Gustavo Gutiérrez Leonardo Boff Hugo Assmann
Gustavo Gutiérrez Leonardo Boff Hugo Assmann
Gustavo Gutiérrez Leonardo Boff Hugo Assmann
Los primeros en definir esta corriente teolgica fueron el educador y ex pastor presbiteriano brasileo
Rubem Alves y el sacerdote catlico peruano Gustavo Gutirrez Merino, cuyos primeros trabajos
sobre el tema datan respectivamente de 1968 y 1969.
Otros exponentes destacados de esta corriente han sido los telogos Leonardo Boff (brasileo),196
197 Jon Sobrino (espaol),198 Juan Luis Segundo (uruguayo),199 200 Pablo Richard (chileno),201
Elsa Tamez (mexicana),202 203 Jos Porfirio Miranda (mexicano),204 Hugo Assmann
(brasileo),205 44 Pere Casaldliga (espaol). Otro sector, estuvo representado por los sacerdotes
revolucionarios Camilo Torres Restrepo (colombiano), Manuel Prez Martnez (espaol), y Gaspar
Garca Laviana, (espaol)
Un listado de los principales exponentes es:
Primer Etapa (Programtica)
Gustavo Gutirrez Per.
Juan Luis Segundo Uruguay
Leonardo Boff Brasil
Hugo Assmann Brasil.
Rubem lvarez Brasil.
Segunda Etapa (Fundamentacin Teolgica)
Clodovis Boff Brasil.
Segundo Galilea Chile
Joseph Comblin Blgica / Brasil.
Jos Miguez Bonino Argentina
Ignacio Ellacura Espaa / El Salvador
Jon Sobrino Espaa / El Salvador
Enrique Dussel Argentina / Mxico
Ral Vidales Mxico
Rolando Muoz chile
Pablo Richard chileno / Costa Rica
Juan Carlos Scannone Argentina
Tercer Etapa (Afianzamiento)
Elsa Tamez Mxico
Joao Baptista Libnio Brasil.
J. J. Tamayo-Acosta Espaa
Mara Clara Bingemer Brasil
Franz Hinkelammert Alemania / Costa Rica
Jorge Pixley EEUU /Nicaragua
Carlos Libanio Brasil
Carlos Mester Brasil
Jon Mo Sung Corea / Brasil
Oscar Beozzo Brasil.
Pedro Casaldaliga Espaa / Brasil.
Jos Ignacio Gonzalez Faus Espaa
"Qu es la Teologa de la Liberacin?"
Como resultado de sus inclinaciones marxistas, la Teologa de la Liberacin segn lo practicado por
los obispos y sacerdotes de Amrica del Sur fue criticada en los aos ochenta por la jerarqua
catlica, del Papa Juan Pablo hacia abajo. La alta jerarqua de la Iglesia Catlica acus a los
telogos de la liberacin de apoyar a las revoluciones violentas y la lucha rotundamente marxista de
las clases. Esta perversin es generalmente el resultado de una visin humanista del hombre siendo
codificado en la doctrina de la iglesia por obispos y sacerdotes celosos y explica por qu la alta
jerarqua catlica ahora quiere separarse a s misma de la doctrina marxista y de la revolucin.
Sin embargo, la Teologa de la Liberacin ha cambiado de los campesinos pobres en Amrica del
Sur a los negros pobres en Amrica del Norte. Los Estados Unidos tiene ahora la Teologa de la
Liberacin Negra siendo predicada en la comunidad negra. Es la misma filosofa marxista,
revolucionaria, y humanista encontrada en la Teologa de la Liberacin Sudamericana y no tiene ms
derecho a reclamar una base bblica que tiene el Modelo Sudamericano. La falsa doctrina es todava
falsa, no importa qu nombre est ligado a ella. De la misma manera que se despert el fervor
revolucionario en Amrica del Sur, la Teologa de la Liberacin est intentando despertar el fervor
revolucionario entre los negros en los Estados Unidos. Si la iglesia en Amrica reconoce la falsedad
de la Teologa de la Liberacin Negra como la Iglesia Catlica lo hizo en el Modelo Sudamericano, la
Teologa de la Liberacin Negra sufrir el mismo destino que la Teologa de la Liberacin de Amrica
del Sur; es decir, se ver como una falsa doctrina humanista expresada en trminos teolgicos.
Gustavo Gutirrez (Per)
La teologa de la liberacin est estrechamente ligada a esta nueva presencia de los que siempre
estuvieron ausentes de nuestra historia. Ellos se han convertido poco a poco en sujetos activos de
su propio destino, iniciando un proceso que est cambiando la condicin de los pobres y oprimidos
de este mundo. La teologa de la liberacin (expresin del derecho de los pobres a pensar su fe) no
es el resultado automtico de esa situacin y de sus avatares; es un intento de lectura de los signos
de los tiempos () en la que se hace una reflexin crtica a la luz de la Palabra de Dios. Ella nos
lleva a discernir seriamente los valores y lmites de este acontecimiento
Principales ideas
1. La salvacin cristiana no puede darse sin la liberacin econmica, poltica, social e ideolgica,
como signos visibles de la dignidad del hombre (ver punto 11).
5. Reflexin constante del ser humano sobre s mismo para crear una actitud creativa en su propio
beneficio y en el de la sociedad.
7. No solamente hay pecadores, hay vctimas del pecado que necesitan justicia, restauracin. Todos
somos pecadores, pero en concreto hay que distinguir entre vctima y victimario.
10. Crear un hombre nuevo como condicin indispensable para asegurar el xito de la
transformacin social. El hombre solidario y creativo motor de la actividad humana en
contraposicin a la mentalidad capitalista de especulacin y espritu de lucro.
11. La libre aceptacin de la doctrina evanglica, es decir, primeramente, procurar a la persona unas
condiciones de vida dignas y posteriormente su adoctrinacin evanglica si la persona quiere. No
como anteriormente se haca: mientras las misiones cristianas dieran de comer, las personas se
proclamaban cristianas.
fue un filsofo y telogo jesuita uruguayo. Conocido por ser una de las figuras del movimiento
Teologa de la liberacin, escribi numerosos libros en teologa, fe, hermenutica, ideologa y justicia
social.
Cristo est al lado de los pobres; no a travs de la violencia, de los juegos de poder, de los sistemas
polticos, sino por medio de la verdad sobre el hombre, camino hacia un futuro mejor...
En su tesis, el intelectual brasileo ya sustentaba los pilares sobre los cuales se erguira la ideologa
de la Teologa de la Liberacin, la cual propone que la religin sea interpretada y practicada desde la
perspectiva de los ms pobres, y se apoya en ideas marxistas.
"Primero como pastor presbiteriano y despus como telogo, Alves ya era una figura
prominente en los aos 60', y nos aproximamos en los 70' a raz de la Teologa de la Liberacin.
Uno de los trazos fundamentales del abordaje de Alves fue el entendimiento de que esa lnea de
pensamiento debera ser complementada por dos procesos, el psicoanaltico y el pedaggico",
explic Boff.
Joseph Comblin fue adems uno de los seguidores y principales asesores del Obispo brasileo
Hlder Cmara, conocido como el "Obispo rojo" por ser tambin un exponente de la teologa
marxista de la liberacin.
En 1972 en un encuentro en la localidad espaola de El Escorial, dijo que "muchas veces los
temores de la Iglesia Catlica de Roma o de los obispos carecen de fundamento. Nunca se ha
podido tan bien como en Amrica Latina colocar la doctrina marxista al servicio de movimientos no
marxistas".
Joseph Comblin fue expulsado de Brasil en 1971. Fue a vivir a Chile en donde sigui difundiendo las
ideas de la teologa marxista de la liberacin lo que le vali la expulsin en 1978. Ese ao volvi a
Brasil, al estado de Paraba.
Comblin igualmente critic las reuniones episcopales de Puebla (1979), Santo Domingo (1992) y la
de Aparecida en 2007.
fue tambin pastor titular de la Iglesia Metodista de Buenos Aires. Durante el Concilio Vaticano II fue
el nico observador protestante latinoamericano.
A pesar de censuras eclesisticas la teologa de Jon Sobrino, radicalmente fiel a los pobres y a su fe
en Jesucristo, sigue descubriendo el germen ltimo de toda liberacin, esperanza y salvacin. Su
sntesis teolgica, liberadora y revolucionaria recorre y recorrer el mundo y con su sencilla
presencia en foros muy diversos seguir exponiendo el sentido de Jesucristo hoy como esperanza
para los ms pobres.
El modelo eclesiolgico de la Iglesia de los pobres impulsado por la teologa de la liberacin brinda
una nueva comprensin sobre el ser y el hacer de la Iglesia en clara vinculacin con la opcin
preferencial por los pobres y el compromiso histrico liberador. Desde esta lnea, el propsito de
esta ponencia es recuperar los aportes ms significativos del pensamiento eclesiolgico de Ignacio
Ellacura. Se comparte el riqusimo legado del autor en esta materia y se trazan algunas lneas que
permiten mostrar, sin dejar de tener en cuenta los aportes enriquecedores de la reflexin teolgica
actual, la vigencia de su pensamiento y del modelo eclesiolgico por l reflexionado. A partir de esto
se manifiesta la oportunidad que este modo de ser Iglesia le ofrece a la comunidad eclesial actual,
para que sta muestre su carcter de signo significante de la salvacin de Jess en el mundo de
hoy, comprometindose histricamente desde y con los distintos rostros de pobres.