Acto Autentico

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ACTO AUTENTICO

Acto escrito u otorgado por un oficial publico con derecho y capacidad para
instrumentar en el lugar donde se redacta el acto, y con las solemnidades requeridas.

2. El acto auténtico es definido por el artículo 1317 del Código Civil Dominicano, como
"aquél acto que ha sido otorgado por ante oficiales públicos, que tienen derecho de
actuar en el lugar donde se otorgó el acto, y con las solemnidades establecidas por la
ley".

El Acto Auténtico

La definición del acto auténtico la encontramos en el artículo 1317 del


Código Civil Dominicano cuando expresa que: Es acto auténtico el que
ha sido otorgado por ante oficiales públicos, que tienen derecho de
actuar en el lugar donde se otorgó el acto, y con las solemnidades
requeridas por la ley.

El acto auténtico debe ser redactado con las solemnidades requeridas,


destinadas a aumentar las garantías que debe presentar como son: estar
escrito en idioma español, en un sólo contexto en el anverso y reverso de
la hoja de papel, sin abreviaturas, espacios en blanco, lagunas ni
intervalos y firmados por las partes y el oficial público que lo realizó, de
conformidad al artículo 21 de la Ley 301 sobre Notariado.

El acto auténtico tiene una mayor fuerza probatoria que el acto bajo
firma privada por las siguientes razones:

a) Los actos auténticos hacen fe de su escritura, sin que sea necesaria


una verificación y solo pueden ser contestados por un procedimiento
sumamente complicado como lo es la inscripción en falsedad.

b) Hacen fe de su fecha aún antes de efectuado el registro


correspondiente.

c) Hacen fe de su contenido bajo reserva de la inscripción en falsedad,


para todo lo que el notario declare haber contactado personalmente.
d) Revestido de una fórmula ejecutoria, el acto auténtico permite al
acreedor, a falta de ejecución voluntaria, recurrir, sin sentencia previa a
la ejecución forzosa por un tribunal competente para proceder a un
embargo.

El artículo 545 del Código de Procedimiento Civil plantea al respecto:


"Tienen fuerza ejecutoria las primeras copias de las sentencias y otras
decisiones judiciales y las de los actos notariales que contengan obligación
de pagar cantidades de dinero, ya sea periódicamente o en época fija; así
como las segundas y ulteriores copias de las mismas sentencias y actos
que fuesen expedidas en conformidad con la ley y en sustitución de la
primera".

En tal sentido, el artículo 46 de la Ley 301 establece que: "Únicamente


las primeras copias o las ulteriores que sea expedidas con autorización del
Juez de Primera Instancia de acuerdo con el artículo siguiente, podrá
servir de título para realizar actos de ejecución".

El artículo 47 de la indicada Ley prescribe que: "No podrán expedirse


ulteriores copias que sustituyan a la primera de actas notariales que
contengan obligación de pagar sumas de dinero o entregar objetos
susceptibles de evaluación, sino en virtud de auto del Juez de Primera
Instancia, por causa debidamente justificada. De dicho auto se hará
mención al margen de la escritura original".

Por otra parte, el artículo 48 prescribe que no podrán expedirse copias de


actas notariales a terceras personas, sino en virtud del auto del Juez de
Primera Instancia, siempre que justifique un interés legítimo y el artículo
49 faculta a que de las actas notariales puedan expedirse segundas o
ulteriores copias a las partes, o a sus herederos y causahabientes.

Todo acto auténtico se presume lícito y de buena fe, constituyendo un


documento que se basta por si mismo con suma eficacia.

Hay que resaltar el hecho de que son los actos públicos o auténticos los
que exigen de la rigurosidad de la ley, a diferencia de los actos bajo firma
privada, porque estos últimos no tienen que ser protocolizados de
manera obligatoria, ya que el contenido y fuerza probatoria es de interés
privado, solo ligan a las partes comparecientes, sus herederos y
causahabientes, no se oponen a los terceros; por tanto, el notario solo da
fe de que las firmas fueron estampadas en su presencia, no da fe del
contenido del documento privado.

El Código Civil Dominicano plantea de forma clara la eficacia del


contenido de los actos auténticos en sus artículos 1318 al 1319, cuando
prescriben que: “ART. 1318.- El documento que no es acto auténtico, por la
incompetencia o incapacidad del oficial o por un defecto de forma, vale
como acto privado si está firmado por las partes. ART. 1319.- El acto
auténtico hace plena fe respecto de la convención que contiene entre las
partes contratantes y sus herederos o causahabientes....”

Refiriéndose a la fe del documento público el Profesor Carbonier


comenta: “El documento hace prueba de sí mismo, sin que su veracidad
material o ideológica pueda combatirse. Esa fuerza probatoria difícil es de
enervar, (pues el procedimiento de impugnación por falsedad ofrece
escasísimas probabilidades de éxitos), se extiende al origen y fecha del
documento, así como gran parte de su contenido" (Jean Carbonier,
Derecho Civil. P.344. Tomo II).

Debemos precisar además que no solo los actos auténticos


instrumentados por los notarios públicos tienen carácter de
autenticidad, puesto que también tienen ese carácter:

a) Los actos instrumentados por los alguaciles.

b) Las actas expedidas por el Oficial del estado Civil.

c) Los actos realizados por los Secretarios de los tribunales.

d) Los actos realizados por los Conservadores de Hipotecas y Directores


del Registro Civil.

e) Los actos realizados por los Registradores de Títulos.

f) Los actos realizados por los Cónsules en el extranjero.


EL ACTO BAJO FIRMA PRIVADA

El Dr. Gregorio Caimares en su obra Ensayos Notariales expresa que: “El


acto bajo firma privada, es el otorgado por las partes mismas, firmado por
ellas y sin la presencia de los oficiales públicos”.

Sobre los actos bajo firma privada el Dr. Carlos P. Romero Butten en su
obra Manual de Derecho Civil plantea que: “Los actos bajo firma privada
son actos redactados y firmados por simples particulares, quienes pueden
ser las partes mismas o sus mandatarios. Estos actos pueden ser escritos
en idioma español o extranjero, caso en el cual se traduce por un intérprete
judicial al idioma español. No es necesario el empleo de papel timbrado
para su validez. Pero para que el acto esté revestido de mayor garantía, se
recurre a un notario público para fines de legalización de las firmas y
posteriormente se registra".

El acto bajo firma privada no hace por sí mismo prueba de la verdad de


sus enunciaciones. Para que esta clase de acto tenga la fuerza probante
de un acto auténtico, es necesario que sea reconocido por la parte a
quien se opone o que se tenga legalmente por reconocido.

Con relación a la legalización de firmas, la Ley 301 sobre Notariado en su


artículo 56 prescribe que: "Los Notarios tendrán facultad para dar
carácter de autenticidad a las firmas estampadas por los otorgantes de un
acto bajo firma privada. El Notario dará carácter de autenticidad a dichas
firmas, sea declarando haber visto poner las mismas voluntariamente, sea
dando constancia de la declaración jurada de aquella persona cuya firma
legaliza, de que la misma es suya y que fue puesta voluntariamente en la
fecha indicada en el acto".

Debemos tener presente además lo que establece el artículo 58 de la Ley


del Notariado cuando expresa que: "La legalización de firmas o de
huellas digitales efectuadas según lo establece esta Ley, da carácter de
autenticidad a las mismas, pero no otorga fecha cierta al acto frente a
terceros".

En general, el elemento esencial de estos actos es la firma autografiada


de las partes intervinientes pero además el Código Civil Dominicano
somete estos actos a formas particulares, según el contenido de las
convenciones, sinalagmáticas o unilaterales como son:

a) El artículo 1325 del Código Civil prescribe que: “Los actos bajo firma
privada que contengan convenciones sinalagmáticas, no son válidos sino
cuando han sido hechos en tantos originales como partes hayan
intervenido con un interés distinto. Es bastante un solo original, cuando
todas las personas tienen el mismo interés. Cada original debe hacer
mención del número de originales que se han hecho. Sin embargo, el no
mencionarse que los originales se han hecho por duplicado o triplicado,
etc. no puede oponerse por el que ha ejecutado por su parte el convenio
contenido en el acto”.

b) El artículo 1326 del Código Civil prescribe que: “El pagaré o la


promesa hecha bajo firma privada por la cual una sola parte se obliga
respecto a otra a pagarle una suma de dinero o una cosa valuable, debe
estar escrita por entero de la mano del que la suscribe, o a lo menos se
necesita, además de su firma, que haya escrito por su mano un bueno o
aprobado que contenga en letras la suma o cantidad de la cosa. Excepto
en el caso en que el acto proceda de mercaderes, artesanos, labradores,
jornaleros o criados”.

c) Al tenor de lo previsto por el artículo 1327 del Código Civil


Dominicano tenemos que cuando la suma de dinero que se expresa en el
texto del acto, es diferente de la que se expresa en el bueno o aprobado,
se presume entonces que la obligación es por la suma más pequeña, aun
cuando el acto como el bueno o aprobado estén escritos por entero de la
mano del que está obligado, a menos que se pruebe de qué parte está el
error.

d) Al tenor de lo previsto por el artículo 1328 del Código Civil


Dominicano tenemos que los documentos bajo firma privada no tienen
fecha contra los terceros, sino desde el día en que:

1.- Desde el día en que han sido registrados.

2.- Desde el día de la muerte de cualquiera que los haya suscrito y;

3.- Desde el día en que su sustancia se ha hecho constar en actos


autorizados por oficiales públicos.

Debemos aclarar que la fecha cierta y la credibilidad del


documento son cosas diferentes, puesto que la fecha cierta sólo le
concede al acto bajo firma privada la capacidad de ser reconocido por los
terceros o sea que a partir de que el acto tenga fecha cierta los terceros
no pueden desconocer su existencia.
DIFERENCIA ENTRE EL ACTO AUTENTICO Y EL ACTO BAJO FIRMA
PRIVADA

Muchas veces el acto bajo firma privada se confirma con el


auténtico y esto sucede cuando el acto bajo firma privada ha sido
intervenido por un oficial público, en todo eso el notario público,
mediante la legalización de firma o autenticación.

El acto bajo forma privada cuya legalización de firma ha sido


intervenida por el notario público tiene como fé pública la misma que
tienen el acto auténtico, aunque no es un acto auténtico, pues sigue
siendo acto bajo firma privada.

Las diferencias abundan, los actos auténticos están frecuentemente


dotados de fueras ejecutiva, es decir, son títulos ejecutorios, por el
contrario, los actos privados totalmente desprovisto

LA FECHA CIERTA DE LOS ACTOS AUTÉNTICOS Y LOS ACTOS BAJO FIRMA


PRIVADA

Aun cuando el documento no haya sido registrado ni transcrito y


por lo tanto no posee fecha cierta, puede servir de indicio de su fecha si
es corroborado por declaraciones testimoniales.

¿Cuándo adquieren fecha cierta los actos bajo firma privada y


pueden serles oponibles a los terceros?

En principio, cuando son registrados, pero los jueces gozan de un poder


discrecional, según los casos, para determinar cuándo un acto bajo firma
privada debe ser sometido a la formalidad del registro para que adquiera
fecha cierta contra los terceros.

La fecha cierta se adquiere no sólo por la legalización de firmas,


sino también por los tres medios enumerados en el Artículo 1328 Código
Civil.

PROTOCOLO NOTARIAL:

CAPÍTULO V

DEL PROTOCOLO

Artículo 36.- Protocolo. Es el libro o conjunto de libros que se forma con los folios
numerados de las actas notariales instrumentadas entre el primero (1°.) de enero y el treinta
y uno (31) de diciembre de cada año, ambas fechas inclusive.

Párrafo.- Todas las hojas de cada volumen serán foliadas con el orden progresivo que les
corresponda, escritas en letras y números.

Artículo 37.- Custodia. El protocolo será tutelado por el Estado y custodiado por el notario
bajo su exclusiva y estricta responsabilidad, con la supervisión y fiscalización del Colegio
Dominicano de Notarios, la Suprema Corte de Justicia y el Archivo General de la Nación.

Artículo 38.- Libro Índice. Los notarios llevarán un Libro Índice de todas las actas
auténticas que escrituren. Este Índice contendrá la fecha y naturaleza del acta, los nombres
de las partes, testigos y la relación del registro de la jurisdicción del notario.

Párrafo.- El Libro Índice será firmado y sellado por el Presidente(a) del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Judicial a que pertenezca el notario, libre de tasa e impuestos.
_________________________________________________________________________

Artículo 39.- Características de los folios. Los folios son la numeración continua de las
hojas de papel del Libro o protocolo que conforma el notario con la instrumentación de los
actos, el cual debe revestir las siguientes características básicas:

1) Tendrán tamaño de treinta centímetros de largo por veinte centímetros de ancho;

2) Llevarán un margen blanco de cuatro centímetros por la parte reservada para la


encuadernación y un margen blanco de dos centímetros por la parte opuesta. En el extremo
superior de la hoja y en el extremo inferior habrá un margen blanco de cinco centímetros;

3) En la parte superior central del folio deberá figurar el Escudo Nacional en la versión
oficial con la forma y los colores establecidos por la Constitución y las leyes de la República;

4) Las características que el Colegio Dominicano de Notarios establezca mediante el


reglamento complementario de esta ley.

Artículo 40.- Protocolo notarial. El primero (1.°) de enero de cada año, los notarios abrirán
el primer volumen, extendiendo una nota cuyos términos serán: “Volumen del Protocolo de
los instrumentos públicos correspondiente al año... ( )”, fechará en letras y número, firmará
y sellará. Para cerrar el volumen el último día del año, extenderá una nota que dirá así:
“Concluye el volumen del Protocolo del año... ( ), que contiene la cantidad de instrumentos...
( ) y folios... ( ), escriturados por el infrascrito notario, colegiatura número...”. Se fechará en
letras y números, firmará y sellará.

Artículo 41.- Encuadernación de volumen. Cuando el volumen anual alcance los ciento
cincuenta folios, se debe encuadernar más de un tomo, por tanto se cerrará el primero y
empezará el segundo con las notas expresadas en el artículo anterior, variadas en lo necesario
para designar los meses que contiene cada tomo. Los diferentes tomos no se considerarán
como volúmenes distintos, por lo cual no se interrumpirá ni volverá a empezar en el segundo
la foliación del primero, debiendo expresarse en la nota final del último tomo de cada
volumen, además del número de actas y folios del tomo, el número de actas y folios que
formen el volumen.

Párrafo.- A más tardar el 31 de marzo de cada año, todos los volúmenes de los notarios
correspondientes al año anterior deberán estar perfectamente encuadernados en un material
que garantice su protección y conservación.

Artículo 42.- Publicidad del protocolo. El protocolo solo será mostrado a personas e
instituciones que justifiquen un interés legal o legítimo.
Párrafo I.- Si el Colegio Dominicano de Notarios, la Suprema Corte de Justicia, el Ministerio
Público o alguna otra autoridad judicial competente ordenan una inspección del protocolo,
del Libro Índice o algún instrumento en particular, ésta se efectuará en la notaría o estudio
de que se trate, en presencia del notario responsable de dicho protocolo o instrumento.

Párrafo II.- La Dirección General de Impuestos Internos podrá exigir la inspección del
protocolo, en interés de determinar la obligación tributaria de los notarios cuando así lo
requieran las circunstancias.

Artículo 43.- Duplicados. Los notarios tienen la obligación de llevar por duplicado y por
cada volumen un índice de todas las actas por ellos instrumentadas, observando el orden
alfabético de apellidos de los otorgantes, con la expresión del acto o hecho, del número y
fecha del acta y del número de folio en el cual se inició y la relación de registro.

Artículo 44.- Expedición de copias. El derecho a expedir copias pertenece solamente al


notario u oficial público que legalmente posea el original.

Párrafo I.- Son primeras copias cada una de las que se expiden para las partes interesadas
en las escrituras o actas, sea cual fuere su número. Son segundas o ulteriores copias las que
luego de la primera se expiden para la misma parte.

Párrafo II.- Sólo las primeras copias expedidas por el notario o las ulteriores autorizadas por
la cámara o sala civil del Juzgado de Primera Instancia, en los casos en que estas últimas
aplican, podrán servir de título ejecutorio.

Artículo 45.- Certificación. Los notarios, al expedir copias de sus actas, certificarán en la
parte superior de la hoja que la misma es fiel y conforme a su original, indicará su nombre,
número de colegiatura, jurisdicción y fecha, proseguirá la transcripción in extenso del
instrumento, la firma y sello del notario y la relación del registro.

Párrafo I.- Los notarios no podrán expedir copias de las actas que deban ser registradas antes
de haber cumplido con esa formalidad.

Párrafo II.- Las actas relativas a transferencias, gravamen, afectación o que entrañen una
actuación relacionada con inmuebles registrados, de conformidad con la Ley de Registro
Inmobiliario, no serán objeto de transcripción ante la Conservaduría de Hipotecas o el
Registro Civil. Para los fines de fecha cierta y oponibilidad frente a terceros, bastará con el
depósito de dicha acta en el Registro de Títulos correspondiente.

Artículo 46.- Ulteriores copias. Sólo en virtud de auto del juez de la cámara o sala civil del
Juzgado de Primera Instancia, por causa debidamente justificada podrán expedirse ulteriores
copias que sustituyan a la primera de las actas notariales que contengan obligación de pagar
sumas de dinero o entregar objetos susceptibles de valuación económica. De dicho auto se
hará mención al margen de la escritura original.
_________________________________________________________________________

Párrafo I.- Sólo podrá expedirse copias de actas notariales a terceras personas, en virtud de
auto del juez de la cámara o sala civil del Juzgado de Primera Instancia, siempre que
justifiquen un interés legítimo.

Párrafo II- Para los fines de la presente ley, se entiende por interés legítimo todo derecho o
interés consagrado por la Constitución de la República, las leyes, decretos, resoluciones o
reglamentos, cuya violación sea susceptible de causarle un perjuicio a quien lo alegue.

Artículo 47.- Número de actas. En todos los casos en que se expidan copias de actas
notariales, los notarios harán constar el número de copias que corresponda según las actas
expedidas, e igual dato harán constar en la escritura originaria.

Artículo 48.- Guarda de documentos. Los notarios están obligados a preservar los
documentos de su archivo contra pérdidas y deterioros, y comprometen su responsabilidad
siempre que no probaren que habían tomado todas las providencias y medidas posibles para
evitar estos acontecimientos.

Artículo 49.- Licencia. El notario que sea autorizado a tomar licencia por la Suprema Corte
de Justicia, o sea juramentado en un cargo público o función judicial, por lo cual queda
suspendido en la función notarial, encargará de la custodia de su protocolo y archivo a otro
notario de su jurisdicción o municipio; ésto deberá comunicarse por escrito a la Suprema
Corte de Justica y al Colegio Dominicano de Notarios.

Párrafo.- En los casos de suspensión de un notario, la entrega del protocolo y archivo se


verificará siguiendo el procedimiento dispuesto acordado para el caso de licencia.

Artículo 50.- Renuncia o muerte. En caso de muerte, renuncia, destitución o inhabilitación


del notario, éste o sus herederos deberán entregar el protocolo y el archivo, bajo inventario,
al Presidente del Consejo Directivo del Colegio Dominicano de Notarios, o quien haga sus
veces, y éste pondrá en agenda el tema para ser conocido en la primera reunión directiva que
siga a dicha entrega, y hará constar en acta las circunstancias del caso. En todo caso el
Colegio, sin pérdida de tiempo, solicitará al juez de paz del municipio que selle el archivo,
teniendo el cuidado de asegurar todos los documentos que formen parte del protocolo. El
juez será asistido por el secretario del tribunal y levantará el inventario correspondiente,
dentro de un plazo que no excederá los tres (3) días; una vez terminado dicho inventario, dará
parte al Consejo Directivo del Colegio Dominicano de Notarios.

Párrafo I.- Dentro de los quince (15) días posteriores a la notificación del inventario, hecha
por el juez de paz, el Colegio publicará un aviso en un periódico de circulación en la provincia
o el municipio de que se trate, o, a su falta en un periódico de circulación nacional,
informando la fecha, hora y dirección del Juzgado de Paz donde se ejecutará la venta en
pública subasta del protocolo notarial. El Colegio hará uso de otros medios para informar
sobre dicha venta y sólo serán aceptadas pujas de los notarios del municipio de que se trate.
El producto de la venta se distribuirá así: sesenta por ciento (60%) para el
notario o sus herederos, veinte por ciento (20%) para el fisco y veinte por ciento (20%) para el
municipio, salvo el caso de destitución, que el sesenta por ciento (60%) se destinará a los planes
educativos del Colegio Dominicano de Notarios. El juez de paz llevará la dirección y control de
dicha venta.

Párrafo II.- Los documentos que se encuentren en el archivo del notario y no pertenezcan al
protocolo serán igualmente inventariados y entregados al notario adquiriente en calidad de depósito,
para que éste los entregue a sus dueños cuando hubiere lugar.

Párrafo III.- En el caso de que no fuere posible proceder a la subasta por haber quedado ésta desierta
o por no haber más de un notario en la localidad, el archivo quedará depositado en el Juzgado de
Paz, y se procederá a la venta aún de grado a grado. Mientras el archivo permanezca depositado en
el Juzgado de Paz y haya que expedir copia de algún documento, el juez de paz requerirá otro notario
de la localidad para que la expida; y si no hubiere otro notario, la expedirá el mismo juez de paz.

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