La Investigacion Educativa
La Investigacion Educativa
La Investigacion Educativa
Teniendo presente que una simple definición siempre deja muy pobre un concepto tan
amplio como es el de investigación educativa intentaremos sintetizar su conceptualización
en la siguiente idea: un conjunto sistemático de conocimientos acerca cíe la metodología
científica aplicada a la investigación de carácter empírico sobre los diferentes aspectos
relativos a la educación.
Sin embargo, la mayoría de estas críticas no son suficientemente específicas, sobre todo si
se tiene en cuenta que el esfuerzo por fundamentar sólidamente las afirmaciones que se
aceptan rotundamente en la práctica diaria exige investigación. En palabras de Gage (1991)
“la investigación se hace necesaria para convertir las expresiones genéricas, de algún modo
siempre verdaderas, en algo más específico y valioso para la teoría y la práctica”. Lo que se
espera de la investigación en el ámbito educativo es que brinde un conocimiento
sistematizado y basado en evidencias demostrables sobre los fenómenos, como base para la
toma de decisiones en la práctica docente o en la política educativa.
Una definición muy extendida y de carácter general que recoge estas ideas sobre la
investigación educativa nos la ofrecía el Centro para la Investigación e Innovación
Educativas (CERI- Centre for Educational Research and Innovation): “Una búsqueda
sistemática y original, asociada con el desarrollo de actividades con la finalidad de
incrementar el caudal de conocimientos sobre la educación y el aprendizaje, y la utilización
de ese conocimiento acumulado para promover nuevas aplicaciones o para mejorar el
esfuerzo deliberado y sistemático en aras de transmitir, evocar o adquirir conocimiento,
actitudes, habilidades y sensibilidades, y cualquier tipo de- aprendizaje que resulte de este
esfuerzo” (CERI, 1995: 37).
Por su parte la OCDE (1996) plantea otra definición más operativa de la investigación
educativa en la que se engloban indicadores de los ámbitos temáticos objeto de interés: “La
investigación y el desarrollo educativo es la búsqueda original y sistemática, asociada al
desarrollo de actividades relacionadas con el contexto social, cultural y político en el cual
operan los sistemas educativos y donde el aprendizaje tiene lugar; a las finalidades de la
educación; a los procesos de enseñanza, aprendizaje y desarrollo personal de niños, jóvenes
y adultos; al trabajo de los educadores; a os recursos y los acuerdos organizativos para
apoyar el trabajo educativo; a las políticas y las estrategias para lograr los objetivos
educativos; y a los resultados sociales, culturales, políticos y económicos de la educación”.
En cualquier caso se trata de definiciones donde la naturaleza de la investigación educativa
recorre el amplio marco de la extensión del fenómeno educativo. Todo ello nos lleva a
aceptar diversas aproximaciones sobre “lo educativo” a través de métodos alternativos y,
como veremos en el próximo capítulo, justifica el debate clarificador entre los distintos
enfoques para generar el conocimiento en este ámbito preferentemente a las divisiones
únicas y totalizadoras. Justifica un pluralismo metodológico que, bien desarrollado, permite
combinar datos, procedimientos y técnicas para dar respuesta a la complejidad y los
requerimientos de cada contexto objeto de estudio.
Pero ¿por qué se hace investigación educativa? ¿Cuáles son las prioridades presentes y
futuras a las cuales la investigación educativa está llamada a ofrecer soluciones?
Pero la relevancia de los problemas y, por lo tanto, el valor del conocimiento pedagógico
aportado desde la investigación no puede quedarse al margen de los desafíos pendientes
que las actuales coordenadas sociales y políticas plantean a la empresa educativa a través de
nuevas y emergentes prioridades temáticas. Como resultado de los retos que afectan a la
educación, en 1996 la Comisión Europea (European Commissions, 1996: 52) apuntaba
algunos de los interrogantes que centran el interés más actual y futuro de la investigación
en los nuevos contextos:
“Sabemos muy poco sobre cómo la gente aprende y sobre las diferencias en función
del grupo de edad, el género y otras variables. Necesitamos saber más sobre cómo la
gente mayor y los jóvenes aprenden. Es incluso una cuestión más fundamental ver
cómo la gente adquiere un sentido de identidad y cómo éste se puede desarrollar,
haciendo que trascienda a las actitudes más nacionalistas (...). La investigación
sobre el mismo aprendizaje es una gran prioridad, incluyendo las formas en la que
las Tecnologías de la información y la Comunicación afectan al aprendizaje. Esto
incluye cuestiones tales como ¿Cómo la gente aprende a aprender en vez de
simplemente recordar hechos? ¿Cómo desarrollar métodos de formación que
permitan a los analfabetos de la UE tener acceso a los servicios de la sociedad de la
información?”.
Los temas más frecuentes en la investigación educativa son la formación del profesorado, la
gestión y organización educativa, la efectividad de la escuela, la política y la reforma
educativa. Calderhead (1998: 13) destaca los siguientes:
Si nos situamos en el contexto español las temáticas predominantes en los últimos años
delatan un rompecabezas de temas: la política y el sistema educativo; programas y
contenidos de la enseñanza; medios pedagógicos; rendimiento escolar y evaluación;
psicología y educación; educación especial, educación compensatoria e integración escolar;
profesorado; sociología y educación; orientación y formación profesional y ocupacional
(CIDE, 1995).
Según el criterio de datación o la naturaleza de los datos: los enfoques cualitativos versus
los enfoques cuantitativos
Así podemos distinguir la investigación individual, caracterizada por una forma de trabajo
en solitario (individualista) que exige el dominio de una serie de conocimientos y
habilidades de gran complejidad técnica (metodología, estadística, elaboración de
instrumentos, técnicas de análisis de datos) y que analiza los hechos a distancia, sin
implicarse los investigadores ni implicar a los actores (los sujetos) con la investigación. Se
trata de una aproximación a la investigación que caracteriza aquellos métodos orientados a
explicar qué pasa (conocer al alumnado, analizar formas organizativas y modalidades
curriculares, estudiar un modelo de intervención educativa, etc.) y generar un tipo de
conocimiento teórico y científico, abstracto, general y conceptual (Colás, 1997).