Cosmovisión, Agua y Ecosistemas
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Derechos de agua
Actualmente la comunidad Camilo Coñuequir Lloftunekul tienen derechos de agua
colectivos del río Pichi-trancura, conocido como río “Añihuerraqui”, los derechos de agua
solicitados son un total de 27 litros/s. La distribución de estas aguas es de 12 litros para
consumo humano, es decir, para uso doméstico. Y 15 litros/s para el sistema de riego de
praderas, huerta y chacras. Estos derechos fueron adquiridos a través de un proyecto del
Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP) en el que se postuló el año 2002.
Hay quienes han regularizado el tema de los derechos de agua a través de otros concursos
abiertos por CONADI, Marisol Coñuequir ha señalado que ella solicitó el año 2005 aguas
del estero Copiupulli, en donde le fueron asignados 3litros/s en forma individual.
En general el tema de los derechos de agua, resulta muy engorroso. Hay un importante
número de habitantes que no poseen derechos de agua, ello debido a varios factores.
Primero que todo, desde la concepción tradicional mapuche es difícil disipar que se deben
inscribir las aguas para hacer el respetivo aprovechamiento de éstas, ya que por tradición,
las aguas siempre fueron utilizadas por sus antepasados, es decir se tiene naturalizada la
idea de seguirlas ocupando porque esto siempre ha sido así. Y ciertamente es bastante
extraña la idea que un afuerino pueda tener derechos de aguas, de algún estero por
ejemplo que desde los primeros asentamientos han sido ocupados por una misma familia.
Por otra parte, cuando entro en legislación el Código de Aguas de 1981, las personas de
la comunidad jamás se enteraron de este nuevo escenario, por supuesto
tampoco dimensionaron los efectos que traería el hecho de no regularizar legalmente la
respectiva inscripción de aguas. Es así que este segundo punto se torna realmente
importante ya que el desconocimiento e ignorancia han jugado un rol protagónico
en torno a la dramática situación que se vive actualmente en Trancura. Por ende, si las
aguas del río Añihuerraqui hubiesen estado solicitadas por las comunidades en cuestión,
la empresa no hubiese podido comprar los derechos a otro particular y por tanto, no habría
amenazas de la posible instalación hidroeléctrica. Un tercer punto hace alusión a un
desinterés en torno a regularizar el tema de los aprovechamientos de agua, ya que existe
un distanciamiento por los trámites legales y el tiempo que se pudiera demorar desde que
se ingresa la solicitud hasta que se publica en el diario oficial.
Por otro lado, hay quienes han intentado regularizar los derechos de agua, como es el caso
de don Daniel Coñuequir, quien ha solicitado derechos del río Añihuerraqui. Pero no ha
podido ya que no presenta los antecedentes necesarios para demostrar que ha ocupado
estas aguas desde siempre. El proceso de reconocimiento de uso de esta agua por derecho
consuetudinario resulta bastante complejo.
Para explicar de forma más sintética la situación actual de los comuneros en torno a
los derechos de agua y de dónde proviene la obtención de las aguas, ya sea para uso
doméstico, riego y bebida animal hemos elaborado un cuadro. Cabe destacar que en varios
casos, existen acuerdos de palabra entre los comuneros para la utilización de las aguas
que están inscritas a nombres de otros. Por otra parte, se ha expresado en forma
generalizada que el uso de la aguas ya sea de las vertientes, esteros o el río Añihuerraqui
no son prolongados, es decir, en ciertas temporadas (desde diciembre hasta abril) el agua
disminuye considerablemente por lo que los comuneros deben buscar otras fuentes
cercanas de las cual abastecerse o tomar medidas internas para el racionamiento del uso
de las aguas. De esta forma existen acuerdos de “turnos” para regar sus predios.
Bibliografía