El abuelo era muy anciano y ya no podía ver, oír o comer por sí mismo. Su nuera le reprochó por romper un tazón y dijo que a partir de entonces le darían la comida en una cubeta de madera como a los animales. Más tarde, el nieto Micha jugaba con bloques de madera formando una cubeta, diciendo que así les daría de comer a sus padres cuando fueran tan viejos como el abuelo. Esto hizo que el padre y la nuera se arrepintieran de haber tratado mal al abuelo y desde
El abuelo era muy anciano y ya no podía ver, oír o comer por sí mismo. Su nuera le reprochó por romper un tazón y dijo que a partir de entonces le darían la comida en una cubeta de madera como a los animales. Más tarde, el nieto Micha jugaba con bloques de madera formando una cubeta, diciendo que así les daría de comer a sus padres cuando fueran tan viejos como el abuelo. Esto hizo que el padre y la nuera se arrepintieran de haber tratado mal al abuelo y desde
El abuelo era muy anciano y ya no podía ver, oír o comer por sí mismo. Su nuera le reprochó por romper un tazón y dijo que a partir de entonces le darían la comida en una cubeta de madera como a los animales. Más tarde, el nieto Micha jugaba con bloques de madera formando una cubeta, diciendo que así les daría de comer a sus padres cuando fueran tan viejos como el abuelo. Esto hizo que el padre y la nuera se arrepintieran de haber tratado mal al abuelo y desde
El abuelo era muy anciano y ya no podía ver, oír o comer por sí mismo. Su nuera le reprochó por romper un tazón y dijo que a partir de entonces le darían la comida en una cubeta de madera como a los animales. Más tarde, el nieto Micha jugaba con bloques de madera formando una cubeta, diciendo que así les daría de comer a sus padres cuando fueran tan viejos como el abuelo. Esto hizo que el padre y la nuera se arrepintieran de haber tratado mal al abuelo y desde
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Micha y su abuelo
El abuelo, el mayor de la casa, era muy muy anciano. Sus piernas ya no
soportaban su peso, sus ojos ya no podan ver, sus odos no escuchaban y en su boca no quedaba un solo diente. Su hijo y su nuera no le servan la comida en la mesa, sino al lado de la estufa, para que no ensuciara. Una vez le pusieron la comida en un tazn. Cuando el viejecito quiso levantarlo, lo dej caer sin querer, y el traste se rompi. Todo se derram sobre el piso. Muy disgustada, su nuera le reproch que daara los objetos de la casa y que rompiera as los trastes de su vajilla. Empleando un tono grosero, le dijo que a partir de ese da le serviran de comer en una cubeta de madera, como las que se usaban para dar su alimento a los animales. El anciano suspir hondamente pero no dio respuesta alguna a esas palabras que lo haban lastimado. Pas algn tiempo desde esa ocasin. Un da estaban en la casa el hijo y la nuera del anciano. Los dos esposos miraban con mucha atencin al pequeo nio de ambos. El infante estaba en el suelo, jugando con unos bloques de madera. Los acomodaba de una manera y de otra, como si quisiera darle forma a un objeto en particular. Qu figuras estas haciendo con esos pedazos de madera, hijo? pregunt con curiosidad su padre. Estoy haciendo una cubeta de madera pap. De esa forma, cuando t y mam sean tan viejos como el abuelo podr usarla para servirles su comida inform el pequeo Micha. Sin decir palabra, el hombre y la mujer se pusieron a llorar. Sentan vergenza de haber tratado al abuelo de aquella manera. Desde aquel da le sirvieron nuevamente la comida en la mesa, y lo cuidaron con mucho cario, amor y respeto.