Trastorno Nuerocognitivo Mayor

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INDICE

1. Introduccin..3
2. Deterioro cognitivo-lingstico del envejecimiento.4
3. Signos del Envejecimiento comunicativo: deterioro cognitivo................5
4. Evolucin del concepto y criterios diagnsticos....13
5. Propuestas conceptuales del DSM-V.. ..17
6. Evaluacin fonoaudiolgica desde la vista cognitivo-lingstico.18
7. Evaluacin de lenguaje.....19
8. Propuesta abordaje........21
9. Estrategias para la conservacin comunicativa.22
12. Conclusin...25
13. Bibliografa.......................26
INTRODUCCIN

El envejecimiento, es un proceso de individualizacin, de cambios, de prdidas y


ganancias a travs del cual se descubre y se expresa la propia vocacin del ser
(Barraza y Castillo, 2006).

A medida que el ser humano envejece, las habilidades cognitivas se vuelven


menos eficientes, se van reduciendo los procesos mentales que permiten elaborar
respuestas rpidas, como tambin se dificultan algunos procesos que requieren
esfuerzo, por ejemplo la codificacin semntica, el reconocimiento auditivo y visual
de las palabras, entre otros. Resulta normal que al llegar a la vejez se haga difcil
dar con un nombre en el momento que se necesita, adems aparecen dificultades
en la comprensin de frases complejas, todo esto como consecuencia del proceso
de envejecimiento cognitivo.

El envejecimiento cognitivo se ha caracterizado como un proceso normal que tiene


lugar a lo largo de los aos y que produce una prdida en el procesamiento de
operaciones mentales. La prdida de eficacia en el procesamiento afecta
especialmente a varias dimensiones de la atencin, a la memoria operativa y tiene
consecuencias sobre el funcionamiento de la comunicacin y del lenguaje
(Juncos-Rabadn; Pereiro y Facal, 2006).

Nuestro pas vive un proceso de envejecimiento, ms del 10% de la poblacin


tiene ms de 60 aos, se espera que hacia el ao 2025 este porcentaje ascienda
al 16% (Barraza y Castillo, 2006).

Antiguamente el nico desafo del hombre era sobrevivir, hoy en da buscamos


calidad de vida para los aos. Esto implica el sentimiento de felicidad personal,
adems del bienestar fsico, es por esto que resulta de vital importancia poder
conocer las caractersticas de este deterioro, conocer que habilidades descienden
ms para poder ayudar en la intervencin con motivo de mejorar la calidad de
vida.

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Deterioro cognitivo- lingstico del envejecimiento.

Al hablar de envejecimiento nos estamos refiriendo a todos los cambios que se


producen en el cuerpo con el paso del tiempo. Aunque no todas las personas
envejecen al mismo ritmo, en algunos individuos se observa una degradacin del
aparato locomotor, mientras que en otros el envejecimiento afecta ms al cerebro
(Rincn, Obando, Garca y Romero, 2009).

Al pasar el tiempo estos cambios naturales en estructuras y funciones corporales,


reducen los niveles de memoria, razonamiento y lenguaje, generando una prdida
significativa en los procesos cognitivos esenciales para el procesamiento de la
informacin lingstica, de igual manera, se ven alterados los mecanismos de
audicin y voz, los cuales juegan un papel fundamental dentro del proceso
comunicativo ya que se convierten en los canales de entrada y de salida de la
informacin verbal oral. Es por esta razn que se define el envejecimiento
comunicativo como un fenmeno asociado a la edad que vara de un individuo a
otro y est relacionado con dos aspectos importantes:

- cambios anatomofisiolgicos cognitivos, de lenguaje, voz, habla y audicin.


- Cambios en los macro contextos (representaciones sociales establecidas
por una comunidad acerca de la comunicacin de la persona mayor) o
micro contextos (patrones comunicativos establecidos al interior de la
familia asociados con percepciones y representaciones).

Debido a la importancia de estos dos elementos (estructuras, funciones y


contextos) dentro de cualquier interaccin, se puede observar en el adulto mayor
alteraciones importantes en su bienestar comunicativo y por lo tanto en la
conservacin de la calidad de vida.

La situacin dinmica permanente que rige el curso biolgico de la vida, lleva


incorporado el proceso de envejecimiento.
Este proceso de envejecimiento, tal y como lo seala la Sociedad Americana de
Gerontologa, debe ir dirigido a aadir vida a los aos, no ms aos a la vida,

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llegar a un envejecimiento ptimo, en las mejores condiciones a travs de un
estado de salud integral; lo que en 1064 defini la organizacin mundial de la
Salud (OMS) como completo bienestar fsico, mental y social y no slo la
ausencia de enfermedades. As entendida la salud integral, no se puede olvidar
las tres vertientes fsica, psquica y social) para conseguir una buena vida y un
ptimo envejecimiento (Herrero et al, 1991).
Teniendo en cuenta lo planteado por la OMS se puede definir la comunicacin
aosa, como aquella comunicacin que la persona de la tercera edad logra
desarrollar, sin que esta implique un deterioro de las habilidades del lenguaje , el
cual le permite participar activamente, realizar intercambios comunicativos, dar
opiniones, ser escuchado. En este tipo de comunicacin se cumplen bsicamente
dos principios importantes: un desempeo cerebral basado en la dinmica de la
plasticidad neuronal alcanzando una competencia comunicativa y el contexto
como elemento favorecedor del mantenimiento cognitivo comunicativo.

Signos del envejecimiento comunicativo: Deterioro cognitivo.

Estudiar respecto a la cognicin en el adulto mayor que adolece de cualquier tipo


de patologa mental o neurolgica, implica considerar dos aspectos importantes:
los cabios a nivel de estructura y funcionamiento cerebral, adems revisar la
incidencia de la edad en el rgano cognoscitivo.
Existen investigaciones que afirman que con el paso de los aos se puede
presentar mortalidad neuronal, localizada enel cortex cerebral y el cortex
cerebeloso, aunque hay otros estudios que por el contrario reportaran la infancia
como el momento en que ocurre mayor prdida de neuronas, pero de igual forma
se coincide respecto a que existe deterioro de estas clulas particularmente de las
grandes, reduciendo su tamao; sin embargo, al morir una neurona, las dendritas
se activan para generar interconexiones que suplan las faltantes (Belsky, 2001).

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Atencin.

En la actualidad no existe una nica definicin de atencin, y cuando nos


referimos a ella no la consideramos como un proceso unitario, sino como algo
constituido por diferentes procesos. As por ejemplo, utilizamos trminos tales
como atencin sostenida o concentracin, bsqueda o rapidez perceptiva,
atencin dividida, atencin selectiva, flexibilidad atencional o vigilancia (Stankov,
1998). Por otra parte Van Zomeren y Brouwer (1992) al referirse a la evaluacin
de la atencin sealan que no existan test especficos de atencin como existen
en otras funciones cognitivas, sino que las pruebas que empleamos para
identificar la atencin o procesos atencionales son pruebas que evalan diferentes
aspectos de la conducta humana haciendo especial mencin a sus cpmponentes
atencionales. Estos mismos autores (Van Zomeren y Brouwer, 1994) indican que
los aspectos bsicos de la atencin son la intensidad (alerta y atencin sostenida
o vigilancia) y la selectividad (atencin focalizada y atencin dividida). En este
sentido, una tarea atencional vendra definida en funcin del nivel o grado de
dificultad experimentado por el sujeto, tanto en la intensidad de la actividad mental
requerida como en la capacidad de seleccin de los estmulos.
Durante el envejecimiento, y en pacientes con dao cerebral preexistente, se
presenta una mayor vulnerabilidad a desarrollar estados confusionales como
consecuencia de una mayor susceptibilidad a pequeas alteraciones metablicas
(Romn y Sanchez, 1998). En este sentido Mesulam (1985) sealan que si bien es
cierto que los estados confusionales de origen txico-metablico pueden ser
rpidamente eliminados en individuos jvenes, tras controlar la causa que los
provoca, en personas de edad avanzada este proceso puede llevar das o meses.
Adems, algunos de estos pacientes nunca consiguen alcanzar el estado mental
preexistente a pesar de existir una mejora prolongada en el proceso metablico
que provoc inicialmente el estado confusional. Este ltimo aspecto se ha
intentado explicar a partir de la consideracin de que o bien existe una mayor
suceptibilidad en la vejez a un dao neuronal irreversible o bien los individuos que

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presentan una importante vulnerabilidad y difcil recuperacin tendran un
componente previo de enfermedad cerebral.
La alteracin en la vigilancia tambin se ha relacionado con el envejecimiento
normal ante situaciones que requieren un aumento de la capacidad atencional
como consecuencia de encontrarse el sujeto sometido a un importante nmero de
eventos o por incertidumbres respecto a las condiciones estimulares (Mouloua y
Parasuraman, 1995).
En relacin al envejecimiento, los resultados referidos al componente selectivo de
la atencin son ambiguos. Para Madden (1990), Folk y Hoyer (1992), Hartley,
Kieley y McKenzie (1992) y Madden Connelly y Pierce (1992) no existen
variaciones significativas asociadas a la edad en la focalizacin de la atencin. No
obstante, estos ltimos autores sealan que cuando se le requiere al sujeto
procesar simultneamente otra informacin es cuando presenta dificultades en la
atencin selectiva. As mismo, Barr y Giambra (1990) en un estudio en el que los
sujetos tenan que repetir palabras presentadas por el odo izquierdo, cin y sin
palabras distractoras presentadas por el odo derecho, observaron que el nmero
de errores para las palabras presentadas por el odo izquierdo aumentaban con la
edad, sugiriendo que en los ancianos tiene lugar la aparicin de un dficit en el
componente de la atencin selectiva que no puede ser explicado por la
incertidumbre de la localizacin del estmulo.
Trabajos en los que se han empleado tareas distractoras (Mazaux y cols, 1995;
Mc Dowd y Filion, 1992; McDowd y Oseas-Kreger, 1991; Tipper, 1991) sugieren
que en el envejecimiento se produce una disminucin en la capacidad para inhibir
estmulos irrelevantes den tro de un contexto concreto. Adems, Mazaux y cols,
1995 observaron que la disminucin de la atencin se encontraba asociado en
mayor grado con el sexo femenino y con niveles educativos bajos.
La focalizacin prolongada de la atencin tambin parece encontrarse afectada
por el proceso de envejecimiento (West, 1996), as como la focalizacin espacial
(Green-Wood, Parasuraman y Alexander, 1997).
En relacin a la atencin dividida, parece existir un acuerdo generalizado en
cuanto a que durante el envejecimiento se produce una disminucin del

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rendimiento en tareas duales (Madden, 1990; Salthouse, Fristoe, Lineweaver y
Coons, 1995). No obstante, en cuanto a la causa subyacente, Madden (1990)
seala que las dificultades podran estar asociadas ms con la complejidad de la
tarea que con la divisin de la atencin.

Velocidad de procesamiento.
Una caracterstica fundamental del proceso de envejecimiento es u
enlentecimiento ms o menos generalizado a nivel sensorial, motor, cognitivo
(Fisher y Glaser, 1996; Fisk y Fisher, 1994; Salthouse, 1996; Sliwinski, 1997;
Swearer y Kane, 1996; Wingfield, 1996), as como a nivel electroencefalogrfico,
como se ha constatado en los estudios de potenciales evocados (Bashore, Osman
y Heffley, 1989; ODonnell, Friedman, Swearer y Drachman, 1992). Aunque se ha
sugerido que en la base de este enlentecimiento estara la presencia de
alteraciones atencionales o dificultades para inhibir estmulos distractores.
Salthouse (1996) en su revisin indica que esta hipotsis ha recibido poco apoyo
emprico. En este sentido, una hiptesis ms aplaudible sugiere que el
enlentecimiento podra estar asociado a la dificultas o exigencias de las tareas
(Swearer y Kane, 1996).
Una cuestin que se ha planteado es si este enlentecimiento es causa o
consecuencia de las diferencias observadas en otras funciones cognitivas durante
el envejecimiento. En este sentido, Salthouse (1996) seala que la velocidad de
procesamiento podra estar afectado de forma significativa, en mayor o menor
grado, a los restantes procesos cognitivos como consecuencia de una codificacin
menos efectiva de los estmulos. As, cuanto mayor sea la velocidad de
procesamiento, mayor ser la capacidad de procesar la informacin (Salthouse,
1994) . Esto lleva a que, durante el envejecimiento, la ejecucin de las ltimas
operaciones de una tarea se encuentren limitadas como consecuencia de que
gran parte del tiempo disponible se ha empleado para la ejecucin de las primeras
operaciones, quedando las ltimas degradadas o empobrecidas (Salthouse,
1996).

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Memoria.
La queja ms frecuente que suelen realizar los ancianos en relacin a su
funcionamiento cognitivo est relacionada con su memoria en la vida diaria.
Normalmente, aunque existe una amplia variabilidad entre los sujetos, las quejas
van referidas a situaciones tales como olvidar nombres de objetos familiares,
dificultad para encontrar la palabra que se desea utilizar, no reconocer a personas
que acaban de saludar por la calle, marcar un nmero de telfono y no saber a
quin se estaba llamando, abrir el refrigerador para tomar algo y no saber que se
quera tomar, etc. A este conjunto de quejas, consideradas como una entidad, se
le ha denominado afectacin de la memoria asociada a la edad (Romn y
Sanchez, 1998).
Debido a que existen diferentes tipos de clasificaciones para describir los
diferentes aspectos de la memoria, se dar a conocer la clasificacin tradicional
que distingue entre memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.

Cambios en la memoria a corto plazo (MCP).


Respecto a la memoria de trabajo, Baddeley y Hitch en 1974 propusieron un
modelo formado por tres sistemas: un sistema ejecutivo central, un sistema verbal
o bucle fonolgico y un sistema visuoespacial.
El sistema ejecutivo central hace referencia a un controlador atencional que opera
como estacin de relevo y de integracin de la informacin de la informacin
procedente de los otros subsistemas, considerndose que forma parte de las
funciones asociadas al lbulo frontal, por lo que es sensible al dao en esta regin
(Baddeley, 1995). Durante el envejecimiento parece ser que tiene lugar un
deterioro del sistema ejecutivo central (Craik y cols, 1995; Daigneault y Braun,
1993; Gregoire y Van der Linder, 1997). Por su parte, Fisk y Warr (1996)
observaron dficit en la memoria de trabajo, velocidad perceptiva y en el
funcionamiento del ejecutivo central de los ancianos, atribuyendo las diferencias
de la edad en las dificultades de integracin de la informacin a un
enlentecimiento en la actividad de memoria de trabajo.

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Cambios en la Memoria a Largo Plazo (MLP).

La MLP es la encargada de mantener la informacin almacenada fuera de la


consciencia, presuponiendo que es de tipo ilimitada y relativamente permanente.
La MLP ha sido estudiada desde diversos paradigmas y se han hecho varias
distinciones dentro de ella. En esta ocasin ser divida en memoria declarativa o
explcita y memoria no declarativa o implcita.
Memoria Declarativa y No Declarativa.
Durante el envejecimiento parece existir un decline diferencial entre la memoria
explcita y la implcita, siendo los dficit en memoria explcita ms importante que
los encontrados en memoria implcita (Craik y cols, 1995). No obstante, aunque en
el envejecimiento la memoria explcita se encuentre ms afectada que la implcita,
esta ltima se encuentra tambin disminuida en relacin a los individuos ms
jvenes (Harrington y Haaland, 1992) que durante el envejecimiento el dficit en
memoria implcita esrarpia relacionado con un deterioro en la organizacin
perceptiva. Atendiendo ms especficamente a los subsistemas de la memoria
explcita o declarativa (episdica y semntica), se ha observado que durante el
envejecimiento se produce un dficit en la memoria episdica, mantenindose
preservada la memoria semntica (Denney y Larsen, 1994). No obstante, Spencer
y Raz (1995) indican que las diferencias entre memoria episdica y semntica son
ms pronunciadas cuando las caractersticas contextuales son codificadas con
independiencia del contenido.

Dficit de memoria y envejecimiento cerebral.


Distintos estudios sealan los cambios neuroanatmicos como los responsables
de los problemas de memoria relacionados con el envejecimiento. Los cambios
corticales, especialmente los asociados a la corteza temporal son los que han
recibido ms atencin, aunque algunos autores han indicado tambin la
participacin de la corteza frontal (Parkin y Walter, 1992).
En relacin a la participacin del lbulo temporal en la prdida de memoria
asociada al envejecimiento, West (1993) identific una prdida neuronal en la
formacin hipocmpica durante el envejecimiento, de un 52% en el subiculum y un

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31% en el hilus del giro dentado, estos datos que estaran de acuerdo conolos de
Golomb y cols (1993). As mismo Colomb y cols. (1994) encontraron una
correlacin significativa, independiente de la edad, sexo y atrofia cerebral
generalizada, entre el tamao de la formacin hipocmpica y el rendimiento de los
ancianos en tareas de memoria primaria, y Golomb y cols (1996) indican que el
tamao de la formacin hipocmpica es un predictor del cambio longitudinal en
pruebas de memoria sensibles al envejecimiento, mostrndose como un faxtor de
riesgo para un deterioro acelerado de la memoria en el envejecimiento cuando
presenta atrofia.

Funciones visuoespaciales, visuoperceptivas y visuoconstructivas.


En general todas estas funciones presentan un decline significativo asociado a la
edad (Lezak, 1995), considerndose que estas deficiencias estaran asociadas a
un deterioro del hemisferio derecho, concretamente de su regin posterior.
Adems, Junqu y Jurado (1994) consideran tambin la posibilidad de que las
dificultades visuoespaciales y visuoperceptivas podran estar relacionadas con las
prdidas visomotoras y la disminucin en la velocidad asociada al envejecimiento.

Funciones ejecutivas.
En este sentido, los procesos cognitivos asociados al lbulo frontal en especial a
las regiones prefrontales, son de los primeros en sufrir un declive durante el
envejecimiento (West, 1996), implicando dficit en las capacidades ejecutivas o
supervisoras (Stuss, Craik, Sayer, Franchi y Alexander, 1996). As mismo Junqu
y Jurado (1994) sealan que puesto que el lbulo frontal tiene amplias conexiones
crtico-corticales y crtico-subcorticales, la degeneracin de la sustancia blanca y
ganglios basales asociada a la edad afecta indirectamente a la funcin frontal.
La formacin de conceptos implica la capacidad de los sujetos para formular un
concepto nuevo. As, los ancianos normales presentan un dficit en ciertos tipos
de formacin de conceptos (Cronin-Golomb, 1990), de tal modo que los ancianos
piensan en trminos ms concretos que los jvenes, disminuyendo tambin la
flexibilidad cognitiva necesaria para hacer nuevas abstracciones y formar en laces

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conceptuales nuevos (Van Gorp y Mahler, 1990). En este sentido, cuando se pide
a los ancianos que categoricen objetos, los agrupan en funcin de sus relaciones
ms inmediatas (menos abstractas). Por su parte, cuando tienen que inferir una
dimensin de la series de estmulos que difieren en varias dimensiones, rinden
pobremente. Adems, los ancianos hacen muchas preguntas repetitivas en las
tareas de identificacin de conceptos (La Rue, 1992).
Collins y Tellier (1994) observaron que apareca una relacin significativa entre el
avance de la edad y una medida de cambio conceptual (Test Visual Verbal) y el
nmero de errores perseverantes en el Test de Wisconsin, sugiriendo que la
flexibilidad cognitiva est asociada de forma negativa con el avance de la edad.
Tambin sealan diferencias en la capacidad para realizar esquemas
conceptuales alternativos para clasificar estmulos visuales y en la capacidad para
cambiar estrategias organizacionales. A su vez, Levine, Stuss y Milberg (1995)
indican que durante el envejecimiento aparece dficit en la formacin de
conceptos autoiniciada, en el cambio de categora, as como tendencias
perseverantes.
Diferentes estudios han puesto de manifiesto que durante el envejecimiento
aparece un dficit tanto en la capacidad para resolver problemas com en la toma
de decisiones (Cronin-Golomb, 1990). Sin embargo, este dficit del razonamiento
solamente aparece ante problemas que no resulten familiares, que sea
estructuralmente complejo, o que impliquen que el sujeto tenga que distinguir
elementos relevantes de elementos irrelevantes (Cronin-Glomb, 1990). Adems,
los estudios que han aislado factores de inteligencia muestran que la solucin de
problemas cotidianos est influenciada por las capacidades fluidas (capacidad
para adquirir nuevos conceptos y adaptarse a situaciones nuevas) ms que por las
cristalizadas (capacidades intelectuales aprendidas).

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Lenguaje.

De entre todas las funciones cognitivas, las que menos parecen deteriorarse
durante el envejecimiento normal son las relacionadas con el lenguaje, a
excepcin, por ejemplo, de que exista una prdida auditiva o cualquier otra
alteracin importante relacionada con el aparato fonador que produzca
cambios en la comunicacin (Romn y Snchez, 1998).

En general, las dificultades ms frecuentes que suelen detectarse durante el


envejecimiento estn relacionadas con:

- el acceso a las redes lxicas, presentando algunas dificultades ante tareas


de decisin lxica o denominacin (Cooper, 1990).
- Disminucin de la fluencia verbal, en aquellas pruebas que se le pide a los
sujetos que generen palabras de forma espontnea durante un tiempo
limitado, o que piensen en una determinada letra o bien que se encuentren
relacionadas con una categora semntica. Se ha observado que existe un
decline diferencial entre ambos tipos de tarea, siendo el rendimiento en la
tarea semntica inferior al de la tarea fontica.
- Dificultades en la comprensin de estructuras gramaticales complejas,
cuando estas requieren especialmente la implicacin de un esfuerzo
elevado para su procesamiento, mientras que no parecen existir dificultades
importantes para el procesamiento sintctico automtico (Huff, 1990).
- En relacin al discurso, parece encontrarse un declive en la descripcin de
objetos comunes a partir de la sptima dcada de la vida (Huff, 1990). El
relativo mantenimiento de las capacidades lingsticas, en comparacin con
las funciones visoespaciales durante el envejecimiento, ha llevado a
algunos autores a sugerir que el hemisferio derecho, el cual est implicado
en el procesamiento de la informacin no verbal, se deteriora ms que el
izquierdo, el cual procesara la informacin verbal. No obstante, como
indican Junqu y Jurado, (1994), la preservacin del lenguaje con el paso
de los aos, en relacin al decline observado en las funciones
visoespaciales, podra estar relacionada con el hecho de que el lenguaje

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supone conexiones cticocorticales, mientras que las funciones
visoespaciales requieren conexiones crtico-subcorticales. A su vez, la
patologa en sustancia blanca y ganglios basales asociada al
envejecimiento podra estar afectando diferencialmente a las funciones
visoespaciales.

Evolucin del concepto y criterios diagnsticos.

Histricamente se han dado mltiples denominaciones para hacer referencias a


los primeros signos de deterioro cognitivo en la poblacin mayor (Michon, 2009).
Estos referan, originalmente, al estadio de envejecimiento normal, emplendose
trminos como deterioro de memoria asociado a la edad (Crook y Bahar, 1987) o
deterioro cognitivo sin demencia. Si bien el trmino DCL fue inicialmente
introducido en la literatura por Reisberg y Ferris (1988), fue Petersen (1999) quin
realiz la caracterizacin actualmente ms utilizada. A partir de este nuevo
concepto, el DCL se diferencia del envejecimiento normal, recibiendo gran
atencin como entidad clnica. El inters surgido a partit de la nueva
conceptualizacin, tanto a nivel de la prctica clnica como de la investigacin, se
nota claramente en el incremento de la literatura del respecto.
Los avances en epidemiologa, neuroimgenes y biomarcadores claramente
hicieron crecer la investigacin en el tema. En el crecimiento evidenciado influy,
adems, el cambio de enfoque de investigacin en diagnstico precoz, desde la
demencia al DCL (Reisberg y Ferris, 1988). En la primera definicin de DCL, los
criterios para su diagnstico expuestos por la Clnica Mayo, en los Estados
Unidos, consistan en las quejas subjetivas de prdida de memoria, acompaadas
de una memoria objetiva a la edad y a la educacin del sujeto, que no cumplan
los criterios de la demencia. Adems, no deban exixtir daos en otras funciones
cognitivas, y las actividades de la vida diaria (AVD) deban permanecer intactas.
Se sostena, asimismo, la hiptesis del continuo cognitivo, representado el DCL un
estadio intermedio entre el envejecimineto normal y la demencia tipo Alzheimer.
No, obstante, los criterios de correspondencia nica de deterioro en la memoria y
de ausencia total de deterioro en las AVD eran probablemente demasiado

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restrictivos. Por ello, en concepciones posteriores se ha ampliado la entidad a
diferentes dominios cognitivos (Winblad y Palmer, 2004, modificndose
conjuntamente los criterios de conservacin absoluta de las AVD (Portet y
Oussen, 2006).
El Grupo Internacional de Trabajo en Deterioro Cognitivo Leve (Winblad y Palmer,
2004), en conjunto con Peterson, presentaron en el ao 2004 una amplificacin
del trmino inicial identificando 4 subtipos de DCL: 1) DCL amnsico de dominio
nico; 2) DCL amnsico con afectacin en mltiples dominios; 3) DCL no
amnsico de dominio nico, y 4) DCL no amnsico con afectacin de dominios
mltiples.
La clasificacin adoptada propone adems un esquema clasificatorio que se inicia
con la decisin de si el paciente presenta un DCL amnsico o uno no amnsico
para, seguidamente, determinar si la funcin cognoscitiva est alterada en un solo
dominio, DCL simple o en varios, formando un DCL mpultiple. Cada uno de los
subtipos propuestos evolucionara con mayor frecuencia a diferentes tipos de
demencias.
El DCL propuestos evolucionara con mayor frecuencia a diferentes tipos de
demencias. El DCL no amnsico constituira un estado prodrmico de demencias
no Alzheimer, tales como las frontotemporales, la demencia por los cuerpos de
Lewy o la vascular, mientras que el DCL amnsico evolucionara frecuentemente a
la enfermedad de Alzheimer (Snchez-Rodrguez, 2011).
Nuevos criterios diagnsticos propuestas de la quinta edicin del Manual
Diagnstico y Estadstico de los Trastornos Mentales La Asociacin Americana de
Psiquiatra ha publicado recientemente los nuevos criterios para la demencia en el
DSM-5. En el mismo se incluye una seccin denominada Trstornos
neurocognitivos, que reemplaza la categora de Delirium, demencia, trastornos
amnsicos y otros trastornos cognitivos, establecida en el DSM-IV (APA, 2000).
El DSM-5 engloba el trmino trastorno neurocognitivo menor y mayor. El trmino
de demencia queda sustituido por el trmino trastorno neurocognitivo mayor, lo
cual marca una ruptura conceptual importante. Esto viene determinado por una
desvinculacin de la demencia como un trastorno mental, propio de la palabra

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demencia (sin mente), remarcando el concepto de organicidad de los procesos
neurocognitivos (Lpez-Pousa, 2014). Su desaparicin consolida, adems, el
criterio de continuidad o evolucin del concepto de deterioro cognitivo, al
aumentarse la gravedad e intensidad de las manifestaciones clnicas. Ello es claro
para muchas enfermedades, como la EA, donde el tradicional sndrome demencial
no es el nico determinante de la enfermedad. Es conocido en la actualidad que
es posible poseer indicadores de EA sin un sndrome demencial establecido an.
Sus autores fundamental el nuevo concepto en la posibilidad de diagnosticar
enfermedades tempranamente a partir del mismo, lo cual facilitara la intervencin
precoz (Petersen, 2014).
El trmino DCL queda englobado en el DSM-5 como el trastorno neurocognitivo
menor. El criterio que diferencia un trastorno neurocognitivo menor de uno mayor
es que las dificultades cognitivas no deben influir en la capacidad de la persona
para efectuar AVD. Si esto es as, ya se hablara de un deterioro neurocognitivo
mayor. Tal como se observa en el deterioro neurocognitivo mayor que posee en la
clasificacin propuesta 3 estadios: 1) leve, si las dificultades son exclusivamente
para AVD instrumentales; 2) moderado, cuando las dificultades tambin influyen
las AVD bsicas, y 3) grave, cuando la persona es totalmente dependiente. El
DSM-5 recomienda la sospecha de un trastorno neurocognitivo mayor leve cuando
la persona exprese dificultad para realizar tareas instrumentales de la vida diaria,
como pagar facturas o cumplir con actividades del hogar, ya sea porque las
exprese como difciles, o porque requiera utilizar estrategias compensatorias para
llevarlas a cabo. No obstante, el trastorno neurocognitivo mayor se diagnosticar
cuando la persona requiera algn tipo de ayuda para efectuar dichas tareas o
cuando las abandone si no dispone de ayuda. A esta categorizacin se le suma la
propuesta de especificar en el diagnstico la presencia o ausencia de alteraciones
comportamentales, indicando si el trastorno cognitivo va acompaado, por
ejemplo, de sintomatologa psictica, de alteracin en el estado de nimo,
agitacin o apata (Gonzlez, Buonanotte, Cceres, 2014).
Asimismo, la diferencia principal entre el clsico concepto del DCL y el trmino de
trastorno neurocognitivo menor corresponde al DSM-5 es que este ltimo engloba

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el deterioro producido por cualquier etiologa y rango de edad, tales como un
traumatismo craneoenceflico o el deterioro producido debido a cuadros
epilpticos. Los criterios para determinar el deterioro an siguen siendo la
observacin clnica comportamental y cognitiva. Los biomarcadores podran
incorporarse al proceso de decisin clnica, pero, en la actualidad, se utilizan
principalmente en investigacin, dado que la mayora no se encontraran an
validados para su uso en la prctica diaria (Petersen, 2014).

Propuestas conceptuales de la quinta edicin del Manual Diagnstico y


Estadstico de los Trastornos Mentales, desde la cognicin normal al
trastorno neurocognitivo mayor severo.
Cognicin normal: funciones cognitivas >-1 DE, AVD conservadas.
Trastorno neurocognitivo menor: 1 o ms funciones cognitivas entre 1 y -2
DE, AVD conservadas, con o sin alteraciones en el comportamiento/
especificacin de la etiologa.
Trastorno neurocognitivo mayor leve: 1 o ms funciones cognitivas <-2 DE,
dificultades en AVD instrumentales, con o sin alteraciones en el
comportamiento/ especificacin de la etiologa.
Trastorno neurocognitivo mayor moderado: 1 o ms funciones cognitivas <-
2 DE, dificultades AVD bsicas, con o sin alteraciones en el
comportamiento/ especificacin de la etiologa.
Trastorno neurocognitivo mayor severo: 1 o ms funciones cognitivas <-2
DE, total dependencia funcional, con o sin alteraciones en el
comportamiento/ especificacin de la etiologa.

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Evaluacin fonoaudiolgica desde el punto de vista cognitivo-lingstico.

Para realizar una evaluacin en el rea lingstica-cognitiva, se puede utilizar la


prueba rpida lingstica cognitiva CLQT, creada en 2001. Adecuada para
paciente: adultos de 18 a 89 aos, con disfuncin neurolgica conocida o
sospecha adquirida.

Debe ser utilizado como una herramienta de deteccin rpida, con un tiempo de
administracin de 30 minutos. Posee 5 diferentes categoras de cognicin:
atencin, memoria, funciones ejecutivas, lenguaje, habilidades visoespaciales.
Cada seccin se califica de manera diferente. Las puntuaciones da cada dominio
cognitivo se calculan despus de la administracin. Estas puntuaciones
determinan si un paciente est dentro de os lmites normales, si tiene un dficit
leve, moderada o grave.

Cada una de las 10 secciones de la prueba CLQT, dominio cognitivo: atencin,


memoria, funcin ejecutiva, lenguaje, habilidad viso- espacial, dibujo del reloj. A
partir de los resultados se consignar la escala de severidad: normal, leve,
moderado, severo. La prueba tiene diferentes direcciones de administracin que
deben ser seguidos de cerca. Adems cada seccin debe ser administrada en el
orden que aparece en el formulario de registro.

CLQT no es una prueba de diagnstico, ms bien una forma rpida de aprender


las reas de dficit de un usuario, ya que, es rpido y fcil.

Otra prueba utilizada es el MinimentaI:

El MMSE (original o versiones) es el test ms utilizado para la evaluacin cognitiva


estandarizada en el mbito clnico, sobre todo en el adulto mayor. Es el que
dispone de ms datos para el cribado, estadiaje y seguimiento de demencias. Sin
embargo, dado que su cumplimiento puede requerir ms de 10 minutos, ha de
competir con test de cribado ms cortos y especficos en atencin primaria y el
medio comunitario.

17
El MMSE investiga cinco dominios cognitivos que son, esencialmente; orientacin
temporoespacial, memoria diferida, atencin y clculo, lenguaje y capacidad
visoconstructiva de dibujo.

Evaluacin de lenguaje.

BETA: Baterpia para la evaluacin de los trastornos afsicos (Fernando Cuetos


Vega y Mara Gonzlez- Nosti, 2009).

El objetivo es tener una batera moderna y eficaz basada en los modelos actuales
de procesamiento lingstico. Beta permite explorar todos los procesos que
intervienen en el lenguaje en todas sus modalidades tanto oral como escrito y
tanto en comprensin como en produccin.

El objetivo fundamental es descubrir qu proceso o procesos tiene daado cada


usuario y cul es el alcance de la lesin. Para ello son extremadamente tiles tres
tipos de ndices que hay que analizar cuidadosamente, son las tareas que el
usuario puede hacer y las que no es capaz de realizar, las variables que influyen
en su ejecucin, los tipos de errores que comete.

Contenidos: la batera est formada por 30 pruebas, agrupadas en 6 bloques de


cinco pruebas cada uno. Agrupados de la siguiente manera:

BLOQUE 1: Comprensin oral.

Tarea 1: discriminacin de fonemas, Tarea 2: decisin lxica auditiva, Tarea 3:


emparejamiento palabra hablada-dibujo, Tarea 4: repeticin de palabras, Tarea 5:
repeticin de pseudopalabras.

BLOQUE 2: Produccin oral.

Tarea 6: denominacin de objetos, Tarea 7: denominacin de acciones, Tarea 8:


nombrar a definiciones, Tarea 9: Fludez verbal, Tarea 10: Fludez verbal de
nombres de personas.

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BLOQUE 3: Lectura.

Tarea 11: nombrado de letras, Tarea 12: decisin lxica visual, Tarea 13: lectura
de palabras, Tarea 14: lectura de pseudopalabras, Tarea 15: emparejamiento
ppalabra escrita-dibujo.

BLOQUE 4: Escritura.

Tarea 16: sealar la letra, Tarea 17: copia de mayscula, Tarea 18: denominacin
escrita de objetos, Tarea 19: dictado de palabras ortografa arbitraria, Tarea 20:
dictado de pseudopalabras.

BLOQUE 5: Semntica.

Tarea 21: asociacin semntica, Tarea 22: asociacin objeto-accin, Tarea 23:
emparejamiento definicin- palabra, Tarea 24: emparejamiento de sinnimos,
Tarea 25: sealar el diferente.

BLOQUE 6: Oraciones.

Tarea 26: emparejamiento oracin hablada-dibujo, Tarea 27: emparejamiento


oracin escrita-dibujo, Tarea 28: juicios de gramaticalidad, Tarea 29: prueba de
dgitos, Tarea 30: descripcin de una lmina.

Luego se deben analizar los resultados y consignar si existe normalidad o


trastorno.

Evaluacin cognitiva MOCA:

La evaluacin cognitiva Montreal (Montreal cognitive assessment/ Moca) ha sido


concebida para evaluar las disfunciones cognitivas leves. Este instrumento
examina las siguientes habilidades: atencin, concentracin, funciones ejecutivas
(incluyendo la capacidad de abstraccin), memoria, lenguaje, capacidades
visuoconstructivas, clculo y orientacin. El tiempo de administracin requerido es

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de aproximadamente diez minutos. El puntaje mximo es de 30; un puntaje igual o
superior a 26 se considera normal.

Propuesta: Abordaje comunicativo integral en el adulto Mayor: visin


Fonoaudiolgica.

Muchos de los problemas y obstculos que enfrentan a diario los adultos mayores
tienen que ver con actitudes de indiferencia hacia la vejez y los viejos. Abundan
los mitos y estereotipos, por lo cual el desafo mayor tiene que ver con la
predisposicin mental. Dichas actitudes negativas reducen el respeto al que tienen
derecho las personas mayores.

Es importante que a travs de programas o acciones de autocuidado y promocin


de la salud se contribuya a mantener y/o mejorar las condiciones de autovalencia,
contando en lo posible con el apoyo familiar y de las redes sociales ms prximas,
se trata entonces de propender por una comunicacin aosa, la cual se soporta en
dos ejes fundamentales: la conservacin de un cerebro joven y el contexto como
vehculo que impulsa, facilita, estimula, compensa y por otro lado detiene e inhibe
la aparicin de transformacin deconstructiva del adulto mayor.

El abordaje debe centrarse en la conservacin comunicativa a partir del


reconocimiento de las caractersticas y condiciones tpicas de esta etapa. Se trata
de abordar una nueva escala soportada en las vivencias de nuevos, diferentes
ms no deficientes momentos en donde los intereses, ms no las capacidades
cambian, sin que por ello signifique que se trata de una discapacidad.

Reconocer el contexto como eje fundamental y mecanismo regulador para lograr


una comunicacin aosa.

Este principio coincide con lo planteado por Heinemann en relacin a la influencia


de los sistemas comunicativos en la construccin o deconstruccin del ser
humano, y por lo mismo invita a abandonar los imaginarios reales que acten
como feed back permanente para el adulto mayor.

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Estrategias para la conservacin comunicativa.

La iniciativa de buscar la conservacin comunicativa en el adulto mayor, desde la


perspectiva fonoaudiolgica sugiere una interrelacin de las reas: cognicin,
lenguaje, audicin, voz), la cual operativamente implica una accin simultnea de
cuyo producto se podran valorar sus alcances (Rincn y Obando, 2009).
Lomas, citado por Nio, 2003, hace alusin a algunas estrategias necesarias para
el mantenimiento de habilidades propias de la interaccin comunicativa, entre las
que se destacan: participar activamente en un acto social, obtener y conservar el
derecho a la palabra, ejercer influencia sobre cualquier interlocutor o grupo de
personas, cumplir con los propsitos e intenciones comunicativas en el otro y ser
retroalimentado, emitir informacin con claridad, pertinencia y veracidad son
algunos de los aspectos que un adulto debe tener para ser un comunicador
competente.
El repaso de la vida como dinmica constante.
Esta estrategia responde a momentos de la cotidianeidad y que se proponen no
como una actividad teraputica, sino dados a partir de la espontaneidad dentro de
la interaccin comunicativa y que por lo mismo no son estructuradas sino
obedecen al da a da.
El repaso de la vida implica orientar al adulto mayor para que evoque las
diferentes etapas de su vida a travs del uso de elementos que recuperen las
huellas, tales como fotos, objetos, personas, momentos significativos, teniendo
cuidado de orientarlo en el tiempo y en el espacio, en el aqu y en el ahora. Esta
estrategia no solo beneficiara la memoria episdica sino que tambin facilitara el
razonamiento y la solucin de problemas (Rincn y Obando, 2009).

Facilitar ambientes ricos en estmulos.


Es conocido que el hecho de hacer parte de contextos intelectualmente propicios,
favorece que las actividades del sujeto estn en pleno uso y por lo tanto a pesar
de los cambios propios de la edad el sujeto se vuelve competente en sus
operaciones cognitivas, esto propone al profesional de la comunicacin humana
planear y construir contextos y situaciones que respondan a tareas de una

21
importante demanda cognitiva como por ejemplo la lectura y escritura de textos
focalizados por intereses y capacidades, el desarrollo de juegos cognitivos, la
narracin de historias, se ha demostrado que est ltimo tiene una correlacin
directa con el mantenimiento de la memoria.

Incorporando las ayudas tcnicas.

Esta estrategia responde a estar a la vanguardia con la era de la tecnologa y


consiste en planear, elaborar y hacer uso en conjunto con el adulto mayor de
dispositivos que le faciliten recuperar la informacin perdida y no hacer de esto un
elemento de total dependencia y frustracin.
Estas tcnicas son de diversos tipo y van desde listados distribuidos por
categoras ya sea de alimentos, drogas, hasta el uso de claves para recordar
nmeros telefnicos, datos personales, etc e incluso puede llegar al uso de
dispositivos mviles que recuerden actividades y fechas importantes.
Esta estrategia tiene doble propsito en el sentido en el que acta en el momento
de la elaboracin de la lista o del registro de la agenda, etc y por otro lado permite
que se establezca un control de la informacin almacenada.

Reconocimiento como sujeto capaz de razonar, memorizar, construir.


Esta estrategia tiene que ver con crear una consciencia en el sujeto que responda
a la capacidad que tiene de lograr una tarea y de la funcionalidad y eficacia de sus
estructuras cerebrales y cognoscitivas para poderlo lograr. Esta requiere de un
trabajo interdisciplinar pues el adulto mayor por s mismo debe reconocer que no
es discapacitado y que por lo mismo todava puede competir, abandonando la idea
de que el aumento de aos es la mayor razn para pasar de la actividad a la
pasividad, de la palabra al silencio, de la independencia a la dependencia, de la
capacidad a la minusvala.

Ejercitacin de la fluidez verbal oral y escrita.

Se ha comprobado que quien posee importantes habilidades de comunicacin oral


deja entre ver importante nivel de razonamiento, memoria, atencin. Por lo mismo,

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se hace necesario facilitar y estructurar espacios para el manejo de competencias
orales y escritas, los cuales tienen que ver con la espontaneidad o con otros
temas de mayor complejidad.

El juego lingstico.

Esta estrategia recoge todas las manipulaciones que a travs del lenguaje se
puedan hacer, tales como el uso de adivinanzas, trabalenguas, poesa, analogas,
sinnimos, antnimos, metforas con el fin de ejercitar el componente fonolgico,
sintctico, semntico y pragmtico del lenguaje.

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Conclusin.

La comunicacin humana es relevante y alcanza los fenmenos vitales del ser


humano, tal es el caso de lograr explicar al adulto mayor y los cambios que en el
ocurren y por lo mismo desde su naturaleza, la interaccin comunicativa puede
proveer los cambios necesarios para visualizar al adulto mayor como sujeto en
transformacin.
Como pudimos ver a lo largo de este trabajo, estos cambios se producen en
distintos niveles, afectando la memoria, el lenguaje, la atencin, funcin ejecutiva,
habilidades visoespacialesy visoconstructivas. Aunque todos estos cambios no
tienen por qu aparecer en un mismo individuo, dando lugar a una estela de
diferencias individuales dentro de la poblacin de adultos mayores.
En este sentido, y debido a esta gran diversidad, se hace una evaluacin precisa
de estos cambios con el fin de no confundirlos.
A su vez, tambin es necesario tener un conocimiento preciso de estos cambios
para poder dotar a los adultos mayores de las estrategias adecuadas con el fin de
que puedan llevar a cabo sus actividades en la vida diaria, y en los casos en que
stas ya se encuentran afectan, lograr mejorar la calidad de vida del usuario.
Y finalmente

Slo el ser humano y muy pocos animales tienen el privilegio de envejecer y ello
representa un triunfo biolgico y social de la especie humana, no obstante tiene su
contrapartida en los problemas sociales, mdicos, psicolgicos y comunicativos
que esta poblacin de personas mayores requiere. Claramente, el envejecimiento
constituye hoy un motivo de preocupacin central en el mundo occidental
(Mora, Francisco).

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BIBLIOGRAFA

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