Como Dios Sana A Los Enfermos
Como Dios Sana A Los Enfermos
Como Dios Sana A Los Enfermos
Este ttulo presume que todos estn de acuerdo con que Dios s sana a los
enfermos. En el que esto escribe no hay duda de que Dios lo puede hacer ni
de que lo hace. Cmo lo hace se puede resumir en pocas palabras: segn su
voluntad.
Esto no es para decir que todas las enfermedades son de Dios. Uno se
puede enfermar por razn de sus circunstancias (Jeremas 14.18). O uno
puede hacer enfermar a otro (Oseas 7.5). O uno mismo puede enfermarse (2
Samuel 13.2). Pero Dios s puede enfermarlo a uno (2 Crnicas 21.18), y
tambin puede guardarle de todas las enfermedades (Exodo 15.26).
Cuando Cristo Jess vino, sanaba toda clase de enfermedad (Mat. 8.16-17).
El tambin dio a sus discpulos la facultad de sanar (Mar. 3.14-15; Luc.
9.2,9). Aunque Dios haba sanado a distintas personas en otro tiempo, no
haban sido seales como las que se vean en aquellos das (Mat. 11.4-5).
Desde que paso ese tiempo de principio, o infancia,de la iglesia, los dones
espirituales se acabaron (1 Cor. 13.10). Pero an en ese primer siglo, se
recet medicina (1 Tim. 5.23), sin duda alguna esperando un resultado
curativo. Tambin haba enfermos que no se curaron luego (2 Tim. 4.20). El
Padre Celestial hizo su voluntad en cada caso, a uno en una manera, al otro
en otra manera (Fil. 2.27).
Por eso, rogamos a Dios por nuestros enfermos, porque creemos que en su
poder est la salud y la muerte de ellos. Damos la mejor medicina que
podemos, que es apropiada a la enfermedad, porque parece que esta es su
voluntad. Careciendo de una revelacin que nos dijera la causa (si divina o
humana) o el fin de ella (si a vida o a muerte), hacemos lo que humanamente
podemos en el nombre del Seor, con oracin. Y tenemos plena confianza
que la voluntad de nuestro Dios se har - y estaremos contentos.
- Jerry Hill
Hay dos cosas que pueden ser tomadas en cuenta en relacin al problema
que estamos tratando. Antes que nada, se ha sugerido que el Seor permite
que el dolor y el sufrimiento aflijan a las personas, no importa qu relacin
tengan con l. Porque si Dios lo impidiera, entonces en efecto l estara en
contra de nuestro libre albedro. Cuando Dios organiz el universo fsico,
puso en movimiento ciertas leyes naturales, leyes que aplican a todos los
seres. Un ejemplo de esto es la ley de la gravedad. Si usted va a tirarse de
una ventana del tercer piso, se supone que llegar al suelo con gran impacto.
Dios no va a cambiar las leyes naturales; tampoco va a cambiar la libertad
del hombre en hacer su propia decisin (en este caso de suicidarse).
Antes que nada pongamos algo en claro: no todas las cosas son buenas. La
Biblia ensea estrictamente que hay dos fuerzas en el mundo, el bien y el
mal. La prctica del mal nunca ha sido aprobada por Dios. Por lo tanto,
aquellos que segn Romanos 8.28 creen que todo lo que les ocurre es bueno,
han errado en distinguir entre las dos naturalezas opuestas del bien y el mal.
Dios, en toda su omnipotencia, no cambia algo que es malo a algo que es
bueno.
Adems, hay que enfatizar que Romanos 8.28 dice: "todas las cosas...
ayudan a bien" y no que "todas las cosas se convertirn en lo bueno".
Muchos utilizan este pasaje para no ver una situacin tal cual es
objetivamente. Mi conviccin firme es que cuando uno toma en
consideracin una mala situacin y es reconocida por lo que es, la persona
que as piensa va en camino a una recuperacin total. Por ejemplo, suponga
que usted pierde a un amigo ntimo en un accidente automovilstico causado
por un conductor ebrio. Entonces usted cita Romanos 8.28 y usted
errneamente llega a la conclusin que tal accidente es en alguna manera
algo bueno. (N.T.: Para aclarar un poco ms este concepto, se puede hacer
la siguiente pregunta: "Causa Dios la muerte para algo bueno? No,
porque la pregunta est mal hecha. Dios no es causa del mal. El mal
procede de otra fuente. Es importante reconocer esta diferencia para que se
pueda solicitar la ayuda de Dios, que es bueno, para que en efecto "todas
las cosas ayuden a bien".)
Por ejemplo veamos la vida de Jos. Los eventos de su vida todos parecan
malos, y en efecto varios de esos lo eran. Sin embargo Dios utiliz esos
eventos para producir un bien. "Vosotros pensasteis mal contra m, mas
Dios lo encamin a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en
vida a mucho pueblo" (Gnesis 50.20). Esta fue la manera en que se dirigi
a sus malos hermanos que lo haban vendido como esclavo aos antes.
- Paul D. Kearby
LA TRAGEDIA HUMANA
Uno de los problemas mayores que enfrenta la humanidad es la pobreza y
su aliado nmero uno el hambre. A la pobreza se le pueden aadir la tragedia
de la guerra, las plagas y los terremotos. Generalmente, en todas las
tragedias, quienes ms sufren son los pobres. Son los ms vulnerables y los
ms indefensos.
Las respuestas directas las dio Dios hace 2000 aos. Dios se encarn para
experimentar la tragedia del hombre y no slo sufri todo lo que el hombre
puede sufrir, sino que tambin muri la ms cruel e ignominiosa de las
muertes.
Cuando Jesucristo vino, l saba perfectamente la problemtica del
hombre. Reconoci los lmites de las soluciones posibles, pero nunca
present un programa para alimentar a toda la humanidad sumida en el
hambre, tampoco present un programa social para solventar la pobreza de
la humanidad.
Como saba que esta tragedia estara con la humanidad hasta el fin del
mundo, el Seor dej instrucciones especficas de practicar la religin
verdadera, que era alimentar al hambriento, cuidar de los enfermos, visitar a
los encarcelados. Esto es lo que todo cristiano puede hacer.
El Dios que nos haba enseado la teologa por siglos (desde la Edad
Media) era un Dios ms de la filosofa griega que de la Biblia. Era un Dios
impasible (apatheia), que por ser perfecto, inmutable, no poda sentir, menos
"sufrir" como el hombre sufre.
Si Dios es el Padre que perdi a su Hijo que muri en la cruz, siente el dolor
que un padre terrenal sufre al perder a su hijo, slo que en una forma
infinitamente mayor.
Hay una corriente moderna que se llama Teologa del Proceso con
representantes como Alfred North Whitehead, que nos habla de las
limitaciones del poder de Dios en la actualidad.
El culpable de la tragedia de la humanidad (excluyendo por el momento al
diablo) es el hombre mismo. Dios no es el causante de los males del hombre.
El hombre ha cado por su propia cuenta.
Esto que decimos no quiere decir que Dios no pueda actuar en forma
omnipotente si l quiere; siempre lo va a hacer, principalmente a travs de la
iglesia. Lo har en situaciones especficas, y a eso llamamos milagros; y
porque esos milagros son especiales, no sern todo el tiempo, ni en
magnitudes especficas.
Vendr el da que este mundo pasar y se terminarn los lmites. Todas las
cosas volvern a la eternidad y Dios volver a ejercer la totalidad de su
poder, y ser lo absoluto de Dios, el resplandor de su gloria, cuando la
miseria del hombre ser reducida a nada.
Jess seal que sus seguidores, los que vendran despus de l haran
mayores obras que l (Juan 14.12). Estar cumpliendo la iglesia su parte en
este noble propsito de ministrar a los pobres? "Pero cuando venga el Hijo
del Hombre, hallar fe en la tierra?" (Lucas 18.8).
- Arnoldo Meja A.
Cristo ha sido el nico que ha sufrido como inocente, pagando el precio por
el pecado que no era suyo. Sus sufrimientos fueron anticipados por el Padre
para bendicin de la humanidad, aunque su martirio haya sido en manos
pecadoras (Hechos 2.23).
- Doug Varnado
(Tratado 0134)
"Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como prdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jess, mi Seor, por amor del cual lo he
perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo" (Filipenses 3.8).
DECLARACIN Y ALOCUCIN
Por Thomas Campbell
(Completo)
ALOCUCIN
A todos los que aman a nuestro Seor Jesucristo sinceramente en
todas las iglesias, se somete respetuosamente la siguiente
Proclama.
MUY AMADOS HERMANOS:
O bien las iglesias estn tan debilitadas con las divisiones que no les pueden enviar
ministros, o bien la gente se encuentra tan dividida entre s misma que no los
recibiran. Al mismo tiempo, algunas personas que viven a las puertas de un
evangelio predicado no osan, en conciencia, acudir a escucharlo y, por supuesto,
disfrutan de muy pocas ms ventajas, a ese respecto, de las que tendran si vivieran
en medio de los paganos. Qu pocos, en dichas circunstancias, gozan de las
dispensaciones de la Cena del Seor, esa gran ordenanza de unidad y amor! Y de
qu manera, tristemente, este accidentado y confuso estado de cosas interfiere en
la comunin espiritual entre cristianos, unos con otros, que es tan esencial para su
edificacin y consuelo en medio de este presente mundo malvado! Encontrndose
tan divididos en sentimientos y, naturalmente, viviendo a tales distancias, slo
unos pocos de la misma opinin o del mismo partido pueden reunirse
convenientemente con propsitos religiosos o disfrutar, con la debida frecuencia,
de las atenciones pastorales.
Nosotros, por tanto, no deberamos dejarnos excitar por estas consideraciones sino
unirnos, con todo nuestro poder, para ayudar a promover este buen trabajo y para
que lo que an permanece por hacer pueda ser totalmente realizado. Sin embargo,
a pesar de los bien intencionados esfuerzos y una vez lograda la unin, hay casos
en los que no se ha triunfado totalmente a voluntad de todos los partidos:
Disuadamos nosotros de intentar conseguir esta victoria! Los cristianos deberan
dejar de contender, aunque lo hagan sinceramente, por los sagrados artculos de fe
y obediencia tras haber rescatado a los santos, a causa de la oposicin y las escasas
posibilidades de alcanzar buen xito, a pesar de que ste, en muchos casos,
corresponde a sus fieles y honestos esfuerzos; la causa divina de verdad y justicia
podra haber sido abandonada hace mucho tiempo.
Es que el cisma de Goliat es superior a muchos otros males contra los cuales los
cristianos tienen que combatir? Acaso el Capitn de la Salvacin ha desistido en
su persecucin o ha proclamado una tregua con este enemigo mortal que est
desenvainando su espada en las propias entraas de la iglesia, lacerando y
destrozando su cuerpo mstico? Ha dicho el a sus siervos: "No intentis cambiar
nada"? Si no, dnde est la orden para que cesen los esfuerzos por extirpar estos
males? Por otra parte teniendo ante nosotros las sabias experiencias de quienes han
cometido negligencias y errores, que, en muchos casos y hasta ahora, han
impedido obtener los resultados deseados no pueden instruirnos mejor acerca de
cmo proceder en este asunto? As, aleccionados por la experiencia y felizmente
provistos de las instrucciones acumuladas por aquellos que caminaron delante de
nosotros, trabajando sinceramente en esta buena causa, tomemos para nosotros
mismos la armadura de Dios y, con nuestros pies cubiertos por el apresto del
evangelio de paz, mantengmonos firmes en este importante deber con toda
perseverancia. No dejis que ninguno que ame la paz de Sin sea desanimado ni
mucho menos ofendido, porque un objetivo de tal magnitud no precisa la expresa
aprobacin de los poderosos ni de la mayora. Esta deliberacin, si es debidamente
sopesada, no ofender ni producir desnimo en quien considere su autntica
naturaleza, de acuerdo con lo que ya ha sido sugerido.
No es un derecho universal, y tambin un deber perteneciente a cada ciudadano
de Sin, buscar su propio bien? A este respecto nadie puede reclamar una
preferencia sobre su prjimo, bajo ningn pretexto, ni mucho menos pretender una
prerrogativa especial. En cuanto a la arrogancia de autoridad, no tiene cabida en
esta tarea: sin duda, nadie puede suponerse as mismo investido con derecho
divino porque posea alguna cualidad peculiar, ni utilizar esta pretensin para
llamar la atencin a sus hermanos en esta solcita e importante empresa. Por
nuestra parte, no abrigamos dichas arrogantes presunciones ni pretendemos
imponer nuestro pensamiento a ninguno de nuestros hermanos, para que este buen
trabajo permanezca estancado hasta el momento en que ellos consideren
conveniente venir y confirmar el intento, impulsados por su invitacin y ejemplo.
Es ste un campo abierto, un trabajo extensivo al que todos estn igualmente
invitados y son siempre bienvenidos.
Esperamos, pues, que lo que proponemos no sea juzgado como una irrazonable o
inoportuna empresa. Por qu debera ser estimada inoportuna? Es que se ha
asignado a los tiempos que procuren favorecer ciertos intentos, mientras las cosas
siguen como estn? Qu se supone que podran hacerlo? No debera darse antes
la aproximacin de los partidos para lograr una mayor cercana en temas de
profesin pblica de la fe o similitud de costumbres? O debemos esperar un
declive gradual del fanatismo? En cuanto a la primera cuestin, es bien sabido que
donde la diferencia es menor la oposicin acta con un grado de vehemencia
inversamente proporcional a los mritos de la causa. Con respecto a la ltima,
aunque nos alegra decir que en algunos casos y lugares (y, esperamos,
universalmente) el fanatismo est en declive, no estamos autorizados por la
experiencia pasada ni por la presente a trabajar confiando en esa suposicin. No
hemos visto todava los resultados que cabra esperar en tal caso, ni creemos,
ciertamente, que se produzcan porque siempre habr multitud de personas dbiles
en la iglesia y stas con, generalmente, las ms expuestas al fanatismo.
En nuestra opinin es agradable saber que todas las iglesias de Cristo, que se
reconocen mutuamente como tales, no slo estn de acuerdo en las grandes
doctrinas de fe y santidad, sino que estn unnimes tambin en la consideracin de
las positivas ordenanzas que fundamentan el evangelio, de modo que nuestras
diferencias se basan, a lo sumo, en aspectos que no pertenecen al reino de Dios,
esto es, en asuntos de opinin particular o de invencin humana. Qu pena que el
reino de Dios est dividido por tales cosas! Por eso, quin de nosotros no se
ofrecera en primer lugar para abandonar los humanos inventos que intervienen en
la adoracin a Dios y dejara de imponer sus opiniones personales sobre sus
hermanos, para que nuestras brechas sean curadas de este modo? Quin no se
adaptara voluntariamente al patrn original indicado en el Nuevo Testamento, a
fin de alcanzar este buen fin?
Y, por favor, sepan los queridos hermanos de todas las denominaciones que
nosotros tambin tenemos nuestros prejuicios educacionales y costumbres
particulares, contra los que debemos luchar tanto como ellos. Pero sinceramente
declaramos que todo lo que hayamos recibido hasta ahora como materia de fe o
ejercicio que no est enseado y ordenado en la Palabra de Dios, ya sea en
trminos expresos o por precedentes aprobados, lo abandonamos de todo corazn
para que as podamos volver a la primitiva unidad constitucional de la iglesia
cristiana y, en esta feliz unin, disfrutemos de completa comunin con todos
nuestros hermanos, en paz y amor. La misma condescendencia esperamos,
francamente, de todos los que en verdad estn concienciados de la sumisin que
deben a Dios, unos a otros y a sus moribundos hermanos del gnero humano. Para
lograr esto llamamos e invitamos a nuestros hermanos de todas las
denominaciones, invocando los sagrados motivos que hemos confesado y tambin
las razones que nos han impulsado a hablarles as.
Todos vosotros, amados hermanos, sois objeto de nuestro amor y estima. Con
todos vosotros deseamos unirnos en los vnculos de una completa unidad cristiana;
que slo Cristo sea la Cabeza, el centro, y su Palabra, la Regla, compartiendo una
creencia explcita y una conformidad manifiesta con ella, en todas las cosas y en
todos los trminos. No requiris ms que esto de nosotros, del mismo modo que no
podemos demandar menos de vosotros. Imaginamos que nadie lo har, porque a
qu buen propsito servira? No nos atrevemos a asumir ni a proponer la manida y
ambigua distincin entre "esenciales" y "no esenciales" en asuntos de verdades
reveladas y deberes. Estamos firmemente persuadidos de que, cualquiera que sea
su relativa importancia, considerada en su forma ms sencilla, la fuerza de la
autoridad divina al revelarlos u ordenarlos hace que su creencia y ejecucin sean
esenciales para nosotros desde el mismo instante en que llegaran a nuestro
conocimiento.
Y permanecer ignorantes de cualquier cosa que Dios haya revelado, no puede ser
nuestro deber ni mucho menos nuestro privilegio. Suponemos humildemente,
queridos hermanos, que no podis oponer ninguna objecin pertinente en este
aspecto. Y de nuevo os instamos a que comprendis que nuestra invitacin es
minoritaria; con vuestra adhesin seremos muchos. Pero, seamos pocos o muchos,
en ltima instancia formamos una unidad ante el acontecimiento que aguarda la
sincera concurrencia de todos. Adems, que el intento aqu sugerido, al no ser de
una naturaleza parcial sino general, no tiene tendencia alguna a provocar celos o
daar los sentimientos de ningn partido. Al contrario, todo esfuerzo destinado a
conseguir una permanente unidad escritural entre las iglesias, sobre la slida base
de verdades universalmente reconocidas y evidentes, conseguir iluminar y
conciliar, manifestando as su amor mutuo y celo por la verdad. "A quien amo en
la verdad", dice el apstol; "y no slo yo - aade -, sino tambin todos aquellos
que han conocido la verdad; por amor a la verdad, que est en nosotros y estar
con nosotros para siempre". En verdad, si no exhibimos una divina y adecuada
base de unin que cuente con la aprobacin de cada cristiano recto y consecuente,
ni adoptamos un modelo de procedimiento en favor de los dbiles que no oprima
sus conciencias, entonces el cumplimiento del que, en principio, es un gran
objetivo ser de todo punto imposible.
Lo que corresponde al trabajo de todos, debe ser hecho por todos. As ocurri con
el levantamiento del tabernculo en el desierto. As es la labor a la cual sois
llamados, no por la autoridad del hombre sino por la de Jesucristo y la del Padre,
quien le resucit de los muertos. Por esta autoridad sois convocados a restaurar el
tabernculo de David, que ha sido destruido entre nosotros, y edificarlo sobre su
propia base. Pero no podris hacerlo si cada hombre se encierra en su hogar y
consulta nicamente con los intereses de su propio grupo. Si no os asociis,
consultis y aconsejis mutuamente, si no analizis el tema de forma amistosa y
cristiana, nada puede ser hecho. Por tanto, con el debido respeto y sumisin,
llamamos la atencin de nuestros hermanos sobre el importante deber de
asociacin. Unos con nosotros en la causa comn del sencillo cristianismo
evanglico; estamos firmemente dispuestos a trabajar juntos en esta gloriosa tarea.
Unidos prevaleceremos. Porque se trata de la causa de Cristo y de nuestros
hermanos en todas las iglesias, a favor de la unidad universal, paz y pureza. Y
porque es una causa que prosperar finalmente, pese a toda oposicin, vamos a
unirnos para secundarla. Avanzad con nosotros, querido hermanos, y ayudadnos.
No permitis que os adormezca esa cancin sirena del cristiano perezoso y
renuente: "El tiempo an no ha llegado; el tiempo no ha llegado, dice, el tiempo de
que la casa del Seor sea construida". No le creis.
No discerns las seales de los tiempos? No se han levantado los dos testigos de
su estado de muerte poltica, bajo el largo destierro de las eras? No se han
afirmado sobre sus pies, en la presencia de sus enemigos y para su consternacin y
terror? No ha sido acompaada su resurreccin por un gran terremoto? No ha
sido destruida por l la dcima parte de la ciudad? Este acontecimiento, no ha
despertado la indignacin de las naciones? No han estado enojadas, s, muy
enojadas? Por todo esto, oh Seor, tu ira ha cado sobre ellos. Ha llegado el tiempo
en que los muertos sern vengados y dars la recompensa a tus siervos los profetas
y a aquellos que temen tu nombre, pequeos y grandes. Es la hora de aniquilar a
quienes han destruido la tierra. Quin de nosotros no ha odo el relato de estas
cosas: relmpagos, truenos y voces; un terremoto tremendo y un gran granizo;
terribles convulsiones y revoluciones que han dividido y destrozado a las naciones
como vasija de alfarero? No hemos sentido nosotros mismos las remotas
vibraciones de este horrible temblor, que Dios, misericordiosamente, ha colocado a
una gran distancia?
4. Que, aunque las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento estn conectadas,
formando juntas una perfecta y completa revelacin de la voluntad divina para la
edificacin y salvacin de la iglesia y, por tanto, en ese aspecto, son inseparables,
sin embargo, respecto a lo que pertenece directa y propiamente a su objetivo
inmediato, el Nuevo Testamento es una constitucin tan completa para la
adoracin, disciplina y gobierno de la iglesia cristiana, y una regla tan perfecta
para los deberes particulares de sus miembros, como el Antiguo Testamento lo era
para la adoracin, disciplina y gobierno de la iglesia veterotestamentaria y para sus
deberes especficos.
9. Que todos aquellos que han sido capacitados por gracia para realizar tal
profesin y para manifestarla en su temple y conducta, deben considerarse unos a
otros como los santos amados de Dios; deben amarse unos a otros como hermanos,
hijos de la misma familia y Padre, templos del mismo Espiritu, miembros del
mismo cuerpo, sbditos de la misma gracia, objetos del mismo amor divino,
comprados con el mismo precio y coherederos de la misma herencia. A los que
Dios as ha unido, ningn hombre debiera atreverse a separar.
10. Que la divisin entre cristianos es un horrible mal y conlleva otras muchas
desgracias. Es anticristiana, ya que destruye la unidad visible del cuerpo de Cristo,
como si estuviera dividido contra s mismo, excluyendo e incomunicando una
parte de s mismo. Es antibblica, ya que en la Escritura est estrictamente
prohibida por su autoridad soberana, porque supone la violacin directa de su
mandamiento expreso. Es antinatural, ya que incita a los cristianos al desprecio y
al odio mutuos y a oponerse unos a otros, cuando en realidad deberan estar unidos
por las ms altas y estimadas obligaciones de amarse entre s como hermanos, as
como Cristo les am. Es, en fin, promotora de confusin y de toda clase de males.
11. Que, unas veces, el olvido parcial de la voluntad revelada de Dios y, otras, la
adopcin de una autoridad terrena para aprobar opiniones e invenciones humanas
acerca de condiciones para la comunin, introducindolas en la constitucin, fe o
adoracin de la iglesia, son y han sido las inmediatas, obvias y universalmente
reconocidas causas de todas las corrupciones y divisiones que siempre han tenido
lugar en la iglesia de Dios.
Ahora corresponde a nuestros hermanos decidir hasta donde quieren llegar para
responder a esta llamada. Creen en verdades demostrables a la luz de las
Escrituras y de la razn, de forma que negando alguna parte de ellas la afirmacin
contraria sea absurda e inadmisible? Consideradas como condicin para llevar a
cabo los propsitos explicados, son suficientemente adecuadas, de forma que si
se obra segn ellas nos guen, alcanzamos infaliblemente el resultado deseado? Si
son defectuosas en cualquiera de estos aspectos, dejad que sean corregidas y
enmendadas hasta convertirlas en evidentes e irreprensibles. Dejad que sean
examinadas con rigor, con todo el rigor que la justicia, la franqueza y el amor
admitan. Si hemos equivocado el camino, nos alegaremos de ser corregidos; pero
si, por el contrario, hemos sugerido acertadamente obvias e innegables verdades
que, al ser adoptadas, conducen a la anhelada unidad y la aseguran una vez
obtenida esperamos que no se nos objete el que no hayan procedido de un Consejo
General. No es la voz de la multitud, sino la voz de la verdad, la que tiene poder
sobre la conciencia, la que puede producir una conviccin racional y guiar a la
obediencia. Una conciencia que espera la decisin de la multitud, que permanece
indecisa hasta que la mayora deposite su voto, es presa fcil del pecado. Y
estamos persuadidos de que ste es el sentir uniforme de los verdaderos cristianos
en todas las denominaciones.
Ojal todos los profesantes pensarn as! Entonces nuestros ojos pronto podran
contemplar la prosperidad de Sin; podramos ver en Jerusaln una morada serena.
La unin de la verdad ha sido, y siempre debe ser, el deseo y la oracin de todos
nosotros. "Unin en la verdad" es nuestro lema, la palabra divina es nuestro
emblema, en el nombre del Seor desplegamos nuestra bandera. Nuestros ojos se
dirigen a sus promesas: "Y temern desde el occidente el nombre de Jehov, y
desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendr el enemigo como ro, ms
el Espritu de Jehov levantar bandera contra l". Nuestro humilde deseo se ser
portadores de su emblema, luchar bajo su bandera y con sus armas, que "no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas". Estas
fortalezas, estos tabiques de separacin, como las murallas de Jeric, han sido
levantados hasta el mismo cielo para separar al pueblo de Dios, para dividir a su
rebao y evitar as que entre en el descanso prometido, al menos es este mundo.
Un enemigo nos ha dividido, pero no prevalecer hasta el fin: "Los mansos
heredarn la tierra, y se recrearn con abundancia de paz". "Y el reino y el
dominio, incluso la grandeza de todo el reino bajo el cielo, ser dada al pueblo
de los santos del Altsimo, y la poseern para siempre". Pero esto no puede
suceder si el pueblo est dividido: "Todo reino dividido contra s mismo, es
asolado, y toda ciudad o casa dividida contra s misma, no permanecer" Este ha
sido el caso de la iglesia durante mucho tiempo. Sin embargo, "no abandonar
Jehov a su pueblo, ni desamparar su heredad, sino que el juicio ser vuelto a
la justicia, y en pos de ella irn todos los rectos de corazn". A ellos, y slo a
ellos, se dirigen nuestras esperanzas. Por tanto, venid vosotros, benditos del Seor.
Si tenemos vuestras oraciones, tengamos tambin vuestra ayuda efectiva.
Oraremos por una cosa y no lucharemos por conseguirla?
Pero, cmo amar y recibir a nuestros hermanos de la misma forma en que Cristo
les ha recibido a ellos y a nosotros, y al mismo tiempo rehusar tener comunin con
ellos? Confesamos que es un misterio demasiado profundo para nosotros. Si sta
es la manera en que Cristo nos ha recibido, entonces ay de nosotros! No nos
referimos a un hermano que haya transgredido la letra de la ley, rechazando ser
guiado. Aunque nuestro amor sea grande en tal caso no existe evidencia suficiente
de que Cristo le haya recibido ni de que l haya aceptado a Cristo como su
Maestro y Seor. Por tanto, adoptar mtodos aparentemente subversivos al fin
propuesto (medios que la experiencia de los aos ha mostrado acertados slo en el
derrocamiento de los intereses del cristianismo, contrarrestando el mandamiento
expreso de su divino autor) no puede ser, de ninguna manera, una medida prudente
para desarraigar y prevenir esos males. Mantener la unidad y la pureza ha sido
siempre la pretensin aparente de los recopiladores y fomentadores de sistemas
humanos. Y, en muchos casos, creemos en su sincera intencin. Pero, han tenido
en cuenta el fin que se proponan? Expresamente, no lo han hecho; no, ni siquiera
los grupos que han adoptado este sistema con ms rigor, y mucho menos el cuerpo
catlico.
En lugar de la unidad y pureza universales qu otra cosa nos ha presentado la
iglesia hasta hoy, sino un catlogo de sectas y sistemas sectarios, cada cual unido a
su respectivo partido, con el ms solemne empeo de seguir as hasta el fin del
mundo? Al menos tales se han confesado muchos de ellos. Qu horrendos
sustitutos son de la unidad y el amor cristianos! Por otra parte, qu dicha supone
saber que ninguna obligacin humana a la que el hombre se pueda doblegar es
vlida contra la verdad! Cuando el Seor descienda sobre su pueblo para descubrir
la naturaleza y la tendencia de esos lazos artificiales con los que se ha dejado
maniatar en su oscura e inconsciente condicin, no podr continuar sujeto a un
estado de servidumbre sectaria, como tampoco los mimbres y cuerdas con que los
filisteos ataron a Sansn pudieron contenerle, ni las cadenas del anticristo
mantuvieron en cautividad a los padres de la Reforma. Que el Seor abra pronto
los ojos de su pueblo para que vea la realidad con su autntica luz y le incite a salir
de su desolada situacin, lejos de esta Babel de confusin, apoyndose sobre su
Amado y permitiendo que unos y otros se abracen en l, firmes en la unidad del
espritu con las ligaduras de la paz. Esta preciosa unanimidad en Jess
proporcionara la mejor evidencia externa de su unin con l y de su inters
conjunto en el amor del Padre.
"En esto sabrn todos que sois mis discpulos", dice l, "si tenis
amor los unos por los otros". Y "ste es mi mandamiento, que
os amis unos a otros como yo os he amado; que tambin os
amis unos a otros". Y otra vez: "Padre santo, a los que me has
dado, gurdalos en tu nombre, para que sean uno, as como
nosotros". "Y todos los que han de creer en m por la palabra
de ellos, para que todos sean uno; como t, oh Padre, en m, y
yo en ti, que tambin ellos sean uno en nosotros; para que el
mondo crea que t me enviaste. La gloria que me diste, yo les
he dado, para que sean uno, as como nosotros somos uno. Yo
en ellos, y t en m, para que sean perfectos en unidad, para
que el mundo conozca que t me enviaste, y que los has amado
a ellos como tambin a m me has amado".
Que el Seor acelere esta profeca en su debido tiempo. Adis.
Paz sea con todos aquellos que aman a nuestro Seor Jesucristo con sinceridad.
Amn.
- Thomas Campbell,
Thomas Acheson
- "Movimiento de Restauracin:
Historia y Documentos", Editorial Irmayol, 1987,
- www.alexandercampbell.org
DECLARACIN
Considerando la serie de hechos que han ocurrido en las iglesias durante los
pasados aos, sobre todo en este pas occidental, as como lo que sabemos en
general del presente estado de cosas en el mundo cristiano, estamos convencidos
de que es hora ya no slo de pensar sino de actuar por nosotros mismos, de ver con
nuestros propios ojos y de tomar nuestras medidas directa e inmediatamente de los
patrones divinos. Slo a esto nos sentimos divinamente obligados a sujetarnos, ya
que slo por esto seremos juzgados. Estamos tambin convencidos de que ningn
hombre debe ser juzgado por su hermano, como tampoco ningn hombre debe
juzgar por su hermano; a todo ser hermano le debe estar permitido juzgar por s
mismo, ya que cada hombre debe cargar con su propio juicio y ha de dar cuenta de
s mismo a Dios.
Tambin somos de la opinin de que, as como la palabra divina tiene una atadura
para todos igualmente, todos estamos bajo la misma obligacin de ser atados por
ella; y que, por lo tanto, ningn hombre tiene derecho a juzgar a su hermano,
excepto en la medida en que viole manifiestamente la letra de la Ley. Cada uno de
esos juicios es una violacin expresa de la Ley de Cristo, un intento de usurpacin
de su trono y una gran intrusin en los derechos y libertades de sus sbditos.
Creemos, pues, que tenemos que guardarnos de tales cosas, que nos debemos
mantener a la mayor distancia de todo lo que provenga de esta naturaleza, y que,
sabiendo el juicio de Dios contra aquellos que cometen dichos actos, no debemos
hacer lo mismo nosotros ni complacernos con aquellos que los hacen.
Nuestro deseo, por tanto, para nosotros y para nuestros hermanos, es que,
rechazando las opiniones humanas y las invenciones de los hombres, que no tienen
ninguna autoridad ni ningn lugar en la iglesia de Dios, podamos dejar para
siempre de argumentar de nuevo sobre dichas cosas, volviendo y mantenindonos
firmes en los patrones originales, tomando la Palabra divina como nica direccin,
al Espritu Santo como nuestro maestro y gua, para que nos lleve a toda verdad, y
slo a Cristo, tal y como est mostrado en la Palabra, para nuestra salvacin; que
al hacer esto podamos estar en paz entre nosotros, tener paz con todos los hombres
y santidad, sin la cual ningn hombre ver al Seor. Embargados por estos
sentimientos, hemos resuelto lo que sigue:
1. Que nos unamos nosotros mismos para formar una asociacin religiosa
bajo el nombre de Asociacin Cristiana de Washington, con el nico
propsito de promover el puro y simple cristianismo evanglico, libre de
toda mezcla de opiniones humanas e invenciones de los hombres.
2. Que cada miembro, segn su habilidad, alegre y liberalmente, abone una suma
concreta, a ser pagada cada medio ao, con el propsito de levantar un fondo para
mantener un ministerio puro de los evangelios, que deber limitarse a practicar la
forma de doctrina, adoracin, disciplina y gobierno expresamente revelados y
ordenados en la Palabra de Dios. Y tambin para socorrer a los pobres con las
Sagradas Escrituras.
3. Que esta Sociedad considere un deber, y use para este fin todos los medios
convenientes a su alcance, fomentar la creacin de asociaciones similares. Y que,
con este propsito, se mantenga dispuesta a aplicar, corresponder y rendir toda
posible ayuda a aquellos que deseen asociarse para alcanzar los mismos deseables
e importantes objetivos.
4. Que esta Sociedad no se considere, en ninguna forma, una iglesia, ni asuma los
poderes peculiares de la misma; ya que los miembros, como tales, no se
consideren asociados con el propsito que caracteriza a la reunin de iglesia, sino
solamente como participantes voluntarios en la reforma de la iglesia, poseyendo y
respetando los poderes comunes a todos los individuos que deseen asociarse de
forma ordenada y pacfica, con cualquier propsito legtimo, en este caso la
disposicin de su tiempo, consejo y propiedad, como estimen necesario.
7. Que esa Sociedad se rena, por lo menos, dos veces al ao, esto es, los primeros
jueves de mayo y de noviembre, y que los recaudadores elegidos para recibir las
cuotas semi-anuales de las suscripciones prometidas estn dispuestos a entregar la
suma recogida al tesorero antes o durante cada reunin, a fin de que l pueda dar
cuenta del estado de los fondos. La prxima reunin se llevar a cabo en
Washington el primer jueves del prximo noviembre.
8. Que cada reunin de esta Sociedad sea iniciada con un sermn, que se lea la
constitucin y proclama, y que se recoja una colecta para beneficio de la Sociedad.
Cualquier comunicacin de naturaleza pblica ha de ser expuesta a la Sociedad en
sus reuniones semestrales.
Hay un nmero cada vez mayor de personas que creen que el modelo del
Nuevo Testamento fue dado nicamente para la iglesia del Nuevo
Testamento y que su utilidad tuvo su fin en esa generacin. Sostienen que la
estructura y modelo del Nuevo Testamento cesaron de satisfacer las
necesidades de la gente y que el "espritu liberador" de las eras ms
progresivas demanda nuevas leyes y nuevas estructuras para mantenerse al
da.
- Reuel Lemmons
"Mas no ruego solamente por stos, sino tambin por los que han de creer
en m por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como t, oh Padre,
en m, y yo en ti, que tambin ellos sean uno en nosotros; para que el
mundo crea que t me enviaste" (Juan 17.20,21).
ES POSIBLE LA UNIDAD RELIGIOSA?
La mayora de los hombres dicen "No!".
Jess or por ella (Juan 17.20-21). El or para que pudiera haber una unidad
entre l mismo y el Padre. Ellos son "uno" en voluntad y propsito (Juan
6.38), y en doctrina (Juan 7.16). Jess or por una "genuina unidad"; no una
unidad superficial que ignore las diferencias en doctrina y propsito. Or
el Seor por una imposibilidad?
Jess provey para esa unidad (Juan 16.13). El envi al Santo Espritu para
guiar a los apstoles a toda VERDAD. El Espritu los inspir a hablar un
mensaje. Haba UN solo cuerpo porque el mismo Espritu dio solamente
UNA fe (Efesios 4.4-5). Los diferentes apstoles no predicaron doctrinas
diferentes en el primer siglo. Ellos no lo haran hoy si estuvieran sobre la
tierra (1 Corintios 4.17).
- D. McClish
Ahora bien, considerando este tema desde otro punto de vista, tenemos
que decir que, efectivamente hay muchas iglesias. Existen muchas doctrinas
y prcticas religiosas distintas entre s. Esta multiplicidad de iglesias, que
profesan diferentes credos y sostienen doctrinas distintas, constituyen un
serio tropiezo para la persona que busca la verdad.
El apstol Pablo tuvo que combatir en sus das contra aquellos que
empezaban a dividir la iglesia de Dios. Hablando a los miembros de la
iglesia en Corinto Pablo les dice: "Os ruego, pues, hermanos, por el
nombre de nuestro Seor Jesucristo, que hablis todos una misma cosa, y
que no haya entre vosotros divisiones, sino que estis perfectamente
unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido
informado acerca de vosotros, hermanos mos, por los de Clo, que hay
entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo
soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. Acaso est
dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por vosotros? O fuisteis
bautizados en el nombre de Pablo?" (1 Corintios 1.10-13). Vemos como ya
en el primer siglo Satans trataba de sembrar la cizaa de la divisin. Y ello
es comprensible. Segn este pasaje, la iglesia de Corinto se divida por
simpatas personales. Esta tendencia no ha cesado con el tiempo. Incluso a
pesar de estas amonestaciones que encontramos en las Escrituras, las
divisiones continan en nuestros das. Han cambiado los nombres, pero la
situacin sigue siendo idntica. La invencin de nuevas doctrinas, el cambio
de otras consideradas viejas, el desarrollo de credos humanos totalmente
extraos a la voluntad de Dios, han creado y estn creando divisiones que
Dios no aprueba.
Los lderes religiosos se han dado cuenta que este estado de cosas perjudica
notablemente a la causa de Cristo y por ello han trabajado activamente
durante los ltimos aos para conseguir la unin entre las diferentes
denominaciones cristianas. Este esfuerzo ha sido concretado en lo que se
conoce por movimiento ecumnico. Este movimiento ha conseguido, por
espacio de algunos aos, la unin de varias iglesias histricas que como
resultado de ello, tienen ahora un nombre comn, una afiliacin comn, una
organizacin comn y una gran liberalidad de pensamiento en cuestiones
doctrinales. Pero an existen muchos otros grupos que trabajan para una
unin ms representativa en el campo cristiano.
Esta unin es digna de ser alabada, pero no podemos olvidar que tras estos
esfuerzos en busca de la unin, se esconde un serio problema: hay uniones
sin unidad. No hay una sola fe, ni un slo cuerpo de doctrina, ni una misma
lnea de convicciones personales. Hay simplemente un acuerdo de no estar
en desacuerdo en algunos puntos relacionados con la fe. Se trata, en muchos
casos de creer lo que se quiera con tal de seguir siendo miembro del mismo
cuerpo doctrinal.
Nos gustara decir aqu algo que con frecuencia pasa desapercibido:
Vivimos en una poca en que la bsqueda de la verdad parece estar a la
orden del da. Vivimos en una poca cientfica. Hoy da tenemos millares de
hombres y mujeres que pasan cientos de miles de horas en los laboratorios,
tratando de descubrir algo nuevo. El mtodo cientfico ha sido respetado por
todos. Y como resultado se ha experimentado un gran progreso en las
comunicaciones y en todos los rdenes de la vida. Si tuvisemos que escoger
un lema que definiera nuestra poca, nos inclinaramos por este de
Proverbios 23.23: "Compra la verdad, y no la vendas; la sabidura, la
enseanza y la inteligencia". Los hechos cuentan. Vivimos en una
generacin en que los hombres no quieren detenerse en aproximaciones;
reclaman la verdad exacta de todas las cosas.
As como desde hace mucho tiempo sabemos que dos y dos es igual a
cuatro y no a 13 o a 19, y as como sabemos tambin que la tierra es redonda
y no plana, debemos saber tambin que las enseanzas de Dios son todas
verdaderas, y que son falsas aquellas que difieren de las mismas. Un
profesor que ensease que la tierra es plana en lugar de redonda, no
permanecera mucho tiempo en una escuela.
Tenemos que volver a la Biblia y dejar que la Palabra de Dios nos defina la
verdad cristiana en cada punto de fe y prctica. Hablemos donde la Biblia
habla y callemos donde la Biblia calle. Tomemos siempre un "as dijo el
Seor" para todo cuanto hagamos en nuestra vida cristiana. Restauremos la
iglesia original, tal como se fund en el primer siglo. Si todos volvisemos a
lo que est escrito en la Palabra de Dios, descubriramos que es posible
ponernos de acuerdo unos con otros y todos con Dios. Permaneciendo todos
en una base slida de verdad, en la verdad de Dios, podremos conquistar al
mundo en el nombre de Cristo.
- Hermano Enrique
"Queremos que nuestro poder para hacer leyes para el gobierno de la iglesia
y para la ejecucin de las mismas por autoridad delegada cese para siempre".
Este evento ocurri cinco aos antes que Alejandro Campbell viniera a los
Estados Unidos. Toms Campbell, padre de Alejandro, arrib en 1807 y la
llegada de su hijo fue el 29 de septiembre de 1809. Ambos se unieron a
Stone en 1832.
5) Que ninguna autoridad humana tiene poder para enmendar o cambiar las
leyes y constitucin original de la iglesia.
12) Que todo lo que es necesario para asegurar el alto estado de pureza y
perfeccin en la iglesia es restaurar las ordenanzas originales y la
constitucin como son dadas en el Nuevo Testamento.
"Mas no ruego solamente por stos, sino tambin por los que han de creer
en m por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como t, oh Padre,
en m, y yo en ti, que tambin ellos sean uno en nosotros; para que el
mundo crea que t me enviaste" (Juan 17.20,21)
1. LA PREEMINENCIA DE CRISTO
2. CRISTO EN NOSOTROS
3. UN RETRATO DE JESS
6. UN REDENTOR GLORIOSO
20. LA UNIDAD
27. EL BAUTISMO
31. LA OBEDIENCIA DE LA FE
39. EL AMOR
46. "TODO"
52. SABIDURA
53. LA SIEMBRA
75. LA FIDELIDAD
83. MILAGROS
84. EL JUICIO
85. LOS ANCIANOS
90. EL ARREPENTIMIENTO
1. LA PREEMINENCIA DE CRISTO
INTRODUCCION: Cristo es indispensable. El es el Pan de vida, la Luz del
mundo, el Pastor de las ovejas, la Puerta del aprisco.
Profecas tocante a Cristo: Isaas 7.14; 9.6-7; 11.1-3; 53.12; 61.1-2; 35.5,6.
Profecas de su reino: Isaas 16.5; 2.2-3: 28.16; 54.1; 60.1-2; Sal 110.1-4; Apoc.
3.21.
1. Fil. 3.7-10
2. Conocerle a l es vida eterna: Juan 17.3; 2 Pedro 1.2-3
2. CRISTO EN NOSOTROS
INTRODUCCION: Cristo est sobre nosotros como nuestro rey; est con
nosotros como nuestro amigo; est EN nosotros como un espritu vivificador: 1
Cor. 15.45.
4. Ef. 3.16-17: Hablando del Espritu que nos fortalece, dice que Cristo mora en
nuestros corazones por medio de la fe.
1. Gl. 4.6: "Y por cuanto sois hijos, Dios envi a vuestros corazones el
Espritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre".
2. Hch. 5.32: "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y tambin el
Espritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen".
V. SU VOZ
1. "El Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza" (Mateo 8.20).
V. EN TIEMPO DE DESMAYO O PESADEZ, CRISTO ES NUESTRO
EJEMPLO EN SU PERSEVERANCIA
1. Juan 9.4; Juan 5.17; Juan 4.34. Cristo siempre estuvo ocupado.
CONCLUSIN: El cristiano es uno que sigue a Cristo. Su vida debe
inspirarnos a serle fiel en todas las circunstancias de nuestra vida.
1. Todos somos tentados, unos en una manera y otros en otra, pero tenemos
la promesa de 1 Cor. 10.13.
2. Cristo resisti con la Palabra de Dios. "Escrito est".
3. Heb. 10.7: "He aqu que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el
rollo del libro est escrito de m".
6. UN REDENTOR GLORIOSO
INTRODUCCIN: Por toda la Biblia Cristo ocupa el lugar central. El Antiguo
Testamento lo seala, y el Nuevo Testamento est lleno de su vida, sus
enseanzas y su reino o iglesia.
I. CRISTO ES GLORIOSO EN LAS PROFECAS
1. El coro anglico.
2. Venida de los pastores.
V. GLORIOSO EN SU TRONO
1. Muchos no estn contentos porque sienten que les falta algo en su vida.
Cristo puede suplir toda necesidad de nuestra naturaleza.
2. Los siclogos nos dicen que hay tres departamentos de la naturaleza humana: La
voluntad, la inteligencia y la capacidad emocional y espiritual. Cristo suple
nuestras necesidades en los tres departamentos.
5. Esta vida como una preparacin para la vida eterna con Cristo.
3. "He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos
eran, y me los diste" (17.6).
4. "Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
porque las palabras que me diste, les he dado" (17.7-8).
1. Cristo quiere que los suyos sean gozosos (Juan 15.11, 16.22).
2. Gozo es uno de los frutos del Espritu (Gl. 5.22).
V. "NO RUEGO QUE LOS QUITES DEL MUNDO, SINO QUE LOS
GUARDES DEL MAL" (17.15).
VII. "RUEGO... POR LOS QUE HAN DE CREER EN M... PARA QUE
TODOS SEAN UNO" (17.20-21).
Aqu nuestro Seor est orando por todos los cristianos del primer siglo y los de
los siglos venideros - por nosotros.
Aqu vemos el gran amor que Cristo tiene por los suyos. El quiere compartir su
gloria con ellos.
3. Jess dijo: "Dadles vosotros de comer". "Ellos dijeron: No tenemos aqu sino
cinco panes y dos peces". Jess dice: "Tradmelos ac". Y los bendijo - dio los a
los discpulos, "y los discpulos a la multitud, y comieron todos y se saciaron".
3. Tienen hambre. Descontentos con la vida y no saben por qu. Buscan agua en
los pozos secos del mundo. No entienden que "no slo de pan vivir el hombre"
(Lucas 4.4), mas su espritu tambin necesita alimento.
5. Cristo nos dice: "Dadles vosotros de comer". Pero nosotros decimos: "Son
pocos los panes y los peces". Poco tiempo. Poca oportunidad. Poco dinero. Poca
capacidad. Nuestro defecto: No contamos con el poder de Jess. Debemos
entender que cuando Jess nos da un mandato, l nos da la capacidad de realizarlo.
Dios no nos pide lo imposible.
PERO AUNQUE SEA POCO, Cristo nos manda que usemos lo que tengamos,
para su servicio. "Si primero hay la voluntad dispuesta, sera acepta segn lo que
uno tiene, no segn lo que no tiene" (2 Cor. 8.12).
Ejemplos:
3. Pablo escribi a los Romanos: "Pero gracias a Dios, que aunque erais
esclavos del pecado, habis obedecido de corazn a aquella forma de doctrina a
la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia" (Romanos 6.17).
1. Slo para los que creen en Cristo. No los infantes. "El que creyere y
fuere bautizado" (Marcos 16.16). "Si crees de todo corazn"
(Hechos. 8.37). "Los que recibieron su palabra" (Hch. 2.41). "Se
bautizaban hombres y mujeres" (Hch. 8.12).
2. El modo infalible es por inmersin (Mar. 1.5; Hch. 8.38-39; Rom. 6.4-5).
3. El propsito: para el perdn de nuestros pecados (Hch. 2.38; Hch. 22.16). Para
ponernos en Cristo (Glatas 3.27). Para nuestra salvacin (Mar. 16.16; 1 Pedro
3.21).
3. La mesa del Seor (Lucas 22.17-19; Hch. 2.42; Hch. 20.7; 1 Cor. 11.23-36).
1. Ayudar a los que necesitan ayuda (Santiago 1.27; Gl. 6.10; Gl. 2.10).
2. Predicar el evangelio para salvar a las almas.
CONCLUSIN: Si cree usted en Cristo, debe seguirle por el camino que l nos
ha enseado en su palabra, el camino infalible.
c. Orgullo
d. Envidia, odio
e. Indiferencia
d. Confesin de su fe.
a. Mirar su vida.
b. Mirar su bondad, su justicia y su amor.
c. Mirar su cruz.
d. Mirar su gloria.
4. Pablo dice que l ech el cimiento predicando en nuevos lugares y otro edific
sobre l (1 Cor. 3.10).
4. Lo que Pablo dice de s mismo. Fil. 3.12-14. Hay que olvidar lo que queda atrs
- los fallecimientos y triunfos.
1. En esto tambin todos tienen su parte. Algunos dicen, "Esto es trabajo del
predicador, pues para esto se le paga". Con esta idea, lo nico que una
iglesia va a hacer es MORIR.
2. El ejemplo de los dispersos. Hch. 11.19-21.
Lo que haga, hgalo con TODO SU PODER. Col. 1.10; 1 Cor. 15.58.
16. EL TRABAJO DE LA IGLESIA
INTRODUCCIN: En la parbola de Mateo 20.1-7 cada uno de los que
entraron en el reino que es la iglesia, recibi el mandato de trabajar. En
1 Corintios 12.14-20, la iglesia es comparada con el cuerpo fsico,
donde cada miembro tiene su funcin o trabajo.
I. CRISTO ES NUESTRO GRAN EJEMPLO EN TRABAJAR. Juan 5.17:
"Mi Padre trabaja hasta ahora y yo trabajo".
4. Prepar y entren a sus doce apstoles para la gran obra de llevar el evangelio a
todo el mundo.
1. Mateo 7.21: "No todo aqul que me dice Seor, Seor... sino los que
hacen la voluntad de mi Padre".
2. Glatas 5.6: Lo que vale: "La fe que obra por el amor".
a. Ejemplo de los primeros cristianos: "Han llenado toda Jerusaln con las
enseanzas" (Hechos 5.28).
b. Todo cristiano con tiempo debe ser capaz de ensear a otros (Hebreos 5.12).
1. Porque puedo leer de ella en la Biblia (Rom. 16.16; Mat. 16.18; Hch. 20.28).
2. Porque su nica regla de fe es el Nuevo Testamento. No tiene credo humano
alguno. Estos son causa de divisin. Todos podramos estar unidos en el Nuevo
Testamento.
5. Porque observa la Cena del Seor cada primer da de la semana. (Hch. 20.7).
3. Cristo dijo: "Hay algunos de los que estn aqu que no gustarn la muerte
hasta que vean el reino de Dios" (Lucas 9.27).
5. No hubiera sido una iglesia bajo el Nuevo Testamento. "Porque donde hay
testamento es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el
testamento, con la muerte se confirma; pues no es vlido entre tanto que el
testador vive" (Heb. 9.16-17).
1. No pudo venir hasta que Cristo fuera coronado Rey a la diestra de Dios.
(Luc. 19.11-12; Dan. 7.13-14).
2. El reino haba de venir "con poder" (Marcos 9.1). El poder vino cuando vino el
Espritu Santo (Hch. 1.8). Por lo tanto, el reino vino cuando el Espritu Santo vino
- en el da de Pentecosts.
3. "El arrepentimiento y remisin de pecados" tena que ser predicado en todas las
naciones comenzando en Jerusaln, pero antes de predicar este mensaje, los
apstoles tenan que "esperar el poder de lo alto" (Lucas 24.46-49).
4. Ser bautizados para el perdn de los pecados (Hch. 2.38; Mar. 16.16; 1 Pedro
3.20-21; Hch. 22.16; Tito 3.5; Rom. 6.4; Col. 2.12).
20. LA UNIDAD
INTRODUCCIN: La unidad es cosa que Cristo siempre pide de todos los que
pretenden ser cristianos. (1) Porque la unidad es enseada repetidas
veces en la Biblia. (2) Porque Cristo fund una sola iglesia, diciendo,
"Edificar MI iglesia" (Mat. 16.18), y porque sa es la nica de que
leemos en la Biblia.
I. ENSEAMOS LA UNIDAD PORQUE:
3. Por las palabras de Pablo (Efes. 4.1-6; Rom. 12.4-5; 1 Cor. 10.17).
c. La Cena del Seor observada solamente una vez cada mes o cada seis meses en
lugar de cada domingo.
f. Msica instrumental.
g. Agua bendita.
CONCLUSIN: Usted puede ser miembro de esta iglesia que Cristo fund. Si
confiesa su fe en Cristo y se bautiza para el perdn de sus pecados, Dios le
aadir a su iglesia. Por qu te detienes?
1. El lugar donde fue establecida: Jerusaln. Una iglesia que tuvo se principio
en Europa o Amrica no puede ser la de Cristo.
2. El tiempo cuando fue establecida: Da de Pentecosts despus de la resurreccin
de Cristo. Una iglesia establecida despus de esta fecha no es de Cristo.
1. Contrario a la unidad por la cual Cristo or en Juan 17, ahora hay mucha
divisin, muchas sectas o denominaciones.
2. Contrario a la autonoma de la iglesia local hay centralizacin de poder y
gobierno.
4. La Mesa del Seor. Algunos dan slo el pan. Muchos no la observan cada
domingo.
1. El camino del mundo. Santiago 4.4: "No sabis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera
ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios?" 1 Juan
2.15: "No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo.
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est en l".
2. El camino de la muchedumbre. Mateo 7.13: "Ancha es la puerta, y espacioso
el camino que lleva a perdicin, y muchos son los que entran por ella".
3. El camino de los que dicen: "No necesito la iglesia". Una vida moral es
suficiente. Ellos piensan que no necesitan a Cristo y sern salvos por su propia
justicia. Vase Rom. 10.3.
4. Es camino de fe. Juan 3.16; Hch. 16.31; 2 Cor. 5.7;Gl. 2.20; Gl. 5.6; Rom.
5.1.
5. Es camino de amor. Juan 13.35: "En esto conocern todos que sois mis
discpulos, si tuviereis amor los unos con los otros". Luc. 10.27: "Amars al
Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y
con toda tu mente; y a tu prximo como a ti mismo". 1 Cor. 13.
3. El nombre JESS indica que "l salvar a su pueblo de sus pecados" (Mat.
1.21).
4. Jess derram su sangre para remisin de pecados. Mat. 26.28; Apoc. 1.5; Heb.
9.14.
5. Jess fue ensalzado a la diestra de Dios a fin de dar remisin de pecados. Hch.
5.31.
4. Cuando somos bautizados para el perdn de pecados. Mar. 16.16; Hch. 2.38;
Hch. 22.16; 1 Pedro 3.21; Rom. 6.4-5.
3. Somos hechos miembros del cuerpo de Cristo que es la iglesia. 1 Cor. 12.27;
Col. 1.18; Hch. 2.47.
4. Recibimos el don del Espritu Santo. Hch. 2.38; 5.322; Gl. 4.6; Rom. 8.9.
7. El privilegio de trabaja en la via de Cristo. Fil. 2.12; Gl. 6.4-5; 1 Tes. 1.3;
Rom. 12.
8. La promesa de la vida eterna. Juan 17.2; Rom. 2.7; Rom. 6.23; 1 Juan 5.11.
d. "El hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe" (Santiago
2.24).
e. "Como el cuerpo sin espritu est muerto, as tambin la fe sin obras est
muerta" (Santiago 2.26)
h. Despus del bautismo, debemos guardar todos los dems mandamientos y ser
fieles hasta el fin. Apoc. 2.10.
3. Claro que era Judo! (1) porque guardaba una fiesta de los judos en Jerusaln;
(2) porque poda leer el Hebreo; y (3) porque es claro que ms tarde Cornelio el
centurin fue el primer Gentil convertido.
III. SU CONVERSION
1. El texto que lea. Isaas 53, texto muy apto para la ocasin.
2. Felipe predica las buenas nuevas de salvacin por Jess. No tenemos su sermn,
pero sin duda habl algo de la vida de Jess, de su muerte en la cruz y su
resurreccin, de su gran comisin a sus apstoles, y de los grandes
acontecimientos en el da de Pentecosts.
3. Efecto del sermn. Claro es que el eunuco crey, porque cuando llegaron al
agua (probablemente un ro), dijo a Felipe, "Aqu hay agua; qu impide que yo
sea bautizado?" (Hch. 8.36)
4. Una sola condicin. "Si crees de todo corazn, bien puedes.Y respondiendo,
dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios". (8.37). (Rom. 10.9-10).
II. Pablo pide cartas del Sumo Sacerdote para ir a Damasco y traer presos a los
cristianos de all. Hch. 9.1-2. Podemos imaginar las palabras del Sumo Sacerdote a
Saulo: "S, Saulo, con gusto te dar las cartas y Dios te bendiga en tu buena obra.
Con ms hombres como t, pronto pondramos fin a estos seguidores del
Nazareno". As, con las cartas y con espritu orgulloso y celoso, Saulo sale con sus
compaeros para la ciudad de Damasco.
III. Cerca de Damasco, el Seor aparece a Saulo en medio de una luz muy, muy
fuerte. El cae al suelo y oye una voz que le dice, "Saulo, Saulo, por qu me
persigues? El dijo: Quin eres, Seor? Y le dijo: Yo soy Jess, a quien t
persigues". Entonces Saulo hace la misma pregunta que los judos hicieron a
Pedro en el da de Pentecosts: "Seor, qu quieres que yo haga?" Y el Seor le
responde: "Levntate y entra en la ciudad, y se te dir lo que debes hacer".
IV. En este momento, Saulo se dio cuenta que su persecucin de los cristianos era
un gran error y que los sacerdotes y sus amigos en Jerusaln tambin estaban
luchando contra Dios. Humillado hasta el polvo de la tierra y hecho ciego, se
levant y fue guiado de la mano, y as entr a Damasco. Hch. 22.11 y 9.8.
V. Saulo estuvo tres das en Damasco sin ver, y no comi ni bebi (Hch. 9.9). Esto
nos muestra qu tan profundo fue su dolor, y qu tan genuino su arrepentimiento.
VI. Ananas viene y le devuelve la vista. Luego le dice que Dios le haba escogido
para tres cosas: Para que Saulo conozca su voluntad, que vea al Justo, y que diga la
voz de su boca (Hch. 9.15).
VII. Luego le dice: "Ahora, pues, por qu te detienes? Levntate y bautzate, y
lava tus pecados, invocando su nombre" (Hch. 22.16). Y levantndose, fue
bautizado (Hch. 9.18). Aunque haba visto y hablado con Jess, tena que ser
bautizado para que sus pecados fueran perdonados - lavados por la sangre de
Cristo. Vase Hch. 2.38. Para el modo de su bautismo, notemos Romanos 6.3-4.
Tambin notemos que cuando el eunuco fue bautizado, Felipe y l descendieron
ambos al agua y despus subieron del agua (Hch. 8.38-39). Pablo mismo nos dice
que somos bautizados "en Cristo" (Romanos 6.3 y "en un cuerpo" (1 Cor.
12.13). Este "un cuerpo" es la iglesia (Efesios 1.22-23). Y ahora, por qu te
detienes t?
27. EL BAUTISMO
INTRODUCCIN: La palabra bautismo viene de la palabra griega, bapto, que
quiere decir sumergir. Todo diccionario as lo dice.
I. COMO ESTA BAUTIZADO UNO? QUE DICE LA BIBLIA?
1. Jess fue bautizado EN el ri Jordn (Mateo 3.16).
2. El eunuco descendi al agua y subi del agua (Hch. 8.38-39).
Isaas 62.1-2: Cuando la justicia de Dios (el evangelio) saliera (de Jerusaln),
siendo vista por las gentes (gentiles). Tambin sera dado "en mi casa
y dentro de mis muros", es decir, despus que la iglesia fue
establecida (Isaas 56.5). El cumplimiento: La primera iglesia que tena
gentiles fue la de Antioqua "Y a los discpulos se les llam
cristianos por primera vez en Antioqua" (Hch. 11.26).
III. ES NOMBRE QUE HONRA A CRISTO (Apoc. 5.12-13).
8. Es optimista.
31. LA OBEDIENCIA DE LA FE
INTRODUCCION: Pablo habla de la obediencia de la fe al principio y al fin de
su epstola a los romanos (Rom. 1.5; Rom. 16.25-26).
I. ES UN GRAN ERROR CREER QUE SOMOS SALVOS POR LA FE
SOLAMENTE
1. Marcos 16.16: "El que creyere y fuere bautizado, ser salvo". Hch.
2.38: "Arrepentos , y bautcese cada uno de vosotros".
2. Ejemplos de obediencia:
a. El eunuco
b. El carcelero
c. Saulo de Tarso
CONCLUSION: Para recibir todas las bendiciones de Dios, tenemos que ser
obedientes a todos sus mandamientos.
1. La autoridad:
a. Instituida por Cristo y entregada a los apstoles (Mateo 26.26-29).
b. Los apstoles tenan la responsabilidad de ensear todas las cosas mandadas
(Mat. 28.18-20).
6. La manera de participar:
4. El indica que a lo menos por el momento se ha muerto su amor por Cristo. "si
me amis, guardad mis mandamientos" (Juan 14.15).
5. Se da mal ejemplo y puede ser que otros hermanos sigan su ejemplo (Mateo
18.6-7).
CONCLUSION: Un breve repaso de los puntos principales del sermn. La
autoridad, dnde y cundo participar y la manera.
1. Entendimiento de la verdad.
2. Ayuda material.
3. En cambio FUE ENTREGADA por Dios por revelacin (Efe. 3.3; 1 Cor. 2.7-10;
Gl. 1.11.12).
III. ESTA FE FUE ENTREGADA UNA FEZ. EL GRIEGO DICE UNA VEZ
PARA SIEMPRE
3. Como nuestro rey, l tiene toda autoridad para reinar en nuestros corazones y en
nuestras vidas (Efesios 1.20-23).
4. Como el conquistador de la muerte, l tiene toda autoridad para levantarnos de
la tumba (Juan 10.18; Apoc. 1.18).
5. Como nuestro Juez, l tiene toda autoridad para juzgarnos en el ltimo da (Juan
5.22,27).
6. Cuando recibi toda autoridad - al tiempo de su resurreccin (Rom. 1.4; Fil. 2.8-
22).
1. Cristo est con nosotros mientras que nosotros estemos fieles en guardar
sus mandamientos.
2. "Todos los das" o hasta el fin de nuestra vida en la tierra.
3. "Hasta el fin del mundo". La promesa no slo a los apstoles, sino para todos
los cristianos para siempre.
II. Es tambin "Espritu de gracia" (Heb. 10.29). Gracia quiere decir favor que
no se merece.
III. Es tambin "Espritu de verdad" (Juan 16.13). El Espritu Santo gui a los
apstoles al conocimiento de toda la verdad y esta verdad est revelada a nosotros
en el Nuevo Testamento. Se puede notar que fue revelada TODA la verdad, no un
parte de ella. Nada dejado para revelaciones futuras (Apoc. 22.18 y 2 Juan 9).
II. La marca por la cual el mundo conoce los cristianos (Juan 13.35).
VII. Es uno de los frutos del Espritu en la vida del cristiano (Gl. 5.22).
II. Por las bendiciones que Dios nos da por medio de la naturaleza. "... no se
dej a s mismo sin testimonio, haciendo bien, dndonos lluvias del cielo y
tiempos fructferos" (Hch 14.17). Todas las necesidades del hombre (Stg. 1.17;
Efesios 3.7; 4.7).
III. Porque la Biblia lo dice. En el Antiguo Testamento Jer. 31.3; Oseas 14.4. Y
tambin el Nuevo Testamento 1 Juan 4.16.
IV. Por el don de su Hijo quien muri por nosotros, y por medio del cual nos
ofrece salvacin (Efesios 2.4-6; 1 Juan 3.1; 4.9-10).
V. Porque l est con nosotros siempre para bendecirnos. Y por todas sus
promesas.
I. LA VID Y LOS PMPANOS: Juan 15.5: "Yo soy la vid, vosotros los
pmpanos". Los pmpanos reciben fuerza de la vid.
II. EL PASTOR Y LAS OVEJAS: Juan 10.11: "Yo soy el buen pastor; el buen
pastor su vida da por las ovejas".
1. Las ovejas conocen la voz del pastor. As los verdades cristianos reconocen
las enseanzas de Cristo.
2. La ovejas siguen su pastor. Los cristianos obedecen a Cristo.
3. "Al extrao no seguirn, sino huirn de l" (Juan 10.5). Vea 2 Juan 10-11.
a. Damn y Pythias.
b. David y Jonatn.
3. Todo el mundo considera que la fidelidad y lealtad de uno hacia sus amigos es
marca de carcter.
4. Cristo es fiel amigo. John 15.13: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno
ponga su vida por sus amigos".
5. Cundo somos amigos de Cristo? Juan 15.14: "Vosotros sois mis amigos, si
hacis lo que yo os mando".
a. Nuestros padres.
b. Maestros en la escuela pblica.
6. De la ley de pecado y muerte. Rom. 8.1-2. Bajo la ley mosaica, el pecado fue
castigado con la muerte. Heb. 11.28. En Cristo, bajo el Nuevo Pacto hay perdn de
pecados. Jer. 31.31-34.
4. Cuando somos bautizados para el perdn de nuestros pecados. Mat. 16.16; Hch.
2.38; Rom. 6.4-6; Rom. 6.17-18.
3. "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los
hermanos" (1 Juan 3.14; Rom. 12.10).
4. "Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran". Rom. 12.15. Vase
tambin Gl. 6.2.
5. "No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual tambin por lo de
los otros" (Fil. 2.4).
3. Nuestro cuerpo y espritu son de Dios, y comprados a gran precio (1 Cor. 6.20;
7.23).
3. Repartir tratados.
8. Segn tengamos oportunidad, obremos lo que es bueno para con todos (Gl.
6.10).
46. "TODO"
INTRODUCCIN: La palabra "TODO" se encuentra tantas veces en la
escritura y en conexin con cosas de tanta importancia, que estos pasajes merecen
nuestra atencin y un estudio cuidadoso.
III. TODA GRACIA. 2 Cor. 9.8: "Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros TODA gracia". Rom. 5.20: "Mas cuando el pecado abund,
sobreabund la gracia" . Efe. 2.6-7: "Juntamente con l nos resucit, y
asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jess, para
mostrar en los siglos venideros las ABUNDANTES RIQUEZAS DE SU
GRACIA en su bondad para con nosotros en Cristo Jess".
IV. TODA BENDICIN ESPIRITUAL. Ef. 1.3: "Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Seor Jesucristo, que nos bendijo con TODA BENDICIN
ESPIRITUAL en los lugares celestiales en Cristo". Fil. 4.19: "Mi Dios, pues,
suplir TODO lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesus".
1. Algunos hoy da dicen que estn muy ocupados con sus negocios:
reparando su carro, pintando su casa, etc. El materialismo es el gran
enemigo del alma. La parbola del hombre rico. Luc. 12.16-21.
II. OTROS PONEN LA EXCUSA QUE HAY BASTANTE TIEMPO: QUE
MAANA OIRN EL EVANGELIO.
1. Esto es una falta de fe en Dios. Tenemos las grandes promesas de Dios que
nos sostienen.
2. Cuando uno quita de su corazn toda la rebelda, la obediencia es fcil.
4. "A quien amis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo
veis, so alegris con gozo inefable y glorioso" (1 Pedro 1.8).
5. "Pero algrense todos los que en ti confan; den voces de jbilo para siempre,
porque t los defiendes" (Sal. 5.11).
8. "Y los redimidos de Jehov volvern, y vendrn a Sion con alegra; y gozo
perpetuo ser sobre sus cabezas; y tendrn gozo y alegra, y huirn la tristeza y
el gemido" (Isa. 35.10).
I. EJEMPLOS DE GOZO
8. "El que siembra goce juntamente con el que siega" (Juan 4.36).
9. "Si un miembro recibe honra, todos los miembros con l se gozan" (1 Cor.
12.26).
11. El gozo de tener comunin con Cristo. "Yo estoy con vosotros todos los das,
hasta el fin del mundo" (Mat. 28.20).
12. El gozo de orar y saber que Dios nos oye. 1 Pedro 3.12.
3. Amor. El gran mandamiento. Mat. 12.30. La fe obra por el amor. Gl. 5.6. "Si
me amis, guardad mis mandamientos" (Juan 14.15).
52. SABIDURA
(Job 28.12-28)
INTRODUCCIN: La Biblia habla de dos clases de sabidura: la de los hombres
o del mundo, y la sabidura de Dios.
4. Por medio de la iglesia dada a conocer ... la multiforme sabidura de Dios. Efe.
3.10.
7. "En quien tenemos redencin por su sangre, el perdn de pecados segn las
riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda
sabidura e inteligencia" (Efe. 1.7-8).
53. LA SIEMBRA
(Mateo 13.3-9; 18-23)
INTRODUCCIN: Esta parbola del sembrador es extraordinaria porque es
dirigida a cuatro clases de personas. Toda persona que oye el evangelio puede
encontrarse en una de las cuatro clases.
2. La semilla sembrada en pedregales son los que reciben la palabra con gozo, pero
cuando viene la afliccin o persecucin, vuelven atrs a la vida mundana.
a. Heb. 10.35: "No perdis, pues, vuestra confianza, que tiene grande
galardn".
b. Mat. 5.10: "Bienaventurados los que padecen persecucin por causa de la
justicia; porque de ellos es el reino de los cielos".
3. La semilla sembrada en espinas son los que reciben la palabra, pero los placeres
del mundo ahogan la palabra queda sin fruto.
4. La semilla sembrada en buena tierra son los que oyen la palabra y la reciben en
buenos corazones, que tienen fe genuina, que siguen fieles al Seor, produciendo
fruto para Dios.
I. Hoy es un tiempo crtico para toda la humanidad. Cada uno tiene que decidir
de qu lado va a servir ... con los que honran a Dios y respetan su palabra, o con
los que son envueltos completamente en lo material y los placeres del mundo. Los
grandes hombres de la Biblia tenan que escoger qu hacer. Escogieron el bien, y
por eso sus nombres han sido perpetuados en la historia: Abraham, Moiss, Juan y
Santiago, Pedro y Andrs, Cristo.
II. EL HOMBRE DECISIVO ES:
El hombre respetado.
c. Aceptar la verdad de Dios o la mentira de que "no importa lo que uno cree".
c. Un Dios de verdad.
d. Un Dios de sabidura.
e. Un Dios de amor.
a. Hch. 10.31; Fil. 4.6; 1 Pedro 3.12; Mat. 21.22; Stg. 1.5-6.
5. En la observacin de la Mesa del Seor.
1. Con reverencia.
2. Con fe.
3. Con arrepentimiento.
4. Con obediencia.
CONCLUSIN: Dios est listo para el encuentro. Le invita a usted a que venga
a El. Es el encuentro ms grande que jams tendr.
(3) Calzado los pies de alegre prontitud. "Con el apresto del evangelio de la paz"
(Efe. 6.15). Rom. 1.16.
(4) Tomando "el escudo de la fe, con que podis apagar todos los dardos de
fuego del maligno" (Efe. 6.16). 1 Juan 5.4.
(6) La espada del Espritu, que es la palabra de Dios. Las armas de nuestra milicia
son poderosos. 2 Cor. 10.4-5; Efe. 6.12.
e. Dios "es poderoso para hacer todos las cosas mucho ms abundantemente de
lo que pedimos o entendemos, segn el poder que acta en nosotros" (Efe. 3.20).
CONCLUSIN: Cada uno de nosotros debe poner por obra estas cinco cosas
(nombrndolas), pidiendo a Dios que l nos ayude en nuestros esfuerzos.
Haciendo esto, la iglesia marchar a grandes triunfos bajo la bandera de Cristo,
nuestro Capitn.
1. V. 15: Toda la familia nombrada por Cristo que hace lo mismo. Isa. 62.2;
Rom. 16.16.
2. V. 16: "Conforme a las riquezas de su gloria". Rom. 11.33.
4. V. 17: "Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones". Gl. 2.20;
Col. 1.26-29.
5. V. 17: "Arraigados y cimentados en amor". Amor por Dios, por su palabra, por
la iglesia, por las almas perdidas.
Mateo 12.29. Cristo tena que atar a Satans para librar las almas en
cautividad. Heb. 2.14-15.
II. VINO PARA DESHACER LAS OBRAS DEL DIABLO. EL DIABLO ES:
I. Ex. 14.13-14: "No temis; estad firmes, y ved la salvacin que Jehov har
hoy con vosotros ... Jehov pelear por vosotros".
II. Ex. 23.29-30: "No los echar de delante de ti en un ao ... Poco a poco los
echar de delante de ti, hasta que te multiplique y tomes posesin de la tierra".
1. "No temis; estad firmes, y ved la salvacin que Jehov har hoy
con vosotros" (Ex. 14.13).
2. "Poco a poco ir echndolos de delante de ti, hasta que te aumentes y puedas
tomar la tierra en posesin".
5. Juan 13.35: "En esto conocern todos que sois mis discpulos, si tuviereis
amor los unos con los otros".
5. Y a la paciencia, piedad.
3. Efe. 5.20: "Dando siempre gracias por TODO al Dios y Padre, en el nombre
de nuestro Seor Jesucristo".
1. Cmo probar nuestro amor. Juan 14.21: "El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, se es el que me ama". 1 Juan 5.3:
"Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus
mandamientos". Juan 14.15: "Si me amis, guardad mis
mandamientos". Muchos dicen que aman al Seor pero no guardan
sus mandamientos.
2. Pedro se preocup con lo que otro discpulo iba a hacer. Dijo: "Seor, y qu
de ste?" Y el Seor responde, "Qu a ti? Sgueme t". (Juan 21.21.22).
Gl. 6.4-5: "As que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces
tendr motivo de gloriarse slo respecto de s mismo, y no en otro; porque cada
uno llevar su propia carga".
4. No puedo vivir la vida cristiana. Esto es una falta de fe y amor. Dios le ayudar
y tambin los dems hermanos.
CONCLUSIN:
3. Causas de la debilidad:
4. Los remedios:
3. Los cristianos deben continuar su estudio de la palabra de Dios para ser llenos
del conocimiento.
1. En Efe. 4.1-3, Pablo nos dice cmo andar dignos del Seor.
a. Con toda humildad y mansedumbre.
b. Con paciencia, soportndoos los unos a los otros en amor.
3. Por el arrepentimiento.
a. Quitando "los dioses ajenos" de nuestro corazn: los placeres del mundo,
celos, odios, envidias, enojos, orgullos, etc.
b. Haciendo la resolucin de no pecar voluntariamente.
b. Siendo bautizado para el perdn de nuestros pecados. Hch. 2.38; Hch. 22.16.
3. El de notarse que hay algo que hacer. Muchos predican que somos salvos por la
fe solamente. Stg. 2.26. Algunos dicen: "Dios sabe que yo le amo, y esto es
suficiente". Pero Juan dice - Vase 1 Juan 5.3 y 1.3-5.
1. A todo aqul que no es cristiano, le falta algo qu hacer. A unos les falta
ms que a otros.
2. Al carcelero pagano de Hch. 16, le faltaba todo. Tena que or el evangelio,
creer, arrepentirse y ser bautizado.
5. Despus del bautismo, todos debemos seguir adelante siguiendo a Jess como
fieles cristianos.
9. Se huelga de la verdad.
4. Cuando juzgamos segn lo que nos dice otra persona. El fcilmente puede estar
equivocado.
6. Cuando nosotros mismos somos culpables del mismo pecado o de otro igual o
peor. Vea. Mat. 7.3-5; Rom. 2.1-3.
1. Juan 7.24: "No juzguis segn las apariencias, sino juzgad con justo
juicio".
2. Con misericordia.
3. La casa de su carrera.
75. LA FIDELIDAD
INTRODUCCIN: Pensemos en la fidelidad de Dios y en la de los hombres.
Muchas veces los hombres no son fieles, pero Dios lo es siempre.
I. LA FIDELIDAD DE DIOS.
1. Los pies. Sal. 119.59: "Consider mis caminos, y volv mis pies a tus
testimonios". Efe. 6.15; Rom. 10.15; 1 Juan 2.5-6.
2 Las manos. La mujer digna "Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al
menesteroso" (Prov. 31.20). Gl. 6.11; Ecl. 9.10: "Todo lo que te viniere a la
mano para hacer, hazlo segn tus fuerzas".
3. Los ojos. La grandeza de este don. Mat. 6.22; Juan 4.35; Efe. 1.18; Col. 3.2.
4. Los odos. Los rebeldes no oyen. Eze. 12.2; Mat. 11.15; 13.16.
II. Los gentiles tienen muchos velos: el del pecado, de la indiferencia, del
materialismo, del orgullo
7. En el juicio, los perdidos sern condenados por lo que no han hecho. Mat.
25.41-45.
II. DEBERES QUE TIENEN QUE VER CON NUESTRO ESTADO COMO
MIEMBROS DE LA CONGREGACIN.
No es nuestro da: es del Seor, cuando todo cristiano debe juntarse con otros
cristianos para adorar al Seor.
I. PRINCIPIOS UNIVERSALES
4. Fil. 1.21: Pablo dice que "el morir es ganancia" y que tiene deseo de "partir y
estar con Cristo" (Fil. 1.23).
3. Puede amar. Mat. 22.37: "Amars al Seor tu dios de todo tu corazn, y con
toda tu alma..."
6. Puede buscar a Dios. 1 Cron. 22.19: "Poned pues, ahora vuestros corazones y
vuestras almas en buscar a Jehov vuestro Dios".
IV. PUESTO QUE EL ALMA QUE PECA, ES EL ALMA QUE TIENE QUE
SER CONVERTIDA.
3. Heb. 10.39: "Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdicin,
sino de los que tienen fe para preservacin del alma".
83. MILAGROS
INTRODUCCIN: El tema de "Milagros" es importante, primero porque hay
mucha confusin sobre este tema, y tambin porque los milagros prueban que los
que hacen son mensajeros de Dios. Juan 3.2.
I. MILAGROS SIEMPRE ACOMPAABAN UN NUEVO MENSAJE DE
DIOS.
a. Gl 3.15. El nuevo pacto confirmado por Dios - y una vez confirmado nadie
lo puede cancelar ni aadir.
b. La fe una vez dada a los santos. Jud. 3. Una fe completa.
7. Una vez confirmado el nuevo pacto, no era necesario que Dios siguiera
confirmndolo. Ejemplo: Cuando el presidente firma una nueva ley, no necesita
seguir firmndola cada semana, cada mes o cada ao. Los milagros constituyeron
la firma de Dios.
1. Pablo no san a Timoteo. 1 Tim. 5.23: "Ya no bebas agua, sino usa de
un poco de vino por causa de tu estmago y de tus frecuentes
enfermedades".
2. No san a Trfimo. 2 Tim. 4.20: "Erasto se qued en Corinto, y a Trfimo deje
en Mileto enfermo".
3. Con la muerte de los apstoles, los milagros cesaron, porque el nuevo pacto
qued completamente confirmado. Heb. 2.3.
3. Juan 20.30-31: Las seales (milagros) de Cristo escritas para que creamos que l
es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengamos vida en su nombre.
Para el que quiere un milagro, las cosas escritas no son suficientes.
4. Rom. 10.17: "As que la fe es por el or, y el or, por la palabra de Dios".
a. Aqu se ve que uno no tiene fe por un acto especial de Dios (Dios poniendo
fe en su corazn) sino que tiene fe por medio del or del evangelio y por
las cosas escritas.
b. Cristo no dijo a sus apstoles, "Id por todo el mundo y haced milagros" sino
dijo, "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado ser salvo" (Mar. 16.16).
c. Pablo dijo: "No me avergenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvacin a todo aquel que cree" (Rom. 1.16).
CONCLUSIN: Heb. 1.2: "Dios ... nos hablado". Heb. 2.1-3: "Cmo
escaparemos nosotros, si descuidamos una salvacin tan grande?"
84. EL JUICIO
INTRODUCCIN: El Juicio - el da en que todos estarn en pie ante el tribunal
de Dios, es parte del mensaje del evangelio. (1) Cristo prometi mandar el Espritu
Santo a sus apstoles y les dijo, Juan 16.8, "Cuando l venga, convencer al
mundo de pecado, de justicia y de juicio". Esto sin duda, sera por medio de la
predicacin del evangelio, que incluye el juicio. (2) Pablo ante Flix, Hch. 24.25,
disert acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero.
An entre los hombres hay juicio y castigo para los que violan la ley. Mucho
ms necesario por Dios, quien es absolutamente justo.
III. EL JUICIO ES PARA TODOS.
Mat. 25.31-46: Aqu tenemos una pintura del juicio que el predicador puede
relatar en sus propias palabras, o la puede leer.
VI. EL JUICIO Y EL CASTIGO ES PARA LOS QUE NO OBEDECEN EL
EVANGELIO.
a. La palabra es usada como epteto para indicar mayor edad o rango. Luc.
15.25; Mar. 8.31.
b. Con referencia a los ancianos judos de las sinagogas. Mat. 16.21; Mar. 8.31;
Luc. 9.22; Hch. 4.5.
c. Gobernar la iglesia. Rom. 12.8; 1 Tim. 5.17. "No como teniendo seoro sobre
los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey" (1 Pedro 5.3).
1. Para quitar el pecado, Cristo fue a la cruz. Heb. 9.38; 1 Pedro 3.18; Apoc.
1.5.
2. El pecado destruye la vida en tres niveles.
c. La vida espiritual.
5. Despierta un deseo de servir a otros y compartir con ellos las bendiciones del
evangelio.
CONCLUSIN: Puede usted establecer este poder en su vida. "Si alguno est
en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas
nuevas" (2 Cor. 5.17).
f. Doctrina de transubstanciacin.
5. Restauraron el culto sencillo con la Mesa del Seor cada domingo, y el canto sin
instrumentos.
4. Otros creen que la autoridad suprema reside en algn hombre como el Papa de
Roma. Esto es desconocido en el Nuevo Testamento.
II. LA VERDAD ES QUE LA NICA AUTORIDAD EN LA RELIGIN ES
DIOS MISMO.
1. Antes de que Cristo viniera, Dios habl a los hombres por Moiss y por los
profetas.
2. Ahora, nos ha hablado por su Hijo. Heb. 1.1.
1. Juan 14.24: "La palabra que habis odo no es ma, sino del Padre
que me envi". Juan 12.49.
2. Mat. 7.28-29: "La gente se admiraba de su doctrina; porque les enseaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas". "Yo os digo" (Mat. 21.27).
1. Mat. 10.20: "No sois vosotros los que hablis, sino el Espritu de
vuestro Padre que habla en vosotros".
2. Juan 16.113: "Cuando venga el Espritu de verdad, l os guiar a toda la
verdad".
90. EL ARREPENTIMIENTO
INTRODUCCIN: La palabra "Arrepentimiento" viene de palabra griega
"metanoia", que quiere decir un cambio de la voluntad, e implica una decisin
firme de dejar de pecar y de seguir a Cristo. Dios quiere gente decisiva. En Deut.
30.19 Moiss dice a Israel: "Os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendicin y la maldicin; escoge, pues, la vida, para que vivas". Y en Josu
24.15: "Escogeos hoy a quin sirvis". Es un escogimiento a dejar el reino de
Satans y entrar en el reino de Cristo. resulta en un cambio de vida. Mat. 3.8.
1. El mandamiento de Dios. Hch. 17.30: "Dios ... ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan".
2. La bondad de Dios. Rom. 2.4: "O menosprecias las riquezas de su
benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te gua al
arrepentimiento?" Cuando contamos todas las bendiciones de Dios, cmo
podemos dejar de obedecerle?
3. El engao del pecado. Heb. 3.13: "Que ninguno de vosotros se endurezca por
el engao del pecado". A veces el pecado parece benfico, pero al fin trae muerte.
Rom. 6.23: "La paga del pecado es muerte". Que no seamos engaados por el
pecado.
4. La tristeza que es segn Dios. 2 Cor. 7.10: "Porque la tristeza que es segn
Dios produce arrepentimiento para salvacin, de que no hay que arrepentirse;
pero la tristeza del mundo produce muerte". Ejemplos de las dos clases de
tristeza: Pedro, cuando neg a Jess, experiment la tristeza que es segn Dios,
pero Judas la tristeza del mundo. Cuando uno cree en Dios y conoce el amor de
Dios como Padre, reconociendo su responsabilidad hacia l, entonces su pecado
resulta en tristeza que conduce al arrepentimiento.
5. El descontentamiento con el mundo y con su propia manera de vivir. Ejemplo
del hijo prdigo. Luc. 15.11-24.
6. El llamado de Cristo:
c. Nos llama por medio de su amor y por su sacrificio hecho por nosotros en la
cruz. 1 Juan 4.19: "Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero". Su
vida ejemplar y su amor tan grande deben llevarnos al arrepentimiento.
7. El juicio venidero. Hch. 17.30-31: "Pero Dios, habiendo pasado por alto los
tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que
se arrepientan: por cuando ha establecido un da en el cual juzgar al mundo
con justicia, por aquel varn a quien design, dando fe a todos con haberle
levantado de los muertos". Luc. 13.3: "Si no os arrepents, todos pereceris".
Heb. 2.3: "Cmo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvacin tan
grande?"
3. Hecho rey a la diestra de Dios. Hch. 2.36; Juan 18.37; 1 Tim. 6.15-16; Apoc.
3.21.
II. LOS SBDITOS DEL REINO SON LOS QUE CREEN EN CRISTO, y le
obedecen como su rey. Ellos son los verdaderos cristianos. En Colosenses 1.12-14
leemos: " Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar
de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las
tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redencin
por su sangre, el perdn de pecados". Vea tambin Heb. 12.28. Dice: "As que,
recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella
sirvamos a Dios agradndole con temor y reverencia".
CONTROLA TU IRA!
Contradiciendo lo que muchos creen, la ira no es sinnimo de pecado. El perfecto
Hijo de Dios, "el cual no hizo pecado" (1 Pedro 2.22), experiment la emocin de
la ira. Cuando ciertos judos estaban buscando impedirle el derecho de sanar en el
da sbado, Jess, "mirndolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza
de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano" (Marcos 3.5).
En el Antiguo Testamento hay una vvida narracin que ilustra la ira que est fuera
de control. Es la historia del gran guerrero Sal, rey de Israel. Cuando el joven
pastor de ovejas, David, derrot al paladn filisteo, el gigante Goliat, Sal quedo
prendado de su carcter magntico y lo llev a su palacio. Pero no pas mucho
tiempo sin que el poderoso rey fuera consumido por una amarga envidia.
Las triunfos de David fueron aclamados y las pasadas hazaas de Sal fueron
consideradas inferiores. Hasta podemos imaginar que la sangre herva cuando Sal
oa los cantos, como dice la Escritura, "Y cantaban las mujeres que danzaban, y
decan: Sal hiri a sus miles y David a sus diez miles. Y se enoj Sal en gran
manera, y le desagrad este dicho... Y desde aquel da, Sal no mir con buenos
ojos a David" (1 Samuel 18.7-9).
La frase "desde aquel da" es tan descriptiva que no necesita explicacin. Por
aos, Sal persigui a David de da y de noche. Dos veces Sal trat de matar, con
su propia mano a David. Hasta ofreci a su propia hija al que pudiera tenderle un
lazo a David.
En su ira, Sal mat al sacerdote de Nob - a las mujeres y nios - simplemente
porque ellos haban ayudado a que David escapara. Nunca ha habido un cuadro
ms dramtico de la furia fuera de control, que en la vida del rey Sal.
Y desde esa cueva de Engedi, David gema: "Jehov me guarde de hacer tal cosa
contra mi seor, el ungido de Jehov... As reprimi David a sus hombres con
palabras, y no les permiti que se levantasen contra Sal" (1 Samuel 24.6,7). El
joven mancebo, sabio ms all de sus aos, dedujo esta penetrante conclusin,
"Juzgue Jehov entre t y yo, y vngueme de ti Jehov; pero mi mano no ser
contra ti" (1 Samuel 24.12).
No podemos nunca, en verdad, perder nuestra paciencia - siempre deber estar all.
Adems, podemos y debemos aprender a controlar la ira. La Biblia, por precepto y
ejemplo, nos da la frmula necesaria.
- Kerry Knight
Jess alababa a su Padre con cantos. Tanto Mateo como Marcos nos dicen
que cuando ellos - Jess y sus discpulos - "hubieron cantado el himno,
salieron al monte de los Olivos" (Mateo 26.30; Marcos 14.26).
Comprendiendo la fidelidad de nuestro Seor, no es imposible creer que l
ensalzaba frecuentemente a su Padre con alabanza.
- David Powell
(Tratado 0158)
Del sentido de todos los pasajes anteriores, es fcil inferir que la iglesia del Nuevo
Testamento sigui la prctica de considerar al canto como parte integrante de la
adoracin al Seor. Los tpicos que se continuarn estudiando a medida que se
avance en este estudio sern los que respetan a lo que se cantaba y la manera en
que lo hacan. Por ahora, bstenos saber que usaban en ese tiempo el canto como
una forma musical para adorar a Jehov.
Dado que en Efesios 5.19 y Colosenses 3.16 se recomendaba a los cristianos que
cantaran para su propia y mutua edificacin, es natural que cantaran muchos de
aquellos himnos que ya les eran familiares del Salterio judaico. Por tal motivo, se
ha dicho que "la iglesia cristiana hered el Salterio de la Sinagoga, habindolo
usado en todas las edades como un tesoro inagotable de devocin".(2)
Poco tiempo despus de que las iglesias griega y catlica romana empezaron a dar
seales de divisin en su poltica y tendencias, el Concilio de Laodicea (ao 360
de nuestra era) prohibi la prctica del canto de himnos particulares.(5) Fue
solamente al terminar el siglo V, que la iglesia griega se sobrepuso a este prejuicio,
produciendo entonces una enorme cantidad de himnos para adoracin eclesistica.
Es natural que habindose iniciado el cntico religioso con el de los salmos de los
hebreos, muchos se imaginarn que la iglesia del Nuevo Testamento usara
tambin los instrumentos con que se acompaaban los salmos en la adoracin a
Jehov. Sin embargo, los cristianos actuaron precisamente en la forma contraria.
El Prof. Edward Dickinson, encargado de la clase de historia de la msica en el
Conservatorio de Msica del Colegio de Oberlin, dice al respecto lo siguiente:
______________________
NOTAS:
1. Historia de la Iglesia Cristiana, por Philip Schaff, editado en ingls por Wm. B.
Eerdrnans Publishing Co., Grand Rapids, Michigan, EE.UU. en 1950. Tomo 1,
pg. 458.
8. Una Historia de la Iglesia Cristiana, por Lars P. Qualben (publicada por Thomas
Nelson & Sons, 1942, Nueva York), pg. 158.
20. V.E. Howard, "Qu es la iglesia de Cristo? " (Publicado en Greenville, Tex.,
1956), pg. 178
BIBLIOGRAFA
Bunting, Robert H. y Marion J. D., La Cuestin de la Msica Desde los dos Puntos
de Vista, (Publicado por The C.E.I. Store, Athens, Alabama, EE. UU., 1957).
Campbell, Thomas L. y Caskey, Guy V., Por qu me sal, (Publicado por Gospel
Light Publishing Co., Delight, Arkansas, EE. UU., 1949).
Hardman, Oscar., Una Historia del Culto Cristiano, (Publicado por Cokesbury
Press, Nashville, Tenn. EE. UU., 1938).
Miller, James P. y Book, Morris B., La Controversia Book Miller, (Publicado por
Phillips Publications, Gainesville, Florida, EE. UU., 1955).
Qualben, Lars P., Una Historia de la Iglesia Cristiana, (Publicada por Thomas
Nelson e Hijos, Nueva York, N. Y., 1942).
Esta ley puede ser aducida como un principio de sentido comn, que se
recomienda por s sola a toda mente sincera, en que toda comisin para hacer algo,
autoriza nicamente que se haga lo que se ha especificado. Toda otra cosa que no
est especificada, estar virtualmente prohibida. Hay una mxima legal: "La
expresin de algo, es la exclusin de todo lo dems". Y es necesario que sea s,
pues de otra manera no existira precisin alguna, ni en contratos, ni en
disposiciones legislativas ni en decretos judiciales. Esta mxima puede ser
ilustrada en innumerables formas y tenemos muchos ejemplos de las Escrituras al
respecto. Veamos unos cuantos.
Dios orden a No que hiciera un arca de madera de gofer. No dio razn por la
cual especificaba esa madera; sin embargo, la orden fue positiva, y por lo tanto
prohiba el uso de cualquier otra clase de madera.
Todos estos argumentos fueron usados por el Sr. J. M. Pendleton, DD. en su libro,
Manual Eclesistico para Uso de las Iglesias Bautistas. El Dr. Pendleton dio
muchas otras ilustraciones y ejemplos para demostrar que "La expresin de algo,
es la exclusin de todo lo dems". Si este principio bsico no es aceptado, la
anarqua dominar en nuestra sociedad y la ley no podr ser aplicada debidamente.
Se preguntar: "Dnde dice Dios en la Biblia que no hay que usar la msica
instrumental para servicios de adoracin?" Contestamos. Dnde dijo Dios: "No,
no uses cedro, ni caoba, ni pino para construir el arca"? O "Moiss, no ofrezcas
sacrificio de un burro, o de un gato, o de un puerco en la Pascua".
Cuando Dios indic especficamente madera de gofer, excluy con eso todas las
dems maderas. Cuando mencion al cordero para la Pascua, excluy todos los
otros animales para el sacrificio. Si Dios autoriz el CANTO para la iglesia de
nuestro Seor, con eso excluy todas las dems clases de msica.
"Qu, pues? Orar con el espritu, pero orar tambin con el entendimiento;
cantar con el espritu, pero cantar tambin con el entendimiento" (1 Corintios
14.15).
"Y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como est
escrito: Por tanto, yo te confesar entre los gentiles, y cantar a tu nombre"
(Romanos 15.9).
Esto es muy cierto, y se puede probar con muchos pasajes bblicos del Antiguo
Testamento. En realidad, muchas de las citas sirven tambin de precedente al uso
de la danza en la adoracin, a la par que al uso de instrumentos de madera de haya;
con arpas, salterios, panderos, flautas y cmbalos (2 Samuel 6.5). "Alaben su
nombre con danza; con pandero y arpa a l canten" (Salmo 149.3). "Alabadle
con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y
flautas. Alabadle con cmbalos resonantes; alabadle con cmbalos de jbilo"
(Salmo 150.3-5).
Ahora, veamos cmo era un acto de adoracin aceptable de acuerdo con el
Antiguo Testamento. Se relata en el segundo libro de Samuel, captulo 6,
versculos 12 al 23. En este pasaje encontramos los siguientes elementos: 1)
ofrendas y sacrificios quemados (versculos 12, 13 y 17); 2) danzas por el rey
David, con ropas que dejaban expuesto su cuerpo a la vista de todos (versculos 14
y 20 al 23); y 3) gritos y msica (versculo 15). Ya no estamos regidos por ese
pacto, por lo tanto, no podemos invocar este pasaje como autorizacin para adorar
a Dios bajo las condiciones anteriormente anotadas. Veamos con todo cuidado los
siguientes pasajes bblicos del Nuevo Testamento: Glatas 3.16-25; Colosenses
2.11-17; Hebreos 1.1-3; Hebreos 7.11; Hebreos 8.1-13; Hebreos 10.1-10.
Hay muchas actividades que tenemos el privilegio de llevar a cabo en nuestra vida
social y en nuestros hogares, las cuales no podemos desarrollar en la iglesia. El
hogar est gobernado por la ley moral, y nuestra adoracin a Dios por la ley
religiosa. Esto es tan patente y claro, para mentes sinceras e inteligentes, que no es
necesario dar comentarios adicionales.
La persona que presenta este argumento debe responder primero dnde dice la
Biblia: "No danzars, no quemars incienso, no te baars pblicamente, no orars
a tus antepasados, no sacrificars animales, etc., como actos de adoracin pblica".
Debemos entonces sacar la conclusin de que la falta de prohibiciones especficas
contra estas y muchas otras prcticas, las hacen permisibles?
Dios prohibi especficamente a los israelitas que hicieran muchas cosas que, a
pesar de la prohibicin divina, ellos hicieron. El no prohibe muchas prcticas y
enseanzas que constituyen ahora los elementos de que estn compuestas muchas
religiones. Si el uso de los instrumentos musicales en la iglesia estuviera prohibido
especficamente por Dios, para muchos probablemente no significara nada. La
nica cita que proviene directamente de Dios acerca de los instrumentos musicales
mecnicos la encontramos en Ams 5.21,23: "Aborrec, abomin vuestras
solemnidades, y no me complacer en vuestras asambleas... Quita de m la
multitud de tus cantares, pues no escuchar las salmodias de tus instrumentos".
5. Las citas que aparecen en Romanos 15.9; 1 Corintios 14.15; Efesios 5.19 y
Santiago 5.13, no darn autorizacin para el uso de instrumentos musicales,
si se traducen propiamente?
Por ltimo, consideremos las siguientes conclusiones en relacin con los tres
versculos arriba citados:
1) En ausencia de la palabra de Dios, no puede existir la fe bblica.
2) En ausencia de la fe, no es posible andar por fe.
3) Si no andamos por fe, no podemos agradar a Dios.
LA MSICA INSTRUMENTAL EN LA
ADORACIN CRISTIANA
El no usar instrumentos musicales en la adoracin de Cristo viene desde el
principio del cristianismo. El rechaza de los instrumentos mecnicos como
cualquier clase de instrumentos apropiados a ser permitidos en la adoracin
cristiana no es la posicin religiosa peculiar de algunas iglesias en particular,
sino que es la posicin original de todos los cristianos.
- Burton Coffman
El captulo 2 tiene que ver con la adoracin pblica. Tiene que ver con la
oracin y otros actos, los cuales son declarados en forma plural. Esto se
refera a algo ms que la adoracin privada, y por lo tanto aluda a las
reuniones de la iglesia.
Aunque son ms parfrasis que traduccin, las dos siguientes versiones del
versculo 8 son significativas: "Quiero que los hombres ofrezcan oraciones
en cualquier reunin de la iglesia". "Es mi deseo, por lo tanto, que en
todas partes sean ofrecidas oraciones por los hombres de la
congregacin".
Pablo indica que las mujeres deben aprender en silencio con toda sumisin
(versculo 11). La palabra traducida "silencio" se refiere a una condicin
quieta en general, un sentido inclusivo de quietud (Thayers Lexicn, pg.
281). La traduccin de La Biblia al Da dice: "La mujer debe escuchar y
aprender en silencio y humildad". La versin Dios Habla Hoy traduce: "La
mujer debe escuchar la instruccin en silencio, con toda sumisin".
- Willard Collins
Una oracin tpica de los judos, basada en el Talmud, dice: "Seor, te doy
gracias porque no me hiciste mujer". Hasta el mismo Pablo parece
discriminar a la mujer (si no se hace una interpretacin correcta) y dice que
no permite a la mujer ensear ni ejercer dominio sobre el hombre. Adn no
fue engaado sino la mujer. "Pero se salvar engendrando hijos" (1
Timoteo 2.12-15).
Es fundamental recalcar que antes de la cada del hombre Dios dej clara
la igualdad que haba entre el hombre y la mujer, cuando el texto sagrado
dice: "Varn y hembra los cre" (Gnesis 1.27). La desigualdad vino
despus, cuando Dios dio la sentencia a la mujer en Gnesis 3.16, como ya
se vio.
Se tiene la creencia errnea que las mujeres estn ansiosas de hacer lo que
los varones hacen en la iglesia, pero eso no es cierto. Es probable que las
mujeres sientan envidia por lo que los hombres tienen el privilegio de hacer
en la congregacin, pero hay mujeres (y bien dotadas) que no aspiran a hacer
las cosas que pertenecen a los varones. Se sienten incmodas si hacen cosas
que no son pertinentes al ministerio de las mujeres.
"...l (el varn) es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del
varn. Porque el varn no procede de la mujer, sino la mujer del varn, y
tampoco el varn fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varn" (1 Cor. 11.7-9).
- Diane Pellin
Hay pensadores que han estudiado el lenguaje que se usa en referencia a la mujer,
el cual usualmente consiste en trminos denigrantes. En lugar de usar trminos
neutros tales como: mujer, dama, seorita, seora, aquellos que no son cristianos
emplean apelativos que hacen referencia a ciertas partes anatmicas sugestivas - y
hasta contornean las manos para decir, por ejemplo: "qu curvas!" o "qu mango
el que va ah!"
El lenguaje vulgar que es empleado por los varones y que se difunde hasta en la
propaganda comercial es ofensivo a la mujer.
Mujeres, no se dejen explotar. Ustedes estimulan a los hombres que las traten as
cuando se visten con ropa muy sugestiva - usan maquillaje provocativo, o
permiten que ellos les digan cosas que estimulan la sensualidad. Sean conscientes
y muestren indignacin ante individuos que buscan como avergonzarlas.
Las mujeres que trabajan son especialmente vulnerables. Las secretarias, las
maestras y obreras no solamente tienen que conformarse con lo poco que ganan
sino que tambin tienen que sujetarse al hostigamiento sexual. Puede ser sutil
como una insinuacin o directa como un pellizco. En una revista internacional
sali un artculo en cuanto a este fenmeno. Habla de cierta mecangrafa cuyo jefe
le ofreci un aumento de sueldo si ella se acostaba con l, y de una universitaria
principiante a la cual un maestro trat de besar cuando ella fue a verle en su
oficina. En ambos casos, estas damas se quejaron ante las autoridades.
No es malo que una mujer posponga el matrimonio para terminar su carrera o que
utilice sus conocimientos una vez que ya est casada - siempre y cuando el esposo
est de acuerdo y ella no ponga su empleo por encima de su familia. Lidia era una
mujer prspera en los negocios en el primer siglo (Hch. 16.11-15). Priscila
indudablemente trabajaba con su marido en el oficio que tena (Hch. 18.2,3). En
Proverbios 31.34 se alaba a la mujer laboriosa.
Con todo la norma bblica todava consiste en que la mujer se case, tenga hijos y
que sea "mujer de su casa". Para toda mujer que se casa, la palabra de Dios exige
que ella se sujete al marido, como al Seor (Efe. 5.22) y que las necesidades de su
familia sean lo primero que atienda. Las mujeres cristianas de ms edad "que
enseen a las mujeres jvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser
prudentes, castas, cuidadosas de sus casas, buenas, sujetas a sus maridos, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada" (Tito 2.4-5).
En los aos recientes, nuestra sociedad est obligando ms y ms a que las mujeres
abandonen sus hogares y se dediquen a trabajar. Un buen nmero de estas mujeres
se ven obligadas a buscar trabajo por diversas razones. Muchas de ellas trabajan
porque quieren ser reconocidas en la sociedad como personas competentes,
inteligentes y productivas. Las han convencido de que la nica manera en que
pueden ser respetadas es por dedicarse a un trabajo y competir con el hombre.
Existe una labor que slo la mujer puede hacer, la cual es imposible para el
hombre. Ella puede ser madre. Y por "madre" no se est hablando slo de dar a luz
un hijo. Significa la atencin especial y el cario que se da a un beb como el que
Ana quera tener, y ensearle la Biblia como Eunice lo hizo, o tomar el dolor del
hijo como Mara lo hizo al pie de la cruz. En el cielo estn reservados los premios
ms hermosos para las madres piadosas.
- Rubel Shelly
EL ATAQUE CONTRA NUESTRAS FAMILIAS
Toda el agua del mundo,
por mucho que tratare,
Nunca podra hundir un barco,
A menos que se cuele dentro.
Todo el mal del mundo
Aun lo ms negro del pecado
Nunca podr hacer dao a la iglesia
A menos que dejemos que se duele dentro.
La iglesia est en el mundo, y no puede escapar a esta condicin. Pero cuando el
mundo se cuela dentro de la iglesia, la "sal" de la misma pierde su sabor. Y eso es
lo que est sucediendo a medida que el mundo hace ms y ms profundas
incursiones dentro de la iglesia. Pero ms grande aun es la amenaza contra
nuestras familias cristianas.
Los educadores seculares han determinado sacar hasta con la raz toda idea de
Dios o normas que exijan la buena conducta moral. Las teoras de la evolucin se
ensean desde la cuna hasta la tumba. La liberacin femenil intenta ignorar la
Biblia y su autoridad. Los homosexuales han salido de sus escondites y se han
dedicado a "proclamar" su estilo de vida, demandando que se les d
reconocimiento y que se ensee este estilo hasta a los nios. Las drogas y el
alcohol siguen invadiendo las escuelas, colegios, las comunidades y los hogares. A
consecuencia de estos ataques combinados, los hogares estn siendo quebrantados
en una manera u otra en cantidades alarmantes.
Hace unos aos, el mundo practicaba y sufra estos males, pero la iglesia estaba
exenta por lo general. El divorcio era un escndalo, y su consecuencia el estigma
social. El culpable era disciplinado y excomulgado, lo cual era evidencia de una
preocupacin espiritual por estos males.
Ese no es el cuadro que estamos viendo hoy. En las congregaciones, los divorcios
y las separaciones van en aumento. A consecuencia de esto, muchos hogares son
debilitados. Esta tendencia tiene que ser refrenada o la iglesia dejar de ser la
iglesia en una manera significante.
Queremos dar unas sugerencias en cuanto a lo que los cristianos pueden hacer
para combatir estas tendencias que estn amenazando nuestros hogares.
1. Hay que darse cuenta que para que su luz brille en un mundo tan oscuro,
usted tiene que ser diferente - y estar dispuesto a pagar el precio por
ser diferente. Pero vale la pena! Ser conocido como una persona que
tiene suficiente carcter para sostener lo que cree. Y lo mejor de todo
es que Dios le bendecir, no slo en esta vida sino en la venidera.
2. Permita que Dios vuelva a tener la preeminencia en su vida. Esto equivale a que
usted ponga a Dios y su reino en primer lugar, en todas las cosas.
6. Hay darle prioridad a Dios, no por buscar algn momento, sino por establecer
un tiempo especfico en que l pueda ser honrado y venerado en el hogar. Los
devocionales en los hogares pueden ser tiles para este efecto. Esto permitir al
mismo tiempo que la familia se una ms y se solidifique ms. En esto el padre
puede dirigir, pero no monopolizar.
10. Y en el caso de que haya hermanos que desobedezcan las enseanzas bblicas
que tienen que ver con las relaciones matrimoniales, hay que permitir que la
congregacin, dirigida por ancianos o lderes consagrados, expulsen de la
congregacin a los disidentes que rehusen arrepentirse. Las infecciones tienen que
ser controladas, y la pureza de los cristianos, que han sido llamados a ser santos,
tiene que conservarse a toda costa.
Adems de estas sugerencias, hay otras maneras que pueden utilizarse para
preservar nuestras familias. Las que sean, hay que combinarlas para contribuir a
salvar nuestros hogares.
- Malcolm P. Hinckley
El matrimonio es divino
Volverse a casar
Conclusin
ASUNTOS DE MATRIMONIO:
LAS INSTRUCCIONES DESDE GENESIS
El matrimonio se inicia con muchas ilusiones. Con todas las buenas intenciones,
los cnyuges hacen sus votos cuando se casan.
CORTE
El matrimonio comienza con un corte de toda otra relacin. Aun la relacin ms
estrecha es mencionada, dejar a padre y madre. Por supuesto que este corte no
significa que uno deje de amar a otros personas. Sin embargo todas las relaciones
cambian, todo otro compromiso debe ser cortado o dejado atrs en vista de la
entrega del uno al otro como esposa y esposo.
PERMANENCIA
El concepto de un matrimonio para toda la vida se observa en la declaracin de
Cristo en Mateo 19.6: "As que no son ya ms dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios junt, no lo separe el hombre". El concepto de permanencia
tambin se ve en la declaracin que hace Pablo en Romanos 7.2: "Porque la
mujer casada est sujeta por la ley al marido mientras ste vive; pero si el
marido muere, ella queda libre de la ley del marido". En estos dos pasajes
bblicos se enfatiza el conocido voto del matrimonio, "hasta que la muerte los
separe". Es tan fuerte esta unin que no puede haber separacin que no dae al uno
y al otro. Por esto mismo el matrimonio es para toda la vida.
UNIDAD
El matrimonio es la unidad social ms coherente que existe en el mundo.
Jesucristo repiti las palabras de Moiss en Mateo 19.6: "no son ya ms dos, sino
una sola carne". Una de las caractersticas ms atractivas del matrimonio bblico
es su unidad. Tertuliano, un importante historiador del tercer siglo de nuestra era
escribi: "Hay dos en una sola carne, y donde hay una carne, tambin hay un
espritu". Dios declar que Eva era la "ayuda idnea" de Adn (Gnesis 2.20). De
manera que el matrimonio es una relacin en que uno se ayuda al otro. Vamos a
considerar ahora una historia que habla de la unidad.
Cierto hombre de nombre Randy se comprometi en matrimonio en febrero de
1994. Poco tiempo despus recibi malas noticias del mdico. Randy haba sufrido
de diabetes desde que tena 12 aos, y ahora, a la edad de 46, la enfermedad haba
arruinado sus riones. Para salvar su vida necesitaba un trasplante de rin.
Randy comunic la triste noticia a su novia para que ella comprendiera cmo
afectara la diabetes su futuro. El doctor dijo que cada ao haba disponible
solamente 4,000 riones, mientras que 36,000 personas necesitaban uno.
Usualmente los familiares proveen el rgano ms compatible para el trasplante,
pero en la familia de Randy ninguno era compatible. Entonces Victoria, la novia,
dijo: "Por qu no me hacen la prueba a m?" La prueba se hizo, y la pareja se fue
a casa. El telfono timbr y el doctor declar que el sistema de inmunidad de
ambos era idntico.
INTIMIDAD
El primer mandato de Dios tena que ver con la intimidad. "Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra..." De esta manera la intimidad y la satisfaccin
fsica mutua siempre ha sido parte de una relacin entre esposo y esposa. El
marido y la mujer deben encontrar satisfaccin sexual el uno en el otro y en nadie
ms.
Para que un matrimonio funcione bien, es necesario que ambos cnyuges estn
bien con Dios. El Seor consider que no era bueno que el hombre estuviera solo.
De hecho fue Dios quien dio la respuesta al primer problema que el hombre tuvo.
El matrimonio solvent la soledad del hombre. As que nuestro consejo es que
trabajemos duro para mantener nuestro matrimonio feliz y en buenas condiciones.
- Mark N. Posey
El matrimonio
Se crea que segn estos pasajes, el gobierno humano tiene poder y jurisdiccin sobre el
matrimonio, de constituirlo y de anularlo segn las leyes de cada pas. Sin embargo esta es
una conclusin muy errnea, porque Dios es el que junta el matrimonio, al hombre y a la
mujer, cuando stos han cumplido los requisitos que l ha establecido en su palabra. Lo
mismo se da con el divorcio y nuevas nupcias. Dios establece en las Santas Escrituras las
causas legtimas que son: Por fornicacin o la muerte del cnyuge (Mateo 19.9; Romanos
7.1-7).
La matrimonio es de Dios
Desde esta perspectiva, de todo lo que se ha dicho sobre este tema tan
importante, existe una sola interpretacin correcta en cuanto al matrimonio y
es la que Dios declar y estableci desde el principio. "Por tanto, dejar el
hombre a su padre y a su madre, y se unir a su mujer, y sern una sola
carne" (Gnesis 2.18-23,24). Tambin Jess lo reafirm en Mateo 19.4-12
dicindoles a los religiosos de su tiempo: "No habis ledo que el que los
hizo al principio, varn y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre
dejar padre y madre, y se unir a su mujer, y los dos sern una sola
carne. Por tanto lo que Dios junt, no lo separe el hombre".
abusen de ellos
Uno de los momentos ms felices de esta vida se experimenta en hogares
bendecidos con nios. "He aqu, herencia de Jehov son los hijos; cosa de
estima el fruto del vientre... Bienaventurado el hombre que llen su aljaba de
ellos..." (Salmos 127.3,5). Los nios traen al mundo el amor. Ellos necesitan y
merecen que les amemos. Pero las cosas no suceden como debe ser. Los padres, en
vez de amar a sus hijos, abusan de ellos.
El maltrato fsico ocurre en varias maneras. Puede ser el caso de un nio que tiene
que vivir en un ambiente de hogar empobrecido. Para unos nios esto puede
constituir la falta de alimentos o la carencia de ropa para vestir. Hay situaciones en
que en una familia sufren escasez tanto adultos como nios. Pero aqu no se trata
de eso. Los padres se gastan el dinero en cosas innecesarias o en alcohol mientras
que sus hijos sufren hambre.
Algunos nios sufren por falta de atencin mdica o por falta de supervisin.
Cuando el ambiente familiar es tal que los padres cuentan con medios econmicos
para cuidar de sus hijos, tal descuido es un pecado (1 Tim. 5.8). En otros casos los
padres fuerzan a sus nios a trabajar demasiado cuando la entrada econmica al
hogar es muy baja. Este es un problema grave. La mayora de los casos de maltrato
fsico incluye golpes, tortura y muerte. La gente civilizada se horroriza ante tales
cosas. Una de las formas ms comunes de este mal es el aborto, por el cual las
madres matan a sus hijos todava no nacidos. En los Estados Unidos cada ao
ocurren 1.5 millones de abortos. Dios aborrece las manos que derraman sangre
inocente (Prov. 6.16-19).
En muchos casos el maltrato es un asunto de exceso. Es cierto que es necesario
adiestrar a los nios para el trabajo, que aprendan a ganarse el pan cotidiano con el
sudor de la frente (Gn. 3.19). Pero nunca se debe sobrecargarlos. Los nios deben
estar bajo disciplina para su propio bien, pero no bajo un yugo que los destruya.
"Castiga a tu hijo ... mas no se apresure tu alma para destruirlo" (Prov. 19.18).
Los padres nunca debieran castigar a sus hijos bajo la influencia del enojo, no sea
que se sobrepasen. Es necesario explicar a los nios por qu son disciplinados.
Rara ser la vez que el padre falle en este respecto si se deja guiar por la regla de
oro, tratando al nio en la manera que quiera que lo traten a l (Mateo 7.12).
Sabemos que hay padres que humillan y ponen en ridculo a sus hijos.
Acostumbran a gritarles y hablarles con lenguaje maldiciente, lo cual hace que los
nios se sientan intiles y menospreciados. Esos padres quiz nunca agredan
fsicamente a sus hijos, pero lo hacen en otra forma. Esos infelices nios pueden
sufrir por el resto de sus vidas de un quebrantamiento de espritu, de subestima, de
depresin o de temor por las figuras en autoridad. Pero los padres que son guiados
por Cristo Jess saben que "el amor no hace mal al prjimo ..." (Rom. 13.10).
Esto tambin aplica a los nios.
Qu es lo que hace que esos padres hagan cosas tan terribles a sus propios hijos,
que son su sangre y su piel? Es interesante notar que muchos padres que abusan de
los nios han sido a la vez vctimas de maltrato en su niez. Algunas autoridades
opinan que esta es una conducta de "respuesta aprendida". Como ellos fueron
castigados en forma abusiva, sta es la nica manera en que saben tratar a sus
hijos.
Los padres tienen que cuidar a sus nios de esos individuos degenerados que
abusan sexualmente de los pequeos. Estos perversos pueden ser hombres o
mujeres, homosexuales o heterosexuales. Esto es consecuencia del incremento de
inmoralidad que se observa en nuestra poca. No hay comunidad donde no haya
individuos que abusen sexualmente de los nios. Generalmente ellos buscan
trabajos que les permita acercarse a nuestros hijos, en casas de cuna, escuelas o
centros que organizan actividades para los pequeos. Desde luego que nosotros no
queremos volvernos paranoicos sospechando de todas las personas que trabajan en
los centros de cuidado para los nios. Lo importante es que no seamos tan
ignorantes que dejemos que nuestros nios sufran de algn tipo de abuso. Es
importante tambin que los padres hablen a sus nios de estos posibles ataques.
Hay que ensearles a evitar a esos individuos, que rechacen las invitaciones que
les hagan, y que se quejen de inmediato cuando algo as ocurra.
Algunos nios sufren abuso sexual de sus propios padres o familiares. Esto se
llama incesto. Dios puso bajo condenacin a aquel que se llegaba a un familiar
(Deut. 27.20,22). Algunos de los que abusan sexualmente de los nios pueden ser
enfermos mentales. Otros pueden estar sufriendo de una decadencia moral, y aun
otros ya se han pervertido completamente. El incesto puede ocurrir con familiares
que viven en la misma casa. Toda Escritura que condena la fornicacin aplica al
abuso sexual de los nios (Rom. 13.9). Padres, cudense a s mismos y cuiden a
sus hijos. No esperen hasta que ocurra una tragedia.
Los tales no violan las leyes de los hombres, pero tendrn que dar cuenta a Dios.
Vemos a nios en necesidad espiritual que son dejados a un lado. Jess ense que
"no slo de pan vivir el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios" (Mateo 4.4). Hay nios a quienes se les ensea el error, lo cual tendr un
efecto nocivo en sus vidas (Juan 8.32). Hay padres que permiten que sus hijos
anden en las sendas del pecado, lo cual los llevar a su perdicin. El, el juez, fue
condenado porque no ejerci control sobre sus descarriados hijos (1 Samuel 3.13).
Los nios son puestos en peligro cuando se les deja en manos de malas amistades,
cuando ven programas corruptos de televisin, cuando van a cines que exhiben
pelculas malas, cuando leen libros de mala influencia o escuchan msica de mal
gusto. Las Escrituras advierten: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazn;
porque de l mana la vida" (Prov. 4.23). Los nios, a consecuencia de su
inmadurez, necesitan la gua correcta y la buena direccin de parte de los adultos.
Los nios han sido dados por Dios para que los amenos, no para que los
maltratemos. Aquel que ama a su hijo no le dar nicamente lo que necesita para
su bienestar material, sino que proveer tambin para su necesidad espiritual. Aun
la familia ms pobre que exista puede proveer amor, cuidado y proteccin.
- John Waddey
Tal vez le moleste a usted este juego de palabras, pero vamos por partes
para que entienda el asunto.
Lo interesante del caso es que Enoc, por ser el primero que le acontece
esto, por ser el ms joven de su generacin, viene a ser tambin para
nosotros que vivimos en esta tierra "el ms viejo del mundo", ya que todava
vive.
- Polo Trujillo
As que medita: Ora a Dios (1 Pedro 5.7; Filipenses 4.6; 1 Corintios 10.13).
Visita a un ministro predicador. Consulta a un mdico consejero. Platica con
tus padres o con un amigo ntimo como te sientes y que es lo que te agobia.
Librate de una vez de la idea del suicidio. Dios dijo; "No matars", y eso
aplica a ti mismo.
"Por nada estis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oracin y ruego, con accin de gracias" (Filipenses 4.6).
La Adolescencia
Cules son los problemas de esta etapa?
La adolescencia es una de las etapas ms difciles en el desarrollo del ser humano,
y esto ocurre porque el adolescente debe ir renunciando a su identidad infantil y
asumir la identidad adulta, que se va imponiendo, por los cambios corporales que
experimenta y por las exigencias de la sociedad.
Durante la adolescencia el hijo se vuelve difcil, y eso es normal, pero hay que
estar atento para que no se convierta en un joven con problemas realmente graves.
Hay algunos sntomas que los padres deben observar en el adolescente para
detectar si ste tiene problemas y necesita ayuda: insomnio y trastornos
alimenticios, ausencias prolongadas de casa, excesiva sensibilidad, derroche de
dinero, agresividad, indiferencia, ansiedad, depresin, aislamiento, falta de inters
en sus actividades diarias.
Qu no deber hacerse?
Recomendaciones: Es necesario que los padres tengan con su hijo adolescente una
comunicacin abierta y le demuestren confianza, para que l vea en sus padres a
unos amigos y les pueda confiar y comunicar todo lo que est sucediendo en su
vida. Tambin es importante que se ensee e instruya al adolescente en los
caminos de Dios, para que le vaya bien en su vida.
Los padres son los primeros maestros de los hijos (Salmos 78.5-7). Muchos
padres consideran que los responsables de la educacin de sus hijos son los
maestros de las distintas escuelas seculares, abandonando as su principal
responsabilidad para con sus hijos. Los padres son los ms indicados para
educar a sus hijos porque son los que, por permanecer ms tiempo con ellos,
saben sus necesidades, sus debilidades, y la mejor manera de ayudarles.
Son los padres los que sufren la vergenza de los hechos de sus hijos
(Proverbios 17:21; 19.26). Los hijos son la herencia de Dios (Salmos 127.3-
5). Esta herencia debe ser muy bien cuidada, encausando a los hijos en el
camino de Dios, a fin de sentir satisfaccin de haber engendrado hijos para
la gloria eterna, no para perdicin.
- Pedro A. Morales
Por ello antes de tomar una decisin es necesario que recordemos la palabra
ECO. Esta palabra sirve para designar el efecto de sonido que se manifiesta
en lugares amplios consistiendo en una repeticin de los sonidos emitidos y
son las iniciales de los tres pasos que debemos seguir antes de tomar una
decisin.
1. Evaluacin
2. Consejo
3. Oracin
Oracin: Pero sin duda el paso ms importante para que nuestras decisiones
sean agradables a los ojos de Dios y vayan de acuerdo a su propsito, es sin
lugar a dudas la oracin. Este es el punto clave en nuestras decisiones
(Santiago 1.6; Proverbios 3.5-6).
-Alejandro Esquerra
EL ALCOHOLISMO:
EL PRECIO DE LA EMBRIAGUEZ
"Ay de los que se levantan de maana para seguir la embriaguez;
que se estn hasta la noche, hasta que el vino los enciende! ...
(Isaas 5.11-14)
Es cierto que forman parte de las estadsticas actuales; pero no lo son menos
que, por ejemplo, la dama de sociedad elegantemente ataviada, que recibe y
atiende en suntuoso saln a personajes famosos, en un cctel que luego es
comentado en las columnas periodsticas sociales. Ella puede formar parte tambin
de esas estadsticas. El hecho de que sus sirvientes tienen que llevarla hasta su
lecho cuando ya est "mareada" por tantas bebidas que tom... y llevarle a la
maana siguiente la bebida que ordena al despertar, la coloca en igualdad con el
humilde ebrio, que despierta entumido en el arroyo de la calle donde cay la noche
anterior y tiene que buscar otra cantinucha abierta a esa hora temprana, para tomar
una nueva "copita" que dar calor a su cuerpo y una ilusin de mejora.
En su estado emocional, fsico y espiritual, ambos son idnticos. Los dos son
ebrios, porque fueron dominados por la sed del alcohol, y no consideraron la obra
del Seor, ni demostraron ser poseedores de buen juicio. Ambos han creado su
propio infierno y, peor an, el de los que los rodean o dependen de ellos.
QUE ES UN EBRIO?
La embriaguez es un problema universal creciente. Los fabricantes de bebidas
alcohlicas invierten cantidades fabulosas de dinero para presentar sus productos
en las formas sociales y ambientes ms atractivos. Por supuesto, que jams
revelarn cuntos seres humanos fueron destrozados social, moral y fsicamente
por esos mismos o parecidos productos.
La mayora de las vctimas que sufren de esta maldicin social o moral, tienen
mucho empeo en negar que son alcohlicos. Afirman siempre que slo en raras
ocasiones "se les pasa la mano" al beber.
Para quin las heridas en balde? Para quin lo amoratado de los ojos?
Se entra suavemente;
(Proverbios 23.29-35)
- Harris L. Goodwin
Imitar cosas es malo, si las cosas que imitamos son malas y no valen la
pena. Cristo es el ejemplo perfecto que el hombre debe imitar. El nos ensea
que la vida se vence con otros instrumentos, el dominio propio, la pureza, el
amor, la decencia. Cristo no nos sirve para nada si lo reducimos a una
figurita en una cruz, una idea vaga en nuestra conciencia, un hombre
revolucionario interesante de mencionar en nuestras conversaciones. Tal
Cristo no tiene fuerza ni influencia en la vida del hombre. Pero si seguimos a
su enseanza en todo, sin buscar justificaciones por practicar cosas que
hacemos, encontramos en l la fuerza que nos ofrece.
Deca Jess: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andar en
tinieblas" (Juan 8.12). Seguir a Cristo significa imitar su vida, imitar su
carcter y su personalidad. El fruto de una buena vida en Cristo se consigue
solamente cuando aprendemos a estar unidos a l por su palabra (Juan 15.1-
8). Aprende a ser t mismo, buscando la vida en Cristo. En l todo es nuevo.
Si quieres, todo ser tuyo: una nueva vida, una nueva esperanza, un nuevo
dominio propio de tu personalidad. Y mira cun importante somos, pues l
se hizo hombre, no menospreciando la humanidad, antes dndonos nuestro
valor real.
- Hans J. Dederscheck
Aunque la Biblia indica que el vino es para alegrar el corazn del hombre
(Salmo 104.15), hay ms textos en las escrituras que restringen el uso de
bebidas embriagantes, que los que lo aprueban (Isaas 5.11-12; 28.7;
Proverbios 20.1; 23.29-33; Romanos 13.13; 1 Corintios 6.10; Glatas 5.21;
Efesios 5.18).
En el Antiguo Testamento: