Ética Profesional
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Ética Profesional
1. TICA PROFESIONAL
Lo primero que vamos a hacer es definir lo que es la tica y lo que es una
profesin, para luego combinar conceptos y llegar a la definicin de tica
profesional.
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tica profesional que defina la lealtad que le debe a su trabajo,
profesin, empresa y compaeros de labor.
La tica, en el sentido profesional, tiene que ver ntimamente con
nosotros, est implicada en el modo de llevar a cabo nuestro quehacer,
e implica entrega vocacional, responsabilidad, honestidad intelectual y
prctica constante de lo que sabemos y lo que hacemos.
La tica profesional es fundamentalmente un compromiso con lo que
uno hace, con lo que cada ser humano es a lo largo de la vida, es una
manifestacin del servicio que tiene una dimensin en el mbito social.
La tica profesional podra sintetizarse en el fundamento tico de lo que
hago y soy, es decir una forma determinada de vida.
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La metatica ha crecido notoriamente en su alcance. Actualmente
incluye no slo asuntos relativos al significado y uso de los trminos y
las proposiciones morales, sino tambin cuestiones vinculadas a la
posible lgica de los enunciados morales. Y quizs su funcin ms
importante sea de carcter epistemolgico: establecer el modo en que
podran fundamentarse, si esto es posible, los juicios normativos o de
valor. Es decir que, aunque en la metatica prima una pretensin de
neutralidad normativa y valorativa de sus anlisis, su hacer est
estrechamente relacionado con la cuestin de la validez de las
proposiciones morales. En ese sentido, la metatica puede examinar la
validez de al menos parte de los argumentos utilizados por las
diferentes propuestas tico-normativas, que intentan a su vez
fundamentar la aceptacin de los principios ticos que proponen como
vlidos. (Polo Santillan, 2016)
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tal manera que puedas desear que la norma de tu conducta se
torne ley universal. Ejemplo: Romper la promesa que hicimos en
otro tiempo. En un mundo en el que esta conducta fuese ley
universal no habra promesas, pues nadie creera en la palabra
del otro. - Obra siempre de tal modo que utilices a la humanidad,
tanto en tu persona como en la de los dems, siempre como un
fin y nunca como un 2 medio. A diferencia de "las cosas", el ser
humano no tiene precio, sino que posee dignidad. Las cosas
tienen un valor meramente relativo porque son medios; en
cambio, las personas no pueden ser usadas meramente como
medio, no pueden ser usadas a capricho, sino que siempre son
objeto de respeto. La tica kantiana es una tica autnoma pues
es cada persona quien en cada caso aplica el imperativo
categrico, dndose a s misma su propia ley moral y
estableciendo su deber independientemente de causas externas.
(Kant, 1989).
La Deontologa Jurdica comprende las reglas del deber y, como tal, tiene la
misin de regular el proceder correcto y apropiado del abogado en su ejercicio
profesional. Esta funcin la realiza desde el mbito de los llamados cdigos
deontolgicos que regulan toda la actividad de la abogaca, los que, a su vez, se
nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la tica.
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La deontologa no es ms que la tica profesional aplicada, donde sus contenidos
normativos son de acatamiento obligatorio para todos los abogados a los cuales
se dirigen.
2.1. EL YO DEBO
Deontologa, desde su origen etimolgico, expresa el deber (deon, deber en
griego), lo que debe ser hecho. La forma de comprender y aplicar las
normas ticas puede ser de dos tipos; un tipo teleolgico, dirigido al anlisis
de los fines, de las metas, de las consecuencias, de la utilidad, de las
repercusiones de la accin, o un tipo deontolgico el que ahora nos
interesa, donde se brinda importancia a la cualidad intrnseca de
obligacin unida a la norma misma
Kant define el deber como la necesidad de una accin por respeto a la ley.
Sin embargo, las acciones hechas por deber se hacen con independencia
de su relacin con nuestra felicidad o desdicha, y con independencia de la
felicidad o desdicha de las personas queridas por nosotros, se hacen
porque la conciencia moral nos dicta que deben ser hechas.
Kant dice que la tica debe ser vlida para todos los hombres. El hombre se
debe dirigir por la razn, el fundamento nico de la tica es la razn, este
1
HERNADEZ B. Alberto. (2007). tica actual y profesional Mxico. Ed. Edamsa S.A. p 41
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motivo es universal porque todo hombre tiene razn, es la nica posible
tica desinteresada en la que el hombre se dirige por la razn y supera el
inters y las tendencias bajas. Kant condena las ticas que llama materiales
y que se fundan en el sentimiento, placer, utilidad e inters y el atractivo de
un fin que desea obtener: amor al premio, amor a Dios , etc. Ests ticas
son indignas del hombre pues slo el animal se dirige por el placer o por el
inters. El hombre se dirige por la razn, el hombre acta por deber.
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profesionista y de su familia. Cualquier profesin u oficio debe promover en
el individuo la conciencia de su responsabilidad y solidaridad social
Por lo tanto un profesional no slo debe ejercer su trabajo, sino que debe
ejercerlo bien, ya que ste tiene un fin social, que consiste en atender
adecuadamente cada una de las necesidades que la sociedad debe
satisfacer, para contribuir as al bien comn. 2
2
ALVAREZ, Vctor. ( 2006). Deontologa jurdica. Lima. Ed. Ediciones Jurdicas. p- 81
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2.3. YO NO PUEDO
3
ARMANDO. S.A. (2000)Ejercicio de la abogaca y deontologa del derecho . Crdoba. Ed. Alveront. p-27
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4.1. ESTILO DE VIDA
4.2. HBITOS
En la tica, Aristteles define los hbitos como aquello en virtud de lo cual nos
comportamos bien o mal respecto de las pasiones. El hbito predispone a un
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sujeto para la realizacin perfecta de una tarea o actividad. En la medida en que la
naturaleza predispone tambin a un sujeto (puesto que le da inclinaciones) la
tradicin habla de los hbitos como de segundas naturalezas.
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2. El segundo hbito se refiere lo que significa empezar con un fin en
mente, consiste en empezar hoy con la imagen, el cuadro o el paradigma de vida
como marco referencia para el examen de todas las cosas. Significa comenzar
con una clara comprensin de su destino. Se basa en el liderazgo personal es
decir ser lder debe ser escuchado para que de sus opiniones al respecto, y hay
momentos en que podra ser necesario dar la orden y hacer que se respete.
4.3. COSTUMBRE
La costumbre son normas que crean una sociedad por su continuidad y que le dan un
hecho jurdico palpable y tienen como las leyes, consecuencias cuando son violadas, el
profesional no solamente debe regirse por su cdigo de tica propio, sino que debe irse
hacia un marco de costumbre, entendiendo que no todo lo que se viola est escrito, ni
todo lo que la sociedad repudia lo contiene las leyes.
El cdigo de tica de cada profesional enmarca una serie de reglas, derechos y deberes
que lo limitan y mantienen al margen de caer en errores profesionales y morales, al
mismo tiempo guindolos por el buen desempeo profesional.
Me parece que cada uno juzga el bien y la felicidad segn su modo de vivir. Porque tanto
el vulgo como la gente comn consideran como suma felicidad el placer, y por esto aman
la vida de bienestar y pasatiempo. Porque son tres las vidas ms insignes: la placentera,
la poltica-civil, y la contemplativa. El vulgo, pues, al modo de la gente servil, parece elegir
vida ms de animales que de hombres, y parecen excusables en cierto sentido, puesto
que muchos de los que estn ms encumbrados en dignidad, llevan un modo de vida
semejante al del [ltimo rey asirio] Sardanpalo [que se rode de lujo y placeres].
(Aristteles, tica a Nicmaco, libro I, cap. 5)
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Otro aspecto fundamental de la tica profesional es el modelo de vida que adopta cada
profesional. En definitiva, cada uno es lo que hace de s mismo, como expresa San
Gregorio de Nissa: Somos en cierto modo padres de nosotros mismos cuando, por la
buena disposicin de nuestro espritu y por nuestro libre albedro, nos formamos a
nosotros mismos, nos engendramos, nos damos a luz (Homila 6 sobre el Eclesiasts,
PG 44,702). Y esto est ligado directamente con lo que uno se propone ser en la vida.
Uno se hace a s mismo, segn el ejemplar de hombre al que aspira.
Partimos, con el Filsofo, de que cada persona considera vida suya a aquello a lo que
est ms aficionado (para el filsofo su vida es el filosofar, para el cazador el cazar, para
el jugador, jugar y divertirse). Y como aquello a lo que ms aficionados estamos, lo
colocamos como fin ltimo de nuestra vida (es decir, como meta y ltima aspiracin a la
miramos y tendemos), se sigue que las vidas se diversifican segn la diversidad del fin
ltimo.
El fin ltimo produce una unificacin en nuestra vida, rige todas nuestras operaciones: en
efecto, aquello en lo que hemos puesto el objetivo final de nuestra existencia es lo que
est siempre presente en cada accin, en cada decisin, en cada paso que damos (como
ocurre con el que quiere ardientemente convertirse en artista o en deportista: todo cuanto
piensa, hace y decide est dominado por esa idea; y los pasos que da se explican por ese
fin que persigue hasta en sueos, que es tambin el que motiva sus renuncias y
sacrificios). Adems el fin ltimo da un colorido nico a todo nuestro obrar y vivir; uno
percibe que tal o cual persona tiene tal ambicin o proyecto de vida porque este se le
trasparenta en sus actos.
Por eso se dice que el fin ltimo domina el afecto del hombre y le da las reglas por las que
rige su modo de vivir.
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Teniendo esto en cuenta el Estagirita (Aristteles) distingua tres gneros de vida: (a) La
vida voluptuosa que es la de quien coloca su fin en el placer deleitable o sensual. (b) La
vida civil o activa, de quien pone su fin en el bien de la razn prctica (es decir en las
virtudes, en el honor, en la vida pblica o poltica, en la accin social, etc.) (c) Y la vida
contemplativa, de quien fija su fin en el bien de la razn especulativa, es decir en la
contemplacin de la verdad. Llama mucho la atencin que Aristteles, viviendo en un
ambiente pagano y a menudo muy materialista, no dirija su atencin a quienes ponen su
fin en las riquezas (el dinero); la razn es que nuestro Filsofo consideraba que siendo la
opinin que sostiene que el dinero puede hacer feliz al hombre, una de las opiniones
menos racionales, o sea ms estpidas y propias de bestias, no vala la pena perder el
tiempo considerndola. Lamentablemente nosotros vemos que este ltimo tipo de
personas se ha convertido en el prototipo de nuestra sociedad, por lo que no podemos
dejar de echarle un ojo; as la mencionaremos llamndola vida pecuniaria (pecunia en
latn significa riqueza), y comenzaremos por ella.
es el que pone su fin en los placeres carnales, los cuales dominan sus aspiraciones y
proyectos, incluso sus planes profesionales. Si se quiere, es ms comprensible que el
anterior, porque cuando ste busca dinero trabajando o robando, lo hace para poder
comprar los placeres de la mesa, del beber o del sexo; y en este sentido, aun
equivocadamente, parece comprender que el dinero no es un fin sino un medio para otras
cosas, por ejemplo, para sus diversiones, aunque sean ms animales que humanas.
Este tipo de personas se gua por sus inclinaciones sensuales al modo en que los
animales lo hacen por su instinto natural. Aunque con una diferencia a favor de los
animales: porque el instinto animal est regulado por la misma naturaleza, por lo cual,
salvo excepciones de animales genticamente atrofiados, el mismo instinto lleva a que los
brutos busquen el placer sexual o comestible o a defenderse slo en la medida en que
esto representa un bien para la especie o para el individuo; una vez alcanzado esa
finalidad, el instinto se apaga hasta que la conservacin de la especie o del individuo
vuelvan a exigir la puesta en acto de esos dinamismos. En cambio, en el hombre la
inclinacin no se apaga jams sino que debe ser regulada por la razn; por eso el
voluptuoso, que no se gua por su razn sino por los estmulos de la pasin, se
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enceguece, se esclaviza y se vuelve, primero esclavo de sus deseos y luego, adicto a
ellos.
El activo es aquel que pone su felicidad (y por tanto su fin ltimo) en la actividad, ya sea
sta poltica, social, civil, artesanal, etc. Nos encontramos, evidentemente, en un nivel
realmente superior a los anteriores; estas personas merecen verdaderamente el ttulo de
humanos; pero son hombres incompletos. Lo que hacen no est mal, pero es solo una
parte de lo que deben hacer para llegar a la plenitud humana. La sola actividad no
alcanza para que el hombre alcance su felicidad. Un manco es hombre, y un ciego
tambin, pero, desde el punto de vista de su vida fsica, algo les falta. Y si bien en el plano
fsico carencias como la ceguera o la manquedad pueden compensarse con una gran
voluntad, no sucede as en el plano del espritu. El ciego espiritual y el paraltico espiritual,
son hombres a medias. De hecho este tipo de personas, que ponen su fin y felicidad en la
actividad, viven lacerados por el miedo, por la insatisfaccin, por el agobio de una
actividad que se vuelve agotadora y no da la felicidad. En muchos casos, incluso, se trata
de personas que se vuelcan al activismo y a la hiperactividad como un escape
psicolgico: huyen de su conciencia, de Dios, de la ley moral, del vaco que no saben o
no se animan a llenar. Incluso puede dar origen a una enfermedad que aqueja a muchas
personas en pases volcados a la produccin como estilo de vida (por ejemplo, Japn): el
workaholism, la adiccin al trabajo; quiz sea, como alguien la ha definido, the
respectable addiction, la adiccin respetable, porque no es tan humillante como ser
adicto al licor o a la pornografa; pero es adiccin, es decir, una enfermedad grave y
destructiva. Es como tocar el piano sin escuchar la msica o pintar cuadros sin
contemplarlos. El hombre activista es el ser que trabaja para no pensar; porque el que
trabaja para pensar pertenece a la siguiente clase de hombres.
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3.-El hombre y el profesional que piensa
Porque el que se dedica a adquirir dineros, es persona perjudicial; y es cosa clara que el
dinero no es aquel sumo bien que aqu buscamos, porque es una realidad [meramente]
til, es decir, que se desea por respecto de otra cosa [o sea, aquello que nos permite
adquirir]. Por tanto, el que tenga un poco ms de seso pondr su fin en cualquiera de las
otras cosas antes mencionadas [el placer, la accin o la contemplacin] porque esas se
aman y desean por s mismas (Aristteles, tica a Nicmaco, L. I, cap. V).
Y Santo Toms, al introducir este pasaje, comenta: el Filsofo investiga ahora una
opinin menos racional, que es la que pone la felicidad en algo que tiene razn de bien
til, a saber, en el dinero. Y esto contradice la razn de fin ltimo (Santo Toms, In Ethic.,
I, V, n. 70).
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Denomina esto apreciacin (de la vida, se entiende) menos racional o poco racional
porque no hace falta emplear tan a fondo la mollera para comprender que las riquezas no
pueden ser un fin en s mismas, sino que nicamente sirven para otras cosas, es decir,
son siempre medios y nunca fines. El dinero no da nada por s mismo; solo puede servir
de medio para alcanzar otra cosa; por eso, al ser puesto como fin ltimo (lo que exige
previamente renunciar a usar a fondo nuestra capacidad racional) genera situaciones que
son, en s mismas, absurdas, como hace el que apila ms dinero del que es capaz de
gastar si viviera mil aos, o pretende que un lingote de oro o un fajo de billetes le brinde
afecto, o le devuelva el cario, o le d seguridad, o lo proteja de la muerte, o simplemente
lo haga feliz.
El profesional que entra por este camino convierte su profesin en un negocio, y tomar
como nica regla moral la ganancia.
5. LA CONCIENCIA
5.1. Definicin:
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La filosofa considera que la conciencia es la facultad humana para decidir
acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la
concepcin del bien y del mal. De esta manera, la conciencia sera un
concepto moral que pertenece al mbito de la tica.
Los actos morales, como actos que son, estn orientados hacia el exterior,
la realidad, el mundo, los dems. Pero por ser morales, tienen un aspecto
interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que
somos morales porque sabes que podemos elegir, porque sentimos que
tenemos la posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque
nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La
conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la
moral, en ella est el origen de la valoracin de nuestros actos, nuestros
hbitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es tambin
conciencia de libertas, conciencia de que no todas las posibilidades de
eleccin son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante
plantearnos qu es y cmo funciona. La misma palabra que usamos para
referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta
de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o
de percepcin. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo
que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno.
4
VICTOR MANUEL PEREZ VALERA, Deontologa Jurdica la tica en el ser y quehacer del abogado, Cuidad
de Mxico, 2010. Pg. 232.
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Al definir a la conciencia como un tipo de conocimiento o de percepcin
estamos reconociendo que es una realdad compleja. Cuando valoramos
una accin realizada o por realizar, la conciencia moral puede actuar de
maneras diferentes: podemos sentir lo que hemos hecho o vamos a hacer
est bien o mal, sin saber exactamente por qu; podemos tambin analizar
las consecuencias reales o posibles de nuestra accin y su conveniencia
para enjuiciar la accin.
5
http://ficus.pntic.mec.es/~cprf0002/nos_hace/concienc.html
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segn los intuicionistas, percibe directamente lo bueno y lo malo. Puesto
que el bien no es una calidad natural, no puede percibirse por medio de
nuestros sentidos fsicos. Esto hace los intuicionistas vean la conciencia
moral como un sentido moral que percibe directamente la bondad o maldad
de las cosas y las acciones, sin intervencin de los sentidos fsicos ni del
razonamiento.
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2. Nivel de los deberes especficos, aprendidos, asumidos y
personalizados por socializacin tica. Cada persona tiene que
haberse socializado en el cdigo deontolgico de su profesin.
3. Nivel de madurez y equilibrio psquico. Para que la conciencia
profesional pueda funcionar hay que gozar de un grado de madurez
mnimo.
4. Aptitud profesional para el ejercicio digno de una profesin.
La profesin es una capacidad cualificada requerida por el bien comn con
peculiares posibilidades econmico-sociales. El profesional no tiene
carcter de tal por el simple hecho de recibir el ttulo que lo cualifica o le da
la cualidad de profesional, nadie es profesional por el ttulo en s, el ttulo lo
nico que expresa es su calidad de ser ya un profesional, mas no que tiene
todas las cualidad ticas para serlo, el profesional ms all de ser un
ALGUIEN es la manifestacin intrnseca de lo que internamente se lleva, no
por la naturaleza de la persona sino por cualidades ticas, como la
idoneidad o aptitud que le da un nuevo perfil a su personalidad.
6
MARIS FLORES GUTIERREZ, tica Profesional, Editorial San Marcos. Lima-2013. Pg. 93.
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puesta de sol. Una serie de sensaciones, de percepciones, de imgenes, de
recuerdos, de afectos nos invaden. Nos sentimos felices. Todo esto
constituye en ese momento nuestra conciencia psicolgica. Podemos, pues,
legtimamente, decir que la conciencia psicolgica es un conjunto de
experiencias psquicas inmediatas y actuales que en un cierto momento
aprehendemos de nuestro yo.
Mediante la conciencia psicolgica no slo nos damos cuenta de lo que
pasa dentro de nosotros en un momento dado, sino que tambin nos damos
cuenta de nuestra propia experiencia. La conciencia psicolgica nos permite
captar los fenmenos psicolgicos como nuestros; a la vez, dichos
fenmenos psicolgicos constituyen una unidad que forma el yo de cada
uno de nosotros.
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La conciencia social remite a la manera en que una sociedad se comprende
a s misma. Su importancia radica en que este tipo de visin tendr un gran
impacto en el desenvolvimiento que exista en dicha sociedad. En otras
palabras, la conciencia social es el grado de conocimiento que se tenga en
una sociedad acerca de sus propias condiciones, conocimiento que se
manifestar en distintos tipos de criterios, valoraciones, elementos de
anlisis, etc. Puede entenderse tambin como la informacin que circula en
una sociedad acerca de s misma. Segn la exactitud de esta informacin,
segn las expectativas que se formen, cada integrante de la sociedad
tender a tomar distintos tipos de medidas.
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Existen algunos postulados tericos en donde la conciencia social sigue
remitiendo al conocimiento que se tiene de las condiciones de esa
sociedad, pero considerando que esas condiciones tienen caractersticas
especiales. El marxismo, por ejemplo, considera que las verdaderas
condiciones de produccin a partir de la explotacin estn ocultas a una
buena parte de la poblacin por las acciones de propaganda y la ideologa.
La conciencia social entonces vendra a ser, desde esta perspectiva la de
comprender todas estas condiciones de manera certera. Esta visin es muy
discutible, pero sirve para echar luz acerca de lo que sera la conciencia
social.
Era la reaccin, ante un castigo cruel, de un hombre joven, sencillo y recto. Aqu
podemos observar cmo opera la justicia humana, de tal modo que rompe con LA
TICA, ya que vulnera o incumple sus normas de tica profesional y social, por no
resolver bien el caso, por no detectar su inocencia antes de que lo condenen a
muerte, por no haber evaluado correctamente los hechos, en nuestra opinin, se
atropella totalmente la calidad denominada universalidad, ya que se est
atentando contra un bien jurdico que si bien es cierto, es la vida de una sola
persona, tambin se pudo haber tratado de cualquier persona de aquel tiempo. En
ese sentido los jueces, no tomaron en cuenta este elemento, por ende, no se
respet la tica.
Adems, podemos notar claramente, el error en que a veces caen los jueces,
abogados, juristas, fiscales, etctera, al tomar sus decisiones; en el aspecto de
que no realizan un buen cumplimiento de su cdigo de tica profesional, y no slo
dicho cdigo sino tambin los principios y valores que los guan para la realizacin
de sus funciones.
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2. EJEMPLOS SIGUIENDO EL RAZONAMIENTO DE KANT:
Segn Kant, si una persona acta con buena intencin, ya slo por
esto decimos que es una buena persona. Y al revs, si descubrimos que una
persona acta con mala intencin, ya slo por esto decimos que es una mala
persona.
La intencin con la que actuamos es el nico factor a tener en cuenta a la hora de
juzgar si merecemos la aprobacin moral de los dems o su rechazo.
Una vez que conocemos la intencin con la que alguien ha realizado una accin,
sabemos todo lo que es necesario saber para juzgar si ha sido buena o mala
persona. Y nada que podamos saber antes o despus, ninguna circunstancia,
modificar nuestro juicio.
La cuestin ahora es: qu es la buena voluntad? cundo tenemos buena
intencin?
Una manera de responderla es tratar de responder a lo contrario qu es la mala
voluntad?
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Ahora que hemos aclarado un poco ms en qu consiste la mala intencin,
podramos pensar que tener buena voluntad consiste simplemente en no tener
mala voluntad. Pero no es tan sencillo, piensa Kant. Consideremos el siguiente
ejemplo:
Susan Diego
Al llegar a la caja del Al llegar a la caja del supermercado,
supermercado, decide comprar decide comprar una tarjeta de ayuda a
una tarjeta de ayuda a personas personas necesitadas.
necesitadas.
Tanto Susan como Diego han hecho una buena accin, pero son Susan
y Diego buenas personas?
Para responder a esta segunda pregunta debemos saber qu intencin ha
tenido cada una de ellos.
Susan vive en la urbanizacin Diego est de paso: ha entrado en el
donde est el supermercado, supermercado en una ciudad que est
conoce a todos los que estn de paso porque solo vino a cumplir un
comprando. trabajo.
Supongamos que Susan ha Supongamos que Diego si bien es
comprado la tarjeta porque: cierto ha comprado la tarjeta, no lo hizo
- otros lo hacen y quiere ser como por los mismos motivos que Susan,
ellos. sino por otros.
- ha pedido una hipoteca y el Es Diego una buena persona?
director de la sucursal est detrs
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en la cola de la caja.
SOLUCIN:
Diego Juancito
Al llegar a la caja del supermercado, Al llegar a la caja del supermercado, decide
decide comprar una tarjeta de ayuda a comprar una tarjeta de ayuda a personas
personas necesitadas. necesitadas.
Tanto Diego como Juancito estn de paso. No van a volver a ese supermercado, y aun
as han hecho una buena accin.
Diego disfruta ayudando a los dems. Se Juancito no disfruta especialmente cuando
siente bien cuando lo hace. ayuda. Es tmido y se siente incmodo cuando
le dan las gracias.
Ayudara Diego si no disfrutase con ello?
Juancito ayuda incluso cuando tiene que
Quiz s o quiz no.
superar el mal rato de aceptar los
agradecimientos de los dems.
SOLUCIN:
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Kant nos dira que, si lo pensamos un poco, llegaremos a las siguientes
conclusiones:
b) Obligaciones sociales:
En la procesin, todos los cofrades tienen la obligacin de vestir el hbito
de su cofrada.
Todos los miembros de la asociacin tienen la obligacin de pagar la cuota.
c) Obligaciones Legales:
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Como habitante de mi ciudad, tengo la obligacin de pagar los impuestos
municipales.
Todos los conductores tienen la obligacin de respetar el cdigo de
circulacin.
Ahora son autoridades pblicas las que nos imponen estas obligaciones.
Estas obligaciones se basan en normas y leyes.
Tendremos estas obligaciones mientras seamos habitantes de una
ciudad, Dejaremos de tenerlas cuando cambiemos de residencia.
Y aunque tengamos estas obligaciones, no estamos forzados a cumplirlas.
d) Obligaciones morales:
cules son?
Bibliografa
Bernando, R. (1988). Fundamentos de la Etica Profesional. Lima.
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Malishev, M. (19 de Mayo de 2016). La Etica del Deber. Obtenido de
http://www.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena44/Aguijon/Mijail.html
Nino, Carlos; Etica y Derechos Humanos, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1989.
Gracia, Diego; Estudios Eticos, Editorial El Buho, Madrid, 2000
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