Lacan Homenaje A Lewis Carroll
Lacan Homenaje A Lewis Carroll
Lacan Homenaje A Lewis Carroll
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Entonces, primero habra que interrogar lo que podra llamarse la novela mtica,
trmino vago cuyas races se prolongan en todos los sentidos y bien lejos. Habra
que volver rpidamente con esta preciosa referencia que justamente el pas de las
maravillas, el ms all del espejo, la pareja angustiante de Silvia y Bruno
escapados al pas del ms all, no son ni mitos ni mtico, y que el imaginario ha de
ser diferenciado de eso. Ni el texto ni la intriga recurren a resonancias de
significaciones llamadas profundas. No se evoca all ni gnesis, ni tragedia, ni
destino. Entonces cmo esta obra hace tanta mella? Ese es el secreto que toca
la red ms pura de nuestra condicin de ser: el simblico, el imaginario y el real.
Los tres registros mediante los cuales introduje una enseanza que no pretende
innovar sino restablecer cierto rigor en la experiencia psicoanaltica, all estn,
puestos en juego al estado puro y en su relacin ms simple.
Esto es una transicin ya que despus de todo slo tengo tiempo para empujar
puertas sin ni siquiera entrar adonde ellas abren para llegar a ocuparnos, en
este momento de homenaje, del autor mismo, al que no se le hace justicia, ni a l
ni a ningn otro, si no se parte de la idea de que las pretendidas discordancias de
la personalidad no tienen otro alcance que el de reconocer en ellas la necesidad
hacia donde se dirigen. Se nos dice que hay un Lewis Carroll soador, un poeta,
un enamorado si se quiere, y hay un Lewis Carroll lgico, un profesor de
matemticas. Lewis Carroll est bien dividido, si se les canta, pero los dos son
necesarios para la realizacin de la obra. En la inclinacin de Lewis Carroll por la
niita impber no est su genio. Los psicoanalistas no tenemos necesidad de
nuestros clientes para saber al final adonde va a parar eso: a un parque pblico.
Su enseanza de profesor tampoco tiene nada que haga saltar los tapones: en
plena poca de renacimiento de la lgica y de inauguracin de la forma
matemtica que de all en ms tom, Lewis Carroll, por divertidos que sean sus
ejercicios, queda a las rastras de Aristteles. Pero es del conjuro de las dos
posiciones de donde surge ese objeto maravilloso, sin descifrar an y por siempre
deslumbrante: su obra.
Quisiera decir lo que me parece como la correlacin ms eficaz para situar a Lewis
Carroll: es la pica de la era cientfica. No es casual que Alicia aparezca al mismo
tiempo que El origen de las especies de la que es, si puede decirse, la oposicin.
Registro pico pues, que sin duda se expresa como idilio en la ideologa. La
correlacin de los dibujos, con los que Lewis Carroll era tan cuidadoso, anuncia las
tiras, quiero decir las tiras de historietas. Voy rpido para decir que al fin de
cuentas, la tcnica asegura all el predominio de una dialctica materializada de
paso, que me entiendan los que puedan. Ilustracin y prueba, dije, as sin emocin
habr hablado de esta obra, y me parece acorde con el autntico orden de su
estremecimiento.
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