Caractersticas del hombre adulto maduro.

Un estudio con alumnos

universitarios de la carrera de psicologa

Dr. Jos Eduardo Moreno

rea de Investigacin. Facultad Teresa de vila
Pontificia Universidad Catlica Argentina. Sede Paran

Resumen
En este trabajo se presentan los resultados de una investigacin con estudiantes de
psicologa acerca de las caractersticas del hombre adulto maduro. Las nociones de
adultez y madurez son consideradas como nociones claves para el desempeo en
los profesionales de salud mental. Para ello se administr un cuestionario a 116
alumnos que cursaban el 2 ao de la carrera de psicologa. Los resultados
muestran una importante coincidencia con las caractersticas de adulto maduro
propuestas por los autores clsicos en psicologa del desarrollo, enfatizando el ser
responsable, la estabilidad emocional y econmica y la formacin de una familia
como las caractersticas ms significativas. Valoran en menor medida las
caractersticas ms racionales como ser reflexivo, crtico. Las nociones de intimidad
e interioridad fueron poco valoradas, aunque de algn modo estn implicitas en
algunas categoras que mencionaron.

Introduccin

El objetivo de este trabajo es presentar el perfil de hombre adulto que ha

alcanzado la madurez que tienen los estudiantes de psicologa. Existen estudios
sobre el perfil de valores que poseen los estudiantes de las diversas carreras, pero
en los profesionales de la salud mental consideramos de gran importancia el evaluar
cul es el modelo de perfeccin humana a ser alcanzado en cada etapa del ciclo
vital, especialmente en el perodo de la adultez, momento cumbre del desarrollo.
Adultez y Madurez
El hombre, a diferencia de los animales, no solamente vive sino que dirige su
vida, la orienta por un determinado camino. De este modo, logra la madurez
personal gradualmente cuando orienta su vida hacia aquel fin que asume como el
sentido de su existencia, a partir de la aceptacin consciente de sus lmites y de sus
disposiciones. Es propio de la naturaleza del hombre que no slo experimente
cambios, sino que cambie l mismo desde s. La maduracin del hombre implica un
devenir para ser (1).
Por eso una cuestin central de la psicologa evolutiva consiste en responder
a la pregunta cmo es la personalidad madura? Gordon Allport dice que "al afirmar
de una persona que es mentalmente sana, normal y madura debemos saber qu
son la salud, la normalidad y la madurez. La psicologa por s sola no puede
decrnoslo. Est implicado hasta cierto punto el juicio tico ( 2).
El concepto de madurez est tomado de la observacin de la naturaleza y
hace referencia a la evolucin que llega al fin previsto; ya que madurar supone un

1
Griffa, M. C. & Moreno, J. E. (1999). Claves para una psicologa del desarrollo.
Lugar Editorial, Buenos Aires.
2
Allport, G. (1970). Psicologa de la personalidad. Editorial Paids, Buenos Aires,
pgina 329.
 2

progresar paulatino hacia una meta. Semnticamente ( 3), el trmino madurez

designa a la sazn que alcanzan los frutos en determinada ocasin, es decir, en un
tiempo oportuno; asimismo, dicho trmino alude al buen juicio o prudencia, a la
sensatez propios de una persona que ha alcanzado su plenitud vital y no ha llegado
a la vejez. Leopoldo Prohaska (4), analizando la etimologa de la palabra madurez,
nos dice que la voz latina "maturus" proviene de "mane", es decir "por la maana
temprano"; el que se levanta temprano para ejecutar algo, el que est preparado
para todo lo que pueda venir. La voz "maturum" hace referencia a lo que ha llegado
a un punto del que podemos beneficiarnos. Este autor adems afirma que:
"maduracin es ms que evolucin. En la evolucin se desarrollan las disposiciones
que la naturaleza ha otorgado al ser sometido a la ley de crecimiento. La meta de
una pedagoga de la evolucin es el perfeccionamiento funcional de la estructura de
las disposiciones. Los lmites de las disposiciones son al mismo tiempo los lmites de
dicha pedagoga. (...) La pedagoga de la maduracin va ms all de estos lmites.
Un hombre con excelentes disposiciones puede, a pesar de una formacin acertada
y del desarrollo funcional de sus aptitudes, alcanzar una madurez humanamente
inferior y, viceversa, un hombre con cualidades menores y ms limitadas puede
lograr una madurez humana ms alta. Las aptitudes otorgadas por la naturaleza no
se identifican con las posibilidades de la madurez" ( 5).
Cada etapa del ciclo vital manifiesta una imagen propia, cada una expresa un
significado, cada una supone un grado de madurez y logros especficos. Todo
hombre ha de realizarse en cada una de las etapas de su vida para realizarse en la
vida. De este modo, todo sujeto debe vivir en su edad, asentarse en su edad, pero
no detenerse en su edad, es decir, se sigue madurando hasta la muerte.
Complementariamente con lo anteriormente analizado, L. Prohaska en el
texto mencionado, afirma que toda la vida aparece como un proceso nico de
maduracin. El proceso total de la madurez es un caminar hacia la ltima etapa,
hasta alcanzar aquel valor que se logra en la ancianidad: la sabidura. Por lo tanto,
podemos concluir que hay una perfeccin y una madurez propia de cada edad y al
mismo tiempo una direccin de perfeccin o madurez creciente que finaliza slo con
la muerte.
En un misma lnea de pensamiento, C. Pedrosa ( 6) enfatiza que la madurez
que supone la personalidad slo se puede alcanzar en la edad adulta. Para este
autor las notas fundamentales de dicha madurez adulta son:
1) armona de las funciones que suponen el autogobierno propio;
2) visin global objetiva del mundo. Supone tanto la experiencia vital como el
salir de s mismo, as como tambin la inclusin de la muerte en el plan de
vida;
3) mayor aceptacin de las limitaciones y posibilidades tanto de la realidad
externa como interna;
4) plena asuncin de las responsabilidades vitales, tanto personales como
familiares y sociales;
5) independencia y espontaneidad en el pensar y en el actuar;
3
Real Academia espaola (1996). Diccionario de la Lengua Espaola. Espasa-
Calpe, Madrid.
4
Prohaska, L. (1973) El proceso de la maduracin en el hombre. Fundamentos de
una pedagoga. Editorial Herder, Barcelona, pgina 22.
5
Prohaska, L. (1973). El proceso de la maduracin en el hombre. Fundamentos de
una pedagoga. Editorial Herder, Barcelona, pgina 10.
6
Pedrosa, L. (1976). La psicologa evolutiva. Editorial Marova, Madrid.
 3

6) confianza en s mismo y serenidad.

Javier Garrido (7) distingue 7 criterios o dimensiones de la madurez en el
hombre adulto partiendo de una perspectiva psicolgica, para adentrarse
progresivamente en las cuestiones existenciales y espirituales; a saber:
1) Una personalidad madura combina la conciencia de autoestima y,
simultneamente, de limitacin. La persona adulta madura es responsable, se
hace cargo de los problemas, sin caer en el voluntarismo. Supone una
confianza bsica en s mismo que permite al sujeto afrontar la vida, tanto el
gozar como el sufrir.
2) La madurez supone un proceso de identidad personal. No basta el
adquirir hbitos psicolgicamente sanos, es necesario aprender a obrar desde
un centro personal, a tomar actitudes ante la existencia, a tomar la vida con
las propias manos. Los modelos de identificacin caractersticos de la
adolescencia dan paso a una identidad completada, al decir de Erikson, a
obrar desde la conciencia de la unicidad personal.
3) La madurez adulta supone un proyecto coherente de vida, saber lo que
se quiere, tener una cosmovisin que ha elaborado a partir de sus decisiones
en el curso de su vida.
4) Una personalidad madura equilibra, sin mayores tensiones, la
afectividad y la razn. Frente a las situaciones que afronta puede lograr el
distanciamiento necesario para ser objetivo y obrar con autonoma. Pero
tambin es capaz de involucrarse, comprometerse, acercarse afectivamente y
actuar.
5) El adulto maduro es capaz de mostrarse tal cual es, no oculta lo que
piensa y siente, tanto sus aspectos personales buenos como malos. Supone
estar en orden consigo mismo, no estar desdoblado.
6) Integra la sexualidad, sta se ajusta a su cuerpo de hombre o mujer.
7) Logra la unidad de sentido entre las diversas etapas de la vida
transcurridas.
Erik H. Erikson consider a la construcin de la identidad como la principal
tarea de la adolescencia. En la juventud y la adultez joven la problemtica central es
el logro de la intimidad; si esta fracasa el sujeto cae en el aislamiento. Es decir, el
adulto joven posee ya una identidad personal definida y preparada para el vnculo de
intimidad con los otros.
Segn este autor la intimidad supone "la capacidad de entregarse a
afiliaciones y asociaciones concretas y de desarrollar la fuerza tica necesaria para
cumplir con tales compromisos, aun cuando stos pueden exigir sacrificios
significativos" (8).
EI adulto joven est capacitado para enfrentar los temores a la prdida yoica
propios de situaciones que exigen el autoabandono como movimiento exttico
(estado psquico de admiracin y de apertura al otro) y de entrega, como por
ejemplo, la solidaridad entre amigos, la unin sexual, la intimidad de la pareja. Los
temores extremos a la prdida yoica en tales experiencias lo conducen al
aislamiento, al distanciamiento interpersonal. La posibilidad de establecer una
relacin de intimidad marca el final de la adolescencia a nivel psicolgico y desde all
se desarrolla la juventud y la adultez.
7
Garrido, J. (1997). Adulto y cristiano. Crisis de realismo y madurez cristiana.
Editorial Sal Terrae, Bilbao.
8
Erikson, E.H. (1983) Infancia y sociedad. Ediciones Horm, Buenos Aires, pgina
237.
 4

E. H. Erikson, cuando considera este estadio de la adultez, afirma que el logro

caracterstico de esta etapa reside en alcanzar la generatividad; si el sujeto fracasa
en esta tarea se enfrenta con el estancamiento.
La generatividad consiste en la preocupacin por orientar a las nuevas
generaciones, incluye a las nociones de productividad y creatividad. El hombre
precisa ser valorado, precisa el aliento de aquello que ha producido. En este sentido
es muy importante la postura de Erikson en relacin a la dependencia de los nios y
la supuesta independencia de los adultos, considera que sera mejor hablar de la
autonoma y de la interdependencia adulta. Al respecto nos dice que: "la insistencia
muy de moda hoy da, en dramatizar la dependencia con respecto a los adultos a
menudo nos hace pasar por alto la dependencia que la generacin ms vieja tiene
con respecto a la ms joven" (9)
El tener hijos no alcanza para obtener la generatividad, pues la paternidad
no es sinnimo de la generatividad y, a su vez, esta ltima no se agota en ella.
Erikson propone el estancamiento como el fracaso de la generatividad. As, la
capacidad de entregarse en el encuentro con el otro, por ejemplo, en la pareja
matrimonial en que se encuentran dos cuerpos y dos personalidades, lleva a una
gratificante expansin gradual de los intereses del yo. Pero, si este enriquecimiento
de la vida interior faltara, los miembros de la pareja tienden a buscar
compulsivamente una pseudointimidad y una pseudoidentidad y as se dirigen hacia
el estancamiento.
Erikson considera que la madurez se alcanza si la persona, en alguna forma,
cuida de cosas y de otras personas; o bien, si ha logrado adaptarse a los triunfos y
desilusiones propias del ser generador de otros seres humanos; o si ha generado
productos e ideas, es decir, huellas que testimonian su paso por el mundo.
En este trabajo nos propusimos estudiar en que medida coinciden o se
distancian los estudiantes de psicologa de la provincia de Entre Ros del ideal de
adulto maduro propuesto por los autores clsicos de la psicologa del desarrollo.
Este ideal en los futuros profesionales de la salud mental es de gran relevancia por
el rol orientador y psicoteraputico que desempean.

Metodologa

Sujetos
La muestra, de carcter no probalstico intencional, comprendi a 116
estudiantes de psicologa (varones y mujeres) de dos universidades privadas
confesionales de Entre Ros. Se administraron las pruebas a la totalidad de los
alumnos de 2 ao, previamente al haber cursado la asignatura de psicologa del
desarrollo de la vida adulta.
Instrumento
Se utiliz un cuestionario en el que se realiza una pregunta abierta acerca de
cules son, segn la opinin del encuestado, las caractersticas del hombre adulto
maduro; pudiendo dar mltiples respuestas. Se administr grupalmente en el aula de
cada curso y la toma fue voluntaria y annima.

Resultados y discusin

A partir de las respuestas de cada alumno se construyeron categoras para

agrupar la diversidad de dichas respuestas. Posteriormente se obtuvieron las
9
Erikson, E.H. (1983) Infancia y sociedad. Edicin Horm, Buenos Aires, pgina 240.
 5

frecuencias y los porcentajes para cada categora. En la tabla 1 se pueden observar

los resultados, es decir las frecuencias y porcentajes de las categoras de las
caractersticas del hombre adulto maduro; las mismas estn ordenadas de mayor a
menor segn el porcentaje de alumnos que la mencion en su respuesta al
cuestionario.
Las respuestas se agruparon en 31 categoras y se obtuvo un promedio de
4,05 respuestas por sujeto.
Slo dos caractersticas son mencionadas por ms del 50% de los alumnos,
el ser responsable y la Independencia, autonoma, estabilidad y equilibrio
emocional.
El hacerse cargo de las situaciones que se presentan, de los problemas, el
ser responsable, es la caracterstica que obtuvo mayor porcentaje.
Cuando mencionan el ser responsable muchos alumnos hacen referencia a lo
social, a que al adulto le preocupa la sociedad en que vive, los otros. Algunos
relacionan el ser responsables con el el logro de un orden interior. No existe
responsabilidad sin que los sujetos experimenten la propia toma de actitud y los
propios actos como producto de su iniciativa. La responsabilidad supone la plenitud
de la autoconciencia y de la autoposesin.
Para Romano Guardini el joven despus de pasar la crisis de la experiencia
arriva a la fase del hombre responsable el cual ha descubierto lo que se llama poder
estar y persistir y se ha decidido a realizarlo. () se desarrolla eso que se llama
carcter: la consolidacin interior de la persona. No es fijeza ni endurecimiento de
los puntos de vista y de las actitudes, ms bien consiste en la convergencia del
pensamiento viviente, del sentir y el querer, con el propio ncleo espiritual ( 10).
Pedrosa seala como caracterstico del adulto la armona de las funciones
que suponen el autogobierno propio, en ese sentido los alumnos jerarquizan en
segundo lugar a la categora Independencia, autonoma, estabilidad y equilibrio
emocional. Es decir que hacen referencia a los mecanismos de autorregulacin
emocional que permiten obrar con independencia, libremente. Para los alumnos lo
central de la adultez radicara en el logro de un orden interior que posibilita el
hacerse cargo responsablemente de los desafos y problemas que se le presentan.
Matrimonio, familia y trabajo son caractersticas que ocupan los siguientes
rangos de jerarqua.
Los alumnos valoran en menor medida las caractersticas ms racionales
como ser reflexivo, crtico. Lo afectivo y lo social parece prevalecer sobre lo racional
en el ideal de adulto maduro que expresan.
La identidad completada y la intimidad no parecen ser tan valoradas como las
mencionan en sus obras autores clsicos como Erikson.
Para Erik H. Erikson11 el desarrollo de la identidad personal es un proceso
lento y gradual, que comienza en la concepcin. Implica un conocimiento de s
mismo, de modo que el sujeto es conciente, hasta cierto grado de l y de sus
posibilidades; pero lo ms propio e ntimo de su persona es desconocido para l y
slo se va develando con el tiempo, en el devenir de los ciclos vitales. Dicho autor
Tabla 1. Caractersticas del Hombre Adulto Maduro. Frecuencias y porcentajes

Caractersticas f %
1 Ser responsable 62 53,4
10
Guardini, R. (1983). La aceptacin de s mismo y las edades de la vida. Ediciones
Cristiandad, Madrid, pgina 82.
11
Erikson E. H. (1966) Infancia y sociedad. Ediciones Horm, Buenos Aires.
 6

2 Independencia, autonoma, estabilidad y equilibrio

60 51,7
emocional
3 Independencia y estabilidad econmica, trabajo
54 46,5
remunerado
4 Bsqueda y formacin de una pareja estable y de una
44 37,9
familia
5 Capacidad y experiencia para enfrentar situaciones,
33 28,4
sabidura
6 Ser reflexivo, razonar, pensar antes de actuar, ser objetivo
26 22,4
y critico
7 Seguro de s mismo, dueo de sus decisiones 25 21,5
8 Tener un proyecto de vida, una escala de valores, objetivos
24 20,6
e ideales
9 Capaz de mantener una familia 15 12,9
10 Insercin social , compromiso social 15 12,9
11 Respeto y adaptacin a las normas sociales 12 10,3
12 Independencia de los padres 12 10,3
13 Visin de futuro. Prevenir los conflictos y medir las
11 9,4
consecuencias
14 Identidad y personalidad definida, tener definido quien sos 11 9,4
15 Capacidad para el desempeo de los roles paternos y
11 9,4
maternos
16 Tener en cuenta al otro, cuidado del otro 10 8,6
17 Activo, laborioso, productivo 9 7,7
18 Plenitud de las funciones psquicas 8 6,8
19 Conocer sus posibilidades, aceptar sus limitaciones y las
7 6,0
del mundo
20 Ser asertivo, hacerse respetar 4 3,4
21 Mayor conciencia y valoracin del tiempo 3 2,5
22 Visin ms realista de la muerte, superacin 3 2,5
23 Capacidad de dialogar 2 1,7
24 Intimidad personal y sexual 2 1,7
25 No dejarse llevar por los dems 1 0,8
26 Pasaje del entusiasmo a la obligacin 1 0,8
27 Autorrealizarse 1 0,8
28 Serenidad 1 0,8
29 Poseer una perspectiva global, integral 1 0,8
30 Ser comprensivo 1 0,8
31 Renunciar a los sueos infantiles y adolescentes 1 0,8

denomina integridad a la mismidad y continuidad que el hombre persigue durante

todo su ciclo vital. Para este autor el proceso de la identidad consiste en una
configuracin gradual que integra las cualidades heredadas, las necesidades
pulsionales, las habilidades y capacidades, las significaciones representativas, las
defensas y sublimaciones eficaces y los roles consistentes, que se establecen desde
la infancia mediante sucesivas sntesis del yo. La identidad hace referencia a la
consistencia que caracteriza a un individuo a pesar de los cambios que ocurren en el
tiempo, a medida que avanza por los diferentes roles que desempea en su vida.
Solamente el 9,4% hace referencia a la identidad definida como condicin del
 7

ser adulto, ocupando el rango 14.

Llama la atencin que slo dos alumnos (1,7%) hacen referencia a la
intimidad como un aspecto central del adulto.
En el nivel de la intimidad tpico del adulto ya no prima la tarea, ni el sistema
de normas en el encuentro con el otro, sino la apertura personal al conocimiento
mutuo en profundidad. La construccin de la relacin descansa en la creatividad de
ambos sujetos. El cdigo de normas sociales internalizado sirve como marco general
en el comienzo de la relacin, pero luego se ve uno inmerso en la necesidad de
cuestionar determinadas pautas o de crear otras. En la relacin de intimidad
permanentemente se discuten y modifican las normas que regulan el vnculo, as por
ejemplo, aquello que en un comienzo era prohibido y evitado puede ser luego
admitido, o incluso, volverse habitual. En los momentos iniciales de la relacin de
pareja o de amistad es esperable cierto grado de formalidad y de distancia afectiva;
pero con el progreso del vnculo esa modalidad de trato puede ser interpretada como
un "congelamiento" de la relacin.
La intimidad supone tanto un permanente pensar y redefinir el vnculo entre
ambos, como grados de compromiso personal y de responsabilidad en el mismo. La
mayor parte de los primeros tiempos de la relacin es dedicada a hablar de la
misma, a conocerse y a cambiar las pautas que regulan el vnculo; as se
cuestionan: "somos amigos?", "somos novios?", o, "somos compaeros?" La
tarea y las normas se flexibilizan en funcin de ir mutuamente develando sus
personalidades.
Una verdadera intimidad con el otro slo es posible cuando el sujeto ha
constituido ese ncleo de interioridad desde el cual acta y al cual todo est referido,
y cuando la identidad est suficientemente consolidada. Es decir, la capacidad de
intimidad slo puede desarrollarse en la medida en que el sujeto haya alcanzado
cierto grado de seguridad y valoracin de s mismo, de integracin y de autonoma. A
nivel psicosocial la intimidad supone cierto grado de interpenetracin con el otro sin
que haya disolucin de las respectivas identidades. La experiencia de intimidad,
para quienes no han desarrollado su personalidad normalmente, les puede resultar
angustiosa o peligrosa. Entonces, se ven obligados a establecer relaciones
estereotipadas con los dems y esto los sume en un profundo aislamiento.
El vnculo de intimidad es una relacin de amor en la que predomina la
preocupacin por el otro, se est atento a las necesidades del otro. Supone buscar a
alguien que lo complete y que uno a su vez pueda llegar a completar, logrando as la
plenitud personal en la apertura y en la entrega al otro.
Las nociones de intimidad e interioridad fueron poco valoradas, aunque de
algn modo estn implicitas en algunas categoras que mencionaron.
Concluyendo, el perfil de caractersticas del hombre adulto maduro de los
estudiantes coincide en gran medida con el de los autores clsicos de la psicologa
del desarrollo, si bien la jerarquizacin de algunas caracterticas es diferente.
Prevalecen las caractersticas afectivas y sociales sobre las racionales.
La interioridad y la intimidad no est presente explcitamente.