Ruido
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Ruido ............................................................................................................ 3
Ruido
La exposición a ruido entraña riesgos para la salud. Concretamente desde hace más de
200 años se sabe que el ruido ocasiona una pérdida de la capacidad auditiva del
individuo expuesto. A pesar de esta evidencia no es habitual la implantación de
procedimientos para evitar estas exposiciones, más bien se ha creado una especie de
“cultura de resignación” que consiste en asumir como inevitables los efectos
perjudiciales, sin poner un interés real y eficaz en prevenirlos. El resultado es que
continúan observándose casos de pérdida de capacidad auditiva inducida por ruido
entre la población trabajadora en una proporción que no parece acorde con lo
esperable teniendo en cuenta los conocimientos y tecnologías disponibles en la
actualidad.
unos procedimientos muy estrictos para lograr una eficacia preventiva real de los
equipos de protección individual.
Una definición útil de sonido es: “fenómeno físico que provoca las sensaciones propias
del sentido humano de la audición”, y un ruido sería todo sonido peligroso, molesto,
inútil o desagradable.
Estas definiciones, que son subjetivas, inducen a interesarse por el tipo de fenómeno
capaz de excitar el órgano humano de la audición; con ello se obtienen dos ventajas
prácticas: se puede objetivar y cuantificar el fenómeno utilizando los métodos de la
física clásica y se evita la subjetividad al intentar diferenciar lo molesto de lo agradable
y lo útil de lo inútil. En otras palabras: se elimina la diferenciación entre ruido y sonido.
En el resto del capítulo ambos conceptos son equivalentes.
Rangos de frecuencia
Tipo de tonos
A partir del análisis de la anatomía y la fisiología del órgano humano del oído se llega a
la conclusión de que el fenómeno citado consiste en perturbaciones (aumentos y
disminuciones) de la presión atmosférica alrededor de su valor medio, con una
frecuencia relativamente elevada (entre 20 y 20.000 veces por segundo). Este
fenómeno implica que el sonido, o el ruido, necesita un soporte material (en nuestro,
caso el aire) para existir, en el vacío no puede existir sonido.
Las magnitudes características que permiten cuantificar el ruido son la presión sonora
y la frecuencia. La presión sonora está relacionada con nuestra percepción de volumen
o intensidad del sonido y la frecuencia con la percepción del tono.
La presión sonora es la raíz cuadrada del valor cuadrático medio de las variaciones de
presión. Es una medida de la amplitud de las variaciones de presión, cuanto mayor
sean el aumento y disminución respecto al valor medio mayor será la presión sonora y
mayor será la sensación de volumen. En términos matemáticos la presión sonora se
define con la ecuación:
Esta definición es la de valor eficaz, o valor rms, de la teoría clásica del movimiento
ondulatorio y es aplicable cualquiera que sea la forma en que la presión varíe. La
unidad de medida es el pascal (Pa). La importancia de esta magnitud reside en que la
cantidad de energía sonora que atraviesa la unidad de superficie en la unidad de
tiempo es directamente proporcional al cuadrado de la presión sonora eficaz, o sea que
Con una escala definida de esta manera, el valor mínimo de la sensibilidad auditiva
humana corresponde a un nivel de presión sonora de 0 dB y el umbral de dolor (200
Pa) resulta ser de 140 dB.
La misma escala logarítmica citada antes también es aplicable para expresar los
valores de la presión de pico, en cuyo caso se habla de nivel de pico y su unidad es el
dB. La relación es:
La potencia sonora indica la totalidad de energía sonora que radia una fuente, y por
tanto es una característica de la propia fuente. La presión sonora está relacionada con
la intensidad del flujo de energía sonora en un punto del espacio, y su valor depende
de la cantidad de energía radiada por la fuente y de las características de la incidencia
o modificación que sufra el sonido al viajar desde la fuente hasta el punto considerado
(distancia a la fuente, condiciones acústicas del local, pantallas, barreras, etc.).
NIVEL DE POTENCIA
POTENCIA SONORA
EJEMPLOS SONORA
W(watts)
Lw (Db)
Siempre que se mida un nivel de presión sonora hay que tomar nota de las
circunstancias de la fuente y del entorno en que se realizó la medición. La simple
especificación del nivel de presión sonora tiene poco significado en lo que se refiere a
características acústicas de la fuente de ruido.
Por ejemplo, para calcular el nivel que resultará al ubicar en un lugar en el que existe
un nivel sonoro de 80 dB una máquina que genera un nivel sonoro de 84 dB, los pasos
a seguir son:
Si el cálculo hay que hacerlo para más de dos ruidos el procedimiento se repetirá de
forma sucesiva, es decir se adicionan dos niveles, al resultado se le adiciona el tercer
valor y se repite el proceso hasta completar la adición de todos los valores.
Nótese que cuando dos ruidos de igual nivel se producen simultáneamente el nivel
global aumenta en 3 dB, este hecho admite la interpretación siguiente: al duplicar la
cantidad de energía sonora, el nivel de presión sonora aumenta 3 dB.
También existen ábacos y tablas para realizar esta operación. En este caso el dato de
entrada en el gráfico es la diferencia entre el nivel sonoro total y el nivel sonoro de
fondo (el nivel sonoro medido con la máquina parada), y la lectura es el número de Db
que deben restarse al nivel total para obtener el nivel sonoro ocasionado por la
máquina.
T = 1/f
El periodo se mide en segundos. Los periodos de los sonidos audibles varían entre 0,05
ms y 50 ms
Como se puede comprobar, las tres magnitudes están relacionadas entre sí de forma
unívoca y el uso de una u otra magnitud es una cuestión de comodidad. Por ejemplo,
es cómodo hablar de frecuencia cuando nos interesamos por la “altura tonal” de un
instrumento (a mayor frecuencia mayor altura), pero si el interés es hacia el
comportamiento de un ruido cuando incide sobre una superficie es más cómodo hablar
de longitudes de onda, ya que en las superficies grandes con respecto a la longitud de
onda, el sonido se refleja siguiendo las leyes clásicas de la reflexión y se crea una zona
de “sombra acústica”, pero si la longitud de onda es mayor que las dimensiones de la
superficie apenas hay reflexión y no se crea una zona de sombra.
22 25 28
22 31,5 44 28 31,5 35,5
31,5 40 44
44 50 56
44 63 88 56 63 71
71 80 88
88 100 112
88 125 177 112 125 142
142 160 176
176 200 224
177 250 355 224 250 284
284 315 355
355 400 448
355 500 710 488 500 568
568 630 710
710 800 895
710 1000 1420 895 1000 1135
1136 1250 1420
1429 1600 1790
1420 2000 2840 1790 2000 2270
2270 2500 2840
2840 3150 3550
2840 4000 5680 3550 4000 4480
4480 5000 5680
5680 6300 7100
5680 8000 11360 7100 8000 8950
8950 10000 11360
11360 12500 14200
11360 16000 22720 14200 16000 17900
17900 20000 22720
Esta falta de linealidad en la respuesta del oído humano llevó a definir unas escalas de
ponderación, que no son más que redes electrónicas incorporadas en los instrumentos
de medida que modifican la señal captada por el micrófono de forma similar a como lo
hace el oído humano.
También es muy frecuente que los instrumentos de medida dispongan de otra escala,
llamada C, que equivale en la práctica a la medida sin ponderación (lineal).
Cuando en una medición se utiliza una escala de ponderación, que es la forma más
habitual de medir, el nivel sonoro se llama “nivel de presión sonora con ponderación
A”, el símbolo es LA y la unidad es el dBA, o bien “nivel de presión sonora con
ponderación C”, con símbolo LC y unidad dBC.
CURVAS DE PONDERACIÓN A Y C
Frecuencia Ponderación A Ponderación C
(H)z (dB) (dB)
20 -50,5 -6,2
25 -44,7 -4,4
31,5 -39,4 -3,0
40 -34,6 -2,0
50 -30,2 -1,3
63 -26,2 -0,8
80 -22,5 -0,5
100 -19,1 -0,3
125 -16,1 -0,2
160 -13,4 -0,1
200 -10,9 0,0
250 -8,6 0,0
315 -6,6 0,0
400 -4,8 0,0
500 -3,2 0,0
630 1,9 0,0
800 -0,8 0,0
1000 0,0 0,0
1250 +0,6 0,0
1600 +1,0 -0,1
2000 +1,2 -0,2
2500 +1,3 -0,3
3150 +1,2 -0,5
4000 +1,0 -0,8
5000 +0,5 -1,3
6300 -0,1 -2,0
8000 -1,1 -3,0
10000 -2,5 -4,4
12500 -4,3 -6,2
Si sólo se dispone de los datos del espectro sonoro, es decir, de los niveles de presión
sonora correspondientes a un conjunto de bandas de octava o de tercio de octava, es
posible calcular los niveles globales de presión sonora siguiendo los procedimientos
siguientes:
b) Para calcular el nivel sonoro con ponderación A, en primer lugar hay que
aplicar en cada banda la corrección de la curva de ponderación A
correspondiente a la frecuencia central de la banda. Esta corrección se
realiza añadiendo algebraicamente al valor del nivel sonoro el valor dado por
la curva de ponderación. Los valores corregidos se suman logaritmicamente
para obtener el valor del nivel sonoro ponderado A.
La relación existente entre los niveles sonoros ponderados y sin ponderar se indica en
la tabla, en la que se presentan los niveles en bandas de octava del ruido emitido por
una torre de refrigeración y los correspondientes niveles globales
Frecuencia central 125 250 500 1000 2000 4000 8000 Global
banda de octava
Nivel sonoro dB 82 85 89 81 75 73 65 91 dB
Corrección A -16 -9 -3 0 +1 +1 -1
Nivel ponderado A 66 76 86 81 76 74 64 87 dBA
• Continuos
• Intermitentes
• Variables
• De impacto o impulsivos.
Un ruido es variable si el nivel sonoro varía de forma continua en el tiempo sin seguir
un patrón definido. Es el caso de un taller de reparaciones mecánicas. Un ruido es de
impacto si el nivel sonoro presenta picos de alta intensidad y muy corta duración. El
ejemplo típico es el ruido de las prensas de corte.
El ruido produce efectos tanto sobre la audición como sobre otros órganos y sistemas
del cuerpo humano.
Una única exposición a un ruido brusco e intenso de nivel de pico muy elevado
(disparo, explosión, etc.) puede producir la rotura de tímpano o daños en la cadena de
huesos del oído medio y ocasionar una disminución de la capacidad auditiva. Este tipo
de hipoacusia se llama de transmisión, ya que el elemento alterado es la cadena de
transmisión y no hay daños en el órgano de Corti. Admite tratamiento curativo y
generalmente es reversible, salvo complicaciones.
Más importantes, dado que son más graves y afectan a mayor número de personas,
son los efectos auditivos que ruidos menos intensos, pero más persistentes, pueden
provocar a largo plazo sobre el oído.
Esta alteración de la audición ocurre lentamente, de tal manera que primero aparecen
una serie de síntomas a los que no se da importancia, como son la dificultad para oír
ruidos cotidianos como el timbre de la puerta, el televisor a un volumen normal (con lo
que se tiende a elevarlo hasta unos niveles normales para el afectado, pero molestos
para los demás); suelen aparecer dificultades de relación con los demás, aumento de
la irritabilidad, así como otros síntomas de difícil relación con el ruido, pero que están
relacionados con una posible lesión auditiva.
El proceso de destrucción de las terminales nerviosas del oído interno es muy lento, y
no todas se lesionan a la vez ni de la misma manera, generalmente son las sensibles a
los tonos agudos de frecuencia próxima a 4 kHz las primeras en dañarse,
extendiéndose progresivamente la lesión al resto de frecuencias. La consciencia de la
lesión se adquiere cuando se afectan de forma notable las frecuencias
conversacionales.
La hipoacusia inducida por ruido es bilateral y casi siempre simétrica, es decir, afecta a
los dos oídos por igual, es irreversible, es decir, no se puede recuperar la audición a los
límites normales; y no evolutiva, ya que habitualmente no progresa al
cesar la exposición.
Sonómetro
La obtención de los niveles sonoros en cada banda se realiza con sonómetros que
incorporan filtros. Un filtro es un dispositivo electrónico que no altera la intensidad de
las señales cuya frecuencia esté comprendida en una banda seleccionada en el filtro, y
anula las señales de todas las demás frecuencias, de esta forma la indicación del
sonómetro es el nivel de presión sonora correspondiente a las frecuencias incluidas en
la banda seleccionada en el filtro. Si el circuito electrónico incluye un filtro de paso de
banda (octava o 1/3 de octava) entonces la lectura del indicador será el nivel sonoro
en la banda correspondiente.
En caso de insertar ambos filtros (el de octava y el filtro A) el resultado será el nivel
sonoro en la banda correspondiente modificado por el filtro A y su unidad es el dB y no
el dBA; por definición un nivel sonoro ponderado A abarca la ponderación en toda la
banda audible.
Clase Precisión de
Uso
sonómetro medida
Tipo 0 Patrón de laboratorio 0,4 dB
Tipo1 Laboratorio y uso general 0,7 dB
Tipo2 Uso general 1,0 dB
Tipo3 Supervisión 1,5 dB
A los sonómetros diseñados para uso en laboratorio no se les exige que satisfagan las
especificaciones relativas al ambiente más severas impuestas a los instrumentos de
uso general. Obviamente para las aplicaciones típicas de prevención de riesgos se
elegirá siempre un sonómetro de uso general.
El nivel de pico también se mide con sonómetros, si bien para esta función se debe
seleccionar la forma de medición “pico” o “peak”, para que el resultado mostrado en el
indicador sea el nivel de pico y no el nivel de presión sonora. No hay que confundir el
nivel de pico con el nivel sonoro medido con la respuesta impulsiva. Para que un
sonómetro pueda indicar correctamente el nivel de pico la respuesta en modo pico
debe ser extraordinariamente rápida (típicamente inferior a 100 microsegundos).
Una de las funciones más útiles es el cálculo del nivel sonoro equivalente, que se
define como el nivel que debería tener un ruido de nivel constante para que la cantidad
de energía sonora sea la misma que la del ruido real, suponiendo que ambos tienen la
misma duración. Los sonómetros con capacidad de indicar el nivel sonoro equivalente
se llaman sonómetros integradores y, al igual que en los sonómetros, su exactitud se
comprueba mediante ensayos normalizados. Es habitual utilizar la norma CEI 804 para
la comprobación de los sonómetros integradores. Al igual que los sonómetros no
integradores es imperativa la verificación periódica de su funcionamiento.
Como es obvio, si el ruido es continuo los valores del nivel sonoro y del nivel
equivalente coinciden.
PONDERADO EN EL TIEMPO
3.2 Dosímetros
En higiene industrial es habitual el uso del concepto de “dosis de ruido”; este concepto
es una medida de la cantidad de energía sonora que alcanza a un trabajador en un
periodo relativamente largo de tiempo (típicamente toda la jornada laboral). La dosis
de ruido es proporcional al cuadrado de la presión sonora y al tiempo. Por convenio se
eligen un valor de presión sonora y un tiempo de exposición como referencia, a cuya
combinación se le asigna el valor 1 (o 100%) de dosis, normalmente la combinación de
referencia es 90 dBA durante 8 horas.
Es un accesorio diseñado para cada modelo de sonómetro o dosímetro que genera una
señal de nivel conocido. Sirve para comprobar que la indicación del instrumento es
correcta y su uso es obligado antes y después de cada serie de mediciones.
Calibrador
El Reglamento del Ruido admite una aproximación a la medida del nivel de pico basada
en la medida del nivel máximo con la velocidad de respuesta “impulse” y la escala de
ponderación A de un sonómetro tipo 1 o 2 según CEI 651; podrá considerarse que el
nivel de pico no supera 140 dB si en las condiciones de medida citadas el nivel sonoro
no es superior a 130 dBA.
El nivel de ruido diario equivalente está definido en el Reglamento del Ruido como
Según el Reglamento del Ruido, para la determinación del nivel equivalente se deben
utilizar sonómetros integradores que cumplan por lo menos los requisitos de tipo 2
establecidos en la norma CEI 804; aunque es preferible que sean de tipo 1 y realizar la
medida durante un tiempo y en un lugar que sean representativos de la exposición del
trabajador. En los casos en que sean utilizables sonómetros no integradores (caso de
ruidos continuos o intermitentes, como veremos más adelante), estos deberán cumplir
los requisitos de tipo 1 o 2 establecidos en la norma CEI 651.
No obstante, para que la lectura coincida con el valor real del nivel sonoro es preciso, y
así lo exige el Reglamento del Ruido, que la medición se realice de forma que el
resultado sea representativo de la exposición del trabajador al ruido.
Lugar de medición
Medición
Duración de la medición
Nivel sonoro
Duración
Operación Continuo
(horas)
dBA
Acopio de materiales 0,75 70
Manejo de un torno 5 88
Ajuste del torno 0,5 85
Control de calidad 1,25 75
Número de mediciones
Como norma general el Reglamento del Ruido establece la obligación del empresario
de reducir la exposición al ruido al nivel más bajo técnica y razonablemente posible
habida cuenta del progreso técnico y la disponibilidad de medidas de control aplicadas
a las instalaciones o procesos existentes.
Por otra parte el Reglamento de Máquinas (RD 1435/1992) establece que el ruido
producido por una máquina es una característica de peligrosidad, lo cual obliga a que
el fabricante o comercializador de la misma suministre la información correspondiente.
En esencia en este reglamento aparecen las siguientes obligaciones:
Valor máximo de presión sonora instantánea (nivel de pico), si es superior a 130 dB.
Nivel de potencia sonora emitida por la máquina, si el nivel de presión sonora en los
puestos de trabajo es superior a 85 dBA.
Según sea el resultado de la evaluación, es decir, el valor del nivel de ruido diario
equivalente, el Reglamento del Ruido obliga a la implantación de un conjunto de
medidas que se indican a continuación, y cuya periodicidad depende del valor obtenido
en la evaluación.
En los puestos en los que el nivel diario equivalente supere 80 dBA las medidas a
adoptar serán:
En los puestos en los que el nivel diario supere 85 dBA las medidas a adoptar serán las
mismas que en el apartado anterior, pero la repetición de la evaluación de la
exposición será anual, la frecuencia de los controles médicos será cada tres años como
mínimo y se suministrarán protectores auditivos a todos los trabajadores expuestos.
En los puestos en los que el nivel diario supere 90 dBA o el nivel de pico supere 140 dB
se analizarán los motivos y se desarrollarán un programa de medidas técnicas,
destinadas a disminuir la generación o propagación del ruido, y un programa de
medidas organizativas, destinado a reducir la exposición de los trabajadores.
Para minimizar los efectos perjudiciales que el ruido tiene para los trabajadores, el
Reglamento del Ruido exige que en la medida de lo posible se adopten medidas
tendientes a disminuir el nivel de ruido al que están expuestos; ello se puede
conseguir de diferentes formas: disminuyendo la generación de ruido en el origen
(foco), disminuyendo el nivel de presión acústica en el ambiente desde el origen al
Control técnico
Para disminuir el ruido emitido por una máquina o instalación hay que tener presente
que el ruido siempre es consecuencia de la vibración de un sólido o de turbulencias en
el flujo de un fluido, por tanto cualquier medida tendente a disminuir vibraciones o
turbulencias tendrá una respuesta inmediata en disminución del nivel sonoro. En este
sentido las acciones típicas de mantenimiento preventivo son básicas para evitar la
aparición de niveles sonoros elevados en las máquinas o instalaciones.
Un caso muy frecuente es el ruido generado en las descargas de aire comprimido que
puede ser reducido fácilmente mediante la instalación de silenciadores y el uso de
boquillas de soplado con diseños aerodinámicos.
Sin modificar el nivel de ruido ponderado, para disminuir el nivel de ruido diario
equivalente, se pueden reducir los tiempos de exposición al ruido, mediante rotación
de los puestos de trabajo. En efecto, el nivel de ruido diario equivalente incluye en su
definición el tiempo diario de exposición, de forma que la reducción de este tiempo
implica una reducción del nivel de exposición a razón de 3 dBA cada vez que se reduce
el tiempo a la mitad como se muestra en la tabla.
EPIs auditivos
De acuerdo con el Reglamento del Ruido los equipos de protección individual deberán
ser proporcionados por el empresario y serán elegidos en consulta con los
responsables internos de seguridad y salud en el trabajo y los representantes de los
trabajadores.
Un mismo protector auditivo presenta atenuaciones reales bien distintas en función del
tipo de ruido al que se le enfrente, ello es debido al diferente comportamiento de
cualquier protector frente a la frecuencia del ruido y no hay reglas generales por lo que
la determinación de la atenuación conseguida con un protector determinado es una
operación que debe realizarse en cada caso.
• Índice SNR.
El dato de partida es el valor del nivel sonoro en cada banda de octava, a estos valores
se les resta algebraicamente la corrección de la escala A y el valor de la atenuación
esperada del protector (dato suministrado por el fabricante). La suma logarítmica de
los niveles resultantes en cada banda de octava es el nivel ponderado A que percibirá
el trabajador al usar el protector.
inconveniente de que necesita conocer el espectro del ruido, que es una información
no siempre disponible.
FREC octava 63 125 250 500 1kHz 2kHz 4kHz 8kHz Global
Nivel
79 81 85 90 93 97 95 88 100dBC
sonoro
Nivel
53 65 76 87 93 98 96 87 101 dBA
corregido
Atenuación
del 2 2 8 14 21 26 31 25
protector
Nivel
51 63 68 73 72 72 65 62 78dBA
atenuado
A diferencia del método anterior no precisa conocer el espectro del ruido, es suficiente
conocer los valores del nivel sonoro con ponderación A y sin ponderación, que es una
información más asequible puesto que no precisa para la medición un instrumento que
incorpore filtros de octava. Los valores de H, M y L los debe proporciona el fabricante
del protector. Son valores que se calculan a partir de las atenuaciones en cada octava
según un procedimiento de cálculo descrito en la norma UNE EN ISO 4869-2, e indican
“grosso modo” las atenuaciones a alta, media y baja frecuencia. El procedimiento de
cálculo es:
En ambas expresiones LC representa el valor del nivel sonoro sin ponderar y LA el nivel
sonoro ponderado A; H, M y L son los valores de atenuación del protector dados por el
fabricante.
Por ejemplo en el caso del ruido citado antes (Nivel sin ponderar = 100 dB) el uso de
un protector cuyo SNR fuese de 21 dB, el nivel atenuado sería de 100 – 21 = 79 dBA.
Es el procedimiento más simple y más inexacto; para dar una idea se puede decir que
tiene un error de 2 a 3 dB, por lo que al resultado hay que exigirle un margen de
seguridad. En el ejemplo indicado no sería recomendable el uso de ese protector ya
que no hay seguridad de que el nivel atenuado sea inferior a 80 dBA.
Ya se ha indicado que el Reglamento del Ruido requiere que, si el nivel de ruido diario
equivalente supera el umbral de 80 dBA, es obligatorio implantar un programa de
vigilancia de la salud que incluya reconocimiento audiométricos. El Anexo 4 del
Reglamento establece las condiciones en que debe llevarse a cabo este control.