Reforma de Vida
Reforma de Vida
Reforma de Vida
UnoSemana"
de los directorios llamaba "aquella nota al final de la Segunda
a la seccin de los Ejercicios Espirituales conocida ms
generalmente como "Reforma de Vida" [EE 1891.' Como "nota," "apndice
aadido" o "tratadito" este prrafo sigue la Eleccin [EE 169-1891 y
parecera tener un carcter secundario. El ttulo original, Para enmendar y
reformar la propia inda y estado, no es nada subsidiario, sin embargo.
Gastn Fessard, por ejemplo consider este prrafo [EE 189] como la "semilla
de la fecundidad esencial de los Ejercicios", algo as como la puerta hacia la
relevancia "absolutamente universal" que reconoca en los Ejercicios." Ni
aquel directorio ni Fessard observaron, sin embargo, que los Ejercicios jams
hablan de "Reforma". Y consciente de ello, he elegido las palabras "Aquella
nota" para encabezar estas pginas. Con este ttulo quiero destacar que, bajo
su aparente insignificancia, el prrafo ha tenido gran importancia debido a
una tradicin de interpretacin y est llamado a seguir tenindola por su
localizacin en el texto. Apunto ya, por tanto, a su trascendencia en el umbral
hacia la Pasin de Cristo.
Las tradiciones tienen un origen. Originalmente, Ignacio puso la fuerza
sobre el verbo, "reformar", que muestra la dimensin prctica de este
ejercicio. La experiencia mostr a Ignacio bien pronto que la gran mayora de
los que reciban los Ejercicios enteros no hacan eleccin de estado. En un
esfuerzo por ofrecernos cantidades aproximadas de cuntos hicieron
Ejercicios en vida de Ignacio (grosso modo, 7.500), Iparraguirre estim que
la gran mayora ni eran religiosos ni decidieron serlo despus (unos 5.000
hombres), sino que permanecieron en su respectivas formas de vida.
Comprendiendo que los ejercitantes casados y la mayora de los prelados
haban hecho eleccin de estado, Ignacio les avisa que "aprovecha mucho,"
enmendar y reformar su vida.
Comenzar, intentando contextualizar el sustantivo "reforma". A continuacin,
estudiar la importancia concedida por los directorios y comentadores de los
Ejercicios a esta "nota" y la tradicin que despus se impuso. Presentar una
revisin histrica sobre cmo hemos llegado a nuestra comprensin actual
de la Reforma. Con ello intento responder a la peticin que me hizo el editor,
un artculo introductorio a la pregunta, Por qu no nos cambian los Ejercicios?
Al final intentar dar una visin sinttica de las claves hermenuticas ms
importantes utilizadas.
"Reforma" de Vida?
Conclusin
No fueron "los que estn constituidos en prelatura o en matrimonio" quienes
deformaron la Reforma sino los religiosos. Por un lado, la Reforma no se
poda aplicar a los religiosos, que tenan "oficios fijos y cuyo tren de vida est
determinado por la obediencia". Por otro, eran los religiosos quienes
empezaron a repetirlos Ejercicios. Se preguntaba retricamente de Guibert
"habr que admitir un modo de hacer los Ejercicios que no conlleve algn
trabajo de eleccin?". Si Ignacio concibi los Ejercicios como una experien-
cia de conversin a Cristo, sus compaeros acabaron haciendo de ellos una
escuela de apstoles, una especie de herramienta para crecer en la vida de
perfeccin moral-espiritual. En este contexto, la Reforma no solo encontraba
una nueva funcin, sino que se convirti en la pieza clave de un aparato
barroco -dicho sin connotaciones negativas- orientado hacia los frutos
(morales). La obra de Calveras sobre el fruto que se debiera seguir de los
Ejercicios es un broche dorado para este periodo. El sentido propio de
"Eleccin" se ampli, entonces, y los ejercitadores orientaron sus Ejercicios
hacia la Reforma particular, interna o espiritual, de hecho.
Por qu no nos cambian los Ejercicios? La pregunta es retrica y difcil de
responder. En cualquier modo, la respuesta que I. Iparraguirre, P. Arrupe o
las CCGG 31 y 32 daran no lo imputan a un problema en el modo de hacer
la Reforma. Mientras que autores como J. de Guibert si usaron el trmino
reforme con sentido de mejora espiritual, Iparraguirre es consistente al evitar
la palabra. Conocedor de las implicaciones que sta tena en espaol y que
ya hemos apuntado ms arriba, Iparraguirre prefiere el trmino renovacin.
Nunca confunde las prcticas de renovacin espiritual en que se vieron
envueltos los jesutas a partir del siglo XVII con la Reforma. Reformar implica
cambiar la forma a un nivel institucional, tal y como el estudio de "reforma"
en los documentos del Instituto y en la correspondencia muestran. Re-formar
implica un cambio exterior, institucional, no de calidad interior o espiritual.
La CG 31, d.14 mantuvo este uso. La vocacin jesuita brota de la gratitud por
el don de la salvacin; se asocia a la obra de Cristo Salvador:
Esta es pues nuestra vocacin, amar al Padre y a sus hijos, y trabajar
con Cristo en la Iglesia por la vida del mundo, a fin de que el Padre
sea ms glorificado.5
16. Aunque la cuestin haya sido discutida desde que Jos Calveras situ la
composicin de la Reforma en Pars, M. Ruiz Jurado afirma que la datacin del Texto
"E" permite mantener esta teora, cf. Manuel Ruiz Jurado SJ, "El texto de los Ejercicios
de San Ignacio," Manresa 69 (1997) 179-182, 185 y ib., "Fuentes de las Elecciones,"
en Las fuentes de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio : Actas del Simposio
Internacional (Layla, 15-19 septiembre 1997), Juan Plazaola SJ (ed.), Bilbao:
Mensajero, 1998, 349.
17. Lonce de Grandmaison, Recherches de science religieuse 1920, 404-408, citado
por G. Fessard, La dialectique, 91.
18. D. 28 n. 12-14.
19. Fessard, La dialectique, 89 y 96.
20. Tony Severin SJ, Mercurian: Un grand belge, Lige, 1946, 169-176, citado por
Iparraguirre, Historia de los Ejercicios, vol. II, 172.
21. Ottavio Marchetti SJ, II pensiero ignaziano negli "Esercizi Spirituali," Roma:
Pontificia Universit Gregoriana, 1940, 252.
22. D. 24 n. 29.
23. MI Directora 1919, 889, n.5 citado por Joseph de Guibert SJ, "L'lection dans les
exercices spirituels," en Les grandes directi'ves de la retraite ferme, Albert Valensin
SJ (ed.), Pars: Spes, 1930, 175.
24. D. 33, 34, 43 n. 281.
25. Por ejemplo, Ignacio Casanovas SJ, Explanado deis Exercis Espirituals de Sant
Ignasi de Layla, vol. Segona Setmana; Segona Part, Barcelona: Foment de Pietat,
1934, 113.
26. Achule Gagliardi SJ, Commentarii seu Explanationes in Exercitia spiritualia Sancti
Patris Ignatii de Layla, Brugis: Descle, De Brouwer, 1882, 92.
27. ib., 92-93.
28. Ib., 96-97.
29. D. 33, 34, 43 n- 283.
30. D. 18 n. 114.
31. D. 33,34,43 n.237. Curiosamente, el texto apoya esta afirmacin en las Constitu
ciones de la Compaa de Jess, cf. [Co 408-409].
32. "El que da los ejercicios no debe mover al que los recibe ms a pobreza ni a
promesa, que a sus contrarios, ni a un estado o modo de vivir, que a otro porque,
dado que fuera de los ejercicio lcita- y meritoriamente podamos mover ... tamen, en
los tales ejercicios espirituales, ms conveniente y mucho mejor es ... que el mismo
Criador y Seor se comunique a la su nima devota, abrazndola en su amor y
alabanza y disponindola por la va que mejor podr servirle adelante. De manera
que el que los da no se decante ni se incline a la una parte ni a la otra; mas estando
en medio, como un peso, deje inmediatamente obrar al Criador con la criatura, y a
la criatura con su Criador y Seor" [151
33. Iparraguirre afirma que la prctica de repetir los Ejercicios, no obstante, estaba
bastante generalizada para cuando se promulg el decreto, Historia de los Ejercicios,
<vol. III, Roma: IHSI, 1973, 461. La prctica, sin embargo, se diferencia de la
obligatoriedad en que se vio la institucin formativa de la Compaa a partir de
entonces.
34.Instutum Societatis lesu, Florentia: Typographia SS. Conceptione, 1983, 2:303,
n.29.
35.Peeters SJ, Louis. Vers l'union divine par les Exercices de S. Ignace. Bruxelles -
Pars: Charles Beyaert, 1924, 47-49.
36.Ignacio Iparraguirre, Historia de los Ejercicios, <vol. ///, 449-451.
37. "Excita tu amor y tu afecto de la triple va hablando con Cristo. Haz afectos de
pudor, dolor, temor en la va purgativa. De humildad, confianza, entrega en la va
iluminativa, de amor unitivo, de vencer las dificultades, de entrega en la va unitiva".
Iparraguirre, Historia de los Ejercicios, a>ol, III, 451.
38. ib, 473.
39. Adems de Grandmaison, Pinard de la Boullaye, y Joseph de Guibert, "L'lection
dans les exercices spirituels," In Les grandes directives de la retraite ferme, Albert
Valensin SJ (ed), Pars: Spes, 1930.
40. Reforme de la vie et effort asctique" en Joseph de Guibert SJ, La Spiritualit de
la Compagnie dejsus; Esquisse Historique, Roma: Institutum Historicum Societatis
lesu, 1953, 565-577.
41. Ejemplifica esta excelente adaptacin este texto de 1626: "As como el principal
estorbo que tenemos para determinar lo que conviene a mayor servicio divino, es el
amor desordenado de la honra, o del regalo y hacienda; as el mayor estorbo que
tenemos para poner en ejecucin las cosas ya determinadas, es la contradiccin que
nos hace nuestra sensualidad, y el amor propio y mundano. Y de aqu es, que as
como para determinarnos bien nos dispone nuestro santo Padre con el ejemplo de
Cristo nuestro Seor, que va siempre con su cruz delante de nosotros, para que
deseemos seguirle y hacernos semejantes a l; as para confirmarnos en las
determinaciones ya hechas, y darnos esfuerzo para ponerlas en ejecucin, nos
propone muy despacio en la tercera semana la meditacin de la pasin de Cristo
nuestro Seor. Es, pues, el fin de la tercera semana el ejercicio de las virtudes ms
perfecta, que se ejercitan con contradiccin y con adversidades, y con deshonras y
dolores y falta de las cosas temporales," Luis de la Palma SJ, Practica y breve
declaracin del Camino Espiritual, 2 ed. Madrid: Apostolado de la Prensa, 1944, p.
132-133.
42. D. 33,34,43 n.237.
43. Cfr. Francisco Surez SJ, Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Una defensa,
Bilbao y Santander: Mensajero, Sal Terrae, 2003.
44. Cf. D. 31 n.154 y D. 33,34,43 n.236.
45. Ms observables, sin embargo, fueron las limosnas y los cambios de estilo de
vida, Iparraguirre, Prctica de los ejercicios, 217ss.
46. Leo Bakker SJ, Freiheit undErfahrung: redaktionsgeschichtliche Untersuchungen
ber die Unterscheidung der Geister bei Ignatius von Layla, Wrzburg: Echter-
Verlag, 1970; traduccin castellana en Libertad y experiencia: Historia de la redaccin
de las Reglas de discrecin de espritus en Ignacio de Loyola, Fausto Palacios SJ (trad.),
' Bilbao-Santander: Mensajero Sal Terrae, 1995.
47. Maurice Giuliani SJ, "L'hier et l'aujourd'hui dans la dmarche de l'lection,"
Cahiers di spiritual ignatiennel, no. 27 (1983), 185.
48. Maurice Giuliani SJ, L'esperienza degli Esercizi Spirituali nella vita quotidiana,
Roma: ADP, 1999, 181-201, 184.
49. Iparraguirre proporciona algunos ejemplos muy interesantes en Prctica de los
Ejercicios, 229-235.
50. Arzubialde, "La limosna reforma de la propia vida y estado", 3-40.
51. En relacin con el Principio y Fundamento, autores como Alfredo Sampaio Costa
SJ, a quien agradezco sus acertados comentarios para este articulo, subraya que la
Reforma no debe abordarse automticamente, sino desde la disposicin ignaciana
de
la indiferencia (intencin simple, ordenada); cfr. su Los tiempos de eleccin en los
directorios de Ejercicios, Maria Rosa Carbonell de la Fuente (trad.), Bilbao y
Santander: Mensajero y Sal Terrae, 2004, 68-71.
52. Ib., 12.
53. Ib., 11.
54. Joseph de Guibert SJ, "L'lection dans les exercices spirituels," en Les grandes
directi'ves de la retraite ferme, Albert Valensin SJ (ed.), Pars: Spes, 1930, 174-175.
55. Jos Calveras SJ, Qu fruto se ha de sacar de los Ejercicios Espirituales de San
Ignacio: Texto para cursillos de Ejercicios, Barcelona: Librera Religiosa, 1941.
56. CG 31, , 2.