Aportes DSM 5
Aportes DSM 5
Aportes DSM 5
Introduccin
Los trastornos mentales son patrones de comportamiento de
significacin clnica que aparecen asociados a un malestar emocional o
fsico de la persona, a una discapacidad, al deterioro en el
funcionamiento cotidiano, a la prdida de libertad o incluso a un riesgo
significativamente
aumentado
de
implicarse
en
conductas
contraproducentes o de morir prematuramente.
Segn el estudio europeo dirigido por Wittchen et al. (2011), el 32.8%
de los europeos sufre un trastorno mental, pero solo un tercio de ellos
recibe tratamiento. Asimismo, segn un estudio reciente de este mismo
grupo en relacin con los costes (Olesen, Gustavsson, Svensson,
Wittchen, Jnsson et al., 2012), los trastornos mentales (ansiedad,
depresin, adicciones, trastornos de la infancia y adolescencia, etctera)
y neurolgicos (tumores cerebrales, migraas y cefaleas tensionales,
trastornos del sueo, enfermedad de Parkinson, demencias, etctera)
suponen uno de los mayores retos econmicos para la sanidad europea.
Por lo que a Espaa se refiere, segn la ltima Encuesta Nacional de
Salud del Ministerio de Sanidad (Instituto Nacional de Estadstica, 2006),
el 21.3% de la poblacin adulta (un 26.8% de las mujeres y un 15.6%
Cambios en el DSM-5
El DSM-5 est organizado en tres secciones. La Seccin I est dirigida a
proporcionar pautas para el uso clnico y forense del manual. La Seccin
II incluye los criterios y cdigos diagnsticos de los diferentes trastornos
(tabla 1) y, por ltimo, la Seccin III recoge medidas dimensionales para
la evaluacin de los sntomas, criterios sobre la formulacin cultural de
los trastornos y una propuesta alternativa sobre la conceptualizacin de
los trastornos de personalidad, as como una descripcin de las
condiciones clnicas que estn actualmente en estudio.
Tabla 1. Clasificacin de los trastornos recogidos en el DSM-5
mentales para que puedan ser identificados por los terapeutas y ser
comunicados a los profesionales con un lenguaje comn. En este sentido
el DSM-5, como sus antecesores, es ms un diccionario descriptivo que
un manual de psicopatologa.
Sin embargo, el diagnstico resultante del proceso de evaluacin
psicolgica debe ir ms all de la etiquetacin de los problemas. Es decir,
adems de responder a la pregunta de qu le pasa al paciente?, la
evaluacin debe responder a la pregunta de por qu le pasa esto al
paciente?, lo que requiere, por un lado, del anlisis topogrfico y, por
otro, del anlisis funcional de la conducta. La etiquetacin de los
problemas del paciente es solo un paso en el proceso teraputico.
Aun siendo el DSM el principal referente en la salud mental mundial, con
los aos y tras sucesivas revisiones se ha empezado a cuestionar
seriamente su validez, basada fundamentalmente en el consenso ms
que en las pruebas cientficas. El DSM-5 se entronca en el modelo
mdico categorial de enfermedad, que, en el caso de los trastornos
mentales, presenta muchas limitaciones en la prctica clnica. As, por
ejemplo, hay grupos de sntomas, relacionados especialmente con la
ansiedad y la depresin, que estn presentes en muchas categoras
diagnsticas. De hecho, los lmites entre las categoras diagnsticas son
mucho ms permeables de lo que figura en el texto. Un ejemplo es el
trastorno mixto de ansiedad y depresin, que no est incluido en el
manual y que, sin embargo, es uno de los trastornos con mayor tasa de
prevalencia en asistencia primaria (London School of Economics, 2006).
Asimismo muchos pacientes con un mismo diagnstico presentan perfiles
sintomticos muy variados, por lo que el establecimiento de un
diagnstico clnico no es siempre clarificador del tratamiento a seguir.
Es ms, la casi inexistencia de pacientes con un nico diagnstico puro
(la comorbilidad es la norma, no la excepcin), el recurso a los
diagnsticos no especificados, que pueden ser los ms frecuentes en
reas como los trastornos de la conducta alimentaria, los trastornos de
personalidad o los trastornos del espectro autista, o la falta de
tratamientos especficos para muchas categoras diagnsticas revela las
imprecisiones de este sistema clasificatorio (Echebura, Salaberra,
Corral y Polo-Lpez, 2010).
En concreto, hay nuevos trastornos diagnosticados en el DSM-5 que no
cuentan con un apoyo emprico slido y que pueden implicar una
medicalizacin de conductas normales, con el consiguiente riesgo de
Conclusiones
Contar con diagnsticos clnicos vlidos y fiables debera ser esencial
para predecir el curso del trastorno, enfocar adecuadamente el
tratamiento, evaluar los resultados de la terapia, calcular las tasas de
prevalencia de los diferentes trastornos mentales a efectos de planificar
los servicios asistenciales o identificar correctamente a los pacientes
para las investigaciones clnicas. Sin embargo, los diagnsticos clnicos
solo deben emplearse cuando estn basados en pruebas cientficas y
muestran una utilidad clnica (Frances, 2013; Kraemer, Kupfer, Clarke,
Narrow y Regier, 2012).
Las nosologas psiquitricas tienen diversas ventajas, como son facilitar
la comunicacin entre profesionales, utilizando un lenguaje comn, y
unificar los criterios de investigacin clnica en los diferentes pases. De
las dos clasificaciones ms difundidas (la CIE-10, de la Organizacin
Mundial de la Salud, y el DSM-5), cada vez ms prximas entre s en sus
ltimas ediciones, esta ltima es la ms influyente porque cuenta con el
respaldo de la poderosa Asociacin Americana de Psiquiatra y porque es
ms operativa (los criterios diagnsticos son concisos y explcitos) y
menos narrativa que la CIE-10. De este modo, los criterios diagnsticos
para la seleccin y evaluacin de los pacientes en los ensayos clnicos
publicados en las principales revistas estn basados en el DSM, lo que
supone una influencia directa para los investigadores clnicos. Por ello, va
a ser un referente (o incluso un vademcum) en la investigacin en
psiquiatra y psicologa clnica en los prximos aos (Nemeroff et al.,
2013).
Sin embargo, el abuso de los diagnsticos psiquitricos o la ampliacin
de categoras diagnsticas recogida en el DSM-5, as como el
requerimiento de umbrales diagnsticos menos exigentes para muchos
trastornos, puede traer consigo la psicopatologizacin de algunos
problemas de la vida cotidiana, la generacin de pacientes falsos
positivos, la estigmatizacin del paciente asociada a los diagnsticos
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