El Zorro y El Chingolo

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El zorro y el chingolo

El chingolo es un pajarito que canta muy bien, y dicen que, con su charla, puede convencer al ms vivo. Cuentan que
una vez andaba a los saltitos por el suelo, cuando oy: Buj- buj. Mir para todos lados y vio una paloma torcaza,
que acomodaba huevos en un nido, entre las races de un rbol. Lloraba un poco, se secaba una lgrima, acomodaba un
palito, suspiraba y lloraba: Buj buj!
l se acerc y le dijo, muy intrigado:
-Buen da, doa, por qu pone los huevos en el suelo? Se los van a robar!
-Por eso lloro, don chingolo.
-Y por qu no anida en una rama alta, como siempre?
-Son rdenes del Gobierno! Si no hago as, me meten presa en una jaula.
- Y quin le ha dicho eso?
-Sali en el diario de ayer.
-Cmo! Ahora usted compra el diario?
-No, pero me lo ley el zorro.
-Ay! No ve que son mentiras? Se ri el chingolo-. El zorro lo que quiere es tener a mano los huevitos para
comrselos!
Ah noms la paloma subi el nido y los huevos hasta una rama alta. Al otro da, vino el zorro y empez a revisar el
suelo. Miraba, y olfateaba, y nada. Levant la cabeza y vio a la torcaza en la rama.
-Pero cmo!- exclam Todava est ah? Mire que la van a meter presa, eh!
-Sinvergenza! Mentiroso! No hay ninguna orden del gobierno!
-Pero no Quin se lo dijo?- quiso saber el zorro.
-El chingolo.
El zorro se fue, fastidiado y con hambre, mientras pensaba: Qu metido, ese chingolo! A l qu le importa?
Y decidi vengarse. Esa tarde, a la hora de la siesta, se escondi cerca de un charco donde el chingolo siempre se
baaba. Al rato lo vio llegar, meterse en el agita y sacudirse muy contento. El zorro dio un salto y zas! lo atrap.
-Te agarr! Y ahora me voy a sacar el hambre con vos.
-Estoy muy flaquito, no vale la pena- le contest el pjaro.
-Algo es algo- dijo el zorro-. Si no te hubieras metido en lo que no te importa, ahora ya no tendra hambre.
-Tienes razn. Y para compensarlo, antes de que me coma lo voy a llevar a un lugar lleno de perdices gordas.
-Perdices? Gordas?- se interes el otro.
-Tan gordas, que ni caminar pueden, Sultame, que yo vuelo y lo guo.
-Ah, s! dijo el zorro-. Si te suelto, no te agarro ms. Mejor te llevo en la boca. Te dejo sacar la cabeza para que mires y
vos me mostrs el camino.
Y as fue. Se meti en la boca al chingolito, que asomaba la cabeza entre los dientes y le iba diciendo: Por all, Por
ac. En eso, pasaron unos hombres y vieron al zorro, con la boca fruncida para que no se escapara el chingolo. Les dio
risa y le gritaron:
-Che! Ests aprendiendo a silbar?
El zorro no contest, y el chingolo le dijo:
-No se deje tomar el pelo. Contsteles!
Los hombres siguieron:
-qu, vas a un concurso de tomadores de mate?
El pajarito insisti:
-Dgales algo! No se quede callado.
Pero el zorro nada. Los hombres le gritaron:
-Ands practicando para dar besos?
El chingolo dijo:
-Cmo lo cargan! Todo el mundo se est riendo de usted.
Entonces, el zorro abri la boca y empez a gritar:
-Djense de! y ah no ms el chingolo sali volando.
Desde entonces, el zorro siempre repite este refrn: En boca cerrada no entran moscas, y no salen chingolos

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