Crónica Del Huamangazo Rock 2017
Crónica Del Huamangazo Rock 2017
Crónica Del Huamangazo Rock 2017
Organizar este evento se ha convertido en una responsabilidad que asumimos con mucha preocupación, pero
a la vez con la visión de que con el tiempo este concierto se convierta en un referente de la producción
regional a nivel musical. Es por ello que en septiembre del 2017 fuimos convocados por el Ministerio de
Cultura, junto a otros representantes de la escena cultural ayacuchana y nacional, para interactuar sobre la
problemática de la gestión cultural en el país en función a sus instituciones. Fue una mañana en Lima y desde
aquella sesión ciertas perspectivas sobre el Huamangazo Rock cambiaron. Es necesario aceptar la realidad
de una determinada comunidad cultural y evitar espejismos. Lo concreto es que la escena rock ayacuchana
ha cambiado y, a grandes rasgos, vamos a pasar a explicarles en qué.
Casi todos los músicos participantes en el Huamangazo Rock provienen de familias con afinidad por la música,
en muchos casos de cultores del huayno ayacuchano; en resumen, de familias con un clima musical. Abuelos,
padres, tíos, etc., alguien en casa siempre tocó la guitarra o cantaba huaynos. Ello se ve reflejado en los hijos
de estos, que desde finales de los ochenta, con cierto énfasis en los noventa y mayor despegue en la primera
década del 2000, estos descendientes formaron una banda de rock, no necesariamente por “alienación”
como ciertos dogmáticos marxistas quieren hacer creer, sino porque la música es un fenómeno mundial y si
la sientes, entra en ti y la disfrutas (más allá de las banderas).
El Huamangazo Rock se originó como un medio en la web para difundir a las bandas ayacuchanas con temas
propios. Desde luego la idea no fue del agrado de varias personas que inferían una cierta discriminación.
Los tiempos cambian y la masificación de las bandas tributo han convertido en su momento a la productiva
escena rock ayacuchana del 2000 en algo que ya no existe. Nuestro propósito no es pontificar sobre el rock
ayacuchano pero sí expresar nuestras observaciones. Ahora la gran mayoría de bandas juveniles hacen cover
en el sentido facilista del término. Todos empezamos tocando los temas de otros, pero resulta
contraproducente que esto sea la tendencia porque tiende a homogenizar a un sector que debe ser diverso
por esencia. A más diversidad en la música, mejor, ¿no?
Aproximadamente un 80 % de las
bandas rock en Ayacucho sean de
covers, algo así como karaokes
ambulantes que ya no desean crear un
repertorio propio. Por ahí
comentábamos con algunos amigos
que esto se debe al boom de los
programas concursos como Yo soy y
afines, aunque también muchos de los
actuales músicos son remunerados por
ello y obvio que es una manera de
generarse ingresos. También por eso
debe ser que muchas de las bandas
cover no duran tanto; terminan por 2. Carlos Chávez de Actus Trágicus
separarse y ello se debe a la ausencia de esa mística inherente que tiene una banda de rock con producción
propia.
Recuerdo muy bien que en el 2008 estaban Mutaytas, D. Diadema y Proyecto Quimera tocando casi todos
los fines de semana, o al menos haciendo sus propias canciones con miras de grabar un álbum, evidenciando
trabajo e ideales por la música; porque, a final de cuentas, eso es lo verdaderamente interesante al
conformar una banda: hacer tus propios temas y tocarlos para compartirlos.
Algunos músicos de esa generación de finales de la primera década del 2000 siguen tocando, otros ya no por
cuestiones laborales o ritmos de vida distintos a los de aquella época. Tocar en el Huamangazo Rock se ha
convertido por eso en el reencuentro de estos actores que no viven de la música y que ni esperan vivir de la
música, sino que viven para hacer música y disfrutarla. Tal cuestión hemos entendido en la última edición del
evento. El Huamangazo Rock, en suma, es la fiesta del rock ayacuchano.
Días antes del Huamangazo publicamos el horario de las bandas. Nunca pensamos que algo tan insignificante
nos daría tanta hipertensión. Lo importante del rock es tocar, qué importa la hora (salvo que quieras ser el
centro de la fiesta y tu ego sea tan grande como el Campanayoq). No intento generalizar, pero fue una gran
molestia tener que lidiar con tanta frivolidad. El horario estelar, digamos, es cuando el local está repleto; esto
ocurre cuando el desarrollo del concierto está a un 40 %. Algunos por supuesto tenían motivos justificables
por la trayectoria de su banda y obvio están en lo sensato, pero otros no y que, sin coordinar con la
organización, prefirieron no tocar ―ya más adelante les contaré el motivo―.
Para esta edición del Huamangazo queríamos experimentar un orden distinto con el ánimo de generar
dinámica, vaivenes y oscilaciones: programar a las bandas más interesantes y vigentes al inicio, medio y fin;
¡pero no!, algunos querían tocar a la medianoche a como dé lugar. En fin.
El concierto estaba programado para las 6 p. m. Desde las cinco de la tarde ya estaban haciendo prueba de
sonido y luces. Lo hicieron Terranova, La Hoja y Bluestuta. Pero la verdad es que… no había nadie. ¡Jaaaaaa!
Hay desde luego varios motivos: la distancia, principalmente; y también ciertas preferencias generales que
hemos notado y todos conocen: “ir a la tocada a las nueve”. El local se ambientaba con música de fondo a
través de los altoparlantes del evento; sonaban canciones del rock ayacuchano: D. Diadema, Proyecto
Manatíes, Lunazul, Mutaytas, Actus Trágicus, La Hoja, Siática, Arnawan, Simples Locos, Blazoft, y más.
En el transcurso iban llegando nuestros hermanos del restaurante itinerante Mikuy. De seguro los asistentes
pudieron degustar las exquisitas brochetas con ají (había de varios tipos) y su agüita de cedrón, muña,
manzanilla, etc.
A las 9 p. m. inició todo. Los
primeros en tocar fueron Killa
desde Huancavelica. La banda
tenía un ensamble de rock con
arreglos de vientos andinos:
quenas, flautas, antaras, etc.
que tenían una textura sonora
muy natural, y no tan artificiosa
como la de algunos grupos de
“fusión”. Aunque el local
todavía no estaba con tanto
público, se escucharon
7. Killa desde Huancavelica innumerables aplausos a esta
muy buena banda Huancavelicana. Resaltaron sus versiones de José María Arguedas, el Cóndor Pasa, así
como la popular Trencito Macho que hizo que recordáramos a nuestros abuelitos.
Luego sucedió algo que incomodó el desarrollo del evento: Post Galazer, una de las mejores bandas de la
actual escena ayacuchana, próximos a publicar su primer álbum, tuvo una pésima presentación por no
encontrarse conscientes de sus actos y tuvieron que ser bajados del escenario. La banda ya se disculpó ante
un miembro del colectivo y, en serio, esperamos que este hecho no vuelva a suceder jamás.
Como a las 10 p. m. tuvo que ingresar
Terranova. Había descoordinación en
el horario como es evidente. Pero lo
que sucedió luego del altercado con
la anterior banda fue espectacular.
Terranova ingresó en medio del
humo y las luces parpadeantes. Se
instalaron con rapidez y de inmediato
tocaron sus temas propios que,
valgan verdades, están muy buenos.
Siempre resaltamos de ellos la corta
edad en la que iniciaron en la música
tocando covers como es natural y
propio de la evolución de cualquier
agrupación, pero que con el tiempo, 8. Terranova
tras incrementar su bagaje musical, han ideado temas propios con un estilo muy alternativo; algo así como
una banda de power pop. El show cautivó y sorprendió a muchos y absorbieron la ovación del público. Una
de las mejores bandas de la noche. No hay duda.
Una de las cosas que más nos gustó es la fidelidad y cariño que se le tiene al Huamangazo. Ello quedó
demostrado en el público que, para las 11 p. m. ya estaban medicados con rock ayacuchano. El local era
amplio y cómodo; a muchos les gustó. Después de varias ediciones del evento, tocaba el turno de Memphis,
una banda de hardcore melódico y metalcore. El público también los ovacionó, y es que el ataque de sus
temas es muy contundente: voces guturales, coros a dos versos, y una batería muy poderosa que emanaba
del furor con el que Amidab, a quien notamos bastante cómodo y eficaz para tocar esas variantes del rock.
Él es un baterista para el rock más agresivo (recordemos que también toca en Mutaytas). La banda tuvo un
buen show y destacó el sencillo Todos te arrastran.
Al momento ingresó Mutaytas, una banda liderada por Jefferson Saravia. En el concierto tocaron los temas
más conocidos de la banda, sobre aquellos que tocaban en el 2008, 2009, 2010, y alguno que otro cover. Ellos
vienen en actividad desde hace varios años con normalidad, esto se debe al empeño que Jeff le pone al
proyecto más allá de las críticas (como dato, este año Mutaytas publicará su primer disco). Recibieron
muchos aplausos. Terminaron de tocar y la medianoche se amalgamaba con el humo.
Luego de Actus Trágicus vendría Concepto de Pacto: también una de las mejores bandas de la noche. Tocando
interesantes covers de rock alternativo, muy bien ejecutados, con un talentosísimo cantante y guitarrista,
Rodolfo Chávez, músico muy respetado de la escena ayacuchana, dejando a varios sorprendidos por la
calidad y poder del show que entregaron.
A eso de la 1:30 a. m. el evento era lo más explosivo de todo el bulevar de Carmen Alto. El Acuchimay nos
protegía. La Hoja se reunía después de un par de años y sus miembros estaban más que emocionados.
Pudimos presenciar un ensayo de la banda, días antes del evento, en la que nos contaron varias historias y
anécdotas de aquellos años (2000, 2001,
2002, etc.). Tuvieron una presentación
muy emotiva, tocando los temas propios
que han venido componiendo. Bien se
sabe que La Hoja es uno de los grupos de
rock and blues con mayor tiempo en la
escena. Había mucha camaradería en el
ambiente. Esto era el Huamangazo Rock.
Bluestuta fue la siguiente banda en escena. Adelantando lo que será su primer disco, el grupo dio un
concierto muy enérgico en cuyos temas se entrelazan historias de épocas lamentables y declaraciones de
afecto. El saxofón emerge como una voz más, complementaria a la de Francisco Meléndez quien, en pleno
espectáculo, termina poseído por la potencia de su banda, demostrando ser uno de los mejores frontman
del rock ayacuchano. Ya eran las 3 a. m.
Sueño Stereo no pudo participar por descoordinación entre sus integrantes. El final llegó con La Reyerta a las
4 a. m. La banda ayacuchana radicada en Lima encantó al respetable con Cumbia Pop, cover de Los Beltons,
y otros sencillos de la música tropical de los setenta. Mucha gente se puso a bailar. Así, entre anécdotas para
compartir, el Huamangazo finalizó con mucha satisfacción. Conocimos a un público fiel que nos motivó a
continuar con este evento. El Huamangazo continuará…
Colectivo HR: Diego Ozaita, Milton HJ, Jimmy Aquino,
Dany Boluarte, Bany Bellido, Jean Gutiérrez,
Braigan Vega, Edison Venegas, Alex García.
IN MEMÓRIAM
Fernando García Castellano, “Sata”.
Siempre te vimos en los Huamangazos.
Descansa en paz, amigo.