Pae Pie Diabetico
Pae Pie Diabetico
Pae Pie Diabetico
1. CONCEPTO
El pie diabético, en particular, se define como la infección, la ulceración y la
destrucción de los tejidos profundos, asociado a alteraciones neurológicas (pérdida de
la sensibilidad al dolor) y vasculopatía periférica de diversa gravedad en las
extremidades inferiores.
Según la Sociedad Española de Aniología Cirugía Vascular, el pie diabético es una
alteración clínica de base etiopatogénica neuropática inducida por la hiperglucemia
mantenida, en la que con o sin coexistencia de isquemia previo desencadenante
traumático, se produce la lesión o ulceración del pie.
2. PREVALENCIA
La prevalencia de la úlcera de pie diabético en la población diabética es 4-10%; la
condición es más frecuente en pacientes mayores. Se estima que alrededor del 5% de
todos los pacientes con diabetes presentan con una historia de ulceración del pie,
mientras que el riesgo de por vida de pacientes diabéticos que desarrollan esta
complicación es del 15%.
3. FISIOPATOLOGÍA
Podemos definir tres factores implicados en la aparición de lesiones a nivel de los pies
en los pacientes diabéticos: neuropatía, isquemia e infección
a) Neuropatía diabética
La neuropatía es la base fundamental sobre la que se desarrollan las manifestaciones
del pie diabético. Se trata de una polineuropatía que afecta tanto al sistema vegetativo
como al somático. La aparición de esta complicación, al igual que la nefropatía y la
retinopatía, va ligada al tiempo de progresión de la enfermedad, así como al control
metabólico.
b) Isquemia
El déficit de aporte sanguíneo al pie se traduce en una mayor dificultad para la
cicatrización de las lesiones producidas por la neuropatía, así como en una menor
capacidad de defensa frente a la infección.
c) Infección
El riesgo de infección observado en el pie diabético se debe a la pérdida de
continuidad de la envoltura cutánea del pie propiciada por la neuropatía que hace que
se produzcan muchas más lesiones y a la isquemia que retrasa su cicatrización. Esta
pérdida de continuidad supone una puerta de entrada para los microorganismos.
El estado de hiperglucemia altera la respuesta inmunológica aumentando la
susceptibilidad a la infección. Además la defensa frente a la infección demanda un
incremento del metabolismo, que apenas se puede dar cuando coexiste una situación
de isquemia.
1. CLASIFICACIÓN
Las clasificaciones del PD más conocidas son Wagner (Tabla 1), UT (Universidad de
Texas) y del grupo internacional PEDIS; siendo la primera más sencilla, conocida y
aceptada en el mundo. La clasificación UT tiene una ventaja adicional al clasificar la
isquemia y la infección:
A. No isquemia, no infección
B. Infección, no isquemia
C. Isquemia no infección
D. Infección e isquemia.
Cada una de estas categorías debe combinarse con la profundidad, parecida a la
primera parte del Wagner, que se indica como sigue:
0. No úlcera
1. Úlcera superficial,
2. Úlcera profunda hasta tendones
3. Úlceras profunda hasta hueso
Por ejemplo la clasificación 3D es la más compleja que generalmente indica
amputación; sin embargo con una visión integral del PD casi todas las amputaciones
en esta clasificación se pueden evitar.
La clasificación PEDIS (P: perfusión; E: extensión; D: depth-profundidad; I: isquemia;
S: sensibilidad) es importante porque permite conocer, en forma adicional, la superficie
de la úlcera y el compromiso neuropático que no fueron tomados en cuenta en las
clasificaciones anteriores.
2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los primeros signos que deben alertar sobre el inicio de un pie diabético son el
enrojecimiento de algunas zonas del pie, el aumento de su temperatura, zonas
callosas que no mejoran, y que finalmente se ulceran. Estas lesiones iniciales pueden
progresar hasta llegar a una ulcera profunda y alcanzar el hueso provocando
una osteomielitis, y finalmente en situaciones muy avanzadas una gangrena del pie.
Con un buen seguimiento y control son lesiones evitables.
Se debe realizar una inspección frecuente por parte del médico o enfermeras de las
zonas del pie, evaluar la sensibilidad (superficial y a la vibración, con microfilamento y
diapasón, respectivamente) para detectar los primeros signos de neuropatía, realizar
el índice tobillo/brazo para valorar la arteriopatía y mantener una vigilancia estrecha de
heridas aparentemente inofensivas.
Ante la aparición de callosidades o algunas deformidades, no se debe dudar en remitir
a la consulta de un podólogo o de un traumatólogo, según sea el tipo de lesión.
Cuando se detecten lesiones de este tipo se indicarán antibióticos y una eliminación
cuidadosa de la piel infectada o necrótica mediante curas diarias en su centro de
salud, o curas más complejas que precisan de un cirujano vascular.
1. DIAGNOSTICO MEDICO
Todos los pacientes con diabetes tipo 1 y 2 pueden presentar pie diabético. Debido a
esto se tiene que hacer una revisión periódica con el médico para prevenir las ulceras
causas por el pie diabético.
a) Propósito del diagnóstico del pie diabético
Incrementar el conocimiento del paciente con diabetes para así poder prevenir
las complicaciones que puede causar el pie diabético.
Que el paciente sea consciente que tiene que revisarse periódicamente sus
pies.
Prevenir que el paciente a largo plazo sufra de ulceras o de amputaciones.
Durante este examen se le pide al paciente que cierre los ojos y se presiona
perpendicularmente por un segundo empezando por el dedo “gordo del pie” y luego se
sigue en las otras 3 áreas que pueden ver en la imagen superior. El monofilamento se
debe presionar hasta que se doble. Este examen se debe hacer en ambos pies.
Si el paciente no tiene sensación en estas áreas, es muy probable que se genere una
ulcera y por consiguiente padezca de pie diabético.
Deformaciones
Al paciente con diabetes tipo 1 o 2 se le hace una revisión del sistema vascular del pie
que consta de 2 áreas:
Si por alguna razón el pulso en estas áreas no está presente, el paciente tiene alto
riesgo de sufrir de ulceras severas y de amputaciones.
1. TRATAMIENTO
a) Terapia causal
Óptima regulación del nivel de glucemia.
1. PRONOSTICO
El pronóstico de una herida en un pie diabético es relativo y depende de muchos
factores, como son la extensión de la herida, datos de infección, tiempo de evolución.
Mientras más pronto sea detectada cualquier alteración en un pie diabético, mejor será
el pronóstico de curación del mismo. El diabético debe autoexplorarse diariamente
ambos pies y mantener una higiene escrupulosa para evitar complicaciones.
2. PREVENCION
Inspección diaria del pie para detectar lesiones ampollosas, hemorragias,
maceraciones o escoriaciones interdigitales. Se utilizará un espejo para la
inspección de la planta y talón.
Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para
detectar resaltes, costuras con rebordes o cuerpos extraños, que deberán ser
eliminados.
El calzado idóneo es aquel que cumple estos principios básicos:
Absorción de la carga mediante plantillas elásticas.
Ampliación de la carga por distribución de la presión en mayor área.
Modificación de zonas de apoyo conflictivas.
Por tanto, el tipo de calzado debe ser siempre extraprofundo y ancho;
cuando no existe deformidad se asociará a plantillas blandas para
distribuir la presión y, si existe deformidad, a órtesis rígidas para
disminuir y distribuir las presiones anormales.
Las zapatillas de deporte que tengan estas características son las más
adecuadas para los paseos.
Cambiar los calcetines y los zapatos dos veces al día.
No caminar nunca sin calzado. Utilizar zapatillas amplias en lugares como la
playa o piscina.
No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas para
calentarlos.
No utilizar nunca la resección de uñas encarnadas o callosidades. Acudir al
podólogo.
No apurar el corte de las uñas, sino hacerlo de forma recta y limarlas
suavemente.
Lavar los pies con agua y jabón durante cinco minutos. Proceder a un buen
aclarado y un exhaustivo secado, sobre todo entre los dedos.
Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura
con el codo.
Aplicar crema hidratante después del baño.
Notificar a su enfermera o médico la aparición de hinchazón, enrojecimiento o
ulceración, aunque sea indolora.
1. CASO CLÍNICO
Varón de 62 años que lleva una vida sedentaria. Diabético de larga evolución que
además padece complicaciones derivadas de esta enfermedad, como son la
retinopatía diabética y neuropatía autonómica sin enfermedad vascular periférica
arterial (EPVA).
Tiene un nivel deficiente de autocuidado, no acude a las citas para el control los pies y
de la enfermedad. Además, sufre HTA y dislipemia mal controlada debido a sus
hábitos alimenticios y de vida.
Actualmente se encuentra en tratamiento con Insulina Levemir (tiene una acción
prolongada y constante de reducción de azúcar a las 3 o 4 horas siguientes a la
inyección) y Metformina 850mg para la diabetes y Simvastatina y Losartan para la
dislipemia y HTA. Durante la valoración el paciente se muestra colaborador y más
sensibilizado con respecto a la enfermedad, refiere tener miedo ante la posibilidad de
que las complicaciones derivadas de la enfermedad vayan a más, por lo que promete
cumplir el tratamiento, cambiar sus hábitos de vida y acudir a las consultas las veces
que precise.
Se controla funciones vitales:
PA: 160/90 mmHg FC: 75 lpm FR: 20 rpm T: 36.8ªC HGT: 175 mg/dl
Peso: 89 kg Talla:170 cm
El pie izquierdo presenta aspecto edematoso y elevación de la temperatura local que
cede con la elevación del miembro, además padece una úlcera de un mes de
evolución, localizada en la zona plantar de este mismo pie. No presenta signos ni
síntomas compatibles con infección.
Documentación de la úlcera:
- Clasificación: Ulceración grado I-C (según Sistema de Clasificación de la Universidad
de Texas)
- Localización: Pie izquierdo, zona plantar.
- Tamaño: 2cm de diámetro (medidos sobre la base de la herida).
- Base: Tejido de granulación viable con pequeños focos fibrosos.
- Borde: Hiperqueratósico. Zona marginal de aspecto edematoso.
- Exudado: Sero-hemático, baja cantidad, ausencia de olor
2. INTERVENCIONES DE ENFERMERIA
Deterioro de la Mantener Manejo de presiones Los pies sostienen la totalidad Cicatrización correcta de
integridad hidratada en Colocar la zona de presión sobre una del peso corporal y permiten la la úlcera diabética que
cutánea R/C proceso de almohadilla de espuma de poliuretano. movilidad locomotora. Sin padece y evita la aparición
deterioro de la cicatrización la Observar si hay zonas de embargo, y pese a esa de nuevas lesiones
circulación M/P zona afectada. enrojecimiento o solución de relevancia física, quedan a cutáneas.
úlcera diabética continuidad de la piel. menudo olvidados y relegados
Vigilancia de la piel a un segundo plano en lo que
El paciente deberá evitar la excesiva a cuidados se refiere.
sequedad de la piel aplicándose crema Un calzado inadecuado, el mal
hidratante todos los días después de secado al salir de la ducha y la
la ducha, así como la humedad, falta de hidratación provocan
infecciones, etc. siguiendo las pautas que nuestros pies presenten
proporcionadas del cuidado de los todo tipo de problemas
pies.
Cuidados circulatorios: Insuficiencia
arterial.
Realizar una valoración exhaustiva de
la circulación periférica una vez al mes
en la consulta de enfermería (p. ej.,
comprobar los pulsos periféricos,
edemas, color y temperatura.
DX DE OBJETIVO INTERVENCIONES FUNDAMENTO EVALUACION
ENFERMERIA
Disposición Favorecer y Enseñanza: Cuidados de los pies. Cuidado de los pies: Paciente adquiere una
para mejorar la conservar La enfermera le enseñará a explorarse Las revisiones del pie son muy participación activa en los
gestión de la en buen toda la superficie de los pies y entre los importantes, ya que un buen cuidados de su
propia salud estado de dedos buscando la presencia de control de los mismos evitara enfermedad, adopta
M/P el deseo de salud. enrojecimiento, tumefacción, calor, futuras complicación. comportamientos de
manejar sequedad, maceración, sensibilidad autocuidado,
correctamente dolorosa y zonas abiertas, para que el introduciendo cambios en
la enfermedad paciente lo realice a diario. el estilo de vida.
Ayuda en la modificación de sí mismo
El paciente deberá cambiar los hábitos no
deseables evitando fumar, el consumo de
bebidas alcohólicas y azucaradas para
poder lograr los objetivos.
La enfermera ayudará al paciente a
formular un plan realista y a buscar las
estrategias más efectivas para el cambio
de conducta.
Enseñanza: Individual
La enfermera reforzará las conductas
elogiándole por los comportamientos
deseables.
DX DE OBJETIVO INTERVENCIONES FUNDAMENTO EVALUACION
ENFERMERIA