003 Aguilera

Trabajadores nativos y migrantes: mercado de trabajo en el
Alto Valle del Ro Negro - Argentina - 1995-2005

Convertibilidad, devaluacin y reconfiguracin productiva: impacto y resistencia social1y2
Mara Eugenia Aguilera3
1) El Alto Valle del Ro Negro: sitio de peras y manzanas

Configuracin de la produccin frutcola
El rea frutcola del valle del Ro Negro es una zona rida, en la que, hacia principios
del siglo XX, predominaban las grandes explotaciones ganaderas y las dedicadas al cultivo
extensivo de alfalfa. Esta regin conocida como la Patagonia Norte, fue hasta fines del
siglo XIX un rea de frontera interna, que se integr al territorio bajo soberana del Estado
Argentino, como consecuencia de la Conquista al desierto.
La fisonoma productiva fue transformada por un sistema de riego, cuyo primer canal
fue construido en 1884, y cobr impulso con la llegada del ferrocarril de la mano de la
empresa britnica Ferrocarril del Sud. Esta empresa result vital en la reestructuracin
productiva de la regin ya que a partir de 1911 construy la red de canales y desages que
completaron el sistema integral de riego, finalizado hacia fines de la dcada del 20 y
financi el 50% del costo de las obras del dique sobre el Ro Neuqun, lo que permiti
controlar las recurrentes inundaciones. (Banderi, S. y Blanco, G, 1997; Sacroisky, A, 2003)
El objetivo de la empresa era incrementar el trfico ferroviario, por lo que con un plan
a mediano y largo plazo, se convirti en promotora del desarrollo general de la regin. As
cmo se ocup de las obras de infraestructura necesarias para esta transformacin
productiva, puso en marcha otras acciones en el mismo sentido. Cre la Compaa de
Tierras del Sud en 1913, puso en funcionamiento la Estacin Agronmica de Cinco Saltos
en 1918 y organiz el sistema de comercializacin a travs de la Argentine Fruit
Distributors (AFD) en 1928.
1
Esta propuesta forma parte del proyecto de tesis en curso Se van para volver? Trabajadores migrantes y mercado de
trabajo en el Alto Valle del Ro Negro 1995-2005 - Argentina, Maestra en Demografa Social Universidad Nacional de
Lujn.
2
Presentado al V Congreso Latinoamericano de Sociologa del Trabajo Hacia una nueva civilizacin del trabajo, 18 al 20
de abril de 2007, Montevideo - Uruguay
3
Universidad Nacional de Lujn - Maestra en Demografa Social maguilera@mail.unlu.edu.ar o aguilerame@gmail.com
Direccin postal: Yatay 724 4 B Ciudad de Buenos Aires C.P: 1184 Argentina Telfono: 5411-4861-2170
2
El fraccionamiento de las chacras que inici la Compaa de Tierras del Sud, avanz en el
mismo sentido y al mismo ritmo que avanzaban las obras de riego. La fruticultura intensiva
basada en pequeas explotaciones familiares, se consolid como actividad preponderante
hacia los aos 30,
En 1948 los ferrocarriles y sus empresas subsidiarias fueron nacionalizados
apareciendo diversas empresas nacionales vinculadas a centros de distribucin mayorista
del pas como por ejemplo el mercado de Abasto de Buenos Aires. Los intereses del capital
britnico en la regin presentaban una visin estratgica que se propona el desarrollo del
Alto Valle para incrementar el uso del ferrocarril para el transporte de productos y
pasajeros. Es decir, dado que su visin era amplia, sus decisiones resultaban similares a las
que hubiera impulsado el Estado de existir como garante de la subsistencia del circuito 4, las
propias necesidades del capital britnico haban determinado su estrategia de acumulacin,
al tiempo que esta ltima garantizaba la subsistencia de los pequeos productores. En
cambio las nuevas empresas slo tenan inters en la actividad frutcola con una estrategia
distinta de acumulacin, estrategia que cambia el destino del pequeo productor.
(Sacroisky, A, 2003)
A partir de la segunda posguerra se produjeron cambios estructurales en las relaciones
de produccin vigentes, que afectaran en el largo plazo las posibilidades de obtencin del
excedente de los pequeos productores. Efectivamente al nacionalizarse las empresas
britnicas, se produjo la expansin de empresas de comercializacin de capital nacional
vinculadas a los grandes centros de distribucin, que iniciaron un importante proceso de
capitalizacin en los 60, incorporando a partir de crditos subsidiados por el estado,
importantes cambios tecnolgicos en el procesamiento de la fruta poscosecha (sistemas
complejos de embalaje, acondicionamiento y red de fro). (Banderi, S. y Blanco, G, 1997)
Adems, la aparicin de fuertes competidores en el Hemisferio Sur, como Sudfrica y
Chile, impuso exigencias respecto de la calidad de la fruta que no pudieron ser afrontadas
por gran parte de los pequeos productores, ya afectados por el incremento del costo de
produccin y la disminucin del precio internacional. Para lograr costos competitivos, las
empresas antes mencionadas, que inicialmente slo acopiaban, conservaban y
4
En otros complejos de produccin agroalimentaria en otras regiones del pas, como por ejemplo la produccin caera en la
provincia de Tucumn, regulaciones estatales ampararon su expansin desde principios del siglo XX. (Campi, D, 1991;
Aguilera, M.E, 1997) Durante dcadas las industrias de la alimentacin se desarrollaron en mercados protegidos y
subsidiados, consolidndose as mercados oligoplicos. (Gutman, G, y Lavarello, P, 2002)
3
comercializaban la produccin de los pequeos chacareros, incorporaron la produccin a

sus actividades completando la integracin vertical de la actividad, reduciendo los precios
pagados a los productores independientes, que fueron cediendo sus excedentes al capital
concentrado ya que dependan de medidas de poltica econmica dirigidas a su
sostenimiento.
2) 1995-2005, una dcada de grandes cambios
Los diez aos de vigencia de la ley de convertibilidad (1991-2001), -que a grandes

rasgos signific una sobrevaluacin del peso con respecto al dlar- por un lado, y la baja de
los precios internacionales de la fruta comercializada en fresco por el otro; redundan en
graves problemas de financiamiento de la actividad; especialmente en lo que se refiere a la
capacidad de reconversin productiva que se impone para poder dar respuestas a las
exigencias de los mercados compradores de fruta fresca de contraestacin.
Los productores independientes, en su mayora propietarios de pequeas explotaciones
que se mantenan en el mercado en base a trabajo familiar (a excepcin de la cosecha) y a la
entrega de su produccin a empresas dedicadas al acopio, el empaque y la venta,
comenzaron a sentir los rigores de: las exigencias de calidad y variedad, los muy bajos
precios de la fruta de descarte destinada a la industria, -que es la que no cumple con las
exigencias para ser comercializada en fresco-, las demoras en los pagos, los crditos
escasos y con altos costos financieros. (Bendini, M. Tsakoumagkos, P. 2001 a y b)
Es adems muy importante la estrategia que adoptaron desde mediados de los 80 y
durante la dcada del 90, las grandes empresas de capital internacional y nacional, ya que
en pasos sucesivos incorporaron la produccin primaria, expandieron el rea productiva a
travs de la incorporacin de tierras de los valles medios de los ros Negro y Neuqun, y
aumentaron la productividad por hectrea implantanda a partir de dos mecanismos
ntimamente relacionados: a) el aumento del tamao de las explotaciones comprando y
fusionando pequeas propiedades de productores independientes que no pudieron seguir
sostenindose en la actividad y b) la modernizacin tecnolgica. Estos dos mecanismos
favorecen la descapitalizacin del productor independiente y varios autores encuentran
evidencias para adjudicar esta sostenida descapitalizacin de los tradicionales productores
4
independientes, al modo de acumulacin adoptado por las firmas dominantes del circuito y
a la ausencia de cualquier poltica desde los estados nacional y provinciales, tendiente a
salvaguardar un desarrollo productivo con consecuencias sociales. (Banderi, S. Blanco, G.
1997; Bendini, M. Tsakoumagkos, P. 2001 a y b; Sacroisky, A, 2003; Landriscini, G,
2001)
3) Devaluacin y despus... quines ganan?
El sector agroindustrial en general y muy especialmente el que comercializaba su

produccin en el mercado externo, esperaba la salida del tipo de cambio fijo. Cuando esto
ocurri, a comienzos del ao 2002, en la regin productora de frutas de pepita del Alto
Valle del ro Negro, todos los agentes del circuito se encontraban en una situacin de alto
compromiso financiero. Obviamente, no eran los grandes exportadores ni las empresas
transnacionales quienes vean amenazada su continuidad y factibilidad productiva, sino los
agricultores independientes y los trabajadores asalariados.
Rpidamente, tanto los productores como los trabajadores frutcolas agremiados se
manifestaron a favor de ser tenidos en cuenta en el nuevo escenario. Las negociaciones
comenzaron de inmediato, sin embargo es preciso tener en cuenta por un lado, las
modificaciones diarias del valor del dlar y la incertidumbre asociada y por otro lado, en
febrero ya estaba avanzada la tarea de recoleccin de la fruta, los precios a pagar a los
productores por la fruta cosechada ya estaban pactados y la mayora de los costos de
produccin por labores culturales previas a la cosecha ya haban sido erogados. Dadas estas
condiciones, los acuerdos a los que se arriba son muy limitados, no fijan precios mnimos y
slo esbozan voluntad de retomar el tratamiento del tema una vez que quede ms claro el
futuro poltico y econmico. (Rofman, A, 2006)
Seran los exportadores, comenzando por las empresas de empaque integradas, los
principales beneficiados con la devaluacin de enero/febrero de 2002, ya que sumaron al
cambio de precios relativos, el aumento de los precios internacionales de fruta fresca de
contraestacin y el saneamiento de la situacin financiera debido a dos decisiones oficiales:
la pesificacin de los crditos en dlares y la posibilidad de cancelar sus deudas con bonos.
(Rofman, A, 2006)
5
4) El mercado de trabajo rural regional en fuentes econmicas e informes tcnicos
El Censo de Agricultura Bajo Riego del ao 2005, que realiz la Provincia de Ro

Negro a travs de su Secretara de Fruticultura, consigna el dato de cunto personal
permanente y transitorio contratan la explotaciones con produccin bsicamente de frutales
y entre los frutales mayoritariamente de frutales de pepita. El total de personal permanente
declarado por los productores es de 14076 personas, sin diferenciar entre familiares y no
familiares del productor.
Con respecto al personal transitorio, el CAR, incluye un cuadro en el que se consigna
cmo se distribuye el mismo a lo largo del ao, para tareas generales, poda, raleo y
cosecha. En este caso, tampoco se clasifica al personal contratado segn su relacin de
parentesco con el productor.
Grfico 1: Ro Negro, 2005. Distribucin mensual del

personal transitorio en cada tarea
16000
14000
12000
Cantidad de personal
10000
8000
6000
4000
2000
0
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
Mes del ao
Tareas generales Poda Raleo Cosecha
Fuente: Sefrn, CAR 2005

6
El total de personal transitorio contratado a lo largo del ao para las distintas tareas en
de casi 105000 personas. Como puede observarse en el grfico 1, a excepcin de las
tareas generales que mantienen una distribucin homognea a lo largo del ao, las otras
tres tareas se concentran en tres o cuatro meses. Cada tarea en una poca del ao bien
diferenciada y obviamente, acorde al ciclo biolgico de la fruta.
Con estos datos puede corroborarse que la tarea que mayores requerimientos de mano
de obra tiene, es la cosecha, que entre los meses de enero y abril contrata ms de 49000
asalariados transitorios, alrededor del 50% del total de trabajadores de esta condicin.
La poblacin asalariada rural en general, -y la del complejo frutcola norpatagnico no
escapa a las generales de la ley-, es tomada muchas veces como un componente ms de los
costos de produccin. Es el caso de algunos artculos ya mencionados, por ejemplo
Alejando Rofman en el ao 2006, cuando analiza en qu situacin quedan los distintos
actores sociales de la produccin del Alto Valle una vez superada la dcada signada por la
estrategia econmica del cambio fijo; analiza la variacin positiva de la tasa de ganancia
segn tamao de la explotacin sealando que dicho incremento se debe a la modificacin
(externa al complejo agroindustrial) de la tasa de cambio ya que otros costos registran un
moderado o nulo aumento, tal el caso de los salarios. (Rofman, A, 2006)
Otra mirada en el mismo sentido es la de Omar Miranda que en un artculo del ao
1997 seala que una fruticultura familiar exitosa, debe orientarse al ahorro de algunos de
los dos factores ms importantes y de oferta sumamente inelstica, como son la tierra y el
trabajo. ...En el Alto Valle la escasez relativa de superficie agrcola se solucion con
tecnologa biolgica ahorradora de tierra, mientras que la escasez relativa de trabajo fue
enfrentada con la adopcin de tecnologa mecnica en la dcada de 1960 y con la
proporcin con mano de obra familiar que utilizan las explotaciones.....Esta es una de las
razones por las que mantienen el componente trabajo familiar, como una forma de ahorrar
capital circulante en una trayectoria tecnolgica que actualmente no permite sustituir
trabajo por tecnologa mecnica en aquellas tareas que demandan mucha mano de obra.
(Miranda, O, 1997 pgs.121 y 122)
El autor construye una tipologa de productores combinando cantidad de hectreas en
produccin y tecnologa aplicada especialmente en infraestructura para la conduccin de
7
los rboles en espaldera, y concluye que el tipo de productor Pequeo-Moderno, que

posee una explotacin de entre 5 y 14, 9 hectreas y utiliza tecnologa de conduccin
mayoritariamente en espaldera, alcanza un nivel ptimo de productividad bsicamente por
la sustitucin de trabajo contratado por trabajo familiar. Lo llamativo de esta visin resulta
ser la consideracin del trabajo familiar como no trabajo en el sentido de que no es un
costo de produccin. ...Esto indica que existen explotaciones que acumulan capacidades
tecnolgicas va la innovacin biolgica y la utilizacin de trabajo familiar, por lo que su
reproduccin a mediano plazo va a depender, entre otras cosas de la evolucin del costo de
oportunidad del trabajo del productor y de los miembros de su familia. (Miranda, O, 1997
pg.131)
Por otro lado, desde el Grupo de Estudios Sociales Agrarios de la Facultad de Derecho
y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, se presentan muchos y muy
buenos trabajos que ponen al trabajador asalariado de la fruta en el complejo frutcola del
Alto Valle del Ro Negro como unidad de anlisis de varias de las investigaciones que
llevan adelante. Dichos trabajos se basan mayoritariamente, en entrevistas en profundidad a
trabajadores, especialmente cosecheros, contratistas, transportistas, representantes
sindicales, informantes de organizaciones no gubernamentales que funcionan de sostn de
estos trabajadores, especialmente de los migrantes que son quienes estn ms desprotegidos
legalmente; en datos econmicos y en registros sindicales y del Ministerio de trabajo.
(Pescio, C, y Bendini, M, 1996; Bendini, M, y Radonich, M, coord. 1999)
Otro trabajo presentado por investigadoras de la zona en septiembre de 2001, menciona
la aparicin de pseudocooperativas de trabajo (Bendini, M, y Gallegos, N. 2001) El tema ya
haba sido descripto en otras zonas del pas, especialmente en la regin productora de
ctricos en Tucumn (Aguilera, M.E, 1997), el trabajador rural no es un asalariado en
relacin de dependencia sino que es asociado a una cooperativa de trabajo que presta
servicios a terceros, se convierte as en un trabajador autnomo, responsable por s mismo
de sus aportes jubilatorios y de su seguridad social y laboral en general, es decir de su
propia proteccin y de la de su familia frente a posibles accidentes y enfermedades. Segn
las autoras que describen esta situacin en el Alto Valle, esta modalidad llega un poco ms
tarde a la cuenca del Ro Negro pero tiene un importante desarrollo a principio de los
noventa vinculada a nuevas reas productivas, en especial a la agroindustria de San Pedro
8
(Bs.As.), Tucumn y Mendoza. El INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y

Economa Social) intent regularlas sin suerte alguna, obligando a la cooperativa a realizar
los aportes a la seguridad social de sus asociados, la normativa resulta contradictoria y no
logra detener el fraude laboral.
El nmero de estas pseudocooperativas se increment considerablemente en la regin con
posterioridad al dictado de la norma antes mencionada, generalizando la absoluta
precarizacin del vnculo laboral, aunque en teora son trabajadores rurales independientes
con cobertura social.
5) La dinmica del mercado de trabajo rural y la movilidad de la mano de obra
En 1986, Simn Pachano en Se fue a volver... plantea la necesidad de comprender las

migraciones temporales como parte no slo del proceso de acumulacin o de produccin,
sino tambin como parte del proceso de reproduccin. Nadie migra porque quiere, es
decir la movilidad estacional aparece como una expresin de las estrategias para lograr
sobrevivencia familiar. Define la movilidad estacional como el desplazamiento espacial en
el cual los migrantes mantienen su lugar de residencia habitual, pero permanecen ausentes
del mismo durante un perodo variable de tiempo, principalmente por razones de trabajo.
Estos migrantes amplan su espacio de vida dentro del cual van delineando trayectorias
laborales. (Domenach, H. y Picouet, M. 1995)
Dentro de la lnea que intenta explicar estructuralmente la relacin entre el fenmeno
del empleo en el sector agropecuario y la movilidad espacial de los trabajadores, Emilio
Klein propone que la modernizacin agrcola en Amrica Latina ha tenido un impacto
heterogneo sobre el mercado de trabajo generando lo que ha denominado un dualismo
de dicho mercado dado por la convivencia, con escasa relacin, de un sector moderno con
asalariados permanentes y temporales y un sector tradicional minifundista.
La implementacin del modo de produccin capitalista en el agro latinoamericano fue
impulsada por una intervencin importante de los estados nacionales a travs de dos
procesos:
a) Promocin de cambios en la estructura de la propiedad de la tierra (tenencias
precarias o grupos de campesinos que endeudados a tasas altsimas terminan
9
vendiendo su tierra), facilitando la concentracin y el asentamiento de la

poblacin expulsada en zonas urbanas o peri-urbanas.
b) Medidas para inducir aumentos en la produccin como por ejemplo subsidios,
incentivos y reducciones impositivas para la compra de insumos y maquinarias.
Estos cambios en la estructura de la propiedad de la tierra y en la estructura productiva
generaron un mayor nmero de asalariados puros, sin tierra, que buscan empleo en forma
temporal durante todo el ao, que tienen residencia urbana o peri-urbana y que cumplen la
funcin de reserva que antes cumpla el pequeo productor. (Klein, E. 1985)
En el mismo marco, diversos autores sostienen que la descomposicin campesina
conduce a un proceso de asalarizacin y abandono de la tierra cuyo paso previo es el
trabajo estacional fuera del predio. (Lenin, V. 1957; Murmis, M. 1980; Rodriguez, D. y
Venegas, S. 1983 y 1987)
Desde el Grupo de Estudios Sociales Agrarios de la Universidad Nacional del
Comahue, Mnica Bendini, Martha Radonich y Norma Steimbreger (2001a), rescatan el
concepto de circulacin al referirse a movimientos asociados a actividades productivas
con una fuerte demanda de mano de obra en un perodo determinado. En este sentido
escriben ... los trabajadores migrantes suelen conformar variados circuitos laborales
temporales, articulando as espacios y actividades. Para ello, muchas veces el trabajador
debe recorrer largas distancias a lo largo del ao aumentando el perodo de ausencia del
hogar. (Bendini, M.; Radonich, M. y Steimbreger, N. 2001 pg.115)
Al referirse a los movimientos estacionales al Alto Valle, las autoras destacan: La
movilidad estacional de trabajadores a la regin est fuertemente asociada al ciclo
biolgico de la fruticultura y constituye un desplazamiento espacial debido a razones
laborales por un perodo de tiempo variable; no obstante, se mantiene el lugar de
residencia habitual ausencia temporal del lugar de origen-. La presencia de trabajadores
migrantes tanto para la recoleccin de fruta como para otras labores frutcolas en la
regin tiene una continuidad de ms de sesenta aos. (Bendini, M.; Radonich, M. y
Steimbreger, N. 2001 pg.111)
6) El mercado de trabajo urbano-rural regional, desde la Encuesta Permanente de

Hogares
10
Son objetivos de este trabajo, y de la tesis que lo contiene,

- Mostrar las caractersticas del mercado de trabajo en cuanto a composicin y
procedencia de los asalariados, nivel de formalizacin y de ocupacin, rama de
ocupacin agrupada en el ltimo quinquenio de los 90 (convertibilidad) y primero
de este siglo (devaluacin), detectando cambios.
- Relacionar esas caracterizaciones con medidas de poltica econmica local-regional
y nacional, as cmo con la dinmica de los mercados interno e internacional.
- Rescatar, si las hubiera, acciones de resistencia social de los trabajadores.
A estos efectos, se trabajarn datos secundarios provenientes de tres relevamientos

tomados en el mes de marzo (1 onda) de los aos 1995, 1999 y 2005, que son los que
coinciden con el momento de la cosecha de frutas de pepita y por consiguiente de alta
demanda de trabajadores temporarios para esa tarea; y dos relevamientos de septiembre (2
onda) de 1995 y 2004. Como puede observarse en el grfico 1, septiembre es uno de los
meses del ao con menor demanda de trabajadores transitorios en el complejo frutcola, no
hay cosecha, la poda est llegando a su punto mnimo y el raleo comienza a demandar
brazos a partir de octubre.
En este trabajo, se presentarn resultados que caractericen el mercado de trabajo
regional a partir de las variables creadas condicin migratoria que refiere al lugar de
nacimiento y tipo de migrante que refiere al lugar de residencia habitual declarado a la
encuesta. Debido a la importancia e influencia que histricamente ha tenido en la regin la
poblacin chilena y las evidencias de que en la ltima dcada disminuye su participacin,
se mantienen dos categoras de migrantes definitivos, internos y chilenos.
Si bien en cada cuadro, en cada resultado y en cada conclusin se especifica a qu
poblacin se refiere, no est dems aclarar que para este estudio se seleccion a la
Poblacin Econmicamente Activa, de 14 aos y ms, sin lmite superior de edad.
6.1) Actividad y desocupacin

11
Lo primero que se destaca al observar la distribucin de la PEA segn condicin

migratoria y tipo de migrante, es la inexistencia de migrantes transitorios en los dos
relevamientos de contracosecha. Tambin se confirma las disminucin progresiva, que
llega a casi 8 puntos de los migrantes definitivos chilenos en una dcada. Sin embargo, esta
menor proporcin de chilenos en el total de la PEA rural-urbana del aglomerado Alto Valle,
no es a favor de los migrantes definitivos internos, sino a favor de los nativos de la regin.
Cuadro 1: Distribucin de la Poblacin Econmicamente Activa segn condicin migratoria y

tipo de migrante para cada onda de la EPH
Condicin migratoria y
tipo de migrante 1 1995 2 1995 1 1999 2 2004 1 2005
Total 1 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

No migrantes 45,4 47,9 49,3 55,0 52,1
Definitivos internos 33,1 34,2 33,8 32,4 34,4
Definitivos chilenos 18,5 17,8 13,6 12,5 10,9
Transitorios 3,1 0,1 3,3 0,1 2,5
1
La PEA incluye a las personas "disponibles"
Fuente: INDEC, EPH rural-urbana Alto Valle del Ro Negro, varios aos
Una mirada a las tasas de actividad por sexo a lo largo de la dcada en estudio, de las
cuatro categoras de migrantes, da idea de algunas tendencias, continuidades y rupturas.
En principio y hasta 1999 las tasas de actividad masculina son un poquito ms altas en los
perodos de alta demanda de mano de obra en el sistema de produccin de frutas que en
septiembre de 1995. En septiembre de 2004, vuelve a bajar la actividad de los no migrantes
y de los migrantes definitivos (internos y chilenos) como es lo esperado, pero a marzo del
ao siguiente slo recuperan el nivel de actividad los no migrantes. Esta situacin podra
deberse al envejecimiento de la poblacin migrante y a la disminucin de los flujos
migratorios. Un anlisis por grupos de edad, podra mejorar la evaluacin.
12
Cuadro 2: Actividad y desocupacin segn condicin migratoria y tipo de migrante, por sexo, para cada onda de la EPH
1 1995 2 1995 1 1999 2 2004 1 2005

Indicador
V M V M V M V M V M
Tasa de actividad 1 (%)
No migrantes 76,3 46,7 73,7 44,4 77,0 47,5 71,2 37,1 75,2 38,7
Definitivos internos 76,6 47,1 74,2 48,8 79,5 45,6 76,5 38,8 71,9 39,6
Definitivos chilenos 80,0 47,1 76,2 42,4 76,7 41,2 70,0 33,5 65,8 31,9
Transitorios 100,0 67,8 100,0 - 100,0 60,3 100,0 - 100,0 58,8
Tasa de desocupacin 1 (%)

No migrantes 7,6 11,7 12,2 21,3 9,4 9,0 10,8 13,5 3,2 4,7
Transitorios 0,0 17,0 0,0 - 0,0 12,3 0,0 - 0,0 0,0
1
Los dos indicadores incluyen a las personas "disponibles"
Lgicamente la tasa de actividad de los migrantes transitorios varones es del 100% y de

las mujeres en la misma condicin es entre 15 y 20 puntos porcentuales superior que la de
sus congneres con residencia en el Alto Valle.
En cuanto a la desocupacin, tanto pre-devaluacin como post devaluacin la regin no
escapa a la realidad del total del pas, aunque vale la pena destacar que los niveles son
bastante ms bajos que en el resto de los aglomerados relevados por la encuesta. Para este
indicador tambin es importante la menor demanda de mano de obra de septiembre con
respecto a marzo. En marzo de 1999 la ocupacin, no se recupera -para ninguna categora
de varones ni de mujeres- a los niveles del mismo perodo de 1995. Esta situacin podra
vincularse a la realidad estructural y coyuntural del complejo frutcola dependiente del
mercado externo, que ya emite signos concretos de agotamiento del modelo econmico
basado en la sobrevaluacin del peso con respecto al dlar.
6.2) Asalariados por rama de actividad econmica
La Encuesta Permanente de Hogares rural-urbana del Alto Valle utiliza el cdigo de

rama de la CIUU tercera revisin a tres dgitos, mantiene todas las ramas, pero identifica
separndolas algunas ramas que se estima pueden tener un peso especfico propio dadas las
caractersticas productivas de la regin, entre ellas galpn de empaque. Para comenzar el
trabajo con los datos para la tesis de demografa en curso se agruparon las ramas originales
en 15. El tratamiento exhaustivo de la distribucin segn rama de actividad agrupada por
13
condicin de migracin y tipo de migrante, excede el propsito de este trabajo, aunque se

incluye la citada distribucin para cada onda de la EPH trabajada en el Anexo cuadro 1. Es
destacable que, para ambos sexos, la rama Administracin pblica concentra entre el 24 y
el 30% del total de asalariados en todas las ondas; entre el 23 y el 27% de los asalariados no
migrantes; entre el 35 y el 42% de los asalariados migrantes definitivos internos, cayendo
mucho para los migrantes definitivos chilenos hasta ser prcticamente inexistente entre
los migrantes transitorios.
La rama Cultivos es la segunda rama por cantidad de asalariados que absorbe en la
regin con la nica excepcin de septiembre de 2004 y entre los asalariados migrantes
definitivos chilenos y migrantes transitorios, es la rama con mayor presencia. La rama
Galpn de empaque es muy importante entre los asalariados migrantes definitivos
chilenos en las tres ondas que coinciden con la cosecha de frutas de pepita.
Observando la distribucin de asalariados segn rama de actividad por condicin y tipo
de migracin, para cada sexo, cultivos es la rama que ms asalariados absorbe entre los
varones de todas las categoras en todas las ondas de la EPH analizadas, a excepcin de los
asalariados migrantes definitivos internos. En el caso de las mujeres, la gran mayora se
encuentra empleada en la Administracin Pblica, a excepcin de las migrantes definitivas
chilenas que se concentran en el Servicio domstico. Entre las asalariadas migrantes
definitivas chilenas tiene mucha importancia en marzo de 1995 y 1999 la rama Galpn de
empaque (28 y 32% respectivamente), esto tambin es vlido para las asalariadas
migrantes transitorias que slo se registran en las ondas que coinciden con la cosecha.
Por razones de espacio y de objetivos de esta presentacin, a continuacin se trabajarn
indicadores referidos a los asalariados de la rama cultivos y al total de asalariados en
todas las ramas.
A partir del cuadro 3, en el que se presenta la distribucin de asalariados segn
condicin y tipo de migracin, se refuerza la afirmacin acerca de la prdida de
participacin de los migrantes definitivos chilenos entre los asalariados totales y entre los
asalariados de la rama cultivos, a favor de los asalariados nacidos en la regin.
14
Cuadro 3: Distribucin de los asalariados totales y en la rama de actividad econmica

"cultivos", segn condicin de migracin y tipo de migrante, en cada onda de la EPH
Onda y ao Permanentes
del
1
relevamiento Total No migrantes Internos Chilenos Transitorios
1 1995
Total 100,0 44,0 31,6 20,3 4,1
Cultivos 100,0 33,5 20,9 28,6 16,9
2 1995
Total 100,0 45,7 35,7 18,4 0,2
Cultivos 100,0 38,8 26,5 33,8 1,0
1 1999
Total 100,0 48,3 34,1 13,4 4,2
Cultivos 100,0 43,7 19,1 23,0 14,2
2 2004
Total 100,0 56,2 31,4 12,3 0,1
Cultivos 100,0 57,3 16,0 25,7 1,0
1 2005
Total 100,0 53,2 32,8 10,7 3,2
Cultivos 100,0 44,5 19,0 20,8 15,7
1
Los migrantes de otros pases y los ignorados fueron distribudos proporcionalmente.
Se destaca, adems la mnima presencia de los asalariados transitorios entre los

asalariados en las ondas de contracosecha y su crecimiento en las ondas de cosecha,
bsicamente en la rama cultivos.
El grupo de asalariados transitorios, abierto en chilenos e internos arroja resultados
a tomar con cuidado ya que puede haber problemas de muestra, pero que al mismo tiempo
van el mismo sentido de tendencias descriptas desde el inicio de los 90 por investigadores
de la regin, que sealaban la disminucin de los trabajadores chilenos entre los migrantes
transitorios. Estos trabajos antes mencionados, sealan algunas posibles causas de esta
disminucin: (Radonich, M. Steinbreger, N. Ozino Caligaris, M. 1999)
- El creciente dinamismo de sectores productivos de exportacin en Chile favoreci
la migracin estacional interna en el propio pas y demand trabajadores que antes
migraban al Alto Valle.
- Se incrementaron las restricciones implementadas por el estado argentino para la
incorporacin de trabajadores temporarios extranjeros, entre esta restricciones se
15
puede mencionar la obligatoriedad de contar con un contrato de trabajo para

ingresar al pas.
- Tambin se hace mencin a la disminucin del salario real en Argentina que hace
menos atractivo el desplazamiento,
Tomando slo las tres ondas que coinciden con la cosecha de peras y manzanas, los
asalarariados transitorios de origen chileno son en 1995 el 28% de los asalariados de esta
condicin, tanto en 1999 como en 2005 no tienen representacin alguna. Adems, el total
de asalariados transitorios de marzo de 1995 se ocupan en las ramas cultivos y galpn de
empaque, proporcin que baja a poco ms del 90% en los otros dos aos analizados.
Los asalariados temporarios son mucho ms importantes en la rama cultivos que en el
total de asalariados debido al tipo de producto con grandes picos estacionales de demanda
de mano de obra estacional no efectiva y esto se aprecia en la encuesta. Tambin se puede
observar en el cuadro 4 cmo disminuye el requerimiento de asalariados temporarios fuera
de la poca de cosecha. Esta disminucin es, lgicamente, muy importante en cultivos; pero
tambin es muy llamativa en el total de asalariados, desde ya que los asalariados en cultivos
estn incluidos en el total de asalariados y esto tiene que tener impacto en uno u otro
sentido en el total de asalariados, sin embargo esta situacin da una pauta de la dinmica
que le imprime a toda la economa regional la produccin de frutas de pepita.
Cuadro 4: Porcentaje de asalariados temporarios en el total de asalariados y en la rama "Cultivos"
Condicin migratoria y 1 1995 2 1995 1 1999 2 2004 1 2005

tipo de migrante Total Cultivos Total Cultivos Total Cultivos Total Cultivos Total Cultivos
Total 23,3 52,4 5,8 14,2 19,6 53,0 8,1 13,7 21,2 51,6
No migrantes 25,3 51,8 6,2 25,2 20,4 59,9 7,7 13,9 15,2 36,9
Transitorios 97,4 96,7 100,0 100,0 86,0 100,0 100,0 100,0 95,2 100,0
Uno de los indicadores que habitualmente se toma para lograr una dimensin de la
precariedad laboral existente entre algn grupo de trabajadores asalariados, es el descuento
de un porcentaje de su salario para su futuro retiro o jubilacin. Esa pregunta est
incluida en el cuestionario de la EPH rural-urbana del Alto Valle, los resultados relativos al
peso de los asalariados sin descuento jubilatorio en cada rama de actividad y para cada
16
subgrupo de migrantes en los 5 relevamientos trabajados se presentan en el Anexo cuadro

2. En este caso sucede algo parecido a lo ya mencionado para el caso de la desocupacin,
puede decirse que se observa una menor precariedad laboral que en el resto de los
aglomerados del pas.
En el caso de la rama cultivos, el incumplimiento del aporte a la seguridad social -que
implica, no slo el descuento en el salario del trabajador, sino tambin la declaracin por
parte del empleador de ese trabajador y un aporte del mismo que se suma a lo aportado por
el trabajador- si bien es alto, hay otras ramas en las que es ms grave y vara mucho segn
la condicin de migracin y el tipo de migrante. Aparece muy alto para los nativos y
transitorios en el primer momento estudiado y, llamativamente bajo para los transitorios en
marzo del ao 1999 y 2005.
Hay algunas explicaciones que se pueden pensar aunque no es un tema an muy claro.
Una de esas explicaciones tiene que ver con la aparicin de las pseudocooperativas de
trabajo ya mencionadas en el punto 4) de este trabajo; otra puede buscarse por el lado de las
exigencias de calidad y sanidad que el mercado externo impone a los exportadores, las que
de alguna manera podran estar resultando en un mayor blanqueo o registro de los
trabajadores. Una tercera explicacin podra estar asociada a una combinacin de las
exigencias del mercado externo con una medida de poltica econmica que se aplic en el
pas desde 1994, se trata de una rebaja en el componente patronal de aportes a la seguridad
social que se implement con el objetivo de abaratar el costo laboral e incentivar a la mayor
contratacin de trabajadores, en un momento en el que las tasas de desocupacin abierta
eran altsimas en todo el pas. (Rofman, R. 1999). Globalmente, los resultados no fueron los
buscados, pero habra que indagar un poco ms en la economa regional del Alto Valle.
6.3) Promedio de horas semanales trabajadas por los asalariados
En cuanto al promedio de horas semanales trabajadas parece ocurrir algo parecido a lo

mencionado con la contratacin de los asalariados temporales. Como puede observarse en
el cuadro 5, en la poca de la cosecha aumenta el promedio de horas semanales trabajadas
por los asalariados en cultivos, pero tambin hay un arrastre al promedio de horas
17
semanales trabajadas por el total de asalariados, bsicamente porque el total de asalariados

incluye a los empleados en la rama cultivos.
Las menores diferencias en el promedio de horas trabajadas en el total de ramas y en la
rama cultivos se observan entre los migrantes transitorios, pero prcticamente estamos
hablando de las mismas personas.
Cuadro 5: Promedio de horas totales semanales trabajadas por los asalariados totales
y en la rama de actividad econmica "cultivos", segn tipo de migrante, en cada onda de la EPH
Onda y ao Migrantes Migrantes

del Total No migrantes Permanentes Transitorios
1 1995
Total 44,3 43,6 44,6 48,2
Cultivos 48,2 47,9 48,3 48,4
2 1995
Total 38,1 38,7 37,6 49,0
Cultivos 41,0 40,4 41,4 -
1 1999
Total 43,9 43,0 44,2 49,6
Cultivos 46,3 46,4 45,7 47,7
2 2004
Total 41,7 42,2 41,1 -
Cultivos 47,1 45,0 50,7 40,6
1 2005
Total 44,1 45,1 42,9 44,4
Cultivos 47,9 48,7 48,2 44,4
6.4) Ingreso horario promedio de los asalariados de la rama cultivos
De manera muy exploratoria an y pensando bsicamente en detectar el impacto que ha

tenido en el bolsillo de los asalariados rurales el cambio de modelo econmico con la salida
de la convertibilidad, se calcul el ingreso horario promedio de estos trabajadores para
las tres ondas de cosecha sin distinguir por tipo de migrante.
Este cambio ocurri en enero del ao 2002 y luego de unos meses de gran turbulencia e
incertidumbre social, hace unos aos ya que el dlar con respecto al peso se estabiliz en
un valor de 3 pesos, triplicando el que mantuvo durante la dcada previa.
18
Como ya se mencion en el punto 3) de este artculo, en el complejo de produccin

frutcola los grandes ganadores fueron los grandes exportadores muchos de los cuales
fueron incorporando produccin primaria y son entonces grandes productores tambin, que
colocan su produccin de fruta fresca de contraestacin en dlares en el exterior y pagan
salarios y deudas tomadas en dlares en pesos.
Obviamente, todos los salarios se fueron recuperando un poco aunque ningn trabajador
argentino recuper el nivel de ingresos medido en dlares que tena antes de la devaluacin
y el asalariado rural del Alto Valle no escapa a esta realidad, reciba por cada hora de
trabajo en promedio $1,88 en marzo de 1995, $1,87 en 1999 y $3,67 durante la temporada
de cosecha del ao 2005. El ingreso horario del asalariado rural del Alto Valle del Ro
Negro se duplic en una dcada mientras el valor de venta de gran parte de la produccin se
triplic.
7) Algunas reflexiones finales
Es de destacar la importancia de contar con informacin como la de la Encuesta

Permanente de Hogares rural-urbana del Alto Valle. Es informacin que tiene continuidad y
que colabora en la descripcin y cuantificacin de una economa regional en la que el peso
de la produccin y comercializacin de la fruta de pepita es innegable.
Fue interesante, confirmar la presencia de trabajadores migrantes transitorios en los
momentos coincidentes con la cosecha de fruta de pepita, que es una tarea no mecanizada y
que demanda importante cantidad de mano de obra concentrada en unos pocos meses. Al
respecto, se destaca en consonancia con estudios realizados por investigadores de la zona la
ausencia de la agenda de los estados nacionales y locales de los migrantes laborales
estacionales, y el escaso tratamiento con compromiso social y poltico que existe para con
estas poblaciones, tanto en sus lugares de origen como de destino. (Bendini, M.; Radonich,
M. y Steimbreger, N. 2001)
Se confirma tambin la disminucin de Poblacin Econmicamente Activa chilena en
la zona, lo que promueve un abordaje demogrfico de esta poblacin en el sentido de
analizar la antigedad de esta corriente migratoria y el envejecimiento de la misma, as
19
como el impacto que la realidad econmica de los dos pases tiene en la disminucin de los
tradicionales flujos migratorios desde el pas vecino.
El aumento de la desocupacin abierta en las ondas de contracosecha es un indicador
ms de cmo dinamiza esta produccin la actividad econmica de la regin, as como los
altos niveles de desocupacin de marzo de 1999, son una llamada de atencin acerca de los
graves problemas que atraviesan las actividades productivas ligadas al mercado externo por
la sobrevaluacin del peso que ya llevaba ocho aos. Este indicador es realmente muy bajo
en el ao 2005, en relacin con lo ocurrido durante la dcada en la regin y tambin en
relacin al contexto nacional.
Otro dato que colabora en dar una dimensin de la importancia de esta produccin
primaria en la regin es el hecho de que la rama cultivos sea la que mayor proporcin de
asalariados varones concentra durante todo el ao.
Como ya fue dicho a lo largo de este trabajo, quedan cosas por profundizar para
entender, como la relativamente baja precariedad laboral, medida por los aportes
jubilatorios declarados por los asalariados y el nivel de ingresos, que si bien han mejorado
parecen no ser tan atractivos para incentivar traslados definitivos y transitorios de poblacin
desde Chile ni desde el interior del pas.
20
ANEXO
Bibliografa
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23
Anexo Cuadro 1: Distribucin de los asalariados segn Rama de Actividad Econmica por condicin
migratoria y tipo de migrante
Marzo 1995 AMBOS SEXOS
Permanentes
Rama de Actividad agrupada Total No migrantes Internos Chilenos Transitorios
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 19,1 14,6 12,7 27,0 78,4
Silvicultura / Aserraderos 1,9 2,9 0,4 2,3 0,0
Resto Agropecuarias 0,2 0,3 0,3 0,0 0,0
Petrleo Minas y Canteras 0,5 0,0 0,7 1,2 0,0
Alimentos Bebidas y Bodegas 3,5 2,9 5,3 2,4 0,0
Textil Plstico y Papel 1,6 1,4 1,5 2,3 0,0
Mquinas y Muebles 2,2 2,2 1,1 4,3 0,0
Electricidad Gas y Agua 0,9 0,5 2,0 0,0 0,0
Construccin 4,3 4,6 2,6 6,9 0,0
Comercio Hoteles y Restaurantes 10,4 12,3 11,6 6,7 0,0
Galpn de empaque 11,5 13,3 5,7 14,5 21,6
Transporte y Correo 6,3 6,8 7,3 5,2 0,0
Finanzas 5,3 6,0 7,2 1,9 0,0
Administracin Pblica 24,0 25,2 35,1 8,9 0,0
Servicio Domstico 8,5 7,1 6,4 16,4 0,0
Septiembre 1995 AMBOS SEXOS

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 13,1 11,1 9,7 24,0 51,4
Construccin 2,9 2,0 2,8 5,6 0,0
Galpn de empaque 3,0 2,7 2,7 4,2 0,0
Finanzas 10,1 10,2 12,6 5,1 0,0

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 19,0 17,1 10,6 32,6 63,6
Construccin 4,7 3,9 4,5 9,2 0,0
Galpn de empaque 12,7 12,7 10,3 14,9 24,8
Finanzas 3,8 3,9 5,5 0,8 0,0
24
Anexo Cuadro 1 Continuacin

Septiembre 2004 AMBOS SEXOS
Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 13,7 13,9 7,0 28,7 100,0
Construccin 6,5 7,4 3,6 10,1 0,0
Galpn de empaque 4,7 5,1 4,7 3,3 0,0
Finanzas 5,1 5,8 5,9 0,0 0,0

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 16,8 14,0 9,7 32,5 83,0
Construccin 5,2 5,4 5,3 5,7 0,0
Galpn de empaque 11,4 12,8 10,1 9,9 5,0
Finanzas 4,3 4,3 5,3 2,2 0,0
Marzo 1995 VARONES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 27,8 19,9 19,3 39,9 82,4
Construccin 6,9 7,8 3,9 11,5 0,0
Galpn de empaque 7,4 8,4 4,7 6,0 17,6
Finanzas 5,4 5,7 8,7 1,9 0,0
25

Septiembre 1995 VARONES
Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 19,8 15,6 15,8 36,0 51,4
Construccin 4,9 3,2 5,1 8,9 0,0
Galpn de empaque 2,4 3,1 2,1 1,0 0,0
Finanzas 10,2 10,6 12,5 5,2 0,0
Marzo 1999 VARONES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 26,9 23,7 15,0 47,1 70,2
Construccin 7,7 6,7 7,8 13,9 0,0
Galpn de empaque 9,4 9,5 8,4 6,2 21,8
Finanzas 4,0 2,9 7,6 1,3 0,0
Septiembre 2004 VARONES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 22,4 22,3 12,9 42,1 100,0
Construccin 10,8 11,8 6,6 16,0 0,0
Galpn de empaque 4,4 3,4 6,2 5,1 0,0
Finanzas 4,6 5,8 4,3 0,0 0,0
26

Marzo 2005 VARONES
Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 25,7 21,9 14,5 52,4 85,7
Construccin 8,2 8,2 8,9 9,7 0,0
Galpn de empaque 9,5 9,2 11,1 7,7 5,9
Finanzas 5,3 5,7 6,4 1,9 0,0
Marzo 1995 MUJERES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 6,1 6,8 4,1 7,1 32,5
Construccin 0,3 0,0 0,8 0,0 0,0
Galpn de empaque 17,7 20,6 7,0 27,6 67,5
Finanzas 5,1 6,5 5,2 1,9 0,0
Septiembre 1995 MUJERES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 -
Cultivos 3,2 3,7 2,4 3,9 -
Silvicultura / Aserraderos 0,3 0,0 0,0 1,8 -
Resto Agropecuarias 0,0 0,0 0,0 0,0 -
Petrleo Minas y Canteras 0,4 0,8 0,0 0,0 -
Alimentos Bebidas y Bodegas 2,0 1,6 0,7 6,0 -
Textil Plstico y Papel 0,3 0,7 0,0 0,0 -
Mquinas y Muebles 0,0 0,0 0,0 0,0 -
Electricidad Gas y Agua 0,3 0,0 0,8 0,0 -
Construccin 0,0 0,0 0,0 0,0 -
Comercio Hoteles y Restaurantes 10,2 16,6 5,0 6,1 -
Galpn de empaque 3,9 2,1 3,4 9,6 -
Transporte y Correo 1,6 3,0 0,8 0,0 -
Finanzas 9,9 9,4 12,6 4,8 -
Administracin Pblica 43,0 38,3 60,4 13,7 -
Servicio Domstico 24,9 23,8 13,8 54,1 -
27

Marzo 1999 MUJERES
Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 6,8 7,7 4,7 4,4 36,5
Construccin 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Galpn de empaque 17,8 17,2 13,0 31,7 37,3
Finanzas 3,6 5,3 2,5 0,0 0,0
Septiembre 2004 MUJERES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 -
Cultivos 1,3 1,2 0,0 5,6 -
Silvicultura / Aserraderos 0,0 0,0 0,0 0,0 -
Resto Agropecuarias 0,3 0,6 0,0 0,0 -
Petrleo Minas y Canteras 0,6 0,0 1,7 0,0 -
Alimentos Bebidas y Bodegas 1,3 1,2 0,9 2,7 -
Textil Plstico y Papel 0,8 0,7 1,2 0,0 -
Mquinas y Muebles 0,0 0,0 0,0 0,0 -
Electricidad Gas y Agua 0,3 0,6 0,0 0,0 -
Construccin 0,4 0,7 0,0 0,0 -
Comercio Hoteles y Restaurantes 17,3 19,2 18,8 2,9 -
Galpn de empaque 5,2 7,6 3,0 0,0 -
Transporte y Correo 1,9 2,7 1,2 0,0 -
Finanzas 5,7 5,6 7,7 0,0 -
Administracin Pblica 43,4 39,5 54,3 27,4 -
Servicio Domstico 21,7 20,4 11,2 61,3 -
Marzo 2005 MUJERES

Permanentes
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Cultivos 3,6 1,8 3,6 4,8 68,2
Construccin 0,9 1,2 0,8 0,0 0,0
Galpn de empaque 14,2 18,5 8,9 13,1 0,0
Finanzas 2,8 2,2 3,8 2,7 0,0
28
Anexo Cuadro 2: Porcentaje de asalariados sin descuento jubilatorio en cada Rama de Actividad
Econmica por condicin migratoria y tipo de migrante
Marzo 1995
Permanentes
Rama de Actividad agrupada No migrantes Internos Chilenos Transitorios
Total 27,1 18,4 29,6 52,0
Cultivos 51,4 31,3 27,6 66,3
Silvicultura / Aserraderos 45,0 0,0 0,0 -
Resto Agropecuarias 100,0 100,0 - -
Petrleo Minas y Canteras - 0,0 0,0 -
Alimentos Bebidas y Bodegas 8,4 21,4 0,0 -
Textil Plstico y Papel 59,6 24,0 0,0 -
Mquinas y Muebles 11,4 37,7 15,8 -
Electricidad Gas y Agua 0,0 0,0 - -
Construccin 57,2 29,4 41,0 -
Comercio Hoteles y Restaurantes 28,0 6,9 18,1 -
Galpn de empaque 6,0 12,4 20,1 0,0
Transporte y Correo 36,6 30,1 11,8 -
Finanzas 0,0 0,0 0,0 -
Administracin Pblica 3,3 5,9 6,0 -
Servicio Domstico 93,0 87,7 81,3 -
Septiembre 1995
Permanentes
Total 25,5 19,2 30,7 100,0
Cultivos 37,6 33,6 14,4 100,0
Resto Agropecuarias 58,1 41,4 50,2 -
Petrleo Minas y Canteras 0,0 33,8 0,0 -
Construccin 86,7 41,5 62,2 -
Comercio Hoteles y Restaurantes 24,9 11,1 31,5 100,0
Galpn de empaque 0,0 0,0 0,0 -
Finanzas 14,4 5,7 0,0 -
Marzo 1999
Permanentes
Total 35,1 28,2 36,0 4,8
Cultivos 42,9 47,4 21,9 7,5
Petrleo Minas y Canteras 57,9 0,0 - -
Textil Plstico y Papel 8,8 30,7 - 0,0
Electricidad Gas y Agua - 0,0 0,0 -
Construccin 63,4 31,7 52,3 -
Galpn de empaque 17,8 12,1 10,9 0,0
Finanzas 38,2 5,8 0,0 -
Administracin Pblica 10,6 10,1 15,2 0,0
29

Septiembre 2004
Permanentes
Total 39,6 28,6 44,7 0,0
Cultivos 31,8 26,4 17,5 0,0
Petrleo Minas y Canteras 0,0 0,0 0,0 -
Mquinas y Muebles 28,3 52,3 - -
Electricidad Gas y Agua 0,0 0,0 0,0 -
Construccin 64,5 51,2 66,0 -
Galpn de empaque 0,0 8,3 0,0 -
Finanzas 31,3 14,4 - -
Marzo 2005
Permanentes
Total 36,8 33,4 42,2 23,3
Cultivos 24,0 46,8 31,0 16,2
Silvicultura / Aserraderos 22,5 100,0 - -
Resto Agropecuarias - 47,1 - -
Petrleo Minas y Canteras 0,0 0,0 - -
Alimentos Bebidas y Bodegas 41,9 19,1 0,0 0,0
Mquinas y Muebles 0,0 0,0 - -
Construccin 40,3 37,9 41,1 -
Galpn de empaque 19,8 35,2 12,6 100,0
Finanzas 35,7 21,7 50,3 -
Servicio Domstico 95,0 86,9 87,1 100,0
- Ausencia de asalariados en esa rama y en esa condicin de migracin


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Total 1 (%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

1 1995 2 1995 1 1999 2 2004 1 2005

Tasa de desocupacin 1 (%)

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Cuadro 4: Porcentaje de asalariados temporarios en el total de asalariados y en la rama "Cultivos"

Condicin migratoria y 1 1995 2 1995 1 1999 2 2004 1 2005

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6.3) Promedio de horas semanales trabajadas por los asalariados

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6.4) Ingreso horario promedio de los asalariados de la rama cultivos

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