El Prestigio - Christopher Priest
El Prestigio - Christopher Priest
El Prestigio - Christopher Priest
La novela fue galardonada con Premio James Tait Black Memorial (categora
ficcin) en 1995 y el World Fantasy Award. Fue llevada al cine en 2006 en
una exitosa pelcula dirigida por Christopher Nolan (presentada en castellano
como El truco final).
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Christopher Priest
El prestigio
ePUB v1.1
LeoLuegoExisto 19.07.12
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Ttulo original: The Prestige
Christopher Priest, 1995
Traduccin: Franca Borsani, 2007
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Para Elizabeth y Simon
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Agradecimientos
El autor desea agradecer la ayuda otorgada por la Author's Foundation.
Desea dar las gracias tambin a John Wade, David Langford, Leigh Kennedy y a
los miembros de alt.magic.
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PRIMERA PARTE
Andrew Westley
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1
Comenz en un tren, atravesando Inglaterra hacia el norte, a pesar de que pronto
descubrira que la historia haba comenzado realmente haca ms de cien aos.
En aquel momento no saba nada; estaba trabajando en el reportaje de un
incidente en una secta religiosa. Sobre mi regazo yaca el abultado sobre que haba
recibido de mi padre esa maana, todava sin abrir, porque cuando pap llam para
decrmelo, mi mente estaba en otra parte. El portazo de la puerta de una habitacin,
mi novia dejndome.
S, pap le haba dicho, mientras Zelda pasaba como un tornado con una caja
llena de mis discos compactos. chala en el correo, y le dar un vistazo.
Despus de leer la edicin matutina del Chronicle, comprar un bocadillo y una
taza de caf instantneo del carrito de los refrigerios, abr el sobre de pap. Un libro
en rstica de gran tamao se desliz fuera, con una nota suelta dentro y un sobre
usado doblado por la mitad.
La nota deca: Querido Andy, aqu est el libro del que te habl. Creo que lo
envi la misma mujer que me telefone. Me pregunt si saba dnde estabas. Envo
tambin el sobre en el que lleg el libro. El sello est un poco borroso, pero tal vez
puedas descifrarlo. A tu madre le gustara saber cundo vendrs de nuevo a quedarte
con nosotros. Qu tal el fin de semana que viene? Con amor, Pap.
Por fin record algo de la llamada de mi padre. Me haba dicho que el libro haba
llegado y que la mujer que lo haba enviado pareca ser algn pariente lejano, porque
haba estado hablando de mi familia. Deb haberle prestado ms atencin.
Sin embargo, aqu estaba el libro. Se llamaba Mtodos secretos de magia, y el
autor era un tal Alfred Borden. Pareca uno de esos libros de instrucciones para trucos
de cartas, juegos de manos, trucos con guantes de seda y ese tipo de cosas. Lo nico
que me interes a primera vista fue que, a pesar de ser un libro de reciente
publicacin, el texto en s pareca ser un facsmil de una edicin mucho ms antigua:
la tipografa, las ilustraciones, los encabezamientos de captulo y la trabajada
caligrafa sugeran esto.
No entend por qu deba interesarme aquel libro. Lo nico que me era familiar
era el nombre del autor: Borden era el apellido con el que nac, pero cuando me
adoptaron, lo cambiaron por el de mis padres adoptivos. Mi nombre completo y legal
ahora es Andrew Westley, y a pesar de que siempre supe que era adoptado, crec
pensando en Duncan y Jillian Westley como pap y mam, los quise como padres, y
me comport como su hijo. Todo esto todava es cierto. No siento nada por mis
padres biolgicos. No siento curiosidad sobre ellos o sobre por qu me dieron en
adopcin, y no deseo para nada buscarlos ahora que soy un adulto. Todo aquello
pertenece a un pasado lejano, y ellos siempre me han sido indiferentes.
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Existe, sin embargo, una cuestin relativa a mi pasado que roza la obsesin.
Estoy seguro, o para ser ms preciso casi seguro, de que soy uno de un par de
gemelos idnticos, y de que mi hermano y yo fuimos separados en el momento de la
adopcin. No tengo idea de cul fue la razn, ni de dnde puede estar mi hermano,
pero siempre asum que l fue adoptado al mismo tiempo que yo. Comenc a
sospechar de su existencia justo cuando entraba en la adolescencia. Encontr por
casualidad un prrafo en un libro, una historia de aventuras, que describa la forma en
que muchos gemelos estn unidos por un lazo inexplicable, un contacto
aparentemente psquico. Incluso estando separados por miles de kilmetros o
viviendo en diferentes pases, los gemelos comparten sentimientos de dolor, sorpresa,
felicidad, depresin, de un gemelo al otro y viceversa. Leer esto fue uno de esos
momentos en la vida en que de pronto muchas cosas cobran sentido.
Toda mi vida, desde que puedo recordar, he tenido la sensacin de que alguien
ms comparta mi vida. De pequeo, con nada ms que mi propia experiencia, no le
daba mucha importancia y asuma que los dems tenan la misma sensacin. Al ir
creciendo, y al darme cuenta de que a ninguno de mis amigos le pasaba lo mismo, se
convirti en un misterio. Por lo tanto, leer aquel libro fue un gran alivio, ya que
pareca explicarlo todo. Tena un hermano gemelo en alguna parte.
En cierto sentido, la relacin de comunicacin es vaga, una sensacin de ser
cuidado, incluso protegido, pero a veces es mucho ms especfica. La sensacin
general es de un constante respaldo, mientras que los mensajes ms directos llegan
slo ocasionalmente, y son precisos, a pesar de que la comunicacin en s es
invariablemente no verbal.
Una o dos veces, al estar ebrio, por ejemplo, sent que en mi interior creca la
preocupacin de mi hermano, el miedo de que algo malo me sucediera. En una de
estas ocasiones, cuando me iba de una fiesta tarde por la noche y a punto de conducir
el coche hasta mi casa, la ola de preocupacin que me invadi fue tan intensa que me
recuper en pocos instantes: estaba sobrio! Intent decrselo a los amigos con
quienes estaba, pero nicamente hicieron bromas al respecto. Aun as, esa noche
conduje el coche hasta mi casa inexplicablemente sobrio.
De la misma manera, algunas veces senta el dolor de mi hermano, o su miedo, o
perciba las amenazas a las que estaba expuesto, y era capaz de mandarle
sentimientos de calma, solidaridad o autoconfianza. Es un mecanismo psquico que
puedo utilizar sin entenderlo. Nadie que yo sepa lo ha explicado satisfactoriamente
jams, a pesar de ser comn y estar bien documentado.
En mi caso hay, sin embargo, un misterio extra.
No slo que nunca he podido localizar a mi hermano, sino que segn los archivos
nunca tuve ningn hermano, y menos un gemelo. Tengo recuerdos intermitentes de
mi vida antes de la adopcin, aunque por aquel entonces solamente tena tres aos, y
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no puedo recordar a mi hermano en absoluto. Pap y mam no saban nada; me
dijeron que cuando me adoptaron nunca se habl de que yo tuviera un hermano.
Como adoptado tienes ciertos derechos legales. El ms importante es ser
protegido de tus padres biolgicos: ellos no pueden contactar contigo a travs de
ningn medio legal. Otro derecho consiste en preguntar, al ser adulto, acerca de
algunas de las circunstancias relativas a tu adopcin. Es posible averiguar los
nombres de tus padres biolgicos, por ejemplo, y la direccin del juzgado en donde
se realiz la adopcin, y por lo tanto, el lugar en que se encuentran, y pueden
examinarse archivos relevantes.
Al cumplir los dieciocho, ansioso por saber lo que fuera acerca de mi hermano,
segu estos pasos. La agencia de adopcin me envi al Juzgado Comarcal de Ealing,
donde se encontraban los papeles, y aqu descubr que haba sido dado en adopcin
por mi padre, cuyo nombre era Clive Alexander Borden. El nombre de mi madre era
Diana Ruth Borden (Ellington de soltera), pero ella haba muerto poco despus de
que yo naciera. Supuse que la adopcin se produjo debido a su muerte, pero de hecho
yo no fui adoptado hasta dos aos despus de que ella muriera, perodo durante el
cual mi padre me cri solo. Mi propio nombre real era Nicholas Julius Borden. No
haba nada sobre ningn otro nio, adoptado o no.
Luego revis los archivos de St. Catherine House, en Londres, pero stos
confirmaron que era el nico hijo de los Borden.
A pesar de esto, los contactos psquicos con mi gemelo siguieron producindose,
y han continuado desde entonces.
El libro haba sido publicado en Estados Unidos por Dover Publications, y era
una pieza atractiva y bien hecha. La pintura de la portada mostraba a un mago
profesional vestido de etiqueta apuntando sus manos expresivamente hacia una caja
de madera, de la cual emerga una joven dama. Ella luca una sonrisa deslumbrante y
un traje probablemente demasiado atrevido para la poca.
Bajo el nombre del autor estaba impreso: Edicin y comentarios por Lord
Colderdale. Al pie de la portada, en grandes letras blancas, haba una nota
publicitaria: El famoso Libro de los secretos, protegido por juramento. Una nota
ms larga y mucho ms descriptiva en la contraportada lo detallaba minuciosamente:
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complementarios proporcionados por el conde britnico de Colderdale,
un reconocido amateur de la magia contemporneo.
El autor es Alfred Borden, inventor del legendario truco El nuevo
hombre transportado. Borden, cuyo nombre artstico era Le Professeur
de la Magie, fue el mejor ilusionista profesional en la primera dcada de
este siglo. Apoyado en sus primeros aos por John Henry Anderson, y
protegido de Nevil Maskelyne, Borden fue contemporneo de Houdini,
David Devant, Chung Ling Soo y Buatier de Kolta.
Resida en Londres, Inglaterra, pero a menudo haca giras por Estados
Unidos y Europa.
A pesar de no ser estrictamente un manual de instrucciones, este libro,
con su amplio conocimiento de mtodos de magia, ofrecer, tanto a
lectores legos como a profesionales, sorprendentes conocimientos
acerca de la mente de uno de los ms grandes magos que jams haya
existido.
Fue sorprendente descubrir que uno de mis ancestros haba sido mago, pero yo no
tena ningn inters especial en el tema. Adems, da la casualidad de que encuentro
tediosos algunos trucos de magia; los trucos de cartas especialmente, pero muchos
otros tambin. Los trucos que a veces se ven en la televisin son impresionantes, pero
nunca he sentido curiosidad sobre cmo se logran, de hecho, los efectos. Recuerdo
que alguna vez o a alguien decir que el problema de la magia era que cuanto ms
protega un mago sus secretos, ms banales resultaban ser.
El libro de Alfred Borden contena una larga seccin sobre trucos de cartas, y en
otra describa trucos con cigarrillos y monedas. Cada seccin estaba acompaada de
dibujos explicativos e instrucciones. Al final del libro haba un captulo sobre trucos
pensados para ser realizados sobre un escenario, con muchas ilustraciones de cajas
con compartimentos secretos, otras con botones falsos, mesas con mecanismos de
elevacin ocultos detrs de cortinas, y otros artefactos. Ech un vistazo por algunas
de estas pginas.
La primera mitad del libro no estaba ilustrada, pero contena una larga
descripcin de la vida del autor y de su actitud ante la magia. Comenzaba con las
siguientes palabras:
Escribo en el ao 1901.
Mi nombre, mi verdadero nombre, es Alfred Borden. La historia de mi
vida es la historia de los secretos con los que he vivido. Estn descritos
en esta narracin por primera y ltima vez; sta es la nica copia
existente.
Nac en 1856 en el octavo da del mes de mayo, en la ciudad costera
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de Hastings.
Fui un nio saludable y vigoroso. Mi padre era un comerciante de ese
municipio, un eximio carretero y tonelero. Nuestra casa
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Nos lleg una confirmacin por fax de la Prisin Estatal de California. Franklin
todava est preso.
Muy bien.
Colgamos. An con el telfono en la mano marqu el nmero de mis padres, y
habl con mi padre. Le dije que estaba camino a Sheffeld, que conducira desde all
hasta Peak District y que si les pareca bien (por supuesto que s) podra ir a pasar la
noche. Mi padre pareci alegrarse. l y Jilian todava vivan en Wilmslow, Cheshire,
y en ese momento que yo trabajaba en Londres no ira a verlos muy frecuentemente.
Le dije que haba recibido el libro.
Tienes idea de por qu te lo han enviado a ti? pregunt.
Ni la ms mnima.
Lo leers?
No es mi estilo. Algn da lo mirar.
Not que fue escrito por alguien llamado Borden.
S. Ella dijo algo sobre eso?
No, creo que no.
Despus de colgar, met el libro en mi maletn y me dispuse a mirar la campia
por la ventana del tren. El cielo estaba gris, y las gotas de lluvia surcaban el cristal;
tena que concentrarme en el incidente que me haban enviado a investigar. Yo
trabajaba para el Chronicle, concretamente como un escritor de temas generales,
cargo que pareca ms importante de lo que era en realidad. Pap era tambin
periodista, y haba trabajado anteriormente para el Evening Post de Manchester, un
peridico del mismo grupo que el Chronicle. Era una cuestin de orgullo para l que
yo hubiera conseguido el puesto, a pesar de que siempre sospech que haba movido
algunos hilos para m. No soy un periodista desenvuelto, y en el programa de
formacin que he estado siguiendo no me ha ido bien. Una de mis grandes
preocupaciones a largo plazo es que algn da tendr que explicarle a mi padre por
qu renunci a lo que l considera como un puesto de prestigio en el mejor peridico
britnico.
Mientras tanto, sigo adelante de mala gana. Cubrir el incidente por el que estaba
viajando fue en parte consecuencia de otra historia que haba entregado unos meses
antes, acerca de un grupo de entusiastas de los ovnis. Desde entonces Len Wickham,
mi editor supervisor, me encargaba cualquier historia relacionada con aquelarres de
brujas, levitacin, combustiones espontneas y dems temas alternativos. Tal y como
ya haba descubierto, en la mayora de los casos, una vez que me adentraba bien en
estos temas, no haba generalmente mucho que decir, y muy pocas de las historias
que entregu fueron editadas. Aun as, Wickham continuaba envindome a cubrirlas.
Aquella vez hubo una vuelta de tuerca. Con cierta complacencia, Wickham me
inform de que alguien de la secta haba telefoneado para preguntar si el Chronicle
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planeaba cubrir la historia, y si as era haban pedido que fuera yo en persona.
Haban visto algunos de mis artculos anteriores, pensaban que yo mostraba el
grado correcto de honesto escepticismo, y por lo tanto se poda confiar en que
escribira un artculo sincero. A pesar de esto, o tal vez debido a esto, todo indicaba
que resultara ser otra birria.
Una secta religiosa californiana llamada Iglesia Extasiada de Jess haba
establecido una comunidad en una gran casa de campo de un pueblo de Derbyshire.
Una mujer miembro de esta comunidad haba muerto por causas naturales haca unos
das. Su mdico de cabecera estaba presente, al igual que su hija. Mientras yaca
paralizada, al borde de la muerte, un hombre entr en la habitacin. Se qued de pie
junto a la cama e hizo ciertos gestos tranquilizadores con sus manos. La mujer muri
poco despus, y el hombre abandon la habitacin inmediatamente sin hablarles a los
otros dos. No se le volvi a ver. Fue reconocido por la hija de la mujer y por dos
miembros de la secta, que haban entrado en la habitacin mientras l estaba all,
como el fundador de la secta. ste era el Padre Franklin, y la secta haba surgido a su
alrededor debido a su conocida habilidad para estar en dos lugares al mismo tiempo.
El incidente fue digno de noticia por dos razones. Era la primera vez que Franklin
estaba en dos lugares al mismo tiempo, en presencia de personas que no eran
miembros de la secta, una de las cuales resultaba ser un mdico profesional, conocido
en la zona. Y la otra razn era que el paradero de Franklin en el da en cuestin se
poda establecer con seguridad: era un preso de la Prisin Estatal de California, y tal
como Sonja me lo haba confirmado por telfono, an estaba all.
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La comunidad se estableci en las afueras del pueblo de Peak District en Caldlow,
antiguamente un centro minero, cuyo ingreso actual ms importante proceda de los
excursionistas. En el centro del pueblo haba una tienda del National Trust [1], un club
de senderismo de ponis, varias tiendas de regalos y un hotel. Mientras conduca por el
pueblo, una fra llovizna caa sobre el valle, oscureciendo las colinas rocosas que se
erigan a cada lado.
Me detuve en el pueblo para tomar una taza de t y tal vez hablar con alguien del
lugar sobre la Iglesia Extasiada. Sin embargo, a no ser por m el caf habra estado
vaco, y la mujer que trabajaba detrs de la barra me dijo que vena diariamente desde
Chesterfeld.
Mientras estaba all sentado, pensando en la posibilidad de almorzar antes de
seguir, de improviso mi hermano hizo contacto conmigo. Fue una sensacin tan
distinta, tan urgente, que gir la cabeza sorprendido, y por un momento pens que
alguien en el caf se haba dirigido a m. Cerr los ojos, baj la cabeza y me qued
escuchando.
Ni una palabra. Nada explcito. Nada que pudiera contestar o escribir, ni siquiera
algo que pudiera poner en palabras. Pareca sentir esperanza, felicidad, excitacin,
placer, nimo.
Intent responder: Para qu es esto? Por qu una bienvenida? Para qu me
das nimos? Tiene algo que ver con esta comunidad religiosa?.
Esper, sabiendo que estas experiencias nunca toman la forma de un dilogo y
que, por lo tanto, formular preguntas no iba a darme ningn tipo de respuesta. Aun
as, esperaba que me llegara otra seal de su parte. Intent alcanzarlo mentalmente,
por si su contacto conmigo era una forma de impulsarme a comunicarme con l, pero
en este sentido no pude percibir nada de su parte.
Mi expresin deba de traslucir mi agitacin interior, porque la mujer que estaba
detrs de la barra me miraba fijamente con curiosidad. Termin el resto de mi t,
devolv la taza y el platillo a la barra, sonre atentamente y sal disparado haca el
coche. Mientras me sentaba y cerraba la puerta, me lleg un segundo mensaje de mi
hermano. Era igual que el primero, un claro deseo de que yo llegara, de que estuviera
all con l. Todava era imposible ponerlo en palabras.
La entrada de la Iglesia Extasiada era un empinado camino que sala de la
carretera principal, pero cercado por un par de portones de hierro forjado y una torre
de entrada. Haba un segundo portn a un lado, tambin cerrado, con un cartel que
deca Privado. Las dos entradas formaban un espacio adicional; aparqu mi coche
all y fui caminando hacia la torre de entrada. Dentro del porche de madera haba un
moderno timbre contra la pared, y debajo de l la siguiente nota impresa en lser:
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LA EXTASIADA IGLESIA DE JESS LE DA LA BIENVENIDA
NO SE RECIBEN VISITAS SIN CITA PREVIA
PARA ENTREVISTAS LLAMAR A CALDLOW 393960
VENDEDORES Y OTROS PRESIONEN EL TIMBRE DOS VECES
JESS TE AMA
Toqu el timbre dos veces, sin escuchar ningn efecto. Haba algunos folletos en
un buzn semiabierto, y debajo de l una caja de metal con candado, con una moneda
encajada en el borde superior, atornillada firmemente a la pared. Cog un folleto,
deslic una moneda de cincuenta peniques dentro de la caja, luego regres al coche y
descans la espalda contra un lado del auto mientras lo lea. La primera pgina era
una breve historia de la secta, y llevaba una foto del Padre Franklin. Las otras tres
pginas contenan una seleccin de citas bblicas.
Cuando volv a mirar hacia los portones descubr que empezaban a abrirse
silenciosamente de forma automtica, accionados a distancia, as que entr en el
coche y sub por el empinado camino de gravilla. ste haca una curva no muy
pronunciada a medida que ascenda por la colina, con un verde campo emergiendo a
un lado. Haba rboles ornamentales y arbustos plantados que se espaciaban bajo el
velo de la llovizna. En el lado ms bajo haba grandes matas de rododendros de hojas
oscuras. Por el espejo retrovisor vi cmo se cerraban los portones detrs de m al
alejarme de ellos. Pronto apareci ante mis ojos la casa principal: era un enorme y
poco atractivo edificio de cuatro o cinco pisos, con techos de color negro pizarra y
slidas paredes hechas de piedra y de sombros ladrillos marrn oscuro. Las ventanas
eran altas y estrechas, y reflejaban claramente el cielo lluvioso. El lugar me produjo
una sensacin fra y sombra, pero a pesar de esto, mientras conduca hacia el
aparcamiento, sent la presencia de mi hermano en m otra vez, alentndome.
Vi un cartel que indicaba Visitas por aqu, y segu por un camino de gravilla
que haba contra el muro principal de la casa, esquivando el goteo de la hiedra cada
vez ms abundante. Empuj una puerta y entr en un angosto pasillo, que ola a polvo
y madera vieja, y me recordaba al pasillo de la escuela primaria a la que fui. Este
edificio produca la misma sensacin institucional, pero al contrario que mi escuela,
estaba inmerso en el silencio.
Llegu a una puerta con un letrero que pona Recepcin, y llam. Al no obtener
respuesta, asom la cabeza por la puerta, pero el lugar estaba vaco. Haba dos
escritorios de metal que parecan antiguos, y sobre uno de ellos haba un ordenador.
O unos pasos y volv al pasillo; unos minutos despus apareci una delgada
mujer de mediana edad al pie de las escaleras. Llevaba varias carpetas de archivos.
Sus pies hacan un ruido fuerte sobre las desnudas escaleras de madera, y al
verme all me mir inquisitivamente.
Busco a la seora Holloway dije. Es usted?
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S, soy yo. En qu puedo ayudarle?
No haba rastros del acento americano que poda esperarse. Mi nombre es
Andrew Westley, y soy del Chronicle. Le mostr mi carnet de prensa, pero apenas
lo mir. Me gustara hacerle algunas preguntas sobre el Padre Franklin.
En este momento el Padre Franklin est en California.
Eso creo, pero aquel incidente la semana pasada
A cul se refiere? dijo la seora Holloway.
Tengo entendido que el Padre Franklin fue visto por aqu.
Movi su cabeza lentamente. Estaba de pie, de espaldas a la puerta que daba a su
oficina. Creo que est usted cometiendo un error, seor Westley.
Vio usted al Padre Franklin cuando estuvo aqu? pregunt.
No lo vi. Ni l estuvo aqu. Me estaba dando evasivas, lo cual era totalmente
inesperado. Ha hablado con nuestra oficina de prensa?
Estn aqu?
Tenemos una oficina en Londres en la que se concretan todas las entrevistas de
prensa.
A m me enviaron aqu.
Nuestro encargado de prensa?
No tengo entendido que se envi una solicitud al Chronicle, despus de que
el Padre Franklin hiciera una aparicin. Niega usted que esto haya sucedido?
Se refiere al envo de la solicitud? Aqu nadie ha estado en contacto con su
peridico. Si se refiere a si niego la aparicin del Padre Franklin, la respuesta es s.
Nos miramos fijamente el uno al otro. Me debata entre la irritacin que me
produca la mujer y la frustracin que senta conmigo mismo. Cuando estas
situaciones no se desarrollaban con naturalidad, le echaba la culpa a mi falta de
experiencia y de motivacin. Los otros reporteros del diario parecan saber cmo
manejar a personas como la seora Holloway.
Puedo ver al responsable? le pregunt.
Yo soy la encargada de administracin. Todos los dems estn a cargo de la
enseanza.
Estaba a punto de rendirme, pero dije:
Le suena mi nombre?
Acaso debera?
Alguien pregunt directamente por m.
Eso debi de ser de la oficina de prensa, no de aqu.
Aguarde un momento dije.
Fui hasta el coche para buscar las notas que me haba entregado Wickham el da
anterior. La seora Holloway estaba todava al pie de las escaleras cuando regres,
pero haba dejado sus archivos en otro lado.
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Me puse a su lado cuando llegu a la hoja que le haban enviado a Wickham. Era
un fax. Deca: Para el seor L. Wickham, Editor, Chronicle. Los detalles escritos
solicitados son los siguientes: Iglesia Extasiada de Jess, Caldlow, Derbyshire, casi
un kilmetro al norte del pueblo de Caldlow, sobre la autopista A623. Aparcamiento
en la entrada principal o en el parque. La seora Holloway, administradora, le dar
informacin a su reportero, el seor Andrew Westley. K. Angier.
Esto no tiene nada que ver con nosotros afirm la seora Holloway. Lo
siento.
Quin es K. Angier? pregunt. Seor? Seora?
Ella es la residente del ala privada en el lado este del edificio, y no tiene
conexin alguna con la Iglesia. Gracias.
Haba puesto su mano en mi codo y me conduca amablemente hasta la puerta.
Me indic que la continuacin del camino de gravilla me llevara a un portal, donde
encontrara la entrada del ala privada.
Siento el malentendido dije. No s cmo ha sucedido.
Si desea ms informacin sobre la Iglesia, le agradecera que hablara con
nuestra oficina de prensa. sa es su funcin, sabe?
S, muy bien. Llova con ms fuerza que antes, y no haba trado ninguna
chaqueta. Dije: Puedo preguntarle slo una cosa? No hay nadie aqu en este
momento?
S, tenemos asistencia completa. Hay ms de doscientas personas preparndose
esta semana.
Parece que el lugar est vaco.
Somos un grupo cuyo xtasis es silencioso. Soy la nica persona a la que se le
permite hablar durante el da. Que tenga un buen da.
Se meti en el edificio y cerr la puerta detrs de ella.
Decid llamar a la oficina, pues estaba claro que la historia que haba venido a
cubrir ya no exista. De pie bajo la hiedra que goteaba, mirando la densa llovizna que
invada el valle, llam a la lnea directa de Len Wickham, con un mal presentimiento.
Tard un rato en contestar. Le dije lo que haba ocurrido.
Ya has visto al informante? pregunt. Alguien llamado Angier.
Ahora estoy justo frente a su casa dije, y le expliqu cul era la situacin
segn mi parecer. No creo que sea una historia. Pienso que simplemente es una
disputa entre vecinos. Ya sabes, quejndose por una cosa u otra. Pero no por el
ruido, pens apenas termin de hablar.
Hubo un largo silencio.
Luego Len Wickham dijo: Ve a ver al vecino, y si hay algo, llmame de nuevo.
Si no, vuelve esta tarde a Londres.
Es viernes dije. Pensaba visitar a mis padres esta noche.
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Wickham me contest colgando el telfono.
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En la entrada principal del ala me recibi una mujer entrada en aos, a quien llam
Seora Angier. Sin embargo, ella apenas prest atencin a mi nombre, y se limit a
mirar atentamente mi carnet de prensa. Luego me llev a una habitacin contigua y
me pidi que esperara. El aspecto seorial de la sala, sencilla pero vistosamente
amueblada con alfombras hindes, sillas antiguas y una mesa impecable, me hizo
sentir desaliado con mi traje arrugado y empapado. Despus de aproximadamente
cinco minutos la mujer regres, y pronunci unas palabras que me produjeron
escalofros.
Lady Katherine lo ver ahora dijo.
Me condujo subiendo las escaleras hacia una amplia y agradable sala de estar,
desde donde poda verse el fondo del valle y la alta y rocosa escarpa en el horizonte,
en aquel momento apenas visible.
Haba una joven de pie frente a la chimenea, donde ardan unos leos, y extendi
su mano para saludarme mientras me acercaba a ella. Estaba desconcertado ante la
inesperada noticia de que estaba visitando a un miembro de la aristocracia, aunque
sus modales eran cordiales. Me sorprendieron, favorablemente, varios rasgos de su
apariencia fsica. Era alta, de cabellos oscuros, tena un rostro amplio y las
mandbulas marcadas. Su cabello estaba arreglado de manera tal que suavizaba los
rasgos ms duros de su rostro. Sus ojos eran grandes. Tena una expresin nerviosa,
como si estuviera preocupada por lo que yo pudiera decir o pensar.
Me salud formalmente, pero en cuanto la otra mujer dej el saln su
comportamiento cambi. Se present como Kate, no Katherine, Angier, y me dijo que
no le diera importancia al ttulo ya que ella misma no lo utilizaba muy a menudo. Me
pidi que le confirmara que yo era Andrew Westley. Le dije que as era.
Supongo que ha estado en la parte principal de la casa.
En la Iglesia Extasiada? Apenas cruc la puerta.
Creo que eso fue culpa ma. Les advert que poda venir, pero a la seora
Holloway no le hizo mucha gracia.
Supongo que fue usted quien envi el mensaje a mi peridico.
Quera conocerle.
Eso me imagin. Cmo es que sabe usted de m?
Pensaba decrselo. Pero todava no he almorzado. Y usted?
Le dije que me haba detenido antes en el pueblo, pero que por lo dems no haba
comido nada desde el desayuno. La segu hacia la planta baja, donde la mujer que me
haba abierto la puerta, a quien Lady Katherine llam seora Makin, estaba
preparando un ligero almuerzo de viandas y queso, con ensalada. Mientras nos
sentbamos, le pregunt a Kate Angier por qu me haba hecho venir desde Londres
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para lo que ahora pareca una tontera.
No creo que sea as dijo.
Tengo que entregar una historia esta tarde.
Bueno, tal vez eso sea difcil. Come carne, seor Westley?
Me pas el plato de viandas. Mientras comamos, mantuvimos una conversacin
muy corts, durante la cual me hizo preguntas acerca del peridico, de mi carrera, de
dnde viva, etctera. Todava era consciente de su ttulo, y me senta cohibido a
causa de ello, pero a medida que hablbamos me senta ms cmodo. Tena un
semblante vacilante, casi nervioso, y frecuentemente apartaba la vista a un lado y
volva a mirarme mientras yo hablaba. Supuse que no se deba a una falta de inters
en mis palabras, sino que era algo natural en ella. Me di cuenta, por ejemplo, de que
sus manos temblaban cuando se estiraba para alcanzar algo en la mesa. Cuando
finalmente sent que haba llegado el momento de preguntarle acerca de ella, me dijo
que la casa en la que estbamos haba pertenecido a su familia durante ms de
trescientos aos. La mayor parte del valle perteneca al Estado, y algunas granjas
estaban alquiladas. Su padre era conde, pero viva en el extranjero. Su madre estaba
muerta, y su otro nico familiar cercano, una hermana mayor, estaba casada y viva
en Bristol con su esposo y sus hijos.
La casa haba sido un hogar familiar, con servidumbre, hasta el comienzo de la
segunda guerra mundial, cuando el Ministerio de Defensa haba requisado una gran
parte del edificio con el fin de utilizarlo de cuartel general para la Base de Comando
de las fuerzas areas britnicas. A estas alturas su familia ya se haba mudado al ala
este, que de todas maneras siempre haba sido la parte favorita de la casa. Cuando las
fuerzas areas britnicas se retiraron, despus de la guerra, la casa fue tomada por la
Diputacin del Condado de Derbyshire para sus oficinas, y los actuales inquilinos
(sas fueron sus palabras) llegaron en 1980. Dijo que sus padres haban estado
preocupados al principio ante la perspectiva de que una secta religiosa
estadounidense se mudara all, debido a los rumores que se oan acerca de este tipo de
personas, pero en aquel momento la familia necesitaba el dinero y les haba venido
bien. La Iglesia profesaba sus enseanzas en silencio, los miembros eran educados y
de trato muy agradable, y en aquella poca ni ella ni la gente del pueblo se
preocuparon por lo que hacan o dejaban de hacer.
En aquel instante de la conversacin ya habamos terminado de almorzar, y la
seora Makin nos haba trado algo de caf.
Debo pensar que la historia que me trajo hasta aqu, acerca de un cura con la
facultad de estar en dos lugares al mismo tiempo, es falsa? pregunt.
S y no. El culto no esconde el hecho de que basa sus enseanzas en las
palabras de su lder. El Padre Franklin tiene un estigma, y se supone que posee la
habilidad de estar en dos lugares a la vez, pero nunca lo haban presenciado testigos
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independientes, o al menos no en circunstancias controladas.
Pero fue real?
No estoy segura. Esta vez haba un mdico de la localidad involucrado, y por
alguna razn dijo algo a un peridico sensacionalista, que public una versin
resumida de la historia. Escuch algo sobre ella cuando estaba en el pueblo el otro
da, pero no veo cmo podra haber sido verdad: su lder est preso en Estados
Unidos, no es as?
Si el incidente ocurri realmente, entonces eso lo hara ms interesante.
Es ms probable que sea un fraude. Cmo sabe el doctor Ellis el aspecto que
tiene este hombre, por ejemplo? Solamente hay, por lo tanto, la palabra de uno de los
miembros.
Usted hizo que pareciera una historia verdadera.
Le dije que quera verle. Y el hecho de que ese hombre pueda estar en dos
lugares al mismo tiempo es demasiado bueno para ser verdad.
Se ri como se re la gente cuando dice algo y espera que los dems lo encuentren
divertido. No tena ni la menor idea de lo que estaba hablando.
No podra haber simplemente telefoneado al peridico? dije. O
escribirme una carta?
S, hubiera podido, pero no estaba segura de que fuera quien yo crea. Quera
verle antes.
No entiendo por qu pens que un fantico religioso con el don de la ubicuidad
podra tener algo que ver conmigo.
Fue slo una coincidencia. Ya sabe, la controversia que provoca el ilusionismo,
y todo eso. De nuevo, me mir expectante.
Quin pensaba que era?
El hijo de Clive Borden. No es as?
Intent sostenerme la mirada, pero la suya, irresistiblemente, se apart otra vez.
Se produjo una cierta tensin entre nosotros, originada nicamente por su forma de
actuar, nerviosa y evasiva. Los restos del almuerzo an estaban sobre la mesa.
Un hombre llamado Clive Borden es mi padre biolgico dije. Pero fui
adoptado cuando tena tres aos.
Bueno. No me equivoqu contigo. Ya nos habamos visto una vez, hace
muchos aos, cuando los dos ramos nios. Tu nombre era Nicky en aquel entonces.
No lo recuerdo dije. Deba de ser muy pequeo. Dnde fue?
Aqu, en esta casa. Realmente no te acuerdas?
En absoluto.
Tienes algn otro recuerdo de cuando tenas esa edad? me pregunt.
Slo fragmentos. Pero ninguno sobre este lugar. Es la clase de casa que
impresionara a un nio, no es as?
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Est bien. No eres el primero que dice eso. Mi hermana odia esta casa, y
estaba ansiosa por mudarse. Estir la mano para alcanzar una pequea campanilla
que estaba detrs de ella sobre una barra, y la hizo sonar dos veces. Suelo tomar un
trago despus del almuerzo. Te apetecera acompaarme?
S, gracias.
Enseguida apareci la seora Makin, y lady Katherine se puso de pie.
El seor Westley y yo estaremos en el saln esta tarde, seora Makin.
Mientras subamos las amplias escaleras sent el impulso de escapar de ella, de
alejarme de esta casa. Saba ms sobre m que yo mismo, aunque se trataba de una
parte de mi vida que no me interesaba. Obviamente, aquel da tena que convertirme
nuevamente en un Borden, tanto si quera hacerlo como si no. Primero el libro escrito
por l, ahora esto. Estaba todo conectado, pero senta que sus intrigas no eran las
mas. Por qu debera importarme el hombre, la familia, que me haba dado la
espalda?
Me condujo a la habitacin donde la haba visto por primera vez, y cerr la puerta
con decisin detrs de nosotros, casi como si ella hubiera sentido mi deseo de
escapar, y quisiera detenerme todo lo que pudiera. Haban colocado una bandeja de
plata con unas cuantas botellas, vasos y un cubo de hielo sobre una mesa baja entre
algunas sillas de apariencia muy cmoda y un largo sof. Uno de los vasos ya tena
un trago largo, seguramente preparado por la seora Makin. Kate dijo que poda
sentarme, y luego pregunt:
Qu quieres beber?
En realidad hubiera querido un vaso de cerveza, pero la bandeja nicamente
contena bebidas blancas. Dije:
Tomar lo mismo que t.
Es whisky de centeno americano con gaseosa. T tambin quieres eso?
Dije que s, y mir cmo lo mezclaba. Cuando se sent sobre el sof lo hizo sobre
sus piernas, y acto seguido se tom casi medio vaso de whisky de un trago.
Cunto tiempo puedes quedarte? me pregunt.
Tal vez slo lo que dure este trago.
Quiero hablarte de muchas cosas. Y preguntar muchas otras.
Por qu?
Por lo que sucedi cuando ramos pequeos.
No creo poder serte de mucha ayuda dije.
Ahora que no estaba movindose tan nerviosamente como antes, empezaba a
verla con objetividad, como a una mujer muy atractiva, ms o menos de mi edad.
Evidentemente le gustaba beber, y estaba acostumbrada a ello. Slo eso hizo que
me sintiera en territorio familiar; yo pasaba la mayora de los fines de semana
bebiendo con mis amigos. Sus ojos seguan desconcertndome, ya que me miraba,
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desviaba la mirada y luego volva a mirarme, hacindome sentir como si hubiera
alguien detrs de m, movindose por el saln donde yo no poda verlo.
Una respuesta de tan slo una palabra puede ahorrar mucho tiempo dijo.
Est bien.
Tienes un hermano gemelo idntico? O tuviste uno que muri cuando eras
muy joven?
No pude evitar una reaccin de temor y sorpresa. Dej mi vaso, para no derramar
todo su contenido, y limpi el lquido que haba salpicado sobre mis piernas.
Por qu preguntas eso? dije.
Lo tienes? Lo tuviste?
No lo s. Creo que s, pero nunca pude encontrarlo. Quiero decir, no estoy
seguro.
Creo que me has dado la respuesta que esperaba dijo. Pero no la que
deseaba.
Si esto tiene algo que ver con la familia Borden, tambin puedo decirte que no
s nada acerca de ellos le dije. Te das cuenta de eso?
S, pero t eres un Borden.
Lo era, pero no significa nada para m. De pronto tuve una visin de la
familia de esta joven mujer, remontndose a ms de trescientos aos atrs en una
ininterrumpida secuencia de generaciones: mismo nombre, misma casa, mismo todo.
Mis propias races familiares se remontaban a cuando yo tena tres aos. No creo
que puedas darte cuenta de lo que significa ser adoptado. Era slo un nio pequeo,
casi un beb, y mi padre me ech de su vida. Si me pasara el resto de mi vida
sufriendo por eso, no tendra tiempo para nada ms. Hace mucho que decid olvidarlo
porque tena que hacerlo. Ahora tengo una nueva familia.
Sin embargo, tu hermano todava es un Borden.
Cada vez que ella mencionaba a mi hermano senta una punzada de culpa, de
preocupacin y de curiosidad. Era como si lo usara a l para atacar mis defensas.
Durante toda mi vida la existencia de mi hermano haba sido una certeza secreta,
una parte de m que mantena completamente oculta al resto del mundo. Aun as, aqu
estaba esta mujer extraa hablando de l como si lo conociera.
Por qu te interesa tanto este asunto? pregunt.
Cuando por primera vez oste hablar de m, o viste mi nombre, signific algo
para ti?
No.
Has odo hablar alguna vez de Rupert Angier?
No.
O de El gran Danton, el ilusionista?
No. Mi nico inters en mi antigua familia radica en que, a travs de ellos, tal
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vez algn da pueda rastrear a mi hermano gemelo.
Haba estado bebiendo a sorbos rpidos de su vaso de whisky mientras
hablbamos, hasta que qued vaco. Se inclin hacia adelante para preparar otro trago
e intent poner un poco ms en mi vaso. Sabiendo que tendra que conducir ms
tarde, apart mi vaso antes de que pudiera llenarlo del todo.
Entonces dijo:
Creo que el destino de tu hermano est relacionado con algo que sucedi hace
aproximadamente cien aos. Uno de mis ancestros, Rupert Angier (dices que nunca
escuchaste nada acerca de l, y no hay razn por la que podras haberlo hecho), era
un mago de escenario a fines del siglo pasado. Trabajaba con el nombre de El gran
Danton, porque en aquella poca todos los magos utilizaban nombres artsticos
grandiosos. Fue vctima de una serie de victoriosos ataques realizados por un hombre
llamado Alfred Borden, tu bisabuelo, que tambin era un ilusionista. No sabes nada
acerca de esto?
Slo lo que dice el libro. Supongo que lo enviaste t.
Asinti con la cabeza.
Mantenan una disputa, y dur aos. Se atacaban constantemente el uno al otro,
generalmente interfriendo en la actuacin del otro. La historia de su enfrentamiento
est en el libro de Borden. Al menos, su versin de la historia. Ya lo has ledo?
Lleg con el correo esta maana. No he tenido la oportunidad
Pens que te fascinara saber lo que sucedi.
Estaba pensando, de nuevo: por qu seguir con los Borden? Estaban ya muy
lejos de m, y yo saba poco de ellos. Hablaba de algo que le interesaba a ella, no a
m.
Senta ser amable, escuchar lo que deca, pero lo que ella nunca poda saber era la
resistencia que haba dentro de m, el mecanismo de defensa inconsciente que un nio
autogenera cuando ha sido rechazado. Para adaptarme a mi nueva familia, haba
tenido que deshacerme de todo lo que saba de la vieja. Cuntas veces tendra que
repetirle esto para convencerla?
Dijo que quera mostrarme algo; dej su vaso en la mesa y atraves el saln hacia
un escritorio que estaba contra la pared, justo detrs de donde yo estaba sentado. Al
inclinarse para buscar algo en un cajn bajo, el escote de su vestido se abri hacia
adelante, y me atrev a mirar: un fino tirante blanco, parte de la copa de un sostn de
encaje, y dentro, la curva superior del pecho. Tuvo que buscar dentro del cajn, lo
que hizo que se girara para poder estirar el brazo, y vi las esbeltas curvas de su
espalda, los tirantes nuevamente discernibles a travs del fino material de su vestido,
luego su pelo cayendo hacia adelante sobre su rostro. Intentaba despertar mi inters
acerca de algo de lo cual yo nada saba, y en cambio yo estaba examinndola
crudamente, pensando distrado en cmo sera tener relaciones sexuales con ella.
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Relaciones sexuales con una honorable dama; era la clase de chiste semigracioso
que haran los periodistas en la oficina. Para bien o para mal sa era mi propia vida,
ms interesante y problemtica para m que todo este asunto de antiguos magos.
Katherine me haba preguntado en qu parte de Londres viva, no con quin viva
en Londres, y por lo tanto yo no haba dicho nada acerca de Zelda. La exquisita y
enloquecedora Zelda, con el pelo corto y el pendiente en la nariz, las botas con
tachuelas y un cuerpo de ensueo, que tres noches antes haba dicho que quera tener
una relacin abierta y se fue a las once y media de la noche, llevndose muchos de
mis libros y la mayora de mis discos. No la haba visto desde entonces y empezaba a
preocuparme, a pesar de que no era la primera vez que haca algo parecido. Quera
hablarle a esta honorable dama de Zelda, no porque estuviera interesado en lo que
ella pudiera decirme, sino porque Zelda era real para m. Cmo crees que podra
recuperarla? O, cmo me libro del trabajo en el peridico sin que parezca que
rechazo a mi padre? O, dnde voy a vivir si Zelda me abandona, ya que el
apartamento es de sus padres? De qu voy a vivir si no tengo un trabajo? Y si mi
hermano es real, dnde est y cmo lo encuentro?
Cualquiera de estas cosas me importaba ms que la noticia de una vieja discusin
entre bisabuelos de quienes nunca haba odo hablar. Sin embargo, uno de ellos haba
escrito un libro. Tal vez era interesante averiguar algo sobre eso.
Hace aos que no los miro dijo Kate, con una voz ligeramente apagada por
el esfuerzo de buscar dentro del cajn. Haba sacado algunos lbumes de fotos, y
estaban apilados en el piso mientras intentaba llegar al fondo del cajn. Aqu estn.
Tena una desordenada pila de papeles, aparentemente viejos y gastados, todos de
diferentes tamaos. Los esparci en el sof a su lado, y cogi su vaso antes de
empezar a hojearlos.
Mi bisabuelo era uno de esos hombres obsesivamente ordenados dijo. No
solamente lo guardaba todo, sino que pona etiquetas, haca listas, tena armarios
especficos, destinados para guardar ciertas cosas. Cuando era nia, mis padres tenan
un dicho: Las cosas del abuelo. Nunca las tocamos, en realidad ni siquiera se nos
permita verlas. Pero Rosalie y yo no pudimos resistir la tentacin de mirar parte de
ellas. Cuando Rosalie se fue para casarse, y yo estaba aqu sola, finalmente lo revis
todo y lo descifr. Me las arregl para vender algunos de los artefactos y los trajes, y
obtuve buenos precios. Encontr estos carteles en la habitacin que haba sido su
estudio.
Mientras hablaba, examinaba cuidadosamente los programas, y ahora me pasaba
una hoja de papel frgil y amarillenta. Haba sido doblada y redoblada varias veces, y
los pliegues estaban gastados y casi separados. El programa era para el Teatro
Empress en la calle Evering, en Stoke Newington. Haba una lista de espectculos y
anunciaba un nmero limitado de actuaciones, por la tarde y por la noche, desde el 14
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al 21 de abril. (Ver anuncios en el peridico para ms detalles). Al principio del
programa, impreso en tinta roja, apareca un tenor irlands llamado Dennis
O'Canaghan (Llnense el corazn con la alegra de Irlanda). Otros actos incluan a
Las Hermanas McKee (Un tro de adorables chanteuses), a Sammy Renaldo
(Murindose de risa, su alteza?), y a Robert y Roberta Franks (Recitacin por
excelencia). A mitad del programa, sealado por Kate con pequeos golpecitos de
su dedo ndice mientras se inclinaba hacia m, estaba El gran Danton (El mejor
ilusionista del mundo).
Esto fue antes de que realmente lo fuera dijo. Pas la mayor parte de su
vida sin dinero, y realmente se hizo famoso pocos aos antes de morir. Este programa
es de 1881, cuando todo empezaba a irle bastante bien.
Qu significa todo esto? pregunt, indicando una columna de nmeros
cuidadosamente escritos en tinta sobre el margen del programa. Haba ms en el
dorso.
se es el sistema de archivo obsesivo de El gran Danton dijo. Se levant del
sof y se arrodill informalmente sobre la alfombra junto a mi silla. Inclinndose
hacia m para poder ver el programa en mis manos, continu: No lo he descifrado
todo, pero el primer nmero corresponde a la funcin. Existe un libro mayor en
alguna parte, con una lista completa de todas las actuaciones que hizo. Debajo pone
cuntas presentaciones realiz, y cuntas de ellas fueron funciones vespertinas y
cuntas nocturnas. Los nmeros siguientes son una lista de los trucos que hizo.
Tambin tena alrededor de una docena de cuadernos en su estudio con
descripciones de todos los trucos que poda hacer. Todava guardo algunos de los
cuadernos por aqu, y probablemente podras buscar algunos de los trucos que realiz
en Stoke Newington. Pero es an ms complicado que eso, porque muchos de los
trucos tienen pequeas variaciones, y tambin las tiene todas con referencias.
Mira este nmero de aqu, 10g. Creo que eso fue lo que le pagaron: 10 guineas.
Eso estaba bien?
Si era por una noche, era brillante. Pero probablemente fuera por toda la
semana, por lo tanto era simplemente lo normal. No creo que ste fuera un gran
teatro.
Cog la pila de los otros programas, y tal como Kate haba dicho, cada uno tena
apuntados nmeros de cdigo similares.
Todos sus artefactos estaban etiquetados de la misma manera dijo. A
veces me pregunto cmo encontraba tiempo para salir al mundo y ganarse la vida!
Cuando estaba despejando el altillo, cada una de las piezas de equipamiento con las
que me encontr tena un nmero de identificacin, y cada una tena su lugar en un
inmenso ndice, todas con las referencias de los otros libros.
Tal vez tena a alguien que se lo haca.
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No, siempre est escrito con la misma letra.
Cundo muri? pregunt.
En realidad, curiosamente, hay algunas dudas acerca de eso. Los peridicos
dicen que muri en 1903, y apareci una nota necrolgica en el Times, pero alguna
gente del pueblo dice que todava viva aqu al ao siguiente. Lo que me parece
extrao es que encontr esa nota necrolgica en el lbum de recortes que l tena, y
estaba pegado, etiquetado y con nmero de referencia, como todo lo dems.
Por qu crees que la guard?
No lo s. Alfred Borden habla acerca de esto en su libro. All fue donde me
enter de ms detalles, y despus de eso intent averiguar qu haba pasado entre
ellos.
Tienes ms cosas suyas?
Mientras buscaba los lbumes de recortes, me serv otro trago de whisky
americano, el cual nunca haba probado antes y empezaba a darme cuenta de que me
gustaba. Tambin me gustaba tener a Kate all en el suelo junto a mis piernas,
volteando su cabeza hacia arriba para mirarme mientras hablaba, inclinndose hacia
m, permitindome echarle ms miradas al escote, probablemente, bien consciente de
ello. Era un poco desconcertante estar all, sin entender del todo lo que estaba
sucediendo: una conversacin sobre magos, encuentros en la niez, fuera del trabajo
cuando no debera haberlo estado, y en lugar de conducir hasta la casa de mis padres
para verlos, tal como lo haba planeado.
En esa parte de mi mente ocupada por mi hermano, sent una sensacin de
satisfaccin, diferente de cualquier otra cosa que nunca antes haba sentido viniendo
de l. Me incitaba a quedarme.
Por la ventana se vea oscurecer el fro cielo de la tarde, y la lluvia de los Montes
Peninos segua cayendo. Una corriente de aire helado entraba persistentemente por
las ventanas. Kate puso otro leo en el fuego.
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SEGUNDA PARTE
Alfred Borden
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1
Escribo en el ao 1901.
Es hora de hacer una pausa, a pesar de que es muy pronto, pues este relato no est
pensado para hablar de mi vida como lo hacen los que escriben su propia biografa,
sino, como he dicho antes, de los secretos de mi vida. Los secretos son propios de mi
trabajo.
Permtanme entonces primero considerar y describir el mtodo para escribir este
relato. El acto mismo de describir mis secretos podra interpretarse como un engao a
m mismo, excepto por supuesto que como soy un ilusionista puedo asegurarme de
que ustedes vean solamente lo que yo quiero que vean. Hay un enigma implcito.
Es por lo tanto simplemente justo que yo intente, desde el comienzo, elucidar los
temas que estn directamente conectados, los secretos y su apreciacin.
ste es un ejemplo.
Casi invariablemente llega un momento durante el ejercicio de su profesin en
que el prestidigitador parecer hacer una pausa. Se acercar a los focos, y con toda su
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luz en la cara, enfrentar directamente al pblico. Y dir, o, si su actuacin es muda,
parecer decir: Miren mis manos. No hay nada escondido en ellas. Luego alzar las
manos para que el pblico las vea, levantando las palmas para exponerlas, separando
los dedos para probar que no hay nada secretamente oculto entre ellos. Con sus
manos en alto entonces las har girar, para ensear los dorsos al pblico, y quedar
determinado que sus manos estn vacas. Para llevar el asunto ms all de cualquier
sospecha que an pudiera quedar, el mago probablemente tirar con suavidad de los
puos de su chaqueta, mostrando que tampoco hay nada all escondido. Luego
realizar su truco, y durante el mismo, momentos despus de la incontrovertible
evidencia de sus manos vacas, extrae algo de ellas: un ventilador, una paloma o un
conejo, un ramo de flores de papel y a veces hasta una mecha encendida. Es una
paradoja, una imposibilidad! El pblico se maravilla con el misterio, y estallan los
aplausos.
Cmo puede suceder esto?
El prestidigitador y el pblico han entrado en lo que yo llamo el Pacto de
hechicera consentida. No est explcito como tal, y de hecho el pblico es apenas
consciente de que pueda existir tal pacto, pero eso es lo que sucede.
La persona que realiza el truco no es por supuesto un hechicero, sino un actor que
interpreta a un hechicero y que desea que la audiencia crea, aunque slo
temporalmente, que l est en contacto con poderes siniestros. El pblico sabe que lo
que est viendo no es realmente hechicera, pero reprime el conocimiento y accede al
deseo del hechicero. Cuanto mayor es la habilidad de ste de mantener la ilusin,
mejor le juzga el pblico.
El acto de mostrar las manos vacas, antes de revelar que, a pesar de las
apariencias podran no haberlo estado, es en s mismo un constituyente del Pacto. El
Pacto implica que hay condiciones especiales en juego. En relaciones sociales
normales, por ejemplo, cun a menudo tiene alguien que probar que sus manos estn
vacas? Y consideren esto: si el mago de repente hiciera aparecer un jarrn con flores
sin sugerir primero al pblico que tal aparicin era imposible, parecera que no ha
existido ningn truco. Nadie aplaudira.
Por lo tanto esto demuestra mi mtodo.
Permtanme exponer el Pacto de consentimiento bajo el cual escribo estas
palabras, con el fin de que los que las lean comprendan que lo que sigue no es
hechicera, slo lo parece.
Primero dejen que les muestre mis manos, por as decirlo, las palmas hacia el
frente, los dedos separados, y les dir (y recuerden esto): Cada palabra de este
cuaderno que describe mi vida y mi trabajo es cierta, honesta y precisa.
Ahora giro mis manos para que puedan ver sus dorsos, y les digo: Mucho de lo
que est aqu puede ser comprobado con archivos objetivos. Mi carrera est impresa
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en archivos de peridicos, mi nombre aparece en libros de referencia biogrfica.
Finalmente, tiro suavemente de los puos de mi chaqueta para mostrar mis
muecas, y les digo: Despus de todo, qu ganara con escribir un relato falso,
cuando est hecho nicamente para mis ojos y para los de nadie ms, tal vez para los
de mi familia ms cercana, y los miembros de una posteridad que nunca conocer?.
Qu ganara, realmente?
Sin embargo, ya he mostrado mis manos vacas, y ustedes deben esperar no slo
que una ilusin se produzca, sino que ustedes la consientan!
Sin escribir ni una sola mentira, ya ha dado comienzo el engao que es mi vida.
La mentira est dentro de estas palabras, hasta en la primera de ellas. Es la creadora
de todo lo que sigue, y aun as no ser aparente en ninguna parte.
He desviado su atencin, hablando de la verdad, de archivos objetivos y de
motivos. Del mismo modo que cuando muestro mis manos vacas omito informacin
importante, ustedes, ahora, estn mirando en el lugar equivocado.
Como todo mago profesional bien sabe que habr algunos a quienes esto les
desconcertar, otros que se quejarn de ser embaucados, otros ms que dirn saber el
secreto y, en fin, la feliz mayora, simplemente aceptar el hecho de la ilusin y
disfrutar de la magia por el simple hecho de ser entretenida.
Pero siempre habr uno o dos que se llevarn el secreto con ellos y se
preocuparn por l sin siquiera acercarse a su solucin.
Antes de resumir la historia de mi vida, aqu hay otra ancdota que fundamenta
mi mtodo.
Cuando era ms joven, en los teatros de variedades estaba de moda la msica
oriental. Gran parte de ella era interpretada por ilusionistas europeos y americanos,
vestidos y maquillados para parecer chinos, pero haba uno o dos magos chinos
verdaderos que venan a actuar a Europa. Uno de ellos, y tal vez el mejor de todos,
era un hombre de Shanghai llamado Chi Linqua, que trabajaba con el nombre
artstico Ching Ling Foo.
Vi a Ching actuar una sola vez, hace algunos aos, en el Teatro Adelphi en
Leicester Square. Al final del espectculo le hice llegar mi tarjeta, y sin perder tiempo
me invit amablemente a su camerino. No habl de su magia, pero mi mirada estaba
cautivada por la presencia, sobre un soporte a su lado, de su famoso accesorio: el
inmenso cuenco de cristal con peces de colores, que cuando surga aparentemente de
la nada, creaba el fantstico clmax del espectculo. Me invit a que examinara la
pecera, y era totalmente normal. Contena al menos una docena de peces
ornamentales y estaban todos vivos. Intent levantarla, pues yo conoca el secreto de
su truco, y qued maravillado por su peso.
Ching me vio luchando con ella pero no dijo nada. Evidentemente no estaba
seguro sobre si yo saba o no cul era su secreto, y no estaba dispuesto a decir nada
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que lo expusiera, ni siquiera a un colega profesional. No supe cmo decirle que yo s
saba el secreto, y entonces tampoco dije nada. Me qued con l quince minutos,
tiempo durante el cual permaneci sentado, asintiendo educadamente a los cumplidos
que le haca. Cuando llegu ya se haba quitado el traje de la actuacin, y llevaba
unos pantalones oscuros y una camisa a rayas de color azul, pero an estaba
maquillado. Cuando me puse de pie para irme se levant de su silla, que estaba junto
al espejo, y me condujo hasta la puerta. Caminaba con la cabeza inclinada, los brazos
colgando a los lados y arrastrando los pies como si le dolieran mucho las piernas.
Ahora que han pasado muchos aos y l est muerto, creo que puedo revelar su
secreto ms preciado, y hasta qu punto se obsesionaba por ello tuve el privilegio de
vislumbrarlo esa noche.
Su famosa pecera permaneca all, en el escenario, a lo largo de toda su actuacin,
lista para su repentina y misteriosa aparicin. Su presencia era hbilmente ocultada al
pblico. La llevaba bajo la toga mandarina que utilizaba de disfraz, cogindola con
sus rodillas, lista para su sensacional y aparentemente milagrosa aparicin al final del
espectculo. Nadie entre el pblico pudo nunca adivinar cmo se haca el truco, a
pesar de que un nico pensamiento lgico hubiera resuelto el misterio.
Pero la lgica estaba mgicamente en conflicto con ella misma! El nico lugar
posible donde poda esconder el pesado cuenco era debajo de su toga, y aun as esto
era lgicamente imposible. Era evidente para cualquiera que Ching Ling Foo era
fsicamente frgil, ya que se arrastraba dolorosamente durante su rutina. Cuando al
final saludaba, se apoyaba en su asistente, y era conducido cojeando fuera del
escenario.
La realidad era completamente diferente. Ching era un hombre en forma de gran
fuerza fsica, y bien poda cargar el cuenco de esta manera. Pero a pesar de esto, el
tamao y la forma de la pecera lo hacan caminar arrastrando los pies como un
mandarn. Esto amenazaba el secreto, porque diriga la atencin hacia su forma de
moverse, por lo tanto, para proteger el secreto, camin arrastrando los pies el resto de
su vida. Nunca, en ningn momento, en su casa o en la calle, de da o de noche,
camin normalmente, para no revelar su secreto.
Tal es la naturaleza de un hombre que interpreta el papel de mago.
El pblico bien sabe que un mago practicar sus trucos durante aos, y ensayar
cada nmero cuidadosamente, pero poca gente se dar cuenta de hasta qu punto
llega el prestidigitador con su deseo de engaar, la manera en que el aparente desafo
de las leyes normales se convierte en una obsesin que gobierna cada momento de su
vida.
La obsesin de Ching Ling Foo giraba en torno a una ilusin, y ahora que han
ledo mi ancdota sobre l pueden pensar, y acertarn, que yo tengo la ma. El engao
gobierna mi vida, en cada decisin que tomo, regula cada uno de mis movimientos.
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Incluso ahora, mientras me embarco en la escritura de mis memorias, controla lo que
puedo escribir y lo que no. He hablado de mtodo como la exposicin de unas manos
aparentemente vacas, pero en realidad todo en este relato representa el andar cojo de
un hombre en forma.
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2
Debido a que el almacn estaba prosperando, mis padres pudieron enviarme a la
Academia Escolar Pelham, un colegio de mujeres dirigido por las seoritas Pelham
en la calle East Bourne, junto a las ruinas de la Muralla de la ciudad medieval y cerca
del puerto. All, en medio del persistente hedor de los pescados podridos esparcidos
por la playa y los alrededores del puerto, y rodeado por el constante pero elocuente
estruendo de las gaviotas argnteas, me ensearon las tres R, as como un mnimo de
historia, geografa y el temible idioma francs. Todo esto me servira de mucho ms
adelante en mi vida, pero mis infructuosas batallas para aprender francs tuvieron un
resultado irnico, pues en mi vida de adulto mi personaje en el escenario es el de un
profesor francs.
El camino de ida y vuelta al colegio pasaba a travs de la cresta de West Hill, que
haba sido construida en el vecindario ms cercano a nuestra casa. La mayor parte del
camino consista en estrechos y empinados senderos, a travs de los aromticos
tamariscos, que haban colonizado tantos espacios abiertos de Hastings. En ese
entonces Hastings estaba experimentando un perodo de intenso desarrollo, y se
estaban construyendo numerosas casas y hoteles nuevos para alojar a los visitantes
veraniegos. Yo no me daba cuenta, porque el colegio estaba en la parte antigua de la
ciudad, mientras que el rea de esparcimiento se construa detrs de White Rock, un
espoln rocoso, que un da de mi infancia fue dinamitado de un modo fascinante
hasta su destruccin para dejar lugar a la creacin de un paseo martimo. A pesar de
todo esto, la vida en el centro antiguo de Hastings continuaba de la misma forma en
que lo haba hecho por cientos de aos.
Podra decir mucho acerca de mi padre, bueno y malo, pero quiero concentrarme
en mi propia historia, as me limitar a lo mejor. Lo quise, y aprend de l muchas de
las tcnicas de construccin de las cajas que, inadvertidamente para l, me han dado
fama y renombre. Puedo atestiguar que mi padre era trabajador, honesto, sobrio,
inteligente y, a su manera, generoso. Era justo con sus empleados. Sin ser un hombre
temeroso de Dios, ni creyente, educ a su familia para que actuase conforme un
bondadoso laicismo, en el que nada ocurrira ni dejara de ocurrir para perjudicar o
lastimar a otros. Era un brillante constructor de armarios y un buen carretero. Ms
adelante me di cuenta de que los eventuales estallidos emocionales que mi familia
tuvo que soportar (pues fueron varios) y, en suma, el origen de su rabia, debieron de
haber sido causados por frustraciones internas, a pesar de que nunca estuve
completamente seguro de cules eran. A pesar de que yo nunca fui el blanco de sus
peores momentos, crec temiendo a mi padre, aunque lo amaba profundamente.
El nombre de mi madre era Betsy May Borden (Robertson de soltera), el nombre
de mi padre era Joseph Andrew Borden. Tengo un total de siete hermanos y
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hermanas, aunque debido a las muertes prematuras solamente conoc a cinco de ellos.
Yo no era ni el mayor ni el ms pequeo, y no era el preferido de ninguno de mis
padres. Crec en razonable armona con casi todos, si no todos, mis hermanos.
Cuando tena doce aos me sacaron del colegio y me pusieron a trabajar de
aprendiz de carretero en el almacn de mi padre. Aqu comenz mi vida de adulto,
puesto que desde entonces pasaba ms tiempo con adultos que con nios, y tambin
porque comenzaba a ver claro mi propio futuro. Dos factores jugaron un papel
fundamental.
El primero fue, simplemente, aprender a manejar la madera. Haba crecido
observndola y olindola, por lo que su aspecto y su olor me eran familiares. Sin
embargo, no tena ni idea de lo bien que poda uno sentirse al recogerla, o al surcarla,
o al cortarla. Desde el primer momento en que utilic la madera comenc a respetarla
y a darme cuenta de las posibilidades que ocultaba. La madera, si est bien cortada y
ha sido talada de manera que pueda aprovecharse la veta, es hermosa, fuerte, liviana y
flexible. Puede cortarse de casi cualquier forma, trabajarse o adherirse a cualquier
otro material; puedes pintarla, mancharla, teirla, moldearla. Es atractiva y comn al
mismo tiempo, por lo tanto, donde haya algo fabricado en madera, se obtiene una
tranquila sensacin de slida normalidad, as que casi nunca llama la atencin.
En resumen, es el material ideal para el ilusionista.
En el almacn no me trataban de forma especial por ser el hijo del propietario. El
primer da empec a aprender el oficio realizando el trabajo ms duro, ms difcil del
taller: nos pusieron a m y a otro aprendiz a trabajar con una sierra. Fueron jornadas
de doce horas (comenzbamos a las seis de la maana y terminbamos a las ocho de
la noche cada da, con slo tres cortos descansos para las comidas) que endurecieron
mi cuerpo como ningn otro trabajo que pueda imaginar, y me ensearon a temer y a
respetar las pesadas cuerdas de la madera. Tras mi iniciacin, que prosigui durante
varios meses, empec a cortar madera. Era menos exigente fsicamente, pero ms
arduo; volteaba y alisaba la madera para los colegas y los compaeros de los carros.
Aqu entr en contacto habitual con los carreteros y otros hombres que trabajaban
para mi padre, y vi menos a mis compaeros aprendices.
Una maana, aproximadamente un ao despus de haber dejado el colegio, un
contratista llamado Robert Noonan vino al taller, a realizar un trabajo de reparacin y
decoracin de la pared del fondo del almacn que se necesitaba haca tiempo, ya que
haba sido daada durante una tormenta haca algunos aos. La llegada de Noonan
supuso la segunda influencia que afectara mi vida futura.
Estaba ocupado en mis labores y apenas lo not, pero a la una del medioda,
cuando paramos para almorzar, Noonan vino y se sent conmigo y con los otros
hombres en la mesa de caballetes mientras comamos. Sac un mazo de cartas y
pregunt si alguno de nosotros quera encontrar a la dama. Algunos de los hombres
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mayores intentaron advertir a los otros, pero algunos de nosotros simplemente nos
quedamos mirando. Pequeas sumas de dinero fueron pasando de mano en mano; no
por las mas, ya que no tena nada para gastar, pero un par de trabajadores estaban
ansiosos por apostar unos peniques.
Me fascinaba la forma relajada y natural en que Noonan manipulaba las cartas.
Era tan rpido! Tan diestro! Hablaba suave y persuasivamente, mostrndonos
las caras de las tres cartas en juego, colocndolas boca abajo sobre la pequea caja
frente a l con movimientos rpidos pero fluidos y luego movindolas con sus largos
dedos antes de detenerse para desafiarnos y preguntarnos cul era la reina. Los
trabajadores tenan ojos ms lentos que los mos; no vean la carta tan a menudo
como yo (a pesar de que me equivocaba ms de lo que acertaba).
Ms tarde le dije a Noonan:
Cmo lo haces? Me lo enseas?
Primero comenz a darme largas hablndome de manos fojas, pero yo insist.
Quiero saber cmo lo haces! gritaba. La reina se coloca en el medio de
las tres pero t slo mueves las cartas dos veces y ya no est donde yo creo que est!
Cul es el secreto?
Entonces, un da a la hora del almuerzo, en lugar de intentar desplumar a los
dems, me llev a un rincn tranquilo del galpn y me ense a manipular las tres
cartas de manera que las manos engaaran a los ojos. La reina y otra carta se cogan
suavemente entre el pulgar y el dedo medio de la mano izquierda, una sobre la otra; la
tercera carta se coga con la mano derecha. Una vez colocadas las cartas mova sus
manos en diagonal, rozando suavemente la punta de los dedos sobre la superficie y
pausando brevemente, sugiriendo as que la reina era colocada primero. De hecho, era
casi invariablemente una de las otras cartas la que se deslizaba discretamente debajo
de ella. ste es el clsico truco conocido como Monte de tres cartas.
Cuando entend el funcionamiento de este truco, Noonan me mostr varias
tcnicas ms. Me ense cmo pegar una carta a la palma de la mano, cmo mover la
mesa engaosamente para no alterar el orden de las cartas, cmo cortar la baraja para
poner una determinada carta encima o debajo de la mano, cmo ofrecer a alguien un
abanico de cartas y obligarlo a elegir una carta en particular. Haca todo esto de forma
despreocupada, presumiendo ms que mostrando, probablemente sin darse cuenta de
la absorta atencin con la que yo lo estaba asimilando. Cuando termin su
demostracin intent poner en prctica la tcnica de repartir las cartas con la reina,
pero las cartas se desparramaron por todas partes. Lo intent otra vez. Y una vez ms.
Una y otra vez despus de que el propio Noonan perdiera inters y se fuera por ah.
La tarde del primer da, solo en mi habitacin, ya haba conseguido dominar el
Monte de tres cartas, y me pona a trabajar en las otras tcnicas que haba visto
brevemente.
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Un da, cuando termin su trabajo, Noonan dej el almacn y desapareci de mi
vida. Nunca volv a verlo. Dej tras l a un nio adolescente excitado y animado por
un deseo irrefrenable. Mi intencin era no descansar hasta dominar el arte que ahora
saba (de un libro que saqu urgentemente de la biblioteca) se llamaba Legerdemain.
Legerdemain, los juegos de manos, la prestidigitacin, se convirtieron en el
mayor inters de mi vida.
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En los siguientes tres aos se produjeron desarrollos paralelos en mi vida. Por un lado
era un adolescente convirtindose rpidamente en un hombre. Por el otro, mi padre
no tard mucho en darse cuenta de que yo posea una apreciable destreza para la
carpintera, y que las comparablemente speras demandas del trabajo de carretero no
me aprovechaban por completo. Finalmente, estaba aprendiendo a hacer magia con
mis manos.
Estas tres partes de mi vida se entrecruzaban unas con otras como las hebras de
una trenza. Tanto mi padre como yo debamos ganarnos la vida, por lo tanto, gran
parte del trabajo que yo haca en el taller eran los barriles, los ejes y las ruedas que
conformaban la parte principal del negocio; pero cuando poda, l o alguno de sus
empleados me instruan en el ms exquisito arte de la ebanistera. Mi padre planeaba
para m un futuro en su negocio. Si yo demostraba ser tan experto como l crea, al
finalizar mi aprendizaje me pondra mi propio taller de muebles, permitindome
desarrollarlo a mi manera. Con el tiempo, l se unira a m cuando se retirara del
almacn. Cuando pensaba en ello, comprenda algunas de las frustraciones de su vida.
Mi habilidad carpintera le traa recuerdos de su propia ambicin juvenil.
Mientras tanto, mi otra capacidad, la que yo vea como la verdadera, se
desarrollaba a paso acelerado. Cada momento de mi tiempo libre estaba dedicado a
practicar el arte de los conjuradores. En especial, aprend e intent dominar todos los
trucos conocidos de manipulacin de cartas de juego. Vea los juegos de manos como
la base de toda la magia, as como la escala tonal es la base de la ms compleja
sinfona. Era difcil obtener trabajos de referencia sobre el tema, pero los libros de
magia s que existen y el investigador diligente puede encontrarlos. Noche tras noche,
en mi fra habitacin sobre el puente, me pona de pie frente a un espejo de cuerpo
entero y practicaba sin descanso; haca desaparecer y aparecer las cartas, barajarlas y
desplegarlas, pasarlas y mostrarlas en forma de abanico, descubriendo distintas
formas de cortar y amagar. Aprend el arte del cambio de direccin, en el que el mago
explota la experiencia diaria del pblico para confundir sus sentidos: la jaula de metal
que parece demasiado rgida como para derrumbarse, la pelota que parece demasiado
grande como para ser escondida en una manga, la espada cuya templada hoja de
acero, seguro?, nunca podra ser flexible. Rpidamente cre un repertorio con estas
tcnicas de prestidigitacin, concentrndome en cada una de ellas hasta manejarla
correctamente, luego practicando hasta dominarla, y concentrarme en ella una vez
ms hasta dominarla a la perfeccin. Nunca dej de practicar.
La fuerza y la destreza de mis manos eran claves.
Ahora, brevemente, hago una pausa en este relato para reparar en mis manos.
Dejo mi lapicero para ponerlas frente a m nuevamente, girndolas bajo la luz de
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la lmpara de gas, tratando de verlas de una forma no tan familiar, como las veo cada
da, sino como imagino que lo hara un extrao. Ocho dedos largos y esbeltos, dos
slidos pulgares, las uas cortadas de un largo especfico, no las manos de un artista,
ni las de un trabajador, ni las de un cirujano, sino las manos de un carpintero
convertido en prestidigitador. Cuando las giro y pongo las palmas frente a m, veo
una piel plida, casi transparente, con durezas oscuras entre las juntas de los dedos.
Las bolas de los pulgares son redondas, pero cuando tenso los msculos se
forman duras rugosidades que atraviesan las palmas. Ahora les doy la vuelta y veo la
piel suave de nuevo, con algunos vellos rubios. Las mujeres sienten curiosidad por
mis manos, y algunas dicen que les encantan.
Cada da, incluso ahora, en mi madurez, hago ejercicios con mis manos. Son
suficientemente fuertes como para reventar una pelota de tenis. Puedo doblar clavos
de acero entre mis dedos, y si golpeo madera brava con la base de la mano, se astilla.
De la misma manera, la misma mano puede suspender un penique suavemente en
el aire cogindolo por su canto entre las yemas de mi tercer y mi cuarto dedo,
mientras el resto de la mano manipula artefactos, o escribe en una pizarra, o sostiene
el brazo de un voluntario del pblico, y puede retener la moneda all al mismo
tiempo, antes de deslizarla hbilmente hasta donde parezca aparecer por arte de
magia.
Mi mano izquierda tiene una pequea cicatriz, un recordatorio de la poca de mi
infancia en que aprend el verdadero valor de mis manos. Ya saba, gracias a todas las
veces que practicaba con un mazo de cartas, o con una moneda, o con un guante de
seda fina, o con cualquiera de los accesorios del mago que comenzaba a manejar
lentamente, que la mano del hombre era un instrumento delicado, fino y fuerte, y
sensible. Pero la carpintera endureci mis manos, hecho lamentable que descubr una
maana en el almacn. Un momento de distraccin mientras daba forma a una pina,
un movimiento descuidado con un formn, y me hice un profundo tajo en la mano
izquierda. Recuerdo estar all de pie sin poder creerlo, mis dedos tensos como garras,
mientras del tajo brotaba sangre de un rojo intenso y se extenda rpidamente por la
mueca y el brazo. Los hombres mayores con quienes estaba trabajando ese da
estaban acostumbrados a tales heridas, y saban qu hacer; me aplicaron un torniquete
rpidamente y prepararon un carro para salir inmediatamente hacia el hospital. Tuve
la mano vendada durante dos semanas. No era la sangre, ni el dolor, ni la
incomodidad; era el terror de que cuando el corte se curara, mi mano hubiera
resultado atravesada de forma tan definitiva, devastadora, que quedara inmovilizada
para siempre. En definitiva, no hubo daos permanentes. Tras un desalentador
perodo en que la mano estaba demasiado rgida y torpe como para usarla, los
tendones y los msculos se fueron aflojando, la herida se cur y se cerr
correctamente, y al cabo de dos meses ya estaba normal.
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Sin embargo, lo tom como una advertencia. En ese entonces mis juegos de
manos eran slo una aficin. Nunca haba actuado para nadie, ni siquiera, como
Robert Noonan, para entretener a los hombres con quienes trabajaba. Toda mi magia
era para prctica, ejecutada en una muda demostracin frente al espejo. Pero era una
aficin absorbente, una pasin, incluso, s, el comienzo de una obsesin. No poda
permitir que ninguna herida la pusiera en peligro!
Esa mano cortada fue por lo tanto otro momento crucial para m, porque
estableci la prioridad de mi vida. Antes de eso, yo era un aprendiz de carretero con
un absorbente pasatiempo, pero despus era un joven mago que no permitira que
nada se interpusiera en su camino. Era ms importante esconder una carta en la palma
de mi mano, o coger con destreza una bola de billar oculta dentro de una bolsa
forrada en feltro, o deslizar secretamente un billete de cinco peniques dentro de una
naranja preparada, por ms triviales que estas cosas puedan parecer, que el hecho de
lastimarme mis manos de nuevo algn da haciendo una rueda para el carro de un
patrn.
No me dije nada de esto! Qu es? Hasta dnde debe llegar? No debo escribir
nada ms hasta saberlo! Entonces, ahora que hemos hablado, estn de acuerdo en
que contine? Aqu est otra vez, bajo ese acuerdo puedo escribir lo que yo crea
conveniente, y puedo ampliarlo cuando yo lo crea conveniente. No plane nada con
lo que no estara de acuerdo, slo escribir una buena parte ms antes de leerlo. Me
disculpo si pienso que me estaba engaando, y fue sin mala intencin.
Lo he reledo varias veces, y creo entender hacia dnde me dirijo. Fue
simplemente la sorpresa lo que me hizo reaccionar de ese modo. Ahora que estoy ms
calmado me parece bastante aceptable, hasta ahora.
Pero falta mucho! Creo que a continuacin debo escribir acerca del encuentro
con John Henry Anderson, porque fue gracias a l que consegu introducirme en
Maskelynes.
Supongo que no hay ninguna razn en especial para que no pueda ir directo a
esto. O bien tengo que hacer esto ahora, o dejar una nota para encontrarla luego.
Hagamos este trueque ms a menudo!
No debo dejar fuera bajo ninguna circunstancia:
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Cuando yo tena diecisis aos, en 1872, John Henry Anderson trajo su espectculo
de magia a Hastings, y estuvo en cartelera durante una semana en el Teatro Gaiety de
la calle Queen. Asist a su espectculo todas las noches, comprando los asientos ms
cercanos al auditorio que poda permitirme. Habra sido inconcebible perderme
alguna de sus presentaciones. En esa poca no slo era el ilusionista profesional ms
importante con un espectculo itinerante, famoso por la creacin de nuevos,
numerosos y sorprendentes efectos, sino que adems tena reputacin de ayudar y
alentar a magos jvenes.
Todas las noches el seor Anderson realizaba un truco conocido en el mundo de
la magia como La ilusin de la caja moderna. Durante el mismo invitaba a un
pequeo comit de voluntarios del pblico a subir al escenario. Estos hombres
(siempre eran hombres) ayudaran a subir al escenario una alta caja de madera
montada sobre ruedas, lo suficientemente alta como para demostrar que nadie podra
entrar por la base. Luego se invitaba al comit a inspeccionar la caja por dentro y por
fuera hasta quedar satisfecho de que estaba vaca, darle vueltas para que el pblico la
viera desde todos los ngulos, incluso se elega a uno de ellos para que se metiera
dentro un momento y comprobar que ninguna otra persona poda estar all escondida.
Luego ayudaban a cerrar la puerta y a asegurarla con grandes candados.
Mientras el comit permaneca en el escenario, el seor Anderson giraba la caja
una vez ms para que el pblico se convenciera de que estaba bien cerrada, luego con
rpidos movimientos quitaba los candados, abra la puerta y sala una hermosa y
joven asistente, llevando un voluminoso traje y un gran sombrero.
Cada noche, cuando el seor Anderson peda voluntarios, yo me pona de pie
ansiosamente esperando ser elegido, y cada noche escoga a otros. Deseaba mucho
que me escogiera a m! Quera saber cmo era estar en el escenario bajo las luces,
frente al pblico. Quera estar cerca del seor Anderson cuando haca este truco. Y
afortunadamente consegu ver de cerca cmo estaba construida la caja. Por supuesto
que conoca el secreto de la Caja moderna, porque para entonces haba aprendido o
descifrado yo solo el mecanismo de cada truco actual, pero ver de cerca la caja de un
mago tan importante habra sido una oportunidad nica para examinarla. El secreto
de ese truco en particular est en la construccin de la caja. Ay, pero no era el
momento propicio.
Despus de la ltima actuacin de su corta temporada me arm de valor y fui
hasta la entrada de los artistas, con la intencin de abordar al seor Anderson cuando
abandonara el teatro. En cambio, haca menos de un minuto que estaba fuera, de pie,
cuando el portero sali de su cubculo y se acerc a m, con la cabeza ligeramente
hacia un lado y mirndome con curiosidad.
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Disculpe, caballero me dijo. El seor Anderson ha dejado instrucciones de
invitarlo a su camerino si usted llegara a aparecer por esta entrada.
Huelga decir que me qued pasmado!
Est seguro de que se refera a m? pregunt.
S, seor. Estoy seguro.
An perplejo, pero totalmente encantado y entusiasmado, segu las direcciones
del portero a travs de todos los estrechos pasadizos y escaleras, y pronto encontr el
camerino de la estrella. Dentro
Dentro, se sucedi una corta y emocionante entrevista con el seor Anderson. Me
siento reacio a describirla aqu en detalle, en parte porque fue hace tanto tiempo e,
inevitablemente, me he olvidado de los detalles, pero tambin en parte porque no fue
hace tanto tiempo que dej de sentir vergenza de mis efusiones juveniles. Mi
semana en la primera fila de sus actuaciones me haba convencido de que era un
ilusionista brillante, un buen presentador y admirable orador, e impecable en la
ejecucin de sus trucos. Me haba quedado boquiabierto al conocerlo, pero cuando
volv a mover los labios sali efusivamente de m un torrente de elogios y
entusiasmo.
Sin embargo, a pesar de todo esto, surgieron dos temas que son de inters.
El primero fue su explicacin de por qu nunca me haba escogido de entre el
pblico. Me dijo que haba estado a punto de hacerlo en la primera funcin, porque
haba sido el primero en ponerme de pie, pero algo le haba hecho cambiar de
opinin. Luego dijo que cuando me vio en las siguientes actuaciones se dio cuenta de
que yo deba de ser un colega mago (cmo salt de alegra mi corazn ante tal
reconocimiento!), y por lo tanto se resista a invitarme a tomar parte. l no saba, ni
poda estar seguro, si yo tena motivos ocultos. Muchos magos, en particular los ms
jvenes, son capaces de intentar robar ideas a sus colegas mejor consolidados, y por
lo tanto entend la precaucin del seor Anderson. Aun as, se disculp por haber
desconfiado de m.
El otro tema surgi de ste; se haba dado cuenta de que yo estaba comenzando
mi carrera. Pensando en esto me escribi una breve carta de presentacin, para
presentarla en la Sala St. George en Londres, donde podra conocer al seor Nevil
Maskelyne en persona.
Fue entonces cuando me invadi la excitacin; me resulta demasiado doloroso
recordar mis efusiones juveniles.
Alrededor de seis meses despus de mi emocionante encuentro con el seor
Anderson, me acerqu por fin al seor Maskelyne en Londres, y a partir de entonces
comenz mi carrera de mago profesional. sta, en lneas generales, es la historia de
cmo conoc al seor Anderson y, a travs de l, al seor Maskelyne. No es mi
intencin darle vueltas a estos u otros pasos que segu al ir perfeccionando mi arte
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hasta crear un exitoso espectculo escnico, excepto cuando infuyan en el punto
principal de este relato. Hubo un largo perodo durante el cual iba aprendiendo mi
oficio mientras lo representaba en el escenario, y la gran mayora de las veces los
resultados eran decepcionantes. Esa poca de mi vida no me resulta demasiado
interesante.
Sin embargo, hay algo importante en la cuestin particular de mi encuentro con el
seor Anderson. l y el seor Maskelyne fueron los nicos dos magos importantes
que conoc antes de que mi Pacto adoptara su forma actual, y por lo tanto son los dos
nicos colegas ilusionistas que conocen el secreto de mi actuacin. Lamento decir
que el seor Anderson est muerto, pero la familia Maskelyne, incluyendo al seor
Nevil Maskelyne, todava est activa en el mundo de la magia. S que puedo confiar
en su silencio; de hecho, tengo que confiar en ellos. No estoy dispuesto a culpar al
seor Maskelyne de que mis secretos hayan estado algunas veces a punto de
divulgarse.
No, ciertamente, puesto que s bien quin es el culpable.
Volver ahora a referirme a lo esencial de este relato, que era mi intencin antes
de interrumpir.
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Se cuenta que hace algunos aos un mago (creo que fue el seor David Devant) haba
dicho: Los magos protegen sus secretos, no porque stos sean tan grandes e
importantes, sino porque son muy pequeos y triviales. Los maravillosos efectos
creados en el escenario son generalmente el resultado de un secreto tan absurdo, que
al mago le dara vergenza admitir que as fue como se hizo.
Ah, en pocas palabras, reside la paradoja del mago de escenario.
El hecho de que un truco se estropea si se revela su secreto es ampliamente
conocido, no slo por los magos, sino por el pblico al que entretienen. Mucha gente
disfruta de la sensacin de misterio creada por el espectculo, y no quieren arruinarla,
sin importar lo curiosos que estn por saber lo que parecen haber testimoniado.
El mago, naturalmente, desea preservar sus secretos, para poder seguir ganndose
la vida con ellos, y esto es ampliamente reconocido. Sin embargo, se convierte en
vctima de sus propios secretos. A medida que un truco forma parte de su repertorio,
y lo representa exitosamente con mayor frecuencia, aumentando as el nmero de
personas que han sido engaadas, entonces considerar ms esencial si cabe preservar
su secreto.
El efecto se agranda. Es visto por muchos pblicos que otros magos lo copian o lo
adaptan; el propio mago dejara que evolucione y que su nmero cambie a lo largo de
los aos, de forma que su secreto parezca ms elaborado o ms imposible de explicar.
El secreto permanece a travs de todo esto. Tambin permanece pequeo y trivial,
y mientras crece el efecto, la trivialidad se vuelve ms amenazadora para su
reputacin. El secreto se convierte en una obsesin.
Por lo tanto, pasemos a lo que realmente nos incumbe.
He pasado toda mi vida cuidando mi secreto, aparentando cojear (estoy aludiendo
a Ching Ling Foo, no, por supuesto, escribiendo literalmente). Ahora tengo cierta
edad y, francamente, un merecido bienestar, hasta el punto de que actuar sobre el
escenario ha perdido su dorado encanto. He de cojear figurativamente, entonces, por
el resto de mi vida natural para preservar un secreto que unos pocos saben que existe,
y que incluso a menos les interesa? Pienso que no, as que me he propuesto
finalmente cambiar el hbito de toda una vida y escribir sobre El nuevo hombre
transportado. ste es el nombre del truco que me ha hecho famoso, descrito por
muchos como la mejor pieza de magia que se haya representado nunca sobre un
escenario internacional.
Tengo intencin de escribir, en primer lugar: una breve descripcin de lo que ve el
pblico.
Y luego, en segundo lugar: una Revelacin del Secreto que hay detrs!
Tal es el propsito de este relato. Ahora pongo mi lapicero a un lado, como hemos
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convenido. Me he abstenido de escribir en este libro durante tres semanas. No
necesito decir por qu; no necesito que me digan por qu. El secreto de El nuevo
hombre transportado no puedo revelarlo solamente yo, y eso es todo. Qu locura
me infecta?
El secreto me ha sido muy til durante muchos aos, y ha resistido numerosos
ataques indiscretos. He pasado gran parte de mi vida protegindolo. No es sta razn
suficiente para el Pacto?
Sin embargo, ahora digo que todos esos secretos son triviales. Triviales! He
dedicado mi vida a un secreto trivial?
Las primeras dos de mis tres semanas silenciosas transcurrieron mientras
reflexionaba sobre esta idea indignante acerca del trabajo de mi vida.
Este libro, diario, narracin cmo debera llamarlo? es en s mismo
producto de mi Pacto, como ya he dejado claro. He pensado acaso en todas las
ramificaciones que esto puede tener?
Segn el Pacto, si alguna vez hago una declaracin, incluso algo desacertado o
dicho en un momento de descuido, siempre asumo la responsabilidad, ya que es como
si yo mismo hubiera dicho tales palabras; tal como lo hago cuando se intercambian
los roles, o al menos es lo que siempre he asumido. Esta unidad de propsito, de
accin, de palabras, es esencial para el Pacto.
Es por eso que no insisto en volver atrs y borrar las lneas anteriores, en las que
me he comprometido a revelar mi secreto. (Por la misma razn no podr borrar ms
adelante las lneas que estoy escribiendo ahora).
Sin embargo, es imposible revelar mi secreto, y ni siquiera se volver a
considerar.
Debo cojear un tiempo ms.
Estoy ignorando el hecho de que Rupert Angier todava vive! Es cierto que a
veces trato de apartarlo de mi mente, cubriendo intencionalmente de velos de olvido
su persona y sus acciones, pero el desgraciado sigue respirando. Mientras l siga
vivo, mi secreto est en peligro.
Me han dicho que an representa su versin de El nuevo hombre transportado,
y que durante su ejecucin contina haciendo ese ofensivo comentario bajo las luces,
de que lo que el pblico est a punto de ver se ha copiado varias veces pero nunca se
ha mejorado. Estos informes me amargan, y ms otros informes de personas que
estn bien al tanto de todo esto. Angier ha dado con un nuevo mtodo de
transportacin, y se dice que funciona en el escenario. Su imperdonable fallo, sin
embargo, radica en que su efecto es lento. Por mucho que diga, an no puede hacer
el truco tan rpido como yo! Cmo debe anhelar descubrir mi verdad!
El Pacto debe permanecer como est. Nada de revelaciones!
Puesto que he introducido a Angier en la historia, describir el primer problema
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que esto me caus, y proporcionar un informe detallado de cmo comenz nuestra
disputa. Pronto se ver que fui yo quien dio pie al enfrentamiento, y no me ando con
rodeos acerca de esta responsabilidad.
Sin embargo, si tom el mal camino fue por adherirme a lo que yo crea eran los
principios ms elevados, y cuando me di cuenta de lo que haba hecho, intent
repararlo. As fue como todo comenz.
En los mrgenes de la magia profesional, hay unos cuantos individuos que ven la
prestidigitacin como una manera fcil de engaar a los crdulos y a los ricos. Usan
los mismos mecanismos y artefactos de magia que los magos legtimos, pero fingen
que sus efectos son reales.
Es obvio que esto es apenas una sombra del artificio que crea el mago
profesional, el cual interpreta el papel de hechicero. Esa sombra de diferencia es
crucial.
Por ejemplo, a veces abro mi espectculo con un truco llamado Los eslabones
chinos. Empiezo por tomar posicin en el centro de un escenario iluminado,
sosteniendo los aros con aire despreocupado, sin decir lo que estoy a punto de hacer
con ellos. El pblico ve (o cree que ve, o se permite creer que ve) diez grandes aros
separados hechos de un metal brillante. Los aros se ensean a unos pocos miembros
del pblico a los que se les permite inspeccionarlos, y descubrir, en representacin de
todos los presentes, que los aros son slidos, sin junturas, sin aberturas. Luego
recupero los aros, y para sorpresa de todos, inmediatamente los uno formando una
cadena, sostenindola en alto para que todos la vean. Junto y separo los aros con la
mano de uno de los espectadores sobre el preciso lugar donde se produce la unin o
la separacin. Uno algunos aros para crear figuras o formas, luego los separo con la
misma rapidez, pasndolos informalmente alrededor de uno de mis brazos o del
cuello. Al finalizar el truco se me ve (o cree vrseme, etctera) sosteniendo, una vez
ms, diez slidos aros separados.
Cmo se hace? La verdadera respuesta es que para realizar dicho truco son
necesarios muchos aos de prctica. Hay un secreto, por supuesto, y debido a que
Los eslabones chinos es todava un truco popular, ampliamente representado, no
puedo revelar cul es, sin ms ni ms. Es un truco, una ilusin, que debe juzgarse no
por su aparentemente milagroso secreto, sino por la habilidad, el don y la teatralidad
con que se realiza.
Ahora, piensen en otro mago. Realiza el mismo truco, usando el mismo secreto,
pero dice abiertamente que est uniendo y separando los aros con magia. Acaso no
ser su actuacin juzgada de otra manera? No parecer diestro, sino mstico y
poderoso. No sera un mero artista, sino alguien que trabaja con milagros y desafa
las leyes naturales.
Si yo, o cualquier otro mago profesional, estuviera all, me vera obligado a
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decirle al pblico:
Eso es slo un truco! Los aros no son lo que parecen. No han visto lo que
creen haber visto.
A lo que el que trabaja con milagros responder (falsamente):
Lo que acabo de mostrarle al pblico es producto de lo sobrenatural. Si
sostienes que es slo un truco de magia, entonces explica a todos cmo se hace.
Y no habra respuesta. No podra revelar el funcionamiento de un truco, ya que
estoy comprometido por el honor profesional. Por lo tanto, el milagro parecer seguir
siendo un milagro.
Cuando comenc a actuar estaban de moda los efectos con espritus, o el
espiritismo. Algunas de estas manifestaciones se representaban abiertamente en el
escenario teatral; otras tenan lugar ms secretamente en estudios o casas particulares.
Todas tenan caractersticas en comn. Presuntamente, daban esperanzas a las
personas que haban sufrido la muerte de alguien recientemente, o a los ancianos,
hacindoles creer que haba vida despus de la muerte. Mucho dinero pas de una
mano a otra en persecucin de esta promesa.
Desde el punto de vista de un mago profesional, el espiritismo tena dos
caractersticas significativas. Primero, se utilizaban tcnicas de magia estndares.
Segundo, los perpetradores invariablemente decan que los efectos eran
sobrenaturales. En otras palabras, se hacan afirmaciones falsas sobre poderes
milagrosos.
Esto fue lo que me irrit. Todos los trucos son fcilmente reproducidos por
cualquier ilusionista de escenario que merezca ese nombre, as que es irritante, como
mnimo, orles decir que se trata de un fenmeno paranormal, cuya manifestacin por
lo tanto prueba que hay un ms all, que los espritus pueden mantener una
conversacin y que los muertos pueden hablar. Es una mentira, pero muy difcil de
probar.
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diarios y peridicos, y algunas de sus actividades eran muy discutidas. El espiritismo
era presentado a las masas como una clase de magia ms excitante, poderosa y
efectiva que la que podan ver sobre el escenario. Si uno posee la habilidad de poner a
una mujer en trance y hacerla girar en el aire, el argumento parece ser: por qu no
utilizar esa habilidad ms provechosamente y comunicarse con los que se han ido
recientemente? Realmente, por qu no?
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El nombre de Rupert Angier ya me era familiar. Escriba desde algn lugar del Norte
de Londres, y era un terco e incansable individuo muy habitual de la seccin de cartas
del lector en dos o tres de las revistas de magia de circulacin privada. Su propsito
era invariablemente menospreciar a la gente que describa como el establishment de
los magos ms antiguos, que con sus secretos y sus tradiciones corteses, eran
elevados a la categora de grandes reliquias de una poca pasada. A pesar de que yo
trabajaba segn tales tradiciones, no me permit dejarme arrastrar por las diversas
polmicas de Angier, pero algunos de los magos que yo conoca se irritaban ante su
desprecio.
Una de sus teoras, por citar un ejemplo tpico, era que si los magos eran tan
diestros como decan ser, entonces deberan estar preparados para hacer magia en
crculo. Es decir, el mago estara rodeado por el pblico, y por lo tanto forzado a
crear trucos que no dependan del escenario como marco teatral, que excluye al
pblico del arco del proscenio. Uno de mis distinguidos colegas seal gentilmente
como respuesta el hecho, en s mismo evidente, de que no importa lo bien que
prepare el mago su actuacin, pues siempre existir una parte del pblico que podr
ver el truco. La respuesta de Angier consisti en mofarse. Primero, dijo que el efecto
mgico se incrementara si la ilusin pudiera verse desde todos los ngulos.
Segundo, si no poda verse, y una pequea parte del pblico tuviera que
vislumbrar el secreto, no importaba! Si quinientas personas son engaadas, dijo, no
tena importancia que otras cinco vieran el secreto.
Tales teoras rozaban la hereja para la mayora de los profesionales, no porque
contuvieran secretos que eran inviolables (cosa que Angier pareca dar a entender),
sino porque la actitud de Angier para con la magia era radical y desconsiderada con
las tradiciones que haban sido mantenidas tan fielmente durante largo tiempo.
Por lo tanto, Rupert Angier se estaba haciendo un nombre, pero tal vez no el que
haba planeado. Uno de los comentarios que alcanc a escuchar varias veces fue la
frgida sorpresa ante el hecho de que Angier raramente ejecutaba algn nmero de
magia ante un pblico asistente. Sus colegas no podan por lo tanto admirar su
indudablemente brillante e innovadora magia.
Como ya he dicho, no me involucr, y l apenas me interesaba. Sin embargo, el
destino no tardara en entrar en juego.
Sucedi que una de las hermanas de mi padre que viva en Londres haba
quedado viuda, y en su dolor, tena intenciones de consultar a un espiritista, por lo
que haba acordado una sesin de espiritismo en su casa. Me enter de esto en una de
las habituales cartas de mi madre, comentado en forma de cotilleo familiar, e
inmediatamente se encendi mi curiosidad profesional. Me puse en contacto con mi
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ta de inmediato, le brind mis tardas condolencias por la prdida de su marido y me
ofrec para estar con ella en su bsqueda de consuelo.
Cuando lleg el da tuve la suerte de que mi ta me hubiera invitado antes a
almorzar, porque el espiritista lleg a la casa al menos una hora antes de lo esperado.
Esto cre cierta confusin en el hogar. Imagino que era parte de su plan, y le
permita hacer determinados preparativos en la sala donde se llevara a cabo la sesin.
l y sus dos jvenes asistentes, un hombre y una mujer, oscurecieron la sala con
persianas negras, movieron a un lado los muebles que les molestaban al tiempo que
entraban otros que haban trado con ellos, enrollaron la alfombra para descubrir las
tablas del suelo y montaron una caja de madera cuyo tamao y apariencia bastaron
para convencerme de que estaba a punto de ser interpretado un nmero de magia
convencional. Me qued discreta pero atentamente en el fondo del saln, mientras se
llevaban a cabo tales preparativos. No quera hacer nada que pudiera llamar la
atencin del espiritista, pues si estaba alerta, podra haberme reconocido. La semana
anterior, mi actuacin haba originado un par de notas de prensa favorables.
El espiritista era un hombre joven de aproximadamente mi edad, menudo, de
cabello oscuro y frente estrecha. Tena un aspecto receloso, casi como el de un animal
en busca de algo. Sus manos se movan de forma rpida y precisa, inconfundible
seal de un prestidigitador con mucha prctica. La joven mujer que trabajaba con l
tena un cuerpo gil y esbelto (por su fsico supuse, lo cual result ser errneo, que
iba a participar en los trucos), y un rostro fuerte y atractivo. Llevaba ropa oscura y
modesta, y casi no hablaba. El otro asistente, un hombre joven y robusto, no muy
entrado en aos, tena una gran mata de pelo rubio y cara de grosero, y vacilaba y se
quejaba mientras arrastraba los pesados muebles.
Para cuando llegaron los invitados de mi ta (haba invitado a ocho o nueve de sus
amigos para que estuvieran presentes, probablemente para que ayudaran a amortizar
un poco el precio), los preparativos del espiritista estaban terminados, y sus asistentes
estaban sentados pacientemente en la sala esperando que llegase la hora acordada.
Era imposible para m revisar sus artefactos.
La presentacin, que con todo el prembulo y las pausas para crear atmsfera
dur ms de una hora, se compona de tres trucos principales, organizados
cuidadosamente para causar sensaciones de aprensin, excitacin y sugestin.
Primero, el espiritista realiz un truco en el que elevaba una mesa, y lo hizo con
una dramtica manifestacin fsica; la mesa giraba por s sola, luego se elevaba
terrorficamente en el aire, a lo que muchos de nosotros reaccionamos tumbndonos
incmodamente sobre el suelo desnudo. Despus de esto, los espectadores estaban
temblando de entusiasmo y listos para la continuacin. Con la ayuda de su cmplice
femenina, el espiritista pareci caer en un trance hipntico. Entonces sus asistentes le
vendaron los ojos, lo amordazaron, lo ataron de pies y manos, y lo colocaron
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indefenso en su caja, desde donde se produjeron, seguidamente, numerosos ruidos y
sorprendentes e inexplicables efectos paranormales: extraas luces brillaban
intermitentemente, sonaban trompetas, platillos y castauelas, y desde el corazn de
la caja surgi por s sola una espeluznante materia ectoplsmica, y flot en el saln
iluminado por una luz misteriosa.
Una vez liberado de la caja y de sus ataduras (cuando se abri la caja estaba tan
eficientemente atado como cuando haba entrado), y milagrosamente recuperado de
su estado de hipnosis, el espiritista pas entonces al asunto ms importante. Despus
de una breve pero pintoresca advertencia sobre los peligros de viajar al mundo de
los espritus, acompaada de la sutil sugerencia de que los resultados justifican el
riesgo, el espiritista cay en otro trance y pronto se puso en contacto con el otro lado.
En poco tiempo pudo identificar la presencia de los espritus de algunos parientes
y amigos cercanos muertos de la gente que se encontraba reunida en la sala, y se
enviaron mensajes consoladores de un grupo al otro.
Cmo consigui todo esto el joven espiritista?
Como ya he dicho antes, la tica profesional me impide hablar. No pude entonces,
ni puedo ahora, hacer sino un mero esbozo de los secretos que fueron, sin duda
alguna, sencillamente efectos de magia.
La mesa inclinada no es realmente en absoluto un truco de magia (a pesar de que
puede ser presentado como tal, como en esta ocasin). Es un fenmeno fsico poco
conocido, que si diez o doce personas se renen alrededor de una mesa redonda de
madera, apoyan las palmas de la mano sobre la superficie y se les dice que pronto la
mesa comenzar a girar, solamente hay que esperar un minuto o dos para que esto
suceda! Una vez que se nota el movimiento, la mesa casi invariablemente comienza a
inclinarse de un lado a otro. Un pie diestramente colocado, levantando de repente la
pata de la mesa apropiada, lograr que la mesa se desequilibre dramticamente, que
se eleve en el aire y luego se estrelle emocionantemente contra el suelo. Con suerte,
arrastrar con ella a muchos de los participantes, provocando sorpresa y agitacin
pero ningn dao fsico.
Huelga decir que la mesa que se utiliz en casa de mi ta era uno de los accesorios
del espiritista. Estaba construida de forma tal que las cuatro patas de madera
estuvieran unidas al pilar central, sin espacio para deslizar un pie por debajo.
Respecto de las manifestaciones de la caja, slo puedo esbozarlas brevemente; un
buen mago puede escapar fcilmente de lo que parecen ser lazos resistentes,
especialmente si las cuerdas y los nudos han sido atados por dos asistentes. Una vez
dentro de la caja le tomara unos pocos segundos desatarse lo suficiente como para
realizar la exhibicin de efectos paranormales, que de lo contrario hubiera resultado
desconcertante.
En lo que respecta a los contactos psquicos, objetivo principal de la reunin,
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tambin existen tcnicas estndar de simulacro y sustitucin que cualquier mago
cualificado puede realizar fcilmente.
Haba ido a la casa de mi ta para satisfacer mi curiosidad profesional, pero en
lugar de eso, para mi vergenza y arrepentimiento, me fui de all repleto de
justificada indignacin. Se haban utilizado trucos escnicos comunes y corrientes
para embaucar a un grupo de gente crdula y vulnerable. Mi ta, convencida de haber
escuchado palabras de consuelo de su amado esposo, estaba tan abrumada por la pena
que se retir inmediatamente a su recmara. Algunos de los otros estaban casi tan
profundamente conmovidos como ella por los mensajes que haban odo. Sin
embargo, nicamente yo saba que todo era una farsa.
Me asalt la embriagadora sensacin de que poda y deba ponerlo en evidencia
como un charlatn, antes de que causara ms dao. Estuve tentado de enfrentarlo all
y en ese momento, pero me senta un poco intimidado por la seguridad con que haba
realizado sus trucos. Mientras l y su asistente femenina guardaban sus artefactos,
habl brevemente con el hombre joven de la mata de pelo, y obtuve la tarjeta del
espiritista.
As fue como conoc el nombre y el estilo del hombre que arruinara mi carrera
profesional:
Rupert Angier
Clarividente, Mdium espiritista
La ms estricta discrecin
Idmiston Villas 45, N Londres
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despus, la habitacin ya estaba preparada, arreglada y en la penumbra.
La sesin comenz, como antes, con el truco de la mesa que se elevaba, y quiso la
suerte que me encontrara de pie junto a Angier mientras se preparaba para comenzar.
Lo conozco, seor? dijo suavemente y en tono acusador.
Creo que no contest, tratando de quitarle importancia.
Es usted un habitual de estos acontecimientos, no es as?
No ms que usted, seor dije, tan cortante como pude.
Su respuesta se limit a una mirada desconcertante, pues todos lo estaban
esperando, de modo que no tuvo otra alternativa que comenzar. Creo que desde aquel
momento supo que yo estaba all para ponerlo en evidencia, aunque, para ser justos,
llev a cabo su actuacin con la misma soltura de la vez anterior.
Yo estaba esperando el momento oportuno. No tena sentido desvelar el secreto
de la mesa, aunque cuando comenzaron los ruidos dentro de la caja, me tent la idea
de acercarme rpidamente y abrir de golpe la puerta para exponerlo ah dentro. Sin
duda se hubiera visto que sus manos estaban libres de las cuerdas que se supona lo
tenan atado, y que tena una trompeta en los labios o unas castauelas en los dedos.
Pero esper mi turno; pens que lo mejor era esperar a que la tensin emocional
estuviera en su punto ms lgido, cuando los supuestos mensajes de los espritus
viajaran para aqu y para all. Angier utiliz pequeos trozos de papel, en forma de
bolitas, en los que la familia haba escrito nombres, objetos, secretos de familia y
cosas por el estilo, y Angier simulaba leer sus mensajes espirituales apretando las
pequeas bolitas contra su frente.
Cuando apenas haba empezado, aprovech mi oportunidad. Me alej de la mesa,
rompiendo la cadena de manos que se supona creaba un campo psquico, y arranqu
la persiana de la ventana ms cercana. Entr la luz del da.
Angier dijo:
Qu demonios?
Damas y caballeros! grit. Este hombre es un impostor!
Sintese, seor! El asistente se acercaba rpidamente.
Est practicando prestidigitacin con ustedes! dije enfticamente. Miren
la mano que esconde bajo la superficie de la mesa! All est el secreto de los
mensajes que les trae!
Cuando el hombre se lanz sobre m, pude ver a Angier movindose rpidamente
y con aire de culpabilidad para esconder el papelito que sostena, con el que realizaba
su truco. El padre de la familia, su rostro deformado por la ira y el dolor, se levant
de su asiento y empez a gritarme. Primero uno de los nios y luego los otros
comenzaron a lamentarse de tristeza.
Mientras yo luchaba, el mayor dijo quejumbrosamente:
Dnde est mam? Estaba aqu! Estaba aqu!
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Este hombre es un charlatn, un mentiroso y un embustero! grit.
Para ese entonces ya estaba casi en la puerta, pues me empujaban fuera de la
habitacin. Vi que la joven asistente se apresuraba hacia la ventana para volver a
poner la cortina en su sitio. Me debat a codazo limpio y me las arregl para liberarme
temporalmente de mi agresor; atraves la habitacin y me abalanc sobre ella. La
cog por los hombros y la empuj brutalmente hacia un lado. Cay extendida sobre el
suelo.
No puede hablar con los muertos! grit. Su madre no est aqu!
La habitacin estaba sumida en un alboroto.
Detnganlo! la voz de Angier se escuch por encima del jaleo. El asistente
me agarr por segunda vez y me gir de manera tal que qued de cara a la habitacin.
La mujer todava estaba en el suelo, donde haba cado, y me estaba mirando
fijamente, con el rostro teido de rencor. Angier, de pie junto a la mesa, estaba
erguido y aparentemente tranquilo. Me miraba con detenimiento.
Lo conozco, seor dijo. Incluso s su maldito nombre. De aqu en adelante
seguir su carrera con mucha atencin. Luego se dirigi a su asistente: Scalo
de aqu!
Unos momentos ms tarde estaba tirado en la calle. Armndome de toda la
dignidad posible, e ignorando a los que pasaban mirndome boquiabiertos, compuse
mi ropa y baj la calle rpidamente.
Hasta pasados unos das, an estaba convencido de la honradez de mi causa, pues
saba que a la familia le estaban robando su dinero y que las habilidades del mago
estaban siendo utilizadas con fines retorcidos. Luego, inevitablemente, comenzaron a
invadirme las dudas.
El consuelo que los clientes de Angier reciban en las sesiones pareca bastante
genuino, y no importaba de dnde proviniera. Recordaba los rostros de aquellos
nios, que durante unos pocos minutos haban credo que su ausente madre les
enviaba mensajes consoladores desde el ms all. Yo haba visto sus expresiones de
inocencia, sus sonrisas, la felicidad en sus miradas.
Era algo de esto tan distinto al agradable misterio que un mago ofrece a su
pblico? De hecho, no era acaso an ms? Esperar una paga por esto era ms
reprensible que por una actuacin en un teatro?
Lleno de arrepentimientos, durante casi un mes, le di vueltas infelizmente hasta
que mi conciencia se llen de sentimientos de culpa tan profundos, que tuve que
hacer algo al respecto. Escrib una nota humillante dirigida a Angier, rogndole que
me perdonara y disculpndome incondicionalmente.
Su respuesta fue inmediata. Me devolvi la nota en pedazos, con otra nota suya
desafindome sarcsticamente a que recompusiera el papel con mi magia superior.
Dos noches despus, mientras actuaba en el Lewisham Empire, Angier se puso de
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pie en la primera fila de la platea y grit para que todos lo oyeran: Su asistente est
escondida detrs del teln a la izquierda de la caja!
Por supuesto, era verdad. O bajaba el teln y abandonaba mi actuacin, o no tena
otra alternativa que seguir adelante con el truco, hacer aparecer a mi asistente con el
mayor bro teatral posible e irme antes del vergonzoso goteo de aplausos. En el centro
de la primera fila de la platea, la butaca vaca se destacaba como el espacio de un
cliente que falta.
As comenz la disputa que perdura a travs de los aos.
Yo solamente puedo aducir mi juventud e inexperiencia por ser el causante de
nuestro enfrentamiento, celos profesionales equivocados y un cierto desconocimiento
de los manejos del mundo. Sin embargo, Angier debera cargar algo de culpa; mi
disculpa, aunque no lo suficientemente pronta, fue sincera, y su rechazo fue
mezquino. Aunque lo cierto es que Angier tambin era joven. Es difcil recordar
aquella poca, pues la disputa entre nosotros ha durado mucho tiempo y ha adoptado
varias formas diferentes.
Si yo fui responsable, tanto de lo malo como lo bueno, cuando todo comenz,
Angier debe aceptar la culpa de mantener vivo nuestro enfrentamiento. Muchas
veces, harto ya, he intentado seguir con mi vida y mi carrera, tan slo para verme ante
un nuevo ataque en mi contra. Angier siempre hallaba una manera de sabotear mi
equipo de magia, de modo que cuando yo estaba realizando algn truco sobre el
escenario, algo sala sutilmente mal; una noche, el agua que estaba convirtiendo en
vino tinto sigui siendo agua; otra vez, la cuerda con banderas que extraa
llamativamente de una chistera apareca como una cuerda sola; en otro nmero, la
asistente, que se supona tena que levitar, permaneci humillantemente inmvil sobre
su cama.
En otra ocasin, los carteles que anunciaban mi actuacin fuera del teatro fueron
pintarrajeados con inscripciones como: La espada que utiliza es falsa, La carta
que elegirn ustedes es la reina de espadas, Observen su mano izquierda durante el
truco del espejo, etctera. Todos estos grafitis eran claramente visibles para el
pblico al entrar al teatro.
Supongo que estos ataques pueden ser reducidos a la categora de bromas, pero
podran arruinar mi reputacin de mago, como Angier bien saba.
Cmo saba yo que era l quien estaba detrs de todo aquello? Bueno, en
algunos casos se vea a las claras su papel; uno de mis trucos haba sido saboteado, y
l estaba all en el auditorio para interrumpirme y saltar de su butaca en el preciso
instante en que todo empezaba a fallar. Pero lo ms significativo era que el culpable
de estos ataques revelaba tener un enfoque de la magia que yo haba descubierto era
propio de Angier. Se interesaba casi exclusivamente por el secreto mgico, lo que los
magos llaman el ardid. Si el truco dependa de un estante oculto detrs de la mesa
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del mago, nicamente se sera el blanco de Angier, sin importar el imaginativo uso
que se le diera. Ms all del conflicto entre nosotros, el entendimiento
fundamentalmente errneo y limitado de Angier acerca de la tcnica de la magia era
el centro de nuestra disputa. El milagro de la magia no reside en la tcnica, sino en la
habilidad del mago.
Y fue por esta razn por la que El nuevo hombre transportado fue el nico de
mis trucos que nunca atac pblicamente. Estaba ms all de su alcance.
Simplemente, no pudo descubrir cmo se haca, en parte porque he mantenido el
secreto bien seguro, pero sobre todo por la forma en que lo realizo.
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Un truco tiene tres etapas. Primero la preparacin, en la que se insina, se sugiere o
se explica la naturaleza de lo que se quiere conseguir. Se ve el artefacto, y a veces
participan voluntarios del pblico. Mientras se prepara el truco, el mago intenta, de
todas las maneras posibles, distraer su atencin hacia otro punto.
En la actuacin, toda una vida de prctica del mago y su don innato para el teatro
se unen con el fin de producir la mgica demostracin.
La tercera etapa se denomina a veces efecto, o el prestigio, y es el producto de la
magia. Si se saca un conejo de una chistera, puede decirse que el conejo, que
aparentemente no exista antes de que se realizara el truco, es el prestigio de ese
truco.
El nuevo hombre transportado es bastante inusual entre las ilusiones, en el
sentido de que su preparacin y su realizacin son lo que ms intriga al pblico, a los
crticos y a mis colegas magos, mientras que para m, el prestigio es la mayor
preocupacin.
Los trucos son de seis categoras o tipos distintos (dejando a un lado el campo
especializado de la ilusin mentalista). Cualquier truco realizado alguna vez
pertenece a una o ms de las siguientes seis categoras:
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detrs de otro para que el pblico ya no lo vea, o bien puede ser tan compleja, que
requiera una preparacin previa en el teatro y el trabajo coordinado de un equipo de
asistentes y una pareja artstica.
El mago puede escoger de un inventario de tcnicas tradicionales. Desde las
cartas manipuladas para que una carta est necesariamente en juego hasta el
deslumbrante teln de fondo que permite ocultar muchos pases mgicos, pasando por
la mesa o el accesorio pintado de negro que el pblico no puede ver claramente, o los
muecos, dobles, monigotes, sustitutos y escondites. Adems, un mago inventivo
debe utilizar tambin lo novedoso. Cualquier nuevo dispositivo o juguete o invencin
que aparece en el mundo debera provocar la siguiente pregunta: Cmo podra
crear un nuevo truco con esto?. De esta forma, en el pasado reciente hemos visto
nuevos trucos que emplean el motor alterno, el telfono, la electricidad y un
inolvidablemente destacado efecto creado con la bomba de humo de juguete del
doctor Warble.
La magia no tiene misterio alguno para los magos. Trabajamos en variaciones de
mtodos estndar. Lo que le parecer nuevo o desconcertante al pblico, es
simplemente un desafo tcnico para otros profesionales. Si se desarrolla un truco
nuevo e innovador, es tan slo una cuestin de tiempo que el efecto sea reproducido
por otros.
Todo truco tiene su explicacin, ya sea el uso de un compartimento secreto, un
espejo diestramente colocado, un asistente colocado entre el pblico para hacer de
voluntario o la simple distraccin, intencionada, de la atencin del pblico.
Ahora coloco mis manos ante ustedes, con los dedos separados para que vean que
no hay nada oculto entre ellos, y digo: El nuevo hombre transportado es un truco
como cualquier otro, y puede ser explicado. Sin embargo, gracias a la combinacin
de un simple secreto que ha sido guardado cuidadosamente, de muchos aos de
prctica, una cierta cantidad de distraccin de parte del pblico, y el uso de tcnicas
de magia convencionales, se ha convertido en la pieza clave de mi actuacin y de mi
carrera. Tambin ha desafiado los mejores esfuerzos de Angier por descubrir su
misterio, tal como pronto dejar registrado.
Sarah y yo nos tomamos unas cortas vacaciones con los nios por la costa Sur, y
llev mi cuaderno conmigo. Primero fuimos a Hastings, porque haca aos que no
iba, pero no nos quedamos mucho tiempo. El lugar vive un declive que temo ser
irreversible. El almacn de pap, vendido despus de su muerte, haba cambiado de
nuevo de propietarios, y ahora es una panadera. Se han construido muchas casas en
el valle que est detrs de la casa, y pronto se inaugurar una lnea de ferrocarril hasta
Ashford.
Despus de Hastings fuimos a Bexhill. Luego a Eastbourne. Luego a Brighton.
Luego a Bognor.
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Mi primera anotacin en el cuaderno dice que fui yo quien intent humillar a
Angier, y yo quien, a su vez, fui humillado por l. Aparte de este detalle, que despus
de todo no es tan importante, creo que mi informe sobre lo que sucedi es veraz,
incluyendo los otros detalles.
Estoy haciendo demasiados comentarios sobre el secreto, y por lo tanto dndole
demasiada importancia. Esto me resulta irnico, despus de tomarme tantas molestias
para sealar cun triviales son en realidad muchos de los secretos de la magia.
No creo que mi secreto sea trivial. Puede adivinarse fcilmente, tal como lo ha
hecho Angier aparentemente, a pesar de lo que he escrito. Probablemente tambin
otros lo hayan adivinado. Cualquiera que lea este relato [2] probablemente lo
descifrar solo.
Lo que no puede adivinarse es el efecto que ha tenido el secreto sobre mi vida.
sta es la verdadera razn por la que Angier nunca resolver todo el misterio, a
menos que yo mismo le d la respuesta. Nunca podr creer hasta qu punto mi vida se
ha modificado para mantener intacto el secreto. Eso es lo que importa.
Mientras pueda seguir controlando cmo se escribe, entonces puedo seguir
adelante con mi informe sobre cmo ve el truco el pblico.
El nuevo hombre transportado es un truco cuya apariencia ha cambiado a lo
largo de los aos, pero cuyos mtodos siempre han sido los mismos.
Progresivamente, su realizacin ha necesitado dos cajas, o dos mesas, o dos
bancos. Una se coloca en el rea inferior del escenario, la otra sobre el escenario. No
es esencial colocarlas de una manera determinada, y su posicin vara de un teatro a
otro, dependiendo del tamao y la forma del escenario. Lo nico importante es que
ambas piezas deben estar clara y ampliamente separadas una de la otra. El artefacto
debe estar bien iluminado y el pblico debe poder verlo claramente desde el principio
hasta el final.
Describir la versin ms antigua del truco, y por lo tanto la ms simple, cuando
utilizaba cajas cerradas. En esa poca el truco se llamaba El hombre transportado.
Ayer como hoy, mi actuacin llega a su clmax con este truco, y, desde entonces,
solamente han cambiado algunos detalles. Por lo tanto, lo describir como si la
versin anterior perteneciera todava a mi actual espectculo.
Las dos cajas se suben al escenario, ya sea por los tramoyistas, los asistentes o en
algunos casos miembros voluntarios del pblico, y se comprueba que ambas estn
vacas. A los voluntarios se les permite meterse dentro, abrir las puertas y tambin las
paredes con bisagras del fondo, y mirar dentro del espacio de las ruedas. Las cajas se
vuelven a cerrar y se colocan en sus respectivas posiciones.
Despus de un breve y gracioso prembulo (pronunciado con mi acento francs)
sobre la conveniencia de estar en dos lugares al mismo tiempo, me acerco a la caja
ms cercana, la primera, y abro la puerta.
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Por supuesto, todava est vaca. Tomo una pelota inflable grande y de colores
estridentes de mi mesa de accesorios y la hago rebotar un par de veces para demostrar
la fuerza con que se mueve. Entro en la primera caja, dejando por el momento la
puerta abierta.
Lanzo la pelota en direccin a la segunda caja.
Desde dentro, cierro de un portazo la puerta de la primera caja.
Desde dentro, abro suavemente la puerta de la segunda caja, y salgo fuera. Atrapo
la pelota cuando viene hacia m.
Cuando la pelota toca mis manos, la primera caja se desploma, la puerta y tres
paredes se despliegan dramticamente, mostrando que est completamente vaca.
Con la pelota en la mano, me acerco a las luces, y acepto el aplauso del pblico.
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Permtanme repasar brevemente mi vida y mi carrera hasta los ltimos aos del siglo.
Cuando tena 18 aos, ya haba dejado mi casa y estaba trabajando en los teatros
de variedades como un mago a tiempo completo. Sin embargo, incluso con la ayuda
del seor Maskelyne, era difcil conseguir trabajo, y no me hice ni famoso ni rico, ni
gan mi propio lugar en la cartelera hasta despus de unos cuantos aos. Muchos de
los trabajos que realizaba sobre el escenario consistan en ayudar a otros magos en
sus actuaciones, pero durante mucho tiempo, pagu el alquiler con el diseo y la
construccin de cajas y otros artefactos de magia. El entrenamiento en la
construccin de cajas que me haba dado mi padre me sirvi de mucho. Tena una
buena reputacin como inventor de confianza e ingnieur de trucos escnicos.
En 1879 muri mi madre, seguida un ao ms tarde por mi padre.
A finales de la dcada de los ochenta, cuando tena poco ms de treinta aos, ya
haba desarrollado mi propia actuacin en solitario y adoptado el nombre artstico de
Le Professeur de la Magie. Presentaba regularmente El nuevo hombre transportado
en sus versiones ms antiguas.
A pesar de que el funcionamiento del truco nunca fue un problema, durante
mucho tiempo no estuve satisfecho con el efecto sobre el escenario. Siempre cre que
las cajas cerradas no eran lo suficientemente misteriosas como para despertar en el
pblico la idea de peligro e imposibilidad. En el contexto de los nmeros de magia,
tales cajas son algo corriente. Gradualmente fui hallando otras formas de elaborar el
truco; primero con cajas que parecan apenas suficientemente grandes como para
albergarme, ms tarde mediante tablas con solapas que me ocultaban y luego
finalmente, en un brillante intento por abrir la magia, el cual fue muy aplaudido en
los crculos de magia en aquel entonces, utilic banquillos planos sobre los cuales mi
cuerpo poda ser visto por todas las personas del pblico hasta el momento de la
transformacin.
Sin embargo, en 1892, lleg la idea que haba estado buscando. Sucedi
indirectamente, y la semilla que sembr tard mucho tiempo en germinar.
Un inventor balcnico llamado Nikola Tesla vino a Londres en febrero de ese ao
para promover ciertos nuevos efectos en el campo de la electricidad, de los cuales era
pionero en aquel entonces. Croata de ascendencia serbia, con un acento extranjero
aparentemente impenetrable, Tesla iba a dar varias conferencias sobre su especialidad
a la comunidad cientfica. Eventos como ste ocurren bastante frecuentemente en
Londres, y por lo general no les doy demasiada importancia. Sin embargo, en este
caso, result que el seor Tesla era una figura polmica en Estados Unidos, pues se
haba visto envuelto en algunas disputas cientficas sobre la naturaleza y la aplicacin
de la electricidad, y esto le aseguraba extensos reportajes en los peridicos.
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Precisamente de dichos artculos saqu mis ideas.
Lo que yo siempre haba buscado era un resultado escnico espectacular, en parte
para destacar el efecto de El hombre transportado, y en parte para disfrazar su
funcionamiento. Llegu a la conclusin, a partir de los artculos publicados en los
peridicos, de que el seor Tesla era capaz de generar altos voltajes, los cuales podan
brillar y destellar por todas partes, sin ningn peligro y sin provocar quemadura
alguna.
Una vez que el seor Tesla se fue para regresar a Estados Unidos, su influencia
permaneci conmigo. En poco tiempo Londres y otras ciudades comenzaron a
suministrar pequeas cantidades de electricidad a aquellos que podan costearlo.
Debido a su naturaleza revolucionaria, la electricidad apareca habitualmente en
las noticias, siendo aplicada para un propsito o bien resolviendo otro problema. Un
tiempo despus, cuando me enter de que Angier estaba montando una imitacin de
El hombre transportado, comprend que deba desarrollar el truco una vez ms.
Me di cuenta de que, sin mucha dificultad, probablemente podra aplicar la
electricidad a mis necesidades y comenc una bsqueda a travs de las oscuras
existencias de los comerciantes cientficos de Londres. Con la asistencia de Tommy
Elbourne, mi ingnieur, me las arregl para construir el equipamiento de El nuevo
hombre transportado. Aos despus seguira agregndole cosas y mejorndolo, y en
el ao 1896 el nuevo efecto perteneca definitivamente a mi espectculo. Provoc una
conmocin de elogios, el tintineo de las monedas, as como intiles especulaciones
con respecto a mi secreto. Mi truco se realizaba bajo un destello deslumbrante de luz
elctrica.
Dar un poco de marcha atrs. En octubre de 1891, me haba casado con Sarah
Henderson, a quien haba conocido cuando formaba parte de un espectculo realizado
a beneficio de un albergue del Ejrcito de Salvacin en Aldgate. Era uno de los
ayudantes voluntarios, y durante el intervalo de presentaciones se haba sentado
informalmente conmigo mientras los dos tombamos t. Mis trucos de cartas la
haban divertido, y me desafi con coquetera a que realizara algunos ms para ella
sola, para que pudiera ver cmo los haca. Lo hice porque era joven y hermosa, y
disfrut enormemente de la expresin de desconcierto que vea en sus ojos.
Sin embargo, sta no fue solamente la primera vez que haca magia para ella:
tambin fue la ltima. Mi destreza como prestidigitador se convirti en algo
irrelevante, comparada con lo que sentamos el uno por el otro. Nos convertimos en
compaeros de paseo despus de nuestro encuentro, y no tardamos mucho en admitir
que estbamos enamorados. Sarah no tiene antecedentes familiares en el teatro, ni en
el de variedades, y de hecho era una joven de una familia de cierta clase.
Es un testimonio de su devocin por m que, a pesar de que su padre la amenazara
con desheredarla, cosa que hizo despus de un tiempo, siguiera sindome fiel.
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Despus de nuestra boda, nos mudamos a unas habitaciones de alquiler en el rea
Bayswater de Londres, pero no tuvimos que esperar mucho tiempo a que el xito me
sonriera. En 1893 compramos la enorme casa en St. Johns Wood en la que hemos
vivido desde entonces. El mismo ao nacieron nuestros dos nios gemelos, Graham y
Helena.
Siempre he mantenido separada mi vida profesional de mi vida familiar. Durante
el perodo que estoy describiendo, practiqu mi profesin desde mi oficina y taller en
la Avenida Elgin, y cuando tena que irme de gira al exterior o a sitios ms alejados
de Gran Bretaa, no llevaba a Sarah conmigo. Cuando paraba en Londres, o entre
giras, viva tranquila y felizmente en mi casa con ella.
Hago hincapi en mi feliz vida domstica, debido a lo que no tardara en ocurrir.
Contino?
Creo que debo hacerlo; s. Sospecho que s a qu me estoy refriendo.
Haba estado publicando anuncios en peridicos teatrales, solicitando una nueva
asistente, porque la que tena en aquel entonces, Georgina Harris, planeaba casarse.
Siempre tem el trastorno que causara la llegada de un nuevo miembro a la
plantilla del personal, especialmente uno tan importante como el asistente en el
escenario.
Cuando Olive Wenscombe escribi y solicit una entrevista no pareca lo
suficientemente apta, y su carta permaneci sin respuesta durante algn tiempo.
Tena, deca en su carta, veintisis aos. Era un poco mayor de lo que yo hubiera
querido, y prosegua describindose a s misma como una danseuse cualificada que se
haba pasado al trabajo de asistente de magos. Muchos ilusionistas emplean a
bailarinas por su aspecto y por la flexibilidad de sus cuerpos, pero yo siempre he
preferido a las jvenes con cierta experiencia en el campo de la magia, en lugar de
aquellas que se dedicaban a ello simplemente porque se les haba ofrecido un trabajo
alguna vez en el pasado. De todas formas, la carta de Olive Wenscombe lleg en uno
de esos momentos en que las buenas asistentes eran difciles de encontrar, as que
finalmente concert una entrevista con ella.
El trabajo de asistente de un mago no es fcil, y no hay mucha gente que est
cualificada. Una joven debe poseer ciertas caractersticas fsicas. Tiene que ser joven,
por supuesto, y si no es naturalmente hermosa, entonces debe tener facciones
agradables, capaces de transmitir belleza. Adems de esto, su cuerpo debe ser
delgado, gil y fuerte. Tiene que estar dispuesta a estar de pie, agachada, arrodillada o
acostada en lugares reducidos, generalmente durante varios minutos, y al ser liberada
aparecer perfectamente relajada y sin ninguna marca de su perodo de encierro. Sobre
todo, debe estar dispuesta a soportar las inusuales demandas y las extraas solicitudes
que le hace su jefe, para conseguir realizar sus trucos.
La entrevista de Olive Wenscombe tuvo lugar, como todas las dems, en mi taller
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de la avenida Elgin. All, entre cajas abiertas y cubos de espejos y nichos con
cortinas, se encontraban expuestos muchos de los secretos de mi trabajo. A pesar de
que nunca puse demasiado empeo en mostrarle a ninguno de mis empleados
exactamente cmo se haca algn truco, a menos que, por supuesto, ese conocimiento
fuera esencial para su participacin en el mismo, lo cierto es que quera hacerles ver
que cada truco tena una explicacin racional y que yo saba lo que estaba haciendo.
En algunos trucos escnicos, y algunos de los que he realizado, se utilizan cuchillos o
espadas e incluso armas de fuego, y parecen peligrosos desde el auditorio. El nuevo
hombre transportado, en particular, con sus reacciones elctricas explosivas y nubes
de descargas de carbn, habitualmente les da un susto de muerte a las personas
sentadas en las primeras seis filas de cualquier presentacin! Pero yo no quera que
nadie que trabajara conmigo se sintiera en peligro. El nico truco cuyo secreto
guardaba maniticamente era El nuevo hombre transportado, y su mecanismo
permaneca en misterio incluso para la joven que comparta el escenario conmigo
hasta un segundo antes de que comenzara el truco.
As, debe quedar claro que no trabajo completamente solo, al igual que ningn
otro ilusionista moderno. Adems de mis asistentes en el escenario, tena trabajando
para m a Thomas Elbourne, mi irreemplazable ingnieur, y dos de sus propios
jvenes artesanos, que lo ayudaban a construir y a mantener los artefactos en buenas
condiciones. Thomas ha sido mi empleado casi desde que empez mi carrera, y antes
haba estado en la Sala Egyptian, con Maskelyne.
(Thomas Elbourne conoca mi ms preciado secreto; tena que saberlo. Pero yo
confi en l; tena que hacerlo. Digo esto de la forma ms simple posible, para
expresar la simplicidad de mi confianza en l. Thomas haba trabajado con magos
durante toda su vida, y ya nada le sorprenda. Casi todo lo que yo s acerca de la
magia lo he aprendido de l de una forma u otra. Sin embargo, ni una sola vez, en
todos los aos que trabaj con l se retir hace algunos aos, revel
explcitamente ningn secreto de otro mago, ni a m ni a nadie. Poner en duda su
confianza sera poner en duda mi propia cordura. Thomas era un londinense de
Tottenham, un hombre casado y sin hijos. Era varios aos mayor que yo, pero nunca
descubr exactamente cuntos. Para cuando Olive Wenscombe comenz a trabajar
para m deba de tener casi setenta aos).
Decid emplear a Olive Wenscombe casi tan pronto como lleg. No era ni alta ni
ancha; tena un cuerpo delgado y atractivo. Mantena su cabeza erguida cuando
caminaba o cuando estaba de pie, y su rostro tena rasgos bien definidos. Haba
nacido en Estados Unidos, y tena un acento que ella identificaba como de la costa
Este, pero haba vivido y trabajado en Londres durante varios aos. Se la present lo
ms informalmente posible a Thomas Elbourne y a Georgina Harris, y luego le ped
las referencias que traa, cualesquiera que fuesen. Generalmente daba mucha
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importancia a las referencias al evaluar a un candidato, porque la recomendacin de
un mago cuyo trabajo yo conoca casi seguramente le garantizara el puesto al
candidato. Olive haba trado dos referencias; una era de un mago que trabajaba en
los pueblos de veraneo de Sussex y Hampshire, cuyo nombre no reconoc, y la otra
era de Joseph Buatier de Kolta, uno de los mejores magos an vivos. Estaba, lo
admito, impresionado. Pas silenciosamente la carta de De Kolta a Thomas Elbourne,
y observ su expresin.
Durante cunto tiempo trabaj para el seor De Kolta? le pregunt.
Solamente durante cinco meses dijo. Fui contratada para una gira por
Europa, y me dej ir cuando acab.
Ya veo.
Despus de eso, emplearla fue una formalidad, pero aun as senta que deba
hacerla pasar por las pruebas acostumbradas. Georgina haba venido para eso, y no
sera justo pedirle a cualquier candidato, incluso uno tan experimentado como Olive
Wenscombe, que demostrara sus habilidades sin la presencia de una acompaante
femenina.
Has trado un traje para ensayar? le pregunt.
S, seor.
Entonces, si fueses tan amable
Unos minutos ms tarde, llevando un traje ceido, Olive Wenscombe fue llevada
por Thomas hasta una de nuestras cajas, y le pidi que se introdujera en ella. La
aparicin de una joven viva y saludable de lo que parece ser una caja vaca es uno de
los recursos tradicionales de la magia. Para conseguir dicho efecto, la asistente debe
introducirse en un compartimento secreto, y cuanto ms pequeo sea el
compartimento ms sorprendente resulta el truco. La cuidadosa eleccin de un traje
voluminoso, de colores llamativos y con cintas brillantes cosidas a la tela para atraer
y reflejar la luz de los focos, acrecentar el misterio. Era obvio para nosotros que
Olive se mostrara muy versada en compartimentos secretos y paneles. Thomas la
llev primero a nuestro Palanqun (que incluso en aquella poca raras veces
utilizbamos en la actuacin, puesto que el truco se haba hecho muy conocido); ella
saba exactamente dnde estaba el compartimento secreto y enseguida se meti
dentro.
Luego, le pedimos que intentara realizar el truco conocido como Feria de
vanidades, en el cual una mujer atraviesa un slido espejo. No es un truco difcil de
ejecutar, pero s requiere agilidad y rapidez de movimiento por parte de la chica. A
pesar de que Olive dijo no haber formado parte en este truco antes, una vez que le
mostramos el mecanismo, demostr que poda escurrirse a travs del espejo a una
velocidad admirable.
nicamente quedaba la necesidad de evaluarla en lo que respectaba a su tamao,
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a pesar de que para aquel entonces Thomas y yo de buena gana habramos construido
algunos de los artefactos para ella si hubiera resultado ser muy alta. No deberamos
habernos preocupado. Thomas la coloc dentro de la caja utilizada para el truco
llamado La princesa decapitada (un espacio notoriamente reducido para la mayora
de las asistentes, y que requiere varios minutos de incmoda inmovilidad), pero ella
fue capaz de entrar y salir con soltura, y dijo que no le resultara angustiante quedarse
dentro tanto tiempo como fuera necesario.
Basta decir que Olive Wenscombe demostr ser ms que apta en todas las pruebas
habituales, y tan pronto como concluyeron los preliminares, la retuve con el salario
habitual. Al cabo de una semana, estaba lista para participar en todos los trucos de mi
repertorio. A su debido tiempo, Georgina se fue para casarse con su pretendiente, y
Olive ocup su lugar como mi asistente a tiempo completo.
Qu pulcro parece todo cuando lo escribo, qu tranquilo y profesional! Ahora
que he escrito la versin oficial de Olive, permtanme, honrando nuestro pacto,
agregar la imborrable verdad, la verdad que hasta ahora he ocultado a todos los que
ms importan. Olive prcticamente me puso en ridculo, y debo aadir el informe
verdadero.
Georgina no estuvo presente en la entrevista, por supuesto. Ni yo tampoco.
Tommy Elbourne estuvo all, pero como siempre se quit de en medio. Ella y yo de
hecho estbamos solos en mi taller.
Le pregunt a Olive si haba trado un traje, y dijo que no. Me mir directamente
a los ojos al decirme esto, y se produjo un largo silencio mientras yo pensaba en lo
que eso significaba y lo que ella deba de pensar que eso significaba. Ninguna joven
que se presentara para el puesto esperara ser contratada sin ser medida o examinada
o puesta a prueba de alguna forma. Las candidatas siempre traan un traje para
ensayar.
Bueno, aparentemente Olive no. Entonces dijo: No necesito un traje, cario.
No hay ninguna acompaante presente, querida dije.
Supongo que podrs conformarte con eso! dijo ella.
De repente se quit la ropa, y lo que llevaba debajo eran prendas de tocador; se
qued con ropas que eran indecorosas, holgadas y propensas a accidentes. La llev
hasta el Palanqun donde, a pesar de que obviamente saba lo que era y dnde
deba esconderse, me pidi que la ayudara a entrar. Esto requera un gran contacto
ntimo con su cuerpo semivestido! Lo mismo sucedi cuando le mostr el mecanismo
de Feria de vanidades. Aqu simul tropezarse cuando pasaba por la trampa y cay
en mis brazos. El resto de la entrevista se realiz en el silln que se encontraba en el
fondo del taller. Tommy Elbourne se retir silenciosamente, sin que ninguno de
nosotros dos se diera cuenta. Al menos, no se encontraba all ms tarde.
El resto es sustancialmente cierto. La contrat, y aprendi a actuar en todos los
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trucos en los que la necesitaba.
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Mi actuacin siempre se abre con Los eslabones chinos. Es un truco rutinario que
me gusta realizar, y al pblico le encanta verlo, sin importar si ya lo conocen. Los
aros brillan bajo la luz de los focos, suenan metlicamente unos contra otros, los
movimientos rtmicos de las manos y los brazos del prestidigitador, y el suave enlazar
y desenlazar de los aros, parecen fascinar al pblico. Es un truco imposible de
descifrar, a menos que se est de pie a unos pocos centmetros de distancia del mago,
y que se le puedan arrebatar los aros. Siempre encanta, siempre crea esa electrizante
sensacin de misterio y milagro.
Despus, traigo empujando la Caja moderna, que ha estado todo el tiempo
sobre el escenario. A casi un metro de los focos, giro la caja para mostrar sus dos
lados y la parte de atrs. Me aseguro de que se me vea pasar por detrs de ella, para
que el pblico pueda ver mis pies por el hueco que queda entre el escenario y el
fondo de la caja, y queden convencidos de que nadie puede estar oculto debajo.
Cuando abro la puerta de golpe para mostrar el interior, y luego me introduzco dentro
para soltar el pestillo que sostiene el panel de atrs, el pblico puede ver claramente a
travs de la caja. Ven cmo la atravieso de nuevo, de adelante hacia atrs, y cierro la
pared del fondo. La puerta permanece abierta, y mientras estoy supuestamente
ocupado detrs de la caja, aprovechan la oportunidad para mirar una vez ms en su
interior. Sin embargo, no hay nada que ver: la caja est, debe estar, completamente
vaca.
Entonces, rpidamente, cierro la puerta de delante de un portazo, giro la caja
sobre sus ruedas y abro de golpe la puerta. Dentro, alta, hermosa, vestida con un
lujoso traje, sonriendo y agitando suavemente los brazos, llenando completamente el
estrecho interior de la caja, hay una mujer. Sale, hace una reverencia para agradecer
los ensordecedores aplausos y abandona el escenario.
Empujo la caja hasta el borde del escenario, donde Thomas Elbourne la retira
silenciosamente.
El prximo nmero. Este es menos espectacular, y en l participan dos o tres
miembros del pblico. Toda actuacin de magia incluye algn momento con un mazo
de cartas. El mago debe demostrar su habilidad con juegos de manos, de lo contrario,
corre el riesgo de ser calificado por sus colegas profesionales como el simple
operador de una maquinaria que funciona por s sola. Camino hacia los focos, y
detrs de m, se cierra el teln. Esto es en parte con el fin de crear una atmsfera
cerrada e ntima para los trucos de cartas, pero sobre todo para que detrs Thomas
pueda preparar los artefactos de El nuevo hombre transportado.
Al terminar con las cartas, es necesario romper con la sensacin de concentracin
silenciosa, por lo que paso rpidamente a realizar una serie de coloridos interludios.
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Banderas, serpentinas, ventiladores, pelotas y guantes de seda brotan sin parar de
mis manos, mangas y bolsillos, creando un llamativo y catico despliegue de objetos
a mi alrededor. Mi asistente femenina camina detrs de m por el escenario,
aparentemente para quitar algunas de las serpentinas, pero en realidad para pasarme
disimuladamente ms material comprimido para mi nmero. Al finalizar, los papeles
de colores brillantes cubren mis pies. Me detengo a recibir el aplauso del pblico.
Mientras ste todava est aplaudiendo, se alza el teln detrs de m, y en una
semioscuridad puede verse el artefacto para El nuevo hombre transportado. Mis
asistentes suben rpidamente al escenario y despejan con destreza las serpentinas de
colores.
Vuelvo a situarme bajo la luz de los focos, miro al pblico y me dirijo a l
directamente, en mi ingls entrecortado con acento francs. Explico que lo que estoy
a punto de hacer nicamente ha podido hacerse a partir del descubrimiento de la
electricidad. La actuacin extrae energa desde las entraas de la Tierra. Fuerzas
inimaginables entran en juego, unas que ni siquiera yo termino de entender. Les
explico que estn a punto de ser testigos de un verdadero milagro, uno en el cual se
arriesgan la vida y la muerte, como en el juego de dados que jugaban mis ancestros
para evitar la carreta.
Mientras hablo, las luces del escenario brillan y reflejan los lustrados soportes
metlicos, los dorados rollos de cables, los relucientes globos de cristal. El artefacto
es algo hermoso, pero es una belleza amenazadora, porque para aquel entonces ya
todos han odo hablar acerca de los poderes mortales de la corriente elctrica. Los
peridicos han proporcionado noticias sobre horribles muertes y quemaduras
causadas por la nueva fuerza que ya se encuentra disponible en muchas ciudades.
El artefacto de El nuevo hombre transportado est diseado para que el pblico
recuerde estos horrorosos informes. Lleva numerosas bombillas elctricas
incandescentes, algunas de las cuales se encienden mientras yo hablo. A un lado, hay
un gran globo de cristal, dentro del cual un brillante arco de electricidad chispea y
chasquea dramticamente. La parte principal del artefacto aparece frente al pblico
como un largo banco de madera, a casi un metro de altura sobre el suelo del
escenario. Pueden ver a travs de l, a su alrededor, por debajo de l. En una punta, al
lado de la cmara de cristal con el arco iluminado, una pequea plataforma elevada se
sostiene mediante cables colgantes, sus puntas desnudas expuestas peligrosamente.
Sobre la plataforma descansa un dosel donde se encuentran muchas bombillas
incandescentes. Al final hay un cono metlico, decorado con un espiral de luces
brillantes ms pequeas, montado encima de un mecanismo sobre ruedas que le
permite girar en varias direcciones. Alrededor de la parte principal, hay pequeas
concavidades y estantes, donde esperan terminales abiertas. Todo el aparato emite un
estridente zumbido, como si existiesen all grandiosas energas ocultas.
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Le explico al pblico que gustosamente invitara a alguien al escenario para que
examinara el aparato, si no fuera por el inmenso peligro que ello entraa. Hablo
distradamente de algunos accidentes anteriores. En lugar de eso, prosigo, he
diseado algunas simples demostraciones del poder inherente a esta mquina. Dejo
caer un poco de polvo de magnesio en dos contactos desnudos, y un destello de luz
blanca y brillante deja momentneamente ciegos a los miembros del pblico que se
encuentran ms cerca del escenario! Mientras la bola de humo que se desprende va
hacia arriba y desaparece, tomo una hoja de papel y la dejo caer en otra parte
semioculta del artefacto; inmediatamente estalla en llamas, y el humo que surge
tambin se eleva con un gran efecto dramtico hacia el entretecho de cordaje.
Aumenta el volumen del zumbido. El artefacto parece cobrar vida, apenas
conteniendo las terribles energas que hay en l.
Por el lado izquierdo del escenario aparece mi asistente femenina con una caja
con ruedas. Est slidamente construida de madera, pero debido a que va sobre
ruedas, es posible girarla para que puedan verse todos sus lados. Luego deja caer el
frente y los lados para mostrar que est vaca.
Hago una mueca de tristeza en direccin al pblico, luego sealo a la chica, que
me trae dos inmensos guantes de color marrn oscuro, hechos para que parezcan de
cuero. Cuando me los pongo, ella me lleva hasta el artefacto y me detengo detrs de
l. El pblico todava puede ver gran parte de mi cuerpo, y se queda convencido de
que no hay espejos o protecciones ocultas. Bajo mis manos enguantadas hasta la
superficie de la plataforma, as aumenta el sonido de tensin elctrica, y hay otra
brillante descarga de corriente elctrica. Me tambaleo hacia atrs, como si se hubiera
producido una descarga.
La chica se aleja del artefacto, encogindose un poco. Interrumpo bruscamente mi
introduccin para implorarle que deje el escenario por el bien de su propia seguridad.
Primero se resiste y luego con gusto se desliza rpidamente entre bastidores.
Me dirijo hasta el cono direccional, lo tomo con mucho tiento con mis manos bien
enguantadas y lo muevo con mucho cuidado hasta que su vrtice apunta directamente
hacia la caja.
El truco est llegando a su clmax. Desde el foso de la orquesta se oye un redoble
de batera. Coloco ambas manos sobre la plataforma una vez ms, y mgicamente
todas las bombillas que quedaban brillan de forma resplandeciente. El siniestro
zumbido aumenta. Primero, me siento sobre la plataforma y giro sobre m mismo
para poder estirar las piernas; a continuacin voy bajando hasta quedar
completamente acostado, rodeado por la evidencia de las terribles fuerzas elctricas.
Levanto los brazos y me quito primero uno, y luego el otro guante. Mientras bajo
los brazos, dejo que mis manos caigan por debajo del nivel de la plataforma. Una de
ellas, la que puede ver el pblico, cae casualmente en el interior del receptculo
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donde, unos segundos antes, un pedazo de papel se haba prendido fuego.
Se produce un brillante y deslumbrante destello de luz, y todas las luces del
artefacto se funden hasta dejarlo todo sumido en la oscuridad.
En el mismo instante desaparezco de la plataforma.
La caja se abre de golpe, y aparezco encorvado en su interior.
Lentamente me estiro para salir de la caja, y me desplomo sobre el suelo. Me
baan las luces del escenario. Poco a poco recobro el conocimiento. Me pongo de pie,
parpadeo ante la brillantez de las luces y me enfrento al pblico. Me doy vuelta y voy
hacia la plataforma, indico dnde me encontraba, vuelvo a girarme hacia la caja que
se encuentra justo detrs de m y sealo el punto al que he llegado.
Hago mi reverencia.
El pblico ha asistido a mi metamorfosis. Ante sus ojos, he sido catapultado por
el poder de la electricidad de una parte a otra del escenario. Tres metros de espacio
vaco. Seis metros, nueve metros, dependiendo del tamao del escenario.
Un cuerpo humano transmitido en un instante. Un milagro, una imposibilidad,
una ilusin.
Mi asistente regresa al escenario. Cogiendo su mano, sonro y me inclino ante el
pblico mientras suenan los aplausos y el teln baja ante m.
Si no aado nada ms acerca de esto, todo estar bien. No debo intervenir otra
vez, pero puedo continuar hasta el final.
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La vida en mi piso de Hornsey, un barrio en el Norte de Londres a varios kilmetros
de mi casa de St. Johns Wood, dejaba mucho que desear. Haba escogido el piso, uno
de diez en una casa de apartamentos en una tranquila calle lateral, simplemente
porque su anonimato pareca responder a mis necesidades. Estaba en la segunda
planta de la parte trasera de un modesto edificio de mediados de siglo, ocupando una
de las esquinas, y por lo tanto, a pesar de tener varias ventanas con vistas al pequeo
jardn que circundaba la casa, se poda acceder por una nica y sencilla puerta en el
hueco de la escalera.
Poco tiempo despus de instalarme en la casa, comenc a arrepentirme de la
eleccin. La mayora de los otros inquilinos eran familias de clase media baja,
procedentes de hogares modestos. Todos los pisos de mi planta tenan nios, por
ejemplo, y haba mucho ir y venir de empleados domsticos de una y otra clase. Mi
estado de soltera, especialmente en un piso de tales dimensiones, obviamente
provoc la curiosidad de mis vecinos. A pesar de que me esforc por dejar claro que
no deseaba mantener ningn tipo de conversacin con nadie, era sin embargo
inevitable, y al poco tiempo me senta a merced de sus especulaciones y chismorreos.
Saba que tena que mudarme, pero cuando alquil el piso ansiaba tener un lugar
fijo donde poder quedarme entre actuacin y actuacin, y aun si decida mudarme,
saba que no exista ninguna garanta de no atraer la atencin en cualquier otro lugar.
Decid adoptar un estado fingido de amable neutralidad, e iba y vena
discretamente, sin mezclarme demasiado con mis vecinos, ni parecer demasiado
reservado en mis movimientos. Con el tiempo creo que me convert en algo aburrido
para ellos. Los ingleses poseen una tradicional tolerancia para con los excntricos, y
mis llegadas a altas horas de la noche, mi presencia solitaria sin servidumbre, y mi
desconocido mtodo para ganarme la vida, se convirtieron con el tiempo en
inofensivos y familiares.
Dejando todo esto a un lado, la vida en el piso me result desagradable durante
mucho tiempo despus de haberme mudado. Lo haba alquilado sin muebles, y
debido a que estaba invirtiendo gran parte de mis ganancias en la casa familiar de St.
Johns Wood, al principio solamente poda comprar muebles baratos e incmodos. La
principal fuente de calefaccin era una estufa, y para alimentarla haba que traer
troncos del jardn de abajo. Dicha estufa proporcionaba un calor asfxiante a su
alrededor pero nada apreciable en las restantes partes del piso. No haba alfombras
dignas de ese nombre.
El piso era un refugio para m, de modo que era esencial convertirlo en un lugar
confortable y apto para vivir tranquilamente, a veces durante largos perodos de
tiempo.
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Dejando a un lado las incomodidades fsicas, que por supuesto se fueron
atenuando poco a poco, a medida que pude adquirir los numerosos objetos prcticos
que deseaba, lo peor del piso era la soledad y la sensacin de estar aislado de mi
familia. Nunca ha habido ninguna cura para eso, ni entonces ni ahora. Al principio,
cuando era solamente de Sarah de quien estaba separado, ya era suficientemente
insoportable, pero durante su difcil hospitalizacin previa al nacimiento de los
gemelos, a menudo me encontraba consumindome de preocupacin por ella. Se hizo
todava ms difcil despus de que nacieran Graham y Helena, especialmente cuando
uno de ellos enfermaba. Saba que mi familia era cuidada y vigilada con amor, y que
nuestros criados eran dedicados y de confianza, y que en la eventualidad de una
enfermedad grave, disponamos de fondos suficientes como para poder costear el
mejor tratamiento, pero no era suficiente, a pesar de que sin duda constitua en cierta
medida un consuelo y una tranquilidad.
En los aos en que haba planeado El hombre transportado y su continuacin
moderna, y durante toda mi carrera de mago, nunca se me haba ocurrido que tener
una familia, algn da, se convertira en una amenaza.
Muchas veces haba sentido la tentacin de renunciar al escenario, de no volver
nunca a realizar un truco y abandonar, de hecho, la ejecucin de todo tipo de magia, y
siempre motivado por el afecto y el deber para con mi encantadora esposa, y el
ferviente amor que senta por mis hijos.
En aquellos largos das en el piso de Hornsey, y a veces durante las semanas en
que la temporada teatral no ofreca oportunidad para mi presentacin, tena tiempo
ms que suficiente para reflexionar.
Lo importante es, por supuesto, que no me rend.
Segu adelante a travs de los difciles primeros aos. Segu adelante cuando mi
reputacin y mis ganancias comenzaron a alcanzar cotas muy altas. Y sigo avanzando
ahora que prcticamente casi lo nico que queda de mi famoso truco es el misterio
que lo rodea.
Sin embargo, las cosas resultan mucho ms fciles ahora. Durante las primeras
dos semanas que Olive Wenscombe trabaj para m, casualmente descubr que se
hospedaba en un hotel cerca de la Estacin Euston, una zona bastante dudosa. El
motivo, segn dijo, era que el mago de Hampshire ofreca alojamiento junto con
trabajo, y por supuesto haba renunciado al mismo cuando dej su empleo. Para aquel
entonces, Olive y yo hacamos regular uso del silln que estaba en la parte de atrs de
mi taller, y no tard mucho en darme cuenta de que mi empleo tambin poda incluir
alojamiento permanente.
El Pacto controlaba todas las decisiones de esa naturaleza, pero, en este caso, era
solamente una formalidad. Unos das despus, Olive se mud a mi piso en Hornsey.
All se qued, y all est, desde entonces.
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Su revelacin, que lo cambiara todo, vino unas semanas ms tarde.
Hacia finales de 1898, la cancelacin de un teatro significaba que transcurra ms
de una semana entre presentacin y presentacin de El nuevo hombre transportado.
Pasaba este tiempo en el piso de Hornsey, y aunque pas una vez por el taller, la
mayor parte de la semana estaba instalado en una domstica, feliz y fsicamente
estimulante rutina con Olive. Empezamos por redecorar el piso, y con algunas de las
recientes ganancias de una exitosa temporada en el Teatro Illyria en el West End,
compramos varios vistosos muebles.
La noche antes de que terminara el idilio estaba preparado para presentar mi
espectculo en el Hipdromo de Brighton solt su sorpresa. Era tarde, de noche, y
estbamos descansando apaciblemente antes de quedarnos dormidos.
Escucha, cario me dijo. He estado pensando que tal vez debas pensar en
buscar una nueva asistente.
Estaba tan atnito que al principio no supe cmo contestarle. Hasta ese momento
me pareca que haba alcanzado el tipo de estabilidad que haba estado buscando
durante toda mi carrera. Tena a mi familia, tena a mi querida. Viva en mi casa con
mi esposa, y me quedaba en mi piso con mi amante. Adoraba a mis hijos, adoraba a
mi esposa, amaba a mi amante. Mi vida estaba en dos mitades distintas, ambas
decididamente separadas una de la otra, ninguna de las dos sospechando siquiera de
la existencia de la otra. Adems, mi amante era mi hermosa y embrujadora asistente
sobre el escenario. No slo era brillante en su trabajo, sino que su encantadora
apariencia, estaba seguro, sin duda haba ayudado ampliamente a aumentar el pblico
asistente que haba acudido a mi espectculo desde que ella participaba en el nmero.
Hablando sin ambages, haba conseguido mi parte del pastel y me la estaba comiendo
con avidez. Ahora, con estas palabras, Olive pareca estar alterando el equilibrio, y yo
me vi sumido en la consternacin.
Al ver mi reaccin, Olive dijo: Hay muchas cosas que me preocupan y de las
que quiero hablar, pero no es tan malo como te imaginas.
No puedo imaginarme cmo podra ser peor.
Bueno, si slo escuchas la mitad de lo que diga, ser peor de lo que nunca te
hayas imaginado. Pero si te quedas hasta el final, creo que terminars por sentirte
mejor.
La mir atentamente y not, tal como deb haberlo hecho desde el principio, que
pareca estar tensa y nerviosa. Obviamente, algo estaba sucediendo.
La historia sali en un torrente de palabras, confirmando rpidamente su
advertencia. Lo que dijo me horroriz.
Dijo que quera dejar de trabajar para m por dos razones. La primera era que
haba trabajado en el teatro durante varios aos, y simplemente quera un cambio.
Deca que quera vivir en casa, ser mi amante, seguir mi carrera desde ese punto
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de vista. Dijo que continuara trabajando como mi asistente mientras yo se lo pidiera,
o hasta que pudiera encontrar un reemplazo. Por el momento, bien. Pero, dijo, todava
no haba odo la segunda razn: haba sido enviada a trabajar conmigo por alguien
que quera conocer mis secretos profesionales. Este hombre
Es Angier! exclam. Fuiste enviada por Rupert Angier para espiarme?
Lo confes rpidamente, y al ver mi enfado se alej de m y luego comenz a
llorar. Las ideas se me agolpaban en la cabeza; trataba de recordar todo lo que le
haba dicho en las semanas precedentes, qu artefactos haba visto o utilizado, qu
secretos podra haber descubierto o descifrado ella misma, y los secretos que le
habra revelado a mi enemigo.
Durante un tiempo no fui capaz de escucharla, ni de pensar con calma y lgica.
Durante ese tiempo, ella lloraba, implorndome que la escuchara.
Pasaron dos o tres horas angustiosas e improductivas, luego finalmente llegamos
a un punto de parlisis emocional. Nuestro impasse haba durado hasta primeras
horas de la madrugada, y la necesidad de dormir se cerna pesadamente sobre los dos.
Apagamos la luz, y nos acostamos juntos, nuestros hbitos de convivencia todava
intactos a pesar de la terrible revelacin.
Permanec despierto acostado en la oscuridad, tratando de pensar en una forma de
hacer frente a todo aquello, pero mi mente todava daba vueltas como loca. Entonces,
a mi lado, en la oscuridad, la oa decir tranquila pero insistentemente: No te das
cuenta de que si todava fuera la espa de Rupert Angier no te lo hubiera dicho? S,
estaba con l, pero estaba aburrida con l. Y l haba estado tonteando con otra
mujer, y eso me molest un poco. l estaba obsesionado con atacarte, y yo necesitaba
un cambio; yo misma ide este plan. Pero cuando te conoc bueno, cambi de
opinin. Eres tan distinto a Rupert. T sabes lo que sucedi y todo lo que hay de
verdad entre nosotros, verdad? Rupert cree que te estoy espiando, pero creo que ya
se ha dado cuenta de que no va a obtener nada de m. Quiero dejar de ser tu asistente
porque mientras siga actuando contigo sobre el escenario, Rupert estar esperando a
que yo haga lo que l quiere. Slo quiero dejar atrs todo, vivir aqu en este
apartamento, estar contigo, Alfred. Sabes, creo que te amo
Y as sucesivamente, durante toda la noche. Por la maana, a la luz gris y
deprimente de un amanecer lluvioso, le dije: He decidido lo que vamos a hacer.
Por qu no le llevas un mensaje a Angier? Te dir lo que debes decirle, y t se lo
entregars, dicindole que es el secreto que ha estado buscando. Dile lo que quieras
para hacerle creer que me robaste el secreto, y que es la informacin ms importante,
la que ha estado esperando. Despus, si vuelves, y si juras que nunca ms tendrs
nada que ver con Angier y logras que yo te crea de nuevo, entonces empezaremos de
nuevo juntos. Ests de acuerdo?
Lo har hoy mismo me jur. Quiero borrar a Angier de mi vida para
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siempre!
Primero debo ir al taller. Tengo que decidir qu puedo decirle a Angier sin
riesgo alguno.
Sin ms explicaciones, la dej en el piso y cog el autobs hasta la Avenida Elgin.
Sentado tranquilamente en la planta superior, fumando mi pipa, me preguntaba si
realmente no era un tonto enamorado, y si no estaba a punto de echar todo a perder.
Se habl del problema a fondo cuando llegu al taller. A pesar de ser
potencialmente seria, fue slo una de las varias crisis que el Pacto tuvo que afrontar a
lo largo de los aos, y no me pareci que se tratara de ningn problema nuevo o ms
grave. No fue fcil, pero al final, el Pacto emergi tan fuerte como siempre. De
hecho, como un testimonio memorable de mi ininterrumpida fe en el Pacto, se puede
decir que permanec en el taller mientras regresaba al piso.
All le dict a Olive lo que deba escribir con su propia letra. Lo escribi, tensa
pero decidida a hacer lo que crea necesario. El mensaje tena el propsito de enviar a
Angier en la direccin equivocada, as que deba ser no slo plausible, sino algo en lo
que no hubiera pensado por su cuenta.
Se fue de Hornsey con el mensaje a las dos y veinticinco de la tarde, y no regres
al piso hasta despus de las once de la noche.
Ya est hecho! grit. Tiene la informacin que le di. Probablemente
nunca lo volver a ver, y desde luego nunca ms, mientras viva, dir nada amable
acerca de l o dirigido a l.
Nunca pregunt lo que haba sucedido durante esas ocho horas y media, ni por
qu haba tardado tanto tiempo en entregar un mensaje escrito. La explicacin que me
dio es probablemente cierta por ser la ms simple: que se desplaz por Londres con el
transporte pblico, y no encontr a Angier inmediatamente, pues ste se hallaba
actuando en otra parte de la ciudad, y as haba pasado el tiempo casi sin darse
cuenta. Sin embargo, mientras transcurra esa larga tarde, abrigu la
desesperanzadora sospecha de que aquel doble agente al que yo haba vuelto en
contra de su primer amo podra haberse puesto nuevamente en mi contra, y, o bien no
deba verla nunca ms, o ella regresara con una nueva misin de perjudicarme.
Sin embargo, esto sucedi a fines de 1898, y yo escribo estas palabras al final del
presente mes de enero de 1901. (Los acontecimientos del mundo exterior resuenan en
mis odos. El da antes de escribir estas palabras, falleci finalmente Su Majestad la
Reina, y el pas emerge por fin de un perodo de duelo). Olive regres a m hace ms
de dos aos, fiel a su palabra, y sigue conmigo, fiel a mis deseos. Mi carrera contina
sin problemas, mi posicin en el mundo de las ilusiones es inexpugnable, mi familia
est creciendo, mi bienestar est asegurado. Una vez ms tengo dos pacficos
hogares. Rupert Angier no me ha atacado desde que Olive le pas la informacin
falsa. Todo est tranquilo a mi alrededor, y, pasados los aos turbulentos, al fin
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disfruto de una posicin estable en mi vida.
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Escribo, sin desearlo realmente, en el ao 1903. Haba planeado dejar mi cuaderno
cerrado para siempre, pero los acontecimientos han conspirado en mi contra.
Rupert Angier ha muerto sbitamente. Tena cuarenta y seis aos, slo un ao
menos que yo. Su muerte, de acuerdo con una noticia en el Times, fue producto de las
complicaciones de unas heridas sufridas durante la ejecucin de un nmero de magia
en el escenario de un teatro en Suffolk.
Separ esta noticia y una ms breve que apareci en el Morning Post, por si haba
alguna otra informacin que pudiera al fin descubrir sobre l, pero pocas cosas eran
nuevas para m.
Yo sospechaba que estaba enfermo. La ltima vez que lo vi tena un aspecto
frgil, e imagin que era vctima de una enfermedad crnica que le debilitaba.
Mientras escribo resumir las notas necrolgicas publicadas que tengo frente a
m.
Naci en Derbyshire en 1857, pero a una edad temprana se mud a Londres,
donde trabaj posteriormente durante muchos aos como ilusionista y prestidigitador,
alcanzando un considerable xito. Present su espectculo a lo largo y a lo ancho de
todas las Islas Britnicas y por Europa, y realiz giras por el Nuevo Mundo tres
veces, siendo la ltima de estas ocasiones a principios de este ao. Se le adjudicaba la
invencin de varios notables trucos escnicos, en particular uno llamado Clara
maana (que consista en liberar a una asistente de lo que pareca ser un frasco
sellado colocado frente al pblico), el cual haba sido repetidamente imitado. Ms
recientemente, haba desarrollado con mucho xito un truco llamado En un abrir y
cerrar de ojos, el cual estaba realizando en el momento del accidente mortal.
Experto prestidigitador, Angier fue un popular mago de reuniones pequeas o
privadas. Estaba casado, tena un hijo varn y dos hijas, y hasta el final vivi con su
familia en Highgate, en Londres. Realizaba actuaciones con regularidad, hasta que
ocurri el accidente que lo llev a la muerte.
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No me causa ningn placer escribir sobre la muerte de Angier. Ha sido el trgico
clmax de una serie de acontecimientos que se acumularon durante ms de dos aos.
Me negu a dejar constancia de ninguno de ellos porque, lamento decirlo,
amenazaban con renovar la antipata que exista entre nosotros.
Tal como apunt en la primera parte de este diario, haba alcanzado un agradable
equilibrio y estabilidad en mi vida y en mi carrera, y no deseaba nada ms. Senta y
sinceramente crea que si Angier realizaba cualquier tipo de ataque o tomaba
cualquier tipo de represalia en mi contra, poda limitarme a no darle importancia. De
hecho, tena todas las razones para creer que las pistas falsas ofrecidas en la nota que
Olive le entreg haban sido una medida definitiva entre nosotros. La intencin de
aquella nota era la de desviar su atencin, y enviarlo en busca de un secreto que no
exista. El hecho de que desapareciera de mi conciencia por ms de dos aos
significaba que mi ardid haba funcionado.
Sin embargo, poco tiempo despus de terminar la primera parte de esta narracin,
tropec por casualidad con una resea en una revista sobre una actuacin que tena
lugar en el Finsbury Park Empire. Rupert Angier tena un nmero, y segn todo el
mundo era uno de los peores de la programacin. La resea nicamente lo
mencionaba de pasada, observando que es bueno saber que su talento no se ha
disipado. nicamente esto sugera que su carrera haba sufrido una interrupcin.
Dos o tres meses ms tarde, todo haba cambiado. Una revista de magia public
una entrevista con l, con una fotografa de l que ocupaba toda una pgina. Uno de
los peridicos haca referencia en un artculo a la reaparicin del arte del
prestidigitador, sealando que las numerosas actuaciones de magia estaban otra vez
encabezando los programas de nuestros teatros de variedades. Se mencionaba el
nombre de Rupert Angier, as como el de muchos otros.
An ms tarde, debido a las demoras necesarias para producir tales cosas, una de
las revistas de magia a las que estaba suscrito public un detallado artculo sobre
Angier. Describa la actuacin que realizaba en aquel entonces como un triunfante
principio en el arte de la magia abierta. Su nuevo truco, llamado En un abrir y cerrar
de ojos, fue galardonado con una mencin especial y aclamado por crticos expertos.
Se deca que estableca nuevos estndares de brillantez tcnica, de tal forma que,
a menos que el seor Angier en persona quisiera revelar los secretos de sus
mecanismos, era improbable que cualquier otro ilusionista pudiera reproducir su
efecto, al menos en un futuro prximo. El mismo artculo mencionaba que En un
abrir y cerrar de ojos era un importante avance respecto de previos esfuerzos en el
campo de los trucos de transferencia, y haba una insignificante referencia no slo a
El nuevo hombre transportado sino tambin a mi persona.
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Intent, honestamente, hacer caso omiso de tales nimiedades, pero estas
apariciones en prensa eran slo las primeras de muchas. Sin duda, Rupert Angier
estaba en la cima de nuestra profesin.
Naturalmente, sent que deba hacer algo al respecto. Gran parte de mi trabajo
durante los ltimos meses haba consistido en hacer giras, que se concentraban en
pequeos clubes y teatros de las provincias. Decid que para reestablecerme
necesitaba una temporada en un teatro importante de Londres que sirviera de
escaparate para mis habilidades. El inters por los trucos escnicos era tal en aquella
poca que mi representante no tuvo dificultades para organizar lo que prometa ser un
gran espectculo. Tendra lugar en el Teatro Lrico en el Strand, y yo era cabeza de
cartel de un espectculo de variedades programado para septiembre de 1902, durante
una semana.
En la funcin de apertura la mitad de la sala estaba vaca, y al da siguiente las
reseas eran pocas y muy espaciadas. Tan slo tres peridicos mencionaron mi
nombre, y el comentario menos desfavorable me describa como un defensor de un
estilo de magia ms notable por su valor nostlgico que por sus aptitudes
innovadoras. Las funciones de las dos noches siguientes estuvieron casi vacas, y el
espectculo se cancel a mitad de semana.
Decid que tena que ver el truco de Angier con mis propios ojos, y cuando me
enter de que a finales de octubre dara comienzo un espectculo suyo que estara en
cartelera durante dos semanas en el Hackney Empire, compr discretamente una
entrada para la platea. El Empire es un teatro estrecho y profundo, con largos y
angostos pasillos y un auditorio que queda bastante oscuro durante toda la funcin,
por lo que satisfaca perfectamente mis propsitos. Desde mi butaca poda verse el
escenario bastante bien, pero no me encontraba tan cerca como para que Angier
pudiera verme.
No not nada excepcional en la parte ms importante de su actuacin, en la que
realizaba competentemente trucos del repertorio de magia estndar. Su estilo era
bueno, su discurso divertido, su asistente hermosa y su sentido de la teatralidad por
encima de la media. Llevaba un traje de etiqueta de buena calidad, y su cabello estaba
hbilmente abrillantado. Durante esta parte de su actuacin, sin embargo, observ por
primera vez su rostro afectado por la enfermedad, y vi otras seales que sugeran un
estado poco saludable. Se mova con rigidez, y varias veces ayudaba a su brazo
izquierdo, como si estuviera ms dbil que el otro.
Finalmente despus de una, tengo que admitirlo, divertida rutina, que inclua un
mensaje escrito por un miembro del pblico que apareca dentro de un sobre cerrado,
Angier lleg al truco final. Empez con un serio discurso, que anot rpidamente en
una libreta. Esto fue lo que dijo:
Damas y caballeros! Mientras el nuevo siglo avanza a pasos agigantados,
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vemos a nuestro alrededor y por todas partes los milagros de la ciencia. Estas
maravillas se multiplican casi cada da. Cuando finalice el nuevo siglo, lo cual pocos
de los que estn aqu esta noche vivirn para ver, qu maravillas prevalecern? Los
hombres podrn volar, podrn hablar con ocanos de por medio, podrn viajar ms
all del firmamento. Aun as, ningn milagro que la ciencia pueda producir puede ser
comparado con la mayor de las maravillas la mente humana y el cuerpo humano.
Esta noche, damas y caballeros, intentar realizar una hazaa mgica que
conjuga las maravillas de la ciencia con las maravillas de la mente humana. Ningn
otro mago profesional en el mundo puede reproducir lo que ustedes estn a punto de
ver!.
Dicho esto, levant teatralmente su brazo sano, y se alz el teln. All, esperando
bajo la luz de los focos, estaba el artefacto que yo haba ido a ver.
Era bastante ms grande de lo que yo me esperaba. Los magos normalmente
prefieren trabajar con mquinas construidas de forma ms compacta, con el fin de
aumentar el misterio del uso que se les da. El equipamiento de Angier prcticamente
llenaba todo el espacio del escenario.
En el centro del escenario haba un soporte que consista en tres largas patas de
metal, unidas en forma de trpode, sobre cuyo vrtice se encontraba un brillante globo
metlico de aproximadamente un metro y medio de dimetro. Debajo del vrtice del
trpode quedaba el espacio justo como para que un hombre entrara de pie.
Inmediatamente sobre el vrtice, y debajo del globo, haba un artilugio cilndrico
de madera y metal, firmemente sujetado a la unin. Este cilindro estaba hecho de
listones de madera con espacios definidos entre ellos, y cubiertos cientos de veces a
su alrededor por delgados filamentos de cables. Desde donde yo estaba sentado, me
pareci que el cilindro era de al menos un metro y veinte centmetros de altura, y tal
vez del mismo dimetro. Giraba lentamente, y atraa y reflejaba las luces del
escenario en nuestros ojos. Fragmentos de luz inundaban las paredes del auditorio.
Rodeando el artilugio, a una distancia radial de aproximadamente tres metros,
haba un segundo crculo de ocho listones metlicos, de nuevo bien rodeados por
cables. Estos listones estaban de pie sobre la superficie del escenario y concntricos
con respecto al trpode, separados amplia y regularmente, con grandes espacios entre
uno y otro. El pblico poda ver claramente la parte principal del artefacto.
No estaba en absoluto preparado para esto, sino que haba esperado un tipo de
caja mgica del mismo tamao que las que yo utilizaba. El artefacto de Angier era tan
inmenso que no haba lugar en ninguna parte del escenario para ocultar una segunda
caja.
Las ideas se agolpaban en mi cabeza de mago, intentando anticipar cul sera el
truco, cmo podra diferir del mo y dnde podra estar el secreto. La primera
impresin era de sorpresa ante su tamao. La segunda impresin, la notable y
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prosaica calidad del artefacto. A excepcin del cilindro rotativo situado justo sobre el
vrtice, no se empleaban colores brillantes, luces que distrajeran o reas
intencionadamente oscuras. Gran parte del artilugio pareca estar hecho de madera sin
barnizar o de metal opaco. Haba cuerdas y cables cruzados en todas direcciones.
Tercera impresin: ninguna pista acerca de lo que iba a suceder. No tena idea de
lo que se esperaba que el artefacto pareciera. Los artefactos mgicos suelen asumir
formas comunes para desviar la atencin del pblico en otra direccin, como una
mesa comn y corriente, por ejemplo, o un tramo de escalera, o un bal, pero el
aparato de Angier no haca concesin alguna a la familiaridad.
Angier comenz a realizar el truco.
No pareca haber espejos en el escenario. Todas las partes del artefacto podan
verse directamente, y mientras Angier haca sus preparativos, daba vueltas por el
escenario, caminando a travs de cada uno de los espacios, pasando
momentneamente por detrs de los listones, siempre visible, siempre movindose.
Yo miraba sus piernas, a menudo una parte de la anatoma del ilusionista que
debe observarse desde cerca cuando se mueve, y en particular por detrs de su
artefacto (un movimiento inexplicable puede indicar la presencia de un espejo o
algn otro dispositivo) pero el andar de Angier era relajado y normal. No pareca
haber escotillones que l pudiera utilizar. El escenario estaba cubierto por una nica
gran lmina de caucho, que haca difcil el acceso al entresuelo de debajo del
escenario.
Lo ms curioso de todo es que no haba lgica aparente en el truco. Los artefactos
de magia normalmente sirven para confirmar o confundir las expectativas del
pblico. Consisten en la caja que es evidentemente demasiado pequea como para
albergar un cuerpo humano (sin embargo terminar hacindolo), o en la lmina de
acero que supuestamente no puede ser atravesada, o en el bal cerrado con candados
de donde sera imposible escapar. En cualquier caso, el ilusionista confunde a su
pblico, hacindole creer que ha descifrado por su cuenta qu es exactamente lo que
ven delante de ellos. El aparato de Angier no se pareca a nada que se hubiera visto
antes, y era imposible adivinar cul era su supuesta funcin con slo mirarlo.
Mientras tanto, Angier iba y vena por el escenario, todava invocando los
misterios de la ciencia y de la vida. Volvi a ocupar el centro del escenario y se
enfrent a su pblico.
Seores mos, estimadas seoras, solicito a uno de ustedes, un voluntario. No
deben temer lo que pueda ocurrir. Los necesito solamente para un simple acto de
verificacin.
Se puso de pie bajo la luz deslumbradora de los focos, inclinndose de una
manera incitante hacia los miembros del pblico que se encontraban en las primeras
dos filas de los fauteuils. Reprim el sbito y descabellado impulso de levantarme de
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golpe y ofrecerme como voluntario para poder ver ms de cerca la maquinaria. Saba
que si lo haca, Angier me reconocera inmediatamente, y probablemente dara a su
actuacin un final prematuro.
Luego del habitual titubeo nervioso, un hombre camin hasta el escenario y subi
por la rampa lateral. Mientras tanto, uno de los asistentes de Angier apareci en el
escenario, llevando una bandeja cargada con varios objetos, cuyos propsitos
enseguida fueron descubiertos, ya que cada uno ofreca una forma de marcar o
identificar. Haba dos o tres frascos llenos con tintas de diferentes colores; un tazn
con harina; algunas tizas; barras de carbn vegetal. Angier invit al voluntario a que
escogiera uno, y cuando el hombre eligi el tazn de harina, Angier le dio la espalda
y le invit a que la tirara en la parte trasera de su chaqueta. El hombre lo hizo,
creando una nube blanca que se esfum espectacularmente bajo las luces del
escenario.
Angier se gir nuevamente de cara al pblico, y pidi al voluntario que escogiera
una de las tintas. El hombre eligi la roja. Angier extendi sus manos para permitir
que la tinta roja fuera derramada sobre ellas.
Ahora, marcado de una manera muy particular, Angier le pidi al hombre que
regresara a su asiento. Las luces del escenario se fueron atenuando, a excepcin de la
brillante saeta de uno de los focos.
Se escuch el ruido de un crujido sobrenatural, como si el propio aire se partiera
en mil pedazos, y para mi sorpresa, una flecha de descarga elctrica de color celeste
sali enroscada y disparada abruptamente del globo brillante. El arco se movi con
una rapidez y una arbitrariedad horrendas, precipitndose de un lado para otro dentro
del rea rodeada por los listones exteriores, por donde ahora caminaba el propio
Angier. Tanto el crujido como el chasquido de la flecha parecan estar dotados de una
despiadada vida propia.
La descarga elctrica se duplic de repente, luego se triplic, y las flechas
adicionales parecan estar picoteando aqu y all, como si estuvieran registrando el
espacio cercado. Una, inevitablemente, le dio a Angier, y en un instante se enrosc a
su alrededor, iluminndolo con una luz azul verdosa que brillaba no solamente
alrededor de su cuerpo, sino tambin desde su interior. Recibi el disparo de
electricidad, levant su brazo sano y gir sobre s mismo, permitiendo as que el
fuego inquieto y sibilante lo bordeara y lo rodeara.
Aparecieron ms flechas de electricidad, chispeando malignas a su alrededor.
Nuevamente, hizo caso omiso de stas. Todas parecan atacarlo, de una en una; una se
alejaba bruscamente de l, como un ltigo en el aire, dejando paso a otra, o a otras
dos, para atravesarlo ardiendo y azotar su cuerpo con un fuego que no cesaba de
retorcerse.
El olor de esta descarga asalt inmediatamente al pblico. Lo respir al igual que
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los dems, estaba atnito intentando adivinar qu poda llegar a contener. Tena una
cualidad sobrenatural, atmica, como la liberacin de una fuerza hasta entonces
prohibida para el hombre, y ahora, liberada, despeda el fuerte olor de una energa
pura y desenfrenada.
Mientras los arcos de electricidad lo atacaban sin cuartel, atropelladamente, por
todos sus flancos, Angier se dirigi hacia el trpode que estaba en el corazn del
infierno, directamente debajo de la fuente. Una vez aqu, pareca que estaba a salvo.
Aparentemente imposibilitados o incapaces de doblarse sobre s mismos, los
arcos de luz brillantes se alejaron de l de repente, y con golpes feroces se estrellaron
contra los listones ms grandes, los exteriores. En pocos segundos, cada uno de ellos
era atravesado por un arco, que chispeaba con inquieto entusiasmo, contenido en su
lugar.
Entonces, estas ocho deslumbrantes serpentinas formaron una especie de dosel
sobre el rea en la que se encontraba Angier, solo. La luz del foco se extingui de
repente, y todas las otras luces del escenario haban sido atenuadas. Angier estaba
iluminado nicamente por la luz de la descarga incandescente que caa sobre l.
Estaba de pie, inmvil, su brazo sano en alto, su cabeza slo aproximadamente
veinticinco milmetros por debajo del cilindro metlico desde donde emanaba toda la
electricidad. Dijo algo, una declaracin dirigida al pblico, pero yo me la perd
debido a la ruidosa conmocin que quemaba el aire sobre l.
Baj los brazos, y durante dos o tres segundos permaneci de pie en silencio,
sometido al espantoso espectculo que haba provocado.
Luego desapareci.
Haca un momento Angier estaba all; al siguiente ya no estaba. Su artefacto
produjo un ruido chilln y desgarrador, y pareci temblar, pero cuando se retir, la
brillante saeta de energa muri instantneamente. Los zarcillos chispeaban y
explotaban como pequeos fuegos artificiales, y luego desaparecieron. El escenario
qued inmerso en la oscuridad.
Yo estaba de pie; sin darme cuenta haba estado de pie durante un largo rato. Yo,
y el resto del pblico, estbamos ah de pie horrorizados. Aquel hombre haba
desaparecido delante de nuestros propios ojos, sin dejar rastro alguno.
O una conmocin que proceda del pasillo que estaba a mis espaldas, y como el
resto del pblico me di la vuelta para ver lo que estaba sucediendo. Haba demasiadas
cabezas y cuerpos, no poda ver claramente, una especie de movimiento en el oscuro
auditorio! Afortunadamente, las luces de la sala se encendieron, uno de los focos
mviles cambi su posicin y un rayo de luz apunt hacia un punto concreto.
Angier estaba all!
Algunos miembros de la plantilla de empleados del teatro bajaban
apresuradamente por el pasillo hacia l, y gente del pblico intentaba alcanzarlo, pero
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l estaba de pie y empujndolos lejos de s.
Bajaba tambalendose por el pasillo, dirigindose nuevamente al escenario.
Intent recuperarme de la sorpresa, e hice clculos rpidamente. No podan haber
transcurrido ms de uno o dos segundos entre su desaparicin del escenario y su
reaparicin en el pasillo. Mir desde una punta hasta la otra del escenario, intentando
calcular la distancia en juego. Mi butaca estaba al menos a dieciocho metros de la
parte de delante del escenario, y Angier haba aparecido al fondo del pasillo, cerca de
una de las salidas para el pblico. Estaba bastante lejos de m, al menos otros doce
metros.
Acaso poda haber recorrido doce metros en un solo segundo, mientras la
oscuridad del escenario ocultaba sus movimientos?
En aquel momento, como ahora, era una pregunta retrica. Es evidente que no
podra haberlo hecho sin el uso de tcnicas de magia. Pero cules?
Su avance a lo largo del pasillo hacia el escenario lo trajo momentneamente
hasta donde yo me encontraba, y all tropez con uno de los escalones antes de seguir
adelante. Estaba seguro de que no me haba visto, ya que evidentemente no tena ojos
para nadie del pblico. Su comportamiento era el de un hombre completamente
absorto en su propia angustia; su rostro estaba atormentado, todo su cuerpo se mova
como si estuviera transido de dolor. Caminaba arrastrando los pies como un borracho
o un invlido, o como un hombre finalmente exhausto de la vida. Vi su brazo
izquierdo colgando lnguidamente, y la mano manchada de gris por la harina, la tinta
roja vertida en un oscuro desorden. En la parte posterior de su chaqueta, todava
poda verse el estallido de harina, con la catica forma que el voluntario haba creado
cuando explot la bolsa contra l, haca slo unos pocos segundos, y a veinte metros
de distancia.
Todos aplaudamos, y mucha gente aclamaba y silbaba a modo de aprobacin. Y
cuando se acerc al escenario, un segundo foco lo ilumin y lo acompa hasta que
subi la rampa. Camin de forma extraa hasta el centro del escenario, donde por fin
pareci recuperarse. Una vez ms, bajo el destello de las luces, recibi su ovacin,
inclinndose ante el pblico, agradecindole, tirando besos, sonriendo y triunfante.
Me puse de pie con el resto del pblico, maravillado por lo que haba visto. Tras
l, el teln bajaba discretamente para ocultar el artefacto.
No saba cmo se haba realizado el truco! Lo haba visto con mis propios ojos, y
lo haba observado sabiendo cmo observar a un mago trabajando, y haba buscado
en todos los lugares desde y hacia donde un mago tradicionalmente distrae la
atencin de su pblico. Dej el Hackney Empire ciego de ira. Estaba furioso porque
mi mejor truco haba sido copiado; estaba an ms furioso porque haba sido
mejorado. Y lo peor de todo, sin embargo, era que no poda descifrar cmo se haba
hecho.
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Era un solo hombre. Estaba en un solo lugar. Apareci en otro. No podra tener un
doble; no podra haberse trasladado tan rpidamente de una posicin hasta la otra.
Los celos empeoraron mi ira. En un abrir y cerrar de ojos, el barato ttulo de
Angier para su versin de su detestable mejora de El nuevo hombre transportado,
era sin lugar a dudas una ilusin suprema, que introduca un nuevo referente en
nuestro frecuentemente ridiculizado y generalmente incomprendido arte
interpretativo. Tena que admirarlo por esto, sin importar cules pudieran ser mis
otros sentimientos hacia l. Sospecho que junto con muchos de los miembros del
pblico, sent que haba tenido el privilegio de ser testigo del truco. Cuando me
alejaba de la fachada del teatro, pas junto a la estrecha callejuela que llevaba hasta la
entrada de los artistas, y por un momento incluso dese tener la posibilidad de enviar
mi tarjeta al camerino de Angier, para poder visitarlo all y felicitarlo en persona.
Reprim mis deseos. Despus de tantos aos de amarga rivalidad, no poda
permitir que la esmerada presentacin de un truco escnico me llevara a humillarme
ante l.
Regres a mi piso en Hornsey, donde casualmente estaba viviendo en esa poca, y
pas una noche en vela, dando, con desasosiego, vueltas en la cama junto a Olive.
Al da siguiente me puse a pensar en serio y de forma prctica en su versin de mi
truco para ver qu poda sacar de ello. Lo confieso una vez ms: no s cmo lo hizo.
No pude descifrar el secreto cuando vi el nmero, y despus, sin importar qu
principios mgicos aplicara, no pude desentraar la solucin.
En el corazn del misterio haba tres, posiblemente cuatro, de las seis categoras
fundamentales de la ilusin: se haba hecho desaparecer a s mismo, luego se haba
producido en otro lugar, de alguna manera pareca haber un elemento de
transposicin, y todo se haba conseguido con un aparente desafo de las leyes
naturales.
Una desaparicin en el escenario es relativamente fcil de realizar, con la
colocacin de espejos o medios espejos, una iluminacin adecuada, de las persianas o
arte negro de los magos, de la distraccin, de los escotillones, etctera. Aparecer en
cualquier otra parte consiste generalmente en colocar el objeto con anticipacin, o
una copia similar del mismo, o si es una persona, colocar un doble convincente de
la persona. Realizar estos dos efectos a la vez produce por lo tanto un tercero; en su
desconcierto, el pblico cree que ha asistido a un desafo de algunas leyes naturales.
Leyes que yo sent que se haban desafiado aquella noche en Hackney.
Todos mis intentos por resolver el misterio basndome en principios de magia
convencionales fueron un fracaso, y a pesar de que reflexion y trabaj
obsesivamente, ni siquiera me acerqu a una solucin satisfactoria.
Me distraa constantemente el saber que este magnfico truco se reduca en el
fondo a un secreto de una simplicidad exasperante. La clave de la magia siempre es
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vlida: lo que se ve no es lo que realmente se est haciendo.
El secreto continuaba eludindome. Tena solamente dos satisfacciones menores.
La primera era que no importaba cun brillante fuera su efecto, mi propio secreto
an permaneca intacto y era desconocido para Angier. No llev a cabo el truco a mi
manera, como de hecho nunca podra haberlo realizado.
La segunda era la velocidad. No importaba cul fuera su secreto, el efecto del
nmero de Angier an no era tan rpido como el mo. Mi cuerpo se transporta de una
caja a la otra en un instante. No es, y lo enfatizo, que suceda rpidamente; el truco se
realiza en un instante. No hay demora de ningn tipo. El nmero de Angier era
notablemente ms lento. La noche en que vi su espectculo estim que haban
transcurrido uno o a lo sumo dos segundos, lo que para m significaba que l era uno
o a lo sumo dos segundos ms lento que yo.
En una ocasin en la que pareca acercarme a la solucin, intent comprobar los
tiempos y las distancias en juego. Aquella noche, debido a que no tena idea de lo que
estaba por suceder, y no tena medios cientficos de medicin, todas mis estimaciones
eran subjetivas.
Esto es parte del mtodo del ilusionista; al no preparar a su pblico, el mago
puede utilizar la sorpresa para no dejar rastro. La gran mayora de la gente, al ver la
ejecucin de un truco, cuando se les pregunta la duracin del mismo, sera incapaz de
dar una estimacin precisa. Muchos trucos estn basados en el principio de que el
ilusionista har algo tan rpidamente que un pblico desprevenido jurar ms tarde
que no pudo haber sucedido, porque no hubo tiempo suficiente.
Sabedor de esto, me obligu a pensar nuevamente en lo que haba visto,
representando el truco en mi mente, y tratando de estimar cunto tiempo haba
transcurrido realmente entre la supuesta desaparicin de Angier y su materializacin
en otro sitio. Al final llegu a la conclusin de que seguramente no haban sido
menos de uno o dos segundos, como haba credo la primera vez, y que realmente tal
vez haban pasado hasta cinco segundos. En cinco segundos de completa e
inesperada oscuridad, un mago cualificado puede completar una gran ilusin!
Este corto perodo de tiempo era evidentemente la clave del misterio, pero aun as
no pareca ser suficiente para que Angier pudiera ir corriendo casi hasta el final de la
platea.
Dos semanas despus del incidente, gracias a un arreglo con el director del teatro,
me dirig al Hackney Empire con el pretexto de tomar medidas con antelacin para
una representacin propia. Es algo bastante habitual, pues el ilusionista suele adaptar
su actuacin a las limitaciones fsicas del teatro. As, mi peticin fue considerada
normal, y el asistente del director me recibi con cortesa y me ayud en mis
investigaciones.
Encontr la butaca donde me haba sentado, y establec que estaba a poco ms de
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quince metros de distancia del escenario. Descubrir el punto preciso del pasillo en el
que Angier se haba rematerializado era ms difcil, y en realidad todo lo que tena
era mi propio recuerdo del suceso. Me puse de pie junto a la butaca donde haba
estado sentado, y trat de calcular su posicin, en funcin del ngulo hacia el que
haba girado mi cabeza para mirarlo. Al final, lo mejor que pude hacer fue estimar
que estaba situado en un punto del largo tramo del pasillo escalonado; el rea ms
cercana al escenario estaba a ms de veintitrs metros, y el extremo ms lejano estaba
a ms de treinta metros.
Estuve un rato de pie en el centro del escenario, aproximadamente donde haba
estado el vrtice del trpode, y mir a lo largo del pasillo central, preguntndome
cmo me las arreglara yo mismo para ir de una posicin hasta la otra, en un auditorio
repleto de gente, en la oscuridad, en menos de cinco segundos.
Hice una visita a Tommy Elbourne, que en esa poca viva jubilado en Woking
para discutir el problema. Despus de describirle el truco, le pregunt cmo pensaba
que podra explicarse.
Tendra que verlo yo mismo, seor dijo despus de pensar mucho y hacerme
varias preguntas.
Lo intent con un enfoque diferente. Le insinu que podra ser un truco que yo
querra disear para m. l y yo habamos trabajado muchas veces de esta manera en
el pasado; yo describa el efecto deseado, y ambos, por as decirlo, disebamos el
funcionamiento de atrs hacia adelante.
Pero eso no sera ningn problema para usted, no es cierto, seor Borden?
S, pero yo soy diferente! Cmo lo disearamos para otro ilusionista?
No sabra cmo hacerlo me dijo. La mejor manera sera utilizar un doble,
alguien que ya estuviera colocado entre el pblico, pero usted dice
Angier no lo hizo as. Estaba solo.
Entonces no tengo ni idea, seor.
Trac nuevos planes. Asistira a la nueva temporada de actuaciones de Angier,
visitando su espectculo cada noche si era necesario, hasta haber resuelto el misterio.
Tommy Elbourne estara conmigo. Me aferrara a mi orgullo tanto como pudiera,
y si era capaz de arrebatarle su secreto, sin que l sospechara nada, entonces
alcanzara el resultado ideal. Pero si, al final de la temporada, no logrbamos
desarrollar una teora factible, abandonara toda la rivalidad y los celos del pasado, y
me acercara a l directamente, suplicndole, si era necesario, para que me
proporcionara su explicacin. Tal era el enloquecedor efecto que este misterio haba
producido en m.
Escribo sin vergenza. Los misterios son la moneda comn de los magos, y yo
estaba convencido de que mi obligacin profesional era averiguar cmo se realizaba
el truco. Si esto significaba que deba humillarme, si tena que reconocer que Angier
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era un mago superior, que as fuera.
Sin embargo, nada de esto sucedi. Despus de un extenso descanso por Navidad,
Angier sali de gira por Estados Unidos a finales de enero, dejndome irritado de
frustracin.
Una semana despus de su regreso en abril (anunciado en el Times) le llam por
telfono, decidido a hacer las paces con l, pero no se encontraba all. La casa, un
edificio grande pero modesto en una hilera de casas adosadas no muy lejos de
Highgate Fields, tena las puertas y los postigos cerrados. Habl con algunos vecinos,
pero me dijeron repetidas veces que no saban nada de la gente que viva all. Angier
evidentemente mantena su vida tan protegida del mundo exterior como yo.
Me puse en contacto con Hesketh Unwin, su representante, el cual no quiso
darme explicaciones. Le dej un mensaje a travs de Unwin, suplicndole que se
pusiera en contacto conmigo urgentemente. A pesar de que el representante me
prometi que el mensaje llegara a Angier en persona, ste nunca me respondi.
Escrib directamente a Angier, personalmente, proponindole el final de toda la
rivalidad, todo el resentimiento, ofrecindome a darle cualquier disculpa o
explicacin que se le ocurriera para aceptar una reconciliacin entre nosotros.
No me respondi. Y finalmente sent que haba ido hasta un punto que estaba ms
all de la razn.
Mi respuesta a su silencio, me temo, fue insensible.
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Durante la tercera semana de mayo cog un tren desde Londres hasta la ciudad
costera y puerto pescador de Lowestoft, en Suffolk. All, Angier tendra su
espectculo en cartelera durante una semana. Fui con una nica intencin: infiltrarme
entre bastidores y descubrir el secreto yo mismo.
Normalmente, el acceso a los bastidores de un teatro est controlado por el
personal empleado de vigilancia, pero para cualquiera familiarizado ya sea con la
vida teatral o con un edificio en particular, siempre hay formas de entrar. Angier
estaba actuando en el Pavilion, un teatro slido y bien equipado situado en el paseo
martimo, uno en el que yo mismo haba actuado en el pasado. No prevea ninguna
dificultad.
Fui rechazado. Era intil intentarlo por la entrada de los artistas, porque haban
colgado una ostensible nota escrita a mano que anunciaba que todos los que desearan
entrar deban obtener una autorizacin anticipada, antes de ser autorizados para ir
incluso hasta la puerta del despacho del director. Como no quera llamar la atencin,
me retir sin insistir.
Encontr dificultades similares en la zona de carga y descarga del escenario. Una
vez ms se confirma que existen formas y medios de entrar si uno sabe cmo, pero
Angier estaba tomando muchas precauciones, como no tard en descubrir.
Me cruc con un joven carpintero en la parte de atrs de la zona de carga y
descarga, que estaba preparando una escenografa. Le ense mi tarjeta, y me salud
de forma bastante amigable. Tras una breve conversacin con l sobre temas
generales, le dije: No me importara poder ver el espectculo entre bastidores.
Ni a ninguno de nosotros!
Crees que podras ayudarme a entrar una noche?
No se haga ilusiones, seor; tampoco tendra ningn sentido. El nmero
principal no se har esta semana, y se le ha puesto una caja encima. No se puede ver
nada!
Y qu opinas de eso?
No est mal, ya que me pas un fajo
Me retir una vez ms. Poner cajas por el escenario es una medida extrema
utilizada por una minora de magos, nerviosos ante la posibilidad de que sus secretos
sean descubiertos por tramoyistas y otros trabajadores que se mueven entre
bastidores. Generalmente no es una medida muy popular y, a menos que se paguen
sustanciosas propinas, trae consigo una notable falta de cooperacin por parte de los
colaboradores del artista durante su funcin. El mero hecho de que Angier se haya
tomado tanto trabajo era una evidencia ms que clara de que su secreto requera
defensas elaboradas.
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Slo quedaban tres posibilidades de infiltrarse en el teatro, todas ellas repletas de
dificultades.
La primera consista en entrar por delante del auditorio y utilizar una de las
puertas de acceso para llegar a los bastidores. (Las puertas al auditorio del Pavilion
desde el vestbulo estaban cerradas con llave, y el personal estaba vigilando a todos
los visitantes).
La segunda era tratar de obtener un trabajo temporal entre bastidores. (Esa
semana no contrataban a nadie).
La tercera sera asistir a una funcin como pblico, e intentar subir al escenario
desde all. Como ya no haba ninguna alternativa, me dirig hacia la taquilla y adquir
un asiento en la platea para todas las funciones disponibles de la temporada de
Angier. (Fue igualmente indignante descubrir que el espectculo de Angier tena
tanto xito que casi todas las funciones estaban agotadas, con listas de espera para
posibles cancelaciones, y nicamente quedaban los asientos ms caros).
Mi butaca, en el segundo espectculo de Angier al que asist, estaba en la primera
fila de la platea. Angier me mir brevemente poco despus de aparecer en el
escenario, pero yo me haba disfrazado hbilmente y estaba seguro de que no me
haba reconocido. Saba por experiencia propia que a veces es posible sentir de
antemano qu miembros del pblico sern voluntarios para ayudar, y que es muy
habitual en los magos echar un vistazo discretamente a la gente en las primeras dos o
tres filas.
Cuando Angier comenz su rutina de juegos de cartas y pidi voluntarios, me
puse de pie, dudoso, y por supuesto fui invitado a subir al escenario. Tan pronto como
estuve junto a Angier, me di cuenta de lo nervioso que l estaba, y apenas me mir
mientras llevbamos a cabo el divertido proceso de la eleccin y ocultacin de las
cartas. No hice trampas, ya que no deseaba acabar con su espectculo.
Cuando termin, su asistente femenina vino rpidamente tras de m, me cogi el
brazo amable pero firmemente y me condujo entre los bastidores. En la funcin
anterior, el voluntario haba bajado por la rampa l solo mientras la asistente
regresaba rpidamente al centro del escenario, donde se la necesitaba para el prximo
truco.
No dud en aprovechar mi oportunidad. Entre el ruido de los aplausos, le dije a la
asistente con el acento rstico que estaba utilizando como parte de mi disfraz:
Est bien, querida. Puedo encontrar mi butaca.
Sonri agradecida, me palme el brazo y luego se dirigi nuevamente hacia
donde estaba Angier. l estaba empujando su mesa de accesorios cuando los aplausos
cesaron. Ninguno de los dos me miraba a m y gran parte del pblico miraba a
Angier.
Di un paso hacia atrs y me escabull entre los bastidores. Tuve que hacerme
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lugar a empujones por una estrecha portezuela de la pesada pantalla de lona de la
caja.
Inmediatamente, un tramoyista se puso delante de m para bloquear mi camino.
Lo siento, seor dijo en voz muy alta. No puede estar entre los bastidores.
Angier estaba a slo unos metros de distancia de nosotros, a punto de iniciar su
prximo truco. Si discuta con el hombre, Angier sin duda nos oira y se dara cuenta
de que algo estaba sucediendo. En un momento de inspiracin, cog el sombrero y la
peluca que haba estado utilizando y me los quit.
Es parte de la actuacin, idiota! dije apresurada pero tranquilamente,
utilizando mi voz normal. Fuera de mi camino!
El tramoyista pareca desconcertado, pero tartamude una disculpa y dio un paso
hacia atrs. Pas corriendo a su lado. Haba perdido mucho tiempo planeando cul
podra ser el mejor lugar para buscar pistas. Con el escenario lleno de cajas, era ms
probable encontrar lo que buscaba en el entresuelo. Atraves un largo pasillo hasta
llegar a la escalera que conduca al rea de debajo del escenario.
Con su resonante entretecho y sus moscas, el entresuelo es una de las reas
tcnicas principales del teatro; aqu haba varias trampas y mecanismos de puentes,
as como los tornos utilizados para dar corriente elctrica a los controles del
escenario. Haba guardados varios bastidores largos, seguramente para una prxima
produccin. Avanc con soltura y eficacia entre las numerosas piezas de maquinaria.
Si el espectculo hubiera sido una produccin teatral importante, con numerosos
cambios de escena y de escenografa, el entresuelo habra estado lleno de varios
tcnicos que estaran operando la maquinaria, pero puesto que un espectculo de
magia depende mayormente de los accesorios que el propio mago trae consigo, los
requerimientos tcnicos se reducen principalmente a los telones y a la iluminacin.
Me sent aliviado, pero no sorprendido, al encontrar el rea desierta. Cerca de la
parte de atrs del entresuelo encontr lo que estaba buscando, casi sin darme cuenta al
principio de lo que era. Me encontr con dos cajas de embalaje grandes y fuertes,
equipadas con muchos avisos de manejo y claramente etiquetadas: Privado - El gran
Danton.
A su lado haba un voluminoso convertidor de voltaje, de un tipo que no me era
familiar. En mi propia actuacin se utilizaba un dispositivo parecido para
proporcionar energa a la mesa de controles elctricos, pero era un aparato pequeo
con no muchas complicaciones. Pero el de Angier denotaba la presencia de energa
pura. Al acercarme sent que despeda un notable calor, y desde su interior surga un
zumbido grave y poderoso.
Me inclin sobre el convertidor, tratando de comprender sus mecanismos. Sobre
mi cabeza, poda or los pasos de Angier en el escenario, y el sonido de su voz,
proyectndose para ser oda a lo largo de todo el auditorio. Poda imaginrmelo
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andando a zancadas de un lado para otro mientras daba su discurso acerca de las
maravillas de la ciencia.
De repente, el convertidor emiti un fuerte ruido parecido a golpes, y me alarm
cuando observ que una tenue nube de humo txico de color azul emerga con cierta
intensidad de una rejilla que estaba en el panel superior. El zumbido se intensific. Al
principio me ech hacia atrs, pero una creciente sensacin de alarma hizo que me
adelantara otra vez.
Poda or las calculadas pisadas de Angier continuar a unos pocos metros por
encima de mi cabeza, claramente ajeno a lo que suceda all abajo.
Una vez ms, son el ruido de golpes desde dentro del dispositivo, esta vez
acompaado por un chirrido bastante siniestro, como si se estuviera cortando metal
fino con una sierra. El humo sala ms rpidamente que antes, y cuando di la vuelta
para ir hacia el otro lado del objeto, descubr que haba varias gruesas bobinas de
metal que brillaban al rojo vivo.
A mi alrededor estaba el desorden de un entresuelo. Haba un montn de madera
seca, tornos llenos de lubricante, metros de cables, numerosos trozos y montones de
papel desechado, inmensas escenografas pintadas con leos. Todo el lugar poda
arder como la yesca en cualquier momento, y en el centro haba algo que pareca a
punto de estallar en llamas. Me qued de pie all, sumido en una terrible indecisin:
podan Angier o sus asistentes saber lo que estaba ocurriendo?
El convertidor haca ms ruidos, y una vez ms brot el humo de la rejilla. Se
estaba introduciendo en mis pulmones, y empec a toser. Desesperado, busqu a mi
alrededor algn tipo de extintor.
Entonces vi que el convertidor obtena su energa de un grueso cable aislado que
sala desde una gran caja de empalmes elctricos aferrada a la pared del fondo. Corr
hasta ella. En su interior haba una palanca donde pona Emergencia
encendido/apagado, y sin pensarlo una vez ms la cog y tir hacia abajo.
La actividad infernal del convertidor ces instantneamente. Solamente el cido
humo azul segua brotando por la rejilla, pero iba perdiendo densidad poco a poco.
Sobre mi cabeza se oy un pesado ruido sordo, y luego silencio.
Pasaron uno o dos segundos, durante los cuales miraba arrepentido fijamente el
suelo del escenario que se encontraba encima de m.
O pasos que iban rpidamente de un lado hacia otro, y la voz de Angier gritando
furiosamente. Tambin pude escuchar al pblico, un ruido confuso, ni de ovaciones ni
de aplausos. El barullo de pies apresurados y voces fuertes que provena de arriba iba
en aumento. Lo que fuera que haba hecho, haba causado estragos en el truco de
Angier.
Haba venido a este teatro a resolver un misterio, no a interrumpir la actuacin,
pero haba fracasado en lo primero, e inadvertidamente haba logrado lo segundo. Lo
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nico que haba logrado descubrir era que utilizaba un convertidor de voltaje ms
potente que el mo, y que corra peligro de incendio.
Me di cuenta de que sera descubierto si me quedaba donde estaba, por lo que me
alej del convertidor, el cual se estaba enfriando con rapidez, y recorr nuevamente el
camino por donde haba venido. Comenzaban a dolerme los pulmones a causa del
humo que haba inhalado, y la cabeza me daba vueltas. Arriba, en el escenario y entre
los bastidores, poda or a mucha gente movindose rpidamente de aqu para all y
haciendo mucho ruido, un hecho que pens jugara a mi favor. En alguna parte del
edificio, no muy lejos de donde yo me encontraba, o que alguien gritaba.
Seguramente podra escaparme en medio de la confusin.
Cuando iba por las escaleras, subiendo los escalones de dos en dos, e intentando
no parar en ninguno, sin importar el obstculo, vi algo sorprendente!
Mi mente estaba trastornada por el humo, o por la agitacin de lo que acababa de
hacer, o por el miedo a ser atrapado. No poda pensar claramente. Angier en persona
se hallaba en lo alto de las escaleras, esperndome, sus brazos furiosamente
levantados. Pero a mis ojos haba asumido la forma de una aparicin! Alcanc a ver
luces detrs de l, que gracias a algn truco parecan atravesarlo. Inmediatamente,
varios pensamientos se cruzaron por mi mente; sta debe de ser alguna prenda
especial que usa para ayudarle a realizar aquel truco! Un tejido tratado
especialmente! Algo que se vuelve transparente! Lo hace invisible! Es ste su
secreto?
Pero en el preciso instante en el que mi momentnea ascensin por la escalera me
conduca hacia l, los dos camos al suelo. Intent agarrarme, pero resbal con lo que
fuera que se haba untado y no pudo asirme. Logr liberarme y deslizarme,
escapndome de l.
Borden! Su voz estaba afnica de rabia, no era ms que un terrible susurro
. Detente!
Fue un accidente! grit. Aljate de m!
Me puse nuevamente de pie y me alej de l corriendo, dejndolo all tirado sobre
el duro suelo. Baj apresurado por un corto pasillo, el ruido de mis zapatos haciendo
eco contra los ladrillos desnudos brillantemente pintados, gir en una esquina, baj
con rapidez unos pocos escalones, atraves otro pasillo vaco, y entonces me top con
la puerta del cubculo del portero. Me mir sorprendido mientras pasaba corriendo,
pero no tena esperanzas de desafiarme o detenerme.
Momentos ms tarde estaba fuera de la entrada de los artistas, y corr a lo largo
del callejn poco iluminado que conduca al paseo martimo.
All me detuve un momento, mirando hacia el mar, inclinndome hacia adelante y
descansando las manos sobre las rodillas. Tos unas cuantas veces, dolorosamente,
tratando de limpiar los restos de humo que quedaban en mis pulmones. Era una
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agradable noche despejada de principios del verano. El sol acababa de ponerse, y las
luces de colores empezaban a encenderse a lo largo del malecn. La marea estaba alta
y las olas rompan suavemente contra el espign.
El pblico sala desordenadamente del Teatro Pavilion y se dispersaba por la
ciudad. Muchas personas tenan expresiones de desconcierto pintadas en el rostro,
probablemente debido a la brusca manera en la que haba terminado el espectculo.
Camin a lo largo del malecn con la multitud, luego, cuando llegu a la calle
comercial ms importante, dobl hacia el centro de la ciudad y me dirig hacia la
estacin de ferrocarril.
Mucho ms tarde, pasada la medianoche, estaba de vuelta en mi casa de Londres.
Los nios estaban dormidos en sus habitaciones, Sarah estaba acurrucada a mi lado, y
me acost all en la oscuridad preguntndome qu era lo que haba logrado aquella
noche.
Luego, siete semanas ms tarde, Rupert Angier muri.
Me quedara corto con decir que me consumieron sentimientos de culpa,
especialmente debido a que los dos peridicos que dejaron constancia de su muerte
hicieron referencia a las heridas que haba sufrido durante la realizacin de su
truco. No dijeron que el accidente se haba producido el da que yo estaba en
Lowestoft, pero yo saba que deba ser se.
Haba dado por hecho que Angier haba cancelado lo que quedaba de su
temporada en el Pavilion, y por lo que yo saba, desde entonces no haba actuado ante
el pblico en ningn otro lugar. No tena idea de por qu.
Ahora resultaba que haba sido herido mortalmente aquella noche. Lo que yo no
entenda era mi encuentro con Angier menos de un minuto despus de mi
intervencin accidental. No pareca estar mortalmente herido en ese momento, ni tan
slo lastimado. Todo lo contrario, haca gala de una salud vigorosa, y estaba decidido
a atraparme. Nos habamos peleado momentneamente en el suelo antes de que yo
lograra escapar de l. La nica cosa inusual en l era el grasiento compuesto que se
haba untado sobre la piel o sobre el traje, supuestamente para realizar el truco o para
lograr de alguna forma desaparecer. Era un verdadero misterio, porque despus de
haberme recuperado de los efectos de la inhalacin del humo, mis recuerdos de
aquellos pocos segundos estaban intactos. Podra decirse que definitivamente, durante
una milsima de segundo, haba visto a travs de l, como si algunas partes de l
fueran transparentes, o todo l fuera casi transparente.
Otro aspecto secundario del misterio consista en que el compuesto no haba
influido en m durante nuestra escaramuza. Sus manos haban agarrado
definitivamente mis muecas, y yo haba sentido claramente una sensacin
resbaladiza, pero no quedaron rastros. Incluso recuerdo estar sentado en el tren de
regreso a Londres, levantando mi brazo para que le diera la luz, con el fin de
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descubrir si poda ver a travs de m mismo!
Sin embargo, existan suficientes dudas como para que los sentimientos de culpa
y arrepentimiento dominaran mi reaccin. De hecho, al enfrentarme con el horror del
acontecimiento, supe que no podra descansar hasta haber podido reparar de alguna
manera lo que haba hecho.
Desgraciadamente, las notas necrolgicas del peridico no se publicaron hasta
varios das despus de que Angier muriera, cuando ya se haba realizado el funeral.
La ceremonia habra sido un lugar ideal para intentar una tarda reconciliacin
con su familia y sus socios. Una corona de flores, una sencilla nota de condolencias
me habran preparado el terreno, pero no fue as.
Despus de pensarlo mucho, decid dirigirme directamente a su viuda, y le escrib
una sincera carta de condolencia. En ella le explicaba quin era yo, y cmo, cuando
era mucho ms joven y para mi eterno arrepentimiento, me haba peleado con su
esposo. Deca que la noticia de su prematura muerte me haba conmocionado y
entristecido, y que saba que toda la comunidad mgica sentira su prdida. Rend
tributo a sus dotes de mago y a las de ingnieur de maravillosas ilusiones.
Luego pas a lo que era para m la esencia misma de la carta; sin embargo intent
que pareciera, a los ojos de la viuda, una simple idea a posteriori. Le cont que
cuando mora un mago era costumbre en el mundo de la magia que sus colegas se
ofrecieran a comprar cualquier tipo de artefacto que la familia ya no fuera a utilizar.
Agregu que considerando mi larga y turbulenta relacin con Rupert a lo largo de
su vida, senta que era un deber y un placer para m hacer esa oferta ahora que l
haba muerto, y que tena medios considerables a mi disposicin.
Con la carta ya enviada, y como intuitivamente supuse que no necesariamente
podra contar con la cooperacin de la viuda, intent recaudar informacin a travs de
mis contactos en el negocio. Tuve que plantear esta alternativa con habilidad, porque
no tena idea de cuntos de mis colegas estaran tan interesados como yo en poner sus
manos sobre el equipamiento de Angier. Supuse que muchos de ellos lo estaran; no
poda ser el nico mago profesional que hubiera presenciado la sorprendente
actuacin. Por lo tanto dej que se supiera que si cualquiera de las piezas de Angier
apareca en el mercado, yo estara interesado.
Dos semanas despus de enviar la carta a la viuda de Angier, recib una
contestacin, era una carta de cierta firma de abogados en Chancery Lane. Deca, y lo
transcribo exactamente:
Mi querido seor:
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instrucciones de advertirle que ya se han realizado todos los
preparativos necesarios para la disposicin de las principales
pertenencias y enseres del difunto Rupert David Angier, y que no hay
necesidad de que se embarque en la bsqueda de ms informacin
sobre su destino o posesin.
Anticipamos las instrucciones de la herencia de nuestro antiguo cliente
concernientes a la disposicin de varias piezas menores de su
propiedad, y stas estarn disponibles mediante subasta pblica, cuya
fecha y lugar sern anunciados en las gacetas habituales.
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Doy un paso hacia adelante para acercarme a los focos, y bajo todo el brillo de su luz
les hago frente.
Digo: Miren mis manos. No hay nada oculto en ellas.
Las mantengo levantadas, alzo las palmas para que las vean, separando los dedos
para probar que no hay nada secretamente escondido entre ellos. Ahora realizo mi
ltimo truco, y hago aparecer un puado de flores de papel descolorido de entre las
manos que ustedes saben estn vacas.
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15
Hoy es 1 de septiembre de 1903, y digo que, prcticamente, mi propia carrera termin
con la muerte de Angier. A pesar de ser razonablemente rico, yo era un hombre
casado con hijos y tena que sufragar una forma de vida cara y complicada.
No poda escapar de mis responsabilidades y, por lo tanto, estaba obligado a
aceptar presentaciones siempre y cuando me las ofrecieran. En este sentido no me
retir por completo, pero la ambicin que me haba motivado los primeros aos, el
deseo de sorprender o desconcertar, el puro placer de soar lo imposible, todo aquello
me abandon. Todava posea las habilidades tcnicas necesarias para realizar magia,
mis manos permanecan diestras, y con la ausencia de Angier yo era una vez ms el
nico realizador de El nuevo hombre transportado, pero nada era suficiente.
Me haba invadido una gran soledad, que el Pacto todava me prohbe describir
minuciosamente, excepto para decir que yo era el nico amigo que deseaba para m
mismo. Sin embargo tambin yo era, por supuesto, el nico amigo con quien no poda
encontrarme.
Intento formular esto lo ms delicadamente posible.
Mi vida est llena de secretos y contradicciones que nunca podr explicar. Con
quin se cas Sarah? Fue conmigo, o fue conmigo? Tengo dos hijos, a quienes
adoro. Pero puedo adorarlos yo, solamente yo o, son realmente mos? Cmo lo
sabr alguna vez, a no ser por los antojos del instinto? Y ya que vamos a eso, de cul
de mis yos se enamor Olive, y con quin se mud al piso de Hornsey?
No fui yo quien primero le hizo el amor, ni fui yo quien la invit al piso, sin
embargo me aprovech de su presencia, sabiendo que tambin yo estaba haciendo lo
mismo.
Cul de mis yos fue quien intent desenmascarar a Angier? Cul de mis yos
dise primero El nuevo hombre transportado, y cul de mis yos fue el primero en
ser transportado? Hasta a m me parece estar divagando, pero cada una de estas
palabras es coherente y precisa. Es el dilema esencial de mi existencia.
Ayer estaba actuando en un teatro de Balham, en el sudeste de Londres. Realic la
funcin vespertina, y luego tena que esperar dos horas antes de la funcin nocturna.
Tal como hice varias veces en tales ocasiones, me dirig a mi camerino, cerr las
cortinas y baj las luces, cerr la puerta con llave y me tir a dormir en el silln.
Me despert
Me despert en realidad? Fue una visin? Un sueo? Me despert para
encontrar la figura espectral de Rupert Angier de pie en mi camerino, y tena en sus
manos un cuchillo de hoja larga. Antes de que pudiera moverme o pedir ayuda,
intent saltar sobre m, aterrizando al costado del silln, y gateando rpidamente se
subi sobre m hasta quedar a horcajadas sobre mi pecho y mi estmago. Levant el
Kate Angier
Rupert Angier
La historia de mi vida
22 de septiembre de 1866
1. Hoy vino una vez ms a verme el doctor y estoy bien. Recib hoy una carta de
mi hermano Henry que dice que debo llamarlo seor de ahora en adelante
porque ahora es prefecto.
2. Pap se ha ido a Londres a trabajar en el Congreso. Dijo que yo soy el cabeza de
familia hasta que l vuelva. Esto significa que Henry me llamara seor a m
pero no est aqu.
3. Le dije esto a Henry cuando le escrib.
4. Sal a caminar, habl con Nan, Grierson me ley y se qued dormido como
siempre.
23 de septiembre de 1866
La garganta mucho mejor. Hoy sal a dar una vuelta en coche con Grierson, que
no dijo mucha cosa pero me dijo que Henry dice que cuando tome control de la casa
22 de diciembre de 1867
Ayer por la noche hubo una fiesta para m y varios nios y nias del pueblo; en
Navidad se les permite venir aqu. Henry tambin estaba aqu pero no quiso venir a la
fiesta por los dems. Se perdi una gran sorpresa porque hubo un hechicero en la
fiesta!
Este hombre, que se llamaba seor A. Presto, realiz los trucos ms maravillosos
que jams haya visto. Comenz haciendo aparecer de la nada todo tipo de estandartes
y banderas y paraguas, con muchos globos y cintas. Despus hizo algunos trucos con
cartas, hacindonos elegir cartas que l era capaz de adivinar. Era muy listo. Hizo
salir bolas de billar de la nariz de uno de los nios, y un montn de monedas cayeron
de la oreja de una nia cuando se la agit. Haba un trozo de cordel que cort por la
mitad y luego volvi a unirlo, y al final hizo aparecer un pjaro blanco dentro de una
pequea caja de cristal que habamos podido ver que estaba vaca antes de empezar!
Rogu y rogu que se me dijera cmo se realizaban estos trucos, pero el seor
Presto no quiso decrmelo. Incluso despus, cuando los otros se haban ido, pero nada
de lo que pudiera decir le hara cambiar de opinin.
Esta maana tuve una idea, e hice que Grierson condujera hasta Sheffeld para m
y comprara todos los trucos de magia que pudiera encontrar, y que buscara algunos
libros que explicaran cmo hacerlo. Grierson estuvo fuera prcticamente durante todo
el da, pero al final regres con casi todo lo que yo quera. Entre ello, una caja de
cristal especial que esconde un pjaro dentro para que yo pueda hacerlo aparecer
como por arte de magia. (Suelo especial de la caja, algo que no haba pensado). Los
otros trucos son un poco ms difciles, porque tengo que practicar. Pero ya aprend un
truco en el que puedo adivinar qu carta ha elegido otra persona y lo he probado
varias veces con Grierson.
17 de febrero de 1871
Me las arregl para ver a pap a solas esta tarde por primera vez en muchos
meses, y descubr que la situacin era muy parecida a como ya la haba descrito
Henry. Por lo visto no puede hacerse nada al respecto, excepto seguir adelante y
buscar un mal trabajo, y seguir de la mejor manera posible. Podra matar a Henry con
31 de marzo de 1873
Hoy arranqu y destru todas las anotaciones de los ltimos dos aos. Fue lo
primero que hice al volver de la escuela.
1 de abril de 1873
A casa desde la escuela. Ahora tengo intimidad suficiente como para escribir en
este libro.
Mi padre, el 12. conde de Colderdale, muri hace tres das, 29 de marzo de 1873.
Mi hermano Henry hereda su ttulo, tierras y propiedades. Mi propio futuro, el de
mi madre y el de todos los dems miembros de la finca, no importa si fueran
poderosos o humildes, es ahora incierto. Ni siquiera se sabe cul ser el futuro de la
propia casa, ya que Henry sola hablar de realizar cambios drsticos. Solamente nos
queda esperar, pero por ahora la casa est ocupada con los preparativos del funeral.
Pap ser enterrado maana en la cripta.
Esta maana me siento ms resignado con respecto a mi porvenir. Esta maana la
he pasado en mi habitacin, practicando mi magia. Mi progreso en este campo ha
sido una de las vctimas de la reciente supresin de pginas de este diario, porque
desde el principio he llevado un registro detallado de lo que me cost alcanzar una
cierta habilidad en los juegos de manos Pero todo esto desapareci cuando decid
arrancar el resto. Es suficiente decir que creo que he alcanzado un nivel estndar, y a
pesar de que todava no lo he puesto a prueba completamente, he practicado nuevos
trucos para los compaeros de la escuela. Ellos fingen falta de inters por la magia, y
de hecho algunos sostienen que conocen mis secretos; sin embargo, yo he logrado
uno o dos momentos en que, para mi satisfaccin, he visto el desconcierto en sus
expresiones.
No hay necesidad de apresurarse. Todos los libros de magia aconsejan a los
novatos que no se apresuren, sino que se preparen concienzudamente, y que la
actuacin sea sorprendente y hbil. Si no saben quin eres, intensifica el misterio de
qu eres, y de lo que ests a punto de hacer.
Eso es lo que se suele decir.
Deseo, y es mi nico deseo en estas semanas ms tristes, utilizar mi magia para
traer a pap de regreso. Un deseo egosta, porque indudablemente ayudara a
restablecer mi propia vida al punto de hace tres das, pero tambin es un deseo de
amor ferviente, porque yo amaba a mi pap y ya lo echo de menos, y lamento su
2 de abril de 1873
Noche.
Hace una hora se llev a cabo la ceremonia, y utilizo precisamente esa palabra
con toda la intencin, la ceremonia alrededor de la cual ha pivotado el da, la lectura
del testamento de mi padre, para la cual el entierro fue un simple prembulo.
Todos estbamos all, reunidos en el vestbulo bajo la escalera principal. Sir
Geoffrey Fusel-Hunt, el abogado de mi padre, nos hizo permanecer en silencio, y con
3 de abril de 1873
3 de abril de 1874
31 de diciembre de 1876
1 de enero de 1877
3 de febrero de 1877
Cada da de la semana por la maana, desde las nueve hasta el medioda, patrullo
lo que se ha convertido en un muy transitado camino, el que recorre las oficinas de
las cuatro agencias teatrales ms importantes especializadas en magia o en
espectculos novedosos. Desde el otro lado de la puerta de cada una de ellas, me
preparo para la inevitable negativa, luego entro con mi rostro ms valiente, comunico
mi presencia al encargado del rea de recepcin y pregunto amablemente si podra
haber algn encargo disponible para m.
Invariablemente, hasta ahora, la respuesta ha sido negativa. El humor de estos
encargados parece variar, pero la mayora de las veces son amables conmigo mientras
16 de abril de 1877
13 de junio de 1877
19 de junio 1877
Uno de los libros que he estudiado fue escrito por un mago hind llamado Gupta
Hilel. En el mismo da consejos al ilusionista al que le fallan los trucos. Hilel ofrece
varios recursos, y la mayora de ellos trata los mtodos disponibles para distraer al
pblico. Tambin ofrece el consejo del fatalismo. La carrera de un mago est llena de
desilusin y fracaso, los cuales deben ser esperados y enfrentados estoicamente.
Tanto es as que con estoicismo dejo constancia del lanzamiento de la carrera
profesional de mago de Danton. Informo simplemente de que el primer truco que
intent realizar (un simple cambio de cartas) sali mal, paralizndome de puro terror
y arruinando el resto de mi actuacin.
Me abonaron la mitad de los honorarios, cinco chelines y tres peniques, y el
organizador me aconsej practicar ms antes de intentarlo nuevamente. El seor Hilel
tambin aconseja esto.
20 de junio de 1877
14 de julio de 1877
10 de octubre de 1877
15 de octubre de 1877
22 de diciembre de 1877
Ahora, por fin, he encontrado a la verdadera mujer de mi vida! Nunca he sido tan
feliz. Su nombre es Julia Fensell, es tan slo dos meses ms joven que yo, sus
cabellos son de un brillante marrn rojizo y descienden como una cascada alrededor
de su rostro. Tiene ojos azules, una nariz larga y recta, una barbilla con un pequeo
hoyuelo, una boca que siempre parece estar a punto de sonrer, y unos tobillos cuya
esbelta forma me vuelve loco de amor y de pasin! Es sin lugar a dudas la mujer ms
hermosa que jams haya visto, y dice que me ama tanto como yo la amo a ella.
Es imposible de creer, no consigo dar crdito a mi buena suerte. Aparta de mi
cabeza todas las preocupaciones, todos los miedos, toda la furia y la desesperacin y
las ambiciones. Llena completamente mi vida. Casi no puedo soportar escribir sobre
ella, para evitar maldecirme nuevamente a m mismo con la mala suerte!
31 de diciembre de 1877
Todava no puedo escribir sobre Julia, o sobre mi vida en general, sin temblar. El
ao est terminando, y esta noche, a las once, voy a encontrarme con Julia para que
podamos estar juntos cuando comience el nuevo ao.
Total de ingresos en 1877: 5 chelines, 3 peniques.
3 de enero de 1878
He estado viendo a Julia todos los das desde mediados del mes pasado. Se ha
convertido en mi ms querida y ms ntima amiga. Debo escribir sobre ella lo ms
objetivamente posible, porque el mero hecho de haberla conocido ya ha cambiado
totalmente mi suerte.
Primero, he de decir que desde mi nefasta actuacin en el hotel de la calle
Langham hace algunos meses no he conseguido ninguna otra presentacin. La
confianza en m mismo estaba por los suelos, y durante uno o dos das no pude ni
siquiera fingir falso optimismo al visitar las oficinas de las agencias. Fue durante uno
de estos melanclicos recorridos cuando conoc a Julia. La haba visto antes, al igual
que los vea a todos en aquel circuito, pero su delicada belleza me haba intimidado.
Finalmente entablamos conversacin mientras esperbamos juntos en la oficina
externa de uno de los agentes de la calle Great Pordand. La oficina estaba sin
climatizar, sin alfombrar, sosamente pintada y amueblada con los asientos de madera
ms duros que haya visto. A solas con ella no poda fingir que no notaba su presencia,
as que me arm de valor y le habl. Ella me dijo que era actriz; y yo le dije que era
ilusionista. Por las pocas presentaciones que haba obtenido recientemente, segn me
enter ms tarde, la descripcin que me hizo de ella misma era tan terica como la
ma. Nos pareci divertida nuestra similar duplicidad y nos hicimos amigos.
Julia es la primera persona, aparte de Grierson, a quien le he enseado mis trucos
en privado. A diferencia de Grierson, que siempre aplauda cualquier cosa que yo
haca, sin importar lo torpe o desastrosa que fuera, Julia fue crtica y elogiosa en ms
o menos igual medida. Me alentaba, pero tambin me criticaba y me hera cuando se
daba cuenta de que no lograba hacer algo. Viniendo de cualquier otra persona, me lo
habra tomado mal, pero siempre que sus crticas eran demasiado despiadadas, pronto
las suavizaba con palabras de amor o de apoyo, o con sugerencias constructivas.
Comenc a partir de simples juegos de manos con monedas, algunos de los
primeros trucos que haba aprendido. Les siguieron trucos de cartas, luego trucos con
pauelos, con chistera, con bolas de billar. Su inters me animaba a seguir.
Gradualmente fui abrindome camino a travs de casi todo mi repertorio, incluso
los trucos que todava no dominaba completamente.
A veces, por su parte, Julia me recitaba versos de los grandes poetas y
dramaturgos, obras que eran siempre nuevas para m. Me sorprendi que pudiera
recordar tanto, pero ella dijo que haba tcnicas de memorizacin que podan
12 de enero de 1878
Por qu no diseamos, entre los dos, un nmero de magia que nunca nadie
haya realizado antes?
Esto fue lo que dijo Julia, el da despus de que yo escribiera la anotacin
anterior.
Palabras tan simples! Tal caos en mi vida, un ciclo permanente de desesperacin
y depresin, porque estamos construyendo un nmero mentalista! Julia me ha estado
enseando sus tcnicas para la memoria. Estoy aprendiendo la ciencia de la
mnemotcnica, la utilizacin de recursos que ayudan a la memoria.
La memoria de Julia siempre me ha parecido extraordinaria. Cuando la conoc, y
le mostr algunos de mis trucos de cartas aprendidos con gran dificultad, me desafi a
que le dijera todos los nmeros de dos dgitos que se me ocurrieran, en cualquier
orden, y que los escribiera ocultndolos. Cuando termin de llenar toda una pgina
completa de mi cuaderno, me recit tranquilamente los nmeros, sin pausa ni error
y mientras an me estaba maravillando, los recit una vez ms, esta vez en orden
inverso!
Supuse que era magia, que de alguna manera me haba obligado a decir nmeros
que ella haba memorizado previamente, o que haba tenido acceso a las anotaciones
que yo crea guardar en secreto. Nada de esto era verdad, me asegur. No era un
truco, y no haba ningn subterfugio. Totalmente opuesto a los mtodos de un mago,
el secreto de su actuacin era exactamente lo que pareca: estaba memorizando los
nmeros!
Ahora me haba revelado el secreto de la mnemotcnica. Todava no soy tan
experto como ella, pero ya soy capaz de realizar proezas de memoria, de las cuales
26 de enero de 1878
Ahora estamos preparados! Imaginen que estoy sentado en un escenario, con los
ojos vendados. Voluntarios del pblico han supervisado la colocacin de la venda y
han quedado satisfechos de que no puedo ver a travs de ella. Julia se mueve entre el
pblico, pidindoles objetos personales y sostenindolos en el aire para que todos,
excepto yo, puedan verlos.
Qu tengo en mis manos? grita.
Es la billetera de un caballero contesto.
El pblico ahoga un grito de sorpresa.
Ahora qu tengo en mis manos? dice Julia.
Es un anillo de boda de oro.
Y pertenece a?
Una dama declaro.
(Si ella dijera: Que pertenece a?, yo debera contestar, con la misma
conviccin: Un caballero).
Aqu estoy sosteniendo?
El reloj de un caballero.
Y as sucesivamente. Una letana de preguntas y respuestas previamente
concertadas, pero que presentada con suficiente aplomo ante un pblico que no est
preparado para el espectculo, sugerir claramente un contacto mental entre los dos
artistas.
El principio es sencillo, pero el aprendizaje es difcil. Todava soy nuevo en la
mnemotcnica, y, como en toda magia, la prctica debe conseguir la perfeccin.
Mientras contine la prctica, podemos permitirnos evitar pensar en la parte ms
difcil, conseguir una actuacin.
1 de febrero de 1878
3 de febrero de 1878
Entre los dos, Julia y yo hemos contado 2 libras, 4 chelines y 9 peniques, que nos
han arrojado en el Lamb and Child. Haba ms, pero me temo que parte de l fue
robado, y otra parte pudo haberse perdido cuando al dueo se le agot la paciencia
con nosotros y nos ech a la calle.
Pero no fracasamos! Y hemos aprendido una docena de lecciones sobre cmo
prepararnos, cmo anunciarnos, cmo llamar la atencin e incluso, creemos, cmo
congraciarnos con el dueo.
Esta noche planeamos visitar la Taberna de Marnier en Islington, a una
considerable distancia de Kilburn, donde lo intentaremos nuevamente. Ya hemos
realizado cambios en nuestra actuacin, basndonos en la experiencia del sbado por
la noche.
4 de febrero de 1878
Solamente 15 chelines y 9 peniques entre los dos, pero una vez ms lo que nos
falta en recompensa financiera lo hemos ganado en experiencia.
28 de febrero de 1878
A medida que nos vamos acercando a fin de mes, puedo dejar registrado que Julia
y yo nos hemos ganado hasta ahora un total de 11 libras, 18 chelines y 3 peniques con
nuestra actuacin mentalista, que estamos exhaustos a causa de nuestros esfuerzos,
eufricos por nuestro xito, que hemos cometido bastantes errores y creemos que
sabemos cmo proceder en el futuro, y que ya hemos odo algo (indicio seguro de
xito!) acerca de un do rival que est actuando en las pensiones del Sur de Londres.
Adems de esto, el prximo da 3, realizar una verdadera actuacin de magia en
4 de marzo de 1878
Recibido: 3 libras, 3 chelines, 0 peniques de parte del seor Hasker; dijo que le
gustara que actuara nuevamente en abril. Mi truco con las serpentinas de colores
tuvo especialmente mucho xito.
12 de julio de 1878
Un cambio. Mi esposa (hace bastante tiempo que no escribo en este diario, pero
Julia y yo nos casamos el 11 de mayo, y ahora vivimos felizmente juntos en mi
habitacin de alquiler en Idmiston Villas) est pensando que deberamos ampliar
horizontes una vez ms. Estoy de acuerdo. Nuestro nmero, a pesar de ser
impresionante para aquellos que no lo han visto antes, es repetitivo y agotador, y el
comportamiento del pblico es impredecible. Estoy con los ojos vendados durante la
mayor parte del nmero, por lo tanto, Julia est, en gran medida, sola en medio de
una multitud generalmente borracha y pendenciera; una vez, al sentarme en la silla
con los ojos vendados, me robaron lo que tena en el bolsillo.
Ambos sentimos que ya es tiempo de cambiar, a pesar de que hemos estado
ganando dinero regularmente. Sin embargo, todava no puedo mantenerme con lo que
ganamos sobre el escenario, y en tan slo dos meses recibir la ltima de mis
asignaciones mensuales.
Los nmeros teatrales de hecho han mostrado una tendencia a mejorar, y tengo
seis contratos entre ahora y Navidad. Por ahora, y mientras sea relativamente
solvente, he estado invirtiendo en algunos trucos a gran escala. Mi taller (el cual
adquir el mes pasado) est abastecido con dispositivos de magia, con los cuales
podr, casi sin previo aviso, crear un nmero nuevo y estimulante.
El verdadero problema de las actuaciones teatrales es que a pesar de estar bastante
bien pagadas, no existe continuidad. Al final de cada una hay un callejn oscuro.
Ejecuto mi actuacin, agradezco mi aplauso, recojo mis honorarios, pero nada de
esto me asegura un nuevo contrato, e incluso las reseas de la prensa son pequeas y
15 de julio de 1878
31 de agosto de 1878
9 de septiembre de 1878
Nuestro anuncio nos ha reportado catorce citas para otras tantas sesiones!
Ofrecimos nuestros servicios a dos guineas por sesin, y el anuncio me cost 3
chelines y 6 peniques, por lo que ya estamos obteniendo beneficios!
Mientras escribo esto, Julia est redactando cartas de respuesta, tratando de
organizar para nosotros un programa de citas firmes.
Hoy, durante toda la maana, he estado practicando una tcnica conocida como
La cuerda Jacoby. En esta tcnica el mago est atado a una simple silla de madera
con una cuerda comn y corriente, que sin embargo todava permite una fuga. Con un
mnimo de supervisin por parte del asistente del ilusionista (Julia, en mi caso),
cualquier nmero de voluntarios puede atar, anudar e incluso sellar la cuerda, y sin
embargo todava podr realizarse la fuga. El mago, una vez escondido dentro de una
caja, no solamente puede liberarse lo suficiente como para realizar supuestos
prodigios desde el interior de la caja, sino que despus recupera sus ataduras y es
hallado nuevamente, liberado por los mismos voluntarios que lo ataron.
Esta maana fui incapaz por dos veces de liberar uno de mis brazos. Nada debe
dejarse librado al azar, as que dedicar el resto de la tarde y de la noche a ensayar
an ms.
20 de septiembre de 1878
2 de noviembre de 1878
Julia est embarazada! Se espera la llegada del beb para el prximo junio. Con
toda la excitacin que esto ha causado hemos cancelado algunas de nuestras citas, y
maana partimos hacia Southampton, para llevarle la noticia a la madre de Julia.
15 de noviembre de 1878
20 de noviembre de 1878
23 de noviembre de 1878
24 de noviembre de 1878
El peor da de mi vida.
27 de noviembre de 1878
Julia ha regresado ya del hospital y est en nuestro hogar, una vez ms ella est
durmiendo, y una vez ms yo recurro a este diario, que es una fuente de distraccin y
consuelo temporal pobre e inadecuada.
En pocas palabras, Julia se despert en las primeras horas del da 24. Estaba
sangrando mucho y transida de dolor. Esto le provocaba una serie de punzadas, que la
hacan gritar y retorcerse en agona antes de darle un descanso temporal, y luego
comenzaban nuevamente.
Me vest de inmediato, despert a mis vecinos, y le rogu a la seora Janson que
abandonara su propia cama y se sentara con Julia mientras yo iba en busca de ayuda.
Accedi sin quejarse, y sal corriendo en medio de la noche. La suerte, si es que
sa es la palabra, estuvo brevemente conmigo. Me encontr con un taxista en su
coche, aparentemente de regreso a su casa al final de una noche de trabajo, y le
supliqu que me ayudara. As lo hizo. En una hora Julia estaba en el Hospital St.
Mary en Paddington, y los cirujanos realizaron el trabajo necesario.
Nuestro beb se perdi; y yo casi pierdo a Julia tambin. Permaneci en la sala
pblica del hospital durante el resto del da, y los dos das siguientes hasta esta
maana, cuando por fin se me permiti recogerla.
Hay un nico nombre que ha entrado ahora inesperadamente en mi vida, y es uno
que nunca olvidar. Es el de Alfred Borden.
Julia todava est dbil, pero dice que espera poder ayudarme con mis sesiones de
espiritismo a partir de la semana que viene. Todava no se lo he dicho, pero ya he
decidido que nunca ms correr ningn riesgo. He puesto un anuncio una vez ms
para conseguir una asistente femenina. Mientras tanto, esta noche tengo una
actuacin escnica que llevar a cabo, y he tenido que revisar mi repertorio para
organizar una presentacin que no requiera de ninguna clase de asistencia.
11 de diciembre de 1878
31 de diciembre de 1878
12 de enero de 1879
Mi primera sesin de espiritismo del nuevo ao, y la primera en la que fui asistido
por Leticia Swinton. Leticia perteneci al coro del Alexandria y tiene mucho que
aprender acerca de la profesin de la magia, pero tengo esperanzas de que mejore.
Cuando finaliz la sesin le ped a Nugent que me llevara rpidamente de regreso
a Idmiston Villas, donde he estado con Julia, contndole mi da.
Haba una carta esperndome aqu. El seor L ha decidido, por ahora, que ya no
necesita una sesin de espiritismo en su casa, pero que, tras considerar
cuidadosamente lo que sucedi, ha decidido que debo cobrar todos los honorarios, tal
como se haba convenido. Su pago estaba adjunto.
13 de enero de 1879
Hoy Julia se encerr en el dormitorio, ignor todas mis llamadas y todos mis
ruegos y nicamente admiti a la criada, que le llev un t y algo de pan. Hoy no
tena que trabajar, y haba estado planeando estar en el taller, pero en vista del extrao
humor de Julia sent que deba quedarme en casa. Julia apareci despus de las ocho
de la noche, y no dijo nada acerca de lo que haba hecho o por qu lo haba hecho.
Todo esto me ha dejado perplejo. Dice que ya no siente dolor, pero aparte de esto se
niega a hablar acerca de lo que sucedi.
15 de enero de 1879
19 de enero de 1879
Los dos lloramos la prdida del nio que nunca conocimos. El dolor de Julia es
tan profundo, est tan en el fondo de su ser, que a veces hasta parece no darse cuenta
de que estoy con ella en la misma habitacin. Yo soy igual de infeliz, pero tengo mi
trabajo para distraerme. sta es la nica diferencia entre nosotros.
La ltima semana me he dedicado a perfeccionar mi magia, intentando, a travs
de un esfuerzo intensivo, lanzarme nuevamente en mi pretendida profesin. Para esto:
He ordenado mi taller, he tirado un montn de trastos a la basura, he reparado y
pintado nuevamente varias de las ilusiones, y en general he convertido al taller en un
lugar prctico donde puedo prepararme y ensayar correctamente.
He comenzado una discreta investigacin a travs de la oficina de Hesketh
Unwin, y a travs de otros contactos que tengo en el mundo de la magia, para que un
ingnieur trabaje conmigo. Necesito asistencia experta; de esto no cabe ninguna
duda.
Me he organizado un programa de prcticas, el cual respeto absolutamente: dos
horas cada maana, dos horas cada tarde y (si el tiempo con Julia me lo permite) una
hora cada noche. Los nicos descansos que me permito son aquellos que debo
realizar forzosamente cuando realmente estoy trabajando.
He encargado nuevos trajes para m y para Leticia, para darle a la presentacin un
refinamiento profesional.
Finalmente, me he prometido a m mismo abandonar las sesiones de espiritismo
tan pronto como pueda permitrmelo. Mientras tanto, estoy aceptando tantas como
tiempo pueda encontrar para realizarlas, porque son mi nico medio seguro para
ganarme la vida. Mis responsabilidades financieras son inmensas. Tengo que pagar el
alquiler, conseguir la renta del taller y la del establo, pagar los sueldos de Nugent y
31 de diciembre de 1879
31 de diciembre de 1880
31 de diciembre de 1881
2 de febrero de 1891
Hace diez aos dej este diario a un lado, con la intencin de no reabrirlo nunca
ms, pero los humillantes acontecimientos que sucedieron durante las primeras horas
de esta noche en el Teatro de variedades Sefton en Liverpool (desde donde estoy
regresando a Londres en train mientras escribo esto) deben quedar registrados.
Como hace tanto tiempo que no escribo en mi diario, estas hojas sueltas tendrn
que ser suficiente esta noche ya que me encuentro sin mi cuaderno y mi sistema de
archivos.
4 de febrero de 1892
4 de abril de 1892
15 de septiembre de 1892
En Pars.
21 de septiembre de 1892
Haba esperado estar disfrutando del xito de la gira, pero en cambio descubro
que mientras he estado ausente, Borden ha estado ganando mucha atencin. Parece
que finalmente el pblico se ha encaprichado con uno de los trucos que ha estado
realizando durante aos, y es tremendamente solicitado.
A pesar de que he observado su actuacin varias veces, nunca lo he visto hacer
algo fuera de lo comn. Esto podra ser, por supuesto, que por varias razones raras
veces me he quedado hasta el final de su actuacin!
Cutter sabe tan poco como yo acerca de su aplaudido truco, por la evidente razn
de que ha estado en Europa conmigo. Estuve a punto de quitarle importancia como si
fuera algo irrelevante, hasta que le parte de la correspondencia que me estaba
esperando aqu. Dominic Brawton, uno de mis exploradores dentro del mundo de la
magia, haba enviado una nota muy escueta.
14 de octubre de 1892
16 de octubre de 1892
Anoche llev a Cutter al Watford Regal, donde estaba actuando Borden. El truco
con las dos cajas no era un nmero de su actuacin.
Durante el largo viaje de regreso a Londres, le describ a Cutter una vez ms lo
que haba visto. Su veredicto fue el mismo que me dio cuando se lo cont por primera
vez, hace dos das. Dice que Borden est utilizando un doble. Me habla de un nmero
similar que vio representado hace veinte aos, que utilizaba a una mujer.
No estoy seguro. A m no me pareci que hubiera un doble. El hombre que se
meti en una de las cajas y el hombre que sali de la otra era uno y el mismo. Yo
estuve all, y eso fue lo que vi.
13 de noviembre de 1892
Por fin he visto a Borden realizar el truco de las dos cajas otra vez, y esta vez
Cutter estaba conmigo. Sucedi en el Teatro Lewisham World, como parte de un
programa de variedades por lo dems bastante sencillo.
Mientras Borden haca aparecer la primera de sus dos cajas, y llevaba a cabo su
rutina para demostrar que se encontraba vaca, sent un estremecimiento de
expectacin. Cutter, a mi lado, levant diestramente sus gemelos de teatro. (Lo mir
de reojo para tratar de ver hacia dnde estaba mirando, y me llam la atencin notar
que no estaba observando al mago para nada. Moviendo rpidamente los gemelos,
pareca estar inspeccionando el resto del rea del escenario; los bastidores, las
bambalinas, el teln de fondo. Me maldije por no haber pensado en esto, y lo dej
para que continuara).
Segu mirando a Borden. El truco fue conducido exactamente de la misma forma
en que yo lo haba observado la vez anterior, incluso repiti palabra por palabra el
discurso con acento francs acerca del peligro. Cuando entr en la segunda caja, sin
embargo, not un par de diferencias con respecto a la ocasin anterior. La ms
insignificante era que haba dejado la primera caja ms cerca de la parte de atrs del
escenario, y por lo tanto quedaba sumida en la oscuridad. (Una vez ms mir
rpidamente a Cutter, y me di cuenta de que no le estaba prestando ni la ms mnima
atencin al mago, sino que en cambio tena los gemelos apuntando fijamente hacia la
caja que se encontraba sobre el escenario).
El otro cambio me interes, y de hecho me divirti un poco. Cuando Borden se
quit el sombrero y lo ech por los aires, yo estaba inclinado hacia delante, listo para
ver cul sera el prximo y sorprendente paso. En cambio, el sombrero se elev
rpidamente hacia las bambalinas, y no volvi a aparecer! (Era evidente que haba
un tramoyista all arriba, a quien le haban pasado un billete de diez chelines para que
lo pescara al vuelo). Borden se dio la vuelta, mir al pblico con una sonrisa irnica y
consigui que se rieran. Mientras an se oan las risas, extendi tranquilamente su
14 de noviembre de 1892
30 de noviembre de 1892
9 de diciembre de 1892
De hecho, hasta ahora, nunca he hecho nada con respecto a Borden. La gira
estadounidense ha sido confirmada como definitiva, y Cutter y yo estamos en plenos
preparativos. Se supone que estar viajando durante ms de dos meses enteros, y estar
separado de Julia y de los nios por tal cantidad de tiempo es casi impensable.
Sin embargo, no puedo perderme la gira. Dejando a un lado el asunto de los
generosos honorarios, soy probablemente el mago ms joven de Gran Bretaa o de
Europa que haya sido invitado a seguir los pasos de los magos ms extraordinarios
que actan hoy en da, y ser invitado a realizar esta gira es un magnfico cumplido.
Y hasta ahora Borden no ha visitado Estados Unidos!
10 de diciembre de 1892
He estado esperando ansiosamente una Navidad tranquila en casa. Sin magia, sin
ensayos, sin viajes. Quera sumergirme en la familia, y dejar todo lo dems a un lado.
Sin embargo, a raz de una cancelacin me han ofrecido una lucrativa e
irresistible actuacin de dos semanas en Eastbourne, y es de tal calibre que podr
llevar a toda mi familia conmigo. Mi familia pasar la Navidad en el Gran Hotel,
mirando al mar!
17 de enero de 1893
De repente mi vida est siendo eclipsada por la inmensidad del viaje que me
espera. Dentro de dos das parto para Southampton, y me embarco hacia la ciudad de
Nueva York, desde all hasta Boston y ms all, hasta el corazn de Estados Unidos.
La ltima semana ha sido una pesadilla de equipajes y preparativos, y hemos hecho lo
necesario para que el artefacto que debo llevar conmigo pueda ser desmontado y
colocado en cajas de embalaje, y posteriormente enviado antes de que yo partiera.
Nada puede dejarse al azar, porque sin mi equipamiento no tengo espectculo. Hay
muchas cosas que dependen de esta aventura transatlntica!
Pero ahora tengo uno o dos das de descanso para prepararme mentalmente y
relajarme en casa durante un tiempo. Hoy he visitado el zoolgico de Londres con
Julia y los nios, sintiendo de antemano el vaco de saber que estar alejado de ellos
durante tanto tiempo. Los nios estn durmiendo, Julia est leyendo en su sala de
estar, y yo, sumido en la tranquilidad de esta oscura noche de enero, silenciosamente,
en mi estudio, finalmente puedo escribir, gracias al diligente seor Koeing, cules son
los frutos de mis investigaciones sobre el seor Alfred Borden.
He comprobado personalmente los siguientes datos:
Naci el 8 de mayo de 1856, en el Hospital Royal Sussex de la calle Bohemia, en
Hastings. Tres das despus de su nacimiento l y su madre, Betsy Mary Borden,
regresaron a su hogar de la calle Manor n. 105, donde el padre trabajaba como
carpintero. El nombre completo del nio era Frederick Andrew Borden, y segn los
registros oficiales del hospital fue el nico fruto de ese nacimiento. No hubo
hermanos gemelos en el nacimiento de Frederick Andrew Borden, por lo tanto, es
imposible que los tenga en el futuro.
Luego investigu la posibilidad de que Frederick Borden tuviera hermanos de una
edad prxima a la suya, y de que se parecieran mucho. Frederick fue el sexto nio de
la familia. Tena tres hermanas y dos hermanos mayores, pero de stos uno de los
hermanos era ocho aos mayor, y el otro haba muerto cuando apenas tena dos
semanas.
Utilizando los archivos del Hastings & Bexhill Announcer, obtuve una
21 de enero de 1893
24 de enero de 1893
He estado padeciendo el mal de mer, pero ni mucho menos tan gravemente como
mi amigo de Chichester, quien anoche vomit asquerosamente sobre el suelo de
27 de enero de 1893
13 de septiembre de 1893
No me sorprende descubrir que han transcurrido casi ocho meses desde que
escrib por ltima vez en este diario para dejar constancia de lo que suceda en mi
vida. Al regresar a l estoy tentado, como ya me ha sucedido otras veces,
simplemente de destruirlo por completo.
Eso sera un resumen de mis propias acciones, ya que he destruido, eliminado o
abandonado todos los aspectos de mi vida que existan cuando escrib aqu por ltima
vez.
Sin embargo, todava queda una pequea cosa. Cuando comenc este diario lo
hice con un sincero deseo infantil de escribir toda mi vida, sin importar cmo pudiera
resultar. Ya no puedo recordar en lo que pensaba que me convertira realmente a los
treinta y seis aos de mi vida, pero seguramente no me imagin esto.
Julia y los nios han desaparecido. Cutter ha desaparecido. Gran parte de mis
riquezas ha desaparecido. Mi carrera se ha marchitado y ha desaparecido, a causa de
la apata.
Lo he perdido todo.
Pero he ganado a Olivia Svenson.
Escribir muy poco aqu acerca de Olivia, ya que al repasar nuevamente las
pginas anteriores, veo que describa mi amor por Julia con tal entusiasmo, que ahora
nicamente puedo retroceder con vergenza. Soy bastante mayor, y he viajado lo
suficientemente lejos en los asuntos del corazn, como para saber que ya no debo
confiar ms en mis emociones.
Basta con decir que he abandonado a Julia para poder estar con Olivia, despus de
conocerla y enamorarme de ella este ao, durante mi gira estadounidense. Conoc a
Olivia en una recepcin ofrecida en mi honor en la ciudad de Boston, Massachusetts.
Ella se acerc a m y me hizo saber de su admiracin, como muchas mujeres se
1 de diciembre de 1893
14 de diciembre de 1893
20 de diciembre de 1893
Se han concertado ms actuaciones para enero, una de ellas, tengo que declararlo,
qued vacante por un tal Professeur de la Magie! Me alegra apoderarme de sus
guineas.
23 de diciembre de 1893
Una feliz Navidad! Se me ha ocurrido una idea muy divertida, que me apresurar
a anotar antes de cambiar de opinin. (Una vez comprometida con el papel y la
pluma, mis acciones se pondrn en marcha!). Unwin me ha enviado el contrato para
mi actuacin del 19 de enero en el Teatro Princess Royal de Streatham, que result
ser una representacin incumplida de Borden. Estaba leyendo el contrato (los
contratos han sido ltimamente tan pocos y tan espaciados entre s que
tranquilamente podra haber firmado cualquier cosa!) cuando mi mirada se detuvo
fijamente en una de las clusulas que estaba casi al final. Contena una provisin de
financiamiento bastante comn en caso de que una actuacin sustituyera a otra; deca
que mi nmero debera poseer el mismo nivel de excelencia que la actuacin que
estaba siendo reemplazada.
Mi primera reaccin fue soltar un resoplido sardnico. La idea de que yo debera
estar a la altura de Borden era realmente irnica. Luego lo pens mejor. Si yo iba a
reemplazar a Borden, por qu no podra realizar una rplica de la actuacin que ya
no volveran a ver? En pocas palabras, por qu no realizaba por fin el truco de
Borden para l?
Estoy tan entusiasmado con la idea que he estado todo el da corriendo desde una
punta hasta la otra de Londres, tratando de encontrar a alguien que acte como mi
doble. ste no es el momento ms indicado del ao para buscar todos los actores
desempleados a los que generalmente uno puede encontrar en cualquier bar pblico
de la zona Oeste de Londres, estn trabajando en las numerosas pantomimas y
espectculos de Navidad por toda la ciudad.
Tengo poco ms de tres semanas para prepararme. Maana comenzar a
construir las cajas!
4 de enero de 1894
Faltan dos semanas, y por fin tengo a mi hombre! Su nombre es Gerald William
Root, un actor que recita poesa declamatoria, realiza monlogos y, segn todo el
mundo, es un asiduo borracho y camorrista. El seor Root est sin embargo
desesperado por ganar dinero, y he conseguido hacerle prometer que mientras trabaje
conmigo nicamente probar las bebidas alcohlicas despus de cada representacin.
Est ansioso por complacerme, y el dinero que incluso yo estoy en condiciones de
ofrecerle es tan generoso, comparado con las cantidades a las que est habituado, que
creo poder comprar su confianza.
Es de la misma estatura que yo, y su actitud y su figura generales son parecidas a
las mas. Es un poco ms robusto que yo, pero o bien perder esos pliegues de carne
extras, o yo deber utilizar relleno. No es importante. El color de su piel es un poco
ms claro que el mo, pero una vez ms ste es otro asunto de poca importancia que
puede ser resuelto con maquillaje teatral. A pesar de que sus ojos son de un azul
impuro, mientras que los mos son del color generalmente descrito como de
almendra, la diferencia no se nota, y una vez ms podemos utilizar maquillaje teatral
para dirigir la atencin del pblico hacia otro lado.
Ninguno de los detalles es importante. El problema de su forma de caminar es
potencialmente ms delicado, ya que es claramente ms relajada que la ma, con
zancadas ms largas, y provoca que sus pies se vayan ligeramente hacia afuera.
Olivia se ha hecho cargo del problema, y cree que puede entrenarlo a tiempo.
Como cualquier actor sabe, uno transmite ms acerca de un personaje con su forma
de caminar o con su porte que con cualquier nmero de caractersticas faciales,
acentos o gestos. Si mi doble camina de una forma diferente a la ma cuando se
encuentra sobre el escenario, no lo confundirn conmigo. Es as de sencillo.
Root, totalmente informado acerca del engao en el que est involucrado, dice
que entiende el problema. Intenta quitarles importancia a mis preocupaciones sobre
este tema haciendo alardes de su reputacin profesional, pero a m eso no me importa
para nada. Siempre y cuando esa noche sea confundido conmigo, se habr ganado su
dinero.
Quedan quince das para ensayar.
6 de enero de 1894
10 de enero de 1894
12 de enero de 1894
Root es una maravilla! Los dos necesitbamos tiempo para pensar. Me dijo que
pas el da con amigos, pero sospecho por el olor que tena que pas el tiempo con
una botella pegada a los labios.
No importa! Sus movimientos son los correctos, su tiempo es casi el correcto, y
tan pronto como nos vistamos con trajes idnticos, el engao ser lo suficientemente
bueno como para funcionar.
Maana voy con Root y Olivia a Streatham, donde inspeccionaremos el escenario
y realizaremos los ltimos preparativos.
18 de enero de 1894
Fue un triunfo! Los aplausos resonaron hasta en las vigas del techo! Hoy, en su
ltima edicin, el Morning Post me describe como probablemente el mejor
ilusionista contemporneo de Gran Bretaa. (All hay dos pequeas calificaciones
sin las que podra vivir alegremente, pero ser suficiente para hacerle perder la
calma al seor Borden!).
Es dulce. Pero tambin tiene un lado agrio que no haba previsto! Cmo pude
no haber pensado en esto? Al finalizar el truco, en el clmax de mi nmero, me veo
forzado a acurrucarme ignominiosamente en los paneles de mi caja ingeniosamente
derrumbados. Mientras los aplausos invaden el saln, es el borracho de Root el que
sale a zancadas para colocarse debajo de la luz de los focos. Es l quien recibe la
ovacin, quien coge la mano de Olivia con la suya, quien hace reverencias y saluda
con la mano y tira besos, quien saluda al director de la orquesta y a la alta burguesa
que se encuentra en los palcos, quien se quita el sombrero y hace una reverencia y
otra y otra ms
Y tan slo me queda esperar que la oscuridad invada el escenario cuando se baja
el teln, para poder escapar.
Esto tendr que cambiar. Tenemos que arreglarlo todo como para que sea yo
quien emerja de la caja inesperada, por lo tanto, el cambio con Root deber realizarse
antes de que comience el truco. Tendr que pensar en una forma para hacerlo.
21 de enero de 1894
30 de junio de 1895
Los acontecimientos sucedidos hace dos aos parecen ya una pesadilla que
comienza a desvanecerse. Regreso a este diario a mitad del ao simplemente para
dejar registrado que estoy una vez ms en equilibrio estable. Olivia y yo coexistimos
armoniosamente, y a pesar de que nunca podr ser el estmulo impulsor que una vez
fue Julia, su silencioso apoyo se ha convertido en el baluarte sobre el cual construyo
7 de julio de 1895
19 de agosto de 1895
24 de agosto de 1895
25 de agosto de 1895
14 de noviembre de 1895
Esta noche, Olivia y yo trabajamos juntos sobre el escenario por ltima vez, en
una presentacin en el Teatro Phoenix en la calle Charing Cross. Ms tarde, nos
fuimos juntos a casa en coche, alegremente cogidos de la mano en la parte de atrs
del taxi.
Desde que se fue el seor Root, hemos sido notablemente ms felices. (He estado
viendo cada vez menos a la seorita Macpherson).
La semana que viene, cuando estrene una corta temporada en el teatro Royal
County de Reading, mi asistente ser una joven dama a la que he estado entrenando
durante las ltimas dos semanas. Su nombre es Gertrude, tiene un flexible y precioso
cuerpo, tiene tanto la hermosura como la capacidad mental de un adorno chino, y es
la prometida de mi otro nuevo empleado, un carpintero y tcnico de artefactos
llamado Adam Wilson. Les pago a los dos muy bien, y estoy satisfecho con las
contribuciones que han realizado hasta ahora.
Adam, debo decirlo, es casi un doble exacto para m en trminos de fsico, y a
pesar de que todava no se lo he mencionado, lo tendr en cuenta como reemplazo de
Root.
12 de febrero de 1896
18 de febrero de 1896
Anoche viaj solo hasta el teatro Empire de Cambridge donde Borden estaba
20 de febrero de 1896
Hoy, despus de haber abierto sus cartas, Olivia vino hacia m y me dijo: O
sea que lo que me dijo Gerry Root es verdad!
Le pregunt que a qu demonios se refera.
Todava sigues vindote con Sheila Macpherson, verdad?
Ms tarde, me ense la nota que haba recibido, en un sobre dirigido al
Inquilino, apartamento B, nmero 45 de Idmiston Villas. Era de Borden!
5 de marzo de 1896
31 de marzo de 1896
17 de mayo de 1896
No pienso siquiera dejar constancia aqu de ningn otro incidente de Borden, tal
es mi desprecio por l. (Otro esta tarde, s, pero no planeo desquitarme).
4 de agosto de 1896
3 de febrero de 1897
LE PROFESSEUR DE LA MAGIE
EN ESTE TEATRO DURANTE TODA LA SEMANA PRXIMA!
Una espantosa palidez azul verdosa invadi el escenario. Le hice seas al director
de escena y por fin se baj el teln, ocultando mi desesperacin, mi humillacin, mi
furia.
Cuando llegu a casa y le cont lo que haba ocurrido, Olivia dijo: Tienes que
vengarte, Robbie. Y ms vale que lo hagas bien!
Finalmente estoy de acuerdo con ella.
18 de abril de 1897
Esta noche, por primera vez en pblico, Adam y yo realizamos el truco del
cambio. Estuvimos ensayndolo durante ms de una semana, y tcnicamente el
nmero fue impecable.
Sin embargo, el aplauso del final fue ms por cortesa que por entusiasmo.
13 de mayo de 1897
1 de junio de 1897
He estado oyendo rumores desde hace algn tiempo acerca de que Borden ha
mejorado su truco del cambio, pero como no tena ms informacin no le he
prestado demasiada atencin. Han pasado aos desde la ltima vez que le vi actuar, y
por lo tanto ayer por la noche yo y Adam nos trasladamos a un teatro de Nottingham,
donde el espectculo de Borden ha estado en cartel durante la ltima semana. (Esta
noche tengo un espectculo en Sheffeld, pero me fui de Londres un da antes para
poder visitar a Borden en route en su trabajo). Me disfrac con cabellos grisceos,
almohadillas en las mejillas, ropas desarregladas, un par de innecesarias gafas, y me
sent en una butaca a tan slo dos filas del escenario. Me encontraba a tan slo unos
metros de distancia de Borden mientras realizaba todos sus trucos.
De repente, todo se explica! Borden ha mejorado considerablemente su versin
del truco. Ya no se esconde dentro de cajas. Ya no hace ninguna bobada o tontera
transportando algn objeto de una punta a otra del escenario (lo que yo he seguido
trabajando hasta esta semana). Y no utiliza ningn doble.
Digo con certeza: Borden no utiliza un doble. S todo lo que hay que saber acerca
de los dobles. Puedo reconocer uno con la misma facilidad con la que puedo
reconocer una nube en el cielo. Estoy totalmente seguro de que Borden trabaja solo.
La primera parte de su actuacin se desarroll ante un teln a medio bajar, que
nicamente dejaba ver el decorado del escenario completo cuando se lleg al truco
ms espectacular. En ste, el teln a medio bajar fue levantado y el pblico vio un
surtido de tarros de los que salan humos de sustancias qumicas, cajas adornadas con
cables enroscados, tubos de cristal y pipetas, y sobre todo aquello, un montn de
brillantes cables elctricos. Era la imagen del laboratorio de un fantico cientfico.
Borden, en su embarazosa imitacin de un acadmico francs, se paseaba
He estado trabajando mucho, con poco tiempo para el diario. Una vez ms, han
pasado varios meses desde la ltima anotacin. Hoy (fin de semana) no tengo
ninguna representacin, as que puedo realizar una breve entrada.
Slo decir que Adam y yo no hemos incluido nuestro truco del cambio en mi
actuacin desde aquella noche en Nottingham.
Incluso sin esta pequea provocacin, el supuesto mejor mago contemporneo me
ha honrado, entre tanto, con dos ataques ms, sin provocacin alguna, mientras estaba
actuando. Ambos consistieron en interrupciones potencialmente peligrosas de mi
nmero. Una de ellas pude disimularla con un chiste, pero la otra fue durante unos
escasos minutos un desastre insostenible.
Como consecuencia he abandonado mi apariencia de desprecio.
Me quedan entonces dos ambiciosos objetivos, aparentemente inalcanzables. El
primero es forjar algn tipo de reconciliacin justa con Julia y con los nios. S que
la he perdido para siempre, pero la distancia que ella pone entre nosotros es imposible
de soportar. La segunda es, en comparacin, menos importante. Y es que, ahora que
mi tregua unilateral con Borden ha terminado, por supuesto deseo descubrir el secreto
de su truco para poder superarlo otra vez sobre el escenario.
31 de julio de 1898
7 de agosto de 1898
Hace una semana que Olivia le envi la solicitud a Borden para el empleo, y no
hemos recibido ninguna respuesta. En cierto sentido esto es casi irrelevante, porque
14 de agosto de 1898
18 de agosto de 1898
19 de agosto de 1898
20 de agosto de 1898
Olivia lleg ayer a las cinco de la tarde, y a pesar de que se fue directamente a su
apartamento, me recibi cuando llam a su puerta. Otra vez pareca estar cansada. Yo
ansiaba noticias, pero todo lo que me dijo fue que Borden se haba pasado el da
ensendole trucos en los que ella participara, y que los haba estado ensayando
intensamente.
Ms tarde cenamos juntos, pero evidentemente estaba cansada y se fue otra vez a
dormir sola a su apartamento. Esta maana sali de casa muy temprano.
21 de agosto de 1898
27 de agosto de 1898
3 de septiembre de 1898
4 de septiembre de 1898
Envi a un chico al taller de Borden con un mensaje para ella, pero regres para
decirme que el lugar estaba cerrado con llave y aparentemente no haba nadie dentro.
6 de septiembre de 1898
12 de septiembre de 1898
Al no tener indicio alguno de que Olivia regresara a casa, tom el pase que me
haba dado y fui a la taquilla del Teatro Leicester Square. All ped una entrada para
el espectculo de Borden. Deliberadamente escog una butaca cerca del fondo de la
platea, para que mi presencia no fuera vista desde el escenario.
Despus de su habitual comienzo con Los eslabones chinos, Borden hizo
aparecer rpida y eficazmente a su asistente dentro de una caja. Por supuesto, era mi
Olivia, resplandeciente con un vestido cubierto de lentejuelas que brillaba y lanzaba
destellos bajo la luz de los focos elctricos. Camin con elegancia hasta los
bastidores, desde donde emergi unos segundos despus, ahora vestida con un
atractivo traje tipo malla. La descarada voluptuosidad de su apariencia me aceler el
pulso, incluso a pesar de mis intensos y desesperados sentimientos de prdida.
Borden lleg al punto lgido de su espectculo con el truco elctrico del cambio,
y lo llev a cabo con un don que me hundi an ms profundamente en mi depresin.
Cuando Olivia regres al escenario para hacer la reverencia final con l, mi
tristeza era total. Estaba hermosa, feliz y emocionada, y ante mi perturbada mirada,
me pareci que cuando Borden tomaba su mano durante los aplausos, lo haca con un
cario innecesario.
Decidido a terminar de verlo todo, sal corriendo del auditorio y me apresur a
llegar a la entrada de artistas. Aunque esper hasta que los dems artistas salieran en
fila y se adentraran en la noche, y hasta que el portero hubiera cerrado la puerta con
llave y apagado las luces, no vi ni a Borden ni a Olivia abandonar el edificio.
18 de septiembre de 1898
Hoy la criada de Olivia, a quien retuve en la casa hasta que ella regresara, me
Lucy:
Por favor, si eres tan amable, prepara las maletas y cajas con todas mis
pertenencias, y envalas lo antes posible a la entrada de artistas del
Teatro Strand.
Por favor, asegrate de que todo quede etiquetado indicando claramente
que es para m, y yo me ocupar de recogerlo.
Aqu te envo una suma de dinero para cubrir los gastos, y lo que sobre
puedes quedrtelo t. Si necesitas referencias para tu prximo empleo,
el seor Angier por supuesto escribir una carta para ti.
Gracias,
Olivia Svenson
Tuve que leerle esta carta en voz alta a la pobre chica, y explicarle lo que tena
que hacer con el billete de cinco libras que Olivia le haba enviado.
4 de diciembre de 1898
3 de julio de 1900
4 de julio de 1900
5 de julio de 1900
Cruzando Iowa.
7 de julio de 1900
Denver, Colorado.
10 de julio de 1900
Denver, Colorado.
10 de julio de 1900
12 de julio de 1900
MUY PELIGROSO
Mantngase alejado de aqu!
13 de julio de 1900
14 de julio de 1900
Tesla me presiona para que lleguemos al acuerdo ms duro que jams haya
imaginado. Me pide no ocho sino diez mil dlares, una pequea fortuna para
cualquiera. Pareciera ser que consulta con su almohada los asuntos importantes al
igual que los hombres comunes, y se despert esta maana dndose cuenta de que los
ocho mil dlares cubriran nicamente el dficit con el cual estaba cargando antes de
que yo llegara. Mi mquina costar ms dinero. Aparte de esto, me ha exigido que le
pague un buen porcentaje en efectivo, y por adelantado. Tengo tres mil dlares, y
puedo conseguir otros tres con los cheques al portador que he trado conmigo, pero el
resto tendr que enviarlo desde Inglaterra.
Tesla ha accedido inmediatamente al acuerdo.
Hoy me ha preguntado ms detalladamente acerca de mi mquina. No siente
curiosidad alguna por el efecto mgico que planeo conseguir, pero en cambio est
preocupado por los aspectos prcticos. Por el tamao del artefacto, por la fuente de
energa que deber utilizar, por el peso que deber tener, por el grado de movilidad
requerido.
Me sorprendo admirando su mente analtica. La movilidad era un aspecto en el
cual no haba pensado en absoluto, pero por supuesto ste es un factor crtico para un
mago que realiza giras.
Ya ha comenzado a trazar los planos a grandes rasgos, y tambin intenta que me
distraiga y disfrute de las ocasiones de ocio de Colorado Springs durante dos das,
mientras l realiza una visita a Denver para adquirir los elementos necesarios para la
fabricacin de la mquina.
La reaccin de Tesla frente a mi proyecto me ha convencido finalmente de algo
que hasta ahora solamente sospechaba. Borden no ha estado en contacto con Tesla!
Estoy aprendiendo cosas acerca de mi viejo adversario. A travs de Olivia, intent
21 de julio de 1900
4 de agosto de 1900
8 de agosto de 1900
12 de agosto de 1900
19 de agosto de 1900
20 de agosto de 1900
11 de octubre de 1900
12 de noviembre de 1900
14 de noviembre de 1900
15 de noviembre de 1900
17 de noviembre de 1900
19 de noviembre de 1900
20 de noviembre de 1900
27 de septiembre de 1900
Seor Angier:
Lo saludo atentamente,
Fareham K. Alley,
Ingeniero Diplomado
P.D.: Una vez usted fue lo suficientemente amable como para admirar y
fingir desconcierto ante los pequeos trucos que yo tema tanto
mostrarle. Ya que puso tanto empeo en obtener una explicacin, tal vez
le gustara saber que mi pequeo truco con las cinco cartas de juego y
los dlares de plata que desaparecen fue logrado por una combinacin
de clsicos juegos de manos. Me sent muy gratificado por su reaccin
ante este truco, y estara encantado de enviarle instrucciones ms
detalladas sobre cada uno de los pasos a seguir, en caso de que usted
las necesitara.
F.K.A.
Apenas termin de leer esto sal corriendo para mi taller. Pregunt a todos mis
vecinos si no haba llegado recientemente un gran paquete desde Estados Unidos,
pero no saban nada de l.
22 de noviembre de 1900
15 de diciembre de 1900
Gran parte de las tres ltimas semanas han transcurrido en una frustrante agona,
porque he estado esperando la instalacin de electricidad en mi taller. Me senta como
un nio pequeo con un juguete nuevo con el cual no poda jugar. El artefacto de
Tesla ha permanecido, ya montado, en mi taller desde que lo recog en Mount
Pleasant, pero sin una fuente de energa elctrica no sirve para nada. He ledo las
claras instrucciones del seor Alley miles de veces! Sin embargo, despus de mis
cada vez ms frecuentes notificaciones recordatorias y de insistente urgencia, la
Compaa de Electricidad de Londres ha realizado finalmente el trabajo necesario.
Desde entonces he estado ensayando, inmerso mental y emocionalmente en las
demandas que este extraordinario dispositivo me exige. ste, sin ningn orden en
particular, es un resumen de lo que he aprendido.
Funciona a la perfeccin, y ha sido ingeniosamente diseado para poder trabajar
con todas las versiones que se conocen actualmente de fuentes de energa elctrica.
Esto significa que puedo viajar con mi espectculo a Europa, a Estados Unidos y
hasta (segn asegura Alley en sus instrucciones) al Lejano Oriente.
Sin embargo, no puedo realizar mi espectculo a menos que el teatro tenga alguna
clase de suministro de energa elctrica. En el futuro tendr que comprobar esto antes
de aceptar cualquier nuevo contrato, as como tambin muchas otras cuestiones
(algunas de las cuales paso a detallar).
Movilidad. S que Tesla lo ha hecho lo mejor posible, pero el equipo es
endemoniadamente pesado. De ahora en adelante, planear el envo, desembalar y
29 de diciembre de 1900
31 de diciembre de 1900
Escribo estas palabras justo cuando el siglo diecinueve llega a su fin. Dentro de
una hora bajar a nuestra sala de estar, donde Julia y los nios me estn esperando, y
juntos veremos el comienzo del nuevo ao y del nuevo siglo. Es una noche repleta de
augurios para el futuro, y tambin de inevitables recuerdos del pasado.
Nuevamente me encuentro prisionero de un secreto, pero debo decir que lo que
hemos hecho Hutton y yo esta noche hace apenas unas horas tena que hacerse.
Lo que estoy a punto de contar ser escrito por una mano que todava tiembla a
causa de los miedos primitivos por los que he pasado. He estado pensando mucho
acerca de lo que puedo escribir sobre la experiencia, y he decidido que una sencilla, y
aun escueta, descripcin de lo que sucedi es la nica forma de hacerlo.
Esta noche, poco despus de anochecer, mientras los nios estaban durmiendo
una temprana siesta para permanecer despiertos ms tarde y as poder ver el
comienzo del nuevo siglo, le dije a Julia lo que iba a hacer, y la dej esperando en su
saln.
Me reun con Hutton, y los dos abandonamos la casa y atravesamos juntos el
csped que se encuentra hacia el Este de la casa, y llegamos hasta la cripta de la
familia. Transportamos el material de prestigio en una carretilla que es utilizada a
veces por los jardineros.
Hutton y yo nicamente tenamos faroles para guiarnos, y nos llev varios
minutos abrir la verja cerrada con candado, prcticamente en la oscuridad total. El
viejo candado se haba oxidado a causa del desuso.
Cuando el prtico de madera se abri de golpe, Hutton me confes su malestar.
Sent una enorme compasin por l. Le dije:
1 de enero de 1901
15 de enero de 1901
Idmiston Villas.
Esta noche actu en el Finsbury Park Empire, pero no inclu En un abrir y cerrar
de ojos en mi representacin. Acept el encargo como una manera de probar el
agua, para experimentar una vez ms lo que se siente al actuar en directo frente a un
pblico.
Mi versin de El piano que desaparece fue muy bien acogida, y fue aplaudida
efusivamente y durante un largo rato, pero al final de mi presentacin me sent
frustrado e insatisfecho.
Anhelo tanto realizar el truco de Tesla!
14 de febrero de 1901
Ayer ensay En un abrir y cerrar de ojos dos veces, y har lo mismo dos veces
ms maana. No me atrevo a hacer ms que eso. Lo llevar a cabo el sbado por la
noche en el Trocadero de la calle Holloway, y luego al menos una vez ms durante la
semana siguiente. Creo que si lo ejecuto con suficiente regularidad, entonces los
ensayos extras, ms all de los cambios de escenario, la necesidad de distraer la
atencin del pblico y la habitual charlatanera, no deberan ser necesarios.
Tesla me advirti que habra efectos secundarios, y stos son de hecho muy
profundos. La utilizacin del artefacto no es un asunto trivial. Cada vez que paso por
l, padezco.
En primer lugar se encuentra el dolor fsico. Mi cuerpo es separado en mil
pedazos, desmontado totalmente. Cada pequea partcula de mi cuerpo es esparcida
en todas direcciones, fundindose con el ter. En una fraccin de segundo, una
fraccin tan pequea que no puede ser medida, mi cuerpo se convierte en ondas
elctricas. Es irradiado a travs del espacio y materializado nuevamente en el lugar
que ha sido designado como blanco.
Bum! Me rompo en mil pedazos! Bum! Estoy entero otra vez!
Es un estallido violento que explota en cada pedazo de mi cuerpo y en todas
direcciones. Imagnense una barra de acero golpeando violentamente contra la palma
de su mano. Ahora imagnense diez o veinte ms martilleando en el mismo lugar
desde diferentes ngulos. Ms caen sobre sus dedos, sobre su mueca. Cien ms
golpean el dorso de su mano. Las puntas de sus dedos. Cada articulacin.
Ms golpes que explotan hacia fuera desde el interior de su carne.
Imagnense ahora que el dolor se esparce por todo su cuerpo, tanto por dentro
como por fuera.
16 de febrero de 1901
Anoche cruc el ter sin peligro alguno desde el escenario del Trocadero hasta el
palco real. El aparato funcion perfectamente.
Pero el pblico no aplaudi porque no vio lo que estaba ocurriendo! Cuando
finalmente comenzaron los aplausos, fueron ms atnitos que entusiastas.
El truco debe tener una estructura ms slida, una sensacin de peligro ms
exagerada. Y el punto de llegada debe ser iluminado por un foco, para dirigir la
atencin hacia el sitio en el que me materializo. He hablado con Adam al respecto, y
l sugiere, astutamente, que podra construir un espoln que salga desde el artefacto
para atraer la electricidad que se desprende durante el nmero. De ese modo, sera mi
mano y no el foco dirigido de un tramoyista lo que hara recaer la luz sobre m. La
magia siempre es la mejor alternativa.
Actuamos otra vez el martes en el mismo teatro.
He dejado lo mejor para el final: fui capaz de ocultar completamente la sacudida
del impacto. Tanto Julia, quien vio el espectculo desde el auditorio, como Adam,
quien estaba observndolo todo a travs de un pequeo agujerito que haba en la
cabina oculta en el fondo del escenario, dicen que mi recuperacin fue casi
impecable. En este caso result ser en mi propio beneficio que el pblico no estuviera
totalmente atento, porque solamente ellos dos notaron el nico defecto que se produjo
(di un pequeo y accidental paso hacia atrs).
En lo que a m respecta, el hecho de haber practicado con el artefacto ha
minimizado el impacto, y la cosa ha ido mejorando poco a poco cada vez que lo he
intentado. Es de esperar que dentro de un mes pueda soportar el efecto con aparente
indiferencia.
Tambin he notado que la subsiguiente melancola que padezco es mucho menos
intensa de lo que era despus de mis primeros intentos.
23 de febrero de 1901
En Derbyshire.
Mi nmero del martes, bastante mejorado despus de las lecciones del fin de
semana, fue recompensado con una laudatoria resea en The Stage, un resultado ms
satisfactorio que nada de lo que pueda imaginarme! Ayer en el tren Julia y yo lo
lemos y relemos las palabras, regocijndonos con el indudable efecto que tendrn en
mi carrera. Debido a nuestro exilio temporal aqu en Derbyshire, no notaremos los
2 de marzo de 1901
En Londres.
10 de julio de 1901
14 de junio de 1902
En Derbyshire.
3 de septiembre de 1902
En Londres.
7 de septiembre de 1902
En Londres.
27 de noviembre de 1902
1 de enero de 1903
As es que llega por fin el ao en el cual Rupert Angier pasar a mejor vida.
Todava no he escogido una fecha exacta para mi fallecimiento, pero no ser sino
mucho despus de que termine mi gira estadounidense.
Salimos desde Liverpool con destino a Nueva York dentro de tres semanas a
partir de maana, y estaremos fuera hasta el mes de abril. El problema de la
disposicin de los materiales del prestigio ha sido resuelto tan slo parcialmente, pero
puesto que presentar En un abrir y cerrar de ojos en una media de una vez por
semana, eso paliar en cierto modo el problema. En caso de que fuera necesario, har
lo que he hecho antes, pero Wilson asegura que ha encontrado una solucin. Sea cual
fuere el caso, el espectculo continuar.
Julia y los nios estarn conmigo durante lo que sin duda alguna ser conocida
como mi gira de despedida.
30 de abril de 1903
15 de mayo de 1903
En Lowestoft.
20 de mayo de 1903
22 de mayo de 1903
En Londres.
29 de mayo de 1903
Esta semana no he mejorado para nada. Sigo debilitado. A pesar de que estoy
bien, en el sentido de que no tengo fiebre, ni ninguna lesin aparente, ni ningn tipo
de dolor, ni me siento mal; a pesar de todo esto, apenas hago algn esfuerzo fsico, el
18 de julio de 1903
En Derbyshire.
El gran Danton est muerto. El fallecimiento del ilusionista Rupert Angier fue el
resultado de varias lesiones sufridas como consecuencia de un truco que sali mal
durante una presentacin en el Teatro Pavilion de Lowestoft. Muri en su casa de
Highgate, en Londres, y ha dejado una viuda y tres hijos.
El 14. conde de Colderdale contina vivo, aunque no est pletrico de salud. Ha
tenido el ambiguo placer de leer su propia nota necrolgica en el Times, un privilegio
del cual no muchos pueden disfrutar. Por supuesto, la nota necrolgica estaba sin
firmar, pero fui capaz de deducir que no haba sido escrita por Borden. La evaluacin
de mi carrera es presentada naturalmente bajo una luz justa y positiva, y no se
adivinan nada de celos, ningn sentimiento oculto de sutil resentimiento,
generalmente perceptibles en estas ocasiones, en las cuales un rival es invitado a
dejar constancia del fallecimiento de uno de sus colegas. Me siento aliviado de que
Borden al menos no haya participado en esto.
Los asuntos de Angier estn ahora en las manos de una firma de abogados. Por
supuesto, est realmente muerto, y su cuerpo fue realmente colocado dentro del
atad. Vi esto como el ltimo truco de Angier; el suministro de su propio cadver
para ser enterrado. Julia es oficialmente su viuda, y sus hijos son hurfanos. Todos
ellos estaban presentes en el cementerio de Highgate para su funeral, una ceremonia
estrictamente reservada para sus familiares ms directos. La prensa no se acerc
obedeciendo a la peticin personal de la viuda, y no se vieron ni fans ni admiradores
19 de septiembre de 1903
3 de noviembre de 1903
30 de noviembre de 1903
15 de diciembre de 1903
Adam Wilson entr en mi sala de lectura esta maana a las diez y media, y me
inform que haba una visita esperando abajo para verme. Era Arthur Koeing! Me
qued sorprendido, mirando fijamente su tarjeta de periodista, preguntndome qu
querra. Dile que de momento no estoy disponible le dije a Adam, y me fui a mi
estudio para pensar.
Poda tener su visita algo que ver con mi funeral? La falsificacin de mi propia
muerte tena un lado engaoso que sospecho podra ser interpretado como ilegal, a
pesar de que no puedo imaginarme qu dao podra causarle a nadie. Pero el simple
hecho de que Koeing estuviera aqu significaba que saba que el funeral haba sido
una farsa. Intentara chantajearme de alguna manera? Todava no confo
completamente en el seor Koeing, ni tampoco entiendo sus motivos.
Lo dej sudando abajo durante quince minutos, luego le ped a Adam que lo
hiciera subir.
Koeing pareca estar bastante serio. Despus de saludarnos, le ped que se sentara
en una de las cmodas sillas que estaban frente a mi escritorio. Lo primero que hizo
fue asegurarme que su visita no tena conexin alguna con su trabajo en el peridico.
Estoy aqu como emisario, mi Lord me dijo. Estoy actuando en calidad de
particular, en representacin de una tercera parte que sabe de mi inters por el mundo
de la magia, y que me ha pedido que me acerque a su esposa.
Acercarse a Julia? le pregunt, sinceramente sorprendido. Por qu
tendra usted algo que decirle a ella?
Koeing pareca estar notablemente incmodo.
Su esposa, mi Lord, es la viuda de Rupert Angier. Es esta condicin la que ha
motivado el encargo de que yo me ponga en contacto con ella. Pero pens, teniendo
en cuenta lo sucedido en el pasado, que sera ms prudente venir primero a hablar con
19 de diciembre de 1903
25 de diciembre de 1903
La casa y los jardines han quedado incomunicados a causa de las intensas nevadas
que se han extendido rpidamente sobre los Peninos durante los ltimos dos das.
Sin embargo, nosotros disfrutamos de un buen sistema de calefaccin, y tenemos
provisiones, y no necesitamos ir a ninguna parte. Ya hemos celebrado nuestra cena de
Navidad, y ahora los nios estn jugando con sus regalos, y Julia y yo nos hemos
estado relajando juntos.
Todava no le he dicho nada acerca de una preocupante molestia que ha invadido
hace poco mi pobre cuerpo. Me han salido varias llagas de color prpura en el pecho,
en la parte superior de los brazos y en los muslos, y a pesar de que las he untado con
una pomada antisptica todava no dan muestras de recesin. Tan pronto como
comiencen los deshielos, tendr que llamar nuevamente al mdico.
31 de diciembre de 1903
1 de enero de 1904
Sealo el comienzo del nuevo ao con la lgubre reflexin de que dudo vivir para
ver su final.
Me he estado distrayendo de mis propios problemas leyendo el cuaderno de
Borden. Lo he ledo entero, y confieso que lo he ledo absorto. Me resulta imposible
no hacer comentarios acerca de sus mtodos, de sus opiniones, de sus omisiones, de
sus errores, de los engaos en los que cae, etctera.
Por mucho que odio y temo a Borden (y no puedo olvidarme de que est vivo y
activo en alguna parte en el mundo exterior), creo que sus opiniones acerca de la
magia son provocativas y estimulantes.
Le he hablado de esto a Julia, y ella est de acuerdo conmigo. No dice demasiado,
pero me parece que siente, al igual que estoy comenzando a sentir yo, que Borden y
yo hubisemos sido mejores colaboradores que adversarios.
26 de marzo de 1904
He estado gravemente enfermo, y por lo menos durante dos semanas cre que me
encontraba al borde de la muerte. Los sntomas han sido espantosos: he tenido
nuseas y vmitos continuamente, las llagas se han extendido y tena la pierna
derecha paralizada. Mi boca se haba convertido en una sola ulcera, y he padecido un
dolor casi insoportable en la parte inferior de mi espalda. Huelga decir que he estado
en una clnica particular en Sheffeld durante gran parte del tiempo.
Ahora, sin embargo, se ha producido un pequeo milagro y aparentemente estoy
mejor. Las llagas y las lceras han desaparecido sin dejar rastro alguno, estoy
comenzando a sentir, y por lo tanto a mover, mi pierna derecha, y la sensacin
general de dolor y de malestar ha disminuido casi hasta desaparecer. He pasado la
ltima semana en casa, y a pesar de que he estado postrado en la cama, mi estado de
nimo ha ido mejorando poco a poco cada da.
Hoy ya no estoy en cama, y estoy utilizando una silla reclinable en el
invernadero.
Tengo una amplia vista de los jardines, con rboles a la distancia; detrs de ellos
se eleva el pen rocoso de Curbar Edge, en donde todava persisten pequeas
extensiones de nieve. Tengo el mejor de los nimos, y estoy releyendo el cuaderno de
6 de abril de 1904
He ledo las anotaciones de Borden tres veces en total, y las he apuntado y les he
puesto referencias detalladas. Julia est a punto de preparar una copia bastante
extensa del texto que he corregido y expandido ampliamente.
A pesar de que la remisin de mis molestias an contina, y de que durante los
ltimos das he seguido mejorndome, debo enfrentarme al hecho de que en general
mi salud se est deteriorando. Por lo tanto, confieso que durante los meses finales de
mi vida tengo la intencin de tomarme una ltima venganza contra mi enemigo. l es
la causa del estado en el que me encuentro, y es l quien debe pagar por ello. La
adquisicin de su cuaderno me ha facilitado una manera de hacerlo. Estoy planeando
hacer todo lo que sea necesario para que sea publicado.
La literatura sobre magia no es fcil de conseguir. Se escriben y se publican
muchos libros, pero a excepcin de los libros sencillos para nios, y unos cuantos
volmenes de prestidigitacin o de juegos de manos, estos libros no son publicados
por editores generales. Raras veces, o podra decirse que nunca, se encuentran en
libreras comunes. En cambio, son impresos por un nmero de editores
especializados, para ser distribuidos nicamente dentro de la comunidad de la magia.
Generalmente aparecen en ediciones de solamente cuatro o cinco docenas de copias,
y son proporcionalmente caros. Adquirir una coleccin de tales libros es difcil y
costoso, y muchos magos pueden obtener copias nicamente cuando uno de sus
colegas muere y la coleccin es liquidada por su familia. Durante todos estos aos, he
conseguido hacerme con una pequea biblioteca propia, y he consultado estos libros
constantemente para poder utilizar o adaptar trucos ya existentes. En esto, no soy
diferente a otros magos. Los lectores de esta clase de libros son escasos, pero
constituyen uno de los pblicos ms concentrados e informados que puedan
imaginarse.
Mientras estaba leyendo el cuaderno de Borden, varias veces se me ocurri que
mereca ser publicado para beneficio de sus colegas magos. Contiene comentarios
bastante prcticos sobre el arte y la tcnica de la magia. Independientemente de sus
intenciones iniciales al llevar un diario (asegura no muy convincentemente que sus
palabras son escritas nicamente para sus familiares ms directos, y para una
posteridad que, inocentemente, imagina suya), l no podr nunca publicar el
cuaderno. Qu descuidado ha sido al extraviarlo!
Me encargar de que mi ltimo acto vaya encaminado a publicar este texto,
sealndole como autor, y cuando haya finalizado mi edicin con comentarios, me
ocupar de que as sea. Si vive ms tiempo que yo, lo cual es muy probable,
25 de abril de 1904
18 de mayo de 1904
2 de julio de 1904
4 de julio de 1904
5 de julio de 1904
He pasado una noche muy desagradable, y esta maana cuando amaneca pens
que haba llegado mi ltimo da en esta tierra. Sin embargo, ahora se est acercando
la medianoche y todava estoy aqu.
En las primeras horas de la noche comenc a toser, y el mdico vino a verme
inmediatamente. Me sugiri que me hiciera baos con toallas frescas, y me han
ayudado a sentirme mejor. Soy incapaz de mover ninguna parte de mi cuerpo.
6 de julio de 1904
Esta maana, a las tres menos cuarto de la madrugada, mi vida lleg a su fin
debido a un repentino ataque al corazn, al cual le sigui un espasmo de tos y a ste,
como consecuencia, una hemorragia interna.
Mi muerte fue prolongada, dolorosa y profundamente angustiosa tanto para Julia
y para mis hijos, como para m mismo. A todos nos ha horrorizado la infamia de la
muerte, y hemos sido tremendamente avasallados por el acontecimiento.
Lo nico que rodea mi vida es la muerte!
Una vez, con una superchera inofensiva, fing que mora para que Julia pudiera
vivir como viuda sin tener que soportar escndalo alguno. Cada utilizacin posterior
del artefacto de Tesla trajo la muerte a mi experiencia, varias veces por semana.
Cuando Rupert Angier fue enterrado, yo estaba vivo para ser testigo de aquello.
He engaado a la muerte muchas veces. Por lo tanto, la muerte ha adquirido para m
cierto sentido de irrealidad. Se ha convertido en un acontecimiento comn al cual,
gracias a alguna paradoja, segn parece, siempre puedo sobrevivir.
Ahora me he visto sobre mi lecho de muerte, muriendo de cnceres mltiples, y
luego, despus de esa muerte infame y dolorosa, estoy aqu para apuntarla en mi
diario. Mircoles, 6 de julio de 1904: el da en que mor.
Ningn hombre debera ser tan desgraciado como para tener que ver lo que yo he
contemplado.
7 de julio de 1904
II
Despus de aquella noche regres a Londres, en donde viv durante los siguientes
diez meses, por mi propia eleccin y decisin, a medias y en un mundo oculto.
El accidente con el artefacto de Tesla me haba afectado fundamentalmente mi
III
IV
Dos das despus de haber terminado con los preparativos, segu a Borden hasta
el Teatro Queen en Balham, en donde encabezaba el programa de un espectculo de
variedades que estara en cartelera durante toda la semana. Era un mircoles, en el
cual haba tanto una funcin vespertina como una nocturna. Saba que Borden
acostumbraba retirarse a su camerino entre una presentacin y otra para dormir una
siesta en el sof.
Observ su actuacin desde los bastidores a oscuras, y luego lo segu por los
oscuros pasillos y escaleras hasta su camerino. Cuando estaba dentro, con la puerta
cerrada, y el alboroto general que haba entre los bastidores se haba calmado un
poco, fui a buscar mi arma asesina y regres cautelosamente al pasillo justo afuera del
camerino de Borden, recorriendo todos los rincones oscuros hasta estar seguro de que
no haba nadie por all.
Llevaba puesta la ropa que haba utilizado en la funcin de Lowestoft, mi
vestimenta habitual cuando quera pasar desapercibido, pero el cuchillo era uno
normal. Si hubiera sido visto por alguien, habra parecido que el cuchillo estaba
flotando en el aire sin que nada lo sostuviera; y no poda arriesgarme a llamar la
atencin.
Frente al camerino de Borden, justo enfrente de la puerta, me qued en silencio en
un hueco oscuro, tratando de calmar mi respiracin, e intentando controlar los latidos
de mi corazn. Cont lentamente hasta doscientos.
VI
Plane dejarme consumir y morir, pero hay un espritu de vida, incluso en alguien
como yo, que se interpone en el camino de tal decisin. Pens que si no coma ni
beba, entonces simplemente me llegara la muerte, pero en la prctica descubr que la
sed se convierte en una obsesin tan frentica que se necesita una fuerza de voluntad
ms poderosa que la ma para poder resistirla. Cada vez que tomaba unas pocas gotas
para apagarla, pospona mi fallecimiento un poco ms. Lo mismo suceda con la
comida; el hambre es un monstruo.
Despus de un tiempo, aprend a convivir con esto y me mantuve con vida; me
haba convertido en el pattico morador de un inframundo que haba sido tanto
creacin ma como de Borden, o al menos eso fue lo que llegu a creer.
Pas gran parte del invierno en este estado miserable, un fracasado hasta en mi
propia destruccin.
Durante el mes de febrero sent que algo profundo creca en m. Al principio
pens que era una intensificacin de la prdida que haba sufrido a partir del incidente
de Lowestoft; el hecho de que nunca fui capaz de ver a Julia o a los nios. Me haba
negado este derecho, creyendo que, tras haberlo pensado detenidamente, mi
necesidad de estar con ellos tena mucho menos peso que el horrendo efecto que mi
apariencia tendra sobre ellos. A medida que iban pasando los meses, esta tristeza se
convirti en un dolor espantoso, pero no poda detectar nada a mi alrededor que
motivara tanta pena.
Fue al pensar en la vida de mi otro yo, el doble que haba quedado detrs de m en
Lowestoft, cuando tuve la sensacin de estar centrando mi atencin en el lugar
adecuado. Inmediatamente supe que tena problemas. Habra sufrido alguna clase de
accidente, o estara siendo amenazado (tal vez por uno de los Borden?), o incluso
poda ser que su salud se estuviera deteriorando ms rpidamente de lo que yo haba
esperado.
Una vez ms, cuando pens concretamente en su salud, supe inmediatamente que
haba identificado lo que estaba ocurriendo. Estaba enfermo, incluso muriendo. Tena
que estar con l, tena que ayudarlo de cualquier forma a mi alcance.
VII
Solamente saba una cosa acerca del impacto que mi regreso causara en la casa.
Mi repentina aparicin no sorprendera a la parte de m a la cual llamaba mi doble.
Llegu a la Casa Caldlow a media maana, en un radiante da de primavera, y
bajo los firmes rayos del sol mi apariencia fsica se encontraba en su estado ms
sustancial. A pesar de esto, saba que presentaba una figura sorprendente, porque
durante mi breve viaje diurno desde la estacin de Sheffeld hasta la casa en taxi,
autobs, y luego nuevamente en taxi, haba despertado en muchos transentes una
mirada de curiosidad. Ya me haba acostumbrado a esto en Londres, pero los propios
londinenses estn acostumbrados a ver a los moradores ms extraos de la ciudad.
Aqu, en las provincias, un hombre esqueltico que lleva ropas oscuras y un gran
sombrero, con una piel muy poco natural, los cabellos cortados desigualmente y los
ojos extraamente hundidos, era objeto de curiosidad y alarma.
Cuando llegu a la casa, me dirig hasta la puerta y la golpe con fuerza. Podra
haber entrado solo, pero no tena idea de lo que podra llegar a encontrar. Me pareci
que era mejor tomarme mi regreso sin aviso previo poco a poco.
Hutton abri la puerta. Me quit el sombrero, y sencillamente me qued de pie
delante de l. Haba empezado a decir algo antes de reparar en m, pero cuando me
vio no pronunci ni una palabra ms. Me contemplaba fijamente y en silencio, con el
rostro impasible. Lo conoca bastante como para darme cuenta que su silencio
VIII
Mi reunin conmigo mismo debe haber sido una de las ms inusuales de toda la
historia! l y yo nos complementbamos perfectamente. Todo lo que a m me faltaba
estaba en l; todo lo que yo tena, l lo haba perdido. Por supuesto, ramos iguales,
ms cercanos que hermanos gemelos.
Cuando cualquiera de nosotros hablaba, el otro poda fcilmente terminar la
oracin. Nos movamos de la misma manera, tenamos los mismos gestos y las
mismas costumbres, pensbamos exactamente lo mismo, y al mismo tiempo. Yo lo
saba todo acerca de l, y l saba lo mismo de m. Lo nico que faltaba entre
nosotros eran las experiencias que habamos vivido por separado durante los ltimos
meses, pero una vez contadas, incluso esa diferencia desapareci. Tembl ante mi
descripcin del intento de asesinar a Borden, y yo por mi parte sufr algo del dolor y
de la desgracia de su enfermedad.
Una vez que estuvimos juntos, no haba nada que pudiera separarnos nuevamente.
Le ped a Hutton que preparara una segunda cama en el invernadero, para que mis
dos mitades pudieran estar juntas todo el tiempo.
Nada de esto poda ocultarse al resto de los habitantes del hogar, y pronto volv a
reunirme con mis hijos, con Adam y con Gertrude Wilson, y tambin con la seora
Hutton, el ama de llaves. Todos se impresionaron acerca del extrao doble efecto que
habamos creado. Me horroriza pensar qu efecto podra tener en el futuro esta
revelacin de su padre en mis hijos, pero mis dos partes, y Julia, llegamos a la
conclusin de que la verdad sera mejor que otra mentira ms.
No pas mucho tiempo antes de que la escalofriante realidad de los cnceres nos
recordara la brevedad del tiempo que nos quedaba, y comprendimos que si debamos
hacer algo, aqul era el momento.
IX
8 de julio de 1904
Solamente tengo unas pocas horas antes de que empiece el funeral, y no puedo
pasarme todo ese tiempo escribiendo en estas pginas. Por lo tanto, permtanme
mencionar lo siguiente.
Son las ocho de la noche, y estoy en el invernadero que compart con mi doble
antes de que muriera. Un hermoso atardecer est baando de un color dorado las
cimas de Curbar Edge, y a pesar de que este saln no mira directamente hacia donde
se est poniendo el sol, puedo ver, a lo alto, zarcillos de nubes de color mbar. Hace
unos minutos camin tranquilamente por los jardines de la casa, oliendo las
fragancias estivales, escuchando el silencioso sonido de este brezal al que tanto am
durante mi infancia. Es una esplndida clida maana en la cual planear el final, el
verdadero final.
Soy un vestigio de m mismo. La vida se ha convertido, literalmente, en algo que
no vale la pena de ser vivido. Todo lo que amo me est prohibido a causa del estado
en el que me encuentro. Mi familia me acepta. Saben quin y qu soy, y que no fui yo
el causante de mi triste estado. Aun as, el hombre al cual amaban est muerto, y yo
no puedo reemplazarlo. Es mejor para ellos que yo me retire, para que por fin puedan
comenzar a llorar completa y abiertamente al hombre que muri. En la expresin del
dolor reside la recuperacin.
Tampoco poseo ningn tipo de existencia legal: el mago Rupert Angier est
muerto y sepultado, el 14. conde de Colderdale ser enterrado maana.
No soy un ser autntico. No puedo vivir sino una miserable media-vida. No puedo
viajar sin peligro alguno, sin tener que adoptar un disfraz bastante poco convincente,
o sin asustar a la gente casi hasta la muerte, arriesgndome, de esta manera, a
ponerme en peligro. Lo nico que me queda en esta vida es la perspectiva de seguir
siendo un fantasma de m mismo, merodeando para siempre al margen de las vidas
reales de mi familia, atormentando para siempre mi propio pasado y su futuro.
Por lo tanto, todo esto tiene que terminar, y yo morir. Pero la maldicin de la
vida tambin se aferra a m! Ya he descubierto lo fervientemente que arde en m el
espritu de vida, y que el asesinato no es lo nico que est ticamente fuera de mi
alcance, sino que el suicidio tambin es algo imposible de realizar. Cuando una vez,
hace algn tiempo, dese estar muerto, el deseo no fue lo suficientemente fuerte.
Puedo dejarme morir, simplemente convencindome de que existe la esperanza de
fracasar.
Apenas haya terminado estas lneas, ocultar este diario, y sus volmenes
anteriores, en algn sitio entre los materiales sobrantes que se encuentran en la cripta.
Luego le quitar el candado al compartimiento que est en el stano, dejando all el
Los prestigios
Sobre el siguiente estante haba tres cadveres ms, todos etiquetados y con
fechas similares. Estaban clasificados por fecha. Pareca ser que la semana siguiente
haba habido un cambio de teatro: el Fortune, en Northampton. All se haban llevado
a cabo seis funciones. Luego haba habido un descanso de aproximadamente dos
semanas, seguido por una serie de presentaciones sueltas, con espacios de
aproximadamente tres das entre una y otra, en cierto nmero de teatros provinciales.
Por lo tanto, haba doce cadveres etiquetados, en orden. Una temporada en el
Teatro Palace Pier, en Brighton, ocupaba la mitad del mes de mayo (seis estantes,
dieciocho cadveres).
Segu adelante, escabullndome por el angosto pasillo central hasta el final de la
caverna. All, en el ltimo anaquel del ltimo estante, me encontr con el cuerpo de
un nio pequeo.
Haba muerto en el frenes de una lucha. Su cabeza estaba inclinada hacia atrs y
girada hacia la derecha. Su boca estaba abierta, con las comisuras de los labios hacia
abajo. Sus ojos estaban tambin completamente abiertos, con la mirada hacia arriba.
Sus cabellos estaban erizados. Todas sus extremidades estaban tensas, como si
hubiese estado luchando para liberarse. Llevaba una camiseta color granate con
personajes de The Magic Roundabout, un pequeo par de pantalones vaqueros azules
con los finales de las piernas doblados hacia fuera y un par de zapatos de lona azules.
Su etiqueta tambin estaba escrita a mano, y deca:
Casa Caldlow
17/12/70
19:45
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