Los Sagrados Manuscritos Del Jaguar Blanco

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LOS SAGRADOS MANUSCRITOS

DEL JAGUAR BLANCOF5


LOS SAGRADOS MANUSCRITOS
DEL JAGUAR BLANCO
La semilla de una nacin
Novela

1
Nuestra fuerza es el espritu. Acaso, en el
mundo de hoy, alguien considere que es una
fuerza pequea. Pero es la nica fuerza
nuestra, y tenemos que usarla.

Rubn Bonifaz Nuo.

Para todos los que estn en la cotidiana batalla florida.


Los que siguen el camino de los Venerables Maestros toltecas.
Los que luchan sin miedo y sin ambicin, sin esperar recompensa.
Los que trabajan de adentro hacia afuera por la descolonizacin
mental y espiritual.
Para los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos.
G. Marn.

2
INDICE.

I. La carta misteriosa 4
II. La Huella en el tiempo. 11
III. El tiempo del no tiempo. 15
IV. En el Ombligo de la Tierra. 20
V. El secreto de los seres conscientes. .. 28
VI. La sabidura perene. 37
VII. La fusin de los vrtices de fuego. . 48
VIII. El inicio del fin. . 57
IX. Los Padres Fundadores. 68
X. La Batalla Final. 84
Colofn. ... 98

C Derechos reservados Guillermo Marn Ruiz


www. toltecayotl.org
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Educyotl A.C. Educar para el futuro con la sabidura del
pasado.
Oaxaca, Mxico. 2014.
I. CAPTULO. La carta misteriosa.

Me sent muy asombrado al recibir desde Yucatn una carta por


servicio de mensajera urgente. Era extrao, aunque tengo amigos en
la pennsula, no esperaba que nadie de ellos me escribiera.

Vena en sobre membretado, como ya casi no los hay y estaba escrita


a mano con caligrafa palmer. Resaltaba la tinta sepia sobre el fino
papel de algodn. Le mi nombre con extraeza: Sr. Fernando de Ita.
El remitente era Anatolio Rivadeneira Rondn. Abr la carta con mucho
cuidado, como si fuera una pieza de museo, algo en mi corazn, como
una punzada, me avis que esa carta traera un vuelco dramtico y
definitivo a mi vida.

Desde nio me gust la lectura, ya ms adelante me dio por escribir, lo


senta como una pasin en m ser. Recuerdo mucho a Teresa Zaga,
amiga de mis padres, desde nio la admir porque era una Seora
muy grande y culta, en su casa, que se ubicaba muy cerca de los
Viveros de Coyoacn, haba una biblioteca, que recuerdo como un
espacio mgico, lleno de libros, cromos, fotografas, mapas que me
llevaron desde entonces a lugares distantes en el tiempo. Ella me
permita husmear en todo lo que contena ese lugar, ah fue donde me
sedujeron los libros.

En esa biblioteca tom la decisin de estudiar letras y desde muy


joven empec mi trabajo como periodista en un diario nacional, donde
aprend el oficio. Ms adelante me fui de corresponsal de guerra a
Centroamrica, en la dcada de los ochenta, y tambin en el
levantamiento de los indgenas mayas en Chiapas en 1984, donde
segu muy de cerca los conflictos de las comunidades indgenas y
campesinas, originados por los despojos y abusos de las empresas
transnacionales, especialmente las mineras canadienses. Y pese a

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lograr obtener una buena posicin y trabajo me senta vaco. Los
logros sociales y materiales no me hacan pleno. Algo en lo ms
hondo me deca que la vida es ms profunda y que las metas son
intangibles, que los bienes materiales y la sociedad son
circunstancias, ese vaco ya empezaba a asfixiarme y no tena claro
exactamente a qu se deba.

Empec a leer la carta que iniciaba con un: Estimado Seor Fernando
de Ita, s que estoy viviendo mis ltimos das, motivo por el cual me
atrevo a escribirle, mi nombre es Anatolio Rivadeneira Rondn,
pertenezco a una familia que tiene muchos siglos de vivir en Yucatn.
Le resultar extraa mi carta, pero despus de mucho cavilar decid
que Usted es la persona indicada para conocer mis orgenes, es muy
importante lo que quiero decirle, es preciso que una persona como
Usted, dedicada al periodismo y comprometido con nuestro pas sepa
de los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco de los cuales soy
heredero. Mi familia los ha posedo desde el inicio de la Colonia y es
imperativo darle a conocer su contenido, para que no se pierda en el
olvido este legado, ya que como le comento, s que en pocos das
morir.

Es muy importante que llegue a ms tardar en tres das y que me


regale diez das de su atencin para entregarle el secreto de mi vida y
de mi familia. Desafortunadamente no hay tiempo posible que perder.
Usted puede declinar mi llamado y yo lo entender y as quedar
relevado de cualquier responsabilidad. Slo le ruego que destruya esta
carta y no le mencione a nadie su contenido. Si acepta el desafo, le
aseguro que no se arrepentir y mis ancestros y su servidor, le
quedaremos eternamente agradecidos.

Al terminar de leer la carta la guard dentro de un cajn de mi


escritorio y me sent en un silln de mi estudio. Sent que una
corriente elctrica corra por todo mi cuerpo, tena la boca seca y fue
necesario respirar profundamente en varias ocasiones, porque sent
que les faltaba aire a mis pulmones. Volv a leer la escueta carta una y
otra vez, como para entender mejor lo que deca. Me llamaban con

5
urgencia de Yucatn para darme una informacin al parecer
importante.

Era una situacin que rebasaba los lmites de mi intuicin, como


periodista saba que estaba frente a una historia. Sin embargo, haba
algo especial que me mova a aceptar, aunque tambin albergaba
cierto temor. Present que era algo que haba estado esperando, que
mitigara ese vaco y esa desolacin de la plana cotidianeidad
existencial. Pero al mismo tiempo, por la experiencia profesional, s
que existe mucha gente que trata de llamar la atencin usando a un
periodista. Nunca haba odo hablar de Los Sagrados Manuscritos del
Jaguar Blanco, as que tom el telfono y contacte a un amigo,
experto en estos menesteres y qued de verme con l al da siguiente.

A las once de la maana en punto, me recibi el licenciado Antonio


Velasco Pia, con quien mantengo una amistad cordial desde que le
hice la primera entrevista en 1979, cuando public la novela Tlacalel,
el azteca entre los aztecas.

Le mostr la carta, la cual ley con inters y antes de hablar guard un


largo silencio, pareca ausente, decid romper el silencio y pregunt,

-Maestro qu opina Usted sobre el contenido de la carta. Pregunt con


cautela.

- Ver Usted, ya haba escuchado sobre esos misteriosos


manuscritos, pero pens que eran producto de la fantasa, del
imaginario colectivo contest con voz pausada.

- Cree Usted que valga la pena ir a Mrida pregunt.

-Yo creo que su intuicin como periodista, le debe de dar la respuesta.


En la historia de Mxico, como en la de todos los pases, existen
muchas lagunas, verdades que descubrir y mentiras que
desenmascarar. Pero sta, parece una buena historia.

La visita al maestro Velasco Pia me anim a tomar una decisin, que


adems era urgente en la medida que me quedaban dos das para

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llegar a Mrida, considerando el plazo que el seor Rivadeneira me
haba dado. Esa noche le di vueltas y ms vueltas a la historia de los
dichosos manuscritos.

Volaba sobre el Golfo de Mxico, una inmensa masa azul, brumosa y


confusa, funda el mar con el cielo. El montono zumbido de la cabina
hermtica del avin me adormeca.

Al aterrizar, se abri la compuerta del avin y entr el aire caliente y


hmedo de Mrida. Sal del aeropuerto y tom un taxi que me llev
directamente a la casa de Don Anatolio Rivadeneira.

Se ubicaba al principio del majestuoso Paseo Montejo, la casa era una


pequeo chalet de finales del siglo XIX, estilo francs, se encontraba
en psimo estado, casi a punto de caerse podrida por la humedad, el
tiempo y la falta de mantenimiento. Al llegar, cruc una pequea verja
de metal, que se encontraba abierta, pas junto a unos inmensos y
sombros rboles y llam a la puerta con una pesada mano de len
hecha en bronce, adosada al viejo portn.

Un hombre de baja estatura y cabeza prominente que pareca no tener


cuello, abri la puerta.

-Busco a don Anatolio Rivadeneira, dije con voz firme y amable.


Asinti con la cabeza y me dijo con voz grave.

-Sgame por favor, lo llevo a su aposento para que se instale. Lo


estbamos esperando.

Todo indicaba en el interior, que haba sido una casa muy bella y
elegante, pero estaba totalmente abandonada, sin el mnimo
mantenimiento. Las paredes haban perdido sus colores originales que
la humedad haba cambiado por otros que iban desde los muy claros
hasta el casi negro caracterstico de la humedad. Los techos eran muy
altos y los plafones haban tenido decoraciones que debieron ser muy
bellas. Los muebles todos en madera de caoba, eran antiguos y se
encontraban bien conservados. Me sent impresionado al ver los pisos

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de mosaicos con diseos muy complicados en mltiples colores. La
casa era fresca y bien ventilada.

Con mucha parsimonia, mi gua me dijo al abrir la puerta de una


habitacin.

-Esta es la habitacin que se le ha asignado. Mi nombre es


Caralampio Pech y estoy a sus rdenes en todo lo que Usted necesite.
Cuando escuche la campana, sus alimentos estarn servidos en el
comedor. Don Anatolio lo recibir a partir de las siete de la noche en la
biblioteca, mientras dure su estancia en esta casa.

La recmara era muy amplia, tena un bao con tina. Los techos eran
muy altos, al centro del techo colgaba un ventilador. Contaba con un
inmenso ropero, un perchero, y una mesa con lmpara para escribir,
una escupidera y una anacrnica bacinica. La cama estaba cubierta
por un mosquitero, se vea muy antigua. Un pequeo balcn con un
ventanal con puerta clausurada por el tiempo, dejaba entrar la luz.

Todo sucedi como Caralampio lo indic. Com en un comedor con


una mesa para doce comensales, en medio, una araa de cristal
colgaba del techo. A las siete de la noche, tocaron a mi puerta y
Caralampio me condujo a un extremo de la casa donde estaba la
puerta de la biblioteca.

Al abrir la puerta, lo primero que percib fue el tufo de libros viejos y


una atmsfera viciada, con muy poca luz. Sentado en un gran silln
estaba un anciano de tez blanca, casi calvo, de manos largas y finos
dedos. Usaba gruesos lentes con estructura de carey.

-Disculpe que no me levante a recibirlo, -dijo, el seor Rivadeneira-


pero hay muchas cosas que a esta edad ya no puedo hacer. Tome
asiento por favor.

-Le agradezco profundamente que haya respondido a mi invitacin. Si


la razn de mi llamado no fuera tan importante, no lo habra

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molestado. No tengo tiempo, ni mucho menos energa para contestarle
muchas preguntas que usted, con justa razn debe tener, y que
merecen una respuesta. No podremos detenernos en minucias
intrascendentes, lo importante es que el destino nos haya puesto
frente a frente. Lo que s le puedo decir, es que no se arrepentir y
que su vida cambiar totalmente. Tendremos diez entrevistas y al final
usted ser el poseedor de Los Sagrados Manuscritos del Jaguar
Blanco.

Primero debe usted saber que soy el ltimo descendiente de un linaje


ancestral. Mi familia ha sido depositaria de un tesoro cultural muy
importante para la nacin mexicana. De generacin en generacin,
hemos guardado celosamente unos antiguos manuscritos que datan
del inicio de la Colonia. Existe una seal, segn la profeca, que dice
que los manuscritos debern ser dados a conocer a la luz pblica,
cuando el sol agote su largo camino. Como la profeca se trasmiti
de manera oral, sufri, -creo yo-, algunas deformaciones o
imprecisiones. Se hizo de esta manera porque a finales del siglo XVIII,
los manuscritos casi se deshacan por el clima y el tiempo. El punto es
que en m, se acaba el linaje de la familia Rivadeneira y no acertamos
a saber, cul era la seal precisa de la metfora. Por otra parte,
presiento que estoy a punto de morir y ya no hay tiempo. Seguramente
mi abuelo tena razn cuando deca que los manuscritos se deberan
revelar cuando finalizara La Cuenta Larga del antiguo calendario
maya. Eso fue hace dos aos, dud y no me atrev, ahora, no tengo
opcin, me estoy muriendo.

-En este punto Fernando, Puedo llamarlo as, verdad? asent sin
abrir la boca- no importa s fue la seal el fin de la Cuenta Larga, por
razones que no le puedo explicar ahora, usted ha sido el elegido para
recibir los manuscritos. En este momento, no le servira de nada, el
preguntarse por qu usted, y quin y por qu se le escogi. En la vida
no se puede estar dudando si se es o no se es, la cuestin verdadera
es que en la vida, se es, o no se fue nunca jams.

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-Me voy a permitir darte algunas instrucciones, que de no haber
inconveniente, te agradecer siga al pie de la letra. Tendremos diez
entrevistas. Iniciaremos a las siete de la noche, -la noche es mi
compaera y me da ms fuerzas-, terminaremos cuando tengamos
que terminar. Le relatar lo que contenan los manuscritos, porque por
el tiempo y la humedad los papeles se deshicieron poco a poco y mi
familia los aprendi de memoria para transmitirlos de generacin en
generacin. Por esta razn le tengo que contar la historia, porque yo
soy el manuscrito y est a punto de desintegrarse, no hay tiempo.

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II.- CAPTULO. La Huella en el tiempo.

Pas todo el da escribiendo y rescribiendo mis notas. Tena muchas


preguntas qu hacerle a don Anatolio. La historia me haba
embelesado y haba algo que intua, pero que no alcanzaba a
comprender con claridad. Quera saber quin escribi los manuscritos
y para qu. Cul era la razn de guardarlos en secreto tantos aos.
Esperaba con ansias que llegara la hora acorada para la primera
entrevista.

A las siete en punto escuch en la puerta el llamado de Caralampio,


quien con mucha parsimonia me condujo a la biblioteca.

-Buenas noches, -dijo don Anatolio-, espero que nuestra modesta


hospitalidad sea de su agrado. Disculpe el abandono de la casa, pero
al igual que la familia que la ocup desde hace muchos aos, est
llegando a su fin. La casa se construy a finales del siglo XIX y su
construccin fue la pasin de mi abuelo. Bsicamente es su diseo y
cada habitacin guarda muchos recuerdos y sentimientos. Debe usted
saber que la casa fue el corazn de la familia Rivadeneira.

Mi anfitrin haba mandado colocar una pequea mesa y una silla, en


frente de su silln. Sobre la mesa haba una lmpara que permita
escribir con comodidad, pero que mantena la penumbra de la
habitacin.

Don Anatolio rompi el silencio y dijo:

-Vamos a empezar por el principio. La historia que te voy a relatar,


como ya te dije, es la que estaba en los manuscritos, porque estos ya
se perdieron hace muchos aos deshechos por el tiempo. El texto fue

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escrito entre 1534 y 1536, de puo y letra del propio Gonzalo
Guerrero, el marinero espaol que naufrag en las costas de
Chetumal en 1511 durante una travesa de Panam a Cuba, cuando
fueron azotados por un huracn en el Caribe que los hizo naufragar.
Ser el propio Gonzalo Guerrero quien contar su historia.

Don Anatolio guard un largo silencio y de manera histrinica empez


a hablar pausadamente, como si estuviera posedo por un espritu
ancestral que usara su cuerpo regresando de ultratumba para dar su
testimonio.

Soy un hombre de mar, nac en el Puerto de Palos de la Frontera en


Huelva, del otro lado de la mar ocano, y quiero dejar testimonio de
los hecho que Dios, por su divina gracia, mand que yo viviera en
estas antiguas tierras del Anhuac, y de las cuales los hombres de
Castilla han querido borrar toda memoria de su grandeza.

Esta no slo es mi historia, es la historia de cmo los seres humanos


de remotos lugares y culturas diferentes pueden encontrarse y vivir en
paz. Es el testimonio de que existen otras formas de vivir, y que el oro,
el comercio y la guerra, no es lo nico por lo que se pude luchar en la
vida. Que Dios es muy grande y misericordioso y que est en todas
partes y a todos asiste. Jesucristo, Mahoma o Kukulcn, o como lo
quieran llamar los seres humanos.

Todo comenz una noche antes del naufragio. Haba sido un da con
mucho trabajo. El capitn nos mand a reacomodar y amarrar la carga
en las bodegas, porque el mar se empezaba a picar. Viajbamos en la
nao llamada La Santa Mara de Barca y zarpamos de Santa Mara la
Antigua del Darin con direccin a la Habana, era el ao de 1511.

En la cubierta se escuchaban las plticas a gritos y risotadas de los


hombres que venan de un rescate de oro, de tierra adentro. Cada
uno contaba su mejor historia llena de exageraciones y sangre. Es tan
injusto lo que hacen estos asesinos, arrasan por completo las aldeas
de pacficos indios, los aterrorizan y los matan como moscas, por
placer. Los toman prisioneros para venderlos como esclavos y se

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dedican a hurgar hasta en el ltimo rincn en busca de oro, plata y
perlas, para al final quemar las aldeas. Torturan a los prisioneros para
que confiesen dnde estn escondidos los supuestos tesoros. Y traen
con ellos, indios que entienden la lengua de los torturados, para gozar
ms sus felonas. Los torturados, no entienden de riquezas o tesoros y
mueren aterrorizados de manera miserable, sin comprender
cabalmente su tragedia.

En ocasiones, me acuerdo de mi lejana tierra, casi perdida en el


olvido. Una tierra dura, seca y magra, que apenas da para comer.
Donde por siglos hemos sido ferozmente explotados por los nobles y
los curas, por moros y judos o hasta por los castellanos, todos, como
garrapatas, se hinchan del aldeano, por eso me hice marinero. Lo que
la tierra no te d, que el mar te lo cumpla, dijo mi padre cuando le
inform que me iba a embarcar cuando apenas era un mozo. Mucha
gente se vino para ac por hambre, y la codicia los convirti en
bestias.

Los vientos huracanados me sacaron de mis pensamientos. Las velas


se desgarraban, los mstiles se rompan y el mar se encabritaba. La
tarde de repente se convirti en una oscura noche. Las nubes negras
cubrieron totalmente al sol. La tripulacin corra a cumplir con sus
deberes, unos achicaban desesperadamente, mientras otros trataban
intilmente de salvar las velas, mientras que los pasajeros, -entre ellos
algunas mujeres-, daban gritos mientras se les salan los ojos de las
orbitas por el pnico. El viento ruga, el agua inundaba todo el barco y
la madera cruja a punto de quebrarse. Me di cuenta que el naufragio
eran inminente, se haba perdido el control de la nave y en medio de la
tormenta bamos al garete.

No s cmo sucedi, pero despus de que la nave se hizo pedazos


estaba en un batel junto a otros sobrevivientes. Me encomend a Dios
y en medio de la noche la tormenta nos devor.

Era muy de maana cuando el golpeteo montono de una cadena que


chocaba contra el casco del batel me despert. Habamos sobrevivido
veintids hombres y tres mujeres, eso es todo lo que qued de la nao.
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Pasamos muchos das a la deriva. La sed, el hambre y las
quemaduras por el ardiente sol parecan el prembulo de nuestra
inminente muerte.

Arrastrado por las corrientes, el batel se acerc a las costas de


Chetumal. En la agnica travesa murieron casi todos, durante sta,
bebimos nuestra propia orina, comimos pedazos crudos de carne
humana. Los tiburones escoltaron el batel prestos y vigorosos para
disputarse violentamente los cadveres que echamos uno a uno al
mar. Cuando los seres humanos llegan a estos horizontes, se pierde la
vergenza y casi, la condicin humana.

Por el designio de Dios nuestro Seor, solo llegamos a tierra ocho


sobrevivientes. Dos mujeres y seis hombres. Una doncella de
compaa de una pudiente mujer, esposa de un alfrez real que muri
al desbaratarse la nave. Una prostituta que iba a Cuba a buscar mejor
fortuna, cuatro aventureros que haban estado rescatando oro, un
cura y yo, Gonzalo Guerrero, el nico marinero.

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III.- CAPTULO. El tiempo del no tiempo.

Pas el da reflexionado sobre lo que haba aprendido de la historia y


organizando mis notas. Poco se conoce la historia antigua de Mxico.
Y lo poco que mencionan los libros de texto es sobre los mexicas, de
su podero, de cmo dominaban todo Mxico, que hacan sacrificios
humanos, que eran politestas y que fueron vencidos por un puado
de valientes conquistadores.

Me acuerdo que le en la dcada de los aos ochenta un libro titulado


Gonzalo Guerrero, del escritor Eugenio Aguirre. Su vida se me hizo
como la de un Robinson Crusoe, porque en general, poco se habla
en el sistema educativo nacional sobre este personaje. De modo que
me sorprendi mucho que el autor de Los Sagrados Manuscritos del
Jaguar Blanco fuera el marinero que naufrag en las costas de
Quintana Roo.

Por la maana, fui a tomar una cerveza a los portales del centro. Visit
la Casa del conquistador Francisco de Montejo, y me sorprendi, que
en la fachada estn labrados dos conquistadores con sendas picas,
posados sobre las cabezas de cuatro indgenas mayas, smbolo de lo
que ha acontecido en estas tierras a travs del tiempo, record
entonces un fragmento del Chilam Balam de Chumayel que dice: Los
Dzules slo haban venido a castrar al Sol! Y los hijos de sus hijos
quedaron entre nosotros, que slo recibimos su amargura.

Camin frente a la inmensa Catedral, que ms semeja una fortaleza


que una iglesia. Cuando observo estos edificios en todo mi pas,
percibo el miedo que le tenan los espaoles a los conquistados. Visit
el fascinante mercado, lleno de olores, colores, texturas, culturas y
rostros tan diversos. Queda claro que en la pennsula sigue vivo el
sistema de castas colonial. Por la tarde regres ansioso a mi cita con

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don Anatolio, la casa de don Anatolio est en la primera calle del
paseo Montejo.

Cumpl puntualmente con todo el ritual, salud a don Anatolio, quien


se mostraba impasible, como un ministro antes de iniciar la ceremonia.
Acomod mis cosas sobre la mesa y cuando advirti que ya estaba
listo, comenz su discurso.

La marea nos arroj sobre la playa, ah fuimos asistidos por unos


nativos, porque ya no tenamos fuerzas ni para caminar. Nos cargaron
y nos llevaron a una pequea aldea de pescadores que estaba muy
cerca de la costa.

Inmediatamente nos ofrecieron agua y nos curaron las heridas,


especialmente las llagas que nos haban provocado los inclementes
rayos del sol. Despus nos dejaron dormir en una gran palapa, que
era la casa comn que haba en el centro de la poblacin. Una palapa
rectangular en donde solo haba postes y hamacas, al fondo, en una
pared lateral se encontraba un extrao altar. Dormimos todo el da y
toda la noche. Por la maana unas mujeres nos trajeron alimentos y
posteriormente llegaron las autoridades de la comunidad.

Con seas nos hicieron entender que debamos esperar a que


llegaran autoridades superiores y que mientras tanto descansramos.
Un grupo de nios curiosos eran nuestros guardianes. Por la tarde
las dos mujeres y el cura rezaban y los cuatro aventureros empezaron
a discutir qu se deba de hacer. El ms joven de los hombres se
dirigi al altar y tom de una caja hecha de palma, perlas y coral que
ah estaban guardados.

Los nios le avisaron a los adultos, de modo que en instantes la


habitacin estaba llena de gente. Dos hombres empezaron a registrar
al ladrn y ste sac de entre sus ropas un pual e hiri a los hombres
que lo registraban. Despus de un conato de violencia, en el que los
nativos sometieron al agresor y se llevaron a los heridos, nos ataron a
todos a los troncos centrales de la palapa.
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Dos das despus lleg a la comunidad un contingente de guerreros y
nos llevaron a una pequea ciudad en dnde seramos sometidos a un
juicio.

Nos alojaron en una habitacin construida a cal y canto, que slo tena
una puerta. Posteriormente lleg un funcionario con un hombre que
saba un poco de castellano. Los pueblos mayas saban
perfectamente lo que estaba sucediendo en sus tierras desde 1492. La
comunicacin en el Cem Anhuac y en el Caribe, era permanente y
constante desde decenas de siglos atrs.

Se saba que los castellanos haban exterminado a todos los


habitantes de las islas del Caribe. Conocan perfectamente los
mtodos de exterminio y saqueo. La presencia y las actividades de
los castellanos eran conocidas en casi todos los territorios de tierra
adentro. En esos 19 aos los avistamientos, las refriegas y los
naufragios eran comunes, nada que sorprendiera o ignoraran nuestros
captores.

Gracias a los traductores indgenas que haban escapado del


cautiverio de los castellanos en las islas de mar adentro, pero que
haban aprendido un poco su lengua, fuimos interrogados cada uno
por separado, de modo que se enteraron quines ramos y qu
hacamos. Estaramos en cautiverio hasta el da de la asamblea,
donde se decidira qu hacer con nosotros.

Al cumplirse la fecha, en un gran ceremonial se presentaron las ms


altas autoridades del lugar, as como la mayora del pueblo, se inici el
juicio. Un hombre de alta potestad relat todas las atrocidades que se
haban cometido desde la llegada a sus tierras por los invasores.
Posteriormente, la autoridad de la comunidad de pescadores que nos
rescat describi todo lo que haba sucedido, incluyendo el robo y las
lesiones causadas a su gente.

La autoridad pregunt, qu se deba de hacer con nuestras vidas. En


la asamblea podan hablar todos, pero solo decidan los que haban
servido con eficiencia a la comunidad. Despus de horas de

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escucharse, proponer y debatir, finalmente llegaron a la conclusin
que sera el consejo supremo en pleno quien dara la ltima palabra a
las propuestas sugeridas por la asamblea.

Esperamos cinco das ms y finalmente se nos comunic la sentencia.


Los cuatro aventureros seran ejecutados por todos los asesinatos
cometidos desde el inicio de la invasin. Las dos mujeres, el cura y yo,
seramos vendidos como esclavos para pagar simblicamente lo que
los castellanos se haban robado en el mismo periodo. Nos
perdonaron la vida porque no ramos gente de espada y cuchillo.

Veinte das despus del juicio, fuimos llevados al mercado para


vendernos en una subasta pblica. El lugar era muy amplio y muy bien
organizado. No usaban la moneda, ah todas las transacciones se
hacan por trueque, lo que produca un murmullo muy melodioso y
sonoro al acordar los intercambios.

Los cuatro prisioneros fuimos conducidos a un patio interior y ah, un


reducido grupo de compradores realiz la compra con las autoridades
correspondientes. En breve tiempo cada uno fuimos comprados por
separado. Tiempo despus supe que las dos mujeres murieron muy
pronto, porque no soportaron el trabajo pesado como mujeres de
servicio domstico. El cura se gan el respeto de la gente, porque se
mantuvo fiel a sus votos y no rehua el trabajo pesado. A m, me
compr un hombre muy extrao y poderoso que viva al Norte, en
medio de la selva.

A la maana siguiente sal con un grupo de hombres hacia el interior


de la selva. Caminamos diez das hasta llegar a unas construcciones
muy impresionantes. No era una ciudad habitada, ms bien, pareca
un inmenso monasterio. Uno de los hombres que me custodiaba saba
un poco de castellano y me dijo que l era el responsable de
ensearme a hablar su lengua. Que el hombre que me haba
comprado era un gran sabio y que todos los que vivan en ese recinto
eran estudiantes de un antiguo conocimiento. Que ms tarde el
hombre sabio hablara conmigo. Me asignaron una pequea
habitacin en un gran edificio rectangular que estaba profusamente
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decorado en su exterior con grecas y figuras complicadas, en ese
momento no entenda nada de esa decoracin. La habitacin tena
una especie de cama de piedra, una hamaca y unos canastos tejidos
en palma con diversos objetos y textiles.

As fue como inici mi aprendizaje de la lengua. Mi maestro era un


hombre maduro que saba hablar un poco el castellano, aunque
siempre me hablaba en lengua maya. Tena dos sesiones al da, muy
de maana, cuando el ambiente todava era fresco y por la tarde,
cuando el sol estaba bajando. Nunca en mi vida haba tenido un
maestro y nadie me haba enseado nada, en mi tierra no haba
escuelas para los vasallos. Durante el da me invitaban a realizar
actividades manuales para satisfacer las necesidades de vida. Poco a
poco, fui entendiendo la forma de vida de la gente de esta tierra.
Gente muy tranquila y ceremoniosa.

As pasaron cuatro meses hasta que aprend a entender y hacerme


entender en la lengua maya. No s si fue la necesidad o el mtodo,
pero se me facilit mucho y avanc velozmente en poco tiempo.
Esperaba con inquietud el encuentro con el hombre sabio que me
compr.

19
IV. CAPTULO. En el Ombligo de la Tierra.

Toda la noche so con la historia que me haba relatado don


Anatolio. No fue un sueo continuo, ni una pesadilla. Ms bien, se
repetan las imgenes, una y otra, a gran velocidad, los pasajes qu
ms me impresionaron tomaron rostro y casi escuchaba sus voces.

Despert un poco angustiado. Tal vez confuso o abrumado. El olor del


caf lleg hasta mi aposento, y despus de entrar por mi nariz, me
levant y me llev al gran comedor, en donde estaba dispuesto mi
exquisito desayuno. Nunca supe si haba una cocinera o era el propio
Caralampio quien preparaba los alimentos, lo cierto es que siempre
me parecieron muy sabrosos y con excelente sazn.

Pas el da elaborando mis notas y consultando varios textos


histricos sobre la conquista de Yucatn y la cultura maya as como de
la historia antigua de Mxico. Me estaba involucrando tanto en los
relatos de don Anatolio, que se estaba convirtiendo en un asunto
personal, ms all, de la nota periodstica. Algo profundo y vital se
mova en mi interior.

Me senta muy cmodo en mi habitacin a pesar de ser tan austera. A


pesar de que la casa pareca abandonada por falta de mantenimiento,
no era un lugar desagradable. Por el contrario, algo inexplicable me
pasaba, me senta acompaado, como si me observaran, pero sin
sentirme amenazado, por el contrario. La casa tena una energa muy
clida y amigable, especialmente las paredes, pareca que tenan vida
propia y me observaban con atencin todos mis movimientos.

Como siempre a las siete en punto, Caralampio toc discretamente a


la puerta. Todo estaba dispuesto, don Anatolio callado esperaba a que
acomodara mis cosas sobre la mesa. Cuando termin, le dije a don
Anatolio.

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Tengo algunas preguntas que me gustara hacerle para entender
mejor la historia. -Adelante, contest.

-En general, la Historia Oficial, es decir, los textos escritos por los
espaoles, ponen a los mayas como gente primitiva y a los europeos
como gente civilizada en el descubrimiento de un nuevo mundo. En
la historia que usted me est relatando, pareciera que sucedi al
revs. Por ejemplo, la historia dice que a Gonzalo y a Gernimo no los
mataron los mayas porque estaban tatuados y eso, segn dicen, para
los mayas significaba que eran importantes y que podan pedir rescate
por ellos. Usted tambin lo considera as?

Se hizo un gran silencio y despus de que don Anatolio se dio cuenta


que no preguntara ms, me contest con una voz cansada.

-En la historia de la humanidad, la historia siempre la han escrito los


vencedores dijo don Anatolio arrastrando la voz- Qu, no te ense
tu maestro de primaria el libro de texto de historia en el que se habla
de La Batalla de la Noche Triste, cuando los mexicas vencieron a los
espaoles matando a la mitad de los invasores? Las fuentes escritas
por los europeos durante la colonia y en todas las pocas, tratan por
todos los medios de hacer pasar la invasin y el holocausto posterior,
como un glorioso hecho de armas y un gran logro civilizatorio para
Occidente. La civilizacin contra la barbarie, la iglesia contra la hereja.
Ningn pueblo del Anhuac usaba la moneda, incluidos los mayas
cmo entonces iban a pedir rescate, sera en dlares o en euros, -dijo
con sarcasmo-. Esta es una de las tantas mentiras de los textos
oficiales, y vienen del mundo europeo, en donde s se pedan rescates
entre moros y cristianos.

Don Anatolio call y un pesado silencio se apoder de la oscura


habitacin. No me atrev a hablar. Inexplicablemente me sent culpable
de lo sucedido haca cinco siglos y de mi ignorancia.

-Solo eso pudo tratar de ocultar el crimen de lesa humanidad que


ocurri, no slo en Mxico, sino en todo el continente, desde Alaska
hasta la Tierra del Fuego. -Sigui diciendo don Anatolio, con voz

21
suave-. Debes de saber que el Capitalismo va a surgir en la Europa
pauprrima de finales de la Edad Media, justamente cuando se
lograron capitalizar a travs de la explotacin de la mano de obra
esclava y la depredacin y saqueo de los, -al parecer-, inagotables
recursos naturales del continente. Con este robo Europa se hizo rica y
los Mercaderes iniciaron la conquista del planeta.

-Los mayas posean una ancestral cultura muy elevada y refinada, de


eso no queda la menor duda. Y debo decirte que no eran solo los
mayas. Desde el principio de la invasin, los colonizadores han
estudiado a los pueblos y culturas invadidas, por sus diferencias, no
por sus semejanzas. As que los conocimientos de los mayas eran los
mismos conocimientos de todos los pueblos del Cem Anhuac. No es
la cuenta del tiempo maya o el Calendario Azteca, es la sabidura
compartida y recreada por ms de treinta siglos por una sola
civilizacin, con muchas culturas diferentes en tiempo y espacio, pero
todas unidas por una misma matriz filosfico cultural.

Esa sencilla y simple verdad call como un misil dentro de mi corazn


y averi sensiblemente mi concepcin colonizada de la Historia
Oficial. Ahora era don Anatolio el que esperaba que terminara mi
catatnico silencio y me pudiera reponer.

Pasaron unos minutos y don Anatolio, empez a relatar los


memorizados manuscritos con un matiz diferente en su voz. En
verdad, pareca como si don Anatolio fuera posedo por una fuerza o
energa que ya empezaba a sentirse en la habitacin. As que continu
diciendo:

-Lleg el da en que deba de conocer al hombre sabio que me compr


en Chetumal. Dos das antes, dej de tener clases y me pidieron que
estuviera en una habitacin oscura, que estaba bajo tierra, en los
cimientos de una pirmide. A pesar de no tener luz o ventilacin
aparente, el lugar se encontraba lleno de aire puro y estaba fresco. En
el cuarto pequeo haba una piedra rectangular, como de medio
cuerpo de altura y un poco ms larga que un hombre. Las bases de la
piedra estaban profusamente labradas al igual que las cuatro paredes.
22
En determinado momento lleg por m un hombre que estaba
totalmente pintado de negro y blanco, sobre la piel se advertan las
formas de los huesos teidos con los pigmentos, como si fuera un
esqueleto. Llevaba un pequeo incensario y una lmpara de tenue luz.
Me pidi que lo siguiera y empezamos a caminar por unos
complicados pasillos subterrneos, compartiendo el espacio con
pequeos canales laterales que llevaban agua, lo que produca por la
acstica un sonido muy melodioso del agua, y al final, empezamos a
bajar por unas escaleras hasta llegar a un saln que estaba iluminado
con pequeas antorchas.

Me indic que me sentara en un petate en el centro de la habitacin y


el hombre de la lmpara se retir en seguida.

-Espera a que se abra tu corazn y se despierte tu entendimiento, dijo


antes de partir. Pas entonces un largo tiempo, hasta que de pronto
escuch con claridad una voz dulce que me dijo.

-Bienvenido al inframundo, aqu, en el corazn de nuestra amada


Madre Tierra. -La voz pareca que sala de las cuatro paredes y debido
a la penumbra no ubicaba en dnde estaba la persona que me
hablaba. Poco a poco empec a percibir la silueta de un hombre
sentado con las piernas cruzadas, sobre una loza de piedra a manera
de estrado.

-Mi nombre es Jaguar de la Noche, soy el responsable de este recinto.


El ser humano est rodeado de enigmas, -continu hablando con voz
dulce-, en el centro de un mundo misterioso, pero solo el Verdadero
Hombre, puede escuchar a su corazn y los sonidos del mundo, para
conocer los designios de Aqul por quien se vive, el que es Noche
Viento, el que est Aqu y all, en todas partes al mismo tiempo. Cada
uno de sus hijos tiene una sagrada misin en la vida, porque l, ha
depositado en cada uno de nosotros una fraccin de su infinito amor.

-Has de saber, que en estas milenarias tierras se han guardado los


secretos de la humanidad. No es el nico lugar. Existen varios
23
ombligos del mundo sobre el inmenso vientre de nuestra Madre
Tierra y todos estn conectados entre s, con lo mejor de los pueblos
que conforman este ombligo, el del Cem Anhuac, los hijos ms
conscientes y amorosos tenemos la responsabilidad de preservar los
secretos del Universo y mantener el dialogo con nuestra Madre y sus
hermanos del cosmos.

La vida humana en la Tierra, como todo, se encuentra sujeta a


poderosos y misteriosos ciclos. Como el da y la noche, como el agua
que baja convertida en lluvia y sube transformada en vapor. As los
humanos, vivimos ciclos csmicos regidos e integrados por las fuerzas
del Universo. Hasta ahora, hemos vivido cuatro humanidades
anteriores y estamos en la quinta. El momento del cenit luminoso de
nuestro Sol ha pasado, ya hace mucho tiempo. Estamos en la tarde de
este ciclo y como tiene que ser, entrar la noche. Y es justamente por
esto que el destino cruz nuestras vidas.

-Has de saber que los Viejos Abuelos dejaron dicho que antes de que
terminara la tarde de nuestro Quinto Sol, aparecera en estas tierras
un hombre muy importante para nuestro destino, y que ese hombre
sera llamado el Jaguar Blanco, la seal que lo distinguira, sera que
llevara en su corazn a la Serpiente Emplumada. Cuando llegu al
mercado en Chetumal, vi que tenas tatuada en el pecho la cabeza de
la serpiente con alas, entonces comprend de inmediato, que eras el
hombre de la profeca, el Jaguar Blanco.

Lentamente me llev la mano a mi pecho. Me encontraba atnito,


efectivamente, yo tena tatuada la cabeza de un dragn con alas en el
pecho. Sent que se me aflojaban las piernas y que el estmago se
desprenda. En Sevilla un moro, que deca que haba estado en tierras
lejanas por donde sale el sol, haba aprendido el oficio del tatuaje y
posea diseos misteriosos. En aquella ocasin, al ver el dibujo del
dragn alado mi corazn empez a latir con fuerza. Pareca que se me
sala por la boca. Qued fascinado e hice que el sarraceno me lo
tatuara justo en el corazn.

24
-Debes de saber que en estas milenarias tierras existe un legado de
sabidura, que todos nuestros pueblos, han ido acumulando y
perfeccionando. Esta sabidura fruto de la experiencia de la vida, se
inici desde que se descubri el arte de la agricultura, como la
amorosa relacin con La Madre Querida y la maestra de la
alimentacin que implica la magia de transformar la energa vegetal en
energa humana. Sigui con los misterios de la medicina, como la
develacin del equilibrio energtico y el arte de la educacin, como la
formacin de rostros propios y corazones verdaderos en nuestros
nios, y finalmente, el portento de la organizacin comunitaria, la
sublime sabidura de mandar obedeciendo. Las matemticas y la
astronoma han sido nuestra especialidad porque es un lenguaje
divino, perfecto y exacto por todos compartido. A travs de sucesivas
generaciones y en muchos pueblos, no solo los mayas, hemos ido
perfeccionando, decantando y compartiendo estos conocimientos que
nos han permitido satisfacer, los desafos que presentan el
mantenimiento de la vida, la familia, la comunidad y el Universo. Lo
ms trascendente, es encontrar el camino para llegar a reunirnos con
Aqul por quien se vive. Me refiero al sutil campo de trascender la
existencia material. Para nuestros Venerables Maestros Toltecas, esto
sucede cuando el ser humano llega a su mximo logro existencial, al
convertirse en un racismo de luz consciente, que regresa a la fuente
primigenia de esa Luz. -Jaguar de la Noche guard unos instantes
silencio, cerr sus ojos y comenz, con voz pausada a relatar un
canto sagrado.

Y comprueba el ritmo
de la luz blanca exacta
midiendo el conocimiento
y lo ms precioso que encierra.
Porque l es quien puede
ver en la oscuridad y
posee suficiente poder
para saber como
se crea la luz.
Y sabe el secreto de la armona
y de todo lo que vive,
25
porque l es el Men
que conoce el sonido de la luz
y del sonido sagrado.

-Hace ya mucho tiempo que esta sabidura lleg a su nivel ms


elevado,- prosigui- y como todo en el mundo y la vida, vino su
momento de decadencia. Nuestros Venerables Maestros se vieron en
la necesidad de partir, pero nos dejaron dicho que esta sabidura
regresara de nuevo entre sus hijos. Ese tiempo, no es este tiempo.
Sin embargo, esa sabidura es la que ha guiado a la mayora de los
pueblos y se ha mantenido de dos maneras entre sus hijos. Sobre la
tierra que pisan a travs de los usos y costumbres ancestrales. Y bajo
la tierra, en el mundo del Seor y Seora de la Muerte, el inframundo.

-Esta sabidura naci, a travs de miles de aos, de la observacin de


la naturaleza y de la mecnica celeste. aadi con voz suave y
pausada-. Y sabiamente, los Venerables Maestros, nos la han dejado
en metforas, de modo que con slo ser un observador consciente del
mundo, se pueden retomar esos conocimientos.

-Este recinto, en el que has vivido un tiempo y aprendido nuestra


lengua, se llama El Recinto del Jaguar Negro. Como te has dado
cuenta, no es una ciudad, ni una escuela y a pesar de ser tan grande,
vivimos relativamente muy poca gente en el lugar. Como este sitio,
existen otros que an realizan su ancestral misin, para lo que fueron
creados, en el Cem Anhuac, muchos otros ms, fueron abandonados
y destruidos por el tiempo y por la selva. Esto sucedi cuando
nuestros venerables maestros partieron de la superficie del mundo.

Debes de saber que en el origen de los tiempos de la Toltecyotl, la


primera mujer y el primer hombre, los seores de nuestra carnalidad,
creados por Aqul por quien vivimos, tuvieron cuatro hijos, los
portadores de la energa creadora. Esta historia la cuentan todos los
pueblos del Cem Anhuac, con sus particulares variantes, pero en
esencia, la metfora es la misma. Cada uno de estos hijos tuvo su
nahual que fue un jaguar. El del Norte se llam Jaguar Negro,

26
tambin conocido como el espejo humeante, el guardin de la
memoria y el recuerdo. El segundo, el del Este, llamado Jaguar Rojo,
el guardin de la conciencia. El tercero fue el del Sur, el Jaguar Azul,
llamado el guardin de la voluntad de poder. Y finalmente, el cuarto,
el del Oeste, el Jaguar Blanco llamado el guardin de la Serpiente
Emplumada. Los cuatro jaguares son portadores de la energa
creadora que siempre debe estar en sagrado equilibrio. De esta
manera podemos entender la metfora como la energa Madre
representada en el Jaguar de fuego, el jaguar de viento, el jaguar de
agua y el jaguar de tierra. Los cuatro jaguares o sus nahuales, actan
en el tlaltpac juntos y cercanos como los dedos de la mano, para
crear el mundo en el que vivimos.

-Esta es la Casa del jaguar Negro, nuestra misin es mantener viva la


sabidura de la Serpiente Emplumada. Sabemos, porque as lo dejaron
dicho nuestros Venerables Maestros, que vendrn tiempos difciles, la
noche del tiempo oscuro se aproxima dijo impasible- y, seguramente
tiene que ver con lo que tu gente est haciendo en las islas de mar
adentro y en las costas. Se acerca el tiempo del no tiempo.
Sabemos, desde aos, que nos estn esclavizando y masacrando.
Una absurda locura por el oro les ha hecho perder la razn y el alma.
Sabemos que pronto llegarn hasta nuestras tierras y antes de que
eso suceda, nuestros linajes se protegern en lugares a los que
ustedes jams podrn llegar y menos conocer.

-Como parte de estas profecas, sabamos de la llegada del Jaguar


Blanco. Nuestro deber es darte la sabidura ancestral y desaparecer
de esta realidad. Partiremos a lo inconmensurable. Honestamente, no
sabemos cul es tu misin especficamente. Eso, t lo debers
descubrir a travs de tu Poder Personal. Esa es tu Batalla Florida.
Confiamos en que logrars cumplir tu misin.

-Por ahora te pondr en manos de un hombre de conocimiento, el


maestro ms antiguo en el recinto, quien tendr la delicada misin de
entrenarte en el Camino de los Guerreros de la Muerte Florecida.
27
Tendrs que confiar en l, ms all de lo que humanamente, se puede
confiar, tu vida y tu cordura, literalmente estarn en sus manos.

Conocers la sabidura ms elevada de los Sagrados Misterios de la


Serpiente Emplumada. En general, esta informacin ha estado oculta,
an en los luminosos das de gloria del Cem Anhuac. El pueblo, el
ala y la cola, desconocen esta compleja sabidura, que es el fruto ms
preciado de nuestra civilizacin.

Necesitars empearte con el corazn encendido y con toda la pasin


de tus entraas en esta tarea, requerirs de toda la disciplina, tendrs
que ser mortalmente responsable, usando todas tus capacidades,
tanto conocidas como las que vas a descubrir. Deber nacer en ti, un
intento inflexible y absoluto, una confianza ciega en tu impecabilidad.
Tendrs que reducir a la nada tu ser actual y construir, al mismo
tiempo, a un guerrero impecable y humilde. Esa enorme tarea la
tendrs que realizar en muy poco tiempo. Estoy seguro que lo
logrars, y cuando termines, nos volveremos a ver en esta habitacin.
A trabajar, que el tiempo del no tiempo est por llegar.

28
V. CAPTULO. El secreto de los seres conscientes.

A la maana siguiente, cuando abr los ojos en mi habitacin, sent


claramente una mirada penetrante, -que tal vez fue la que me hizo
despertar-, de un rostro que claramente se defina en la pared.
Cuando pude despertarme totalmente y enfoqu mi atencin en la
pared, me dio la impresin que el rostro vertiginosamente se
escondi atrs del muro, entre los colores difusos producidos por la
humedad. Yo sent que alguien me observaba cuando dorma.

Despus de ducharme y vestirme, empec a darle vueltas a lo dicho la


noche anterior por don Anatolio. Me vi envuelto en profundas dudas y
contradicciones sobre todas las notas que haba tomado. Estaba
confundido, me resultaba difcil, en principio, creer que los mayas
tuvieran un conocimiento tan profundo del destino. La amenaza de la
llegada de los europeos, realmente no requera ningn saber
extraordinario. Era lgico, con la comunicacin eficiente que tenan
entre los pueblos y culturas. Siempre nos han hecho creer que aqu,
antes de la invasin, existan pueblos aislados y fragmentados
culturalmente, como un gran archipilago inconexo, que los europeos
unieron con la espada y la cruz. Pero al pensarlo bien, los mayas
aparecen en todas partes del Anhuac, sea en Cacaxtla, en Tlaxcala;
Xochicalco en Morelos o en Daynz en Oaxaca.

Me intrigaba ese conocimiento milenario. Hemos aceptado por la


colonizacin-, que nuestros antepasados no tuvieron un milenario
conocimiento, que slo tenan una sangrienta religin politesta a
diferencia de las civilizaciones de China e India, que son tan antiguas
como la nuestra, y donde se reconoce ante todo, su filosofa. Sin
embargo, pensndolo bien, existe una lnea de pensamiento comn y
compartido entre todos los pueblos del Anhuac, no solo en lo
filosfico, calendrico, matemtico, etc., sino en algo que es obvio y
que extraamente no reparamos en ello.

29
Todas las civilizaciones antiguas del mundo construyeron pirmides,
sin aparentemente ponerse de acuerdo. Todas contaron con una
slida y saba estructura de conocimientos que occidente llama
filosofa, es decir, que todos los pueblos amaron la vida y la
sabidura, y buscaron desentraar sus secretos y misterios. Los chinos
y los indios, -en China y en India-, que son pueblos tan antiguos como
los nuestros, fundamentan -hasta la actualidad-, su existencia en sus
milenarios conocimientos. Nosotros no lo hacemos. Ms an, los
tratamos de destruir y menospreciar, como dice Enrique Krauze, solo
es un mtico pasado precolombino.

Esper con impaciencia el encuentro con don Anatolio por la noche. Al


llamado discreto y puntual de Caralampio, me dirig a la biblioteca. En
el camino me sent observado. No era un sentimiento negativo o que
me inspirara miedo. Por el contrario, cada da la casa me pareca ms
familiar y acogedora la vieja casa, pareca como si tuviera vida propia.

Sentado en su gran silln estaba mi anfitrin. Pareca una escultura en


alabastro, sus facciones no semejaban en absoluto a los mayas.
Cuando todo estaba listo para escucharlo, don Anatolio inici la
conversacin.

-La historia del marinero espaol que naufrag en las costas de lo que
hoy es el estado de Quintana Roo, muchos mexicanos la desconocen,
de hecho, a la gente comn la han enseado a no tener necesidad de
conocer su pasado ancestral, vamos ni siquiera el pasado ms
reciente. El mexicano sufre de una amnesia total, un mal provocado
a propsito para poder manipularlo y neutralizarlo. Por eso a muy poca
gente le ha importado esta interesante historia que debera ser la base
del supuesto pas mestizo en el que vivimos. Mi familia ha guardado
celosamente la historia todo este largo tiempo.

Supongo que mi abuelo y mi padre, modificaron de un castellano del


siglo XVI al espaol del siglo XXI, en el que lo estoy relatando, ha
cambiado la forma, pero no el fondo. Mi padre estaba totalmente
convencido que el documento lo haba escrito de puo y letra,
Gonzalo Guerrero y desde nio me motiv, no slo a aprenderlo, sino
30
a estudiar la historia. Mi familia no es maya, pero a estas alturas
tampoco es espaola, ni francesa o libanesa. Realmente no sabemos
qu somos, pero eso no tiene importancia, de ello slo se ocupa la
gente ignorante y racista. Porque lo importante es, qu es lo que uno
quiere ser. Ah tiene usted al mexicano ms universal, un indgena
zapoteco, Benito Pablo Jurez Garca.

Y en ese sentido, mi abuelo le inculc a mi padre y l a m, un gran


amor a la raz ancestral de nuestra cultura y de nuestra identidad
como pas. Somos mestizos culturalmente, como la mayora de los
pases del mundo, pero resulta indiscutible que la base o los cimientos
de este valioso mestizaje vienen de los pueblos y culturas originarios.
Tambin, es indiscutible, que la gran mayora del pueblo de Mxico
tiene, cultural y biolgicamente en la cultura Madre, la base de su ser,
su raz ms profunda.

El problema de este pas, es que desde 1821, nunca se ha tomado en


cuenta la herencia cultural de la civilizacin Madre y a sus
descendientes sanguneos y culturales. Las decisiones y el poder
siempre han estado en manos de un puado de gente que ve con
desprecio o indiferencia a la civilizacin Madre y a sus descendientes.
Durante todo el siglo XIX y ms all de la mitad del siglo XX, la gran
mayora del pueblo tuvo un origen indgena y campesino. Apenas en
1970, el setenta y cinco por ciento de la poblacin de Mxico viva en
el campo. Este flagelo de no tomar en cuenta a la mayora de los
habitantes del pas, en el diseo y construccin de la patria, nos ha
llevado a vivir la crisis actual. El origen de la crisis es de carcter
histrico y cultural. Se ha excluido lo esencial y valioso de nuestra
civilizacin Madre en la conformacin del pas. Debo de decirle que mi
padre me envi a estudiar a Europa y como puede ver en mi
biblioteca, me volv un autodidacta y especialista en la historia de
Mxico.

La explicacin de don Anatolio le dio otro enfoque a la transmisin de


los manuscritos. Justamente era esa aparente inconexin, entre quien
estaba narrando una historia del siglo XVI y quin, supuestamente, la

31
haba escrito. Don Anatolio era un experto, con alta educacin
acadmica y sin embargo, crtico de la Historia oficial. La historia me
empez a atrapar con mayor fuerza.

Estaba ensimismado en mis pensamientos, cuando don Anatolio


empez a relatarme la historia de los manuscritos, pareca
transformado en otra persona.

Y volvi a posesionarse de l, la voz del Jaguar Blanco y habl:

-Comenz entonces una nueva etapa en mi formacin en El Recinto


del Jaguar Negro. Mi maestro se llam Jaguar de Luz, todos los
maestros tenan el ttulo de Jaguar y un segundo nombre por su
destino. No podra decir qu edad tena, en momentos aparentaba ser
muy anciano y en otros, ser un joven disfrazado de anciano. Su
carcter era apacible, severo y firme, pero agradable y tierno. Gracias
a la lengua, su enseanza fue directa, aunque, llena de metforas que
no obstante lo poticas eran claras y objetivas.

Lo primero que me dijo fue, que el objetivo de la ancestral enseanza


que me iba a trasmitir, se basaba en dos reas. La primera tena que
ver con la parte intangible de m ser, con las ideas que tena de m y
del mundo en el que viva. Un rea muy compleja relacionada con la
percepcin. La segunda rea tena que ver con la parte tangible de
mi ser, es decir, mi cuerpo y su meticulosa disciplina para encontrar
una perfecta armona entre lo que pensaba y lo que haca. El objetivo
era encontrar el perfecto equilibrio y armona entre una y otra, para
encontrar la quietud y el balance interior. Los Venerables Maestros
metafricamente a la primera la relacionaron con el quetzal y la
segunda con la serpiente. Como el tatuaje que se ve en la parte
izquierda de tu pecho. Dijo, sealando con el dedo ndice mi pecho.

La enseanza en el campo de la serpiente se realizar a travs de


ejercicios y tareas que tendrs que cumplir, hasta que hayas logrado
templar tu voluntad inflexible, y poner a punto tu cuerpo y tus sentidos.
La enseanza en el campo del quetzal ser ms abstracta y

32
trabajaremos campos de percepcin energtica del mundo y de la
vida.

El objetivo de la enseanza del quetzal era que yo pudiera percibir la


riqueza y diversidad de lo existente en m alrededor. Que me diera
cuenta que existan muchas realidades o mundos en este mundo o
en esta particular realidad. Que el mundo estaba constituido, en su
esencia ms pequea, en un inconmensurable universo de
pequesimos filamentos de energa, que al agruparse constituan
cargas energticas. Que el ser humano era un conglomerado de esas
cargas y que a su vez, poda percibir a un nmero limitado de esas
cargas a las que llama su mundo o realidad, pero que coexistan
otros campos que no poda percibir, constituyendo la totalidad de su
realidad.

Lo maravilloso del ser humano, no solo consiste en que es energa,


sino que, su mayor logro es que puede producir la energa ms pura
del Universo. El ser humano es un creador de energa. La misin que
tenemos como humanidad es producirla, ya que a su vez, es alimento
de otros conglomerados energticos mucho ms elevados y
complejos. As de sencillo y demoledor para el ego humano que se
cre, de manera natural, la parte ms elevada de la creacin. Por esta
razn el ser humano est directa y totalmente vinculado con el
Universo, y por tal, la inmensa responsabilidad de mantener el
equilibrio.

A lo largo del tiempo humano se han creado los seis Ombligos de la


Tierra, donde los seres humanos y el planeta han armonizado sus
energas para producir niveles de consciencia en un selecto grupo de
personas que pueden llegar, por mtodos muy complejos y casi
imposibles de logar, a un nivel de consciencia mucho ms
desarrollado y pasar a otro nivel de percepcin y accin energtica.

Mi maestro me inform, que me sera dada, una parte muy limitada de


la instruccin para lograr esos elevados estadios de consciencia. Que
mi caso era muy especial, porque en general, las personas que se
preparan en estos centros de estudio e investigacin, eran
33
seleccionadas desde que nacen. Esto, debido a su conformacin
energtica, y que, durante la primera infancia, eran observados y si
posean las caractersticas indispensables, en la adolescencia
ingresaban para dedicarse por completo a esta formacin que
terminaba, un instante, antes de perder la conciencia, el cual no era mi
caso, ya que llegu adulto a estas tierras.

A los estudiantes de estas instituciones se les llamaba Guerreros de


la Muerte Florecida. Porque, se preparaban para enfrentar, como
inmaculados guerreros, al enemigo ms difcil de vencer en la vida.
Cuando se lograba vencer a este terrible enemigo, se lograba florecer
el corazn y se daba como un alimento espiritual a la comunidad, el
alimento sagrado. Se convertan en frutos florecidos de la
humanidad. El enemigo a vencer era la parte oscura de cada ser
humano, que se atrinchera en el ego. Esa parte que nos arrastra por
medio de la ignorancia y la estupidez, a pasar por alto la oportunidad
del estar vivos y ser conscientes y poder trascender.

Para desarrollar esa formacin a lo largo de toda una vida se le llam,


El camino del guerrero. Para seguir ese camino se requiere un
nimo, una actitud. Eso es justamente lo que me ense mi Maestro
Jaguar de Luz. Durante cuatro aos en El Recinto del Jaguar Negro,
aprend a disciplinarme internamente, a hacerme responsable de
todas las decisiones y actos que realizaba, a mantener la atencin y la
concentracin total a cada minuto, en cada paso, en cada palabra, a
mantener un intento inflexible en todo cuanto hacia y no perder la
direccin de mis acciones. Aprend a vivir en equilibrio y a utilizar
eficientemente mi energa.

Pero sobre todo, aprend a no esperar recompensa alguna por lo que


haca. El camino del guerrero se recorre sin miedo a perder o ambicin
a ganar. Nada es importante ante el ineludible encuentro con el Seor
de la Muerte, de modo que lo nico vlido, en este tiempo tan corto de
vida, es el poder de nuestras decisiones. En mi caso, era el aceptar la
enseanza humildemente y enfrentar mi destino, cualquiera que ste
fuere.

34
Trabaj intensamente, durante cuatro aos, los cuatro rumbos de la
existencia, para encontrar el equilibrio. Tanto en el rea de la razn o
mundo concreto, como en su contraparte, el rea de la intuicin o
mundo abstracto. Y con este par de opuestos complementarios, segu
con el segundo, encontrar el equilibrio entre la parte espiritual y la
parte material. Finalmente se logr el equilibrio entre el quetzal y la
serpiente y sta, remont el maravilloso vuelo a lo inconmensurable.

Jaguar de Luz me ense a travs de muchos ejercicios y


conversaciones, que lograr el equilibrio, era la parte bsica del
conocimiento milenario. Me explic que esta sabidura ancestral fue
producida y recreada por todos los pueblos del Anhuac a travs de
varios milenios, su nombre en la lengua nhuatl, -la lengua franca de
la civilizacin-, es Toltecyotl. Desde el inicio de los tiempos, cuando
se invent la milpa y el maz, pasando por su momento ms exaltado y
luminoso, hasta su ocaso, en el que se vive hoy, esta sabidura les
ense el equilibrio justo y con medida, para satisfacer el sustento y la
salud del cuerpo, la educacin del rostro y el corazn, la organizacin
y equilibrio en la comunidad, y con todos los pueblos del Anhuac y
los dems hermanos, los seres vivos con los que compartimos el
mundo.

Fueron cuatro aos muy intensos, llenos de fatiga, dolor, miedo, de


mucho trabajo, prctica y ejercicios de sol a sol, pero tambin, con
grandes satisfacciones al encontrar el punto medio, el equilibrio, el
refrenamiento, explorar las increbles capacidades desconocidas del
cuerpo humano, la mente y la percepcin.

En todo este tiempo tambin descubr la forma de vida de los mayas,


sus valores y principios, su humanidad bondadosa, basada en que por
siglos, todos, sin importar su posicin, por obligacin se formaron en el
sistema de educacin pblica durante su infancia y gran parte de su
adolescencia. Ellos viven el concepto de yo soy otro t, t eres otro
yo en la vida familiar y comunitaria. Su cultura jams desarroll un
conocimiento para explotar a los seres humanos y la naturaleza,
nunca inventaron armas ni su sociedad era guerrera, no permitan la

35
propiedad privada, la iniciativa privada, ni usaban dinero, desarrollaron
a profundidad la comunalidad y las decisiones de la comunidad se
tomaban en asamblea y por consenso. Pero lo ms interesante, es
que el propsito de vida de la comunidad, era de carcter espiritual.

Eso fue lo que ms me impresion, porque yo vena de una cultura de


la individualidad, totalmente guerrera, en la que, desde el origen de
nuestros tiempos, todo haba sido guerras, saqueos y destruccin de
ciudades y despojo de territorios y ganancias comerciales. De una
religin ajena a mi cultura, creada por otro pueblo, y a la cual fuimos
intolerantes. Con reyes y seores feudales explotadores y
despiadados con sus pueblos. Con una iglesia intolerante, explotadora
que bas su poder en el miedo y la ignorancia. Pero sobre todo, una
cultura con una ambicin desmedida por el oro, la riqueza material y el
desprecio por la vida. Eso fue, lo que ms me impresion y me hizo
ver a los mayas y su vida, como una oportunidad y un lugar muy
valioso para vivir. Una forma diferente, aprend a ver al ser humano
como hermano, al igual que todos los seres vivos con los que
compartimos este tiempo y este espacio. Entend en lo ms profundo
de mi ser, el antiguo concepto maya de ser igual y emparejarme con
todo ser vivo con el que comparto este tiempo y este espacio.

Finalmente lleg el trmino de mi preparacin en el Recinto del Jaguar


Negro. Mi maestro se despidi de una manera muy sencilla,
desendome mucha suerte en mi prxima responsabilidad. Slo me
pidi que dedicara un da a despedirme del recinto que me haba
albergado y dado lo mejor que posea. Recuerda que todo tiene vida,
-me dijo Jaguar de Luz-, estos centenarios edificios han recibido la
energa de miles de Guerreros de la Muerte Florecida que aqu se han
formado. De modo que como guerrero impecable, tienes que
agradecerles su hospitalidad y su energa. De modo que me despeda
agradeciendo a cada edificio su generosidad. En la noche,
inexplicablemente me senta mucho ms ligero y con mucha energa
y alegra interior.

36
A la maana siguiente, me llevaron de nuevo a la cmara subterrnea
en donde me recibi el Venerable Maestro Jaguar de la Noche. Con su
voz dulce y apacible de dijo, -Seas de nuevo bienvenido al
inframundo, donde todo termina y nace todo. Para nosotros la muerte
es el inicio de la vida. No puede haber vida sin la muerte. Todo en el
universo se constituye de un par de opuestos complementarios. Aqul
por quien se vive, nos ensea esta importante verdad, justamente con
lo ms vital que es para nuestro pueblo el maz, la base de nuestro
alimento, la energa y la vida. El maz nace y se desarrolla en la milpa,
las manos amorosas del campesino lo llevan a su casa y lo protegen
hasta que madure. Finalmente, el maz tiene que morir y es
enterrado en el seno de nuestra Madre Querida para poder re-
nacer, para dar ms vida. Todo es un conjunto interminable de ciclos
sin fin.

Los guardianes del Recinto del Jaguar Negro te llevarn a Chetumal,


porque aqu, tu breve ciclo ha terminado. En la ciudad te recibir su
dignatario, Viento del Mar, quin te permitir incorporarte a la
comunidad, mientras descubres el motivo de tu misin. Nosotros
hemos cumplido con nuestra responsabilidad, ha sido un honor tenerte
en este ancestral recinto de sabidura.

El hombre se levant, me abraz de manera clida y al mismo tiempo,


vigorosa. Sent, de alguna manera, que me trasmita una poderosa
corriente de energa.

37
VI. CAPTULO. La Sabidura Perenne.

Esa noche sal muy tarde de la biblioteca, fue casi al amanecer que
pude conciliar el sueo. Cada vez, despus de la entrevista con don
Anatolio quedaba ms impresionando con la historia de los
manuscritos. Era como si se moviera algo en mi interior que jams
imagin existiera, senta que era algo vital. Me levant muy tarde al
escuchar la pequea campana del comedor, con la que Caralampio
me anunciaba que la comida estaba lista. Como como siempre, com
solo en ese gran saln, con sus techos altos y descarapelados.

Segua impactado con el descubrimiento de esa sabidura ancestral.


Cmo era posible que durante toda mi vida, y habiendo visitado las
zonas arqueolgicas ms importantes del pas, nunca me haba
cuestionado que debi existir lo que hoy llamamos filosofa para
desarrollar un proyecto, tan amplio geogrficamente y con tantas
construcciones impresionantes. Porque resulta muy colonizado
aceptar que esas mega construcciones fueron templos, palacios,
fortalezas o ciudades en donde vivan reyes, reinas y princesas
esclavizando a un pueblo ignorante y fantico, que hacan sacrificios
humanos y adoraban al agua, al sol y al viento. Resulta
verdaderamente incoherente, mal pensado y fantasioso el grotesco
discurso eurocntrico.

Lo que me acababa de contar don Anatolio, le da sentido al esfuerzo


civilizatorio por construir tantos centros de estudio a lo largo de los
siglos, que en general, independientemente de la cultura que los
edific, guardan caractersticas afines, como pirmides truncadas,
patios cuadrados con cuatro habitaciones o cuatro pirmides, o patios
rectangulares con edificios a sus costados, juegos de pelota, que

38
ahora se sabe con base a las investigaciones del Instituto Politcnico
Nacional, a travs del ingeniero Felipe Lira Montes de Oca, que eran
edificaciones para observar la mecnica celeste.

Y ese es el punto fundamental, cuando vamos a una zona


arqueolgica, vamos en busca de un civilizacin primitiva, guerrera e
idoltrica, como nos describi Cortes en sus Cartas de Relacin. Con
altares chorreando sangre y feroces guerreros matndose unos a los
otros. Jams vamos en busca de la presencia espiritual que sigue
presente en los vestigios materiales de un increble y milenario
proyecto civilizatorio sustentado en la transformacin de la energa y la
exploracin de las inconcebibles capacidades humanas, gracias a la
templanza espiritual y voluntad de poder interior que, durante por lo
menos diez siglos, permiti el ms elevado grado de desarrollo
humano en la historia del planeta.

Entre los libros que haba llevado al viaje estaban, Pensamiento y


Religin en el Mxico antiguo, de Laurette Sjourn; Mxico Profundo
una civilizacin negada, de Guillermo Bonfil Batalla; Olmecas: Esencia
y Fundacin, de Rubn Bonifaz Nuo; Aprender a Escuchar, de Carlos
Lenkersdorf; e Historia Verdadera del Mxico, Profundo de Guillermo
Marn. Estos libros los haba estado leyendo a travs del tiempo, como
lecturas aisladas e inconexas, especialmente por mi gusto por la
lectura y por mi trabajo, en donde a lo largo de muchos aos he ido
entrevistando a escritores y haciendo comentarios de sus obras para
el peridico.

Sin embargo, en mi inconsciente, estas lecturas se fueron integrando


como una misteriosa red de conocimientos muy precisos que me
permitieron de sbito, armar el rompecabezas. Cuando tom los
libros de mi estudio, sin pensar, los fui seleccionado casi en
automtico, y en la casa de don Anatolio, -al verlos encima de la mesa
de trabajo-, me empec a dar cuenta de su importancia. Las lecturas
se unieron y me permitieron tener un ngulo diferente para percibir
los Manuscritos Sagrados del Jaguar Blanco desde una visin
descolonizada.

39
El puntual llamado de Caralampio me tom cuando revisaba los libros
y de inmediato tom mis cosas y me dirig a la biblioteca, segu el
caminar silencioso de mi gua, entre las misteriosas paredes que me
observaban. Como en todos los encuentros, don Anatolio me recibi
con una solemnidad histrinica, apoyada escenogrficamente, por la
vetusta biblioteca y la penumbra que la envolva en una atmsfera
misteriosa y solemne.

Despus del cordial y discreto saludo, le coment a don Anatolio la


profunda impresin que me haba dejado el asunto de la sabidura
ancestral de los mayas, y el por qu se ha mantenido en la
clandestinidad, finalmente, quera saber si todava existan personas
que poseyeran y ensearan estos conocimientos.

Don Anatolio cerr sus grandes ojos y acarici su escasa cabellera. Se


me qued mirando fijamente y despus de unos minutos contest.

-La sabidura de los pueblos mayas sigue viva y presente de dos


formas. En la vida cotidiana de los pueblos, en sus tradiciones, fiestas,
usos y costumbres. Y por supuesto, en un muy reducido y selecto
grupo de personas de conocimiento. Ellos se mueven en un mundo
invisible para la modernidad, no quiere decir que no existan. Siempre
han estado ah, observando todo y nadie es capaz de verlos.
Justamente por eso son invulnerables, ellos tienen el conocimiento, el
tiempo de su parte y la libertad ilimitada de ser desconocidos para la
gente comn y la cultura dominante.

Pero como los mayas, todos los pueblos llamados indgenas, de


Mxico y del mundo mantienen el conocimiento y la sabidura humana.
Lo que sucede es que la modernidad, que inici en 1492, ha tratado
de borrar toda la tradicin e impone una visin del mundo, pero slo
del mundo europeo y a esa reducida visin del mundo le han
catalogado como universal. De modo que lo que no es europeo, no
es universal, pasando a ser solo regional y por tal, menor e
insignificante. La modernidad ha implicado la negacin de lo propio y
la exaltacin de lo ajeno, lo mismo en Mxico, que en la India o en el
Congo.
40
En esa limitada y eurocntrica universalidad, la sabidura ha sido
excluida y se ha impuesto la ciencia como producto del avance de lo
universal/europeo. Pero la ciencia, la sabidura y la espiritualidad han
formado armoniosamente la sabidura ancestral del ser humano en la
Tierra. En Egipto, Mesopotamia, China, India, el Tawantinsuyo en la
Zona Andina, y el Cem Anhuac, desde Nicaragua hasta el Norte de
Estados Unidos, miles de aos antes de la era han existido corrientes
de pensamiento, en donde la sabidura, la ciencia y la espiritualidad
han ido integralmente de la mano en busca del ms elevado estado de
conciencia para trascender la dimensin material de la vida y del
mundo.

Esa es la diferencia de la ciencia eurocntrica que apenas inici en el


Siglo XVII, con el objetivo de conocer para explotar econmicamente
los recursos y fenmenos naturales. La ciencia eurocntrica se enfoca
solo a la parte material o fsica del mundo y tiene una base
pragmtica, utilitarista y econmica. Coprnico, Kepler, Galileo,
Newton, iniciaron un camino de deshumanizacin de la ciencia, en
donde se excluy la sabidura con ayuda de la alta jerarqua religiosa.
En menos de cuatro siglos la ciencia se ha convertido en el verdugo
de la humanidad, porque est al servicio de los poderosos,
sirvindoles para oprimir, explotar y depredar a travs de la tecnologa,
las armas, la industria, el comercio y la comunicacin. Gracias a la
ciencia moderna sin sabidura, cientos de millones de personas viven
en un estado de esclavitud, como nunca antes se haba dado en la
historia de la humanidad. A tal punto es este problema que la vida, no
solo la humana, est en peligro, incluyendo al planeta mismo.

La sabidura humana no se ha perdido, se requerira la extincin total


de los seres humanos para que desaparezca. La sabidura y la
espiritualidad, son los logros ms importantes de la especie humana.
Por alguna razn misteriosa, la sabidura humana ha estado oculta en
gran parte del planeta en los ltimos siglos, pero eso, es algo temporal
y est sujeta a ciclos en la historia de la humanidad. La espiritualidad
ha sido suplantada por la religiosidad y en los tiempos modernos por la
ciencia. Segn los antiguos anahuacas, estamos viviendo el quinto
41
ciclo de evolucin y nos dejaron dicho que al terminar este ciclo,
llegar el sexto y ltimo, donde se alcanzar el equilibrio.

Lo sorprendente, -afirm don Anatolio-, es que nuca hayamos


reparado en la existencia de una sabidura ancestral en el Anhuac,
que tuvo por lo menos tres y medio milenios de vida continua y
productiva, que fue compartida de manera plural y diversa por
mltiples pueblos y culturas en un amplio territorio, tal vez, la mitad del
continente, y que, sigue viva en muchas formas en los pueblos y
culturas indgenas y campesinos de lo que fue el Cem Anhuac. El
problema es que desde que pisaron los europeos las tierras del
Anhuac, muy pocas veces se trat de ver al otro como igual y
diferente, solo se le subsumi en lo conocido y por ello nos
confundieron con los habitantes de la India. Partiendo de la premisa de
que nuestra civilizacin era producto del demonio, se le trat de
destruir. Nunca ha habido una actitud seria y honrada conocer y
aprender de la civilizacin Madre. Siempre se le ha visto como inferior
y atrasada.

Esta es la razn por la cual, Los Sagrados Manuscritos del Jaguar


Blanco, son tan importantes. Porque es el testimonio de un europeo
que abri su mente y su corazn a la cultura de la tierra que lo salv y
le dio la oportunidad de vivir la mejor parte de su vida. Que no slo vio
como iguales a los otros, sino que aprendi de ellos, y se enamor y
cre a la primera familia del continente entre un espaol y una
anahuaca. Adems del hecho de que de ese amor y de ese hogar,
nacieron los primeros mestizos de lo que hoy es Mxico. En sus
manos estamos toda mi familia y el que le habla, depositando una
verdad, que ha sido escondida vilmente durante cinco siglos, pero que
es el momento de difundirla entre todos los mexicanos. Usted ha sido
el escogido y ahora en usted est la responsabilidad. No se pregunte
por qu fue usted el escogido, debe cuestionarse, el cmo lo va a
lograr.

42
Qued la biblioteca en un largo silencio. No s, si don Anatolio
esperaba una contestacin o era el prembulo para iniciar el relato.
Esper prudentemente, me senta abrumado.

-Caminamos diez das en la selva hasta llegar a Chetumal empez a


hablar posesionndose de l, el Jaguar Blanco-. Mis guas y
acompaantes eran ms bien mis guardias protectores. Mi cuerpo y mi
piel se haban adaptado totalmente al clima hmedo y caliente, as
como a la selva. Gracias a la estancia en El Recinto del Jaguar
Negro, mi cuerpo se haba fortalecido y posea una elasticidad felina.
Mi mente estaba despierta y alerta, haba logrado dejar de pensar en
todo lo que se cruzara por mis ojos y mi mente haba asumido una
actitud de serpiente. Poda abstraerme en medio de una multitud o
escuchar en una multitud el canto de grillo. El logro ms difcil fue
aprender a dejar de usar la mente, mantenerla como una serpiente,
inmvil y presta a lanzar el sbito ataque fulminante del pensamiento.
Por fin dej la mente de changuito, que est en todo y en nada al
mismo tiempo. En sntesis, aprenda a dominar la mente y el cuerpo y
dejar fluir hacia el espritu.

Era el ao de 1515 del calendario cristiano cuando llegu a Chetumal,-


continuo don Anatolio, posedo- mis acompaantes me llevaron ante el
responsable de la comunidad. En general, las congregaciones eran
puntos administrativos y religiosos en donde viva la gente encargada
de las funciones de administrar e impartir justicia. La gente se
organizaba a travs de un clan familiar en un casero distante de los
centros administrativos y ms cerca de sus milpas y trabajos agrcolas.
De modo que no existan las ciudades como la de los cristianos o los
moros. La gente viva muy bien organizada pero dispersa en el campo,
interconectada por excelentes caminos. De este modo varias familias
se organizaban en torno a un responsable que se apoyaba en un
consejo de ancianos de comprobada eficacia en el servicio a la
comunidad. El jefe de familias, a su vez se coordinaba con varios
similares a l, en este punto, exista un gran consejo compuesto de
ancianos que haban sido eficaces jefes de familia y el consejo a su
vez, escoga a dos jefes de familia para que actuaran
43
coordinadamente como el organizador y el otro como el
administrador del conjunto de clanes familiares de una regin.

Todos los problemas de las familias se trataban en asamblea, fuera de


carcter familiar o comunitario. Los responsables citaban a la
asamblea, se ponan a consideracin los problemas, la gente opinaba
y se tena que llegar a un consenso. De esta manera piramidal se
tomaban las decisiones, grandes o pequeas, en donde todos
participaban, opinaban y tenan que llegar a consensos, de no ser as,
se volva a citar a otra asamblea.

Despus de una espera de cuatro das, fui recibido en un gran saln


por el responsable de la comunidad y su consejo de ancianos. El jefe
de mis guardianes tom la palabra e hizo un detallado relato de los
hechos desde el naufragio hasta la presentacin ante l. Finalmente a
nombre de Jaguar de la Noche, se le solicitaba su ayuda para que
encontrara la luz en mi camino en mi estancia en Chetumal.

Viento del Mar era un hombre sabio y prudente. A pesar de ser la


mxima autoridad, era muy humilde y de un trato muy sencillo. Era
muy respetado y admirado por la gente de Chetumal y sus confines.
Me tom en su custodia y me mand a La Casa de los Guerreros, a
capacitarme en la instruccin militar y a trabajar en las tareas para la
comunidad, que en general consistan en la construccin y
mantenimiento de edificios pblicos, caminos y cenotes, as como el
trabajo agrcola en los terrenos para el servicio y mantenimiento de los
gastos del gobierno y los templos.

Poco a poco me fui integrando a la vida y al ritmo de la comunidad.


Cada cinco das, por las tardes, iba a la casa de Viento del Mar, donde
tena largas plticas sobre la forma de vivir de mi gente y la suya. Con
mucha paciencia me explicaba los usos y las costumbres de su
pueblo, y al mismo tiempo, preguntaba sobre la forma de vida de los
cristianos. Se sorprendi cuando le cont que lo que estaba
sucediendo en el Anhuac, es decir, la invasin de los castellanos, lo
mismo estaba sucediendo en mi tierra, en dnde los pueblos
originarios fueron tambin sometidos a sangre y fuego, con la espada
44
y la cruz, desde 1492 por los castellanos. Matando a las autoridades
ancestrales e imponiendo nobles de Castilla. Que tambin perseguan
a las personas que tenan, por siglos, la religin musulmana, arria o
juda. Le expliqu a Viento del Mar que no era nada nuevo lo que los
castellanos estaban haciendo en el Mayab. Una de las cosas que me
cost ms trabajo, fue explicarle lo que significaba el oro, el comercio
y el atesoramiento de los cristianos. Como Viento del Mar se form en
El Recinto del Jaguar Negro y tambin haba sido discpulo de Jaguar
de Luz, nos permita tener otro nivel de conversacin, lo que adems
nos haca sentir una velada hermandad.

En una de las visitas a la casa de Viento del Mar, me atendi su hija


mayor, de nombre Agua Cristalina, en virtud de que su padre, por su
alta responsabilidad, tuvo que salir de improviso. Desde el primer
momento que la vi, algo profundo pas en m ser. Como un relmpago
se activ todo mi cuerpo y me puse en estado de alerta. Ms all de
su belleza, Agua Cristalina posea una energa, que al contacto visual,
me activaba un estado de conciencia muy especial. Supe en ese
mismo instante, que ella, era la mujer de mi vida. Lo mismo le
sucedi a Agua Cristalina. Los dos quedamos en silencio e
inexplicablemente los dos empezamos a llorar, sin decir una palabra.
Sabamos que finalmente nos habamos encontrado y que nuestro
destino estaba sellado.

Nunca en mi vida haba sentido tanta fuerza que arrollara mi corazn


de esa manera, hasta desbordarlo. Haba algo ms grande y fuerte
que la simple atraccin entre un hombre y una mujer. Al tiempo, Viento
del Mar se dio cuenta de lo que suceda entre su hija y yo. Agua
Cristalina siempre encontraba la manera de aparecer discretamente
cuando visitaba a su padre, y sin cruzar palabra alguna, los tres
sabamos que exista algo muy grande, que era muy superior y que
muy pronto nos iba a desbordar. Ante esa inmensa fuerza Agua
Cristalina y yo, ramos como dos corchos en el mar en medio de una
tormenta.

45
Los mayas posean una educacin muy diferente a la de los cristianos,
en principio su religin, aunque sumamente estricta era muy tolerante,
no exista el pecado original, la prctica era familiar y comunitaria, las
relaciones entre el hombre y la mujer eran abiertas y de iguales. Otro
aspecto muy importante era que la mujer posea igualdad en la
comunidad. Los nios eran muy queridos y eran el centro de la
atencin familiar y comunitaria. Los ancianos ocupaban un lugar
preferencial.

La escuela era obligatoria y gratuita, no importaba el rango jerrquico,


todos los nios, de cualquier familia tenan la obligacin de estudiar en
las escuelas, donde los preparaban segn sus capacidades, disciplina
y responsabilidad, para ser ciudadanos con una personalidad
sustentada en valores ticos muy elevados y una moral fundamentada
en estrictos principios donde el respeto, la honestidad y la solidaridad,
eran la base de los valores comunitarios, haciendo especial nfasis en
el servicio a la comunidad. Los ancianos ocupaban tambin un lugar
muy importante. Eran muy queridos, apreciados y escuchados, tanto
de manera familiar como en la comunidad, especialmente aquellos
que haban servido con eficiencia.

Como no exista la propiedad privada y el dinero, adems de que el


estatus se ganaba en el servicio a la comunidad, las relaciones entre
las personas y familias se daban en trminos de comunidad y no de
individualidad, de cooperacin en vez de competitividad, de cordialidad
en vez de rivalidad. La solidaridad y la conciencia comunitaria eran
muy valoradas y desarrolladas. Esto creaba una atmsfera de
igualdad y armona que era un valladar para la natural torpeza y las
siempre conflictivas relaciones humanas. No es que fuera una
sociedad perfecta, sino que las condiciones generales reforzaban al
individuo a buscar la virtud y la perfeccin, aunque como siempre, en
la especie humana la inercia de la materia arrastra al ser humano a la
estupidez existencial.

Cuando un miembro de la comunidad cometa un error o un delito, era


juzgado por la asamblea si el error era menor, pero si era por un delito

46
mayor, entonces era juzgado por un tribunal para tal efecto. En muy
raras ocasiones el castigo era corporal o con prisin. En general los
castigos consistan en reparar el dao y trabajo para las necesidades
comunitarias. La reincidencia era severamente castigada hasta con el
destierro definitivo o por un tiempo limitado. La comunidad asuma el
error o el delito como propio, no de manera personal, porque cada
individuo era responsabilidad de la comunidad por no haberlo educado
de manera eficiente.

Mi vida en La Casa de las guilas y los Jaguares era muy exigente y


estricta. Todos los pueblos del Anhuac desarrollaron una enseanza
a travs de un linaje comn, conocido como el de los Magnos
Artistas, el cual, en el periodo de mayor esplendor cre un sistema de
enseanza que comenzaba con la seleccin de los candidatos desde
que eran muy jvenes a partir de su composicin energtica. En la
primera parte de esta enseanza, los candidatos eran llamados
simblicamente cazadores, porque cazaban conocimiento en las
escuelas de formacin. Cuando adquiran el conocimiento necesario y
eran avalados por sus maestros, pasaban a ser guerreros, porque
enfrentaran la lucha ms difcil que un ser humano puede enfrentar
con el enemigo interior, a esta lucha le llamaron batalla florida, sus
armas eran el equilibrio y la sabidura, metafricamente llamadas flor
y canto. Cuando esos guerreros despus de muchos aos de
perfeccionamiento y trabajo interior, llegaban a poseer el control total
de su ser, pasaban a ser Magnos Artistas, es decir, haban logrado
crear la mejor obra de un maestro, la conciencia total.

Sin embargo, algo misterioso sucedi y esos Magnos Artistas, los


Venerables Maestros del dominio interior se marcharon de este mundo
porque haba concluido su ciclo, pero dejaron dicho que regresaran al
acabar el Quinto Sol. De esto, ya mucho tiempo ha transcurrido.
Comenz el declive y hoy estamos viviendo en el ltimo periodo de
este Sol. A travs de los atados de aos se han ido olvidando la
sabidura de los Magnos Artistas. Se qued la forma, pero se perdi el
fondo. La inercia de la materia pes sobre las siguientes generaciones
y los guerreros de hoy, defienden territorios que antes eran de todos.
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Las guerras floridas, ya no son contra el enemigo interior, ahora es
entre hermanos y en la defensa de intereses y ambiciones de
posesiones materiales.

La Casa de las guilas y los Jaguares era un lugar en donde vivan un


reducido grupo de guerreros que se haba especializado en las artes
militares. Adems de ejercitarse diariamente, capacitaban
regularmente a los hombres de los pequeos ncleos urbanos. Todos
los que estuvieran en condiciones para la guerra, mujeres y hombres,
jvenes o maduros, tenan que dar su servicio cuando as se
requiriera. Las comunidades estaban muy bien organizadas y
funcionaban en comunalidad, todos los que tuvieran posibilidad,
hombres o mujeres, participaban en los trabajos por el bien comn,
fuera en las construcciones de edificios pblicos, caminos, en los
trabajos agrcolas o la defensa y preservacin de la comunidad.

La guerra para los mayas era diferente que para los cristianos. El
objetivo no era matar o destruir, sino tomar prisioneros, imponer
tributos y tambin era de carcter ritual. Las armas que usaban no
eran mortales y las batallas generalmente se pactaban con lugar,
fecha, duracin y nmero de combatientes previamente acordado
entre las partes. Podan terminar si una de los bandos lo solicitaba o
las dos lo acordaban. En los ltimos tiempos las guerras se haban
incrementado.

Los mayas saban de las luchas que se daban en el altiplano y las


sierras del Sur. Haban repelido con xito a los invasores,
especialmente a los mexicas. Tambin estaban perfectamente
informados de las incursiones de los cristianos. Saban que
exterminaban pueblos enteros y que eran sanguinarios, arrasando a
todo aqul que no se sujetara a su poder. Su ambicin por el oro y
robar, era conocida por los relatos de la gente que haba logrado
sobrevivir a sus ataques y haba llegado a refugiarse a estas tierras.
Se saba que haban exterminado a todos los habitantes de las islas
de mar adentro y se cuidaban de las incursiones que hacan los
cristianos para tomar prisioneros para esclavizarlos.

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As pas el tiempo en Chetumal, entre mi aprendizaje militar, las
largas plticas con Viento del Mar y la amistad que fue creciendo con
Agua Cristalina. Aprend a vivir y convivir en otra cultura muy diferente
a la de los cristianos, los moros y los judos. Aunque existan personas
que me rechazaban por no ser maya, la gente en general era de
temperamento dulce, apacible y amigable.

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VII. CAPTULO. La fusin de los vrtices de fuego.

Los pjaros que producan una verdadera algaraba y que vivan en


los frondosos rboles que rodeaban a la vetusta residencia, me
despertaron muy temprano. La casa estaba ubicada en una esquina
de modo que era muy visible y pese a su psimo estado llamaba
mucho la atencin. No era su tamao, porque relativamente era
pequea comparada con las mansiones del Paseo Montejo, tampoco
era su belleza, pues era un chalet modesto arquitectnicamente, ms
bien era su personalidad. Las maana eran frescas y transparente.
Para m, era la mejor hora del da, porque a medio da el calor era
agobiante.

Despus de desayunar, camin al centro de la ciudad. Baj hasta el


inicio del majestuoso Paseo Montejo y tom a la derecha la calle 47,
dobl a la izquierda en la calle 60, camin siete calles hasta llegar a la
Plaza Grande de la Ciudad. Entr al Palacio de Gobierno a admirar los
murales del Maestro Fernando Castro Pacheco y apreci como el
artista recrea la permanente lucha de los pueblos mayas por su
libertad y autodeterminacin en estos cinco siglos.

Me vino a la mente la lucha heroica de los insurgentes anahuacas


mayas del Ejercito Zapatista de Liberacin Nacional EZLN durante los
ltimos 20 aos, han sido una continuidad de la lucha de resistencia,
desde el inicio de la invasin hasta nuestros das. Los pueblos tzeltal,
tzotzil, tojolabal, chol, zoque y mame, siguen en la defensa de su
autodeterminacin como cultura milenaria y la de sus tierras y
recursos naturales. Los insurgentes organizan y gobiernan alrededor
de 250 mil personas en Juntas de Buen Gobierno, han logrado crear,
sin ayuda del Estado, dos bancos para financiarse, proyectos
agrcolas, tiendas comunitarias, bloqueras, panaderas, productos de
la herbolaria y exportan caf a Europa. Todo con base en la sabidura
ancestral comunitaria de sus usos y costumbres.

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Despus de contemplar los murales y disfrutar de la esplndida
arquitectura del Palacio de Gobierno me fui al Mercado Lucas de
Glvez que se ubica en la parte trasera de la Catedral. Al ver el
movimiento, escuchar la algaraba y oler los diversos olores del
mercado, me puse a pensar cmo seran los famosos tianguis de
nuestros ancestros. Hoy sabemos que se hacan cada cinco das, pero
su sentido y objetivo debi ser muy diferente al concepto occidental
del mercar. En principio, porque no exista la moneda y la propiedad
privada, as como el nimo de lucro, el atesorar y el consumir. El
tianguis ancestralmente ha sido un lugar de encuentro e intercambio,
no solo de mercancas, sino fundamentalmente humano. Al ver y sentir
el mercado, me doy cuenta que no hemos cambiado mucho en
realidad.

Ya era medio da, el sol estaba en lo alto, la caminata abri mi apetito


y despert mi sed, as que me dirig a un local llamado La Ruina,
donde me haba quedado de ver con el Dr. Felipe Chacn, amigo del
D.F. que se vino a vivir a Mrida, para tomar una amarga y refrescante
cerveza de barril oscura, con ella llegaron las botanas, unos sabrosos
papadzules hechos con huevo duro y salsa de semilla de calabaza,
kibis, tacos de cochinita, y de plato fuerte, orden un relleno negro. La
cocina yucateca, como en general, la de todo el pas, se ha
enriquecido con las apropiaciones culinarias de la migracin que ha
llegado a Mxico. Cuando me di cuenta ya estaba por anochecer, me
desped con premura de Felipe y regres a la casa de don Anatolio en
un taxi, necesitaba preparar el material para nuestro encuentro.

Al preparar mis documentos para la entrevista me tropec con un libro


y empec a hojearlo, era del Dr. Bonifaz Nuo y me detuvo un texto
subrayado con amarillo que deca: No guerreros ni comerciantes, s
agentes civilizadores, los olmecas cumplieron el destino que ellos
mismos se asignaron. Lo cumplieron hasta donde en el espacio fueron
capaces, y lo alargaron en el tiempo, construyendo lo que habra de
ser el espinazo espiritual de nuestra antigua cultura.
El concepto de lo humano por ellos forjado, dio cimientos al perpetuo
optimismo de los hombres que los sucedieron. Los herederos suyos,
51
sean teotihuacanos, zapotecas, mayas, mixtecas, huastecas,
totonacas, aztecas, lograron merced al impulso que de ellos
recibieron, la inagotable proliferacin de felices construcciones
culturales cuyos vestigios todava educan y deslumbran.
Teotihuacn, Tula, Xochicalco, Cacaxtla, El Tajn, Tikal, Palenque,
Tonin, Uxmal, Monte Albn, Mitla, Malinalco, Chichn Itz,
Tenochtitln, otras muchas ciudades anlogas, dan testimonio de ese
optimismo justificado y perdurable. Injuriosamente, los estudiosos
hablan todava de culturas primitivas, de totemismo, de adoracin de
la lluvia, de ritos sangrientos, y centran su atencin en la guerra florida
y los llamados sacrificios humanos de los aztecas, a fin de intentar
legitimar el desprecio que les justifica nuestra explotacin.

Este es el punto, la colonizacin mental y cultural nos ha enseado a


vernos a nosotros mismos como nos describi Hernn Corts, y esa
historia oficial, se ha venido repitiendo metdicamente hasta la
actualidad. pens- La idea es justificar el holocausto y el
epistemicidio anahuaca del pasado, y disfrazar la exclusin y
explotacin actual de los pueblos originarios. El mexicano comn es
totalmente ajeno a la verdadera historia y cultura de nuestra
civilizacin Madre. Necesitamos encontrar en el conocimiento del
pasado ancestral una va liberadora para construir un futuro propio-
nuestro, justo, compartido, plural y humano.

Algo me estaba pasando, muchas vivencias, plticas y lecturas de mi


vida estaban integrndose en una visin diferente del pasado antiguo
de Mxico. Esto despertaba en lo ms profundo de m ser una
creciente emocin, un estado de nimo exaltado, como un volcn que
estaba arrojando -desde sus primigenios adentros- sentimientos muy
antiguos que siempre haban vivido en m, pero se encontraban
dormidos.

Cuando entr a la biblioteca tena muchas ideas y preguntas en la


cabeza que quera hacerle a don Anatolio. Como siempre, mi anfitrin
me estaba esperando en su gran silln, aguard tranquilo a que
ordenara mis cosas. Cuando alc la mirada me encontr con un par de

52
ojos que me vean con mucha fuerza, jurara que don Anatolio se
haba convertido en un bho atento cuya mirada penetraba en mi
interior. De momento me turb, y se me olvidaron todas las preguntas
que tena por hacerle. Sent que su mirada hurgaba mi interior.

La atmsfera electrizada del encuentro se rompi con las palabras


pausadas y directas de mi interlocutor.

-Veo que saliste todo el da, Mrida es una ciudad colonial no tanto por
sus viejos edificios, sino por la mente de muchos de sus habitantes. Al
igual que muchas ciudades del pas, especialmente las que tienen una
fuerte presencia indgena, las relaciones entre las personas son de
carcter colonial, es decir, de sujecin, dominacin y explotacin.
Mxico es un pas racista y clasista, pero en el Sur-sureste del pas las
condiciones son vergonzosamente inadmisibles. En Yucatn,
Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz, sus
autoridades econmicas y polticas son de encomenderos y caciques
de horca y cuchillo. La pobreza de estos estados no es por falta de
recursos naturales, ni mucho menos humanos, se debe a la pobre,
decadente y colonial visin del mundo y la vida, de muchos de esos
hombres que llegaron a estas tierras como miserables emigrantes y se
han acomodado y han recreado y perpetuado la cultura colonial. Este
tipo de extranjeros, que siguen llegando son como la garrapata, viven
de la sangre de sus vctimas.

-Mi padre fue un hombre visionario,-continu diciendo don Anatolio- tal


vez con la ayuda de mi abuelo, le dieron un giro muy valioso a Los
Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco. El resultado de ese giro fui
yo y la actualizacin del manuscrito, ya que en un principio se
escribi en el castellano del siglo XVI, lo que finalmente memoric fue
la recreacin de m abuelo y mi padre. Ellos suponan, ante la prdida
material del texto, que lo valioso era el fondo y no la forma,
expresamente para que fuera comprensible para la gente de nuestros
das. Especialmente mi padre tuvo una visin muy avanzada y crtica
para su tiempo en cuanto a la cultura colonial en la que naci y creci.
Me educ, despertando en m, una conciencia crtica y por eso me

53
mand a estudiar a Europa. Tengo decenas de cartas de aquellos
tiempos. l deca que slo en el extranjero podra entender lo que era
mi pas, y que adems, conocera en sus entraas la miseria
existencial del eurocentrismo, que a todos ven y tratan como
inferiores. Especialmente mi padre se dedic en cuerpo y alma a
trabajar sobre la sabidura ancestral a partir de que los manuscritos
le abrieron los ojos a otra historia y otra realidad. Esta es la razn por
la cual la riqueza familiar se vino a menos, mi padre estaba ms
ocupado de estudiar la historia que en acrecentar la riqueza de los
Rivadeneira, y pues yo, segu las huellas de mi padre y aqu me
tienes, al final del camino, con la ms alta responsabilidad que hemos
asumido los Rivadeneira.

Hubo un largo silencio, y me atrev a hacer una pregunta.

-Don Anatolio, cul es entonces la razn de que su padre no diera a


conocer en vida los manuscritos.

-Como te dije, yo tuve una gran equivocacin y por eso t ests aqu.
Mi abuelo estaba seguro que la seal para dar a conocer al pueblo
los manuscritos era el final de la Cuenta larga. Eso fue el 21 de
diciembre de 2012. Mi error fue dudar de la certeza de mi abuelo. Mi
padre pensaba que s no se daba en la fecha precisa, no tendra
efecto el conocimiento acumulado, por eso esper, pero la muerte lo
alcanz y me dej la responsabilidad a m. Estoy muriendo y t eres la
nica oportunidad que tengo de cumplir con la centenaria
responsabilidad de que este mensaje llegue a todos los ahora
llamados mexicanos,ya que no todos son mexicas.

Las palabras de don Anatolio calaron profundo sobre m. Sent como si


cayera de sbito sobre m una enorme y pesada lpida, con todos los
muertos de la familia Rivadeneira. Se me sec la boca y me faltaba
oxgeno. Abr los ojos.

-No te aflijas Fernando, ante el destino los seres humanos somos


como polvo al viento. Tenga la seguridad de que nosotros, los
Rivadeneira, cumplimos con nuestra responsabilidad, yo tengo la

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seguridad que t cumplir con la tuya. Fuerzas muy grandes y
desconocidas han hecho que los dos estemos aqu y ahora, solo
tenemos que actuar en armona con el destino. -Despus de un gran
silencio don Anatolio empez lo que ya pareca un ritual, el relato del
manuscrito.

-En las primeras batallas dijo, posesionndose de la voz de Gonzalo


Guerrero- que particip me di cuenta de que lo que haba aprendido
en las campaas de Granda y Npoles en cuanto a la manera de
hacer la guerra de los cristianos, poda ser muy til entre los mayas.
Primero aprend a conocer las tcnicas mayas de combate y luego
empec a proponer y practicar las tcnicas cristianas, los resultados
fueron muy exitosos, por lo que empez mi ascenso en La Casa de las
guilas y los Jaguares.

Las vistas a la casa de Viento del Mar empezaron a ser ms


frecuentes, ahora a quien visitaba era a Agua Cristalina, con la
anuencia de su padre. Finalmente no pudimos contener toda la
energa que nos desbordaba, Agua Cristalina y yo decidimos unir
nuestras vidas con la bendicin de Viento del Mar. La ceremonia se
llev a cabo en la casa paterna. Los familiares y padrinos de Agua
Cristalina tomaron la responsabilidad del evento, y por mi parte, mis
hermanos de La Casa de las guilas y los Jaguares. Despus de la
emotiva ceremonia en el templo de El Dador de la vida, el Seor del
movimiento y la medida, en procesin nos dirigimos a la casa de
Agua Cristalina, y en ella, se llev a cabo la ceremonia familiar, en la
que finalmente nos unieron simblicamente al atar su hipil con mi
tilma.

En una habitacin vaca, que encalaron para la ceremonia, pusieron


una estera en el centro, un incensario con copal encendido, flores
olorosas en grandes jarrones, dos fuentes de luz y nos centraron en la
estera. La familia y los amigos, especialmente la gente mayor,
pasaban por separado a la habitacin y pona las manos sobre
nuestras cabezas y nos daba consejos y recomendaciones para vivir
en armona como esposos.

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El Consejo nos otorg un solar para hacer nuestra casa y una parcela
para cultivar nuestros alimentos y con la ayuda del clan familiar y los
amigos construimos nuestra casa. Desde tiempos inmemoriales los
mayas crearon una visin del mundo totalmente diferente a la de los
cristianos, moros y judos. Exista una percepcin general de que la
vida era sagrada, no solo la del ser humano, sino la vida en su
totalidad. De modo que todo tena vida y sta era sagrada, fueran
animales, insectos, plantas, piedras, objetos de barro o utensilios
creados por la mano humana hasta montaas, ros, astros y estrellas,
todo en su mundo estaba vivo, por lo cual todos tenan espritu y por
eso, esencialmente todos eran iguales.

Esta percepcin es bsica para poder vivir con los mayas. La idea que
exista un orden universal y que todo estaba interconectado en
perfecta armona con todo. Lo que ms preocupaba a los mayas era el
servir al bienestar de su comunidad y la nocin de la trascendencia
espiritual. Los mayas, como todos los pueblos del Anhuac, eran
sumamente espirituales a diferencia de los cristianos que aparentaban
ser ms religiosos. Con tantas luchas religiosas por siglos en la
pennsula entre arrios, judos, cristianos y moros, hizo de las religiones
motivo de luchas constantes, muerte y devastacin.

No as en el Anhuac, en donde exista una alta percepcin espiritual


de la vida, compartida por todos los pueblos, y manifiesta en una
diversidad de representaciones culturales de aquella fuerza y
conciencia inconmensurable, que era invisible, impalpable e
innombrable, con sus mltiples manifestaciones o advocaciones de
esa realidad. Los mayas le llaman Hunab Ku, pero los hermanos del
altiplano que hablan nhuatl le decan Tloque Nahuaque. Esto
favoreci, durante mucho tiempo, una exuberante pluralidad y
tolerancia. Los mexicas, al final, fueron los que trasgredieron esta
tolerancia con la sustitucin de Quetzalcatl por Huitzilopochtli.

Agua Cristalina y yo fuimos arrastrados por un huracn de pasin que


estaba muy por encima del mbito carnal. Una fuerza que estaba ms
all de nuestra voluntad, que iba por delante de nuestra razn, no solo

56
nos una, sino que resultaba una verdadera fusin cuando nuestros
cuerpos estaban totalmente acoplados en ritmo y pasin. Como dos
vrtices de fuego convertidos en serpientes que salan de nuestras
bocas, unidas en un beso total y profundo, penetrando al cuerpo del
otro y regresando a travs de nuestros sexos. Las dos serpientes de
energa eran como corrientes de fuego que circulaban en sentidos
opuestos entre nuestras bocas y sexos hasta estallar en una explosin
energtica, desprendiendo de nuestras entraas la energa vital que
se funda en el bajo vientre de Agua Cristalina, para engendrar vida.
Los opuestos complementarios se haban encontrado y se fundan
para crear el inicio de un nuevo tiempo, un nuevo linaje de seres
humanos sobre la Madre Tierra. ramos el inicio de un nuevo ciclo.

Sabamos los dos que lo que nos arrastraba no era la lujuria. Era en
cambio, una ceremonia en la que nuestros cuerpos eran usados por El
Dador de la Vida, para iniciar un nuevo linaje humano, producto de la
fusin de millones de vidas que en Agua Cristalina y en m, se
encontraban, para conformar un solo destino. Era un ritual energtico
adosado de un profundo amor a la vida y una inmensa ternura que
manaba por los poros de nuestra piel. Cuando abrazaba a Agua
Cristalina senta que abrazaba a todas las ceibas y cenotes, sus
cabellos y su cuerpo producan un suave olor a selva nocturna y al
cerrar los ojos vea la inmensidad de una noche estrellada. Ella era la
Madre Tierra generosa que se abra para que depositara la semilla
humana. Desde el primer encuentro estbamos totalmente
conscientes de nuestra responsabilidad. Estbamos cerrando el fin de
un largo ciclo y al mismo tiempo, creando el principio de una nueva
eternidad.

Fuimos favorecidos por Aqul por quien se vive y en los siguientes


tres aos nos envi a tres piedritas preciosas en custodia, que fueron
la alegra ms grande de nuestro hogar y de nuestros corazones.
Lucero de la Tarde fue la primera, Rayo de Luna fue la segunda y el
varn se bautiz con el nombre de Serpiente Negra. Cada da me
integraba ms a la cultura y a la comunidad. Como eran tiempos de
guerra, mis servicios fueron cada vez ms tiles y me gan el respeto
57
de las autoridades y la confianza de los guerreros, lo que me permiti
por mritos del trabajo comunitario y defensa de la poblacin, poder
tatuar mi cuerpo y hacerme las perforaciones de orejas y nariz de
acuerdo a la centenaria y rigurosa tradicin guerrera, que se ganaba
por mritos en campaa y servicio a la comunidad.

La familia creca en armona, los nios haban heredado lo mejor de


sus padres. La dulzura de Zazil H la tenan las nias y el carcter
fuerte de Serpiente Negra era la viva imagen de mi padre. Lucero de la
tarde era casi una imagen de su madre, por su parte, Serpiente Negra
era ms parecido a mi familia, pero Rayo de Luna haba tomado de las
dos familias. Era una mezcla armoniosa de la fusin de dos pueblos, lo
que le daba un carisma muy especial. Rpidamente los nios se
ganaron el cario de la comunidad, pero Rayo de Luna, era la
consentida de todo el mundo.

Fueron los aos dorados de mi vida en el Anhuac, sin embargo,


nubarrones oscuros asechaban en el horizonte. Las historias de los
avistamientos de dos flotas de cristianos merodeando por las costas
del Golfo y la pennsula, dejando su estela de muerte, saqueo y
secuestro, fueron llegando a Chetumal. El Consejo Supremo estaba
muy preocupado, se saba perfectamente toda la destruccin y muerte
que estaban haciendo en las islas de mar adentro y en las tierras del
Sur desde aos atrs; y era indudable que pronto llegaran a estas
tierras. Su codicia y su violencia totalmente incontrolada, sin dios ni
ley, los haca gente muy peligrosa y temida.

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VIII. CAPTULO. El inicio del fin.

Abr los ojos y me qued mirando el techo durante largo tiempo. Las
paredes de la habitacin eran altas y su color que algn da fue azul
claro, ahora era indefinido. Al verlas fijamente por tanto tiempo, me
daba la impresin que la variacin de tonos, por la humedad y el
tiempo, creaban rostros. De modo que las paredes de toda la casa
eran como pantallas donde segn se observara, se poda ver
diferentes rostros humanos. Me familiaric tanto al observarlos, que
empec a fantasear, pensando que eran los espritus de la familia
Rivadeneira. Como si las almas de los antepasados de esta familia
estuvieran habitando en las vetustas paredes de la casa,
observndome misteriosamente desde el pasado. Ms bien, como s
la casa misma fuera poseda por la energa de todas las generaciones
de la familia Rivadeneira Rondo.

Las molduras hechas de yeso que estaban en la parte superior de la


pared eran afrancesadas y en algunas partes se haban desmoronado.
La casa en sus mejores das debi haber sido muy bonita, pero
literalmente se vena abajo por el tiempo, el clima y la falta de
mantenimiento. Sin embargo, a pesar del lamentable estado de la
casa, se senta que posea una intensa energa, como si tuviera vida
propia.

Pensaba que para venir a vivir a Mrida se necesitaba de un gran


esfuerzo para aclimatarse. El calor, la humedad, la lluvia, el fro que
provoca la humedad. Pensaba en el gran sacrificio que tuvieron que
hacer los pueblos mayas a lo largo de miles de aos para aclimatarse
y realizar la proeza constructiva de las pirmides y las diversas
edificaciones que por dondequiera se encuentran en la pennsula,
adems, y fundamentalmente, la proeza intelectual y espiritual de su
gran cultura, digna hija de la Civilizacin Madre.

Como dijo el famoso poeta Antonio Mediz Bolio el yucateco es un


pueblo que habla en espaol y piensa en maya. Ese pensamiento

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maya sigue vivo y vigente, solo que est agazapado en los lugares
baldos de la vida cotidiana de las comunidades indgenas y
campesinas, as como, en muchos espacios de la vida urbana y
suburbana de los criollos y los mestizos.

Actualmente existen ms de cinco millones de hablantes de las


diversas variantes de la lengua maya, tanto en Mxico como en Centro
Amrica. Los mayas ancestrales, aunque pertenecen a la misma
matriz filosfica-cultural de la Civilizacin del Anhuac, que abarca
desde lo que hoy es Nicaragua hasta el Norte de los Estados Unidos y
parte de Canad, guardan grandes diferencias iconogrficas con los
dems pueblos y culturas.

Guillermo Bonfil Batalla, en 1987, cuando no existan los indgenas


para el Estado mexicano, nos habl de la existencia de dos Mxicos:
Uno profundo, pobre y mayoritario, que hunde su mestizaje cultural en
la milenaria civilizacin del Cem Anhuac; y el otro Mxico, al que
llam imaginario, no porque no existiera, sino porque ste, teniendo
el poder poltico, econmico y cultural, jams ha tomado en cuenta al
Mxico profundo para la construccin del pas. De modo que el
mestizaje en Mxico, es solo un recurso demaggico del Estado
criollo, que ha mantenido una poltica permanente de negacin de la
civilizacin ancestral Madre, que rechaza cualquier valor intelectual,
moral y tico de los pueblos originarios. Folcloriza sus manifestaciones
culturales y usa su Patrimonio Cultural Tangible como mercanca
(artesanas) y como atractivo turstico (zonas arqueolgicas).

Para la cultura dominante y su ideologa criolla, Mxico es un pas


mestizo culturalmente hablando, por el encuentro de dos mundos,
pero se calla la invasin, el holocausto y el epistemicidio. La milenaria
historia antigua del Anhuac queda reducida a los mitos y fantasas
hispnicos sobre la cultura mexica (1325-1521). Los cimientos
ideolgicos sustentan a Hernn Corts como el hroe absoluto de la
conquista y a la Malinche, como la herona que le proporciona la
informacin de la crisis poltica, cultural y religiosa por la que
atravesaban los mexicas. La familia mexicana prototipo de la

60
ideologa criolla es el padre conquistador extranjero, la madre traidora
y violada, y el hijo bastardo, traidor y fracasado.

El mestizaje del Estado criollo, ideolgicamente es un arma que valida


la injusticia, la exclusin y el racismo durante estos dos siglos de vida
independiente. La negacin del otro, permite impunemente robar,
despojar y exterminar. Este tipo de mestizaje obliga al excluido y
negado a traicionar y negarse a s mismo, convirtindolo en un
colonizado-colonizador, violento y despiadado con su propio pueblo,
y al mismo tiempo, sumiso ante su explotador. La ignorancia de s
mismo, de su milenario pasado, lo condena a la pobreza y a la
violencia. El mestizaje cultural criollo exalta su raz grecolatina y
cristiana; pero al mismo tiempo niega y excluye los valores, principios
y herencia de La Toltecyotl y su pueblo heredero. Es un falso
mestizaje, donde se impone y exagera una parte, y se niega y excluye
a la otra. Me preguntaba cul debera ser la importancia de revalorar
simblicamente la figura histrica de la primera familia mestiza de
Mxico. Estaba meditando sobre estas cuestiones, cuando
discretamente se oy la campanita que anunciaba que el desayuno
estaba servido.

Despus del desayuno me puse a ordenar mis notas, ya que don


Anatolio me pidi que no usara grabadora porque se senta incmodo,
y adems, profesionalmente a m no me gusta usarla. El periodista
debe captar todos los lenguajes en que le llega la informacin, no
solo la voz del entrevistado, sino del entorno en el que se desarrolla la
entrevista, y el uso de la grabadora no me permite estar alerta,
concentrarme y captar el nimo y la esencia del entrevistado, as
como de su entorno.

Fue justamente una mente abierta y un espritu libre de ideas


colonizadas sobre los otros, los no europeos, lo que permiti a
Sjurn publicar, en 1957, su maravilloso libro inspirado en la
enseanza de su Maestro Mircea Eliade. Y que al descubrir en
Teotihuacn la figura luminosa de Quetzalcatl, la Serpiente
Emplumada, smbolo de la sabidura para todos los pueblos y culturas

61
del Cem Anhuac, penetr en la sabidura ancestral tolteca desde la
arqueologa, con respeto y honradez intelectual, guiada por la sabia
enseanza de su mentor.

En todo El Cem Anhuac pero con diferentes nombres, la Serpiente


Emplumada le da conciencia al ser humano de su potencial espiritual,
y le ensea la sacralidad del mundo y la divinidad de su efmera
existencia. Ya sea llamado Quetzalcatl para los pueblos nahuas del
Altiplano, Kukulkan para los mayas, Coo Dzahui para los mixtecos y
para los zapotecas Xilabela. En esa lnea civilizadora Sjurn escribe
al respecto: As, lejos de implicar groseras creencias politestas, el
termino Teotihuacn evoca el concepto de la divinidad humana y
seala que la ciudad de los dioses no era otra que el sitio donde la
serpiente aprenda milagrosamente a volar; es decir, donde el
individuo alcanzaba la categora de ser celeste por la elevacin
interior. [] Por su parte, el hombre, por pertenecer a la vez a los
abismos opacos y a los esplendores celestes, constituye el terreno de
reencuentro fuera del cual los principios opuestos moriran en el
aislamiento. Y por ser la efigie de la conciencia de esta dualidad
creadora, la serpiente emplumada es el smbolo clave de la religin
nhuatl.

Todos los pueblos compartan la misma sabidura tolteca, pero cada


uno la expresaba en su lengua, su iconografa y su mitologa propia.
Es aqu donde radica la fuerza y el poder de la Civilizacin Madre, que
se une en la diversidad y multiplica la fuerza de su potencial creador y
civilizador en la unidad. Fenmeno cultural producto de un elevado
grado de conciencia, sabidura ancestral atesorada y sistematizada,
adems de una tolerancia y pluralidad, poco observada en la historia
de la humanidad.

La llegada de los mosquitos al final de la tarde, me obligaron a


retirarme a mi habitacin. Empec a prepararme para el prximo
encuentro con don Anatolio. Los Sagrados Manuscritos del Jaguar
Blanco, poco a poco me haban atrapado y estaban destapando
compuertas de conocimiento que estaban clausuradas en mi interior,

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como afirma Guillermo Marn, en el banco gentico de informacin
cultural. Lecturas, conversaciones y sentimientos muy profundos que
se haban dado a lo largo de mi vida, ahora se estaban convirtiendo en
ideas muy claras sobre la identidad ms antigua y primigenia. Las
personas, las familias y los pueblos somos lo que recordamos. En
cada uno de nosotros est el recuerdo desde que salimos de frica y
que en el Anhuac hemos construido desde hace quince mil aos
nuestra Civilizacin Madre. En nuestro banco gentico de informacin
cultural est depositado toda la informacin desde el primer da. Lo
que se requiere es tener clara conciencia de que podemos acceder a
esa informacin. Lo difcil no es hacerlo, sino imaginarlo.

Cuando llegu a la biblioteca, apreci el semblante de don Anatolio


muy decado. No me haba dado cuenta, pero conforme iban pasando
los das, don Anatolio se iba agotando. Hasta ese momento me di
cuenta de que en verdad se estaba muriendo. Haca un verdadero
esfuerzo por mantener la claridad en la conversacin. Me daba la
impresin que cada da posea menos energa. En tal circunstancia me
atrev a sugerirle que esa noche pospusiramos el encuentro. Me
escuch con una leve sonrisa en sus labios y me respondi.

Fernando, entienda que me estoy muriendo y no tengo tiempo.

Me apen mi torpeza y le dije que ya estaba listo para escucharlo.


Cerr los ojos un buen rato, como para tomar fuerzas y comenz su
relato.

-En el Anhuac exista una eficiente red de comunicacin que


conectaba los centros de conocimiento desde la parte Norte hasta la
parte Sur del continente llamado en lengua nhuatl Ixachilan,
especialmente en la poca de esplendor de los grandes maestros.
Teotihuacn y Tiahuanaco eran los centros generadores y de ah se
ramificaban las conexiones por valles, selvas, bosques y montaas. La
base fundamental de esa informacin era las notaciones astronmicas
que eran intercambiadas en la observacin precisa, minuciosa y
exacta del movimiento de los astros desde todo el continente. A la
partida de los Venerables Maestros se perdi la comunicacin
63
continental, pero de alguna forma se mantena la comunicacin en las
regiones.

Debido a esta comunicacin se saba perfectamente de la invasin, la


destruccin y el genocidio que venan haciendo sistemticamente los
cristianos desde 1492 en las islas y las costas. Todo comenz una
tarde que lleg una nave castellana a Chetumal trayendo al cura
Jernimo de Aguilar para llevarme ante Hernn Corts, quien me
invitaba a sumarme a la expedicin. Su intento de rescate me pareci
un intento de secuestro, como los que venan haciendo. Me negu a
sumarme a la expedicin y le dije que no estaba dispuesto a participar
con una banda de delincuentes y asesinos; y que siendo Jernimo un
hombre consagrado a Dios, no entenda cmo poda hacerse cmplice
de semejantes criminales. Le dije a Jernimo que l ya conoca la vida
civilizada, pacfica y espiritual de los mayas, que le haban respetado
la vida por ser un hombre dedicado Dios, a pesar de no ser Hunab Ku,
y que esa tolerancia y civilidad no la iba a encontrar si regresaba a la
vida salvaje y guerrera de los primitivos y fanticos cristianos, que solo
venan por oro, asesinando a mansalva y sin piedad para hacerse
ricos a cualquier precio.

Jernimo dud, y en ese momento, Agua Cristalina lo amonest y le


dijo: que cmo se atreva a venir a destruir nuestra familia y a dejar a
sus hijos sin padre, que si era eso lo que predicaba su Dios. Jernimo
alcanz a proponerme que me llevara a mi familia, pero le dije que si
lo haca, mis hijos que tanto amaba, terminaran como servidumbre de
los cristianos, siempre despreciados y vejados. T has visto como
tratan los cristianos a los naturales de estas tierras, como servidumbre
o como trabajadores esclavos hasta su muerte. Eso no lo quiero para
mi familia. Mis hijos nacieron del amor, del respeto y en la libertad, en
el seno de una civilizacin educada con altos valores ticos y morales,
y slidos principios comunitarios y espirituales. No quiero condenarlos
a vivir en la esclavitud, la ignorancia y el fanatismo religioso. El Mayab
es ahora mi tierra, los mayas mi pueblo, Hunab Ku el que me da la
vida y a quien me debo en armona, sta es mi familia y mi pueblo, y
los defender hasta la muerte. Vete pues, y sigue el camino de tu vida,
espero que no te ahogues en el mar de sangre que seguramente
correr bajo tus pasos.
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A la maana siguiente el Supremo Consejo llam a sesin a todos los
dirigentes y responsables de la regin. Se coment lo sucedido el da
anterior, y Viento del Mar dijo que los cocomes, los tutul xiues, los
itzes, los canules, los cheles y los cupules, que se deban preparar
para enfrentar la invasin inminente de los Dzules, pero de manera
coordinada con todos los pueblos de la pennsula. Se enviaron
mensajeros hasta los lugares ms distantes y se convoc a un concilio
para crear una estrategia conjunta de defensa con todos los pueblos
mayas. En esa reunin, en su momento, tom la palabra y como
responsable de La Casa de las guilas y los Jaguares de Chetumal,
expuse las razones de los invasores y sus objetivos, as como sus
tcticas de engao, robo y exterminio. Finalmente propuse una
estrategia para capacitar a todos los guerreros de la pennsula en
tcticas militares para vencer y rechazar a los cristianos. Despus de
cinco das de deliberacin los dirigentes de los dems pueblos
aceptaron la propuesta y empezamos a capacitar en las tcnicas
militares para combatir a los cristianos y coordinar a todos los
guerreros del Mayab en un frente comn.

Se design un antiguo lugar que los Venerables Maestros haca


mucho tiempo haban abandonado, conocido como Labn La Casa
Vieja, en el centro de la pennsula, en donde se instal un centro para
recibir todas las informaciones que se tuvieran sobre los Dzules, de su
ataques y saqueos en las comunidades costeras, as como los
intentos por penetrar tierra adentro. A la Casa Vieja llegaban todas las
noticias y desde ah, a travs de mensajeros, se informaba a todos los
pueblos del Mayab.

Por esa razn supimos que en marzo de 1519, al ganar Corts la


Batalla de Centla en contra de los Chontales, el tlatuani Tabscoob le
entreg a una esclava de nombre Malinalli Tenpatl Hierba Muerta,
quien naci en la zona de Xicalango, por lo que su lengua madre era
el nhuatl, pero que siendo una nia fue entregada como tributo de
guerra a los Chontales que hablaban maya, de modo que sta fue su
segunda lengua. Corts la us como traductora y a travs de Jernimo
de Aguilar, mi compaero de naufragio, crearon el puente entre el
nhuatl-maya-castellano; poco despus, Malinche que as la
nombraron los cristianos, aprendi a hablar castellano y se volvi la

65
consejera de Corts, quien no daba un paso sino lo consultaba con
Malinche.

La participacin de esta mujer fue primordialmente definitiva en la


derrota de los mexicas. Malinche le inform a Corts lo que suceda en
ese momento en el Cem Anhuac, especialmente la crisis religiosa y
poltica que vivan los mexicas que haban transgredido la milenaria
Toltecyotl, minimizado la figura religiosa-filosfica de Quetzalcatl e
imponiendo a su dios tutelar Huichilopoztli. Ella le explic a Corts la
trascendencia de la Profeca del Regreso de Quetzalcatl, que
justamente era en ese ao de 1519. Le explic el significado que tena
el haber cambiado la filosofa y religin espiritual representada por la
Serpiente Emplumada, por la de Huitzilopochtli, el Colibr Zurdo,
que representaba la visin mstico-guerrera del culto a la materia y la
voluntad de poder. Los mexicas cambiaron la Batalla Florida tolteca
que era una lucha espiritual al interior del guerrero de la muerte
florecida, por la Batalla Florida mexica, que era una lucha contra sus
vecinos para obtener prisioneros para sacrificar al Quinto Sol, y que
ste, no se acabara segn la profeca, as como los tributos para
enriquecer a Tenochtitln y su nobleza guerrera. Los mexicas
empezaron a usar el cacao como instrumento de cambio, siendo que
durante milenios no existi la moneda, dndole una importancia que
no haba tenido el comercio, as como al consumo de productos
trados a Tenochtitln por medio de tributos. Se empez a utilizar la
propiedad privada, porque antes todo era comunitario, las escuelas
pasaron a ser escuelas militares y en general la sociedad se militariz
y se materializ.

Todo esto haba creado un malestar, tanto al interior de una parte de


la dirigencia de la Triple Alianza, -especialmente Texcoco-, como
entre los pueblos sometidos a cargas tributarias excesivas, como
nunca se haba dado en el Anhuac. Las incursiones de Francisco
Hernndez en 1517 y de Juan de Grijalva en 1518, ms la mtica fecha
de uno caa en la profeca del regreso de Quetzalcatl, que era
justamente ese ao, fueron utilizados por Corts para asumirse como
el capitn de Quetzalcatl, y al rey de Espaa como Quetzalcatl,
quien, -segn l-, lo haba enviado a restaurar la antigua enseanza y
restituir la importancia filosfica de la figura de la Serpiente
Emplumada.

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Corts traicion al responsable de la expedicin ante la corona, el
gobernador de Cuba, Diego Velzquez, y a los socios que la
financiaron, para lo cual cre el Ayuntamiento de La Villa Rica de la
Vera Cruz, que le permiti deslindarse de la ley de Cuba, renunciar a
ser capitn de Velzquez y autonombrarse capitn de la nueva
expedicin. Como varios expedicionarios no estaban de acuerdo en la
ilegalidad cometida, decidieron regresar a Cuba y entregar a Corts a
la justicia, pero Corts se les adelant y orden barrenar todas las
naves menos una, para imposibilitar su entrega a la autoridad; y en la
mejor nave manda a Francisco de Montejo con el primer escrito al rey
de Espaa, para entablar la negociacin directa con la corona,
asegurando el Quinto real de lo robado para las arcas reales.

La expedicin recibi un apoyo muy importante de los totonacas de


Zempoala, porque le asign un gran nmero de mujeres y hombres
para que les abastecieran y prepararan sus alimentos. Asesorado por
Malinche, Corts negoci con los de Tlaxcala y se dirigi a
Tenochtitln. En el trayecto realiz la primera gran matanza en
Cholula, de las muchas que hara, y pact una alianza con Ixtlilxchitl,
el hijo del difunto Nezahualpilli, tlatuani de Texcoco. Ixtlilxchitl estaba
en guerra contra su to Moctezuma, porque le haba quitado la
oportunidad de ser tlatuani de Texcoco. Ixtlilxchitl era un experto y
valeroso guerrero que tena trescientos mil guerreros bajo sus
rdenes. l y sus hombres fueron los verdaderos artfices de la cada
de Tenochtitln.

Corts fue recibido en Tenochtitln por acuerdo del Tlatcan, en


calidad de embajador y capitn de Quetzalcatl. Moctezuma que
mandaba obedeciendo al Tlatcan, le entreg a Corts el mando de
la Triple Alianza y de los seoros tributarios en una sesin solemne.
Pero das despus le avisaron a Corts que haban llegado a La Villa
Rica de la Vera Cruz, Pnfilo de Narvez con mil quinientos hombres,
enviados por el gobernador de Cuba para detener al prfugo de la
justicia y someterlo a los tribunales. Pnfilo de Narvez envi a
Tenochtitln a unos enviados para pedir que se entregara el prfugo.
Corts negoci con los enviados, les prometi oro si la expedicin
para apresarlo se pasaba de su bando, cosa que logr debido a la
ambicin ya que durante todo el siglo XVI no existieron soldados ni en
Espaa y mucho menos en la invasin del Anhuac. Todos eran
filibusteros que se vendan al mejor postor.
67
Corts dej a Pedro de Alvarado al frente de la ciudad de Tenochtitln
y con cuatrocientos hombres fue a tomar preso a Pnfilo de Narvez.
Los hombres de Narvez, de acuerdo a lo pactado, fingieron
resistencia y Narvez perdi un ojo y la expedicin. Corts regres a
Tenochtitln con mil novecientos hombres y fue quien orden la
Matanza del Templo Mayor, con lo que se desencaden la lucha. Los
mexicas al ver como los castellanos mataban a cinco mil personas
totalmente desarmadas que iban a realizar la ceremonia de Txcatl, y
que eran la elite de su ciudad, tomaron las armas y sitiaron a los
castellanos hasta que en una genial estrategia ideada por Ixtlilxchitl,
que en la madrugada atac la ciudad por el lago con miles de canoas,
mientras los castellanos huan por el lado opuesto y mand a su
hermano a los Valles de Otumba a proteger la retirada. Corts en su
locura pens que eran enemigos y los atac, los guerreros texcocanos
retrocedieron hasta que se logr la comunicacin, y juntos
emprendieron el camino para refugiarse en Tlaxcala.

Finalmente, fue Ixtlilxchitl el que comand la batalla contra


Tenochtitln que dur ochenta das, donde los mexicas hicieron una
defensa heroica, la ciudad cay el 13 de agosto de 1521, despus de
feroces combates. Esta fecha no es el fin de la Conquista, sino por el
contrario, es el inicio de la misma. Bajo los usos y costumbres de la
Triple Alianza, los vencidos pasaron a formar parte de los filibusteros
de Corts, adems de sus aliados tlaxcaltecas, texcocanos y dems
pueblos del Valle de Anhuac.

Poco tiempo despus de la cada de Tenochtitln comenzaron a salir


las expediciones de un puado de cristianos con miles de guerreros
anahuacas a someter y conquistar los seoros del Cem Anhuac. La
verdad es que fueron los guerreros anahuacas aliados de los
cristianos los que llevaron la parte ms sangrienta y pesada de la
invasin espaola. As, despus de la cada de Tenochtitln, los
mexicas, ahora aliados de los cristianos, segn los usos guerreros de
los mexicas, junto con los xochimilcas, tlaxcaltecas y texcocanos,
entre otros pueblos aliados de los cristianos, se convirtieron en los
ejrcitos conquistadores. Los guerreros eran los que cargaban todos
los equipos y bastimentos, adems de estar en la primera lnea de
combate.

68
A la Casa Vieja iban llegando las noticias de todo lo que hacan los
cristianos y ahora sus aliados nahuas del Altiplano. En esos primeros
aos de la invasin del Anhuac, los pueblos mayas se preparaban
para el ineludible encuentro con estos belicosos extranjeros, que sin
mediar ofensa alguna, llegaron a tomar lo que no era suyo, matar a
diestra y siniestra, a destruir nuestra forma de vida, religin, gobierno,
lengua, valores e imponer los suyos argumentado que eran los buenos
y los nuestros los malos. Fue entonces que se empez a oscurecer el
Sol, los pjaros empezaron a dejar de cantar, las flores empezaron a
perder sus aromas y colores.

En el Valle de Anhuac, como maldicin cay sin tregua la Cocoliztli.


La gente mora llena de granos purulentos y no haba ninguna
medicina para ellos. El inicio del fin se anunciaba y los Dzules, los
devoradores del Sol se dirigan al Mayab.

69
IX CAPTULO. Los Padres Fundadores.

Literalmente, en esas pocas horas antes de que saliera el sol no pude


dormir. Ni siquiera lo intent. En su lugar me puse a trabajar sobre las
notas que haba tomado de la narracin de don Anatolio. La verdad, la
versin de Los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco haban sido
traducido al lenguaje moderno por el abuelo y el padre de don
Anatolio, ms pareca el guin de una pelcula de aventuras que un
texto del Siglo XVI. Lo que ms me impresion, fue que los mayas
estaban al tanto de las expediciones de los espaoles y que, desde un
principio en 1492, les fueron haciendo un seguimiento tan puntual
como me refiri don Anatolio. Cuando uno lo piensa, se ve lgico. Lo
que nos sucede a muchos mexicanos es que estamos muy
prejuiciados por la ideologa colonial y neocolonial, que nos impide ver,
concebir y entender nuestra historia desde otra perspectiva que no sea
la de la historia oficial de la SEP, la del discurso del gobierno y la de la
cultura dominante, es decir, los medios masivos.

La visin de Gonzalo Guerrero de s mismo, de los mayas, de los


espaoles, y lo que estaban haciendo me impresion mucho. Nunca
antes se me haba ocurrido que las fuentes histricas de la
conquista, son slo una parte de la realidad y que los mayas
debieron ver otra realidad, en la cual los espaoles eran salvajes,
asesinos e invasores, que llegaban a sus tierras a robar, matar y
someter sin razn alguna. El discurso colonial es que lo que hicieron
los espaoles en Amrica fue un acto heroico y civilizatorio, toda vez
que la historia siempre la escriben los vencedores. Esta es la razn
por la cual existe en la Ciudad de Mxico, en la Avenida Reforma, un
monumento a un genocida como Cristbal Coln y en Coyoacn, un
monumento a Hernn Corts, llamado monumento al mestizaje. Qu
vergenza!

70
Esto me record lo que escribi Jos Vasconcelos al respecto en el
prlogo de su novela El Ulises Criollo: En todo caso, la conclusin
ms optimista que se puede derivar de los hechos observados es que
an los mestizajes ms contradictorios pueden resolverse
benficamente siempre que el factor espiritual contribuya a
levantarlos. En efecto, la decadencia de los pueblos asiticos es
atribuible a su aislamiento, pero tambin, y sin duda, en primer
trmino, al hecho de que no han sido cristianizados. Una religin como
la cristiana hizo avanzar a los indios americanos, en pocas centurias,
desde el canibalismo hasta la relativa civilizacin. Esto fue escrito en
1935, por el creador de la SEP y Rector de la UNAM.

Pero a finales del mismo siglo XX, el propio Octavio Paz habiendo
recibido el Premio Nobel de Literatura, escribe en su libro Vislumbres
de la India (1995) : No todo fue horror: sobre las ruinas del mundo
precolombino los espaoles y los portugueses levantaron una
construccin histrica grandiosa que, en sus grandes trazos, todava
est en pie. Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas
diferentes, adoraban dioses distintos, guerreaban entre ellos o se
desconocan. Los unieron a travs de leyes e instituciones jurdicas y
polticas pero, sobre todo, por la lengua, la cultura y la religin. S las
prdidas fueron enormes, las ganancias han sido inmensas.

Para juzgar con equidad la obra de los espaoles en Mxico hay que
subrayar que sin ellos quiero decir: sin la religin catlica y la cultura
que implantaron en nuestro pas- no seramos lo que somos.
Seriamos, probablemente, un conjunto de pueblos divididos por
creencias, lenguas y culturas distintas."

La colonizacin mental y cultural por el eurocentrismo, adems de ser


vergonzosa, nos ha privado de las mentes lcidas que pudieran
construir un mundo mejor al que destruyeron los colonizadores. Con
sus grandes excepciones, los artistas e intelectuales mexicanos, slo
copian los modelos y corrientes del extranjero. Lo peor es que lo
hacen mal y a destiempo, por lo cual los artistas e intelectuales
europeos siempre los han despreciado.

71
La madrugada me haca sentir mayor lucidez sobre lo ocurrido. Pens
que resulta inobjetable que los pueblos del Cem Anhuac,
independientemente de que fueran los mayas o los purpechas, todos
formaban parte de una milenaria civilizacin y que para 1492, estaban
mucho ms avanzados que los europeos, como en el caso de la
astronoma, las matemticas, la botnica y la medicina, por citar slo
unas ciencias y posean mejor calidad de vida, tanto en alimentacin
salud, educacin y organizacin, que los europeos. Adems que por la
llamada Edad Media se vivi el ms severo oscurantismo en Europa,
el poco conocimiento que tenan los cristianos era gracias a la cultura
rabe, que mantuvo vivo el conocimiento grecolatino y realiz grandes
avances en las matemticas, medicina, astronoma e ingeniera. El
punto es que la visin colonial sobre la conquista, es la que se ha
mantenido hasta nuestros das. La colonizacin cultural e intelectual
nos hace suponer, -sin cuestionar-, que los espaoles trajeron la
civilizacin a los pueblos salvajes y primitivos, pero es hasta hace
muy poco tiempo que este dogma se ha empezado a resquebrajar.

Resultan vergonzosos los textos que escribieron los conquistadores y


misioneros, totalmente parciales, sin rigor cientfico, sin el menor
humanismo y que en general, estn escritos a modo para las
autoridades, ya fueran para la corona, la iglesia o el escritor, y que
sean tomados como fuentes histricas verdicas, totalmente
fidedignas! Es tanto como que dentro de cinco siglos se tomaran los
informes presidenciales como una verdad histrica inobjetable. La ms
fiel y reciente imagen de este discurso colonizador est plasmado en
el bodrio cinematogrfico de Mel Gibson llamado Apocalypto.

Vergonzantes son estos textos y el cnico discurso colonizador, pero


ms inadmisible resulta la pasividad y la actitud totalmente acrtica del
magisterio, los intelectuales, investigadores y artistas de Mxico, que
con sus muy pocas excepciones, se han mantenido indiferentes y
sumisos ante la colonizacin mental y cultural que hemos sufrido
durante estos cinco siglos. Lo que haba escuchado de labios de don
Anatolio, escrito por Gonzalo Guerrero y traducido al lenguaje
moderno por su abuelo y su padre, me haban exaltado de una
72
manera total. Una explosin interna empez a arrojar antiguos
sentimientos que estaban guardados en mi banco gentico de
informacin cultural. Como un volcn salan de mis genes fogonazos
de coraje, dolor y al mismo tiempo de sublime emocin por saberme
de otra manera, por conocer desde otra perspectiva a mis
antepasados que metafricamente eran Gonzalo y Zazil H, Padres
del Mestizaje! Me pareci, en ese momento, una vileza hacer suponer
al pueblo de Mxico que Corts y Malinche eran el smbolo del
mestizaje, y que, nosotros, -el pueblo-, ramos metafricamente-, el
hijo bastardo, frustrado y traidor, simbolizado con Martn Corts, el
mestizo, el excluido y despreciado por los espaoles, el propio Corts
y su hermano, tambin llamado Martn Corts, pero hijo reconocido de
una espaola llamada Juana de Ziga.

La discreta campana de Caralampio, me llam a desayunar rompiendo


el ro turbulento de mis pensamientos. Me di cuenta que estaba
hambriento y muy cansado. La jornada haba sido agotadora.
Desayun y ca en un profundo sueo en el que aparecan los
personajes de los relatos de don Anatolio, como en un carrusel sin fin
se proyectaban en las paredes de mi habitacin.

El sonido de la lluvia me despert. Haba dormido ocho horas y la


tarde se empapaba con la tormenta. No estaba totalmente repuesto
porque estuve soando con los relatos de don Anatolio. Algo me
estaba pasando, pero pareciera que Gonzalo y Zazil H estaban
cobrando vida dentro de m interior, no como fantasmas o seres de
ultra tumba, sino ms bien como poderosos sentimientos que siempre
haba estado habitando en lo ms profundo de mi ser, y que con el
relato de Los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco, encontraban
una fisura en mi blindada percepcin colonizada del mundo, de la vida
y la historia. Era como si dos inmensas placas tectnicas, que
estuvieran durante cinco siglos en violenta y subterrnea oposicin y
de pronto, de ellas por una fisura, empezaran a brotar el magma de la
conciencia, que derrumba pesadas construcciones mentales e

73
inmensos sentimientos, que a pesar de ser ajenos, se haban
incorporado a m ser.

Hasta ahora empezaba a cobrar conciencia de lo que me estaba


sucediendo en mi interior, desde el primer da que escuch el mensaje
de Gonzalo Guerrero. Esta lava que recorra mis adentros estaba
modificando totalmente mi paisaje interior. Era un cataclismo mental,
emocional y sobre todo, espiritual. Empezaba a ver y sentir a mi
pueblo de otra manera. Yo mismo me senta totalmente diferente.
Todo el malestar interior que senta antes de leer la carta de don
Anatolio, haba sido un prembulo para recibir la informacin de los
manuscritos. Ese malestar me prepar para abrir mi interior a otra
posibilidad de entender el mundo. Mi vida en la Ciudad de Mxico se
haba agotado y a pesar de los logros materiales, de los xitos
profesionales y de la comodidad existencial, en mi ser interior, exista
una fuerza poderosa que me empujaba a buscar otra interpretacin de
la vida. No poda ser que toda la existencia humana se redujera solo a
hacer dinero y comprar. No, por lo menos la ma, no.

Antes de que llegara la hora de mi cita con don Anatolio me puse a


releer el texto Historia Verdadera del Mxico Profundo, de Guillermo
Marn. Un libro que me haba regalado el profesor oaxaqueo Enedino
Jimnez, poeta, luchador social y en su da, dirigente de la Seccin
XXII de la CENTE en Oaxaca, a quien conoc en uno de los
encuentros de poetas oaxaqueos que organizaban las Casas de
Cultura de Oaxaca y Juchitn, en la dcada de los aos ochenta, con
el inolvidable poeta y promotor cultural Macario Matus. Lo que me
llama la atencin de este libro es que hace un recorrido por los ocho
mil aos de historia, de lo que hoy es Mxico, pero a travs de una
visin sustentada en la identidad cultural y el desarrollo humano de la
Cultura Madre, citando a los historiadores, pero desde una perspectiva
descolonizada.

Porque el punto es, que el trauma al que han sometido a los pueblos
de Mxico, no es el de la conquista, sino el de la prdida de la
memoria histrica. El supuesto trauma de la conquista es el ardid para

74
hacer invisible la ostensible desmemoria del pueblo, que representa el
arma fundamental para mantener el sistema neocolonial vigente.
Porque como personas, como familia y como pueblo, somos lo que
recordamos. Si no sabemos de dnde venimos, quines eran en
verdad nuestros antepasados, cules sus logros, en dnde radica su
grandeza, cul era su sabidura y su proyecto histrico civilizatorio. Y a
esto, se le suma, una historia oficial tendenciosa, falsa y totalmente
parcial, la resultante es un pueblo sin memoria histrica, sin identidad,
lo que lo hace inseguro, dbil y frgil, fcilmente presa de sus
explotadores y depredadores. Este libro permite a travs de la cita de
historiadores e investigadores, tener otra visin del pas al que el Dr.
Guillermo Bonfil llam, El Mxico Profundo.

Lleg la hora y en cuanto toc la puerta Caralampio, sal con mis


cosas rumbo a la aosa biblioteca de la casa. En la penumbra y con el
tufo a libros viejos me recibi don Anatolio. Dej que acomodara mis
cosas y que ajustara la lmpara de la mesa. Le hice saber con una
sea que estaba listo, don Anatolio cerr sus ojos, se pasaron
lentamente sus blancas manos sobre su escasa cabellera y finalmente
las llev a su regazo. Hasta ese momento me di cuenta que don
Anatolio siempre vesta de color negro.

-La vida de mi familia ha sido afectada por la responsabilidad de


poseer y preservar los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco-
comenz a decir casi en un susurro-. En los primeros tiempos, porque
hubiera sido motivo de que la Santa Inquisicin torturara y asesinara a
mi familia, para despus desposeerla de todos sus bienes y derechos.
Posteriormente, porque en catorce generaciones, se mantuvo como la
razn fundamental la preservacin de los manuscritos, y esto le dio un
giro muy diferente a mi familia. En el periodo Colonial, las instituciones
reales, y en especial las diferentes instituciones de la Iglesia Catlica,
persiguieron todo vestigio de la civilizacin invadida. El criterio era que
todo lo relacionado a la civilizacin del Anhuac era demoniaco,
especialmente su filosofa y su religin. En 1562, Fray Diego de Landa
quema miles de cdices mayas y hoy solo existen tres en el mundo,
de los cuales, uno est en Mxico. La destruccin, genocidio y
75
epistemicidio, sustentaba y justificaba los crmenes, despojos e
injusticias que hacan los europeos con los pueblos originarios, lo
mismo fueran mayas, nahuas, quechuas o mapuches. Al negarles la
condicin humana, los pueblos invadidos perdan todo derecho sobre
s mismos, sus vidas, libertad y bienes materiales. Pasaban por
derecho real y divino, a travs de los enviados del Vaticano, a las
despiadadas manos de los invasores.

Esta consigna del invasor-conquistador, de hacer creer inferior al


conquistado, quitndole el derecho de ser hijo de su Dios, casi un
animal salvaje e inconsciente, fue la divisa durante tres siglos de
colonizacin, y se ha mantenido, -hipcritamente-, estos dos ltimos
en el neocolonialismo criollo. El asumir que los extranjeros tenan
todos los derechos y los naturales ninguno, fue lo que permiti la
desmesurada explotacin y al parecer, la inagotable depredacin,
tanto de los pueblos originarios como de sus recursos naturales. La
pauprrima Europa de finales de la Edad Media vio entrar a sus arcas
reales cientos de toneladas de oro y plata que iniciaron el capitalismo,
la edad moderna, la conquista del mundo y el eurocentrismo. La
colonizacin comenz en Amrica, pero sigui en frica y Asia.
Espaoles, portugueses, holandeses, ingleses, franceses y alemanes
continuaron la invasin del mundo en pos de materias primas, mano
de obra esclava y mercados, hasta entrado el siglo XX. Los europeos
se dedicaron a invadir y colonizar todo el planeta para su beneficio,
destruyendo las culturas, filosofas, conocimientos, religiones, valores
y formas de vida ancestrales para implantar la modernidad y la
democracia, que no es ms que la visin materialista de la vida y el
mundo en favor de los dueos del dinero. Resulta un verdadero
suicidio lo que siguen haciendo ahora en pleno siglo XXI con el
neoliberalismo y la globalizacin. Antes esto se hizo con carabelas y
arcabuces, despus con caoneras y misiles, ahora con medios
masivos de comunicacin y bancos.

Por eso resultan tan importantes los manuscritos, porque en este


momento tan crtico, no slo de Mxico, sino de gran parte del mundo,
producido por los excesos de los adoradores del imperio al culto del
76
Becerro de Oro, la humanidad tiene que voltear a ver el antiguo
camino y retomarlo. Por ms difcil que se vea, lo difcil no es hacerlo,
sino imaginarlo. Los manuscritos pueden ser el detonante para que la
gente despierte y se conecte con lo mejor de todos sus antepasados,
tanto anahuacas como europeos. Porque la verdad es que somos
hijos de los hijos de Zazil H y Gonzalo Guerrero. Representamos, -
todos-, esa familia por la cual Zazil H le prometi a Gonzalo que se
esforzara para darles a sus hijos la mejor educacin y los ms altos
valores para ser la semilla de una nueva nacin. Una familia por la que
Gonzalo Guerrero luch y defendi hasta la misma muerte. Debemos
de honrar con nuestros actos, frente a esta crisis, a nuestros padres
fundadores.

Porque hoy mismo, ni los indgenas viven de acuerdo a su milenaria


cultura, son mestizos culturalmente. Ni los extranjeros que han vivido
por generaciones en el Anhuac, viven de acuerdo a su cultura Madre.
Hoy todos somos culturalmente mestizos y el smbolo de este
maravilloso mestizaje es la familia de Zazil H y Gonzalo Guerrero.
Sus hijos somos todos y cada uno de nosotros, tomando ms de una
parte o de la otra, pero hemos creado algo diferente de los que nos
dieron vida. Esto es la dialctica de la cultura y de lo humano. Somos
un pueblo totalmente diferente de aquellos que nos dieron la vida, pero
tenemos lo mejor de las dos partes, aunque, descolonizadamente, la
parte ms antigua y profunda es la Cultura Madre del Cem Anhuac.

-Veme a mi Fernando, mi carrocera es europea, pero mi motor es


anahuaca. En aquella fotografa, -dijo, sealando a la pared-, puede
ver a mi padre y a mi abuelo, su fenotipo era europeo, pero su
corazn, apasionadamente maya. Fue mi padre el que ms se
apasion con los manuscritos y fue l, quien me envi a vivir y estudiar
a Europa. Tal vez por ello fue que tom los manuscritos con mayor
pasin que mi padre. Desde lejos se puede ver mucho mejor lo que
est adentro. Mi padre se esmer mucho en mi educacin, pero a
pesar de su edad y su poca, asombrosamente fue un descolonizador
de tiempo completo, razn por la cual, la economa familiar se vino
abajo. Poco a poco la familia se fue desprendiendo de las haciendas
77
henequeneras, las tierras y a m me ha tocado desprenderme de las
casas en la ciudad de Mrida, hasta llegar al punto que apenas
tenemos para vivir Caralampio y yo, que ms que un trabajador, es
como mi compaero de camino. Cuando parta, l ser el dueo de
los pocos bienes que me quedan de la familia Rivadeneira Rond.

-Aprovecho la oportunidad, -le dije a don Anatolio-, ya que usted


menciona a su familia, me gustara saber, cmo fue que los
manuscritos llegaron a ustedes.

-Esa es una buena pregunta que yo quisiera responder, pero por


desgracia, esa informacin est perdida en el tiempo dijo con aire
cansado-. Se sabe que los manuscritos estuvieron en manos mayas
por algn tiempo, pero en aquella feroz y fantica persecucin, lo ms
inteligente para esconderlos era ponerlos en manos de una familia
europea pudiente. Es un verdadero misterio saber cmo se hizo este
magistral cambio de manos indgenas a manos europeas. Los
espaoles, por ignorancia, incapacidad o miedo, jams pudieron
penetrar en los saberes ancestrales de los mayas. Este territorio
siempre ha estado vedado para los no mayas. Los hombres y
mujeres de conocimiento del Anhuac se retiraron de la superficie de
la Tierra, ms de seis siglos antes de que los conquistadores pusieran
su planta en el Mayab. Sin embargo, -te dir-, yo creo que los hombres
de conocimiento maya indiscutiblemente tuvieron que ver con este
asombroso cambio y pienso que durante todo este tiempo, ellos han
estado velando y protegiendo este valioso patrimonio cultural desde el
mundo del nahual. Qu, no te has dado cuenta.

La milenaria sabidura a partir del colapso del periodo Clsico superior,


que se dio a mitad del siglo IX, desapareci fsicamente del Cem
Anhuac, pero se ha mantenido permanentemente ah, donde nadie la
ve, donde muy pocos, apenas la sienten. El hecho que la cultura
dominante no la vea o la niegue, no quiere decir que no exista.
Alrededor del ao 850, en una generacin fueron abandonados los
centros de conocimiento de todo el Cem Anhuac, algunos quemados,
destruidos y cubiertos de tierra, otros quedaron en ruinas y fueron

78
reutilizados por los pueblos posteriores como lugares sagrados o
panteones. Los venerables maestros partieron, pero dejaron dicho que
regresaran para restaurar el equilibrio y la armona. Desde aquellos
tiempos hasta la actualidad, en el subconsciente de los hijos de los
hijos, siempre ha estado presente el regreso de la Serpiente
Emplumada, que no es ms que el conocimiento. Justamente por esta
razn es que Corts, aconsejado por Malinche, se asumi como el
capitn de Quetzalcatl y pudo hacer tanto dao como lo hizo. Primero
venci con ayuda de los pueblos tlaxcaltecas y texcocanos a los
mexicas, y posteriormente con unos y otros iniciaron la conquista de
todo el territorio. El peso militar y econmico de la conquista de lo que
hoy es Mxico, por lo menos durante la primera parte del siglo XVI,
bsicamente estuvo soportado por los pueblos anahuacas,
especialmente los nahuas del Altiplano. Nos conquistamos a nosotros
mismos. Nos dividieron y nos enfrentaron, nos quitaron la lengua, la
memoria, los conocimientos, los espacios y nuestra ancestral
espiritualidad, nos han hecho esclavos estos cinco siglos. Su arma
fundamental ha sido la ignorancia de nosotros mismos. Por eso la
importancia de los manuscritos, tenemos que recuperar la memoria
histrica Fernando!

Pero volviendo al punto, los venerables maestros de la sabidura


ancestral del Anhuac, conocida en lengua nhuatl como Toltecyotl,
han estado presentes desde el ao 850, aunque no los veamos,
aunque no los conozcamos, pero han sido y siguen siendo los
guardianes ancestrales de nuestros tesoros humanos. Guardianes
muy poderosos, porque tienen la libertad de ser desconocidos para
todos. No se ven, pero ah estn. Tal vez, creo yo, ellos fueron los
artfices de este formidable enroque. Poner los manuscritos en las
manos de una familia europea acomodada y en el corazn de la
ciudad de Mrida, resulta una estrategia genial. Algo casi sobrenatural
le debi haber pasado a la familia Rivadeneira para convertirlos en
depositarios responsables de este maravilloso legado, escrito con el
puo y letra de un espaol pero dictado con el corazn maya.

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Personalmente creo que los Viejos Abuelos toltecas tienen sembrado
todo el Anhuac con tesoros de esta magnitud, que esperan el
momento justo para su revelacin exaltante. En la misma Ciudad de
Mxico, en Oaxaca, Puebla, Morelia; entre mestizos, mayas, nahuas,
mixtecos, zapotecos, huicholes, yaquis y dems culturas, ah estn
depositados estos tesoros en el corazn de los hijos de los hijos de los
Viejos Abuelos. Presiento que pronto empezarn a florecer estas
bellas flores y estos ricos cantos, que como semillas del desierto,
pueden pasar aos y aos, en espera de una tormenta y florecer de un
da para otro despus del esperado aguacero, en medio del desierto y
la desolacin humana. As de maravillosos y misteriosos somos los
seres humanos y sus milenarias culturas. Fernando, qu importa
cmo llegaron los documentos a nuestras manos! Lo importante es
cmo trascenderlos y que cumplan su misin para la que fueron
creados. -Don Anatolio pareci agotado por la emocin de sus propias
palabras-.

Yo guard un respetuoso silencio y don Anatolio cerr los ojos, como


concentrndose.

-Quiero hacer un parntesis, para explicarte el contexto en que se


encontraba la invasin europea, y sea ms fcil de comprender lo que
le sucedi a Gonzalo Guerrero y su familia, adems de la razn para
escribir los manuscritos. -Dijo con mucha calma don Anatolio.

-La creacin del Virreinato de la Nueva Espaa empezaba a marcha


forzada con el poder militar de los pueblos nahuas del Valle de
Anhuac, que rpidamente aprendieron los usos y costumbres
guerreros de los espaoles, desde el empleo de sus armas hasta el
saqueo y el asesinato, ponindolos al servicio de los intereses de los
europeos. Pero tambin, empez una lucha entre los conquistadores y
la burocracia de la corona y de la iglesia. Los primeros se
consideraban los indiscutibles amos y seores de las tierras y los
hombres conquistados, pero el avance de la maquinaria colonial
atentaba contra su poder casi ilimitado. Para 1528 se form la primera
Audiencia y Nuo de Guzmn se declar enemigo de Hernn Corts.

80
Ante los conflictos de autoridad y poder, la corona cre la segunda
Audiencia en 1531. Pero fue hasta 1535 cuando Carlos V nombra a
Antonio de Mendoza primer Virrey de la Nueva Espaa.

En 1526 el rey de Espaa nombr a Francisco de Montejo,


Adelantado, Capitn, General, y Alguacil Mayor de Yucatn, Cozumel
y Tabasco. Montejo vendi todas sus posesiones en Espaa, para
financiar la expedicin, y en compaa de su hijo y un sobrino inici la
primera campaa en 1527, con un fracaso rotundo porque los pueblos
mayas estaban preparados y los estaban esperando, gracias a la
capacitacin de Gonzalo Guerrero. La segunda campaa la inicia en
1530 con pobres resultados, los pueblos mayas se defendieron con
herosmo de la invasin y ocupacin, an los de Tabasco, donde
Montejo fij su cuartel general. Muchos de los filibusteros que
acompaaban a Montejo lo abandonaron al ver la tenaz resistencia y
se fueron a la invasin de Per. Tal era la defensa maya que Montejo
tuvo que pedir ayuda a la corona espaola en 1535. Todo el poder
econmico y militar se dispuso para acabar con la resistencia maya.

La nueva estrategia estaba sustentada primeramente en los


asesinatos de Gonzalo Guerrero, su esposa e hijos. Los Montejo se
comprometieron a enviar una expedicin punitiva para extirpar el
origen de la resistencia. La corona para ofrecer su ayuda lo puso como
una condicin, ya que no iba a tolerar que ningn espaol se pasara al
bando de los invadidos y cundiera el ejemplo de Gonzalo Guerrero,
fuera por nobles sentimientos o por inters personal o de algn reino
europeo, que ya empezaba la codicia por las riquezas encontradas en
las tierras invadidas. Tambin, la iglesia catlica no iba a permitir que
los espaoles tuvieran relaciones sexuales con animales, menos
procrear con ellos y asumir a su religin demoniaca. Fue hasta 1550,
en Valladolid, Espaa, donde se da la llamada Polmica de los
naturales, entre Fray Bartolom de las Casas y Juan Gins de
Seplveda donde se comprob que los anahuacas tenan alma, y en
tal caso, no eran animales. Para los espaoles catlicos del siglo XVI,
tener relaciones sexuales con animales estaba prohibido por el sexto
mandamiento que dice: no cometers actos impuros, es decir, no
81
tendrs relaciones sexuales con animales. Pero fundamentalmente,
para la corona espaola era un imperativo poner un castigo ejemplar,
para que los espaoles que pretendieran traicionarla en Amrica, y
procrearan hijos con indgenas. El Virreinato de la Nueva Espaa era
para los espaoles y no seran tolerados los mestizos. Los indgenas,
si eran hostiles a la colonizacin deban ser exterminados, y de
someterse, deberan ser sirvientes y mano de obra esclava a cambio
de cristianizarlos. Esta fue la condicin que puso la corona para darles
apoyo a Francisco de Montejo y sus socios, para la conquista de
Yucatn. El ajusticiamiento de Gonzalo Guerrero, hoy se llamara, un
crimen de Estado. Tomado en cuenta todo lo anterior, los manuscritos
dejados como un legado por Gonzalo Guerrero cobra otra dimensin.
Gonzalo Guerrero no fue un traidor, lo que sucedi es que la cultura
maya lo humaniz y civiliz.

Don Anatolio se qued callado por un tiempo, como tomando fuerzas


de su agotado cuerpo. Cerr los ojos y comenz a relatar la penltima
parte de los Sagrados Manuscrito del Jaguar Blanco.

-La defensa de la pennsula, al paso del tiempo, era ms difcil de


sostener, algunos pueblos mayas se hicieron aliados de los invasores
para no ser arrasados, torturados y esclavizados. Seguan llegando los
castellanos, no solo por el mar, sino tambin por la zona montaosa
del mar poniente. Por los informantes supimos que los castellanos
venan por m y por mi familia. Era el ao de 1535 y decid darme por
muerto, para que los cristianos no me buscaran ms y pudiera
proteger a mi familia. Era muy claro para m, que la resistencia de los
pueblos mayas era un mal ejemplo que poda cundir entre muchos
pueblos del Anhuac, especialmente porque ya se saba de las
derrotas que estaban sufriendo los espaoles en el Norte y desde
luego en el Mayab.

El Consejo Supremo decidi que mi familia y yo, nos escondiramos


en las selvas de las tierras bajas del Sur, durante un tiempo mientras
pasaba la embestida de Montejo. Era un lugar en donde los invasores
no podan penetrar, era un refugio natural. Se saba que le haban

82
puesto precio a nuestras cabezas, el objetivo era el exterminio
ejemplar. Yo saba que lo ms importante, adems de la defensa del
Mayab, era preservar a mi familia, especialmente a mis amados hijos,
que representaban el honorable principio de una estirpe que poblara
estas tierras. Tarde o temprano los espaoles no exterminaran a sus
propios hijos.

Los castellanos desde el inicio de la invasin dejaron hijos en las islas


de mar adentro, pero stos, eran sumados a la empresa de conquista
y colonizacin en calidad de guas, informantes o sirvientes. Mis hijos
no seran sirvientes de los espaoles y verdugos de sus hermanos.
Sern en cambio, el principio de un nuevo ciclo que cambiar la faz de
estas tierras. El encuentro y el fruto florecido de lo mejor de las dos
culturas en conflicto. Porque, no todos los espaoles que llegan son
asesinos y ladrones, ni todos los anahuacas son fieles a la tradicin
milenaria tolteca. Algunos individuos y pueblos, inmediatamente han
tomado para s, un lugar en la conquista y la colonizacin. Copian la
actitud del depredador y explotador en un papel inferior de vencido-
vencedor y se transforman en un pavoroso colonizado-colonizador.
Como Malinche y los pueblos anahuacas aliados de los cristianos.

El fruto florecido del amor entre Agua Cristalina y yo, eran esas tres
piedritas preciosas, esas plumitas de quetzal, que seran el inicio, la
base y fundacin, donde se mezclaron lo mejor de Agua Cristalina, su
familia, su pueblo y su cultura, y las mas, las de mi familia, mi pueblo
y mi cultura. Esa poderosa fuerza, esa maravillosa energa que nos
atrajo y fundi en un solo ser a mi esposa y a m, era un designio de
Aquel por quien se vive, para terminar un ciclo e iniciar uno nuevo. El
mestizaje era la nica opcin para trascender tanto sufrimiento, muerte
y destruccin. Los mejores das de la sabidura de los toltecas en el
Anhuac haban pasado haca ms de trece atados de aos. El
conocimiento estaba agotado y se requera una fuerte sacudida para
entrar en el proceso de reiniciacin de un nuevo ciclo csmico. Todo
parto conlleva dolor y sangre, pero produce una nueva vida. El
mestizaje ser el inicio de ese nuevo ciclo para el Anhuac. Pero ese
mestizaje tiene que ser producto de lo mejor de las dos partes que lo
83
conforman. Un mestizaje luminoso y equilibrado, pleno de amor y
encuentro, de respeto y valoracin mutua. Lo mejor de las dos partes
del mestizaje produce una tercera, mucho mejor y diferente a las dos
que lo conformaron. Este es justamente el valor de este naciente
mestizaje representado en mis hijos, mi esposa y yo.

Los Venerables Maestros del El Recinto del Jaguar Negro saban


que la sabidura tolteca sistematizada y preservada en la Toltecyotl,
dej dicho que los opuestos, -si se complementan en equilibrio-,
forman un tercer elemento, totalmente diferente y profundamente
mejorado y potenciado que los dos que lo produjeron. Es el caso del
quetzal, smbolo del ave ms hermosa que se eleva en busca de
sabidura celestial, y la serpiente, que repta sobre la tierra y representa
la fuerza del mundo material. En esa unin de opuestos
complementarios forman un tercero, mucho ms importante y
trascendente, me refiero al Quetzalcatl en lengua nhuatl de los
toltecas y en lengua maya Kukulcn. Alegora que entraa un desafo
el encarnarla, es decir, lograr el equilibrio entre el ave y la serpiente
que habitan en cada uno de los seres humanos.

Mi familia, pero en especial mis amados hijos, sern el inicio de un


nuevo linaje en esta sagrada tierra de la Serpiente Emplumada de
hombres y mujeres verdaderos, que con sus rostros propios y sus
corazones florecidos debern crear una nueva alternativa para
alcanzar la conciencia de la sacralidad de la vida a partir del desarrollo
pleno de todas sus potencialidades. Los mestizos del Anhuac, sern
la suma mejorada de las dos culturas que les posibilitaron nacer.

Esta es la verdadera razn por la cual El Seor del Cielo, el dador del
movimiento y la medida me envi al Anhuac. Ahora lo entiendo, este
desafo, es lo que le da razn y le da sentido a mi vida. Cada ser
humano tiene una razn de vida, una misin, un camino que recorrer.
Porque todos hemos sido creados por la misericordia y el amor de
Aqul por quien se vive. Somos todos los seres vivos poseedores de
una fraccin de su infinito amor y por ello todos, somos y estamos
iguales y en consecuencia somos parte de l. Con un grupo de

84
hombres y mujeres, tanto campesinos, como mdicos y maestros para
los hijos del grupo, as como con un grupo de guerreros de mi
confianza y sus familias, iniciamos el camino, primero por mar y luego
a lo ms recndito de las selvas del Sur. Las instrucciones de Consejo
Supremo era crear un refugio seguro e impenetrable, y en l, fundar
una pequea comunidad autosuficiente para esperar que pasaran los
tiempos difciles del asedio y exterminio, donde pudieran crecer
nuestros nios con seguridad y bienestar.

Despus de un largo y penoso recorrido en la impenetrable selva


virgen, encontramos una pequea cordillera en la que se poda
observar desde la cima de la montaa ms alta cualquier incursin a
gran distancia. Era el lugar ideal, haba un manantial de agua y entre
los cerros un pequeo valle para sembrar nuestros alimentos.
Construimos las casas con bajareque y encontramos una cueva muy
propicia para ser usada como refugio para toda la pequea
comunidad. Las instrucciones del Consejo Supremo eran de
quedarnos ah hasta que nos dieran la orden de regresar. Un
mensajero llev la confirmacin de que se haba cumplido con lo
ordenado y el lugar en el que nos encontrbamos.

85
X CAPTULO. La Batalla Final.

Despert ms temprano que de costumbre. Dos ideas empezaron a


resonar en mi cabeza como un despertador y me hicieron
despabilarme. Tena que responder las preguntas que brotaban de
esas ensoaciones. La cuestin es, que el hecho de que los
Manuscritos hayan pasado de manos mayas a manos europeas en
pleno siglo XVI, era algo verdaderamente difcil de suceder, si no,
imposible. Como dijo don Anatolio, esa es una buena pregunta que yo
quisiera responder, pero por desgracia, esa informacin est perdida
en el tiempo. No solamente en los tiempos de la Colonia, aun en
pleno siglo XX se sabe de muchas historias que no se pueden
explicar. Historias y personajes que tienen que ver con esa sabidura
ancestral, que se ha mantenido encubierta y totalmente inaccesible
para la cultura dominante.

Esto me hizo recordar una entrevista que le hice a un curandero de


Tula, Hidalgo, llamado ngel Xochimapictli Texcocano, que apareci
en el Peridico Uno Ms Uno el 19 y 20 de marzo de 1979. En la
entrevista, el hombre de conocimiento, me dijo entre otras cosas: En
el Mxico actual, El indio que t ves sobre la superficie de la tierra es
el despojo del indio, su apariencia. El verdadero indio est escondido
en el interior del mundo, pero no en una cueva, que es donde vive el
tigre, sino en el corazn mismo de la tierra, nuestra madre
queridaYa lo nico que tenemos que perder es nuestra vida, pero
esa no es nuestra, de manera que tenemos que cuidarla para que
nuestros hijos recuerden la grandeza de sus padres y obren en
consecuencia El indio que queda afuera, en la superficie del mundo,
vive como esclavo y su vida vale tanto como la de un perro. T puedes
86
ver a tanto indio acabado, el que perdi sus costumbres y con ellas el
nico refugio que tenan, como si fuera un trapo sucio, no vale nada
Hace muchos aos que el indio perdi el derecho a ser dueo de la
superficie de su tierra en el campo de batalla. Hoy, sera una estupidez
pensar que puede recobrar ese derecho con el arco y con la flecha.
Los que vinieron nos arrebataron, quizs para siempre, la superficie
del mundo, pero esta derrota oblig al indio a penetrar en el interior de
la Tierra, donde el blanco lo nico que encuentra es petrleo ya le
dije, se destruyeron todos nuestros edificios, se acabaron todas
nuestras instituciones. Hoy ya no hay escuelas, hay hombres que
saben y riegan su saber entre sus hijos, para que el hombre antiguo se
conserve en ellos y no se pierda la memoria de nuestros padres sobre
la tierra.

Me estremec al recordar a don ngel Xochimapictli. Existen muchos


hombres y mujeres que poseen la sabidura ancestral y que no son
visibles para la cultura dominante. Ni la misma obra de Carlos
Castaneda, que se basa en la enseanza de la Toltequidad, -que
segn el autor, le transmiti un hombre de conocimiento yaqui- ha
podido franquear los inmensos muros de la academia, para quedar
solo en un relato extico y psicodlico del movimiento del new age,
sin mayor trascendencia. La destruccin del conocimiento que hicieron
los castellanos en la pennsula de las bibliotecas de los rabes en
Sevilla y Granda, antes de la invasin al Anhuac, lo vinieron a
continuar con la quema de cdices, asesinato de hombres y mujeres
de conocimiento, as como con los maestros de las escuelas que
inmediatamente prohibieron, para dejar a los conquistados sin
educacin y sin memoria. La Europa medieval se caracteriz por el
exterminio de las personas de conocimiento, sus saberes y sus libros,
as como el exterminio por razones religiosas. El poder del Vaticano y
el fanatismo exacerbado se fundi con el oscurantismo y la ignorancia.
La Iglesia Catlica era la poseedora de la nica verdad y la Santa
Inquisicin fue un mortfero instrumento que sembr el terror y la
muerte, tanto en Espaa como en Amrica.

87
La otra idea que rondaba en mi cabeza, era la decisin de la corona
espaola de asesinar a Gonzalo Guerrero y a su familia. En la historia
oficial hispanista se relata como un hecho aislado, casual y menor,
pero indiscutiblemente en su momento, la ordenada y sistematizada
resistencia de los mayas debi inquietar mucho a los espaoles y
resulta, razonable, el empeo que tuvieron en perseguirlo y rastrearlo
desde lo que hoy es Quintana Roo hasta Honduras en Centro
Amrica. Justamente en 1540 comenz la gran rebelin en contra de
la corona conocida como La Guerra del Mixtn que se dio en el
Occidente del Virreinato y en la que tuvieron que intervenir ms de
cincuenta mil hombres por parte de los espaoles y que estuvo a
punto de perder la corona. Este conflicto fue la gota que derram el
vaso de muchas rebeliones en contra de la invasin que se dieron
entre 1521 y 1550. Indiscutiblemente que los pueblos mayas fueron
los primeros en enfrentar con xito a los invasores, pero siempre ha
existido un rosario de estallidos sociales y rebeliones de los pueblos
indgenas en contra del gobierno Virreinal espaol y el Estado
neocolonial de los criollos, en estos dos ltimos siglos de ocupacin.

El discurso de ayer y de hoy, sobre las rebeliones indgenas es


totalmente parcial y malicioso. En el siglo XVI los espaoles usaban el
eufemismo rescatar oro, a la accin de ir a las comunidades
indgenas a matar y destruir para robar oro. Por supuesto que ante la
defensa violenta de los invadidos, los espaoles le llamaron a la
represin, pacificacin. En nuestros das, al rescate de los recursos
naturales por las empresas transnacionales, se le llama desarrollo y
a los que protestan se les llama transgresores de la paz social y
enemigos del progreso. Los pueblos indgenas han estado en total y
permanente resistencia, solo que ignorada y silenciada por los medios
masivos y por las armas. Tal vez la rebelin ms importante en estos
cinco siglos de invasin y ocupacin es la del Ejercito Zapatista de
Liberacin Nacional, porque su rebelin se sustenta en la exigencia
del cumplimiento estricto de la ley, el repudio a la violencia y el
rechazo a buscar el poder o el cambio de sistema, como ellos dicen,
para todos todo, para nosotros nada.

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El discurso de don Anatolio, si bien, estaba cargado de emocin, tena
coherencia y lgica. Y es esto justamente lo que me conmova. Los
argumentos de don Anatolio, que segn l, eran los de Gonzalo
Guerrero actualizados por su padre y l mismo, me hacan sentir
intelectualmente flcido y manipulado. Cmo es que nunca se me
haba ocurrido dudar o cuestionar el discurso de la historia oficial
hispanista. Por qu acept dcilmente la supuesta veracidad de las
llamadas fuentes histricas. A final de cuentas, y vindolos desde
una perspectiva descolonizadora, en general, los escritos hispanistas
sobre la conquista son puras novelas de ficcin, basadas en mentiras
exageradas para extender y recrear ms mentiras. Todo lo que se
escribi en ese tiempo, por los supuestos protagonistas, tena un
objetivo totalmente alejado de la verdad histrica y favoreca
totalmente intereses de la corona, la iglesia y de quienes escriban,
entonces, cmo es posible que se tomen como verdaderas fuentes
inobjetables? El ejemplo ms pattico es el prlogo del libro Historia
General de las cosas de la Nueva Espaa escrito por Fray
Bernandino de Sahagn, en el que confiesa que escribi el libro como
un manual para conocer las enfermedades del espritu y las idolatras
y poder combatirlas y extirparlas mejor. Cmo es posible que este
escrito sea tomado como una fuente histrica confiable?

Por otra parte, cmo es posible que los ahora llamados mexicanos
acepten todas esas mentiras que llaman historia prehispnica.
Adems de la supuesta conquista heroica de los espaoles, cmo es
posible que en los libros de texto se ensee a nuestra niez que
cuando los invadidos derrotaron a los invasores en 1520, a ese
glorioso hecho histrico, se le llame Batalla de la Noche Triste?
Cmo es posible que los maestros mexicanos sean tan indolentes y
poco crticos en su ejercicio profesional, y voluntariamente se presten
a ser el troquel con el que se coloniza la mente de la niez mexicana.
La defensa de la Matria y la descolonizacin se debera dar en el aula.

Todas estas ideas y juicios se agitaban en mi mente como un furioso


huracn. Tena toda la razn don Anatolio, los Sagrados Manuscritos
del Jaguar Blanco deberan darse a conocer de inmediato a toda la
89
nacin. La vida de Gonzalo Guerrero, Zazil H, sus tres hijos y la
familia Rivadeneira, trascenderan en la medida que esta visin de la
importancia y valor de nuestro mestizaje se convirtiera en inicio de la
recuperacin plena de nuestra memoria histrica, nuestra identidad y
nuestra autoestima, como personas, familias, pueblos y nacin. La
grandeza del mestizaje nos ha sido arrebatada desde el inicio por el
conquistador-colonizador. En su lugar, nos impusieron el mito
denigrante de ser hijos de un asesino y una traidora, por medio de
una violacin. Y nos han impuesto, subliminalmente, la figura de
Martn Cortes, el hijo bastardo que tambin fue un traidor, apodado el
mestizo por los propios espaoles, para negar cualquier posibilidad
de que nuestro luminoso origen mestizo tenga dignidad y grandeza.

Segn lo dicho por don Anatolio, hoy sera la ltima entrega de los
Manuscritos y de mi estancia en Mrida, que por cierto, se me haba
pasado rpidamente. Por lo tanto, despus del desayuno sal a
caminar, gracias a la invitacin que me hizo el Ing. Manuel Rosado,
conocedor de la cultura maya, quien me mostr con detalle el Paseo
Montejo. La intencin era despedirme de esta bella ciudad fundada
sobre las ruinas de la ciudad maya llamada TH Ichkansih en 1542
y cuyos primeros edificios fueron construidos con las piedras de la
antigua ciudad, tambin llamada Cinco Cerros. El Paseo Montejo es
un fiel reflejo de este sincretismo criollo que se ha llamado Mxico
desde 1821. En el apogeo econmico de la fibra del henequn creado
sobre la explotacin de los pueblos mayas, los ricos finqueros
afrancesados quisieron hacer su Pars chiquito y copiaron los
famosos Campos Elseos de Pars. Es curioso y significativo, pero El
Paseo Montejo contiene la mtica de una nacin criolla totalmente
colonizada. Con glorietas con monumentos que tratan de exaltar una
mezcla cultural no asimilada y s excluyente. El inicio del paseo se
encuentra, el cuestionado, monumento a los fundadores hispanos,
Francisco Montejo y su hijo, dos genocidas que inician los tiempos del
terror para la cultura maya, cuando los Dzules castraron al Sol. Un
monumento a La Patria hecho por el artista colombiano Rmulo Rozo,
con extraos e inciertos matices mayas, donde los espaoles estn en

90
posiciones erguidas y los mayas agachados o reclinados, pero que
apuntan a un nacionalismo excluyente de la pluralidad indgena de la
nacin, especialmente a mediados del siglo XX. Otro monumento a
Felipe Carillo Puerto lder revolucionario que en la segunda dcada del
siglo XX, fue llamado El Apstol rojo de los mayas y por consiguiente
fusilado. El monumento a Justo Sierra OReilly, padre del educador
porfirista Justo Sierra Mndez y que entre otras cosas, busc el apoyo
de Estados Unidos contra la Guerra de Castas. La ltima adquisicin
del Paseo fue la Glorieta de la Paz, tambin llamada Glorieta 4 de
julio, futurista, no solo por su sugestivo segundo nombre, sino por el
paso a desnivel que apunta al progreso y la modernidad. No podra
faltar el monumento a Gonzalo Guerrero en un lugar marginal del
Paseo, obra del artista zacatecano Ral Ayala, en donde el espaol
est erguido y Zazil H, atrs de l y sentada en el piso. Por cierto, la
obra escultrica no fue hecha para el Paseo Montejo, sino para
Akumal, Qunitana Roo en 1974.

Al regresar a la casa de don Anatolio, despus de un largo recorrido,


pensaba que ahora, el Paseo Montejo est saturado de negocios de
empresas transnacionales y que con eso se cierra el ciclo de la
invasin-neocolonizacin.

Despus de comer, me encontraba descansando de la caminata,


cuando un llamado urgente a la puerta me despert de una pequea
siesta que tomaba en el sopor de la tarde. Era Caralampio, quien con
evidente angustia me comunic que don Anatolio se haba puesto muy
mal, y que deseaba adelantar la reunin de trabajo. Le dije que si lo
crea conveniente, podamos posponerla para el da siguiente. Con los
ojos hmedos Caralampio contest que no sera posible, que don
Anatolio estaba por partir de este mundo.

Rpidamente tom mis cosas y me dirig con Caralampio a la


biblioteca. Caralampio me detuvo en la puerta y entr a la habitacin.
Poco despus salieron cuatro hombres y una mujer, ostensiblemente
indgenas mayas, y muy ceremoniosos me saludaron al salir. Iban con
sus rostros serios y podra decir, tristes. Poco despus sali

91
Caralampio y me invit a pasar. Pese a que las pesadas cortinas
estaban cubriendo las dos ventanas, por la luz que se filtraba, pude
ver con mayor claridad el espacio. Me llam la atencin que haba
muchas flores, veladoras y ola a incienso.

Don Anatolio estaba postrado en el gran silln. Depositado como un


frgil mueco de trapo, su quebrantado cuerpo pareca una pequea
llama a punto de apagarse. Sus grandes ojos eran los que denotaban
vida en ese gastado cuerpo. Caralampio lo acomod con mucho
cuidado, poniendo unas almohadas, para que tomara una posicin
ms cmoda. Con voz apenas audible me dijo,

-Los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco, estn a punto de


desaparecer de este mundo. Me estoy yendo Fernando, pero necesito
acabar de trasmitirle la historia que nos leg Gonzalo Guerrero.

-Te agradezco tu confianza y tu inters en esta historia. S, que es


difcil creer que Gonzalo Guerrero la haya escrito, y ms an, que sta
haya sobrevivido 478 aos, primero en papel y despus en la tradicin
oral de mi familia. La misin de Gonzalo, Zazil H, sus hijos y mi
familia se cumplir, en la medida que la difundas entre los hijos de los
hijos de la primera familia de mestizos del pas. Te agradezco de
antemano el esfuerzo de tu ardua tarea, s que te enfrentars con el
feroz ataque de las mentes y corazones colonizados, as como con
sus instituciones acadmicas, polticas y econmicas, pero no se
puede parar la marcha por la recuperacin de nuestra memoria
histrica y la dignidad de nuestro honroso mestizaje. As como habr
gente que niegue cualquier versin que no se ajuste a la historia oficial
hispanista neocolonial, tambin se encontrar en el camino con
personas que estn trabajando por la recuperacin de la memoria
ancestral, la sabidura atesorada en la Toltecyotl y por el
florecimiento de nuestra milenaria civilizacin a partir del mestizaje
consciente e integrador. No solo en las comunidades indgenas y
campesinas, sino tambin en los ncleos urbanos. Personas que a
travs de la medicina tradicional, la danza, el arte popular, la

92
agricultura y agricultura anahuaca, la arqueoastronoma y las
matemticas ancestrales, estn despertando conciencias.

Agradecer mucho que cuando partas de Mrida, te olvides de mi


persona, como si nunca hubiera existido. Confo en que logrars
difundir el contenido de los manuscritos para que lleguen a los
corazones receptivos de los descendientes de Zazil Ha y Gonzalo.
Todo est preparado para mi partida, esta casa, Caralampio y mis
restos, desaparecern, seremos de nuevo polvo en el camino. -Me
qued un poco confundido por lo dicho por don Anatolio-. De manera
automtica abr mi libreta de apuntes y con un gesto corporal, le hice
saber que estaba listo a escuchar la ltima parte de los manuscritos.

Hubo un largo silencio, alc la cara, y sent la profunda mirada de don


Anatolio, como un haz de luz, que penetraba no slo mi cerebro a
travs de mis ojos, sino literalmente sent que llegaba a lo ms
profundo de mi alma. No era una mirada pesada o atemorizante, por el
contrario, era una mirada que se senta como una luz viva y vibrante.
Serena, amorosa, pero sobre todo, muy sabia. Me sent paralizado,
algo muy importante estaba sucediendo en mi cuerpo, pero no saba
exactamente qu era. Senta como si una recomposicin energtica
se diera en todas mis clulas. Don Anatolio, no solo me estaba
haciendo algo con su mirada, sino que senta que ese algo era muy
importante aunque apenas perceptible. Ahora, cuando recuerdo ese
momento, no logro aclarar cuanto tiempo transcurri, bien pudo ser un
instante o unos minutos, no lo s. Solo tengo la certeza de que fue
algo muy intenso, profundo e importante.

Don Anatolio cerr los ojos y se reclin en las grandes almohadas.


Respir hondo y empez a relatar la historia en primera persona,
como si Gonzalo Guerrero hablara a travs de l.

-Haba transcurrido un buen tiempo desde nuestra llegada al refugio


en las montaas. Ya estbamos por recoger la primera cosecha. Las
familias vivamos de acuerdo a la tradicin y la vida comunitaria
empezaba a florecer. Por mi parte, me puse de acuerdo con Agua
Cristalina para escribir nuestra historia y que nuestros hijos no
93
olvidaran la memoria de sus padres. Nuestros hijos no deberan perder
la conciencia de su raz y de su esencia, porque sin ella, estaban
perdidos. Esa conciencia sera la poderosa fuerza que les permitira
vencer todas las adversidades del futuro. Entre las cosas que les
habamos quitado a los castellanos en una batalla que salieron
derrotados, fue un gran legajo de hojas, plumas y tinta de un escribano
de la corona. La misin de estos hombres, que no pertenecan a la
expedicin, era dar fe real de lo sucedido, y llevar la contabilidad del
Quinto Real, es decir, de la quinta parte de los tesoros robados, que
era lo que les cobraba la corona por otorgarles el permiso o concesin
para recatar oro.

-Yo saba que mi vida era un trofeo, -continu don Anatolio,


posesionado en la voz de Gonzalo Guerrero- un requerimiento para
que Montejo siguiera recibiendo el apoyo de la corona, y una
cuantiosa recompensa para sus esbirros, por la que haran hasta lo
imposible por asesinarme. Mis das estaban contados y tena que
defender la vida de mi familia y la semilla que ellos representaban para
el futuro del Anhuac. Lo primero se basaba en la defensa militar, lo
segundo implicaba concientizar a Agua Cristalina y a mis hijos de la
sagrada misin que ellos tenan, y de lo que sus vidas representaban
para el futuro de la nacin. El Mestizaje es el comienzo de la nueva
historia del Cem Anhuac, su raz y esencia es de nobleza, amor y
equilibrio entre dos formas de percibir el mundo y la vida. Para ello,
tena que escribir un texto en el que se contara la verdad, para que las
generaciones futuras conocieran la odisea del nacimiento del
mestizaje.

-Estaba a punto de terminar los manuscritos prosigui don Anatolio-


cuando un da lleg un mensajero con nuevas instrucciones del
Consejo Supremo. Se saba que Francisco de Montejo le haba puesto
precio a la vida de mi familia, y por supuesto a la ma, por ser el alma
de la defensa en contra de la invasin. Las bajas entre los aventureros
eran cuantiosas y no encontraban las grandes cantidades del oro y la

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plata que buscaban. Esto haba influido entre muchos de los
aventureros para sumarse a la expedicin de Francisco Pizarro en el
Sur del continente, y Montejo se haba comprometido con la corona a
exterminar la resistencia para no perder los derechos sobre estas
tierras. Debido a lo anterior, me ordenaban organizar la resistencia en
las costas de Ticamaya, dejando a mi familia y la comunidad en el
refugio.

-Al da siguiente se organiz una ceremonia de despedida con todos


los miembros de la comunidad. Les inform del estado de la
persecucin de los cristianos y las instrucciones del Consejo Supremo.
El consejo de la comunidad design al nuevo Nacon. Yo les ped que
se hicieran responsables de su altsima misin. Tenamos que
entender que el Sol se estaba ocultando y que viviramos en las
tinieblas durante casi diez atados de aos, pero que el Sol volvera a
salir. Nuestros Viejos Abuelos nos ensearon a contar. Nos ensearon
a medir el movimiento, el camino de la vida y de los astros. Los
pjaros dejarn de cantar, el agua se ensuciar, viviremos una noche
de maldad, se acabar el maz y la tierra se amargar. Se perder el
rostro y el corazn, los changos regresarn, bajarn de los rboles y
vivirn en nuestras casas.

-Sern tiempos difciles. Nuestros templos e instituciones caern, nos


quedaremos sin sacerdotes ni maestros, sin luz y camino, se
extraviar lo sagrado, se esconder la sabidura, se perder la
vergenza. Los Dzules slo han venido a castrar al Sol. Y los hijos de
sus hijos se quedarn entre nosotros, de ellos slo recibiremos su
amargura, frustracin e ignorancia. Justamente esa es la razn para
defender la vida de los hijos de la Serpiente Emplumada y el Seor del
Rayo y el Trueno. Jams volveremos a ser los mismos, pero
lucharemos hasta la ltima gota de sangre para no ser, como los
castellanos quieren que seamos, sus esclavos. Tenemos que ser lo
mejor del futuro, defendiendo en el presente, lo mejor de nuestro
pasado.

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A mis queridos hijos y a m amada esposa, Agua Cristalina, a Lucero
de la Tarde, Rayo de Luna y Serpiente Negra, les tocar mantener
sobre todas las cosas su vida, que ahora ya no les pertenece, porque
representa el nuevo linaje de estas tierras. La mejor mezcla de los
opuestos. Ustedes mis amados hijos, son lo mejor de sus padres. Son
el inicio de un nueva historia, orgullosamente deben mantener la
conciencia de su elevada responsabilidad. Morir su padre y morir su
madre, pero en ustedes, y en los hijos de sus hijos, nacer la nueva
historia. Representan en su mestizaje el potencial del Cem Anhuac
para el futuro.

-Cuando termin de hablar hubo un gran silencio. Tom entre mis


manos los manuscritos, que era la historia del nacimiento del
mestizaje y se los entregu a Agua Cristalina y le dije que los cuidara
para el futuro, que eran, como nuestros hijos, el fruto de nuestro amor.
Agua Cristalina los tom y dijo en voz alta que las mujeres del Cem
Anhuac, a lo largo de la historia son las que han mantenido la
costumbre y la tradicin. Que me fuera a cumplir con mi misin, que
ella cumplira con la suya, como lo han hecho las madres y las abuelas
a travs del tiempo. A la maana siguiente part antes de que saliera el
sol para cumplir con mi destino.

Don Anatolio qued en silencio con los ojos cerrados, totalmente


exhausto, pareca muerto. La oscuridad de la noche poco a poco se
haba filtrado a la habitacin y la abarcaba en su totalidad, slo la
lmpara de la mesa y las veladoras daban un poco luz. No saba qu
hacer, estaba aturdido y desorientado. La partida de Gonzalo Guerrero
tambin me haba afectado. Unos instantes antes de que le preguntara
a don Anatolio si estaba bien, el rompi el silencio con un estado de
nimo diferente. Como si fuera otra persona.

-Este es el relato de los Manuscritos Sagrados del Jaguar Blanco.


dijo con voz potente- Zazil H, sus hijos y despus sus descendientes,
mantuvieron escondidos los manuscritos durante muchos aos y muy
probablemente, debido a la guerra de resistencia que termin hasta
1697 y la feroz persecucin de la Santa Inquisicin, tal vez a finales

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del siglo XVI o principios del siglo XVII, los descendientes transfirieron
los Manuscritos a mi familia, y con ellos, la responsabilidad de
preservarlos hasta nuestros das.

-Te puedo decir que Gonzalo Guerrero se dirigi al Seoro de


Ticamaya, en lo que hoy es Honduras, y se puso a las rdenes de su
Nacon, iumba. Plane la estrategia de resistencia. Al correr la voz
de la presencia de Gonzalo Guerrero, llegaron como buitres los
filibusteros por la recompensa. Despus de varias batallas victoriosas
para los mayas. Se libr la batalla final en las mrgenes del Ro Ula.
Guerrero haba conformado un pequeo ejrcito de ms de mil
hombres muy bien entrenados y disciplinados que atacaban a los
espaoles por tierra y por agua. Los espaoles eran comandados por
el Capitn Lorenzo de Godoy. Al finalizar el da, Gonzalo Guerrero fue
alcanzado por una flecha de ballesta. A pesar de estar atravesado en
el vientre por la flecha, sigui dirigiendo el combate, hasta que
nuevamente fue herido de un arcabuzazo y qued tenido en la margen
de la ribera del ro.

-Lo ms fuerte de la batalla continu don Anatolio- se dio en torno a


Gonzalo Guerrero, que mortalmente herido no poda moverse. Los
espaoles cargaron sobre el valiente guerrero para tomarlo prisionero,
con el fin de cobrar la recompensa, los mayas lo defendieron como a
uno de los suyos. Cay la noche, los espaoles se retiraron sin lograr
su propsito y los mayas cargaron el cuerpo de Gonzalo hasta su
cuartel, quien alcanz a llegar con vida. Sus ltimas palabras fueron
recomendaciones para que cuidaran de sus hijos y de su esposa.
Pidi que no fueran a caer en manos de los espaoles porque seran
torturados y muertos. Los guerreros mayas decidieron rendirle honores
y realizaron una ceremonia muy solemne y en la madrugada,
depositaron el cuerpo sin vida de Gonzalo Guerrero en una canoa
decorada con flores, braceros e incensarios quemado copal, y la
encaminaron a la desembocadura del ro custodiada por 50 canoas
alumbradas con antorchas y llena de guerreros tocando sus tambores
y caracoles marinos. Gonzalo Guerrero regres al mar con todos los
honores del pueblo que am y defendi con su vida. Su semilla haba
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sido plantada en buena tierra y sigue viva en el mestizaje, entre los
hijos de sus hijos, esperando el momento luminoso para renacer.

La ltima sesin fue acompaada por una fuerte tormenta que no par
hasta la madrugada. Don Anatolio Rivandeneira pareca ya un
cadver.

-Hemos llegado al final de Los Sagrados Manuscritos del Jaguar


Blanco, ahora conoces la verdad, -afirm con voz muy baja-. Tu
misin es dar a conocer la verdad sobre cmo naci nuestro pueblo.
Tu desafo es dar a conocer la VERDAD. Esta nacin, ya no es de
espaoles ni de indios. Esta nacin est compuesta por la mezcla de
muchos pueblos de todo el mundo, pero la semilla primigenia, la base
y raz ms profunda es la indgena, misma que ha florecido con la
fusin amorosa de todas las otras partes que la componen. Los hijos
de Zazil H son el fruto de ese encuentro amoroso, que en un abrazo
energtico se fundieron con la vocacin para crear un nuevo pueblo,
con lo mejor de cada uno. La historia que haz conocido es la de cmo
se form la primera familia mestiza. Esa es la semilla simblica de
nuestra nacin. Como Zazil H y Gonzalo Guerrero han habido
muchos ms uniones amorosas que violaciones, como la de Corts a
Malinche. Los hijos de los hijos de Zazil Ha y Gonzalo hoy pueblan
nuestro pas. Ya no hay indgenas puros y mucho menos espaoles
puros. El problema que hoy sufrimos, es el de la inmensa amnesia, la
terrible ausencia de nosotros mismos, y del desmedido abuso
explotador de unos cuantos contra la mayora. Su misin es re-
cordar, es decir, re-hacer el pasado con el corazn. Mis
antepasados y yo hemos cumplido con preservar y entregar los
manuscritos.

Un inmenso silencio envolvi la noche. Una misteriosa niebla azul


empez a invadir la habitacin, en la penumbra pareca como si toda
esta niebla saliera de los ojos de don Anatolio, que se haban quedado
fijos, como mirando a la eternidad. No s cunto tiempo pas, pero era
de madrugada. Me acerqu lentamente a Don Anatolio que haba

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estado totalmente inmvil y callado, lo llam y entorn sus ojos, y me
pidi que me retirara a mi habitacin.

Una inmensa pesadez me empez a invadir. Pareca que mi cerebro y


las extremidades de mi cuerpo se haban aletargado al mximo.
Quinientos aos se me haban venido encima de sbito. Casi me
arrastr hasta mi habitacin, alcanc a desplomarme en la cama y
qued profundamente dormido.

La luz del da luchaba por abrir mis ojos. El canto de los pjaros se
introduca por mis odos. El ruido de la ciudad se escuchaba con
claridad. No poda abrir los ojos, solo senta mi cuerpo tremendamente
adolorido, como si me hubieran molido a golpes. Finalmente abr un
ojo y pude observar la habitacin a ras del piso. En ese momento
despert y me di cuenta que estaba tirado en el piso de una habitacin
vaca y abandonada. Me incorpor y mir a mi alrededor, la habitacin
estaba totalmente vaca y solo mis pertenecas estaban en el piso,
junto a pedazos de pared y yeso desprendido del techo.

Sal de la habitacin, la casa estaba totalmente vaca y abandonada.


Me dirig a la biblioteca y casi tuve que tirar la puerta, porque estaban
totalmente enmohecidas las bisagras, haca mucho tiempo que esa
puerta no se haba abierto. Me asombr al ver el interior. Parte del
techo se haba desplomado y unas palomas se asustaron y salieron
volando ruidosamente por el hueco del techo. Toda la casa estaba
abandonada y vaca. Rpidamente me dirig a recoger mis pertenecas
y sal despavorido y desorientado de la casa en ruinas. De pronto
pens que me habra equivocado de casa y empec a mirarla desde lo
que fue el jardn, que ahora era una selva, casi impenetrable. Un
anciano en la propiedad vecina, que haca trabajo de jardinera me
pregunt qu me pasaba. Todo desencajado y confundido le pregunt
que si era la casa de don Anatolio Rivadeneira. El jardinero respondi
que s, pero que l haba muerto haca dos aos y ese da iba a

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empezar a derrumbar la casa, para construir la gasolinera de un
poderoso funcionario federal, que era el zar del negocio en la regin y
que por sus influencias, se haba apropiado del terreno que haba
quedado intestado.

COLOFN.

Regres a la Ciudad de Mxico con mis apuntes, lleno de dudas y


preguntas. Me senta como una bomba que iba a explotar en cualquier
momento. Algo, muy profundo y vital se haba movido en el fondo de
m ser. No saba a ciencia cierta qu me haba pasado en esos diez
das en la Ciudad de Mrida. No poda decir si todo haba sido una
alucinacin o producto de mi imaginacin. Desde que iba en el vuelo a
la Ciudad de Mxico me surgi la obsesin, llegar inmediatamente a
m casa a buscar la carta de don Anatolio, era el nico testimonio de
que todo lo sucedido no haba sido una alucinacin. Al llegar a la casa
me dirig con nerviosismo directamente a mi escritorio y al abrir el
tercer cajn encontr la carta. El estmago se me fue al piso y sent
que iba a vomitar. Me relaj en el silln y me qued dormido.

Cuando despert me dola la cabeza y me dirig al botiqun a buscar el


frasco de las aspirinas. Tom agua en abundancia y abr mi maleta en
busca de los apuntes tomados de las conversaciones con don
Anatolio, todava dudaba de que la historia fuera cierta. Cuando
encontr las libretas las manos me temblaban. Ah estaban las libretas
con los mismos apuntes que haba ido tomando de las entrevistas con
don Anatolio. Adems, recordaba con mucha claridad parte de las
plticas y los intensos momentos que pasamos juntos, como si fueran
recuerdos de acciones vividas, pero la cordura me deca que no poda
ser cierto. Sin embargo, senta que cada encuentro con Don Anatolio

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haba sido, una carga de profundidad, que una a una, estaban
produciendo potentes implosiones en los cimientos de mis dbiles
estructuras de identidad. La realidad, a final de cuentas, es un
pequeo puo de ideas que describen la percepcin de cargas
energticas en movimiento, y la vida, no es ms que un conjunto de
recuerdos.

Sea como fuere, lo cierto es que tuve una experiencia muy intensa en
esos diez das. Si fueron ciertas las vivencias o creadas por mi
imaginacin, no tena importancia. Lo trascendente es que eso
repercuti en la percepcin que ahora tengo de mi identidad y de mi
nacin. Por una parte haba una incontenible rabia. Me senta
engaado y frustrado. Me haban ocultado el origen de mi ser
original, de la gnesis primordial. Me haban mentido una y otra vez y
de muchas maneras, para que no tuviera conciencia del potencial de
mi identidad primigenia, me dejaron en la orfandad. No solo que
despreciara lo espaol que hay en m ser, sino que tambin,
despreciara y desconociera el potencial de la grandeza indgena de mi
Cultura Madre. Estaba muy enojado y molesto.

Pero al mismo tiempo, me senta muy conmovido por haber


recuperado la totalidad que integra todo lo que conforma mi Ser.
Senta vivos los corazones de Zazil Ha y Gonzalo que latan en mi
pecho. Su amor, su conciencia y su herosmo, su sacrificio para que
yo fuera quien soy. Los dos dieron la vida para que yo existiera. El
amor a sus hijos y a todos los hijos de sus hijos llegaba gracias a Don
Anatolio y su familia, hasta m, en pleno siglo XXI. Entend que mueren
los cuerpos pero los valores y los sentimientos viajan a travs del
pueblo y tarde o temprano nos alcanzan para re-nacer. El Espritu no
tiene ni espacio ni tiempo.

Tena la urgente necesidad de compartir este inmenso tumulto que me


hara explotar en mil pedazos si no lo hablaba con el Maestro Antonio
Velasco.

Despus de ordenar mis apuntes se los llev a su despacho. Como


era costumbre, el Maestro estaba de viaje dando una conferencia. Le
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dej mis apuntes pidindole de favor me diera su opinin del increble
encuentro con Don Anatolio Rivadeneira y Los Sagrados Manuscritos
del Jaguar Blanco.

A las pocas semanas lleg a mi puerta un sobre de mensajera. En el


venan mis apuntes y una carta del Maestro.

Mxico, D.F., a 21 de Noviembre de 2014.

Sr. Fernando de Ita


Presente.
Muy estimado amigo:

Termin el da de hoy la lectura de las notas que tuvo la atencin de hacerme


llegar. A mi juicio, Los Sagrados Manuscritos del Jaguar Blanco pertenece al
reducido grupo de textos cuya lectura propicia que sus lectores modifiquen su
forma de pensar y valorar la historia y la realidad, generando reflexiones sobre su
propia identidad.

Este es un trabajo de gran mrito por su originalidad y contenido histrico.


Indiscutiblemente el matrimonio de Zazil Ha y Gonzalo Guerrero, as como
el nacimiento de sus tres hijos en el seno de la cultura maya, marca el comienzo de
una nueva etapa en el desarrollo civilizatorio de lo que ser Mxico. Pero este es un
inicio armonioso, una unin basada en el amor y el respeto, no una conquista, no
una colonizacin violenta que hereda una cicatriz de nacimiento a todos los hijos de
Malinche y Corts, lo que funda el mito histrico colonizador.

Considero importante y necesario revisar toda nuestra historia, especialmente el


surgimiento de la cultura mestiza a travs de una revisin crtica y descolonizada
de este traumtico y violento hecho. Ya se ha escrito la historia de parte de Europa,
ahora se requiere conocer la otra versin, la nuestra. Y as reconocernos como
herederos de dos culturas.

El mestizaje tnico y cultural nos ha enriquecido y actualmente los que vivimos en


este pas somos mestizos culturales. Por ello debemos conocer el verdadero origen
del mestizaje para as potenciar el futuro de la nacin.

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El mensaje de Anatolio Rivadeneira se torna un desafo para todos los pueblos que
hoy conforman Mxico.

Le deseo mucha suerte. Le envo afectuoso saludo.

Lic. Antonio Velasco Pia.

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