Temporada de Patos
Temporada de Patos
Temporada de Patos
El cine mexicano
empieza a provocar
alucinaciones entre los
porristas oficiales del
Imcine y anexas. Es tan
apremiante la necesidad
de encontrar al cineasta
que saque del hoyo a la
industria fílmica nacional
que al menor indicio de
que existe una cinta no tan mala como las demás, y que además ha corrido con suerte en algunos
festivales, los expertos de todos conocidos se apresuran en proclamar su genio. Esto es lo que le
está sucediendo a Fernando Eimbcke con su opera prima, una película sencilla, que logra lo que
se propone, pero que de ninguna manera puede considerarse una nueva obra maestra.
Quienes estén al tanto de lo que se viene haciendo en el cine independiente gringo desde hace ya
varios años reconocerán muchos elementos de éste en Temporada de Patos. La historia que cuenta
Eimbcke en su doble tarea de director y guionista es la de Flama (Daniel Miranda) y Moko (Diego
Cataño), dos chavitos de 14 años que tienen todo el domingo para jugar Halo, tragar pizzas y hacer
lo que les dé la gana en el departamento que el primero comparte con su mamá en Tlatelolco.
Gracias a que la señora está ausente, obligada a asistir a una reunión familiar, los dos amigos
disponen de todo el tiempo y la libertad necesarios para aprovechar este fin de semana, que tal vez
sea el último que puedan compartir si Flama se muda con su madre a otra ciudad, tras un divorcio
que ha degenerado en continuas peleas entre sus progenitores.
Lo que se perfila como una perfecta tarde de hueva se les complica a los protagonistas cuando la
vecina Rita (Danny Perea), una adolescente dos años mayor que ellos, toca a la puerta y pregunta
si puede usar el horno 15 minutos para preparar un pastel. Aunque Moko y Flama preferirían estar
solos, aceptan que Rita haga uso de la cocina al tiempo que ellos juegan hasta que sucede lo
impensable: se va la luz. Mientras esperan que vuelva se les ocurre pedir una pizza y esto se
convierte en una nueva complicación cuando los chavos y el repartidor no logran ponerse de
acuerdo, ellos dicen que la pizza llegó once segundos tarde mientras que el empleado insiste que
fue puntual, por lo que este último decide no irse hasta que le paguen.
Desde el momento en que aparecen los créditos iniciales, acompañados de la música de Natalia
Lafourcade, podemos ver que Eimbcke se mantiene fiel al estilo que ha venido practicando en sus
cortometrajes (por ejemplo, La Suerte de la Fea a la Bonita no le Importa) y en los videos
musicales que ha dirigido para Plastilina Mosh, El Gran Silencio, Molotov y la misma Lafourcade.
Es uno de los pocos cineastas que no se toma las cosas demasiado en serio y por eso es lógico que
para su primer largometraje haya decidido narrar las pato aventuras de dos chavitos adolescentes
que en apariencia no tienen ninguna preocupación en la vida y que pasan gran parte de su tiempo
discutiendo tonterías, como todos hacíamos a esa edad.
Flama asume una postura frente al divorcio de sus padres, Moko reconoce que se siente atraído
por su amigo, el repartidor de pizzas evalúa lo que ha hecho de su vida y Rita prepara brownies con
mariguana como auto regalo de cumpleaños. Aunque suene como algo muy serio y dramático, los
cambios que sufren los protagonistas aparecen bajo la forma de conversaciones sin sentido, bailes
bobos y bromas pesadas. Es el tipo de narración que los gringos dominan Descubriendo la
Amistad y Momentos de Perdón, con sus temas de encuentros inesperados y flojera cotidiana.
En este sentido, Temporada de Patos es una adecuada adaptación del estilo norteamericano a la
realidad del país, con sus multifamiliares y sus tradiciones propias, por mucho que la clase media
mexicana quiera parecerse a su contraparte gringa. Esto no significa que la película de Eimbcke
sea perfecta. Tiene serios problemas de ritmo, su corta duración no la exime de volverse aburrida
en ciertos momentos y da la impresión de que se le pudo suprimir media hora sin afectar la trama
ni el desarrollo de los personajes. Hay varias secuencias como la del repartidor de pizzas
recorriendo las calles de la ciudad hasta llegar a su destino que son innecesarias y que alargan la
cinta sin que las referencias a los videojuegos o los guisos malogrados de Rita la hagan más
soportable. A esto también contribuye la decisión de filmar en blanco y negro y no para que
automáticamente convierta a una película en una imitación de Bergman, sino porque literalmente
le resta colorido a una historia que pudo beneficiarse de la influencia bien asimilada del pop art.
Esto lleva al principal motivo para que Temporada de Patos no sea la obra maestra que algunos
quieren y es que a lo largo de la película esta apuesta por el minimalismo se convierte en un lastre
para los actores jóvenes, que por su inexperiencia no pueden librar este obstáculo. De cualquier
manera, esta es una obra que nos permite pensar que Eimbcke es un director con futuro.
¿Actualmente es escritor de cabecera del productor oziel torres, quien junto a Philips han crean
inolvidables historias, actualmente escribe los libretos de Quién eres tú?
BIBLIOGRAFIA
➢ https://es.wikipedia.org/wiki/Temporada_de_patos
➢ https://www.youtube.com/watch?v=PdmM4SJApqk
➢ http://www.imdb.com/title/tt0407246/