Zong Qing-
ra y puso al desnudo la corrupcin menemis- dose en el argumento de que toda denuncia hou, que con una fortuna estimada en 21 mil
ta. E incluso en este ltimo perodo contribu- es parte de una operacin destinada a derri- millones de dlares es el hombre ms rico del
y a difundir casos graves y razonablemente barlo, tiende a proteger durante demasiado pas (4). Es duro decirlo, pero un pas pue-
probados, como los que involucran a Sergio tiempo a funcionarios sobre los cuales pesan de prosperar con corrupcin, del mismo mo-
Schoklender y Ricardo Jaime. Por eso, aun- acusaciones bien fundadas. do que su ausencia no garantiza automtica-
que desde luego se ha banalizado bajo la im- Pero quizs lo ms grave sea que la corrup- mente el desarrollo.
posible exigencia de un Watergate por do- cin anula cualquier posibilidad de formu- Pero la corrupcin produce tambin otros
mingo, y aunque en el contexto del conflic- lar una evaluacin mesurada de los aciertos efectos. Desde el punto de vista social, afec-
to entre el gobierno y Clarn vive zarandea- y errores del oficialismo. Digmoslo as: uno ta el principio de igualdad ante la ley, base
do por la madre de todas las batallas, sera puede apoyar, por ejemplo, la Asignacin del Estado de Derecho republicano, y pone
insensato condenarlo al cajn de las medias Universal, la moratoria jubilatoria y la es- en crisis la convivencia ciudadana. Por lti-
y los calzoncillos irrecuperables del fondo tatizacin de YPF, y criticar, por ejemplo, la mo, contribuye a degradar a la poltica como
ms oscuro del placard. Entre el denuncismo intervencin del Indec y el manejo de la in- un todo y a estirar la distancia entre la socie-
precoz de algunos medios y el negacionis- flacin, pero no puede sensatamente incluir dad y lo que se ha dado en llamar clase po-
mo de otros, el periodismo de investigacin, a la corrupcin dentro del balance. No pue- ltica, un fenmeno comn a otras latitudes
bien ejercido, sigue siendo una herramienta de pensar que estn bien algunas cosas y mal pero cuyo poder destructivo se incrementa
fundamental para garantizar la transparen- otras, y considerar dentro de ellas al sobor- en contextos como el argentino, por dos mo-
cia del Estado y asegurar lo que Guillermo O no o la coima. En tanto ticamente inadmisi- tivos: por los efectos de la crisis de represen-
Donnell defina como accountability verti- ble, la corrupcin impide ensayar un clculo tacin que acompa el estallido del 2001 y
cal, aquella que se establece entre la sociedad y adoptar una postura, es decir situarse pol- que, aunque atenuada, permanece. Y por la
y las autoridades polticas (1). ticamente, respecto de la performance de un historia de un pas que, probablemente sin
Dicho esto, el punto de vista del escnda- funcionario, un gobierno o un ciclo histrico razn, porque ni contar con todos los climas
lo y la denuncia, es decir la construccin de (incluso si se trata de uno que, como el ac- ni acumular cinco premios Nobel lo avalan,
la corrupcin como espectculo pochocle- tual, acumula ms luces que sombras). Es esa siempre se crey rico y hasta desarrollado, tal
ro (Qu vemos este domingo, un captulo potencia cancelatoria de la corrupcin la que como explica Moiss Nam en su famoso silo-
de Mad Men o Lanata?), no parece el mejor explica su carcter anti-poltico (3). gismo: Argentina es rica, yo soy pobre, luego
camino para entender en profundidad el fe- alguien se rob mi dinero (5).
nmeno, que es ms complejo, ms amplio y Economa y poltica
ms global de lo que se infiere de los infor- Los efectos de la corrupcin son letales. Des- Silencios
mes televisivos editados con msica de ca- de el punto de vista fiscal, y aunque casi nun- Pese a las consecuencias que genera, la co-
tstrofe. En primer lugar, porque la denuncia ca sea cierto que problemas estructurales rrupcin no alcanza para ganar elecciones.
tiende a enfocarse casi exclusivamente en un como la pobreza o la salud pblica se resol- Menem, por citar el caso ms famoso, obtu-
funcionario, casi siempre nacional e indefec- veran mgicamente acabando con ella, im- vo su reeleccin poco despus de que se di-
tiblemente oficialista, oscureciendo el hecho plica el desvo de dinero pblico que de otro fundiera la denuncia ms grave en su con-
de que la corrupcin no es tanto una conduc- modo sera utilizado para sus fines especfi- tra, la de la venta ilegal de armas a Ecuador
ta como un intercambio (como en el sexo, se cos: el hilo invisible que conecta a Jaime con y Croacia, por la cual recientemente fue con-
necesitan al menos dos). La corrupcin, aun- los frenos del Sarmiento. Pero adems la co- denado. Lo mismo podra decirse de Berlus-
que por supuesto est motorizada por perso- rrupcin corroe la cultura tributaria y afecta coni o Fujimori.
nas de carne y hueso, que son las que deben la base fiscal de la autoridad pblica: no hay Si se mira con cuidado, es fcil descubrir
ser sometidas a la justicia penal, que por defi- Estado fuerte sin impuestos altos y su recau- que con la corrupcin sucede algo anlogo a
nicin evala comportamientos individuales dacin depende, al menos en parte, de que la lo que ocurre con la inseguridad, que tambin
y no puede acusar a un gobierno, un partido o sociedad confe en que su dinero ser correc- se encuentra entre las principales preocupa-
la clase poltica, es, en esencia, un sistema. tamente utilizado. ciones ciudadanas pero que tampoco alcanza
Cul es la magnitud de ese sistema en Ar- Al mismo tiempo, y para sumarle capas de por s misma para determinar las preferen-
gentina? Cul su alcance en los ltimos diez complejidad a un tema ya de por s comple- cias electorales, tal como demuestra el caso
aos? Como seala Sebastin Pereyra (2), a jsimo, el vnculo entre corrupcin y subde- de la provincia de Buenos Aires, donde Felipe
diferencia de otras preocupaciones ciuda- sarrollo, aceptado durante aos sin muchas Sol y Daniel Scioli ganaron sucesivas elec-
danas como la inflacin o incluso la insegu- dudas, est siendo cuestionado: existen, en ciones de gobernador con una propuesta pa-
ridad, la corrupcin resiste las mediciones: efecto, pases que han logrado ubicarse entre ra la materia exactamente opuesta (la refor-
por ms que se intente, su cuantificacin es los ms desarrollados del mundo, como Ita- ma progresista de Len Arslanian versus la
irremediablemente dudosa. Pero no rehu- lia, donde la corrupcin forma parte ostensi- contrarreforma policaca de Carlos Storne-
yamos la toma de posicin: tan evidente es ble de la vida poltica y social, y otros que han lli). Tal vez la explicacin resida en el hecho
que no estamos ante una cleptocracia al esti- logrado pegar enormes saltos de desarrollo a de que tanto la corrupcin como la inseguri-
lo Suharto o Mobutu como que Argentina no pesar de contar con un sistema poltico y eco- dad son cuestiones que generan indignacin
es Suiza (aunque habr que reconocer tam- nmico que es cualquier cosa menos trans- y una sensacin de indefensin generalizada,
bin que la legendaria transparencia suiza se parente: es el caso de China, cuyo rgano po- de estafa, pero sobre las cuales los votantes
|3
Staff
Director: Jos Natanson
Redaccin
Carlos Alfieri (editor)
Pablo Stancanelli (editor)
La renovacin
Creusa Muoz
Luciana Rabinovich
Luciana Garbarino
moral de Evo
Secretaria
Patricia Orfila
secretaria@eldiplo.org
Correccin
Alfredo Corts
Colaboradores locales
Nicols Artusi
E
Natalia Aruguete
Martn Becerra
Fernando Bogado
creen que hay poco para hacer, como Julin Chappa l 22 de enero de 2006, Evo Morales asu-
si fueran males de poca con los que Ignacio Klich mi la presidencia, previa ceremonia en
inevitablemente hay que resignarse las ruinas precolombinas de Tiwanaku,
a convivir (por supuesto no es as, en
Editorial Federico Lorenz
Nicols Olszevicki bajo el lema incaico Ama sua, ama llu-
ninguno de los dos casos). Sebastin Pereyra lla, ama quella (No seas ladrn, no seas
Daro Pignotti
Ms que decidir elecciones, la co- Alexandre Roig
mentiroso, no seas flojo). Aunque se trata de un lema
rrupcin funciona como un clima Josefina Sartora simblico/propagandstico, resultaba til para (re)
que envuelve un momento histri- Pablo Stefanoni presentar al primer gobierno indgena como el im-
co. La crtica cultural Alejandra Lae- Natalia Zuazo pulsor de una renovacin moral despus de siglos de
rea, por ejemplo, ve una relacin en- colonialismo y saqueo. Evo Morales supo desde sus
tre crisis econmica, corrupcin y literatura: Ilustradores comienzos que su hoja de vida no poda tener ningu-
as como la novela emblemtica de la crisis de Gustavo Cimadoro na mancha. La inteligencia estadounidense que lo
Sike
1890 fue La Bolsa, de Julin Martel, las que consideraba prcticamente un narco tena sus ojos
marcaron el clima del 2001 fueron Plata que- Traductores
puestos en l; por eso nunca despach equipaje y slo
mada, de Ricardo Piglia, y La experiencia sen- Julia Bucci viajaba con su valija de mano. Cualquier cosa inapro-
sible, de Fogwill (6). La corrupcin siempre Teresa Garufi piada que apareciera en sus maletas acabara con
est, pero tiene que darse un cierto momento Aldo Giacometti su carrera. Ya en el gobierno, transform la austeri-
emocional para que se haga visible y se con- Florencia Gimnez Zapiola dad y la lucha contra la corrupcin en uno de sus ac-
vierta en una preocupacin generalizada: si Patricia Minarrieta tivos. Y como es inevitable que aparezcan corruptos,
Gustavo Recalde
no, como sostiene Artemio Lpez, seguir decidi apartar del poder a cualquier acusado con
Mariana Sal
funcionando bajo un esquema de audiencias Gabriela Villalba alguna evidencia. El Parlamento aprob la ley Mar-
redundantes (como por otra parte sucede Carlos Alberto Zito celo Quiroga Santa Cruz en homenaje al diputado
con los programas del kirchnerismo sunnita). socialista asesinado en 1980 que dice que los delitos
La reemergencia actual de la corrupcin co- Diseo de maqueta de corrupcin no prescriben, y Morales puso en pie
mo preocupacin ciudadana es indicador de Javier Vera Ocampo el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha
un cierto fastidio social que sera imprudente Contra la Corrupcin.
no considerar. Produccin y circulacin El objetivo es generar la sensacin de que, si bien
Norberto Natale
Y entonces una ltima paradoja: Sergio sigue habiendo corrupcin, quienes cometan ese
Massa, el nico candidato capaz de conmo- delito irn presos. Un caso emblemtico es el del ex
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ver el panorama electoral y poner en crisis Maia Sona presidente del Senado, Santos Ramrez, uno de los
al oficialismo, se cuida de mencionar a la co- publicidad@eldiplo.org polticos ms importantes del partido de Evo. En
rrupcin. Massa nunca dir Elaskar, bveda 2009, como presidente de la petrolera estatal YPFB,
o Schoklender, como nunca dijo Magnetto o www.eldiplo.org Ramrez se vio envuelto en un millonario caso de co-
Carlotto. Y en este sentido no deja de resultar Fotolitos e impresin: Worldcolor S.A. Ruta 8, Km. 60, Calles 8 y 3,
rrupcin, sobornos y sobreprecios. Rpidamente, el
llamativo que en un pas que, como dice Mar- Parque Industrial Pilar. Le Monde diplomatique es una publicacin
de Capital Intelectual S.A., Paraguay 1535 (C1061ABC) Ciudad
mandatario boliviano le solt la mano y el ex senador
tn Rodrguez, vive cada semana bajo el efec- Autnoma de Buenos Aires, Argentina, para la Repblica Argentina ocupa hoy una celda en la crcel de San Pedro. Esta
to repiqueteante del monlogo dominical de poltica tuvo en parte xito: mientras en Argentina el
y la Repblica Oriental del Uruguay.
Redaccin, administracin, publicidad, suscripciones,
Lanata, la gran promesa electoral responda a cartas del lector: Tel/Fax: (5411) 4872 1440 / 4872 1330
E-mail: secretaria@eldiplo.org
72% de los encuestados cree que la corrupcin au-
casi todos los temas con el silencio obstinado En internet: www.eldiplo.org. Marca registrada.
Registro de la propiedad intelectual N 348.966. Queda prohibida la
ment, en Bolivia ese porcentaje es del 57% (en M-
de los acuarios. g reproduccin de todos los artculos, en cualquier formato o soporte, xico es del 71% y en Venezuela del 65%) (1).
Pero un caso reciente complic al gobierno. Va-
salvo acuerdo previo con Capital Intelectual S.A. Le Monde
diplomatique y Capital Intelectual S.A.
Distribucin en Cap. Fed. y Gran Bs. As.:
Vaccaro, Snchez y Ca. S.A. Moreno 794, piso 9. rias denuncias sacaron a la luz una red de extorsin
Tel. 4342 4031. CF. Argentina.
Distribucin en Interior y Exterior: D.I.S.A.,
montada por abogados que trabajaban en el propio
1. La accountability vertical es el control democrtico, del Distribuidora Interplazas S.A. Pte. Luis Senz Pea 1836,
Tel. 4305 3160. CF. Argentina.
Palacio Quemado. El tema salt las fronteras, ya que
pueblo hacia la autoridad poltica. En cambio, la horizontal uno de los supuestamente extorsionados es el em-
es la que se establece entre los diferentes rganos presario estadounidense Jacob Ostreicher, detenido
del Estado, por ejemplo entre el Congreso y el Poder La circulacin de en Bolivia acusado de tener vnculos con el narcotr-
Ejecutivo, o entre ste y la Justicia. Ver Accountability
Le Monde diplomatique,
edicin Cono Sur, del mes
fico y amigo del actor Sean Penn. Aunque con fuer-
horizontal: la institucionalizacin legal de la desconfianza de agosto de 2013 fue de tes simpatas por los gobiernos nacional-populares
de Amrica Latina, Penn dijo que existe un crculo
25.700 ejemplares.
poltica, Revista Posdata, N 7, mayo de 2001.
2. Ver nota en la pgina 4. de corrupcin alrededor de Evo Morales y pidi a
3. La idea es de Alejandro Grimson. Capital Intelectual S.A. los organizadores del Rally Dakar que no pasaran por
4. DPA, 14-3-12. Bolivia, como se prev para la prxima edicin.
5. Moiss Nam es un poltico e intelectual liberal Le Monde diplomatique (Pars) ste y otros hechos han debilitado la esperanza
venezolano. El silogismo fue creado pensando en su de renovacin moral indgena, mientras Evo Mo-
pas pero se aplica perfectamente a Argentina. Fundador: Hubert Beuve-Mry
Presidente del Directorio y
rales trata de mostrar que no protege a nadie. g
6. Alejandra Laerea est trabajando en un libro Director de la Redaccin: Serge Halimi
sobre el tema que se publicar el ao prximo. Director General: Alain Gresh 1. Barmetro Global de la Corrupcin de
Jefa de Redaccin: Pierre Rimbert
1-3 rue Stephen-Pichon, 75013 Pars
Transparencia Internacional, 2013.
Tl.:(331) 53 94 96 21
Fax: (331) 53 94 96 26
Mail:secretariat@monde-diplomatique.fr *Periodista. Jefe de redaccin de Nueva Sociedad.
Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur Internet: www.monde-diplomatique.fr Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
4| Edicin 170 | agosto 2013
Dossier
Poder,
corrupcin y
campaa
La corrupcin alcanz estatus de problema poltico durante los aos 90, como
parte de un fenmeno global. Cul es su magnitud en Argentina? Es imposible
saberlo, pues las mediciones son complicadas y contradictorias. Lo que importa no
es tanto cunta corrupcin hay sino por qu se volvi intolerable.
Estado, transparencia y disputa por el poder
La corrupcin como
crtica de la poltica
Cundo comenz la corrupcin? Nos nizacin. Algo de eso persiste hoy en la mirada o la magnitud del fenmeno. Pero un escndalo
hemos acostumbrado a pensar que las de los organismos internacionales, institucio- o una serie de escndalos son, como medida de
denuncias de corrupcin se instalaron nes largamente abocadas a producir discursos una tendencia, poco significativos en compara-
en Argentina a partir de los escndalos sobre la corrupcin para los pases de Amrica cin con indicadores cuya evolucin puede me-
que surgieron a lo largo de la dcada Latina y de la ex Unin Sovitica. Esa visin se dirse estadsticamente a lo largo del tiempo.
menemista. Sin embargo, existe una apoya en la idea de que los pases centrales son De manera intuitiva, podramos pensar que
fuerte afinidad entre el neoliberalismo y los dis- principalmente exportadores de corrupcin. una simple correlacin vincula las denuncias y
cursos contra la corrupcin. El propio gobier- Sin embargo, los trminos de esa divisin inter- las preocupaciones ciudadanas con una mayor
no de Menem fue el impulsor, en sus primeros nacional del trabajo han sido muy cuestionados, incidencia de los ac-
aos, de una crtica en trminos de corrupcin as como la tesis de que las democracias ms tos de corrupcin. Pe-
a los modos de intervencin y regulacin del Es-
tado en la economa. En efecto, el recurso a la
consolidadas eran inmunes al problema. En este
sentido, la dcada de 1990 representa un hito: en
En el pasado los ro ese vnculo supues-
to por la crtica no ha
denuncia de corrupcin para fundamentar los esos aos se registra un aumento de las denun- estudios sociales sido corroborado, y di-
procesos de privatizacin de empresas pblicas cias en diversos pases, uno de cuyos rasgos ms fcilmente pueda serlo.
y la racionalizacin de organismos estatales fue notables es la incorporacin definitiva de los es- solan definir a la Insistimos: no existen
una prctica recurrente, y es por eso que resulta cndalos de corrupcin a la vida poltica. mediciones confiables
paradjico que la corrupcin se volviera luego As sucedi en Amrica Latina. En pases co- corrupcin como sobre los niveles de co-
contra el propio gobierno, a punto tal de que se mo Brasil, Per o Mxico las denuncias de la co- rrupcin en los pases.
ha convertido en una de las imgenes con que el rrupcin generaron importantes consecuencias una cuestin tpica No sabemos, ni pode-
sentido comn evoca esa dcada. institucionales, que llegaron incluso al despla- mos saber, si la corrup-
Pero la lucha contra la corrupcin no es un in- zamiento del presidente, y en otros pases, como
de los pases en cin (de qu tipo?) se
vento argentino. El inters en este tema, sobre
todo en el mbito de los organismos internacio-
Argentina, dejaron una huella indeleble. Pero los
escndalos se extendieron ms all del mundo en
vas de desarrollo. ha incrementado o no
(en comparacin con
nales y de cooperacin, se despert en los aos desarrollo. Tanto Espaa y Portugal como Italia qu?), y en qu medida
90. Ese inters, adems de consolidar un impor- y Francia, por nombrar slo algunos ejemplos lo ha hecho. Lo que es
tante espacio para el desarrollo profesional, pro- significativos, fueron sacudidos por el impac- seguro, en todo caso, es
dujo una serie de nuevas herramientas y reco- to de fuertes campaas anticorrupcin. En 1992 que se ha constituido en un problema pblico en
mendaciones. La definicin del problema de la en Italia se produjo un fenmeno novedoso y re- Argentina a partir de los aos 90, y que ese pro-
corrupcin a nivel internacional fue adquirien- sonante a la vez, cuando se constituy una coali- ceso puede ser objeto de un anlisis detallado. En
do, con el correr de la dcada, contornos cada cin de juristas que emprendieron una autnti- otras palabras: lo importante no es tratar de ana-
vez ms claros, vinculndose a los debates sobre ca campaa judicial contra la corrupcin poltica lizar si la corrupcin aument o no, sino pregun-
la consolidacin de la democracia, por un lado, y (manos limpias). Algo similar ocurri en Fran- tarse por qu se volvi intolerable.
a las reformas de libre mercado, por otro. cia, donde se desat una verdadera rebelin de La crtica hacia la actividad poltica se ha
En este marco, el problema de la corrupcin los jueces de instruccin contra la clase poltica. vuelto un rasgo persistente de la vida democr-
ha tendido a globalizarse. Los estudios sociales Aunque las cruzadas anticorrupcin tendie- tica, tanto en los pases perifricos como en los
clsicos solan definir a la corrupcin como una ron a multiplicarse durante los 90 en prctica- centrales. Por ejemplo, las encuestas de opinin
cuestin tpica de los pases en vas de desarro- mente todo el mundo, los casos nacionales pre- en Francia mostraban en el ao 2000 que el 64%
llo, como un resabio de los procesos de moder- sentan importantes diferencias: mientras que en de los ciudadanos pensaba que la mayora de los
los pases europeos las coaliciones anticorrup- polticos eran corruptos. El World Values Sur-
cin estuvieron encabezadas por jueces, en los vey muestra que en 2006 el 80% de los ciudada-
pases latinoamericanos la iniciativa recay ms nos de los pases centrales manifestaba poca o
bien en los profesionales del derecho nucleados nula confianza en los partidos polticos (1). En la
en ONG y en los periodistas. encuesta Latinobarmetro realizada en 2001, el
Archivo 74,6% de la poblacin latinoamericana contest
La magnitud del fenmeno que la corrupcin era un problema muy serio en
La corrupcin de la democracia A diferencia de lo que sucede con otros temas, su pas. En Argentina, esa percepcin era com-
por Ignacio Ramonet, N 134, agosto de 2010. como la inseguridad y el desempleo, carecemos partida por el 88% de los encuestados en 1997
por completo de mediciones que permitan ob- y ascenda a ms del 94% en 2001. Entre 1997 y
La corrupcin poltica jetivar las representaciones que existen sobre la 2002, cerca del 90% de los encuestados conside-
por Marcelo Fabin Sain, N 131, mayo de 2010. corrupcin. Quiz lo nico parecido sean los es- raba que la corrupcin haba aumentado mu-
cndalos en los que se ponen de manifiesto con- cho en el ltimo ao.
En democracia, el poder debe ductas o formas de intercambio ilegales o ilegti- El panorama cambia, sin embargo, cuando la
controlar al poder mas y en los que se ofrecen pruebas para el juicio evaluacin se pone en perspectiva con otros pro-
por Andrs Criscaut, N 126, diciembre de 2009. del pblico acerca de digamos la intensidad blemas. As encontramos que en Argentina entre
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La interrupcin de la poltica
La poltica democrtica es conflictiva y las denun-
cias de corrupcin forman parte rutinaria y coti-
diana de ella. Sin em-
bargo, los escndalos se
caracterizan justamen-
Los escndalos te por sacar a la polti-
actuales tienen ca de su flujo cotidiano,
por interrumpirlo. Esa
un techo, ya interrupcin est vin-
culada principalmente
que se dirigen a al hecho de que la co-
rrupcin pone en cues-
pblicos que estn tin los roles y el estatus
asignados a los actores
escindidos por polticos. Su potencial
clivajes previos. degradante hace que na-
die sepa si terminar pa-
rado en el mismo lugar
en el que estaba cuando
todo comenz.
Los escndalos son, en definitiva, un modo de
infligir un castigo, principalmente en virtud del
juicio de la opinin pblica. Suponen un ries-
go de degradacin que implica principalmente
a quien es denunciado, pero que potencialmen-
te puede afectar tambin al denunciante. En el
escndalo, el denunciante apela directamente al
pblico; la justicia se ejerce en el propio escn-
dalo. Asimismo, a diferencia de la lgica judicial,
que es preponderantemente individualista, el
escndalo puede impartir justicia sobre un co-
lectivo. Los escndalos representan una arena en
la que se disputa el estatus social de los distintos
personajes en una dinmica que va de la consa-
gracin a la degradacin.
El anlisis de los escndalos permite observar
cmo la imposicin de nuevos patrones morales
afect la evaluacin de la actividad poltica. Si
por un lado los escndalos reafirman nuevos sig-
nificados sobre el modo correcto de comporta-
miento de los dirigentes, por otro favorecen la
capacidad de nuevos actores centralmente de
los periodistas y los profesionales del derecho
para enjuiciar a la actividad poltica. Sucede que,
a la hora de definir el problema de la corrupcin
por la va de la designacin de casos concretos,
expertos y periodistas resultan ser los mejores
denunciantes. Esas denuncias resultan cre-
bles en la medida en que quienes las formulan
no forman parte del campo de la poltica profe-
Eduardo Iglesias Brickles, Todo es efmero, 1985 (gentileza del autor) sional (de donde, curiosamente, proviene la ma-
yor parte de la informacin que las nutre). En ese
sentido, ms all de que las denuncias se hayan
incorporado como un recurso ms a la disputa
poltica, son otros actores, y no los polticos pro-
1995 y 2004 la corrupcin representaba el prin- cin (CPI) elaborado por Transparencia Inter- fesionales, quienes resultan favorecidos.
cipal problema slo para el 10% de la poblacin. nacional, que permite clasificar en un ranking a La dinmica de los escndalos refuerza en-
Aunque esa proporcin aument en forma con- casi doscientos pases. Adems de inducir a una tonces la figura de los denunciantes que no pro-
siderable hasta llegar al 18% en 2002, se mantu- confusin entre percepcin y medicin, el ndi- vienen del mundo poltico, y que aspiran a eri-
vo muy por debajo de otras preocupaciones, en ce ha sido cuestionado porque recurre central- girse en agentes moralizadores y defensores del
particular respecto de la desocupacin. En 2010, mente a consultoras financieras para realizar las bien comn frente a una actividad que es defi-
slo el 2,6% de los encuestados consideraba que evaluaciones, lo cual genera un fuerte sesgo que nida como degradada y orientada al inters par-
la corrupcin era el principal problema del pas refleja lo que podramos llamar genricamente ticular. Ello cuenta tambin, paradjicamente,
(2). Algo similar ocurre cuando consideramos el punto de vista del mundo de los negocios. Se- para quienes intentaron, desde la propia activi-
no ya la percepcin sobre el aumento de la co- gn esta medicin, en 2012 Argentina se ubicaba dad poltica, diferenciarse de sus colegas de los
rrupcin, sino el contacto directo con los casos en el puesto 102, mientras que Chile, por tomar partidos tradicionales. La poltica profesional
de corrupcin: frente a ese tipo de preguntas, las un ejemplo cercano, se ubica en el 20. Argentina no ha sido ajena a la produccin de denuncias
respuestas son mayoritariamente negativas. En es un pas mucho ms corrupto que Chile? Desde de corrupcin, en particular en los intentos de
2010, por ejemplo, apenas un 5% de los argenti- este punto de vista s, pero la informacin slo creacin de espacios polticos de centroizquier-
nos manifestaba que un funcionario pblico le da una pauta de la percepcin. La otra gran herra- da (Frepaso) y centroderecha (Accin por la Re-
haba solicitado una coima en el ltimo ao (3). mienta de medicin producida por la misma or- pblica) durante los aos 90.
Una de las herramientas de medicin ms co- ganizacin es el Barmetro Global de la Corrup- Finalmente, los escndalos tienen la impor-
nocidas es el ndice de Percepcin de la Corrup- cin, que consulta a las personas sobre su expo- tancia fundamental de producir pruebas d
6| Edicin 170 | agosto 2013
Dossier
Poder,
corrupcin y
campaa
orientadas al juicio de la opinin pblica. En la clivajes previos y ms profundos. En otras pala- Ms que como una fuente de conflicto
sumatoria de casos nos encontramos con que la bras, cada escndalo le habla a su pblico. especfica, la corrupcin es un plus que se agrega
corrupcin puede ser remitida a ciertos perso- sobre diversos tipos de tensiones que tienen una
najes y hechos especficos. Puede ser vincula- Los cambios de la protesta dinmica propia. Ejemplo de ello es el vnculo en-
da a narraciones que hacen del problema algo Cul es la incidencia de las denuncias de co- tre corrupcin y protesta social. No obstante la in-
palpable y comprensible, materia de castigos y rrupcin en las elecciones? Pese al fuerte im- dignacin que produce, la corrupcin no se tradu-
redenciones, un escenario con personajes que pacto en la opinin pblica, la percepcin sobre jo, en Argentina, en una
representan el papel del poltico corrupto en la corrupcin no parece incidir directamente motivacin directa pa-
contraposicin con la figura de los ciudadanos sobre los comportamientos electorales. S pue- ra la movilizacin. No
honrados. En cierto modo, la difusin de escn- den impactar en las chances de los personajes Ms all de que las se han registrado casos
dalos genera un efecto que permite des-respon-
sabilizar a otros actores sociales en el problema
denunciados, por ejemplo al ser descartados co-
mo potenciales candidatos o funcionarios, pero
denuncias se hayan de movimientos o ex-
periencias de moviliza-
de la corrupcin. sin duda son muchos los criterios que guan a la incorporado a la cin ligados a los episo-
Los escndalos han perdurado con intensi- sociedad a la hora de definir su voto y no se limi- dios de corrupcin ms
dad variable hasta nuestros das. Sin embar- tan al tema de la corrupcin. disputa poltica, no publicitados.
go, existe una diferencia fundamental entre los Menem, por ejemplo, fue reelecto en octubre Sin embargo, si se
escndalos de los 90 y los actuales, que se ex- de 1995, pocos meses despus de que se desatara son los polticos mira la evolucin de la
plica a partir del impacto de la crisis del 2001. el escndalo por el contrabando de armas, con protesta social en las
Durante los 90, los escndalos crecieron como una mayora ms amplia que la de mayo de 1989. profesionales ltimas dcadas puede
una forma novedosa de intervenir polticamen- Algo similar ocurri en 1993 con la eleccin de comprobarse que la co-
te, ubicndose fuera de la poltica profesional. Erman Gonzlez como diputado por la Ciudad
los que resultan rrupcin se ha incorpo-
Tenan la potencia que derivaba de un cierto ha-
lo de neutralidad respecto de la poltica que los
de Buenos Aires: dos aos antes, en 1991, Er-
man se desempeaba como ministro de Econo-
beneficiados. rado progresivamente
al lenguaje de la movi-
denunciantes reivindicaban de manera perma- ma cuando se desencaden el Swiftgate. Quiz lizacin como un ele-
nente. Esa idea de neutralidad, de prescinden- el contraejemplo sean las elecciones legislativas mento importante. Esa
cia, se volvi mucho ms difcil de sostener lue- de octubre de 2001, en las que se populariz el presencia es muy sig-
go de la crisis del 2001 y el ascenso poltico del denominado voto bronca, y que tuvieron lugar nificativa, desde las emblemticas puebladas de
kirchnerismo, cuando se configur un escena- luego de que estallara el caso de las coimas en los aos 90 en el interior del pas, en Cultral C
rio de fuertes clivajes polticos en relacin con el Senado. Pero hay que considerar tambin que y Tartagal, hasta los recientes cacerolazos de los
los cuales la neutralidad es permanentemente ese proceso haba llevado a una descomposicin sectores medios, pasando por la crisis de 2001.
cuestionada. En ese contexto, los escndalos ac- de la coalicin gobernante y que los comicios Ese registro puede darnos idea de hasta qu pun-
tuales, entendidos como fenmenos comunica- tenan lugar en un contexto de profunda crisis to el discurso o los discursos contra la corrup-
cionales, es decir ms all de su confirmacin econmica, luego del recorte del 13% de jubila- cin se fueron incorporando al sentido comn,
judicial, tienen un techo, ya que se dirigen a p- ciones y salarios pblicos, de la creacin de las produciendo modificaciones en las prcticas y en
blicos que estn fragmentados y escindidos por monedas provinciales, etc. el vocabulario de la protesta.
|7
El virus de la inmoralidad
jetos de la movilizacin y la clase poltica. Los 90
representan el momento crucial en la escenifi-
cacin de esa brecha que, con matices y algunos
cambios importantes, contina.
En suma, la percepcin de la corrupcin
agrega un plus de dramatismo a las experien- Son conocidos los casos de flagrante corrupcin, pero las
cias de movilizacin. La poltica, as, lejos de
constituir una va para la canalizacin de las de-
pequeas acciones deshonestas muchas veces son socialmente
mandas sociales, se constituye en el objetivo de percibidas como intrascendentes. El autor denuncia el peligro de
la intervencin de los manifestantes contra lo
que consideran son los smbolos del poder y el
subestimarlas ante las serias consecuencias que acarrean.
privilegio. En algunos casos, la corrupcin o,
mejor dicho, las demandas contra la corrup- por Dan Ariely*
cin alimentan la violencia, la ira y la indigna-
cin; en otros casos, sirven para que los colecti-
E
vos que surgen de los procesos de movilizacin
se diferencien, adquieran cierta particularidad l hundimiento de Enron estimul mi in- terias, que acaso haya un proceso ms lento y sutil de
e identidad propias. As ocurri en los estalli- ters en el fenmeno del engao empre- acrecentamiento: quiz cuando vemos a alguien en-
dos sociales en las provincias argentinas duran- sarial inters que sigui creciendo tras gaar, nos queda grabada una impresin microsc-
te los 90, de los cuales el Santiagueazo de 1993 la oleada de escndalos de Kmart, World- pica y nos volvemos ligeramentems corruptos. La
fue uno de los ejemplos ms significativos, o con Com, Tyco, Halliburton, Bristol-Myers prxima vez que presenciemos una conducta poco
los propios piqueteros en los grandes cortes de Squibb, Freddie Mac, Fannie Mae, la crisis financie- tica, nuestra moralidad se erosionar ms y, a medi-
ruta en el sur y el norte del pas a mediados de ra de 2008 y, por supuesto, Bernard L. Madoff In- da que nos expongamos a un mayor nmero de gr-
esa dcada. En este sentido, el vocabulario de vestment Securities. Desde fuera daba la impresin menes inmorales, correremos un peligro mayor.
la corrupcin incorporado a la protesta permi- de que la frecuencia de los escndalos financieros
te entender de qu modo la actividad poltica es iba en aumento. Se deba a mejoras en la deteccin Transgresiones corrosivas
percibida en trminos personales, inorgnicos de la conducta deshonesta e ilegal? Era a causa de La idea de que la deshonestidad puede transmitirse
y, finalmente, desligada de un discurso ideol- un deterioro de la brjula moral y un incremento de una persona a otra mediante el contagio social su-
gico estructurado. real de la deshonestidad? O en la deshonestidad ha- giere que, para ponerle freno, necesitamos adoptar un
ba tambin un elemento infeccioso que se extenda enfoque distinto. Por lo general, tendemos a conside-
Las aristas del problema por el mundo empresarial? rar que las infracciones menores son precisamente es-
La insistencia sobre la corrupcin parece oscure- Entretanto, mientras creca el montn de paue- to: triviales e intrascendentes. Los deslices pueden ser
cer algunos elementos que la vinculan con dimen- los usados de mi acatarrado vecino, me puse a pensar insignificantes per se, pero cuando se acumulan den-
siones polticas y econmicas que quiz conven- si alguien poda verse infectado por un virus de la tro de una persona, en muchos individuos y en grupos,
ga explicitar. Cules son los mbitos principales inmoralidad. Si se produca un verdadero aumento quiz transmitan la seal de que es aceptable compor-
en los que interviene esta transformacin del vo- en la deshonestidad social, poda propagarse como tarse mal a gran escala. Partiendo de esta perspecti-
cabulario poltico? Qu elementos del funcio- una infeccin, un virus o una bacteria, transmitirse va, es importante comprender que los efectos de las
namiento democrtico se volvieron ilegtimos? por lasimple observacin o el contacto directo? Ha- transgresiones individuales pueden ir ms all de un
Cmo resolver esos problemas de legitimacin? bra una conexin entre esta idea de infeccin y el acto deshonesto singular. Transmitida de una persona
El problema de la corrupcin tiene varias aris- creciente despliegue de engao y la deshonestidad a a otra, la deshonestidad tiene un efecto lento, furtivo,
tas. En trminos democrticos, se presenta como nuestro alrededor? Y si esta conexin existiera, se- socialmente corrosivo. Mientras el virus muta y se
un problema de representacin, de relacin en- ra posible detectar un virus con antelacin e im- propaga de una persona a otra, se desarrolla un nuevo
tre gobernados que no confan y buscan ejercer pedir que causara estragos? cdigo de conducta, menos tico. Y aunque todo es su-
un control activo sobre quienes los gobiernan. En Me pareci una posibilidad fascinante. En cuanto til y gradual, el resultado final puede ser un desastre.
trminos republicanos, aparece como una crisis llegu a casa empec a leer sobre las bacterias, y me ste es el verdadero costo aun de casos secundarios
del imperio de la ley: los polticos, en tanto cla- enter de que tenemos innumerables bacterias den- de engao y el motivo de que tengamos que estar ms
se, cuerpo profesional o elite, escapan a la coac- tro, sobre y alrededor del cuerpo. Tambin aprend alerta en nuestros esfuerzos por dominar incluso las
cin que el ordenamiento jurdico ejerce sobre el que, si hay slo una cantidad limitada de bacterias infracciones ms insignificantes.
resto de la sociedad. En trminos econmicos, la nocivas, nos las arreglamos bastante bien. Sin embar- La buena noticia es que tambin podemos sacar pro-
corrupcin es un costo que se impone al desplie- go, suelen surgir problemas cuando su nmero es tan vecho del lado positivo del contagio moral dando a co-
gue de las fuerzas del mercado y que limita el cre- grande que altera el equilibrio natural o si una cepa de nocer pblicamente a los individuos que hacen frente a
cimiento. Por ltimo, la corrupcin se presenta a bacterias especialmente dainas consigue atravesar la corrupcin. Con ms ejemplos de comportamiento
partir de rasgos estrictamente morales: el desem- las defensas del cuerpo. encomiable, quiz seamos capaces de aumentar lo que
peo de los funcionarios no se evala a la luz de A decir verdad, no soy ni mucho menos el pri- para la sociedad son conductas aceptables y, a la larga,
los criterios de legitimidad poltica sino tambin a mero en haber credo en esta conexin. En los si- hacer que nuestras acciones sean mejores.
partir de su capacidad de demostrar un comporta- glosXVIIIyXIX, los reformadores penitenciarios Muchas personas buenas engaan slo un poco
miento tico en todos los mbitos de la vida. opinaban que los criminales, como los enfermos, de- aqu y all redondeando al alza las horas facturables,
Frente a ello, la corrupcin como crtica de la ban estar en lugares aparte y bien ventilados para declarando prdidas superiores en sus reclamaciones
poltica remite directamente a los escndalos, evitar los contagios. Yo no tomaba la analoga entre la al seguro, recomendando tratamientos innecesarios,
transformados actualmente en una de las figuras deshonestidad y las enfermedades tan al pie de la le- etctera. Las empresas tambin encuentran formas de
centrales del conflicto en la vida pblica. Cuando tra como mis predecesores, desde luego. Un miasma engaar un poco. Pensemos en las compaas de tar-
el discurso poltico pierde los contenidos ideol- aerotransportado seguramente no convertir a nadie jetas de crdito que suben los tipos de inters ligersi-
gicos y programticos tpicos de la poltica de par- en un criminal. Pero aun a riesgo de estirar demasia- mamente sin ningn motivo aparente e inventan toda
tidos, la denuncia forma parte de las estrategias do la metfora, pensaba que el equilibrio natural de la clase de penalizaciones y honorarios ocultos (que, en
de degradacin del adversario. Las personas los honestidad social tambin poda verse alterado si nos su seno, a menudo se conocen como mejora de ingre-
personajes adquieren una destacada centrali- encontramos muy cerca de alguien que est engaan- sos). Pensemos en los bancos que ralentizan el proce-
dad. En este contexto, su estatura moral y su cre- do. Quiz observar deshonestidad en personas cerca- samiento de los cheques para retener el dinero unda
dibilidad se transforman en capitales polticos vi- nas sea ms infeccioso que ver este mismo nivel de o dos ms o cobran cantidades exorbitantes por pro-
tales en la lucha por el poder, aunque no siempre deshonestidad en personas no tan cercanas ni influ- teccin contra descubiertos y por utilizar los cajeros
alcancen para ganar elecciones. g yentes en nuestra vida. automticos. Todo ello significa que, aunque obvia-
De acuerdo con la metfora de las infecciones, mente es importante prestar atencin a la mala con-
empec a pensar en la intensidad de la exposicin ducta flagrante, seguramente importa ms desalentar
1. Datos del World Values Survey para Francia, Alemania, al engao y en cunta conducta deshonesta podra las pequeas y ms generalizadas formas de desho-
Espaa, Gran Bretaa y Estados Unidos.
hacer falta para inclinar la balanza de nuestras ac- nestidad, que nos afectan a todos la mayor parte del
2. Todos datos del Latinobarmetro.
ciones. Si, por ejemplo, vemos a un compaero que tiempo sea como perpetradores o como vctimas. g
3. Barmetro de las Amricas-LAPOP.
sale del cuarto de material de la oficina con un pu-
ado de bolgrafos, pensamos enseguida que es co-
rrecto seguir su ejemplo y coger tambin algo? Me
*Socilogo. Su ltimo libro es Poltica y transparencia. La corrupcin como *Profesor de Psicologa y Conductas Econmicas en la Universidad de Duke,
problema poltico, Siglo XXI, Buenos Aires, 2013. da la impresin de que no es ste el caso. Creo, ms o Carolina del Norte. Esta nota est conformada por extractos de su libro
Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur menos como pasa con nuestra relacin con las bac- Por qu mentimos en especial a nosotros mismos, Ariel, Barcelona, 2012.
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Dossier
Poder,
corrupcin y
campaa
Qu es la corrupcin adems de un tema en los medios y las se vinculaba con la tesis weberiana de que los empre-
sarios nacidos bajo el protestantismo tenan un esp-
campaas electorales? Superadas las ideas que la vinculaban ritu emprendedor ms potente, que los diferenciaba
culturalmente y los haca ms aptos para los negocios,
con la naturaleza humana y la cultura, la economa y las cien- adems de hacerlos ms honestos (la entrada al Cielo
cias sociales encontraron otras explicaciones. dependa de la riqueza, pero tambin de la tica para
llegar a ella). Es una tesis psima. Est estudiado em-
pricamente que no hay correlacin entre la corrup-
La mirada de la filosofa, la economa y la ciencia poltica cin y la cultura o el origen de los empresarios. Lo fue
demostrando la inmigracin de Estados Unidos: ita-
El origen del
lianos, judos y negros pudieron ser igual de buenos
empresarios. Est estudiado y demostrado que la pro-
pensin a tomar riesgos pero tambin a ahorrar no de-
penden de la cultura, explica desde Harvard el eco-
nomista Rafael Di Tella, referente y pionero en inves-
tigaciones econmicas sobre la corrupcin. De he-
problema
cho, estos temas recin se hicieron interesantes aca-
dmicamente cuando sali a la luz el Mani pulite en
los 90, que confirm que tambin en los pases desa-
rrollados la corrupcin estaba presente. Entonces se
empezaron a mirar las causas, y a travs de mucha in-
vestigacin con base en estadsticas llegamos a la con-
clusin de que lo relevante es el ambiente econmico.
Dentro de estas explicaciones macroeconmicas,
V
por Natalia Zuazo* y habiendo estudiado los casos de 75 pases, Di Tella
encontr que la inflacin es una variable de altsima
correlacin con la corrupcin (3). Al no poder com-
enimos de Grecia. De ah para aba- se invisibiliza. Sobre esa suposicin, seguir la voca- parar precios debido a las oscilaciones propias de la
jo, todo estaba destinado a empeo- cin pblica y separarla de la vida privada es todo lo inflacin, no se sabe qu es caro o no, y por lo tanto no
rar. Nos gusta insistir en esa tradi- que se necesita. Pero, metidos en el capitalismo, esos se pueden controlar los gastos del Estado. Por ejem-
cin clsica, donde toda reflexin ideales suelen plantear otros problemas. El primero plo, si hay muchsimos precios para un escritorio, y
sobre el orden poltico es tambin es que pensar algo porque s, militar porque s, una dependencia estatal compra escritorios, cmo
una reflexin moral. Desde ese pe- o sin pretensin de ganancia, siempre presume algo demostrs que pag de
destal se sigue mirando Occidente, su idea de demo- oculto, un chanchullo. El segundo problema entre ms? Eso tambin es un
cracia, y tambin su ideal de lder poltico. De Platn muchos es la escasa posibilidad de cambio. Un cla- problema para las cau-
a Maquiavelo, la idea del gobernante tiene a la tica ro ejemplo es la vocacin religiosa, donde un cura con Dentro de estas sas judiciales: en pocas
como un a priori de la accin, con la vocacin (cuan-
do no con la religin) como gua para el bien comn.
deseo sexual aunque no cometa ningn delito se
convierte automticamente en un caso corrupto.
explicaciones de inflacin, con mucha
dispersin de precios, los
No casualmente, Maquiavelo, el primero que separa Pero en la percepcin social no todo es tan blanco o macroeconmicas, peritos no tienen un par-
la poltica de la tica, habr de quedar del lado inmo- negro. La gente ama a Maradona aunque sea misgino metro para juzgar un so-
ral del mundo cuando la burguesa, ya afirmada con y se haya drogado hasta el cansancio. Silvio Berlusco- la inflacin es una breprecio.
todo su poder tras la Revolucin Industrial, prefiera ni fue acusado repetidamente no slo de corrupcin y Estudios como los de Di
despachar al incmodo Maquiavelo (y a Hobbes) y conexiones con la mafia sino de llevar una vida priva- variable de altsima Tella, basados en niveles
retener al moderado y ponderado Locke (y Montes- da rayana con el actor porno, y sin embargo fue reele- de precios, ahorro, infla-
quieu), que le proporcionan un justificativo mucho gido sucesivamente por el voto popular. Otras veces, correlacin con la cin y otros indicadores
ms tranquilizador, ms idealizado y elegante para un gobierno moderado con altas tasas de crecimiento econmicos proveyeron
su Repblica de Propietarios: es decir, para su domi- permite perdonar hasta las tentaciones carnales, co-
corrupcin. una base estadstica ms
nacin de clase (1). De ah para abajo, o cumplimos mo sucedi con Bill Clinton, que sigui gobernando dura a las investigaciones
o estamos destinados a la corrupcin. con un not guilty de la Justicia tras el caso Lewinsky. sobre corrupcin y un ar-
Y otras, una gestin que suma al bienestar popular pe- gumento para contrarrestar a los que decan que la
Desde la filosofa ro no tiene la mejor imagen de transparencia tambin percepcin era un dato muy subjetivo para medir el
En Alcibades, Platn desarrolla la idea de que para quiebra el idealismo: roban pero hacen. problema (y por lo tanto deslegitimarlo). La econo-
gobernar a los otros un lder primero tiene que poder Las encuestas lo demuestran: la corrupcin no es- ma avanz en su diagnstico y correlaciones, pero hay
gobernarse a s mismo. Esa idea todava est en la cu- t entre los temas que ms preocupan a la gente. El problemas que persisten. El primero es que, como to-
na de nuestro entender poltico, explica el filsofo ltimo Barmetro Global, publicado en julio de 2013, do dato de la economa oculta, la corrupcin escapa
Daro Sztajnszrajber. Para Platn, el ser humano es indica que el 72% de los encuestados cree que la co- a los registros oficiales. El segundo es que los organis-
un conjunto de fuerzas en conflicto que interactan, rrupcin aument en Argentina en los ltimos dos mos que se encargan de medirla son los mismos encar-
igual que en la sociedad. Un buen lder es el que logra aos y que nuestro pas tuvo la peor performance de gados de calificar, castigar o premiar a los pases afec-
encontrar el autodominio en la fuerza de la razn y a la regin. Sin embargo, en las encuestas nacionales tados por ella. Sorteando esos obstculos, las ONG y
partir de all gobierna a los otros, como un sabio. En de temas prioritarios en un ao electoral primero los expertos hoy trabajan complementando estudios.
ese ideal platnico se asienta el origen de la poltica aparece la inseguridad (45%), segundo el desempleo Transparencia Internacional publica todos los aos,
como vocacin, como un propsito casi metafsico, (20%) y tercera la inflacin (12%), muy lejos del 5% desde 1995, el ndice de Percepcin de Corrupcin, un
capaz de guiar al gobernante hacia el bien comn y de preocupacin expresada por la corrupcin (2). ranking mundial que toma indicadores de otros orga-
alejarlo de las corrupciones, desde las sensibles (a las La ltima vez que el nivel de preocupacin estuvo nismos como el Banco Interamericano de Desarrollo,
que incitan los instintos del cuerpo) hasta las mate- alto fue entre 1997 y 1999, cuando empez la Alian- The Economist, datos de seguridad jurdica, libertad de
riales (que genera el gobierno). Por eso para Platn za, que se sum al discurso anticorrupcin, dice el comercio y libertad de expresin de cada pas. Trans-
era fundamental la educacin de los futuros gober- socilogo Hernn Charosky, ex director ejecutivo de parencia hace como un mashup de todo eso y publica el
nantes, hacindoles creer su origen superior, su san- Poder Ciudadano. Eran los ltimos aos del mene- ranking, detalla Charosky. En cambio, el Barmetro
gre azul, su proveniencia metafsica distinta al resto mismo, con desgaste poltico, pero fue un ao de cre- de Corrupcin incluye tambin investigacin prima-
de los hombres. Se aislaba a los nios de su familia cimiento, lo cual descarta esa idea de la preocupa- ria, con unos mil casos en el pas, y preguntas intere-
y de su propiedad para llegar al poder desinteresado cin por la corrupcin como emergente de momen- santes como si usted cree que su gobierno est hacien-
de dinero y ambicin personal, seala Sztajnszraj- tos de crisis econmica. Yo no coincido con esa vi- do algo por controlar la corrupcin. Adems de estos
ber. La educacin del lder implicaba un camino de sin, seala Charosky, siguiendo tambin una vasta enfoques clsicos, hay otros estudios (4) que pueden
obstculos, donde los jvenes tenan que demostrar investigacin econmica sobre las causas y correla- contribuir, sobre todo para detectar la percepcin de
su resistencia a los engaos, a la violencia y a los pla- ciones materiales del fenmeno. los ciudadanos sobre la corrupcin sistmica, mucho
ceres. Permanecer incorruptibles para ganar luego el ms difcil de dar cuenta que la llamada petty corrup-
lugar ms alto. Y all en la cima, s, decidir todo, inclu- Desde la economa tion (pequeas coimas, pagos para acelerar trmites o
so mentirle al pueblo, guiados por su razn. A principios del siglo XX, los economistas no mira- evitar una multa) porque est lejos de la vida cotidiana
Para Sztajnszrajber, ese ideal tiene claras conse- ban la corrupcin como un tema interesante. Estaban de la gente. Otro indicador muy interesante es el que
cuencias hoy. Todava se vota a un gobernante priori- ms preocupados por la eficiencia, y crean que la co- produce Tax Justice Network, que mide la evasin im-
zando su capacidad de gestin a sus principios polti- rrupcin era un tema poltico, vinculado con la dis- positiva en el mundo y devela que no siempre los pa-
cos. Gobierna el que sabe, pero se pierde de vista que tribucin: le saco a uno y le doy a otro, sin agrandar o ses con bajos ndices de corrupcin son modelos en
toda tcnica supone una ideologa, que de esa forma achicar la torta. La explicacin tradicional tambin otras reas. Un ejemplo es Singapur, un pas muy bien
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En el camino
Sea cual fuere la perspectiva, la buena noticia es que
la corrupcin ya no es analizada desde el prisma indi-
vidual: los hombres racionales que escapan a las ten-
taciones privadas ya no son los mejor destinados para
el gobierno. Tanto la economa como el estudio de las
instituciones polticas, sumados a ONG, fueron gene-
rando en los ltimos aos evidencia de que las causas
del problema son ms bien sistmicas y no tienen re-
lacin con lo cultural. Esto es una buena noticia para
descartar los prejuicios sobre las economas menos
avanzadas y sus culturas. Sin embargo, todava exis-
te una preminencia, tanto en los estudios acadmicos
como en los organismos internacionales, de la corrup-
cin como tema, y por lo tanto de las recetas para con-
trolarla. Y tambin hay una tendencia a hablar de la co-
rrupcin con rankings, efectivos para asignar lugares
Eduardo Iglesias Brickles, La dignidad, 2005 (gentileza del autor) pero incompletos para entender los porqus. Quiz
para entender la gris naturaleza del problema, ni tan
posicionado en trminos de corrupcin pero que fun- trnicas centralizadas, explica Charosky. Una de las racionalizable ni tan ligado a lo prohibido, haya que re-
ciona como un paraso fiscal que protege desvos de di- acadmicas ms destacadas en estos estudios, Susan correr un camino ms cercano al cambio, un poco ms
nero de las grandes corporaciones. Rose Ackerman, de la Universidad de Yale, investi- lejos de los ideales platnicos, un poco ms cerca del
g las interrelaciones entre Estado y mercado para comn posible a cada sociedad en cada tiempo. g
Desde las instituciones crear una tipologa que vincula sistemas polticos y
La ciencia poltica, en especial el campo de la admi- sistemas econmicos, de ms a menos competitivos, 1. Eduardo Grner, La astucia del len y la fuerza del zorro, en A.
nistracin pblica, tambin contribuy a los anlisis para desde all derivar mayores o menores oportuni- Born (comp.), La filosofa poltica clsica, Clacso-Eudeba, 1999, pg. 255.
de la corrupcin y al diseo de estrategias y polticas dades de corrupcin. En su clsico La corrupcin y 2. Management & Fit, julio de 2013.
3. Vase, entre otros: Miguel Braun y Rafael Di Tella, Inflation, inflation
pblicas para reducirla. Un primer grupo de investi- los gobiernos: causas, consecuencias y reforma, publi-
variability and corruption, Economics & Politics, Vol. 16, 2004.
gadores, vinculados con el neoinstitucionalismo y la cado inicialmente en 1999 y traducido a 17 idiomas,
4. Vase Germn Lodola, Cultura poltica de la democracia
economa poltica, se abocaron a anlisis ms sist- Ackerman estudiaba los pases en transicin del so- en Argentina, 2010, Vanderbilt University/UTdT.
micos del fenmeno, y los vincularon a las asimetras cialismo y los ubicaba entre los ms expuestos a la in- 5. Considerado el think tank que controla Amrica, por sus
de informacin en el Estado. Esta lnea trabaj sobre eficacia y desigualdades econmicas, y a partir de all vnculos con la corporacin militar estadounidense.
cmo reducir por ejemplo las asimetras sobre los recomendaba una serie de reformas para reducir los
precios de las compras pblicas, algo que ahora tiene beneficios materiales procedentes de los sobornos *Periodista y politloga.
su avance en la creacin de sistemas de compras elec- (sistmicamente, ms all de apartar a las manza- Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
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Dossier
Poder,
corrupcin y
campaa
Transparencia e impuestos
por Alexandre Roig*
E
Eduardo Iglesias Brickles, Variacin sobre La expulsin del Paraso de Masaccio, 1996 (fragmento, gentileza del autor)
l incorruptible Robespierre man- El complejo de corrupcin (1) en las altas es- Sin embargo, las acusaciones, independiente-
da a Danton su rival y sin embar- feras se vincula por lo menos con dos dimensiones mente de sus fundamentos, generan por lo menos
go gran apstol de la Revolucin centrales de la vida social: la confianza y el dinero. dos efectos: ponen en crisis la autoridad del Estado
Francesa a la guillotina. Unos me- Ambas estn ntimamente ligadas a la moral, y ms y contribuyen a corroer la palabra pblica.
ses despus, la misma plaza que es- si se vinculan con lo pblico. Las delimitaciones de
cuchaba apasionada sus invectivas lo que es o deja de ser corrupcin flamean con los La moral del dinero fiscal
contra los impuros y traidores ve rodar su cabeza, vientos de las definiciones socialmente estableci- Los trabajos de Viviana Zelizer (2) han dado cuenta
cortada en seco por la hoja de acero templada por el das de lo legal y de lo legtimo. No indagaremos aqu de una lgica propia de los usos del dinero: el marca-
orn de sus acusaciones. As las cosas, la lgica de la en la discusin acerca de esas fronteras. Preferimos je moral del dinero. Segn esta concepcin fundada
sospecha tiene ese no s qu de autopoitico. pensar la ahora encomillada corrupcin desde en trabajos empricos en distintos horizontes socie-
Estamos lejos de las intensidades revoluciona- sus efectos, partiendo de una reflexin sobre el di- tales, el destino del dinero, su gasto, depende de su
rias y claramente nuestros denunciantes pblicos nero fiscal y sobre la confianza pblica. origen; est marcado por su proveniencia. Esta rela-
tienen poco que ver con Robespierre. Sin embargo, En este punto algunas aclaraciones son inevita- cin es tan fuerte que atraviesa tambin el mundo de
la paradoja parece la misma. Ya no es la pureza de bles. Siempre hay personas o grupos que hacen pro- la fiscalidad y los emolumentos pblicos.
los valores republicanos lo que est en juego, sino pio lo que es comn. Es un fenmeno tan universal En este sentido, podemos afirmar que no exis-
el desvo a fines privados del dinero pblico. Pero como la codicia, y los intentos cientficos de pro- te un solo tipo de dinero sino mltiples formas, y
ahora como ayer la acusacin vale sentencia, casti- bar un correlato entre corrupcin y subdesarrollo que es su gnesis la que caracteriza a cada una de
go y oprobio. Y hoy como entonces, la sospecha de no son ms que astucias de la inteligencia para ale- ellas. El dinero fiscal no tiene la misma naturaleza
la corrupcin se expande como el resentimiento en jar la reflexin de los problemas estructurales. Por que aquel que proviene del trabajo, de un juego, de
un banquete familiar filmado por Dogma. Acceder mal que nos pese, no es resolviendo los problemas un delito o de un regalo. Imagnese el lector que en-
al dinero estatal produce en la opinin pblica asi- de corrupcin que se transforma un pas, y se puede cuentra un billete de 100 pesos en la calle. Qu hace
milaciones rpidas a la figura del potencial ladrn. transformar un pas a pesar de la corrupcin. con l? Paga la factura de gas pendiente o decide
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comprarse algo, darse un gustito sin culpas? Aunque referencia sobre el futuro, que permite por ejemplo conjunta de un horizonte comn, empujando a la
aparentemente un medio de pago se parece a otro, la objetivar el gasto destinado a educacin, salud, de- accin estatal a sus formas ms imperativas. En esa
forma por la cual llega a nuestras manos determina fensa u obras pblicas. Desde este punto de vista, el tensin permanente en la que vive el mundo fiscal
el uso que de l se haga. Esto permite reintroducir presupuesto permite evaluar el cumplimiento de esa entre educacin y represin, no es lo mismo que la
heterogeneidad donde el sentido comn nos lleva a promesa y, por lo tanto, es parte integral de lo que po- recaudacin aumente por el beneplcito de los con-
ver nada ms que una herramienta funcional. demos llamar un rgimen de confianza. tribuyentes que por el temor a una sancin.
En los pases democrtico-liberales, el dinero fiscal La confianza, como todo acto fiduciario, se funda Por otro lado, quienes apuestan a ejercer la pol-
tiene un atributo fundamental: su captacin depende en la paradoja definida por Georg Simmel. Sin la con- tica desde la pureza deberan anticipar que estarn
del voto y su gasto de una ley. Las arcas del tesoro se fianza de los hombres de unos hacia los otros, la socie- incluidos en los efectos de sus arengas. La historia
llenan por una captacin decidida no por la voluntad dad en su conjunto se desagregara. Raras son efecti- sirve de advertencia para aquellos que quieren ha-
individual sino por la soberana de los representantes vamente las relaciones que se fundan nicamente so- cer de la corrupcin el eje de su plataforma polti-
de la Nacin. Su gasto se dirime a mano alzada por un bre lo que cada uno sabe del otro de manera demostra- ca. Es algo similar a lo que
proceso que se ejecutar en el futuro: un presupuesto. ble. Raras son aquellas relaciones que duraran, aun- ocurre con quienes basan
Por eso, aquel que se apropia de este dinero no roba,
no hace suyo algo ajeno, sino que comete un acto de
que ms no fuera un poquito, si la fe no fuera tan fuer-
te, a veces ms fuerte que las pruebas racionales (3).
Apelar a la su discurso en la insegu-
ridad. Su sostn es fr-
otra naturaleza: viola lo comn, desva el futuro. Sutil
diferencia? Pues no, abismal distancia.
Un rgimen de confianza est atravesado tanto
por los procesos polticos de adhesin o de rechazo
re-sacralizacin gil, pues basta con un so-
lo acto de corrupcin o
En el mbito productivo, el salario es una com- a travs del voto como por las invectivas que el mun- del dinero fiscal inseguridad para que se
pensacin por el trabajo. Etimolgicamente, traba- do de la racionalidad pueda operar para dar pruebas derrumbe toda la estra-
jo deriva del latn tripalium, que hace referencia a de la (des)confianza. As, el saber econmico se de- puede parecer tegia. Son discursos que
un instrumento de tortura formado por tres estacas. bate para determinar cul es el poder adquisitivo de adquieren autonoma del
La relacin de explotacin se asemeja mucho ms al la moneda (medido por la tasa de inflacin) o cmo sorprendente, y que lo pronuncia, al pun-
robo que la de corrupcin. Ah, efectivamente, hay se garantiza la reserva de valor de la moneda (medi- to de poder transformar
enajenacin y alienacin. La apropiacin privada del da, desgraciadamente en Argentina, por la tasa de
sin embargo es al acusador en acusado (o
dinero captado fiscalmente tiene, en cambio, el esta-
tus de la trasgresin. Disminuye sin duda el poder de
cambio con el dlar). Ambas mediciones remiten a
un maana y son por ende elementos esenciales de
una necesidad. responsable). En este pa-
norama, la prudencia es
la accin pblica, pero produce otro efecto: profana la relacin con el futuro. una obligacin; y las for-
algo sagrado, un mundo considerado como intoca- El punto aqu no es la veracidad de tal o cual medi- mas verbales hipotticas
ble. No porque sea de todos, sino porque es lo comn. cin, sino cmo se construye una fe social en la efica- y los recaudos investigativos, un imperativo.
Como en otros mbitos de la vida moderna, la sa- cia de estos nmeros: si alcanzan para estabilizar las La recuperacin de la autoridad de la palabra p-
cralidad no ha desaparecido de nuestras sociedades referencias. Por qu es necesario recuperar la credi- blica es una tarea compleja. La reconstruccin de las
por el efecto de desencantamiento del mundo. Ha to- bilidad del Indec y terminar con el dlar blue? Por lo referencias pblicas, de los nmeros y de los discur-
mado formas ms disimuladas pero que sin embargo mismo que debera llevar a combatir a aquellos que sos permitira al menos reubicar los debates polticos
no dejan de ser eficientes. El dinero fiscal es sagrado. profanan el dinero fiscal: no enturbiar la posibilidad en su cauce sustantivo, sin desandar el esfuerzo de
Es parte de la autoridad de la soberana, como el bas- de interpretar el mundo. Es la condicin para que la democratizacin de la palabra. Esta tarea no es ajena
tn de mando o la espada de Bolvar. disputa social no se enfoque en discutir referencias a las discusiones sobre la corrupcin, si se entiende
Tocarlo, o alentar la sospecha de que muchos lo sobre el futuro, cmo interpretarlo o entenderlo, y que la misma implica justamente una puesta en du-
han hecho, retrotrae a cualquier gobierno al mundo que en cambio se oriente a debatir polticas de distri- da. Registramos poco los casos de falsas acusaciones
pagano de las pugnas por la legitimidad. Es el momen- bucin del ingreso, de lucha contra la desigualdad, y olvidamos levantar el manto de la sospecha a pesar
to en que un tributo se vuelve un impuesto, en que un de educacin, entre otras urgencias. de las pruebas de inocencia.
acto de pertenencia se vuelve un acto de violencia, en La moneda es, como dijimos, una manifestacin En este marco, apelar a la re-sacralizacin del dine-
que un contribuyente se convierte en un gravado. Es- de la confianza pblica, y el dinero fiscal comparte ro fiscal puede parecer sorprendente, y sin embargo
tos desplazamientos hacen ms que socavar la legiti- con el dinero mercantil (el que se usa en las transac- es una necesidad. Cmo lograrlo? Cmo devolver-
midad de un gobierno: la ponen todos los das en juego ciones del mercado) las tensiones con lo fiduciario. le el carcter sagrado al dinero pblico? Las formas
y, con ello, convierten al poder en algo mundano. En este punto podramos arriesgarnos a decir que las posibles de este proceso no pasan por el recrudeci-
Ah es donde la sutileza se desvanece. Todos se denuncias y los actos de corrupcin son un hito ms miento de los controles y sanciones, que tal vez po-
vuelven sospechosos porque la lgica de la profa- en este socavar la fe social. Si a esto le aadimos el drn disminuir las tentaciones pero que no hacen ms
nacin es absoluta, no admite medias tintas. Ah es efecto de descreimiento, ya no solo en los nmeros que aportar al mundo de las pruebas y, por lo tanto, a
cuando el Cesar ausente es saludado en la arena por sino en la palabra pblica, entonces estamos frente a la profundizacin de la sospecha. Sacralizar implica
los que van a morir, ese mismo que est justo entre lo que podemos llamar una crisis de sentido. habilitar las lgicas sacrificiales de la funcin pbli-
las filas de los gladiadores. Ese es el momento en Esta crisis pone en juego tanto la capacidad de lec- ca, aquellas que podemos encontrar detrs de la vo-
el que Robespierre siente en la nuca el ltimo so- tura del presente como la posibilidad de proyectar re- cacin y de la responsabilidad y que deberan animar
plo de la guadaa, forjada con tanto empeo por sus presentaciones sobre el futuro. Implica la reduccin tanto a los funcionarios pblicos como a aquellos que
propias palabras. La prudencia y el respeto de los de los posibles, que la ciencia y la poltica, como el arte, los denuncian. No se trata de formular un llamado a la
procesos, la presuncin de inocencia suelen ser los deberan intentar ampliar. Obtura lo que en algn mo- transparencia de la poltica ni tampoco de apelar a su
rayos de sol que aparecen despus de estas tormen- mento se llam la idea de progreso, la idea de que el contrario, el enturbiamiento, sino de que el funciona-
tas ensangrentadas. La denuncia de corrupcin se da de maana puede ser mejor que el de hoy. rio del Estado funcione como la encarnacin de lo que
suma, en este punto, a los efectos del acto: produce no es de nadie pero nos atraviesa a todos: la soberana
la corrosin de la confianza. Esta advertencia sobre Conclusin de las multitudes expresada en el lazo fiscal. g
los peligros de una denuncia generalizada y espas- Dada la carga moral del trmino, cualquier discur-
mdica cobra ms fuerza cuando ocurre en un con- so sobre la corrupcin implica avanzar por un cami- 1. J. P. Olivier de Sardan, Lconomie morale de la corruption
texto de crisis de la palabra pblica. no de cornisa. La justicia confirmar con el tiempo en Afrique, Politique africaine, N 63, octubre de 1999.
2. Viviana Zelizer, El significado social del dinero, Fondo
si las denuncias eran desmedidas. Lo que podemos
de Cultura Econmica, Buenos Aires, 2012.
El rgimen de confianza sostener es que, mientras tanto, desacralizan el po-
3. Georg Simmel, Philosophie de largent, Puf, Pars, 1997,
Como sealamos, toda captacin fiscal implica una der y desautorizan al gobierno. Y, sobre todo, co- p. 205, citado en Marie Cuillerai, Le capitalisme vertueux.
promesa, el empeo de una palabra en torno a una es- rroen la confianza social. Mondialisation et confiance, Payot, Pars, 2002.
peranza. El presupuesto, de hecho, es la posibilidad de Desde un punto de vista fiscal, podemos temer
transformar un futuro posible en un devenir. Es ms que las denuncias contribuyan a deslegitimar la *Socilogo.
que un contrato social: es un compromiso que fija una captacin de recursos y debilitar la construccin Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
12 | Edicin 170 | agosto 2013
A partir del dossier La trampa de los recursos naturales (el Dipl, N 168, junio de 2013), el
empresario Gustavo Grobocopatel, lder del grupo agroindustrial Los Grobo, y el politlogo Nicols
Tereschuk mantuvieron un dilogo sobre el sector agroalimentario en Argentina, la apropiacin y
distribucin de la renta agraria, la reprimarizacin de la economa y el rol del pas en el mundo.
Un debate central para Argentina
Recursos naturales,
redistribucin y poltica
E
n la ltima dcada, las econo- Es cierto que hay un lder en el tema desde el ao 2002, es ms soja, ms pri- afuera. Es ms, el productor agropecuario
mas de la regin han basado su biotecnolgico que es Monsanto, y en to- marizacin, menos valor agregado, menos no va al banco, se queda con la soja en la si-
desarrollo en actividades ex- do caso la pregunta es por qu no aparecie- industrializacin, un portfolio de exporta- lo bolsa. Retiene grano porque no sabe qu
tractivas intensivas que gene- ron otras empresas. Ah yo creo que hay un ciones menos diverso. Yo no estoy de acuer- hacer, no es un sofisticado financiero. Lo
ran una renta extraordinaria, error de las organizaciones ambientalis- do, yo creo que hay que diversificar, que hay peor que puede hacer, piensa hoy, es que-
lo que ha llevado al debate sobre la apro- tas, que al combatir a Monsanto lo fortale- darse con pesos, por eso no vende. Antes
piacin y distribucin de esa renta. cen, porque impiden que aparezcan otros a lo mejor iba a comprar dlares, y se que-
competidores. Es decir, el problema de la daba con los dlares en el colchn, ahora
agricultura y de la sustentabilidad no es Cuando uno no lo puede hacer, entonces se queda con
El Dipl: En Argentina en particular, las Monsanto; el problema es que no haya diez los granos. Es una reaccin de proteccin
ganancias del sector agroalimentario han Monsanto que compitan entre s. ve la cadena de frente a la incertidumbre que tiene, que
sido fuente de conflictos polticos y socia- puede ser justificada o injustificada.
les. Cul es su visin de esta situacin? Nicols Tereschuk: El mayor conflicto valor de toda la La condena no son los recursos natu-
que enfrent el gobierno de Cristina Kir- rales, la condena es no tener una socie-
Gustavo Grobocopatel: Yo creo que pa- chner fue con este sector y fue justamente agroindustria, el dad con instituciones consolidadas, no te-
ra poder definir extractivismo hay dos
abordajes. Un abordaje, si se quiere, tcni-
por la discusin sobre la renta. Uno escu-
cha que quizs todo ira mejor si el Estado
capital argentino ner sistemas de participacin. Hay pases
que tienen recursos naturales y sobre los
co: hay extraccin de recursos que no son no interviniera, si no hubiera algunas pol- est en la base de recursos naturales hicieron flor de socie-
sustentables. Y otro que tiene que ver con ticas cerradas, porque los productores sa- dades. Desde Finlandia, Australia, Nueva
lo social, es decir: si esa actividad deja ca- ben manejar la tecnologa, la tecnologa ha esa pirmide. Zelanda, Canad, hasta el mismo Estados
pacidades en la sociedad, si genera inclu- avanzado, las buenas prcticas han avanza- Unidos, crearon gracias a los recursos na-
sin. Me parece que son dos temas centra- do, etc. Pero si bien hay cierta agregacin turales muchas cosas positivas porque se
les. La agricultura desde mi punto de vista de valor, la mayora de los productores, basaron en instituciones, en desarrollo, en
no es una actividad extractiva porque de por los precios que hay, estn tratando de que industrializar, que hay que generar va- calidad del Estado, en una sociedad no co-
lo que se trata es de transformar sol y agua mantenerse o de sacar lo ms posible de la lor agregado. Ahora para eso hay que dejar rrupta. Los recursos naturales, cuando no
en productos tiles para la sociedad: ali- actividad ms primaria. Cuando uno ve la a la gente ganar plata y adems crear los in- existen instituciones, exacerban el proble-
mentos, energas, medicamentos, madera cadena de valor de toda la agroindustria, el centivos para que reinviertan ese dinero en ma, porque le dan a un Estado ineficiente
para el papel, madera para la vivienda. Es capital argentino est en la base de esa pi- la industrializacin. Y eso est muy vincu- un poder econmico que le permite exa-
decir que hay un balance positivo, se hace rmide, digamos, de la produccin hacia el lado con retener gente del interior y que no cerbar ese problema.
un agregado de valor a la sociedad Por su- puerto. No s si est pensando en llegar a lo se venga al Gran Buenos Aires.
puesto que hay mala praxis y buena praxis. que da ms valor que son las gndolas de Si no cres condiciones para generar N.T.: En general en varios de esos pases
Felizmente, la buena praxis se va exten- los pases centrales con una marca, con un rentabilidad es muy difcil que alguien in- Estados Unidos, Australia, Canad, la dis-
diendo, a veces por regulaciones. packaging, que es donde est el valor real y vierta. Y la realidad es que la inversin tribucin de la tierra ha sido ms equitati-
Tambin hay problemas. En Argentina grueso al que apuntan las grandes multi- nuestra es ms una inversin especulativa va. En Argentina, la distribucin de la tie-
son puntuales: el tema del agua, los abu- nacionales. Hay, en ese sentido, una visin es decir, hay una oportunidad que me cay rra histricamente ha sido muy inequitati-
sos en el uso de agroqumicos sin restric- primarizada o primaria. En qu medida del cielo, que estructural una vocacin y va y eso plantea la cuestin de algn tipo de
ciones o sin cuidados, la deforestacin, eso es sustentable? Inclusive polticamen- condiciones para la inversin. Y va a ser acuerdo o pacto, firmado o no firmado, de
los excesos asociados al monocultivo, que te, inclusive para los sectores que estn en as hasta que eso no cambie en forma esta- cmo debe ser la distribucin de ese ingre-
estn ms vinculados con polticas pbli- las grandes ciudades, o en los conurbanos ble, es decir hasta que no se generen reglas. so, quizs previamente al gran empuje de la
cas que con motivaciones propias de los de las grandes ciudades, etc. Me parece que Ahora, cmo se define eso? No es una cuestin de los recursos naturales.
productores: si hacs una poltica en con- en ese punto, el sector de los agronegocios cuestin de un gobierno de turno, porque
tra del trigo y el maz, la gente va a tratar no tiene una mirada ms general y enton- si no despus se genera esta cuestin, co- G.G.: En Argentina, con el alquiler de tie-
de hacer lo que puede. ces entra en conflicto con el poder poltico. mo deca [Ral] Alfonsn, del pndulo: pa- rras, en algunos casos son pooles y en otros
Desde el punto de vista social tambin samos de un extremado liberalismo o neo- no, se ha generado una democratizacin
creo que es una actividad que genera ca- G.G.: Ah est la contradiccin, el corazn liberalismo a un extremado estatismo. Yo del acceso a la tierra: el hecho de disociar
pacidades por varios motivos. El primer del problema. Por un lado tiene que haber creo que es parte de un pacto social que quin es el propietario de la tierra y quin
motivo es que est totalmente atomizada. redistribucin, tiene que haber un Estado despus deriva en un pacto fiscal. Es de- es el que produce. Antes vos para ser agri-
En la agricultura, a diferencia de la mine- fuerte que redistribuya, y por otro lado te- cir, tenemos que definir qu porcentaje del cultor tenas que ser hijo de. Ahora, un
ra, la energa, el petrleo, hay 100.000 nemos que dejar que estos emprendedores PIB vamos a destinar a impuestos. emprendedor con una buena idea puede
productores. De esos 100.000, el 80% son inviertan en agregar valor, en industriali- acceder a la tierra. Hemos hecho una es-
pequeos productores, en general pymes. zar. Ah est el punto de la tensin, porque pecie de reforma agraria.
Despus hay miles de comercios, que son si hacs pagar ms impuestos, lo que logrs El Dipl: Hay quienes sostienen que la
los acopios, los corredores, las coopera- es redistribuir ms hay que ver con qu abundancia de recursos naturales se con- N.T.: Entiendo que haya nuevos actores,
tivas; hay proveedores de servicios. Es calidad, pero es una forma de redistribu- vierte en una condena, ya que permite ga- pero no dejan de tener conflictos con el
cierto, hay alguna concentracin en al- cin, pero sacs dinero de la renta de un nar mucho dinero sin esfuerzo. Si el Esta- Estado por la cuestin de la distribucin
gunas cuestiones, como por ejemplo la productor y ese dinero es el que permite in- do no se apropiara de parte de esa renta, de la renta. Obviamente que al Estado se
exportacin. Pero en la exportacin hay vertir. En general se piensa que la gente in- el productor reinvertira ese dinero o lo le puede criticar toda una serie de cuestio-
veinte jugadores, no hay dos como en la vierte porque accede al crdito. No, la gen- llevara fuera del pas? nes, como, por ejemplo, la calidad con la
energa o tres como en la minera. Son te invierte porque hay rentabilidad. que desarrolla servicios pblicos.
multinacionales, pero tambin hay na- Lo que nosotros tenemos ahora con el G.G.: No hay productor agropecuario que
cionales. Los proveedores de tecnologa rcord de presin impositiva, que es as- tenga la plata afuera, es otro sector de la so- G.G.: Ese es un tema central del debate. No-
en general compiten entre s. fixiante en el caso del campo esto lo digo ciedad argentina el que puede sacar la plata sotros ponemos el eje en la distribucin,
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El rigor y la contundencia de sus variadas fuentes documentales (y contra) la primera mujer de Noble
y con una herencia de directivos que la
son mritos sobresalientes del reciente libro de Martn Sivak sobre subestimaban. Ernestina trab alianza
con Rogelio Frigerio, con quien super
el diario Clarn. A lo que se suma su perspicaz anlisis, que huye de momentos crticos. Si bien Frigerio fue
el idelogo del diario incluso antes de la
los esquemas fciles y simplificadores. muerte de Noble, desde entonces y has-
ta 1982 nutri las pginas editoriales,
seleccion a la conduccin periodstica
Crtica de Clarn, el gran diario argentino. Una historia de Clarn e introdujo en la gestin a un
equipo de jvenes contadores lidera-
dos por Hctor Magnetto. Estos seran,
Anatoma de un
a la postre, quienes ms tarde ganaran
la confianza de Ernestina y echaran a
los desarrollistas cuando la empresa se
transformaba en conglomerado. En es-
te sentido, la gestin de Magnetto tri-
D
quien sostena que para alcanzar mayor
espus de dcadas en las dedicaba a la actividad poltica profesio- influencia social del ideario desarro-
que escribir sobre Clarn nal (como diputado del socialismo gol- Clarn, el gran diario llista Clarn no deba ser un panfleto ni
exiga vencer el temor al pista en pocas de Uriburu y como mi- argentino. Una historia sobreactuar su tendencia poltica. s-
destierro del anonimato nistro del ex gobernador conservador Martn Sivak ta es una clave de comprensin del xi-
que se ordenaba desde la bonaerense Manuel Fresco) hasta el fin Editorial Planeta; Buenos to que tuvo el peridico, y podra ensa-
estructura corporativa a quienes osaran de la ltima dictadura militar. Contiene Aires, 2013. 448 pginas. yarse como hiptesis de interpretacin
exhibir desde historias mnimas co- tambin un sustancioso eplogo dedica- del descrdito en que se halla sumido el
mo Jorge Ass en Diario de la Argentina do integralmente a la descripcin de las discurso del grupo en los ltimos aos.
(1) a manejos polticos y empresaria- relaciones primero muy fraternas, luego Hiptesis que servira, asimismo, para
les como Julio Ramos en Los cerrojos inflamadas y ms tarde calcinadas entre analizar la escasa respuesta social a los
a la prensa (2), el principal multime- los Kirchner y el multimedios. medios que se identifican con el discur-
dios del pas junto a Telefnica emerge zi que Noble sinti su mayor identifica- so del periodismo militante.
como un tema de inters editorial con cin. Como antes con Pern y con Aram- Abogados como Bernardo Sofovich,
producciones que sistematizan su com- El golpe de Estado buru, Clarn fue ayudado por Frondizi. cuadros poltico-periodsticos como Os-
pleja historia. Sivak es equilibrado en su anlisis: el car Camilin, Octavio Frigerio y luego
Clarn, el gran diario argentino. Una de 1955 demostr crecimiento de Clarn no lo reduce a la los ascendentes Magnetto en la gestin
historia, de Martn Sivak, contribuye asistencia estatal, dado que otras em- empresarial y Marcos Cytrynblun en la
a ordenar un largo perodo de la histo- una camalenica presas periodsticas fueron beneficia- redaccin fueron el sostn de Ernestina.
ria del diario creado por Roberto Noble das con mayores recursos aun y no tras- Sivak reconstruye las tendencias ideol-
en 1945 y mutado en grupo empresarial adaptacin de cendieron. El talento de Noble, su olfato gicas presentes en la redaccin, la pre-
con la conduccin de Hctor Magnetto emprendedor y su agresivo aprovecha- sin de diferentes gobiernos para colocar
desde la dcada de 1970. El texto de Si-
Clarn a los nuevos miento de las ventajas comparativas gente allegada e internas que se libraban
vak se suma as a libros como Pecado ori-
ginal: Clarn, los Kirchner y la lucha por
tiempos polticos. de Clarn son ejes fundamentales pa-
ra comprender el ascendente lugar del
en la conduccin del diario.
La relacin con el tercer peronismo y
el poder, de Graciela Mochkofsky (3) y diario, as como su progresiva mimeti- con la dictadura, las tempranas crticas
a una ola de documentales y produccio- zacin con el imaginario de la clase me- a la gestin econmica de Jos Alfredo
nes periodsticas. dia expandida. La gentica adaptativa Martnez de Hoz a la vez que el respal-
El quiebre que tuvieron las polticas La obra est organizada en tres par- de Clarn a los espasmos de la poltica y do a la guerra sucia contra las organi-
de comunicacin en 2008 contagi tam- tes: la primera recorre la vida de No- la economa nacional sobrevivi a Noble zaciones armadas de izquierda, y el ne-
bin la produccin de debates pblicos ble hasta su muerte en 1969; la segunda y le rindi dividendos durante dcadas. gocio de la asociacin con el Estado, La
sobre la funcin de los medios. Ese ao comprende la problemtica sucesin de Al menos, hasta 2008. Nacin y La Razn en Papel Prensa en
alberg un cambio decisivo en el que las Noble por su joven viuda Ernestina He- 1977: Sivak detalla el caso de la fbrica
historias sobre Clarn abandonaron el rrera y sus 13 aos de conduccin com- Ernestina, Frigerio, Magnetto de papel en plena dictadura con un rigor
ostracismo y suscitaron cada vez mayor partida con el frigerismo (1969-1982), y Tras el derrocamiento de Frondizi, No- ausente en las historias oficiales cons-
inters social en el marco de una con- la ltima, aunque breve en extensin, es ble comprendi que el anhelo de usar el truidas recientemente por el kirchne-
tienda entre Clarn y un gobierno que, el eplogo dedicado al ciclo kirchnerista. diario como plataforma de su propia can- rismo en el informe Papel Prensa: la ver-
por primera vez en dcadas, colocaba a Con registro periodstico, Clarn, una didatura a presidente deba revisarse: dad y por el propio grupo Clarn.
algunos medios como antagonistas. En historia cuestiona el mito fundacional Ya no puedo ser presidente. Pero pue- El eplogo del libro tiene la virtud de
ese ao clave se edit la biografa auto- de Clarn difundido por Noble acerca del do hacer presidentes. Al mismo tiempo abordar los aos recientes sin prejuzgar
rizada de Hctor Magnetto firmada por origen de los fondos comprometidos en que creca colocndose entre los diarios como vlidas ninguna de las dos versio-
Jos Ignacio Lpez, El hombre de Cla- el lanzamiento del tabloide en 1945, en ms ledos de habla hispana, la conduc- nes ms difundidas, opuestas aunque
rn (4). Trabajos previos, como La No- las vsperas de la eleccin de Juan Pern cin periodstica del diario fue nutrin- rsticas, que disputan por la atencin
ble Ernestina, del ex delegado gremial como presidente: la venta del campo que dose de un capital intelectual que en lo pblica desde 2008. g
de Clarn Pablo Llonto (5), fueron des- posea no bastaba para financiar la crea- econmico tributaba al desarrollismo, en
cubiertos por una masa de lectores que cin del diario. A pesar de hacer campa- lo poltico era pragmtico y en lo cultural
desbordara el microclima (acadmi- a a favor de la Unin Democrtica, Cla- dialogaba con corrientes de izquierda y 1. Jorge Ass, Diario de la Argentina,
co, periodstico) al que histricamente rn fue el primer diario en reconocer el de la cultura nacional. Para Sivak, Noble Sudamericana, Buenos Aires, 1984.
quedaba confinada la reflexin sobre triunfo de Pern en 1946 y se aline con pertenece a la estirpe de grandes edito- 2. Julio Ramos, Los cerrojos a la prensa,
Clarn y otros grupos. sus dos primeros gobiernos, de los que res como Natalio Botana (fundador de Amfin, Buenos Aires, 1993.
El libro de Sivak es el primer volu- obtuvo importantes favores gracias a Crtica en 1913) o Jacobo Timerman (ex 3. Graciela Mochkofsky, Pecado original. Clarn,
men de una obra basada en la tesis doc- Ral Apold, responsable del aparato de empleado de Noble en Clarn y artfice de los Kirchner y la lucha por el poder, Planeta,
Buenos Aires, 2011. Ver crtica en Le Monde
toral (en curso) del autor. La laboriosa comunicacin y propaganda de Pern. emprendimientos como Primera Plana,
diplomatique, edicin Cono Sur, noviembre 2011.
reunin de fuentes primarias, en las que El golpe de Estado de 1955 demostr Confirmado o La Opinin).
4. Jos Ignacio Lpez, El hombre de Clarn.
sobresalen escritos de los archivos per- una camalenica adaptacin de Clarn Bon vivant, receloso de un origen Vida privada y pblica de Hctor Magnetto,
sonales de Roberto Noble, Arturo Fron- a los nuevos tiempos, en los que califi- social que, a diferencia de sus compe- Sudamericana, Buenos Aires, 2008.
dizi, Rogelio Frigerio y cables diplom- c al depuesto Pern como tirano y co- tidores La Nacin o La Prensa no tena 5. Pablo Llonto, La Noble Ernestina,
ticos estadounidenses desde la dca- menz a trabar una relacin orgnica el sello de la aristocracia, carismtico Astralib, Buenos Aires, 2003.
da de 1940, as como decenas de entre- con el grupo de radicales desarrollistas y ambicioso, Noble muri en 1969 en
vistas clave, constituye un exhaustivo liderados por Frondizi, electo presiden- compaa de su flamante y joven espo-
aporte documental. te en 1958. Aunque Clarn haba sido ofi- sa, Ernestina Herrera. Ella, ajena a los
*Doctor en Comunicacin, profesor de la Universidad
El libro abarca desde la intencin cialista de casi todos los gobiernos en su medios y sin formacin poltica o de ne- Nacional de Quilmes e investigador del Conicet.
editorial que incubaba Noble cuando se entonces breve historia, fue con Frondi- gocios, debi tramitar la sucesin con Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
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46 | Edicin 142 | abril 2011
Sueos d
e potenc
ia 3
16 | Edicin 170 | agosto 2013
El PT en la encrucijada
Matheus Preis, uno de los referentes del
Movimiento por el Pase Libre, que admi-
ti que la masividad y la federalizacin de
las marchas desbordaron a su agrupacin,
cuya razn ltima es avanzar hacia una
disputa contra el sistema (2).
por Daro Pignotti* Al final de cuentas lo que acab por
ocurrir, luego del chispazo inicial pau-
lista, fue una conmocin mayscula en
N
todo el pas, que en lugar de asumir el
o fue en carnaval. Cientos signo ideolgico de los muchachos del
de miles de brasileos to- Movimiento por el Pase Libre, mut
maron por asalto San Pa- en una constelacin de demandas, ato-
blo, Ro de Janeiro, Brasi- mizadas, sin organicidad, que sumadas
lia, Salvador de Baha, Por- expresaron vagamente la exigencia por
to Alegre y decenas de ciudades, como derechos bsicos (movilidad, educa-
sucede cada ao en febrero. Esta vez su- cin, salud, justicia), garantizados por
cedi en junio. Y en lugar de citarse pa- la letra de las leyes pero incumplidos
ra renovar ese ritual de sensualidad des- por un Estado concebido como agente
comunal (una transgresin pactada que reproductor de un modelo socioecon-
acaba indefectiblemente cada Mirco- mico atravesado por la mercantilizacin
les de Cenizas), la multitud march a de las relaciones sociales.
contramano de toda convencin, inclu- Las protestas representaron una no-
yendo las polticas, con una furia y una vedad tanto virtuosa como imprevisible
masividad inesperadas hasta para sus debido a la preocupante ausencia de par-
protagonistas. tidos, lo cual fue celebrado por la prensa
La rabia se destap cuando miles de unnimemente conservadora. Sin lide-
jvenes, en su mayora universitarios in- razgos que galvanicen las reivindicacio-
tegrantes del Movimiento por el Pase Li- nes, las plazas y avenidas se convirtieron
bre (que demandan la gratuidad del bo- en una suerte de zona franca para opor-
leto), se movilizaron en San Pablo con- tunistas y provocadores y hasta facilit
tra el aumento del precio, ya abusivo, la aparicin de grupos fascistas reivindi-
del transporte pblico (de 3 a 3,2 reales, cando a la dictadura: Dilma y Lula, v-
equivalentes a 1,6 dlares), un servicio yanse a Cuba, deca una pancarta.
prestado por empresas privadas a las que Hubo, incluso, agresiones contra mi-
el Estado favorece a travs de contratos litantes del PT y consignas, en algunos
que les garantizan ganancias excesivas. actos coreadas por un nmero impor-
El levantamiento de junio, nico en tante de manifestantes, denostando toda
la historia democrtica reciente de Bra- forma de organizacin partidaria.
sil equiparable slo en algunos aspec- Falta en Brasil una tradicin polti-
tos a las movilizaciones de 1983 contra ca presencial, histricamente el pue-
la dictadura no ferment en el descon- blo no sale (o no sala) a las calles. Cla-
tento por la suba del costo de vida o en ro que existen puntos de concentracin
la demanda por aumento salarial, a pe- referenciales, como la Avenida Paulista
sar de que estas reivindicaciones apare- en San Pablo o los canteros del Eixo Mo-
cieron espordicamente. Las protestas numental frente al Congreso en Brasilia,
en las avenidas Paulista, de San Pablo, y pero no hay un gora nacional unni-
Getlio Vargas, de Ro de Janeiro, mues- me, equivalente al Zcalo de Mxico,
tran el vaco, casi absoluto, de las reivin- destino obligado de los grandes mitines
dicaciones econmicas: y es lgico que electorales o las concentraciones zapa-
as sea luego de una dcada de gobiernos tistas de 1994, la Plaza de Mayo portea
del Partido de los Trabajadores caracte- o la Alameda de Santiago de Chile. Para
rizados por sus polticas sociales progre- millares de brasileos de clase media, y
sistas, ejecutadas con bastante eficacia. entre ellos tambin los recin llegados a
Es cierto que los indicadores de des- esa condicin social, las marchas de ju-
igualdad brasileos an son similares a nio representaron su bautismo en este
los presentados por algunos pases afri- tipo de protagonismo cvico, tardo.
canos y la concentracin de la riqueza Toma del Congreso Nacional, Brasilia, 17-6-13 (Evaristo SA/AFP) La incorporacin al mercado de tra-
est ms cerca de las estadsticas de Pa- bajo y de consumo de millones de exclui-
raguay que las de Argentina o Uruguay. dos, legado genuino de Lula, redund en
Pero tambin lo es que desde 2003 a la fe- un pas capaz de enfrentar la crisis glo-
cha se alcanzaron resultados extraordi- de gobierno de Dilma Rousseff (22% de quejas contra colectivos y subterrneos bal de 2008 gracias al dinamismo de esa
narios en el combate a la pobreza (30 mi- aumento nominal) y el 53% en los dos caros y malos (rpidamente contestadas demanda interna, que haba tenido co-
llones de personas salieron de la miseria, gobiernos de Luiz Incio Lula de Silva por las autoridades que bajaron los 20 mo correlato, hasta ahora, la ausencia de
50 millones son asistidas con el Plan Bol- (155% de avance nominal), contra el exi- centavos de la discordia) fueron el grito un protagonismo activo respecto de la
sa Familia) y el desempleo baj estructu- guo 22% acumulado durante la adminis- preliminar de una demanda que funda- cosa pblica: los nuevos consumidores,
ralmente, llegando al 5,8% en mayo pasa- tracin de Fernando Henrique Cardo- mentalmente exige transporte para to- a veces compulsivos, se caracterizaron
do, en franco contraste con la desocupa- so, la ltima presidencia neoliberal, que dos por igual en ciudades de contrastes por ser polticamente indiferentes, una
cin y el empobrecimiento que precedie- prevaleci entre 1995 y 2002 (1). abismales, como las de San Pablo, donde suerte de sub-ciudadanos que se dan por
ron a las revueltas de la Primavera rabe banqueros y empresarios eluden los em- satisfechos con ir de shopping (3).
o de los indignados de Espaa, donde el Bautismo cvico botellamientos de trnsito desplazndo- Brasil cuenta con una poblacin de
desempleo afect al 27% de la poblacin Ciertamente, en la explosin del 20 de se a bordo de la segunda mayor flota de 194 millones de habitantes y 250 millo-
en el primer trimestre de este ao. junio, cuando hubo 1,5 millones de brasi- helicpteros particulares del mundo. nes de celulares. Cada ao crece la venta
La locomotora brasilea perdi el leos en las calles, nadie repudi el gasto Nos organizamos para confrontar de vehculos, especialmente los de me-
empuje de aos anteriores, pero aun as pblico para sostener el Plan Bolsa Fa- contra el Estado, creemos que as como nor cilindrada, y en 2013 se estima que
el poder de compra del salario mnimo milia ni reclam la aplicacin de un pro- est no funciona ms. Lo que hacemos superar las 3,3 millones de unidades, en
creci el 8% en los dos primeros aos grama de austeridad a la espaola. Las es atacarlo en puntos neurlgicos, con un mercado que no para de crecer, co-
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mo el de los vuelos de cabotaje gracias con esos chicos frustrados, estn des- del PIB. Reservadamente en el gobierno ra no perder el apoyo del subproletariado
al aluvin de pasajeros de la nueva clase engaados con la falsedad del proyecto admiten la derrota de la apuesta produc- conquistado por Lula entre 2003 y 2010,
media, que en vacaciones desbordan la de vida consumista, anti-ecolgico e in- tivista, al menos en 2013. Reconocen que segn alert el ministro Gilberto Carval-
capacidad de los aeropuertos. dividualista que les haban inculcado a no se lograr la recuperacin anhelada y ho, secretario general de la Presidencia.
Pero, por ms exuberante que sea la ex- travs de los avisos publicitarios. Debe- estiman una expansin inferior al 3%, al Los pastores del bloque legislativo neo-
pansin de su mercado interno, el gigante mos valorizar al PT porque su gobierno tiempo que en el mercado financiero pro- pentecostal pusieron el grito en el cielo
latinoamericano renguea de una pata, la se preocup por los pobres aunque no nostican (y desean) un crecimiento raqu- frente a los dichos del funcionario, ame-
de su defectuosa representacin poltica, prest atencin a las expectativas de los tico, posiblemente menor al 2,5%, una p- nazando romper la tambaleante alianza
a cargo de partidos conservadores asocia- jvenes, y ahora ellos estn dando una sima noticia para la economista Rousseff. con el gobierno si no haba una retracta-
dos a los socialdemcratas de Fernando voz de alerta. Creo que el PT est capa- cin pblica, algo que Carvalho, uno de los
Henrique Cardoso, que juntos tienen ma- citado para entender esa situacin y res- petistas de hueso colorado en el gabinete
niatado al Congreso y vuelven impotente ponder, pero no puede demorar dema- presidencial, hizo sin mucha conviccin.
al PT, pese a su numerosa bancada. siado, si no ser tarde (5). Las movilizaciones En ltimo anlisis, cuando Carvalho
Estamos hartos de los polticos, habl de romper lanzas con los socios
fue una frase gritada con frecuencia por Con o sin rupturas paralizaron evanglicos, sac a la luz un debate que
parte de aquellos ciudadanos que resol- La preocupacin de Boff no es muy distin- madura en el PT, donde la crisis agudiz
vieron asumir su condicin de tales en ta a la de su amigo Lula da Silva y de la pre- al gobierno los cuestionamientos sobre otras alian-
la revuelta de junio. De una manera in- sidenta Rousseff, que percibieron la serie- zas indigestas, como las establecidas con
vertebrada, dijeron basta! a quienes los dad de la situacin y su impacto sobre la porque Rousseff el agronegocio y los banqueros, cuando
degradan a la condicin de consumido-
res de productos electorales cada cuatro
continuidad de un proyecto transforma-
dor, sustentado en la tesis de construir
fue incapaz de an imperaba la creencia de que era posi-
ble lograr avances sin estremecer la esta-
aos (para votar a Presidente) o a la de cambios graduales sin rupturas. interpretar, en un bilidad. Dilma, incluso, estara reflexio-
televidentes conformistas, al estilo Ho- Tres consecuencias derivan de las nando sobre la conveniencia de prolon-
mero Simpson, que sentados en el living protestas. La primera es electoral. Las primer momento, gar la paz armada con Globo, al cons-
de su casa devoran por igual palomitas manifestaciones a pesar de no embande- tatar que todas las concesiones polticas,
de maz y noticias cocinadas (y adulte- rarse con el derrocamiento de la actual la protesta. y los multimillonarios contratos televisi-
radas) por el multimedios Globo, cuyos administracin (dato soslayado cuando vos, fueron plata quemada, ya que el con-
estudios en San Pablo y Ro de Janeiro se compara linealmente el caso brasileo glomerado est a la cabeza de las huestes
fueron blanco de protestas (4). con el egipcio o el turco) tuvo como con- desestabilizadoras.
Podemos llegar a la conclusin, en- secuencia inmediata haber deshilacha- La tercera es estrictamente poltica. En ese sentido el titular del PT, Rui
tonces, que la erupcin brasilea, a di- do la popularidad de Rousseff, que pa- Las movilizaciones paralizaron al gobier- Falco, no le escap al toro, y propuso al-
ferencia de otros movimientos en apa- s del 51% al anmico 30% de las inten- no porque Rousseff fue incapaz de inter- go que hasta hace un tiempo ningn alto
riencia similares, como el de los indig- ciones de voto de cara a los comicios de pretar, en un primer momento, la protes- dirigente del partido se animaba a men-
nados espaoles o el de los ocupantes de octubre de 2014, dejando en entredicho ta. Durante algunos das la Presidenta cionar en pblico: la necesidad de san-
Wall Street, no es resultante del descon- una reeleccin que a principios de junio evidenci su falta de talento para lidiar cionar una ley que regule la comunica-
tento frente a una crisis econmica se- era concebida como incontestable. Al con el problema cuya magnitud, hay cin y acote los monopolios.
vera. Sino que fue enteramente poltica. desdibujarse esa certeza tambin se di- que admitirlo, habra paralizado incluso En suma, este carnaval de junio, ese ox-
Una eclosin que impedir al pas ser el luye la expectativa de poder dilmista y su a polticos ms avezados mientras cre- moron a la altura del Trpico de Capricor-
que fue. Con todo, ningn anlisis que se capacidad de garantizar la sobrevivencia ca el fantasma de la ingobernabilidad, nio, fue un llamado de alerta para el mayor
pretenda serio, puede presagiar si este de la coalicin de partidos que la lleva- todo lo cual erosion la capacidad del partido de izquierdas de Amrica y un con-
movimiento telrico, que provoc pni- ron al gobierno en 2010, donde conviven, Ejecutivo para poner en caja al anticuado vite a considerar si an est en pie la tesis
co a las elites, impulsar un giro capaz o se hacinan, desde el Partido Comunista Congreso (donde manda un puado de de que en Brasil, a diferencia de lo que ocu-
de profundizar las conquistas logradas al conservador Partido Movimiento De- caciques recelosos frente al dilmismo, rre en otros pases de la regin, es posible
en una dcada de gobiernos petistas. O, mocrtico Brasileo, del poderoso vice- del cual detestan su republicanismo au- profundizar el proyecto sin sobresaltos.g
por el contrario, la ebullicin ser apro- presidente Michel Temer, al que se atri- tntico, su progresismo y su reticencia a
piada por el bloque conservador, inte- buyen emboscadas frecuentes para debi- los arreglos mafiosos ), espejo de una cla- 1. Con base en datos del Departamento Intersindical de
resado en instalar la ingobernabilidad litar a Rousseff. se poltica regresiva sujeta, de un lado, a Estadsticas y Estudios Socioeconmicos (DIEESE) y el
como precedente para producir un bar- La segunda es de carcter econmico. los feudos an vigentes en varios estados Instituto Brasileo de Geografa y Estadsticas (IBGE).
quinazo hacia la derecha. Bastaron tres semanas de revuelta, para y, del otro, al accionar de grupos de cho- 2. Entrevista con el autor, Brasilia, 25-6-13.
Al respecto, el telogo Leonardo Boff, poner de rodillas al Palacio del Planalto y que parlamentarios como la bancada ru- 3.Vase al respecto como el subproletariado
sostuvo en dilogo con el Dipl que los licuar su capacidad de negociacin frente ral (de los neo-terratenientes surgidos polticamente indiferente o conservador popular que
33 aos de vida del PT fueron muy im- a los grupos de inters, especialmente an- con el agronegocio, enemigo dogmtico nunca apoy al PT finalmente adhiere a Lula. Andr
Singer, Os Sentidos do Lulismo. Reforma gradual e pacto
portantes para Brasil, sus gobiernos te el lobby financiero, que aprovechndo- de la reforma agraria) y la evanglica, de
conservador, Companhia das Letras, San Pablo, 2009.
fueron muy imperfectos y tambin fue- se de la debilidad oficial reaviv su guerra cuyos escaos surgieron proyectos de ley
4. En una visita que hicimos a la TV Globo con otros
ron los mejores para el pueblo. Noso- de guerrillas contra la inspiracin desa- para reducir la edad penal, formalizar la profesores de la Universidad de San Pablo, el presentador
tros no vamos a olvidar eso ni vamos a rrollista de la poltica econmica y logr tercerizacin laboral clandestina y tipifi- estrella y editor del noticiero, William Bonner, reconoci
callar nuestras crticas, que las hacemos asestarle un mazazo monetarista a tra- car a la homosexualidad como una enfer- que confecciona las noticias pensando en un receptor
sin ser unos ingenuos desestabilizado- vs de la elevacin de las tasas de inters medad. Se trata de piezas legislativas que con el intelecto de Homero Simpson, Laurindo Leal
res. No hay que prestarse a las tramo- (medida que haba sido resistida con xito bien mereceran una investigacin antro- Filho, en entrevista con el autor, Brasilia, abril de 2010.
yas de una derecha muy perseverante. durante un ao por el gobierno) al 8,5%, polgica por su viva fe reaccionaria en la 5. Entrevista con el autor, Brasilia, 16-7-13.
Siempre fue enemiga del PT. [] Deba- ndice que adems de ser el ms alto de que est encarnado el ascendente popu-
jo de este mar bello de gente, novedoso, Amrica enterr la promesa oficial de al- lismo de derechas, contra el cual el PT *Periodista, Brasilia.
impetuoso, est pasando algo profundo canzar un crecimiento del orden del 4% debe entablar una batalla cultural pa- Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
18 | Edicin 170 | agosto 2013
La capital peruana conoci una poca en que sus habitantes ven mujer goza de una vista excepcio-
nal de la ciudad que se agita abajo, con
lucharon por hacerse un lugar, y lo consiguieron. Gracias a la sus carreteras rectilneas, sus jardines
pblicos, sus comercios, sus escuelas,
cooperacin colectiva nacieron los pueblos jvenes, un modelo de sus cibercafs, sus rotiseras, sus ce-
menterios y sus canchas de ftbol, sus
desarrollo informal para otras ciudades del mundo. Pero la lgica numerosas canchas de ftbol
Hace cuarenta aos, Huaycn era
rentista de Fujimori, termin anulando la lgica comunitaria. tan solo un desierto. Luego, la guerrilla
maosta desgarr el interior del pas,
para todos?
palidad de Lima decidi ayudar a los
refugiados que intentaban construir
un hogar en las tierras comunales. Se
realizaron investigaciones geolgicas
y topogrficas para elaborar un plan de
desarrollo. Los inmigrantes constru-
por Elizabeth Rush* yeron ellos mismos las infraestructu-
ras prescriptas por la municipalidad,
y sta se comprometa a cambio a pro-
veer acceso al agua, a la electricidad
y a los transportes. As, en el espacio
de una noche o menos, naca un nuevo
pueblo joven.
Especulacin inmobiliaria
En las conferencias internacionales,
los pueblos jvenes se presentan a
menudo como un modelo de desarro-
llo urbano informal. De hecho, los que
surgieron entre los aos 1960 y 1980
impresionan por su vitalidad, su (re-
lativa) paz social y la fuerte implica-
cin de sus habitantes en la vida de su
ciudad. Pero a principios de los aos
1990, bajo la direccin del presiden-
te neoliberal Alberto Fujimori (1990-
2000), el ttulo de propiedad se impu-
so como la medida de todo, en especial
para la rehabilitacin del asenta-
miento informal. La antigua coopera-
cin entre poderes pblicos y habitan-
tes sin tierra fue reemplazada por una
privatizacin en cadena del espacio de
vida, que apuntaba a transformar en
pequeos propietarios a los habitan-
tes librados a los rigores de la triun-
fante economa de mercado.
Las poblaciones de los pueblos jve-
nes construidos durante o despus de
ese perodo siguen luchando, a veces
desde hace dcadas, para que los pres-
tadores de servicios privatizados
acepten conectarlos a los servicios de
agua o electricidad. Cada vez con ma-
yor frecuencia, las tierras susceptibles
de acoger a un nuevo pueblo joven son
Villa El Salvador, Lima, Per, 26-3-10 (Mariana Bazo/Reuters) objeto de la especulacin inmobiliaria,
en beneficio de los habitantes del cen-
tro de la ciudad de Lima. El alza de los
E
alquileres que esto provoca ya no les
n esta noche de sbado, en ple- En Los lamos, la velada est en su da. Su marido trabaja en la ciudad como permite a los nuevos migrantes acce-
no enero, cientos de personas apogeo: una multitud baila sobre el piso lustrabotas; recin volver al anochecer. der a las nicas viviendas que podan
se renen para festejar el se- de tierra al ritmo de una orquesta de salsa Pueden hablar conmigo, pero yo no s pagarse hasta aquel entonces.
gundo aniversario de Los la- que toca sobre un escenario tambaleante, mucho, nos dice. Slo tres familias resi- Por delante de la casa de Leonarda
mos, un asentamiento hecho y bebe cerveza entibiada por el aire cli- den de manera permanente en Los la- pasa una joven elegantemente vesti-
de todo un poco. En cualquier lugar del do de esa noche estival. A la maana si- mos; la suya es una de ellas. da, con un smartphone en el cinturn
mundo, un sitio as se calificara de villa guiente, el ambiente cambia: el pueblo Durante mucho tiempo la invasin de su jean. Mi madre es una histri-
miseria, tugurio o barrio de okupas. En joven se transforma en una ciudad fan- de tierras se hizo de manera colectiva. ca fundadora de Huaycn. En 2008
Lima, en cambio, se le brinda la armnica tasma. Guirnaldas y banderines siguen Esto permita a los inmigrantes pobres le compr todos estos terrenos a Co-
denominacin de pueblo joven. El op- decorando las casuchas que se levantan que venan de las montaas perua- llanac [una comunidad de habitantes
timismo de la frmula traduce un estado en desorden por la ladera pedregosa de nas crear un lugar comn donde vivir indgenas], dice, sealando con el de-
de espritu caracterstico de la capital pe- la colina; pero ni un alma a la redonda, compartiendo sus magros recursos. do las alturas erosionadas de la colina.
ruana, donde invadir colectivamente un slo algunos perros anmicos que dor- Actualmente, la mayora de los campe- Su madre no fue la nica que aprove-
terreno todava disponible, aunque sea mitan al sol. Golpeamos puerta por puer- sinos que bajan a la capital con la es- ch la ganga. En toda Lima, los caci-
de manera informal o irregular, es con- ta, sin xito, hasta que por fin una se abre. peranza de una vida mejor se instalan ques locales se apoderan ilegalmente
siderado como una especie de derecho Despus de la fiesta de anoche, la gente como pueden, cada uno en su rincn. de las tierras que los inmigrantes codi-
propio en el proceso de urbanizacin. A qued tan agotada que todos volvieron a La parcela de Leonarda est dieci- cian, para luego sacarle dinero a quien
lo largo del tiempo, algunos de esos pue- sus casas, en el Huaycn Bajo, las zonas C sis kilmetros al este del centro de Li- desee establecerse all de forma per-
blos jvenes han pasado a figurar entre y D, explica Leonarda Ruiz, una mujer ma, sobre el costado ms alto del valle manente. Antiguos inmigrantes, insta-
los barrios ms animados de la capital. robusta con dos nios aferrados a su fal- de Huaycn. Desde la escalinata, la jo- lados ms abajo en el valle, pagan una
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suma y acampan en las parcelas duran- ladas; lo que en general no impide que intersticios de la geologa: contrafuer- En el mapa, Villa El Salvador se mues-
te algunos meses, mientras construyen luego se transformen en barrios habi- tes montaosos, recovecos desrticos y tra tan montona y previsible como un
casuchas provisorias. Luego vuelven a tables. Pero el Huaycn Alto difiere de valles escarpados. hospital. No existe ninguna sinuosidad
sus casas a la espera de nuevos recin los pueblos jvenes fundados en el pa- Hubo un tiempo en que Lima sufra para vagabundear por esa cuadrcula de
llegados, como la familia de Leonarda. sado: es un asentamiento abandona- tal presin demogrfica que el Estado calles rectilneas que se cruzan en ngulo
En un pas donde las oportunidades in- do incluso antes de haber nacido. Por tuvo que entablar una indita coope- recto y a intervalos regulares. El gobierno
mobiliarias son escasas, para muchas cierto, de entre todos los padecimien- racin con los inmigrantes rurales. La de Velasco fue el que traz los planos de
familias modestas comprar y vender tos que sufre Leonarda, el ms doloro- periferia de la capital sera as remo- la ciudad, y los propios desplazados eran
esos pequeos terrenos representa un so es la ausencia de vecindario. delada para siempre. En 1971, doscien- quienes estaban a cargo de los trabajos.
medio para llegar a fin de mes. tas familias se pusieron de acuerdo pa- Los habitantes, en su mayora desocupa-
Todo lo que queramos era una pe- De la exclusin a la autogestin ra invadir terrenos privados en la su- dos desde su llegada a Lima, aseguraron
quea parcela propia para plantar algu- Una ciudad para todos. En Lima este perpoblada ciudad de Pamplona, cerca primero la construccin gratuita de las
nas verduras y mandar a nuestros hijos lema se exhibe por todas partes: en el de Lima. Ese da, llegaron a ser final- infraestructuras hechas con sus pro-
a la escuela, explica Leonarda. Un ao nuevo subterrneo de la capital, sobre pias manos y, ms tarde, desde el nive-
atrs, ella y su familia haban abandona- los tanques de agua instalados en me- lamiento del suelo para el trazado de los
do su poblado, a novecientos kilmetros dio de las ridas colinas, en los sitios Un tercio de los caminos hasta la excavacin de las zan-
de all, cerca de la frontera con Ecuador, donde trabajan los encargados de cal- jas para los conductos de agua. En 1975, la
con el fin de iniciar una nueva vida en la cular el valor de las tierras que bordean peruanos vive poblacin de Villa El Salvador ya alcanza-
capital. Pero termin la poca en que sus el ro Rmac. Un tercio de los peruanos ba ciento treinta mil personas, de las cua-
semejantes podan invadir colectiva- vive en Lima. Y entre los habitantes de en Lima. Y entre les la mayora dispona de agua corriente
mente tierras sin desembolsar un centa- la capital, uno de cada tres ocupa un te- y electricidad tan slo cuatro aos des-
vo. Para obtener el derecho de ocupar un rreno que no le pertenece. ellos, uno de cada pus de haberse mudado al desierto.
cobertizo en la ladera de la colina, en el
cinturn exterior de la ciudad, Leonarda
A lo largo del siglo pasado, la ciu-
dad vivi un gran crecimiento gracias
tres ocupa un El gobierno y la poblacin acordaron
que si los inmigrantes hacan el esfuerzo de
y su marido tuvieron que pagarle el equi- al flujo de millones de pequeos cam- terreno que no le construir las bases de esos nuevos asenta-
valente a 2.800 dlares es decir cuatro pesinos desalojados de sus tierras por mientos, era tarea del Estado proveerlos de
aos de sus ingresos a un lejano vecino los grandes agricultores, la guerrilla de pertenece. los servicios, o al menos establecer el com-
del Huaycn Bajo. Sendero Luminoso y la brutalidad de la promiso de hacerlo, explica Daniel Ram-
No hay ni agua corriente, ni cami- contra-insurgencia. De 1940 a 1993, su rez Corzo, un viejo inmigrante de Villa El
nos, ni desages. Tenemos electrici- poblacin se multiplic por veinte. Con mente ms de nueve mil. Ante el caos Salvador devenido asesor del alcalde en lo
dad, pero clandestina y cuesta muy ca- cada nueva ola de inmigrantes aumen- que acechaba, las autoridades tomaron relativo a la vivienda. Tras haber inaugu-
ra, protesta Leonarda. Detrs suyo, taba la escasez de lugar para acogerlos. medidas drsticas. El general Juan Ve- rado el perodo de urbanizacin informal
algunas casitas deshabitadas pintadas Entonces, los recin llegados empeza- lasco Alvarado, en el poder entre 1968 ms floreciente de la historia de Lima, esta
de vivos colores cubren la colina, co- ron a construir sus propias viviendas, y 1975, decidi en primer lugar cortar villa surgida de la nada se convirti en una
mo un puado de confites diseminados sus propias ciudades en los confines de la distribucin de vveres a los inva- referencia para otras comunidades, como
por el desierto. Muchas de las cons- la periferia, sin ningn ttulo de propie- sores y luego expulsarlos hacia una la del Huaycn Bajo. Durante las dos d-
trucciones estn sin terminar: cuatro dad. En este sitio donde la cordillera de franja de tierra rida usando convoyes cadas que siguieron a su creacin, cientos
paredes ocres que todava esperan un los Andes se hunde en el ocano Pac- de autobuses. Sin saberlo, acababa de de barrios informales del mismo tipo em-
techo. Es a menudo as como nacen las fico, quienes no tienen recursos para crear las bases de lo que iba a conver- pezaron a brotar en las arenas del desierto.
nuevas zonas urbanas irregulares, a alojarse en la reverdecida meseta del tirse en el arquetipo de la villa auto- En el curso de esta edad de oro, los
base de cartones, lonas y chapas ondu- centro de Lima se hacen un lugar en los gestionada: Villa El Salvador. refugiados econmicos que desem- d
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d barcaron en la capital fueron consi- lital. Los ahorros que debi juntar para lidad. La mayora residir al borde de puede jactarse, como la canilla pbli-
derados socios en la expansin de Li- esas compras le demandaron ms tiem- grandes metrpolis, vctimas de una ca de agua potable o las caeras deco-
ma. Ellos aseguraron la sorprendente po del que hubiera empleado en obtener expansin desenfrenada. Al respecto, radas con banderines amarillos y blan-
prosperidad de esas colonias, visitadas un prstamo bancario, pero fue preci- Lima constituye un caso de manual. cos que drenan la escasa agua de lluvia
por urbanistas de todo el mundo. Sin samente esa larga y paciente mejora del Hace dos aos, India envi a Per una hacia las cisternas de plstico dispues-
embargo, a lo largo del tiempo el poder hbitat lo que les permiti a tantas co- delegacin para verificar si el sistema tas delante de cada casa. Pero el obje-
endureci su poltica y consagr la vic- munidades desarrollarse poco a poco. del Cofopri poda permitir a ciudades tivo de una existencia decente basada
toria de los intereses privados por so- Junto con sus vecinos, Casio some- como Nueva Delhi o Bombay adminis- en servicios confiables sigue ms ale-
bre los pblicos. ti la pedregosa colina en la cual vive, trar su propia superpoblacin. jado de lo que deseara admitir. En la
Hace menos de veinte aos, el presi- cavando un sendero a golpes de pico y Una mirada superficial sobre la ca- actualidad, siete aos despus de insta-
dente Alberto Fujimori hoy en prisin utilizando las piedras obtenidas de la ro- pital peruana lleva a retener la imagen lado sobre esta arenosa colina, la nica
por violacin de los derechos humanos de esos pueblos jvenes de desarrollo electricidad de la que dispone provie-
lanzaba la campaa de privatizacin de ejemplar, sin por ello permitir evaluar ne de una conexin clandestina. Su ca-
tierras ms radical nunca antes produ- el papel crucial que la organizacin co- sa sigue sin agua corriente y el camino
cida en el mundo. El instrumento de es-
Las tierras que lectiva de los habitantes y su coopera- es demasiado empinado para que pue-
ta poltica era el Organismo de Formali-
zacin de la Propiedad Informal (Cofo-
rodean Lima cin con los poderes pblicos juega en
este xito. Dado que la percepcin del
dan llegar los camiones de entrega de
la Sedapal. Nos gustara recibir el t-
pri). Financiado por el Banco Mundial e son presa de los mundo no es impermeable a las distor- tulo de propiedad. Quizs nos permi-
inspirado en las teoras neoliberales del siones a las que induce la economa de tira obtener los servicios que necesi-
economista Hernando De Soto (segn especuladores, mercado, muchos visitantes extranje- tamos, espera. Lo que ignora, y que
quien los pobres no son el problema, ros se inclinarn incluso por atribuir el Cofopri se abstiene de reconocer, es
son la solucin), el Cofopri se propona y desapareci los xitos de los pueblos jvenes... a la que la posesin de un ttulo de propie-
entregar ttulos de propiedad a los resi- ideologa de la propiedad privada. dad no aporta en s misma ninguna ga-
dentes de los pueblos jvenes. el componente Para Teresa Cabrera, investigadora ranta en materia de desarrollo.
En su libro El misterio del capital, De
Soto explica: La mayora de los pobres
social de la vida en el Centro de Estudios y Promocin
del Desarrollo (Desco), el fcil acceso
Un rincn de desierto no es una so-
lucin, pero un trozo de papel tampo-
ya poseen suficientes bienes como para comunitaria. a la propiedad que preconiza el Cofo- co. Sin acceso a los servicios pblicos,
triunfar en el sistema capitalista. En rea- pri destruy cierto equilibrio. Hoy las el ttulo de propiedad no hace ms que
lidad, el valor de sus bienes es enorme; se tierras que rodean Lima son presa de mantener a los habitantes de los asen-
eleva a cuarenta veces el monto total de la los especuladores, que consiguen ttu- tamientos en la pobreza, seala Cor-
ayuda extranjera recibida en todo el mun- ca como material para preparar las ba- los de propiedad sin preocuparse por zo. El mes pasado, este electo del Con-
do desde 1945. [] Pero esos recursos no ses de otras casas. Durante ms de diez el proceso de consolidacin local que sejo Municipal de Lima lanz el pri-
se presentan como sera necesario. [] Al aos, llev adelante el combate por lo- prevaleca hasta ese entonces. El h- mer programa de viviendas sociales de
no existir documentos que designen cla- grar la conexin de su comunidad al bitat ya no se mejora y desapareci el la historia de la capital, pensado como
ramente a su propietario, esas posesiones agua corriente y al sistema de cloacas. componente social de la vida comuni- una alternativa a la poltica de acceso
no pueden ser directamente transforma- Cuando la compaa de aguas Sedapal taria. Incluso la solidaridad entre ha- a la pequea propiedad. La expansin
das en capital: no pueden venderse fuera termin por ceder, les mostr a sus ca- bitantes que prevaleca en las invasio- vertical en zonas menos alejadas de la
de los estrechos crculos locales donde la maradas cmo utilizar y mantener sus nes colectivas de tierras cedi su lugar ciudad constituye a sus ojos una mejor
gente se conoce y se tiene confianza mu- nuevos sanitarios con descarga de agua. a una anexin especulativa elevada al solucin para los inmigrantes que se
tua, no pueden servir para garantizar un Casio es tan ingenioso como prudente. rango de deporte nacional. amontonan en los barrios superpobla-
prstamo, ni de aporte en efectivo en una Al igual que la inmensa mayora de los Vctor Ral Acuna soaba con tener dos de la ciudad.
inversin. Por lo tanto, bastara con acor- invasores de ayer convertidos en pe- su casa propia, as que decidi imitar La alcaldesa de Lima, Susana Villa-
dar al okupa un ttulo de propiedad y los queos propietarios periurbanos, se a sus padres. En 2005, se instal en un rn (de izquierda), se comprometi a
derechos que de ello se derivan para que obstina en no endeudarse. tramo de carretera abandonada a la sa- terminar con las prcticas clientelistas
coseche los jugosos frutos del capitalismo Consultado sobre esa resistencia al lida oeste de Villa El Salvador, donde heredadas de la era Fujimori. Pero la
a saber, el capital disponible por el acce- crdito bancario, el director del Cofopri, creci. Varios grupitos ya vivan sobre transicin es dolorosa. Adems de con-
so al crdito y as mejorar su existencia Ais Jess Tarabay Yaya, elude la pregun- ese camino. Su asentamiento se haba sumir una parte de los recursos de los
para mayor beneficio de su comunidad. ta oponiendo a los buenos ciudadanos, incendiado, as que vinieron aqu. Con ms modestos, suscita el rencor de los
los que tienen el don de los negocios, mi mujer, mis dos hijos y cerca de dos- funcionarios electos a los que el Consejo
Las bondades del espritu empresario con las mentes retrgradas de aquellos cientas otras personas, nos unimos a Municipal persigue por corrupcin. La
As, durante la era Fujimori, Per empe- que carecen de espritu empresario. ellos, cuenta. Juntos, decidieron for- campaa para destituir a Villarn des-
z a privilegiar la propiedad privada Es evidente que Casio, sus vecinos y la mar una nueva comunidad, bautizada emboc el 17 de marzo pasado en un re-
ms que la construccin como solucin mayora de los habitantes de los pueblos Juan Pablo Segundo, en homenaje al ferndum que la alcaldesa gan con un
a la escasez de vivienda, y esto por al me- jvenes de Lima pertenecen a la segun- entonces Papa. Novicios en poltica, estrecho margen del 3%.
nos dos razones. da categora. Acuna y sus compaeros no se dieron Antes de abandonar Los lamos, en-
En primer lugar, los derechos de Se necesitaron decenas y centenas de cuenta hasta qu punto las prcticas de contramos una familia procedente de
propiedad acordados a diestra y sinies- fatigosos pequeos pasos para que las ocupacin de tierras haban evolucio- La Victoria, un barrio central de Lima
tra a los habitantes tenan un valor tan comunidades de exiliados se construye- nado desde los primeros das de Villa que alberga el floreciente mercado de
irrisorio (60 dlares por ttulo) que le ran una existencia decente en las tierras El Salvador. los mayoristas textiles, Gamarra. Ade-
costaban al Estado menos que la provi- que ocupan y hacen fructificar. Pero bajo En primer lugar, una parte de los ms de Leonarda y la hija de la especu-
sin de ladrillos y cemento. En segundo el reinado del Cofopri, acceder a la pro- fundadores de Juan Pablo Segundo re- ladora, son las nicas personas con las
lugar, presentaban la doble ventaja de piedad no demanda enormes esfuerzos: vendieron varias veces los mismos ttu- que nos cruzamos en esta colina deso-
hacer aparentemente superfluas otras basta con sacar un nmero en la oficina los de propiedad, y luego simplemente lada el da siguiente al de la fiesta de
medidas redistributivas tales como central de San Isidro y esperar que un desaparecieron. Los recin llegados pa- aniversario. Vinieron a inspeccionar
una fiscalidad progresiva o subvencio- empleado los llame a la ventanilla. decieron la brutalidad policial y la falta un negocio del que escucharon hablar
nes a la edificacin de nuevas vivien- En el corazn de Lima, en la sala de es- de agua. Como la mayora de los lotes a un amigo y que no se puede desapro-
das mientras preservaban los intere- pera baada de luz fluorescente, algunos revendidos fueron adems divididos vechar. Nuestro pas se desarrolla r-
ses de los ms ricos. Gracias a la varita inmigrantes con sus trajes de domingo por dos, la comunidad se desgarr por pidamente, as que es una buena idea
mgica del Cofopri, el Estado pretenda compulsan nerviosamente su expediente. cuestiones vinculadas al tamao de los comprar tierra para hacerse de un poco
suprimir las barreras que les impedan Para obtener un ttulo de propiedad, tie- terrenos y su eventual regularizacin. de dinero, explica el padre, quien tra-
a los pobres gozar plenamente de la ri- nen que probar diez aos de presencia en Pero el problema ms espinoso fue el baj en la capital durante casi cincuen-
queza que ya posean: el suelo sobre la parcela de tierra que reivindican y dis- de las casas vacas. Entre los primeros ta aos. Para escapar del calor sofocan-
el que dorman. Pero esta conminacin poner de un certificado, otorgado por un habitantes del pueblo joven, muchos te, nos refugiamos a la sombra de una
a ser felices no bast para que el peque- ingeniero, de que se puede construir en armaron a las apuradas una casucha in- casa abandonada. Pero ese terreno es-
o propietario se convenciera y actua- ese terreno. Poseer un ttulo de propiedad habitable destinada tan solo a sostener t demasiado alto, al igual que su precio
ra como ellos esperaban que hiciera: no puede resultar til. Pero los mecanismos su demanda de propiedad. Esa gente murmura. Aqu no hay nada. Quera
corrieron al banco a endeudarse. que condicionan su adquisicin ejercen ya posee una linda casa en Lima; pero, esta parcela para mi hijo, que no nece-
Por qu arriesgara mi casa, que es una influencia nada despreciable sobre la como quieren ganar todava ms dine- sita mudarse enseguida. Pero, cunto
la cosa ms importante de mi vida, s- manera en que se desarrolla la ciudad. ro, nos dejan a nosotros todo el trabajo tiempo va a pasar hasta que la carretera
lo para que me presten un poco de di- de mejora del terreno, esperando tran- y el agua corriente lleguen aqu?. Mu-
nero?, se pregunta Casio Vizcarra, el Un proyecto vaciado quilamente su ttulo de propiedad y la cho tiempo, estuvimos tentados de res-
presidente de la comunidad Virgen de Segn estimaciones crebles, en el cur- conexin de agua y electricidad. Tras ponder. A menos que su hijo se ponga
Guadalupe, una de las primeras en reci- so de los prximos treinta y cinco aos lo cual revendern la casa y no los vere- manos a la obra. O que el Estado se de-
bir los ttulos de propiedad del Cofopri. debera duplicarse, en todo el planeta, mos ms, se enfurece Acuna, abriendo cida por fin a intervenir. g
Fabricante de bijoutera artesanal, m- la cantidad de personas alojadas sin y cerrando sus callosas manos, que to-
sico aficionado y padre soltero de dos derecho ni ttulo. En el lapso de dos dava conservan el rastro de los recien-
hijos, logr ahorrar el dinero suficiente generaciones, dicha cantidad podra tes trabajos de terraplenado.
para equipar su casa de caeras, piso de representar un tercio de la poblacin Acuna le muestra al visitante los *Periodista.
cemento y televisin con servicio sate- mundial, contra un sexto en la actua- pocos xitos de los que su comunidad Traduccin: Teresa Garufi
Grupos opositores a Mohammed Morsi en la plaza Tahrir, El Cairo (Rex Features/Dachary)
Dossier
El oscuro
turbin egipcio
La cada del gobierno de los Hermanos Musulma-
nes tras una serie de masivas protestas populares no
admite una sola causa. A sus propios y graves erro-
res y a las aspiraciones democrticas de vastos secto-
res del pueblo se agregan las maniobras del Ejrcito
para mantener su antigua hegemona.
La insurreccin egipcia no fue espontnea neim Aboul Fotouh. Claramente, no son su acti-
vismo religioso o su voluntad de aplicar la sharia
A la sombra de
[ley islmica] los que desanimaron a los egipcios:
su balance en este campo es bastante pobre, lo que
por otro lado les reprocha el poderoso partido sa-
lafista Al-Nour. En realidad, su incompetencia y su
ineptitud para encarar reformas sorprendieron a
ms de uno. Organizacin conservadora, los Her-
los militares
manos respetaron el orden establecido y no su-
pieron hacer las alianzas que habran posibilitado
una transformacin del aparato de Estado Ejr-
cito, Polica o Poder Judicial, que permaneci
mayoritariamente fiel al antiguo rgimen.
P
por Alain Gresh* En lo que respecta al movimiento social y a los sin-
dicatos, su actitud fue semejante a la del antiguo r-
gimen. En el Parlamento destaca la revista esta-
or supuesto, uno se puede sorprender al yora en el momento de las primeras elecciones legisla- dounidense Merip los Hermanos rechazaron un
ver que una fuente militar certifica que tivas libres (fines de 2011-principios de 2012), marcadas proyecto de ley laboral que habra garantizado el
catorce millones de egipcios (cifra que a por la participacin sin precedentes de treinta millones derecho a formar sindicatos independientes por
veces llevan hasta los treinta y tres millo- de egipcios. Ms all del ncleo duro de los simpatizan- medio de elecciones libres. Propusieron regular
nes) salieron a las calles el 30 de junio de tes, muchos votantes quisieron darle una oportunidad a las huelgas y se posicionaron del lado de las patro-
2013, y al ver al Ejrcito facilitarles a los la organizacin fundada por Hassan Al-Banna. nales durante las salvajes huelgas que se extendie-
medios imgenes tomadas desde sus aviones para con- Ya probamos todo. Probamos con un rey; no fun- ron luego de la destitucin de Mubarak. A princi-
firmar sus declaraciones (1). Por supuesto, uno se pue- cion. Despus probamos el socialismo con [Gamal pios del verano, Egipto volvi a la lista negra de la
de cuestionar cuando responsables del Ministerio del Abdel] Nasser, e incluso en los momentos ms fuertes Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) por
Interior festejan las ms grandes manifestaciones de la del socialismo todava estaban los pachs del Ejrcito haber omitido respetar las convenciones de las que
historia de Egipto. Por supuesto, uno puede ser un poco y de los servicios de inteligencia. Acto seguido proba- es signataria. [] El gobierno de Morsi ignor los
escptico acerca de las quince y hasta veintids millones mos el centro, ms tarde el capitalismo. [] Y no fun- mandatos del tribunal, que imponan revisar varias
de firmas que consigui el movimiento Tamarod (Re- ciona. As que ahora podramos probar con los Her- privatizaciones de empresas pblicas malvendidas
belin) pidiendo la renuncia del presidente Moham- manos Musulmanes, a ver si funciona. De cualquier en la era Mubarak (6).
med Morsi, y sonrer cuando un filsofo egipcio ase- manera, no tenemos nada que perder. Aislado, el presidente Morsi se complic, en no-
gura que la Alta Corte Constitucional llev a cabo un re- En un serpenteante relato de sus tribulaciones viembre de 2012, con una declaracin constitucio-
cuento (2) de las mismas. en medio de los embotellamientos de El Cairo pre- nal que le atribua plenos poderes. Incapaz de po-
No importa. Ms all de estas exageraciones, el rrevolucionario, el escritor Khaled Al-Khamissi nerla en marcha, moviliz a sus milicias e intent
pas fue testigo el 30 de junio de su mayor moviliza- daba cuenta de este comentario de un taxista (3). colocar a sus hombres, dando lugar as a que se lo
cin desde enero-febrero de 2011. En masa, los egip- En la primavera de 2013, el periodista adepto a las acusara de hermanizar el Estado (acusacin po-
cios quisieron recordar sus exigencias de dignidad, confidencias de esos mismos taxistas escuch otra co consistente en la medida en que lo esencial de
de libertad, de justicia social. Quisieron dar a conocer campana: los Hermanos Musulmanes tampoco las instituciones escapaba a la autoridad del pre-
su rechazo hacia la poltica de Morsi y de la organi- funcionan. Lo que la represin no haba conse- sidente). Pero sera ingenuo pensar que el levan-
zacin que representa, los Hermanos Musulmanes. guido, dos aos y medio de vida pblica y de debate tamiento fue un resultado de este nico rechazo.
Creada en 1928, la cofrada atraves un tormentoso pluralista, ms abierto y frecuentemente polmico, Los Hermanos le hicieron frente a una campaa
siglo XX. Su historia est marcada por la represin, los lo lograron: expuestos a la luz y a la controversia, de desestabilizacin orquestada por el antiguo r-
arrestos, la tortura. Sin embargo, cada vez que se presen- los Hermanos retrocedieron inexorablemente. gimen: disolucin del Parlamento electo, rechazo
taba una ocasin, la organizacin lograba importantes por parte de la polica de garantizar el orden p-
xitos electorales, ya fuera en escrutinios legislativos o Incapacidad reformista blico y la proteccin de sus oficinas (es significa-
profesionales (ingenieros, mdicos, abogados, etc.). Du- Desde haca varios meses, las urnas confirmaban ese tivo que el ministro del Interior fue removido de
rante dcadas, su consigna (El islam es la solucin), su repliegue. En la primera vuelta de la eleccin presi- sus funciones luego del 30 de junio), absolucin
red de solidaridad y la autntica abnegacin de sus mi- dencial, en mayo de 2012, Morsi consigui tan slo por los tribunales de los responsables de la poca
litantes le confirieron un aura. Y le aseguraron una ma- un cuarto de los votos y logr la mayora en la segun- Mubarak. Cuando, en mayo de 2013, Reporteros
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Sin Fronteras (RSF) pona al gobierno egipcio en Y no es el general Abdel Fatah Sissi, el nuevo hom- es si, habiendo sido derrocado el presidente electo,
su lista de depredadores de la libertad de prensa bre fuerte del rgimen, quien se haca el apstol de Egipto volver a tener elecciones pluralistas. Aun-
(un calificativo que nunca se utiliz contra el r- los tests de virginidad realizados en ese momen- que algunos de los responsables, entre quienes se
gimen de Mubarak), estaba en marcha, segn el to por el Ejrcito a manifestantes? cuenta El-Baradei, afirman la necesidad de incluir
sitio The Arabist (30 de junio), una mquina im- El derrocamiento de Morsi no ampli el pluralis- a los Hermanos, se quedan callados frente a la re-
placable de demonizacin meditica y de deslegi- mo de los medios en Egipto. Al contrario: una media presin a todos los niveles ejercida por la Seguridad
timacin de la administracin Morsi, mucho ms docena de cadenas fue prohibida, periodistas arres- del Estado y por el Ejrcito, por fuera de cualquier
all de los errores de los que Morsi es responsable. tados, los medios extranjeros denunciados con los accin legal, contra sus militantes, calificados como
Cualquiera que mire CBC, ONTV, Al-Qahira wal- mismos tonos que la prensa oficial bajo Mubarak. terroristas por los medios y tratados como tales.
Nas y otros canales satelitales, o lea diarios histri- La continuidad de un Ministerio de Informacin no Cmo interpretar, si no, que se haya abierto una
cos como Al-Destour, Al-Watan o Al-Tahrir (y, cada augura nada bueno. Mientras que los medios del Es- investigacin sobre la evasin de Morsi y de varios
vez ms, Al-Masri Al-Youm), es atiborrado con una tado se niegan a cubrir las manifestaciones organi- dirigentes de los Hermanos, durante el levanta-
propaganda anti Morsi permanente. zadas por los Hermanos que sin embargo renen a miento de enero-febrero
La oposicin, agrupada en torno al Frente de cientos de miles de personas, prcticamente la to- de 2011, de la prisin de
Salvacin Nacional (FSN), particip en esta cam- talidad de los periodistas se pliega al discurso oficial, Mil y un indicios Wadi Al-Natroun? Des-
paa y no dud en hacer causa comn con el anti- al tono nacional-chovinista. Las amenazas y las pre- de hace meses, la pren-
guo rgimen. Como lo remarcaba Esam Al-Amin siones apuntan, ms all de los Hermanos, a todos prueban que sa, alimentada por los
en la vspera del 30 de junio, en la batalla ideol- aquellos que critican la lnea oficial. Hay que leer de moukhabarat (servicios
gica entre ex compaeros revolucionarios, los fou- todos modos la bella y valiente toma de posicin del el movimiento de inteligencia), multi-
loul [ci-devant, partidarios del antiguo rgimen] clebre cmico Bassem Youssef que, aunque enemi- plicaba las revelacio-
fueron capaces de reinventarse y de volverse acto- go declarado de los Hermanos, denuncia la deshu- fue preparado nes sobre este inciden-
res principales junto a los grupos laicos contra los
Hermanos y los islamistas. Recientemente, [Mo-
manizacin de sectores enteros de la sociedad (12).
Caso de escuela: la cobertura de la represin del
durante mucho te, llegando a decir in-
cluso que los Hermanos
hammed] El-Baradei se declar listo a recibir en sit-in (la sentada) organizado el 8 de julio de 2013 tiempo por el haban sido ayudados
su partido a todos los elementos del Partido Nacio- por los Hermanos ante el sitio de la Guardia Republi- por Hamas, Hezbollah y
nal Democrtico de Mubarak, mientras Hamdeen cana, en el que murieron al menos cincuenta perso- Ejrcito. Al-Qaeda, lo que alimen-
Sabbahi [candidato desafortunado en la eleccin nas. Interrogado acerca del uso excesivo de la fuer- ta una violenta campaa
presidencial que qued en la tercera posicin y que za, el portavoz del Ejrcito afirm, sin rer (ni llorar): antipalestina y chovi-
se reclama del nasserismo] afirmaba que la batalla Uso excesivo? Habra sido excesivo si hubira- nista (15). Para cundo
contra los fouloul era ahora secundaria, siendo el mos matado a trescientas personas. El sitio en len- la acusacin a los militantes por haber exigido, en
principal enemigo los Hermanos y sus aliados isla- gua inglesa Madamasr, uno de los pocos que no su- enero-febrero de 2011, la cada de Mubarak?
mistas (7). La fascinacin de Sabbahi por el Ejr- cumbi a la propaganda, public testimonios abru- Se trata de llevar a los Hermanos a la violencia
cito y por Nasser parece haberlo conducido a este madores para el Ejrcito, sobre todo las imgenes de incluso de provocarla para permitir un
viraje, ms extrao aun si se considera que, duran- un videasta que trabajaba para un canal de la oposi- restablecimiento del estado de sitio en nombre de la
te las elecciones legislativas, su partido estaba alia- cin y que mostraban soldados disparando, sin nin- guerra contra el terrorismo? La inestabilidad en el
do con los Hermanos Musulmanes. gn motivo. Su video fue rpidamente levantado del Sina, que no empez con Morsi, servir de pretex-
sitio, a la espera de la posicin oficial del Ejrcito. A to? El desafo es incluir en el juego poltico a todas las
Contra las versiones ingenuas un artculo publicado por el diario Al-Chourouk, que fuerzas, sin exceptuar a los islamistas y a los Herma-
Ms all de esa postal que muestra a jvenes des- citaba a varios residentes del barrio que confirma- nos, que debern aprender de su fracaso y dar vuelta
organizados que voltean a un dictador islamista ban que el Ejrcito haba sido el primero en disparar, la pgina de la clandestinidad. Cerrndoles la puerta,
se perfila un cuadro menos luminoso. Mahmoud tambin lo sacaron de circulacin (13). el Ejrcito y sus aliados los empujan, al revs, hacia
Badr, uno de los fundadores de Tamarod, puede jac- Todos los poderes estn en este momento en un camino radical que puede costarle caro a Egipto. g
tarse inocencia o estupidez? de que el coman- manos de Adly Mansour, miembro de la Alta Corte
dante en jefe del Ejrcito, durante su primer en- Constitucional, la cual presidi durante cuarenta
cuentro, se haya plegado a su crtica: Se lo digo yo, y ocho horas. El hombre cuya carrera est ligada al 1. Sobre estas estimaciones, vase Ruth Alexander,
usted es el comandante en jefe de las Fuerzas Ar- antiguo rgimen y a Arabia Saudita, donde trabaj Counting crowds: Was Egypts uprising the biggest
madas, pero el pueblo egipcio es su comandante en por ms de diez aos, promulg una hoja de ruta, ever?, BBC Magazine, Londres, 16-7-13.
jefe y le ordena colocarse inmediatamente a su lado una declaracin constitucional que le concede ple- 2. Ayyam Sureau, Le Figaro, Pars, 30-6-13.
y pide elecciones anticipadas (8). Ms realista, una nos poderes ejecutivos y legislativos y prev elec- 3. Khaled Al-Khamissi, Taxi, Actes Sud, Pars, 2009.
militante del movimiento explica que se retir en ciones para dentro de seis meses (14). Algunos art- 4. Vase Alain Gresh, Hacia una dictadura en Egipto?, Le
el momento en que vio aparecer caras que conoca culos discutidos de la ex Constitucin fueron aboli- Monde diplomatique, edicin Cono Sur, noviembre de 2012.
5. Vase Gilbert Achcar, Una transicin dentro del orden,
como pertenecientes a los fouloul o que justifica- dos: rol consultativo de la Universidad Islmica Al-
Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur, marzo de 2011.
ban las acciones de la Seguridad del Estado. Azhar en la elaboracin de las leyes, limitacin del
6. Egypt in Year Three, Merip, Washington DC, 10-7-13.
Mil y un indicios prueban que el movimiento fue pluralismo sindical, etctera. Pero el Ejrcito est 7. Esam Al-Amin, Egypts fateful day, 26-
preparado durante mucho tiempo por el Ejrcito, al resguardo de cualquier control civil. Curiosa- 6-13, www.counterpunch.org
con garantas concedidas por Arabia Saudita y por mente, en el campo religioso, la nueva formulacin 8. Reuters, 7-7-13.
los Emiratos rabes Unidos, la Seguridad del Esta- adoptada marca un retroceso, ya que los principios 9. Ben Hubbard y David D. Kirkpatrick, Sudden improvements
do y los fouloul. El multimillonario Naguib Sawiris, de la sharia siguen siendo la principal fuente de la in Egypt suggest a campaign to undermine Morsi, The New
relacionado con el antiguo rgimen, reconoci ha- legislacin, pero esta vez se aclara que deben ser York Times, 10-7-13. Vase tambin Claire Talon, Un coup
ber financiado a los militantes de Tamarod, sin que conformes a la tradicin sunnita. Este texto puso en prpar lavance par les militaires?, Le Monde, 7/8-7-13.
ellos lo supieran, mientras Tahani Gebali, ex vice- un aprieto al FSN, que lo conden antes de retrac- 10. Vase Alain Gresh, Egipto: primeros pasos de la revolucin,
Le Monde diplomatique, ed. Cono Sur, julio de 2011.
presidente de la Alta Corte Constitucional, explica- tarse. Tamarod, por su parte, hace campaa por la
11. Vase la entrevista con Aaalam Al-Wassef en
ba cmo ella misma los haba ayudado a armar una prohibicin de los Hermanos Musulmanes y de los
France-Inter, 4-7-13, www.franceinter.fr
estrategia para hacer intervenir al Ejrcito (9). La partidos salafistas (que representan, al menos, a un 12. Bassem Youssef, Alas, nobody lives here
misma Gebali tambin declaraba, luego de la cada tercio de la poblacin!). anymore, 17-7-13, www.tahrirsquared.com
del rgimen de Mubarak del cual era un pilar, que El nuevo gobierno confirm el rol clave del ge- 13. Ali Abdel Mohsen, The killing of islamist protesters: State
era necesario que las personas diplomadas dispu- neral Sissi, quien, nombrado viceprimer ministro, censorship or self-censorship?, 9-7-13, http://madamasr.com
sieran de ms votos que las otras en las elecciones sigue siendo ministro de Defensa. Dominan, en el 14. Cfr. In the interim, 12-7-13, http://madamasr.com
(10). Y, como por milagro, luego de la cada de Mor- campo econmico, partidarios del liberalismo y mu- 15. Dina Ezzat, Wild rumours of Hamas interference
si, las penurias, principalmente la de nafta, se ter- chas figuras del antiguo rgimen. El nombramiento in Egypt find audience, Ahram Online, 12-5-13.
minaron; los policas volvieron a las calles. en el Ministerio de Trabajo del lder de un sindicato
Pero uno puede dudar de que vayan a proteger a independiente es la nica buena noticia.
las mujeres: el 3 de julio, da del derrocamiento de Durante mucho tiempo, la opinin pblica se
Morsi, un centenar de agresiones sexuales y viola- pregunt si, una vez elegidos los Hermanos, habra *De la redaccin de Le Monde diplomatique, Pars.
ciones fueron perpetradas en la plaza Tahrir (11). pasaje de vuelta. La pregunta que se hace ahora Traduccin: Aldo Giacometti
24 | Edicin 170 | agosto 2013
Triunfo y derrota
En 1966, el Teatro de la pera de El Cairo presenta su
primer espectculo de danza, La fuente de Bakhshisa-
rai. Aleya hace el papel protagnico, de Zarima, su fa-
vorito hasta la fecha. Un deslumbrado Sarwat Okasha
convence al presidente Nasser de asistir a la funcin.
El entusiasmo del rais es tal, que menos de veinticua-
tro horas despus entrega la Orden del Mrito a los so-
listas del ballet. Las distinciones cosechadas por Aleya
durante su larga carrera cuelgan hoy en la pared de su
casa, debajo de las medallas militares de su padre.
La Compaa de Ballets de El Cairo sigue siendo
la nica formacin de danza clsica radicada en un
pas de Medio Oriente. Sus bailarines interpretaron
Dossier todas las grandes obras del repertorio, como Giselle,
El cascanueces, Don Juan, Don Quijote, El gran vals o
El oscuro turbin El lago de los cisnes. Giras consagratorias, pedidos de
egipcio entrevistas, entregas de premios, visitas de expertos
del Bolshoi: el mundo estaba a sus pies.
Empero, una maana de 1971, el Teatro de la
pera es destruido por un incendio. Hubo quienes
Bailarines de la pera egipcia Shahrazad Korsakoff, El Cairo, 6-4-00 (Al-Sehiti/AFP/Dachary) opinaron que se trat de un ataque poltico dirigido
contra el nuevo presidente Anuar el Sadat. Aprove-
Nacido en la dcada de 1960 al abrigo de la alianza entre el chan para construir un rentable estacionamiento
en el sitio del teatro. Al ao siguiente, Sadat rompe
rgimen de Nasser y la Unin Sovitica, el Ballet de Egipto, relaciones con Mosc. Duramente afectados por el
fin de la ayuda sovitica, los ballets de El Cairo ven
que conoci cumbres de excelencia, ha reflejado en su vida dispersarse por Alemania, la URSS y Estados Uni-
dos a una parte de sus virtuosos.
todas las vicisitudes de la historia del pas. En ese momento, Ala Shivela estudiaba artes es-
cnicas en la Universidad de Mosc. Cuando se
Aventuras y desventuras del Ballet egipcio enteraron de que Sadat haba expulsado a los so-
Presidente
paeros se reencuentran bajo el mismo techo del
nuevo Teatro pera de El Cairo, donde conforman
la siguiente generacin de bailarines.
Kamel, por su parte, regres a Egipto con Ermi-
nia en 1981 para participar del renacimiento del ba-
llet egipcio. Esperaron en estudios vacos, retuvie-
ron a fuerza de insistencia a los bailarines desco-
por Mona Abouissa* razonados, recorrieron los escenarios que podan
acogerlos, desde los teatros ms pequeos hasta las
carpas de circo. Aleya no ha olvidado los refugios
En el nombre del Padre, del Hijo y del Es- una singular mezcla de ruso y francs assembl, e pli, improvisados donde se pona el tut, junto a unos
pritu Santo, murmura el cisne blanco e jet. Los pianistas, que antiguamente tambin eran desages de aguas servidas no del todo estancos.
antes de desplegar sus alas imaginarias y soviticos, dicen que este lugar es como una URSS en Poco a poco, logramos conformar una troupe, se-
hacer su aparicin en la luz de los reflec- miniatura. Su fantasma nunca abandon la academia. ala Erminia, la ex solista de la Scala.
tores. Hemos olvidado a Ekaterina Iva- Usted va a pensar que estoy loca, suelta Aleya Cuando en 1988 surge de la tierra el nuevo pe-
novna, fugada de la Unin Sovitica en Abdel Razek con una carcajada, y sale en busca de sus ra, Kamel y sus compaeros reclaman instalarse en
la poca del derrumbe del bloque del Este y refugia- puntas, tan viejas como la historia del ballet egipcio. l como su residencia oficial. En apoyo a su pedido,
da en Egipto. En este momento, ella es la reina de los Las uso desde que di mi examen en el escenario del organizan una prolongada sentada bajo las ventanas
cisnes y vive al borde del lago que formaron las lgri- Bolshoi, confiesa. Aleya sola pasar noches enteras del Ministerio de Cultura, que por cansancio, aca-
mas de su madre. En la sombra se oculta Hany, el pri- imaginando sus papeles y trajes. El ballet nunca la ba satisfacindolos. All regresarn veintitrs aos
mer bailarn de la Compaa de Ballets de El Cairo, traicion, ni siquiera despus de cumplir los sesenta. despus, para expresar su apoyo al movimiento de
que interpreta al hechicero Rothbart, encarnacin Su padre fue uno de los primeros pilotos de la fuerza insurreccin contra el rgimen de Hosni Mubarak.
del mal absoluto. Tras bambalinas, compone con sus area egipcia durante la monarqua que precedi al Kamel acaba de ser nombrado director artstico del
cisnes una ronda para dar algunos pasos de baile con golpe militar de 1952; ella misma fue una de las pri- pera, lo cual no impide que l y su troupe participen
la msica de Tchaikovski, luego se precipita al esce- meras bailarinas que viajaron al otro lado de la Cor- en las manifestaciones de protesta contra los bur-
nario para librar su ltimo combate contra el prnci- tina de Hierro. Cinco mariposas alzan vuelo hacia la cratas de la cultura. Pese a la revolucin, no se alejan
pe. Bajo los reflectores, el escenario le pertenece; pe- Unin Sovitica, se enorgulleca la prensa local. Cin- del escenario, y El lago de los cisnes celebra su retor-
ro detrs de la cortina roja conduce el baile la italiana co bailarinas adolescentes danzaron bajo la nieve por no a la pera luego de casi dos dcadas de ausencia.
Erminia, ex reina de los cisnes. primera vez en su vida, mientras entre bastidores, se Los rusos tambin volvieron, hartos de las dificulta-
Un hombre contempla en silencio la tragedia ru- negociaban entregas de armas con los soviticos. As des de la vida cotidiana en su pas.
sa del siglo XIX. Este ltimo ensayo es para l. Hace naci el ballet egipcio: gracias a los militares. Jadeando y presa de una intensa tos, el cisne ne-
mucho tiempo, l hizo el papel del prncipe Siegfried El general Gamal Abdel Nasser volvi de Mosc gro se aferra al primer objeto firme que encuentra
y tantos otros papeles principales en este mismo lu- condecorado con la medalla de la orden de Lenin en tras bambalinas. El sudor corre a chorros por su es-
gar, como tambin en el Bolshoi de Mosc, en el tea- 1958. Egipto reciba con gusto la ayuda econmica y palda. La bailarina tiene unos pocos segundos para
tro NHK de Tokio, en la Scala de Miln. Abdel Mo- militar de la URSS, que en ese momento procuraba recobrar el aliento antes de regresar al escenario y
neim Kamel luch por el ballet egipcio en los som- extender su zona de influencia hacia Medio Oriente. efectuar su movimiento final: treinta y dos piruetas
bros aos 80, cuando los expertos soviticos se fue- Muchos jvenes egipcios estudiaban en las universi- encadenadas cuyo aprendizaje martiriz a varias
ron; ahora, lucha contra el cncer. Junto a l est la dades y escuelas militares soviticas, mientras los ins- generaciones de cisnes.
directora artstica, Erminia Kamel, que tambin es tructores de Mosc viajaban en sentido inverso.
su esposa y pareja de baile. La representacin que es- En ese contexto, el ministro de Cultura egipcio, Padrinazgo militar
t por entregar ser la ltima suya: Kamel fallecer Sarwat Okasha, invita a varias figuras de los ballets ru- Maana, la funcin se dar con pblico, pero no es-
una semana despus, de un paro cardaco. sos, encabezadas por el ex director del Bolshoi, Leo- tamos autorizados a asistir a ella. El Ejrcito, que
Una gigantesca mueca rusa domina la entrada a nid Lavrovsky, a venir a montar una academia de baile firm el acta de nacimiento del ballet egipcio, no
la academia de danza. Los profesores egipcios hablan en El Cairo. En 1963, cinco muchachas y tres mucha- piensa renunciar a su derecho parental. Del mismo
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modo que el ex oficial Sarwat Okasha supervisaba virtud del cual Hany podr montar Rasputn este mitologa griega que mata a sus propios hijos. Bai-
los ensayos cuando Aleya era estudiante, el ex ofi- ao. Su nombre figurar en el afiche, pero no cobra- l sobre el escenario entre 1969 y 1996, hasta que la
cial encargado de las relaciones pblicas de la pe- r una piastra de la recaudacin. edad pudo con sus articulaciones.
ra, Mohammed Hosni, ejerce sus prerrogativas con Con su nombramiento como directora artstica, La oficina de Aleya est cerca de la de Inas. Aleya
rigidez totalmente marcial. Son artistas, crean arte en 2004, Erminia Kamel no cosech slo amigos. dej de ensear, porque considera que los alumnos
para el pblico, y la prensa no hace ms que impor- Pese a la importante presencia de extranjeros en la ya no tienen las cualidades requeridas para conver-
tunarlos, dice Hosni. Lo cual podra entenderse si pera, y a la sensibilidad artstica de la mayora de tirse en bailarines profesionales. En su poca, cien-
el funcionario no distribuyera las invitaciones en- los funcionarios administrativos, no desapareci el tos de postulantes competan por un puado de lu-
tre sus protegidos, y si todos sus comunicados de favoritismo patritico, automatismo heredado de la gares. Este ao, slo diez nuevos alumnos ingresa-
prensa no fueran una rplica del modelo habitual. era colonial e incentivado por la revolucin de 2011. ron a la academia, que cuenta en total con no ms de
Mientras el gracioso hedonismo del primer acto se Con el apoyo de su marido y varios polticos de al- ciento treinta y cinco inscriptos. No sern muchos
inflama sobre el escenario, los periodistas y fotgra- to nivel, entre ellos el ex ministro de Cultura Faruk los que conseguirn un puesto en la compaa, al tr-
fos se empequeecen, entre bastidores, para eludir la Hosni, ella igualmente logra hacerse su lugar. A su mino de sus nueve aos de estudios.
vigilancia del jefe de Relaciones Pblicas de la pera. manera firme, aunque serena, Erminia aport a la En la pera de El Cairo, la danza es ms que nada
Segn Hosni, los periodistas se dividen en dos catego- academia la disciplina que le faltaba. cuestin de hombres. La troupe tiene enormes dificul-
ras: los rapaces hambrientos de escndalo y los cons- tades para incorporar bailarinas. Ser la prctica re-
piradores sionistas. En el tercer acto, en el momen- Puritanismo musulmn ligiosa, el sueo de fundar una familia, la crisis econ-
to en que Ekaterina ejecuta sus admirables fouetts, La principal dificultad consiste en no ganarse la ira del mica o la dificultad de conservar una cintura de avispa
busco en el rostro del militar el rastro de una eventual gobierno de los Hermanos Musulmanes, cuyas inten- lo que consume las vocaciones? Como sea, cada vez
emocin artstica; pero el esfuerzo es vano. ciones generan inquietud en el mbito artstico. Las menos egipcias emprenden el duro periplo que lleva
El escenario pertenece al hechicero Rothbart, presiones no pasan de ser oficiosas y se ejercen con del cuerpo de ballet a la posicin de reina de los cisnes.
cuya aura malfica trastoca la vida de todos los de- displicencia, pero bastan para incitarla a revisar su re- Despus de dos aos de manifestaciones signadas
ms personajes. Pero tras bambalinas, su intrprete pertorio. Fundamentalmente, estn en la mira los ba- por una violencia sangrienta, en Egipto la muerte ya
deja de pertenecerse a s mismo. Si necesitan pa- llets contemporneos y sus ligeros atuendos. Tambin no es considerada un asunto privado. El pas se des-
pel, les consigues papel. Si te dicen que hables, ha- est bajo amenaza la escena de amor entre Romeo y pide de sus hroes en pblico, y ruidosamente, co-
blas. Si quieren que hagas tu personaje, lo haces, Julieta. Cmo no confundir al pblico, si la corta- mo sucedi con Abdel Moneim Kamel cuya muer-
dice sonriendo. Cuando no hace cundir el pnico mos?, se pregunta Erminia, con un dejo de irona. Y te llam ms la atencin de la prensa que su ltimo
sobre el escenario, Hany acciona la maquinaria, diplomticamente, concluye que la gente eligi esa Lago de los cisnes. Una bandera egipcia envolvi su
ayuda a las damas a transformarse en cisnes o bro- forma de pensar y que hay que aceptarla, mientras atad. Kamel fue el primero en descubrir el talento
mea, hacindose el payaso. se espera a ver cmo evolucionan las cosas. de Hany, y para l, llevar a su mentor hacia su ltima
Entre bastidores, quien dirige las operaciones es Otra ex bailarina, Inas Yunes, lanza un par de gol- morada era el mnimo homenaje que poda rendirle.
Erminia, un ex cisne blanco. Puede ser que el anta- pes a un adversario imaginario. En la danza moder- En medio de la multitud de polticos, de gente famo-
gonismo entre ambos personajes se prolongue aqu na, se lucha en serio, hay agresividad, mientras que sa o simplemente annima, se destacaba una mujer,
bajo otra forma. Segn dice Hany, Erminia le puso en la danza clsica las peleas son estilizadas, explica con su cabello rubio: Erminia. Estuvo junto a su ma-
el palo en la rueda cuando l empez a preparar su esta ex alumna de Aleya, actual decana de la acade- rido en los tiempos sombros; hoy se propone preser-
primer trabajo coreogrfico, Rasputn. Ella le ha- mia. A ella le gusta imaginar una adaptacin contem- var su legado y su nombre. Como dice Ekaterina: el
bra negado la colaboracin de algunos bailarines pornea de El lago de los cisnes, en la que el duelo en- ballet no es un asunto de bonitos tuts. g
de la compaa, porque el personaje del infame bar- tre Siegfried y Rothbart dara lugar a un estallido de
budo, sacerdote y consejero del zar, representaba violencia. Inas es una mujer de energa desbordante,
un ataque demasiado directo contra los Hermanos con una predileccin por los personajes de carcter, *Periodista.
Musulmanes. Finalmente llegaron a un acuerdo, en como la Medea de Martha Graham, esa figura de la Traduccin: Patricia Minarrieta
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L
de la oposicin del presidente de la Comi-
as revelaciones de Edward sa de desconfianza fluctuaba hasta en un federados, siguiendo sus pasos, adoptaron sin Federal de Comunicaciones (FCC),
Snowden sobre la magnitud 70% u 80%. Pero los atentados del World legislaciones que limitaban la capacidad de James Fly, Franklin D. Roosevelt permiti
del programa de control elec- Trade Center y del Pentgono y despus la control de las fuerzas del orden locales. secretamente al Departamento de Justicia
trnico de la Agencia Nacional guerra contra el terrorismo del presidente Esto no impidi que las prcticas conti- controlar a los individuos subversivos y a
de Seguridad (NSA) plantean George W. Bush cambiaron la perspectiva, nuaran. Bajo la prohibicin de las bebidas los que se presuma espas.
la cuestin de la intrusin de las agencias que condujo a los estadounidenses a aban- alcohlicas (1919-1933), la polica local y la El concepto de subversin de Hoover
estadounidenses de informacin en la vi- donar bruscamente su secular oposicin a federal, vidas por controlar a los contra- demostraba ser bastante amplio. No em-
da privada de los ciudadanos. Pero ms la supervisin de los ciudadanos. bandistas que utilizaban el telfono con pleaba su renovado poder slo para averi-
all del registro de metadatos a partir de En 1877, el planeta slo contaba con una el fin de relacionar a productores, distri- guar sobre los nazis. William Sullivan, su
las lneas telefnicas y de la navegacin nica lnea telefnica que conectaba se- buidores y consumidores de alcohol, in- asistente, cont que durante la guerra el
en Internet, este asunto desnuda otra rea- tecientas setenta y ocho estaciones entre fringieron regularmente la ley grabando FBI procedi regularmente a la escucha
lidad igual de inquietante: la mayora de Boston y Salem (Massachusetts). Esta tec- sus conversaciones. En 1924, con el apoyo sin consentimiento. Con el futuro del pas
los estadounidenses aprueban el control nologa se difundira a una velocidad sos- de la opinin pblica, el procurador gene- en juego explicaba, obtener el acuerdo
de las comunicaciones electrnicas pri- tenida. A principios del siglo XX, slo un ral de Estados Unidos, Harlan F. Stone, se de Washington no era sino una formali-
vadas. Segn un sondeo de The Washing- estadounidense sobre mil era dueo de preocupa y prohbe al Departamento de dad intil. Varios aos despus [del fin del
ton Post realizado algunos das despus un telfono: veinte aos ms tarde, el pro- Justicia realizar escuchas. Intilmente: conflicto], el FBI continu escuchando las
de las declaraciones de Snowden, el 56% medio era del 1%; a mediados de siglo, un despreciando la decisin de Stone, el De- conversaciones sin la autorizacin del pro-
de la poblacin considera que el progra- tercio de la poblacin ya dispona de uno. partamento del Tesoro y el Bur de Inves- curador general. En otros trminos, la his-
ma de vigilancia PRISM es aceptable, En la actualidad, en Estados Unidos hay tigacin antepasado del FBI continua- toria de las escuchas en Estados Unidos se
y el 45% que el Estado debe poder con- ms telfonos que habitantes. Con el surgi- ron secretamente con sus actividades. parece a un corrimiento en el que los agen-
trolar el correo de cualquier persona para miento de la fibra ptica y de los telfonos Dos aos ms tarde, un nuevo asunto re- tes del FBI se desviaron poco a poco de su
luchar contra el terrorismo. Resultados mviles, a fines del siglo XX, las escuchas nov el debate: en Seattle, agentes federa- misin inicial descubrir a los simpatizan-
poco sorprendentes: desde hace ms de exigen medios tcnicos poco sofisticados y les espan las conversaciones del ex tenien- tes nazis para controlar de cualquier ma-
diez aos, medios, especialistas y dirigen- una dbil complicidad de parte de las com- te de polica Roy Olmstead, sospechado de nera a los militantes de los derechos civi-
tes polticos no dejan de presentar la vigi- paas de telecomunicaciones. Para gra- trfico de ron. A pesar de la ilegalidad de las les, los dirigentes sindicales, trabajadores
lancia como un arma indispensable en la bar una conversacin a partir de una lnea escuchas, la justicia dio la razn a la polica sociales, cristianos progresistas y personas
guerra contra el terrorismo. compuesta de hilo de cobre, basta con te- y conden a Olmstead. La decisin levant sospechadas de comunismo.
Este consentimiento al espionaje no ner acceso al hilo y disponer de pinzas co- murmullos en los pasillos de los tribunales. A partir de 1950, en el marco de la caza
existi siempre en Estados Unidos. Algu- codrilo para conectarle un micrfono. El juez Frank Rudkin afirm entonces que de brujas lanzada por el senador antico-
nas semanas antes de los atentados del 11 las amenazas criminales no justificaban munista Joseph McCarthy, el FBI apro-
de septiembre de 2001, el diario USA To- La heroica resistencia inicial las prcticas ilegales de la polica: Ningn vech el temor inspirado por la Guerra
day titulaba: Cuatro estadounidenses Los primeros escndalos relativos a las es- agente federal tiene el derecho de escuchar Fra para extender sus escuchas ilegales
sobre diez no tienen confianza en el FBI cuchas remontan a los comienzos del siglo las conversaciones telefnicas de otros pa- a pesar de la oposicin de los tribunales,
[Federal Bureau of Investigation] (20 de XX. Durante la Primera Guerra Mundial, ra utilizarlas contra l mismo. Tal actua- que se negaban a avalar estos pequeos
junio de 2001). Durante dcadas, estudios esta prctica reprobada por la poblacin cin es lamentable e intolerable. Aceptarla arreglos con la ley. As, en el momento
sucesivos del Departamento de Justicia se expandi a tal punto que el Congreso la sera como admitir el fracaso de nuestros del juicio de apelacin de Judith Coplon,
mostraron la viva oposicin de la pobla- declar ilegal, aun a pesar de la amenaza antepasados en su voluntad de establecer acusada de ser una agente de la KGB los
cin a las escuchas telefnicas por parte real que representaban los espas extranje- para ellos y para sus hijos, un Estado que servicios secretos soviticos, el FBI re-
del poder pblico. Entre 1971 y 2001, la ta- ros. Despus de la guerra, muchos Estados garantice la libertad y la prosperidad (1). vela que grab las conversaciones de la
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acusada con su abogado. Resultado: la vestigadores, su apertura al pblico en para analizar las palabras clave. Al mismo que Hoover no se hubiera atrevido a soar
Corte de Apelacin anula la condena for- general plante nuevos problemas. Hasta tiempo, se abri una serie de juicios pa- jams y que conduce el control sobre los in-
mulada en primera instancia. la adopcin de la Ley de Privacidad de las ra determinar si los correos profesiona- dividuos a un nivel nunca alcanzado.
Los aos que siguieron a la muerte de Comunicaciones Electrnicas, en 1986, les deben o no gozar del mismo nivel de Despus de un siglo de fuerte oposi-
Hoover, en 1972, aportaron nuevas revela- era legal interceptar los correos que circu- proteccin que las cartas y los llamados cin, la sociedad estadounidense aprendi
ciones sobre la intrusin ilegal del FBI y de laban por las lneas telefnicas. Con esta telefnicos. La mayora de los jueces eran a renunciar a su derecho a la confidenciali-
la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Ley, las comunicaciones electrnicas go- totalmente ignorantes del funcionamien- dad. Dentro de una amplia franja de la po-
la vida privada de los estadounidenses. En zaron de la misma proteccin legal que las to de Internet: apenas comprendan que blacin que ha olvidado ese pasado, el te-
1975, las comisiones Church y Pike (4), sa- conversaciones telefnicas. se pudiera esperar la misma confidencia- mor al terrorismo sabiamente instilado y
caron a la luz las vastas campaas de vigi- lidad por un intercambio de correos que la promesa de que los derechos de los ino-
lancia que tenan como objetivo a los ciu- La aceptacin de la intromisin por una conversacin telefnica. centes sern respetados acabaron con las
dadanos comprometidos en actividades En 1994, muchos estadounidenses de- Si, a principios de los aos noventa, el aspiraciones a la proteccin de la vida pri-
polticas perfectamente legales. El asunto nunciaron la Ley de la Telefona Digital, Poder Judicial hubiera considerado que vada y las libertades civiles. El desierto
lleg a la primera plana de los diarios y la que impone equipar las fibras pticas de los correos no eran sino sobres electr- del olvido organizado (5), segn la expre-
opinin pblica se rebel. Pero el Congre- manera de facilitar las escuchas autori- nicos, Estados Unidos sera hoy un pas sin del socilogo Sigmund Diamond, deja
so abandon rpidamente la investigacin. zadas por los tribunales. La Unin Es- muy diferente. En su advertencia, ya du- el campo libre a los que deseaban mante-
Nuevo escndalo en 1978: durante una tadounidense por las Libertades Civiles rante el juicio Olmstead, el juez Bran- ner el orden establecido. g
audicin ante el subcomit de informa- (ACLU) y el Centro de Privacidad de In- deis estableci un paralelo entre el tel-
cin del Senado, David Watters, un ex in- formacin Electrnica organizaron la fono y el correo postal: No hay real dife- 1. Minority opinion on the appeal of the Olmstead
geniero en telecomunicaciones de la CIA, oposicin al proyecto de ley. En todo el rencia entre la carta sellada y el mensaje defendants, Corte de Apelacin de Estados Unidos para
el Noveno Circuito, San Francisco, 9-5-1927, www.fjc.gov
asegur que la NSA vigilaba y grababa pas, se enviaron cartas a los diarios pa- telefnico privado, afirmaba. Pero, en el
2. Amicus curiae brief of telephone companies
miles de conversaciones telefnicas, en ra denunciar su carcter liberticida. Pe- mundo pos-11 de Septiembre, las chan-
submitted to the Supreme Court in Olmstead
Estados Unidos y en el exterior. Este tes- ro los tiempos haban cambiado desde ces de lograr proteger los correos elec- v. United States, Corte Suprema de Estados
timonio fue recibido con malestar por la el proceso de apelacin de Olmstead, en trnicos gracias a un razonamiento si- Unidos, Washington DC, 1928, www.fjc.gov
poblacin, pero no se hizo nada al respec- 1927: la industria de las telecomunicacio- milar eran pocas 3. Dissenting opinion of Justice Louis D. Brandeis
to: en octubre de 1978, el presidente Ja- nes sostuvo con todo su peso la Ley de la La Patriot Act del 26 de octubre de 2001 in Olmstead v. United States, Corte Suprema
mes Carter promulg la Ley de Vigilancia Telefona Digital, y la ley fue finalmente suprimi, en efecto, algunos lmites jurdi- de Estados Unidos, 1928, www.fjc.gvc
de la Inteligencia Extranjera de 1978 (FI- votada. Sin que la poblacin se diera ver- cos a las escuchas telefnicas conducidas 4. La primera, con el nombre del senador demcrata
SA) que establece un sistema jurdico se- daderamente cuenta, las administracio- por el Estado Federal establecidos por la Frank Church, que se opona a Richard Nixon, fue
establecida despus del escndalo del Watergate
creto para velar por la seguridad nacio- nes de los presidentes Ronald Reagan, comisin Church. Esta ley levant tambin
para investigar las actividades de la CIA. La segunda,
nal. Una victoria para el pequeo mundo George Bush padre y William Clinton, las restricciones que impedan a los servi- con el nombre del representante Otis Pike, tambin
de la informacin que milita desde hace cada una a su tiempo, permitieron un cios de informacin espiar a los ciudada- demcrata, era su equivalente en el Parlamento.
aos por la legalizacin de las escuchas. empleo cada vez ms importante de las nos estadounidenses; ratific la utilizacin 5. Sigmund Diamond, Compromised Campus:
El nmero de autorizaciones libradas en escuchas, as como la obtencin de datos de soplones que permite vigilar los despla- The Collaboration of Universities with the
el marco de esta Ley no ces de aumen- personales para las empresas. La justicia zamientos; se autoriz el control masivo Intelligence Community, 1945-1955, Oxford
tar con los aos (de 322 en 1980 a 2.224 en no encuentra nada para decir. de los correos y de las actividades en lnea. University Press, Nueva York, 1992.
2006) y el de los rechazos fue siempre ri- Hacia el final de los aos noventa se Con la creacin, en 2003, del Departamen-
dculamente bajo: slo cinco sobre 22.990 dieron tambin situaciones incmodas. to de Seguridad Interior (Department of *Profesor de Antropologa en la Universidad Saint Martin
de Lacey, Washington DC. Autor de Weaponizing Anthro-
demandas entre 1979 y 2006. La NSA fue acusada de haber puesto ba- Homeland Security), el Estado cuenta con pology: Social Science in Service of the Militarized State, AK
Mientras que al principio, Internet s- jo escucha a lneas telefnicas internacio- una agencia centralizada que coordina las Press, Oakland (Estados Unidos), 2011.
lo era utilizado por los militares y los in- nales y de haber utilizado computadoras operaciones de informacin por medios Traduccin: Florencia Gimnez Zapiola
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Un presidente
de Espaa a los que usted hace referen-
cia? Francia e Italia, sin duda Pero no
me respondi, y se retir.
Aprovech ese momento para dis-
cutir el tema con la presidenta Cristi-
secuestrado en Europa
na Fernndez, una excelente abogada
que me orient en los temas jurdicos, y
tambin con los presidentes ecuatoria-
no y venezolano, Rafael Correa y Nico-
ls Maduro, que estaban muy preocupa-
dos. El presidente Correa me llam va-
por Evo Morales Ayma* rias veces ese da para conocer las nove-
dades. Esa solidaridad me dio fuerzas:
Evo, no tienen por qu controlar tu
E
avin!, me repitieron. Yo ya saba que
l 2 de julio pasado se produjo un avin presidencial tiene el mismo es-
uno de los hechos ms insli- tatus que una embajada. Pero esos con-
tos en la historia del derecho sejos y la llegada de los embajadores de
internacional: la prohibicin la Alianza Bolivariana para los Pueblos
al avin presidencial del Esta- de Nuestra Amrica (ALBA) (1) rea-
do Plurinacional de Bolivia de sobrevolar firmaron mi determinacin. No, no le
los territorios francs, espaol, italiano daramos ni a Espaa ni a ningn otro
y portugus, y mi consiguiente secues- pas y menos aun a Estados Unidos
tro durante 14 horas en el aeropuerto de la satisfaccin de inspeccionar nuestro
Viena (Austria). Varias semanas despus, avin. Defendemos nuestra dignidad,
este atentado contra la vida de los miem- nuestra soberana y el honor de nues-
bros de una delegacin oficial, cometido tra patria, nuestra patria grande. Jams
por Estados supuestamente democrti- aceptaremos ese chantaje.
cos y respetuosos de las leyes, contina El embajador espaol volvi a apare-
despertando indignacin y la condena de cer. Preocupado, inquieto y nervioso, me
millones de ciudadanos, cientos de orga- indic que ya dispona de las autorizacio-
nizaciones sociales, organismos interna- nes necesarias y que podra retirarme. Fi-
cionales y gobiernos de todo el mundo. nalmente, partimos
Qu sucedi realmente? Estaba en
Mosc, poco antes de reunirme con el El castigo ejemplar
presidente Vladimir Putin, cuando un La prohibicin de sobrevolar, aplicada
asistente me alert que, por razones tc- simultnea y coordinadamente por cua-
nicas, no podamos llegar a Portugal como tro pases bajo el mando nico de la Cen-
estaba inicialmente previsto. Cuando fi- tral Intelligence Agency (CIA) contra
naliz mi reunin con el presidente ruso, un pas soberano, bajo el nico pretex-
era ms que evidente que no se trataba de to de que pudiramos estar trasladan-
ningn modo de un problema tcnico. do a Snowden, ha dejado al descubierto
Desde La Paz, nuestro ministro de Re- el peso poltico de la principal potencia
laciones Exteriores, David Choquehuan- imperial: Estados Unidos.
ca, logr organizar una escala en Las Pal- Hasta el 2 de julio (la fecha de mi se-
mas de Gran Canaria, en Espaa, y con- cuestro) resultaba comprensible que los
sigui que se aprobara un nuevo plan Estados contaran con agencias de segu-
de vuelo. Todo pareca en orden Pe- ridad para proteger su territorio y su po-
ro, mientras estbamos en el aire, se me blacin. Sin embargo, Washington so-
acerc el coronel de aviacin Celiar Aris- brepas los lmites de lo concebible. Al
pe, comandante del Grupo Areo Presi- violar todo principio de buena fe y los
dencial y piloto de nuestro avin ese da: convenios internacionales, convirti a
Pars nos cancel la autorizacin de so- una parte del continente europeo en un
brevolar su territorio! No podemos in- territorio colonizado. Una injuria a los
gresar al espacio areo francs, me di- Derechos del Hombre, una de las con-
jo. Su sorpresa fue tan grande como su Evo Morales (Ricardo Moraes/Reuters) quistas de la Revolucin Francesa.
preocupacin: estbamos a minutos de El espritu colonial que condujo a so-
llegar a ese territorio. meter de esa manera a diferentes pa-
La primera opcin era intentar volver ses demuestra una vez ms que para el
a Rusia pero corramos el riesgo de que- En ese momento recib la visita del em- prensa. Le record al diplomtico espaol imperio no existen lmites ni legales, ni
darnos sin combustible. El coronel Aris- bajador espaol en Austria, Alberto Car- que mi pas respetaba los convenios inter- morales, ni territoriales para imponer
pe contact a la torre de control del aero- nero, quien me anunci que se acababa de nacionales: de ninguna manera buscara sus designios. De ahora en adelante, es-
puerto de Viena para solicitar la autoriza- aprobar un nuevo plan de vuelo para que llevar a alguien a Bolivia. t claro a los ojos del mundo entero que
cin para realizar un aterrizaje de emer- pudiera encaminarme hacia Espaa. Me Carnero estaba en contacto perma- para una potencia as toda ley puede ser
gencia. Agradecemos aqu a las autorida- explic que slo haba que revisar el avin nente con el subsecretario de Asuntos transgredida, toda soberana violada, to-
des austracas la luz verde para hacerlo. presidencial. Se trataba, en realidad, de Exteriores de Espaa, Rafael Mendvil do derecho humano ignorado.
Instalado en una pequea oficina una condicin sine qua non para nuestro Peydro, quien, evidentemente, le peda El poder de Estados Unidos est en-
puesta a mi disposicin, estaba en plena aterrizaje en Las Palmas. que insistiera. Usted no puede revisar carnado en sus fuerzas armadas, impli-
conversacin con mi vicepresidente, l- Mientras lo consultaba sobre las ra- el avin deb recalcar. Si no cree lo cadas en diversas guerras de invasin y
varo Garca Linera, y con Choquehuanca zones de esa exigencia, Carnero evoc el que le he dicho, usted est tratando de sostenidas por su descomunal complejo
para decidir cmo proseguir y, sobre to- nombre de Edward Snowden, este em- mentiroso al presidente del Estado so- militar-industrial. Las etapas de sus in-
do, para intentar comprender las razones pleado de una sociedad estadounidense berano de Bolivia. El diplomtico vol- tervenciones son bien conocidas: tras las
de la decisin francesa, cuando el piloto ante la cual Washington subcontrata al- vi a salir para recibir las consignas de su conquistas militares, llega la imposicin
me inform que Italia tambin rechaza- gunas de sus actividades de espionaje. Le superior, antes de volver a entrar. Y me del librecambio, de una concepcin sin-
ba nuestro ingreso a su espacio areo. respond que slo lo conoca a travs de la pidi entonces que lo invitara a tomar gular de la democracia y, finalmente, la
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sumisin de las poblaciones a la voraci- mildes del continente y del mundo ente- que son colonizados y que incluso intentan Europa, Asia, frica y Amrica del Nor-
dad de las multinacionales. Las huellas ro redoblen sus esfuerzos de unidad para proteger la reputacin de su colonizador. te para constituir un bloque solidario que
indelebles del imperialismo sea militar fortalecer sus luchas. Quien dice imperio dice colonias. Al condene la indigna actitud de los Estados
o econmico desfiguraron Irak, Afga- haber optado por el acatamiento de las implicados en esta violacin del derecho
nistn, Libia, Siria. Pases a los cuales se Imperialismo y colonialismo rdenes impartidas, algunos pases euro- internacional. Se trata igualmente de una
invadi porque se sospechaba que tenan Este atentado del que fuimos vctimas re- peos confirmaron su estatus de pas sumi- oportunidad ideal para reforzar la capaci-
armas de destruccin masiva o se pensa- vela las dos caras de la misma opresin, so. La naturaleza colonial de la relacin dad de movilizacin de los movimientos
ba que albergaban organizaciones terro- contra las cuales los pueblos del mundo entre Estados Unidos y Europa se refor- sociales para forjar un mundo nuevo de
ristas. Pases donde se mat a millones de han decidido rebelarse: el imperialismo y z desde los atentados del 11 de septiem- hermandad y complementariedad. Es ta-
seres humanos sin que la Corte Penal In- su gemelo poltico e ideolgico, el colonia- bre de 2001 y fue revelada a todos en 2004, rea de los pueblos construirlo.
ternacional iniciara ningn juicio. lismo. El secuestro del avin presidencial cuando se descubri la existencia de vue- Estamos seguros de que los pueblos
Por otra parte, el poder estadouniden- y de su comitiva que, en pleno siglo XXI, los ilegales de aviones militares estadouni- del mundo, especialmente los de Europa,
se emana igualmente de dispositivos sub- juzgbamos impensable ilustra la super- denses, que transportaban presuntos pri- sienten la agresin que hemos padecido
terrneos destinados a propagar el miedo, sioneros de guerra hacia Guantnamo o como algo que los afecta a ellos tambin, a
el chantaje y la intimidacin. Washington hacia otras crceles europeas. Todos co- ellos y a los suyos. Interpretamos su indig-
utiliza habitualmente estas recetas pa- El secuestro del nocen hoy en da la tortura aplicada a es- nacin como una forma indirecta de dis-
ra mantener su estatus: el castigo ejem- tos supuestos terroristas; una realidad que culpa, que nos fue rechazada por los go-
plar, al estilo colonial que haba condu- avin presidencial incluso las organizaciones de defensa de biernos responsables (6). g
cido a la represin de los indios del Abya derechos humanos muy a menudo callan.
Ayala (2). Esta poltica se aplic contra los ilustra una forma Al parecer, la guerra contra el terroris- La Paz, 10 de julio de 2013
pueblos que han decidido liberarse y con- mo ha reducido a la vieja Europa al ran-
tra sus dirigentes polticos que han deci- de racismo go de colonia. Este acto poco amistoso, e 1. Son miembros Antigua y Barbuda, Bolivia,
dido gobernar para los humildes. La me- incluso hostil, puede considerarse como
moria de esta poltica del castigo ejemplar
persistente en una forma de terrorismo de Estado, en la
Cuba, Repblica Dominicana, Ecuador,
Nicaragua, San Vicente y Granadinas y Venezuela.
tra Hugo Chvez en Venezuela en 2002, el europeos. Este desaire al derecho internacio-
y Colombia al continente americano antes de
la llegada de Cristobal Coln. En 1992, este
presidente hondureo Manuel Zelaya en nal que nuestro secuestro representa nombre fue elegido por las naciones indgenas
2009, Rafael Correa en 2010 (3), el presi- constituye tal vez un punto de quiebre. de Amrica para designar al continente.
dente paraguayo Fernando Lugo en 2012 Europa dio nacimiento a las ideas ms 3. Vase Maurice Lemoine, Etat dexception
(4) y, por cierto, contra nuestro gobierno vivencia de una forma de racismo en el se- nobles de libertad, igualdad y fraterni- en Equateur, La valise diplomatique, 1-10-
en el ao 2008, bajo la conduccin directa no de algunos gobiernos europeos. Para dad. Contribuy al progreso cientfico 10, www.monde-diplomatique.fr
del embajador estadounidense en Bolivia, ellos, los indios y los procesos democrti- y a la emergencia de la democracia. Pe- 4. Vase Gustavo Zaracho, Le Paraguay repris
en main par loligarchie, La valise diplomatique,
Philipp Goldberg (5). Un ejemplo, para cos o revolucionarios en los que estn in- ro hoy no es ms que un espectro de s
19-7-12, www.monde-diplomatique.fr
que los indgenas, los obreros, los cam- mersos representan un obstculo civiliza- misma: un neo-oscurantismo amenaza a
5. Hernando Calvo Ospina, Petit prcis
pesinos y los movimientos sociales no se torio. Este racismo se refugia en la arrogan- los pueblos de un continente que, siglos de dstabilisation en Bolivie, Le Monde
atrevan a levantar la cabeza contra las eli- cia y en las explicaciones tcnicas de lo ms atrs, ilumin al mundo con sus ideas re- diplomatique, Pars, junio de 2012.
tes dominantes. Este ejemplo implica do- ridculas cuando se trata de maquillar una volucionarias y suscit esperanzas. 6. El 10-7-13 Madrid present disculpas oficiales ante
blegar a aquellos que resisten y aterrori- decisin poltica surgida en los despachos Nuestro secuestro podra ofrecer una La Paz. Lo mismo hicieron Pars, Roma y Lisboa.
zar a los otros. Pero se trata de un ejemplo de Washington. He aqu pues gobiernos oportunidad nica para todos los pueblos
que conduce, sin embargo, a que los hu- que han perdido la capacidad de reconocer y gobiernos de Amrica y el Caribe, de *Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
30 | Edicin 170 | agosto 2013
Hugo Chvez y el
con la mayor brutalidad esa rebelin so-
cial, se cometen verdaderas masacres en
los barrios pobres, repitiendo la consigna
de Rmulo Betancourt: Disparen pri-
mero, averigen despus!.
P
dolores en las articulaciones. Mis hijos
ocas personalidades de la his- para quien quiera entender el arranque del Hugo Chvez: mi primera
tenan lechina [rubola] y yo ya me vine la
toria reciente han tenido un siglo XXI en Amrica Latina y el mundo. vida. Conversaciones con
vspera contagiado. El mdico confirm
impacto tan decisivo como El libro se public en Venezuela el pa- Ignacio Ramonet que era una enfermedad viral muy infec-
Hugo Chvez (1954-2013). sado 28 de julio, con ocasin del 59 ani- Ignacio Ramonet ciosa, y que no poda quedarme. Me man-
Elegido presidente de Vene- versario del nacimiento de Hugo Chvez. Editorial Debate; Barcelona, d a casa. Yo no tena mando de tropa, ni
zuela en 1998, su mensaje y el ejemplo de En Espaa y en el resto de Amrica Lati- 2013. 710 pginas. saba que la revuelta ya haba empezado.
las realizaciones de la Revolucin Boliva- na estar en libreras a partir del prximo As que me fui primero a la Universidad y,
riana despertaron a toda Amrica Latina. 17 de octubre. como le dije, viendo que haban suspendi-
La incapacidad de la clase poltica tradi- En el corto extracto que publicamos do los cursos, me march a mi casa. Resi-
cional para canalizar la revuelta de los de aqu, Chvez revela la importancia que da entonces, con Nancy y mis tres hijos,
abajo abri el camino a dirigentes nuevos, tuvo, en su futura determinacin polti- anunci las ominosas medidas del pa- Rosita, Mara y Huguito, en San Joaqun
de origen sindical, de la militancia social, ca, la explosin social que se produjo en quetazo neoliberal: liberalizacin del [estado de Carabobo, a unos 100 kilme-
de cuo militar o hasta guerrillero: Lula y Caracas el 27 de febrero de 1989 conocida comercio, supresin del control de cam- tros de Caracas], acabbamos de com-
Dilma en Brasil, Evo Morales en Bolivia, como el Caracazo y que el gobierno del bios, privatizaciones masivas de empre- prarnos una modesta casita all. Uno de
Rafael Correa en Ecuador, Nstor Kirch- presidente socialdemcrata Carlos An- sas pblicas, recortes drsticos en los pro- mis vecinos y compaero del MBR-200, el
ner y Cristina Fernndez en Argentina, Ta- drs Prez reprimi con inaudita violen- gramas de ayuda social, fuertes aumentos mayor Wilmar Castro Soteldo, fue quien
bar Vzquez y Pepe Mujica en Uruguay, y cia, causando miles de muertos. de los precios de los productos y servicios me dio la noticia: Qu hacemos?, me
tantos otros. Pero el primero fue Chvez. de primera necesidad... De todas esas de- pregunt. Pero aquello nos pillaba des-
En un libro revelador, fruto de cinco Carlos Andrs Prez, una vez reelegi- cisiones, las que peor le sentaron al pue- coordinados. No se poda hacer nada.
aos de trabajo y ms de doscientas horas do, cambi de discurso. blo fueron dos: el aumento de los precios
de conversaciones, Ignacio Ramonet lo- Totalmente. Casi de la noche a la maa- de los productos derivados del petrleo, No lo haban previsto?
gra retratar a Chvez a travs de sus pro- na efectu el gran viraje. Asumi su car- con la consiguiente subida un cien por Por supuesto. No tenamos ningn
pias palabras. Quin era Chvez antes de go de Presidente el 4 de febrero de 1989. cien! del precio de la gasolina; y el alza plan. Fue desesperante. Llegaba por fin
convertirse en una personalidad pblica Y el 16 de febrero, ante la sorpresa de sus un treinta por ciento! de las tarifas del el momento y la oportunidad que tanto
universalmente conocida? Cmo fue su propios seguidores, declar que le iba a transporte pblico. Las clases populares, habamos esperado, y fuimos incapaces
infancia? Cmo se form? Cundo se ini- aplicar inmediatamente al pas, sin anes- que tres meses antes haban votado por el de entrar en accin. Recuerdo que habl
ci en la poltica? Cules fueron sus lec- tesia, una terapia de choque neoliberal socialdemcrata Carlos Andrs, acogie- por telfono con Arias Crdenas y le di-
turas? Qu influencias recibi? Cul era exigida por el Fondo Monetario Interna- ron este salvaje plan de ajuste estructu- je: El pueblo se nos adelant. Sali pri-
su visin geopoltica? De qu corriente cional (FMI). Apoyndose en su ministro ral como una pualada traicionera... mero. Ese despertar del pueblo nos pi-
ideolgica se reclamaba? Estas memorias de Fomento, Moiss Nam, y su ministro ll dispersos. No disponamos siquiera
dialogadas, centradas en la primera vida de Planificacin, Miguel Rodrguez Fan- Cundo empiezan las protestas? de un sistema de comunicaciones para
del presidente venezolano, clave y expli- deo, y aconsejado por Jeffrey Sachs, uno En cuanto el gobierno aplica las me- contactarnos entre miembros del Movi-
cacin de su posterior trayectoria, consti- de los grandes fanticos entonces del ul- didas. O sea unos diez das ms tarde. El miento Bolivariano Revolucionario-200
tuyen una obra de historia insoslayable traliberalismo, Carlos Andrs, ese da, domingo 26 de febrero, el Ministerio de (MBR-200). Slo algunos pudieron ha-
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cer acciones a nivel individual para tratar jo, al parecer usted anda en un movimien- cio de terrorismo de Estado. No debemos renacimiento de la revolucin bolivariana.
de frenar la masacre. Varios oficiales que to, y quiero ingresar en l. Por razones de nunca desconocerlo. Era una dictadura Recuerde que, ese mismo ao 1989, se hun-
recibieron la orden de abrir fuego contra seguridad, negu; pero le pregunt por qu disfrazada de democracia. Por eso digo a da el muro de Berln... y se levant Caracas
el pueblo se negaron, y ordenaron a sus deseaba adherir. El teniente me cont lo si- menudo que nos est prohibido olvidar. contra el FMI. Cuando en las esferas inte-
tropas que no le disparasen a la gente. Pe- guiente: El 27 de febrero de 1989, me halla- lectuales internacionales se hablaba del
ro fueron una minora... ba prestando seguridad en las inmediacio- Hubo vctimas entre sus amigos mi- fin de la historia y cuando aqu todo el
nes de Miraflores y detuve a unos mucha- litares? mundo, ya no slo polticamente sino tam-
Cuntas vctimas hubo? chos que estaban asaltando una panadera. S, desgraciadamente, entre las vctimas bin financiera y econmicamente, estaba
Nunca se supo. Corri mucha sangre Eran una docena, casi todos adolescentes. tambin haba compaeros nuestros. Y, rendido ante el Fondo Monetario y el Con-
aquel da. La cifra oficial es de unos tres- Los llev presos. Dej que se comieran el entre ellos, Felipe Acosta Crlez, uno de senso de Washington, se alz una ciudad
cientos muertos, pero probablemente hu- pan robado porque me confesaron que te- los fundadores del movimiento bolivaria- y todo un pas. Con esa rebelin de los po-
bo varios miles, enterrados en fosas comu- nan hambre... Les di agua... Pas con ellos no, leal compaero y gran amigo. El 1 de bres, con esa insurreccin de las vctimas
nes, masacrados. Y no por un ejrcito inva- varias horas conversando. Me contaron lo marzo me dieron la noticia: Mataron a seculares de la desigualdad y de la exclu-
sor. Por nuestras propias fuerzas policiales mal que vivan en los ranchos, la pobreza, Felipe Acosta Crlez!. No est claro c- sin, con esa heroica sangre popular co-
y militares. Llegu a ver nios destrozados el desempleo, el hambre... Me suplicaban: mo muri; estoy convencido de que el Al- menzaba una nueva historia en Venezuela.
por los disparos de nuestros soldados. In- Teniente, librenos!. No poda hacerlo, to Mando y la Disip, sabiendo que era uno Porque, apenas diez aos despus, vendra
cluso, en una clnica con personas en trata- deba esperar rdenes. Lleg una brigada de los dirigentes de nuestro movimiento, nuestro gobierno bolivariano a proponer
miento mental, balearon a los pacientes. El de la Disip para interrogarlos... Los entre- aprovecharon la confusin reinante para frmulas alternativas... Venezuela se alz
gobierno mand traer militares del interior gu. Los montaron en una furgoneta y se tenderle una trampa y liquidarlo. Quizs, a contracorriente de la ola neoliberal... Y
del pas y los utiliz como una tropa invaso- los llevaron. Unas horas despus, bajando si yo no hubiese estado enfermo esa sema- nosotros, en el Ejrcito, entendimos que
ra, como si nuestro Ejrcito fuese la Fuer- por una calle vecina, me los encontr a to- na, la polica poltica me hubiera liquidado ya no podamos dar marcha atrs.
za Armada del Fondo Monetario Interna- dos: ametrallados, ejecutados.... a m tambin. En lo personal, me dije: Ahora no me
cional. Muchos oficiales que participaron Aquel oficial qued destrozado... Redac- voy del Ejrcito; aunque slo seamos cin-
en la represin sintieron remordimiento t un informe. Sus jefes le ordenaron que se Ah es cuando usted le dedica un co los que le entremos a tiros a Miraflores
y vergenza. Se lo reprochaban mucho. callara, que no era problema suyo, que se poema? una noche, de aqu no nos vamos callados.
Unas semanas despus, en una reunin de trataba de meros delincuentes, y que haba S, ese mismo 1 de marzo, le escrib un Lo mismo me dijeron los dems. Nuestro
oficiales, les record la conocida frase de que salvar la democracia... Este oficial per- poema. Aquella tragedia me enlut el alma movimiento se relanz, creci, pas a la
Bolvar: Maldito sea el soldado que vuelve teneca a la Guardia Presidencial, o sea un y mi pena se derram sobre la hoja de pa- ofensiva, se consolid... Reactivamos las
las armas contra su pueblo. Sin poderme militar de total confianza del aparato pe- pel. Aunque se lo dediqu a l, en realidad reuniones... Aunque el gobierno tambin, a
aguantar, les solt: Nos ha cado la maldi- ro, a partir de ese da, estuvo ms cerca de pens en todas las vctimas. Pero a la vez, partir de ah, comenz a golpearnos duro y
cin de Bolvar. Estamos malditos!. nosotros que del gobierno. El rgimen se ese dolor actu como un disparador. La ex- a presionarnos porque nos convertimos en
aprovech del Caracazo para aterrorizar plosin popular del Caracazo rompi la una amenaza abierta y desafiante. g
Fue muy fuerte el impacto en las a los pobres y hacer un escarmiento. Para losa que encerraba a Venezuela en un se-
Fuerzas Armadas? que no volvieran a amotinarse. Ese da, se pulcro colectivo. Porque, por otra parte, si (Extractos del libro Hugo Chvez: mi pri-
Nos doli muchsimo. Marc a nuestra cometi la mayor masacre de la historia de consideramos el panorama internacional, mera vida. Conversaciones con Ignacio Ra-
generacin; dej huellas imborrables. En Venezuela del siglo XX. Ese da, la demo- ese levantamiento popular fue admirable. monet, Debate, Barcelona, 2013. En libre-
el seno de la Fuerza Armada fue donde cracia venezolana perdi la mscara y re- ras el 17 de octubre prximo.)
ese sacudn tuvo, a largo plazo, el mayor vel su rostro represor ms odioso. Porque, En qu sentido?
impacto. Recuerdo que, meses ms tarde, luego de que la rebelin se hubo apagado, El Caracazo es, en mi opinin, el hecho
una noche, al entrar en el Palacio Blanco, en los primeros das de marzo, el gobierno poltico de mayor trascendencia del siglo *Director de Le Monde diplomatique, edicin espaola.
un oficial se me acerc: Mi mayor, me di- prosigui su sistemtico y criminal ejerci- XX venezolano. Y, en ese sentido, marca el Le Monde diplomatique, edicin espaola
32 | Edicin 170 | agosto 2013
En los pases pos yugoslavos, donde las nociones de ciudadana y nacionalidad estn
profundamente disociadas, contar los habitantes de un pas no es una simple operacin
estadstica: los censos estn en el centro de todos los conflictos polticos. Tanto su direccin
como sus resultados dejan traslucir una radiografa de las identidades regionales.
Ingeniera tnico-poltica
en los Balcanes
por Jean-Arnault Drens*
E
l periodista Boris Dezulovic bia, pero tambin hngara, albanesa, ro- pas podra incitar a los partidos naciona- comunidad serbia se redujo drsticamente
cuenta un chiste que circula por man, bosniaca, blgara, rumana, etc. La listas a reanudar la reivindicacin de una con los desplazamientos de poblacin oca-
Bosnia-Herzegovina. El peque- cuestin de la pertenencia nacional ya se tercera entidad, especficamente croata. sionados por la guerra, pasando del 12% en
o Ivica se sac un diez en geo- planteaba en los censos de la poca yugos- Del lado bosniaco, la preocupacin tam- 1991 al 4,36% de la poblacin total, se ob-
grafa. La maestra pregunt si lava. Los ciudadanos deban tambin in- bin crece. Este invierno, algunas campa- serva tambin una clara disminucin del
alguien saba la cantidad de habitantes del dicar su lengua materna y su confesin, as incitaban a elegir el tro vencedor: na- nmero de ciudadanos croatas que se de-
pas. Silencio total en el aula. Slo Ivica le- garantizndose siempre la posibilidad de cionalidad bosniaca, idioma bosnio y reli- claran de confesin catlica. En Istria, la
vant la mano con impaciencia: Yo s, yo declararse ateo o agnstico. gin musulmana. Los nacionalistas temen regin que probablemente sigui siendo la
s!. Cuntos?, pregunt la maestra. No Durante el otoo de 2012 se realiza- en efecto que muchos bosniacos, sobre to- ms refractaria a todos los nacionalismos
s, respondi el alumno, exultante. Muy ron censos piloto en sesenta localidades durante las dos ltimas dcadas, el nme-
bien exclam la docente, es la respuesta de Bosnia-Herzegovina, que revelaron ro de istrianos se acerca al de croatas. Ele-
correcta! Cmo lo sabas? un resultado inesperado. No menos del La cuestin de gir considerarse istriano es una forma de
Por iniciativa de la Unin Europea, en 35% de los censados se presentaron como negarse a elegir entre la identidad croata o
el otoo de 2011 se organiz una campaa bosnios, herzegovinos o bosnio-her- la pertenencia italiana, incluso serbia... Istria siempre fue
de censo en todos los pases de la regin. zegovinos, y no como bosniacos, ser- una tierra de mezcla. Por qu no recono-
Pero las operaciones fueron interrumpi- bios o croatas. Si estos resultados se nacional ya se cer esta mezcla como una identidad, nues-
das en Macedonia, postergadas en Bosnia confirmaran a escala nacional en el otoo, tra identidad?, arguye Mario Pusic, habi-
(ver recuadro). Y, all donde se llevaron a sera un sismo poltico. planteaba en los tante de la pequea ciudad de Labin.
cabo, los resultados fueron objeto de fuer- En efecto, desde la celebracin de los Los yugoslavos an existen: en 2011,
tes cuestionamientos. Acuerdos de Paz de Dayton, en 1995, la
censos de la poca unos cientos se declararon como tales en
En Bosnia-Herzegovina, el primer re-
cuento de la poblacin desde la guerra de-
vida poltica del pas se organiza en fun-
cin del equilibrio entre las tres comuni-
yugoslava. Montenegro y Croacia, y alrededor de
veintitrs mil en Serbia. Se concentran en
bera realizarse finalmente, con dos aos dades dominantes, calificadas de pue- Belgrado y en la provincia septentrional de
de demora, el prximo otoo. Lamenta- blos constitutivos de Bosnia-Herzego- Voivodina, y algunos no dudan en consi-
blemente, la organizacin, realizada en vina. El pas fue condenado por el Tribu- derarse una minora privada de derechos.
estrecha colaboracin con la agencia eu- nal de Justicia de la Unin Europea por do los urbanos, opten por dar una respues- En efecto, las minoras nacionales de Ser-
ropea Eurostat, ya recibe crticas de todas discriminacin hacia los dems grupos ta ciudadana, privilegiando la pertenen- bia (albaneses, bosniacos, blgaros, hnga-
partes. Todo est politizado se indigna nacionales, privados de ciertos derechos cia comn a Bosnia-Herzegovina en detri- ros, romanes, rumanos, etc.) disponen de
Dennis Gratz, presidente del partido de fundamentales: as, un ciudadano ro- mento de las identidades particulares. De consejos nacionales encargados de defen-
orientacin liberal y ciudadana Nasa man o judo de Bosnia-Herzegovina no manera clsica, esta campaa especula con der sus derechos colectivos, especialmente
Stranka. Quieren obligar a los ciudada- puede presentar su candidatura a la pre- el temor de las dems comunidades: si los en materia de idioma y educacin. Se lanz
nos de Bosnia-Herzegovina a declarar a sidencia colegiada del Estado (2). croatas se declaran croatas y los serbios, una iniciativa para que los yugoslavos ob-
cualquier precio una pertenencia tnica. Los nacionalistas de los tres bandos serbios, slo los bosniacos se veran tenta- tuvieran dicho reconocimiento, pero no tu-
Semejantes presiones no existen en nin- sienten la amenaza. Los croatas temen que dos a no definirse como tales, lo que redu- vo eco en las autoridades, para quienes tal
gn lugar de Europa, lo que refleja clara- su importancia numrica aparezca aun cira la importancia relativa de su grupo. nacionalidad sera artificial (3). La inicia-
mente lo absurdo del sistema bosnio. ms reducida: en 1991 representaban el Las declaraciones de nacionalidad tiva, proveniente de Voivodina, no siempre
Contar los habitantes de un pas signi- 17,5% de la poblacin total de Bosnia-Her- siempre fueron libres, pudiendo cada uno es bien percibida: para muchos ciudadanos
fica en efecto establecer las relaciones de zegovina, pero actualmente podran ron- manifestar su eleccin de pertenencia. del pas, el apego al ex Estado desapareci-
fuerza en el terreno: se trata de saber no dar como mximo el 10%. Sin embargo, su Slobodan Milosevic se identificaba como do, incluso la yugonostalgia (4), no con-
slo cuntas personas viven actualmente fuerte concentracin en algunas zonas del serbio, mientras que su hermano Boris- tradice la afirmacin de una identidad na-
en tal o cual lugar, sino sobre todo cmo se lav se declaraba montenegrino. Fue du- cional especfica.
definen esos habitantes desde un punto de rante el censo de 1991, el ltimo antes de En Montenegro, la preparacin del
vista nacional. En Bosnia-Herzegovina, la cada de la Yugoslavia federal, que se re- censo se parece mucho a una campaa
cada comunidad teme que el censo confir- gistr la mayor cantidad de yugoslavos. electoral. En 2012, nuevamente el peque-
me en desmedro suyo los resultados de los Me declar yugoslava no por una cues- o pas se cubri por completo de volan-
desplazamientos de poblacin y la limpie- Boicot tin de militancia poltica explica Alma tes y carteles publicitarios que incitaban
za tnica practicada durante la guerra. Beciric, docente de Sarajevo, sino sim- a los ciudadanos a declararse montene-
Durante la primera quincena de octu- plemente porque me era imposible hacer- grinos, serbios o incluso bosniacos,
Delicados equilibrios bre de 2011 se realiz una campaa de lo de otro modo. Mi padre era musulmn y responder que hablaban el idioma ser-
Para comprender lo que est en juego, es censo en Albania, Croacia, Kosovo, Mon- y mi madre serbia; mi primer marido pro- bio o bien montenegrino.
necesario disociar dos nociones, que a tenegro, al igual que en Serbia. Pero el vena tambin de una familia mixta. Mu- La Iglesia ortodoxa serbia, cuya juris-
menudo se confunden, pero son muy dis- proceso fue boicoteado en el sector ser- chos ciudadanos haban optado por decla- diccin sobre Montenegro es cuestionada
tintas en los pases pos yugoslavos: la de bio del norte de Kosovo, as como por al- raciones estrafalarias, como una forma de por una Iglesia montenegrina autocfala
ciudadana y la de nacionalidad. Todos los gunos albaneses en la comuna de Buja- resistir a la ola de nacionalismos. As, en cannicamente no reconocida, agot to-
habitantes de un determinado pas son novac (sur de Serbia). En Macedonia, las algunas ciudades de Bosnia-Herzegovina, das sus fuerzas en la batalla, explicando
sus ciudadanos, pero esos ciudadanos son operaciones fueron suspendidas sine die aparecieron comunidades de esquimales o los sacerdotes a los fieles que deban afir-
de diferentes nacionalidades: as, los ha- el 11 de octubre. En Bosnia-Herzegovina de marcianos. Beciric an ignora qu na- mar su serbidad. La evolucin de las ci-
bitantes de Bosnia-Herzegovina tienen fueron postergadas primero para la pri- cionalidad declarar en el censo de otoo. fras es elocuente: el nmero de serbios pa-
todos la ciudadana bosnia, pero pueden mavera de 2013, y finalmente deberan El sentido de la irona no desapareci. s del 10% de la poblacin del pas en 1991
ser de nacionalidad bosniaca, croata o ser- desarrollarse en octubre prximo. g En 2011, todava se registraron en Croacia cuando la cuestin de su eventual sece-
bia (1). Del mismo modo, los ciudadanos no menos de 303 jedis, 123 terrcolas, 24 sin no figuraba en el orden del da al
de Serbia pueden ser de nacionalidad ser- J.A.D. marcianos y 12 internacionalistas. Si bien la 31%. Declararse como tal en el censo sig-
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El horror de no poder dormir fusor del jet lag social como definicin
para estas generaciones sumidas en la mo-
dorra. En su libro Internal Time se propo-
ne averiguar por qu estamos todo el tiem-
Retrato de un insomne
po tan cansados (4). En su laboratorio de
la Universidad Ludwig Maximilian, de
Munich, tambin culpa a la rgida organi-
zacin del da laboral por los problemas de
descanso del hombre promedio. Y estudia
por Nicols Artusi* el cronotipo de cada persona, el reloj in-
terno que regula el ritmo circadiano y que
nos define como alondras o bhos se-
gn estemos ms lcidos y activos por la
maana o por la noche. Durante la sema-
na, se espera que cumplamos con un ho-
rario fijo de oficina que empieza, por lo ge-
neral, a las 9 AM y se extiende hasta las 18.
El bho arquetpico se acuesta tempra-
no para calcular ocho horas de sueo, pero
no puede dormirse: claro, es bho. Enton-
ces pasa una, dos o tres horas en la cama
hasta que su reloj interno le indica que ya
es tiempo de dormir. Pero en cinco horas
ya tiene que despertarse y, as, va acumu-
lando cansancio. Esto es lo que Roenne-
berg define como jet lag social: el bho, y
tambin la alondra, viven en otro huso ho-
rario, condenados a vagar como zombies
segn tengan que levantarse muy tempra-
no o acostarse muy tarde.
Por lo general, no son los sucesos graves, En la Biblia, muerte y sueo son gira sobre s mismo en la cama, frenti- Mental Disorders, Arlington, 2013.
las tragedias naturales o los atentados te- palabras intercambiables y siempre se co en su intil bsqueda del sosiego. Por 3. Matthew J. Wolf-Meyer, The Slumbering
rroristas que muestra el noticiero lo que le refiere a ellas como instancias divinas. acumulacin, afecta a todo el ser. Y si la Masses, A Quadrant Book, Nueva York, 2012.
impide dormir al hombre comn. Es una El ltimo suspiro nos sumergir en el prohibicin de dormir podr ser la ms 4. Till Roenneberg, Internal Time, Harvard
University Press, Boston, 2012.
suerte de alarma interna que se encien- sueo eterno (todos subterfugios para cruel forma de tortura para el verdugo
5. Enciclopedia Britnica, primera
de justo cuando debera desactivarse, un no mencionarla a Ella, la muerte). Du- impiadoso, en los terrores nocturnos o
edicin, Londres, 1771.
autoboicot que no cede en su empeo por rante aos, la ciencia sostuvo que la apa- en la fbica vigilia, segn Butler, el in- 6. Sigmund Freud, La interpretacin de los sueos,
destruirnos. El insomnio niega al cuerpo ricin de trastornos del sueo en el or- somnio, ms que miedo a la muerte, pa- Amorrortu Editores, Buenos Aires/Madrid, 2012.
su descanso, provoca que enferme la car- ganismo se deba a un problema emocio- rece ser una hipersensibilidad de la par- 7. Nathaniel Kleitman, Sleep and Wakefulness,
ne, cortocircuita el cerebro para llevar al nal y mental, una barrera autoimpuesta ticular circunstancia de estar vivo. g University of Chicago, Chicago, 1987.
organismo en vigilia a la desintegracin, en las horas nocturnas, resume Butler 8. Elizabeth Kolbert, Up All Night, The
concitando un estado de duermevela invo- en el libro Nada... Pero recin despus 1. Blake Butler, Nada, retrato de un insomne,
New Yorker, Nueva York, 11-3-13.
luntario mientras uno sigue consciente, de un siglo de investigaciones se defini Editorial Alpha Decay, Barcelona, 2012.
define Butler: Al no encontrar descanso el insomnio como un deterioro que no 2. American Psychiatric Association, *Periodista.
donde lo desearamos, terminamos persi- se limita a las noches en que el cuerpo Diagnostic and Statistical Manual of Le Monde diplomatique, edicin Cono Sur
guindolo incluso con ms obstinacin all
donde haya mayores cantidades de nada;
nuestra ambicin va en aumento y al obte-
ner algo que no es exactamente sueo, ja-
ms quedamos satisfechos.
El insomnio puede ser una de las peores
formas de tortura. Los prfidos cerebros
militares no tardaron en descubrir que uno
de los ms crueles castigos para los pri-
sioneros era privarlos del sueo. Un mito
contemporneo repite que en la prisin de
Guantnamo suenan a todo volumen, todo
el da y toda la noche, canciones de Britney
Spears y de Metallica, eficaces en el obje-
tivo de enloquecer a los prisioneros con la
repeticin de un estribillo pegadizo o de un
riff de guitarra, impidindoles dormir o, di-
rectamente, pensar. El horror, el horror.
La tortura blanca
A principios del siglo XX, el buen doc-
tor Nathaniel Kleitman mantuvo a seis
hombres jvenes despiertos durante va-
rios das, con la misin de realizarles una
batera de anlisis fsicos y psicolgicos.
Obsesionado con la ciencia del dormir, l
mismo se ofreca como cobayo para sus
experimentos: lleg a pasar 115 horas des-
pierto, ms que ningn otro. Segn repor-
t la periodista Elizabeth Kolbert en la re-
vista The New Yorker, al final de la prueba,
ya exhausto y con alucinaciones, slo po-
da repetir frases incomprensibles (8). En
la dcada de 1950, Kleitman fue contra-
tado por el frigorfico Swift para desarro-
llar una investigacin que pretenda des-
cubrir si los bebs podran dormir ms
profundamente al ser alimentados con
una dieta altsima en protenas. Fue uno
de los primeros experimentos organiza-
dos de manipulacin del sueo.
Unos aos ms tarde, la privacin del
sueo fue conocida como la tortura blan-
ca, con vctimas y victimarios reparti-
dos por varios de los conflictos del plane-
ta. Fue tan popular que la Convencin de
Ginebra no tard en incluirla dentro de la
lista de las prcticas inhumanas. En la ca-
beza del prisionero se empieza a crear una
niebla. Su espritu est cansado hasta la
muerte, sus piernas inestables, y tiene un
nico deseo: dormir, describi el ex pri-
mer ministro israel Menahem Begin sus
propias experiencias con la privacin del
descanso: Cualquiera que haya experi-
mentado este deseo sabe que ni siquiera el
hambre y la sed son comparables con ella.
Ya en la dcada de 1980, los cientficos
estadounidenses Allan Rechschaffen y
Bernard Bergmann, de la Universidad de
Chicago, se propusieron responder por
fin la pregunta clave: Es imprescindi-
ble el sueo?. En un examen clsico en-
tre las pruebas empricas, mantuvieron a
una legin de ratas, privadas totalmente
del reposo. Al cabo de dos o tres semanas,
todas cayeron muertas. Pero nunca pu-
dieron precisar la causa exacta del dece-
so hasta que en un paper publicado en el
ao 2002 finalmente concluyeron: Este
sntoma dramtico no confirma que el
sueo sea necesario. Y si el sueo no pro-
vee ninguna funcin vital, sera el mayor
error que cometi la evolucin.
38 | Edicin 170 | agosto 2013
Libros
del mes
Internacional Investigacin
Una crisis puede ser entendida de dos Factores locales y externos hicieron de
maneras. La primera indica que, a partir Argentina un destino elegido por crimina-
de una serie de avatares completamente les nazis y de regmenes afines. Cualquiera
ajenos a la voluntad de los afectados, un haya sido su nmero no fueron 60.000,
sistema o un gobierno entran en una crisis como con poco apego a los hechos alguna
entendida como un fenmeno temporal. La vez sostuvo uno de sus cazadores, stos
segunda es un poco ms tajante: algo entra fueron muchos. Entre ellos estuvieron los
en crisis debido a que, desde su misma pares bielorruso, croata y eslovaco de
La trampa
constitucin, hay cosas que no cierran. Adolf Hitler, poco notados por su rpido
Para el historiador cultural estadounidense ingreso a la lucha anticomunista. Cierta
Morris Berman (1944), la actual crisis que literatura aun incluye al ex Fhrer como
est atravesando su pas natal se acomoda residente aqu, si bien la mejor historio-
Sumario
Staff 3
El ejrcito,
Dossier
Poder, corrupcin
y campaa
L
El virus de la inmoralidad 7
por Dan Ariely
os Hermanos Musulmanes haban Los pases occidentales no usan este trmino. El origen del problema 8
jurado que no iban a pelear por la Maestros de las sutilezas diplomticas, parecen por Natalia Zuazo
presidencia egipcia. Una vez rota estimar que ciertos pronunciamientos militares
esta promesa, lo que deban aportar en Mal, en Honduras, en Egipto son menos Transparencia e impuestos 10
era pan, libertad, justicia social. inadmisibles que otros. En un principio, Estados por Alexandre Roig
Bajo su dominio, la inseguridad cre- Unidos apoy a los Hermanos Musulmanes, lue-
ci, la miseria tambin. Las multitudes entonces go mantuvo su ayuda militar en El Cairo cuando el
volvieron a tomar las calles para exigir la salida del presidente Morsi fue destituido por el ejrcito.
Recursos naturales,
presidente Mohammed Morsi (vase Alain Gresh, Una alianza conservadora entre este ltimo y los
redistribucin y poltica 12
pg. 22). Algunas revoluciones empiezan as. Cuan- Hermanos Musulmanes hubiese sido el escenario
por Gustavo Grobocopatel y Nicols Tereschuk
do triunfan, se las celebra durante siglos sin preocu- soado de Washington. Ya no es posible. Los nos-
parse demasiado por su espontaneidad relativa o tlgicos del antiguo rgimen se regocijan al mismo
por los fundamentos jurdicos que las desencade- tiempo que los nacionalistas nasseristas, los neo- Clarn: anatoma de un socio del poder 14
naron. La historia no es un seminario de Derecho. liberales egipcios, los salafistas, la izquierda laica, por Martn Becerra
En los das que siguieron a la dictadura de Hosni los monarcas saudes. Necesariamente, algunos de
Mubarak, era ilusorio imaginar que el ahogo pro- ellos van a quedar decepcionados El PT en la encrucijada 16
longado de la vida poltica, del debate contradicto- Aunque Egipto est en bancarrota, el enfrenta- por Daro Pignotti
rio, no pesara en los primeros escrutinios. Con fre- miento entre los militares y los islamistas no con-
cuencia, el electorado suele confirmar la influencia cierne en lo ms mnimo a las elecciones econmi- Lima, una ciudad para todos? 18
de las fuerzas sociales o institucionales mejor es- cas y sociales, ampliamente intactas desde la cada por Elizabeth Rush
tructuradas (las grandes familias, el ejrcito, el vie- de Mubarak. Desemboque en elecciones o recurra a
jo partido nico) o la de los grupos organizados que un golpe de Estado, de qu vale una revolucin que
tejen redes clandestinas para escapar a la represin no cambie nada en esos aspectos? Los nuevos diri- Dossier
(los Hermanos Musulmanes). El aprendizaje de- gentes subordinan la salvacin de su pas a las ayu-
mocrtico desborda los tiempos de una eleccin (1). das financieras (12.000 millones de dlares) de los El oscuro turbin egipcio
Estados del Golfo en particular, de la muy reaccio-
Elecciones o golpe de Estado? naria Arabia Saudita (2). Si esta opinin se confir- A la sombra de los militares 22
Promesas no cumplidas, dirigentes elegidos con ma, digan lo que digan los juristas, el pueblo egipcio por Alain Gresh
lo justo (2) y que enseguida enfrentan el desafec- va a volver a tomar el camino de la calle. g
to o la ira de la opinin pblica, manifestaciones Los cisnes del Presidente 24
gigantescas organizadas por una coalicin hete- 1. Vase Alexis de Tocqueville, Chacun son rang, por Mona Abouissa
Le Monde diplomatique, Pars, abril de 1998.
rclita: estos ltimos aos, otros pases adems de
2. Vase Serge Halimi, Impunidad saud, Le Monde diplomatique,
Egipto conocieron situaciones de este tipo sin que edicin Cono Sur, Buenos Aires, marzo de 2012.
el ejrcito haya tomado el poder, encarcelado sin Historia de las escuchas de EE.UU. 26
juicio al jefe de Estado, asesinado a militantes. A *Director de Le Monde diplomatique. por David Price
eso se lo llama golpe de Estado. Traduccin: Aldo Giacometti
Retrato de un insomne 36
por Nicols Artusi
Suplemento # 16:
La educacin en debate
Universidad Pedaggica Buenos Aires
La educacin #16 Suplemento
en debate
El docente, empleado
que fijan la direccionalidad y el sentido
de la educacin. Pero la legitimidad de-
mocrtica de tales competencias guber-
namentales no supone concebir la tarea
o funcionario?
docente como una mera ejecucin de las
polticas. Una concepcin relacional del
trabajo educativo implica abandonar la
distincin lineal entre diseo y aplica-
cin, por cuanto la efectividad de una
poltica educativa descansa en la apro-
piacin que realicen de ella los docen-
por Vilma Pantolini* y Ana Vitar** tes. Este proceso, lejos de constituir una
recepcin pasiva, alude a su accionar
en la construccin social del sentido y
E
del derecho a la educacin, as como a
n un escenario de resignifica- sarrolla en su proceso de trabajo. Elabo- en forma individual situaciones proble- la influencia de los escenarios espacio-
cin de lo estatal, lo pblico racin de proyectos escolares, evalua- mticas, originadas muchas veces en la temporales y de las estructuras que his-
y lo colectivo en Argentina y cin de alumnos y de su propia actua- escasa coherencia de los dispositivos tricamente conformaron el patrn de
Amrica del Sur, la reflexin cin, relaciones con familias, organiza- mencionados. Son frecuentes, incluso, formulacin y ejecucin de las polticas.
sobre el trabajo docente es ciones sociales y otras reas del sistema las preocupaciones en torno del trabajo Frente a esto, la relevancia de las pol-
un asunto principal en la construccin educativo, actividades de formacin o docente que acentan la importancia de ticas de educacin universales radica,
de una estatalidad y una escuela cada intercambio con colegas ponen en evi- la formacin, en desmedro del anlisis justamente, en la dimensin poltica
vez ms igualitarias y de calidad. En este dencia que su tarea trasciende el tiempo de las regulaciones laborales. de una universalidad que significa lo
marco, el Sindicato Unificado de Traba- que es igual y comn a todos. Es opor-
jadores de la Educacin de Buenos Aires Resignificar la tarea tuno recuperar por ello una nocin de la
(SUTEBA) y la Universidad Pedaggica Las mltiples relaciones y mediaciones profesionalidad docente vinculada con
(UNIPE) organizaron un seminario pa- Es oportuno que estructuran el trabajo docente in- una toma de la palabra para ocupar-
ra abordar crticamente aspectos e inte- ciden en las controversias que pueden se e intervenir en los asuntos comunes,
rrogantes atinentes al proceso de trabajo recuperar una originarse al definir cul es su sentido. que cuenta con mbitos que posibilitan
docente y sus condiciones de realizacin
en el sistema educativo.
nocin de la Un aspecto de estas vinculaciones alude
a los inevitables debates y polmicas en-
la integralidad de los procesos de traba-
jo y la articulacin de saberes, textos,
Labor colectiva
profesionalidad tre gobierno y sindicatos a la hora de es-
tablecer regulaciones atinentes a debe-
prcticas, interpretaciones para definir
polticas de construccin del mundo co-
En su acepcin ms general, el trabajo vinculada con la res y derechos laborales. Sin embargo, mn de la educacin. g
docente forma parte de las acciones de que la docencia se realice en un marco
conservacin y construccin del mun- toma de la palabra. institucional y jurdico que regula a los *Coordinadora del Seminario Trabajo Docente (SUTEBA).
do comn, un cometido de los sistemas asalariados, no reduce la labor docente a **Coordinadora del Seminario Trabajo Docente (UNIPE).
El perfil
desolacin (para quienes estn adentro).
Asimismo, el perodo democrtico consi-
gue entrever con sus marchas y contra-
marchas hasta qu punto el Estado es una
instancia estratgica y, en este sentido, de
altsimo pensamiento poltico (que no es
lo mismo que poder, despliegues simbli-
del
maestro
cos o ampliacin de derechos, todos ellos
tambin necesarios). Hasta tal punto esto
es as que hoy en da est instalada la quere-
lla sobre la recuperacin del Estado, con
lo cual el nfasis se ha trasladado a la dis- por Diego Rosemberg*
cusin sobre las formas legtimas de cons-
A
truccin poltico-institucional. rgentina cuenta con casi
Exploremos la hiptesis instalada en 1.200.000 docentes (inclui-
el debate poltico actual: el Estado es una dos los profesores universi-
instancia crucial para la reproduccin de tarios), que representan casi
nuestra forma de gobierno (repblica) y un 8% del total de ocupados en el pas.
nuestra cultura poltica (democracia). De Mientras que tres de cada diez emplea-
esta hiptesis, con todo lo cuestionable dos en el sector pblico trabajan en el
que pueda ser, se siguen diversas pregun- sistema educativo, en el mbito priva-
tas. Nos interesa en particular retomar lo do la relacin es apenas del 3,5%.
que sealamos al principio: podemos se- Una de las caractersticas distinti-
guir sosteniendo la identidad entre Estado vas de los trabajadores de la ensean-
y asesinato? Si lo hiciramos, sera muy di- za, a la inversa de otras ocupaciones,
fcil ahondar en la recuperacin del Es- es que cerca de tres cuartas partes de
tado, pues nadie quiere recuperar lo que los empleados son mujeres. La mayor
le hace profundo dao. Entonces: si el Es- proporcin de trabajadoras se acen-
tado ha sido recuperado, qu es lo que ta en los niveles inicial y primario y
impide al agente estatal pensarse como tal decrece en el secundario, terciario y
y lo fuerza a recurrir a representaciones universitario.
ajenas al mbito donde desarrolla su ta- Otra de las peculiaridades de los
rea? Por qu persiste el dficit de autono- docentes consiste en que ms del 80%
minacin en la burocracia estatal? Si cabe tiene ms de 30 aos, un porcentaje
hablar en este caso de una dislocacin en- mucho ms elevado que el resto de las
tre la pertenencia administrativa a un es- ramas ocupacionales. Un estudio rea-
Pedro Coronel, Femmes Papillons, 1967 (fragmento, gentileza Christies) pacio institucional y la posibilidad de ha- lizado en 2010 por el investigador de la
bitarlo, es decir, de asumirlo como espacio UNIPE, Leandro Bottinelli y su colega
Pensarse como
de un despliegue subjetivo significativo, de la Universidad de Lans, Cristina
hasta qu punto interfiere este fenmeno Diri, sealaba que el 64% tres veces
en la productividad especfica del Estado? ms que el promedio del total de las
Por ltimo, en el caso de que la interferen- ramas laborales cuenta con estudios
agente estatal
cia en cuestin sea un hecho y por ende un superiores, la mayora de ellos cursa-
obstculo para la construccin del lazo so- dos en un instituto de formacin do-
cial, cmo podra abordarse, morigerarse cente, establecimientos de nivel supe-
y, de ser posible, superarse la dislocacin o rior no universitario. A su vez, un 37%
escisin mencionada? de los docentes con educacin supe-
por Sebastin Abad* Estos interrogantes generales sobre el rior se titul en una universidad.
lugar del Estado y la subjetividad que po- El estudio de Bottinelli y Diri, ba-
E
dra habitarlo no son en nada ajenos al sado en la Encuesta Permanente de
n nuestro pas la identificacin a un fondo anti-estatal de la condicin ar- mundo educativo. Desde sus orgenes, los Hogares del tercer trimestre del ao,
con el Estado de parte de quie- gentina. Pero esta perspectiva demanda a sistemas educativos estatales han teni- indicaba que los docentes consulta-
nes son sus agentes y funcio- su vez una explicacin, o al menos suscita do como uno de sus objetivos centrales la dos que no haban trabajado en la se-
narios es polmica, fallida e in- la pregunta, que por obvia no deja de ser transformacin de la poblacin en ciuda- mana anterior a la toma de la mues-
quietante. La autonominacin necesaria: de dnde procede ese fondo dana. Adems de concebir su tarea en tr- tra llegaban a casi el 8%, un ndice su-
de los agentes estatales se vuelve por ello individualista? Si acotramos esa pregun- minos tradicionales (defensa, administra- perior al obtenido en el resto de las
dificultosa o, muchas veces, tiene lugar ta a nuestra historia reciente, podramos cin impositiva y, ms tardamente, salud ramas laborales. Los investigadores
nicamente cuando la inscripcin institu- referirla en trminos generales a un pro- pblica), el Estado moderno imagina di- aclaran que esto puede ocurrir de-
cional aparece justificada, suplementada ceso poltico-econmico de extrema ines- versos dispositivos de construccin per- bido al alto nmero de licencias por
o se lo acepte o no reforzada (es decir, tabilidad en las capacidades del Estado manente de la lealtad y la pertenencia po- maternidad existentes en el sistema
debilitada) por otra clase de representa- para no hablar de su financiamiento, lu- ltica, entre los cuales se destaca la escuela educativo. No obstante, advierten
ciones identitarias que no son especficas gar estratgico y prestigio con los corres- pblica. Esta lealtad y pertenencia, o sea, la que el valor tambin es ms alto que
del funcionariado. Estas representaciones pondientes efectos de desintegracin y Nacin, se construye eminentemente, aun- en el resto de los trabajadores cuan-
(militante, intelectual, etc.) no se ha- desafiliacin sociales. El momento subje- que no exclusivamente, a travs de las mar- do se toma a varones o a mujeres que
llan necesariamente en contradiccin con tivo de este proceso, el impacto en la socie- cas que produce la institucin educativa. no se encontraran en edad frtil. En
la burocracia o la lnea poltica del Estado, dad del accionar del Estado (pero tambin La legitimidad de la marcacin proviene de este caso, sostienen que la multiplici-
pero en modo alguno son idnticas a ella. las marcas que se inscribieron en los agen- la legitimidad misma del Estado y sus deci- dad de tareas y presiones a las que se
Funcionan ms bien, pues, como una suer- tes estatales mismos) constituye una clave siones vinculantes; la efectividad, en cam- ve sometido el docente puede ser una
te de imagen compensatoria o antdoto in- para abordar un nudo de la construccin bio, de la fortaleza institucional de la escue- de las causales de ausentismo. Botti-
dispensable para aceptar la condicin de poltico-institucional del ahora: por qu la y de la potencia del trabajo docente. Si es- nelli cita una encuesta realizada en
burcrata, agente o funcionario. razn buena parte de los funcionarios re- tamos de acuerdo en que el Estado es una 2010 en zonas urbanas de todo el pas
Estos tres trminos tienen para muchos hye su identificacin con la funcin p- instancia legtima y crucial en la construc- que indica que, en promedio, los do-
de los que trabajan en el Estado una con- blica o, en otros trminos, fuga de su perte- cin del lazo social, pero tambin en que centes trabajan doce horas semana-
notacin desagradable o un sentido peyo- nencia estatal con artimaas tales que, en la ciudadana y la pertenencia a la comu- les en tareas educativas correccin,
rativo. No se trata aqu de determinar si es ocasiones, producen ms sufrimiento que nidad poltica se juegan intensamente en planificacin fuera de la escuela. Si
correcto o est justificado. En principio, el encuadramiento mismo? la escuela, seguramente podremos imagi- se sumara ese tiempo al declarado en
el fenmeno es lo que es. Y no importa en La elaboracin de un trauma segu- nar hasta qu punto es importante que los la Encuesta Permanente de Hogares,
una primera instancia determinar si los ramente los hubo en la historia estatal re- docentes nos pensemos como agentes del se puede concluir que, en promedio,
sujetos tienen derecho a sentir lo que sien- ciente en nuestro pas genera discursos Estado. Este pensamiento no es una ideo- un docente trabaja 41 horas sema-
ten o pensar lo que piensan. El asunto ms por definicin posteriores y sujetos a des- loga, una utopa o un cdigo profesional, nales. Un dato ms: el 13% de los en-
interesante parece ser, al menos desde el actualizacin en virtud del devenir hist- sino en lo que a la escuela se refiere un cuestados declar haber querido tra-
punto de vista de un pensamiento estatal rico mismo. Si el momento traumtico por conjunto de despliegues terico-prcticos bajar ms horas en la semana del re-
para el Estado, por qu razn los trminos excelencia de la historia reciente ha sido el enmarcados en una institucin estatal es- levamiento, lo que podra indicar una
que designan la pertenencia institucional proceso poltico que se inicia en los aos 70 tructurada autoritariamente. La escuela necesidad de recibir mayores ingre-
a lo pblico tienen justamente ese sabor y conduce a muertes y desapariciones, el pblica produce efectos mltiples; sigue sos econmicos. g
(es decir, saber) incorporado. discurso que intenta asumir y elaborar tal siendo escuela si no produce ciudadana? g
El propio Borges, en su texto Nuestro sufrimiento hace del Estado una mquina *Periodista, editor de la revista Tema (uno) de la
pobre individualismo, haca referencia de muerte (para quienes estn afuera) y de *Centro de Pensamiento Contemporneo de la UNIPE. UNIPE, docente de la Universidad de Buenos Aires.
La educacin en debate | III
Sujeto poltico de
siada facilidad. El nivel con ms ausen-
transformacin social
sas: faltan porque pierden el tren, se van
M
ario Oporto conoce los dos Fomenta la concentracin horaria, pe- Debemos asumirnos como tra- lidad y la conciencia poltica del do-
lados del mostrador. Por un ro no es sencillo lograrla. Si tendemos a bajadores con conciencia de cla- cente. Haba algunos compaeros
lado fue docente de Histo- escuelas ms chicas, para que el docen- se, porque somos sujetos polti- resea Baradel que decan: Para
ria en el Comercial Carlos te conozca a sus alumnos, es ms dif- cos de transformacin social, qu incluir a chicos que no les inte-
Pellegrini y en el Profesorado Joaqun cil conseguirla: ya no hay 15 divisiones subraya Roberto Baradel, secretario resa estudiar. A fuerza de dar deba-
V. Gonzlez y, por el otro, asumi en dos por ao en una misma escuela. Tambin general del Sindicato Unificado de te y acciones colectivas se transfor-
oportunidades como Director General es ms fcil concentrar horas de Ma- Trabajadores de la Educacin de Bue- man las conciencias. Un ejemplo son
de Cultura y Educacin en la Provincia temtica y Lengua que de Filosofa o nos Aires (SUTEBA). las paritarias; algunos no las queran
de Buenos Aires. Con esa experiencia Qumica, que por ah se cursan slo en Baradel recuerda que aquella iden- porque se referenciaban en el estatu-
acumulada, el actual diputado ofrece su cuarto ao. Hoy pensamos que un car- tidad naci de un debate abierto en to, una ley que modifica slo el Poder
mirada sobre el trabajo en las aulas. go es igual a horas de clase. Si, en cam- 1973. Hasta entonces, seala, la do- Legislativo. Mientras que la paritaria
bio, abarcara adems otras actividades cencia era vista como una vocacin es una negociacin en condicin de
Los docentes son trabajadores, profe- crear material didctico, preparar cla- semejante a las profesiones liberales. iguales de trabajadores y patrones.
sionales o funcionarios pblicos? ses, atender alumnos sera ms fcil Definirnos como trabajadores no va Para disminuir el ausentismo, Bara-
Todo eso. Son trabajadores especializa- la concentracin horaria. Vamos hacia en detrimento de la profesionaliza- del sostiene que el Estado debe elabo-
dos, formados profesionalmente. En pa- eso. Por supuesto que tambin existen cin, la formacin y actualizacin de rar programas de prevencin de la sa-
ritarias defienden derechos y condicio- abusos personales, pero la mayora da nuestro trabajo advierte. Pero per- lud por ejemplo talleres de uso ade-
nes laborales y, por otro lado, defienden clase y dedica ms tiempo del que cobra. tenecemos a una clase que puja por la cuado de la voz para evitar disfonas,
como un colegio profesional la validez distribucin de la riqueza; no acorda- una de las mayores causales de licen-
de sus ttulos, los modos de acceder a los Cmo se evitan los abusos? mos con la concepcin del docente co- cia y un mejor control, con envos de
puestos, los concursos, el co-gobierno. Como funcionario, nombr directivos mo transmisor pasivo de la hegemona mdicos a domicilio. Las provincias
Sin duda, con la masividad ya no es aque- de dedicacin exclusiva en las nuevas cultural imperante. La escuela debe privilegian un sistema de prestatarias
lla elite que se basaba en la vocacin; hoy secundarias. Un director de 4 horas formar ciudadanos crticos, sujetos de privadas que no atienden a los docen-
es un trabajador de la educacin. en escuelas con 3 turnos no sirve; debe derecho. Por eso no pueden ser con- tes como deben y no controlan el au-
identificarse con la institucin. Y hay tradictorios el derecho de los trabaja-
Se habla de la proletarizacin del do- que ser cuidadoso en los diagnsticos. dores con el derecho de aprender de
cente. En mi provincia se dijo que por cada do- los chicos.
Lo veo ms semejante al empleado p- cente que da clase cobran 4. No es ver- En ese sentido, el gremialista aclara No pueden ser
blico que a la clase obrera. El docente es
un profesional con responsabilidad de
dad. Existen 320.000 docentes; se ten-
dran que emitir ms de 1.200.000 che-
que no hay colisin de derechos cuan-
do los maestros adhieren a una huel-
contradictorios
funcionario estatal; la sociedad le dele- ques. Y se emiten 400.000. El que hizo ga. Para que se respete el derecho a la el derecho de los
ga el monopolio de la evaluacin y acre- una suplencia de 3 das recibi un che- educacin se tienen que respetar las
ditacin de saberes de los alumnos. que y hay cargos que no estn en el aula: conquistas docentes, es inherente uno trabajadores con
bibliotecarios, asistentes de laboratorio, del otro. Y tambin es parte de la for-
Cree que el estatuto docente debe psicopedagogos. Los ajustadores pien- macin de los alumnos dar el ejemplo el de aprender de
modificarse? san que la escuela se limita al aula. Con en la defensa de los derechos.
Muchos polticos dicen que hay que un equipo que acompaa al docente hay El dirigente seala que cuando las los chicos.
hacerlo para restringir derechos labo- una mejor escuela. familias argumentan que eligen es-
rales porque hay abusos de licencias. cuelas privadas para evitar las huel-
Yo lo adaptara a los cambios educa- Por qu cuesta bajar la conflictividad gas docentes es porque miran las sentismo. Nosotros propusimos un
tivos; hubo dos reformas grandes: la docente? consecuencias pero no las causas de sistema de reconocimiento mdico
Ley Nacional y la Ley Federal. Pero El conflicto existir siempre, porque los problemas: las decisiones polti- estatal. No convalidamos truchadas ni
pondra un paraguas en los derechos cuando se solucionan problemas es- cas que no priorizan la educacin. incompatibilidades, pero tambin exi-
laborales; no se debe retroceder en las tructurales se pasa a una segunda gene- Baradel propone comparar las es- gimos mejoras en la situacin laboral.
conquistas de los trabajadores. Hay racin de conquistas. Pero en un espa- cuelas a las que migraron aquellos En condiciones de trabajo ideales,
que mirar el acceso a cargos, concur- cio de dilogo se puede avanzar. El paro que antes iban a las pblicas: Tienen segn Baradel, los docentes trabaja-
sos, la concepcin de escuela... muchas veces dej de ser la ltima ins- jornadas completas, talleres extracu- ran en un solo cargo de dedicacin
tancia de un conflicto para transformar- rriculares y no se suspenden las cla- exclusiva que incluira horas de clase
Pero el gran cuestionamiento a los do- se en la primera. Eso desgasta. Por otro ses por cortes de agua o de luz. Las en aulas con menos de 25 estudian-
centes es su ausentismo. lado, hay estados que mientras haya cla- huelgas no son el problema: el 60% tes y horas institucionales. Adems,
La profesin docente es feminizada y en se no les importa nada. de los docentes privados adhiri a los recibiran formacin en servicio y co-
edad frtil; mucha licencia es por ma- ltimos paros, a pesar de las prcti- braran un salario que les permitira
ternidad. Hay que ver tambin el nivel En paritarias slo se discute salario o cas antisindicales de muchas empre- vivir dignamente.
de ausentismo en todo el empleo pbli- tambin calidad educativa? sas. Buscamos un mejor salario, pero Las licencias ms recurrentes que
co; la diferencia es que el docente nece- El salario es algo urgente y coyuntural, tambin protestamos por los cortes toman los docentes, explica el gremia-
sita un suplente. Adems, sufre un gran lo otro es lento y estructural. A la pren- del transporte escolar, por la falta de lista, corresponden a enfermedades
desgaste de salud y hay un estado dbil sa le interesa ms la amenaza de paro infraestructura, por los comedores psicolgicas y psiquitricas, proble-
que la discusin por la calidad, pero se escolares. Por qu los funcionarios mas pulmonares, vrices y lumbalgias.
discute. Y ms que el salario interesa la envan a sus hijos a escuelas priva- Adems, aclara, el 70% de los traba-
masa salarial: si se quieren menos chi- das? No se tomarn en serio la trans- jadores de la educacin son mujeres,
cos por curso, directivos con dedicacin formacin en la educacin pblica?. muchas de ellas en edad frtil.
Vigilancia exclusiva, jornadas extendidas, eso im- Otro cuestionamiento que se les ha- Una de las propuestas que funcio-
plica crear ms cargos. ce a los docentes es el alto ausentismo, narios y legisladores de distintos par-
En mi escuela trabajamos muy c- sobre todo en el nivel medio. Tres fac- tidos aportan para bajar el ausentismo
modas: como es privada tenemos Y cmo se financian? Puede aspirarse tores, enumera el dirigente de SUTE- es la reforma del estatuto docente. Ba-
los materiales que queremos. No es a ms del 6% del PBI? BA, lo explican: las malas condiciones radel dice que no hay que avanzar so-
como en otras escuelas de la Provin- Si queremos ms chicos en el aula, que laborales exceso de alumnos, ml- bre los derechos laborales, pero admi-
cia que tens que comprarte hasta entren a los 3 aos y salgan a los 18, con tiples cargos en distintas escuelas, te que existen cuestiones a modificar:
las tmperas. Si se nos ocurre reali- ms horas de clase, se necesita mayor ausencia de conduccin institucional Por ejemplo los concursos de ascen-
zar un proyecto con algn instrumen- presupuesto. Con recortar los abusos adecuada y falta de compromiso de al- so, hay que poner el acento en la expe-
to, la escuela lo provee. Pero despus que es necesario hacerlo, no alcan- gunos colegas. riencia para asumir la conduccin de
hay que llevarlo adelante, porque las za; servir para el 10% del faltante. A la Para revertir esta situacin, SUTE- un establecimiento educativo. Puede
dueas o las psicopedagogas obser- discusin de cmo se financia, no hay BA organiz el ao pasado 25 jorna- haber un examen terico brillante, pe-
van la clase. Estn vigilando. (Ga- que temerle. g das de formacin poltico-pedaggi- ro en la prctica puede no haber ele-
briela Svori, docente de nivel ini- cas de tres das donde 20.000 maes- mentos para conducir. g
cial en la Escuela del Alba de Lincoln, tros y profesores debatieron sobre la
Provincia de Buenos Aires) D.R. inclusin escolar, la educacin de ca- D.R.
IV | La educacin en debate El docente, empleado o funcionario?
CARLOS RICO ALCZAR, DIRECTOR SOFA MARIBEL ACUA, eros lo hacen y no entiendo cmo los
ESTUDIANTE profesores se lo aguantan.
Pauperizacin Ms salarios,
Y qu opins de sus condiciones de
trabajo?
Para m no son buenas. Son las mismas
por Diego Herrera* Levantarse a la maana, ir al cole- otra tambin afecta a la manera en que
gio a ensear, salir corriendo para un docente da clases porque tiene que
C
arlos Rico Alczar, director de tuacin en el aula. Cuando las jornadas ir a otro colegio y a la noche corre- llegar tarde a una escuela o irse tem-
la Escuela de Enseanza Me- se extienden tanto es muy duro mante- gir, as imagina la rutina del do- prano de otra.
dia N 3 del Bajo Flores, sos- ner un vnculo tan exigente, que genera cente Sofa Maribel Acua, estudiante
tiene que la docencia como tantas fricciones, como es el de docen- de 6 ao de la Escuela Media N 11 de Cmo mejoraras esas condiciones?
profesin remite a una cuestin de ca- te-alumno, agrega. Adrogu, Provincia de Buenos Aires. En principio, deberan tener un aumen-
rcter histrico, vinculada con la voca- Rico Alczar define a la carrera to de salario para que no necesiten to-
cin, el sacerdocio y el renunciamien- docente: La posibilidad de pasar de Por qu cres que una persona elige ser mar tantos cargos, porque si no termi-
to a la asuncin del docente como un formas de trabajo bastante precarias docente? nan con la cabeza quemada por el des-
trabajador de la educacin. Tras ms como puede ser el rgimen de su- Porque les gusta explicar. Tengo algu- gaste y eso afecta la calidad de las clases.
de veinte aos de experiencia docente plencias y de interinatos a la titula- nas amigas que saben explicar, les gusta
en el nivel primario y otros tantos en el ridad, la acumulacin de horas y de hacerlo con sus compaeros y piensan Faltan mucho los docentes de tu es-
nivel medio, reivindica como un logro cargos y el ascenso, tal como lo es- que en un futuro van a poder realizar cuela?
ideolgico y cultural que desde 1973, tipula el rgimen de trabajo. Aunque lo mismo con sus alumnos. Pero qui- Algunos faltan muchsimo y, la verdad,
con la constitucin de la CTERA, nos no descarta la posibilidad de efectuar z otras personas lo eligieron porque preferira no tenerlos.
asumamos como trabajadores. Y aa- mejoras al estatuto docente, stas es la carrera a la que pudieron acceder
de: Es importante que el docente se deberan estar acompaadas de una por cuestiones econmicas. Tal vez otra Por qu faltan tanto?
agremie, luche por sus condiciones de participacin profunda de los edu- profesin les gustaba ms, pero como No me imagino por qu. Algunos tienen
empleo, por una mayor remuneracin cadores: A fines de 2011 se modifi- no podan costearla terminaron estu- problemas de salud que tienen que ver,
salarial y, al mismo tiempo, por la dis- c el rgimen de juntas de clasifica- diando eso. Algunos lo ven como una sa- sobre todo, con la voz. Son enfermeda-
minucin de las horas laborales. cin docente en la Ciudad Autnoma lida laboral ms fcil y ms rpida. des con las que conviven porque tienen
Sin embargo, Rico Alczar nota una de Buenos Aires pero lo que se busc que ver con su profesin.
pauperizacin de las condiciones de fue que el Ejecutivo de turno pudie- Qu hay de positivo y qu ves de nega-
trabajo: Histricamente, se trabajaba ra controlar la designacin de los ju- tivo en el trabajo del docente? Te gustara dedicarte a la docencia?
medio turno, de all la jornada simple rados y, por ende, los concursos. Eso Lo positivo es que a veces pods gene- No, porque veo a mis profesores, me
del maestro de escuela primaria. Hoy no contribuye a la democratizacin rar una buena relacin con tus alum- pongo en el lugar de ellos, y creo que no
son escasos los docentes que cubren del sistema educativo, subraya. Para nos y ese vnculo puede ser satisfac- podra. Me costara lidiar con alumnos
un solo turno y viven de su profesin. el director, la carrera docente tiene torio. Lo malo es que, en caso de tener que molestan e interrumpen las clases
Se trabajan dos y hasta tres turnos, lo que estar basada en la profesionaliza- alumnos descontrolados, puede pasar todo el tiempo. No podra tolerar eso. g
que provoca un deterioro en la cali- cin, en la capacitacin, en la forma- que le hagan la vida imposible al pro-
dad del sistema educativo. Al mismo cin, en el vnculo con los alumnos y fesor. Yo a veces veo que mis compa- D.H.
tiempo, los educadores tambin ha- en el vnculo con la comunidad.
bran perdido espacio de capacitacin La labor dentro de la escuela pbli-
y formacin: No es una tarea cual- ca, segn Rico Alczar, no puede estar
quiera. Hay una necesidad de actuali- desligada del sentido poltico de toda
zacin permanente que debera estar pedagoga: Los trabajadores de la edu- El deseo de superarse
incorporada dentro del rgimen labo- cacin siempre nos plantamos desde un
ral; si no queda al arbitrio de las posi- proyecto poltico y sera importante que Cuando empec en la docencia lo hice como una ayuda, un trabajo ms, y a medida que
bilidades individuales. supiramos formar en nuestros alumnos fui haciendo suplencias la tarea me fue atrapando. Empec a tomarlo como una profesin,
Este deterioro de las condiciones la idea de ciudadano consciente, crtico, porque la prctica te lleva a ver que los chicos responden a las cosas que uno presenta.
laborales tambin incidira en los al- participativo y hasta militante. El senti- Un trabajo es ir, dar clases y punto. En cambio, la profesin es querer superarse. Es com-
tos niveles de ausentismo. Adems de do de la labor docente en la actualidad plicado capacitarse de manera continua, por lo menos en Magdalena. No s cmo ser en
problemas de columna, de vrices y es que cada estudiante sea un individuo otros lugares, pero ac todos los cursos son pagos. Hay muy pocos gratuitos y se dictan en
de stress, habituales entre los docen- comprometido y crtico de la realidad en horario de trabajo. Y es muy poca la capacitacin que hay en servicio. En la docencia todo
tes, hay muchos pedidos de licencias que vive, que no sea conformista, que cri- es por puntaje, as que para sumar hay que comprar cursos. Algunos me parecieron un ne-
psiquitricas, sostiene el director. A tique, que participe, que reelabore. g gocio porque solo tens que pagar y te mandan el curso. Tendran que darse ms capaci-
veces esas licencias suelen ser el me- taciones gratuitas, en horarios y das accesibles para los docentes. (Mara de los ngeles
canismo para encontrar cierto respiro *Licenciado en Ciencias de la Comunicacin (UBA) y Bacigaluppe realiza suplencias en escuelas primarias de Magdalena y en educacin para
cuando es muy difcil sostener una si- docente; colabora con el equipo editorial de UNIPE. adultos en contexto de encierro desde hace ms de dos aos)
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