Persona Humana - Ángel García Cuadrado
Persona Humana - Ángel García Cuadrado
Persona Humana - Ángel García Cuadrado
El trmino latino persona proviene del verbo personare, que significa resonar, hacer eco,
sonar con fuerza. La raz de este significado hay que buscarla en el trmino griego prsopon
(literalmente significa aquello se pone delante de los ojos) que era la mscara utilizada por
los actores en el teatro para hacer ms sonora la voz del actor: con esta cartula la voz del
personaje sobresala, se haca or. Pero adems, la mscara del teatro serva para identificar
a los personajes en la accin teatral: tena la funcin de dar a conocer la identidad del
personaje dentro de la representacin.
Una derivacin de este sentido de persona es per se sonans, es decir quien posee voz por s
mismo. De aqu deriva la definicin propia del Derecho Romano para quien la persona es
sujeto de derecho e incomunicable para otro (persona est sui iuris et alteri incommunicabilis).
En este sentido especficamente jurdico se habla de persona cuando un individuo humano
en virtud de su nombre es reconocido y puede desempear su papel en la sociedad. Por
tanto, la persona jurdica es vista por los dems miembros de la sociedad como sujeto de
derechos y deberes. Pero ese reconocimiento estaba subordinado a condiciones exteriores,
como el linaje o familia de la que proceda. Un hombre sin nombre, es decir que no
perteneciera a una familia noble, no tena voz propia (no tena derecho a votar) y se le
designaba con el nombre de caput, es decir, un individuo indeterminado.
Desde esta doble perspectiva (la proveniente del teatro griego y del Derecho Romano) se
advierte que el vocablo persona se halla emparentado, en su origen, con la nocin de lo
prominente o relevante1, es decir, con la idea de dignidad; pero lo que no est tan claro es
que esa dignidad pudiera aplicarse a todo hombre. En trminos muy generales se podra
afirmar que en la cultura clsica el individuo concreto posea un valor secundario o
subordinado, ya sea al ciclo de la historia, a la ciudad-estado, al destino o a la voluntad de los
dioses.
En el pensamiento cristiano que cristaliza en la Edad Media la persona humana adquiere una
preeminencia particular2. Recogiendo la enseanza de la Revelacin cristiana se afirma que el
hombre es imagen y semejanza de Dios (Gnesis, 1, 26). Cada individuo humano posee
una especialsima valoracin intrnseca porque es fruto de un acto creador, libre y amoroso de
Dios. Ontolgicamente la persona participa ms plenamente de la perfeccin divina debido a
su inteligencia espiritual. De esta caracterstica brotan otra serie de particularidades que
hacen de la persona humana un ser excelente: en primer lugar surge la libertad por la que la
persona humana es duea de su propio obrar3, capaz de donarse a s misma, es decir, capaz
de amar; y ms radicalmente, capaz de conocer y amar a Dios. De esta manera, la nocin de
Por otra parte, la especulacin teolgica llevada a cabo por los Padres de la Iglesia hizo
posible una comprensin ms profunda de la nocin de persona aplicada al estudio de los
problemas trinitarios y cristolgicos. Ese esfuerzo especulativo cristaliz en Boecio haciendo
clebre una definicin que pas a toda la escolstica posterior: la persona es el supuesto
individual de naturaleza racional5.
Sera inadecuado considerarla como una verdadera definicin sin ponerla en su contexto
histrico y teolgico. Con esta descripcin Boecio trataba de delimitar una nocin de persona
vlida contra los nestorianos (que sostenan que en Cristo haba dos naturalezas y dos
personas) y contra los monofisitas (proponan que en Cristo slo se encontraba presente la
naturaleza divina). Como se puede observar se trata de una definicin eminentemente
ontolgica, en la que se utilizan unas categoras filosficas procedentes del aristotelismo:
a) La persona es una substancia, es decir, aquello que es substrato de los accidentes (el
peso, el color, la medida, la figura, etc.). La substancia existe en s misma (posee en s
mismo el ser), mientras que los accidentes sensibles existen en el sujeto subsistente. Al ser
sustancia es incomunicable (el ser que tiene cada uno no puede pasar a otro).
b) Esa substancia es individual, lo que Aristteles llam substancia primera. De esta
manera se hace referencia a la sustancia con aquellas particularidades que la distinguen de
otros individuos de la misma especie.
c) La persona posee una naturaleza con lo que se significa a la esencia (aquello por lo cual
una cosa es lo que es) en cuanto que es principio de operaciones.
d) Por ltimo, esa naturaleza posee racionalidad gracias a la cual se abre
cognoscitivamente al mundo que la rodea mediante ideas universales. Como veamos en la
perspectiva aristotlica, el hombre, mediante su entendimiento y voluntad, es, en cierto
sentido, todas las cosas.
7 TOMS DE AQUINO, Suma contra gentiles, libro IV, c. 35; Suma Teolgica, III, q. 2, a. 2.
8 Dios no es racional en sentido estricto porque su entender no es discursivo (paso a paso: de verdades conocidas a verdades
desconocidas) sino intelectual o inmediato.
El supuesto es un todo que posee la naturaleza especfica como su parte perfectiva 9. En
definitiva, Sto. Toms incide en el aspecto de subsistencia de la persona ms que en la
racionalidad, como afirmaba Boecio.
La persona posee su propio ser, pero se trata de un ser comunicado por Dios: el acto de ser
personal es un acto de ser derivado. Por lo tanto, la persona humana no es el fundamento del
ser (nadie se comunica el ser a s mismo), sino que es un ser fundado en Dios que lo
comunica a la persona mediante un acto creador y libre.
Por otro lado, en el racionalismo la persona no se puede comprender como una unidad
sustancial. En efecto, si seguimos la doctrina cartesiana segn la cual yo soy una sustancia
pensante afirmamos que la sustancia es mi pensamiento (res cogitans), mientras que el
cuerpo es otra sustancia (res extensa). De esta manera, la persona humana no se
fundamenta ya en el ser personal, sino en una facultad suya (el pensamiento) y en su
correspondiente operacin (pensar)10. Ms concretamente la persona se entiende en trminos
de autoconciencia.
Por otro lado, en la filosofa del siglo XX nacen ideologas colectivistas y materialistas que
tienden a reducir e incluso anular la dignidad personal. Desde el materialismo, el individuo
humano es una especie ms evolucionada de un mundo que se explica en trminos
materiales. No existe una preeminencia sobre otros seres naturales. Desde el colectivismo la
individualidad humana slo cobra valor y sentido en el todo del Estado. Por consiguiente la
persona ha de subordinar sus propios intereses al fin superior del Estado.
Las aportaciones del personalismo a la antropologa filosfica han sido muy valiosas y han
aplicado un mtodo nuevo de acceso a la realidad humana: el mtodo fenomenolgico. Sin
embargo, es preciso ahondar desde una metodologa metafsica en el ser personal. La
primera palabra sobre el hombre es ofrecida por la ciencia la fenomenologa antropolgica
precede a la antropologa filosficacomo concreto punto de partida, pero la ltima palabra
queda reservada a la metafsica, la cual, mientras recibe de las disciplinas cientficas un ms
depurado dato de base, ofrece a ellas un encuadre sinttico e integral, abrindolo a la
prospectiva de los valores y de los fines 15. En necesario, por tanto, reformular desde la
metafsica la nocin de persona para hacerse cargo de las crticas a las que se ha visto
sometida.
12 LORDA, J.L., Antropologa. Del Concilio Vaticano II a Juan Pablo II, Palabra, Madrid 1996, p. 16
13 MOUNIER, E., Manifiesto al servicio del personalismo, Taurus, Madrid 1969, p. 9.
14 El personalismo (...) prefiere hablar de la persona no mediante unas categoras que han surgido fundamentalmente del anlisis del
mundo material, sino mediante unas categoras especficas elaboradas a partir del anlisis de la experiencia humana. BURGOS, J.M., El
personalismo, Palabra,Madrid 2000, p. 160.
18 Cfr. LOMBO, J.A. y RUSSO, F., Antropologia filosofica, op. cit., pp 149-154.
por s misma siempre y cuando se afirme que se trata de una subsistencia recibida y no
causada por ella. En otras palabras, la sustancia posee en propiedad su acto de ser; pero
ese acto de ser no es originado por s mismo 19: se trata de una sustancia fundada, y no
fundante en el orden del ser. Toda sustancia subsiste, pero la persona adems opera por s
misma, y por eso se dice que posee el acto de ser de modo ms propio que los otros seres
naturales.
19 se es el error del racionalismo que reduce la nocin de sustancia a lo que es causa de s mismo; como esto solamente sucede segn
ellos en Dios, slo cabe admitir la existencia de una nica sustancia que es la divina.
20 Cfr. MELENDO, T., Las dimensiones de la persona, op. cit., pp. 14-16.
21 TOMS DE AQUINO, Suma Teolgica, I, q. 29, a. 1, c.
22 Ibid., q. 75, a. 2, ad 2.
23 Jacques Maritain introdujo la distincin entre individuo humano y persona humana: El nombre de persona se reserva a las sustancias que
poseen ese algo divino que es el espritu, y que por lo mismo constituyen, cada una por separado, un mundo superior a todo el orden
corpreo, un mundo espiritual y moral que, hablando con propiedad no es una parte de este universo []. El nombre de persona queda
Con frecuencia, la crtica a la definicin de sustancia presentada por Boecio proviene de
considerarla fundamentalmente substancialista: la persona humana corre el peligro de
cosificarse. Pero la nocin de substancia, como la mayora de las nociones metafsicas, es
anloga, esto es, se dice de muchas realidades pero de manera diversa. Substancia no
slo es la substancia fsica o qumica, sino que significa subsistencia, aquello que posee en s
el principio de su obrar.
Est claro que el color o la figura no pueden ser substancias, porque por su modo de ser
necesitan apoyarse en aquello que subsiste. En definitiva, al considerar la realidad personal
humana lo verdaderamente decisivo es su acto de ser personal, es decir aquello que le hace
ser persona humana ms all de consideraciones extrnsecas: capacidad de decidir o de
relacionarse, autoconciencia, la expresin comunicativa, etc
reservado a las sustancias que, en la bsqueda de su fin, son capaces de determinarse por s mismas, elegir los medios e introducir en el
universo por el ejercicio de su libertad, nuevas series de sucesos. []. El nombre de individuo, por el contrario, es comn al hombre y a la
bestia, a la planta, al microbio y al tomo. Y mientras que la personalidad se funda en la subsistencia del alma [] la individualidad, como tal,
se funda en las exigencias propias de la materia [] De suerte que en cuanto individuos, somos un fragmento de materia, una partcula de
este universo []. En cuanto individuos, estamos sujetos a los astros. En cuanto personas, los dominamos. J. MARITAIN, Tres reformadores,
Editorial Santa Catalina, Buenos Aires 1945, pp. 26-27. Aunque esta distincin sirva para esclarecer la nocin de persona, puede introducir una
falsa distincin, como si pudieran existir individuos humanos que no fueran personas humanas. Para rebatir esta concepcin, cfr. R.
SPAEMANN, Personas. Acerca de la distincin entre algo y alguien, EUNSA, Pamplona 2000, pp. 227-236.