Mensaje Del Papa Francisco en Ocasión de La Cuaresma 2018.
Mensaje Del Papa Francisco en Ocasión de La Cuaresma 2018.
Mensaje Del Papa Francisco en Ocasión de La Cuaresma 2018.
pueblo cristiano
con motivo de la Cuaresma 2018
Como todos los años, con este mensaje deseo ayudar a toda la Iglesia a
vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia; y lo hago
inspirándome en una expresión de Jesús en el Evangelio de Mateo:
«Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (24,12).
Esta frase se encuentra en el discurso que habla del fin de los tiempos
y que está ambientado en Jerusalén, en el Monte de los Olivos,
precisamente allí donde tendrá comienzo la pasión del Señor. Jesús,
respondiendo a una pregunta de sus discípulos, anuncia una gran
tribulación y describe la situación en la que podría encontrarse la
comunidad de los fieles: frente a acontecimientos dolorosos, algunos
falsos profetas engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar
la caridad en los corazones, que es el centro de todo el Evangelio.
Un corazón frío
2
«Salía el soberano del reino del dolor fuera de la helada superficie, desde la mitad del
pecho» (Infierno XXXIV, 28-29).
sus Sacramentos3. Todo esto se transforma en violencia que se dirige
contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras
«certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso,
el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras
expectativas.
3
«Es curioso, pero muchas veces tenemos miedo a la consolación, de ser consolados. Es más,
nos sentimos más seguros en la tristeza y en la desolación. ¿Sabéis por qué? Porque en la
tristeza nos sentimos casi protagonistas. En cambio en la consolación es el Espíritu Santo el
protagonista» (Ángelus, 7 diciembre 2014).
4
Núms. 76-109.
5
Cf. Benedicto XVI, Enc. Spe salvi, 33.
El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a
descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío.
Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un
auténtico estilo de vida. Al igual que, como cristianos, me gustaría
que siguiésemos el ejemplo de los Apóstoles y viésemos en la
posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás un testimonio
concreto de la comunión que vivimos en la Iglesia. A este propósito
hago mía la exhortación de san Pablo, cuando invitaba a los corintios
a participar en la colecta para la comunidad de Jerusalén: «Os
conviene» (2 Co 8,10). Esto vale especialmente en Cuaresma, un
tiempo en el que muchos organismos realizan colectas en favor de
iglesias y poblaciones que pasan por dificultades. Y cuánto querría
que también en nuestras relaciones cotidianas, ante cada hermano que
nos pide ayuda, pensáramos que se trata de una llamada de la divina
Providencia: cada limosna es una ocasión para participar en la
Providencia de Dios hacia sus hijos; y si él hoy se sirve de mí para
ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis
necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?6
El fuego de la Pascua
6
Cf. Pío XII, Enc. Fidei donum, III.
Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con
celo el camino de la Cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y
la oración. Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la
caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre
nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de
nuevo.
Una ocasión propicia será la iniciativa «24 horas para el Señor», que
este año nos invita nuevamente a celebrar el Sacramento de la
Reconciliación en un contexto de adoración eucarística. En el 2018
tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las
palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». En cada diócesis,
al menos una iglesia permanecerá abierta durante 24 horas seguidas,
para permitir la oración de adoración y la confesión sacramental.
FRANCISCO
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Misal Romano, Vigilia Pascual, Lucernario.