Trastorno Nuerocognitivo Mayor
Trastorno Nuerocognitivo Mayor
Trastorno Nuerocognitivo Mayor
1. Introduccin..3
2. Deterioro cognitivo-lingstico del envejecimiento.4
3. Signos del Envejecimiento comunicativo: deterioro cognitivo................5
4. Evolucin del concepto y criterios diagnsticos....13
5. Propuestas conceptuales del DSM-V.. ..17
6. Evaluacin fonoaudiolgica desde la vista cognitivo-lingstico.18
7. Evaluacin de lenguaje.....19
8. Propuesta abordaje........21
9. Estrategias para la conservacin comunicativa.22
12. Conclusin...25
13. Bibliografa.......................26
INTRODUCCIN
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Deterioro cognitivo- lingstico del envejecimiento.
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llegar a un envejecimiento ptimo, en las mejores condiciones a travs de un
estado de salud integral; lo que en 1064 defini la organizacin mundial de la
Salud (OMS) como completo bienestar fsico, mental y social y no slo la
ausencia de enfermedades. As entendida la salud integral, no se puede olvidar
las tres vertientes fsica, psquica y social) para conseguir una buena vida y un
ptimo envejecimiento (Herrero et al, 1991).
Teniendo en cuenta lo planteado por la OMS se puede definir la comunicacin
aosa, como aquella comunicacin que la persona de la tercera edad logra
desarrollar, sin que esta implique un deterioro de las habilidades del lenguaje , el
cual le permite participar activamente, realizar intercambios comunicativos, dar
opiniones, ser escuchado. En este tipo de comunicacin se cumplen bsicamente
dos principios importantes: un desempeo cerebral basado en la dinmica de la
plasticidad neuronal alcanzando una competencia comunicativa y el contexto
como elemento favorecedor del mantenimiento cognitivo comunicativo.
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Atencin.
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presentan una importante vulnerabilidad y difcil recuperacin tendran un
componente previo de enfermedad cerebral.
La alteracin en la vigilancia tambin se ha relacionado con el envejecimiento
normal ante situaciones que requieren un aumento de la capacidad atencional
como consecuencia de encontrarse el sujeto sometido a un importante nmero de
eventos o por incertidumbres respecto a las condiciones estimulares (Mouloua y
Parasuraman, 1995).
En relacin al envejecimiento, los resultados referidos al componente selectivo de
la atencin son ambiguos. Para Madden (1990), Folk y Hoyer (1992), Hartley,
Kieley y McKenzie (1992) y Madden Connelly y Pierce (1992) no existen
variaciones significativas asociadas a la edad en la focalizacin de la atencin. No
obstante, estos ltimos autores sealan que cuando se le requiere al sujeto
procesar simultneamente otra informacin es cuando presenta dificultades en la
atencin selectiva. As mismo, Barr y Giambra (1990) en un estudio en el que los
sujetos tenan que repetir palabras presentadas por el odo izquierdo, cin y sin
palabras distractoras presentadas por el odo derecho, observaron que el nmero
de errores para las palabras presentadas por el odo izquierdo aumentaban con la
edad, sugiriendo que en los ancianos tiene lugar la aparicin de un dficit en el
componente de la atencin selectiva que no puede ser explicado por la
incertidumbre de la localizacin del estmulo.
Trabajos en los que se han empleado tareas distractoras (Mazaux y cols, 1995;
Mc Dowd y Filion, 1992; McDowd y Oseas-Kreger, 1991; Tipper, 1991) sugieren
que en el envejecimiento se produce una disminucin en la capacidad para inhibir
estmulos irrelevantes den tro de un contexto concreto. Adems, Mazaux y cols,
1995 observaron que la disminucin de la atencin se encontraba asociado en
mayor grado con el sexo femenino y con niveles educativos bajos.
La focalizacin prolongada de la atencin tambin parece encontrarse afectada
por el proceso de envejecimiento (West, 1996), as como la focalizacin espacial
(Green-Wood, Parasuraman y Alexander, 1997).
En relacin a la atencin dividida, parece existir un acuerdo generalizado en
cuanto a que durante el envejecimiento se produce una disminucin del
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rendimiento en tareas duales (Madden, 1990; Salthouse, Fristoe, Lineweaver y
Coons, 1995). No obstante, en cuanto a la causa subyacente, Madden (1990)
seala que las dificultades podran estar asociadas ms con la complejidad de la
tarea que con la divisin de la atencin.
Velocidad de procesamiento.
Una caracterstica fundamental del proceso de envejecimiento es u
enlentecimiento ms o menos generalizado a nivel sensorial, motor, cognitivo
(Fisher y Glaser, 1996; Fisk y Fisher, 1994; Salthouse, 1996; Sliwinski, 1997;
Swearer y Kane, 1996; Wingfield, 1996), as como a nivel electroencefalogrfico,
como se ha constatado en los estudios de potenciales evocados (Bashore, Osman
y Heffley, 1989; ODonnell, Friedman, Swearer y Drachman, 1992). Aunque se ha
sugerido que en la base de este enlentecimiento estara la presencia de
alteraciones atencionales o dificultades para inhibir estmulos distractores.
Salthouse (1996) en su revisin indica que esta hipotsis ha recibido poco apoyo
emprico. En este sentido, una hiptesis ms aplaudible sugiere que el
enlentecimiento podra estar asociado a la dificultas o exigencias de las tareas
(Swearer y Kane, 1996).
Una cuestin que se ha planteado es si este enlentecimiento es causa o
consecuencia de las diferencias observadas en otras funciones cognitivas durante
el envejecimiento. En este sentido, Salthouse (1996) seala que la velocidad de
procesamiento podra estar afectado de forma significativa, en mayor o menor
grado, a los restantes procesos cognitivos como consecuencia de una codificacin
menos efectiva de los estmulos. As, cuanto mayor sea la velocidad de
procesamiento, mayor ser la capacidad de procesar la informacin (Salthouse,
1994) . Esto lleva a que, durante el envejecimiento, la ejecucin de las ltimas
operaciones de una tarea se encuentren limitadas como consecuencia de que
gran parte del tiempo disponible se ha empleado para la ejecucin de las primeras
operaciones, quedando las ltimas degradadas o empobrecidas (Salthouse,
1996).
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Memoria.
La queja ms frecuente que suelen realizar los ancianos en relacin a su
funcionamiento cognitivo est relacionada con su memoria en la vida diaria.
Normalmente, aunque existe una amplia variabilidad entre los sujetos, las quejas
van referidas a situaciones tales como olvidar nombres de objetos familiares,
dificultad para encontrar la palabra que se desea utilizar, no reconocer a personas
que acaban de saludar por la calle, marcar un nmero de telfono y no saber a
quin se estaba llamando, abrir el refrigerador para tomar algo y no saber que se
quera tomar, etc. A este conjunto de quejas, consideradas como una entidad, se
le ha denominado afectacin de la memoria asociada a la edad (Romn y
Sanchez, 1998).
Debido a que existen diferentes tipos de clasificaciones para describir los
diferentes aspectos de la memoria, se dar a conocer la clasificacin tradicional
que distingue entre memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
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Cambios en la Memoria a Largo Plazo (MLP).
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31% en el hilus del giro dentado, estos datos que estaran de acuerdo conolos de
Golomb y cols (1993). As mismo Colomb y cols. (1994) encontraron una
correlacin significativa, independiente de la edad, sexo y atrofia cerebral
generalizada, entre el tamao de la formacin hipocmpica y el rendimiento de los
ancianos en tareas de memoria primaria, y Golomb y cols (1996) indican que el
tamao de la formacin hipocmpica es un predictor del cambio longitudinal en
pruebas de memoria sensibles al envejecimiento, mostrndose como un faxtor de
riesgo para un deterioro acelerado de la memoria en el envejecimiento cuando
presenta atrofia.
Funciones ejecutivas.
En este sentido, los procesos cognitivos asociados al lbulo frontal en especial a
las regiones prefrontales, son de los primeros en sufrir un declive durante el
envejecimiento (West, 1996), implicando dficit en las capacidades ejecutivas o
supervisoras (Stuss, Craik, Sayer, Franchi y Alexander, 1996). As mismo Junqu
y Jurado (1994) sealan que puesto que el lbulo frontal tiene amplias conexiones
crtico-corticales y crtico-subcorticales, la degeneracin de la sustancia blanca y
ganglios basales asociada a la edad afecta indirectamente a la funcin frontal.
La formacin de conceptos implica la capacidad de los sujetos para formular un
concepto nuevo. As, los ancianos normales presentan un dficit en ciertos tipos
de formacin de conceptos (Cronin-Golomb, 1990), de tal modo que los ancianos
piensan en trminos ms concretos que los jvenes, disminuyendo tambin la
flexibilidad cognitiva necesaria para hacer nuevas abstracciones y formar en laces
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conceptuales nuevos (Van Gorp y Mahler, 1990). En este sentido, cuando se pide
a los ancianos que categoricen objetos, los agrupan en funcin de sus relaciones
ms inmediatas (menos abstractas). Por su parte, cuando tienen que inferir una
dimensin de la series de estmulos que difieren en varias dimensiones, rinden
pobremente. Adems, los ancianos hacen muchas preguntas repetitivas en las
tareas de identificacin de conceptos (La Rue, 1992).
Collins y Tellier (1994) observaron que apareca una relacin significativa entre el
avance de la edad y una medida de cambio conceptual (Test Visual Verbal) y el
nmero de errores perseverantes en el Test de Wisconsin, sugiriendo que la
flexibilidad cognitiva est asociada de forma negativa con el avance de la edad.
Tambin sealan diferencias en la capacidad para realizar esquemas
conceptuales alternativos para clasificar estmulos visuales y en la capacidad para
cambiar estrategias organizacionales. A su vez, Levine, Stuss y Milberg (1995)
indican que durante el envejecimiento aparece dficit en la formacin de
conceptos autoiniciada, en el cambio de categora, as como tendencias
perseverantes.
Diferentes estudios han puesto de manifiesto que durante el envejecimiento
aparece un dficit tanto en la capacidad para resolver problemas com en la toma
de decisiones (Cronin-Golomb, 1990). Sin embargo, este dficit del razonamiento
solamente aparece ante problemas que no resulten familiares, que sea
estructuralmente complejo, o que impliquen que el sujeto tenga que distinguir
elementos relevantes de elementos irrelevantes (Cronin-Glomb, 1990). Adems,
los estudios que han aislado factores de inteligencia muestran que la solucin de
problemas cotidianos est influenciada por las capacidades fluidas (capacidad
para adquirir nuevos conceptos y adaptarse a situaciones nuevas) ms que por las
cristalizadas (capacidades intelectuales aprendidas).
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Lenguaje.
De entre todas las funciones cognitivas, las que menos parecen deteriorarse
durante el envejecimiento normal son las relacionadas con el lenguaje, a
excepcin, por ejemplo, de que exista una prdida auditiva o cualquier otra
alteracin importante relacionada con el aparato fonador que produzca
cambios en la comunicacin (Romn y Snchez, 1998).
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supone conexiones cticocorticales, mientras que las funciones
visoespaciales requieren conexiones crtico-subcorticales. A su vez, la
patologa en sustancia blanca y ganglios basales asociada al
envejecimiento podra estar afectando diferencialmente a las funciones
visoespaciales.
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restrictivos. Por ello, en concepciones posteriores se ha ampliado la entidad a
diferentes dominios cognitivos (Winblad y Palmer, 2004, modificndose
conjuntamente los criterios de conservacin absoluta de las AVD (Portet y
Oussen, 2006).
El Grupo Internacional de Trabajo en Deterioro Cognitivo Leve (Winblad y Palmer,
2004), en conjunto con Peterson, presentaron en el ao 2004 una amplificacin
del trmino inicial identificando 4 subtipos de DCL: 1) DCL amnsico de dominio
nico; 2) DCL amnsico con afectacin en mltiples dominios; 3) DCL no
amnsico de dominio nico, y 4) DCL no amnsico con afectacin de dominios
mltiples.
La clasificacin adoptada propone adems un esquema clasificatorio que se inicia
con la decisin de si el paciente presenta un DCL amnsico o uno no amnsico
para, seguidamente, determinar si la funcin cognoscitiva est alterada en un solo
dominio, DCL simple o en varios, formando un DCL mpultiple. Cada uno de los
subtipos propuestos evolucionara con mayor frecuencia a diferentes tipos de
demencias.
El DCL propuestos evolucionara con mayor frecuencia a diferentes tipos de
demencias. El DCL no amnsico constituira un estado prodrmico de demencias
no Alzheimer, tales como las frontotemporales, la demencia por los cuerpos de
Lewy o la vascular, mientras que el DCL amnsico evolucionara frecuentemente a
la enfermedad de Alzheimer (Snchez-Rodrguez, 2011).
Nuevos criterios diagnsticos propuestas de la quinta edicin del Manual
Diagnstico y Estadstico de los Trastornos Mentales La Asociacin Americana de
Psiquiatra ha publicado recientemente los nuevos criterios para la demencia en el
DSM-5. En el mismo se incluye una seccin denominada Trstornos
neurocognitivos, que reemplaza la categora de Delirium, demencia, trastornos
amnsicos y otros trastornos cognitivos, establecida en el DSM-IV (APA, 2000).
El DSM-5 engloba el trmino trastorno neurocognitivo menor y mayor. El trmino
de demencia queda sustituido por el trmino trastorno neurocognitivo mayor, lo
cual marca una ruptura conceptual importante. Esto viene determinado por una
desvinculacin de la demencia como un trastorno mental, propio de la palabra
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demencia (sin mente), remarcando el concepto de organicidad de los procesos
neurocognitivos (Lpez-Pousa, 2014). Su desaparicin consolida, adems, el
criterio de continuidad o evolucin del concepto de deterioro cognitivo, al
aumentarse la gravedad e intensidad de las manifestaciones clnicas. Ello es claro
para muchas enfermedades, como la EA, donde el tradicional sndrome demencial
no es el nico determinante de la enfermedad. Es conocido en la actualidad que
es posible poseer indicadores de EA sin un sndrome demencial establecido an.
Sus autores fundamental el nuevo concepto en la posibilidad de diagnosticar
enfermedades tempranamente a partir del mismo, lo cual facilitara la intervencin
precoz (Petersen, 2014).
El trmino DCL queda englobado en el DSM-5 como el trastorno neurocognitivo
menor. El criterio que diferencia un trastorno neurocognitivo menor de uno mayor
es que las dificultades cognitivas no deben influir en la capacidad de la persona
para efectuar AVD. Si esto es as, ya se hablara de un deterioro neurocognitivo
mayor. Tal como se observa en el deterioro neurocognitivo mayor que posee en la
clasificacin propuesta 3 estadios: 1) leve, si las dificultades son exclusivamente
para AVD instrumentales; 2) moderado, cuando las dificultades tambin influyen
las AVD bsicas, y 3) grave, cuando la persona es totalmente dependiente. El
DSM-5 recomienda la sospecha de un trastorno neurocognitivo mayor leve cuando
la persona exprese dificultad para realizar tareas instrumentales de la vida diaria,
como pagar facturas o cumplir con actividades del hogar, ya sea porque las
exprese como difciles, o porque requiera utilizar estrategias compensatorias para
llevarlas a cabo. No obstante, el trastorno neurocognitivo mayor se diagnosticar
cuando la persona requiera algn tipo de ayuda para efectuar dichas tareas o
cuando las abandone si no dispone de ayuda. A esta categorizacin se le suma la
propuesta de especificar en el diagnstico la presencia o ausencia de alteraciones
comportamentales, indicando si el trastorno cognitivo va acompaado, por
ejemplo, de sintomatologa psictica, de alteracin en el estado de nimo,
agitacin o apata (Gonzlez, Buonanotte, Cceres, 2014).
Asimismo, la diferencia principal entre el clsico concepto del DCL y el trmino de
trastorno neurocognitivo menor corresponde al DSM-5 es que este ltimo engloba
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el deterioro producido por cualquier etiologa y rango de edad, tales como un
traumatismo craneoenceflico o el deterioro producido debido a cuadros
epilpticos. Los criterios para determinar el deterioro an siguen siendo la
observacin clnica comportamental y cognitiva. Los biomarcadores podran
incorporarse al proceso de decisin clnica, pero, en la actualidad, se utilizan
principalmente en investigacin, dado que la mayora no se encontraran an
validados para su uso en la prctica diaria (Petersen, 2014).
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Evaluacin fonoaudiolgica desde el punto de vista cognitivo-lingstico.
Debe ser utilizado como una herramienta de deteccin rpida, con un tiempo de
administracin de 30 minutos. Posee 5 diferentes categoras de cognicin:
atencin, memoria, funciones ejecutivas, lenguaje, habilidades visoespaciales.
Cada seccin se califica de manera diferente. Las puntuaciones da cada dominio
cognitivo se calculan despus de la administracin. Estas puntuaciones
determinan si un paciente est dentro de os lmites normales, si tiene un dficit
leve, moderada o grave.
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El MMSE investiga cinco dominios cognitivos que son, esencialmente; orientacin
temporoespacial, memoria diferida, atencin y clculo, lenguaje y capacidad
visoconstructiva de dibujo.
Evaluacin de lenguaje.
El objetivo es tener una batera moderna y eficaz basada en los modelos actuales
de procesamiento lingstico. Beta permite explorar todos los procesos que
intervienen en el lenguaje en todas sus modalidades tanto oral como escrito y
tanto en comprensin como en produccin.
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BLOQUE 3: Lectura.
Tarea 11: nombrado de letras, Tarea 12: decisin lxica visual, Tarea 13: lectura
de palabras, Tarea 14: lectura de pseudopalabras, Tarea 15: emparejamiento
ppalabra escrita-dibujo.
BLOQUE 4: Escritura.
Tarea 16: sealar la letra, Tarea 17: copia de mayscula, Tarea 18: denominacin
escrita de objetos, Tarea 19: dictado de palabras ortografa arbitraria, Tarea 20:
dictado de pseudopalabras.
BLOQUE 5: Semntica.
Tarea 21: asociacin semntica, Tarea 22: asociacin objeto-accin, Tarea 23:
emparejamiento definicin- palabra, Tarea 24: emparejamiento de sinnimos,
Tarea 25: sealar el diferente.
BLOQUE 6: Oraciones.
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de aproximadamente diez minutos. El puntaje mximo es de 30; un puntaje igual o
superior a 26 se considera normal.
Muchos de los problemas y obstculos que enfrentan a diario los adultos mayores
tienen que ver con actitudes de indiferencia hacia la vejez y los viejos. Abundan
los mitos y estereotipos, por lo cual el desafo mayor tiene que ver con la
predisposicin mental. Dichas actitudes negativas reducen el respeto al que tienen
derecho las personas mayores.
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Estrategias para la conservacin comunicativa.
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importante demanda cognitiva como por ejemplo la lectura y escritura de textos
focalizados por intereses y capacidades, el desarrollo de juegos cognitivos, la
narracin de historias, se ha demostrado que est ltimo tiene una correlacin
directa con el mantenimiento de la memoria.
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se hace necesario facilitar y estructurar espacios para el manejo de competencias
orales y escritas, los cuales tienen que ver con la espontaneidad o con otros
temas de mayor complejidad.
El juego lingstico.
Esta estrategia recoge todas las manipulaciones que a travs del lenguaje se
puedan hacer, tales como el uso de adivinanzas, trabalenguas, poesa, analogas,
sinnimos, antnimos, metforas con el fin de ejercitar el componente fonolgico,
sintctico, semntico y pragmtico del lenguaje.
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Conclusin.
Slo el ser humano y muy pocos animales tienen el privilegio de envejecer y ello
representa un triunfo biolgico y social de la especie humana, no obstante tiene su
contrapartida en los problemas sociales, mdicos, psicolgicos y comunicativos
que esta poblacin de personas mayores requiere. Claramente, el envejecimiento
constituye hoy un motivo de preocupacin central en el mundo occidental
(Mora, Francisco).
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BIBLIOGRAFA
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Envejecimiento comunicativo: Perspectiva fonoaudiolgica. Recuperado de
http://revistas.iberoamericana.edu.co/index.php/arete/article/view/394
Gonzlez, F., Buonanotte, F., Cceres, M., (2014). Del deterioro cognitivo leve al
trastorno cognitivo menor: avances en torno al constructo. Recuperado de
file:///C:/Users/Joaquin/Downloads/S1853002814000901_S300_es.pdf
Cuetos, F., Gonzlez-Nosti, M., (2009). Beta. Batera para la evaluacin de los
trastornos afsicos. Recuperado de http://www.eos.es/descargas/BETA.pdf
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