0resumen Completo Administrativo II-patatabrava
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ADMINISTRATIVO II (UNED)
DERECHO ADMINISTRATIVO II
1. CONCEPTO Y CLASES
CONCEPTO DE ACTO ADMINISTRATIVO.
Se puede definir el acto administrativo como la resolucin de un poder pblico en el ejercicio de potestades y
funciones administrativas y mediante el que impone su voluntad sobre los derechos, libertades o intereses de
otros sujetos pblicos o privados, bajo el control de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa.
El T.S. slo confiere el carcter de actos administrativos, a los efectos de su enjuiciamiento jurisdiccional, a las
resoluciones o manifestaciones de voluntad creadoras de situaciones jurdicas.
Se incluyen como autores de actos administrativos a los poderes pblicos, y no slo a la Administracin
Pblica, para acoger las resoluciones logsticas de los rganos constitucionales, dictadas en la gestin
patrimonial, contractual y de personal, y en lo relativo al CGPJ, adems, los relativos a nombramientos y
sanciones a los jueces, as como las resoluciones de los rganos de gobierno de los juzgados y Tribunales.
El acto administrativo se puede calificar como un acto cuasi-judicial.
NATURALEZA JURDICA DEL ACTO ADMINISTRATIVO.
El acto administrativo incorpora elementos que son ajenos a los actos privados, como es:
- La exigencia de una impugnabilidad inmediata para no convertirse en judicialmente inatacable y
- La coercibilidad y ejecucin forzosa,
La calificacin del acto administrativo como acto cuasi-judicial pone de relieve, a diferencia de los actos
privados, el dato fundamental de que el acto administrativo no vale nada, es nulo de pleno derecho, si no va
precedido y se dicta en el seno de un procedimiento administrativo.
CLASIFICACIN GENERAL DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.
En nuestra doctrina, Garrido, remitiendo los reglamentos a las fuentes, clasifica los actos:
- Por la extensin de sus efectos en generales y concretos;
- Por la posibilidad de su fiscalizacin, en impugnables e inimpugnables;
- Por razn del tipo de facultades ejercitadas, en discrecionales y reglados;
- Por los sujetos que intervienen, en actos simples y complejos, unilaterales y bilaterales.
- Por razn del contenido del acto; los meros actos administrativos y actos negocios jurdicos.
- Por sus efectos; actos definitivos y actos de trmite.
2. LOS ACTOS POLTICOS O DE GOBIERNO
Del concepto formulado de acto administrativo se han excluido determinadas actividades y resoluciones del
Poder Ejecutivo de las que, por razn de sus contenidos, se excluye su enjuiciamiento por la Justicia
Administrativa. Entre ellas sobresalen los llamados actos del Gobierno que emanan del Consejo de
Ministros (y Consejos de Gobierno de las CCAA), rgano de la Administracin del Estado no sometido a la
justicia administrativa, pero que si son susceptibles de control judicial.
La ley de la Jurisdiccin Contenciosa-Administrativa de 1956 redujo el concepto de acto de Gobierno a las
cuestiones que se suscitasen en relacin con los actos polticos del Gobierno, como son los que afecten a la
defensa del territorio nacional, relaciones internacionales, seguridad interior del Estado y mando y
organizacin militar, sin perjuicio de las indemnizaciones que fueren procedentes
El TS determin con carcter general que, subjetivamente, los actos polticos son nicamente los actos del
Consejo de Ministros, y no de otras administraciones o autoridades inferiores y que, materialmente, los actos
polticos se refieren a las grandes decisiones que afectan al conjunto del Estado, pero no a simples asuntos
administrativos, incluso en materias delicadas (como algunos referentes al orden pblico o militar), que son
plenamente recurribles.
La Ley de Jurisdiccin Contencioso-Administrativa de 1998 ha intentado enterrar el concepto mismo de acto
poltico, aunque no lo elimina del todo al admitir que sobre determinados actos del Gobierno y de los Consejos
de Gobierno de las CCAA, por muy polticos que sean, por muy amplia que sea la discrecionalidad
gubernamental, el control jurisdiccional siempre ser posible sobre los derechos fundamentales, los
elementos reglados del acto y la determinacin de las indemnizaciones procedentes.
De una parte sigue existiendo el acto poltico puro (que no afecta a derechos fundamentales ni debe
adecuarse a elementos reglados ni da origen a responsabilidades patrimonial del Estado), pero al tiempo se
reconoce la existencia del acto cuasi-poltico (aquel que, conforme a la legislacin, est limitado por
cualesquiera de estas circunstancias que s son enjuiciables por la Jurisdiccin Contenciosa-Administrativa).
3. ACTOS ADMINISTRATIVOS Y POTESTAD DISCRECIONAL. ACTOS REGLADOS Y ACTOS
DISCRECIONALES.
EL PODER DISCRECIONAL.
Otra categora de los actos administrativos con trascendencia a efectos de su exclusin total o parcial del
control judicial es la de los actos discrecionales.
- Los actos discrecionales, frente a los reglados, son los dictados en ejercicio de potestades
discrecionales. La legislacin dispone en unos casos que la Administracin Podr llevar a cabo
determinada actividad y en otros casos le abre la posibilidad de optar entre diversas soluciones en
funcin de criterios de oportunidad.
- Se revela la existencia de una potestad reglada cuando la norma expresa la vinculacin de la potestad
administrativa, su carcter reglado, utilizando el trmino Deber, o configurando esa vinculacin
mediante el reconocimiento de un derecho del administrado.
El TS reconociendo esta realidad normativa, ha definido la potestad discrecional como la capacidad de
opcin, sin posibilidad de control jurisdiccional, entre varias soluciones, todas ellas igualmente vlidas por
permitidas por la Ley, o tambin como la concesin de posibilidades de actuacin, cuyo desarrollo efectivo es
potestativo y queda enteramente en manos de la Administracin. En cualquier caso, esa libertad de
apreciacin o de opcin no es absoluta, sino que exige un proceso de razonamiento, ya que nunca la
discrecionalidad equivale a arbitrariedad.
A) DIFERENCIAS ENTRE LA DISCRECIONALIDAD Y LOS CONCEPTOS JURDICOS INDETERMINADOS.
Hablamos de discrecionalidad cuando la Administracin, ante determinadas situaciones, dispone de un
margen de eleccin que le permite hacer o no hacer, y en este segundo caso, disponer de varias
soluciones.
Segn el TS la discrecionalidad de la Administracin es la capacidad de opcin, sin posibilidad de control
jurisdiccional, entre varias soluciones, tosas ellas vlidas por estar permitidas por la Ley.
El TS define los conceptos jurdicos indeterminados como aquellos de definicin normativa necesariamente
imprecisa a la que ha de otorgarse alcance y significacin especficos a la vista de unos hechos concretosde
forma que su empleo excluye la existencia de varias soluciones igualmente legtimas, imponiendo como
correcta una nica solucin en el caso concreto, resultando incompatible con la tcnica de la discrecionalidad.
La discrecionalidad es, esencialmente, una libertad de eleccin entre alternativas igualmente justas (o entre
indiferentes jurdicos), porque la decisin se fundamenta en criterios extrajurdicos (de oportunidad,
econmicos, etc.) no incluidos en la ley y remitidos al juicio subjetivo de la Administracin. Por el contrario, la
aplicacin de los conceptos jurdicos indeterminados es un caso de aplicacin de la ley, puesto que se trata de
subsumir en una categora legal unas circunstancias reales determinadas.
Por ello el juez puede fiscalizar sin esfuerzo alguno tal aplicacin, valorando si la solucin a que con ella se ha
llegado es la nica solucin justa que la ley permite. En cambio, no puede fiscalizar la entraa de la decisin
discrecional, puesto que, sea sta del sentido que sea, si se ha producido dentro de los lmites de la remisin
legal a la apreciacin administrativa, es necesariamente justa.
B) TCNICAS DE CONTROL DE LA DISCRECIONALIDAD.
La problemtica del acto discrecional se centra en conciliar la libertad de apreciacin de la Administracin con
un control judicial posterior.
El TS invoca como especialmente operativos para el control de la discrecionalidad, los principios generales del
Derecho como los de proporcionalidad y buena fe.
- El principio de proporcionalidad, al afirmar que la discrecionalidad debe utilizarse de forma
proporcionada y racional, sobre todo en materia sancionadora, para ajustar la sancin a la gravedad
de la infraccin.
- El principio de buena fe ha sido invocado para el control de la discrecionalidad sobre todo en el
otorgamiento de licencias de importacin, entre otros
El control de la proporcionalidad, racionalidad o razonabilidad del criterio de actuacin discrecional de la
Administracin slo es posible si dichos criterios se justifican adecuadamente. Esta concepcin material de la
motivacin de los actos discrecionales ha sido recogida en la LRJAP-PAC, que exige la motivacin de los
actos que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales.
ACTOS REGLADOS Y ACTOS DISCRECIONALES.
La Ley de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa de 1956 reconoci la existencia de potestades y de actos
parcialmente discrecionales, y por ello fiscalizables.
La vigente Ley de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa de 1998 reitera la tesis de actos parcialmente
discrecionales. As se afirma que: los rganos jurisdiccionales no podrn determinar la forma en que han de
quedar redactados los preceptos de una disposicin general en sustitucin de los que anularen ni podrn
determinar el contenido discrecional de los actos anulados; pero precisa que esta regla no pretende coartar
en absoluto la potestad de los rganos judiciales para extender su control de los actos discrecionales
hasta donde lo exija el sometimiento de la Administracin al Derecho, es decir, mediante el enjuiciamiento de
los elementos reglados de dichos actos y la garanta de los lmites jurdicos de la discrecionalidad. De esa
forma elementos discrecionales y elementos reglados pueden convivir en un mismo acto administrativo.
Un prestigioso sector doctrinal (PAREJO, SNCHEZ MORN) ha introducido la tesis de que la interpretacin
de las relaciones entre la Administracin y el juez contencioso no pueden considerarse, despus de la
Constitucin de 1978, en lnea de continuidad con el sistema anterior, demandando un nuevo entendimiento
Constitucin de 1978, en lnea de continuidad con el sistema anterior, demandando un nuevo entendimiento
que respete un cierto mbito de actuacin administrativa libre, de suerte que la Jurisdiccin no pueda sustituir
la decisin administrativa.
Segn PAREJO, el punto de partida de la posicin que defiende el mximo control judicial est mal fundada en
el principio de interdiccin de arbitrariedad de los poderes pblicos y, de otro lado, aplicable a todos ellos y, al
poder judicial, no exento de tomar decisiones tan arbitrarias como aquellas con las que pretende sustituir la
decisin administrativa. Tambin juzga criticable considerar la motivacin como primer criterio de distincin
entre lo discrecional y lo arbitrario, criterio que no resuelve la determinacin de los limites del control jurdico;
tampoco sera procedente la necesidad de justificacin objetiva de la decisin administrativa, pues la
discrecionalidad supone libertad de eleccin para la Administracin y, considera como un falso dilema la
diferenciacin entre legalidad y oportunidad. Ese entendimiento de la discrecionalidad, que PAREJO combate,
estara llevando a un control constitucionalmente excesivo de la Administracin, pues si, en principio, la
Jurisprudencia mantiene en los juicios tcnicos la improcedencia de la sustitucin por el Juez del criterio
administrativo, viene desarrollndose una nueva tendencia a tenor de lo cual es posible la comprobacin
judicial de la correccin material de dicho criterio e incluso, la sustitucin de ste por otro judicial, control de
aspectos tcnicos de las decisiones administrativas que habra tenido su desarrollo ms notable en el campo
de la planificacin y ordenacin urbanstica para culminar en materia de adjudicacin de contratos con la STS
de 11 de junio de 1991 en que claramente se afirma, en virtud del principio de efectividad de la tutela judicial,
que el juez administrativo puede sustituir a la Administracin en sus pronunciamientos cuando existe base
para ello en los autos. PAREJO se opone a esta doctrina por entender que es contraria a la divisin de la
competencia entre los poderes, aduciendo que el juez administrativo es un administrador negativo, lo mismo
que el TC con relacin al legislativo, pues la competencia judicial de control se agota en los supuestos en que
la decisin administrativa no est en sintona con el Derecho, siendo ste al propio tiempo el presupuesto y el
lmite de la competencia judicial. La discrecionalidad vendra a estar caracterizada por una debilitacin de la
programacin o vinculacin positivas efectivas de la accin administrativa o en la atribucin a la Administracin
por el legislador de un mbito de eleccin y decisin bajo la propia responsabilidad. Dentro de este mbito
pueden darse diversas soluciones como igualmente vlidas y conformes con el Derecho aplicable.
En cambio, para FERNNDEZ RODRIGUEZ la CE 1978 no ha modificado en absoluto la configuracin del
poder discrecional de la Administracin, ni le ha aportado una legitimacin que no tuviera. La verdadera
innovacin de la Constitucin, consistira, por el contrario, en haber erigido al juez, al invocar como parmetros
de su actuacin no slo la ley sino tambin el Derecho, en guardin del legislativo y del ejecutivo, con la
consiguiente disminucin del Poder legislativo y Ejecutivo que dicha opcin supone, lo que habra llevado a
nuestra Constitucin a asignar a los jueces un papel central en el sistema (GARCIA DE ENTERRIA). En
definitiva, si la Administracin ha de actuar con sometimiento pleno la Ley y al Derecho, amn de a los
fines que la justifiquen (art. 103.1 106.1 CE) el juez puede llegar en su crtica y en su decisin sobre los
actos discrecionales de la Administracin tan lejos como el Derecho le permita. La ltima palabra la tiene
siempre el Derecho porque, adems, o es el artculo 24 de la Constitucin que proclama la garanta judicial
efectiva el que debe interpretarse en funcin del artculo 106, sino al contrario, ste es el que debe ser
interpretado en funcin de aqul. Y ello en razn de la posicin preferente que en nuestra Constitucin gozan
los derechos fundamentals.
El notable esfuerzo argumental de PAREJO Y SNCHEZ MORN, no disculpa que se aborde una cuestin
tan central del Derecho pblico prescindiendo de toda la evolucin de la Justicia administrativa en nuestro
ordenamiento y en los pases aledaos, lo que conduce a sostener con error, a nuestro juicio, que el "principio
democrtico" en la Constitucin de 1978 supone un reforzamiento del poder legislativo y del ejecutivo, de la
burocracia poltica frente al poder judicial, que es, por el contrario, la que controla a aquellos otros poderes y
no al revs. No es eso, ciertamente, lo que dice la historia en la que se inscribe la Constitucin de 1978 y en
base a la cual es necesario interpretarla. Como se explica en esta obra, todos los bastiones defensivos con
que contaba el poder ejecutivo frente al judicial ya fueron eliminados antes y durante el franquismo
(autorizaciones previas para procesar a autoridades y funcionarios, justicia administrativa fuera del orden
judicial) o han fenecido con motivo de la Constitucin de 1978 (sistema de conflictos a cargo del Consejo de
Estado, sustituido por Tribunal de Conflictos con predominio judicial; prejudicialidad administrativa y cuestiones
previas administrativas en el proceso penal, el pase de la "Administracin de Justicia" gobernada desde un
departamento ministerial al Consejo General del Poder Judicial; eliminacin de las limitaciones a la
recurribilidad de los actos administrativos previstas en el art. 40 de la Ley Jurisdiccional, ampliacin de la
legitimidad para recurrir, etc., todo ello en aplicacin del art. 24 CE y, el sometimiento a control del poder
legislativo y del ejecutivo por el TC. El judicialismo de la Constitucin de 1978 es no slo evidente sino,
extremoso. Ante esta tesis no es correcta la tesis de que el control judicial querido y establecido por el
constituyente pueda resultar inferior al ya muy avanzado sistema de control judicial de la Administracin que
consagr la Iegislacin franquista, cuyas leyes, han servido al sistema democrtico con las ampliaciones que
se han hecho notar.
Al margen de esta polmica, hay que insistir, como se hace en otros lugares de esta obra, que el pleno control
judicial de las Administraciones Pblicas se est poniendo en riesgo, en mayor medida que a travs de una
concepcin pro-amnistrazione de la discrecionalidad, con la huida de los Entes pblicos al Derecho privado, o
mediante el encubrimiento de actos administrativos con leyes singulares o mediante la atribucin a la
Administracin de poderes, no ya discrecionales, sino libres o arbitrarios, pues se presume que cuando el
legislador atribuye a la Administracin un margen de libre decisin sta se libera de adecuar sus actos a
principios constitucionales tales como el del mrito y la capacidad o de objetividad, exonerndola de la carga
de motivacin, como viene ocurriendo en materia de adjudicacin de contratos (ampliando los supuestos de
conciertos directos o facilitando las adjudicaciones restringidas), o en la asignacin de puestos funcionariales
en la funcin pblica (libre designacin) o en materia de ascensos militares y, en todas aquellas materias en
que las leyes atribuyen a la Administracin una facultad, no ya discrecional, sino de libre decisin. De esta
forma, se configuran por el legislador estatal y autonmico una serie de materias exentas del control judicial, lo
que es una reinvencin, una vuelta al artculo 40 de la Ley de la Jurisdiccin Contencioso Administrativa,
definindose espacios no recurribles, que creamos eliminados con la entrada en vigor de la Constitucin de
1978. Para evitar este nuevo agujero negro en la recurribilidad de los actos administrativos que se empareja
a los actos administrativos revestidos en forma de ley singular y a los que origina el sometimiento de los Entes
pblicos al Derecho privado, sera preciso, segn BACIGALUPO, establecer las reglas jurdico-
constitucionales de las que dependa que la actividad administrativa est normativamente predeterminada con
la densidad material suficiente para que el juez contencioso administrativo pueda, sin rebasar los lmites
intrnsecos de un control jurdico, controlarla con la intensidad que estime en cada caso adecuada a las
necesidades de tutela jurisdiccional material de los ciudadanos, y ello porque la cuestin decisiva no estriba
tanto en cules sean los lmites del control judicial de la actuacin administrativa, que no son otros que los
lmites intrnsecos de un control jurdico, cuanto en si la discrecionalidad (o ausencia de predeterminacin
normativa de dicha actuacin) es, en cada caso, constitucionalmente admisible, y ello en atencin, a los lmites
del control jurdico (y, por consiguiente, de la tutela judicial) que aqulla lgicamente comporta
4. ACTOS QUE NO CAUSAN ESTADO, ACTOS FIRMES O CONSENTIDOS Y ACTOS CONFIRMATORIOS.
Desde el punto de vista procesal, y a los efectos de su exclusin del control judicial, es de inters la distincin
entre actos que no causan estado, actos firmes o consentidos y actos confirmatorios.
A) ACTOS QUE NO CAUSAN ESTADO.-
Actos que no causan estado son aquellos que no expresan de manera definitiva la voluntad de la organizacin
administrativa en que se producen, porque contra los mismos puede y debe interponerse un recurso ante el
superior jerrquico del rgano que los dict, antes de acudir a la va judicial. No agotan la va administrativa.
En la Administracin del Estado, agotan la va administrativa:
1) Las resoluciones de los recursos de alzada;
2) Las resoluciones dictadas por rganos colegiados o comisiones especficas no sometidas a
instrucciones jerrquicas, dictadas en sustitucin del recurso de alzada en procedimientos de
impugnacin, reclamacin, conciliacin, mediacin o arbitraje.
3) Las resoluciones de los rganos administrativos que carezcan de superior jerrquico, salvo que una
ley establezca lo contrario.
4) Las dems resoluciones de rganos administrativos cuando una disposicin legal o reglamentaria as
lo establezca;
5) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideracin de finalizadores del
procedimiento.
En la Administracin local causan estado:
1) Los actos del Pleno, Alcaldes o Presidentes y las Comisiones de Gobierno, salvo en los casos
excepcionales en que una ley sectorial requiere la aprobacin ulterior de la Administracin del Estado
o de la CCAA, o cuando acten por delegacin de un ente superior.
2) Los actos de autoridades y rganos inferiores, cuando resuelvan por delegacin del Alcalde, del
Presidente o de otro rgano cuyas resoluciones pongan fin a la va administrativa.
3) Los de cualquier otra autoridad u rgano cuando as lo establezca una disposicin legal.
El medio normal de conseguir la recurribilidad de un acto que no causa estado es agotar la va
administrativa, interponiendo contra el mismo el correspondiente recurso de alzada. Segn la LRJAP-PAC,
basta con interponer un solo recurso de alzada para agotar la va administrativa y para que el acto cause
estado.
B) ACTOS FIRMES O CONSENTIDOS.-
Son actos que, al margen de que hayan o no causado estado, se consideran manifestaciones indiscutibles de
la voluntad de un rgano administrativo porque su recurribilidad resulta vetada por el transcurso de los plazos
establecidos para su impugnacin sin que la persona legitimada por ello haya interpuesto el correspondiente
recurso administrativo o jurisdiccional.
A ellos se refiere el art. 28 de la Ley de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa, al decir que no se admitir
el recurso contencioso administrativo contra los actos que sean reproduccin de otros anteriores que sean
definitivos y firmes y los confirmatorios de acuerdos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y
forma. En el ajuste del concepto del acto firme el T.S. exige que el acto sea declaratorio de derechos, y que el
interesado haya prestado su consentimiento.
El concepto y funcin del acto consentido no impide la accin de nulidad que, en cualquier tiempo, puede
ejercitarse contra los actos nulos de pleno derecho, es decir, el interesado puede reabrir el debate judicial
mediante una peticin de revisin de oficio, cuya denegacin por la administracin autora del acto podr, en su
caso, impugnar ante la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa.
C) ACTOS REPRODUCTORIOS O CONFIRMATORIOS.-
Son aquellos que reiteran, por reproduccin o confirmacin, otros anteriores firmes y consentidos. Si se
prohbe su impugnacin es para evitar que, a travs de una nueva peticin y su denegacin por la
Administracin, se reabra un debate judicial sobre lo que ya ha sido definitivamente resuelto en va
administrativa o judicial.
El acto confirmatorio no debe recoger ninguna novedad respecto del anterior, del que constituye una mera
reproduccin o simplemente su formal confirmacin, debiendo rechazarse la excepcin de inadmisibilidad
cuando respecto al anterior es diverso:
- El rgano, o los recurrentes,
- Los objetos sobre que versa con la introduccin de un elemento nuevo
- Se da disparidad de pretensiones,
- Son diversas la causa petendio los fundamentos legales aducidos,
- Se produce un cambio en el ordenamiento jurdico aplicable,
- O en la situacin fctica en la que se basa. El TS admite el recurso contra: Los reglamentos y actos de
aplicacin singularizada y reiterada de stos.
- Los actos de interpretacin de otros anteriores que supongan una adaptacin a las circunstancias
nuevas.
- Los actos nulos de pleno derecho siempre impugnables, no obstante el transcurso del tiempo.
- Los actos que reiteran o confirman otros que o no han sido notificados o lo fueron de forma defectuosa.
5. ACTOS FAVORABLES Y ACTOS DE GRAVAMEN.
Por razn de sus contenidos materiales, la clasificacin de los actos administrativos de mayor relieve es la que
distingue entre los que amplan y los que restringen la esfera jurdica de los particulares. En este sentido
pueden ser: actos favorables y actos de gravamen.
A) ACTOS FAVORABLES.
Actos favorables o declarativos de derechos son los que amplan la esfera jurdica de los particulares. Son
actos fciles de dictar pero difciles de anular o revocar. Por ello no necesitan motivacin respecto de sus
destinatarios ni, en principio, apoyarse en normas con rango de ley. Excepcionalmente pueden ser
retroactivos. No pueden ser revocados sino a travs de procedimientos formalizados.
Como ejemplos de actos favorables estn las admisiones, las concesiones, las autorizaciones, las
aprobaciones y las dispensas.
B) LOS ACTOS DE GRAVAMEN.
Los actos de gravamen o restrictivos son aquellos que limitan la libertad o los derechos de los administrados o
bien les imponen sanciones. Por ello, el ordenamiento exige para su emisin determinadas garantas a favor
de los beneficiados, siendo inexcusable el trmite de audiencia del interesado y la motivacin, sin que en
ningn caso pueda reconocrseles efecto retroactivo. En lo que atae a su revocacin o anulacin, la regla es
no oponer a la misma exigencias procedimentales, pero s un lmite material: que la revocacin no constituya
dispensa o exencin no permitida por las leyes, o sea contraria al principio de igualdad, al inters pblico o al
ordenamiento jurdico.
Entre los actos administrativos de gravamen o restrictivos se incluyen: las rdenes, los actos traslativos de
derechos (expropiacin forzosa), los actos extintivos, y los actos sancionadores.
6. ACTOS EXPRESOS Y ACTOS PRESUNTOS POR SILENCIO ADMINISTRATIVO.
Por la forma de su exteriorizacin, los actos administrativos pueden ser expresos o presuntos, en virtud de
silencio administrativo.
En los actos expresos, la Administracin, declara su voluntad dirigida a producir un efecto jurdico.
Formalmente, la falta de respuesta, el silencio de la Administracin, frente a una peticin o recurso no es un
acto, sino un hecho jurdico, pues falta la declaracin de voluntad dirigida a producir efectos jurdicos, como
es propio de los actos expresos.
En D Administrativo, se atribuye el silencio de la Administracin frente a una peticin o recurso el valor de una
decisin de significado, unas veces negativo o desestimatorio y otras veces estimatorio o positivo. De aqu que
se hable de dos clases de silencio, negativo y positivo, y de actos presuntos positivos y negativos.
A) LA EVOLUCION DE LA REGULACION DEL SILENCIO ADMINISTRATIVO. LA REGLA GENERAL DEL
SILENCIO COMO ACTO PRESUNTO NEGATIVO Y SUS EXCEPCIONES
La primera regulacin del silencio administrativo configur el silencio como un acto desestimatorio.
Segn la Ley de P.A. de 1958, cuando se formulare alguna peticin ante la Administracin y sta no
notificase su decisin en tres meses, el interesado poda denunciar la mora, y transcurridos tres meses desde
la denuncia, deba considerar desestimada su peticin.
Como excepcin a la regla general del silencio como desestimacin se reconoce al silencio carcter positivo o
estimatorio en las relaciones interorgnicas o interadministrativas para los supuestos de autorizaciones y
aprobaciones que deban acordarse en el ejercicio de funciones de fiscalizacin y tutela de los rganos
superiores sobre los inferiores. En las relaciones entre la Administracin y los particulares slo se entenda
positivo en aquellos casos que as lo estableciera una disposicin expresa.
B) LA EXTRAVAGANTE REGULACION DEL SILENCIO EN LA LEY 30/92 DE RGIMEN JURDICO DE
LAS ASMINISTRACIONES PUBLICAS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMN. LOS ACTOS
PRESUNTOS EN LA LEY 30/92.
La Ley 30/1992 pretendi acabar con la inactividad formal de la Administracin con remedios
procedimentales y de represalia sobre los funcionarios ante todo silencio o retraso en la resolucin de los
procedimientos.
Reitera la obligacin de resolver los procedimientos en forma expresa, en el plazo de tres (3) meses, y cuyo
transcurso sin resolucin haba de provocar la responsabilidad disciplinaria de los funcionarios y la remocin
del puesto de trabajo. Vencido el plazo o su excepcional prrroga, que tampoco poda exceder de otros tres
(3) meses, el silencio tena carcter positivo o negativo en unas u otras materias segn hubiera determinado
cada Administracin Pblica o, en defecto de esa determinacin, segn la distribucin de materias que la
propia ley estableca. Para acreditar el silencio, era necesario que el interesado volviera de nuevo al rgano
silente y obtuviera de l un certificado (de acto presunto) de que ese silencio se haba producido, certificado
en el que deban constar los efectos que de ello se derivaban, conminando de nuevo al funcionario a
su expedicin, bajo amenaza de incurrir en infraccin disciplinaria grave. Conseguido ese certificado del acto
presunto o acreditado, se poda acceder a los recursos administrativos o judiciales o ejercitar el derecho si se
trataba de un acto presunto positivo; pero este beneficioso efecto no est garantizado, pues la Administracin
poda dar por desconocido el acto presunto positivo, alegando que era nulo de pleno derecho, porque no se
daban en l las condiciones esenciales para la correspondiente adquisicin de derechos o facultades que en l
se reconocan.
La presin para que los funcionarios resolvieran en plazo, aun negativamente, las pretensiones de los
administrados, se haca ms fuerte si consideramos que en aquellos procedimientos en los que el
funcionario hubiera preferido no resolver a resolver precipitadamente o sobre un expediente incompleto, deba
luego certificar su propia falta mediante el certificado de acto presunto. Y esto supone reconocerse culpable
del retraso, autoinculparse, para que se le sancionase y privase de su puesto de trabajo; por ello, la
constitucionalidad de la obligacin de expedir este certificado, podra haber sido cuestionada desde el derecho
a no confesarse culpable que garantiza el art. 24 CE.
C) EL TRIUNFO DEL SILENCIO POSITIVO. LA LEY 4/1999 QUE MODIFICA LA LEY 30/1992 Y SU
REFORMA POR LAS LEYES 17 Y 25 DE 2009 QUE TRASPONEN LA DIRECTIVA 2006/123/CE, SOBRE EL
LIBRE ACCESO A LAS ACTIVIDADES DE SERVICIOS Y SU EJERCICIO.
La Ley 4/1999, que modifica la Ley 30/1992, ha introducido una nueva regulacin del silencio y de los actos
presuntos, que parte de la obligacin de la Administracin de resolver de forma expresa. El plazo mximo es
el fijado por la norma reguladora del correspondiente procedimiento que no podr exceder de seis (6) meses,
salvo que una Ley establezca uno mayor o as venga previsto en la normativa comunitaria europea. Cuando
no est previsto ese plazo mximo, el plazo ser de tres (3) meses.
Transcurrido ese plazo sin resolver de forma expresa se origina el acto presunto, de forma que la solicitud
puede entenderse estimada o desestimada por silencio administrativo. La regla general en los
procedimientos iniciados a instancia del interesado es el silencio positivo. Por excepcin se entiende
negativo y la pretensin desestimada en los siguientes casos:
- Cuando una norma con rango de ley o norma de Derecho comunitario europeo establezca lo contrario.
- En los procedimientos de ejercicio de derecho de peticin a que se refiere el art. 29 de la Constitucin,
aquellos cuya estimacin tuviera como consecuencia que se transfieran al solicitante o a terceros
facultades relativas al dominio pblico o al servicio pblico, as como los procedimientos de
impugnacin de actos y disposiciones, en los que el silencio tendr efecto desestimatorio. No
obstante, cuando el recurso se haya interpuesto contra la desestimacin por silencio administrativo
de una solicitud por el transcurso del plazo, se entender estimado el mismo si, llegado el plazo de
resolucin, el rgano administrativo competente no dictase resolucin expresa sobre el mismo..
En nuestro Derecho, la estimacin por silencio administrativo, tiene a todos los efectos la consideracin de un
acto administrativo finalizador del procedimiento. Por el contrario, la desestimacin por silencio administrativo
tiene los solos efectos de permitir a los interesados la interposicin del recurso administrativo o contencioso-
administrativo.
Los actos administrativos producidos por silencio administrativo se podrn hacer valer tanto ante la
Administracin como ante cualquier persona fsica o jurdica, pblica o privada. Los mismos producen
efectos desde el vencimiento del plazo mximo en el que debe dictarse y notificarse la resolucin expresa sin
que la misma se haya producido, y su existencia puede ser acreditada por cualquier medio de prueba admitido
en Derecho, incluido el certificado acreditativo del silencio producido que pudiera solicitarse del rgano
competente para resolver. Solicitado el certificado, ste deber emitirse en el plazo mximo de 15 das.
Obviamente, en los procedimientos iniciados de oficio, normalmente limitativos de derechos o sancionadores,
el escenario es distinto y no se prestan a la tcnica del acto presunto positivo, aunque s a la caducidad.
En estos casos, el vencimiento del plazo mximo establecido sin que se haya dictado y notificado resolucin
expresa no exime a la Administracin del cumplimiento de la obligacin legal de resolver.
Si se trata de procedimientos de los pudiera derivarse el reconocimiento o, en su caso, la constitucin de
derechos y otras situaciones jurdicas individualizadas, los interesados que hubieren comparecido podrn
entender desestimadas sus pretensiones por silencio administrativo. En los procedimientos en que la
Administracin ejercite potestades sancionadoras o, en general, de intervencin, susceptibles de producir
efectos desfavorables o de gravamen, se producir la caducidad.
7. LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO.
La doctrina espaola, clasifica los elementos en: subjetivos, objetivos y formales, y asimismo en elementos
esenciales del acto administrativo: El sujeto, el objeto, la voluntad, la causa, el contenido, la forma y elementos
accidentales del acto administrativo: El trmino, la condicin y el modo.
Por estar ms cerca los actos administrativos de los actos jurdicos que de los actos privados, adquieren
especial relieve algunos elementos como el fin y la causa.
Hay que advertir la importancia que para los actos administrativos tienen los elementos formales, con la
exigencia de seguir un procedimiento, de la escritura y la necesidad de la notificacin, para que el acto
adquiera eficacia. Por el contrario, en los actos privados rige el principio de libertad de forma.
8. EL TITULAR DEL RGANO Y LA COMPETENCIA.
El sujeto del que emana la declaracin de voluntad en que el acto administrativo consiste es siempre una
Administracin Pblica, pero acta siempre a travs de una persona fsica, titular de un rgano. Por eso, el
elemento subjetivo del acto administrativo comienza por el estudio de los requisitos y condiciones que en este
titular deben concurrir.
1. La regularidad en la investidura de quien figura como titular del rgano es la primera cuestin que se
plantea sobre el elemento subjetivo. Cabe que el nombramiento de la autoridad o funcionario no sea
vlido porque ste se haya anticipado o haya sido ya cesado, porque el rgano este ocupado
fraudulentamente, o porque se haya hecho cargo del mismo una persona ajena a la administracin.
2. La actuacin regular del titular del rgano implica su imparcialidad, es decir, la ausencia de
circunstancias que puedan provocar la parcialidad de la autoridad o servidor; esto conllevara a las
llamadas causas de abstencin y recusacin.
Son causas de abstencin y recusacin:
a) Tener inters personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya resolucin pudiera influir la de
aquel.
b) El parentesco de consaguinidad hasta el 4 grado o de afinidad dentro del segundo (2) con
cualquiera de los interesados o representantes de sociedades interesadas y tambin con los asesores,
representantes legales o mandatarios que intervengan en el procedimiento, as como compartir
despacho profesional o estar asociado con stos para el asesoramiento, la representacin o el
mandato;
c) Tener amistad ntima o enemistad manifiesta con alguna de las personas mencionadas en el
apartado anterior (interesadas).
d) La relacin de servicio con persona natural o jurdica interesada directamente en el asunto, o haberle
prestado en los dos ltimos aos servicios profesionales de cualquier tipo y en cualquier circunstancia
y lugar.
Si en alguna autoridad o servidor de las Administraciones Pblicas se da alguna de las circunstancias
mencionadas, deber abstenerse de intervenir, incurriendo en caso contrario en responsabilidad. Asimismo,
los interesados podrn promover la recusacin en cualquier momento de la tramitacin del procedimiento ante
el inmediato superior, ante el cual el recusado manifestar si se da o no en l la causa alegada. En el primer
caso el superior acordar su sustitucin y en el segundo, el superior resolver en el plazo de tres das no
cabiendo recurso contra su resolucin.
%1. Respecto de la capacidad de obrar del titular del rgano y la ausencia de vicios en el consentimiento
del titular del rgano:
La incapacidad del funcionario titular del rgano por enajenacin mental, por ejemplo, o la concurrencia de
determinados vicios en su voluntad, como el dolo o la violencia, tampoco afectaran decisivamente a la validez
del acto si ste, desde el punto de vista objetivo, se produce de acuerdo con el Ordenamiento Jurdico.
%1. La competencia del rgano es elemento fundamental. Se define como la aptitud que se confiere a
un rgano de la Administracin Pblica para emanar determinados actos jurdicos en nombre de sta.
El quantum o extensin de las competencias a los titulares de los rganos, se mide en funcin de la materia,
del territorio y de la jerarqua. En funcin de la materia se asigna a los rganos un conjunto de asuntos
delimitados con los criterios sustanciales ms diversos. Esos asuntos se reparten, a su vez, en funcin de la
jerarqua de los rganos, as, normalmente los ms graves o importantes se atribuyen a los superiores y los de
menor importancia a los inferiores. El criterio del territorio supone que un rgano slo acta en un
determinado mbito territorial.
Las competencias son establecidas por la norma de forma impersonal, de manera que todos los funcionarios
que ostentan la titularidad de rganos similares ostentan las mismas competencias. La competencia puede
ser modificada en todo momento sin que sus titulares ni los particulares puedan esgrimir un derecho al
mantenimiento de la misma. El orden de las competencias es insusceptible de acuerdos o convenios entre los
titulares de los rganos. Segn la LRJAP-PAC la competencia es irrenunciable y se ejercer precisamente por
los rganos que la tengan atribuida, salvo los casos de delegacin o avocacin cuando se efecten en los
trminos previstos en sta u otras leyes.
La falta de competencia determina el consiguiente vicio de incompetencia que nuestro Derecho
contempla como susceptible de originar dos tipos de invalidez segn su mayor o menor gravedad:
- Nulidad de pleno derecho o
- Simple anulabilidad.
La ms grave es la incompetencia absoluta o manifiesta, que sera la falta de competencia ratione
materiae(si el Ministro de Hacienda expide un ttulo de licenciado universitario).Tambin se considera
incompetencia absoluta la falta de competencia territorial. Ambos supuestos seran constitutivos de la nulidad
de pleno derecho. En cambio, la falta de competencia jerrquica sera, en principio, slo incompetencia no
manifiesta o relativa en cuanto es susceptible de convalidacin.
9. LA CAUSA Y LOS PRESUPUESTOS DE HECHO.
Distingue la doctrina entre la causa jurdica o inmediata de los actos administrativos, que es el fin tpico de
todos los actos de una categora determinada, de la causa natural, remota o causa finalis, que es el fin
particular que el sujeto se propone al realizar un determinado acto. Por ello, mientras la causa jurdica es la
misma para un determinado tipo de actos, los motivos o causa natural pueden ser muy diversos.
En los actos administrativos negociables son siempre relevantes no slo la causa legal sino tambin la causa
natural.
Esta distincin encaja en el Art. 53.2 LRJAP-PAC, que se refiere a la causa jurdica, al decir que el contenido
de los actos se ajustar a los dispuesto en el Ordenamiento Jurdico, y por otro, alude a la causa natural, al
prescribir que dicho contenido ser determinado y adecuado a los fines de aquellos, prohibiendo en
consecuencia los motivos de inters privado como finalidad de los actos administrativos.
El rgimen jurdico de los presupuestos de hecho, supone que la Administracin tiene la obligacin de
explicar ante el Juez, cuando el acto es impugnado, los motivos de su decisin, incluso en los casos en que
formalmente no existe obligacin legal de motivar.
10. LOS MVILES. LA DESVIACIN DE PODER.
Separadamente de la causa jurdica, presupuestos de hecho o motivo legal, justificacin objetiva de la
decisin, estn los mviles (causa natural o remota, o motivo o fin especfico) que expresan el fin que propone
el autor del acto, es decir, el sentimiento o deseo que realmente le lleva a ejercitar la competencia.
Los mviles de cualquier acto de la Administracin deben adecuarse a aquellos fines pblicos por los que la
competencia ha sido atribuida. Por ello el ejercicio de la competencia, con una finalidad diversa o distinta de la
que justific su atribucin legal, constituye el vicio conocido como desviacin de poder que conlleva la
anulacin del acto administrativo segn el Art. 63 LRJAP-PAC.
La desviacin de poder es una nocin cercana al abuso de derecho previsto en el Art. 7.2 C.C. En ambos
casos hay una utilizacin del poder jurdico con una finalidad antisocial y malintencionada, en sentido diverso
del querido por el legislador al atribuir la potestad. Los efectos derivados de la apreciacin del abuso del
derecho y de la desviacin de poder son por ello en cierto modo anlogos, pues el abuso del derecho dar
lugar a la correspondiente indemnizacin y a la adopcin de las medidas judiciales o administrativas que
impidan la persistencia en el abuso, resultado al que puede llegarse desde la estimacin de un recuso
fundado en la desviacin de poder.
11. EL CONTENIDO Y LOS ELEMENTOS ACCIDENTALES DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.
A) EL CONTENIDO.
Zanobini define el contenido del acto administrativo como aquello que con el acto la autoridad administrativa
pretende disponer, ordenar, permitir, atestiguar o certificar y, distingue entre el contenido natural, el implcito
y el accidental o eventual, no faltando quienes de forma ms simple reducen esa clasificacin a dos trminos:
contenido natural y contenido accidental.
- Contenido natural es aquel cuya existencia sirve para individualizar el acto mismo e impide su
confusin con otros. Tambin se le denomina esencial, porque no puede faltar sin que el acto se
desvirte, a diferencia del contenido implcito;
- El contenido implcito es aquel que, aunque no sea expresamente recogido por la norma singular, se
entiende comprendido en l por estarlo en la regulacin legal (la indemnizacin o justiprecio en la
expropiacin).
B) ELEMENTOS ACCIDENTALES: CONDICIN, TRMINO Y MODO.
A su vez, contenidos accidentales y eventuales de los actos son, como se dijo, el trmino, la condicin y el
modo.
a) El trmino es el momento, ordinariamente un da determinado, a partir del cual debe comenzar o
cesar la eficacia del acto. El momento en que el acto administrativo adquiere eficacia es aquel en que
alcanza la perfeccin, y la expresin de un trmino distinto sirve para que el acto despliegue sus
efectos en un momento anterior o posterior. El trmino final significa que los efectos del acto terminan
en el momento previsto.
b) La condicin es la clusula por la que se subordina el comienzo o la cesacin de los efectos de un
acto al cumplimiento de un suceso fortuito o incierto. En el primer caso se habla de condicin
suspensiva, en el segundo de resolutoria.
c) El modo es una carga especfica impuesta a la persona en cuyo inters se ha dictado el acto, por la
cual se le exige un determinado comportamiento del que depende la posibilidad de disfrutar de los
beneficios del acto, lo que no debe confundirse con los deberes que directamente impone la ley como
contenido implcito de aqul.
12. LOS ELEMENTOS FORMALES.
A) PROCEDIMIENTO.
Son elementos formales de los actos administrativos: el procedimiento, la forma de la declaracin y la
motivacin cuando es legalmente exigible.
El procedimiento es el conjunto de actuaciones preparatorias y conducentes al acto o resolucin final cuya
finalidad es asegurar el acierto y la eficacia de la Administracin Pblica, adems de garantizar los derechos y
libertades de los particulares. Es un requisito esencial, que cumple una funcin anloga al proceso judicial.
La esencialidad viene impuesta por la LRJAP-PAC (los actos administrativos se producirn por el rgano
competente mediante el procedimiento que, en su caso, estuviese establecidocon sancin de nulidad de
pleno derecho para los actos que fueren dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento
legalmente establecido(arts. 53 y 62).
- SEGUNDA PARTE -
TEMA 5. LAS FORMAS DE LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA. LA ACTIVIDAD DE
POLICA O LIMITACIN.
1. LAS CLASES DE LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA.
La ordenacin de las normas administrativas y su estudio se ha venido configurando sobre la idea del fin
pblico ltimo a que tales normas atendan o sobre la clase de materia que regulaban. De aqu que la
clasificacin ms comn de la llamada parte especialatendiera a los diversos sectores de la actuacin o
intervencin administrativa: orden pblico, asuntos exteriores, comercio, agricultura, industria, sanidad,
educacin, etc.
Aparte de esa clasificacin por los fines, sectores o materias sobre los que incide la norma administrativa, es
preciso disponer tambin de otros criterios que permitan sistematizar, dentro de cada sector o materia (orden
pblico, sanidad, etc), las normas que la rigen. Para ello se atiende al efecto que la actividad administrativa
causa en la libertad y derechos de los particulares, distinguindose entre:
1. Actividad de limitacin o de polica: restringe la libertad, los derechos o la actividad de los
particulares.
2. Actividad de fomento o incentivadora: Estimula mediante premios o apoyos el ejercicio de la
actividad de los particulares para que oriente sta al cumplimiento de fines de inters general.
3. Actividad de prestacin o de servicio pblico: La Administracin suministra prestaciones a los
particulares (sanidad, educacin, transporte etc.)
Pero estas tres formas de la actividad administrativa (actividad de polica, fomento y servicio pblico), no
agotan la realidad de la actividad de la Administracin, puesto que en nuestro Derecho la Administracin ha
sido investida de funciones de indudable carcter judicial, de tipo sancionador y arbitral, que no encajan en el
concepto de actividad de limitacin o de polica.
Parece obligado separar la llamada actividad administrativa de limitacin o de polica de la:
1. Actividad sancionadora: es distinta de la actividad de limitacin o de polica, puesto que no se
limitan derechos de los particulares, pues toda actividad sancionatoria presupone una infraccin o
conducta antijurdica del destinatario de la sancin, lo que impide decir que se est limitando su
derecho (no hay limitacin jurdica donde hay conducta contraria a Derecho). La actividad
sancionadora tiene naturaleza garantizadora de cualquier otro tipo de actividad administrativa y tiene
un carcter cuasi- judicial de la misma naturaleza que la represiva penal, y que slo por razones
histricas y circunstanciales se ha atribuido a la Administracin.
2. Actividad arbitral de la Administracin: con este concepto se pretende acoger la actividad
administrativa de mediacin entre los intereses y derechos de los particulares, actividad que ni
fomenta, ni da pretensiones, ni sanciona, ni limita derechos, sino por la que la Administracin decide o
arbitra entre pretensiones contrarias de los particulares, actuando como verdadero rbitro mediador.
Tambin tiene naturaleza cuasi- judicial, porque la Administracin acta en alguna forma como juez
civil y el acto administrativo cumple funciones similares a la sentencia inter partes.
Estas formas de actividad administrativa operan en todos los campos de intervencin de la Administracin,
aunque pueden estar presentes en distinta medida (as, p.ej., en el orden pblico actan fundamentalmente
las formas de limitacin y de sancin pero no tanto las de fomento). Tambin es posible alcanzar un mismo fin
pblico con diversas formas de intervencin, que se pueden combinar y sustituir unas por otras, en lo que se
ha llamado principio de intercambiabilidad de las tcnicas de intervencin administrativa. La Administracin,
por ejemplo, para conseguir un grado digno de asistencia sanitaria puede fomentar con subvenciones los
hospitales privados o crear sus propios servicios pblicos hospitalarios.
2. LOS PRINCIPIOS QUE CONDICIONAN LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA.
Toda la actividad administrativa, a diferencia de la actividad de los particulares, est sujeta a determinados
principios: legalidad, igualdad, proporcionalidad, buena fe, confianza legtima e inters pblico. No obstante,
algunos de estos principios se presentan como condiciones de la actividad de limitacin o de policia.
A) EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
La vinculacin de toda la actividad administrativa a la legalidad se expresa en el art. 103 CE, conforme al cual
la Administracin debe actuar con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
La vinculacin positiva rigurosa, es decir, la regulacin por norma legal es requisito esencial de toda
actividad limitativa o ablatoria que comporte limitacin de las libertades y derechos de los ciudadanos definidos
en la C.E. Sin embargo no es razonable exigir que cualquier actividad administrativa sea objeto de previsin
legal, en trminos exhaustivos. La vinculacin positiva no se impone en cambio con tanto rigor cuando la
actividad administrativa va en la lnea de ampliar los derechos y esfera de actuacin de los particulares.
Admitida, la tesis de la vinculacin positiva de forma general no es, sin embargo, razonable exigir de la Ley
una regulacin minuciosa de la actividad administrativa, cualquiera que sta sea y cuyo efecto sera la
obsolescencia de los reglamentos ejecutivos. En la actividad de limitacin y sancionadora debe exigirse el
mximo de precisin legal sobre los aspectos fundamentales, sin que basten los poderes generales de
intervencin. Por el contrario, una simple previsin o apoderamiento legal ser suficiente para desarrollar
actividades de servicio pblico y de fomento.
Es claro que, as como no hay (de acuerdo con la Ley 39/2015 LRJAP-PAC) una actuacin material licita de la
Administracin sin acto administrativo previo, tampoco hay actividad licita sin una norma previa, legal o
reglamentara, a la que, el acto o la actividad de la Administracin pueda ser reconducida.
B) EL PRINCIPIO DE IGUALDAD.
Est fundamentado en el art. 14 CE Los espaoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer
discriminacin alguna por razn de nacimiento, raza, sexo o religin, opinin o cualquier otra condicin o
circunstancia personal o social. Y supone que a supuestos de hecho iguales deben aplicrseles
consecuencias iguales y que las diferencias de tratos necesitan justificar adecuadamente la existencia de los
motivos de tales diferencias.
Encuentra una aplicacin directa en el Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales (RSCL, art. 2),
que sujeta al principio de igualdad ante la ley toda intervencin sobre la libertad y propiedad; principio que
tambin se aplica a la actividad de fomento y a la de servicio pblico en que todos los administrados tienen en
igualdad de condiciones derecho a las mismas prestaciones, sin que puedan establecerse discriminaciones
injustificadas en las tarifas (art. 150).
C) PROPORCIONALIDAD Y FAVOR LIBERTATIS.
La proporcionalidad entre la actividad administrativa y el fin pblico a que debe responder supone que los
medios empleados se correspondan con los resultados, sin que stos sobrepasen las necesidades pblicas.
Este principio se invoca de forma especial en el art. 6 del Reglamento de Servicios de las Corporaciones
Locales: El contenido de los actos de intervencin ser congruente con los motivos y fines que lo
justifiquen; si fueren varios los admisibles, se elegir el menos restrictivo de la libertad individual. Como reitera
la Ley 40/2015 de 1 de octubre, de Rgimen Jurdico del Sector Publico. Este principio, aplicable con carcter
general a toda actividad administrativa, tiene una mayor aplicacin en la actividad de limitacin y en la
sancionatoria.
D) PRINCIPIO DE LA BUENA FE Y LA CONFIANZA LEGTIMA.
El principio de buena fe rige las relaciones entre la Administracin y los administrados del mismo modo que
rige las relaciones entre los particulares conforme al art. 7 CC. Como la buena fe remite a la creencia del
sujeto sobre la licitud jurdica de su propia actuacin, se aminoran las consecuencias negativas de los actos
contrarios a Derecho, y, por el contrario, se agravan para el que obra de mala fe.
Principio quebrantado cuando una de las partes acta contra sus propios actos, abusa de la nulidad por
motivos formales, ejercita un derecho con retraso o abusa de sus prerrogativas.
motivos formales, ejercita un derecho con retraso o abusa de sus prerrogativas.
La confianza legtima aparece como una manifestacin o especialidad de la buena fe. Ocurre cuando se pone
el nfasis en el deber de la Administracin de no variar su conducta si con ella ha generado el administrado
expectativas razonables de continuidad.
La jurisprudencia comunitaria exige para su aplicacin determinadas condiciones: Una accin de la
Administracin que justifique las legtimas expectativas de los administrados; Que las expectativas puedan ser
objetivamente reconocidas por un observador neutral; Que los intereses de los afectados no sean contrarios a
intereses pblicos.
E) EL INTERS PBLICO.
Sirve de justificacin a toda actividad administrativa. El inters pblico es un inters comn que, aunque no
beneficie a la totalidad de la comunidad, si favorece al menos a una parte importante de sus miembros.
La invocacin al inters pblico tiene ciertas limitaciones, y as la Administracin no puede en funcin del
inters pblico proceder a reglamentar la vida privada, ni confundir aqul con el fiscal o recaudatorio,
enriquecindose a expensas de algunos administrados, con infraccin del principio de igualdad.
3. LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DE LIMITACIN.
Por actividad administrativa de limitacin o de polica se entiende aquella forma de intervencin mediante la
cual la Administracin restringe la libertad o derechos de los particulares, pero sin sustituir con su actuacin la
actividad de stos.
La actividad administrativa de limitacin supone en todo caso que la incidencia negativa de sta sobre la
libertad y derechos de los particulares sea consecuencia del ejercicio de una potestad administrativa con un
acto administrativo de por medio y no efecto directo de una norma. Cuando la limitacin tiene lugar sin el
intermedio de un acto administrativo, estamos en presencia de una limitacin legal (como ocurre en el caso de
determinadas nacionalizaciones o en algunas imposiciones generalizadas de deberes, como los deberes
fiscales).
4. LOS GRADOS DE LIMITACIN EN LA LIBERTAD Y DERECHOS DE LOS PARTICULARES.
La actividad administrativa de limitacin de los derechos y libertades de los administrados responde a una
escala o progresin, segn la intensidad de la medida interventora:
1 En el grado menor de la intervencin administrativa: se consigna los deberes o cargas que la
Administracin puede exigir a los administrados de comunicar determinados comportamientos o
actividades, bien mediante la remisin de la informacin o imponiendo el deber de identificacin
o la obligacin de soportar inspecciones administrativas (inspeccin laboral, sanitaria, tributaria
etc.).
2 En un segundo grado: Sometimiento del ejercicio de un derecho a una autorizacin administrativa;
constatacin reglada por la Administracin de que se dan las condiciones requeridas para ello (p.ej:
permiso de conducir o licencia de construccin)
3 Tercer grado: Prohibicin formal de hacer o imposicin de una determinada conducta positiva (p.ej.:
orden de cierre de establecimientos por razones de orden pblico) Incluso la limitacin de la esfera
individual puede llegar a imponer al particular y a favor de la Administracin prestaciones de dar o
hacer sin abonar por ello compensacin alguna (p.ej., requisa de determinados servicios
profesionales en caso de epidemia).
Una forma de limitar los derechos es tambin su sacrificio o privacin de derechos en favor de un inters
pblico mediante una indemnizacin (la expropiacin forzosa).
5. LAS TCNICAS DE LA ACTIVIDAD DE LIMITACIN. LA REGLAMENTACIN.
La LBRL de 1985 enumera las tcnicas de limitacin de la actividad de los ciudadanos del siguiente tenor:
a) Ordenanzas y Bandos
b) Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo.
c) Sometimiento a comunicacin previa o a declaracin responsable.
d) Sometimiento a control posterior al inicio de la actividad, a efectos de verificar el cumplimiento de la
normativa reguladora de la misma.
e) rdenes individuales constitutivas de mandato para la ejecucin de un acto o la prohibicin del
mismo.
La Administracin del Estado o de las CC.AA., en desarrollo de mandatos legales y con apoyo en stos,
impone determinadas limitaciones a la actividad de los administrados a travs de los reglamentos. Lo mismo
ocurre en la esfera de competencias de las Entidades Locales, que podrn aprobar Ordenanzas y reglamentos
y los Alcaldes dictar bandos, que en ningn caso contendrn preceptos opuestos a las leyes. En base a esas
normas reglamentarias la Administracin exige despus autorizaciones previas, ordena, prohbe o sanciona la
actividad de los particulares. El estudio de la potestad reglamentaria, su rgimen jurdico, suele remitirse a la
teora de las fuentes del Derecho administrativo, donde los reglamentos se consideran ms un producto
normativo que una tcnica de intervencin.
6. LA AUTORIZACIN.
A) EL CONCEPTO DE LA AUTORIZACION
Partiendo de la existencia de un derecho o libertad en el solicitante de la autorizacin, se la considera como un
acto de control reglado que determina si se cumplen las exigencias legales o reglamentarias previstas en la
norma (en la licencia de construccin, la adecuacin del proyecto a los planes de urbanismo). Por ello, en la
mayor parte de los casos la cuestin de su otorgamiento o denegacin se resuelve en un problema de
valoracin fctica, que se traduce en la instancia judicial en un control de los hechos determinantes del
ejercicio de la potestad autorizatoria. Pero estando los hechos claros en uno u otro sentido, parece que no
debe reconocerse ningn margen de discrecionalidad en el otorgamiento o denegacin de la autorizacin.
B) DIFERENCIA CON LA CONCESIN
La diferencia de la autorizacin con la concesin, su gnero prximo, radica en que no existe un derecho
preexistente del particular, sino que ste nace justamente del acto concesional. As ocurre cuando la
pretendida autorizacin recae sobre actividades que la legislacin limita a unos pocos sujetos.
En todos aquellos casos en que se da una limitacin de la actividad, el nmero reducido parece transmutar la
idea del derecho o posibilidad abierta a todos los ciudadanos a ejercer un derecho, o a ser admitido el ejercicio
de una actividad o profesin, en la contraria de que se trata de un privilegio que la Administracin crea apara
un administrado: en suma de una concesin.
El concepto de autorizacin debe limitarse a los supuestos en que no hay limitacin en el nmero de los
beneficiarios del derecho o actividad ejercitada, ni discrecionalidad en el otorgamiento (licencia de caza, de
conducir, et...), remitiendo al concepto de concesin los dems supuestos en que la legislacin permite
claramente la discrecionalidad en el otorgamiento o limita el nmero de beneficiarios del ejercicio del
derecho o actividad en funcin de condiciones legalmente definidas.
C) OTORGAMIENTO, CONDICIONAMIENTO, TRANSMISIN Y EXTINCIN DE LAS AUTORIZACIONES.
Desde la concepcin de la autorizacin como un acto reglado, no es posible aceptar que las autorizaciones se
puedan modular discrecionalmente a travs de determinaciones accesorias (condicin, trmino y modo),
incidiendo de esta forma sobre los efectos del ejercicio del derecho o actividad autorizada., lo que s es
factible, en principio, en las concesiones.
No obstante, todas las autorizaciones se otorgan con la clusula sin perjuicio de tercero. Una clusula
que limita el efecto de la autorizacin al mbito de las relaciones entre la Administracin y el sujeto
autorizado, sin que suponga alteracin alguna en las relaciones jurdico-privadas que subyacen en el
otorgamiento de la autorizacin.
Cuestin asimismo relevante en el rgimen de las autorizaciones es su transmisibilidad. Su admisin o no
viene dada, en primer lugar, en funcin del grado de personalizacin de la actividad autorizada. As en las
autorizaciones otorgadas intuitu personaeno es posible su transmisin (p.ej., licencia de conduccin o de
armas). En cambio, si la licencia se otorga en razn a una actividad sobre determinados objetos, cuando stos
se transmiten s trasmite con ellos la autorizacin (as sucede, p.ej., en las licencias de construccin).
En cuanto a su extincin, quedan sin efecto por la ejecucin de la actividad autorizada (obra por ejemplo), por
el transcurso del plazo por el que fueron otorgadas, si se trata de licencias referentes a actividades personales
(art. 15 del Reglamento de servicios de las Corporaciones Locales), y por su revocacin o anulacin (16 del
mismo Reglamento).
Se extinguen tambin por su revocacin o anulacin. Como prescribe el artculo 16 del Reglamento de
Servicios de las Corporaciones Locales de 1955: 1. Las licencias quedarn sin efecto si se incumplieren las
condic~ones a que estuvieren subordinadas, y debern ser revocadas cuando desaparecieran las
circunstancias que motivaron su otorgamiento o sobrevinieran otras que, de haber existido a la sazn, habran
justificado la denegacin y podrn serlo cuando se adoptaren nuevos criterios de aprecacin; 2. Podrn ser
anuladas las licencias y restituidas las cosas al ser y estado primitivo cuando resultaren otorgadas
errneamente; 3. La revocacin fundada en la adopcin de nuevos criterios de apreciacin y la anulacin por
error comportarn el resarcimiento de los daos y perjuicios.
D) LA DESCONFIANZA EUROPEA SOBRE LA AUTORIZACIN Y LA OPCION PRIORITARIA EN FAVOR
DE LA COMUNICACIN PREVIA O DECLARACIN RESPONSABLE.
Segn la Ley 7/2009 los prestadores de servicios podrn establecerse libremente en territorio espaol para
ejercer su actividad y cualquier prestador establecido en Espaa que ejerza legalmente una actividad de
servicios podr ejercerla en todo el territorios nacional. As mismo dice que la normativa reguladora del acceso
a una actividad de servicios o del ejercicio de la misma no podr imponer a los prestadores un rgimen de
autorizacin, salvo excepcionalmente y siempre que no resulte discriminatorio ni directa ni indirectamente en
funcin de la nacionalidad o de que el establecimiento se encuentre o no en el territorio de la autoridad
competente. La necesidad de l rgimen de autorizacin debe justificarse. Dicho rgimen debe ser proporional,
es decir, el mas adecuado para garantizar la consecucin del objetivo que se persiga porque no existen otras
medidas menos restrictivas que permitan obtener el mismo resultado, en particular cuando un control a
posteriori se produjese demasiado tarde para ser realmente eficaz. En ningn caso, el acceso a una actividad
de servicios o su ejercicio se sujetaran a un rgimen de autorizacin cuando sea suficiente una comunicacin
o una declaracin responsable del prestador mediante la que se manifieste, en su caso, el cumplimiento de los
requisitos exigidos y se facilite la informacin necesaria a la autoridad competente para el control de la
actividad.
El concepto de autorizacin de que se parte engloba los supuestos que hemos denominado concesionales,
prescribiendo que solo podr limitarse el numero de autorizaciones cuando este justificado por la escasez de
recursos naturales o inequvocos impedimentos tcnicos. El procedimiento de concesin por las
Administraciones Publicas garantizara el cumplimiento de los principios de publicidad, objetividad,
imparcialidad, transparencia y concurrencia competitiva. La autorizacin que se conceda tendr una duracin
limitada y proporcionada atendiendo a las caractersticas de la prestacin del servicio y no dar a un
procedimiento de renovacin automtica ni conllevara, una vez extiguida la autorizacin, ningn tipo de
ventaja para el prestador cesante o para personas vinculadas con el.
En el mbito local, la Ley 2/2011 de Economia Sostenible, incorporo a la Ley de Bases de Rgimen Local de
1985, los arts. 84bis y 84 ter, estableciendo con carcter general la inexigibilidad de licencia u otros medios de
control preventivos para el ejercicio de actividades, salvo que resultase necesari para la proteccin de la salud
o seguridad publicas, el medioambiente o el patrimonio histrico-artistico, o cuando suponga un uso privativo y
ocupacin del dominio publico pero, en todo caso, condicionando su exigibilidad a un juicio de necesidad y
proporcionalidad.
La Ley 12/2012 de medidas urgentes de liberaliacion del comercio y de determinados servicios elimina la
pertinencia de la autorizacin o licencia municipal previa en establecimientos comerciales con una superficie
de hasta 750 m2, considera que no son necesarios controles previos por tratarse de actividades que, por su
naturaleza, por las instalaciones que requieren y por la dimensin del establecimiento, no tienen un impacto
susceptible de control a travs de la tcnica autorizatoria, que se sustituye por un control ex post basado en
una declaracin responsable. Afecta tambin a todas las obras ligadas al acondicionamiento de estos locales
que no requieran de la redaccin de un proyecto de obra de con la Ley 38/1999 de Ordenacin de la
Edificacion.
La Ley 20/2013 de Garantia de la Unidad de Mercado prescribi (art. 17) que se podr stablecer la exigencia
de una autorizacin siempre que concurran los principios de necesidad y proporcionalidad, que habrn de
motivarse suficientemente en la Ley que establezca dicho rgimen.
7. DECLARACIN RESPONSABLE Y COMUNICACIN PREVIA
La introduccin solemne y con carcter bsico en nuestro ordenamiento de la declaracin responsable y de la
comunicacin previa, ha tenido lugar con motivo de la ultima normativa europea y espaola (Ley 17/2009)
relativa a la libertad de establecimiento de los prestadores de servicios. Una normativa que, como queda
dicho, declara que ambas tcnicas deben ser preferidas a la licencia o autorizacin previa cuando a travs de
ellas se pueda alcanzar idnticos objetivos de control.
Para dar a esta regulacin la mayor vigencia posible, se llevo al art. 71bis de la Ley 25/2010 de LRJAP-PAC;
la Ley 20/2013 de garanta de unidad de mercado; y la vigente Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo
Comn e las Administraciones Publicas en los trminos del art. 69 de declaracin responsable y comunicacion:
1. Se entender por declaracin responsable el documento suscrito por un interesado en el que ste
manifiesta, bajo su responsabilidad, que cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente para
obtener el reconocimiento de un derecho o facultad o para su ejercicio, que dispone de la documentacin que
as lo acredita, que la pondr a disposicin de la Administracin cuando le sea requerida, y que se
compromete a mantener el cumplimiento de las anteriores obligaciones durante el perodo de tiempo inherente
a dicho reconocimiento o ejercicio.
Los requisitos debern estar recogidos de manera expresa, clara y precisa en la correspondiente declaracin
responsable. Las Administraciones podrn requerir en cualquier momento que se aporte la documentacin que
acredite el cumplimiento de los mencionados requisitos y el interesado deber aportarla.
2. Se entender por comunicacin aquel documento mediante el que los interesados ponen en conocimiento
de la Administracin Pblica competente sus datos identificativos o cualquier otro dato relevante para el inicio
de una actividad o el ejercicio de un derecho. No obstante, cuando la legislacin correspondiente lo prevea
expresamente la comunicacin podr presentarse dentro de un plazo posterior al inicio de la actividad.
3. Los efectos de la declaracion responsable son el reconocimiento o ejercicio de un derecho o bien el inicio de
una actividad, desde el da de su presentacin, sin perjuicio de las facultades de comprobacin, control e
inspeccin que tengan atribuidas las Administraciones Pblicas.
No obstante lo dispuesto en el prrafo anterior, la comunicacin podr presentarse dentro de un plazo
posterior al inicio de la actividad cuando la legislacin correspondiente lo prevea expresamente.
4. La inexactitud, falsedad u omisin, de carcter esencial, de cualquier dato o informacin que se incorpore a
una declaracin responsable o a una comunicacin, o la no presentacin ante la Administracin competente
de la declaracin responsable, la documentacin que sea en su caso requerida para acreditar el cumplimiento
de lo declarado, o la comunicacin, determinar la imposibilidad de continuar con el ejercicio del derecho o
actividad afectada desde el momento en que se tenga constancia de tales hechos, sin perjuicio de las
responsabilidades penales, civiles o administrativas a que hubiera lugar.
La resolucin de la Administracin Pblica que declare tales circunstancias podr determinar la obligacin del
interesado de restituir la situacin jurdica al momento previo al reconocimiento o al ejercicio del derecho o al
inicio de la actividad correspondiente, as como la imposibilidad de instar un nuevo procedimiento con el
mismo objeto durante un perodo de tiempo determinado por la ley, todo ello conforme a los trminos
establecidos en las normas sectoriales de aplicacin.
5. Las Administraciones Pblicas tendrn permanentemente publicados y actualizados modelos de declaracin
responsable y de comunicacin, fcilmente accesibles a los interesados.
6. nicamente ser exigible, bien una declaracin responsable, bien una comunicacin para iniciar una misma
actividad u obtener el reconocimiento de un mismo derecho o facultad para su ejercicio, sin que sea posible la
exigencia de ambas acumulativamente.
Estas tcnicas son menos intrusivas y mas respetuosas con el derecho de los solicitantes que la licencia o
autorizacin previa. Pero es menos garantista del inters publico y de los derechos e intereses de terceros que
pueden verse afectados o lesionados por la actividad que estas tcnicas legitiman sin su conocimiento ni, la
posibilidad alguna de hacerse oir antes del comienzco de la actividad.
8. ORDENES, MANDATOS Y PROHIBICIONES.
Las rdenes son actos por los que la Administracin, sobre la base de una potestad de supremaca, hace
surgir a cargo de un sujeto un deber de conducta positivo (mandato) o negativo (prohibicin), cuya
inobservancia expone al obligado a una sancin en caso de desobediencia.
Las rdenes positivas o negativas pueden venir establecidas de forma general por una norma sin necesidad
de acto administrativo interpuesto, o bien requerir para su efectividad que la Administracin dicte un acto
administrativo con dicho contenido. Como deca Mayer, la orden de polica puede presentarse en dos
hiptesis principales: como regla general y como determinacin del caso individual, como regla de derecho y
como acto administrativo. Estos dos tipo de ordenes se contemplan en el Reglamento de Servicios de las
Corporaciones locales de 1955, al referirse a la intervencin que se acta por Ordenazas, Reglamentos y
Bando de polica y buen gobierno o bien por ordenes individuales, constitutivas de mandato para la ejecucin
de un acto o la prohibicin del mismo (art. 5).
Las rdenes, que siempre han de justificarse en una norma legal, pueden estar legitimadas por una
potestad de supremaca general que afecta a todos los ciudadanos o bien configurarse dentro de una relacin
de supremaca especial (concesionarios de la administracin p.ej.), o de una relacin jerrquica (funcionarios,
militares), aunque en ste ltimo caso la orden no tiene efecto limitativo sobre derechos.
En donde con ms evidencia se manifiesta el carcter limitativo de derechos de la orden es en las
relaciones de supremaca general (Ley Orgnica 4/2015 de Proteccin de Seguridad Ciudadana.- disolucin
manifestaciones que alteren gravemente la seguridad ciudadana, etc).
El efecto de la orden de polica debidamente notificada o comunicada consiste en la obligacin de obedecer
conforme a su contenido, es decir, en una obligacin ejecutoria de conducirse de la manera exigida por la
orden.
Las rdenes, mandatos y prohibiciones cuentan con un amplio sistema garantizador, que normalmente es ms
enrgico en las rdenes dictadas en una relacin de supremaca especial, que incluso pueden disponer de
una Jurisdiccin al servicio de su peculiar disciplina (militares).
TEMA 6. ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DE FOMENTO.
1. CONCEPTO Y EVOLUCIN DE LA ACTIVIDAD DE FOMENTO.
Por actividad de fomento se entiende aquella modalidad de intervencin administrativa consistente en dirigir la
accin de los particulares hacia fines de inters general mediante el otorgamiento de incentivos diversos.
La incentivacin de actividades privadas es conocida desde los primeros tiempos de nuestra civilizacin, pero
es en el despotismo Ilustrado del siglo XVIII donde ese modo de intervencin es teorizado ms
conscientemente como una modalidad de la accin pblica y de forma ms consciente.
La poltica econmica del siglo XIX sita la accin de fomento en el centro mismo del intervencionismo
administrativo, lo que dio nombre al ms importante Ministerio, el de Fomento. La instauracin del sistema
ferroviario puedo hacerse gracias a las ayudas econmicas con que el Estado estimul a las compaas
concesionarias del ferrocarril. No hay que olvidar, sin embargo, que con la poltica de subvenciones lleg
tambin la corrupcin y el falseamiento de la libre competencial empresarial.
Tras la constitucin de 1876, los estmulos econmicos cobran de nuevo decisiva importancia en las obras
pblicas que regula la Ley General de 13 de abril de 877, que define la subvencin como cualquier auxilio
directo o indirecto de fondos pblicos, incluso la franquicia de los Derechos de Aduanas para el
material que hay de introducirse.
En el siglo XX se extienden las ayudas econmicas a todos los sectores productivos y se racionalizan con la
Ley 152/1963. La incentivacin a las empresas, a travs de polos de desarrollo, polgonos industriales, zonas
de preferente localizacin, se han prolongado hasta nuestro das. De otro lado, la actividad incentivadota se ha
extendido a todos los sectores econmicos (agricultura, minera, vivienda, etc) y ha llegado a la cultura (cine ,
teatro) y a la accin social, donde el repliegue de Estado ha sido cubierto por las Organizaciones no
gubernamentales (ONGs) que viven de las subvenciones publicas.
En la actualidad no hay duda sobre la legitimidad de esta forma de intervencin, pues la propia CE de 1978
alude en numerosos preceptos a la actividad administrativa de fomento. As, al sancionar los principios
rectores de la poltica social y econmica indica que los poderes pblicos de fomentaran la educacin
sanitaria, educacin fsica y el deporte (art.43.3), las organizaciones de consumidores (art. 51.2), y las
sociedades cooperativas (129.2), etc. La actividad de fomento es tambin ttulo competencial especfico, bien
del Estado (investigacin cientfica y tcnica art. 149.1.15), bien de las CC.AA. (desarrollo econmico de la
Comunidad art. 148.1.13).
2. LAS MODALIDADES DE LA ACTIVIDAD DE FOMENTO Y SU NATURALEZA REGLADA.
Atendiendo a las ventajas que se otorgan a los particulares cuya accin pretende incentivarse, el fomento
puede consistir en medidas honorficas, como las condecoraciones civiles, militares, otorgamiento de ttulos,
etc; econmicas: primas, subvenciones, desgravaciones fiscales, etc; y jurdicas: carcter de beneficiarios de
la expropiacin forzosa, Etc.
No es fcil fuera de esta descripcin de la accin de fomento reconducir a un mismo rgimen jurdico las
No es fcil fuera de esta descripcin de la accin de fomento reconducir a un mismo rgimen jurdico las
numerosas acciones de fomento, ni calificar de reglada o discrecional la actividad administrativa incentivadota,
que depende de las diversas regulaciones y procedimientos.
Hay supuestos en donde la discrecionalidad es manifiesta, como ocurre con la concesin de ttulos
nobiliarios por el Rey. Bsicamente discrecional es el otorgamiento de condecoraciones civiles, como las
previstas en la Orden de Alfonso X el Sabio, etc.
Por el contrario, la concesin de las condecoraciones militares es bsicamente reglada. No es discrecional,
en absoluto, el otorgamiento o la denegacin de becas para el estudio, sujetas a reglamentaciones muy
precisas. Por ltimo, debe destacarse el carcter discrecional de la concesin de estmulos econmicos, ni, en
general, los beneficios de carcter jurdico que se vinculan a aqullas, como el beneficio de expropiacin
forzosa. En estos casos cabe la valoracin de las circunstancias de hecho concurrentes y un control judicial
sobre los actos de concesin y denegacin.
3. LOS INCENTIVOS ECONMICOS.
Los incentivos econmicos son uno de los procedimientos ms eficaces de promocin de la iniciativa
econmica privada y el cauce a travs del cual los poderes pblicos orientan y corrigen el sistema de mercado
en una determinada direccin.
El otorgamiento de estmulos econmicos orienta libremente la accin del beneficiario hacia el fin, pero al
tiempo constituye un ttulo habilitante que permite a la Administracin intervenir, ordenar y controlar las
actuaciones privadas apoyadas por ayudas pblicas; una intervencin que habr de acomodarse al
principio de mensurabilidad de las potestades administrativas y de la especificad del fin pblico
perseguido.
Los estmulos econmicos pueden suponer para la Administracin una prdida de ingresos (exenciones y
desgravaciones fiscales) o una efectiva salida de dinero pblico hacia el beneficiario (anticipos, premios o
primas y seguros de beneficios industriales).
La actividad del fomento econmico est sujeta al principio de legalidad (art. 133.3 CE: todo beneficio fiscal
que afecte a los tributos del Estado deber establecerse en virtud de una Ley, lo mismo se reitera en la Ley
General Tributaria y la Ley Presupuestatia. No hay subvencin sin consignacin expresa en los presupuestos y
su falta implica la inexigibilidad de las obligaciones dinerarias de los entes pblicos que no estn reflejadas en
los presupuestos, as como la nulidad de pleno derecho de los actos administrativos y de las disposiciones
generales con rango inferior a la Ley que supongan compromisos de gastos por cuanta superior al importe de
los crditos presupuestados. No obstante, si bien esa nulidad se puede predicar del acto de otorgamiento
del beneficio econmico sin cobertura presupuestaria, el beneficio de buena fe dispone de una accin de
responsabilidad contractual o extracontractual para exigir de la Administracin el resarcimiento de los daos
producidos, ya que al fin y a la postre es siempre la Ley sustantiva la que reconoce el derecho a las medidas
de fomento, limitndose la Ley de Presupuestos a posibilitar la exigibilidad temporal del gasto.
El principio de igualdad est vigente sobre la actividad de fomento, que obliga a tratar por igual a los
presuntos beneficiarios de dicha accin y a distribuir las ayudas a travs de procedimientos basados en las
reglas de transparencia, publicidad y libre concurrencia.
4. LA SUBVENCIN.
A) CONCEPTO AMPLIO Y ESCTRICTO DE LA SUVENCION
La subvencin, segn la doctrina ms autorizada debe distinguirse de otras ayudas econmicas en funcin de
las siguientes notas:
%3) La subvencin es ante todo una atribucin patrimonial a fondo perdido.
%3) De una Administracin Pblica como sujeto activo otorgante a favor de un particular.
%3) Afectacin inicial de la atribucin patrimonial al desarrollo de una actividad del beneficiario.
Sin embargo, la legislacin espaola, y la comunitaria, parte de un concepto ms amplio de subvencin que
comprende toda clase de ayuda econmica.
La Ley General Presupuestaria recoge tanto el concepto estricto de subvencin disposicin gratuita de fondos
pblicos realizada por el Estado o sus Organismos autnomos a favor de personas o Entidades, pblicas o
privadas, para fomentar una actividad de utilidad o inters social o para promover la consecucin de un fin
pblico como el amplio cualquier tipo de ayuda que se otorgue con cargo al Presupuesto del Estado o de sus
Organismos autnomos y las subvenciones o ayudas financiadas, en todo o en parte, con fondos de la
Comunidad Econmica Europea.
B) NATURALEZA JURDICA DE LA SUBVENCION
En cuanto a su naturaleza jurdica, la relacin jurdica que se crea con el otorgamiento de la subvencin se
califica como jurdico-administrativa y la litigiosidad que engendra es competencia de la Jurisdiccin
Contenciosa-Administrativa.
Cierto que en la regulacin de las ayudas pblicas econmicas se pueden encontrar elementos y perfiles
contractuales, sobre todo cuando se hacen en el seno de un convenio, pero no es menos cierto que la
mecnica operativa y su rgimen jurdico es ms cercano al del acto unilateral.
C) LOS PRINCIPIOS DEL RGIMEN JURDICO DE LAS SUBVENCIONES PUBLICAS
La Ley General de Subvenciones obliga a las AAPP a concretar en un plan estratgico los objetivos y efectos
que se pretenden, entre otros aspectos. El otorgamiento de subvenciones se ajustar a los principios de
publicidad, transparencia, concurrencia, objetividad, igualdad y no discriminacin. Consecuentemente,
el otorgamiento se condiciona a la aprobacin y publicidad de las bases, a la existencia de crdito, a la
tramitacin del procedimiento de concesin, a la fiscalizacin previa de los actos administrativos de contenido
econmico, y a la aprobacin del gasto por el rgano competente.
Esta regulacin pone tambin de manifiesto la sustitucin paulatina del sistema de auxilios rogados (el
particular toma la iniciativa de solicitar el beneficio) por el de auxilios concursados, la iniciativa es de la
Administracin que anuncia, con sujecin de un plan estratgico y los ppios de publicidad y concurrencia, su
disposicin de conceder determinados beneficios a los administrados con arreglo a determinados baremos.
Otro principio capital debiera ser el de riesgo compartido, que impide considerar la subvencin como pura
donacin que libere al beneficiario de todo riesgo o aportacin de capital propio a la actividad subvencionada.
Sin embargo la Ley es equvoca a este respecto.
Por ltimo, la ayuda o subvencin debe respetar el principio de libre competencia entre los operadores
econmicos del sector sin crear situaciones de desigualdad entre unos y otros.
D) EL BENEFICIARIO DE LA SUBVENCION
La condicin de beneficiario se regula en trminos paralelos o anlogos a la regulacin que efecta la Ley de
Contratos del Sector Publico respecto a quienes pueden tener la consideracin de contratistas de las
administraciones publicas.
Tendr la consideracin de beneficiario de subvenciones la persona que haya de realizar la actividad que
fundamento su otorgamiento o que se encuentre en la siruacion que legitima su concesin. Cuando se prevea
expresamente en las bases reguladoras,podrn acceder a la condicin de beneficiario las agrupaciones de
personas fsicas o jurdicas, publicas o privadas, las comunidades de bienes o cualquier otro tipo de unidad
econmica o patrimonio separado que, aun careciendo de personalidad jurdicas, puedan llevar a cabo los
proyectos actividades o comportamientos o se encuentren en la situacin que motiva la concesin de la
subvencion.
Las agrupacin de personas fsicas o jurdicas, publicas o privadas sin personalidad, debern hacerse constar
expresamente, tanto en la solicitud como en la resolucin de concesin, los compromisos de ejecucin
asumidos por cada miembro de la agrupacin, as como el importe de subvencion a aplicar por cada uno de
ellos, que tendrn la consideracin de beneficiarios. En cualquier caso deber nombrarse a un representante o
apoderado nico de la agrupacin, con poderes bastantes para cumplir las obligaciones que, como
beneficiario, corresponde a la agrupacin.
La Ley General de Subvenciones 38/2003 establece una serie de circunstancias que impiden acceder a la
condicin de beneficiario en su art. 13.2:
2. No podrn obtener la condicin de beneficiario o entidad colaboradora de las subvenciones reguladas
en esta ley las personas o entidades en quienes concurra alguna de las circunstancias siguientes, salvo que
por la naturaleza de la subvencin se excepte por su normativa reguladora:
a) Haber sido condenadas mediante sentencia firme a la pena de prdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas pblicas o por delitos de prevaricacin, cohecho, malversacin de caudales
pblicos, trfico de influencias, fraudes y exacciones ilegales o delitos urbansticos.
b) Haber solicitado la declaracin de concurso voluntario, haber sido declarados insolventes en cualquier
procedimiento, hallarse declarados en concurso, salvo que en ste haya adquirido la eficacia un
convenio, estar sujetos a intervencin judicial o haber sido inhabilitados conforme a la Ley 22/2003, de
9 de julio, Concursal, sin que haya concluido el perodo de inhabilitacin fijado en la sentencia de
calificacin del concurso.
c) Haber dado lugar, por causa de la que hubiesen sido declarados culpables, a la resolucin firme de
cualquier contrato celebrado con la Administracin.
d) Estar incursa la persona fsica, los administradores de las sociedades mercantiles o aquellos que
ostenten la representacin legal de otras personas jurdicas, en alguno de los supuestos de la Ley
3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administracin General del
Estado, de la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de incompatibilidades del Personal al Servicio de las
Administraciones Pblicas, o tratarse de cualquiera de los cargos electivos regulados en la Ley
Orgnica 5/1985, de 19 de junio, del Rgimen Electoral General, en los trminos establecidos en la
misma o en la normativa autonmica que regule estas materias.
e) No hallarse al corriente en el cumplimiento de las obligaciones tributarias o frente a la Seguridad
Social impuestas por las disposiciones vigentes, en la forma que se determine reglamentariamente.
f) Tener la residencia fiscal en un pas o territorio calificado reglamentariamente como paraso fiscal.
g) No hallarse al corriente de pago de obligaciones por reintegro de subvenciones en los trminos que
reglamentariamente se determinen.
h) Haber sido sancionado mediante resolucin firme con la prdida de la posibilidad de obtener
subvenciones conforme a sta u otras leyes que as lo establezcan.
i) No podrn acceder a la condicin de beneficiarios las agrupaciones previstas en el artculo 11.3,
prrafo segundo cuando concurra alguna de las prohibiciones anteriores en cualquiera de sus
miembros.
j) Las prohibiciones de obtener subvenciones afectarn tambin a aquellas empresas de las que, por
razn de las personas que las rigen o de otras circunstancias, pueda presumirse que son continuacin
o que derivan, por transformacin, fusin o sucesin, de otras empresas en las que hubiesen
concurrido aqullas
Respecto de las asociaciones (figura mas beneficiada por la practica subvencional) se prohben incentivar a
aquellas acociaciones incursas en las causas de prohibicin previstas en las apartados 5 y 6 del art. 4 LO
1/2002 reguladora del Derecho de Asociacin, es decir, aquellas cuyas actividades non respeten el principio
de no discriminacin, que inciten al odio o enaltezcan o justifquen el terrorismo o humillen a sus victimas o
aquellas respecto de las que se hubiera suspendido el procedimiento administrativo de inscripcin por
encontrarse indicios racionales de ilicitud penal.
Son obligaciones del beneficiario (art. 14 Ley General de Subvenciones 38/2003):
a) Cumplir el objetivo, ejecutar el proyecto, realizar la actividad o adoptar el comportamiento que
fundamenta la concesin de las subvenciones.
b) Justificar ante el rgano concedente o la entidad colaboradora, en su caso, el cumplimiento de los
requisitos y condiciones, as como la realizacin de la actividad y el cumplimiento de la finalidad que
determinen la concesin o disfrute de la subvencin.
c) Someterse a las actuaciones de comprobacin, a efectuar por el rgano concedente o la entidad
colaboradora, en su caso, as como cualesquiera otras de comprobacin y control financiero que
puedan realizar los rganos de control competentes, tanto nacionales como comunitarios, aportando
cuanta informacin le sea requerida en el ejercicio de las actuaciones anteriores.
d) Comunicar al rgano concedente o la entidad colaboradora la obtencin de otras subvenciones,
ayudas, ingresos o recursos que financien las actividades subvencionadas.
Esta comunicacin deber efectuarse tan pronto como se conozca y, en todo caso, con anterioridad a
la justificacin de la aplicacin dada a los fondos percibidos.
e) Acreditar con anterioridad a dictarse la propuesta de resolucin de concesin que se halla al corriente
en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y frente a la Seguridad Social.
f) Disponer de los libros contables, registros diligenciados y dems documentos debidamente auditados
en los trminos exigidos por la legislacin mercantil y sectorial aplicable al beneficiario en cada caso,
as como cuantos estados contables y registros especficos sean exigidos por las bases reguladoras
de las subvenciones, con la finalidad de garantizar el adecuado ejercicio de las facultades de
comprobacin y control.
g) Conservar los documentos justificativos de la aplicacin de los fondos recibidos, incluidos los
documentos electrnicos, en tanto puedan ser objeto de las actuaciones de comprobacin y control.
h) Dar la adecuada publicidad del carcter publico de la financiacin de programas, actividades,
inversiones o actuaciones de cualquier tipo que sean objeto de subvencion, en los trminos
establecidos.
i) Proceder al reintegro de los fondos percibidos en los supuestos contemplados en el artculo 37 de esta
ley.
Las licencias audiovisuales sern otorgadas por un plazo de 15 aos, renovndose automticamente y por el
mismo plazo estipulado inicialmente para su disfrute.
Caracterstica muy especifica del sector audiovisual es la configuracin del audiovidual como servicio esencial
que se gestiona directamente por los entes pblicos en cuanto que tiene como misin difundir contenidos que
fomenten los principios y valores constitucionales, contribuir a la formacin de una opinin publica plural, dar a
conocer la diversidad cultural y lingstica de Espaa, y difundir el conocimiento y las artes, con especial
incidencia en el fomento de una cultura audiovisual y atender a aquellos ciudadanos y grupos sociales que no
son destinatarios de la programacin mayoritaria. Este servicio lo desarrollan el Estado, las CCAA y las
Entidades Locales que determinaran normativamente, para su mbito de competencia, el sistema de
financiacin de su servicio publico de comunicacin audiovisual. Dicho sistema deber ser compatible con la
normativa vigente en materia de competencia.
El plazo de prescripcin de las sanciones comenzara a contarse desde el da siguiente a aquel en que
sea ejecutable la resolucin por la que se impone la sancin o haya transcurrido el plazo para
recurrirla. Interrumpir la prescripcin, la inciacion, con conocimiento del interesado, del procedimiento
de ejecucin, volviendo a transcurrir el plazo si aquel esta paralizado durante mas de 1 mes por causa
no imputable al infractor. En el caso de desestimacin presunta del recurso de alzado interpuesto
contra la resolucin por la que se impone la sancin, el plazo de prescripcin de la sancin
comenzara a contarse desde el da siguiente a aquel en que finalice el plazo legalmente previsto para
la resolucin de dicho recurso.
7. EL PRINCIPIO NON BIS IN IDEM Y LA SUBORDINACIN DE LA POTESTAD SANCIONADORA
ADMINISTRATIVA A LA JURISDICCIN PENAL.
De la tradicional consideracin de la potestad sancionadora de la Administracin como una manifestacin ms
del poder punitivo del Estado se haba extrado la consecuencia de su independencia de la Jurisdiccin penal
y, por ello mismo, la compatibilidad de la sancin administrativa con la penal.
En la CE de 1978 no se recogi la regla del non bds in idem. No obstante, la doctrina ah defendido su
vigencia por entender que la formulacin de la doble sancin est implcita en el principio de legalidad del
artculo 25 que vetara una tipificacin simultnea de iguales conductas con diferentes efectos
sancionadores, o en el principio de exigencia de racionalidad e interdiccin de la arbitrariedad de los
poderes pblicos establecida en el artculo 9.3 de la CE.
Por su parte el TC ha calificado el principio non bis in idem como principio general del derecho, y asimismo
determina una interdiccin de la duplicidad de sanciones administrativas y penales respecto de unos mismos
hechos.
De la doctrina del TC se desprende que las autoridades administrativas no pueden, sancionar unos hechos
que el Tribunal de lo penal ha declarado inexistente o simplemente no probados. Sin embargo, no parece
admitirse la hiptesis inversa, es decir, que la fijacin de los hechos sancionables por un acto administrativo
(incluso confirmado por una posterior sentencia de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa) vincule a la
Jurisdiccin penal, por cuanto es doctrina constitucional la imposibilidad de que los rganos de la
Administracin lleven a acabo actuaciones o procedimientos sancionadores en aquellos casos en que los
hechos pueden ser constitutivos de delito o falta segn el Cdigo penal o las leyes penales especiales,
mientras la autoridad judicial no se haya pronunciado sobre ellos.
La Ley 39/2015 LRJAP-PAC (art. 31) recoge la preferencia procesal de la Jurisdiccin penal en la averiguacin
de los hechos, en su determinacin o fijacin definitiva, al prescribir que los hechos declarados probados por
resoluciones judiciales penales vincularn a las administraciones pblicas respecto de los procedimientos
sancionadores que sustancien.
8. EL DERECHO CONSTITUCIONAL A LAS GARANTAS PROCESALES Y LA ACTIVIDAD
ADMINISTRATIVA SANCIONADORA.
La CE condiciona el ejercicio de la potestad sancionadora de la Administracin a la observancia de
determinados procedimientos y garantas judiciales posteriores. As el art. 105 impone a la administracin la
necesidad de actuar y, por ello, de sancionar a travs de un procedimiento administrativo con un trmite de
audiencia, y el art. 106 reconoce el derecho a revisar los actos sancionadores ante una instancia judicial.
El TC ha declarado aplicable el artculo 24 de la CE que garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva.
Adems la potestad sancionadora de la Administracin debe ejercerse de acuerdo con las garantas
establecidas en los arts. 6 y 7 del Convenio Europeo de Derechos y Libertades Fundamentales y
consiguiente jurisprudencia del Tribunal Europeo.
La Ley 40/2015 regula esta materia comenzando por afirmar que el ejercicio de la potestad sancionadora
requerir la instruccin del procedimiento legal o establecido y que en nungun caso se podr imponer una
requerir la instruccin del procedimiento legal o establecido y que en nungun caso se podr imponer una
sancin sin que se haya tramitado el necesario procedimiento. Por otra parte, La primera garanta en el
ejercicio de la potestad sancionadora es la de la exigencia de un procedimiento sancionador que en los
debern estar separadas la fase instructora y la sancionadora, encomendndose a rganos distintos.
Este principio de separacin entre la fase instructora y sancionadora constituye otro de los principios
esenciales y sagrados de todo poder punitivo. El TC adems de afirmar la inexcusabilidad del procedimiento
sancionador, se ha pronunciado sobre la esencialidad de algunos principios insitos en al tutela judicial efectiva.
Entre los principios de rigurosa observancia est el derecho de audiencia y defensa, al que expresamente
alude el artculo 24 de la CE, derecho que el TC concreta en el trmite de audiencia y el derecho a aportar
pruebas de descargo frente a la acusacin.. Este derecho ha sido desarrollado por la LRJAP-PAC que integra
en ellos siguientes derechos:
a) A ser notificado de los hechos que se le imputen, de las infracciones que tales hechos puedan
constituir y de las sanciones que en su caso pudieran imponerse, as como la identidad del instructor,
de la autoridad competente para imponer la sancin y de la norma que atribuya la competencia.
b) A formular alegaciones y utilizar los medios de defensa admitidos por el ordenamiento jurdico que
resulten procedentes.
El procedimiento sancionador debe asegurar el respeto a la presuncin de inocencia que la STC 13/1982 de
1 de abril, afirma ser un derecho fundamental frente a todos los poderes pblicos y por ello vigente en el
mbito sancionador administrativo.
La LRJAP-PAC recoge que los procedimientos sancionadores respetarn la presuncin de no existencia de
responsabilidad administrativa mientras no se demuestre lo contrario (art. 137.1).
La regla de presuncin de inocencia cede, sin embargo, cuando se parte de hechos declarados probados por
resoluciones judiciales penales firmes, las cuales vincularn a las administraciones pblicas respecto de los
procedimientos sancionadores que sustancien.
En cuanto al derecho a no declarar contra s mismo y a no declarar (a que tambin se refiere el art. 24
CE), si impide a los jueces en los procesos penales coaccionar a los inculpados para que declaren sobre los
hechos que se le imputan, respetando su derecho al silencio, debe impedir igualmente en los procedimientos
sancionadores que los funcionarios fuercen a declarar a los administrados o les obliguen a presentar
documentos o pruebas para documentar los procedimientos que instruyen contra ellos bajo amenaza de
nuevas sanciones.
Por ltimo hay que considerar el derecho a la asistencia letrada, que tambin recoge al art. 24 CE. El TC ha
reconocido este derecho nicamente para los procesos penales por delito, limitacin que justifica en funcin
de la menor entidad tanto de las faltas penales como de las infracciones administrativas.
9. EL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR.
La Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo comn de las Administraciones Publicas se rige por las
mismas normas del procedimiento adminitrativo comn con las especialidades que se recogen en la propia
Ley. Adems deroga el Reglamento de Procedimiento para el ejercicio de la potestad sancionadora aprobado
por el RD 1398/1993. Dichas especialidas consisten ahora en los siguiente:
Antes del inicio del procedimiento sancionador se admite la posibilidad de realizar actuaciones previas que
se orientaran a determinar, con la mayor precisin posible, los hechos suscptibles de motivar la oncoacion del
procedimiento, la identificacin de la persona/s que puedieran resultar responsables y las circunstancias
relevantes que concurran en unos y otros.
El insructor debe decidir si sigue el procedimiento sancionador ordinario o el procedimiento simplificado
cuando considere que, existen elementos de juicio suficientes para calificar la infraccin con leve.
La iniciacin de los procedimientos sancionadores ordinarios es siempre de oficio, y partira de la debida
separacin entre la fase instructora y la sancionadora, que se encomendara a rganos distintos.
Es fundamental aqu el acuerdo de iniciacin que se comunica al instructor, con traslado de las actuaciones
que existan y se notifica al denunciante, en su caso, y a los interesados entendindose por tal al inculpado y al
denunciante cuando la norma as lo prevea.
El acuerdo de iniciacin habr de precisar, como contenido mnimo lo siguiente:
a) Identificacin de la persona o personas presuntamente responsables.
b) Hechos que motivan la incoacin, su posible calificacin y sancin correspondiente.
c) Identificacion del instructor, secretario del procedimiento y rgano competente para la resolucin del
procedimiento y la norma que le atribuya tal competencia.
d) Medidas de carcter provisional que el rgano competente para iniciar el procedimiento haya podido
acordar a fin de asegurar la eficacia de la resolucin que pudiera recaer.
e) Indicacin del derecho a formular alegaciones, audiencia en el procedimiento y plazos para su
ejercicio.
En el periodo de instruccin y sustanciacin de la prueba consiste en que los hechos declarados probados por
resoluciones judiciales penales firmes vincularan a las Administraciones Publicas respecto de los
procedimientos sancionadores que substancien.
Sobre la terminacin del procedimiento la Ley permite la omisin misma del procedimiento cuando el infractor
reconoce su responsabilidad. En este caso, sin diligencia alguna, se podr resolver el procedimiento con la
imposicin de la sancin que proceda.
Tambin el pago voluntario por el presunto responsable, en cualquier momento anterior a la resolucin,
implicara la terminacin del procedimiento, salvo en lo relativo a la reposicin de la situacin alterada o a la
determinacin de la indemnizacin por los daos y perjuicios causados por la comisin de la infraccin.en
ambos casos, cuando se trate de sancin pecuniaria, el rgano aplicara reducciones de, al menos, el 20%
sobre el importe de la sancin, siendo estos acumulables entre si, porcentaje que podr ser incrementado
reglamentariamente.
Por otro lado, el instructor deber realizar todas las diligencias necesarias para el esclarecimiento de los
hechos investigados, para adoptar una de estas dos soluciones:
1. Finalizacin del procedimiento con archivo de las actuaciones, sin que sea necesaria la
fomrulacion de la propuesta de resolucin, cuando en la instruccin se ponga de manifiesto que
concurra alguna de las circunstancias:
a. La inexistencia de los hechos que pudieran constituir la infraccin.
b. Cuando los hecho no resulten acreditados.
c. Cuando los hecho probados no constituyan infraccin administrativa.
d. Cuando no exista o no se haya podido identificar a la persona o personas responsables o bien
aparezcan exentos de responsabilidad.
e. Cuando se concluyera, en cualquier momento, que ha prescrito la infraccin.
2. La propuesta de resolucin: se fijaran de forma motivadad los hechos que consideren probados y
su exacta calificacin jurdica, se determinara la indraccion que, en su caso, aquellos constituyan, la
persona/s responsables y la sancin que se proponga, la valoracin de las pruebas practicadas, en
especial aquellas que constituyan los fundamentos bsico de la decisin, as como las medidas
provisionales que, en su caso, se hubieran adoptado. Cuando la instruccin determine la inexistencia
de infraccio o responsabilidad, la propuesta declarara esa circunstancia.
Despus de ello sigue el tramite de vista y alegaciones en el que el instructor podr de manifiesto a los
interesado sel procedimiento precisando el plazo para la formulacin de aquellas con la posibilidad de
presentrar nuevos documentos.
El rgano competente dictar resolucin. La resolucin ha de ser motivada y ha de decidir todas las
cuestiones planteadas por los interesados o derivadas del procedimiento, y en ella no se podrn aceptar
hechos distintos de los determinados en la fase de instruccin (salvo los que resulten de actuaciones
complementarias). Si estimase que la infraccin o la sancin reviste mayor gravedad que la determinada en la
propuesta de resolucin, notificara al inculpado dicha apreciacin para que aporte cuantas alegaciones
estimen en el plazo de 15 das.
La determinacin de responsabilidades civiles, cuando las conductas sancionadas hubieran causado daos
o perjuicios a las Administraciones y la cuanta destinada a indemnizar estos daos no hubiera quedado
determinada en el expediente, se fijara mediante procedimiento complementario, cuya resolucin ser
ejecutiva. Este procedimiento ser suceptible de terminacin convencional, pero ni esta ni la aceptacin por el
infractor de la resolucin que pudiera recaer implicaran el reconocimiento voluntario de su responsabilidad. La
resolucin pondr fin a la va administrativa.
10. EL PRINCIPIO NULLA POENA SINE IUDICIO Y LA EJECUTORIEDAD DE LOS ACTOS
SANCIONADORES DE LA ADMINISTRACIN.
Un problema de procedimiento especialmente grave y mal resuelto por el Derecho espaol, es el de si la
interposicin de recursos judiciales, es decir, el contencioso-administrativo, o en su caso el de amparo
constitucional, contra los actos sancionadores suspende o no su ejecutoriedad.
Los principios afectados por esta cuestin son los recogidos en el artculo 24 CE, de presuncin de
inocencia y el de la efectividad misma de la tutela judicial.
A favor de la suspensin automtica de la sancin por la interposicin de un recurso opera tambin el
argumento analgico de que los recursos contra las sentencias penales suspenden siempre la ejecucin de la
pena, regla capital porque el principio nulla poene sine indicio obliga a respetar la situacin previa a la
sentencia de primera instancia y la misma presuncin de inocencia hasta el agotamiento de todas las restantes
instancias judiciales.
En nuestro Derecho, el arbitrismo del legislador es manifiesto, pues mientras la mayora de las leyes que
regulan la potestad sancionadora nada dicen sobre la ejecutoriedad inmediata de las sanciones, otras
imponen la suspensin, y no han faltado tampoco supuestos de prohibicin de cualquier medida
suspensiva. Al contradictorio panorama legislativo, hay que sumar las vacilaciones de la jurisprudencia
constitucional.
En definitiva, pues, para no entender infringido el principio nulla poena sine indicio es forzoso aceptar el
carcter automtico de la suspensin con motivo de la interposicin de los recursos administrativos y
jurisdiccionales, sin condicionarla tampoco, como ocurre en materia fiscal, a costosos o imposibles avales a
costa de los recurrentes. De lo contrario seguir vigente la contradiccin, no explicada ni justificada por el alto
Tribunal, de que la ejecucin de las penas impuestas por los jueces y tribunales penales se suspenda por al
simple interposicin de los recursos procedentes y que ese mismo efecto garantizador no se produzca
cuando la potestad punitiva del estado se acta a travs de las autoridades o funcionarios administrativos,
cuya fiabilidad, desde el punto de vista de la independencia y objetividad, la Constitucin presume que es
menor que la de aquellos jueces. A menor fiabilidad jurdica en los agentes sancionadores y menores
garantas procedimentales, menores garantas tambin en el trmite del recurso judicial. sa es, en fin, la
peculiarconclusin a que conduce esa restrictiva doctrina del TC en la interpretacin del art. 24 CE que
recogi, ms o menos, despus la LRJAP-PAC, que reduce la suspensin de efectos del acto sancionador, en
caso de que proceda, hasta el momento de la resolucin de un recurso ordinario administrativo (art. 138.3; la
resolucin ser ejecutiva cuando ponga fin a la va administrativa).
Consideraciones que se han tenido en cuetna en la regulacin de la vigente Ley 39/2015. As afirmar que la
resolicion sancionatoria ser ejecutiva cuando no quepa contra ella ningn recurso ordinario en va
administrativa (y no lo ser si esta pendiente de resolver un recurso administrativo) admite que, aun siendo
ejecutiva por ser irrecurrible en va administrativa, se podr suspender cautelarmente, si el interesado
manifiesta a la Administracin su intencin de interponer recurso contencioso-administrativo contra la
resolucin firme en va administrativa.
Dicha suspensin cautelar finalizara cuando:
a) Haya transcurrido el plazo legalmente previsto sin que el interesado haya interpuesto recurso
contencioso-administrativo.
b) Habiendo el interesado interpuesto recurso contencioso-administrativo:
1. No se haya solicitado en el mismo tramite la suspensin cautelar de las resolucin
impugnada.
2. El rgano judicial se pronuncie sobre la suspensin cautelar solicitada, en los trminos
previsto en ella.
TEMA 9. LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA ARBITRAL
1. ARBITRAJE Y ADMINISTRACIN PBLICA.
Una cosa es que la Administracin cuando se encuentra en un conflicto con otro sujeto, de Derecho pblico o
privado, someta al juicio de un tercero la resolucin de la controversia, y otra muy distinta es que ella misma
arbitre sobre bienes o derechos de particulares en ejercicio de una potestad administrativa atribuida por Ley,
desarrollando lo que hemos denominado la actividad arbitral de la Administracin.
A) LA DESCONFIANZA TRADICIONAL ANTE EL ARBITRAJE Y LA TRANSACCIN SOBRE DERECHOS
DEL ESTADO.
Dejar en manos de terceros, la posibilidad de resolver los conflictos en que la Administracin es parte,
tradicionalmente se contempl como una abdicacin del poder del propio Estado, mxime cuando la Justicia
administrativa misma surgi para evitar el sometimiento a los tribunales civiles de los pleitos y conflictos en
que era parte la Administracin. Ni siquiera si admiti en los comienzos del rgimen constitucional el
sometimiento de los conflictos de la Administracin a los jueces civiles, y se cre un fuero administrativo, con
menos razn poda admitirse que la Administracin fuera juzgada por los simples particulares actuando de
rbitros.
Otra razn para la desconfianza del arbitraje es su parentesco con el contrato de transaccin, que consiste en
resolver un conflicto vis a vis entre las partes. Un negocio jurdico complejo, inviable (porque se presta a la
simulacin del conflicto y, a seguidas, a resolverlo mediante transacciones fraudulentas), que el mismo Cdigo
Civil pone bajo sospecha cuando lo celebran los administradores de bienes ajenos. Pero qu es la
Administracin pblica sino un conjunto de funcionarios que administran bienes y funciones ajenas?
Prohibicin, pues, de transigir, y de ah la tradicional regla de que los Abogados del Estado no podan ni
allanarse a las demandas ni dejar de recurrir, con razn o sin ella, las resoluciones judiciales que fueran
desfavorables a la Administracin. Y que otra cosas es el arbitraje sino una transaccin a cargo de un
tercero? Prohibicin por ello de someter los conflictos de la administracin con terceros a la decisin de
rbitros o amigables componedores.
Pero esos principios van relajndose y rebajndose las exigencias para transigir y allanarse en los pleitos del
Estado.
B) EL ARBITRAJE COMO SUCEDNEO DE LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS Y DE LA JUSTICIA
ADMINISTRATIVA.
Tambin evolucionan los principios y modos de resolucin de los conflictos entre la Administracin y los
administrados en materias estrictamente administrativas. La Ley 39/2015 LRJAP-PAC permite que las
leyes podrn sustituir el recurso de alzada, en supuestos o mbitos sectoriales determinados, y cuando la
especificidad de la materia as lo justifique, por otros procedimientos, de impugnacin o de reclamacin,
incluidos los de conciliacin, mediacin o arbitraje, ante rganos colegiados o comisiones especficas no
sometidos a instrucciones jerrquicas, con respeto a los principios, garantas y plazos que la presente Ley
reconoce a los ciudadanos y a los interesados en todo procedimiento administrativo.
Surgiendo la gran cuestin: Es posible admitir con carcter general un arbitraje privado que sustituya a la
Jurisdiccin Contencioso-Administrativa, de la misma forma que la justicia civil es sustituida por las
decisiones y laudos de rbitros y amigables componedores a travs del arbitraje de Derecho privado que
regula la Ley 60/2003, de Arbitraje?
Frente a una corriente doctrinal que postula esa solucin para paliar los enormes retrasos que se producen en
las decisiones de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa, se alzan las reglas tradicionales ya aludidas de
las decisiones de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa, se alzan las reglas tradicionales ya aludidas de
desconfianza al arbitraje y a la transaccin de cualesquiera conflictos sobre derechos y conflictos de la
Hacienda Pblica y, en particular, la reserva constitucional de la funcin de control judicial que la CE
establece a favor de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa (art. 106 CE): Los tribunales controlan la
potestad reglamentaria y la legalidad de la actuacin administrativa, as como el sometimiento de sta a los
fines que la justifican, reserva constitucional que podra quedar enervada, o sustancialmente reducida, si se
cae en una prctica generalizada de delegar en instancias no administrativas, a travs de laudos de
terceros, la resolucin de las controversias que suscita la actividad administrativa.
Otro argumento contrario es que tales atajos para reducir la litigiosidad puedan afectar a terceros implicados
en el acto o actividad administrativa en litigio potencial o real, burlando las garantas que les asisten dentro (y
no fuera) del proceso contencioso-administrativo. Por ello, a pesar del fervor con que muchos defienden hoy
que la Administracin se comporte antes y durante el proceso como un particular y que someta al arbitraje sus
conflictos, lo que en parte va siendo legalmente reconocido, siguen en pie las dificultades jurdicas y polticas
para la litigiosidad que engendra al actividad administrativa pueda solventarse al margen de la solemnidad y
garanta de los procesos.
2. LA ACTIVIDAD ARBITRAL DE LA ADMINISTRACIN.
La Administracin puede estar investida por al Ley de la potestad de resolver conflictos entre terceros, entre
los administrados sobre derechos privados o administrativos bajo el control de la Jurisdiccin Contencioso-
Administrativa.
La Administracin resuelve, en efecto, litigios entre particulares en mltiples ocasiones. Y no slo litigios
acerca de los derechos o relaciones estrictamente administrativas, sino sobre relaciones y derechos privados.
Esto ltimo ocurre cuando, a travs del Jurado de Expropiacin, determina el montante del justiprecio.
El contenido del acto arbitral se aproxima al de las sentencias o decisiones judiciales civiles en cuanto
aplicacin objetiva de las normas y principios jurdicos. En todo caso, la actividad arbitral no tiene su razn de
ser predominante en el inters pblico, ni en el beneficio directo de la Administracin como sujeto, sino en la
equidad con que debe resolver entre los sujetos enfrentados; por ello, la Administracin asume o debe asumir
en el cumplimiento de esta actividad una actitud de rigurosa neutralidad, exactamente la misma que han de
adoptar los rganos jurisdiccionales en los procesos civiles.
A falta de una frontera precisa, como en materia represiva, sobre lo que es en puridad una cuestin civil, hay
que agregar como explicacin de la potestad administrativa arbitral, la necesidad funcional de incidir, por
elementales razones de eficacia, sobre derechos privados en los mltiples sectores de la intervencin pblica,
donde, adems de la finalidad de garantizar la justa resolucin de un conflicto, se presenta un inters pblico
concurrente en el seguimiento y resultados de la aplicacin generalizada de la norma.
La atribucin de potestades arbitrales a la Administracin est todava ms justificada cuando se trata de
delimitar la extensin fsica de derechos administrativos de concesin sobre bienes pblicos, como
tradicionalmente ha ocurrido con las minas o las aguas. La misma tcnica concesional para la gestin de los
servicios pblicos ha llevado a la Administracin a arbitrar en los conflictos entre el concesionario y los
usuarios.
La potestad arbitral crece en la actualidad a caballo de las nuevas formas de regulacin sobre los tradicionales
servicios pblicos, antes en rgimen de monopolio, y abiertos ahora a la libre competencia entre varios
operadores o concesionarios.
Y en fin y por ser muy habitual, pasan desapercibidos como supuestos de actividad arbitral aquellos en los que
la administracin decide entre particulares sobre derechos o intereses administrativos, como cuando los
ciudadanos disputan sobre el mejor derecho a ser beneficiarios de actos favorables, el otorgamiento de
subvenciones, la condicin de funcionarios o de contratista o concesionario, entre otros supuestos.
3. LA PRESUNTA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA ACTIVIDAD ARBITRAL Y LA DUALIDAD DE SUS
MANIFESTACIONES.
Tras la CE de 1978, la actividad arbitral, como sucedneo de la justicia civil, entr en prevencin y sospecha
por falta de una clara cobertura constitucional, como la dispensada por el artculo 25 de la CE a la potestad
sancionadora de la Administracin.
En los supuestos en los que el arbitraje administrativo posee carcter voluntario, si los sujetos privados
pueden someter la decisin de sus conflictos a cualquier persona a travs de los mecanismos de la Ley de
Arbitraje, no se advierte la razn por la que dicha tarea no puede ser tambin asumida institucionalmente por
la Administracin. Pero las cosas no son distintas en los supuestos de arbitraje obligatorio cuando se acta a
travs de una potestad administrativa vinculante, siempre y cuando la decisin arbitral pueda ser
posteriormente impugnada ante un rgano jurisdiccional civil, pero tampoco existe inconveniente de
principio para que lo sea del contencioso-administrativo, que es hoy una jurisdiccin tan ordinaria como la civil.
El TC ech tinta de inconstitucionalidad sobre la actividad arbitral de la Administracin. En la STC 192/1981 de
8 de abril declar que la Administracin por si misma no puede arbitrar en conflictos colectivos
ordenando el cese de una huelga, pero estim conforme a la Constitucin que esa decisin la asuman rbitros
imparciales. A su vez la STC 174/1995 afirmo la inconstitucionalidad de un precepto de la Ley de Transportes
Terrestres 16/1987, porque vena a privar de recurso jurisdiccional a los arbitrajes sobre asuntos de cuanta
inferior a 500.000 pesetas, en cuanto presuma en ellos la aceptacin de un arbitraje de la Administracin, en
otros casos voluntario, lo que supona un atentado al principio de garanta judicial efectiva.
Al margen de la disputa doctrinal, y de lo acertado o desacertado de la doctrina constitucional, lo cierto y
verdad es que esas sospechas de inconstitucionalidad por uno u otro motivo han supuesto un retranqueo de
buena parte de las potestades arbitrales de la Administracin que se imponan obligatoriamente sobre las
relaciones entre particulares, transformndolas ahora en arbitraje voluntario, lo que se reflejo en la
legislacin sobre ste.
La actividad arbitral de la Administracin se ejercita bajo dos formas:
Una obligatoria, en la que persisten sus facultades dirimentes y vinculantes sobre conflictos entre
particulares y cuyos actos arbitrales son controlados por la Jurisdiccin contencioso-Administrativa.
Otra voluntaria, que requiere el sometimiento de las partes al arbitraje de la Administracin para que
sta lo ejercite o nombre rbitros que lo harn con sometimiento a la Ley 36/1988, de Arbitraje de
Derecho privado y recursos ante la Jurisdiccin civil.
Ambas formas, que denominaremos actividad administrativa arbitral y actividad de la Administracin en
arbitrajes de Derecho privado no son incompatibles y pueden estar atribuidas y convivir en una misma
Administracin.
La potestad aribitral o resolutoria de conflictos se regula con notable amplitud en el art. 12 de la Ley 3/2013
de creacin de la Comisin Nacional de los Mercados y la Competencia, donde se especifican los numerosos
supuestos de litigios que pueden sucitarse entre los operadores en cada uno de los sectores regulados. En la
resolucin de estos conflictos, la Comisin resolver acerca de cualquier denuncia y adoptara una resolucin
para resolver el litigio lo antes posible y en un plazo de 3 meses de la recepcin de toda la informacin. La
resolucin ser vinculante para las partes sin perjuicio de los recursos que procedan. El ejercicio de esta
funcin arbitral no tendr carcter publico. El procedimiento arbitral se regulara mediante Real Decreto y se
ajustara a los principios esenciales de audienca, la libertad de prueba, contradiccin e igualdad.
4. EL RGIMEN DE LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA ARBITRAL.
El supuesto de hecho para calificar un acto administrativo de arbitral es la existencia de un conflicto en que se
enfrentan dos o ms sujetos con pretensiones puestas e inconciliables, conflicto cuya resolucin la Ley
atribuye a la Administracin de forma obligatoria y vinculante para ambos contendientes.
No hay una descripcin general del rgimen jurdico de esta actividad. Pero s hay regulaciones sectoriales
que permiten una prefiguracin de ese rgimen, sobresaliendo entre todas la regulacin del justiprecio
expropiatorio, en el que, aparte de la configuracin pretendidamente neutral del Jurado de expropiacin, la Ley
impone un procedimiento de igualdad de oportunidades de audiencia para ambas partes mediante la
presentacin de las hojas de justiprecio. De la misma forma la Comisin del Mercado de
Telecomunicaciones resolver los conflictos relativos a la ejecucin e interpretacin de los acuerdos de
interconexin y de los producidos por el acceso a las redes pblicas de telecomunicaciones, previa
audiencia de las partes, de forma vinculante en el plazo de seis meses siguiendo un procedimiento
administrativo.
Un principio inexcusable es la neutralidad del rgano administrativo, sustancialmente anloga a la exigida al
juez civil y que la Ley 40/2015 de Rgimen del Sector Publico (art, 23) garantiza a travs de la regulacin de
las causas de abstencin y recusacin, en trminos similares a la de los jueces en la LEC.
Un segundo principio es la igualdad de oportunidades y medios de defensa. No otra cosa supone dentro del
procedimiento comn, los trmites de audiencia y alegaciones, como los que con la misma finalidad y
naturaleza se prescriben para la resolucin de los recursos administrativos de alzada y reposicin.
Ha de significarse que a veces los actos administrativos arbitrales se manifiestan como aadido necesario de
un acto de limitacin, o polica, o sancionador, o de fomento, o de inscripcin en un registro
administrativo, cuando en ellos subyace la oposicin y el conflicto entre particulares. En estos casos,
adems de las normas propias de estos procedimientos debern observarse las reglas de igualdad de
oportunidades que se deriva de lo expuesto.
5. LA ACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIN EN EL ARBITRAJE VOLUNTARIO EN EL DERECHO
PRIVADO.
Distinta es la actividad de la Administracin cuando acta en funciones de arbitraje por el cauce de la Ley
60/2003 de Arbitraje. En este caso ni acta una potestad administrativa que se impone obligatoriamente a los
administrados en conflicto, ni su actividad se concreta en un acto administrativo ni, por consiguiente, ese acto
se enjuiciar en su caso por la Jurisdiccin Contencioso- Administrativa, sino por la civil en los trminos que se
prevn en la citada Ley de Arbitraje.
A la vista de las diversas soluciones que las Leyes ofrecen, se puede distinguir dos modelos:
1. Uno de arbitraje institucional, en que es un rgano administrativo ad hoc ejercita funciones de rbitro.
2. Otro en el que la Administracin gestiona o administra el arbitraje a travs de la creacin de rganos
mixtos, representativos de la Administracin y de los sectores interesados que ejercern las funciones
de rbitro.
El primer caso estara representado por la Comisin del Mercado de Telecomunicaciones, etc. Y el segundo
modelo por las diferentes Juntas arbitrales que se constituyen con representantes de la Administracin y de los
sectores interesados en el transporte, consumo, etc.
En todo caso, la Administracin hace aqu el papel de rbitro privado con sujecin a las reglas de la Ley de
Arbitraje. Lo ms singular del acto arbitral de la Administracin en estos casos es que est desprovisto de dos
caractersticas esenciales de los actos administrativos:
1. la ejecutoriedad por la propia Administracin, y
2. la recurribilidad ante la jurisdiccin Contencioso-Administrativa.
La ejecucin del laudo, segn la Ley de arbitraje est a cargo del Juez de Primera Instancia del lugar en
donde se haya dictado (art. 53).
En cuanto a su recurribilidad, el laudo que dicta la Administracin, al igual que los que dictan los dems
rbitros privados, es susceptible nicamente de recurso ordinario de anulacin ante la audiencia Provincial del
lugar donde se hubiere dictado el laudo y por causas tasadas, a su vez contra los laudos firmes slo cabe el
recurso de revisin, conforme a lo establecido en la legislacin procesal para las sentencias judiciales firmes..
6. MANIFESTACIONES PASADAS Y PRESENTES DE LA ACTIVIDAD ARBITRAL
El ejercicio de funciones arbitrales entre particulares por la Administracin no es una novedad pues la
atribucin exclusiva de los conflictos entre particulares a los jueces civiles ha sido siempre objeto de notables
excepciones.
En Roma, desde los comienzos del Imperio, los conflictos entre particulares se sustraan a la tramitacin de las
regls del proceso ordinario y se sujetaban a la cognitio extra ordinem cuando el Emperador pretenda retirar
determinados asuntos de la competencia del juez ordinario y someterlos a un procedimiento mas rpido y
eficaz que el ordo iudiciorum privatorum.
En el Antiguo Rgimen, las competencias judiciales ordinarias se excepcionaban con los fueros especiales y a
travs de la tcnica de las avocaciones, por virtud del cual el Soberano reclamaba para si, porque estaba en
juego un inters publico, o por puro capricho, el conocimiento y fallo de las controversias. Las avocaciones
operaban en los asuntos penales, en los litigios en que era parte el Estado y en los Conlictos entre
particulares, no haba terreno vedado al desde el del Monarca de convertirse en Juez nico y excepcional de
una controversia. Para impedir esta practica, en la Contitucion de 1812 se prescribe que no las Cortes ni el
Rey podrn ejercer en ningn caso las funciones judiciales, avocar causas pendientes ni mandar abrir los
juicios fenecidos (art. 243).
En el s. XIX la divisin de poderes va a suponer, la atribucin exclusiva de los conflictos y controversias entre
particulares a los jueces civiles. Sin embargo nunca estar bien definida la cuestin civil, y se admitir una
cierta competencia de la Administracin y de la Jurisdiccin Administrativa sobre conflictos privados.
Un supuesto frecuente de conocimiento de cuestiones entre particulares por la Juridiccion Administrativa se
originaba con motivo del resarcimiento de los daos y perjuicios ocasionados por las obras pblicas, cuando
aquellas se ejecutaban por particulares a travs de concesin o contrato.
A) ACTIVIDAD ARBITRAL Y UTILIZACION PRIVATIVA DE BIENES DEMANIALES AFECTADOS A LA
RIQUEZA NACIONAL
La legislacin administrativa sobre bienes pblicos susceptibles de utilizacin privativa por los particulares
como bienes afectos al fomento de la riqueza nacional, recurre a la potestad arbitral para ordenar el
aprovechamiento de estos recursos, pues en esa gestin se producen conflictos entre particulares, cuya
resolucin va a ser atribuida a la Administracin y a la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa en segundo
trmino.
La contienda mas frecuente entre particulares que, tras una jurisprudencia de conflictos vacilante, se atribuye
a la competencia administrativa, son las cuestiones posesorias surgidas con motivo de obras ejecutadas en
base a autorizaciones o concesiones administrivas que perturbaban y privaban aprovechamiento anteriores,
en las que el interdicto civil en sus varias modalidades acabo convirtindose en va muerta cuando el actor o le
demandado derivaban su situacin de una actividad administrativa. La Administracin se erigio as en
autoridad de tutela del estado posesorio, resolviendo las consiguientes contiendas entre particulares cuando la
posesin misma o la causa de la perturbacin tenan relacin con una actuacin administrativa anterior.
En la regulacin de minas aparecen varios tipos de contiendas entre particulares como el del preferente o
mejor derecho a obtener concesiones, la delimitacin territorial entre explotaciones limtrofes y las originadas
con motivo de los saos que las investigacin, expropiacin de propiesdaes o la explotacin de la mina
puedan ocasiones a los propietariode los predios o a terceros. La regla de oro es que las cuestiones surgidas
durante la tramitacin del expediente sobre mejor derecho a la concesin o que derivan de derechos
reconocidos en tutilos administrativos y las contiendas sobre superposiciones y rectificacin de limites de las
pertenencias y labores mineras son competencia de la Administracin y de la Jurdisccion Contencioso-
Administrativa mientras que los Tribunales civiles se reservan las reclamaciones de daos y perjuicios
causados a terceros y originados con posterioridad a la puesta en marcha de la explotacin minera y sobre las
cuestiones de las minas ya otorgadas, etc.
B) ACTIVIDAD ARBITRAL Y JURISDICCIONES ESPECIALES
La actividad arbitral de la Administracin se ha manifestado tambin a travs de organismos especializados
que constituyeron verdaderas jurisdicciones especiales.
Un viejo supuesto de jurisdiccin especial es la actividad arbitral administrativa sobre auxilios y salvamentos
y responsabilidades por accidentes martimos.
La Ley de Navegacin Area de 1960 atribuye a la Administracin Aeronutica la asistencia y salvamento de
aeronaves y la investigacin y determinacin de las responsabilidades en los casos de accidente (art. 34).
La relacin de estos organismos arbitrales puede seguir con el ya fenecido Tribunal Arbitral del Ahorro de
1929.
Otro supuesto de jurisdiccin especial y actividad arbitral lo constituy el Tribunal Arbitral de Seguros de
1940. El trinunal fucionaba como Tribunal civil, como Tribunal Constencioso-Adminitrativo y como servicio de
asesoramiento jurdico. La Ley 33/1984 sobre Ordenacin del Seguro Privado, regula ahor aun arbitraje
voluntario para resolver las divergencias que puedan plantearse entre terceros perjudicados o sus
derechohabientes, asegurados y beneficiarios con las entidades aseguradoras, sobre interpretacin
cumplimiento de los contratos de seguro. Al efecto crea en cada provincia unas Comisiones de Conciliacion de
composicin tripartita, con representates de la Administracin, de los asegurados y de las entidades
colaboradoras. Las Comisiones de conciliacin resuelven el conflicto segn su saber y entender con arreglo a
un procedimiento inspirado en el principio de sumariedad, con audiencia de partes y presentacin de pruebas,
y su laudo ser firme. En todo caso, podrn establecer la correspondiente clausula compromisoria para
resolver mediante arbitraje privado las divergencias que se susciten en la interpretacin, aplicacin y ejecucin
de los contratos de seguro que tengan suscritos.
En materia de transportes, se establecieron las Juntas de Detasas, creadas en 1932, en las que no exista
ningn representante de la carrera judicial, estando formadas ntegramente por funcionarios del Ministerio de
Obras Pblicas. Las Juntas resuelven, con los efectos previstos en la legislacin general el arbitraje, las
controversias de carcter mercantil surgidas en relacin con el cumplimiento de los contratos de transporte
terrestre cuando, de comn acuerdo, sean sometidas a su conocimiento por las partes intervinientes u otras
personas que ostenten un inters legitimo en su cumplimiento. As mismo resuelven controversias surgidas en
relacin con los dems contratos celebrados por empresas transportistas y de actividades auxiliares y
complementarias del trasporte cuyo objeto este directamente relacionado con la prestacin por cuenta ajena
de los servicios y actividades que, conforme con la Ley, se encuentren comprendidos en el mbito de su
actuacin empresarial.
El Estatuto de Publicidad creo, el Jurado de Publicidad en 1964, con la intencin de sustraer a los Tribunales
civiles sus competencias sobre las controversias entre particulares surgidas en la ejecucin y desarrollo de los
contratos publicitarios. La Ley en su art. 25 declara que en todos los contratos publicitarios se presumir
pactada la clausula de sumisin al Jurado de Publicidad, salvo estipulacin en contratio. Quiere decir que, el
Jurado de Publicidad resolvia la cuestin a travs de una tramitacin procesal simplificada al mximo y que su
resolucin escapaba al proceso de apelacin civil y al recurso de casacin, ya que el nico motivo invocable
en el recurso de casacin se reducia al caso en que el Jurado hubiera resuelto sobre puntos no sometidos a
su decisin (art. 30 de la Ley citada).
C) ACTIVIDAD ARBITRAL, REGISTROS Y PROPIEDADES ESPECIALES
La propiedad industrial o la intelectual, son afectadas por una legislacin de carcter mixto en el sentido de
que contiene normas destinada a delimitar el contenido de los derechos, a regular estrictas relaciones entre
particulares, pero tambin normas dirigidas a la Administracin en garanta del sistema a travs del servicio
publico registral, que obliga a resolver los conflictos que se originen entre los particulares prejuzgando, al
menos de forma previsoria, sobre aquellos derechos.
Pero no todos los registros en lo que se desarrolla una actividad del Derecho privado remiten a la
Administracin la garanta de los derechos inscritos. As los Registro de la Propiedad y del Estado Civil de las
personas apuran al mximo la intervencin de los Tribunales, remitiendo a los procesos civiles la revisin de
los actos registrales y los conflictos que se originen, art. 1 de la Ley Hipotecaria. Por el contrario, en los
Registros de la Propiedad Industrial y de la Propiedad Intelectual ha sido tradicional el control por la
Administracin y la Juridiccion Contencioso-Administrativa de la actividad registral de la que depende el estado
posesorio sobre estos derechos, reservando nicamente a la Jurisdiccin civil as cuestiones fundadas en
ttulos privados.
La legislacin de propiedad industrial partia del supuesto que el conflicto entre particulres mas generalizado
es la controversia sobre el nacimiento, extensin, caractersticas y limites de aquellos, es decir, sobre el
contenido mismo de la propiedad industrial, que por su naturaleza se encuentra en peligro, acosada por
quienes pretenden la inscripcin de una marca, una patente, etc., de caracteres similares o anlogos a los ya
inscritos.
En la Ley de Patentes 11/1986 y su Reglamento del mismo ao, el procedimiento de inscripcin responde al
clsico modelo arbitral, en el que la publicidad a que se sujetan la solicitud y el informe sobre el estado de la
tcnica abre un periodo de reclamaciones y observaciones de tercero con tramite de replica del solicitante, que
lleva a la concesin de la patente, lo cual se hace sin perjuicio de terceno ni garanta del Estado (arts. 32, 36,
37, y 40). Los conflictos sobre el otorgamiento de patentes se resuelven por el Registro de la Propiedad
Industrial, con recurso contencioso-administrativo posterior en lo que se refiere a la omisin de tramites
esenciales del procedimiento o aquellas cuestiones que pueda ser resueltas por la Admisnitracion durante el
procedimiento de concesin, con excepcin de la relativa a la unidad de invencin (arts. 47 y 48). La Ley
regula 2 importantes funciones arbitrales:
La relativa al otorgamiento de licencias obligatorias, que se imponen al titular de la patente si la funcin
de mediacin no ha servido para poner de acuerdo a las partes interesasdas, el Registro intenta la
mediacin o avenencia e impone uan solucin arbitral (arts. 92 y 95).
En materia de invenciones laborales, la Ley prescribe que los conflictos entre el empleador y el
trabajador inventor se sometan a una cto de conciliacin obligatorio ante una Comisin presidida por
un experto del Registro de la Propiedad Indsutrial: sin este interno de conciliacin no se dar curso a
demanda alguna (arts. 140 y 142).
La Ley de Patentes trata ahora de eludir la administrativizacion clsica de estos conflictos (que terminaban
ante la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa previa decisin del Registo) atribuyendo a la Juridisccion civil
el conocimiento de todos los litigios que se susciten como consecuencia del ejercicio de acciones de cualquier
clase (art. 123). No obstante, la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa conoce de los recursos de nulidad de
patentes, sin que las mismas causas tomadas en cuenta respecto al fondo por esta puedan despus ser
alegadas en un proceso civil de nulidad, proceso en el que es preceptivo el informe del Registro de la
alegadas en un proceso civil de nulidad, proceso en el que es preceptivo el informe del Registro de la
Propiedad Industrial (arts. 113 y 128).
En materia de propiedad intelectual, la nueva Ley de Propiedad Intelectual de 1987 y el RD legislativo
1/1996, han alterado el mbito y extensin de la actividad arbitral, remitiendo medidas cautelares a los
procesos penal e interdictal civil, que sern de tramitacin urgente, con lo que desaparece el interdicto
administrativo. Se ha creado en el Ministerio de Cultura la Comisin Mediadora y Arbitral de la Propiedad
Intelecutal para el ejercicio de las funciones de mediacin y abrbitraje voluntario y con el carcter de rgano
colegiado de mbito nacional (art. 153 RD Legislativo 1/1996)
La Comisin acta en funcin de mediacin, previo sometimiento de las partes para el caso de que no llegue a
celebrarse un contrato, para la autoriacion de la distribucin por cable de una emisin de radiodifusin, por
falta de acuerdo entre los titulares de los derechos de propiedad intelectual y las empresas de distribucin por
cable. La Comisin presenta propuestas a la partes que se consideraran aceptadas i ninguna de ellas expresa
su oposicin en un plazo de 3 meses, en cuyo caso la resolucin de la Comisin surtir los efectos previsto en
la Ley 36/1988 de Arbitraje, y ser revisable ante el orden jurisdiccional civil.
La Comisin ejerce una funcin de arbitraje dando soucion, previo sometimiento de las partes, a los conflictos
que puedan producirse entre las entidades de gestin y las asociaciones de usuarios de su repertorio o entre
aquellas y las entidades de radiodifusin. La Comisin fija una cantidad sustitutoria de las tarifas generales, a
solicitud de una asociacin de usuarios o de una entidad de radiosifusion, siempre que estas se somenta, por
su parte, a su competencia. La decisin de la Comisin tiene carcter vinculante y ejecutivo para las partes sin
perjuicio de las acciones que puedan ejercitarse ante la Jurisdiccin competente. El planteamiento de la
controversia sometida a decisin arbitral ante la Comisin impedir a los Jueces y Tribunales conocer de la
misma, hasta tanto haya sido dictada la resolucin y siempre que la parte interesada lo invoque mediante
excepcin.
El procedimiento y composicin de la Comisin se determina reglamentariamente, tiene derecho a formar
parte en cada asunto en que intervengan: representates de las entidades de gestin y otros 2 de las empresas
de distribucin por cable, de la asociacin de usuarios o de la entidad de radiosdifusion.
D) CONFLICTOS SOCIALES Y ACTIVIDAD ARBITRAL
El ataque mas grave al principio de que los Tribunales civiles son los jueces naturales de los conflictos
patrimoniales entre particulares vino del desarrollo de la legislacin laboral.
Dos claros principios vinculados al carcter tuitivo con que nace la legislacin laboral: el de participacin de los
interesados y el de proteccionismo administrativo, tienden a sustraer de los jueces civiles la competencia para
resolver los conflictos laborales, tanto individuales como colectivos. El principio de proteccionismo
administrativo se encara orgnicamente en la Inspeccion del Trabajo, cuya misin es garantizar, a travs de la
coaccin, el cumplimiento de la legislacin laboral.
La evolucin del sistema de garanta judicial de las relaciones laborales va a concluir con la creacin en que
periodo franquista de una jurisdiccin especial (las Magistraturas de Trabajo), sin que por ello desaparezcan
las competencias de la Administracin laboral, que no suceder hasta que la Constitucin y el Estatuto de los
Trabajadores priven a la Administracin de las competencias arbitrales obligatorias que tenan atribuidas en
materia de conflictos colectivos.
Restan, sin embargo, en la Administracin laboral competencias mediadoras y arbitrales de carcter
voluntario, atribuidas anteriormente al Instituto de Mediacion Arbitraje y Conciliacion, para la solucin de
conflictos colectivos (RD-ley 5/1979) y hoy asumidas por la Direccion General de Trabajo (art. 85 de laLey
50/1984, y Disposicion Adicional Segunda del RD 530/1985).
La mediacin, es el procedimiento aplicable mas a los conflictos de regulacin que a los de aplicacin del
Derecho, se caracteriza por la atribucin al mediador de amplios poderes de propuesta e informacin para
intentar la avenencia de las partes en litigio, al que les propone un proyecto de solucin. La mediacin esta
prevista como sistema de solucin de conflictos colectivos de trabajo y suele emplearse en cualquier momento
de una negociacin o controversia colectivas. Las partes en conflicto pueden solicitar de la Administracin el
nombramiento de mediador imparcial, proceder a su desgnacion por mutuo acuerdo o valerse de las
funciones mediadoras atribuidas a la Inspeccion del Trabajo. Si aceptan la propuesta de solucin que el
mediador les plantee, esta tendr los efectos de un convenio colectivo.
El arbitraje, por el contrario, se asemeja a una solucin jurisdiccional del conflicto y, por ello, se presta mejor
para dirimir y resolver contiendas sobre interpretacin y aplicacin del Derecho vigente. Pero solo queda
previsto por el art. 10 del RD-ley 17/1977, sobre relaciones de trabajo, que faculta al Gobierno para imponer,
previa propuesta del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, un arbitraje obligatorio para enervar el derecho
a la huelga, ello pone en manos del Ejecutivo una llave decisiva para cerar el paso a la huelga. Este arbitraje
ha sido declarado constitucionalmente legitimo, siempre que se respete la imparcialidad de los rbitros, lo que
no se entiende producido si tal funcin la asume la Administracin.
E) ACTIVIDAD ARBITRAL Y PROPIEDAD INMOBILIARIA
La Administracin despliega una intensa actividad en las operaciones de remodelacin de la propiedad
inmobiliaria, como las que acuan en la reparcelacin urbanstica para repartir las cargas y beneficios entre los
propietarios de las fincas de una unidad de ejecucin (Reglemento de Gestion Urbanistica, aprobado por el RD
3288/1978) o la que tiene lugar a travs de la concetracion parcelaria para combatir el minifundismo agrario
(Ley de Reforma y Desarrollo Agrario, Texto Refundido aprobado por Decreto 118/1973).
La realizacin de este tipo de operaciones suscita normalmente situaciones de agravio comparativo entre los
diversos propietarios afectados que la Administracin arbitra en los procedimientos o en va de recurso
contencioso-administrativo, y que son resueltos definitivamente por la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa.
Administracin y Jurisdiccin se pronuncian sobre:
La validez y alcance de los ttulos y derechos privados originarios, lo que se remite a la Jurisdiccin
civil,
La nueva asignacin de las titularidades dominicales resultante de la operacin remodeladora de las
propiedades, y habrn de hacerlo desde una posicion de neutralidad (anloga a la del Juez civil en un
proceso en la que se ejercitara la actio communi dividundo), sin otro criterio que conseguir el mximo
de valor entre la aportacin de las fincas iniciales y de adjudicacin de aprovechamientos urbansticos
o nuevas parcelas agrcolas.
En la expropiacin forzosa entre particulares encontramos otro supuesto de facultad arbitral de la
Administracin que incide sobre derecho de naturaleza civil, pues corresponde a la Administracin titular de la
potestad expropiatoria ejercela en favor del beneficiario, a instancia del mismo; decidir ejecutoriamente en
cuanto a la procedencia y extensin de las obligaciones del beneficiario respecto al expropiado y adoptar
todas las dema resoluciones que impliquen ejercicio de dicha potestad (art. 4 del Reglamento de la Ley de
Expropiacion Forzosa). Entre dichas resoluciones destaca la fijacin del justiprecio que, de no existir acuerdo
amistoso, se remite al Jurado Provincial de Expropiacion, cuyas decisiones tienen fuerza ejecutoria, sin
perjuicio del recurso contencioso-administrativo.
-TERCERA PARTE-
EL SISTEMA GARANTIZADOR DEL DERECHO ADMINISTRATIVO
TEMA 10. LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS Y RECLAMACIONES PREVIAS
FRENTE A LA ADMINISTRACION
1. LOS RECURSO ADMINISTRATIVOS.
Los recursos administrativos y las reclamaciones previas a la va judicial y laboral suprimidas por la Ley
39/2015 eran instituciones de similar finalidad y contenido. En ambos casos se trata de abrir una primera va
de revisin de la actividad administrativa ante la propia Administracin a instancia de los interesados
lesionados en sus derechos o intereses; pero adems, estas tcnicas cumplan otra finalidad: impedir que la
Administracin resulte enjuiciada sorpresivamente ante los Tribunales contencioso-administrativo, civiles o
laborales otorgndole un plazo de reflexin y otra oportunidad de correogir sus actos invalidos o cualquier
actuacin contraria a Derecho.
Los recursos administrativos suponen, en principio, una garanta del particular, al que se permite alegar o
discutir la validez u oportunidad de un acto o conducta administrativo ante la propia Administracin autora del
acto; pero, de otra parte, y en abierta contradiccin con esa naturaleza, y finalidad garantista, el recurso
administrativo aparece como un privilegio de la Administracin, pues con este filtro puede retrasar en su favor
el enjuiciamiento por los Tribunales de sus actos y conductas.
Los recursos administrativos se ven por el legislador ms como un privilegio de la Administracin que como
una garanta del administrado. Ahora bien, el verdadero privilegiode la Administracin no ha estado tanto en
condicionar el inicio del proceso contencioso-administrativo a la interposicin previa de un recurso
administrativo, cuando en la conversin de los fugacsimos plazos de interposicin de recurso de alzada (un
mes) y contencioso-administrativo (dos meses) en plazos de prescripcin de los derechos sustantivos.
La solucin justa para salvaguardar la igualdad de partes y elderecho a la garanta judicial efectiva que
consagra el art. 24 CE consistir en suprimir los plazos de interposicin de los actuales recursos fijando al
menos en 4 aos el de interposicin del recurso contencioso-administrativo.
2. CLASES DE RECURSOS Y DISPOSICIONES COMUNES
la Ley 4/1999 de modificacin de la Ley 30/1992 y que se mantienen en la Ley 39/2015, establecen los
siguientes recursos (arts. 112 y ss):
Recurso de alzada y recurso de reposicin, como previo a la va contenciosa y,
Recurso de revisin, con carcter extraordinario.
El objeto del recurso de los recursos administrativos son las resoluciones y actos de trmite, si estos ltimos
deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensin o perjuicio irreparable a derechos o intereses legtimos. Dichos recursos
podrn fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad y anulabilidad previstos en la Ley. Siempre y cuando
dichos actos o resoluciones no pongan fin a la va gubernativa.
Novedad en la Ley 39/2015: La Ley ha previsto tambin un sistema alternativo al recurso de alzada a
regular por las leyes autonmicas. Se trata de que en supuestos sectoriales determinados, y cuando la
especificidad de la materia as lo justifique, puede ser sustituido el recurso de alzada y de reposicin por
otros procedimientos de impugnacin o reclamacin, incluidos los de conciliacin, mediacin o arbitraje, ante
rganos colegiados o comisiones especficas, no sometidas a instrucciones jerrquicas, con respeto a los
principios, garantas y plazos que la Ley reconoce a los ciudadanos y a los interesados en todo procedimiento
administrativo.
La impugnacin de las disposiciones administrativas de carcter general: que no pueda hacerse directa
a travs de un recurso administrativo, deben formalizarse, sin tramite previo alguno, directamente ante la
Jurisdiccin Contencioso-Administrativa; mientras que la impugnacin indirecta deber hacerse ante el rgano
que dicto la disposicin, siempre y cuando el recurso se funde nicamente en la nulidad de la disposicin de
carcter general.
Los actos y resoluciones que ponen fin a la va administrativa: contra estos no proceder nunca el
recurso de alzada pero si el potestativo de reposicin. Son estos los siguientes:
a) Las resoluciones de los recursos de alzada.
b) Las resoluciones de los procedimientos dictados por rganos colegiados o Comisiones especificas
que sustituyan al recurso alzada.
c) Las resoluciones de los rganos administrativos que carezcan de superior jerrquico, salvo que una
Ley establezca lo contrario.
d) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideracin de finalizadores del
procedimiento.
e) La resolucin administratica de los procedimientos de responsabilidad patrimonial.
f) La resolucin de los procedimientos complementarios en materia sanconadora.
g) Las dems resoluciones de rganos administrativos cuando una disposicin o reglamentaria as lo
establezca.
En el mbito estatal, ponen fin a la va administrativa los actos y resoluciones siguientes:
a) Los actos administrativos de los miembros y rganos del Gobierno.
b) Los emanados de los Ministro y los Secretarios de Estado en el ejercicio de las competencias que
tiene atribuidas los rganos de los que son titulares.
c) Los emanados de los rganos directivos con nivel de Directos general o superior, en los Organismos
pblicos y entidades de derecho publico vinculados o dependiente de la Administracin General
delEstado, los emanados de los mximos rganos de disreccion unipersonales o colegiados, de
acuerdo con lo que establezcan sus estatutos, salvo que por ley se establezca otra cosa.
El escrito de interposicin del recurso deber contener los siguientes extremos:
a) El nombre, apellidos e identificacin del recurrente.
b) El acto que se recurre y la razon de su impugnacin.
c) Lugar, fecha, firma del recurrente, identificacin del medio y, lugar que se seale a efectos de
notificaciones.
d) rgano, centro o unidad administrativa al que se dirige y su correspondiente cocdigo de identificacin.
La Ley consigna dos previsiones importantes:
1 Que el error o la ausencia de la calificacin del recurso por parte del recurrente no ser obstculo
para su tramitacin, siempre que del escrito se deduzca su verdadero carcter, y
2 En aplicacin del principio de que nadie puede ir en contra sus propios actos o beneficiarse de su
propia torpeza, la Ley prescribe que los vicios y defectos que hagan anulable un acto no podrn ser
alegados por quienes los hubieren causado.
Causas de inadmisin: la Ley establece:
1 La falta de competencia del rgano administratico, en cuyo caso el recurso deber remitirse al rgano
competente.
2 La fatla de legitimacin del recurrente,
3 Que se trate de un acto no susceptible de recurso,
4 El transcurso del plazo de interposicin, y
5 La ms importante, que el recurso de forma manifiesta carezca de fundamento.
La eventual suspensin del acto recurrido: la Ley parte del principio de que la interposicin de cualquier
recurso, excepto en los casos en que una disposicin establezca lo contrario, no suspender la ejecucin del
acto impugnado. No obstante, el rgano a quien competa resolver el recursom previa ponderacin,
suficientemente razonada, entre el perjuicio que causara el inters publico o a terceros la suspensin y el
ocasionado al recurrente como consecuencia d ela eficacia inmediata del acto recurrido, podr suspender, de
oficio o a solicitud del recurrente, la ejecucin del acto impugnado cuando concurran alguna de las siguiente
circunstancias:
a) Que la ejecucin pudiera causar perjuicios de imposible o difcil reparacin.
b) Que la impugnacin se fundamente en alguna de las causas de nulidad de pleno derecho.
Posibilidad de suspensin automtica: tiene lugar cuando transcurrido 1 mes desde que la solicitud de
suspensin haya tenido entrada en el registro electrnico de la Administracin u Organismo competente para
decidir sobre la misma, el rgano a quien competa resolverl el recurso no ha dictado y notificado resolucin
expresa al respecto.
El acuerdo de suspensin podr adoptar medidas cautelares que sean necesarias para asegurar la
proteccin del inters publico o de terceros y la eficacia de la resolucin o el acto impugnado. Y, cuando de la
suspensin puedan derivarse perjuicios de cualquier naturaleza, aquella solo producir efectos previa
prestacin de caucion o garanta suficiente para responder de ellos.
Prolongacin de la suspensin a la va contencioso-administrativa: puede tener lugar cuando habindola
solicitado previamente el interesado, exista alguna medida cautelar, o si el interesado interpusiera recurso
contencioso-administrativo, reiterando en este la suspensin del acto objeto del proceso. La prolongacin se
mantendr hasta que se produzca el pronunciamiento judicial sobre la solicitud.
Antes de la resolucin del recurso tiene lugar la audiencia de los intersados cuando hayan de tenrse en
cuenta nuevos hechos o documentos no recogidos en el expediente originario. En dicho supuesto se pondrn
de manifiesto a los intresados para que, en un plazo no inferior a 10 das ni superior a 15, formulen
alegaciones y presenten los documentos y justificantes que estimen procedentes.
Es un tramite muy limitado en relacin con el procedimiento ordinario, pues en el mismo no cabe invocacin de
alegaciones del recurrente o la presentacin de nuevos documentos. Tampoco podr solicitarse la practica de
pruebas cuando su falta de realizacin en el procedimiento en el que se dicto la resolucin recurrida fuera
imputable al interesado.
Resolucin del recurso: estimara en todo o en parte o desestimara las pretensiones formuladas en el mismo
o declarara su inadmisin, decidiento sobre cuantas cuestiones tanto de forma como de fondo, plantee el
procediemiento, hay sido o no alegadas por los interesados. En este ultimo caso se les oir previamente. No
obstante, la resolucin ser congruente con las peticiones formuladas por el recurrente, si que en ningn caso
se admita la reformatio in peius, es decir que la resolucin no pueda agravar la situacin inicial del recurrente.
Cuando diversos recurrentes ha presentado una pluralidad de recursos asministrativos que traigan causa de
un mismo acto administrativo y se hubiera interpuesto un recurso judicial frente a uno de ellos. En tal caso, el
rgano asministrativo podr acordar la suspension del plazo para resolver hasta que recaiga pronunciamiento
judicial. Recaido pronunciamiento judicial, ser comunicado a los interesados y el rgano administrativo
competente para resolver podr dictar resolucin de acuerso con la resolucin juidicial sin necesidad de
realizar ningn tramite adicional.
3. EL RECURSO DE ALZADA.
El sistema de recursos administrativos arranca con el recurso de alzada, recurso jerrquico, en cuanto permite
al rgano superior corregir la actuacin del inferior y al tiempo precisar que el acto eventualmente recurrible
ante la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa lo es realmente de la cspide que encarna la voluntad de la
Administracin, por haber agotado la va administrativa.
La interposicin del recurso de alzada se har por el interesado ante el rgano que dict el acto que se
impugna o ante el competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera interpuesto ante el rgano que dict el
acto impugnado, ste deber remitirlo ante el competente en el plazo de diez (10 das), con su informe y una
copia completa y ordenada del expediente siendo responsable directo de dicha remisin.
El plazo para la interposicin del recurso ser de un mes (1 mes), si el acto fuera expreso. Si no lo fuera, el
plazo ser de tres meses (3 meses) y se contara, para el colicitante y otros posibles interesados, a partir del
da siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa especifica, se produzcan los efectos del silencio
administrativo. Trascurrido dichos plazos sin haberse interpuesto el recurso, la resolucin ser firme a todos
los efectos, lo que significa, que se extingue el derecho a cuyo servicio actuaba de cauce procedimental
defensivo el recurso de alzada.
La resolucin corresponde al rgano superior del que dict el acto recurrido. A estos efectos, los Tribunales y
rganos de seleccin del personal al servicio de las Administraciones Pblicas se considerarn dependientes
del rgano al que estn adscritos, o en su defecto, del que haya nombrado al presidente de los mismos.
El plazo mximo para notificar la resolucin ser de tres meses. Transcurrido este plazo sin que recaiga
resolucin expresa, se podr entender desestimado el recurso, salvo que ste se haya interpuesto contra la
desestimacin por silencio administrativo de una solicitud por el transcurso del plazo, en cuyo caso se
entender estimado el mismo si, llegado el plazo de resolucin, el rgano administrativo competente no
dictase resolucin expresa sobre el mismo.
Contra la resolucin de un recurso de alzada, no cabr ningn otro recurso administrativo, salvo el recurso
extraordinario de revisin en los casos establecidos en la Ley.
4. RECURSO POTESTATIVO DE REPOSICIN.
El recurso de reposicin es un recurso que con carcter potestativo, se puede interponer contra los actos que
agotan la va administrativa, y antes de recurrir ante la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa. Es la ltima
posibilidad de arreglo antes de un enfrentamiento judicial, es un acto de conciliacin, un recurso no preceptivo.
Si se interpone, bloquea, mientras no sea resuelto o se haya producido la desestimacin presunta, el acceso a
la Jurisdiccin Contencioso-Administrativo.
Pueden ser objeto de recurso de reposicin los mismos actos que lo son del recurso de alzada, es decir, los
actos y las resoluciones y actos de trmite, si estos ltimos deciden directa o indirectamente el fondo del
asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensin o perjuicio
irreparable a derechos o intereses legtimos, siempre y cuando dichos actos o resoluciones hayan puesto fin a
la va gubernativa.
El plazo para la interposicin del recurso de reposicin ser de un mes (1 mes), si el acto fuera expreso. Si no
lo fuera, el plazo ser de tres meses (3 meses) y se contar, para el solicitante y otros posibles interesados, a
partir del da siguiente a aqul en que, de acuerdo con su normativa especfica, se produzca el acto presunto.
Transcurridos dichos plazos solo podr interponerse recurso contencioso-administrativo, sin perjuicio de la
procedencia del recurso extraordinario de revisin.
El plazo mximo para dictar y notificar la resolucin del recurso ser de un mes. Contra la resolucin de un
recurso de reposicin no podr interponerse de nuevo dicho recurso.
5. RECURSO DE REVISIN.
El recurso de revisin es un recurso extraordinario que se interpone contra los actos firmes en va
administrativa es decir que agoten la va administrativa.
Los motivos por los que puede interponerse el recurso de revisin son los tradicionales de los recursos
extraordinarios, y son:
1. Cuando al dictar el acto se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios documentos
incorporados al expediente. No se exige que el error sea manifiesto, con lo que por esta va cualquier
revisin sobre los supuestos fcticos del acto recurrido es ya posible. Este motivo acerca
notablemente el recurso de revisin al de resposicion, pues siempre que exista una discrepancia sobre
los hechos se dar la va de la revisin.
2. En segundo lugar, la revisin puede fundarse en la aparicin, despus de dictado el acto, de nuevos
documentos de valor esencial y que evidencien el error en su resolucin.
3. El tercer motivo se da cuando en la resolucin hayan influido esencialmente documentos o
testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolucIn.
4. La cuarta causa de revisin es que la resolucin se hubiese dictado como consecuencia de
prevaricacin, cohecho, violencia, maquinacin fraudulenta u otra conducta punible y se haya
declarado as en virtud de sentencia judicial firme.
En definitiva, el recurso de revisin en cierto modo ha devenido en un recurso comn, no jerrquico, que
permite el control a posteriori de las cuestiones de hecho sobre las que se asienta la resolucin recurrida.
Los plazos para interponer el recurso de revisin son de cuatro aos siguiente a partir de la fecha de la
notificacin si el recurso se funda en el error de hecho, y de tres meses si el recurso se funda en los restantes
motivos plazo que se contara desde que se tuvo conocimiento de los documentos o desde que la sentenci
ajuidicial quedo firme.
La resolucin de los recursos de revisin puede ser resuelto por el rgano superior y tambin, si no se haba
agotado la va administrativa, por el titular de la competencia que hubiera dictado el acto cuya revisin se
pretende. El rgano al que le corresponde conocer del recurso extraordinacio de revisin debe pronunciarse
no solo sobre la procedencia del recurso, sino tambin, sobre el fondo de la cuestin resuelta por el acto
recurrido.
El recurso se entender desestimado si transcurren ms de tres meses sin que se resuelva, quedando
entonces expedita la va contencioso-administrativa.
6. REVISIN E IMPUGNACION DE ACTOS Y SANCIONES TRIBUTARIAS. LAS RECLAMACIONES
ECONMICO-ADMINISTRATIVAS.
Las llamadas reclamaciones econmico-administrativas no son sino los recursos administrativos en materia
tributaria, que se rigen por un cuerpo normativo especfico, en la actualidad esta materia se rige por la Ley
58/2003, General Tributaria y el Reglamento general de desarrollo aprobado por el RD 520/2005. Los
procedimiento es posible calsificarlos en funcin de que la iniciativa de los mismo corresponda a la
Administracin Tributaria, sin perjuicio de que medie solicitud por los interesados, de los procedimientos que
se inicen, nicamente, por recurso o reclamacin del particular:
1. El procedimiento de revisin de actos nulos de pleno derecho podr iniciarse de oficio, por acuerdo
del rgano que dicto el acto o de su superior jerrquico, o a instancia del interesado (art. 4).
2. La declaracin de lesividad de actos anulables se iniciara de oficio mediante acuerdo que ser
notificado al interesado (arts. 7 y 8).
3. El procedimiento de revocacin de los actos de aplicacin de los tributos y de imposicin de
sanciones se iniciara de oficio, sin perjuicio de que los interesados puedan promover su iniciacin por
la Administracin competente mediante un escroto que dirigirn al rgano que dicto el acto. Este
procedimiento podr iniciarse aunque los actos y sanciones objeto del mismo hayan sido objeto de
impuganacion en va econmico-administrativa, en tanto no se haya dictado una resolucin o un
acuerdo de terminacin por el tribunal econmico-administrativo, dado que en ningn caso sern
susceptibles de revocacin si ya hubiera recaido resolucin del correspondiente tribunal econmico-
administrativo (arts. 9 y 10).
4. El procedimiento de rectificacin de errores, cuando se inicie de oficio, se dar traslado de la
propuesta de rectificacin en el plazo de 15 das al interesado, salvo cuando la rectificacin se realice
en beneficio de este, en cuyo caso se podr notificar directamente la resolucin del procedimiento.
Cuando se haya inciaicado a instancia del interesado, La Administracin podr resolver directamente
lo que proceda cuando no figuren en el procedimento ni sean tenido en cuenta en la resolucin otros
hecho o pruebas que los presentados por el interesado. En el caso contrario, se deber notificar la
propuesta de resolucin al interesado para que formule alegaciones en el plazo de 15 das.
5. El procedimiento para la devolucin deingresos indebidos podr iniciarse de oficio o a instancia del
interesado. Cuando se inicie a instancia del interesado, podr entenderese desetimada su solicitud por
silencio administrativo transcurrido el plazo de 6 meses sin haberse notificiado la relucion expresa.
Cuando se inicie de oficio, la Administracin Tributaria deber notificar al obligado tributario la
propuesta de resolucin para que, en un plazo de 10 das, presente alegaciones y documentos y
justificantes que estime necesarios.
Como mecanismos propios de impugancion, por iniciativa siempre de los interesados, la Ley y el Reglamento
ofrecen dos alternativas:
El recurso de reposicin, y
La reclamacin econmica administrativa ante el tribunal econmico administrativo correspondiente.
Ambas vas no se pueden compatilibilizat en el tiempo, y por ello, cuando el interesado interponga recurso de
reposicin har constar que no ha impugnado el mismo acto en va econmico-administrativa.
El recurso de reposicin: de carcter portestarivo que deber interponerse con carcter previo a la
reclamacin econmico-administrativa, ha de hacerse en el plazo de 1 mes y deber incluir alegaciones qye el
interesado formule, sobre cuestiones de hecho y de derecho, acompaando los documentos que sirvan de
base a la pretensin que se ejercite. Cuando se solicite la suspension del acto impugnado, el escrito de
iniciacin del recurso deber acompaarse del documento en que se formalice la garanta constituida entre las
sealadas en el art. 224.2 de la Ley General Tributaria. Las resoluciones de denegacin de la suspension
sern susceptibles de reclamacin econmico-administrativa ante el tribunal al que corresponda resolver la
impugnacin del acto.
Si el interesado desea examinar el expediente administrativo para formular sus alegaciones, deber
comparecer a tal objeto ante el rgano actuante, y antes de que finalice el plazo de interposicin del recurso.
Una vez presentado el recurso no se podr ejercer el derecho a examinar el expediente a efectos de formular
alegaciones.
El plazo mximo para notificar la resolucin ser de 1 mes constando desde el da siguiente al de
presentacin del recurso. Transcurrido el plazo, el interesado podr considerar desestimado el recurso al
objeto de interponer la reclamacin procedente. Contra la resolucin de un recurso de reposicin no puede
interponerse de nuevo este recurso (art. 225 de la Ley General Tributaria).
La especialidad de las reclamaciones econmico-administrativas surge con la Ley Camacho de 31 de
diciembre de 1881 y se ha configurado desde sus orgenes conforme al principio de separacin entre la
actividad de gestin y actividad de resolucin de recursos, tcnica que se ha trasladado al procedimiento
administrativo sancionador.
Conforme a este principio de separacin funcional, el conocimiento de las reclamaciones econmico-
administrativas se encomienda a unos rganos colegiados integrados por funcionarios de la propia Hacienda y
estructurados en dos niveles: el Tribunal Central y los Tribunales Regionales.
La va econmico-administrativa constituye el equivalente para la materia tributaria a los recursos
administrativos para el resto de las Administraciones Publicas, y es necesario agotarla para poder acudir a la
va contenciosos-administrativa.
Por va econmico-administrativa se sustancian materias que se relacionan en el art. 222 de la Ley General
Tributaria:
a) La aplicacin de los tributos y la imposicin de sancones tributarias que realicen la Administracin
General del Estado y las entidades de Derecho Pblico vinculadas o dependientes de la misma.
b) La aplicacion de los tributos cedidos por el Estado a las CCAA o de los recargos establecidos por
stas sobre tributos del Estado y la imposicin de sanciones que se deriven de unos u otros.
c) Cualesquiera otras respecto de las que por precepto legal expreso as se declare. Entre esas materias
destacan los actos recaudatorios de la Agencia Estatal de la Administracin Tributaria relativos a
ingresos no tributarios o tributarios de otras Administraciones Publicas distintas de la del Estado, as
como la materia de clases pasivas competencia del Ministerio de Hacienda.
Con la Ley General Tributaria del 2003, adems de la suspension automtica, si el interesado presta garantas
(del importe de del acto de liquidacin, de los intereses de mora que genere la suspension y los recargos), el
tribunal podr suspender la ejecucin del acto con dispensa total o parcial de garantas cuando la ejecucin
pudiera causar perjuicios de difcil o imposible reparacin y cuando se aprecie que al dictar el acto impugnado
se ha podido incurrir en error aritmtico, material o de hecho. La suspension se mantendr durante la
tramitacin del procedimiento econmico-administrivo en todas sus instancias y en la posterior contencioso-
administrativa si el interesado comunica a la Administracin Tributaria que ha interpuesto dicho recurso y ha
solicitado la suspenscion en el mismo.
En cuanto a la tramitacin econmico adminstrativas, el tribunal una vez recibido y completado el
expediente, lo pondr de manifiesto a los interesados por plazo de 1 mes, en el que debern presentar el
escrito de alegaciones con aportacin de las pruebas oportunas. Las pruebas testificales, periciales y las
consistentes en las declaraciones de parte se realizara mediante acta notarial o ante el secretario del tribunal o
el funcionario en quien el mismo delegue, que extender el acta correspondiente.
La resolucin deber contener los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho en que se base y
decidir todas las cuestiones que se susciten en el expediente, hayan sido o no planteadas por los
interesados.
Procedimiento abreviado: se inicia con un escrito que deber incluir las alegaciones que se formulan del acto
que se impugna, as como las pruebas que se estimen pertinentes. El rgano econmico admisnistrativo podr
dictar resolucin, incluso con anterioridad a recibir el expediente, siempre que de la documentacin presentada
por el reclamante resulten acreditados todos los datos necesarios para resolver. Cuando dicho rgano lo
estime necesario, de oficio o a instancia del interesado convocara la celebracin de una vista oral
comunicando al interesado el da y la hora en que debe personarse al objeto de fundamentar sus alegaciones.
Contra las resoluciones dictadas en primera instancia por los tirbunales econmico administrativos regionales
y locales podrn los interesados interponer recurso de alzada ordinario ante el Tribunal Economico
Administrativo Central en el plazo de 1 mes. Con carcter previo, al recurso de alzada ordinario, podr
interponerse ante el tribunal recurso de anulacin en el plazo de 15 das cuando se haya declarado
inexistentes las alegaciones o pruebas opotunamente presentadas, o se alegue la existencia de incogruencia
completa y manifiesta de la resolucin.
Estn legitimados para interponer recurso de alzada: los interesados, los Directores Generales del Ministerio
de Hacienda y los Directores de Departamento de la Agencia Estatal de Administracin Tributaria en las
materias de su competenciam as como los rganos equivalente o asimilados de las CCAA.
Los mismos rganos y autoridades podrn interponer recurso extraordinario de alzada para la unificacin de
criterio cuando estimen gravemente saosas y errneas las resoluciones. Los criterios establecidos en las
resoluciones de estos recursos sern vinculantes para los tribunales econmico-administrativos y para el resto
de la Administracin Tributaria.
Contra resoluciones en materia tributaria dictadas por el Tribunal Economico-Administrativo Cental pordra
interponerse recurso extraordinario para la unificacin de doctrina por el Director General de Tributos cuando
este en desacuerdo con el contenido de dichas resoluciones.
El recurso extraordinario de revisin podr interponerse por los interesados ante el Tribunal Economico-
Administrativo Cental contra los actos firmes de la Administracin Tributaria y contra las resoluciones firmes de
los rganos econmico administrativos cuando concurra alguna de las circunstacias previstas para los
recursos de esta ndole en va administrativa (aparicin de nuevos documentos, etc)-
Las resoluciones que pongan fin a la va econmico-administrativa sern susceptibles de recurso contencioso-
administrativo ante el rgano jurisdiccional compentente.
7. LAS RECLAMACIONES PREVIAS AL PROCESO CIVIL Y LABORAL Y SU SUPRESION POR LA LEY
DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO COMUN
Los conflictos que se originan cuando la Administracin acta en relaciones de Derecho privado se
sustancian ante la Jurisdiccin civil y laboral. No obstante, la presencia de la Administracin, como demandada
en los correspondientes procesos civiles y laborales, distorsionaba su desenvolvimiento regular como
consecuencia de la aplicacin de reglas especiales relativas al fuero territorial de la Administracin, a la
suspensin de plazos para consulta, la exclusin de medidas de ejecucin judicial sobre los bienes de la
Administracin y a las vas de reclamacin previa.
La reclamacin previa era una tcnica sustitutiva del juicio de conciliacin previo a los procesos civiles entre
simples particulares. Esta reclamacin era un requisito previo al ejercicio de toda clase de acciones fundadas
en el Derecho privado o laboral contra el Estado y Organismos Autnomos, lo que, igualmente, hay que
entender referido a las CC.AA., a los Entes Locales y a los organismos pblicos de ellos dependientes.
La reclamacin previa produca un efecto preclusivo y un efecto interruptivo del os plazos de prescripcin o
caducidad para el ejercicio de las acciones judiciales, que volveran a contarse a partir de la fecha en que se
haya practicado la notificacin expresa de la resolucin o, desde que se entendia desestimada la pretensin
por el transcurso del plazo.
La Ley del Procedimiento Administrativo Comn de las Administraciones Publicas no recoje ya la regulacin de
las reclamaciones administrativas previas en va civil y laboral debido a la escasa utilidad practica que han
demostrado hasta la fecha. Por ello las administraciones publicas pueden ser demandadas ante la jurisdiccin
civil o laboral en los mismo trminos que los particulares.
TEMA 11. LA JURISDICCION CONTENCIOSO-ADMINITRATIVA.
1. LA JURISDICCIN CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA.
La Jurisdiccin contencioso-administrativa o justicia administrativa es aquella, como ordena la Constitucin
(arts. 103 y 153), que tiene por objeto controlar la potestad reglamentaria y la legalidad de la actividad
administrativa, as como el sometimiento de sta a los fines que la justifiquen. As lo reitera la Ley 29/1998
reguladora de la jurisdiccin contencioso-administrativa, de 13 de julio de 1998: los juzgados y tribunales de
esta jurisdiccin conocern de las pretensiones que se deduzcan en relacin con la actuacin de las
Administraciones Pblicas sujetas al Derecho Administrativo, con las disposiciones generales de rango inferior
a la Ley y con los Decretos legislativos cuando excedan los lmites de la delegacin.
Seala Parada en trminos de sociologa jurdica hay dos rasgos sobresalientes en la Justicia
administrativa:
1. Es una justicia de gran tensin poltica y es una justicia que no enjuicia a los verdaderos responsables
de la actividad administrativa, los polticos y funcionarios, sino a su fachada, los actos administrativos,
y
2. Que no condena nunca a aquellos sino al conjunto de la ciudadana, es decir, al Estado y dems
administraciones publicas.
Otra notable diferencia de la Justicia administrativa con la civil o penal o laboral est en la imputacin del
Otra notable diferencia de la Justicia administrativa con la civil o penal o laboral est en la imputacin del
reproche jurdico de la condena y en sus consecuencias pecuniarias: mientras en la justicia civil y
penal es condenado y paga las consecuencias del fallo adverso el propio autor del acto o conducta invlida o
ilcita objeto del proceso, en el proceso contencioso-administrativo, el autor del acto administrativo que se
enjuicia, y, en su caso, se anula, resulta indemne, sale ileso del trance, en el que nunca comparece
personalmente, y en su lugar se condena a la Administracin, es decir, al conjunto de los ciudadanos.
Ser acaso la inmunidad que el poltico y el funcionario disfrutan en la Justicia administrativa el precio
satisfecho para que el poder ejecutivo se haya dejado juzgar hasta el fondo de su actividad por el poder
judicial? Sin duda alguna, como tambin poca duda ofrece que parte de ese precio ha consistido en los
privilegios varios que la Administracin mantiene en el proceso y que provocan una desigualdad procedimental
que se manifiesta fundamentalmente en el carcter revisor del proceso administrativo.
2. LOS MODELOS ORGNICOS DE JUSTICIA ADMINISTRATIVA.
Las reticencias del Ejecutivo durante el primer constitucionalismo para dejarse enjuiciar por el poder judicial
han determinado una evolucin progresiva de la Justicia Administrativa, encarnada en los sucesivos modelos
que muestran el lento pero continuado abandono del inicial rechazo a que la Administracin fuera controlada
por los jueces comunes. Un rechazo que en principio llev a configurar la Justicia Administrativa como una
jurisdiccin especial integrada en el poder ejecutivo y servida por funcionarios. La presin poltica a favor de
su traspaso a los jueces civiles dio origen a otros dos sistemas:
1. El sistema armnico espaol, que consista en reunir a jueces y funcionarios en unos mismos
tribunales.
2. Y el italiano, instaurado en 1856 que reparte la competencia entre la Jurisdiccin civil y la
Administrativa, asignando a la primera los conflictos sobre los derechos y a la segunda los que versan
sobre intereses.
Por ltimo, y en eso estamos ahora, la eliminacin de las reticencias al control judicial pleno ha llevado a la
creacin dentro del sistema judicial de un orden propio de la misma entidad y nivel que los otros rdenes
jurisdiccionales (civil, penal o laboral) para los asuntos administrativos.
Muy tempranamente (artculo 58 de la constitucin de Bayona) se asumi en Espaa el sistema de jurisdiccin
especial administrativa, servida por funcionarios. De ste sistema que no llego a estrenarse, las Cortes de
Cdiz pasan a encomendar todos los asuntos contenciosos de la Administracin a la justicia civil, en la que
tampoco duraran mucho por las vicisitudes polticas de la poca. Del modelo de justicia civil se retorna de
nuevo al modelo francs de justicia administrativa que haba previsto la Constitucin de Bayona y que
efectivamente instauran, en 1845, las Leyes de creacin del consejo Real (despus de Estado) y los Consejos
provinciales.
Combatido a sangre y fuego desde las trincheras liberales que vean la Justicia administrativa como un fuero o
jurisdiccin especial, servida por funcionarios y no por jueces, y por ello sospechosa de parcialidad, la Justicia
administrativa sucumbe en aras del mtico principio de la unidad de fueros que enarbol la
gloriosaRevolucin de 1868 y que trajo despus la Constitucin de 1869.
Tras la restauracin canovista y la Constitucin de 1876, se llega a una solucin de compromiso entre el
modelo funcionarial y el judicialista con el llamado sistema armnico, consiste en unos Tribunales en los que
se integran jueces de carrera y funcionarios.
Un cuarto sistema, judicial especializado, justamente el ms liberal y avanzado de justicia administrativa,
surge con la Ley de la Jurisdiccin Contencioso-administrativa de 1956. Esta Ley, sustituida sin grandes
alteraciones por la Ley vigente de 1998, supone la configuracin plena de un sistema judicialista, con la
definitiva integracin de los Tribunales Contencioso-administrativos en el sistema judicial comn, de forma que
en estos Tribunales no haya ms que jueces, crendose lo que es una gran novedad en la formacin de los
jueces espaoles la figura del magistrado especialista de lo contencioso-Administrativo.
Este sistema ha sido confirmado por la Constitucin y la Ley Orgnica del Poder Judicial de 1985, y sigue
vigente con la Ley de 13 de julio de 1998, reguladora de la Jurisdiccin contencioso-administrativa.
3. MBITO DE LA JURISDICCIN ADMINISTRATIVA.
Es garantista o controladora de la legalidad la Justicia administrativa espaola? La Justicia administrativa ha
sido mutante y ahora persigue ambas finalidades. Nacida como un sucedneo de la proteccin de derechos
que de otra forma conoceran los jueces civiles, desarroll lentamente una forma de control de la legalidad al
margen de que la actividad administrativa encausada lesionara o no derechos subjetivos.
En la actualidad la justicia administrativa espaola es una Justicia subjetiva o garantista de derechos de una
parte y, al tiempo, una justicia de control de la legalidad. Por ello su mbito competencial se afirma en trminos
de generalidad sobre todos los conflictos que origina la actividad de las Administraciones Pblicas: Los
juzgados y tribunales del orden contencioso-administrativo conocern de las pretensiones que se deduzcan en
relacin con la actuacin de las Administraciones Pblicas sujetas al Derecho Administrativo, con las
disposiciones generales de rango inferior a la Ley y con los Decretos legislativos cuando excedan los lmites
de la delegacin(art. 1 de la Ley Jurisdiccional).
A) MBITO INICIAL Y SU DESARROLLO: DEL CONTENCIOSO DE DERECHOS AL CONTROL DE LA
DISCRECIONALIDAD
En los orgenes en nuestro pas del sistema de justicia administrativa, a mediados del siglo XIX, la materia
contencioso-administrativa, susceptible de enjuiciamiento, se limitaba a determinados conflictos enumerados
en las leyes de creacin del Consejo Real o de Estado y de los Consejos provinciales, caracterizados por ser
conflictos de derechos y no de intereses (reclamaciones tributarias, daos ocasionados por las obras pblicas,
impago de sueldos etc.), no admitindose un recurso de simple anulacin contra cualesquiera actos
administrativos.
El mbito competencial de la jurisdiccin contencioso-administrativa se ir ampliando en la Ley de Santamara
de Paredes de 1888 y en el Estatuto Municipal de Calvo Sotelo de 1924, hasta que finalmente la Ley de la
Jurisdiccin de 1956 estableci la competencia jusrisdiccional sobre una amplia clusula general, en la que
se estableci que la Jurisdiccin contencioso- administrativa conocer de las pretensiones que se deduzcan
en relacin con los actos de la Administracin Pblica sujetos al Derecho administrativo y con las
disposiciones de categora inferior a la ley. Se admite as en esta Ley el recurso contra reglamentos, y se
incorpora la legitimacin por inters, aceptndose asimismo el control de los actos discrecionales de la
Administracin.
B) CONSTITUCIN DE 1978, DE LA NUEVA LEY JURISDICCIONAL DE 1998 Y DE LA LO 19/2003:
ELIMINACIN DE MBITOS EXENTOS, EXTENSION DEL CONTROL A LA INACTIVIDAD
ADMINISTRATIVA, ACTUACIONES MATERIALES Y SUPUESTOS DE RESPONSABILIDAD CIVIL QUE
IMPLIQUEN A LA ADMINISTRACION
La Ley de 1956 supuso una notabilsima ampliacin de la materia administrativa y de las tcnicas de control
judicial, pero mantuvo todava determinadas zonas exentas del control judicial, entre las que se encontraban
los actos polticos y una lista de actos excluidos por su artculo 40 (polica sobre prensa, radio,
cinematografa y teatro, ascensos y recompensas militares, expedientes gubernativos militares) y este
precepto dejaba, a su vez, abierta la puerta para otras exclusiones por leyes especiales. Estas ltimas
barreras a un enjuiciamiento pleno de la actividad administrativa son las que hace saltar la Constitucin con
los artculos 24, que consagra el derecho a la tutela judicial efectiva, y 106, que encomienda sin excepcin
alguna a los Tribunales el control de la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuacin administrativa.
Como consecuencia necesaria de esta regulacin constitucional han quedado invalidadas por
inconstitucionalidad sobrevenida las materias que el art. 40 de la Ley de la Jurisdiccin de 1956 exceptuaba
del control administrativo, y a partir de aqu ya no es posible establecer excepcin alguna, legal o
reglamentaria, a dicho control.
Consecuentemente con esa desautorizacin constitucional, la Ley de la Jurisdiccin de 1998 no recoge ya
aquellas exclusiones y en particular la referencia al acto poltico, que considera incompatible con el principio
de sometimiento pleno de los poderes pblicos al ordenamiento jurdico, verdadera clusula regia del Estado
de Derecho.
La LO 19/2003 atribuye a la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa todas las cuestiones de responsabilidad
civil en que este involucrada la Administracin, aunque deriven de las relaciones civiles o afecten tambin a
personas privadas. Por ello la Ley corta cualquier posibilidad de repartir la competencia de esta materia con
los tribunales civiles o laborales.
La misma LO en la misma lnea de somete a la Justicia administrativa la actividad de entes jurdico-privados le
atribuye las cuestiones que se promuevan entre la Sociedad Estatal Correos y Telegrafos, S.A., y los
empleados de esta que conserven la conficion de funcionarios y presten servicio en la misma, en los mismos
trminos en que se concen las cuestiones que se plantean entre losorganismos pblicos y su personal
funcionario, atendiendo a la naturaleza especifica de esta relacin.
C) CONTROL DE LA ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA DE LOS ORGANOS CONSTITUCIONALES
La constitucin de 1978 ha trado consigo otras necesidades de control de la actividad administrativa que ya
estaban introducidas por otras normas legales, pero que no tenan reflejo explcito en la Ley Jurisdiccional de
1956 y que entran ya en la de 1998 como mbito ordinario del contencioso-administrativo:
1. Los actos y disposiciones en materia de personal, administracin y gestin patrimonial del Congreso
de los Diputados y del Senado, del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas y del Defensor del
Pueblo, as como de las Asambleas legislativas de las CCAA y de las instituciones autonmicas
anlogas al Tribunal de Cuentas y Defensor del Pueblo.
2. Los actos y disposiciones del Consejo General del Poder Judicial y la actividad administrativa de los
rganos de Gobierno de los Juzgados y Tribunales.
3. La actuacin de la Administracin electoral.
D) EL CONTENCIOSO INTERADMINISTRATIVO, CONTROL DE LEGALIDAD
Una novedad de la Ley Jurisdiccional de 1998 ha sido la plena admisin de los conflictos entre
Administraciones Pblicas, a los que dedica algunos preceptos especficos, como el que establece el art. 44:
en los litigios entre Administraciones pblicas no cabe interponer recurso en va administrativa, pero la
Administracin que interponga un recurso contra otra podr requerirla previamente para que modifique su
actuacin o acte en el sentido que lo considere obligado; o el que regula el procedimiento aplicable a
aquellos casos en que una Administracin puede suspender los actos o acuerdos de otra debiendo proceder
seguidamente a su impugnacin ante la Jurisdiccin (art.127).
E) LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO FRENTE A LO CIVIL, PENAL, LABORAL Y MILITAR.
MATERIAS CONEXAS Y CUESTIONES PREJUDICIALES
La competencia de la Jurisdiccin contencioso-administrativa se afirma por consiguiente por la Ley actual en
trminos de prctica generalidad sobre todas las pretensiones que se deduzcan en relacin con la actuacin
de las Administraciones pblicas sujeta al Derecho administrativo, con las disposiciones generales de rango
inferior a la ley y con los Decretos legislativos cuando excedan de los lmites de la delegacin (art.1 de la Ley
Jurisdiccional).
Jurisdiccional).
Adems, la Justicia administrativa conoce tambin incidentalmente de las cuestiones prejudiciales o
incidentales no pertenecientes al orden administrativo, pero directamente relacionadas con un recurso
contencioso- administrativo, salvo las de carcter penal que, de plantearse, determinarn la suspensin del
procedimiento mientras no sean resueltas por los rganos penales a quienes corresponda (art.4). La decisin,
pues, que se pronuncie sobre una cuestin prejudicial o incidental civil no producir efecto fuera del proceso
en que se dicte, y podr ser revisada por la Jurisdiccin correspondiente.
En cuanto a los lmites entre la jurisdiccin contencioso-administrativa y la jurisdiccin laboral, la primera es
competente para los conflictos entre la Administracin y los empleados que tienen la condicin de funcionarios
pblicos y la segunda para los que se producen entre la Administracin y sus empleados sujetos al Derecho
laboral.
En cuanto a la materia disciplinaria militar, pese a ser de naturaleza contencioso- administrativa, la Ley remite
su conocimiento a los tribunales militares.
Tampoco entran en el mbito de la Justicia administrativa los conflictos de jurisdiccin entre los Juzgados y
Tribunales y la Administracin Publica, que se tramitan y resuelven en los trminos establecidos en la LO de
1987, ni los conflictos de atribuciones entre los rganos de una misma Administracin que resuelve el rgano
comn de superior jerarqua (art. 3).
F) UNA COMPETENCIA NO CONTENCIOSA. LA AUTORIZACIN DE ENTRADA AL DOMICILIO
La Ley Jurisdiccional de 1998 introduce la novedad de restar de la competencia del juez penal y atribuir al
orden contencioso-administrativo y, en concreto, a los Juzgados, la competencia de expedir las autorizaciones
para la entrada en domicilios y restantes lugares cuyo acceso requiera el consentimiento de su titular, siempre
que ello proceda para la ejecucin forzosa de actos de la Administracin pblica (art.8.5).
Se ve que no se trata de una competencia contencioso-administrativa al uso, sino de una competencia
gubernativa que se atribuye al juez por ser vos quien sois, en aplicacin de la regla de la inviolabilidad del
domicilio que se consagra la CE (art. 18.3: el domicilio inviolable. Aqu el juez ejercita resuelve una peticin
de la Administracin en el seno de un expediente administrativo.
4. LOS RGANOS JURISDICCIONALES.
A) CLASES
El despliegue territorial de los rganos de la jurisdiccin contencioso-administrativa ha pivotado siempre sobre
una ubicacin nacional (Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo,
Audiencia Nacional), y otra perifrica, de asentamiento provincial (Consejos provinciales, Tribunales
Provinciales de lo contencioso-Administrativo) o regional desde la Ley Jurisdiccional de 1956 (Salas de lo
Contencioso-Administrativo de las Audiencias Territoriales, despus de los Tribunales Superiores de Justicia).
En la actualidad, tras la Ley de la Jurisdiccin de 1998, el nivel perifrico comprende tanto el provincial, con los
nuevos juzgados de lo contencioso-administrativo, como el regional o autonmico, con las salas de lo
contencioso administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA. Otra novedad es el refuerzo
del nivel central con la creacin de los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo.
En definitiva, el orden judicial contencioso-administrativo se estructura ahora, segn la Ley 29/1998, de 13 de
julio, sobre cuatro niveles de rganos judiciales:
1 Los juzgados unipersonales de lo Contencioso- administrativo, de los que habr uno o ms en cada
provincia, con jurisdiccin en toda ella y sede en su capital.
2 Las Salas de lo Contencioso-administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, pudiendo crearse
tambin Salas con competencia reducida a una o varias provincias de la Comunidad Autnoma.
3 Los Juzgados Centrales de lo Contencioso- administrativo.
4 La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional.
5 La Sala Tercera de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo. Por encima de esta Sala esta
aun la Sala Especial de Revisin de las sentencias de la Sala Tercera del TS corresponde a la Sala
especial de Revisin del Tribunal Supremo.
B) LA COMPETENCIA OBJETIVA POR RAZN DE LA MATERIA.
La distribucin de competencia entre los rganos jurisdiccionales la encontramos en el art. 24 CE: es un
derecho constitucional: el derecho al juez determinado por la Ley, que encuentra en los recursos contencioso-
administrativo y en el recurso de amparo su tutela efectiva.
La regla tradicional de distribucin de competencias en el orden contencioso-administrativo consista en una
correlacin entre el mbito de la competencia territorial del rgano administrativo del que proviene el acto
recurrido y la del rgano judicial. Sin embargo, en la actualidad esta equiparacin slo se mantiene para la
Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, que enjuicia los actos y
disposiciones emanados del Consejo de Ministros y Comisiones Delegadas del Gobierno. A esta sala tambin
se asigna la competencia para conocer de los recursos contra los actos recurribles de otro rganos
constitucionales: CGPJ, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas y
Defensor del Pueblo y los de la Junta Electoral Central.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional y sus Juzgados queda slo una parte
de la restante materia contenciosa generada por la Administracin del Estado emanada de rganos centrales.
En este sentido es competente para conocer sobre los recursos contra las disposiciones generales y los actos
de los Ministros y de los Secretarios de Estado en general, y en materia de personal cuando se refieran al
nacimiento o extincin de la relacin funcionarial; contra los del Ministerio de Defensa referidos a ascensos,
orden y antigedad en el escalafonamiento y destinos, etc.
A los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo se remiten los recursos contra disposiciones
generales y contra actos emanados de los entes institucionales con competencia en todo el territorio nacional,
las cuestiones de personal estatal salvo que se refieran al nacimiento o extincin de la relacin de servicio de
funcionarios de carrera o a ascensos, orden antigedad de escalafonamiento y destinos militares, as como los
recursos contra los actos de los rganos centrales de la Administracin General del Estado en materia
sancionadora que superen los 60.000 o privacin de derechos superior a seis meses.
Los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo de mbito provincial asumen la conflictividad, pero no toda,
originada por los entes locales (personal salvo nacimiento o extincin de la relacin funcionarial, tributos,
edificacin, etc). La generada por las CCAA, salvo que proceda de sus Consejos de Gobierno, en cuestiones
de personal salvo nacimiento o extincin de la relacin funcionarial, la sancionadora en determinadas
materias, y en fin, conocen de los recursos contra actos de la administracin perifrica del Estado y
Autonmica y de los organismos, entidades y corporaciones cuya competencia no se extienda a todo el
territorio nacional.
Las Salas de lo Contencioso-Administrativo de los TSJ no cien su competencia bsica a la fiscalizacin
de la Administracin autonmica, sino que son jueces naturales de sta, de la Administracin local, salvo en la
competencia atribuida a los juzgados ya expuesta, y, adems, se les atribuye la fiscalizacin de los actos de
los rganos de la administracin central inferiores a los Secretarios de estado y cualesquiera otras actuaciones
administrativas no atribuidas expresamente a la competencia de otros rganos.
Lo dicho hasta aqu vale para la primera o nica instancia.
La segunda instancia o apelacin esta atribuida, nicamente, a las Salas de lo Contencioso-Administrativo
de los TSJ y de la audiencia Nacional, competentes respectivamente, para las apelaciones de los autos y
sentencias, de los Juzgados provinciales y de los Juzgados centrales de lo Contencioso-Administrativo.
Tribunales de casacin los son las Salas del TSJ, limitadamente a la casacin por unificacin de doctrina y en
inters de la Ley, y a la Sala del TS para las diversas modalidades de casacin.
Por ltimo, funcionan como Tribunales de revisin de las sentencias de rganos inferiores las Salas de los
TSJ, de la audiencia Nacional y de la Sala del TS, correspondiendo la revisin de las sentencias de sta a la
Sala de Revisin del TS.
A tener en cuenta que las referencias que se hacen a la Administracin del estado, CCAA y entidades locales
comprenden a las Entidades y Corporaciones dependientes o vinculadas a cada una de ellas.
C) LA COMPETENCIA TERRITORIAL.
La existencia de rganos judiciales con la misma competencia objetiva pero que actan en mbitos territoriales
distintos (Salas TSJ o Juzgados provinciales) o sobre el mismo territorio (varios Juzgados en la misma
provincia o los varios Juzgados centrales) obliga a precisar a cul de ellos se asigna la competencia.
Para el primer supuesto con carcter general la competencia se atribuye al rgano jurisdiccional en cuya
circunscripcin tenga su sede el rgano que hubiere dictado la disposicin o el acto originario impugnado.
Con carcter general la competencia se atribuye al rgano jurisdiccional en cuya circunscripcin tenga su sede
el rgano que hubiere dictado la disposicin o el acto impugnado, incluyndose en la competencia tanto la
relativa a conocer y fallar el asunto principal, como a resolver todas sus incidencias y ejecutar las sentencias
que dictare. Es regla admite dos excepciones:
1 Cuando el recurso tenga por objeto de las Administraciones Publicas en materia de personal,
propiedades especiales y sanciones ser compentente, a eleccin del demandante, el Juzgado o el
Tribunal en cuya circunscripcin tenga aquel su domicilio o se halle la sede del rgano autor del acto
originario impugnado.
2 Cuando se impugnen planes de ordenacin urbana y actuaciones urbansticas, expropiatorias y, las
que comporten intervencin administrativa en la propiedad privada la competencia corresponder al
rgano jurisdiccional en cuya circunscripcin radiquen los inmuebles afectados.
Estas reglas no se aplican cuando el acto originario impugnado afectase a una pluralidad de destinatarios y
fueran diversos los Juzgado o Tribunales competentes, en cuyo caso la competencia vendr atribuida al
rgano jurisdiccional en cuya circunscripcin tenga su sede el rgano que hubiere dictado el acto originario
impugnado (art. 14).
En cuanto a la distribucin de asuntos entre las diversas Salas de un mismo Tribunal, o entre las diversas
Secciones de una misma Sala, ser acordada por la Sala de gobierno del respectivo Tribunal, teniendo en
cuenta la naturaleza y homogeneidad de la materia a que se refieren los recursos. El mismo criterio servir
para la distribucin de asuntos entre los diversos Juzgados de lo Contencioso-Administrativos de una misma
poblacin.
5. LAS PARTES EN EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.
A) LA CONDICIN DE DEMANDANTE Y DEMANDADO
En el proceso contencioso-administrativo, como en todo proceso, se enfrentan dos partes: la parte
demandante, que es la que inicia el recurso o la accin, y la parte demandada, aquella frente a la que la
accin o recurso se dirige.
La particularidad del proceso contencioso-administrativo radica en que por regla general estos papeles estn
asignados previamente, de forma que los ciudadanos titulares de los derechos e intereses legtimos
lesionados por el acto o actividad administrativa asumen la carga de ser demandantes y la Administracin,
autora del acto, la posicin ms cmoda de demandada.
Los particulares, sin embargo, adems de recurrentes, pueden estar en la posicin de demandados en dos
supuestos:
1. En el proceso de lesividad: La Administracin autora del acto lo impugna previa declaracin de
lesividad en el plazo de cuatro aos. La posicin de demandado la asumir entonces el titular de los
derechos o intereses legtimos cuya revocacin pretende la accin de lesividad (art. 43).
2. Cuando los particulares u otros entes pblicos entran en el proceso como codemandados, es decir,
demandados juntamente con la Administracin autora del acto recurrido, porque sus derechos o
intereses legtimos pudieran quedar afectados por las pretensiones del demandante (art. 21.1).
La determinacin de la parte demandante y la demandada se separa de estas reglas generales y ofrece
problemas en el caso de los contenciosos interadminsitrativos, es decir, enfrentamientos contenciosos entre
las Administraciones territoriales. Despus de la Constitucin de 1978 las relaciones entre stas se han
judicializado de tal manera que caben todas las variantes de conflictos contencioso-administrativos entre unas
y otras.
En principio ser parte demandante la Administracin que toma la iniciativa de formular frente a la otra el
requerimiento para que derogue la disposicin, anule o revoque el acto, haga cesar la actuacin material o
inicie la actividad a que esta obligada (art. 44). Pero si la parte demandada, al margen de contestar o no al
requerimiento, dicta a su vez otro nuevo acto sobre la misma materia se plantea un problema cuya solucin
ms razonable parece la va que la Ley ofrece de que el primer requirente acumule en su demanda cuantas
pretensiones tengan una conexin directa entre s.
Lo que si deja claro la Ley es que en los litigios entre Administraciones Publicas no cabra interponer recurso
en va administrativa. No obstante cuando una Administracin interponga recurso con otra, podr requerirla
previamente para que derogue la disposicin, anule o revoque el acto, haga cesar o modifique la actuacin
material, o inicie la actividad a que este obligada (art. 44).
B) CAPACIDAD PARA SER PARTE, CAPACIDAD PROCESAL, REPRESENTACIN Y DEFENSA
Como en el proceso civil tambin el contencioso-administrativo se distingue entre capacidad para ser parte y
capacidad procesal.
Por regla general la capacidad para ser parte la ostentan las personas fsicas y jurdicas que tienen capacidad
con arreglo al Derecho civil y adems los grupos de afectados, uniones sin personalidad o patrimonios
independientes o autnomos, entidades todas ellas aptas para ser titulares de derechos y obligaciones al
margen de su integracin en las estructuras formales de las personas jurdicas, las cuales tambin tendrn
capacidad procesal ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo cuando la Ley as lo declare
expresamente (art. 18 de la Ley Jurisdiccional).
En el orden jurisdiccional contencioso-administrativo tienen capacidad procesal, esto es, aptitud para
participar en el juicio, adems de que la ostenten con arreglo a la Ley de Enjuiciamiento Civil, los menores de
edad para la defensa de aquellos de sus derechos e intereses legtimos cuya actuacin les est permitida por
el Ordenamiento Jurdico sin necesidad de asistencia de la persona que ejerza la patria potestad, tutela o
curatela (art.18).
La representacin de las partes deber conferirse a un procurador con poder al efecto y la defensa
encomendarse a un abogado. Pero cuando acten ante los Juzgados provinciales o centrales, las partes
pueden otorgar la representacin al mismo abogado que lleva la defensa, en cuyo caso ser a ste a quien se
notifiquen las actuaciones (art. 23).
La disposicin final 2 de la Ley 10/2012 ha derogado la regla que permita que los funcionarios pblicos
pudiera comparecer por si mismos en defensa de sus intereses estatutarios que no supusieran separacin de
empleados pblicos inamovibles.
C) LEGITIMACIN
La parte en un proceso ha de ostentar, adems de capacidad procesal, la legitimacin adecuada, que
consiste en una especial conexin con la pretensin que ha de sustanciarse en el proceso, es decir, que le
afecte, que le vaya algo en ello.
De acuerdo con la Ley Jurisdiccional, art. 19.1: Estn legitimadas las personas fsicas o jurdicas que ostenten
un derecho o un inters legtimo. Como seala el profesor Parada, aunque la ley no lo explicite es preciso el
concepto de lesin, es decir, que ese derecho o inters hayan sido agredidos por la disposicin, acto,
inactividad o va de hecho de la Administracin.
La legitimacin por lesin de un derecho es precisa cuando el recurrente pretende, adems de la anulacin
del acto o disposicin impugnado, el reconocimiento de una situacin jurdica individualizada y/o adems, el
resarcimiento de daos y perjuicios. La misma legitimacin requiere el recurso contra la inactividad de la
Administracin, porque en este caso lo que se reclama es el derecho a una prestacin concreta cuya
titularidad deber acreditarse.
Y que se entiende por inters? El TS describe el inters para recurrir como aqul que, de prosperar el
recurso, producira algn beneficio o evitara un perjuicio de cualquier tipo al accionante. Por su parte el TC ha
afirmado que la frmula de inters legtimo a que se refiere el artculo 24.1 de la CE es ms amplia que la de
inters directo de la anterior Ley de la Jurisdiccin Contencioso-Administrativa, comprendiendo tambin
los intereses indirectos.
Desde la perspectiva de la legitimacin de las personas pblicas son necesarias varias precisiones: que no
estn legitimadas para recurrir los actos y disposiciones de una Administracin pblica los rganos de la
misma y los miembros de sus rganos colegiados, salvo que una Ley lo autorice expresamente, ni los
particulares cuando obren por delegacin o como meros agentes o mandatarios de ella ni las entidades de
Derecho pblico que sean dependientes o estn vinculadas al Estado, las CCAA o las entidades Locales,
respecto de la actividad de la administracin de la que dependan, salvo aquellas Administraciones a las que
por Ley se haya dotado de un estatuto especfico de autonoma, como es el caso de la Universidad.
Las ultimas reformas de la Ley Jurisdiccional (LO 3/2007 y Ley 34/2010) han ampliado los supuestos de
legitimacin a la defensa del derecho de igualad de trato entre mujeres y hombres, legitimacin que
corresponde, adems de los afectados y siempre con su autorizacin, tambin a los sindicatos y las
asociaciones legalmente constituidas cuyo fin primordial sea la defensa de la igualdad de trato entre mujeres y
hombres, respectos de sus afiliados y asociados respectivamente. Cuando los afectados sean una pluralidad
de personas indeterminadas o de difcil determinacin, la legitimacin para demandar en juicio la defensa de
estos intereses difusos corresponder a los organisos pblicos con competencia en la materia, a los sindicatos
mas representativos y a las asociaciones de mbito estatal cuyo fin sea la igualdad entre hombres y mujeres,
sin perjuicio, si los afectados estuvieran determinados, de su propia legitimacin procesal.
6. OBJETO DEL RECURSO
La Ley Jurisdiccional incluye en la temtica del objeto del recurso contencioso- administrativo la delimitacin
de la actividad administrativa impugnable, de una parte, y las pretensiones de las partes, de otra, regulando
despus cuestiones menores como la acumulacin de pretensiones y la cuanta del recurso.
El proceso contencioso- administrativo puede tener por objeto, como dice la Ley Jurisdiccional, un acto
expreso o presunto o una disposicin general, una inactividad o una actuacin material constitutiva de va de
hecho.
A) ACTIVIDAD ENJUICIABLE Y PRETENSIONES EN LA IMPUGNACIN DE ACTOS Y REGLAMENTOS
El recurso contencioso-administrativo es admisible, en la hiptesis ms tradicional y comn, contra actos
expresos o presuntos que pongan fin a la va administrativa, ya sean definitivos o de trmite. La Ley de 1998
ha extendido el concepto de acto de trmite, antes referido a los que decidan directa o indirectamente el fondo
del asunto o determinaban la imposibilidad de continuar el procedimiento, y que ahora comprende tambin los
que producen indefensin o perjuicio irreparable a derechos o intereses legtimos.
La impugnacin de las disposiciones de carcter general, que puede ser directa o indirecta de los actos que se
produzcan en aplicacin de las mismas, fundada en este caso en que tales disposiciones no son conformes a
Derecho. Adems, la falta de impugnacin directa de una disposicin general o la desestimacin del recurso
que frente a ella se hubiera interpuesto, no impiden la impugnacin de los actos de aplicacin invocando el
mismo fundamento anterior (art. 26).
La Ley de 1998 ha introducido la cuestin de la ilegalidad del reglamento, por la que cuando un Juez o
Tribunal haya dictado sentencia firme estimatoria del recurso contra un acto administrativo por considerar
ilegal el contenido del reglamento aplicado pero no fuera competente para conocer del recurso directo contra
ste, deber plantear la cuestin de ilegalidad ante el Tribunal competente para conocer del recurso directo.
Tanto en el caso de la impugnacin de actos como de reglamentos, las pretensiones ejercitables son dos:
recurso de anulacin, en que la pretensin se cie a la anulacin de un acto o disposicin o, como dice la
Ley, a la declaracin de no ser conforme a derecho. O bien, en el recurso de plena jurisdiccin, en el que el
recurrente adems de la anulacin exige, el reconocimiento de una situacin jurdica individualizada y la
adopcin de las medidas adecuadas para el pleno restablecimiento de la misma, entre ellas la
indemnizacin de daos y perjuicios (art. 31).
Sobre la anterior materia impugnable opera la inadmisibilidad del recurso de los llamados actos consentidos,
es decir, los actos que sean reproduccin de otros anteriores definitivos y firmes y los confirmatorios de
actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y forma (art. 28). De esta forma, como ya vimos, el
cierre de la va judicial se produce en cualquier momento en que un acto administrativo no ha sido recurrido en
va administrativa, dejando transcurrir el plazo previsto, o por no haberlo sido en la va judicial si dicho acto
pone fin a la va administrativa.
B) EL RECURSO CONTRA LA INACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIN.
La Ley Jurisdiccional de 1998 ha introducido el recurso contra la inactividad de la Administracin, con la que se
abre la posibilidad de que el juez condene a la Administracin a dictar un acto o realizar una determinada
actividad, una accin muy distinta de la accin de anulacin por la que se persigue la simple declaracin de
invalidez.
Este recurso contra la inactividad de la Administracin se admite en dos supuestos:
1. Cuando la Administracin, en virtud de una disposicin general que no precise de actos de aplicacin
o en virtud de un acto, contrato o convenio administrativo, est obligada a realizar una prestacin
concreta a favor de una o varias personas determinadas.
2. Cuando la Administracin no ejecute sus actos firmes.
En ambos casos, el demandante podr pretender del rgano jurisdiccional que condene a la Administracin al
cumplimiento de sus obligaciones en los concretos trminos que estn establecidas (arts. 29 y 32.1).
A juicio del profesor Parada, la ampliacin de las garantas frente a la Administracin que aporta esta
regulacin no es tan amplia como parece porque, por un lado, esta va est sujeta a minuciosas cautelas,
como la limitacin de esta accin a prestaciones concretas y actos que tengan un plazo legal para su
adopcin o la prohibicin a los rganos judiciales de sustituir a la Administracin en aspectos de su actividad
no prefigurados por el Derecho, incluida la discrecionalidad (...).
Por otro lado, hay que tener en cuenta que en la anterior regulacin el particular no estaba inerme ante la
inactividad administrativa, pues poda hacer una solicitud a la Administracin y esperar a que por el
transcurso del plazo se entendiera desestimada su peticin para despus recurrir contra ella en va judicial
pidiendo la anulacin de la desestimacin presunta y la condena de la Administracin a satisfacer la
pretensin solicitada.
En la nueva regulacin, la situacin no es muy diferente, pues quienes tienen derecho a la prestacin concreta
pueden reclamar de la Administracin el cumplimiento de dicha obligacin y si en el plazo de tres meses
desde la fecha de la reclamacin, la Administracin no hubiera dado cumplimiento a lo solicitado o no hubiera
llegado a un acuerdo con los interesados, stos pueden deducir recurso contencioso- administrativo contra la
inactividad de la Administracin.
C) EL RECURSO CONTRA LA VA DE HECHO.
La Ley de 1998 ha introducido tambin como materia administrativa recurrible la va de hecho. Con esta
modalidad de recurso contencioso-administrativo se pueden combatir aquellas actuaciones materiales de la
Administracin que carecen de la necesaria cobertura jurdica y lesionan derechos o intereses legtimos de
cualquier clase. Se trata por tanto de actuaciones de carcter material, en las que no hay resolucin formal
administrativa ni apoyatura jurdica alguna.
En la va de hecho, a diferencia de los supuestos anteriores, no es necesario preparar la accin siguiendo una
previa fase gubernativa, aunque potestativamente el interesado podr formular un requerimiento a la
Administracin actuante, intimando la cesacin de la actividad administrativa perturbadora. Si dicha
intimacin no hubiera sido formulada o no hubiere sido atendida dentro de los diez das siguientes a la
presentacin del requerimiento, el interesado podr deducir directamente recurso contencioso-
administrativo.
D) EL RGIMEN DE LAS PRETENSIONES
Las pretensiones del proceso contencioso son: limitadoras de los poderes del juez, acumulables,
ampliables, y cuantificables.
Limitadoras de los poderes del rgano jurisdiccional, que deber juzgar dentro del lmite de las pretensiones
formuladas por las partes y de los motivos que fundamenten el recurso y la oposicin. No obstante, el Juez
puede provocar una clarificacin de las posiciones de las partes si al dictar sentencia estimare que la
cuestin sometida a su conocimiento pudiera no haber sido apreciada debidamente por las partes, por
existir en apariencia otros motivos susceptibles de fundar el recurso o la oposicin.
La acumulacin de diversas pretensiones en un mismo proceso es posible siempre que se deduzcan en
relacin con un mismo acto, disposicin o actuacin, o bien cuando se refieran a varios actos,
disposiciones o actuaciones cuando unos sean reproduccin, confirmacin o ejecucin de otros o exista
entre ellos cualquier otra conexin directa. La acumulacin puede ser pedida por las partes o acordada de
oficio por el rgano jurisdiccional previa audiencia de stas.
Es posible tambin, antes de que se dicte sentencia, solicitar la ampliacin del recurso a cualquier acto,
disposicin o actuacin que guarde con el que sea objeto del recurso en tramitacin la relacin antes dicha
para la acumulacin, as como cuando en los recursos contencioso-administrativos interpuestos contra los
actos presuntos de la Administracin se dictare durante su tramitacin resolucin expresa respecto de la
pretensin inicialmente deducida (y esta fuera, obviamente, desfavorable para el recurrente, pues en otro
caso podr desistir del recurso interpuesto).
En cuanto a la cuanta de las pretensiones, la cuanta del recurso contencioso- administrativo vendr
determinada por el valor econmico de la pretensin objeto del mismo teniendo en cuenta las normas de
la legislacin procesal civil, con determinadas especialidades (art. 40), y ser fijada por el rgano
jurisdiccional una vez formulados los escritos de demanda y contestacin, en los que las partes podrn
exponer, por medio de otros, su parecer al respecto.
TEMA 12. EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.
1. EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO COMO PROCESO REVISOR O DE APELACIN Y
SUS INSUFICIENCIAS
SU ORIGEN Y JUSTIFICACIN.
El proceso Contencioso-administrativo naci en 1845 como un proceso civil de primera instancia e
inmediatamente evolucion hacia un modelo similar al proceso de apelacin civil, pero en el que el acto
administrativo recurrido oficia de sentencia de primera instancia y el expediente administrativo cumple las
funciones de los autos judiciales. Y de la misma forma que en la apelacin civil la no impugnacin de la
sentencia de primera instancia en el corto plazo previsto para la apelacin produce el efecto de cosa juzgada,
as tambin la no impugnacin del acto administrativo en los brevsimos plazos de los recursos administrativos
previos o en el previsto para acceder al contencioso-administrativo judicial da lugar al mismo efecto de cosa
juzgada, o, lo que es igual, lo convierte en un acto firme y consentido, definitivamente inatacable.
A) LA CONFIGURACIN HISTRICA DEL DOGMA REVISOR
Los diseadores del primer modelo del proceso contencioso-administrativo lo hicieron, sobre la plantilla de un
proceso de primera instancia civil que se iniciaba por demanda del particular o por memoria del Administracin
ante los Consejos Provinciales y el Consejo de Estado sin necesidad de acto ni recurso administrativo previo,
sin sujecin a plazo de interposicin y sin limitacin de alegaciones ni medios de prueba, ni planteamiento del
efecto suspensivo del recurso sobre el acto recurrido. (Reales Decretos de 1 de octubre de 1845 y 30 de
diciembre de 1846, sobre el modo de proceder en los asuntos contenciosos, respectivamente, los Consejos
Provinciales y el Consejo Real). No era, pues, dicho proceso una revisin de una resolucin formalizada y
notificada, un recurso contra un acto administrativo que hace el oficio de una sentencia de primera instancia
como ahora lo entendemos, aunque las demandas se formulasen tambin con ocasin de una actuacin o
acto administrativo. Tampoco se trataba de la revisin de lo gubernativamente decidido, pues lo gubernativo
era precisamente entonces la materia que por s misma la Administracin activa resolva sin recurso ulterior
ante la Administracin contenciosa. Pero la Jurisprudencia administrativa entendi muy pronto que con el
prestigio de la Justicia Administrativa y el poder de la Administracin enjuiciada cuadraba mejor una
concepcin del proceso como revisor de lo previamente decidido por la Administracin. As, el Consejo de
Estado se ascenda a tribunal de apelacin y judicializaba la actividad administrativa. Por ello desde las
primeras sentencias del Consejo de Estado se exigi para admitir la demanda la existencia de un previo acto
administrativo en torno al cuallo mismo que en la apelacin civil la sentencia de primera instanciaprecisar
los trminos de la litis a lo antes decidido abrindose al tiempo la posibilidad de eliminar un buen nmero de
recursos, los no presentados dentro de los brevsimos plazos que se fueron estableciendo para recurrir,
girando ya las cuestiones y probanzas en torno y dentro de los lmites de lo previamente decidido y acreditado
en la fase administrativa.
El carcter revisor del proceso contenciosoadministrativo, es decir, su funcionalidad como recurso de
apelacin contra un acto o resolucin previamente dictado por la Administracin, incluso ya ejecutoriado, se
reconocer primero en la Jurisprudencia del Consejo de Estado y se consagrar plenamente en la Ley de
Santamara de Paredes de 1888. Este mismo en el discurso de defensa de la Ley de 1888 calificar de revisor
o de segunda instancia el proceso contencioso: la Administracindice ha obrado ya; ha vencido las
resistencias que se presentaban para el cumplimiento de la Ley; la Administracin ha resuelto todas las
difcultades que coinciden en su aplicacin; ya no se trata de impedir el cumplimiento de la Ley, sino de juzgar
el acto administrativo. La regulacin de la Ley de 13 de septiembre de 1888 es en este sentido muy clara, y a
semejanza de los procesos civiles de apelacin, el recurso contencioso-administrativo se interpone contra una
resolucin administrativa de carcter reglado que ha causado estado, que es ejecutoria salvo suspensin
acordada por el Tribunal. De otro lado, el recurso debe interponerse dentro de un breve plazo (tres meses a
contar desde la notificacin), bajo sancin de que el acto adquiera firmeza porque no se admite contra los
acuerdos consentidos por no haber sido apelados en tiempo y forma (art. 4.2); y lo mismo que en los
procesos civiles de apelacin se distingue entre la interposicin y el escrito de alegaciones, escrito razonado
que se formaliza a la vista del expediente administrativo, expediente que cumple la misma funcin que en el
proceso de apelacin corresponde a los autos de la primera instancia (arts. 1, 7, 34 y 40).
La Ley Jurisdiccional de 1956 estructur el proceso contenciosoadministrativo sobre los mismos elementos
caractersticos del recurso de apelacin civil (interposicin contra una resolucin ejecutoria que deviene firme
si no se recurre en un brevsimo plazo de interposicin, dos meses; y separacin, como trmites y momentos
procesales diversos, de los de interposicin del recurso y formalizacin de la demanda o alegaciones), aunque
la Exposicin de Motivos trat de desvirtuar las evidencias de esa naturaleza procesal revisora con el
argumento (excusatio non petita) de que en el proceso contencioso-administrativo se admite con carcter
ordinario la apertura de un perodo probatorio, lo que es ciertamente excepcional en los procesos civiles de
apelacin. La Jurisdiccin Contencioso-administrativa, se dice, es revisora en cuanto requiere la existencia
previa de un acto administrativo, pero sin que ello signifique que sea impertinente la prueba, ni que sea
inadmisible aducir en va contenciosa todo fundamento que no haya sido previamente expuesto ante la
Administracin. <<El proceso ante la Jurisdiccin Contencioso-administrativa no es una casacin, sino,
propiamente, una primera instancia jurisdiccional. Bien se ve por lo subrayado en ltimo lugar, que lo negado
no es que la primera instancia del proceso contencioso-administrativo sea revisora del acto, ni siquiera que no
sea asimilable a la segunda instancia o apelacin en el orden civil, sino que la primera instancia del proceso
contencioso-administrativo no es asimilable al recurso de casacin, lo que nadie haba puesto ni pone en
duda, porque es obvio para quien tenga una mnima prctica e ilustracin procesal.
Pero que la primera instancia del proceso contencioso-administrativo se asemeje a la segunda instancia o
apelacin del proceso civilsobre todo en cuanto se produce el efecto de cosa juzgada, equiparable al de
acto firme y consentido que bloquea toda accin futura, aunque no estn cerrados los plazos de prescripcin
material de los derechosno significa que no existan profundas diferencias con ste, diferencias que juegan
en favor de la Administracin. La ms notable es, sin duda, que la interposicin del recurso no suspende la
ejecutoriedad del acto administrativo, frente a la regla general de que las apelaciones contra las sentencias
civiles de primera instancia suspenden la eficacia de las sentencias; por otra parte el juez civil que ha juzgado
la primera instancia y dictado la sentencia no es, obviamente, parte en el proceso de apelacin como, sin
embargo s lo es la Administracin autora del acto en el proceso contencioso-administrativo.
B) LA DOCTRINA JURISPRUDENCIAL COHERENTE CON EL CARCTER REVISOR.
La jurisprudencia no ha dudado en afirmar el carcter revisor de actos del proceso contencioso- administrativo,
una visin ajustada a la Ley de 1956 y anteriores, lo que, obviamente, llev a graves restricciones en la
admisin de los recursos y por ende de la garanta judicial efectiva del artculo 24 de la CE.
La primera restriccin es la derivada de la exigencia del acto previo. La Jurisprudencia declara inadmisible
cualquier pretensin que no traiga causa de resoluciones o acuerdos de la Administracin. Tampoco
permite el enjuiciamiento de actos administrativos distintos de los citados como impugnados en el escrito de
interposicin del recurso e introducidos en el trmite de formulacin de demanda sin guardar los requisitos
propios de la acumulacin. Y tampoco se acepta que el recurrente pretenda una pronunciacin
jurisprudencial sobre un acto posterior al escrito de interposicin salvo que se den los requisitos de la
ampliacin.
La prueba, sin embargo, se admite con mayor amplitud que en la apelacin civil. Las limitaciones vigentes
proceden precisamente de la Ley de 1956 que permiti al rgano jurisdiccional circunscribirla a los hechos de
indudable trascendencia.
En el carcter revisor se apoya la regla de la preferencia a la hora de dictar sentencia del anlisis de los vicios
graves del procedimiento, considerados como vicios de orden pblico, sobre las causas de inadmisibilidad del
proceso y sobre las cuestiones de fondo.
Manifestaciones del mismo carcter revisor son tambin la inadmisibilidad de los recursos prematuros contra
actos an no dictados, el rechazo de cuestiones nuevas no planteadas en va administrativa, la inmutabilidad
de las cuantas econmicas solicitadas, la imposibilidad de pretensiones extraas al contenido del acto,
inadmisin de agravios comparativos, la prohibicin de sustituir a la Administracin en su actuacin, y,
en fin, la prohibicin del ejercicio de acciones de carcter reconvencional.
Con todo, la principal consecuencia del carcter revisor o de apelacin que se otorga al proceso
contencioso-administrativo de primera instancia es la equiparacin que establece entre sentencia civil de
primera instancia y acto administrativo.
C) LA LEY DE 1998: MANTENIMIENTO DEL CARCTER REVISOR PARA LA IMPUGNACIN DE ACTOS.
La Ley de 1998, trata de superar la tradicional y restringida concepcin del recurso contencioso-
administrativo como una revisin judicial de actos administrativos previos, pero advierte que del recurso
contra actos, el mejor modelado en el periodo precedente, poco hay que renovar y por consiguiente mantiene
el principal efecto del carcter revisor que es la inadmisibilidad del recurso contra actos confirmatorios de
otros firmes y consentidos (art. 28).
Y cul es la justificacin de mantener esa naturaleza revisora? Para el legislador se trata de una regla que
se apoya en elementales razones de seguridad juridica, que no slo deben tenerse en cuenta en favor del
perjudicado por un acto administrativo sino tambin en favor del inters general y de quienes puedan resultar
individual o colectivamente beneficiados O amparados por l. Pero ni estas ni otras parecidas razones
pueden llegar a justificar el efecto guillotina a modo de prescripcin fulminante que supone la prdida de los
derechos sustantivos de quien no recurre en los exiguos plazos de los recursos administrativos (un mes) o del
contenciosoadministrativo (dos meses).
De otra parte, se puede afirmar que la desventaja que para el recurrente supone el carcter revisor est
ahora compensadacomo se afirma con la Exposicin de Motivoscon la ampliacin de los plazos del
recurso administrativo ordinario, la falta de eficacia que la legislacin en vigor atribuye sin limite temporal
alguno a las notificaciones defectuosas e inclusive la ampliacin de las facultades de revisin de oficio.
Adems, dnde queda la regla de la igualdad de las partes en el proceso contencioso-administrativo si la
doctrina del acto consentido no se aplica a la Administracin, a salvo de ella, y que, en contra de sus propios
actos, puede defender sus derechos materiales dentro del plazo de cuatro aos mediante el proceso de
lesividad? Por qu no reconocer a los particulares derecho a un proceso de lesividad a interponer en el
mismo plazo que se reconoce a la Administracin? Por qu la exencin del efecto de cosa juzgada durante
ese generoso plazo no supone una merma de la seguridad juridica cuando lo ejercita la Administracin?
En definitiva, si aquellas vacuas razones de la Exposicin de Motivos son tan decisivas en favor de la regla del
acto consentido por qu prescindir de su efecto guillotina de derechos materiales en las reclamaciones contra
la Administracin en la va civil y laboral ante esas jurisdicciones y, dentro de la Justicia administrativa, por qu
hacer excepciones como las que a continuacin vamos a estudiar?
D) EL ABANDONO DEL CARCTER REVISOR EN LOS RECURSOS CONTRA LA INACTIVIDAD DE LA
ADMINISTRACIN Y LAS VAS DE HECHO.
La Ley jurisdiccional de 1998 configura dos tipos de proceso cuyo objetivo no es una sacralizada decisin
previa con vocacin de cosa juzgada sino ms sencillamente una conducta omisiva o agresiva de la
Administracin.
Se crea as un recurso contra la inactividad de la Administracin, que se dirige a obtener de la
Administracin, mediante la correspondiente sentencia de condena, una prestacin material debida o la
adopcin de un acto expreso en procedimientos iniciados de oficio, all donde no juega el mecanismo del
silencio administrativo. Pero la admisin de esta variedad del proceso queda sujeta a diversas cautelas:
De una parte no se permite a los rganos judiciales sustituir a la Administracin en aspectos de su
actividad no prefigurados por el Derecho, incluida la discrecionalidad;
De otra parte, la ley limita esta accin a prestaciones concretas, y actos que tengan un plazo legal para
su adopcin.
Tambin fuera del carcter revisor del proceso, la Ley instaura el recurso contra las actuaciones materiales
en va de hecho que viene a ser una especie de interdicto contencioso-administrativo, y que viene a sustituir a
los inseguros interdictos ante el juez civil.
Para que estos nuevos recursos no cayesen en la lgica del proceso revisor era necesario evitar que la
contestacin de la Administracin al requerimiento o reclamacin del particular se asimilase a la de un recurso
administrativo, evitando su conversin en acto firme consentido.
No debe ser de aplicacin a estos supuestos el art. 28 de la Ley que expresamente excluye del mbito del
recurso contencioso-administrativo los actos que sean reproduccin de otros anteriores definitivos y firmes por
no haber sido recurridos en tiempo y forma. Esa inaplicacin supondr la posibilidad de ejercitar la misma
pretensin, aun cuando no se haya interpuesto el recurso contencioso--administrativo en el plazo previsto de
dos meses del artculo 46, si bien para ese replanteamiento de la accin ser preciso reiterar la reclamacin
en va administrativa, de la misma forma que se reiteran las reclamaciones previas a la va laboral y civil
cuando ha caducado el efecto de las anteriormente presentadas por no haber deducido la demanda en el
plazo establecido desde su desestimacin
2. MEDIDAS CAUTELARES. LA SUSPENSIN DE EFECTOS DEL ACTO RECURRIDO
Las medidas cautelares estn pensadas para asegurar el cumplimiento de la sentencia que en su da se dicte,
pero con las que tambin se pretende evitar la ejecutoriedad del acto administrativo o anticipar la prestacin
solicitada en casos de necesidad, se juega en muchos casos el ser o no ser del derecho material discutido y la
utilidad de los procesos, pues, o las resoluciones judiciales pueden efectivamente satisfacer la pretensin del
que resulte en su da vencedor, o la Justicia ser otra estafa procesal
Antes de la Ley Jurisdiccional de 1998 no se prevea otra medida cautelar que la suspensin de efectos del
acto administrativo.
La Ley Jurisdiccional de 1998 ha hecho un aparente esfuerzo de ampliacin de las medidas cautelares,
impulsada por una previa jurisprudencia progresiva y la evolucin seguida por otros ordenamientos
europeos y el Derecho comunitario.
A) REFERENCIAS COMPARADAS
En la Justicia administrativa francesa, el principio de separacin de poderes y la limitacin del control de la
jurisdiccin sobre la Administracin ha impedido un desarrollo tan generoso de los procesos cautelares y
urgentes, pero los progresos son indudables:
En 1889 se admiti un constat d'urgence que permita al Tribunal designar expertos para la constatacin
de hechos antes del inicio del proceso;
El Decreto de 30 de septiembre de 1953 instaur el llamado surcis a 1'excution (suspensin del acto
administrativo), y
En 1985 se introduce un rfr administrativo que, por Decreto de 2 de septiembre de 1988, se amplia a
un rfr de provisin.
ste permite al juez ordenar a la Administracin la entrega de dinero al acrcedor que haya
presentado una demanda de fondo, invocando una obligacin cuya existencia no resulte seriamente
cuestionable, lo que, en la prctica, ha supuesto copiar casi al pie de la letra la regulacin civil del
rfr, habiendo tenido una aplicacin muy positiva en supuestos de daos derivados de
intervenciones quirrgicas en hospitales pblicos, de subvenciones otorgadas por Ayuntamientos y
otros similares.
El surcis de l'excution es, a diferencia del rfr, una medida cautelar accesoria de un proceso pendiente.
Dirigida a paralizar la eficacia de un acto administrativo ejecutable, su xito se condiciona a que el solicitante
invoque motivos serios y fundados en apoyo de su demanda (fumus boni iuris) y que el dao ocasionado
durante el tiempo de desarrollo del proceso contencioso-administrativo sea difcilmente reparable (periculum
rei). Las ltimas novedades en el surcis a l'excution van en la hnea de la admisin de la suspensin
automtica en casos especiales (en defensa de la Naturaleza, Ley de 10 de julio de 1976) y como tcnica de
control de las Corporaciones locales por el Estado, compensadora de la supresin de las anteriores tutelas
(Ley de 2 de marzo de 1982), suspensin que es automtica, sin necesidad de justificar el periculum re ante
la sola invocacin de motivos que parezcan serios y susceptibles de justificar la anulacin del acto
impugnado.
En Italia, los jueces, no obstante carece de una regulacin similar a la francesa, e incluso teniendo que hacer
frente a sucesivas intervenciones del legislador que han ido frenando el desarrollo de las medidas cautelares-
tutelares, han sabido construir un sistema de medidas provisionales mucho ms amplio. En efecto, el guidizio
cautelare como el giudizio de attemperanzaque permite medidas de ejecucin excepcionales frente a la
Administracin, la ejecucin incluso por sustitucinparece ser el resultado de un pulso entre jueces
administrativos y el legislador, del que, una vez ms, los primeros han salido victoriosos. El proceso cautelar
es independiente del proceso principal y la medida cautelar es apelable y revisable en funcin del cambio de
circunstancia, ejecutable y prescriptible, aunque el Juez puede acordar otra suspensin si a ello hubiera lugar.
Tambin se admite la suspensin de los actos negativos puros que permiten, por eJemplo, que el aspirante a
un concurso pueda examinarse o participar en l para que el paso del tiempo y la realizacin de las pruebas
sin su participacin no haga vana e intil una eventual sentencia estimatoria sobre el fondo. Por ltimo, y por
decisin dc la Corte Constitucional (Sentencia 190, de 28 de junio de 1985) las medidas cautelaros reguladas
en el aruculo 700 del Cdigo de Procedimicnto Civil se pueden aplicar ya al proceso administrativo, de forma
que en ste se pueden tambin adoptar aquellas medidas urgentes que, segn las circunstancias, aparezcan
como las ms idneas para asegurar provisionalmente los efectos de la decisin de fondo.
En el Derecho comunitario tambin se vienen admitiendo medidas cautelares como revela la doctrina
sentada por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en el proceso que culmin con la Sentencia
de 19 de junio de 1990 (asunto Factortame). En dicho proceso se suspendi nada menos que la efectividad de
una Ley del Parlamento britnico, la Merchant Shipping Act de 1988, que impedia faenar a los pesqueros
gallegos en aguas britnicas. Esta suspensin supuso una revolucin en el Derecho ingls, hasta el punto de
que la Cmara de los Lores dict en cumplimiento de la medida cautelar de suspensin de la Ley, y por
primera vez, una injonction contra la Corona, inadmitida hasta entonces en el Derecho interno (GARCIA DE
ENTERRIA)
B) LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL DERECHO ESPAOL.
En nuestro derecho las medidas cautelares se admiten en las ms variadas formas por el art. 1428 de la LEC,
precepto que reconoce al demandante el derecho a solicitar las medidas necesarias para asegurar la
efectividad de la sentencia que en juicio recayere. Para el otorgamiento de la suspensin, la Ley de 1956
pona el acento en que la ejecucin del acto pudiera hacer peligrar la viabilidad posterior de la pretensin
ejercitada. El TS ha llegado a reconocer que la sentencia de primera instancia favorable al solicitante de la
medida cautelar es ms que suficiente justificacin de esa apariencia de buen derecho para otorgar la
medida cautelar de la suspensin de efectos del acto administrativo durante la sustanciacin de la segunda
instancia.
La Ley de 1998 cambia el panorama de las medidas cautelares, ampliando la suspensin de efectos del acto
recurrido, pues permite solicitar en cualquier estado del proceso la adopcin de cuantas medidas aseguren la
efectividad de la sentencia.
La Ley es, sin embargo, muy limitativa en cuanto al fundamento o causa en que el juez puede apoyar la
medida cautelar, que ahora tiene una causa o fundamento nico: la medida cautelar podr acordarse
nicamente cuando la ejecucin del acto o la aplicacin de la disposicin pudieran hacer perder su finalidad al
recurso (art. 129). La Ley descarta que tenga cabida la fundamentacin de la medida cautelar sobre la
apariencia del buen derecho, el fumus boni iuris.
Adems de la limitacin derivada de su fundamento, se imponen a la concesin de la medida cautelar otros
lmites o condiciones algo rigurosos:
El juez no puede conceder automticamente la medida cautelar, ni siquiera ante la evidencia del riesgo
de inutilidad de la pretensin del actor, se le exige que proceda a una previa valoracin
circunstanciada de todos los intereses en conflicto, antes de decidir.
Se obliga al Juez a acordar garantas frente a la medida cautelar cuando de sta pudieran derivarse
perjuicios de cualquier naturaleza. Lo que podr traducirse en la exigencia de una caucin o garanta
suficiente para responder de stos.
Levantada la medida cautelar por sentencia o por cualquier otra causa, la Administracin o la persona
que pretendiere tener derecho a indemnizacin de los daos sufridos con motivo de ella podr solicitar
sta ante el propio rgano jurisdiccional por el trmite de los incidentes, dentro del ao siguiente a la
fecha del alzamiento.
Los interesados podrn solicitar la medida cautelar en cualquier estado del proceso, pero si se impugnare una
disposicin general, y se solicitare la suspensin de la vigencia de los preceptos impugnados, la peticin
deber efectuarse en el escrito de interposicin o en el de demanda.
El incidente cautelar se tramitar en pieza separada, con audiencia de la parte contraria, en un plazo que no
exceder de 10 das, y ser resuelto por auto dentro de los 5 das siguientes.
Contra el auto que acuerde medidas no se dar recurso alguno.
En el caso de que se aleguen circunstancias de especial urgencia, el Juez o Tribunal sin oir a la parte
contraria, en el plazo de 2 das, podr mediante auto:
a) Apreciar las circunstancias de especial urgencia. Contra este auto no se dar recurso alguno,
b) No apreciar las circunstancias de especial urgencia y ordenar la tramitacin del incidente cautelar de
forma ordinaria sin que los interesados puedan en lo sucesivo solicitar medida alguna invocando la
urgencia.
Las medidas cautelares estarn vigentes hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin al procedimiento en
el que fueren acordados o hasta que el procedimiento finalice por cualquiera de las causas previstas en la Ley.
3. EL PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO DE PRIMERA O NICA INSTANCIA.
La Ley Jurisdiccional regula un procedimiento comn de primera o nica instancia que responde
bsicamente a ese patrn revisor, pero con diversas matizaciones en su configuracin segn el tipo de
pretensin ejercitada, a los que se ha aadido un procedimiento abreviado para conflictos de menor entidad.
Adems, reinstaura dos procedimientos especiales:
a) El procedimiento de proteccin de derechos fundamentales y
b) El procedimiento en los casos de suspensin administrativa previa de acuerdos,
E instaura uno nuevo:
c) La cuestin de ilegalidad de reglamentos.
A) INICIO Y VIDA DEL PROCEDIMIENTO.
El procedimiento en primera o nica instancia general se inicia de forma diferente segn los diversos tipos de
conflictos: proceso de lesividad, conflictos entre Administraciones o Entes pblicos y recursos de
particulares contra stas.
El recurso contencioso-administrativo comn, es decir, el que comienza a instancia de particulares contra la
Administracin, se iniciar por un escrito de interposicin reducido a citar la disposicin, acto, inactividad o
actuacin constitutiva de va de hecho que se impugne y a solicitar que se tenga por interpuesto el recurso. Se
acompaarn al escrito de interposicin:
%2. documento que acredite la representacin del compareciente;
%2. los documentos que acrediten la legitimacin del actor cuando la ostente por habrsela
transmitido otro por herencia o por cualquier otro ttulo;
%2. copia o traslado de la disposicin o del acto expreso que se recurran. O indicacin del
expediente en que haya recaido el acto o el peridico oficial en que la disposicin se haya
publicado.
%2. el documento que acredite el cumplimiento de los requisitos exigidos para entablar
acciones las personas jurdicas con arreglo a las normas o estatutos que les sean de
aplicacin (art. 45).
No siempre es necesario iniciar el proceso mediante el escrito de interposicin. Este trmite no es necesario
en el recurso dirigido contra una disposicin general, acto, inactividad o va de hecho en que no existan
terceros interesados que podr iniciarse tambin mediante demanda en que se concretar la disposicin, acto
o conducta impugnados y se razonar su disconformidad a Derecho, acompaando los documentos antes
dichos (art. 45.5).
El plazo para interponer el recurso contencioso-administrativo es de dos (2) meses contados desde el da
siguiente al de la publicacin de la disposicin impugnada o al de la notificacin o publicacin del acto que
ponga fin a la va administrativa, si fuera expreso. Si el acto no fuera expreso, el plazo es de seis (6) meses y
se contar:
a) para el solicitante y otros posibles interesados, a partir del da siguiente a aquel en que, de acuerdo
con su norma especfica, se produzca el acto presunto;
b) si media recurso de reposicin, desde el da siguiente a aquel en que se notifique la resolucin
expresa del recurso potestativo de reposicin o aquel en que ste deba entenderse presuntamente
desestimado;
c) en el caso de proceso de lesividad, a contar desde el da siguiente a la fecha de la declaracin de
lesividad.
La Ley establece un plazo menor, 10 das, contra la va de hecho, a contar desde el da siguiente a la
terminacin del plazo de otros diez (10) establecido para que la Administracin conteste al requerimiento. Si no
hubiere requerimiento, el plazo ser de 20 das desde el da en que se inici la actuacin administrativa en va
de hecho.
El plazo para interponer recurso de lesividad ser de 2 meses a contar desde el da siguiente a la fecha de la
declaracin de lesividad.
El los litigios entre Administraciones, el plazo ser de 2 meses, salvo que por Ley se establezca otra cosa.
Cuando hubiera precedido al requerimiento previo, el plazo se contara desde el da siguiente a aquel en eque
se reciba la comunicacin del acuerdo expreso o se entienda presuntamente rechazado.