Adicción A La Cuasi-Muerte. Betty Joseph 1
Adicción A La Cuasi-Muerte. Betty Joseph 1
Adicción A La Cuasi-Muerte. Betty Joseph 1
Adicción a la cuasi-muerte1
BETTY JOSEPH
RESUMEN*
Adicción a la cuasi-muerte
Este artículo describe un tipo muy maligno de autodestrucción ob-
servado en un grupo reducido de pacientes. Está presente en la manera en
la que administran sus vidas y surge, peligrosamente, en la transferencia.
Este tipo de autodestrucción, a mi juicio, radica en una disposición de
índole sadomasoquista particular que dichos pacientes son incapaces de
resistir. Es como un impulso constante hacia la desesperación y la muerte
que los fascina a la vez que, inconscientemente, disfrutan del proceso. Se
dan ejemplos para demostrar cómo tales disposiciones dominan la forma
en la que el paciente se comunica con su analista e, interiormente, consigo
mismo, y la manera en la que esto afecta sus procesos mentales. Es, con
seguridad, extremadamente difícil para estos pacientes acercarse a placeres
más reales y más ligados a sus objetos, ya que ello signiicaría la renuncia
a hábitos gratiicadores que todo lo absorben.
Palabras clave:
Actividad mental circular. Desesperanza. Disposición sadomasoquista.
Autodestrucción. Transferencia.
1. Joseph B (1987). Adicción a la vecindad de la muerte. Rev Psicoanál APA 46 (2): 241-55. Re-
producido con autorización de la Revista de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Traducido por José Luis Etcheverry. Corregido por el Consejo Editorial. Leído en la reunión cientíi-
ca de la British Psycho-Analytic Society del 20 de mayo de 1981. Publicado originalmente en: Joseph
B (1982). Addiction to near-death. Int J Psycho-anal 63: 449-56.
*Las palabras clave han sido elaboradas por el Consejo Editorial.
sienten esclavos de una parte del sí-mismo, que los domina y los tiene pri-
sioneros, y que no los deja escapar por más que vean la vida llamándolos
afuera, según se expresó en el sueño de mi paciente: afuera de la caverna.
Lo que a esto quiero agregar aquí es que la experiencia de gratiicación
sexual del paciente por sentir ese dolor, por encontrarse dominado, es una
de las principales razones del imperio que sobre él ejerce el impulso hacia
la muerte. Estos pacientes están literalmente «esclavizados» por eso. En
este paciente, A, por ejemplo, ningún placer ordinario, genital, sexual u
otro, brindaba tanto deleite como ese tipo de auto-aniquilamiento terri-
ble y excitante, que también reduce a la nada el objeto, y que en mayor o
menor medida rige sus vínculos importantes.
Me parece, entonces, que a todas luces el sueño no solo responde a que
su novia saliera la noche de aquel lunes en tanto él yacía en la cama sintién-
dose más perturbado a medida que transcurrían los minutos –de lo cual él
tuvo conciencia–, sino al hecho de haberse sentido mejor –conociendo que
así había sido– y de no poder permitirse salir de su miseria y autodestruc-
ción –la caverna profunda– ni consentir que lo ayudara yo a hacerlo. Lo
empujó hacia atrás una parte de él mismo, esencialmente sadomasoquista,
que operó también como una reacción terapéutica negativa y que utilizó
como combustible la alicción a causa de la novia. También apunté aquí –y
sobre esto volveré– su triunfo sobre mí en tanto nuestro trabajo y la espe-
ranza de las últimas semanas caían por tierra y él y yo sucumbíamos.
Lo que someto a examen aquí, en consecuencia, es que no solo el
paciente está dominado por una parte agresiva de él mismo, que procura
controlar y destruir mi trabajo, sino que esa parte es activamente sádica
hacia otra parte del sí-mismo, que está masoquistamente capturada en este
proceso; y sostengo que esto se ha convertido en una adicción. Este pro-
ceso tiene siempre, creo, una contraparte interna; y en pacientes realmente
dedicados a la autodestructividad, esta situación interna ejerce un fortísi-
mo control sobre sus pensamientos y sus momentos de descanso, sobre
su capacidad –o falta de capacidad– de cavilar sobre cosas. El fenómeno
que se observa es como sigue. Estos pacientes recogen con presteza algo
que les ha pasado por la mente o que ha sucedido en una relación exter-
na, y se ponen a emplearlo una vez y otra vez en una actividad mental
de tipo circular de la que quedan completamente cautivos, de suerte que
repasan y vuelven a repasar, con muy escasa variación, el mismo asunto
real o anticipado. Es muy importante esta actividad mental, que me parece
perfectamente descrita por la palabra inglesa chuntering («mascullar»). El
Oxford Dictionary (1979) deine chuntering como «mascullar, murmurar,
farfullar, censurar, quejarse». Para dar un ejemplo: A, en el periodo en
parte, creo que es preciso distinguir con mucha claridad entre el empleo
masoquista de angustias como las que estoy mencionando y la dramatiza-
ción. Esto que aquí describo es algo mucho más maligno y más desesperado
para la personalidad que la dramatización.
Traeré ahora un ejemplo para ilustrar mejor este nexo entre angustias
reales y la explotación de angustias con designios masoquistas y en este
mismo sentido, el nexo entre genuinos sentimientos persecutorios y la
construcción de una suerte de pseudoparanoia con designios masoquistas.
El material corresponde al paciente A, y proviene de un periodo de gran
alicción. Le habían dicho que lo promoverían probablemente a un puesto
de mucha jerarquía en la empresa en que trabajaba, pero entró en unas
malas relaciones con un jefe, que parecía ser una persona difícil y martiri-
zadora. Durante un periodo de unos dos años las cosas se fueron deterio-
rando larvadamente hasta que se produjo una reorganización importante
en que a él lo debían degradar a una posición inferior. Esto lo perturbó
profundamente, y decidió que casi seguramente se tendría que ir antes que
lo pasaran a un cargo inferior. A todo esto, recuérdese que, dada su posi-
ción, no era probable que tropezara con diicultad alguna para encontrar
otro trabajo con un cargo elevado y muy bien pagado.
Presento una sesión de un lunes. El paciente se presentó totalmente
aligido, enseguida se acordó de no haber traído su cheque, pero dijo que
se proponía traerlo al día siguiente; expuso a continuación los sucesos
del in de semana, y la charla que tuvo con su jefe el viernes, y habló del
disgusto que le producía su situación en el trabajo. Por otra parte, K, su
novia, se había mostrado servicial y amable, pero él se sentía sexualmente
helado y era como si ella le estuviera pidiendo sexo, lo que se le volvía
algo horroroso. Después se preguntó si «estaba tratando de ser cruel con
ella»; ya esta pregunta tenía un aspecto un poco sospechoso: era como si
yo tuviera que coincidir con él en que así trataba de ser cruel con ella, y
entonces quedaría yo presa de algún tipo de reproche que le hiciera, con lo
cual la pregunta misma se haría masoquista y no sería ya un momento de
relexión. Narró después un sueño. En el sueño estaba en un negocio an-
ticuado, delante de un mostrador, pero él era pequeño, tenía la altura del
mostrador. Detrás de este había alguien, una empleada. Ella estaba ante
un libro de contabilidad, pero le sostenía la mano. Él le preguntaba «si era
una bruja» como si quisiera respuesta, preguntaba persistentemente, casi
como si quisiera oír de sus labios que era una bruja. Le pareció que ella se
estaba hartando de él y que retiraría la mano. Había hileras de personas
en alguna parte en el sueño y un vago sentimiento de ser acusado por algo
que él había hecho. En el negocio herraban a un caballo, pero con una
SUMMARY*
Addiction to near-death
This paper describes a very malignant type of self-destructiveness
seen in a small group of patients. It is active in the way that they run their
lives and it emerges in a deadly way in the transference. This type of self
destructiveness is, I suggest, in the nature of an addiction of a particular
sado-masochistic type, which these patients feel unable to resist. It seems to
be like a constant pull towards despair and near-death, so that the patient is
fascinated and unconsciously excited by the whole process. Examples are
given to show how such addictions dominate the way in which the patient
communicates with the analyst and internally, with himself, and thus how
they affect his thinking processes. It is clearly extremely dificult for such
patients to move towards more real and object-related enjoyments, which
would mean giving up the all-consuming addictive gratiications.
Key words:
Circular mental activity. Hopelessness. Sadomasochistic disposition. Self-
destruction. Transference.
RÉSUMÉ**
Mots clé:
Activité mentale circulaire. Désespérance. Disposition sadomasochique.
Autodestruction. Transfert.
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