Buenas Practicas para La Gestion Escolar
Buenas Practicas para La Gestion Escolar
Buenas Practicas para La Gestion Escolar
INTRODUCCIN:
Mirar, ver y tomar decisiones para la mejora institucional1
Michel Fustier
Este cuaderno tiene como propsito colaborar con la accin y la reflexin de los
equipos directivos en sus instituciones acerca del mejoramiento de las prcticas que en
ellas se desarrollan. Mucho se ha escrito sobre el tema, desde aportes conceptuales
que focalizan diferentes aspectos de las mejoras en las prcticas hasta experiencias
concretas desarrolladas en diversos contextos. Se trata de profundizar sobre la forma
de concebir estos procesos y comprender sus mltiples significados, sosteniendo el
interrogante esencial y necesario: cmo promover, desarrollar, sostener y evaluar
propuestas de mejora en las escuelas?
Esas propuestas de mejora se relacionan con la innovacin y el cambio en las
instituciones, constituyen fenmenos que generalmente se asocian con una idea de
ruptura en las prcticas cotidianas o cambios profundos en los modos de hacer y
concebir el da a da de la escuela. En el marco de las instituciones esta situacin puede
dar lugar a confusiones, momentos de incertidumbre o desaliento para los actores que
en ellas despliegan su actividad cotidiana. Por ello, es importante, clarificar la
conceptualizacin, las estrategias y las distintas alternativas de accin posibles, entre
otros aspectos, que permitirn a los equipos directivos desarrollar una gestin
comprometida con la calidad y la equidad. Esos objetivos no podrn lograrse por medio
de acciones aisladas ni poniendo el acento, solamente, en los contenidos tradicionales
del curriculum. Su logro, significa reconocer que la escuela en su conjunto educa, que
toda experiencia dentro de la institucin es formativa y por lo tanto, se constituye en
un tema prioritario para la gestin.
En este cuaderno se analizan las posibilidades de mejora de las instituciones escolares,
reconociendo que estos procesos no pueden slo prescribirse, ya que en ellos inciden
factores tales como el compromiso, la iniciativa y la implicacin, propios del contexto
de cada institucin, y que el sistema educativo debe posibilitar condiciones y contextos
para que estos cambios puedan tener lugar. Esto implica poner en tensin los factores
que pueden generar un cambio, recuperando los procesos y relaciones que favorezcan
la emergencia de dinmicas autnomas, devolviendo el protagonismo a los actores y
que - por ello mismo puedan tener mayor grado de permanencia.
En este proceso existe una fuerte relacin entre los niveles macro y micro polticos, al
primero le corresponde definir lneas generales de la poltica educativa y generar
condiciones para promover y sostener las transformaciones que se realizan a nivel
institucional. Al segundo, generar cambios con mayores niveles de autonoma
enmarcados en su contexto prximo y en las polticas educativas ms generales. Por
ello, entender los cambios institucionales como una bsqueda para el mejoramiento de
las prcticas supone un salto cualitativo respecto a las formas de concebir a la gestin
escolar en contextos cambiantes como los actuales.
1
Ministerio de Educacin de la Repblica Argentina; Una sntesis conceptual en
Programa Nacional de Gestin Institucional. Escuela y Sociedad en Transformacin.
Cuadernos para directivos escolares No.4; Buenos Aires, Mayo 2001
De esta manera, las buenas prcticas en gestin implican el compromiso de los equipos
directivos con su institucin, con los estudiantes, los docentes y la comunidad,
orientando a la escuela para que se constituya en una comunidad de aprendizaje.
Estas prcticas se relacionan con la resolucin de problemas, por cuanto se trata de
identificar las prioridades para reconocer las situaciones que requieren ser cambiadas.
Implica un proceso de toma de decisiones para desarrollar la mejor alternativa de
resolucin a esos problemas para generar aprendizajes de calidad para todos.
La reflexin sobre los desafos que implica actualmente gestionar y pilotear una
escuela, lleva a introducir cambios en las culturas burocrticas, que se han instalado a
lo largo del tiempo en el trabajo docente, para recuperar otras perspectivas que
valorizan a cada uno de los actores y a sus compromisos colectivos.
Existe cierto consenso alrededor de la necesidad de ir construyendo una cultura
organizacional en la que se trabaje segn una estrategia de construccin de
problemas y de previsin de acciones para su resolucin, sustentada en la posibilidad
de avanzar sobre un proceso de desarrollo para los nios, jvenes y adultos que
interactan en las instituciones escolares. Esto tambin significa entender que en todo
proceso de mejora se valora que:
Sin duda, estas consideraciones, que estn en la base de todo proceso de cambio,
implican un compromiso con la mejora de la formacin que la escuela brinda a los
alumnos. Todo intento debe estar orientado por esa finalidad e involucra a la
institucin como una comunidad de aprendizaje, que reflexiona y acta en funcin de
la mejor alternativa de resolucin posible a los problemas que enfrenta.
Asimismo, la mejora institucional supone un puente de enlace en el tiempo: pasado,
presente y futuro. Todo cambio parte de la actual realidad de un sistema de
funcionamiento que deviene de una continuidad de un pasado institucional y, pretende
una mejora a travs de su evolucin para proyectarla hacia delante, hacia un futuro
mejor. De esta manera, se desarrollan competencias fundamentales para los equipos
directivos relacionadas con la anticipacin de escenarios a partir de una mirada atenta
y de una lectura de la propia realidad, que ponga en juego tanto el liderazgo, la
resolucin de problemas, como el trabajo en equipo, y la mejora y el fortalecimiento
de los canales y el tipo de comunicacin en toda la institucin.
Para comprender como se sucedieron diferentes transformaciones que conducen al
planteo del movimiento de mejora en las practicas escolares, donde la escuela
vuelve a ser considerada como el ncleo fundamental del sistema educativo, es
necesario retomar algunos aportes. Entre los ms relevantes se destaca la
comprobacin de que el establecimiento escolar puede marcar una diferencia
Comparten:
Percepcin de la necesidad de cambio
Alteracin de las situaciones previas
Propuesta intencional, con una direccionalidad clara y compartida.
Se justifican desde distintas perspectivas (tcnico polticas, pedaggico
didcticas, sociales o crticas)
Algunas de estas tensiones se relacionan con una oscilacin entre la dimensin de aula
y la totalidad institucional. En esta tensin se traduce una concepcin que tiende a
separar estos procesos como si algn cambio en la institucin no afectara al aula y
viceversa. En la actualidad el reto constituye en resituar la dimensin de trabajo
individual docente en el contexto del propio crecimiento de la escuela como
institucin. La mejora escolar, queda as ubicada en el espacio de interseccin entre el
desarrollo curricular, el organizativo, el profesional y el formativo de los alumnos en
un contexto determinado. Esto sita las acciones en funcin de lo que para esa
institucin es un progreso o mejora, con relacin a un estado anterior que se desea
cambiar.
Desarrollo
del curriculum
Desarrollo Desarrollo
de la Mejores del
escuela prcticas en profesional
como gestin
organizacin escolar
Desarrollo
formativo de
los alumnos
CONTEXTOS
As planteada la mejora escolar se opone al cambio por azar, ya que cualquier cambio
producido aisladamente no implica siempre una mejora en la institucin. Para
alcanzarla es necesario un cambio intencional.
El cambio institucional no debe interpretarse como un proceso lineal sostenido por una
planificacin esquemtica, en la que cada paso puede ser definido de antemano y
donde la funcin del equipo directivo se subsume en tareas de supervisin y control
para verificar aquello realizado con lo previsto. Por el contrario, el proceso de cambio
no es estrictamente pronosticable ya que es de naturaleza dinmica.
En realidad, su desarrollo debe ser progresivo, previendo tiempos y espacios que
posibiliten la participacin de los actores, donde cobra especial importancia la
observacin y reflexin sobre las prcticas para reorientarlas en funcin de la mejora
que se desea concretar. En este sentido se ha propuesto cambiar la metfora de la
orquesta en la que todos funcionan al unsono, por la del grupo de jazz, en que el tono
viene marcado por la continua improvisacin (o sea la recreacin profesional) del
grupo.
La posibilidad de desarrollo institucional est vinculada con la recreacin profesional y
la capacidad interna de cambio, que guarda relacin con la propia historia de esa
escuela enmarcada en un determinado contexto poltico y social.
De esta manera, la mejora institucional debe ser entendida no slo como una
proyeccin a futuro, sino tambin como parte de un proceso histrico ms amplio, en
el cual cabe preguntarse cul ha sido la historia de esa institucin, qu sucede en ese
momento y qu debiera suceder para provocar una mejora.
En este camino interjuegan distintos elementos, que requieren por parte del equipo
directivo el ejercicio de un liderazgo que permita el desarrollo de la capacidad
Los caminos para desarrollar procesos de cambio en las instituciones son variados y
no se pueden modelizar en un ejemplo nico y generalizable a todas las situaciones. A
veces, se trata de recuperar experiencias acotadas rescatando sus enseanzas para el
conjunto de la organizacin; en otras, el punto de inicio se marca desde fuera de la
institucin, a travs de algn lineamiento desde polticas educativas ms amplas o
macro; ambas son posibles y hasta necesarias.
Pero ms all de las vas de acceso al cambio, se trata de recuperar el sentido del
para qu y para quines llevarlo a cabo, construyendo un sentido compartido que d
lugar al logro de mejores resultados, revalorizando las experiencias acumuladas aun
aquellas que no fueron exitosas, en tanto siempre pueden ofrecer elementos para
seguir pensando y haciendo ms institucin. Para ello, es necesario poner en juego
diversas estrategias que pueden colaborar con la dinamizacin de los procesos que se
desean alcanzar.
En las escuelas tienen lugar cambios sin que muchas veces stos sean percibidos por
el conjunto de los actores institucionales. Por este motivo, hay mejoras que no son
conocidas ms que por los docentes directamente involucrados y que permanecen
aisladas, sin ser transferidas a otras situaciones, ni enriquecer al resto de la
institucin.
Interesa aqu centrarse en la mejora como tarea institucional, ya no como accin
aislada de algunos docentes sino como una accin colectiva. Esto implica revisar en
forma conjunta las prcticas, el dilogo y el debate para establecer acuerdos entre
todos los actores acerca de objetivos, metas, concepciones, etc. Desde esta
perspectiva, la unidad del cambio es la institucin.De manera sinttica, los rasgos
sobresalientes de las instituciones escolares que promueven buenas prcticas pueden
expresarse en:
Conocimiento significativo de la escuela y su contexto
Objetivos compartidos y visin clara sobre qu tendra que suceder
Perspectiva de futuro, que permita prever posibles escenarios, problemas y
demandas externas
La tarea de los equipos directivos cuando se trata alentar procesos de mejora de las
prcticas escolares, se asocia con promover, desarrollar, sostener, evaluar y
comunicar, teniendo en cuenta que durante los mismos se ponen en juego una
variedad de situaciones.
Promover
Promover los procesos de mejora supone generar condiciones institucionales
facilitadoras. En este sentido, el dilogo resulta un factor fundamental a la hora de
pensar en mejoras en la institucin, ya que permite que los distintos actores puedan
confrontar perspectivas, expectativas, intereses y propuestas. Esto da lugar al
establecimiento de acuerdos, que son la base de todo proyecto o trabajo colegiado, a
la vez que favorece la reflexin compartida y con ello la revisin de las prcticas.
La mejora de prcticas institucionales requiere de culturas colaborativas. Y todas
aquellas acciones que contribuyan a fomentar estas formas de trabajo, generan
siempre condiciones para el transformar en sentido positivo las prcticas. Para que
esos procesos sean posibles, resulta imprescindible que los directivos tengan en
cuenta el tiempo y el espacio como otros de los factores facilitadores, ya que la falta
de ellos puede atentar contra las iniciativas de mejora de las prcticas. Se trata,
entonces, de prever momentos que puedan ser destinados a la reflexin, anlisis e
intercambio de experiencias, opiniones, etctera, y de proporcionar espacios fsicos
adecuados para llevar a cabo esta parte de la tarea docente, que ,con frecuencia, no
ha sido prevista. O, por el contrario, a falta de estos recursos, como tiempo y espacio,
quiz haga falta pensar en otras alternativas que permitan instalar estas formas
cooperativas de trabajo.
Desarrollar
En la tarea de desarrollar propuestas de mejora por parte de los directivos, un primer
aspecto a destacar consiste en dotar de sentido las tareas habituales propias y de los
profesores, en coherencia con la misin de la escuela. Resulta un aspecto clave la
comprensin de que este sentido debe ser compartido para permitir la realizacin y
cohesin de proyectos, que siempre son colectivos.
La implementacin de propuestas de mejora tiende al fortalecimiento de la autonoma
de la institucin, para lo cual se requiere de cierta libertad de accin por parte de los
actores, de modo que puedan tomar decisiones oportunas en aquello que les compete.
La condicin sera que estos mrgenes de decisin se mantengan dentro de los
acuerdos colectivos y la coherencia con la misin de la institucin. La clase fundada en
el aislamiento docente, sin tener en cuenta el componente de la pertenencia
institucional, puede desembocar en la construccin de mundos paralelos, donde cada
clase es una isla separada y la institucin es slo un continente.
Por otra parte, la aceptacin de una propuesta valiosa, pero que se desconoce en su
sentido profundo y afecta el comportamiento de los actores, puede verse facilitada
cuando es posible realizar algn tipo de ensayo, que permita un primer
acercamiento y una evaluacin aproximada de sus potencialidades que vaya
produciendo algn grado de compromiso por parte de los diferentes actores. Por ello,
puede resultar conveniente implementar la propuesta de manera parcial o acotada, ya
sea en un sector de la escuela, durante un perodo breve o en alguno de sus aspectos.
No siempre es conveniente iniciar todo junto a la vez, lo que no quiere decir hacerlo
siempre de la misma manera.
Sostener
Sostener las prcticas de mejora supone ante todo, reconocer que el proceso no
finaliza una vez que stas se pusieron en marcha. Por el contrario, es necesario
acompaar el cambio hasta tanto se incorpore al funcionamiento institucional. Para
que no pierdan su sentido al tornarse habituales, es importante que los equipos
directivos presten especial atencin a los movimientos que se producen en la
institucin como consecuencia de la introduccin de esas nuevas prcticas, que
repercuten en el conjunto de la escuela y que requieren de adecuaciones de distinto
orden. Por ejemplo, puede ser necesario modificar la distribucin de roles y
responsabilidades, las formas de participacin, los modos de comunicacin, el ejercicio
del liderazgo, etctera.
La funcin de sostenimiento de las mejoras implica prcticamente anticipar e
intervenir ante posibles desfasajes o conflictos originados por los cambios y sus
consecuencias respecto de intereses sectoriales o individuales, relaciones de poder,
etctera. Es una situacin predecible que la instalacin de un cambio pueda producir
movimientos de resistencia, por lo cual hace necesario trabajar y argumentar para
liderar y conseguir la adhesin.
Cabe sealar tambin que todo proceso de cambio supone, al menos en el imaginario,
mayores exigencias para los profesores, por lo tanto, no hay que desestimar el valor
del apoyo, el estmulo, la demostracin de altas expectativas y el reconocimiento que
los directivos pueden ofrecer a los integrantes de la institucin.
Evaluar
Evaluar un proyecto de mejora es una tarea que acompaa el desarrollo del proyecto
y se extiende ms all, cuando ste ha finalizado. La evaluacin permite conocer el
curso de desarrollo seguido por aqul, la medida en que se distancia de lo previsto, las
nuevas necesidades surgidas, los aspectos que se ha logrado mejorar, entre otras
cuestiones.
Comunicar
Comunicar en relacin con el mejoramiento de las prcticas institucionales, constituye
un proceso clave para que sea posible incrementar el conocimiento y las competencias
institucionales. Una propuesta de cambio suele generar mayor aceptacin cuando es
clara, sus aportes son percibidos como relevantes y se presenta como una va
adecuada para mejorar aquello que se requiere. Por lo tanto, es fundamental la
comunicacin clara de propsitos y sentidos que se atribuye a los procesos de mejora.
Para ello, es necesario el establecimiento de canales de comunicacin fluidos y
variados, de modo que se facilite la circulacin de informacin y el intercambio entre
los distintos actores de la institucin, y entre sta y el entorno.
Un aspecto a tener en cuenta se refiere al conocimiento existente al interior de la
escuela, y supone acciones especficas destinadas a la recopilacin y sistematizacin
de saberes y experiencias individuales, grupales o institucionales. Para ello, puede
resultar til la reconstruccin de la historia institucional, a travs de relatos donde los
diferentes actores expongan y confronten las experiencias vividas, as como las
representaciones y significados que las acompaan, de modo de poder ir construyendo
imgenes, sentidos y conocimientos compartidos. En este sentido, pueden utilizarse
algunas herramientas facilitadoras como es la prctica de la observacin sistemtica o
entrevistas en profundidad, bajo la forma de diferentes soportes que contengan los
relatos sobre una misma historia o episodio puntual.
La difusin de conocimientos y experiencias exige ciertos recaudos, ya que toda
prctica est altamente incidida por el contexto en el que se desarrolla. Por este
motivo, los datos acerca del contexto en que una experiencia o proyecto se lleva a
cabo resultan de suma relevancia para su transferencia a otros. Es fundamental tener
en cuenta que cada escuela es nica, tiene su propia cultura, su contexto y su
historia. As, los modelos de mejora, como las experiencias realizadas en otras
instituciones son de gran utilidad siempre que no sean tomadas como prescripciones,
en forma rgida e incuestionable. Ningn cambio puede devenir en una mejora para la
escuela si no se tienen en cuenta sus caractersticas particulares.
(esta etapa acompaa la Coordinar tareas de evaluacin del proyecto durante su desarrollo y a
anterior) posteriori, en caso de que tenga un tiempo limitado de duracin.
Propiciar la elaboracin colegiada de criterios de evaluacin y
seguimiento para determinar logros, problemas, necesidades, distancia
respecto del objetivo previsto y modificaciones producidas en otros
mbitos de la institucin.
Definir, junto con los dems actores, las modificaciones y ajustes a
introducir, as como la continuidad, finalizacin o extensin de aquel a
otro/s mbito/s.
En muchas ocasiones, puede resultar til las observaciones mutuas, donde el docente
que desea introducir una mejora observe a quien ya la est desarrollando, y a su vez,
sea observado por ste, focalizando en aquellos aspectos de la metodologa o de
contenidos relevantes.
Recuperar el conocimiento
Puede tomarse un aspecto, como por ejemplo, la relacin con las familias, los actos
escolares, las formas de evaluacin, etc. y recuperar las variaciones que tuvieron
lugar a lo largo de la historia institucional, los cambios que se sucedieron, los motivos
de stos, sus consecuencias y vinculaciones con otras cuestiones escolares.
Por ejemplo, pueden establecerse acuerdos entre distintas escuelas para compartir e
intercambiar modos de abordar la relacin con las familias y la participacin de stas
en los asuntos escolares. Tambin, pueden exponer sus experiencias y asesorarse
mutuamente respecto del establecimiento de redes comunitarias. Escuelas cercanas
de distinto nivel, donde una de ellas (media o bsica) recibe los alumnos egresados de
la otra (bsica o inicial) pueden comunicarse sus respectivas formas de trabajo, sus
pautas de convivencia e interaccin y otras cuestiones que contribuyan a facilitar el
pasaje del alumnado. Entre una escuela y un instituto de formacin docente, puede
realizarse un trabajo conjunto a los fines de elevar la excelencia en el rea de
matemtica. El intercambio con la biblioteca del lugar puede servir a los fines de
mejorar la organizacin de la biblioteca escolar, puede contribuir al aprendizaje de los
alumnos acerca de mtodos de indagacin y bsqueda de informacin y bibliografa,
etc.
Cuando se trabaja con otras instituciones, puede resultar conveniente que la funcin
de enlace sea asignada en forma especfica a un equipo que acte como referente,
coordinando las acciones, sin que por ello se descuide la participacin y contribucin
de todos los integrantes.
Profesionalizar la gestin
Las resistencias y rutinas del propio profesorado. Quejas, crticas que circulan en
los pasillos, las salas de reuniones. Rutinizacin de las prcticas profesionales, que
promueven inercia o rechazo a todo tipo de cambio.
El individualismo y el corporativismo interno. Se asocia con la metfora de las
aulas como cajas de huevos, que simboliza el aislamiento y a la excesiva libertad
de ctedra. Esto no tiene nada que ver con el concepto de individualidad, como
sinnimo de trabajo autnomo susceptible de formar parte del trabajo colectivo y
permitiendo su crecimiento.
Pesimismo y malestar docente. Esta sensacin se observa cuando los docentes se
sienten abrumados por la complejidad de los nuevos roles y tareas, y las
necesidades de responder a los rpidos avances del conocimiento, con muy pocos
recursos.
INNOVACIN
VISIN CAPACIDADES MOTIVACIN RECURSOS : TIEMPOS PROYECTOS Y PLANES TRANSFORMACIN
COMPARTIDA EXISTENTES INCENTIVOS
ESPACIOS, AGRUPAMIENTOS,
MATERIALES
DE ACCIN
CONFUSIN
CAPACIDADES MOTIVACIN RECURSOS : TIEMPOS PROYECTOS Y PLANES ANARQUA
EXISTENTES INCENTIVOS ESPACIOS, AGRUPAMIENTOS,
DE ACCIN ESFUERZOS
MATERIALES
AISLADOS
mbitos de intervencin
para la mejora escolar
Como ya se ha dicho anteriormente, el concepto de buenas escuelas es una nueva
sntesis que retoma argumentos positivos de algunos movimientos anteriores. Lo que
este movimiento plantea, es una estrecha relacin entre mejora del aula y mejora
de la institucin. Esto conduce a plantearse que buenas escuelas son aquellas que
pueden dar cuenta de una cultura en la cual se produce un aprendizaje, tanto de los
procesos de aula como los de la organizacin escolar en su conjunto, mostrando a la
vez calidad en los resultados.
Sin duda, esta perspectiva requiere de un replanteo ms amplio acerca de los
resultados esperados en los alumnos, de otra manera de concebir el mejoramiento de
los procesos de enseanza y aprendizaje que tienen lugar en el aula, pero
bsicamente, supone la promocin y el fortalecimiento de la capacidad interna de
cambio de cada escuela.
La siguiente es una reformulacin del modelo presentado por Antonio Bolvar, donde
intenta graficar la sntesis ms efectiva de los cuatro dominios relevantes cuando se
aspira a procesos de mejora en las instituciones. Estos son aspectos claves para
intervenir y resignificar desde la gestin directiva:
Mejores prcticas
en gestin
escolar
Enlaces y Desarrollo
lazos organizativo y
con la comunidad profesional
docente
Una concepcin amplia de la labor educativa incluye tanto los aspectos cognitivos,
como los afectivos, sociales y personales de todos los alumnos. En este sentido,
resulta relevante la atencin a aquellas cuestiones que ocurren tanto en las aulas
como las que tienen lugar dentro de la escuela, fuera de ellas. Esta preocupacin se
convierte en un aspecto central cuando se trata de comprender y entender la cultura
de los jvenes y se piensa en una escuela que atienda la demanda de este grupo
social. Tenti Fanfani expone claramente los principales problemas que tienen lugar
cuando se produce el encuentro de la cultura de los jvenes con la que es propia de la
tradicin escolar. Mientras que los nios en la escuela viven una continuidad relativa
entre su estatuto de nio y su estatuto de alumno, los adolescentes viven la
experiencia de una tensin entre el estudiante y el adolescente. Y no todos los
estudiantes logran articular en forma satisfactoria estos dos espacios de vida. Tambin
se ha sealado que los adolescentes y jvenes son portadores de una cultura social
hecha de conocimientos, valores, actitudes y predisposiciones que no coinciden
necesariamente con la cultura escolar y en especial, con el currculo o programa que la
institucin propone desarrollar.
Segn esta propuesta integradora de mejora de las prcticas, sera importante poder
integrar en los procesos de enseanza y de aprendizaje, la riqueza de la cultura que los
alumnos traen a la escuela, que aunque a veces tiene un carcter asistemtico,
disperso y vivencial, tiene una alta incidencia en la educacin formal o escolar
sistemtica. La idea es articular adecuadamente las cualidades positivas de los bagajes
previos con las de la modalidad educativa.
Estos aspectos convocan a pensar que una mejor enseanza ya no implica una mera
condicin individual, resultado de la experiencia particular de cada docente, sino que
tiene que ver con el grado de acuerdo y consenso que se logre a nivel de institucin, en
las formas de organizar el trabajo con otros, en la capacidad para integrar equipos
articulados que puedan llevar adelante y, entre todos, las metas propuestas por la
institucin.
De la misma manera, muchos estudios han sealado que el grado de implicacin de las
madres y los padres promueve una mayor eficacia en la escuela. Por lo general, las
familias y las escuelas se formulan entre ellos reclamos que parecen no ser escuchados
recprocamente. Las expectativas de unos y otros parecen no ser compartidas, an
cuando coincidan en los enunciados generales, tales como la transmisin de
conocimientos tiles y de normas para la convivencia en sociedad. Resulta importante
prestar atencin a esas desinteligencias e intentar formas de acercamiento y de
dilogo, que puedan abrir el camino hacia la construccin de acuerdos y hacia la
cooperacin. Para favorecer la comprensin mutua es necesario tener en cuenta que
las lgicas, perspectivas e intereses de las familias y las escuelas son, a veces,
diferentes. En consecuencia, se hace imprescindible promover situaciones de
encuentro, donde se d lugar a la expresin de las diversas posturas y a la bsqueda
de puntos de articulacin entre los intereses particulares, a fin de comenzar la
construccin de un trabajo conjunto.
Algunas formas que tiene la escuela para promover un acercamiento con las familias es
la participacin de los padres y madres en algunas clases. Puede ser compartir tareas,
enseanza de alguna habilidad por parte de familiares de los alumnos, promover
Roles en las clases: definicin de los roles de los profesores y de los estudiantes
en la determinacin de los objetivos y los procesos.
Estructura de la tarea: factores de la carga de trabajo, como divisin de las tareas,
horarios y rutinas.
Estructura de tiempo: organizacin del tiempo y su empleo por individuos y
grupos.
Contexto fsico y recursos: condiciones y efectos de las instalaciones y
equipamiento.
Regulaciones: poltica institucional, reglas, directrices y obligatoriedad.
Prctica docente: metodologa y empleo del tiempo por los profesores en las
clases.
Gestin del conflicto: modo en que son resueltos los conflictos en la institucin.
Los cuatro mbitos propuestos como espacios para la intervencin de la gestin escolar
forman un entramado dinmico y complejo de una institucin escolar en la bsqueda
de mejores prcticas. De modo que no es posible proponer cambios en la escuela si no
se abordan en conjunto todos los aspectos posibles en relacin, aunque puedan ir
abordndose paulatinamente. Un proyecto educativo globalizador no se puede realizar
sin tener en cuenta la convergencia de distintas transformaciones en coherencia con las
metas y propsitos de cada institucin. Es bastante difcil, por ejemplo, lograr el
compromiso de los docentes y el tiempo compartido para establecer acuerdos, en un
clima escolar de desaliento, de sospecha, si se mantiene una excesiva rigidez de las
normas, de los tiempos y espacios, y escasos vnculos interpersonales. En este sentido,
para entender el cambio de la institucin en la bsqueda de mejores prcticas se
podra utilizar la metfora del puzzle. Si una pieza no est presente o colocada en la
posicin adecuada en relacin con otras, el rompecabezas no se termina de
conformar.
Es sabido que cierto escepticismo recorre hoy las polticas de mejora puesto que tras
muchos y loables intentos de reformas curriculares y de innovaciones metodolgicas y
organizativas, la llamada gramtica de la escuela (las reglas bsicas que gobiernan la
vida escolar) y el aprendizaje de los alumnos permanece impasible. Con respecto a
esto, se podra decir que la sola modernizacin de la escuela con la introduccin de
tecnologas, el equipamiento de sus laboratorios, el ingreso de la ltima propuesta para
la didctica de alguna disciplina, el desarrollo del proyecto de la huerta orgnica, si
bien pueden representar algn cambio puntual para recuperar, no aseguran de por s el
logro de mejores aprendizajes para todos los alumnos ni para la institucin. Muchas
veces estas modificaciones constituyen un cambio de rtulo o nomenclatura donde se
modifican algunos nombres de las cosas pero el trasfondo sigue siendo el mismo.
Desde diferentes movimientos lo que se viene enfatizando es el lugar clave que ocupa
la institucin escolar sobre las polticas curriculares de mejora. Y esto ha cambiado
radicalmente las perspectivas, porque en lugar de creer y sostener que lo que hay que
mejorar es la dimensin individual de la enseanza, que sera como un cambio de
primer orden, es prioritario efectuar cambios a nivel de organizacin de las
instituciones educativas para que aquellos cambios curriculares de mejora de los
aprendizajes se sostengan y adquieran un desarrollo estable. Es as como la mejora de
los aprendizajes que es la misin ltima, que justifica la experiencia escolar, se hace
depender de la labor conjunta de toda la institucin.
En ese sentido, los cambios educativos pueden ser deseados y promovidos o instalados
desde las reformas, pero sern slo retrica si no pueden ser reapropiados y adaptados
en cada institucin, donde puedan introducirse transformaciones potentes en relacin
con los logros, en los modos habituales y establecidos en la cultura escolar existente.
Estas modificaciones tendrn que generarse desde adentro, de modo que cada escuela
pueda desarrollar su propia cultura innovadora. Es por estas razones que se justifica un
trabajo permanente sobre las fortalezas para la innovacin en las escuelas y resulta
clave la labor y la funcin de los equipos directivos, como lderes en la orientacin de
los procesos de mejora. Por lo tanto, se hace necesario focalizar en las funciones del
equipo directivo para poder acercar algunas respuestas-propuestas para el desarrollo
de esos procesos.
Las mejores prcticas requieren el reconocimiento del equipo directivo como el
impulsor privilegiado de los movimientos de mejora institucional, manteniendo
claridad en sus roles y funciones con respecto a los otros integrantes de la comunidad
educativa. Promover mejores prcticas implica tener metas consensuadas con
respecto hacia dnde va la institucin, a la delegacin de funciones al interior del
equipo directivo como lder de estos procesos, potenciando aquellos aspectos que sean
ms efectivos en cada integrante.
Bibliografa
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