Neuronas Espejo

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NEUROCIENCIA APLICADA A LA ORGANIZACIN

SONRISA Y NEURONAS ESPEJO

Dr. Nstor Braidot


Lic. Sergio Lotauro
Lic. Andrea Alvarez Delvenne
A medida que la investigacin neurocientfica avanza, se acumula evidencia a favor
de un nmero cada vez mayor de neuronas espejo especializadas en reflejar conductas muy
puntuales y especficas.

Por ejemplo, todos conocemos bien esa cualidad irresistiblemente contagiosa que
posee el bostezo.

El bostezo es una conducta que en


apariencia no reviste ningn propsito, pero que
en realidad se ha modelado evolutivamente y que
tiene por objetivo contribuir a la supervivencia del
organismo. El bostezo es tan contagioso que es
suficiente que una sola persona dentro de un
grupo humano cualquiera (por ejemplo, la gente
que comparte la sala de espera de un dentista, una junta de directivos de una empresa, etc)
deje escapar un indisimulado bostezo para que se esparza rpidamente como un virus por
toda la habitacin. Un individuo bosteza y los dems lo siguen en una especie de efecto
domin imparable.

Mas an, tan contagioso es el bostezo que es probable que ahora mismo usted no
pueda evitar bostezar despus de haber ledo tantas veces la palabra bostezo.

Por qu tenemos en el cerebro neuronas especializadas en espejar una conducta en


apariencia insignificante como es el bostezar?

Todo parece indicar que bostezar es un automatismo que dispara el cerebro sin que
nos lo propongamos con el fin de tomar una buena bocanada de aire que permita llevar una
cantidad mayor de oxgeno al cerebro. Ahora bien, imagine a una familia habitando un
lugar cerrado con poca ventilacin y en donde empieza a escasear el oxgeno. El bostezo de
un solo miembro de esta familia puede disparar una cascada de bostezos que acten como
seal de alarma, que lleve a tomar conciencia de la situacin de peligro y en consecuencia a
aumentar notablemente la probabilidad de supervivencia del grupo.

Pero as como poseemos neuronas espejo


que nos ayudan a sobrevivir, la naturaleza nos ha
dotado tambin de neuronas espejo que nos
incitan a relacionarnos de manera positiva con los
dems, en tanto la sociabilidad tambin constituye
una enorme ventaja y es en buena medida lo que
nos ha permitido como evolucionar como especie.

As como todos sabemos que una cualidad casi definitoria del bostezo es la facilidad
con que se propaga, tambin sabemos que la sonrisa y especialmente la risa pueden llegar a
ser absolutamente contagiosas. Y esto se torna evidente cuando, por ejemplo, tenemos la
oportunidad de ver una pelcula cmica. Por razones que en breve analizaremos, una
comedia resulta mucho mas divertida cuando la vemos en un cine colmado de gente, en
comparacin a cuando la vemos solos, cmodamente sentados frente al televisor en el
living de nuestra casa.

Dentro de una sala de cine, una carcajada o una situacin graciosa pueden disparar
la risa entre los espectadores como un reguero de plvora. Estas circunstancias, desde
luego, fomentan a su vez una sensacin de unin o cohesin entre los miembros del grupo,
ya que los mismos quedan emparejados, se desdibuja la individualidad y se constituye una
nica unidad, donde el conjunto pasa a funcionar como un todo.
Cualquier situacin teida ms o menos de cierta comicidad nos parece mucho ms
divertida cuando hay gente riendo a nuestro alrededor. Esta especie de axioma, producto de
nuestro cerebro tambin es vlido para la sonrisa.

La sonrisa es particularmente contagiosa y ensear a sonrer con ms o menos


autenticidad debe ser parte del entrenamiento y capacitacin de todo aquel que deba
trabajar en relaciones pblicas, ventas, atencin al cliente, turismo,
hotelera, etc.

Cuando alguien nos sonre, nuestras neuronas espejo nos incitan


con fuerza tambin a sonrer. La dinmica parece sencilla, pero se trata
en realidad de un proceso mediado por la participacin de ciertas reas cerebrales, circuitos
neurales y hormonas.

El sistema lmbico es una


estructura cerebral que engloba zonas
de la corteza y algunos ncleos
subcorticales, y una de sus principales
funciones es regular el
comportamiento emocional. El sistema
lmbico est conformado por el cngulo
anterior, el hipocampo, la amgdala,
parte de los ncleos basales y el
sptum. Particularmente sta ltima regin ha evolucionado progresivamente a los fines de
la consecucin del placer.
Cuando experimentemos placer, el sptum enva una orden para que se liberen en el
cerebro una serie de hormonas llamadas endorfinas, que en esencia son molculas que
actan en el organismo como un analgsico natural, ya que tiene una composicin qumica
similar a la de la morfina, por lo que produce un efecto sedante sobre el cuerpo y revitaliza
el sistema inmunolgico. He aqu la explicacin de porque las personas con facilidad para
la sonrisa y la risa, son mas felices, tienen mas amigos, poseen mejor salud y una
expectativa de vida superior en comparacin a aquellas de personalidad depresiva o con
una marcada tendencia al enojo y el pesimismo.

Las endorfinas inhiben el dolor, maximizan la sensacin de placer y promueven un


estado de bienestar general. Volviendo al ejemplo anterior, cuando realizamos una
actividad gratificante como ver una pelcula cmica en el cine, estamos estimulando al
cerebro para que produzca endorfinas, proceso mediado por el sptum. A su vez, las
endorfinas al invadir el organismo desencadenan un estado de plenitud que nos llena de
alegra y gozo.

Son varias las actividades que gatillan la produccin de endorfinas, entre ellas:

El ejercicio fsico provoca un aumento de la cantidad de


endorfinas presentes en sangre, lo que contrarresta la fatiga y
produce una sensacin de vitalidad.

Las caricias, besos y abrazos promueven la produccin de


endorfinas. Esta es la razn por la cual nos relajamos y
quedamos dormidos despus de mantener relaciones sexuales o
cuando alguien nos acaricia las mejillas o el pelo durante un
tiempo ms o menos prolongado.
El contacto con la naturaleza. El aire de campo, la playa o la
montaa.

La practica regular de la relajacin, el yoga o cualquier otra a


actividad afn.

Los masajes provocan grandes descargas de bienestar, ya que las


terminaciones nerviosas en cuello, espalda y piernas trasmiten el
roce de las manos sobre la piel hasta el cerebro, activando la
secrecin de endorfinas

La msica clsica asimismo libera endorfinas, consiguiendo una


disminucin de la frecuencia cardiaca y respiratoria as como
una importante relajacin muscular.

La risa tiene una notoria influencia sobre la qumica del cerebro


y del sistema inmunolgico, por eso es la mayor y mejor fuente
de endorfinas. Slo es necesario esbozar una leve sonrisa para
que el sptum comience a segregar una abundante cantidad de
endorfinas.

De todas estas actividades, la ltima resulta de particular inters para nosotros. Un


dato an mas sorprendente da cuenta que no solo cuando nos remos liberamos endorfinas,
sino tambin cuando sonremos.

Si unimos estos conocimiento sobre las endorfinas al hallazgo sobre las neuronas
espejo obtendremos una comprensin cabal sobre el sustrato qumico y biolgico que
explica algo que los seres humanos conocemos por simple experiencia y en lo que
coincidimos; todas aquellas personas que tienen por costumbre obsequiarnos una sonrisa de
manera mas o menos asidua, nos parecen mas agradables, simpticas, nos caen mejor y
tendemos a identificarnos con ellas.

Como dato adicional, debe sealarse que generalmente la agradabilidad es


decodificada o interpretada por los seres humanos como sinnimo de bondad. Es decir,
las personas simpticas, tambin son personas buenas.

Veamos ahora como funciona esta dinmica en una interaccin social cualquiera.
Tenemos dos personas, la primera es un mdico clnico que ofrece sus servicios en su
consultorio privado; la segunda es una mujer que concurre a verlo preocupada por una
dolencia fsica. Tan pronto como la paciente cruza el umbral del consultorio, el mdico la
recibe con una generosa sonrisa y luego, mientras se desarrolla la entrevista, se dirige a ella
mirndola a los ojos, gesticulando, asintiendo con la cabeza y ocasionalmente dedicndole
una sonrisa.

Las neuronas espejo de la paciente, especializadas en decodificar sonrisas, captan el


estmulo, se activan y pronto la mujer se encuentra sonriendo tambin, de manera
automtica, reflejando a su interlocutor. El sptum rpidamente entra en accin y libera
endorfinas, cuyas propiedades analgsicas no slo alivian en un instante la dolencia que
llev a la mujer a la consulta, sino que adems equilibra su estado anmico y le trasmite en
general una sensacin de profundo bienestar.

Pero este proceso, instantneo y casi mgico, no termina all. La paciente, que ahora
se siente mejor moviliza rpidamente sus recursos intelectuales para encontrar una
explicacin a su sorpresivo buen humor; despus de todo, no ha ledo este captulo y
desconoce que son las endorfinas y como actan en su cuerpo. Con sus ojos, releva
fugazmente el ambiente y all est l, su doctor, parado delante de ella y hablando y
sonriendo. La conclusin es obvia, ya que solo ellos estn en el consultorio: Pero que
hombre tan agradable, su sola presencia ya es tranquilizadora, me hace sentir mejor, se lo
voy a recomendar a mis amigas

La mujer se retira del consultorio, agradecida y confiada, absolutamente convencida


de la pericia profesional del mdico, independientemente de lo acertado de su diagnstico o
no.

Dicho sea de paso, en EE.UU, la avalancha de juicios anuales por mala praxis en
medicina, recae casi invariablemente sobre aquellos profesionales que presentan las
mayores dificultades para espejar a sus pacientes, y solo en un muy pequeo nmero de
casos, sobre aquellos mdicos que verdaderamente han cometido negligencia.

En palabras de Allan y Barbara Pease (2006): Cuando vemos a una persona


sonrer, el impulso pasa a travs de la parte del cerebro que procesa las emociones, lo que
hace que los msculos de la boca se muevan, las mejillas se eleven, los ojos se entrecierren
y suban, y las cejas se hundan levemente.

Son numerosos los estudios que han comprobado la existencia de neuronas espejo
que ejercen un control directo sobre los msculos faciales que intervienen en la sonrisa. En
una de estas investigaciones, se les mostr a un grupo de voluntarios una serie de
fotografas de rostros humanos que exhiban tanto expresiones de felicidad como de enojo.
A un grupo de participantes en el experimento se les pidi que imitaran las caras que
estaban viendo, por ejemplo, si la persona de la foto sonrea, entonces tambin deban
sonrer. A otro grupo, se le pidi exactamente lo contrario: si vean una sonrisa, deban
poner cara de enojados, y si vean un rostro con el ceo fruncido, entonces deban sonrer.
Mientras esto ocurra, delicados receptores colocados en los msculos faciales de los
participantes recogan seales elctricas que eran enviadas a una computadora. Los
resultados demostraron que mientras que a los participantes del primer grupo les resultaba
sencillo reflejar una expresin facial congruente con la cara que estaban viendo, los
miembros del segundo grupo presentaban dificultades cuando voluntariamente deban
esbozar una sonrisa ante una cara enfadada y viceversa, cuando deban mostrarse enojados
ante una cara sonriente. Una prueba clara del poder de las neuronas espejo, que
inconscientemente intentaban reflejar la expresin que estaban viendo, ms all de la
voluntad conciente de la persona.

En este sentido, Allan y Barbara Pease, quienes por aos han estudiado los procesos
de venta y negociacin, recomiendan la prctica de la sonrisa como rutina en la
capacitacin de vendedores y todas aquellas personas que trabajen en permanente
interaccin cara a cara con otras personas, ya que la sonrisa influye directamente en las
actitudes de los dems y sus respuestas

Ahora contamos con una explicacin neurocientfica que corrobora algo que todos
siempre supimos intuitivamente: aadir humor o sonrisas a la publicidad funciona muy bien
en tanto predispone receptivamente al consumidor con respecto al producto o servicio que
se le ofrece. En este mismo sentido, lo contrario tambin es verdad: una expresin facial
con la comisura de los labios hacia abajo trasmite emociones de connotacin negativa como
tristeza, enojo o preocupacin, que general un rechazo instintivo.

Recientemente ha aparecido en televisin un aviso publicitario que ejemplifica muy


bien este punto. Se trata de un anuncio de queso untable (Tholem) en el cual una modelo de
expresin suspicaz, mientras muestra a la cmara un pote del producto, le lanza al
espectador lo que se conoce como una mirada de poder.
Descripta originalmente por
etlogos, quienes las han observados
en primates, una mirada de poder
constituye un estmulo aversivo que
busca intimidar a quien la recibe. El
mecanismo es el siguiente: en posicin de medio perfil con respecto a la vctima, primero
se deben mover los ojos en direccin a ella, lo que se conoce como clavarle la mirada y
sostenerla por unos instantes dentro del tringulo enmarcado por los dos ojos y la frente, sin
pestaar; luego se sigue el movimiento de los ojos con la cabeza, pero sin mover los
hombros.

Las miradas de poder generan aprensin ya que estimulan directamente el sistema


lmbico y en particular la amgdala, la parte del cerebro emocional que procesa emociones
negativas como el enojo, la ira y el miedo. Asociar un producto o una marca a una mirada
de poder que recae sobre el eventual comprador no es una buena idea en tanto despierta un
rechazo instintivo difcil de resistir. Es el tipo de mirada que utilizan muchos animales
carnvoros, predadores que focalizan su objetivo antes de lanzarse sobre su presa.

Los ltimos descubrimientos de la neurociencia demuestran que la prctica regular


de la sonrisa refuerza el sistema inmunolgico, estabiliza el humor, aumenta la expectativa
de vida y es fuente de agradabilidad, generando aceptacin.

La sonrisa se encuentra genticamente predeterminada y es en esencia una seal de


sumisin y apaciguamiento cuya funcin es estrechar los vnculos entre las personas, por
medio de la atraccin y la receptividad, enmarcados dentro de una espiral de sentimientos
positivos en general. De ah su importancia vital en todo proceso de comunicacin humana.
BIBLIOGRAFA:
Allan y Barbara Peacen (2006). El lenguaje del cuerpo. Ed. Crculo de lectores

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