Barataria Estudio

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Cmo citar este artculo: Sik, Eugenia, Bolivia: la nsula mediterrnea: algunas lneas sobre la

revista Barataria, en AMRICALEE. El portal de publicaciones latinoamericanas del siglo


XX. Disponible en: <amricalee.cedinci.org>

Bolivia, la nsula mediterrnea:


algunas lneas sobre la revista Barataria
M. Eugenia Sik
(UBA / CeDInCI-UNSAM)1

Barataria, la nsula que gobern Sancho Panza en la clsica obra de Miguel de Cervantes Saavedra,
otorga un nombre con connotaciones tanto utpicas como autopardicas a esta revista publicada en
la ciudad de La Paz (Bolivia) que tiene como epgrafe el tambin cervantino eslogan El que es
vencido hoy puede ser vencedor maana2.
El contexto de la crisis del rgimen capitalista en su fase neoliberal en el cual se inaugur el
nuevo milenio en Bolivia y en Amrica Latina toda fue acompaado por una profusa produccin
intelectual, de destacada relevancia en el caso del pas mediterrneo. A partir de la dcada de 1990
se produjo en este pas tal como sostiene Bruno Fornillo3 la conformacin de un nuevo grupo de
intelectuales que ostent renovadas formas de intervencin, entre las que se contaban la
participacin en los medios masivos de comunicacin, la articulacin con movimientos sociales de
base comunitaria y la publicacin de libros de intervencin urgente en la coyuntura4. Lectores
fervorosos de Zavaleta Mercado, estos intelectuales articularon este insumo con relecturas del

1
eugenia.sik@gmail.com.
2 Alocucin de Sancho Panza. Cervantes, Miguel de, Don Quijote de la Mancha. Madrid: RAE, 2005.
3 Bruno Fornillo, Intelectuales y poltica en la era katarista. En: Svampa, Maristella; Pablo Stefanoni y Bruno
Fornillo, Debatir Bolivia: perspectivas de un proyecto de descolonizacin, Buenos Aires: Taurus, 2010, pp. 61-
96.
4 Entre los aos 2001 y 2005, se publicaron diversos ttulos en su mayora por editorial Muela del Diablo; muchos
de ellos fueron escritos por el influyente Grupo Comuna conformado por Alvaro Garca Linera, Raquel Gutirrez,
Luis Tapia, Ral Prada. Algunos de estos ttulos son: Ral Prada Alcoreza, Largo octubre: genealoga de los
movimientos sociales, La Paz: Plural Editores, 2004; lvaro Garca Linera, [et.al.] Horizontes y lmites del
estado y el poder, La Paz: Comuna, Muela del Diablo, 2005; Luis Tapia, La velocidad del pluralismo: Ensayo
sobre el tiempo y democracia, La Paz: Muela del Diablo, 2002; Alvaro Garca Linera, Tiempos de rebelin, La
Paz: Muela del Diablo, 2001; Alvaro Garca Linera, Raquel Gutirrez, Ral Prada, Luis Tapia, Retorno de la
Bolivia plebeya, La Paz: Muela del Diablo, 2000; Luis Tapia, La produccin del conocimiento local: historia y
poltica en la obra de Ren Zavaleta, La Paz: Muela del Diablo / CIDES-UMSA, 2002; lvaro Garca Linera,
Pluriverso: teora poltica boliviana, La Paz: Muela del Diablo, 2001; Flix Patzi Paco, Insurgencia y sumisin:
Movimientos indgeno-campesinos 1983-1998, La Paz : Muela del Diablo, 1999; Alvaro Garca Linera, Raquel
Gutirrez, Ral Prada y Luis Tapia, El fantasma insomne: pensando el presente desde el manifiesto comunista,
La Paz: Muela del Diablo, 1999; lvaro Garca Linera, Raquel Gutirrez, Ral Prada y Luis Tapia,
Democratizaciones plebeyas, La Paz: Muela del Diablo, 2002; lvaro Garca Linera, La condicin obrera:
estructuras materiales y simblicas del proletariado de la minera mediana (1950-1999), La Paz: Muela del
diablo, 2001; Luis Tapia, La condicin multisocietal: multiculturalidad, pluralismo, modernidad, La Paz:
Muela del diablo CIDES-UMSA, 2002.
marxismo clsico, el postestructuralismo francs, el autonomismo italiano y reflexiones sobre el
indianismo, erigindose en "una generacin posmuro ajena a las derivas nihilistas del
posmodernismo (fuesen stas de tipo mercantilista, esteticista, teoricista, irnica o cnica). Todo lo
sealado desembocar en una crtica a la izquierda partidaria y obrerista, entonces desanimada por
la disminucin del proletariado minero y la experiencia fallida de la UDP [Unidad Democrtica y
Popular, de la dcada de 1980]5, generando una confluencia entre el marxismo y el indianismo
como las dos razones revolucionarias6.
Dentro de ese contexto, Barataria (publicada entre diciembre de 2004 y agosto/octubre de 2005),
aparece en un momento propicio para la intervencin poltica en diversas esferas. El impulso de los
levantamientos sociales que comenzaran en el ao 2000 (con la llamada Guerra del agua, con
epicentro en la ciudad de Cochabamba), continuados con otro levantamiento urbano-rural (la
denominada guerra del gas en el ao 2003, concentrada en la ciudad de El Alto y en algunas
provincias cercanas a la ciudad de la Paz) que haban provocado la cada del entonces presidente
Gonzalo Snchez de Losada definieron la llamada agenda de Octubre que propici la
convocatoria a la Asamblea Constituyente finalmente realizada en el ao 20067 con amplias
ambiciones refundacionales, especialmente en lo concerniente a la modificacin de la propiedad de
los recursos la tierra, los hidrocarburos, etc. y la redefinicin de la organizacin poltico-social
con bases tnico-comunitarias. Todo este proceso culmin en el ao 2006 con la asuncin a la
jefatura del Estado del binomio Evo Morales lvaro Garca Linera, lderes de la coalicin
Movimiento al Socialismo-Instrumento Poltico por la Soberana de los Pueblos (MAS-IPSP).

La revista

Barataria surgi del grupo editorial La Malatesta en un seguro homenaje a la figura del
intelectual libertario italiano Enrico Malatesta cuya casa matriz estaba ubicada en el barrio de Alto
Sopocachi de la ciudad de La Paz que, en relacin con otras urbes bolivianas, por la concentracin
de libreras, editoriales y centros culturales podra considerarse en tiempos recientes como la ms
prolfica a nivel de producciones impresas.
La revista fue concebida como publicacin trimestral asociada al quincenario El Juguete Rabioso:
libros ensayos y cosas peores (en adelante: El juguete Rabioso), publicado entre los aos 2001 y
2005. La editorial Malatesta llevaba adelante, adems, la edicin boliviana de Le Monde
Diplomatique, el portal Bolpress y la publicacin de una serie de libros8. Estos emprendimientos

5 Bruno Fornillo, op. cit., p. 70


6 Cita de Garca Linera, lvaro, Indianismo y marxismo, en: Bruno Fornillo, op. cit., p.70.
7 La Constitucin Poltica del Estado entr en vigencia, finalmente, en el ao 2009.
8 Virno, Paolo, Gramtica de la multitud: para un anlisis de las formas de vida contemporneas, La Paz:
fueron llevados adelante por dos periodistas: el peruano Wlter Chvez y el boliviano Sergio
Cceres. El primero lleg a Bolivia en el ao 1992 desde Per, donde se presume que estaba
vinculado al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru y se desempe en diversos medios de
comunicacin. Tanto Cceres como Chvez ocuparon puestos relevantes con el Movimiento al
Socialismo en el poder: el primero como embajador ante la Organizacin de las Naciones Unidas
para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y el segundo, como asesor de Evo Morales.
La direccin del primer nmero estuvo a cargo del periodista (economista de formacin) argentino
Pablo Stefanoni, que resida en Bolivia desde el ao 2001, autor de diversos libros y artculos sobre
la coyuntura boliviana. Los otros dos nmeros fueron dirigidos por la periodista boliviana Claudia
Benavente, quien se desempe en el medio televisivo Periodistas Asociados Televisin (PAT) y
Catlica Televisin, mientras que en la prensa grfica, dirigi publicaciones como El Semanario,
Puntos Suspendidos y, posteriormente, el peridico La Razn.
El Consejo de Redaccin estuvo conformado por el socilogo autodidacta boliviano lvaro Garca
Linera, el periodista francs residente en Ecuador Marc Saint-Upry, la sociloga argentina
Maristella Svampa y el historiador y periodista argentino residente en Mxico Guillermo
Almeyra. Estos intelectuales, muy prolficos en sus intervenciones durante los ltimos veinte aos,
tambin participaron en la revista como firmantes de artculos.
Barataria cont slo con tres nmeros, cada uno de ellos articulado en torno a un eje central. El
primero estuvo referido a los movimientos sociales; el segundo, a la la pregunta "Qu es ser de
izquierda hoy?; el tercero, a las autonomas regionales.
Cabe destacar algunos aspectos que hacen a la materialidad misma de la revista. En primer lugar,
posee un formato diferenciado de su publicacin hermana El juguete rabioso: esta revista tena
un formato de 38x27 cm., unas 16 pginas en papel mate de extensin, diagramacin a cuatro
columnas e impresin a dos colores (rojo y negro, quizs por inspiracin libertaria). Su costo, en el
ao 2005 momento en el que Barataria se encontraba en la calle, era de 3 bolivianos9. Es decir,
estamos en presencia de una revista-peridico, ms pensada para su portabilidad y rpida lectura,
con un fuerte nfasis tanto poltico como cultural.

Malatesta, 2004; Miguel Pinto Parab, 1970: Cuando los periodistas se enfrentaron al poder, La Paz: ENTEL,
CEDLA, Malatesta, 2005; Franz Xavier Barrios Sulvelza, El discurso neoliberal boliviano y la crisis de sus
cientificos sociales, La Paz, El Juguete Rabioso, 2005; Pablo Stefanoni y Herv do Alto, Evo Morales, de la coca
al palacio: una oportunidad para la izquierda indgena, La Paz, Malatesta, 2006; Evo Morales, La revolucin
democrtica y cultural: diez discursos, La Paz, Malatesta, MAS-IPSP, 2006.
9 Para tener una referencia sobre el costo de la publicacin, el salario mnimo en el ao 2005 estaba estipulado en 440
bolivianos. Fuente: Instituto Internacional de Estadstica, Salario Mnimo Nacional [cuadro]. Disponible en:
http://www.ine.gob.bo/indice/general.aspx?codigo=41201 [Fecha de consulta: 06/07/2016]. De todas maneras,
debido a las altas tasas de informalidad del empleo en Bolivia, y la coyuntura de crisis econmica, es difcil
establecer una vinculacin solo a partir de esa variable. No hay un ndice de precios al consumidor que permita
realizar el entrecruzamiento del valor de la unidad de pan por esos aos, pero podemos inferir que oscilaba entre los
40 centavos. Tentativamente, podemos concluir que la publicacin no era excesivamente costosa para un
importante sector de la sociedad.
Barataria, por su parte, tena un formato de 28x21 cm. Los tres nmeros de la revista tuvieron,
entre 102 y 105 pginas cada uno, y un promedio de seis pginas de extensin por artculo.
Plasmados en hojas de papel ilustracin de poco gramaje. Sus artculos, la mayora de ellos de
investigacin, se encuentran diagramados a tres columnas, con las referencias bibliogrficas listadas
y notas al final. El costo de la publicacin era de 15 bolivianos. Con todo, podemos sostener que
esta revista provea desarrollos ms profundos de las temticas, emparentndose con otras revistas
de ciencias sociales que buscan la apertura hacia un pblico ms amplio que el de los mbitos
acadmicos. En el editorial del primer nmero se explicita este objetivo: desde el juguete rabioso
estamos tratando de responder a los desafos que plantea el nuevo escenario poltico-social regional
con un formato que, sin descuidar la calidad de los artculos, no quede restringido al pequeo
'mundo' intelectual, sino que sea un punto de encuentro plural para los sectores progresistas
interesados en transformar la realidad boliviana en beneficio de la mayora nacional. En otras
palabras, la revista buscaba ser un escenario de acumulacin de una masa intelectual crtica10.
La mayora de los artculos se encontraban acompaados de ilustraciones y/o fotografas de
diversos autores11. Algunas de ellas eran de carcter iconogrfico, en especial las que reversionaban
smbolos clsicos del marxismo (como la hoz y el martillo). O bien dibujos, fotomontajes o
fotografas con motivos vinculados a los actores sociales estudiados: indgenas, trabajadores,
piqueteros, etc. En menor medida, tambin se encuentran paisajes.
Haciendo un somero anlisis de los perfiles de los/as autores/as de la revista, podemos observar que
la mayora de las personas que contribuyen se autodenominan socilogos, aunque tambin tenemos
periodistas entre ellos, los editores y el director del primer nmero historiadores, politlogos, etc.
Una amplia mayora son bolivianos, o residentes en Bolivia como Chvez y Stefanoni.
Precisamente, son los artculos referidos a coyunturas de otras latitudes los que se encuentran
escritos, en su mayora, por autores no bolivianos.
Las publicidades de la revista revelan el entramado de relaciones vinculadas a este emprendimiento
editorial. Se destaca en los tres nmeros (a pgina completa) el apoyo de la Editorial Plural, la ms
prolfica de los ltimos aos y punto de referencia de la cultura pacea, cuyas ediciones (y
coediciones) abarcan las ms diversas disciplinas, y cuya librera es, al da de hoy, uno de los
principales centros de provisin de material bibliogrfico de produccin local. Otra librera
fundamental para adquirir materiales bibliogrficos locales y ediciones internacionales la
Yachawyasi tambin anuncia en Barataria. Otros anunciantes a pgina completa son: la empresa
estatal Entel, el portal <www.apostamosxbolivia.com> sobre la Asamblea Constituyente, el Centro

10 Chvez, Walter, El debate por las autonomas [editorial], en Barataria, n.3, p.2.
11 Casi todos los artculos se encuentran ilustrados por un eclctico repertorio que incluye desde autores clsicos como
Antonio Berni o Diego Rivera, a artistas plsticos bolivianos contemporneos, como Gastn Ugalde (uno de los que
tiene ms contribuciones) o Mario Conde (quien ilustra la tapa del nmero tres).
de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) y el Goethe-Institut La Paz. Se suman,
adems, otros anuncios de publicacin de libros y revistas, y de instituciones culturales.

De autonomismos, marxismos y nuevos actores sociales

En el primer editorial, se sientan los objetivos de la revista: con Barataria, el Juguete Rabioso
trata de responder a los desafos intelectuales que propone el nuevo escenario poltico y social de la
regin12. Luego de los regmenes neoliberales, que produjeron un retroceso en el pensamiento
crtico latinoamericano, los editores consideran necesario, revertir este proceso a partir del impulso
dado por las movilizaciones realizadas por los movimientos sociales que convocan a la sociedad a
rediscutir las formas de vida en comn y a democratizar de manera efectiva unas estructuras
estatales corrientemente caracterizadas por la colonialidad del poder13.
Adems de analizar el nuevo entramado social y rebelde de Bolivia y los acontecimientos anlogos
de la regin especialmente el caso de Ecuador, por ser uno de los ms similares por el amplio
espectro de movimientos con reivindicaciones indgenas la revista analiza el desarrollo de nuevas
experiencias de organizacin poltica, tales como las presentes en los movimientos
antiglobalizacin como aquellos que protagonizaron las protestas de Seattle en 1999 las
corrientes feministas autnomas y las organizaciones ecologistas, entre otros movimientos14. Se
busca ver los alcances y limitaciones, su potencial transformador, sus puntos en comn a pesar de la
consabida heterogeneidad de estos agrupamientos que hacen de la diferencia un eje central.
Varios de los autores, como muchos intelectuales de la poca, plasman en Barataria la bsqueda de
articulacin entre marxismos, indianismos y anarquismos. Para el estudio del caso boliviano, varios
escritos coinciden en realizar un recorrido histrico-crtico del pasado, especialmente el derrotero
post revolucin de 1952: un trazado que abarca a las distintas izquierdas del pas mediterrneo,
como lo fueron la trotskista, la comunista, la anarquista, la Katarista y las organizaciones
armadas. Esto puede observarse, sobre todo, en el segundo nmero de Barataria15. Los anlisis

12 Reponer una agenda de cambio [editorial], en: Barataria, n.1, p.2.


13 Reponer..., op. cit, p.2.
14 Para el caso europeo, la revista cuenta con artculos de uno de los editores: Cceres, Sergio, El movimiento
internacional anticapitalista: un nuevo fantasma recorre Europa, En: Barataria, n.1, pp. 78-82; y de uno de los
mticos lderes del mayo francs: Cohn Bendit, Daniel, Reflexiones y propuestas para un movimiento emergente.
La izquierda verde europea, en: Barataria, n.2, p. 70.-77. Otros artculos del mbito latinoamericano son:
Monasterios, Karin, Entre las ongs, la tecnocracia de gnero y el anarco feminismo: el movimiento de mujeres,
en: Barataria, n.1, p. 50-57; Svampa, Maristella, Argentina: el devenir de los piqueteros, en: Barataria, n.1, p.
58; Almeyra, Guillermo, Mxico: lo que se mueve tras la calma aparente, en: Barataria, n.1, p. 64; Barrera,
Augusto, Ecuador: el movimiento indgena, entre lo social y lo poltico, En: Barataria, n.1, p. 71.
15 Cajas, Magdalena, Articulaciones ideolgico culturales en los movimientos sociales: el poder de la memoria, en:
Barataria, n.1, pp. 18-23; Garca Linera, lvaro, El desencuentro de dos razones revolucionarias: Indianismo y
marxismo, en: Barataria, n.2, p. 4-14; Soria Galvarro, Carlos, Retrospectiva sobre un tema existencial: la
izquierda armada, en: Barataria, n.2, p. 41-46; H.C.F. [Celso Felipe, Hugo], Izquierda, intelectuales y
movimiento tnico, Barataria, n.2, p. 47-51; Archondo, Rafael, Una lectura crtica: Izquierda boliviana y
subrayan la incapacidad poltica de la llamada izquierda tradicional para sintonizar con las
particularidades sociales de Bolivia, especialmente a partir de la desarticulacin del poderoso
movimiento obrero boliviano a partir de la dcada del 80. La conformacin del Movimiento al
Socialismo, y las luchas territoriales de los albores del siglo XXI, le otorgaran, entonces, la
vitalidad perdida en el campo de las izquierdas, pero con una matriz diferenciada heredera de
postulados ms vinculados al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con nuevas
cartografas (como la zona de El Alto, barrio paradigmtico en las revueltas sociales de esos aos),
con nuevas configuraciones socio-etnicas, nuevos discursos, etc. que la revista tiende a analizar.
Desde otro punto de vista, en el editorial del segundo nmero, Walter Chavez realiza una
caracterizacin crtica de los nuevos regmenes polticos instalados en Amrica Latina, y las
limitaciones de estas nuevas izquierdas: La gran discusin de fondo entre la izquierda
latinoamericana actual y los partidos que representan a la derecha versa sobre la cantidad de
Estado y de mercado que debe pervivir, porque hasta hoy ninguna izquierda ha sido capaz de
proponer un modelo econmico alternativo que logre la emancipacin de las personas de la
opresin capitalista. Ms todava, las izquierdas latinoamericanas que ya llegaron al poder como la
de Lula, la de Chvez o la de Tabar, han optado por dar continuidad al modelo neoliberal y al
sometimiento de sus Estados al mandato imperialista. De este modo, el sentido esencial de la
denominacin izquierda su real contenido emancipatorio- ha entrado en moratoria, de ah que
para los latinoamericanos repensar el concepto de izquierda hoy sea una tarea de primer orden.16
Por otra parte, no resulta casual que los tres nmeros de la publicacin cuenten con destacados
artculos de Alvaro Garca Linera, uno de los principales representantes de la nueva generacin
intelectual post-90, de proyeccin latinoamericana y uno de los ms abocados al estudio de las
nuevas reconfiguraciones en la izquierda boliviana. En: Qu son? De dnde vienen? Los
movimientos sociales17 intenta establecer una tipologa de los movimientos sociales a partir de
distintas corrientes sociolgicas; tambin en el primer nmero el autor realiza, con Pablo Stefanoni
un mapa de los movimientos sociales bolivianos, esquematizado con un cuadro donde se plasman
sintticamente las caractersticas de los principales agrupamientos de la poca18. En: El
desencuentro de dos razones revolucionarias: Indianismo y marxismo analiza el derrotero de estas
dos vertientes que han trazado sus recorridos por carriles mayoritariamente paralelos. La ltima
intervencin de Garca Linera se encuentra referida a las autonomas indgenas y a la posibilidad de
la consolidacin de un estado multinacional. Sin embargo, la revista permite posiciones

etnonacionalismo, en: Barataria, n.2, p. 52.


16
Chvez, Walter, Ser de izquierda hoy, en: Barataria, n.2, p.3.
17 Garca Linera, lvaro, Qu son? De dnde vienen? Los movimientos sociales, en: Barataria, n.1, p.4-11.
18 Garca Linera, lvaro, y Pablo Stefanoni, Bolivia: una sociedad en movimiento. Mapa de los movimientos
sociales bolivianos, en: Barataria, n.1, p. 12-17.
divergentes y enriquecedoras, por ejemplo, en el nmero dos, Rafael Archondo, pone en cuestin el
potencial revolucionario del indianismo, ya que sostiene que la izquierda le ha vendido el alma al
etnicismo y que la lucha contra el racismo y el colonialismo no deben instalarse como las nicas
reivindicaciones vlidas19.
Como ya sealamos arriba, el ltimo nmero de Barataria est dedicado al tema de las autonomas,
buscando ampliar la cobertura meditica imperante, tal como lo explicita Walter Chvez en su
editorial. En el mismo, se resalta la cercana que por lo general mantienen las izquierdas con los
procesos autonmicos, lo que, en el caso boliviano, es muy problemtico, ya que reviste dos
posibles lecturas esquemticas: por un lado, en el histrico problema de la autonoma del
Departamento de Santa Cruz en el que juegan un rol muy importante las elites de esa regin- y,
por el otro (y esto interesa a Chvez especialmente) los procesos de descentralizacin estatal que
aparecen vinculados con nuevas formas gubernamentales con atencin a ejes como la organizacin
de tipo comunitaria, la capacidad de legislacin que se aleje del centralismo monoplico estatal y
que contenga variables vinculadas a la matriz tnica/identitaria y que apunten a ampliar la
participacin democrtica y un mejor manejo de los recursos. La mayor parte de los artculos de
este nmero se encuentran plagados de datos estadsticos, recomendaciones y estudios de caso
(como el cataln): en el marco de la convocatoria a la Asamblea Constituyente, resulta ms que
evidente el carcter instrumental de estas intervenciones. En el mismo sentido, ya el nmero dos
contaba con un incisivo artculo de otro de los miembros del grupo Comuna, Ral Prada Alcoreza,
problematizando la convocatoria a la asamblea y el riesgo de que termine reproduciendo estructuras
previas, pensando en las limitaciones de organizar una profunda democracia de masas, entre otros
puntos problemticos de la histrica tensin entre reforma y revolucin20.
En los tres nmeros hay una seccin dedicada a la recuperacin de perfiles biogrficos de
intelectuales de relevancia para las lecturas que quiere propiciar la publicacin, ya que estos
artculos apuntan a reflexionar sobre el rol de los intelectuales comprometidos con las causas
emancipadoras de sus tiempos. En el primer nmero se publica una entrevista al filsofo francs
Jacques Rancire realizada por Christian Delacroix21 que, adems de reflexionar sobre derivas del
concepto de democracia, discute con Pierre Bourdieu sobre el rol de los intelectuales como
portavoces de los movimientos sociales22. En el nmero dos se destaca la figura del marxista
italiano Antonio Gramsci, detenindose en un anlisis entre individualismo y marxismo y la

19 Archondo, Rafael, Una lectura crtica: Izquierda boliviana y etnonacionalismo, en: Barataria p. 51-52.
20 Prada Alcoreza, Ral, Poder estatal y constituyente, en: Barataria, n.2, p. 100-113.
21 Publicada en Mouvements, de Pars, fue traducida por Marc-Saint Upry y Pablo Stefanoni para la publicacin en
la revista. Chistian Delacroix, Los hombres como animales literarios: entrevista con Jacques Rancire, en:
Barataria, n.1, p. 92.
22 Tomando como referencia el debate sobre la huelga de los trabajadores pblicos en Francia, en el ao 1995.
dimensin moral23. En el tercer nmero, Francisco Fernndez Buey realiza un homenaje a Jean Paul
Sartre, tambin destacado por su compromiso poltico, su rol de iniciador de un marxismo
renovado destacando la importancia que el filsofo francs le otorg a la Antropologa y al rol de
la subjetividad.

Eplogo

En el editorial del nmero uno, Pablo Stefanoni se preguntaba por la posibilidad efectiva de crear
un mundo nuevo en los espacios de autonoma abiertos dentro del sistema mediante nuevas
prcticas y relaciones sociales, y por la capacidad para transformar el poder conquistado extra-
territorialmente en poder estatal institucional. A lo largo de las pginas de Barataria se plasmaron
muchos de las advertencias, dilemas y problemticas, que, una dcada despus, pudieron observarse
en el devenir de las formas de construccin poltica en los pases latinoamericanos. La revista busc
ahondar en el cercano proceso de reforma estatal boliviana, que tuvo importantes efectos en materia
de desarticulacin del entramado colonial presente en la administracin estatal, y en el manejo de
los recursos naturales. Pero tambin pudo advertir la incapacidad de profundizar en las demandas de
los nuevos grupos de intervencin social activa, el encorsetamiento que supuso a las organizaciones
otrora autnomas su integracin al Estado y las concomitantes divisiones internas producto de esta
relacin tal como lo ejemplifica el sector campesino-indgena, que modificaran profundamente
el panorama de los movimientos sociales.
En suma, en Barataria, donde confluyeron voces que adoptaran luego posiciones bastante
contrapuestas una vez que Evo Morales alcanz la presidencia24, propici profundos e influyentes
anlisis, enriqueciendo las lecturas de la coyuntura local al ponerlas en sintona con otras
experiencias globales. En un contexto de efervescencia poltica, la revista privilegi la mirada sobre
el desarrollo histrico concreto de Bolivia signado por una fuerte presencia de problemticas
vinculadas a la etnicidad, la convivencia de naciones y una pronunciada diferenciacin regional y
acert en sealar las potencialidades y problemticas de esa potencia plebeya25 que hoy ha
mutado luego de varios aos del llamado proceso de cambio boliviano. Con todo, an es posible
que El que es vencido hoy puede ser vencedor maana para lo que ser necesario continuar por la
senda del pensamiento crtico.

23 Fernndez Buey, Francisco, Actualidad de Antonio Gramsci, en: Barataria, n.2, p. 89.
24
Por citar slo un ejemplo: el de Alvaro Garca Linera y Ral Prada Alcoreza, otrora compaeros de Comuna. Otro
ejemplo puede ser los diferentes posicionamientos ante el conflicto suscitado en torno a la construccin de una carretera
dentro del Territorio Indgena y Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS) en el ao 2011.
25
Tomamos la expresin del libro: Garca Linera, lvaro, y Pablo Stefanoni (comp.), La potencia plebeya: accin
colectiva e identidades indgenas, obreras y populares en Bolivia, Bogot, Siglo del Hombre Editores y Clacso,
2009.

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