Medianería
Medianería
Medianería
Los muros, cercos y limites que existen entre predios urbanos son fuente de derechos y obligaciones
para los vecinos propietarios siendo no pocas veces motivo de conflicto entre ellos. Quien es el dueo
del muro? Cuando se tiene derecho al cobro de medianera? 24 preguntas y respuestas por el Dr. Daniel
Butlow.
1-Qu es la medianera?
Es el nombre con que se designa a un condominio especial de indivisin forzosa; el condominio de las
paredes, muros, fosos y cercos, que sirven de separacin entre dos heredades contiguas.
2-Qu es el condominio?
Es el derecho real de propiedad que pertenece a varias personas, por una parte indivisa sobre una cosa
mueble o inmueble (artculo 2.673 Cdigo Civil).
4-Por qu es de indivisin forzosa, el condominio de las paredes, muros, fosos y cercos que sirven de
separacin entre dos heredades contiguas?
Porque as lo ordena el artculo 2.716 del Cdigo Civil de La Nacin.
9- Qu derecho confiere la ley, a quien edifica primero, en un lugar an no cerrado entre paredes?
La ley determina que, quien en los pueblos o en sus arrabales edifica primero en un lugar an no
cerrado entre paredes, puede asentar la mitad de la pared que construya sobre el terreno del vecino,
con tal que la pared sea de piedra o de ladrillo, hasta la altura de 3 metros, y su espesor entero no
exceda de 18 pulgadas (45 centmetros).
11- Qu sucede si quien construye primero un muro medianero desea realizarlo con un espesor mayor
de 45 centmetros?
Debe construir el excedente en terreno propio.
12- Cmo se determina la altura a que deben levantarse las paredes divisorias?
Las paredes divisorias deben levantarse a la altura designada en cada municipalidad; si no hubiese
designacin determinada, la altura ser de 3 metros (artculo 2.729 Cdigo Civil).
13- Cmo puede liberarse el vecino requerido para contribuir a la construccin de una pared divisoria
o a su conservacin?
Puede liberarse de esa obligacin, cediendo la mitad del terreno sobre el que la pared debe asentarse,
y renunciando a la medianera (artculo 2.727 Cdigo Civil). El abandono no procede cuando media 181
utilizacin efectiva del muro (C. Apel. C. C. Ros. Sala II 5 de Marzo de 1964 Digesto Jurdico, Tomo IV,
pgina 1.559).
19- Qu carcter deben tener los instrumentos pblicos o privados que se invoquen como prueba
contraria a la medianera?
Deben ser actos comunes a las dos partes o a sus autores (artculo 2.720 Cdigo Civil).
23- Cules son los derechos y las obligaciones que surgen de la ley para los condminos medianeros?
a) Cada condmino debe contribuir, en la proporcin de sus derechos, a los gastos de conservacin,
reparacin o reconstruccin de la pared o muro medianero (artculo 2.722 Cdigo Civil).
b) Deben usar razonablemente la pared o muro, pudiendo asentar construcciones en l, que no pongan
en peligro ni perjudiquen a la construccin medianera (artculo 2.730 Cdigo Civil).
c) Cada condmino puede liberarse de contribuir a los gastos de conservacin del muro medianero
renunciando a la medianera, con tal que la pared no forme parte de un edificio que le pertenezca, o
que la reparacin o reconstruccin no haya sido necesaria por un hecho suyo (artculo 2.723 Cdigo
Civil).
d) Cada uno de los condminos puede alzar a su costa la pared medianera, sin indemnizar al vecino por
el mayor peso que cargue sobre ella (artculo 2.732 Cdigo Civil).
e) Pueden cerrar las ventanas o aberturas existentes para iluminacin, siempre que edifiquen
apoyndose en la pared medianera (artculo 2.656 Cdigo Civil).
Nadie te obliga, si no est en la ley. Si somos tan ridculamente malos cumpliendo las leyes que
suponen en su incumplimiento sanciones, qu se espera de todo aquello que depende del llamado
sentido comn? Entiendo que no es uno de los principales problemas que aquejan a nuestro pas, que
equivale a nada frente a la inseguridad, corrupcin y pobreza, pero s es un indicador cun poco
esperamos de nosotros mismos.
1 Aclaracin necesaria.-
Parecera que nuestra legislacin confunde el "interdicto de obra nueva per-judicial" y de "dao
temido" y les da un mismo tratamiento procesal, de ah que exista una confusin en nuestra economa
jurdica, pensando que estos dos interdictos completamente diferentes son slo uno; es decir, que se
tratara del interdicto de "obra nueva perjudicial o de dao temido". Debe quedar claramen-te
establecido que se trata de dos acciones completamente autnomas, que slo tienen en comn un
procedimiento similar, con razn, sern tratados en forma in-dependiente, como efecta el Cdigo Civil
(1976), en los artculos 1463 y 1464.
Ambas acciones tienen fines completamente diferentes; es decir, el interdicto de obra nueva perjudicial
busca que la obra nueva se adece a las normas tc-nicas de construccin que establece el Cdigo Civil
o que sea destruida por ser perjudicial, mientras que la accin de dao temido busca que una obra
(cons-truccin, rbol, etc.) sea destruida por considerarse que puede causar daos a personas o cosas
en inminente.
El profesor De Santo indica que "dos son los recaudos que se necesitan para que proceda el interdicto
de obra nueva: por una parte, que la obra nueva haya tenido comienzo y por otra, que en razn de ello
la posesin del actor sufra un menoscabo"[1].
El propietario de un bien inmueble puede usar, gozar y disponer de su bien; pero, debe ejercer su
derecho en forma compatible con el inters colectivo, den-tro de los lmites y con las obligaciones que
establece el ordenamiento jurdico. Por eso existen limitaciones derivadas de la relacin de vecindad:
de respetarse las inmisiones, excavaciones, respetar las distancias en las construcciones, plan-taciones,
en las luces, vistas, aguas pluviales y servidumbres, ya que no se les puede dar un uso nocivo.
El interdicto de obra nueva perjudicial tiene por objeto que durante el juicio se suspenda y que a la
terminacin del proceso se mande deshacer lo hecho, o que la obra se adece a las normas del Cdigo
Civil, o respete las servidumbres legalmente establecidas.
El profesor Bustos seala que "el propsito del interdicto de obra nueva con-siste en evitar que alguien
haga justicia por mano propia, y de ah que uno de sus presupuestos indispensables es la intencin de
desposeer, exteriorizada a travs de la obra nueva, lo cual, como acto posesorio, implica una turbacin
en la pose-sin o tenencia que ejerce la otra parte.[2] Este interdicto resulta cuando en razn del inicio
de una obra nueva, requiere se ordene su suspensin en tanto se tramita el juicio y finalmente su
destruccin en la sentencia".
La construccin de aberturas de vistas directas, aunque sea con autorizacin municipal, si violan las
disposiciones del Cdigo Civil (Art. 124).
La abertura de una ventana en una pared medianera, violando las disposiciones del Cdigo Civil (Art.
122).
Construir un techo de manera que las aguas pluviales caigan sobre el fun-do vecino, violando la
disposicin del Art. 126 del Cdigo Civil (1976).
La construccin por el lindero de una pared divisoria, que encierra construcciones hechas por el
actor; la reduccin de altura de una pared media-nera.
Construir un horno en la pared divisoria y el actor tenga en dicho lugar su dormitorio o un ambiente
donde el calor legare a ser insoportable.
Conforme a la norma en estudio el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones o daos
similares pueden ocasionar molestias en los vecinos y con-vertirse en "inmisiones"; por consiguiente,
el propietario diligente debe evitar a los fundos vecinos las penetraciones de olores, humo, olln, polvo,
calor, luces de anuncio, trepidaciones o ruidos molestos u otras inmisiones, cuando exceden a las
obligaciones ordinarias de vecindad; es decir, cuando sobrepasan lo huma-namente tolerable o
permitido por los reglamentos municipales.
El propietario para no causar estas inmisiones debe tomar todos los recaudos o precauciones
necesarias, tendientes a aislar debidamente o reforzar los muros, ventanas, construir contramuros o
guardar una distancia mnima respecto de la propiedad vecina, caso contrario, si no evita esas
inmisiones, debe indemnizar los daos y perjuicios ocasionados y hasta la demolicin o adecuacin de.
la construccin a los cnones normales para evitar injustamente inmisin a fundos vecinos.
El humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones o daos similares pueden ocasionar molestias
en los vecinos para convertirse en "inmisiones" es necesario que ellas excedan la normal tolerancia
dependiendo del lugar donde se producen los mismos; porque, hay zonas donde est autorizado
realizarse cier-tas actividades industriales, de sosiego y recreacin como podra ser un parque industrial
o una zona no residencial; pues es bien sabido que la vecindad en pueblos y ciudades suele traer
aparejadas algunas incomodidades, que si son to-lerables o deben tolerarse porque anticipadamente
se sabe que en dichos lugares est autorizado un lmite de inmisiones; por consiguiente, se tendrn en
cuenta la naturaleza de los lugares, la situacin y destino de los inmuebles, conciliando en todo caso
todos los derechos de propiedad con las necesidades del desarrollo de los pueblos y ciudades en de
determinadas zonas especiales de una ubicacin.
Por ejemplo, sera una inmisin que un propietario construya un horno in-dustrial (en una zona
residencial) en la pared medianera que tiene con su vecino y est ltimo all tenga su dormitorio
(seguramente el calor ser insoportable) o que en un barrio residencial se construya una discoteca o
saln de fiestas y el propietario no tome los recaudados necesarios para aislar el ruido.
Estas inmisiones tambin son aplicables para los poseedores o detentadores de la cosa, caso contrario
los mismos tendran carta blanca; por lo tanto, lo anali-zado en esta norma legal tambin se aplica a
quienes poseen y a quienes detentan la cosa.
Sobre este punto la Legislacin del Per es mucho ms completa que la nues-tra cuando seala que "el
propietario, en ejercicio de su derecho y especialmente en su trabajo de explotacin industrial, debe
abstenerse de perjudicar las pro-piedades contiguas o vecinas, la seguridad, el sosiego y la salud de sus
habitan-tes. Estn prohibidos los humos, hollines, emanaciones, ruidos, trepidaciones y molestias
anlogas que excedan de la tolerancia que mutuamente se deben los vecinos en atencin a las
circunstancias".[4]
Por su parte con mucha solvencia seala el profesor Tafur que "la luz tiene por objeto dar luz a un
espacio cualquiera, cerrado y techado, pero no se dirige a darle vista sobre el predio vecino, est
cerrado o no".[6]
En muchos casos el propietario de un bien cuando est construyendo necesita por la limitacin de
espacio que en su propia pared (no medianera) pero que limita con la propiedad de su vecino, realizar
aberturas o ventanas para recibir simplemente la luz. Muchas legislaciones[7] consideran a las
limitaciones de la luz como una servidumbre de luz, situacin que tiene mucha importancia para
determinar las normas aplicables.
De este anlisis se deprende que cuando la propiedad de la pared es exclusiva de una persona, no
necesita de autorizacin de su vecino para realizar aberturas o ventanas para recibir luz (siempre y
cuando se realicen dentro de las distancias que establece la ley), pero si la pared es medianera, el
propietario necesita del consentimiento del copropietario de la pared medianera.
Por consiguiente, en este punto es importante determinar si la pared es o no medianera, porque esta
norma solamente rige para el dueo de una pared no me-dianera; por cuanto, jams una persona
puede realizar ventanas o aperturas en la pared que le pertenece a su vecino con el objeto de obtener
luz.
Sobre este punto la Legislacin del Uruguay seala que "Ningn medianero puede sin consentimiento
del otro abrir en pared medianera ventana ni hueco alguno".[8]
Tomando en cuenta desde el piso, la parte inferior de la abertura o ventana debe estar a una altura
no menor de dos (2) metros y medio de la habita-cin a la que se quiere dar luz, si se halla en la planta
baja, y no menor de dos (2) metros si se halla en la planta alta o de varios pisos.
El dueo de una pared no medianera puede abrirlas en ella en el nmero y de las dimensiones que
quiera, porque la norma en anlisis no realiza ninguna restriccin al respecto.
La ventana estar guarnecida de rejas de hierro, cuyos huecos no sean mayores de un decmetro
cuadrado y un bastidor fijo con vidriera cerrada.
Sobre este aspecto la Legislacin de Espaa seala que "el dueo de una pa-red no medianera, contigua
a finca ajena, puede abrir en ella ventanas o huecos para recibir luces a la altura de las carreras, o
inmediatos a los techos, y de las dimensiones de 30 centmetros en cuadro, y, en todo caso, con reja
de hierro remetida en la pared y con red de alambre (. ,.)."[9]
En estos casos el que ha realizado las luces no puede oponerse al cerramiento de las mismas porque
saba que en cualquier momento poda ocurrir esta situa-cin.
La norma en anlisis deja absolutamente claro que el dueo de propiedad continua a la pared en que
estuvieren abiertas las ventanas, podr cerrarlas en cualquier momento al realizar una construccin si
adquiere la medianera y no se hubiera pactado lo contrario; como as podr cubrirlos edificando en su
terreno o levantando pared contigua a la que tenga dicho hueco o ventana.
Por lo tanto, la nica posibilidad para que no se cierre la luz, es si las partes han pactado sobre el no
cerramiento y una de stas pretenda cerrar, en tal caso, la parte perjudicada puede demandar en
proceso de conocimiento (ordinario o sumario) dependiendo de la cuanta, la obligacin de no hacer,
ms el resarci-miento de daos y perjuicios.
El profesor Papao aclara que "el dueo de una pared no medianera contigua a una finca ajena, puede
abrir en ella ventanas para recibir luces (...). Pero el propietario del fundo vecino puede adquirir la
medianera y cerrar las ventas de luces (pues stas no constituyen una servidumbre), siempre que
edifique apoyn-dose en la pared, y correlativamente quien goza de luz por esas ventanas abiertas en
su pared, no puede impedir que su vecino levante la pared que las cierre y que le prive de luz".[10]
Sobre este tema la Legislacin de Venezuela seala que "(...). Sin embargo, el dueo de la finca o
propiedad contigua a la pared donde estuvieren abiertas las ventanas o troneras, podr adquirir la
medianera y cerrarlas, siempre que edifi-que apoyndose en la misma pared medianera. La existencia
de tales ventanas o troneras no impide al propietario del predio vecino construir pared contigua al
edificio donde aqullos estn, aunque pueden las luces cerradas".[11]
8 Prohibicin de vistas.-
Convengamos que las vistas son aquellas aberturas por medio de ventanas, balcones o algo anlogo
que permiten ver las propiedades vecinas; es decir, que mediante las vistas se puede ver y adems
penetrar luz; razn por la cual nuestra Legislacin a impuesto algunas restricciones sobre el respecto
(relaciones de buena vecindad), con el fin de garantizar a las personas el derecho de intimidad que
deben gozar en sus bienes inmuebles, porque a nadie le gusta que le obser-ven en forma directa o
indirecta.
La norma en anlisis est prohibiendo tener vistas rectas para asomarse, ni balcones sobre la propiedad
del vecino (respetando el derecho de intimidad y seguridad); es decir, no se puede tener ventanas o
aberturas similares con vistas directas, ni balcones u otros voladizos semejantes sobre la propiedad
vecina ya sea que se encuentren cerradas o no, como tampoco sobre su techo, si no existen dos (2)
metros de distancia entre la pared en que se hagan y dicho fundo.
La segunda parte de la norma en estudio tambin prohbe las vistas laterales; es decir, que tampoco se
pueden tener vistas oblicuas o laterales sobre la propie-dad vecina mediante ventanas, aberturas o
balcones; por consiguiente, no pueden tenerse vistas oblicuas sobre el fundo vecino sino a sesenta (60)
centmetros de distancia.
En la actualidad hay que tomar en cuenta que los materiales traslcidos que la moderna tcnica de la
construccin utiliza a modo de pared (totalmente opaco), unidos por medio de cemento como
verdaderos ladrillos que no permite las vis-tas rectas ni oblicuas, no pueden considerarse como vistas;
por lo tanto, el vecino no sufre ninguna lesin a su derecho de intimidad y que le afecte la vista.
Sobre este punto la Legislacin Venezolana es ms completa que la nuestra porque establece algunas
excepciones a las vistas cuando seala que "No se pue-de tener vistas rectas o ventanas para asomarse,
ni balcones ni otros voladizos semejantes sobre la propiedad del vecino, si no hay un metro y medio de
distan-cia entre la pared en que se construyan y dicha heredad. Esta prohibicin cesa cuando hay, entre
dos paredes una va pblica. Tampoco pueden tenerse visitas laterales y oblicuas sobre la misma
propiedad, si no hay cincuenta centmetros de distancia. Esta prohibicin cesa, cuando la vista lateral
y oblicua forma al mismo tiempo una vista directa sobre una va pblica".[12]
La Legislacin de Colombia ordena que "No se pueden tener ventanas, bal-cones, miradores o azoteas,
que den vista a las habitaciones, patios o corrales de un predio vecino, cerrado o no, a menos que
intervenga una distancia de tres metros (...)".[13]
De lo analizado debe quedar claro que el propietario de un edificio est obli-gado a construir sus tejados
de tal manera que las aguas pluviales caigan a su propio suelo, en la calle o sitio pblico, de acuerdo
con lo que se disponga en las ordenanzas y reglamentos que dicte el rgano municipal.
En el caso que cayera sobre el propio suelo las aguas pluviales, el propietario est obligado a recoger
las aguas de modo que no causen perjuicio a la propie-dad vecina, porque esas aguas al no tener
escapatoria podran inundar o causar humedad al fundo colindante.
Aunque expresamente no lo seale nuestra Legislacin; empero, en caso que la propiedad se halle
enclavada entre otras y no sea posible dar salida por la misma casa a las aguas pluviales que en ella se
recojan, podr exigirse el esta-blecimiento de la servidumbre de desage de aguas, dando paso a las
aguas por el punto de los predios contiguos o vecinos en que sea ms fcil la salida y esta-blecindose
el conducto de desage en la forma que menos perjuicios ocasione al predio sirviente, previa
indemnizacin que corresponda.
Nuestra Legislacin simplemente reconoce la servidumbre forzosa de acue-ducto, conforme al Art. 266
del Cdigo Civil, cuando seala que el propietario de un fundo tiene derecho a conducir por los fundos
vecinos el agua que precise para usos agrarios o industriales; empero, no reconoce la servidumbre para
las aguas pluviales; pero no existe otra solucin cuando la propiedad se encuentra enclavada.
Sobre este punto la Legislacin del Per seala que "el propietario no puede hacer que las aguas
correspondientes al predio discurran en los predios vecinos, salvo pacto distinto".[14]
Igualmente, la Legislacin de Colombia dispone que "no hay servidumbre legal de aguas lluvias. Los
techos de todo edificio, deben verter sus aguas lluvias sobre el predio a que pertenecen, o sobre la calle
o camino pblico o vecinal, y no sobre otro predio, sino con voluntad de su dueo"[15].
"El juez en sentencia puede ordenar que la obra se adecue a las normas tcni-cas establecidas al
respecto, que deban aislarse debidamente o reforzar los mu-ros, ventanas, construir contramuros o
guardar una distancia mnima respecto de la propiedad vecina o lo que mejor convenga para evitar
buenos o malos olores, humo, holln, polvo, calor, luces de anuncio, trepidaciones o ruidos molestos u
otras inmisiones. Esta pretensin jurdica debe ser intentada dentro del ao de iniciada la obra, bajo
conminatoria de caducar esta accin posesora"[16].
[1] DE SANTO, VCTOR. Procesos Especiales. Editorial Universidad. Buenos Aires, Argentina. 2004. Pg.
78.
[2] BUSTOS BERRONDO. HORACIO. Ob. cit. Procesos Especiales. Interdictos en General. Pg. 157.
[3] MUSTO, NSTOR JORGE. Ob. Cit. Derechos Reales. La Propiedad. Tomo I. Pgs. 563 - 564.
[4] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA DEL PER. Art. 961 (Lmites a la explotacin industrial del predio).
[5] PAZ RUBIO, JOS MARIA. Teora General del Derecho Civil en la Legislacin Espaola. Editorial Colex.
Novena Edicin. Madrid, Espaa. 1997. Tomo I. Pg. 237.
[6] TAFUR GONZALES, LVARO. Ob. cit. Cdigo Civil Colombiano. Anotado. Pg. 228.
[7] Es considerada como servidumbre de luz, por las legislaciones de Colombia, Uruguay, Espaa y Per,
que el autor ha tenido la oportunidad de revisar.
[8] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY. Art. 337 (Limitaciones).
[9] CDIGO CIVIL DEL REINO DE ESPAA. Art. 581. (De la servidumbre de luces y vistas).
[10] PAPAO, RICARDO JOS. Derechos Reales. Teora General (Propiedad). Ediciones Depalma. Buenos
Aires, Argentina. 1989. Tomo I. Pg. 253.
[11] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Art. 705 (De las luces). Solo se
transcribe la segunda parte de la norma jurdica porque la primera se refiere a los requisitos y
condiciones de las luces.
[12] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. Art. 706. (Vistas directas).
[13] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA DE COLOMBIA. Art. 935. (Primera parte de la norma referida a las
distancias de las vistas).
[14] CDIGO CIVIL DE LA REPBLICA DEL PER. Art. 964 (Paso de aguas por predio vecino).
[16] CASTELLANOS TRIGO, GONZALO. Ob. cit. Procesos Especiales. Pg. 180.
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Al empezar el ao inician varios proyectos inmobiliarios en diversas ciudades del pas, y est muy bien.
La demanda por predios subsiste y el cambio de autoridades municipales o la nueva actitud de las
reelegidas hacen vislumbrar un mejor panorama para constructores, inversionistas y la sociedad en
general.
Sin embargo, el entusiasmo no es suficiente para lograr cambios efectivos. Son necesarios ajustes que
pese a su pequeez, tienen gran relevancia para la paz de las relaciones vecinales y el desarrollo del
negocio inmobiliario.
Uno de ellos tiene que ver con el rol de las municipalidades en la atencin y trmite de los reclamos
vecinales. Las quejas no siempre son ciertas y pueden retrasar severamente el inicio de las obras, su
ejecucin y lo ms grave- la obtencin de la conformidad administrativa de la que depende el pago
del precio para el dueo del proyecto.
Es cierto que la construccin molesta a los vecinos y eventualmente daa sus inmuebles. Todos
tenemos que aceptar esa carga como el costo de vivir en sociedad. La construccin es el devenir natural
de la urbe y por ello constituye una limitacin vlida para los habitantes (artculo 70 de la Constitucin).
Estamos obligados a soportar los procesos edificatorios, no en atencin a los rendimientos del
empresario que se ha instalado en la cuadra o en la ciudad, sino porque la modificacin inmobiliaria en
general es un asunto de bien comn.
Ahora bien, el hecho de permitir los trabajos de construccin no significa que el vecino deba asumir el
monto de los perjuicios. El constructor tiene que reparar los daos que l haya producido
efectivamente y siempre que no medie la imprudencia de la propia vctima o un hecho fortuito o de
fuerza mayor (artculo 1972 del Cdigo Civil).
En esta materia lo ms delicado es acreditar la autora del agravio y no tanto el valor. La empresa dir
que el predio vecino ya estaba maltrecho, mientras que los residentes afirmarn que la obra es
causante de todo.
Muchas municipalidades condicionan el otorgamiento de la conformidad de obra, documento
fundamental, a la satisfaccin de los supuestos afectados, lo que puede dar lugar al abuso de
colindantes inescrupulosos que ven en la nueva estructura la oportunidad de ganarse unos soles,
imputando agravios que nada tienen que ver con la nueva edificacin.
Si bien la intervencin municipal es valiosa, pues lo contrario podra ocasionar el abuso del constructor,
la autoridad tambin debe controlar al mal vecino. Para esto se tendra que verificar el estado de los
predios antes que empiece el movimiento de tierras, lo que facilitara enormemente la correcta
atribucin de responsabilidad.
En la situacin actual nada obliga a los colindantes a mostrar la situacin previa de sus bienes, lo que
abre un espacio enorme para que algunos residentes se hagan pasar por vctimas ante las autoridades
y se retrase injustamente la culminacin jurdica de la obra, presionando as un buen trato con el
propietario de la construccin.
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EXP N. 954-2004-AA/TC
LIMA
SANTIAGO SALVADOR
ENRICO CAMPOS
En Lima, a los 19 das del mes de mayo de 2004, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, con
asistencia de los seores magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli Lartirigoyen y Garca Toma,
pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Santiago Salvador Enrico Campos contra la sentencia de la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 125, su fecha 21 de julio de 2003,
que declara improcedente la accin de amparo de autos.
ANTECEDENTES
El demandante, con fecha 2 de octubre de 2001, interpone accin de amparo contra la Municipalidad
Distrital de Pueblo Libre y el Ejecutor Coactivo de dicha comuna, con el objeto que cese la amenaza de
cancelar la licencia de funcionamiento y clausura del Hotel By-Pass, de su propiedad; solicita,
complementariamente, que se declare inaplicable la Resolucin de Ejecucin N. 4, expedida por el
Ejecutor Coactivo, que resuelve la clausura de las ventanas exteriores existentes en el hotel, por no
haberse agotado la va administrativa, alegando que dicha decisin pondra en peligro la integridad
fsica de los trabajadores y huspedes ante una situacin de emergencia. Refiere que una vecina del
hotel interpuso una queja por las molestias que producan las ventanas y que, por ello, se le aplic
una multa por su irregular construccin; y que interpuso contra esta multa recurso de apelacin, el
cual fue resuelto mediante la Resolucin de Alcalda N.1424-99 que, sin considerar sus descargos,
ordena la clausura de las ventanas del hotel, la restitucin de una pared medianera y la nulidad del
certificado de conformidad de obra.
La emplazada contesta la demanda solicitando que se la declare improcedente, expresando que las
municipalidades tienen como funciones, de acuerdo a su Ley Orgnica, las de reglamentar, otorgar
licencias y controlar las construcciones de los inmuebles; y supervisar y controlar las construcciones
atendiendo a normas de seguridad. Agrega que, habindose constatado la existencia de ventanas en
los ocho pisos del hotel inobservando los planos aprobados, la decisin de clausurarlas se ajusta a ley.
El Sexagsimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 2 de setiembre de 2002,
declar fundada, en parte, la demanda, por considerar que la Municipalidad no corri traslado al
demandante de la queja interpuesta por un vecino, y que declar procedente; y que la declaracin de
nulidad del certificado de conformidad de obra ha vulnerado el derecho a no ser privado de defensa,
contemplado en el artculo 139 de la Constitucin Poltica del Estado. Por otro lado, declara
improcedente la demanda, argumentando que el demandante no ha acreditado amenaza cierta de
cancelacin de la licencia de funcionamiento y de la clausura del hotel, ya que los actos administrativos
estn destinados a la clausura de las ventanas exteriores.
FUNDAMENTOS
1. El recurrente sostiene que las ventanas laterales del edificio colindantes con el edificio del vecino
quejoso ya fueron clausuradas, conforme se advierte a fojas 81, pero de autos se aprecia tambin que
la clausura de stas no ha afectado el normal desarrollo de las actividades del recurrente en el rubro
de hospedaje al que se dedica.
3. De conformidad con lo dispuesto por los artculos 68, inciso 7), y 119 de la Ley N. 23853 (vigente
al momento de los hechos), Orgnica de Municipalidades, corresponde a las municipalidades otorgar
licencias de apertura de establecimientos comerciales e industriales y de actividades profesionales, y
controlar su funcionamiento; as como ordenar la clausura transitoria o definitiva de establecimientos
o servicios cuando su funcionamiento est prohibido legalmente y constituya peligro, o sean contrarios
a las normas reglamentarias, en concordancia con el artculo 65, inciso 11), que establece que son
funciones de las municipalidades reglamentar, otorgar licencia y controlar las construcciones de los
inmuebles y reas urbanas; por consiguiente, la resolucin cuestionada se limit a ejercitar de las
atribuciones de control que en la materia le confiere la orden de clausura de las obras ilegales o
antireglamentariamente edificadas; y, por otro lado, la resolucin coactiva no amenaza ni vulnera el
derecho de propiedad ni ningn otro derecho constitucional.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que la Constitucin
Poltica del Per le confiere
HA RESUELTO
Publquese y notifquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GARCA TOMA
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