Personalidades Narcisistas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

Aperturas psicoanaliticas

Personalidades Narcisistas (McWilliams, N. Diagnstico


Psicoanaltico. Comprendiendo la estructura de personalidad en el
proceso clnico)

Publicado en la revista n047

Autor: Daz-Benjumea, Mara Dolores J.

McWilliams, N. Psychoanalytic Diagnostic. Understanding


Personality Structure in the Clinical Process. New York: The Guilford
Press (2011).

El trmino narcisista se refiere a la persona que organiza su personalidad


sobre mantener su autoestima consiguiendo la afirmacin desde fuera de
ella misma. Aunque todos tenemos vulnerabilidades en este rea y nos
influye la aprobacin o rechazo de nuestras personas significativas, en las
personas narcisistas esta motivacin eclipsa a las dems. McWilliams seala
que desde el principio del psicoanlisis (Adler, 1927; Rank, 1929) se vio que
la gente tiene problemas con su autoestima que difcilmente se pueden
contemplar en trminos de impulsos y conflictos inconscientes, y por tanto
no puede tratrselos con el modelo de terapia basada en el conflicto, sino
con el modelo del dficit.

Las personas organizadas como narcisistas pueden sentirse falsas y sin


amor en privado, y hubo que esperar a que se desarrollaran reas de la
psicologa dinmica que Freud apenas toc para ayudarlas a desarrollar la
autoaceptacin y la capacidad para relaciones profundas. A partir de aqu, la
autora cita una gran diversidad de autores que produjeron aportaciones a la
comprensin de esta dimensin del psiquismo, detenindose en el impacto
de la teora de las relaciones objetales en tanto que los autores
cuestionaron la idea de Freud de narcisismo primario, ya que abogan por
una relacionalidad primaria, entendindose la patologa narcisista no como
fijacin a una grandiosidad infantil normal, sino compensacin por una
decepcin temprana en la relacin. Cita tambin los autores que resaltaron
la funcin materna de contencin (Bion, 1967), sostn (Winnicott, 1960) y
especularizacin (Kohut, 1968), ideas que se aplican al tipo de intervencin
necesario para las personas con trastorno en su sentido del self.

Con este desarrollo de ideas se lleg a ver claro que la personalidad


abiertamente grandiosa era solo una forma de trastorno del self, y en la
actualidad se reconocen muchas y diferentes manifestaciones de la
dificultad con la identidad y la autoestima. La literatura clnica ha
distinguido entre dos versiones del narcisismo: tipo ajeno versus
hipervigilante; abierto versus encubierto o tmido, exhibicionista versus

1
encerrado, y la que la autora seala como su favorita, el narcisista de
piel fina versus el de piel gruesa (Rosenfeld, 1987). Lo que parecen
tener en comn todas las personas narcisistas es un sentido interno, y/o un
terror, de insuficiencia, vergenza, debilidad e inferioridad. Sus conductas
compensatorias pueden ser diversas, pero revelan preocupaciones
similares.

Pulsin, afecto y temperamento en el narcisismo

Las personas narcisistas son muy diversas y con frecuencia sutiles en su


patologa, no siempre muestran sufrimiento aparente. El narcisista exitoso
(a nivel econmico, social, poltico, militar) puede ser admirado, pero el
coste interno del ansia narcisista de reconocimiento es raro que sea visible
desde fuera, y los daos realizados a los otros cuando persiguen sus
objetivos normalmente se racionalizan como triviales o necesarios.

Sobre la etiologa del carcter narcisismo, aun tenemos solo hiptesis, como
ser ms sensibles que los otros a los mensajes no verbales, o una
disposicin natural a adaptarse a los afectos y expectativas de los otros.
Miller (1975) habl de familias en que los cuidadores explotan el talento de
sus hijos para mantener su autoestima, tratndolos como extensiones
narcisistas de s mismos. Kernberg (1970) sugiri una fuerte pulsin
agresiva innata y una carencia constitucional de tolerancia a la ansiedad
ante los impulsos agresivos. Y en cuanto a las principales emociones
asociadas con la organizacin de personalidad narcisista, la vergenza y la
envidia son las ms sealadas en la literatura. McWilliams seala que los
analistas jvenes subestiman el poder del estado emocional de vergenza, y
lo confunden con culpa, interviniendo con interpretaciones que no son
empticas. La culpa es la conviccin de que uno est en pecado o ha
cometido un acto equivocado, se conceptualiza como crtica interna del
supery y connota un sentido de potencial activo para la maldad. La
vergenza es la sensacin de ser visto como malo o inadecuado, la
audiencia est aqu fuera del self, y tiene connotaciones de indefensin,
fealdad e impotencia.

La vulnerabilidad a la envidia es un fenmeno resaltado por M. Klein (Segal,


1997), consiste en tener la conviccin interna de que se carece de algo y de
que la propia inadecuacin est en constante riesgo de exposicin, entonces
uno se vuelve envidioso hacia los que parecen contentos o tienen aquello
que uno cree que carece. La envidia puede ser la raz del criticismo que
muestran las personalidades narcisistas, consigo mismos y con los dems: si
me siento deficiente y te percibo como tenindolo todo, intento destruir lo
que tienes denigrndolo, desprecindolo o ridiculizndolo.

Procesos defensivos y adaptativos en el narcisismo

2
Aunque pueden usar una serie de defensas, las ms comunes son la
idealizacin y la devaluacin. Estos son procesos complementarios, se
idealiza el self y se devala a los otros y viceversa. El self grandioso (Kohut,
1971) puede sentirse internamente, o puede ser proyectado. Las personas
narcisistas confrontan cualquier tema procesndolo como una competicin
Quin es el mejor doctor?, Cul es el mejor colegio? Todo lo que importa
es el prestigio comparativo, y las ventajas y desventajas son anuladas,
subordinndose las dems preocupaciones al tema general de la valoracin
y la desvalorizacin. McWilliams pone el ejemplo de un paciente estudiante
universitario con sensibilidad artstica y literaria, cuyo padre grandioso le
haba dicho que lo apoyara para llegar a ser doctor o abogado, pero nada
ms. Como l haba sido tratado como una extensin narcisista de sus
padres, no vio nada extrao en esta posicin, aunque en EEUU esta actitud
es bastante aberrante.

- Otra defensa caracterstica es el perfeccionismo. Los sujetos


narcisistas mantienen ideales no realistas, y se convencen a s mismos de
que pueden conseguirlos, o responden a su fracaso sintindose
inherentemente inadecuados en vez de seres humanos perdonables, con
resultados depresivos. En terapia pueden tener expectativas egosintnicas
de conseguir un self perfecto ms que tolerar los fracasos y buscar modos
ms efectivos de manejar sus necesidades. Las demandas de perfeccin se
expresan en criticismo crnico del self o de los otros (dependiendo de si el
self devaluado es proyectado o no), y pueden ser incapaces de encontrar
disfrute entre las ambigedades de la existencia. Pueden intentar solucionar
su problema de autoestima unindose a alguien a quien se infla y creando
una identificacin con esa persona, que luego se derrumba cuando la
imperfeccin aparece. As, la defensa del perfeccionismo nunca resuelve
indefinidamente el problema: se crean ideales exagerados para compensar
el dficit del self por el que se sienten tan despreciables y luego, como
nadie es perfecto, la estrategia falla y el self despreciado emerge de nuevo.

Patrones relacionales en el narcisismo

Sostiene McWilliams que no es infrecuente que, tarde o temprano, el sujeto


narcisista sea consciente de que algo va mal en su interaccin con los otros
y acuda a terapia por ello. Como el paciente no entiende lo que significa
aceptar a una persona sin juzgarla ni explotarla, amar a los otros tal como
son sin idealizarlos, y expresar sentimientos genuinos sin vergenza, el
nico modo de transmitrselo ser a travs de la aceptacin del propio
analista, que puede llegar a ser un prototipo para su comprensin emocional
de la intimidad.

3
El trmino objeto-self fue propuesto desde la psicologa del self para la
gente que sostiene nuestra autoestima a travs de su afirmacin,
admiracin y aprobacin, y refleja el hecho de que los individuos en ese rol
funcionan como objetos externos del self y tambin como partes de la
autodefinicin. Todos necesitamos objetos-self, pero la realidad y la
moralidad requieren que adems podamos establecer con los otros una
relacin de reconocimiento de quienes son y lo que necesitan (Benjamin,
1988), no slo de lo que hacen por nosotros. Las personas narcisistas
necesitan tanto a sus objetos-self, que los otros aspectos de la relacin
palidecen o incluso pueden no ser imaginables para ellos. Por tanto, lo ms
daado en la personalidad narcisista es la capacidad de amar. Dan
mensajes confusos a los otros, porque su necesidad de ellos es profunda
pero su amor por ellos es superficial.

Algunos teorizan que estas personas han sido usadas como apndices
narcisistas ellos mismos. Pueden haber sido vitalmente importantes para
sus padres, pero no por quienes realmente son sino por la funcin que
cumplan para ellos. El nio recibe un mensaje confuso, por un lado es
valorado, pero slo en ese particular rol, lo que hace que tema que si sus
sentimientos reales, especialmente los hostiles o egostas, son visibles,
vendr el rechazo o la humillacin, desarrollndose as el falso self
(Winnicott, 1960). McWilliams sostiene que una diferencia crucial entre el
trastorno psicoptico y el narcisista puede ser que mientras la psicopata se
deriva del abuso y la negligencia, el narcisismo (patolgico) viene de un tipo
particular de atencin en la que el apoyo se da sobre la condicin de que el
nio coopere con la agenda narcisista del progenitor. Se entiende que todos
los padres miran a sus hijos con una mezcla de verdadera empata y
necesidades narcisistas, el tema es cuestin de grado y de equilibrio, de si
la criatura consigue tambin atencin no relacionada con satisfacer los
objetivos de los padres.

Un aspecto relacionado con las personas que se llegan a ser narcisistas es la


atmsfera familiar de constante evaluacin. El padre tiene una agenda para
su hijo que es vital para su propia autoestima y, por tanto, cada vez que el
hijo lo decepciona, ser implcita o explcitamente crtico. Una atmsfera
evaluadora que manifiesta continuo orgullo y aplauso tambin daa el
desarrollo de una autoestima realista, porque el nio siempre tiene
conciencia de ser juzgado, aunque sea con veredicto positivo, sabe en algn
nivel que hay algo de falso en la continua admiracin y esto le crea la
sensacin de ser un fraude, de no merecer la admiracin, que parece no
relacionarse con quien realmente es. La autora cita autores que han
sostenido que la sobreindulgencia es la causa principal de la patologa
narcisista, o bien otros que sostienen diferentes versiones de crianza en la
niez: el nio avergonzado, el nio mimado, y el nio especial, como
precursores de la patologa narcisista adulta.

Pero no es necesario que el progenitor de un nio con narcisismo


perturbado haya sido narcisista l mismo, puede haber tenido necesidades

4
narcisistas hacia un nio particular, crendose un escenario en el cual el
nio no pudo discriminar entre sus sentimientos genuinos y sus deseos de
agradar o impresionar a los otros. Como ejemplo, la autora se refiere a un
artculo de Marta Wolfenstein de 1951 en que muestra que, al haberse
criado en tiempos duros, no importa lo liberal que fuera el New York de la
postguerra, los padres daban a sus hijos el mensaje de que si no eran felices
deban sentirse mal con ellos mismos. La gente que ha vivido desastres o
persecuciones transmite a sus hijos que deberan vivir la vida que ellos no
han vivido, y los hijos de padres traumatizados crecen con confusin de
identidad y sentimientos vagos de vergenza y vaco.

El self narcisista

Incluye un sentido vago de falsedad, vergenza, envidia, vaco o


incompletud, fealdad, e inferioridad, o bien las contrapartidas
compensatorias: sentirse con derecho, orgullo, desprecio, autosuficiencia
defensiva, vanidad y superioridad. No entra en ellos el sentido de ser
suficientemente bueno.

En algn nivel son conscientes de su fragilidad psicolgica, temen ser


excluidos, o perder de repente su autoestima o autocoherencia si son
criticados, y sentir de pronto que no son alguien. Con frecuencia desplazan
su miedo a la fragmentacin de su self interno hacia preocupaciones por su
salud fsica, y son vulnerables a temores hipocondracos.

Como resultado de su perfeccionismo, evitan sentimientos y acciones que


expresen conciencia de su falibilidad personal o de su dependencia de los
otros. La gratitud y el arrepentimiento tienden a ser negados, porque su
sentido del self est construido sobre la ilusin de no tener defectos ni
necesidades, y admitirlos les llenara de vergenza.

Por definicin, la evaluacin de la organizacin narcisista de la personalidad


implica que el paciente necesita afirmacin externa para sentir validez
interna. Los tericos divergen en el nfasis en el aspecto grandioso o el
deficitario de la experiencia del self narcisista, y aqu McWilliams se refiere
(y vuelve a ello ms adelante) al desacuerdo central entre Kernberg y Kohut
sobre cmo entender y tratar los caracteres narcisistas. Para ella la
controversia entre lo que vino primero en la evolucin del narcisismo
patolgico, si fue el estado grandioso del self o el deficitario y avergonzado,
es como la oposicin entre si fue primero el huevo o la gallina.
Fenomenolgicamente, estos estados del yo contrastantes estn
ntimamente conectados, como la depresin y la mana, son las dos caras
de una misma moneda.

Transferencia y contratransferencia con los pacientes narcisistas

Incluso el paciente con ms alto funcionamiento, la persona con carcter


narcisista contribuye a crear un ambiente en el vnculo que contrasta con el
que emerge con otros tipos de personalidad. Tpicamente, el terapeuta nota
al principio que el paciente carece de inters en explorar la relacin

5
teraputica. La exploracin de cmo se siente el paciente hacia el clnico
puede vivirse por aqul como irrelevante para sus preocupaciones, o
molesta. Puede concluir que el terapeuta explora eso por su propia
necesidad de reaseguramiento, (lo que puede ser una proyeccin, incluso
siendo verdad) pero el paciente no lo suele verbalizar. Esto no significa que
no sienta reacciones fuertes hacia el terapeuta, puede devaluarlo o
idealizarlo intensamente, pero curiosamente no est interesado en el
significado de esas reacciones y se siente confuso si el terapeuta le
pregunta sobre ellas. Sus transferencias pueden ser tan egosintnicas como
inaccesibles a la exploracin. As, un paciente puede creer que devala al
terapeuta porque objetivamente es de segunda categora, o que lo idealiza
porque es objetivamente maravilloso, y los esfuerzos al principio de la
terapia por analizar esas reacciones son infructuosos, porque el terapeuta
denigrado ser vivido como defensivo, o el idealizado como incluyendo una
admirable humildad.

Sostiene McWilliams que tanto la situacin de ser devaluado como la de ser


idealizado son frustrantes para el terapeuta, que siente que su existencia
como ser humano con inteligencia emocional que intenta ayudar es
extinguida, y de hecho, esta contratransferencia de hacerse invisible como
persona real es seal para diagnstico de probable dinmica narcisista en el
paciente.

En relacin con estos fenmenos se dan contratransferencias de


aburrimiento, irritabilidad, sueo, y un sentido vago de que no est
ocurriendo nada en el tratamiento. Es comn la sensacin de que uno no
existe en la habitacin de la consulta. La somnolencia extrema es frecuente,
y la autora comenta que cuando ella la siente se encuentra a s misma
generando explicaciones como no he dormido lo suficiente o cen
demasiado, sin embargo cuando el paciente se va y entra otro, ella vuelve
a estar animada e interesada. Ocasionalmente tambin puede sentirse una
contratransferencia de expansin grandiosa, pero a menos que el terapeuta
sea l mismo de personalidad narcisista, esas reacciones no duran mucho.

Todo esto se relaciona con la clase especial de transferencia caracterstica


de las personas narcisistas, ms que proyectar un objeto interno tal como
un padre en el terapeuta, externalizan un aspecto de s mismo, bien la parte
grandiosa o bien la parte devaluada del su self. El terapeuta es un objeto-
self, no una persona plenamente separada que siente al paciente como una
figura del pasado bien delineada.

Sin embargo, la mayora de los terapeutas pueden tolerar estas


transferencias y desarrollar empata a partir de estas reacciones internas
una vez que las entienden como rasgos esperables del trabajo con
pacientes as. Lo que siente el terapeuta es un reflejo inevitable de las
preocupaciones del paciente sobre su propia autoestima. La autora aconseja
leer a Kohut y los posteriores psiclogos del self para conocer ms de las
complejas teorizaciones sobre la experiencia con estos pacientes.

6
Implicaciones teraputicas del diagnstico de narcisismo.

Un objetivo general segn McWilliams en estos casos es ayudar al paciente


a encontrar la autoaceptacin sin inflar el self ni devaluar a los otros. Para
esto, un primer requisito es la paciencia, aqu especialmente necesaria por
el aburrimiento y la desmoralizacin que puede acompaar a una
psicoterapia larga con estas contratransferencias.

La autora resume las dos diferentes visiones psicodinmicas sobre los


trastornos narcisistas, de Kohut y de Kernberg. Lo esencial para ella es que
Kohut (1971, 1977, 1984) vio la causa en el desarrollo de un narcisismo
patolgico, al enfrentarse la maduracin normal con dificultades en la
resolucin de las necesidades normales de idealizar y desidealizar. Por otro
lado Kernberg (1975, 1976, 1984) la vio como estructural, o sea algo que
desde muy temprano queda torcido, dejando a la persona limitada a
defensas primitivas que son diferentes en tipo, ms que en grado, de las
que normalmente se usan. Si la concepcin de Kohut se puede ver como
una planta cuya raz se atrofia por recibir poca agua y sol, la de Kernberg
podra ser como una planta que ha mutado en un hbrido.

Como consecuencia, hay diferentes aproximaciones al trastorno, la de Kohut


(por ej., 1971, 1977) recomienda la aceptacin de la idealizacin y la
devaluacin, la empata con la experiencia del paciente, y permanecer cerca
de la experiencia subjetiva de ste. Por otro lado, Kernberg (por ej., 1975,
1976) aboga por confrontar con tacto pero con insistencia la grandiosidad
del paciente, sea de s mismo o proyectada, e interpretar sistemticamente
las defensas contra la envidia y la avaricia, y como terico de las relaciones
objetales, oscilar entre adoptar la posicin externa e interna. En general,
sostiene la autora, se ha considerado por muchos analistas que la
aproximacin de Kohut es para los pacientes ms graves, del rango lmite-
psictico.

Tras mostrar esta controversia entre autores y seguidores, McWilliams


ofrece sus propias sugerencias para el tratamiento:

- Paciencia y aceptacin de las imperfecciones humanas que hacen en


este caso tedioso el progreso teraputico, porque esto contrastar con lo
que la persona narcisista ha internalizado. Tener una actitud humana y
realista, ms que crtica y omnipotente. La humildad es especialmente
importante al tratar un paciente narcisista, para que incorpore una actitud
realista no enjuiciadora hacia las fragilidades propias.

- Prestar atencin al reconocimiento de los errores por parte del


terapeuta, especialmente errores de empata que inevitablemente se
cometen. Disculparse a la vez confirma la percepcin del paciente del
maltrato (validando su sentimiento) y da ejemplo de mantener la
autoestima mientras que se admiten los fallos.

7
- No ser excesivamente autocrtico cuando se reconocen los errores.
Porque si el paciente ve al terapeuta con mucho remordimiento, el mensaje
recibido es que los errores son raros y requieren una rgida autocensura, lo
cual coincide con la propia psicologa narcisista. McWilliams considera
imprescindible la aportacin de Kohut (1984) sobre continuos procesos de
ruptura y reparacin en la terapia.

- Constante atencin plena al estado del self latente del paciente, no


importa lo abrumador que sea. Como incluso el narcisista ms arrogante
sentir vergenza ante la crtica, el terapeuta debe tener cuidado de
intervenir con sensibilidad.

- Discriminar entre vergenza y culpa. Al tener una autoestima muy


frgil, al paciente le puede ser muy difcil reconocer su rol en algo negativo,
oculta sus errores y se oculta de aquellos que los descubren. Esto puede
inducir en el terapeuta una actitud de confrontacin no emptica de su
propia contribucin a sus dificultades, o bien una tendencia a unirse al
lamento del paciente sobre el mal trato que recibe de los otros. Ninguna de
las dos posiciones es teraputica, aunque la segunda pueda ser
temporalmente paliativa para alguien muy mortificado.

- Cuando la devastacin por las imperfeccione son visibles, el paciente


tiende a justificarse. Entonces el terapeuta se enfrenta a la tarea de
expandir la conciencia del narcisismo del paciente, sin que por otro lado
estimule demasiado la vergenza como para que deje el tratamiento o se
retire emocionalmente. A veces hay que instruir al paciente sobre la
necesidad de articular ante los otros sus propias necesidades, porque el
paciente se lamenta de no ser atendido, pero no se da cuenta de que, al
considerar vergonzoso pedir, pierde oportunidades de tener nuevas
experiencias sobre la interdependencia humana.

- En estos casos suele ser difcil para el terapeuta saber con qu


personaje de la vida del paciente est relacionndolo a l, al ser una
transferencia objeto-self. Es necesario entonces que aqul sepa que a pesar
del sentimiento contratransferencial de que uno no significa nada para el
paciente, con frecuencia el sujeto narcisista lo necesita ms que la gente sin
dficit de autoestima. Incluso el paciente ms arrogante delata ms
dependencia del terapeuta por su vulnerabilidad cuando ste es poco
sensible.

Diagnostico diferencial

Sostiene McWilliams que el trastorno narcisista est sobrediagnosticado,


especialmente por clnicos psicodinmicos, debido a que cualquier tipo de
personalidad puede comportarse temporalmente como un carcter
narcisista. De ah que na primera diferenciacin necesaria es entre la
personalidad narcisista versus las reacciones narcisistas. Cualquier persona
no narcisista de carcter puede tener una reaccin narcisista, porque el

8
narcisismo es ubicuo, es lo que Kohut y Wolf (1978) llamaron
perturbaciones narcisistas secundarias, o Kernberg (p. ej., 1984) ha
llamado defensas narcisistas, cuando se sufre por temticas narcisistas en
situaciones determinadas. Para distinguir esto estn los datos de la historia
y el sentimiento en la transferencia.

Frente a las personalidades narcisistas, las psicopticas no responden a la


relacin emptica, porque no entienden la compasin y la desprecian como
seal de debilidad, por tanto no respondern a la aproximacin de Kohut. La
de Kernberg (p. ej., 1984), centrada en la confrontacin del self grandioso,
puede ser asimilada por una personalidad psicoptica y es recomendada por
algunos terapeutas que trabajan con ellas.

Si una personalidad narcisista es depresiva, puede ser malentendida como


personalidad depresiva. La diferencia es que la gente narcisista deprimida
se siente vaca, mientras que las personas depresivas con psicologa
introyectiva, del tipo culposo, estn subjetivamente llenas de
internalizaciones crticas y agresivas. El narcisista depresivo se siente sin un
self sustancial, el melanclico depresivo siente que su self es real pero
irremediablemente malo.

Confundir una personalidad narcisista con una obsesivo-compulsiva es fcil


por la atencin al detalle que puede formar parte del perfeccionismo. Los
pacientes narcisistas se sienten vacos ms que enfadados, no hacen
muchos progresos en la terapia enfocada a la lucha por el control y la culpa
sobre la agresividad. Se sienten malentendidos y criticados si el terapeuta
se dirige a temas que no son centrales en ellos.

Las personalidades histricas, frente a las narcisistas, se dan mucho ms en


las mujeres. Las mujeres organizadas de manera histrica usa defensas
narcisistas, como el exhibicionismo y la idealizacin en su relacin con los
hombres que cambia rpidamente a devaluacin y pueden ser
malinterpretadas como personalidades narcisistas. Pero sus preocupaciones
sobre el self son especficas del gnero y provocan ansiedad ms que
vergenza y, aparte de sus reas conflictivas, pueden ser clidas, capaces
de amar y de ningn modo vacas. Es importante diferenciar los
requerimientos teraputicos de ambos grupos: los pacientes histricos
mejoran con la atencin a las transferencias de objeto, mientras que los
narcisistas requieren una apreciacin de los fenmenos objeto-self.

Finalmente, como comentario personal sobre abordaje del narcisismo que


hace McWilliams, resalto la sensibilidad y agudeza que transmite en sus
propuestas para el tratamiento y para el diagnstico diferencial. Por un lado,
me ha parecido una perspectiva muy iluminadora la consideracin del
narcisismo como un asunto que siempre tiene dos polos, porque el dficit
suele conllevar defensas, por lo que es frecuente que en un mismo sujeto se
muestren estados grandiosos y estados muy deficitarios. Por otro lado, me

9
parece sin embargo que en la controversia de posiciones de Kernberg y
Kohut no adopta una postura definida, ms bien como es caracterstico de
su posicin sobreinclusiva, acepta todas las aproximaciones como buenas y
las incluye en el acervo terico sin una elaboracin que aporte coherencia.
Sin embargo, parece evidente que las personas, adems de narcisistas,
pueden identificarse como predominantemente deficitarias o bien como
predominantemente grandiosas, y que esto no depende de que su trastorno
sea ms o menos grave, sino del tipo o estructura de su sistema narcisista.
No por reconocer las dos caras alta y baja del trastorno narcisista hay que
dejar de reconocer que en muchos de los pacientes con este trastorno,
ambas caras no tienen el mismo peso.

Bibliografa citada del captulo original

Adler, A. (1927). Understanding human nature. Garden City, NY: Garden City
Publishing

Benjamin, J. (1988). The bonds of love: Psychoanalysis, feminism, and the


problem of domination. New York: Pantheon.

Bion, W.R. (1967). Second thoughts. London: Karnac

Kernberg, O. (1970). Factors in the psychoanalytic treatment of narcissistic


personalities. Journal of the American Psychoanalytic Association, 18, 51-85.

Kernberg, O. (1975). Borderline conditions and pathological narcissism. New


York: Jason Aronson

Kernberg, O. (1976). Object relations theory and clinical psychoanalysis.


New York: Jason Aronson

Kernberg, O. (1984). Severe personality disorders: Psychotherapeutic


strategies. New Haven, CT: Yale University Press.

Kohut, H. (1977). The restoration of the self. New York: international


Universities Press.

Kohut, H. (1984). How does psychoanalysis cure? (A. Goldberg, Ed., with P.
Stepansky). Chicago: University of Chicago Press.

Kohut, H. y Wolf, E.S. (1978). The disorders of the self and their treatment
An outline. International Journal of Psycho-Analysis, 59, 413-425.

Kohut, H. (1968). The psychoanalytic treatment of narcissistic personality


disorders. Psychoanalytic Study of the Child, 23, 86-113.

10
Kohut, H. (1971). The analysis of the self: A systematic approach to the
psychoanalytic treatment of narcissistic personality disorders. New York:
International Universities Press.

Miller, A. (1975). Prisoners of childhood: The drama of the gifted child and
the search for the true self. New York: Basic Books.

Rank, O. (1929). The trauma of birth. Harper & Row, 1973.

Rosenfeld, H. (1987). Afterthought: Changing theories and changing


techniques in psychoanalysis. In Impasse and interpretation (pp. 265-279).
London: Tavistock.

Segal, H. (1997). Some implications of Melanie Kleins work: Emergence


from narcissism. In J. Steiner (Ed.), Psychoanalysis, literature and war (pp.
75-85). London: Routledge

Winnicott, D.W. (1960). The theory of the parent-infant relationship.


International Journal of Psycho-Analysis, 41, 585-595.

Wolfenstein, M. (1951). The emergence of fun morality. Journal of Social


Issues, 7, 15-24

11

También podría gustarte